champouirau, chapurriau, chapurriat, chapurreau, la franja del meu cul, parlem chapurriau, escriure en chapurriau, ortografía chapurriau, gramática chapurriau, lo chapurriau de Aguaviva o Aiguaiva, origen del chapurriau, dicsionari chapurriau, yo parlo chapurriau; chapurriau de Beseit, Matarranya, Matarraña, Litera, Llitera, Mezquín, Mesquí, Caspe, Casp, Aragó, aragonés, Frederic Mistral, Loís Alibèrt, Ribagorça, Ribagorsa, Ribagorza, astí parlem chapurriau, occitan, ocsitá, òc, och, hoc
Genista es un género botánico de noventa especies de arbustos de la subfamilia Faboideae. La familia Fabaceae con especies que comparten tallos densos y verdes, hojas muy pequeñas, adaptados a la sequía, la mayoría con flores blancas o amarillas, pero también de color anaranjado, rosado, rojo o púrpura. Popularmente se conoce a algunas de sus especies como hiniesta o retama de tintoreros (Genista tinctoria).
Toleran los suelos pobres y necesitan pocos cuidados para su cultivo, se utilizan en la recuperación de tierras baldías, fijación de dunas o como planta ornamental.
Son nativos de Europa, Oriente Medio y norte de África.
Genista, nombre común por el que se conoce a un género de plantas que comprende especies abundantes en Europa y, en especial, en la región mediterránea. Este género comprende unas 150 especies de arbustos o matas espinosos o inermes, más raramente herbáceas o sufruticosas (como la hierba de los tintoreros). Las ramillas son lisas o estriadas y suelen tener las hojas simples o trifoliadas, que algunas especies pierden rápidamente, o incluso no tienen hojas aparentes. Las flores son amariposadas o papilionadas, compuestas por cinco pétalos amarillos y diez estambres soldados entre sí por sus filamentos, o al menos nueve de ellos, formando una especie de tubo en torno al pistilo. Los frutos son pequeñas legumbres (véase Leguminosas) comprimidas lateralmente, dehiscentes y generalmente con varias semillas; en raras ocasiones con una única semilla. La península Ibérica es la zona donde más diversificado está este género: desde grandes arbustos de hasta 3 m, como la retama blanca; matas de hasta 1,5 m, como la bolina o palaín; y pequeñas matas de porte rastrero típicas de la alta montaña, como la genista de Sanabria.
Las genistas tienen numerosos usos. Algunas especies se utilizan para obtener tintes, como los que se extraen de las flores de la aulaga o de las raíces de la hierba de los tintoreros. Hay genistas que se usan como combustible en los hornos de yeso y cal y otras para formar setos.
Las genistas constituyen el género Genista que pertenece a la familia de las Fabáceas (Fabaceae). El nombre científico de la hierba de los tintoreros es Genista tinctorea; el de la retama blanca: Genista florida; el de la bolina: Genista spartioides; el de la genista de Sanabria: Genista sanabrensis, endemismo de la Sierra Segundera (Zamora–Orense–León) y de la Sierra del Teleno (León); y el de la aulaga: Genista scorpius. / archilaga /
Etimología
Genista: nombre genérico que proviene del latín en la que los reyes y reinas Plantagenetde Inglaterra tomaron su nombre, planta Genesta o plante genest, en alusión a una historia que, cuando Guillermo el Conquistador se embarcó rumbo a Inglaterra, arrancó una planta que se mantenía firme, tenazmente, a una roca y la metió en su casco como símbolo de que él también sería tenaz en su arriesgada tarea. La planta fue la llamada planta genista en latín. Esta es una buena historia, pero por desgracia Guillermo el Conquistador llegó mucho antes de los Plantagenet y en realidad fue Godofredo de Anjou que fue apodado el Plantagenet, porque llevaba un ramito de flores amarillas de retama en su casco como una insignia (genêt es el nombre francés del arbusto de retama), y fue su hijo, Enrique II, el que se convirtió en el primer rey Plantagenet. Otras explicaciones históricas son que Godofredo plantó este arbusto como una cubierta de caza o que él la usaba para azotarse a sí mismo. No fue hasta que Ricardo de York, el padre de los dos reyes Eduardo IV y Ricardo III, cuando los miembros de esta familia adoptaron el nombre de Plantagenet, y luego se aplicó retroactivamente a los descendientes de Godofredo I de Anjou como el nombre dinástico.
Genista aetnensis DC.
Genista albida Willd.
Genista anatolica Boiss.
Genista andicola Gill. ex Hook. & Arn.
Genista anglica L.
Genista aristata C.Presl
Genista artwinensis Schischk.
Genista aspalathoides Lam. - leño aspalato de Berbería4
Genista baetica Spach
Genista berberidea Lange
Genista canariensis
Genista carinalis
Genista carpetana
Genista cinerascens
Genista cinerea (Vill.) DC.
Genista corsica
Genista cupanii
Genista demnatensis Cosson, Endémica de Marruecos
Genista dorycnifolia Font Quer
Genista ephedroides
Genista erioclada Spach
Genista falcata
Genista fasselata
Genista ferox Poir.
Genista florida L.
Genista germanica
Genista haenseleri
Genista halacsyi Heldr.
Genista hassertiana
Genista hirsuta Vahl
Genista hispanica
Genista holopetala
Genista hystrix
Genista ifniensis Caball.
Genista januensis
Genista jimenezii (Pau)
Genista juncea
Genista legionensis (Pau) Laínz
Genista linifolia
Genista lobelii DC.
Genista lucida
Genista lydia
Genista melia Boiss.
Genista micrantha
Genista millii Heldr. ex Boiss.
Genista monspessulana (L.) O.Bolòs & Vigo
Genista nissana
Genista occidentalis (Rouy) Coste
Genista parnassica
Genista pilosa
Genista polianthos Willk.
Genista pumila (Debeaux ex Hervier) Vierh.
Genista ramosissima (Desf.) Poir.
Genista retamoides Spach
Genista sagittalis
Genista saharae Coss. & Dur.
Genista sakellariadis Boiss. & Orph.
Genista sanabrensis
Genista scorpia St.-Lag.
Genista scorpius (L.) DC. sensu lato
Genista subcapitata Pančić & Nyman
Genista sylvestris
Genista tenella Willk.
Genista tenera (Jacq. ex Murray) Kuntze
Genista teretifolia Willk.
Genista tinctoria
Genista tournefortii
Genista triacanthos Brot.
Genista tricuspidata Desf.
Genista tridens (Cav.) DC.
Genista tridentata
Genista umbellata Salzm. ex DC.
Cultivares
Genista 'Porlock'
«Genista». Departamento de Agricultura de los Estados Unidos: Germplasm Resources Information Network (GRIN). Archivado desde el original el 7 de mayo de 2009. Consultado el 10 de diciembre de 2010.
Podíen
di lo que vullgueren; assó no los u impediríe dingú. Pero lo que
díen dells no se ajustabe
a la verdat. Ni Roc, lo Moñigo, teníe tota la culpa, ni ells féen
datra cosa que procurá passá lo tems de la milló forma possible.
Que a la Pesteta gran, al formaché, o a don Moissés, lo maestre, no
los agradare la forma que ells teníen de passá lo tems ere una cosa
mol diferenta. Pero ¿quí pot assegurá que alló no fore una manía
de la Pesteta, lo formaché y lo Peó y no una perversidat diabólica
per la seua part?
La
gen en seguida emprén als chiquets, encara que moltes vegades lo
enfado dels homens prové del seu natural irritable y suspicás y no
de les travessures o maleses de aquells. Ahí estabe Paco, lo ferré.
Ell los compreníe perque teníe salut y bon estómec, y si lo Peó
no fée lo mateix ere per los seus ássits y per la seua cara y lo seu feche retortigats. Y son pare mateix, lo formaché, perque afanós de estauviá no podíe vore les coses en lo aspecte optimista y
alegre que generalmen oferixen. Y la Pesteta gran, perque
ella ere l´ama del gat y lo volíe com si fore una consecuensia
irrassional del
seu ventre eixut. Pero tampoc ells teníen cap culpa de que la
Pesteta gran sentiguere aquell afecte entrañable y desordenat per lo
animalet, ni de que lo gat saltare al escaparate en cuan lo sol,
aprofitán consevol descuido de los nugols, assomabe a la vall la
seua cara congestionada y rubia. De aixó no ne teníe la culpa
dingú, eixa es la verdat. Pero Daniel, lo Mussol, intuíe que los
chiquets tenen ineluctablemen la culpa de totes aquelles coses de les
que no té dingú la culpa. Lo del gat tampoc va sé una hazaña del
atre dijous. Si lo gat haguere sigut de Antonio, lo Buche, o de les
mateixes Llebres, no haguere passat res. Pero la Lola, la Pesteta
gran, ere una escandalosa y lo seu amor per lo gat una inclinassió
evidenmen maniática y anormal. Perque, anem a vore, si la trastada
haguere sigut grave o ligeramen pecaminosa, ¿sen haguere enrit don
José, lo mossen, en aquelles carcañades cuan lay van contá?
Seguramen que no. Ademés, ¡qué dimoni!, lo bicho se u buscabe per
eixí al escaparate a pendre lo sol. Claro que esta costum, per un
atra part, representabe pera Daniel, lo Mussol, y los seus amics, una
estimable ventaja económica. Si volíen un real de galletes
torrades, a la tenda de les Pestetes, la gran díe:
-
¿De les de la caixa o de les que ha tocat lo gat?
-
De les que ha tocat lo gat - contestaben ells, sempre.
Les
que "habíe tocat lo gat" eren les mostres del escaparate
y, de estes, la Pesteta gran ne donabe cuatre per un real, y dos, per
lo mateix preu, de les de la caixa. An ells no los importabe mol que
les galletes estigueren tocades per lo gat. A vegades estaben algo
mes que tocades per lo gat, pero tampoc entonses los importabe massa.
Sempre, en consevol condissió, siríen preferibles cuatre galletes
que dos.
En
lo consernén a la lupa, va sé Germán, lo Tiñós, qui la va portá
a escola un matí de primavera.
Son pare la guardabe al taller pera examiná lo calsé, pero Andrés,
"lo home que de perfil no se veu", apenes la fée aná
perque teníe bona vista. La haguere empleat si les lupes tingueren
la virtut de eixecá una mica les sayes de les dones, pero lo que ell
díe: "pera vore les pantorrilles mes grosses y acsidentades de
lo que realmen són, no val la pena empleá artefactes". En la
lupa de Germán, lo Tiñós, van fé aquell matí tota classe de
experimentos. Roc, lo Moñigo, y Daniel, lo Mussol, van ensendre,
consentrán en ella los rayos de sol, dos defectuosos sigarros de
fulles de pataquera. Después se van analisá minussiosamen les
sicatrius que, ampliades per lo vidre, assumíen una topografía
irregulá y monstruosa. Después, se van mirá los ulls, la llengua y
les orelles y después se van cansá de la lupa y de les extrañes
imaches que ella provocabe. Va sé al crusá lo poble cap a les seues
cases, de tornada de la escola, cuan van vore al gat de les Pestetes, enroscat
damún del plat de galletes, a una punta de la vitrina. Lo animal
ronronejabe, en la seua negra y peluda pancha al sol, chalán de les
delíssies de la caldoreta. Al arrimás ells, va obrí, desconfiat,
un redó y terrible ull verd, pero al constatá la protecsió de la
lluna del escaparate, va torná a tancál y se va quedá coto,
dolsamen adormit.
Dingú
es capás de siñalá lo puesto del servell aon se generen les grans
idees. Ni Daniel, lo Mussol, podríe di, sense mentí, a quín
recóndito plec va naixe la ocurrensia de interposá la lupa entre lo
sol y la negra pancha del animalet, la idea va eixí dell espontanea
y naturalmen. Algo paregut a com naix l´aigua de un manantial o fon.
Lo sert es que durán uns segóns los rayos del sol se van
consentrá al cos del gat formán sobre lo seu negre pel un pun
brillán. Los tres amics observaben expectáns lo prossés físic.
Van vore com los pels mes superfissials chisporrotejaben sense que lo
gat modificare la seua postura. Lo rogle de llum y foc estabe enfocat
sobre la seua pancha negra com un teó. De repén va eixí de allí
una mica de fum y lo gat de les Pestetes va fotre, simultáneamen, un
acrobátic bot acompañat de rabiosos maulits: - ¡¡Marramiauuuu!!
¡¡Miauuuuuuuu!!
Los
maulits aguts y llastimosos se diluíen, poc a poc, al fondo del
establimén. Sense acord previ, los tres amics van arrencá a
corre. Pero la Pesteta va sé mes rápida que ells y la seua cara
descomposta se va assomá a la porta antes de que los tres sagals se
pergueren costa aball. La Pesteta eixecabe lo puñ al aire y
plorabe de rabia y impotensia:
-
¡Carnussos! ¡poquesvergoñes! ¡vatros teníeu que sé! ¡Me hau
sucarrat al gat! ¡Pero ya tos agarraré yo! ¡Ton enrecordaréu
de esta! Y, efectivamen, sen van enrecordá, ya que va sé mes
fort lo que don Moissés, lo Peó, va fé en ells que lo que ells
habíen fet en lo gat. Aixina y tot, en ells se va pará la cadena de
escarméns. Y Daniel, lo Mussol, se preguntabe: "¿per qué
si cremám una mica a un gat mos foten a natros una dotsena de
regletades a cada ma, y mos tenen tot un día aguantán en lo bras
eixecat lo mamotreto de la Historia Sagrada, en mes de sen grabats a
tot coló, y al que a natros mos sometix an esta caprichosa tortura
no ña dingú que li imposo una sansió, consecuenmen mes dura, y
aixina, de sansió en sansió, no mos plantem a la pena de mort?".
Pero, no. Encara que lo raonamén no ere desatinat, lo cástic se
va acabá en ells. Este ere lo orden pedagógic establit y se teníe
que acatá en sumissió. Ere la caprichosa, ilógica y desigual
justissia dels homens. Daniel, lo Mussol, pensabe, mentres passaben
desplay los minuts y li féen mal los ginolls y li tremolabe y sentíe
punchades nervioses al bras eixecat en la Historia Sagrada a la
punta, que lo únic negossi a la vida ere dixá de sé chiquet lo
antes possible y transformás en un home. Entonses se podíe sucarrá
tranquilamen a un gat en una lupa sense que se mogueren los solaméns
sossials del poble y sense que don Moissés, lo mestre, abusare
impunemen de les seues atribussións.
¿Y
lo del túnel? Perque encara en lo de la lupa va ñabé una víctima
inossén: lo gat; pero en lo del túnel no van ñabé víctimes y si
ne hagueren ñagut, hagueren sigut ells y damún venga regletades a
la punta dels dits y venga hores aginollats, en lo bras eixecat en la
Historia Sagrada sobrepassán sempre lo nivell del cap. Aixó ere
inhumano, un evidén abús de autoridat, ya que, en ressumides
cuentes, ¿no haguere descansat don Moissés, lo Peó, si lo rápit
sels haguere emportat per debán als tres aquella tarde ? Y, si ere
aixina, ¿per qué sels castigabe? ¿pot sé perque lo rápit no sels
va emportá per dabán?
Aviats
estaben entonses; la disyuntiva ere crúa: o morí trinchats als ejes
de un tren o tres díes a ginollóns en la Historia Sagrada y los
seus mes de sen grabats a tot coló, eixecada per damún del cap.
Tampoc Roc, lo Moñigo, assertaríe a explicás a quína regió del
seu servell se va generá la idea estrambótica de esperá al rápit
a dins del túnel en los cansonsillos baixats. Datres vegades habíen
aguantat al túnel lo pas del mixto o del tranvía interprovinsial.
Pero estos trens passaben lentos y lo seu pas, a la foscó del forat,
apenes los produíe ya cap emossió. Ere pressís renovás. Y Roc, lo
Moñigo, los va exigí este nou experimento: aguardá al rápit dins
del túnel y fé los tres, al mateix tems, de ventre, cuan lo tren
passare. Daniel, lo Mussol, antes de asseptá, va apuntá algúns
sensats inconveniéns.
-
¿Y lo que no ne tingue ganes? - va di.
Lo
Moñigo va argüí, contundén:
-
Ya ni entrarán en cuan séntigue arrimás la locomotora.
Lo
detall que van descuidá va sé lo depósit dels cansonsillos. De
habé lligat esta punta, res se haguere descubert. Com no haguere
passat res tampoc si lo día que lo Tiñós va portá la lupa a la
escola no se haguere assomat lo sol. Pero existixen, flotán
constanmen al aire, uns entes diabólics que chalen enredán los
actes inosséns dels chiquets, complicánlos les situassións mes
normals y simples.
¿Quí
se habíe de pensá, en aquell momén, que en la sort dels
cansonsillos estabe en joc la propia sort? ¿Se preocupe lo torero de
la capa cuan té los cuernos a dos pams de la ingle? Y encara que al
torero li esgarro lo bou lo capote no li renegue sa mare, ni li
aguarde un maestre cabrejat que li fótegue dos dotsenes de
regletades y lo fico de ginolls en la Historia Sagrada eixecada per
damún del cap. Y, ademés, al torero li paguen mols dinés. Ells se
arriesgaben sense esperá cap recompensa o aplausso (a no sé que
fore a les dos galtes), ni la enchumenera ni una roda del tren.
Trataben únicamen de autoconvénses de la seua propia valentía.
¿Mereix esta proba un suplissi tan refinat?
Lo
rápit va entrá al túnel chulán, bufán, traén chispes, fen
tremolá la montaña, sorollán les pedres. Los tres sagals estaben
blangs, ajupidets, en los culets destapats a mich metro de la vía.
Daniel, lo Mussol, va sentí que lo món se dislocabe daball dels
seus peus, se desintegrabe sense remey y, mentalmen, se va santiguá.
La locomotora va passá bufán al seu costat y una brafada calenta de
vapor los va llepá lo cul. Van tremolá les parets del túnel, que
se va omplí de un sarabastall de ferro. Per damún del fragor del
ferro y la velossidat encaixonada, va arribá als seus oíts la
advertensia del Moñigo:
-
¡Agarreutos dels ginolls!
Y
se van agarrá, perque u manabe lo jefe y perque la atracsió del
convoy ere casi irressistible. Se va agarrá dels ginolls, va tancá
los ulls y va apretá la pancha. Va sé felís al constatá que habíe
cumplit ce per be lo que Roc los habíe exigit. Se van sentí les
risses sofocades dels tres amics al acabá de desfilá lo tren. Lo
Tiñós se va alsá y va escomensá a tussí fart de fum. Después va
tussí lo Mussol y, al remat, lo Moñigo. Lo Moñigo may arrencabe a
tussí lo primé, encara que tinguere ganes de féu. Sobre estos
extrems existíe sempre una competensia inexpresada. Sen enríen
encara cuan Roc, lo Moñigo, va doná la veu de alarma.
-
No trobo los pantalóns - va di.
Van
pará les risses instantáneamen.
-
Tenen que está per ahí - va corroborá lo Mussol, tanteján a la
escurina.
Lo
Tiñós va di: - Teníu cuidadet, no patejéu...
Lo
Moñigo se va olvidá, per un momén, dels pantalóns.
-
¿U hau fet? - va preguntá.
Se
van fondre a la tenebrosa oscurina del túnel les afirmassións
satisfetes del Mussol y lo Tiñós.
-
¡Sí!
-
Tamé yo - va confesá Roc, lo Moñigo; y sen va enriure al comprobá
la rara unanimidat de les seues vísceres.
Los
pantalóns seguíen sense apareixe. A paupóns van arribá a la boca
del túnel. Teníen los culs esquichats de carbonilla y la temó per
habé perdut los pantalóns y cansonsillos portabe a les seues cares
una grassiosa expresió de sorpresa. Cap dells se va atreví a riure.
Lo pressentimén de uns pares y un maestre enfadats y implacables no
dixáe mol puesto a la alegría. De repén, cuatre metros mes abán,
al mich de la sendeta que crusáe la vía, van vore un drap informe y
negrot. Lo va arreplegá Roc, lo Moñigo, y los tres lo van examiná
en detenimén. Sol Daniel, lo Mussol, va pugué di:
-
Es un tros dels meus pantalóns - va di en un fil de veu.
La
demés roba va aná apareixén, escampada a pedassos, per la senda.
La onda de la velossidat habíe fet volá la roba, y lo tren la va
desfé entre los seues ferros com una fiera fura. De no sé per este
inesperat contratems dingú sen haguere enterat de la aventura. Pero
eixos entes siniestros que constanmen floten al aire, los van
embolicá lo assunto una vegada mes. Claro que, ni encara sospesán
la travessura en tota la seua dimensió, se justificabe lo cástic
que los va imposá don Moissés, lo mestre. Lo Peó sempre se passabe
tres pobles. Ademés, lo castigá als alumnos pareixíe procuráli un
goch indefinible o, per lo menos, la comisura dreta de la seua boca
se estirabe, en eixos casos, hasta casi mossegá la negra pulsera de
Curro Jiménez, Panchampla o lo Tempranillo.
¿Que
habíen escandalisat al poble entran sense cansonsillos? ¡Pos claro!
Pero ¿quína atra cosa podíen fé en aquell cas? ¿Se té que
extremá lo pudor hasta lo pun de no torná al poble per lo fet de
habé perdut los cansonsillos? Ressultabe tremendo pera Daniel,
lo Mussol; Roc, lo Moñigo, y Germán, lo Tiñós, tindre que dessidí
sempre entre unes disjuntives tan penoses. Y ere encara mes
mortificán lo que produíen en don Moissés, lo maestre, les seues
coses, unes coses que ni de prop, ni de lluñ, li fotíen res.
Simonavol a Pasquino; están juns a un hort; Pasquino se refregue les dens en una fulla de sauvia y se mor; Simona es arrestada, y volén mostrali al jues cóm va morí Pasquino, refreganse les dens en una de aquelles fulles, se mor de la mateixa manera.
Pánfilo habíe acabat la seua historia cuan lo rey, sense mostrá cap compassió per Andreuola, mirán a Emilia, li va fé un gesto volén di que contare la seua, y ella va escomensá: volgudes compañes, la historia contada per Pánfilo me porte a contaton una en cap cosa pareguda a la seua mes que va passá a un jardí, y del mateix modo arrestada, com u va sé Andreuola, no per forsa ni per virtut sino per inesperada mort se va librá de la justissia. Y com ya se ha dit mes vegades entre natros, encara que Amor de bon grado habite a les cases de los nobles, no per naixó fuch de les de los pobres y tamé an elles amostre alguna vegada les seues forses de tal manera que com a poderossíssim siñó se fa tindre temó de los mes rics. Tornaré a la nostra siudat, de la que avui, contán diverses coses, vagán per varies parts del món, tan mos ham alluñat.
Va ñabé, pos, no fa encara mol tems, a Florencia, una jove mol hermosa y pita per a la seua condissió, ere filla de pares pobres, que se díe Simona; y encara que tinguere que guañás en les seues mans lo pa que volíe minjá, y per a subsistí filare llana, no va sé cap impedimén per a que Amor li apareguere al cap dels actes y paraules amables de un mosso de igual condissió, que li portáe la llana per a filá, de nom Pasquino. Volenlo mol y no atrevinse a res mes, filán, a cada volta de llana que se enroscabe al fus tiráe mil suspiros mes calens que lo foc al enrecordassen de aquell que li portabe la llana per a hilvanala.
Ell, per un atra part, volén que se filare be la llana del seu mestre, com si sol la que Simona filabe, y no cap atra, haguere de sé prou per a fé totes les teles, mes assobín que a les atres hilvanadores la solissitabe. Per lo que, solissitán un y l’atra gosán al sé convoyada, va passá que, agarrán ell mes valentía de la que solíe tindre y ella traénse la temó y vergoña de damún, se van ajuntá, y los va agradá tan que no se podíen aguantá de trobás. Y aixina lo seu plaé se va inflamá mes, y va passá que Pasquino li va di a Simona que volíe que trobare lo modo de aná a un jardí aon ell volíe portála, per a que allí mes al ample y en menos temó pugueren está juns. Simona va di que sí, y donanli a entendre a son pare, un domenge después de diná, que volíe aná a la bendissió de San Galo, en una compaña seua de nom Lagina, al jardí que li habíe mostrat Pasquino sen va aná, aon lo va trobá en un compañ seu de nom Puccino, de mote lo Tort. Allí, escomensán un amorío entre lo Tort y Lagina, ells se van retirá a una part del jardí a disfrutá dels seus plaés y al Tort y a Lagina los van dixá a un atra.
Ñabíe an aquella part del jardí aon Pasquino y Simona habíen anat, una grandíssima y hermosa mota de sauvia, y al seu peu se van assentá. Habén parlat mol de una berena que an aquell hort volíen fé, Pasquino, giranse cap a la gran mota de sauvia, va agarrá algunes fulles de ella y va escomensá a refregás en elles les dens y les genives, dién que la sauvia los llimpiabe mol be de consevol cosa que haguere quedat después de minjá. Y después de llimpiás les dens va torná a la conversa de la berena de la que estaben parlán primé. Y casi no habíe parlat gens cuan va escomensá a cambiásseli tota la cara, va pedre la vista y la paraula y en poc rato se va morí. Veén aixó Simona va escomensá a plorá y a cridá al Tort y a Lagina, que rápidamen van acudí en los talons al cul, y veén a Pasquino no sol mort, sino ya tot unflat y ple de taques fosques per la cara y per lo cos, va bramá lo Tort:
- ¡Ah, dona roína, l´has envenenat tú!
Y habén fet un gran abalot, va sé sentit per mols que vivíen prop del jardí, y va aná escampanse lo rumor. Trobanlo mort y unflat y sentín doldres al Tort li "van fotre la martellada" (la culpa) a Simona de habél envenenat en engañs. Ella, per lo doló del acsidén que li habíe tret al seu amán, casi fora de sí, no sabén excusás, va sé cregut per tots que habíe sigut com lo Tort díe; per lo que, arrestanla, plorán sempre ella mol, va sé portada al palau del podestá. Insistín allí lo Tort, lo Rechoncho y lo Desmañat, compañs de Pasquino que habíen arribat, un jues sense fé llarg lo assunto se va ficá a interrogala sobre lo fet y, no podén compendre ella en qué podíe habé obrat mal o sé culpable, va volé, están ell presén, aná aon estabe lo cos mort y contali in situ com habíe passat. Fenla portá sense cap soroll cap allí, li va preguntá cóm habíe sigut. Ella, arrimanse a la mota de sauvia y habén contat tota la historia abáns per a donáli a entendre lo que habíe passat, va fé lo que Pasquino habíe fet, refreganse contra les dens una de aquelles fulles de sauvia. Lo Tort, Rechoncho y Desmañat y uns atres amics y compañs de Pasquino, se queixáen en presensia del jues, y demanáen que lo foc fore lo cástic. La pobreta, per lo doló del amán perdut y per la temó de la pena demanada per lo Tort, estabe apocadeta, y per habés refregat les dens en la sauvia, va patí aquell mateix acsidén que antes habíe patit Pasquino, no sense gran maravilla de tots los que estaben presens. ¡Oh, almes felises, a qui un mateix día va passá lo ardén amor y acabá la mortal vida; y mes felises si juntes a un mateix puesto ton vau aná; y felissíssimes si a l’atra vida se vol, y tos voléu com u vau fé an ésta! Pero mol mes felís l´alma de Simona en gran mida, per lo que respecte al juissi de los que, vius, detrás de ella ham quedat. La seua inossensia no va caure daball de los testimonis del Tort, del Rechoncho y del Desmañat (potsé cardadós o homens mes baixos). Lo jues, tot parat per lo acsidén, jun en los que allí estaben, no sabén qué di, va callá un bon rato; después, en lo juissi mes cla, va di:
- Pareix que esta sauvia es venenosa, lo que no sol passá en cas de la sauvia. Pero per a que no pugue matá a dingú mes, que se tallo hasta les arraíls y se avío al foc. Lo que ere guardia del jardí ya u estáe fen en presensia del jues, y encara no acababe de tombá la gran mota cuan va apareixe la raó de la mort de los dos amans. Ñabíe daball de la mota de aquella sauvia un sapojagán, y van pensá que la sauvia se habíe envenenat per culpa del sapo. Al sapo, no atrevinse dingú a arrimásseli, li van ficá al voltán una pila grandíssima de lleña, y allí jun en la sauvia lo van sucarrá, y se va acabá lo prossés del siñó jues per la mort del pobret Pasquino. Ell, jun en la seua Simona, tan unflats com estaben, per lo Tort y lo Rechoncho y lo Morro Gorrino y lo Desmañat van sé sepultats a la iglesia de San Paolo, de aon probablemén eren feligresos. jornada-cuarta-novela-octava
Paganín de Mónaco li robe la dona a micer Ricciardo de Chínzica. Éste, sabén aón está ella, va y se fa amic de Paganín; li demane que lay torno y ell, si ella vol, lay consedirá. Ella no vol torná en ell, y mort micer Ricciardo, se case en Paganín.
Tots los de la compañía van alabá per bona la história contada per la seua Reina, y Dioneo, lo únic que faltabe per novelá a la presén jornada, después de fé moltes alabanses de ella, va di:
Hermoses Siñores, una part de la história de la Reina me ha fet cambiá de opinió, volía contán una pero ne contaré un atra. La bestialidat de Bernabó (encara que acabare be) y de tots los demés que se creíen lo que ell mostrabe. Algúns, anán pel món ara en ésta y ara en aquella entretenínse, se imaginen que les dones dixades a casa se estarán de brassos crusats, com si no sabiguérem los que entre elles naixém y creixém y estém, qué es lo que les agrade. Y contánla tos mostraré cuánta es la simplesa de estos, y cuánta la de qui, pensánse mes poderosos que la naturalesa, se creuen (en fantástics raonaméns) que poden fé lo que no poden y se esforsen per portá a datres a lo que ells són.
Va ñabé un juez a Pisa, mes dotat de ingenio que de forsa corporal, de nom micer Ricciardo de Chínzica, qui, creén podé satisfé a la seua dona en les mateixes obres que fée per als seus estudis, sén mol ric, en no poca solisitut va buscá a una dona hermosa y jove per cónyuge, cuan tan de una com de l´atra, si haguere sabut aconsellás ell mateix com fée als demés, debíe fugí. Y u va conseguí, perque micer Lotto Gualandi li va doná per dona a una filla seua de nom Bartolomea, una de les mes hermoses y vanidoses joves de Pisa, encara que allí ne ñan poques que no pareguen sargantanes mossegadores y cuqueres.
Lo juez, portánla en grandíssima festa a casa seua, y selebrán unes bodes hermoses y magnífiques, va assertá la primera nit a tocála una vegada per a consumá lo matrimoni, y poc va faltá per a que faiguere tables; pel matí, com ere fluix y sec y de poc espíritu, va tindre que reconfortás en garnacha y en dolsos, y en atres reméis torná a la vida.
Pos este siñó juez, habén adeprés a valorá milló les seues forses que abáns, va escomensá a enseñáli an ella un calendari bo per als chiquets que adeprenen a llichí, y potsé fet a Rávena. Tal com li enseñabe, no ñabíe cap día al que no se selebrare una festa o mes de una; per diverses raóns li enseñabe que lo home y la dona debíen abstíndres de tals ajuntaméns, afegín an ells lo dijú y les cuatre témporesy vigilies dels apóstols y de mil atres sans, y divendres y dissaptes, y lo domenge del Siñó, y tota la Cuaresma, y sertes fasses de la lluna y atres moltes exepsións, pensán potsé que tan conveníe descansá de les dones al llit com descansos ell se preníe al pleitejá les seues causses. Y esta costum, no sense gran melancolía de la dona, a qui potsé tocabe una vegada al mes, y ben just, per mol tems va mantindre; sempre guardánla mol, per a que cap atre anare a enseñáli los díes laborables tan be com ell li habíe enseñat los díes de festa. Va passá que, fen molta caló, a micer Ricciardo li van entrá ganes de aná a recreás a una possessió seua mol hermosa prop de Montenero (Montenegre), y allí, per a péndre lo aire, quedás algúns díes. Y va portá en ell a la seua hermosa dona, y están allí, per a entretíndrela una mica, va dessidí un día eixí a peixcá; y en dos barquetes, ell a una en los peixcadós y ella a un atra en les atres dones, van aná navegán y, sentínse a gust, se van adentrá al mar unes cuantes milles casi sense acatássen. Y mentres estaben atentos mirán, de repén una galera de Paganín de Mónaco, entonses mol famós pirata, va apareixe, y vistes les barques, se va adressá cap an elles; y no van podé fugí antes de que Paganín arribare an aquella a la que anaben les dones, y veén a la hermosa Siñora, sense vóldre datra cosa, y veénu micer Ricciardo que estabe ya an terra, pujánla an ella a la seua galera, sen va aná. Sabén lo selós que ere micer lo juez, que teníe temó hasta del aire, no cal preguntá si li va doldre. Sense profit se va queixá, a Pisa y a datres puestos, de la maldat dels corsarios, sense sabé quí li habíe robat la dona o aón la habíe portat. A Paganín, al vórela tan hermosa, li va paréixe que habíe fet un bon negossi; y no tenín dona va pensá quedás en ella sempre, y com plorabe mol va escomensá a consolála dólsamen. Y, vinguda la nit va escomensá a consolála en los fets, pareixénli que de poc habíen servit les paraules durán lo día; y de tal manera la va consolá que, abáns de que arribaren a Mónaco, lo juez y les seues leys se ni habíen anat de la memória y va escomensá a viure en Paganín com la mes alegre del món. Portada a Mónaco, ademés dels consols que de día y de nit li donabe, honradamen com a la seua dona la teníe. Después de sert tems, arribán als oíts de micer Ricciardo aón estabe la seua dona, en ardentíssim dessich, pensán que dingú sabíe verdaderamen fé lo que fee falta per an alló, se va disposá a anay ell mateix, y a gastá en lo rescate consevol cantidat de dinés; y fénse a la mar, sen va aná cap a Mónaco, y allí la va vore y ella an ell. Ella, per la tarde, lay va di a Paganín y lo va informá de les seues intensións. Al matí siguién, micer Ricciardo, veén a Paganín, se va arrimá an ell y va establí en ell en un momén gran familiaridat y amistat, fingín Paganín no reconéixel y esperán a vore aón volíe arribá. Pel que, cuan li va paréixe be a micer Ricciardo, com milló podíe y del modo mes amable, va descubrí la raó per la que habíe vingut, rogánli que demanare lo que vullguere y li tornare la dona. A lo que Paganín, en la cara alegre, va contestá:
- Micer, sou benvingut, y contestántos, tos dic:
Es verdat que ting a casa a una jove que no sé si es la vostra dona o de algún atre, perque a vos no tos coneixco, ni an ella tampoc, sol de alguna vegada que en mí ha estat un ratet. Si sou vos lo seu home, com diéu, yo, com pareixéu gentilhome amable, tos portaré aon está ella, y estic segú de que tos reconeixerá. Si ella diu que es com diéu, y vol anássen en vos, per amor de la vostra amabilidat, me donaréu de rescate per nella lo que vos mateix vullguéu; si no fore aixina, faríeu una canallada volénmela traure perque yo soc jove y puc tindre una dona igual que consevol atre, y espessialmen ella que es la mes agradable que hay vist may. Va di entonses micer Ricciardo:
- Per sert que es la meua dona, y si me portéu aon ella está, u vorás pronte: me se aviará al coll; y per naixó te demano que no sigue de atra manera que com tú has pensat.
- Pos entonses - va di Paganín - aném.
Van aná, pos, a casa de Paganín y, están ella a una cámara seua, Paganín la va fé cridá; y ella, vestida y preparada, va eixí de una cámara y va vindre aon micer Ricciardo en Paganín estaben, y va fé tan cas a micer Ricciardo com lay haguere fet a consevol atre forasté que en Paganín haguere vingut a casa seua. Lo que veén lo juez, que esperabe sé ressibit per nella en grandíssima festa, se va maravillá mol, y va escomensá a dis:
«potsé la melancolía y lo llarg doló que hay passat desde que la vach pédre me ha desfigurat tan que no me reconeix».
Pel que li va di:
- Siñora, car me costará habét portat a peixcá, perque un doló paregut no vach sentí may com lo que hay tingut desde que te vach pédre, y tú no pareixes reconéixem, pos tan fura me dirigixes la paraula. ¿No veus que soc lo teu micer Ricciardo, vingut aquí a pagáli lo que vullgue an este gentilhome, per a recuperát y portát en mí; y ell, la seua mersé, pel que yo vullga donáli te torne a mí?
La dona, giránse cap an ell, sonrién una miqueta, va di:
- Micer, ¿me u diéu a mí? Miréu que no me haigáu pres per un atra perque yo no men enrecordo de habétos vist may.
Va di micer Ricciardo:
- Mira lo que dius: míram be; fes memória y vorás que soc lo teu micer Ricciardo de Chínzica.
La Siñora va di:
- Micer, perdonéume: no me es honesto mirátos mol com tos imaginéu, pero tos hay mirat prou com per a sabé que may tos hay vist abáns. Se va imaginá micer Ricciardo que fée aixó de no volé confessá o reconéixeu per temó a Paganín pel que, después de un ratet, va demaná per mersé a Paganín que li dixare parlá en ella a una cámara. Paganín va di que sí a cambi de que no la besare contra la seua voluntat, y va maná a la dona que aniguere en ell a la alcoba y escoltare lo que vullguere díli, y li contestare com vullguere. Anánsen, pos, a la alcoba sols la Siñora y micer Ricciardo, en cuan se van assentá, va escomensá micer Ricciardo a di:
- ¡Ay!, Cor del meu cos, dolsa alma meua, esperansa meua, ¿no reconeixes al teu Ricciardo que te ame mes que an ell mateix? ¿cóm pot sé? ¿estic tan desfigurat? ¡Ay!, bonicos ulls meus, míram una mica.
La dona va escomensá a riure y sense dixál seguí, va di:
- Be sabéu que no soc tan desmemoriada que no sápiga que sou micer Ricciardo de Chínzica, lo meu home; pero mentres vach está en vos vau mostrá conéixem mol mal, perque si éreu sabio o u sou, com voléu que de vos se penso, tos va faltá lo coneiximén de vore que yo era jove y fresca y gallarda, y sabé lo que les dones joves demanen (encara que no u diguen per vergoña) ademés de vestí y minjá; y lo que féeu be u sabéu. Y si tos agradabe mes lo estudiá les leys que a una dona, no haguéreu tingut que péndre estat; encara que a mí me pareix que may vau sé juez sino pregoné de fires y festes, de dijú y de vigilies. Y tos dic que si tantes festes haguéreu fet guardá als llauradós que llauraben les vostres terres com féeu guardá al que teníe que entrecavá lo meu hortet, may haguéreu arreplegat un gra de blat. Me hay doblegat a qui Déu ha volgut, com piadós defensó de la meua juventut, en qui me quedo an esta alcoba, aon no se sap lo que són les festes, dic aquelles que vos, mes devoto de Déu que de serví a les dames, tantes ne selebrábeu; y may per esta porta van entrá dissaptes ni domenges ni vigilia ni cuatre témpores ni cuaresma, que es tan llarga, mes que de día y de nit se traballe y se carde la llana; y desde que una nit van tocá a maitines, be sé cóm va aná lo assunto mes de una vegada. Y, aixina, vull quedám en ell y traballá mentres siga jove, y les festes y les peregrinassións y fe dijú esperá a féles cuan siga agüela; y vos anéu en bona ventura tan pronte com pugáu y, sense mí, guardéu cuantes festes vullguéu.
Micer Ricciardo, sentín estes paraules, patíe un doló insoportable, y va di, cuan ella callabe: - ¡Ay, dolsa alma meua!, ¿quines paraules són estes que me has dit? ¿no mires lo honor dels teus paréns y lo teu? ¿vols de ara en abán quedát aquí de barragana en éste, y en pecat mortal, en ves de a Pisa sé la meua dona? Éste, cuan lo haigues fartat, en gran reprobassió te fotrá al carré; yo te tindré sempre amor y sempre, encara que yo no u vullguera, siríes la ama de casa meua. ¿Tens que abandoná lo teu honor per este dessich desordenat y deshonesto, y a mí que te vull mes que a la meua vida? ¡Ay, esperansa meua!, no diguéu aixó, dignáutos vindre en mí: yo de ara en abán, ya que conec lo teu dessich, me esforsaré; pero, dols be meu, cambia de opinió y víne en mí, que no hay tingut cap cosa bona desde que me vau sé arrebatada.
Y la dona li va contestá:
- Pel meu honor no crec que dingú, ara que ya res pot fes, se preocupo mes que yo: ¡ojalá se hagueren preocupat los meus paréns cuan me van entregá a vos! Y si ells no u van fé pel meu, no vull yo féu ara pel de ells; y si ara estic en pecat mortero, alguna vegada estaré en pecat macero: no tos preocupéu mes per mí. Y tos dic mes, que aquí me pareix sé la dona de Paganín y a Pisa me pareixíe sé la vostra barragana, pensán que segóns les fasses de la lluna y les escuadres geométriques debíem vos y yo ajuntá los planetes, mentres que Paganín tota la nit me té en brassos y me aprete y me mossegue, ¡y cóm me cuide, que u digue Déu per mí!
Diéu encara que tos esforsaréu: ¿en qué?, ¿en empatá en tres basses y eixecála a palos? ¡Ya vech que tos hau fet un caballé de pro desde que no tos hay vist! Caminéu y esforséutos per viure: que me pareix que estéu a pensió, tan arguellat y prim me pareixéu. Y encara tos dic mes: que cuan éste me dixo, a lo que no me pareix disposat, no penso torná may en vos que, exprimíntos tot sansé no podríe fes en vos ni una escudella de salsa, perque en grandíssim mal meu y interés y rédits allí vach estáy una vegada; pel que a un atra part buscaré la meua manduca. Lo que tos dic es que no ñaurá festa ni vigilia aon penso quedám; y per naixó, tan pronte com puguéu, anéu en Déu, si no, cridaré que voléu forsám.
Micer Ricciardo, veénse en apuros y veén la seua locura de triá una dona jove están apátic y sén casi impotén, en doló y tristesa, va eixí de la alcoba y va di a Paganín moltes paraules que de res li van valé. Y sense habé conseguit res, dixada la dona, sen va entorná cap a Pisa, y se ni en va aná lo cap de tan doló. Cuan anabe per Pisa, a qui lo saludabe o li preguntabe algo, no contestabe res mes que:
- ¡Lo mal foro no vol festes!
Y después de no mol tems va estirá la garra. Se va enterá Paganín, y sabén l´amor que la dona li teníe, la va desposá com a la seua legítima mullé, y sense may guardá festes ni vigilies o dichuná, van traballá mentres les cames los van aguantá y be que se van divertí.
Pel que, volgudes Siñores meues, me pareix que lo siñó Bernabó dispután en Ambruogiuolo vullguere apartá la cabra del monte.
Esta história va fé riure tan a tota la compañía que no ñabíe dingú a qui no li faigueren mal les barres (mandíbula); y de común consentimén totes les dones van di que Dioneo teníe raó y que Bernabó habíe sigut un animal. Pero después de acabá la história y les risses van callá, habén vist la Reina que la hora estabe ya mol abansada y que tots habíen novelat, y lo final del seu señorío habíe arribat, segóns lo orden escomensat, traénse la guirnalda del cap, damún del cap de Neifile la va ficá, dién en alegre gesto:
- Ya, volguda compaña, ara es teu lo gobern de este poblet - y va torná a assentás. Neifile se va ficá una mica roija en este honor ressibit, y la seua cara pareixíe una fresca rosa de abril o de mach tal com se amostre al clarejá lo día, en los ulls anheláns y chispejáns, una mica baixos, com una matutina o matinera estrella o estrel. Después de que lo cuchicheo dels concurréns se va pará y ella va recuperá lo ánimo, assentánse una mica mes alt del que acostumbrabe, va di:
- Ya que ara la vostra Reina soc, sense alluñám massa de la costum seguida per aquelles que abáns de mí u han sigut, tos faré manifest en poques paraules lo meu paréixe, y seguirém si u estiméu aixina. Com sabéu, demá es divendres y en son demá dissapte, díes que, per les minjades que se acostumbren a fé, són una mica engorrosos a la mayoría de la gen; sense di que, lo divendres, ya que an este día per la nostra vida Jesús va morí, va patí la passió, es digne de reverénsia; en honor de Déu, valdríe mes que en orassións en ves de en históries mos entretinguérem. Y lo dissapte es costum de les dones rentás lo cap y tráures tot lo pols, tota la brutíssia que pel traball de la semana se haigue agarrat; y tamé mols acostumbren a fé dijú en reverénsia a la Virgen Mare del Fill de Déu, y lo domenge, descansá de consevol traball. Com no podém estos díes seguí la vida que ham adoptat, crec que estaríe be que estos díes dixém les históries. Después, com haurém estat aquí cuatre díes, si volém evitá que arribo la gen nova, jusgo adecuat mudámos de aquí y anámon a un atre puesto. Allí, cuan estiguém reunits lo domenge después de dormí, com ham tingut avui mol tems per a raoná conversán, tindrém mes tems per a pensá, y sirá milló que se limito una mica la libertat de novelá y que se parlo de un dels mols cassos de la fortuna, hay pensat que sigue sobre qui alguna cosa mol dessichada haygue conseguit en industria o una pérdua recuperada.
Tot lo món va alabá lo dit y lo imaginat per la Reina, y aixina van quedá que se faríe. La Reina, después de aixó, fen cridá al seu senescal, li va di aón debíe ficá la taula per la tarde, y tot lo que después teníe que fé durán lo tems del seu señorío; y ficánse de peu, los va doná llisénsia per a fé lo que a cadaú mes li apetiguere. Van agarrá, pos, les Siñores y los homes lo camí de un jardinet, y allí, después de entretíndres una mica, vinguda la hora del sopá, en festa y en plaé van sená; y eixecánse de allí, segóns li va apetí a la Reina, portán Emilia la carola, esta cansó de Pampínea, que los demés corejaben, se va cantá:
¿Quí podríe cantá al meu puesto
que ting tot cuan ansío?
Víne, pos, Amor, raó de la meua ventura,
de la esperansa y de tota la alegría,
víne en mí a cantá
no de suspiros, penes y amargura,
que ara me es dols lo que va sé agonía,
mes que de este brillá
del foc, a les seues flames vull está
adoránte a tú com a Déu meu.
Tú dabán dels ulls me vas portá, Amor,
cuan en lo teu foc me vach sucarrá per primera vegada,
a un de tal talante
que en bellesa y ossadía, y en valor,
atre milló may se trobaríe,
ni datre paregut;
y tan me va inflamá que en este instán
felís te estic cantán, siñó meu.
Y este que es per a mí máxim plaé
y que me vol cuan yo lo vull
Amor, per la teua Mersé,
pel que an este món vull,
gosá de pas en un atre espero;
pos li guardo fe
que hasta al seu Reino, Déu, que aixó u veu,
confío que per la seua bondat mos portará.
Después de ésta, atres moltes se van cantá y se van ballá moltes danses y se van tocá diferentes músiques; pero jusgán la Reina que ere tems de anássen a descansá, en los cresols per dabán cadaú a la seua cámara sen van aná, y durán los dos díes siguiéns fen cas a lo que la Reina habíe dit, van esperá en dessich la arribada del domenge.
zanguanga, indolente, vaga, perezosa, gandula, holgazana, embrutecida, necia, que rehúye del trabajo o la fatiga. Etimología : de zangón y el sufijo -ango
sanlluc, singlot, sanglot - del latín singŭltu, *singlŭttu per influénsia de glŭttīre. La forma dialectal sanlluc prové d'una adaptassió al nom de San Lluc. - Tráureli lo singlot an algú : assustál, assombrál
hipo, movimiento convulsivo, repetido y espasmódico del diafragma y la glotis, que impulsa el aire fuera de los pulmones, de forma sincopada y a intervalos regulares sin intervención de la voluntad, con un pequeño ruido característico.
sardines – les de cubo (solen sé arenques) se diuen guardiassivils – A la fonda Alcalá de Calaseit un plat típic son fesols tous (blangs) en sardina salada (de cubo) desmollada
lagartija , La lagartija es el diminutivo de "lagarto", y en diferentes países se utiliza como nombre común para denominar a algunas o todas las especies de ciertos géneros de las familias Lacertidae y Gekkonidae. En España, específicamente en las provincias de Cuenca y Palencia, "ligaterna" es un término equivalente a lagartija.
sarguera, vime – planta del género Salix - los vimes dels cabezudos de Beseit se féen de sarguera, normalmen prop dels estiradós y la fon del pas, mes aball del toll de les madrilles.
mimbre. El mimbre es una fibra vegetal que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces (género Salix, principalmente S. viminalis, pero también S. fragilis y S. purpurea) y que se teje para crear muebles, cestos y otros objetos útiles.
sária, sáries, sárria, sárries, sarrió
apero para los equinos, para transportar
sarmén, sarméns – lo cuento de María Sarmén, que sen va aná a cagá y se la va emportá lo ven
sarmiento, sarmientos
sarmentós, que pareix un sarmén
sarmentoso
sarmentosa, sarmentoses (máns)
sarmentosa, sarmentosas (manos)
sarpada, de sarpa
zarpazo, de zarpa
sarpades
zarpazos
sarpat, sarpats – agarrá an algú en un sarpat, en un bras apoyat a la cadera
satisfé – satisfet – satisfeta – satisfach, satisfás, satisfá, satisfém, satisféu, satisfán – si yo satisfaiguera o satisfera – satisfaría – satisfaré
satisfacer – satisfecho, satisfecha
satisfée
satisfacía
satisfél
satisfacerle
satisfémos
satisfacernos
satisfén
satisfaciendo
satisfet, satisfets
satisfecho, satisfechos
Satisfeta, satisfetes
satisfecha, satisfechas
satséns duros
700
satséntes pessetes
700
saúc
sauce
Sauló : tipo de arena que ña a Beseit, se fée aná per rentá, paregut a la arena que porten los sabóns industrials
tipo de arena
sauna, saunes
sauna, saunas
saurí, sahorí, saorí, zahorí : persona que falsamen diu que veu lo que está amagat, encara que sigue daball de terra, mentres no u cubrixque roba blava / lo saorí que trobe aigua, trobe saó, hay conegut a Ángel de Valjunquera, Bancho,
zahorí, del árabe zahuri ("geomante").
sauvia, salvia (sabaudum)
salvia
sava, saba (de un ábre)
savia de un árbol
savia, saba de un ábre
savia de un árbol
saxabe, saxáe – saxá be
Agitaba – agitar bien
saxada
agitada
saxán
agitando
saxofón, saxo
saxofón, saxo
saya, sayes
saya, sayas
scanner, escáner per a escanejá, scan inglés, fé una passada buscán algo
madalena, magdalena, bollo de masa de bizcocho normalmente presentado en un molde de papel acanalado
selestial
celestial
selestials
celestiales
selet
celito
selets
celitos
séli
serle
selibat
celibato
selidónia, seledónia
magdalena
selidónies, seledónies
magdalenas
sella, selles
ceja, cejas
sello, sellos
sello, sellos
sello, sellos
sello, sellos
selós
celoso
selosa, seloses
celosa, celosas
selosos
celosos
sels
celos – cielos
sels, se´ls, se los – sels ha fet un nugo a la gola
se les ha hecho un nudo en la garganta
seltzer, aigua en gas, sifó
seltzer, agua con gas, sifón
sélula, sélules
célula, células
sem, sems, semat, semada, semats, semades, dessustansiat, fruita que ha perdut lo suc, lo coló y lo gust / s'ha semat la carbassa, no me miros que me semo
Sense, estém sense dinés, aném sense frenos costa aball
sin
sensibilidat
sensibilidad
sensibilíssimes
sensibilísimas
sensible, sensibles
sensible, sensibles
sensiblemen
sensiblemente
sensill, sensills
sencillo, sencillos
sensilla, sensilles
sencilla, sencillas
sensillamen
sencillamente
sensilles
sencillas
sensillés
sencillez
sensillet, sensillets
sencillito, sencillitos
sensills
sencillos
sensó, sensós
sensor, sensores
sensorial
sensorial
sensorial, dels sentits
sensorial
sensorials
sensoriales
sentá, sentás, assentá, assentás, yo me assento, tú te assentes, assente, assentém o assentám, assentéu o assentáu, assénten – assentat, sentat, sentada, assentada, assentadet, assentadeta
seremónia, seremónies, sirimónia, sirimónies, del latín caerimōnĭa – selebrá una solemnidat – massa formalidat, trate afectat, exessíu, que no respón al sentimén del qui lo fa.
Sinforoso : Este nombre proviene de la raíz griega «συμφορα» (symphorá), al cual algunos autores le dan la interpretación de “acompañante”, sin embargo, su verdadero significado es “calamidad”, por lo que podría interpretarse como “lleno de desdicha”.
siniestro, siniestra - esquerra, zurda - que fa temó (sinister)
Siniestro – zurdo – que da miedo
sino – aixó no es un caball, sino un macho // si no fas aixó no ixirás
sino
sinsera, sinsé, sinsés, sinseres, que diuen la verdat
sincera, sincero, sinceros, sinceras
sinta, sintes
cinta, cintas
sinto, correcha
correa, cinto, cinturón, ceñidor
síntoma, síntomes
síntoma, síntomas
sintonisá (la tv, radio Matarraña), sintoniso, sintonises, sintonise, sintonisém o sintonisám, sintoniséu o sintonisáu, sintonísen – Matarranya Ràdio NO la sintoniséu, son catalanistes a matá, igual que comarquesnord.cat
sintonizar
sintos, correches
correas, cintos
sintura, sintures
cintura, cinturas
sinturó, sinturóns – sinto, sintos, correcha, correches – sinturó de asteroides
sirena, sirenes – les del mar : una vegada men vach trobá una, la vach mirá be y vach dí “per aón?” y la vach torná a aviá al mar – les de les ambulánsies
sofocá, sofocás – yo me sofoco, sofoques, sofoque, sofoquém o sofocám, sofoquéu o sofocáu, sofóquen – sofocára – sofocaría – sofocaré
sofocar
sofocada, sofocades
sofocada, sofocadas
sofocat, sofocats
sofocado, sofocados
sofoco, sofocos – yo me sofoco
Sofoco, sofocos – yo me sofoco
sofoque
sofoca
sofóquen, sofoquen
sofocan
sofre (sulphur, azufre), sofres – mecha de sofre per a cremá a dins de un carretell (o als lavabos de les chiques al institut de Valderrobres, que yo sé quí va sé)
solitária, solitáries – parássit del intestino, com una serp als budells
solitaria, solitarias – parásito del intestino
soll, solls del gorrino, eau de la soll (colonia)
pocilga
sols
solos
solsida
enrunada, caída
solsídes, de solsí, solsís - solsits – mas de Solsides a Valderrobres (Segarra)
enrunadas, arruinadas, que han caído
solt, solts
suelto, sueltos
soltá, amollá, afluixá – amollo, amolles, amolle, amollém o amollám, amolléu o amolláu, amóllen – amollat, amollada – afluixo, afluixes, afluixe, afluixém o afluixám, afluixéu o afluixáu, aflúixen – afluixat, afluixada – soltá les ovelles, tráureles del corral, dixáles soltes, pero lo pastó va en elles
persona que te la mete en clave de humor, sabe bien lo que dice – irónico, sarcástico, NO es un gracioso – sorna : ironía, socarronería, burla, retintín, guasa, intención, cinismo
soná, ha sonat, sonán, sonen les onse del matí, ara toquen les onse, la orquesta sone be – sono, sones, sone, soném o sonám, sonéu o sonáu, sónen – está sonat
sonar
sona, zona, sones, zones
zona, zonas
sonabe, sonáe
sonaba
sonada, sonades
sonada, sonadas – loca, locas
sonáen o sonaben
sonaban
sonán
sonando
sonánse
sonándose
sonás los mocs
sonarse los mocos
sonat, sonats
Sonado – loco
sonata, sonates
sonata, sonatas
sonda, sondes
sonda, sondas
sondeo, sondeos
sondeo, sondeos
sondormit , adormit, sondormida, adormida
adormilado, adormilada, dormido, dormida
sone
suena
sonen
suenan
sones
suenas
sonido (so), sonidos
sonido, sonidos
sónon
suenen
sonorissassió
sonorización
sonreíe
sonreía
sonrién
sonriente
sonriénli
sonriéndole
sonriéns
sonrientes
sonriénse
sonriéndose
sonrisa, sonrissa
sonrisa
sonrisses
sonrisas
sonríu
sonríe
sonriure - sonreíxco o sonric, sonreíxes o sonrius, sonreíx o sonríu, sonreím, sonreíu, sonríuen o sonreíxen – si yo sonreiguéra – sonriuré – sonreía
sonreir
sonrós, mandrós, vago, dropo, gos, que té gossina o dropina, com Francisco Escudero
souvenir, suvenir, recuerdo comprat an algún viache
souvenir, recuerdo, utilizada muy comúnmente en el comercio refiriéndose a detalles o mercancías alusiva a un lugar o a un evento de cualquier tipo a la venta o que se adquiere.
sovín, sobín, assobín, a sovín
a menudo
suá – súo, súes, súe, suém, suéu, súen – si yo suára – suaré – suaría – suat, suada
sudar
suá – súo, súes, súe, suém o suám, suéu o suáu, súen – suára – suaré – suaría
subliminal, mensaje escondido, pero el modesto presente encerraba un mensaje subliminal: 'Espero que pronto esté bien para volver a viajar'." Miguel Bonasso
submarines
submarinas
submarino, submarinos, submarina, submarines
submarino, submarinos, submarina, submarinas
submaríns, submarinos
submarinos
subordiná
subordinar
subordinada, subordinades
subordinada, subordinadas
subrallat, subrallats, subrallada, subrallades
subrallado, subrallados, subrallada, subralladas
substantiu, substantius, sustantius, com tassa, vidre, cona
sustantivo, sustantivos
substrate, sustrate
substrato
subterránea, subterránees
subterránea, subterráneas
subterráneo, subterráneos
subterráneo, subterráneos
suc, sucs (succo en italiá) vore sucaina – al suc de compra, per ejemple de taronja, molta gen li diu zumo de taronja, y la gen jove fa aná mol mes zumo que suc