Mostrando las entradas para la consulta independentistas ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta independentistas ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

domingo, 22 de octubre de 2023

¿Què vol Hitler? ¿Qué quiere Hitler?

¿Què vol Hitler? ¿Qué quiere Hitler?


Karl Cerff, Catalunya, Nazi, catanazis

El estrecho vínculo entre el nazismo y el nacionalismo catalán es bien sabido, gracias entre otros a los estudios publicados por Francisco Caja o Jesús Laínz, que el nacionalismo catalán, así como sus múltiples facetas –desde el federalismo hasta el independentismo, pasando por el odio a España o la imposición lingüística–, hunde sus raíces en la concepción racial que sus ideólogos – Almirall, Gener, Guimerà, Prat de la Riba, Cambó, etc. – exportaron de Alemania a través de Francia.

No es menos desconocido que, junto a la idea de que los españoles se diferencian de los catalanes por su impura sangre judía, árabe o africana, el nacionalismo catalán también hizo uso de uno de los baluartes del imperialismo nacionalista alemán: la Großdeutschland o Gran Alemania.

Pau, ordre, treball i disciplina. Aixó és el nacionalsocialisme. Partit Nacionalsocialista catalá.

Pau, ordre, treball i disciplina. Aixó és el nacionalsocialisme. Partit Nacionalsocialista catalá.

Ya en 1899 el historiador barcelonés Joan Pijoan publicaba su famoso “Pancatalanisme” (La Renaixensa, XXIX/7896, 16/8/1899, pp. 5133-5136), en donde se reclamaba una “Greater Catalonia” (la expresión es de Riba) que ocupase todos los territorios racial y lingüísticamente catalanes. También por esas fechas Joaquim Casas i Carbó publicaba en Catalònia (I/5, 25/4/1898, pp. 77-79) un breve ensayo en el que hablaba de Barcelona como la futura reina del Mediterráneo, irradiando todo el planeta con su cultura y su civilización, mientras Angel Guimerà, el poeta canario convertido en adalid del catalanismo, afirmaba que Cataluña se extendía hasta “donde se habla la lengua alemana” (“En lloansa d’en Joan Fastenrath per son llibre “Catalanische Troubadoure””, 18/5/1890). El mismo Prat de la Riba llegó a decir, refiriéndose también a España, que “[l]os pueblos bárbaros, o los que van en sentido contrario a la civilización, deben ser sometidos por las buenas o por la fuerza en la dirección y el poder de las naciones civilizadas. Las potencias cultas tienen el deber de expansionarse sobre las poblaciones atrasadas” (La nacionalitat catalana, 1906, pp. 117 ss.). Este afán expansionista catalán provocará dislates casi dantescos, como el de Enric Usall, estudiante de derecho y compadre de Joan Sales, quien además de defender como aquél la catalanidad de Murcia, afirmaba que había que imponer el catalána golpes de sable”, para que “[u]na vez catalanizado este planeta nos lanzaremos a la conquista de otros; llegará el día en que ninguno de ellos podrá ir por el espacio si no lleva en su espalda las barras de Aragón” (Joan Sales, Cartes a Màrius Torres, 1976, pp. 65-66). La seducción del nacionalsocialismo alemán encontró su punto de máxima efervescencia con la creación del Círculo Español De Amigos De Europa o CEDADE, un grupo neonazi fundado en Barcelona en 1966 que, en un principio, nada tenía que ver con el catalanismo [1]. No obstante, las fecundas condiciones alimenticias que Cataluña y Galicia ofrecían al pensamiento fascista permitieron a CEDADE la creación de dos partidos nacionalistas no independentistas –el separatismo era considerado por ellos parte de una conspiración judía mundial–: el Partit Nacional Socialista Català (PNSC) y el Partido Nacional Socialista Gallego (PNSG). Fueron ellos quienes, la noche del 30 de enero de 1978, como conmemoración del 45º aniversario de la ascensión de Hitler al poder, pintaron cruces gamadas sobre las seis caras del monumento de la Victoria, el distinguido obelisco situado en el cruce de Avenida Diagonal y Paseo de Gracia. Se trata del acto fundacional del Partido, al que seguirá, la noche del 30 de abril, la coronación de una bandera nazi de 7 metros de ancho por 5 de alto en el Arco del Triunfo de la ciudad condal, como conmemoración del 34º aniversario de la muerte de Hitler. Todo ello acompañado, en los años siguientes, por hojas volantes y adhesivos alabando el régimen hitleriano bajo el lema de “Catalunya desperta” (imitando con ella el lema nacionalsocialista de “Deutschland erwache”). Las simpatías raciales no acabaron con CEDADE, como bien demuestra el segundo y último número de Quaderns del separatisme, un pequeño folleto editado por Nosaltres sols! en 1981 bajo el título “Fonaments cientifics dels racisme.” (8 págs.), o las más recientes declaraciones de Artur Mas sobre el ADN germánico presente en el pueblo catalán.

catanazis, CEDADE, HItler, nazi, nazismo, nacionalsocialismo

De izquierda a derecha: Adhesivo conmemorativo con la fotografía que apareció en la portada de CEDADE (XII/81, junio de 1978). Póster y adhesivo del PNSC con propaganda nazi. El artículo que hoy presentamos corresponde a una entrevista publicada originalmente en La nació catalana el 26 de septiembre de 1932. Ésta había sido recogida anteriormente por el periódico digital La Voz Libre (21 de junio de 2009), así como por varias publicaciones críticas con el nacionalismo catalán, pero debido a un error en la datación (17 de octubre de 1933) no había podido ser localizada. Gracias a la erudita investigación de Jesús Laínz en su libro España contra Cataluña. Historia de un fraude (Madrid, 2014), el texto ha podido ser finalmente identificado.

¿Què vol Hitler?  ¿Qué quiere Hitler?

Hemos podido celebrar una entrevista con el Dr. Karl Cerff, de Karlsruhe, delegado del Partido Nacional Socialista Alemán, que ha tenido la amabilidad de contestarnos a algunas preguntas que le hemos hecho sobre el programa de Hitler y su Partido. El conocimiento de dicho programa ofrece puntos muy interesantes, para los estadistas de todos los países del mundo, porque los problemas que hoy preocupan a la humanidad son, más o menos, iguales en todas partes. -¿Cuáles son los motivos de su viaje? -He venido a España por viaje de estudios y al mismo tiempo para hacer propaganda de nuestro Partido Nacional Socialista entre los elementos compatriotas que se han unido bajo las normas de las ideas de Hitler.
-¿Qué aspecto ofrece Alemania en estos momentos?
-Al que ha visto mi país antes de la guerra y al que lo ve ahora le sobreviene una gran tristeza por la miseria que se observa en todas partes. Los siete millones sin trabajo son la causa del malestar de mi país. Muchas industrias y una infinidad de pueblecitos [sic!] cierran sus puertas por no poder pagar la exagerada contribución; lugares florecientes donde antes se observaba una gran intensidad de trabajo, hoy hay la paz silenciosa de un Cementerio; hasta tal punto es así que popularmente existen las palabras “Cementerio de la industria y Cementerio de los puertos”. La posibilidad de compra del pueblo alemán, hoy, es tan mínima que el que gasta en las grandes ciudades es únicamente el turista y el banquero, en general, todos de raza judía, que explotan al pueblo alemán de una manera bárbara, dejando capital a un interés ilegal. El hogar familiar, antes ideal, está abandonado a causa de la necesidad de trabajar de la madre y de la mujer en lugares públicos para ayudar al mantenimiento de la vida, triste y cara. Comprenderá que no es éste el ideal que nosotros deseamos para la vida de nuestro pueblo.
-¿Qué consecuencias tendrán las últimas elecciones, al no haber llegado el partido N.S. a la mayoría absoluta?
-Así es, no tenemos mayoría absoluta; pero desde ahora no será posible un Gobierno sin los Hitlerianos. Nosotros reclamamos ya los siguientes puestos: Reichskanzler (Presidente del Consejo de Ministros), Ministerio del Interior y Ministerio del Trabajo. Una coalición con los otros partidos será imposible, si estos no reconocen los derechos políticos fundamentales del Partido Hitleriano. Por el momento, es esto lo que mueve la vida interna alemana.
-Si Hitler llega al Gobierno, ¿pondrá en práctica todo su programa?
-Nuestro pensamiento político fundamental es de sobras conocido y, por tanto, no será posible desarrollarlo en un día, puesto que nuestro programa contiene transcendencias tan grandes sobre la vida política interna y externa de mi Patria, que su aplicación necesitará bastante tiempo, al igual que se han necesitado diez años de dura lucha y sacrificios para la formación de nuestro gran Partido N.S. Con dos palabras señalaré el camino a seguir: Nacionalizar nuestro pueblo y Socializar la vida pública. Nuestro Nacionalismo no se entiende como el querer ser los amos del mundo; nuestro Nacionalismo quiere representar la unión de nuestra raza y la libertad integral de un pueblo trabajador, sano y de unas miras de elevado idealismo. Nuestro Socialismo no quiere representar el Socialismo Marxista, ya que este Socialismo sería la negación del Nacionalismo; Marx y Engels no son sangre de nuestra sangre: son judíos internacionales que no pueden favorecer Nación alguna, y no pueden liberar a ningún pueblo digno de sí mismo; únicamente expresan su pensamiento judío-internacional, como hombres sin Patria ni ideales. Diversas cosas que hacen mucho daño al pueblo trabajador las quitaremos; nosotros las sanearemos, para que no pesen sobre el presupuesto del Estado unas sumas exageradas; por ejemplo, simplificaremos en gran medida el aparato de la administración del Estado y de las Municipalidades; rebajaremos los sueldos de los ministros, les quitaremos las pensiones. Obligación de servir civilmente al Estado, cada uno dentro de su ramo, durante un año. Haremos un programa de trabajos públicos para los parados, ya que es indigno dar limosna a un hombre; nosotros les daremos trabajo y con este trabajo se crearán objetos útiles para la vida de la Nación. Hay muchos proyectados, tales como la construcción de bermas, trabajar las tierras yermas, construcción de pueblos y muchas otras.
-Si Hitler en algunos puntos esenciales de su programa se viese obligado a renuncias, ¿qué haría el pueblo que lo sigue?
-El pueblo tiene completa confianza en su caudillo Hitler, hombre inatacable, hombre de una moral máxima, ya que ha podido convencer al pueblo en las regiones donde ha germinado el sentido de su programa N.S., que es realizable y ha llevado a cabo unas mejoras exuberantes para todo el pueblo afligido y martirizado. Regiones como: Coburg, Braunschweig, Oldenburg y Mecklenburg pueden dar a sus ciudadanos trabajo y una vida mejor a la que han tenido hasta ahora. No creo que Hitler se vea en la necesidad de reformar su programa, puesto que los hombres de gran moral que le rodean lo han confeccionado, no para engañar al pueblo, sino para mejorar su situación; éstos no son hombres políticos por la ambición de llegar al poder, sino que son verdaderos patriotas que saben sacrificarse por el bien de su Patria.
-¿Es Hitler partidario del Káiser?
-La forma de Estado, para nosotros, Nacional-Socialistas, es completamente secundaria. Hitler ha dicho: [“]¡prefiero una buena República a una monarquía absurda!”, y lo mismo al revés. Eso sí, la monarquía hereditaria no la queremos y la combatiremos siempre. Nosotros somos enemigos de las elecciones actuales, nosotros queremos un Parlamento de representantes de Gremios y Sindicatos; no será la masa la que irá al Parlamento, sino los representantes de estos Gremios y Sindicatos. Es absurdo hoy que un abogado o un médico representen a los agricultores, o que un maestro de estudios represente a los obreros, y que un obrero del puerto represente a los comerciantes.
-¿Es Hitler partidario de una nueva guerra?
-Nuestros amigos nos echan cada día en cara que preparamos una nueva guerra. Por el solo hecho de ser Nacional-Socialistas quieren hacer creer que sólo sentimos “revanche” contra Francia. Al contrario; nosotros, Nacional-Socialistas, como idealistas y humanitarios, queremos la Paz; por eso, nosotros queremos la Paz verdadera y ésta consiste en una libertad integral de todos los pueblos y no la libertad que otras Naciones nos impongan por su fuerza material o colonizadora. El derecho a la vida de cada individuo y la libertad colectiva serán las fuerzas que sacarán la “revanche” de los espíritus oprimidos. Lo que hoy domina a Alemania es el tratado de Versalles, donde unas manos traidoras Alemanas firmaron la culpabilidad, acusación forzada y arrancada bajo las bayonetas del ejército de la Entente. Mientras no se borre esta mentira de aquel tratado humillante, sí que hay posibilidades de una “revanche”, pues una Nación digna, dice: “antes muerta que esclava”. El renacimiento de mi Patria no lo queremos realizar armando al pueblo, sino reforzando la voluntad única y Nacional del Pueblo Alemán a base de una moralidad máxima.
-¿Qué piensa Hitler del problema de las minorías nacionales?
-Uno de los puntos esenciales del pensamiento político de Hitler es: La creación de un Estado Nacional Alemán único que comprenda todos los pueblos de raza Alemana. Esto tiene como consecuencia que el Nacional Socialismo reconozca lo que quiere para él, o sea, la vindicación integral de las diversas Nacionalidades oprimidas existentes. El P.N.S. querría que todas las Naciones que rodean Alemania viviesen dentro de un Nacionalismo puro en paz y comprensión para el mejoramiento de la vida de los pueblos.
-Usted, que durante los días de vuestra estancia entre nosotros ha podido estudiar el pleito catalán, ¿qué puede decirme al respecto?
-El pleito Catalán lo encuentro muy interesante [;] nosotros sabemos que los catalanes son una raza muy diferente de la Española, por razones sobradamente conocidas y hoy universalmente admitidas.
El catalán es trabajador, ama la libertad individual, es idealista e incluso me atrevo a decir aventurero. Los materialistas, en Cataluña, deben ser los judíos, y éstos con toda seguridad serán los antinacionalistas, los que estarán afiliados dentro de la masonería y es en las manos de estos hombres que está en peligro la libertad de todos los pueblos. Nosotros, N.S., comprendemos a los pueblos esclavos que sientan el nacionalismo y quieran liberarse de sus cadenas, etc.

Guillem de Montrodó

[1] Para la historia de CEDADE véase el comedido libro de Xavier Casals, Neonazis en España. De las audiciones wagnerianas a los skinheads (1966-1995), Grijalbo, Barcelona, 1995.

//

La Cataluña de Macià dién piropos a Hitler y fen entrevistes. Un home inatacable fique al texto. Intachable com Pig Demon y lo Torrat. Cuántes vides s'hagueren salvat en sol una bala entre les selles de Adolf Hitler ...

Hem pogut celebrar una entrevista amb el Dr. Karl Cerff, de Karlsruhe, delegat del Partit Nacional Socialista Alemany, el qual ha tingut l'amabilitat de contestarnos algunes preguntes que li hem fet sobre el programa de Adolf Hitler i el seu partit. El coneixement del dit programa ofereix punts molt interessants, per als estadistes de tots els països del món, perquè els problemes que avui...

Troba ses diferències, Catanazis, Nazis alemans

- El poble té completa confiança amb el seu cabdill Hitler, home inatacable, home d'una moral màxima, ja ha pogut convèncer el poble en les regions on ha germinat el sentit del seu programa N. S. que és realitzable i hi ha portat unes millores exuberants per a tot el poble sofert i martiritzat.


/ Com veéu, ya eren tan ploramiques entonses com ara los catalanistes, un poble sofert i martiritzat, y eren tan rassistes y "feixistes" com los nazis alemans. /

sábado, 12 de enero de 2019

La lengua nunca puede ser una trinchera

   
Pedro Álvarez de Miranda: "La lengua nunca puede ser una trinchera"

https://www.elmundo.es/opinion/2019/01/12/5c390039fc6c8360118b465a.html

Autor de 'El género y la lengua' (Turner), uno de los manuales de referencia para entender el debate sobre el lenguaje inclusivo, el académico de la RAE aboga por desdramatizar ésta y otras polémicas. La elección del nuevo director de la Academia, Santiago Muñoz Machado, parece aportar tranquilidad para que él y sus compañeros sigan haciendo su trabajo. Pero también hace falta más apoyo económico, reclama.

Mientras se ultiman los detalles del informe sobre lenguaje inclusivo en la Constitución española, el breve (y divertidísimo) ensayo de Pedro Álvarez Miranda (Roma, 1953) se ha convertido en la mejor herramienta para entender la dimensión de esta polémica.
¿Qué le parece que las cuestiones relativas al idioma estén tan candentes en la actualidad?
Es curioso: la gente se toma las cuestiones de la lengua con bastante pasión y con bastante vehemencia. Y a mí me parece positivo. Y lógico, hasta cierto punto, puesto que es su herramienta cotidiana. Con la lengua hablamos y con la lengua pensamos. También es lógico demandar a los usuarios una cierta racionalidad y reflexión, informarse y no opinar apasionadamente. La lengua tiene sus propios mecanismos y los gramáticos, los lingüistas y los lexicólogos hemos dedicado mucho tiempo a pensar sobre ella. No es que tengamos más autoridad sobre la lengua, pero tenemos algunas pocas horas más de reflexión sobre ella.
¿Por ejemplo?
En general, en el terreno ortográfico hay una pulsión bastante clara en la gente, que es lo que podríamos llamar el misoneísmo, que quiere decir horror a lo nuevo. Los hablantes son muy conservadores: rechazan cualquier novedad en ortografía, precisamente porque les incomoda tener que cambiar el chip mental.
¿Y en el terreno del léxico?
«Es que esa palabra es muy fea». Bueno, mire usted: no hay palabras feas. Lo que pasa es que, como le suena nueva. De nuevo, el misoneísmo... O que esa otra palabra «no me gusta». Bueno, pues el verbo gustar no es de aplicación ahí, da igual que no le guste, es que no le tiene que gustar. Es una palabra nueva y depende de 500 millones de hablantes que sea aceptada o no. El que a usted le guste o le deje de gustar es irrelevante.
¿Qué responsabilidad tienen los académicos en este aspecto?
Los que le hemos dedicado muchas horas de estudio y reflexión tenemos que hacer un poco de pedagogía. Precisamente, estos articulitos pretenden hacer eso: no hacer una lingüística muy técnica y muy abstrusa y con terminología rara, sino tratar de explicar a la gente esa maravilla que es la lengua.
Respecto al tema de su libro, hay quien sostiene que el lenguaje inclusivo es un primer paso. Que cambiando el idioma se puede llegar a cambiar la realidad.
Es una ingenuidad. Nadie puede cambiar voluntariamente, conscientemente, el lenguaje. Éste surge de un consenso social que, en nuestro caso, como no nos cansamos de repetir con gran orgullo, comprende y afecta a 500 millones de hablantes. Es que cuando se piensa en eso, claro, uno es insignificante en medio de esa masa y de ese consenso. Así que, efectivamente, es ingenuo pretender cambiar la sociedad cambiando el lenguaje. Los que sabemos un poco de historia de la lengua sabemos que eso no ha ocurrido nunca. Es al revés: cambia la sociedad y, al cambiar la sociedad, cambia lenguaje. Muy poco a poco y con un núcleo duro prácticamente intocable. Es decir, si aparece una novedad social, ideológica, material, técnica, surge una palabra nueva. Puesto que el diccionario y el conjunto del léxico tienen miles y miles de palabras, asimilar un elemento léxico nuevo no cuesta nada. En cambio, alterar algo tan sustancial y básico como la estructura gramatical de la lengua no va a ocurrir de la noche a la mañana. Y si tenemos dos géneros, masculino y femenino, es porque eso es una herencia del latín y a su vez lo heredó del indoeuropeo y nos remontamos ya a la torre de Babel.
Pero antaño hubo un género neutro.
El latín tenía tres géneros: masculino, femenino y neutro y las lenguas románicas han perdido el neutro. Bueno, bien. Pero nadie puede decir que se va a sacar de la manga un tercer género. Es imposible, así no funcionan las lenguas: ni porque lo quiera la Academia ni porque lo quieran las feministas ni porque lo quieran los machistas o los argentinos o los mexicanos. Los fenómenos lingüísticos no surgen de arriba a abajo, sino de abajo arriba. De la masa. La lengua es una institución profundamente democrática. Pero no se vota. Es una institución de un asamblearismo tácito, difícil de definir.
¿En qué situación está el informe sobre lenguaje inclusivo en la Constitución?
En las próximas semanas se va a poner de actualidad el asunto, cuando la Academia responda a la vicepresidenta del Gobierno, que es quien ha solicitado el informe. Éste está hecho pero tiene que aprobarlo el pleno. Es un informe muy matizado, muy razonado, muy sensato y muy pensado. No se pueden esperar grandes novedades: lo que escribió Bosque en aquel documento, Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, lo que digo yo en estos artículos... Los lingüistas y las lingüistas lo tenemos muy claro. Porque la comisión ha sido paritaria. Y lo desdramatizamos: no lo convertimos en un casus belli.
¿Cree que este asunto se resolverá satisfactoriamente?
Evidentemente, convencer a quien no está muy dispuesto a dejarse convencer por argumentos siempre ha sido muy difícil en este campo y en muchos otros. Hay que tomarse la cosa desapasionadamente, hay que darse cuenta de que la lengua es una convención social y que cambiar esas convenciones sociales en asuntos que, repito, afectan al núcleo duro, como es el género gramatical pues es prácticamente imposible.
Otra cuestión que se debate últimamente es la capacidad de los políticos de manipularnos a través de la del lenguaje.

Si los lingüistas no tenemos poder sobre la lengua, ¿por qué lo van a tener los políticos? El intento de manipulación a través del lenguaje es, históricamente, un fenómeno observado. Por ejemplo, la palabra «soberanismo» es relativamente reciente, tal vez para atenuar la crudeza de «independentismo», pero ahora ya se está hablando abiertamente de independentismo. Si, prácticamente, son sinónimas, ¿por qué queríamos otra? Los intentos de enmascarar o de orientar la realidad en una determinada dirección a través de la selección de vocabulario son frecuentísimos y los hablantes deben tener la suficiente inteligencia como para no dejarse manipular por un determinado uso del lenguaje: No llamar a las cosas por su nombre. Está bien que surjan novedades, pero si los hablantes descubren que un político está tratando arteramente de modificar la realidad tan sólo cambiando algo tan epidérmico, en definitiva, como es el léxico, pues deben tomar nota.

¿Qué le parece la situación actual de nuestro idioma?

En conjunto, soy optimista y me parece que el vigor de la lengua española está fuera de dudas. Evidentemente, ponemos demasiado el acento en lo cuantitativo, que sacamos pecho con lo de los 500 millones, y debemos atender más a lo cualitativo: la presencia en internet, la difusión de la lengua, etcétera. La demografía no lo es todo. Pero en conjunto creo que tenemos, por lo pronto, una intercomunicabilidad entre los 500 millones altísima. Salvo pequeñas distorsiones de vocabulario, nos entendemos muy bien entre nosotros. Otra cosa importantísima: tenemos una ortografía común y es maravilloso. Por ejemplo, portugueses y brasileños no tienen una ortografía común y son sólo dos países. Además, en los 23 países hispánicos, la asociación de academias reconoce una cierta primacía a la academia española, histórica, pero en la globalidad funciona el consenso. / ola ke ase /

¿Y que en Cataluña el idioma se haya convertido en fuente de conflictos?
Lo lamento, porque envidio el bilingüismo y envidio a los que hablan con toda soltura catalán y castellano. Y me parece que menoscabar una de esas dos lenguas es una pérdida, una pobreza. Me gustaría ser totalmente bilingüe catalán-castellano si viviera en Cataluña y haría los esfuerzos por hablar los dos códigos que circulan en la calle en Barcelona, sin detrimento de ninguno de los dos. A ver si conseguimos algún día ver esto con naturalidad. Pero ahí los condicionamientos políticos son evidentísimos.
¿Qué aporta el plurilingüismo?
La existencia de cuantas más lenguas es una fuente de riqueza. Ahora, si hay una común de comunicación entre todos, estupendo. Si es que las lenguas son instrumentos de comunicación. Y si un vasco y un catalán se entienden en el castellano, pues qué bien que tienen un código común para entenderse. Y empleo «castellano» con toda conciencia, porque cuando estoy hablando de las lenguas de España, prefiero «castellano»; cuando estoy hablando de las del mundo, prefiero «español». No hay que pegarse tampoco por la elección de uno de los dos términos. Podemos jugar con las dos etiquetas. Qué bien que tenemos dos sinónimos, qué bien que tenemos cuatro (o cinco, dependiendo de la consideración del valenciano) lenguas en España. Qué bien que somos una nación plurilingüe
valenciano

¿Le preocupa la integración territorial de España?
Sin duda. A mí, personalmente, es lo que más le preocupa en estos momentos y el asunto sobre el que leo con mayor voracidad y ansiedad. ¿Quién nos iba a decir hace unos años que íbamos a estar más preocupados por Cataluña que por el País Vasco? Tal vez a los que vivimos en Madrid nos falta esa visión, pero siempre que voy a Cataluña me esfuerzo por entenderlo, tengo bastantes amigos allí y lamento que haya tantos independentistas y que esté tan fraccionada la sociedad catalana. Es un problema político de muchísima envergadura que parecía bien encarrilado en Cataluña y resulta que no lo estaba.
https://www.dolcacatalunya.com/2017/04/aplauda-la-profética-carta-tarradellas-al-director-la-vanguardia/ (1981)

Algunos independentistas denominan «colonos» a los que hablan castellano en Cataluña.
La lengua nunca debe ser una trinchera y llamar colonos a unas personas que han ido a buscar trabajo allí es una inversión histórica absolutamente absurda. Los colonos siempre han sido poderosos y compararlos con los andaluces, extremeños, murcianos que han ido a Barcelona en busca de un trabajo es una cosa sangrante que falta a la verdad de los hechos y al significado de las palabras. En general, todo el mundo es lo suficientemente sensato como para que el idioma nunca sea una barrera ni una trinchera, ni un parapeto para la incomunicación. Es que el lenguaje es comunicación. Y hay que desdramatizar el bilingüismo igual que el masculino gramatical. En materia lingüística, no hay que ser fundamentalista en nada.


¿Es la RAE palabra de Dios?
Si alguien cree en una cierta inflexibilidad e inmovilismo de la Academia considero que está equivocado. Repito: la gente le concede a la Academia más poder del que tiene. ¿Qué es el diccionario? Pues un inventario de voces. Cuando la gente pregunta si se puede decir tal palabra, yo les respondo: «Dila. ¿No la has dicho?». Pues claro que se puede. No hay multas, la Academia no es una la policía del idioma ni la lengua es el código de circulación. Esta mentalidad hay que quitársela de encima.
Después de la elección de su nuevo presidente, Santiago Muñoz Machado, ¿cómo ve el futuro de la RAE?

La Academia ha tenido unos recortes muy severos en la asignación del Estado y, por otro lado, ahora ofrece gratuitamente en internet un diccionario que antes se vendía muy bien en papel. Porque, claro, los diccionarios en papel han desaparecido. Y la Academia presta un servicio público a través de sus obras: el departamento de consultas, que funciona estupendamente bien y con gente muy valiosa, responde todos los días cientos de consultas gratuitamente y lo va a seguir haciendo así. Alguien se tiene que dar cuenta de que esto cuesta dinero y de que no podemos tener a la RAE dejada de la mano ni del Estado ni de la sociedad civil.
¿Es el patrocinio o el mecenazgo una solución?
Yo creo en un sistema mixto. La Academia no es Administración pero sí es Estado. No todos la vemos igual: unos ponen más el énfasis en lo privado y a mí me gusta subrayar la condición de Estado de la RAE, que es casi más antigua que el propio Estado. Una creación de la sociedad civil que enseguida fue amparada por la corona. Históricamente, siempre se le ha respetado una autonomía máxima. Así que el Estado debe velar por la dignidad económica de la academia, que además tiene 80 personas en nómina. De ser un club de notables, se ha convertido en un centro de investigación lingüística muy importante que tiene unos gastos importantes. Me parece muy bien el mecenazgo privado, la Fundación pro Real Academia Española, pero yo creo que debe haber un equilibrio entre el sostén del Estado y los apoyos privados.

sábado, 15 de diciembre de 2018

purna, foc y destral an estos amics dels etarres y catanazis


Jovent republicà, utilitza la llengua per a lleparvos lo cul, so marranos. 




Són mol amiguets de Ignacio Sorolla Vidal de Penarroija de Tastavins y de atres com lo pena de Marsel de La Litera, y encara que sigue bastán agüelo tamé de José Miguel Gracia Zapater de La Codoñera

purna, Arran, Puyalón, Ignacio Sorolla Vidal



YO no chapurrejo res, YO parlo CHAPURRIAU


https://ca.wikipedia.org/wiki/Purna_(organitzaci%C3%B3)


Purna, el jovent revolucionari i independentista, és una organització juvenil de l'esquerra independentista aragonesa que neix el febrer de 2010 fruit de la confluència entre les organitzacions Astral (antiga joventut d'Estat Aragonès) i Chobenalla Aragonesista (joventut de la CHA). Purna es declara independentista, ecologista, revolucionària i feminista, essent els seus eixos principals la independència d'Aragó i el socialisme com a forma d'organització econòmica. Des de la seva naixença ha promogut actes polítics que inclouen xerrades, concerts, mobilitzacions, participació en vagues, etc.



purna, foc y destral an estos amics dels etarres y catanazis
foc, purnes y destral contra los catanazis, nazis aragonesos com tots estos idiotes


8m-valderrobres-natros-natres-mos-aturem



8M , Valderrobres , si natros o natres mos aturem, huelga feminista , la vaga feminista del ajuntamén se passe lo matí al casino  Catalá: si nosaltres ens aturem  , vaga feminista , Vall-de-Roures


La ideologia de Purna és el socialisme revolucionari i el seu objectiu és aconseguir una República Socialista Aragonesa independent i sobirana. El seu discurs pren elements de la ideologia socialista revolucionària a la que afegeix, com a característica principal, l'independentisme com l'eina específica per lluitar i trencar amb l'Estat espanyol sostenidor del capitalisme i l'imperialisme. Tot i que reconeix Aragó com una nació, Purna no es declara nacionalista, considerant que l'independentisme revolucionari és la superació teòrica i pràctica del nacionalisme d'esquerres. De la mateixa manera es declara ecologista lluitant contra projectes com el recreixement de Yesa o els pantans de Mularroya i Biscarrués. Reconeix la realitat trilingüe d'Aragó provant d'empentar l'aragonès i el català en tots els seus comunicats i textos, i defensa un feminisme de classe.


bonas pascuas


Actualment Purna té al voltant de mig centenar de militants (50 dal o baix) repartits per tot el territori aragonès, tenint especial presència en les principals capitals del país on compta amb assemblees organitzades i en actiu. En concret a Osca, Terol i Saragossa, i també amb presència a les comarques del Baix Aragó, Calataiud, Serra d'Albarrasí i Jacetània. /Jaca/

Jacetània, Jaca, Huesca, Osca, Pedro II


Les relacions sociopolítiques de Purna es fan depenent de les ciutats i del seu context social i polític. En línies generals, Purna té relacions a nivell nacional amb el Bloque Independentista de Cuchas, plataforma de la qual és membre des de la seva creació i que marca la major part de les seves relacions amb l'esquerra independentista. En l'àmbit juvenil treballava al costat de UJCE, CJC i Universidat al Frent de Luita Chovenil d'Aragón, que aplega el jovent revolucionari aragonès. / La creme de la creme dels idiotes aragonesos /

Pel que fa a la lluita estudiantil, s'ha apropat al sindicat independentista Universidat amb qui ha treballat conjuntament participant en l'organització de mobilitzacions estudiantils per tot Aragó. A Terol es relaciona amb el sindicat CNT i amb l'Asambleya d'Estudiants de Teruel en l'autoanomenat Bloque Critico, treballant per organitzar vagues / ya u sou vagos, ya, dropos, mantes, gossos/ i manifestacions. A Osca es relaciona amb el sindicat universitari CEPA també per a manifestacions i vagues.

  1.  (an) Naxe Purna-A Chobenalla Reboluzionaria Independentista, adeban.org.
  2. (an) Consideracions Estratéchicas de Purna t'a «Tobada d'o Nacionalismo Aragonés de Cuchas», www.purna-aragon.org




Lambán subvenciona una revista independentista que promociona a los ‘Arran aragoneses’ El gobierno socialista de Javier Lambán subvenciona la revista independentista Temps de Franja, dirigida a los “catalanoparlantes de Aragón”.

En la publicación se promociona a Purna, una “asociación joven y combativa” que reconoce los ‘Países Catalanes’ y está hermanada con los independentistas radicales catalanes de Arran.

El artículo de la revista reproducido sobre estas líneas habla de la organización juvenil Purna y está firmado por uno de sus miembros. La publicación cuenta por lo tanto, en este caso, con un redactor integrante de Purna que escribe y promociona las acciones de su asociación. La revista Temps de Franja salió a la luz en el año 2000. Está editada por la Iniciativa Cultural de la Franja, ICF, que reúne a las asociaciones pancatalanistas de Aragón: Institut d’Estudis del Baix Cinca-IEA, Associació Cultural de Matarranya y Centre d’Estudis Ribagorçans. En marzo de este año, Temps de la Franja del meu cul publicó una entrevista en la que las propias preguntas hacían referencia directa a “los países catalanes”, una expresión utilizada por los pancatalanistas que abarca territorios de las comunidades autónomas de Cataluña, las islas Baleares y la Comunidad Valenciana, varios municipios del norte de Murcia, el microestado pirenaico de Andorra, parte del Pirineo francés donde ya se sabe que la lengua es el occitano, y la llamada Franja del meu cul.



Isto no ye España yes en Aragón, Purna, independentista, idiotas, Arran, Puyalón

Isto no ye España yes en Aragón

Purna: Independentista y pro Maduro

Purna se presenta como “juventud aragonesa, alegre y combativa”. En su cuenta de Twitter apela a la independencia aragonesa respecto a España. Utilizando imágenes con la bandera independentista aragonesa reflejan su actitud ante al separatismo.
Por otro lado, la asociación también apoya a los jóvenes abertzales de Alsasua que dieron una paliza a dos guardias civiles y a sus parejas el pasado mes de octubre.
Aquí ne íx un de estos insultón y amenassadó
La situación de Venezuela también suscita interés entre los jóvenes de Purna. A través de un mensaje en las redes sociales, la asociación se posicionó a favor del dictador Nicolás Maduro y apoyó, dando vivas a la revolución bolivariana, el fraude de las elecciones a la Asamblea Constituyente.

Purna y Arran

Tanto Purna como los antisistema de Arran comparten un objetivo común: defender la independencia de ‘los países catalanes’.
Arran ha sido protagonista de los recientes acontecimientos vandálicos organizados como acto de protesta contra el turismo, tanto en Barcelona como en Palma de Mallorca. Sus miembros acudieron al puerto de Moll Vell de la ciudad para intimidar a los viandantes y a los restaurantes de la zona.
Una delegación de Purna, A Chovenalla Independentista y Revolucionaria, estuvo presente en Barcelona en los actos organizados el 11 de septiembre por la Esquerra Independentista y en la Conferencia Nacional de Arran celebrada en Ulldecona. “Desde Aragón queremos trasmitir toda nuestra solidaridad y agradecimiento a la juventud dels Països Catalans, que vive un momento histórico en la liberación de su pueblo”, rezaba un comunicado emitido por Arran.
No era la primera vez que algo así ocurría. El colectivo de Arran provocó varios desperfectos contra un bus turístico en Barcelona la semana pasada y este martes se dedicó a pinchar las ruedas de las bicis que el Ayuntamiento de Ada Colau ofrece de alquiler a los barceloneses para desplazarse.

domingo, 30 de septiembre de 2018

¿EXISTE LA LENGUA CATALANA?


http://www.aragondigital.es/movil/noticia.asp?notid=109135
Ángel Boya Balet


Cartas al director


¿EXISTE LA LENGUA CATALANA?


Dada la actual virulencia del independentismo catalán, basado, según los separatistas, en la existencia de la nación catalana, que a su vez se basa en la existencia de una lengua propia, el catalán, me permito esbozar unos trazos sobre esa lengua para poder enjuiciar la pretensión de independencia.


Desde Provenza en el sur y la región de Limoges en el centro de Francia hasta Murcia, incluida, la evolución del latín vulgar sobre un sustrato de la lengua ibera precedente, a partir de la caída de Roma el 476 d C, produjo una serie de lenguas romances. Lenguas o dialectos entre sí emparentadas, autóctonas, coetáneas, similares y mutuamente comprensibles, que los nacionalistas catalanes agrupan con el genérico “catalán”.


Prat de la Riba, sistematizador y potenciador del independentismo catalán, confirma estas afirmaciones:
“En las costas del mar Sardo va a encontrarse la etnos ibérica, la nacionalidad ibera extendida desde Murcia al Ródano, o sea desde las gentes libio fenicias de Andalucía oriental hasta los ligures de la Provenza”.


En el Levante de la península Ibérica se dan por lo menos los siguientes dialectos con las características que hemos citado:
Aptitxat, Meridional, Alicantí, Mallorquí (de Tarbena i la Vall Gallinera), Valencià, Murciá (desaparecido), Ribagorçà, Pallarès, Lleidatà, Tortossí, Matarranya, Maestrat, Castellonenç Salat de la Costa Brava, Barceloní, Tarragoní, Xipella, Mallorquí, Menorquí, Eivissenç. A las que hay que añadir el chapurriau de la franja oriental de Aragón, hoy llamado Lapao (Lengua aragonesa propia del área oriental). / No lo llama nadie así, es un asunto de política / A estos dialectos, localizados en España hay que añadir todas las variantes de la lengua occitana, localizadas en el sur y centro de Francia, que tienen las mismas características de las españolas,  entre ellas el limosín, el aranés, el gascón, el provenzal (la lengua de los trovadores). etc.


texto, occitano, aquestas ajudas


Hoy día, junio 2013, los habitantes de Limoges (centro de Francia) que conozcan el limosín, no tienen dificultad para comprender los dialectos hablados en la región de Cataluña, o en la de Valencia, / ver origen ibero del valenciano / lo que confirma que existe una misma lengua fraccionada en dialectos, algunas de cuyas piezas son los dialectos usados en el pasado y en la actualidad en el territorio llamado Cataluña.


El rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca y conde de Barcelona y Montpellier, Jaime I, escribió su Crónica, en una de las variedades del occitano, el lemosín, que hoy los nacionalistas consideran catalán, lo que es una prueba más de la existencia de esa lengua común.


Por el contrario el castellano del que se derivó el español, sí que es una lengua no fraccionada y absolutamente original y distinta de sus vecinas. / No tanto, que galego y asturiano - leonés bien se parecían al castellano /


Prat de la Riba decía: “Una lengua en estado natural, sin cultivo literario va a ser una conjunto de dialectos”. “Cuando una lengua permanece siglos en este estado de incultura o por ser absorbida por la invasión de una lengua superior o por descomposición interna, se trocea y se deshilacha en dialectos”.

En este caso la lengua superior fue el castellano, desde hace cuatro siglos llamado español en todo el ancho mundo, salvo en España por influjo de los independentistas catalanes, quienes negando la existencia del idioma español pretenden negar la existencia de España. Del mismo modo que afirmando la existencia del catalán cree que crean la nación catalana. ¡El poder del lenguaje!


literatos catalanes


¿Cuál es la razón para que se considere a todos estos dialectos de esa lengua común, lengua catalana? ¿Por qué se apropian los nacionalistas de todos esos dialectos que se hablan en regiones muy alejadas y con una extensión muy superior a la de Cataluña? Respuesta: el fervor nacionalista catalán, es decir, la sinrazón.


El aragonés catanazi Ignacio Sorolla Vidal y su lengua unitaria (catalán)
  
 ¿Qué se entiende por lengua catalana?  Si por lengua catalana se entiende la hablada por el mayor número de habitantes en la región catalana, habrá que concluir que el catalán por excelencia es el español. Lengua hablada por la totalidad de los habitantes de esa región.


Se han ocupado de aborregar a la gente, y eso no les impide ser políticos, al contrario, solo hace falta ver a Torra, que no sabe ni parar el mecanismo de un botijo.
Se han ocupado de aborregar a la gente, y eso no les impide ser políticos, al contrario, solo hace falta ver a Torra, que no sabe ni parar el mecanismo de un botijo.


Si por lengua catalana se entiende, alguno de los dialectos derivados de la evolución del latín vulgar en territorios previamente ocupados por poblaciones de habla ibera, en ese caso no habría motivo para que alguno tuviese preferencia sobre el resto. Así que ninguna región debería apropiarse de lo que le excede y supera. Es decir que no existe el catalán.

¿Cómo puede entonces decirse que existe el catalán?


¿EXISTE LA LENGUA CATALANA?, chapurriau, camiseta

martes, 14 de agosto de 2018

La gran mentira del Estat catalá

La gran mentira del Estat catalá, lo fals país aplastat tres vegades per España desde 1873.


Luisico Companys . Mireu quin bigotet y quin ditet, tos recorde an algú ?

Luisico Companys . Mireu quin bigotet y quin ditet mes tiesso, tos recorde an algú ?


En varies ocasions se ha proclamat de forma ilegal desde lo siglo XIX la independénsia de la regió catalana, y a totes ha sigut acallada por la legitimidat y lo apoyo sossial al gobern sentral.



abc.es historia gran-mentira-estado-catalan-falso-pais-aplastado-tres-veces-espana-desde-1873



Ni reino catalá, ni país catalá, ni paísos cataláns, ni país valensiá
Estos términos, hoy manidos y generalizados por el independentismo, chocan drásticamente con la realidad y con la historia. Tan solo se ha materializado la proclamación ilegal del Estat catalá en tres ocasiones hasta la actualidad. Todas, a partir del siglo XIX y tras el nacimiento del fervor nacionalista. Sin embargo, en cada una de ellas el gobierno y la cordura actuaron para acabar de raíz con aquellos separatistas que -en 1873, 1931 y 1934- intentaron llevar a cabo una ilegalidad manifiesta.
Y es que, aunque duela a muchos, la historia no miente. Cataluña, en contra de lo que nos quieren hacer creer, ya formaba parte de la Hispania romana y de la visigoda. Y jamás tuvo consideración de Estado. De hecho, pasó a ser uno de los dominios de la Corona Aragón después de que el rey Ramiro II casara a su hija Petronila con Ramón Berenguer IV (conde de Barcelona) en 1151. Fue, en definitiva, una forma de adquirir, por vía matrimonial, aquellos territorios que tanto ansiaba.
En base a esa unión nació la Corona de Aragón. No la Corona de Cataluña. Y, por ello, términos actuales como «Países catalanes», «Confederación catalano-aragonesa» o «Corona catalano-aragonesa» (hoy más que populares gracias al independentismo) poco tienen de realidad.

Un intento de Estado

El término Estado catalán permaneció en el olvido hasta la llegada de la Primera República. Una forma de gobierno que arribó a las fronteras españolas como culminación del proceso revolucionario de 1868 y tras el suspiro que supuso el reinado de Amadeo I de Saboya (quien apenas sentó sus reales dos años en el trono).
«Nadie la trae; la traen todas las circunstancias», afirmó sobre el nuevo régimen Emilio Castelar, ministro de Estado desde la proclamación de la Primera República en 1873.
El experimento saldría caro a la postre. En los escasos 22 meses que se extendió en el tiempo pasaron por el poder nada menos cuatro presidentes. Por si fuera poco, a partir del 11 de junio de 1873 las Cortes promulgaron el establecimiento de un sistema federalista que (a pesar de no llegar a ponerse en práctica en principio) favoreció el enfrentamiento entre diferentes regiones.
Ya lo dijo el destacado jurista Juan Ferrando Badía en su obra «Primera República Española»: «El federalismo fue una gran utopía […] que conformó la mentalidad del […] regionalismo».


Ejemplo de ello fue el nacimiento -a partir de 1873- de hasta 26 movimientos cantonales que buscaban la independencia de pequeñas regiones como Camuñas Motril. La lucha por la autonomía llegó al absurdo en regiones como Jumilla (hoy, un municipio de unos 970 kilómetros cuadrados). No en vano, desde el mencionado territorio se envió el siguiente texto: «La nación jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si la nación murciana se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá».
En este contexto se produjo (entre 5 y el 7 de marzo de 1873) la proclamación del Estado catalán por parte del anarquista malagueño José García Viñas y el médico socialista francés Paul Brousse. «Los impulsores fueron representantes de las diputaciones catalanas y baleares reunidos en el palacio de la Generalitat», explica el historiador catalán Andreu Navarra Ordoño en su obra «La región sospechosa. La dialéctica hispanocatalana entre 1875 y 1939».
El experto añade que la dirección del movimiento recayó sobre Baldomer Lostau, de la «izquierda federalista catalana». Lo que implica que poco tenía aquello de acción independentista y que, por el contrario, lo que realmente buscaban los golpistas era presionar al gobierno de Estanislao Figueras para que aplicara, de una vez por todas, las promesas federales que prometía.
Así queda claro en el título que le dieron los golpistas a su nuevo experimento político: «Estado catalán federado con la república española».





«Nadie apoyó la proclamación, y en Madrid fueron reprobados por los catalanes»

A nivel práctico, todo ocurrió muy rápido. En palabras de «La Correspondencia de España» (uno de los diarios más destacados del siglo XIX) «unos 16.000 voluntarios» declararon repentinamente «el Estado catalán» en el Ayuntamiento de Barcelona el 5 de marzo. Con todo, y a pesar del éxito inicial, el periódico también señaló en su momento que «gran número de personas abandonó la ciudad» y que «todas las corporaciones y agrupaciones republicanas, la Diputación, el Ayuntamiento, los federalistas, el centro republicano federal, y las asociaciones de los distritos se pusieron en expectativa».
Para una buena parte de los autores, el movimiento fue minoritario a pesar de que lograra hacerse con el poder. Uno de los que secunda esta tesis es el hispanista francés Pierre Vilar en su obra «Breve historia de Cataluña»: «Nadie les apoyó, y en Madrid fueron reprobados por los catalanes que, por primera vez, eran responsables de la República». A pesar de ello, y durante dos jornadas, los secesionistas se plantearon objetivos tan descabellados como convocar elecciones obligar al ejército español ubicado en la región a disolverse.
La vida del Estado catalán se extendió escasamente dos días. Como ministro de Gobernación, las primeras medidas que tomó Francisco Pi y Margall fueron (en palabras de Pérez Roldán) «incomunicar la ciudad con el resto de España» y poner sobre aviso a «los gobernadores de las provincias adyacentes con el objetivo de aislar el movimiento».
Al final todo aquello quedó en nada cuando, según Navarra, el político contactó con los independentistas y «los disuadió de continuar con aquel camino prometiendoles que en las próximas elecciones constituyentes sería votada una constitución federal».
La doctora en historia, por su parte, cree determinante para el abandono de aquellas ideas secesionistas el que la crisis del Gobierno republicano en la capital acabase rápidamente.

Por sorpresa

Hubo que esperar seis décadas tras el fallido experimento de 1873 para que los partidos republicanos forjados al calor de la «Dictablanda» de Primo de Rivera se unieran en San Sebastián y acordaran constituirse en un «Comité Revolucionario». O «autoproclamarse», como llegó a expresar el anarquista Diego Abad de Santillán tras la reunión celebrada en 1930.
Ya entonces, y tal y como afirma José Gonzalo Sancho Flórez en su obra «La Segunda República española», «los catalanes formaron su propio comité, aunque comprometiéndose desde el principio a prestar su total apoyo al Nacional». En palabras del experto, a cambio solicitaron el apoyo de sus compañeros a la «causa catalanista» ofreciéndoles un Estatuto de Autonomía cuando llegaran al poder.
Aquel grupo fue el germen al que se fueron uniendo -en los meses siguientes- varios partidos ávidos de un cambio de rumbo político. Además de la base sobre la que se construyeron los comicios del 12 de abril de 1931. Los mismos que acabaron convirtiéndose en un plebiscito contra la monarquía. «En ellos, el pueblo de una forma indirecta y, si cabe, hasta sin proponérselo, entregó el poder a las fuerzas republicanas burguesas y a sus aliados socialistas», añade Sancho. La victoria de estos partidos en 41 capitales de provincia fue un auténtico puñetazo en la mesa y terminó de un plumazo con la monarquía.
Apenas dos jornadas después, el 14 de abril de 1931, el júbilo se hizo patente en Eibar, la primera ciudad en alzar la bandera republicana. A las tres y media de la tarde se hizo lo propio en el edificio de Correos de Madrid.
Sin embargo, una de las regiones españolas donde se vivió con más fervor la llegada del nuevo sistema político fue en Barcelona. En la Ciudad Condal el encargado de proclamar la llegada de la República desde el balcón del Ayuntamiento fue Lluís Companys, uno de los pesos pesados de la también victoriosa Esquerra Republicana(ERC). Aunque, como señala Montserrat Figueras en su obra «Apuntes iusfilosóficos en la Cataluña franquista (1939-1975)», fue a eso del mediodía y, por tanto, bastante antes que en la capital.
Apenas media hora después de que Companys se dirigiese a los ciudadanos de Barcelona y fuera recibido con gritos de «¡Viva la República!» se vivió el segundo intento secesionista catalán.
Y es que, posteriormente se dejó caer por el mismo Ayuntamiento Francesc Maciá (líder de ERC) para proclamar la independencia catalana. Así narró el ABC este suceso el 15 de abril: «El Sr. Maciá desde el balcón habló nuevamente, manifestando que en nombre del pueblo de Cataluña se hacía cargo del Gobierno catalán y que en aquella casa permanecería para defender las libertades de su patria». A su vez, señaló que permanecería en aquella casa «sin que pudiese sacársele de allí como no fuera muerto».





«En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana»

A su vez, dirigió un escrito a los alcaldes de la región en los siguientes términos: «En el momento de proclamar el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana os saludo con toda el alma y os pido que me prometáis la colaboración para sostenerla, comenzando por proclamarla en vuestras ciudades».
Con esta proclamación, el político se negó «de facto» a aceptar los resultados de las elecciones nacionales. De nada sirvieron los votos de miles y miles de españoles. Por suerte, el gobierno prefirió no recurrir a la fuerza y el día 17 de abril envió a los ministros Fernández de los Ríos, Marcelino Domingo y Lluís Nicolau d'Olwer a negociar con Maciá. Su labor fue determinante para el devenir de la región, pues lograron aplacar aquella locura ilegal.
«Después de las negociaciones [...] se acordó dejar a un lado la cuestión del “Estado” catalán, y substituir dicho planteamiento político por el de la restauración de un sistema de autogobierno limitado bajo el nombre histórico de Generalitat. Además se acordó la redacción de un Estatuto que el gobierno de la República presentaría como ponente en las Cortes. […] El gobierno provisional de la República dictó un decreto el 21 de abril de 1931 restaurando la Generalitat; en cuanto al proyecto de Estatut de Catalunya [...] fue elaborado y aprobado en los meses siguientes», explica Antoni Jordá en «Federalismo, regionalismo, nacionalismo: el restablecimiento de la Generalitat y el Estatuto catalán durante la Segunda República».

El último intento

La última intentona secesionista catalana se produjo en el marco de la Segunda República española allá por octubre de 1934. Justo después de que estallara la ira entre la izquierda por el acceso de tres ministros de la CEDA (una confederación de partidos católicos y de derechas) al gobierno estatal. Su llegada indignó a los más extremistas y provocó una huelga general que puso en jaque el régimen establecido.
Así explica la situación el sindicalista Antonio Liz Vázquez en su obra «Octubre de 1934: Insurrecciones y revolución»: «El día 5, por orden del Comité Revolucionario, ya estaba en marcha la huelga general y el paro era total en ciudades como Madrid, Barcelona, Oviedo y Bilbao».
La tensión aumentó drásticamente. En Madrid, por ejemplo, se decretó el despido de los trabajadores que se unieran a los parones establecidos (algo factible, pues estos habían sido declarados ilegales por el gobierno).
Y mientras en la capital se recurría a la fuerza para controlar a los huelguistas, en Cataluña sucedía otro tanto. De hecho, en Barcelona la discordia era máxima debido a la división entre las tres fuerzas predominantes: la Generalitat, la CNT y la Alianza Obrera. «La división entre ellas era total», añade Liz en su texto. De esta guisa, el día 5 el gobierno local envió guardias de asalto para tratar de sofocar las revueltas que pudieran sucederse en la urbe.
En esas andaba la situación el 6 de octubre de 1934 cuando Lluís Companys (presidente de la Generalitat y líder de Esquerra Republicana tras la muerte de Maciá) proclamó el Estado catalán. Lo hizo, en palabras de Liz, presionado por los obreros. Sus palabras (recogidas en la edición del 11 de octubre del diario ABC) llamaban al enfrentamiento: «¡Catalanes! Las fuerzas monárquicas fascistas que de un tiempo a esta parte pretenden traicionar a la República han logrado su objetivo y han asaltado el poder. [...] los núcleos políticos que predican constantemente el odio y la guerra a Cataluña constituyen hoy el soporte de las actuales instituciones. [...] Cataluña enarbola su bandera, llama a todos al cumplimiento del deber y a la obediencia absoluta al Gobierno de la Generalitat, que desde este momento rompe toda relación con las instituciones falseadas».
El diario ABC publicó, el día 11, la relación de los hechos. El texto fue escrito por el periodista Antonio Guardiola bajo el titular «El golpe de Estado de la Generalidad», quien describió lo tensa que estaba la situación antes de que Companys saliera al balcón de la Generalitat: «La plaza de la República fue llenándose de gentes, y en particular de jóvenes afiliados al Estat Catalá, somatenistas y partidarios de la Esquerra. Todos iban armados y algunos llevaban, además de una magnífica carabina Winchester, una soberbia pistola automática, a veces ametralladora, y en general, material modernísimo y excelente».
Acabado el discurso, inició una ronda de llamadas para ganar adeptos a su causa. El primer mandamás al que se dirigió fue al general Domingo Batet, jefe de la IV División Orgánica y «catalanista moderado» (tal y como afirma Pierre Broué en su obra «Ponencias presentadas al Coloquio Internacional sobre la IIa República Española»). A este militar le solicitó que se pusiese a sus órdenes para «servir a la República Federal que acabo de proclamar».
Contrariamente a lo que pensaba el presidente de la Generalitat, el oficial se mantuvo fiel a España. Companys tuvo más suerte con el comandante Enrique Pérez Farrás, el jefe de los Mossos d'Esquadra, quien sí se adhirió a la causa secesionista. / Como Trapero /


Batet, por su parte, no se quedó mano sobre mano. Tras hablar con Companys telefoneó al presidente Alejandro Lerroux y, basándose en órdenes suyas, inició los preparativos para acabar con la rebelión. «Tras recibir refuerzos de Marruecos, el general declaró el estado de guerra», determina Luis E. Íñigo Fernández en su obra «Breve historia de la Segunda República española».
Broué añade que «todos los militares y la mayoría de las unidades policiales obedecieron las órdenes» del oficial fiel al gobierno. Frente a ellos se posicionaron un centenar de Mossos dispuestos a defender la Generalitat, así como milicianos pertenecientes -entre otros grupos- a Alianza Obrera.
Tras arribar a la zona, Batet atacó con fuego de fusilería y disparos de artillería. La lucha podría haber sido cruenta, pero el general se limitó a esperar pacientemente a que los defensores se rindieran. Todo ello, a pesar de que había recibido órdenes de acabar con la resistencia con contundencia. «Durante la noche, el ploramiques Companys y Batet negociaron la rendición, que tuvo lugar el 7 de octubre», añade Broué. Para entonces ya habían muerto en Barcelona entre 40 y 50 personas durante las escaramuzas.

lluis-companys-un-genocida
Posteriormente Batet y Companys fueron detenidos. Algo en lo que hace mucho hincapié el libro «Historia de Cataluña» (editado por el Museo de Historia de Cataluña): «El gobierno de la Generalitat fue hecho prisionero, juzgado y condenado a treinta años de prisión; el Estatuto de Autonomía quedó suspendido, y la mayoría de ayuntamientos y las nuevas autoridades pasaron a ser de carácter gubernativo». La obra, sin embargo, no explica que aquella proclamación fue una rebelión.