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jueves, 10 de enero de 2019

Charrán al Sino-fos


Tamarit de Llitera a uno de Octubre del añ dos mil deu.

http://romancearagones.blogspot.com/2011/12/doc-0-la-historia-de-aragon-traves-de.html

Julián Naval de Tamarit.
Escrit según les normes Editadas p’el Achuntamén de Tamarit en colaborasió en la Diputasió provinsial ( Carpi, 1981 pág. 1 a la 194). Publicasió de P. Grúas y Benítez. 1995, Editades p’el Achuntamén en colaborasió de UdZ. .La Villa alegre y confiada. I. Comas y Colomina 1929. pág 279 .


2º. Charrán al Sino-fos.

La Pllaseta de Les Bruixes.
Entre’ls nubols que aquella tardada se divisaben a tot lo llarg del sel, se anaben fen entrecllaros, dixan pasá un respllandó cada vegada menos fort y brillant.
La negró de la nit se apodere per tot lo llarg de la esbandada del sel.
¡Cosa de bruixería!. Una bufada de aire misterios sen arrastre totes les boires pa dixá pasá unaltra respllandó, primé esmorteida, pa aná asomanse detrás de les montañes dibujades sobre la inmensidad del Sel. E la Lluna Pllena, brillán coma una Reina de la Nit en complleta soledat apagán la brillantó dels estrels que la rodeyen.
Tot e silensio, les fet-fets callen en los seus chillits, les gronetes, que en la tardada volaben a rasán de terra, en veus chirriants pa agafá tota cllase de mosquits sen an anat aquietán, posades en los arams del pals de llum.
La Campana dels Perduts seguís sonán en la seua veu ronca y potent, que arribe mes allá de la Cllamó Amarga, poc a poc se espasíe lo seu sonido, asta callá del tot. Los pachesos del tros de mes allun, ya an arribat al abric de les seues cases, a la calentó del fogaril que la dona li a preparat alrededó dels seus fills y’ls yayos amorosos.
Los silensiosos morisecs abandonen lo Cllot del Torrén, entre Sol y Lluna, volarán incansablles en busca del seu sustén…pero….aquella nit…
La chuta, lo musol y lo llantié, desperten del seu descans, volen silensiosos, lo seu pllumache suave coma la seda, coma la pell de un resién nascut, acarisie l’aire sense fe cap cllase de ruido, atens al menó movimén les seues orelles adaptadas al silensio mes absolut. detecten cualesquiere movimén de una rateta o de un escarbat… pero…aquella nit…
La fuína, desperte del seu letargo, mentres La Llum era La Reina de la Terra, ara de nit, silensiosa, buscará los caus dels conills, no li sirá fásil trobals entre lo laberinto de pasadisos, se pert la mayoría de les vegades, tornán en la tripa buida, se abrá de contentá en alguna rateta descuidada o potsé trobará un niu, poc amagat pa chupás tos los ous, a vegades cuan la gana aprete trencará un vallat, o entrará per la esquella de una porta y fará desastres en un galliné, chupánlis al pobres animals no mes que la sang…. pero… aquella nit….
Se palpe en l’ambién una calma tensa coma la que se apresie cuan arribe un temporal, encara no e la ora, La Lluna no a arribat encara al Sentro del Sel, la oscuridat encara ne e complleta.
Estem a Tamarit, e divendres, y Lluna Pllena, les ventanes de les cases tancades a cala y canto, los mes poregosos no lis val lo serrat de ferri, atrancarán la porta en un barró de olm, cremada la pela lo día de Navidad.
Un gat arribe pel camí de Fondols, unaltre apareix pel camí dels Alchupets, cinc mes puyen pel carré dels Espills, son negres com’al carbó en la coda tiesa, set en total.
Detrás de la Pllaseta de les Bruixes, se mouen unes sombres, entán caván al peu de un muro pa trobá La Pedra, “Que no se acabe may”. Tan forta que a plleno día cuatre omes picán no la an sabut trencá, tan forta que ni lo pic que a feit espesialmén lo Farré de Calladrons, pa nixa feña, se doblle coma si fos de figa. Los gats s’an feit sombres, que posen lo peu ademún de La Pedra, pa convertís en Bruixes. Ya puyen a la Pllaseta. Una fuguera sense lleña empese a cremá, en fllames royes y negres. Les Bruixes miren a tota reu. ¿Qué esperen?. En un gran bramit apareix un “bò” te los corns llargs y retorsuts, la pell negra, les garres roses y les uñes royes, torne a fe un gran bramit y les Bruixes que estaben discutín a qui donali “mal de ull” empesen a ballá sense escoltal.
Unaltre bramit y les Bruixes se queden quietes, -sirá per poc-, no se posen de acuerdo a qui doná “lo mal”, ballán, gritán que esgarrife se tiren per terra, se enganchen del pels un al altra. La chuta vole alrededó, fen soná lo chutttt…chutt… per la seua boca . Los musols en los ulls mol aubertes fan coro en les bruixes. Lo llantié en les seues pllumes bllanques coma unes boles de cotó resién cullit, formen un redol ademún de tot lo soroll. Les fuines se entrellasen en los brasos de les bruixes, baixán a les garres per la sintura.
Totes tenen los ulls bllancs casi ixinles de la cara. Tot e un arrebol, se sinten nous chillids esgarrifosos per demún de tot lo soroll. Son los morisecs, se agafen al coll de les bruixes chupanlis la sang, mentres griten en una emosió inconteniblle.
No paren, lo “bò” ue contemplle satisfeit, e lo Rey de la Nit y Les Bruixes les seues sirvientes. Tots ademún o deball seguísen durán tota la nit.
Pero…per demún dels Castellasos, apareix lo primé rayo de llum, Lo Sol espentee a totes les boires de la nit pa portamos lo día.
Un bramit llastimós, mes fort que los anterios, apague lo soroll de aquell puyal negre, que poc a poc se aquiete. La chuta lo llantié y lo musol, volén en busca dels seus amagatalls. La fuina borracha de emosió, se desllise silensiosa per les espones del Castell buscán lo seu cau. Los morisecs borrachos de sang, silensiosos tornen a la Cova del Torrén, de cap capa aball, no ixirán en mols díes a buscá lo seu sustento de sempre.
Les bruixes feites sombres pasarán per La pedra, detrás de la Pllaseta, “La que may se acabe”, pa torná la una pel camí de Fondols, laltra pel camí Dels Alchupets, les sinc de Tamarit, pel carré dels Espills. No son sombres ni gats, poc a poc se transformen en guapes chicotes……Tenen la pell bllanca, lo cabell negre, los ulls verts que cuan los mires, les seues ninetes de coló asul clla, pareixen la profundidad de una basa cristalina, que te atrau y te ensordomís, los labios cuan los probes se derretisen coma la mel resién sacada del arna, lo seu alent e coma lo perfum de la mareselva en lo despuntá de un maití de primavera, lo parlá, melodiós coma la de una merla tornasolada……
Continuará… o no…
- Vaya Juanet, por lo menos avuy no am parlat del Achuntamén.
- Toñet, un día e un día.




Traducido del romance aragonés, en la modalidad de La Litera al castellano.
En romance aragonés.
2º. Charlas en el banco del sinofuese por…..

La Plazuela de las Brujas.

Entre las nubes de aquel atardecer que se divisaban a lo largo del cielo, se iban haciendo entreclaros, dejando pasar un resplandor cada vez menos fuerte y brillante.
La negrura de la noche se va apoderando a todo lo largo del firmamento.
¡ Cosa de brujería !. Un soplo de aire misterioso arrastra a todas las nubes para dejar pasar otro resplandor, primero mortecino, para irse asomando detrás de las montañas dibujadas sobre la inmensidad del cielo. Es la Luna Llena brillando como una Reina de la Noche en completa soledad, apagando la brillantez de las estrellas que la rodean.
Todo es silencio, las cigarras callan en sus chillidos, las golondrinas, que en el atardecer volaban a ras de tierra, con voces chirriantes, para atrapar toda clase de mosquitos se han ido aquietando, posadas en los alambres de los postes de la luz.
La Campana de los Perdidos sigue sonando con su voz ronca y potente, que llega hasta más allá de la Clamor Amarga, poco a poco se espacia su sonido, hasta callar del todo. Los labriegos de los lugares más distantes, ya han llegado al abrigo de sus casas, al calor de sus crepitantes hogares, que su mujer les ha preparado alrededor de sus hijos y sus abuelos amorosos.
Los silenciosos murciélagos abandonan La Cueva del Torrente, entre Sol y Luna, volarán incansables en busca de su sustén…..pero…..aquella noche…..
El cárabo, el mochuelo y la lechuza, despiertan de su descanso, vuelan silenciosos, su plumaje suave como la seda, como la piel de un recién nacido, acaricia el viento sin hacer ninguna clase de ruido, atentos al menor movimiento sus orejas adaptadas al silencio más absoluto, detectan cualquier movimiento de un ratoncillo o de un escarabajo…..pero…..aquella noche….
La comadreja, despierta de su letargo, mientras la Luz era La Reina de la Tierra, ahora de noche, silenciosa, buscará las madrigueras de los conejos, no le será fácil encontrarlos entre el laberinto de pasadizos, donde se pierde la mayoría de las veces, si vuelve con el estómago vacío, se habrá de contentar con algún ratoncillo descuidado o quizás encontrará un nido poco escondido para absorber todos los huevos, a veces cuando el hambre le aprieta romperá un vallado, o entrará por el resquicio de una puerta y hará desastres dentro de un gallinero, chupándoles a los pobres animales nada más que su sangre…..pero…..aquella noche….
Se palpa en el ambiente una calma tensa como la que aprecia a la llegada de una tormenta, aún no es la hora, La Luna no ha llegado todavía al Centro del Cielo, la oscuridad todavía no es completa.
Estamos en Tamarite de Litera, es viernes, y Luna Llena, las ventanas cerradas a cal y canto, los más miedosos no les bastará el cerrojo de hierro. Atrancarán su puerta con un palo de olmo, quemada su piel el día de Navidad.
Un gato llega por el camino de Fuente Dulce, otro aparece por el camino de los Aljibes, cinco suben por la calle de los Espejos, son negros como el carbón llevando su cola tiesa, siete en total.
Detrás de la Plazuela de las Brujas, se mueven unas sombras, están cavando al pié de un muro para encontrar La Piedra, “Que no se acaba nunca”. Tan fuerte que a plena luz del día cuatro hombres picando no la han sabido romper, tan fuerte que ni el pico que ha hecho especialmente el Herrero de “La casa de los ladrones”, para ese menester, se dobla con la facilidad de un higo. Los gatos se han hecho sombras, que ponen el pié encima de La Piedra, para convertirse en Brujas. Ya suben a La Plazuela. Una hoguera sin leña empieza a arder, con llamas rojas y negras. Las Brujas miran a todos lados. ¿ Qué esperan ?. En un gran mugido aparece un Macho Cabrío, tiene los cuernos largos y retorcidos, la piel negra, las piernas rubias, las uñas rojas, vuelve ha hacer una gran mugido y las Brujas que están discutiendo a quien darle el “mal de ojo” empiezan a bailar sin escucharlo.
Otro gran mugido y las Brujas se quedan quietas -será por poco- , no se ponen de acuerdo a quien darle “el mal”, bailando, gritando que estremece se tiran por tierra, se enganchan por los pelos unas a otras. El cárabo vuela alrededor, haciendo sonar su chuttt….chuttt por su boca. Los mochuelos con los ojos muy abiertos hacen coro con las brujas, las lechuzas con sus plumas blancas como bolas de algodón recién cortadas. forman un coro encima de todo el algarabío. Las comadrejas se entrelazan en los brazos de las Brujas, bajando hacia las piernas por la cintura.
Todas tienen los ojos blancos casi saliéndoseles de sus órbitas. Es todo un remolino, se oyen unos chillidos espantosos por encima de todo el ruido. Son los murciélagos, se cogen al cuello de las Brujas chupándoles la sangre, mientras gritan en un éxtasis de placer.
No paran, el Macho Cabrio lo contempla satisfecho, es el Rey de la Noche y las Brujas sus sirvientas. Todos arremolinados, tanto encima como debajo continúan toda la noche.
Pero…. Por encima de los Castillejos, aparece el primer rayo de luz. El Sol empuja a todas las nubes de la noche para traernos el día.
Un mugido lastimoso, más fuerte que los anteriores, apaga el ruido de aquel montón negro, que poco a poco se aquieta. Los cárabos, los mochuelos, las lechuzas, vuelan en busca de sus escondrijos. Las comadrejas borrachas de placer, se deslizan silenciosamente por las márgenes del Castillo buscando su madriguera. Los murciélagos borrachos de sangre vuelven a la Cueva del Torrente de Alcampel, cabeza abajo, no saldrán en muchos días a buscar su sustento de siempre. Las Brujas hechas sombras pasarán por la Piedra, detrás de la Plazuela, “ la que nunca se termina”, para regresar una por el camino de Fuente Dulce, la otra por el camino de Los Aljibes, las cinco de Tamarite, por la calle de los Espejos. No son sombras ni gatos, poco a poco se transforman en guapas muchachuelas…..Tienen la piel blanca, el cabello negro, los ojos verdes que cuando los miras, sus pupilas de color azul, parecen la profundidad de un lago cristalino que te atrae y te adormece, sus labios al besarlos se derriten como la miel recién extraída del panal, su aliento es como el perfume de la madreselva en el amanecer de una mañana de primavera…..
Continuará…..o no…
-. Vaya Juanet, por lo menos esta vegada no am parlat del Achuntamén.
-. Toñet, un día e un día.
Tamarite de Litera a uno de Octubre del año dos mil diez.
Julián Naval de Tamarite.

martes, 2 de mayo de 2017

gorrino

cerdo en castellá, puerco, cochino, marrano, etc.

porc
en chapurriau, fransés, catalá, rumano, etc.

pig (pork) en inglés, com la Pepa

Schwein en alemán,


galufo en moro,


pŏrcu en latín.


gorrino, porcàs, porcarro, porcatàs, porcatarro, porcarràs, porcassarro, porcarrot, porquet, porquetxo, porquel·lo, porqueu, porquí, porquiu, porcoi, porcarrí, porcarró, porcarrineu, porcarrinoi, porcarrinet, porcarroi, porcarrinoiet, porcató,porcot,garrí, gorrí, bacó, cotx, tossino.

gorrinets es lo mote de los de Fondespala 


ensaginada (sagí, grassa, greix, manteca, mantega de gorrino)


PORC m. 

I. || 1.   Mamífer ungulat domèstic, del gènere Sus, que té el cos gros, la pell dura, de color blanc o negrós, coberta de cerres, el morro llarg i mòbil, les orelles grans i tombades, les potes de davant molt curtes, i la coa curta i prima; es considera derivat de l'espècie Sus scrofa o senglar, i es cria per a l'aprofitament de la seva carn, que és molt saborosa; cast. cerdo, puerco. De anno in anno porc .I. de precio de solido,doc. segle XI (Miret Doc. 14). Se'n mangaren un porc qui ualie bé VIII sols, doc. a. 1242 (Pujol Docs. 17). Un porc qui s'era bolcat en una bassa de fanc passà davant ells, Llull Blanq. 74, 4. Huna caldera de cols cuytes ab carn de porch fresch. Desclot Cròn., c. 92. Y en morro de porch anella daurada, Proc. olives 1251. Al voltant d'un abeurador dugues dotzenes de porcs negres xarrupaven, Massó Croq. 172. 
Porc d'engreix (or., occ.) o porc de pens de pensa (Ribagorça): el destinat a esser engreixat i mort per a servir d'aliment. 
Porc de llavor: el mascle destinat a la procreació. 
Porc grasel que ja ha augmentat de pes suficientment per a esser mort i donar bona quantitat de carn com a aliment. 
Porc de bon past: el que menja molt i profitosament. 
Porc d'aglà: el que s'alimenta principalment d'aglans. 
Porc segoner: el que menja principalment ensegonades (Mall.). 
Porc de llentrisca: el que s'alimenta de llentrisca, que sol estar magre; per ext. es diu d'una persona molt magra (Men.). 
Porc faixat: el que té una faixa de color diferent de la resta del cos (Bagà); el que té una cama o dues de davant blanques (Artà). 
Porc d'estaca: el que està estacat amb un collar (Lluçanès). 
Perna de porc: un dels tributs que pagaven els pagesos al senyor feudal. Los hòmens de la vall d'Àneu són franchs de tota leuda e peatge e de pernes de porch, doc. a. 1313-38 (Priv. Ordin. Valls Pir. 211). 

|| 2. m. i f. (PORCA)usat també com a adj.: Brut físicament o moralment; cast. puerco, cochino. Una escena de les més positivament porques que pot inventar una imaginació comercial, Sagarra Vida, ii, 157. També es diu porc d'estaca (Lluçanès, Cardona, Solsona). S'usa com a terme insultant. A vegades s'atenua l'insult dient porc, fora s'ànima (Men.). Porc mal abeurat: desagraït, que menysprea el menjar que li ofereixen generosament.

II. || 1.   Porc senglar singlar (or., bal., val.), o porc fér (occ.), oporc javalí (Pego, Vall de Gallinera, Calp, Elx) o porc cerval (El Pinós), o porc salvatge, porc montès (Voc. cat.-al. 1502): mamífer ungulat de l'espècie Sus scrofa, considerat com el precedent del porc domèstic, de pèls aspres i espessos i d'escàtils llargs que li surten de la boca; cast. jabalí. Porc senglar: Aper, Pou Thes. Puer. 45. No havia encara en nostra senyoria caça de porch senglar, Pere IV, Cròn. 119. Fugia quant podia d'encontrar porchs salvatges, Alegre Transf. 89. 

|| 2.   Porc espí: mamífer rosegador de l'espècie Hystrix cristata, que té l'esquena i els costats coberts de pues còrnies, gruixudes, llargues de 20 a 30 cm., que li serveixen de poderosa defensa; habita a Itàlia i al nord d'Africa; cast. puerco espín. Les hirsutes jonqueres com enormes porcs espins immobilitzats, Adlert Salze 27. Vulgarment s'anomena també porc crespí, ja des de segles: Per provisió de dues garzelles, de hun porch crespí e de un taxó qui són en lo dit Real, doc. a. 1428 (Arx. Gral. R. Val.). 

|| 3.   Porc marí porc de la mar: nom de diferents espècies de peixos grossos, generalment d'un metre o més de llarg, d'ulls grossos, forma del cos prismàtica triangular, i color negrós o gris fosc; les principals són el Centrophorus granulosus, el Centroscymnus coelolepis i la Centrina vulpecula; es troben, encara que no abunden, en les mars de Catalunya, València i les Balears. 

|| 4. ant. Porc espí: peça defensiva de les fortificacions, que consistia en una post guarnida de pues de ferro i muntada damunt una columna, que es posava als enderrocs de muralla, a les entrades de pont, etc.; cast. puerco espin. Gran fosso ab sa estacada, sa banqueta y porchs espins, doc. a. 1706 (Aguiló Dicc.).
    Loc.
—a) Porc i porquer: tothom en general, sense distinció. «Això, porc i porquer ho porta»: això ho porta tothom.
—b) Anar brut com un porc més brut que un porc: anar molt brut.—c) Quedar com un porc: quedar malament, fer un paper molt ridícul o desairat.—d) Fer el porc: obrar de manera indecent.
—e) Dir a algú el nom del porc: insultar-lo molt.
—f) Jeure com un porc: jeure molt a l'ampla, sense miraments o sense pensar en el treball.
—g) Menjar Afartar se com un porcEsser un porc malfart: menjar excessivament o de manera indecorosa.
—h) Estar gras com un porc, més gras que un porc: estar molt gras.
—i) Anar com el rei porc: anar molt brut (Mall.). Sempre anava just el rei porc: ara se posaria un vestit nou, i dins mitja hora era pitjor que un tap de pica, Alcover Cont. 280.
—j) Fer oi an el rei porc: esser o anar molt brut (Mall.).
—l) Tornar-se el porc truja a algú (Cat.) o Eixir el porc mesell a algú (Val.): sortir-li malament un negoci, una empresa; resultar al revés del que s'esperava.—m) Engreixar es porc que no han de matarfer una feina de la qual no ha d'obtenir-se profit (Inca).
—n) Esser la mort del porc: esser molt poc planyuda la mort d'algú (Empordà). «Ha estat la mort del porc: així no l'han de cuidar ni mantenir».
—o) Quan el porc canta: molt tard. Es diu principalment referint-se a l'acte de llevar-se del llit molt tard.
—p) Fer nedar de porc: fer dues cares per no quedar malament amb una altra persona, o fer embulls per sortir d'un assumpte o situació difícil (Mall.).
—q) Matar es porc en divendres, a algú: fer-li una feta inconvenient per a ell, desbaratar-li els seus projectes, fer-li una mala passada (Mall.).—r) Fer més mal que un porc solt, Donar més faena que un porc solt: fer molt de mal o donar molts de treballs i molèsties (Val.).
—s) Fer pica de porc, d'una cosa: manejar-la de qualsevol manera, sense gens de mirament (Mall.).
—t) Donar cap de porc: (ant.) desfer-se d'algú, matar-lo brutalment (Quadrado Forenses 148).
—u) Estar com el porc a l'estaca: estar en molt bona situació, fruint de tots els avantatges o privilegis.
    Refr.
—a) «Al costat de casa maten porc»: es diu referint-se a algú que, essent molt pobre, es vanta o presenta com a amic de gent molt poderosa.
—b) «Porc a mitges, mai fou gras» (o «mai és gras»): significa que els negocis que es porten a mitges, no solen donar prou benefici a cap dels dos participants.
—c) «Porc fiat (o «comprat a espera»), tot l'any gruny»: vol dir que els deutes donen moltes preocupacions al deutor.
—d) «De porc i de senyor, se n'ha de venir de mena» (o «de casta»): significa que dels nascuts o criats en un ambient de vulgaritat, no és freqüent que surtin obres de generositat.
—e) «El comerciant i el porc, no se sap què té fins que és mort»: es refereix a les sorpreses que donen els homes de negocis, que sovint semblen estar en magnífica situació econòmica quan estan endeutats fins a les celles, cosa que es veu i descobreix si el negociant es mor en plena activitat mercantil.
—f) «L'avar i el porc, no aprofita fins que és mort».
—g) «De gavatx i de porc, no te'n fiïs fins que és mort».
—h) «Per sant Martí, mata el porc i enceta el vi»: assenyala la data escaient per a començar a matar porcs.
—i) «A cada porc li ve el seu sant Martí»: significa que a tothom li arriba la tongada de desgràcies o el moment d'haver de compensar amb dissorts les temporades que han tingut de felicitat.
—j) «Per sant Tomàs, agafa el porc pel nas»: significa que per sant Tomàs, en la segona quinzena de desembre, ja és ben hora de matar el porc.
—l) «Per Nadal, el porc en sal».
—m) «Mata el porc pel gener, si vols que es conservi bé»
—n) «Qui té nou porcs a la salera, bon Nadal se li espera».
—o) «Aleluia, aleluia, qui no mata porc no menja xuia» (Empordà, Men.).
—p) «L'ase diu orellut al porc, per falta d'orelles»: es diu referint-se al qui retreu als altres els defectes que ell mateix té.
—q) «Crieu fills, crieu porcs»: significa que sovint els fills són desagraïts envers els pares.
—r) «El porc més roí menja el millor aglà»: es refereix al repartiment injust dels béns del món.
—s) «Qui té hort i porc, tot l'any té un bon conhort» (Urgell, Segarra).
—t) «Del porc, fins la coa és bona»: ho diu replicant algú que ha estat tractat de porc.
—u) «Per un porc no cal tenir estaca»: es diu per menysprear una cosa que es considera massa petita o insignificant.
—v) «Lo porc, siga xic o gros, vint llonganices du al cos» (Verdaguer Folkl. 49); «Un porc gros, ne porta un altre al cos»: significa que el porc és un animal molt profitós com a aliment.
—x) «Qui cerca porc, ses oreies li grunyen»: vol dir que quan algú du una idea forta a trobar o obtenir una cosa, sempre es pensa veure-la o descobrir-la (Mall., Men.).
—y) «Al qui tot ho vol per a ell, li ix el porc mesell» (Alcoi).
—z) «Porc i dona, tot l'any és bona».
—aa) «D'Olot, ni dona ni porc»: ho diuen els de la Garrotxa per denigrar les dones olotines; i els olotins repliquen: «Porc i dona, d'Olot és bona».

—bb) 
«¿Qui mana a can Ribot? ¿L'amo, o el porc?»; «¿Qui governa a can Ribot? La truja o el porc»: es diu en to de reny davant un fet que es considera una inversió de l'orde jeràrquic.

—cc) 
«¿Tanta honra ha de tenir el porc com el porcater?»: es diu recriminant el qui no respecta com cal els de més categoria.

—dd) 
«A lloc on habiten porcs, no hi cerquis espigues»: vol dir que és absurd cercar una cosa allà on no pot lògicament existir (Men.).

—ee) 
«El porc, dóna morrades fins que és mort»: es diu referint-se a una persona grossera.

—ff) 
«Es porcs només fan una furgada»: es diu referint-se als qui volen donar abast a diferents feines o empreses (Men.).

—gg) 
«No és pas amb aigua clara, que s'engreixen els porcs»: significa que per a engreixar cal alimentar-se de coses substancioses.

—hh) 
«Si la porquera és mestressa, ¿qui guardarà els porcs?»: vol dir que en totes les empreses ha d'haver-hi distinció entre càrrecs directius i serveis subalterns.

—ii) 
«Mala llana té es porc, que tot són cerres»: es diu quan s'esdevenen coses que tenen mal aspecte, que no deixen preveure gaire bon resultat (Mall.).

—jj) «Menjar i jeure, vida de porc»: es diu referint-se als qui viuen sense treballar gens.

—ll) 
«Porc estugós, no pot morir gras»: significa que l'excés d'escrúpols no és bo per a la salut (Mall.).

Fon.: 
pɔ́ɾk (or., occ., eiv.); pɔ̞́ɾk (val., mall., men.); pɔ̞́ɾс (Palma, Manacor, Pollença, Felanitx); póɾk (Elna, Serrallonga, Cotlliure, Amer).

Intens.
—a) Augm.: porcàs, porcarro, porcatàs, porcatarro, porcarràs, porcassarro, porcarrot.
—b) Dim.: porquet, porquetxo, porquel·lo, porqueu, porquí, porquiu, porcoi, porcarrí, porcarró, porcarrineu, porcarrinoi, porcarrinet, porcarroi, porcarrinoiet, porcató.
—c) Pejor.: porcot.

Sinòn. 
(vulg.): garrí, gorrí, bacó, cotx, tossino.

Etim.: 
del llatí pŏrcu, mat. sign.

miércoles, 6 de enero de 2021

Lo Camí, V.

Lo Camí a Amazon (tapa blana)

V.

Es verdat que la Pesteta gran se habíe guañat lo seu mote per la seua careta redona y coloradeta y lo seu carácter picán y agre com lo aiguardén. Per afegit ere una bachillera. Y a les bachilleres no los ve mal tot lo que los caigue damún. No teníe cap dret de tratá de dominá al poble. Lo poble volíe sé libre, independén, y an ella ni li anabe ni li veníe, ni li fotíe res, a final de cuentes, si Pancho creíe o no creíe en Deu, si Paco, lo ferré, ere abstemio o bebíe vi, o si son pare de Daniel, lo Mussol, fée lo formache en les mans llimpies o en les ungles brutes. Si aixó li fée escrúpol, que no se minjare lo seu formache y assunto acabat. Daniel, lo Mussol, no creíe que lo que la Pesteta gran fée sigueren actes de una bona dona. Los bons eren los demés que li aguantaben les seues impertinensies y hasta la van nombrá pressidenta de varies assossiassións piadoses.
La Pesteta gran ere un esperpento y un escursó. Antonio, lo Buche, teníe tota la raó al di aixó, encara que lo Buche pensabe mes, al fallá aixina, en la competensia comersial que li fée la Pesteta, que en los seus defectes físics y morals. La Pesteta gran, no obstán lo coló roch de la seua pell, ere alta y seca com una cucaña, encara que no tinguere, com esta, sing duros a la punta. Total, que la Pesteta no teníe res, apart de uns nassos mol dessarrollats, un afán inmoderat o sense cap moderassió de fótres a la vida dels demés y un variat y sempre renovat repertori de escrúpols de consiensia.
A don José, lo mossen, que ere un gran san, lo portabe de vólit.

- Miro vosté, don José - li díe, consevol día, un minut abáns de escomensá la missa -,  anit no vach pugué dormí pensán que si Cristo al Monte dels Olivés se va quedá sol y los apóstols se van adormí, ¿quí va vore que lo Redentó suáe sang?

Don José ajuntabe los ullets, penetráns com agulles de cap:

- Tranquilisa la teua consiensia, filla; eixes coses les coneixem per revelassió.

La Pesteta gran ploriquejabe y fen cuatre pucheros, díe:

- ¿Creu vosté, don José, que podré combregá tranquila habén pensat eixes coses?

Don José, lo mossen, teníe que traure tota la passiensia de Job pera soportála:

- Si no tens datres faltes pots féu.

Y aixina un día y un atre.

- Don José, anit no vach pegá l´ull donánli voltes al assunto de Pancho.
¿Cóm pot ressibí este home lo sacramén del matrimoni si no creu en Deu?

Y unes hores después:

- Don José, no sé si me podrá absoldre vosté. Ahir domenge vach lligí un llibre pecaminós que parlabe de les religións de Inglaterra. Los protestáns están allí en franca majoría. ¿Creu vosté, don José, que si yo haguera naixcut a Inglaterra, haguera sigut protestán?

Don José, lo mossen, tragabe saliva:

- No siríe difíssil, filla.

- Entonses me acuso, pare, de que podría sé protestán de habé naixcut a Inglaterra.

Doña Lola, la Pesteta gran, teníe trenta nou añs cuan Daniel, lo Mussol, va naixe.
Tres añs después, lo siñó la va castigá en lo que mes podíe dóldreli. Pero no es menos sert que la Pesteta gran se va imposá al seu doló en la rigidés y destemplansa en que solíe imposás als seus conveíns. Lo fet de que a doña Lola se la coneguere per la Pesteta gran ya fa pensá que ñagueren datres Pestetes mes menudes. Y aixina ere; les Pestetes ne habíen sigut tres, encara que ara sol ne quedaren dos: la gran y la menuda; les dos Pestetes. Eren filles de un guardia sivil, durán mols añs jefe al poble. Al morí lo guardia, que, segóns les males llengües, que may ne falten, se va morí de pena per no tindre un fill mascle, va dixá uns ahorrets en los que les seues filles van obrí una tenda.
Lo sargento va morí a un tems al que un subofissial de la Guardia Sivil podíe, en lo seu jornal, viure discretamen y encara aforrá una mica. Desde la mort del guardia - la seua dona ya se habíe mort fée añs - Lola, la Pesteta gran, se va fé cárrec de les riendes de la casa. Se va imposá a san germanes per edat y per estatura.

Daniel, lo Mussol, sol va coneixe a dos Pestetes, pero segóns habíe sentit di al poble, la tersera va sé un mun de ossos com elles y, a la seua época, va resultá un problema difíssil diferensiáles sense efectuá, previamen, un minussiós análisis. Res de assó desmentix que les dos Pestetes menudes li faigueren passá, en vida, a san germana gran un verdadé purgatori. La del mich ere dixada y dropa y lo seu carácter y manera de sé trassendíe al poble que, per los crits y estridéns rebomboris que a tota hora eixíen de la trastenda y de la casa de les Pestetes, seguíe la roína, y tirán a pijó, situassió de les relassións fraternals. Assó sí, díen al poble y debíe sé verdat perque u díen tots, que mentres les tres Pestetes van viure juntes may se les va vore faltá un día a la missa de vuit que don José, lo mossen, que ere un gran san, díe a la parroquia, dabán del altá de San Roc. Cap allí caminaben, tiesses y pites, les tres, faiguere fred, ploguere a cabassades o tronare. Ademés marchaben acompassades, marcán lo pas, perque son pare, apart dels ahorrets, les va dixá a les filles en herensia un mol despert y pressís sentit del ritmo militá y atres virtuts castrenses.

Un-dos, un-dos, un-dos; cap a missa marchaben les tres Pestetes, en los seus pits secs, les seues caderes esmirriades y la seua soberbia estatura o alsada, camí de la iglesia, en los vels lligats en un nugo deball de la barbilla y lo breviari deball de un bras.
Un ivern, la del mich, Elena, se va morí. Se va apagá un matí fosc y plovinós de desembre. Cuan la gen va acudí a donáls lo péssame a les dos germanes superviviéns, la Pesteta gran se santiguabe y repetíe:

- Deu u sap tot y es just en les seues dessisións; se ha emportat lo mes inútil de la familia. Donémli grassies. Ya al sementeriet tocán a la iglesia, cuan tapaben en dos tarrossos de terra lo cos descarnat de la Elena - la Pesteta del mich -, unes plañideres o ploradores van escomensá a gañolá.
La Pesteta gran se va encará en elles, aspra y digna y destemplada:

- No la ploréu - va di -; s´ha mort de dessidia.

Y, desde entonses, lo trío se va convertí en dúo y a la missa de vuit que don José, lo mossen, que ere un gran san, resabe dabán del altá de San Roc, se trobabe a faltá lo afilat y justet volumen de la Pesteta difunta. Pero va sé encara pijó lo que li va passá a la Pesteta menuda. A fin de cuentes lo de la del mich va sé dessignio de Deu, mentres que lo de l´atra va sé una fluixesa de la carn y per tan degut al seu libre y despreocupat albedrío. Allabonses se va establí al poble la sucursaleta del bang que ara rematabe un dels costats de la plassa. En lo directó va arribá tamé un ofissialet ben plantat y ben vestit al que sol per vóreli la cara de prop, a través de la finestreta, li portaben los ahorros les veínes del carré. Va sé un bon cuquet lo que va fé aná lo bang pera pessigá esta clientela a la ratera. Un prossedimén que consevol finansié de talla no haguere asseptat, pero que al poble va rendí uns ressultats formidables. Tan va sé que Ramón, lo fill del apotecari, que escomensabe entonses los seus estudis jurídics, se va lamentá no está en condissións encara de elaborá la seua tessis doctoral, que haguere fet mol a gust sobre lo original tema "La influensia de un personal escrupulosamen triat a les economíes de un poble". En lo de "economíes" se referíe a "ahorros" y en lo de "poble", concretamen, a la seua "aldeeta". Lo que passabe es que sonabe mol be alló de "economía de un poble" y li donabe al seu hipotétic treball, y encara que ell u díe en broma, mes altura y un alcáns mol mes ample. En la arribada de Dimas, lo ofissialet del bang, los pares y los mossos vells del poble se van ficá en guardia.
Don José, lo mossen, que ere un gran san, va parlá moltes vegades en don Dimas, apuntánli les grans consecuénsies que lo seu bigot podríe portáli al poble, pera be o pera mal. La assiduidat o frecuensia en la que lo mossen y don Dimas se entrevistaben va menguá bastán lo ressel dels pares y mossos vells y hasta la Pesteta menuda va considerá que no ere imprudén ni irreligiós dixás acompañá, de cuan en cuan, per don Dimas, encara que san germana gran, extremán la prudensia, la censurare a crits en "lo teu libertinaje y descoco són notoris". Lo sert es que a la Pesteta menuda, que hasta entonses li pareixíe aquella vall una presó vuida y sense llum, se li va obrí de repén lo horizonte, la línia que ajunte la terra y lo sel, y sen va acatá, per primera vegada a la seua vida, de la bellesa de les montañes abruptes, tallades a destral, y de la poessía de la verda campiña y de lo sugestiu que ressultabe escoltá esgarrás la nit de la valleta per lo estridén chulit de un tren. Bobades, pero bobades que porten una afilada trassendensia cuan se té lo cor unflat.
Una tarde, la Pesteta menuda va torná del seu acostumat passeo abalotada:

- Maña - va di -. No sé de aón te ve eixa inquina contra Dimas. Es lo milló home que hay conegut may. Avui li hay parlat dels nostres dinés y ell me ha donat en seguida cuatre idees pera colocáls be. Li hay dit que los teníem a un bang de la siudat y que parlaríem tú y yo abáns de dessidí res.

Va aullá, escaldada, la Pesteta gran: - ¿Y ya li has dit que sol són mil duros?

Va sonriure la Pesteta menuda pel menospreu que san germana li fée del seu flat:
- No, naturalmen. De la sifra no li hay dit res - va di.

Lola, la Pesteta gran, va alsá los seus muscles ossuts en ademán de impotensia. Después va cridá, dixán rellissá les paraules, com per un tobogán, pel seu llarg y esmolat nas: - ¿Saps lo que te dic? Que eixe home es un truhán que sen está enfotén de tú.
¿No veus que tot lo poble u comente y sen enriu de la teua tontería? Sirás tú la única que no sen acato, germana. - Va cambiá de repén lo to de la seua veu, suavisánlo -:
tens trenta sis añs, Irene; casi podríes sé la mare de eixe mosso. Pénsatu be.
Irene, la Pesteta menuda, va adoptá una actitut de llevantada, de mar abalotada.

- Me dolen los teus ressels, Lola, pera que u sápigues - va di -. Me fastidien les teues insinuassións. No té res de particulá, crec yo, que se entenguen un home y una dona.
Y no signifique res que se porton uns añs. Lo que passe es que totes les del poble, escomensán per tú, me teníu enveja. ¡Aixó es tot!
Les dos Pestetes se van separá en los nassos pujats. A la tarde siguién, Cuco, lo factó, va anunsiá al poble que doña Irene, la Pesteta menuda, y don Dimas, lo del bang, habíen agarrat lo mixto cap a la siudat. A la Pesteta gran, al enterássen, li va pujá la sang a la cara y li va enterbolí la raó. Se va desmayá. Va tardá mes de sing minuts en recuperá lo sentit. Cuan u va fé, va traure de un apolillat baúl lo traje negre que encara conservabe desde la mort de son pare, se va embuchá en ell, y va marchá a pas ligero cap a la rectoría.

- Don José, Deu meu, quína desgrassia mes gran - va di al entrá.

- Assosségat, serénat, filla.

Se va assentá la Pesteta a una cadira de vime, jun a la taula del retó.
Va interrogá a don José en la mirada.

- Sí, ya u sé; lo Cuco me u ha contat tot - va contestá lo mossen.

Ella va respirá fort y les seues costelles van ressoná com si entrechocaren. Seguidamen se va llimpiá una llágrima, redona y apretada com una gota de aigua que cau de un abre.

- Escóltom en atensió, don José - va di -, ting una horrible duda. Una duda que me rossegue les entrañes. Irene, man germana, es ya una puta, ¿no es aixó?

Lo mossen se va ficá una mica colorat: - Calla, filla. No digues animalades.

Va tancá lo mossen lo breviari que estabe lligín y se va aclarí la gola, pero la seua veu va eixí, no obstán, empañada per una sorda gangossidat.

- Escolta - va di -, no es una prostituta la dona que se entregue a un home per amor.
La ramera es la que fa de lo seu cos y de les grassies que Deu li ha donat un comers ilíssit; la que se entregue a tots los homens per dinés. ¿Compréns la diferensia?

La Pesteta va eixecá lo pit, inexorable: - Pare, de totes maneres lo que ha fet la Irene es un gravíssim pecat, un asquerós pecat, ¿no es sert?
- U es, filla - va contestá lo mossen -, pero no irreparable. Crec que conec a don Dimas y no me pareix mal mosso. Se casarán.

La Pesteta gran se va tapá los ulls en los dits descarnats y va reprimí a miges un gemec:

- Pare, pare, pero encara ña un atra cosa - va di -. A man germana la ha fet caure lo ardó de la sang. Es la seua sang la que ha pecat. Y la meua sang es la mateixa que la della. Yo podría habé fet lo mateix. Pare, pare, me acuso de aixó. De tot cor, horriblemen apenada, me arrepentixgo de aixó.

Se va eixecá don José, lo mossen, que ere un gran san, y li va tocá lo cap en los dits:

- Ves, filla. Vésten cap a casa y tranquilísat. Tú no tens la culpa de res. Lo de la Irene, ya u arreglarem.
Lola, la Pesteta gran, va abandoná la rectoría. En serta manera estabe mes consolada. Per lo camí se va repetí mil vegades que estabe obligada a expresá lo seu doló y vergoña de manera ostensible, ya que pedre la honra sempre es una desgrassia mes gran que pedre la vida. Influída per esta idea, al arribá a casa, va retallá un cartonet de una caixa de sabates, va agarrá un pinsell y en lletres nervioses va escriure: "Tancat per deshonra". Va baixá al carré y lo va enclavá a la porta de la tenda. La botiga, segóns li van contá a Daniel, lo Mussol, va está tancada deu díes en les seues deu nits consecutives.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Lo Decamerón en chapurriau

Proemio

Escomense la primera jornada del Decamerón, a la que, después de la explicassió donada per lo autó sobre la raó per la que va passá que se reunigueren les persones que se móstren enraonán entre elles, se enraóne, gobernán Pampínea sobre lo que mes agrade a cadaú. 

Cuan mes, mol grassioses dames, penso lo piadoses que sou per naturalesa, mes vech que la presén obra tindrá al vostre juissi un prinsipi penós y triste, com es lo dolorós recuerdo de aquella pestífera mortandat passada, universalmen funesta y digna de plos per tots aquells que la van viure o van sabé de ella. Pero no vull que per naixó tos arredro seguí lligín com si entre singlots y llágrimes haguéreu de passá la lectura. Este horrorós escomensamén tos sirá com als camináns una montaña áspra y empinada después de la que se trobe amagat un planet hermossíssim y deleitós com la Belenguera de Beseit, que es mes plassenté contra mes gran ha sigut la duresa de la pujada y después u sirá la baixada. Y aixina com lo final de la alegría sol sé lo doló, les miséries se acaben en la alegría que les seguix. An este curtet disgust (y dic curtet perque se explique en poques paraules) seguirá pronte la dolsó y lo plaé que tos hay prometut y que potsé no siríe esperat de tal escomensamén. Y en verdat si yo haguera pogut decorosamen portátos per un atra part en ves de per una senda tan regallada y empinada com esta, u hauría fet de bona gana; pero ya que la raó per la que van passá les coses que después se lligirán no se podíe manifestá sense este recuerdo, com espentat per la nessessidat me disposo a escríureu.
Dic, pos, que ya habíen los añs de la fructífera Encarnassió del Fill de Déu arribat al número de mil tresséns coranta y vuit (1348) cuan a la ilustre siudat de Florencia, nobilíssima entre totes les atres siudats de Italia, va arribá la mortífera peste que o per obra de los cóssos superiós o per les nostres acsións infames va sé enviada sobre los mortals per la justa ira de Déu per a la nostra correcsió. Habíe escomensat algúns añs abáns al paísos de Orién, privánlos de gran cantidat de habitáns, y, continuán sense descans de un puesto a un atre, se habíe anat escampán misserablemen per Ocsidén. Y no valén contra nella cap sabé ni providénsia humana (com la llimpiesa de la siudat de inmundíssies ordenada per los encarregats de alló y la prohibissió de entrá an ella a tots los doléns y los mols consells donáts per a conservá la higiene) ni valén tampoc les humildes súpliques dirigides a Déu per les persones devotes, no una vegada sino moltes, ordenades en prossesóns o de atres maneres, casi al prinsipi de la primavera del añ abáns dit va escomensá horriblemen y de assombrosa manera a mostrá los seus dolorosos efectes. Y no ere com a Orién, aon a qui li eixíe sang del nas li ere manifest signo de mort inevitable, sino que al seu escomensamén los eixíen als mascles y a les femelles tan a les íngles o entrecuix o daball de les axiles o sobaco, sertes unflós, que algunes creixíen hasta la mida de una poma, y atres se feen com un ou, que eren anomenades bubas per la gen. Y de les dites parts del cos, en poc tems va escomensá la pestífera buba a exténdres a consevol part, inmediatamen va escomensá la calidat de la enfermedat a cambiás en taques negres o pardotes que apareixíen a mols als brassos y per les cuixes y a consevol part del cos, a uns grans y rares y a datres minudes y abundáns. Y aixina com la buba habíe sigut y seguíe sén indissi mol sert de mort futura, lo mateix passabe en estes. Y per a curá tal enfermedat no pareixíe que valguere ni aprofitare cap consell de meche o virtut de medissina; aixina, o per la naturalesa del mal o la ignoránsia de los que medicaben (de los que habíe aumentat mol lo número tan de homes com de dones que may habíen tingut cap coneiximén de medissina) no sabiguéren cóm veníe y no sabíen lo remei. Eren mol pocs los que se curaben abáns del tersé día de la aparissió de les siñals abáns dites, y la mayoría sense cap fiebre ni síntoma, se moríen. Y esta pestilénsia va tindre mes gran forsa perque algúns de los que estaben doléns se abalansáben damún dels sanos en los que se comunicaben, com fa lo foc sobre les coses seques o engrassades cuan se li arrimen mol. Y mes allá va arribá lo mal: que no sol lo parlá y lo tratá en los doléns apegabe als sanos la enfermedat, sino que tamé lo tocá la roba o consevol atra cosa que haguere sigut tocada o empleada per aquells doléns. Y assombrós es escoltá lo que ting que di, que si per los ulls de mols y per los meus propis no haguere sigut vist, no me atrevería a créureu, y mol menos a escríureu per mol digna de fe que fore la persona a qui lay haguera sentit. Dic que de tanta virulénsia ere la calidat de la pestilénsia narrada que no sol passabe del home al home, sino que les coses que habíen sigut del home tamé se contamináben en la enfermedat. Los meus ulls van sé testigos un día de aixó: están les despulles de un pobre home mort de tal enfermedat aviáts a la vía pública, y entropessán en ells dos gorrinos, y com segóns la seua costum tot u furgaben, lo estiraben de les galtes primé en lo morro y después en les dens, un momén mes tart, después de unes contorsións y com si hagueren pres veneno, los dos van caure morts an terra damún de les maltratades despulles del home mort. De estes coses, y de bastantes mes paregudes an estes y encara de mes grosses, van náixe temós y superstissións als que quedaben vius, y casi tots se inclinaben a un reméi mol cruel com ere esquivá y fugí dels doléns y de les seues coses; y, fénu, cadaú creíe que conseguíe la salut per an ell mateix. Y ñabíen algúns que pensaben que viure moderadamen y guardás de tot lo innessessari podríe oferí gran ressisténsia a la enfermedat y, reunida la seua compañía, vivíen separats de tots los demés apartánse y tancánse an aquelles cases aon no ñaguere cap dolén y se puguere viure milló, minján en gran prudénsia minjás fins y mol bons vins y fugín de tot exés, sense dixás parlá per ningú ni sentí cap notíssia de fora, ni de morts ni de doléns, tocán instruméns y en los plaés que podíen tindre se entreteníen. Uns atres, de la opinió contraria, afirmaben que la medissina sertíssima per an este mal ere lo beure mol y lo gosá y aná cantán de passeo, divertínse, y satisfé la gana en tot alló que se puguere, y riure y burlás de tot lo roín que passare; y tal com u díen, u féen, anán de día y de nit ara an esta taberna ara a l’atra, bebén tan com sed tingueren y sense pará cap cuenta, y fen sol les coses que los donáben gust o plaé. Tot aixó u podíen fé fássilmen perque tot lo món habíe abandonat les seues coses y cases, per lo que moltes se habíen fet comunes y les feen aná los extrañs, ocupes, igual que les haguere empleat lo propi amo. Y en tot este comportamén de fieres, fugíen de los doléns. Y en tan gran aflicsió y miséria de la nostra siudat, estabe la reverenda autoridat de les leys, tan de les divines com de les humanes, tota caiguda y apocada per los seus ministres y ejecutós que, com los atres homes, estaben doléns o morts o se habíen quedat sense criats y no podíen fé cap ofissi; aixina li ere líssit a tot lo món fé lo que li donare la gana. Mols atres observaben una vía intermija: ni aforrán les viandes com los primés ni allargánse en lo beure y en los atres libertinajes tan com los segóns, segóns la gana, y sense tancás, eixín a rondá portán a les máns flos, herbes que féen bona auló com romé, timó, fonoll y espígol, o algunes espéssies, que se portaben al nas assobín contra lo aire impregnat de la pudina y corrompina de los cóssos morts y carregat y pudén per la enfermedat y les medissines. Algúns eren de sentiméns mes cruels (com si fore mes segú) dién que cap medissina ere milló ni tan bona contra la peste que fugí de ella; y no cuidánse de res mes que de ells mateixos, mols homes y dones van abandoná la propia siudat, les propies cases, les seues possesións y als seus paréns y totes les seues coses, y van buscá atres terres, com si la ira de Déu no haguere de seguíls per a castigá la maldat de los homes en aquella peste y sol haguere de oprimí an aquells que se trobaren dins de los muros de la seua siudat com avisán de que cap persona teníe que quedá allí viva. Y encara que de estos que opinaben de diferentes maneres no van morí tots, no per naixó tots se salvaben. Sen ficaben doléns mols a tot arreu, y habén donat ells mateixos ejemplo cuan estaben sanos als que sanos quedaben, ara se quedaben abandonats per tots. Y no diguém ya que un ressidén esquivare al atre y que casi cap veí cuidare del atre, y que los paréns poques vegades o may se visitaren, y en tal cas, de lluñ. En tan espán habíe entrat esta amargura al pit de los homes y de les dones, que un germá abandonabe al atre y lo tío al nebot y la germana al germá, y moltes vegades la dona al seu home, y lo que mes gros es y casi increíble, los pares y les mares als fills, com si no foren seus, evitaben visitáls y aténdrels. Per lo que als que se ficaben doléns, que eren una multitut incontable, tan homes com dones, cap atre auxilio los quedabe que o la caridat de los amics, de los que ne ñabíen pocs, o la avaríssia de los criats que per unflats salaris y abusius contrates servíen, encara que en tot alló no sen trobaren mols y los que se trobaben eren homes y dones de poc suc, y ademés gens acostumbrats a serví, que casi no valíen per a res mes que per a portá als doléns algunes coses que demanáren o miráls cuan se moríen; y servín en tal mal servissi, se perdíen ells moltes vegades en lo guañat. Y com los doléns eren abandonats per los veíns, los paréns y los amics, y ñabíe falta de criats se va seguí una costum may vista hasta entonses:
que a cap dona per bella o garbosa o noble que fore, si se ficabe dolenta, no li importabe tindre al seu servissi a un home, com fore, jove o no, ni mostráli sense cap vergoña totes les parts del seu cos com haguere fet a un atra dona, si u demanabe la nessessidat de la seua enfermedat. Aixina que aquelles que se van curá van tindre después menos honestidat.
Y ademés, va vindre de alló la mort de mols que si hagueren sigut ajudats se hauríen salvat. Faltaben servíssis que los doléns no podíen tindre y per la forsa de la peste ere tanta a la siudat la multitut de los que de día y de nit se moríen, que fée fredó sentíu di, y mes vóreu. Casi per nessessidat, coses contráries a les costums de los siudadáns van náixe entre los que quedaben vius. Ere costum, aixina com ara encara u veém, que les dones paréns y veínes se ajuntaren a la casa del mort, y allí, en aquelles que mes lo tocaben, ploraben; y per un atra part dabán de la casa del mort en los seus paréns se reuníen los seus veíns y mols atres siudadáns, y segóns la calidat del mort allí veníe lo clero, y lo difún, a muscles dels seus iguals, en un funeral de pompa de sera y cántics, a la iglesia triada per nell abáns de la mort ere portat. Estes coses, después de escomensá a aumentá la ferossidat de la peste, casi del tot o en gran part van pará, y unes atres noves van vindre al seu puesto. Per lo que no sol sense tindre moltes dones al voltán se moríe la gen sino que eren mols los que de esta vida passaben a l’atra sense testigos; y mol poquets ñabíe de aquells que ressibíen les piadoses ploreres y les amargues llágrimes dels seus paréns. Al revés, en ves de llágrimes van sé mes normals les risses y los chistes y lo festejá en compañía. Esta costum, les dones, la habíen adeprés mol be. Y ere mol raro vore cadávers que foren acompañats per mes de deu o dotse dels seus veíns a la iglesia; als que ya no portaben a muscles los honrats y amats siudadáns, sino una espéssie de enterradós eixits de la gen baixa que se féen cridá faquines y féen este servissi cobrán be, ficánse daball del ataúd y portánlo en pressuroses passes, no an aquella iglesia que s´haguere abáns de la mort disposat, sino a la que estabe mes prop lo portaben, detrás de cuatre o sis móssens, en poques llums, y a vegades sense cap. En la ajuda de los faquines, sense cansás en un ofissi massa llarg o solemne, a consevol sepultura desocupada, la que primé trobaben, de terra lo colgaben. De la gen baixa, y potsé de la mijana, lo espectácul encara estabe ple de mes miséria, perque éstos, o per la esperansa o la pobresa retinguts la mayoría a les seues cases, quedánse als seus barris, sen ficaen doléns per milenás cada día, y no sén ni servits ni ajudats per dingú, sense cap redensió se moríen tots. Y mols acababen a la vía pública, de día o de nit; y si se moríen a les seues cases, en la corrompina dels seus cóssos féen sentí als veíns que estaben morts; y entre éstos y los atres que per tot arreu se moríen, una aglomerassió. Ere sobre tot observada una costum per los veíns, moguts mes per la temó de que la corrupsió de los morts no los ofenguere que per l´amor que tingueren als finats. Ells, o sols o en ajuda de algúns portadós cuan ne podíen tíndre, traíen de les cases los cóssos de los morts y los ficaben dabán de les portes (aon, espessialmen pel matí, haguere pogut vore un sensenúmero de ells qui se haguere passejat per allí) y allí féen vindre los ataúds, y va ñabé mols als que per no ñabén los van ficá damún de consevol tauló. Tampoc va sé un sol ataúd lo que se va emportá juntes a dos o tres persones; ni va passá una vegada sol, sen hagueren pogut contá bastantes, que la dona y lo home, dos o tres germáns, o lo pare y lo fill, anigueren juns a la caixa. Y moltes vegades va passá que, anán dos móssens en una creu a per algú, se van ficá tres o cuatre ataúds, portats per portadós, detrás de ella; y aon los retós creíen tindre un mort per a sepultá, sen ajuntaben sis o vuit, o potsé mes. Tampoc eren éstos en llágrimes o llums o compañía honrats, la cosa habíe arribat a tan que igual se cuidabe de los homes que moríen com de les cabres; per lo que va apareixe manifestamen que alló que lo curs natural de les coses no habíe pogut en los seus minuts y raros mals mostrá als sabios que se debíe soportá en passiénsia, u fée la grandesa de los mals hasta en los simples, aprofitats y despreocupats. Per a la gran caterva de morts que a totes les iglesies, tots los díes y casi totes les hores, ere conduída, no ñabíe prou terra sagrada als fossás (y máxime volén doná a cadaú un puesto propi segóns la antiga costum), se féen per los sementeris de les iglesies, después de está tot ple, fósses grandíssimes a les que se ficaben per sentenás los que arribaben, y com se fiquen les mercansíes als barcos en capes apissonades, en poca terra se colgaben hasta que arribabe a ran de terra. Y per a no aná buscán per la siudat tots los detalls de les nostres passades miséries, dic que no tampoc sen va salvá lo campo dels voltáns. Dixán los burgos, que eren pareguts, per poblassió, a la siudat, per les aldees escampades per nell y los campos, los llauradós pobres y les seues famílies, sense meches ni ajuda de criats, per los carrés y per los collets y per les cases, de día o de nit, no com a homes sino com a bésties se moríen. Estos, dixades les costums com a les siudats, no se ocupaben de cap de les seues coses o faenes; y tots, com si esperaren a la mort, se esforsaben en tot lo seu talento no en ajudá als fruits de los animals y de la terra y de los seus passats traballs, sino en gastá tot los que teníen a má. Per lo que los bueys, los burros, les ovelles, les cabres, los gorrinos, los pollastres y hasta los mateixos gossos fiels al home, van sé expulsats de les cases y aventáts per los campos, aon les cullites estaben abandonades, sense sé ni arreplegades ni segades, y los animals campaben per aon los apetíe y se acampaben com podíen; y mols, com si foren rassionals, después de habé pasturat be durán lo día, per la nit sen entornaben fartets a les seues cases sense cap guía de pastó. ¿Qué mes pot dis, dixán lo campo y tornán a la siudat, tanta va sé la crueldat del sel, y potsé en part la de los homes, que entre la forsa de la pestífera enfermedat y per sé mols doléns mal servits o abandonats per la temó que teníen los sanos, a mes de sen mil criatures humanes, entre mars y juliol, se té per sert que dins de los muros de Florencia los va sé arrebatada la vida, que potsé abáns de la enfermedat no se hauríe estimat que ñaguere a dins tanta gen? ¡Oh qué grans palaus, cuántes cases tan majes, cuántes nobles morades plenes per dins de gen, de Siñós y de dames, se van quedá forres hasta de chiquets! ¡Oh cuáns memorables linajes, cuántes amplíssimes herénsies, cuántes famoses riqueses se van vore quedá sense hereu! ¡cuáns valerosos homes, cuántes hermoses dones, cuáns joves ben pitos als que Galeno, Hipócrates o Esculapio hagueren jusgat saníssims, van amorsá en los seus paréns, compañs y amics, y arribat lo tardet van sopá en los seus antepassats a l´atre món!
A mí mateix no m´agrade aná revolcánme entre tantes miséries; per lo que, dixán les que puc evitá, dic que, están la nostra siudat de habitáns casi forra, va passá, aixina com yo u vach sentí a una persona digna de fe, que a la venerable iglesia de Santa María la Nova, un dimats de matí, no ñabén casi cap atra persona, sentits los divinos ofissis en hábits de dol, com demanáben éixos tems, se van trobá sat dones joves, unides o per amistat o per vessindat o per sé familia, de les que cap habíe passat los vin añs ni ne teníen menos de devuit, discretes totes y de sang noble y hermoses de figura, adornades en robes, y honestes. Los seus noms diría yo com cal si una justa raó no me impediguere féu, no vull que per les coses contades de elles que vénen ara, y per lo escoltat, cap pugue avergoñís mes abán, están avui una mica mes restringides les leys del plaé que allacuanta, per les raóns abáns dites. Ni tampoc vull doná materia als envejosos (disposats a deshonrá tota vida loable), de disminuí de cap manera la honestidat de les valeroses dones en converses desconsiderades. Pero, sin embargo, per a que alló que cada una va di se pugue compéndre sense confusió, en noms conveniéns a la calidat de cada una, les nombraré: La primera, y la de mes edat, se dirá Pampínea, la segona Fiameta, Filomena la tersera, la cuarta Emilia, Laureta la quinta, la sexta Neifile, y la radera, la séptima, Elisa.

Estes mosses se van ajuntá a una de les parts de la iglesia com preparades a sentás en corro, y después de mols suspiros, dixán de resá padrenuestros, van escomensá a cavilá sobre la condissió de los tems moltes y variadas coses; y después de un rato, callán les demés, aixina va escomensá a parlá Pampínea:

- Vatres podéu, volgudes Siñores, tan com yo habé sentit moltes vegades que a dingú ofén qui honestamen fa ús del seu dret. Natural dret es de tots los que náixen ajudá a conservá y deféndre la seua propia vida tan com poden, y consedíume aixó, ya que alguna vegada ya ha passat que, per conservála, se hayguen matat homes sense cap culpa. Y si aixó consedixen les leys, que regulen lo bon viure de tots los mortals, honesto es que, sense oféndre a dingú, natros y consevol atre, faiguém aná los micháns que pugám per a la conservassió de la nostra vida. Sempre que me fico a considerá les nostres acsións de este matí y les ya passades y penso cuáns y quins són los nostres pensaméns, compreng, y vatres igual u podéu compéndre, que cada una de natros tingue temó per nella mateixa; y no me maravillo per naixó, me admiro de que passánmos a totes lo tindre sentimén de dona, no agarrém alguna compensasió de alló que en raó temém. Estém vivín aquí, al meu paréixe, com si vullguérem y tinguérem que sé testigues de cuans cóssos morts se porten a la sepultura, o escoltá si los flares de aquí dins (lo número de ells ya casi ha arribat a cero) cánten los seus ofissis a les hores que toque, o mostrá a consevol que aparégue, per los nostres hábits, la calidat y la cantidat de les nostres miséries. Y, si eixím de aquí, o veém cóssos morts o doléns portats per los carrés, o veém aquells a qui per los seus crímens o maleses la autoridat de les públiques leys ha condenat al exili, burlánse de elles perque van sentí que los seus ejecutós estaben morts o doléns, y en violénsia y fogosidat recórren la siudat, o als merdes y brossa de la nostra siudat sentí que los diuen faquines, y sentí cansonetes deshonestes que mos insulten. Y no sentím mes que «estos están morts», y «tals atres están morínse»; y si ñaguere qui puguere féu, per tot arreu sentiríem doloroses ploreres. Y si a les nostres cases torném, no sé si a vatres com a mí tos passe: yo, de familia numerosa, no vach trobá datra persona an ella mes que a la meua criada, me esglayo y séntigo que me se esturrufen los pels, y me pareix, aon sigue que vach o me quedo, vore la sombra de los que han mort, y no en les cares que solíen tindre, sino en un aspecte horrible, monstruós, no sé aón adquirit, y me espanto. Tan aquí com fora de aquí, y a casa, me trobo mal, y mes ara que me pareix que no ña cap persona que encara tingue pols al señ y puesto aon aná, com tením natros, dingú que se haygue quedat aquí mes que natres. Y hay sentit y vist moltes vegades que si algúns ne queden, aquells, sense fé cap distinsió entre les coses honestes y les que no u són, sol en que les ganes lay demánon, y sols o acompañats, de día o de nit, fan lo que milló sels oferix; y no sol les persones libres sino tamé les tancades als monasteris o convéns, convensudes de que los convé alló, trencades les leys de la obediénsia, se donen a delíssies carnáls, de esta manera pénsen salvás, y se han fet lujurioses, cachondes y depravades. Y si aixina es, com se veu, ¿qué fem aquí natros?, ¿qué esperám?, ¿qué ensomiám? ¿Per qué tením mes perea y som mes lentes per a la nostra salvassió que tots los demés siudadáns? ¿mos reputém de menos valor que tots los demés?, ¿o creém que la nostra vida está lligada en cadenes mes fortes al nostre cos que les de los atres? Estém equivocades, mos engañám, qué tontes som si u creém aixina. Tan com vullguém recordá cuáns y quins han sigut los joves y les dones vensuts y vensudes per esta cruel pestilénsia, tindrém una demostrassió claríssima. Y per naixó, no sé si tos pareixerá a vatres lo que a mí me pareix: yo penso que, aixina com mols u han fet abáns que natros y fan, ixquém de esta terra y anigám a les nostres viles del campo (totes ne tením) y allí tingám festa, alegría y plaé sense traspassá lo límit de lo raonable. Allí se sénten cantá los muixonets, se veuen verdejá los collets y los plans, y les finques plenes de blat, sivada y avena fan oles com lo mar y ñan moltes classes de ábres, y lo sel es mes cla y blau y ubert. Lo sel, per mol enfadat que estigue, no mos negue les seues belleses eternes, que mol mes majes són que los muros de la nostra siudat. Y es allí, ademés, lo aire mes fresquet y puro, y de les coses que són nessessáries a la vida ña allí mes abundánsia, y ñan menos de les que estorben: perque allí, encara que tamé se móriguen los llauradós com aquí los siudadáns, ofén menos, perque ñan menos cases y habitáns que a la siudat. Y aquí, per un atra part, si u vech be, no abandoném a dingú, abáns podém en verdat di que ham sigut abandonades: perque los nostres, o morínse o fugín de la mort, com si no siguérem seues mos han dixat en tanta pena. Cap reproche pot fes a seguí este consell, mentres que lo doló y lo disgust, y potsé la mort, podríen víndremos si no lo seguim. Y per naixó, si tos pareix, en les nostres criades y fénmos seguí de les coses oportunes, avui an este puesto y demá an aquell, la alegría y la festa que an estos tems se pugue crec que estará be que les disfrutém; y que mos estiguém allí hasta que veigam (si primé la mort no mos alcanse) quin final reserve lo sel an estes coses. Y enrecordéuton que no es res roín anámon honestamen cuan gran part de los atres deshonestamen se queden.
Habén escoltat a Pampínea les atres dones, no sol van alabá lo seu raonamén y consell sino que, en dessich de seguíl, habíen ya entre elles escomensat a considerá lo modo de féu, com si al eixecás de aon estaben assentades inmediatamen hagueren de ficás en camí. Pero Filomena, que ere discretíssima, va di:
- Siñores, per mol ben dit que haigue estat lo raonamén de Pampínea, no ham de córre a féu aixina com pareix que voléu. Tos recordo que som totes dones y no ña cap tan chiqueta com per a no sabé cóm se gobernen les dones juntes sense la providénsia de cap home. Som caprichoses, abalotadores y abalotades, desconfiades, temoriques y apocades, coses per les que mol dudo que, si no agarrém un atra guía mes que la nostra, se desfará esta compañía mol pronte y en menos honor per a natros del que siríe menesté: y per naixó bo es péndre providénsies abáns de escomensá.
Va di entonses Elisa:
- En verdat los homes són lo cap de la dona y sense la seua direcsió poques vegades arribe alguna de les nostres obres a un fin loable: pero ¿cóm podém trobá estos homes? Totes sabém que de los nostres están la mayoría morts, y los atres que viuen s´han quedat un aquí y un atre allá, sense que sapigám aón, fugín de alló de lo que natros tamé volém fugí, y lo admití a extrañs no siríe convenién; per lo que, si volém córre detrás de la salut, mos convé trobá lo modo de organisámos de tal manera que allí aon volém trobá gust y repós no trobém disgust y escándol. Mentres les dones estaben en estos raonaméns, entren a la iglesia tres joves, que no u eren tan per a que no tinguere lo menos vintising añs lo mes jove: ni la calidat y perversidat de los tems, ni la pérdua de amics y de paréns, ni la temó habíe pogut extinguí l´amor en ells, ni siquiera arrefredál. A un li díen PánfiloFilostrato lo segón y lo radé Dioneo, tots amables y cortesos; y estaen buscán a les seues dames, que estaben entre les sat nomenades, y les atres eren paréns de algún de ells. Pero primé van arribá ells als ulls de éstes que éstes van sé vistes per nells; per lo que Pampínea, entonses, sonrién va escomensá:

- La fortuna mos es favorable y mos ha ficat dabán an estos joves valerosos que mos farán en gust de guíes y criats.
Neifile, entonses, que se habíe ficat tota roija de vergoña perque ere una de les amades per los joves, va di:
- Pampínea, per Déu, mira lo que dius. Reconeixco que només coses bones poden dis de consevol de ells, y crec que poden oferí bona y honesta compañía no sol a natros sino a datres mol mes hermoses y estimades del que natros som; pero com es cosa manifesta que están enamorats de algunes de les que aquí están, ting temó de que mos seguixquen difamassións y reproches, sense tindre cap culpa ni natros ni ells, si mols emportém en natros.
Va di entonses Filomena:
- Ixo rai; allá aon yo honestamen viga y no me rossego la consiénsia, que parlo qui vullgue en contra: Déu y la verdat agarrarán per mí les armes. Pos, si estigueren disposats a vindre podríem di en verdat, com Pampínea va di, que la fortuna mos es favorable.

Les demés, sentín an estes parlá aixina, de acuerdo van di totes que foren cridats y sels diguere la seua intensió; y los rogaren que vullgueren tíndreles per compañía al viache. Per lo que, sense mes paraules, ficánse de peu Pampínea, que per consanguinidat ere parenta de un de ells, se va atansá cap an ells, que estaben parats com estaquirots miránles y, saludánlos en alegre gesto, los va fé manifesta la seua intensió y los va rogá en nom de totes que en puro y fraternal ánimo vullgueren tíndreles com a compañía. Los joves van creure primé que los fee la burla, pero después van vore que la dama parlabe en serio y van declará alegremen que estaben preparats, y sense mes tardansa, van doná órdens del que s´habíe de fé per a prepará la partida. Y ordenadamen fen prepará totes les coses oportunes y enviades aon ells volíen aná, en son demá de matí, aixó es, en dimecres, al clarejá lo día, les dones en algunes de les seues criades y los tres joves en tres dels seus criats, eixín de la siudat, se van ficá en camí, y no mes de dos milles se habíen alluñat de ella cuan van arribá al puesto primé dessidit. Estabe tal puesto a lo alt de una montañeta, per tot arreu una mica separat dels camíns, ñabíen diferéns arbustos, abrets, ábres y plantes, tots y totes verts y verdes, frondosos y frondoses y agradables de mirá; a la punta del puch ñabíe una masada en un gran y hermós pati al mich, y en galeríes y en sales y en alcobes totes elles bellíssimes y adornades en alegres pintures dignes de sé mirades, en pradets al voltán y en jardíns maravillosos y en pous de aigua fresquíssima y en bodegues plenes de pressiats vins: coses mes apropiades per als bons bebedós que per a les sobries pero no abstémies y honrades dones. La masada, ben agranada y en les alcobes y los llits fets, y plena de cuantes flos se podíen trobá a la estassió, y alfombrada en rames de jungs escampadetes, va ressibí la compañía que arribabe. Y al reunís per primera vegada, va di Dioneo, que mes que cap atre jove ere agradable y ple de ingenio:

- Siñores, la vostra discressió mes que la nostra previssió mos ha guiát aquí; yo no sé qué es lo que intentéu fé als vostres pensaméns: los meus los hay dixát yo a dins de les portes de la siudat cuan en vatres hay eixit de ella, y per naixó o vatres tos disposéu a entretíndretos y a riure y a cantá en mí (tan, dic, com convé a la vostra dignidat) o me donéu llissensia per a que a per los meus pensamens men entorna y me queda an aquella siudat desolada.
A lo que Pampínea, com si s´haguere desfet de tots los seus pensamens, va contestá alegre:
- Dioneo, mol be parles: ham de viure en alegría, pos les tristeses mos han fet fugí. Pero com les coses que no tenen orden no poden durá mol tems, yo que vach sé la inissiadora de los contactes per los que se ha format esta bona compañía, pensán en la continuassió de la nostra alegría, estimo que es de nessessidat triá entre natros an algún com a prinsipal a qui honrém y faigám cas com a superió, pero que tots los seus pensaméns se dirigíxquen a fémos viure alegremen. Y per a que tots próbon lo pes de les preocupassións jun en lo plaé de la autoridat, dic que a cadaú per un día se li dono lo pes y en ell lo honor, y quí sirá lo primé de natros se faigue per elecsió de tots. Los que continuarán, al arrimás la nit, sirán aquell o aquella que vullgue lo Siñó o Siñora del día, y los Siñós, segóns lo seu arbitri, durán lo día del seu señorío, ordenarán lo modo en que ham de viure. 

Estes paraules van agradá y a una veu la van triá com a Reina del primé día, y Filomena, corrén mol depressa cap a un lloré, perque moltes vegades habíe sentit parlá de cuán honor donáe a qui ere en lloré coronat, agarrán algunes rames, va fé una guirnalda o corona ben arreglada y lay va ficá damún de la coroneta. Va sé alló, mentres va durá aquella compañía, manifest signo a tots los demés del Real Señorío y privilegio. Pampínea, feta Reina, va maná que tots callaren, y habén fet ya cridá allí als criats de los tres joves y a les seues criades; y callán tots, va di:

- Per a doná lo primé ejemplo a tots vatros, per a que la nostra compañía en orden y en plaé y sense cap deshonor vixque y duro tan com pugám, nombro primé a Pármeno, criat de Dioneo, lo meu senescal, y an ell encomano lo cuidado y la solissitut per a tota la nostra familia y lo que perteneix al servissi de la sala. Sirisco, criat de Pánfilo, vull que sigue administradó y tessorero y que seguixque les órdens de Pármeno. Tíndaro, al servissi de Filostrato y de los atres dos, que se ocupo de les seues alcobes cuan los atres, ocupats en los seus ofissis, no puguen ocupás. Misia, la meua criada, y Licisca, de Filomena, estarán seguit a la cuina y prepararán les viandes que digue Pármeno. Quimera, de Laureta, y Estratilia, de Fiameta, volém que estiguen pendentes del gobern de les alcobes de les dames y de la llimpiesa de los puestos aon estiguém. Y a tots en general, volém y los ordenám que se guardon, aon sigue que vaiguen, de consevol puesto del que tornon, consevol cosa que séntiguen o veiguen, y de portá de fora cap notíssia que no sigue alegre. -

Y donades estes órdens, eixecánse de peu, va di:
Aquí ñan jardíns, aquí ñan prats, aquí ñan atres puestos mol bons, per los que vaigue cadaú al seu gust a esparsís; y al sentí lo toque de tersia, tots estiguen aquí per a minjá a la fresca.
Despedida, pos, per la ressién Reina, la alegre compañía, los joves y les belles dones, parlán de coses agradables, en pas lento, sen van aná per un jardí fénse hermoses guirnaldes de flos y fulles y cantán amorosamen. Y después de habé passat aixina lo rato que los habíe sigut consedit per la Reina, tornán a la masada, van vore que Pármeno habíe escomensat lo seu ofissi, per lo que, al entrá a una sala de la planta baixa, allí van vore les taules parades en mantels blanquíssims y en tasses que pareixíen de plata, y totes les coses cubertes de flos y de rames de ginesta; per lo que, rentánse tot les máns, com li va apetí a la Reina, segóns lo juissi de Pármeno, tots van aná a assentás. Les viandes delicadamen fetes van arribá y van sé escansiats vins finíssims, y en silénsio los tres criats van serví les taules. Alegrats tots per estes coses, que eren hermoses y ordenades, en plassenté ingenio y en festa van minjá; y eixecades les taules, com totes les dames sabíen ballá los danzes de carola, y tamé los joves, y part de ells tocá y cantá mol be, va maná la Reina que vinguéren los instruméns: y per orden seua, Dioneo va agarrá un laúd y Fiameta una viola, y van escomensá a tocá una dansa suave. Per lo que la Reina, en les atres dames, agarránse de la má en corro en los joves, com si fore una sardana o un ball sardo, en pas lento, enviáts a minjá los criats o sirviéns, van escomensá una carola: y cuan la van acabá, van cantá cansóns amables y alegres. Y aixina van passá tan tems com a la Reina li va pareixe, antes de maná que sen teníen que aná a dormí; donán a tots llisénsia, los tres joves a les seus alcobes, separades de les de les mosses, sen van aná. En los llits ben fets y tot ple de flos com la sala se van trobá. Igualmén les seues les dames, per lo que, despullánse, se van gitá a dormí.
No fée mol que habíe sonat nona cuan la Reina, eixecánse, va fé eixecás a tots los demés, afirmán que ere roín dormí massa de día. Van amorsá be y van passá lo rato, y después sen van aná a un prat aon la herba ere verda y alta y lo sol no podíe entrá ni per cap regata; y allí, aon se sentíe un suave airet, tots se van assentá en corro sobre la verda herba tal com la Reina va volé. Y ella los va di:
- Com veéu, lo sol está alt y la caló ya aprete, y res se sen mes que les chicharres als olivés o les oliveres, per lo que aná ara a consevol puesto siríe sense duda tontería. Aquí estem be y fresquets, y ñan, com veéu, tableros y pésses de ajedrez, y cadaú pot, segóns lo que al seu ánimo li dono mes plaé, chalá. Pero si tos vinguere en gana, podríem contámos cuentos y aixina passaríem esta calenta part del día. Cuan haigáu acabat tots de contá una história cadaú, lo sol ya haurá baixat y haurá menguat la caló, y podríem aná a entretíndemos aon mes gust mos dono; y per naixó, si aixó que hay dit tos agrade (ya que estic disposada a seguí lo vostre gust), fému; y si no tos apetiguere, que faigue cadaú lo que mes li agrado hasta la hora de véspres. Les dones y tots los homes van alabá lo novelá.

- Entonses - va di la Reina - , si tos apetix, an esta primera jornada vull que cadaú parlo del que mes li chauche.
Y girada cap a Pánfilo, que estabe assentat a la seua dreta, amablemen li va di que en una de les seues históries escomensare; y Pánfilo, sentit lo mandato, rápidamen, y sén escoltat per tots, va escomensá aixina:

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Lo Decamerón en chapurriau