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jueves, 13 de febrero de 2020

historia, castellano

http://revistamito.com/historia-de-la-lengua-espanola-lexico/

Esbozo de la historia externa de un idioma.

A la lengua española, como a todas, la crean sus hablantes. Por eso resulta imprescindible conocer las relaciones sociohistóricas que tuvieron aquellos antiguos dueños de nuestro idioma con visigodos, árabes, franceses, indios americanos y anglófonos. La mejor prueba de ese ir y venir por los cruces de caminos que es la historia de una lengua quedó plasmada en parte del vocabulario actual.

Como es bien sabido, los orígenes del español se remontan al latín, aquella lengua que hablaban los romanos en lo que en su época podría considerarse casi medio mundo.
Allá por el año 19 a.C. puede entenderse que termina la conquista romana de Hispania, con la incorporación al Imperio de los pueblos norteños más rebeldes.
Se entiende que, a partir de ese momento, los habitantes de la antigua Iberia –que así era conocida entre los griegos– hablaban una lengua más o menos común a toda la Romania –como se conoce a todo el territorio conquistado por los romanos–: el latín clásico.
Con el paso de los siglos, como es natural en todas las lenguas, este latín oral se fue alejando de la lengua que se hablaba en el Imperio del siglo I d.C. hasta dar lugar a una variedad común a toda la Romania: el latín vulgar.
A esta fragmentación diacrónica –en el tiempo– cabe añadir una fragmentación diatópica –en el espacio–, típica de los diversos avatares históricos que sufrieron los distintos pueblos que se encontraban bajo el yugo romano y que se acentuaría tras la desaparición de este.
En efecto, del año 476 d.C. se entiende como canónica la caída del Imperio Romano de Occidente (el de Oriente duró hasta 1453, que es cuando tuvo lugar la llegada otomana a Constantinopla, antigua Bizancio, actual Estambul), lo que conlleva una fragmentación política de sus territorios.
En Hispania entonces toman fuerza diversos pueblos germanos –vándalos, suevos y alanos– que habían llegado hacia el 409 d.C. y que pronto son sustituidos por los visigodos, también germanos, que se hacen con el poder de Toledo hacia el 507 d.C.
https://es.wikipedia.org/wiki/Invasiones_germ%C3%A1nicas_en_la_pen%C3%ADnsula_ib%C3%A9rica
Todos estos pueblos, especialmente los segundos, habían sido considerablemente romanizados, sobre todo aquellos que vivían en las grandes urbes de la Romania. No puede entonces sorprender que la lengua que hablasen fuese ya cierto latín vulgar, es decir, un latín clásico modificado por algunos cambios fonéticos y morfosintácticos que hacían que se pareciese muy poco a la lengua de Cicerón.
La huella más clara que dejaron los visigodos en nuestro idioma se plasma en el léxico, es decir, el vocabulario.
Palabras como guerraguiaryelmorobar o tregua pasaron a formar parte del protorromance de esa época. Hoy son denominados ‘germanismos’.
La crisis sociopolítica del Reino Visigodo permitió, en cierto modo, que Hispania rompiera lazos de comunicación con el resto de la Romania, lo que lingüísticamente se plasmaría en una serie de cambios que iban a ser típicos de las variantes habladas aquí y no en cualquier otra zona del antiguo Imperio Romano.
Linguistic_map_Southwestern_Europe
DE RISA la expansión del catalán JA JA JA !
La que se puede considerar la siguiente fase en la historia de la lengua comienza con la llegada de los musulmanes a la Península (711), cuyo asentamiento durante ocho siglos (hasta 1492), aparte de influir enormemente en la creación de una identidad común cristiana, abanderada política y económicamente por el proceso de la Reconquista, facilitará el enriquecimiento de la lengua castellana con la aportación de numerosos arabismos como, por ejemplo:
alfombraalcaldealmacénalcázararrozazúcarazafrán o algodón.
A modo de curiosidad, el hecho de que la inmensa mayoría de ellos comiencen por al– (ال) se debe a que esta es la forma del artículo determinado en árabe (invariable en género y número). Si comienza sólo por a– es porque en árabe se asimila el artículo (es decir, se pierde la l) ante palabras que empiezan por consonante sibilante (como la s), dental (como la t o la d) o vibrante (como la r), que se pronuncian geminadas (es decir, dobladas). Por ejemplo, no se diría *altaúd sino attaúd (> ataúd). Y, como el amable lector habrá observado, la utilización actual es, efectivamente, redundante, ya que al decir el arroz, estamos diciendo, literalmente, ‘el el roz’, lo que se trata de un fenómeno comprensible, dada la pérdida de la transparencia (el hablante de romance medieval no tiene por qué saber que al– es el artículo y usa la palabra con él) y su natural reinterpretación (al incorporar la palabra a la morfosintaxis romance, se necesita añadir el artículo, como sucede con cualquier otro nombre).
Esbocemos, pues, un mapa lingüístico medieval de la Península. En el oeste, el gallego-portugués rige la vida gallega en convivencia con el astur-leonés. En el centro, el castellano se abre paso poco a poco, conviviendo con el riojano, el navarro-aragonés y el euskera (vasco, vascuence, eúskaro, que le prestó palabras como chatarralegañapestañapizarra o izquierda). En la costa este, la principal población habla esencialmente catalán. JA JA JA !
En el sur, los cristianos que viven en Al-Ándalus hablan un idioma romance (el llamado ‘mozárabe’ o, para mayor precisión, el ‘romanandalusí’ o ‘latino’, que era como se denominaban a sí mismos) que, escrito en ocasiones de forma aljamiada –es decir, utilizando el alifato, que es lo mismo que el alfabeto árabe–, desaparece a finales del siglo X. También aquí se hablan árabe y ciertas lenguas bereberes procedentes de los almorávides y almohades a los que a lo largo de la Edad Media los musulmanes pidieron ayuda y que, sin duda, se quedaron en la Península creando probablemente más de una situación de bilingüismo.
Pero volvamos a la perspectiva histórica. Al siglo XIII pertenecen muchos de los galicismos palabras de origen francés– que tiene hoy el español, gracias en parte al intercambio cultural que supuso el camino de Santiagohomenajelinajebailarrimabotíndamajardín o galán.
Tres siglos después, con el descubrimiento de América, los españoles de la época tuvieron que adoptar su idioma a las nuevas realidades, adaptando múltiples palabras de lenguas indígenas. Así, de la lengua taína o arahuaca, que era la que hablaban los pobladores de las Antillas a la llegada de Cristóbal Colón, (que era catalán, Cristòfor Colom) tomaron caciquecanoacaníbal caribe, que significaba, esta última, ‘antropófago’, probablemente por desplazamiento semántico a partir de la asociación con el pueblo caribe, que causaba horror entre los taínos porque, vecino al suyo, era caníbal.
De la lengua náhuatl, la lengua hablada por los aztecas, se incorporaron al español palabras tan comunes como cacaocacahueteaguacatechiclechocolatetomate o tiza, mientras que de la lengua quechua, la lengua de comunicación del Imperio Inca, se introdujo, entre otras, carpa y, tal vez, pumapapa y llama, que bien pudieran ser de origen aimara.
De la lengua guaraní, finalmente, se tomaron prestadas, por ejemplo, pirañabucanero ‘pirata’, jaguar y tiburón.
La última fase de préstamos lingüísticos reseñable puede encontrarse perfectamente en la actualidad, cuando aparecen constantemente anglicismos palabras provenientes del inglés– en el español, tales como CDpopplaybackradarrobotrolhallfilmmonitormitinvídeoespray o estrés, y otras muchas (no siempre inútiles) que el lector conoce sin duda muy bien.
Vemos, por tanto, cómo influyen los devenires sociohistóricos en la configuración de la lengua española, especialmente en su léxico. Cuando los pueblos que se acercan a la Península utilizan el castellano (o el latín vulgar o el protorromance o el español, que nadie sabe, diacrónicamente, dónde poner el límite entre uno y otro), están a su vez conformándolo, al aportar su propia idiosincrasia a la configuración de un idioma que, aún hoy, sigue forjándose. O, por mejor decir, están contribuyendo firmemente a la constante construcción de una lengua que hoy, como en cada época, la crean sus hablantes.
Para saber más…
Echenique Elizondo, Mª T.; y Martínez Alcalde, Mª J. (2011): Diacronía y gramática histórica de la lengua española, Valencia: Tirant.
Torrens Álvarez, Mª J. (2007): Evolución e historia de la lengua española, Madrid: Arco/Libros.

http://revistamito.com/historia-de-la-lengua-espanola-ii-fonetica-y-morfosintaxis/

Esbozo de la historia interna de un idioma.

La lengua española, como todas las lenguas, cambia cada día y se forja constantemente a sí misma. Esos cambios se ven con total claridad en su fonética y en su gramática, que es donde quizá se encuentre la esencia del idioma desde una perspectiva interna. Por eso aquí se pretende mostrar algunos cambios que tuvieron lugar del latín al español a lo largo de los siglos y que afectaron, fundamentalmente, a la fonética y a la morfosintaxis.
De los sos oios tan fuertemientre lorando
tornava la cabeça e estava los catando ...


Cantar del Mio Cid, De los sos oios tan fuertemientre lorando  tornava la cabeça e estava los catando
Cantar del Mio Cid
Así comienza el que probablemente sea el fragmento más famoso de una de las primeras obras literarias escritas en castellano: el Poema de Mio Cid.
Más allá de polémicas sobre si fue escrita en el siglo XII o en el XIII [1], de lo que no puede dudarse es de que este fragmento ni es latín ni es español actual, por motivos fonéticos y gramaticales.
No es latín, por ejemplo, porque en la palabra oio (hoy ojo) ya no se reconoce el antiguo sonido [kl] del que procede la palatal, es decir, el sonido que hoy representamos por la letra –ll– o la letra –y– entre vocales y que hacia el siglo XV se convirtió en el sonido representado por la letra jota (velar fricativo sordo):oculu(m) > *oc’lo > oio > ojo [‘oxo].
Asimismo, la palabra cabeça, de la que hablamos más adelante con detalle, ha sufrido un cambio importante: la sonorización de la sorda intervocálica, ya que viene de capitia y en esta palabra la consonante –p-, que es sorda porque al pronunciarla no vibran las cuerdas vocales, se ha hecho sonora, de manera que ha asimilado el rasgo de sonoridad típico de la a y de la e, que la rodean.
No debería sorprendernos un cambio así, porque se da también en otras consonantes oclusivas sordas, como la [t] y la [k] (escrita o q), que se convierten, respectivamente, en –d– y –g– cuando están entre vocales: catena > cadenaaqua > agua (en rumano apua, como en quattuor - patru). 
Pero volvamos a nuestro texto. Tampoco es latín porque hay una categoría morfológica que en esta lengua no existía: el artículo determinado que aparece en los sos oios y en la cabeça. También hay una preposición en el sintagma de los sos oios, que probablemente un romano de la época de Cicerón no habría usado.
Y, sin embargo, no podemos decir que sea español moderno, porque en la actualidad no pondríamos el posesivo después del artículo determinado (algo que se hizo prácticamente solo durante el siglo XIII), ni utilizaríamos la forma sos (lo que duró aproximadamente hasta principios del XIV), es decir, diríamos de sus ojos y no de los sos oios, haciendo efectivo de una manera diferente el pleonasmo [2] (no se puede llorar con ojos de otro ni con otros sentidos que no sean los ojos) con el que empieza el fragmento.
Tampoco diríamos, probablemente, tornava la cabeça, sino volvía la cabeza, ya que el verbo tornar, que significa ‘volver’, comenzó a dejar de usarse en el siglo XVII; ni estava los catando, sino estaba mirándolos: en la perífrasis verbal estar + gerundio, el pronombre de complemento directo los dejó de insertarse entre el auxiliar (estar) y la forma no personal (el gerundio catando) en el siglo XIV, mientras que el verbo catar, del latín captare ‘captar (por los sentidos)’, que significaba en la Edad Media ‘mirar’, y después se especializó en ‘probar con el sentido del gusto’ (como seguimos usando hoy para hablar, por ejemplo, de la cata de vinos), no llegó hasta el siglo XX.
Tornemos ahora a la palabra cabeça ( < capitia), donde la ç representaba el sonido dorso-dental o dento-alveolar africado sordo (se diría cabetsa), inexistente en español actual; y recordemos también oios (<oculu[m]), pronunciado oshos pero haciendo la –sh– sonora, como el sonido representado por la letra –j– en la palabra francesa jouer (prepalatal fricativo sonoro).
Ambos fonemas (los representados por las letras ç de cabeça e de oios) formaban parte, en el castellano medieval, de un sistema más amplio que se revolucionó a finales de la Edad Media y dio lugar a los tres sistemas que tenemos en la actualidad: el del ceceo, el del seseo y el de la distinción s/z.
El sonido representado por la ç de cabeça tenía una pareja sonora, que se pronunciaba –dz– (dorso-dental o dento-alveolar africado sonoro), como en hazer.
También el sonido representado por la i de oios tenía una pareja sorda, como en dixo (dijo), que se pronunciaba como hoy decimos en inglés el grupo dígrafo –sh– de la palabra she (sonido prepalatal fricativo sordo).
Pero además de estos cuatro fonemas, había dos más: una –s– como la que tenemos en la actualidad en palabras como mensaje (alveolar fricativa sorda) y una –s– sonora, que en la actualidad sólo se muestra cuando va antes de consonante sonora, por ejemplo, en los mismos (alveolar fricativa sonora), pero que en castellano medieval era comúnmente representada por una –s– intervocálica como en casa.
Quizá ya en el siglo XIV, las consonantes sonoras empezaron a ensordecerse, igualándose así a sus parejas sordas, lo que creó una considerable confusión, a la que cabía añadir la pérdida del elemento oclusivo en los fonemas africados (es decir, la t de –ts- y la de -dz-), lo que ocasionó que estos se neutralizasen con las alveolares fricativas (las dos –s-).  
Para distinguir las palabras, la misma lengua originó la solución, creando dos fonemas nuevos de los que triunfaría solamente uno en toda la zona hispanohablante: el sonido representado gráficamente por la letra j (velar fricativo sordo). El otro fue el que representa la letra zeta (interdental fricativo sordo), que tuvo mayoritariamente cabida en el centro y norte peninsular.
En el sur se adoptaron otras normas, bien ceceantes, bien seseantes, que en seguida se trasladaron a América. Hoy en día la RAE parece considerar prestigioso tanto el sistema distinguidor s/z como el seseo, el cual existe también en algunas zonas de Galicia, País Vasco, Valencia, Cataluña y Mallorca (y en Aragón, Mezquín, La Codoñera).
Para que el paciente lector se pueda hacer una idea global del proceso, se muestra sintetizado en una tabla con las pronunciaciones esperables en cada caso, siguiendo reglas ortográficas de conocimiento común:
Tenemos, por un lado, varios cambios fonéticos como la sonorización de las oclusivas intervocálicas (catena > cadenaaqua > agua), la revolución de las sibilantes y la palatalización del grupo inicial pl-, que se convierte en ll (aunque no se escriba así hasta la reforma de Alfonso X)como sucede en la palabra lorando (lorar < plorare) de nuestro texto inicial, que se diría llorando desde época muy temprana.
Y por otro lado, tenemos algunos cambios gramaticales como los ya mencionados: la aparición de los artículos (los sos oios), inexistentes en latín; la multiplicación de preposiciones, que en latín se usaban menos porque había un sistema muy complejo de casos (nominativo, vocativo, acusativo, dativo, genitivo, ablativo) que aclaraba la función sintáctica de cada elemento; y el cambio de orden en la oración, que pasó de ser sujeto-objeto-verbo (sí, en latín el verbo se ponía al final de la frase, como en Alea iacta est) a ser sujeto-verbo-objeto (al perderse la libertad de orden sintáctico que daban los casos, la oración consiguió una estructura un poco más rígida, como en La suerte está echada).
Vemos, por tanto, que la lengua española se trata de un ente vivo que se modifica constantemente, al que es necesario conocer en sus distintos estadios diacrónicos para poder comprender su presente y conseguir, así, profundizar en esa parte de nuestra identidad hispanohablante común.
Para saber más…
Lloyd, P. M. (1993): Del latín al español. I. Fonología y morfología históricas de la lengua española, Madrid: Gredos.
Menéndez Pidal, R. (1987): Gramática histórica del español, Madrid: Espasa-Calpe.
https://filologiaunlp.files.wordpress.com/2013/06/41297427-manual-de-gramatica-historica-espanola-menendez-pidal.pdf
Torrens Álvarez, Mª J. (2007): Evolución e historia de la lengua española, Madrid: Arco/Libros.

[1] Los últimos versos del poema dicen como sigue:
Quien escrivió este libro, ¡dél’ Dios paraíso, amén!
Per Abbat le escrivió en el mes de mayo
en era de mil e CC XLV años
 La cuestión es que algunos investigadores piensan que entre la segunda C y la X faltaría otra C, lo que implicaría que el año de redacción habría sido el 1345 de la era hispánica, correspondiente con el 1307 de la era cristiana (la nuestra). Sin embargo, parece que no hubo nunca una C en ese hueco, lo que retrasaría un siglo la redacción del texto, hasta el año 1207 de nuestra era, que coincidiría con la propaganda política que se habría hecho por esas fechas, culminada en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Tampoco hay que descartar que ya en vida del mismo Rodrigo Díaz de Vivar (que muere, recordémoslo, en el año 1099, más de un siglo antes de dicha fecha) circulasen oralmente algunas de sus historias hechas leyenda. No se puede afirmar nada con total seguridad: la fecha de elaboración y de redacción del poema siguen siendo, en gran parte, un misterio.  
[2] El pleonasmo es una figura retórica que consiste en la adición de elementos a la oración que añaden énfasis pero son innecesarios para entenderla por completo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), el pleonasmo es “Figura de construcción, que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho; p. ej., lo vi con mis propios ojos.

miércoles, 12 de junio de 2019

Armand Brega Segura, Jofre de Foixà, trovador, provenzal, catalá


¿Si el valencià supostament es dialecte català, per qué en el s. XIII ya es diferenciaven les dos llengües?

Açò son versos del trovador "català" Jofre de Foixà, més paregut al provenzal...

Jofre de Foixà, trovador, catalá

poesia.cat, poesia en català

En esta pàgina de facebook dedicada a dir ruqueries i mentir, han censurat els comentaris molt ben documentats d'amics valencianistes i els impedixen tornar a colaborar. 

El cas és que quan no tenen respostes convincents per a poder rebatre't, et censuren.
Ací podem vore algun dels comentaris censurats.  
Done gràcies al meu amic Armando per deixar-me posar açò ací.

Alguns dels comentaris censurats

¿Siglo XIII? El catalán no existía en esa época, se hablaba aragonés y occitano en la Marca hispana y valenciano en Valencia como demuestran todos los escritos que se conservan.
A partir de 1362 empezaron a haber escritos catalanes, todos los anteriores eran valencianos y occitanos.
Si estudias la historia que nos cuentan los historiadores catalanes estamos apañados, aquí tienes un vídeo de sus historiadores más valorados en la actualidad puesto por catalanes honrados que saben que todo es mentira y no quieren participar en el robo cultural que el gobierno catalán perpetra sobre las regiones vecinas…y no tan vecinas:  

https://www.youtube.com/watch?v=T2l9rGO7eu4



Qué corta es la memoria histórica de este país, las primeras referencias contrastadas del catalán son del año 1362. De esta manera se recoge en «Documents per a la historia de la cultura catalana mitjeval» de Antoni Rubio i Lluch y editada en 1908, que el concepto de lengua catalana aparece por primera vez en ese año, «cuando Pedro el Ceremonioso ordenó que el libro francés de caballería Lançalot fuera 'reduit en llengua catalana'». todos los documentos anteriores son occitano en la marca hispana y valenciano en Valencia.

Este catedrático de Filología Latina de la Universidad de Valencia lo tiene claro. La tesis de que la lengua valenciana fue originada por una colonización catalana es una falsedad, un dogma sin fundamento y base alguna.
Xaverio Ballester; Segarra, de l'ibéric i llatí al català i valencià, 2018: 

Xaverio Ballester; Segarra, de l'ibéric i llatí al català i valencià, 2018:

Y se olvidan de estudiar los hechos históricos, pues saben que son irrebatibles.

banc de Catalunya, Jordi Pujol, cent pujoles

Los catalanistas defienden sus ideas basándose en la única idea de que muchas palabras del dialecto barceloní son iguales o similares al idioma valenciano, sin “querer” tener en cuenta  que también se parece, y no solo se parece, es que se parece mucho más al occitano, a la lengua de Oc, de la que es dialecto el Llemosí, que es por cierto como se ha llamado el “catalán” hasta finales del siglo XIX. 

llemosí, occitano

Açò es occità, ¿per qué els catalanistes no defenen que el català siga dialecte seu?

Loís Alibèrt

Loís Alibèrt, occitans, catalan comprès



Y se olvidan de estudiar los hechos históricos, pues saben que son irrebatibles:


2º - A Valencia solo se trajo un porcentaje de gente de la Marca Hispánica, lo que hoy serían catalanes, Cataluña no existía en esa época, los demás eran en su mayoría aragoneses y había ingleses, franceses, húngaros, etc.

3º - Jaime I, se encontró y así lo dejó  escrito,  que en Valencia  se hablaba muy parecido a su idioma el occitano (y por cierto hay escritos valencianos muy anteriores a la llegada de las tropas aragonesas (escritos catalanes no habría hasta muchos años más tarde)

4º - Solo en la capital valenciana había más habitantes que en todos los condados de la "marca hispánica" junta, por lo que unos pocos “catalanes” en su mayoría analfabetos y de dialectos distintos entre sí, no podían enseñar sus dialectos del occitano a una población tan grande.


5º- El catalán durante mucho tiempo hasta finales del siglo XIX, no se llamaba así, sino Llemosí. Una variante de su lengua madre que es la lengua de Oc. A la lengua de Oc también se le puede llamar occitano.


Aunque llemosí es un término con el que se titulaba a los idiomas occitanos o parecidos,  también el valenciano fue llamado de esa manera un tiempo, pues en una época en la que el catolicismo tenía gran poder no s podía consentir que un idioma tuviese  influencias árabes, y el valenciano tiene muchas.

El occitano es muy parecido al catalán (neo catalán), al ser el mismo idioma, solo que tiene influencias francesas.

Es el occitano mucho más parecido al catalán que el valenciano, por tanto, según las teorías de los pancatalanes… el catalán no existe, es occitano con alguna variante.

6º-  Cataluña ha tenido muy pocos personajes verdaderamente relevantes, y por ello se ha apoderado vilmente de nombres como: Jaime I que era aragonés, Ramon Lull era mallorquín, valencianos eran los grandes escritores cómo ellos mismos afirmaban, del idioma valenciano: Jordi de Sant Jordi, Ausiàs March, Joanot Martorell, Joan Roís de Corella, Jaume Roig, Elionor Manuel de Villena etc. Los pintores y escultores:  Lluís Dalmau, Gonçal Peris Sarriá, Damián Forment etc. Los militares: Roger de Flor, era Bríndisi , Roger de Lauria, del reino de Sicilia etc. etc. (Ysabel de Billena, Isabel de Villena)

vulgar valenciana

J. Martorell - Tirant lo Blanch  

7º - En el siglo de oro valenciano, los dialectos catalanes se influenciaron del idioma valenciano, dando lugar al “catalán” de hoy en día, no hay más que ver los escritos catalanes anteriores, que no entendían ni los propios catalanes.

8º - Las primeras piedras del nacionalismo se edificaron sobre una invención,  la de Próspero de Bofarull y Mascaró, barcelonés y director del Archivo de la Corona de Aragón, que decidió, hacia 1847, reescribir el Llibre del Repartiment del Regne de València de la Edad Media con el objetivo de engrandecer y magnificar el papel que tuvieron los catalanes en la conquista del reino de Valencia de 1238.
Próspero suprimió en su edición facsímil del histórico volumen apellidos aragoneses, navarros y castellanos para darle más importancia numérica a los catalanes. Es un hecho demostrable como todo lo demás que he dicho aquí.

Amparo Cabanes Catedrática de Paleografía e Historia Medieval y ex consejera, demostró que se trataba de una mentira pancatalanista:
-Hasta entonces se creía que el origen de los pobladores de Valencia era Cataluña. Las cifras que se manejaban se basaban fundamentalmente en una obra de Teodoro Llorente, pero Llorente se equivocó: repitió sumas, sumó totales y parciales, no tuvo en cuenta a quienes no vinieron. Y así le salieron un montón de catalanes y unos pocos aragoneses. El hombre hizo lo que hizo y a partir de ahí todos trabajaron con esa cifra como si hubiera sido dogma de fe.-
-Yo hice la transcripción completa del 'Llibre del Repartiment' y me dí cuenta no solo de que hay mezclas de cifras totales y parciales, sino que además en el margen de cada barrio que ofrece pone una B para lo que han venido de Barcelona, una Ç cedillada para los de Zaragoza, una CAL para los de Calatayud o una D para Dertosa, o sea, Tortosa. Y una rayita o no a los que vinieron o no vinieron.-
-Vinieron más aragoneses, menos catalanes y la mayor parte de la ciudad quedó vacía. Y lo di a conocer con gráficos de barras, circulares y con todo lujo de detalles; incluso mostrando fotografías de páginas del 'Llibre del Repartiment'.-
El catedrático de historia, el medievalista Antonio Ubieto Arteta, en su estudio de los "Orígenes del Reino de Valencia", detalla minuciosamente cuales fueron las composiciones de las tropas que acompañaron al Jaime I en su conquista de las tierras valencianas:
Confirma que el porcentaje de "colonos" provenientes de lo que sería Cataluña siglos más tarde, vino a suponer alrededor de un 2 % del total de la población del Reino. De este 2%, el 0,8 eran gentes provenientes del clero de los condados, especialmente del de Barcelona, del que Jaime I era Señor y San Luis IX, Rey de Francia, su soberano hasta 20 años más tarde. El resto, hasta el 2 %, esto es, el 1,2 % eran soldados de los cuales muchos regresaron a sus tierras al impedirles Jaime I entrar "a botín y rapiña" en el Reino de Valencia. En su consecuencia, estos pobladores "no pudieron hacer valer su lenguaje ante los más de 65.000 cristianos, 2.000 judíos y 120.000 musulmanes habitantes del reino moro valenciano".
1.- ¿Quién puede creerse que una parte de las huestes aragonesas reclutadas en los condados "catalanes", la mayoría iletrados, tuvieran conocimientos para ejercer una didáctica básica para enseñar su lengua?
2.- ¿Cómo van a enseñarnos a los valencianos el "catalán" si la lengua de los condados franceses de la Marca Hispánica era el provenzal y el lemosín?
3.- ¿Cómo van a importar una lengua "la catalana" que no existía todavía y que tendría que esperar dos siglos para que empezara a germinar con una mínima estructura y denominación propia?
4.- ¿Cómo 4.000 soldados de unas localidades fronterizas como eran los condados "catalanes" van a imponer a la población de 200.000 habitantes de todo un Reino que ya hablaba y escribía el "romanç valenciá" desde el siglo IX?
5.- ¿Cómo van a enseñarnos el "catalán" los soldados de Jaime I y este, al momento, nos otorga las leyes en "romanç valenciá" para entendimiento de la población del Reino que acababa de conquistar? "Est fur arromança lo Senyor Rey" "Istum forum posuit in romantio Dominus Rex" (Furs del Regne de Valencia).
6.- ¿Cómo es posible que se exija a médicos y jueces que emitan las recetas y las sentencias en "romanç" si, a partir de ese momento –supuestamente- se nos iba a empezar a enseñar esa lengua? "Los jutges en romanç diguen les sentencies...", "Metges axi fisichs com cirurgians les receptes que ditaran hajen a dictar en romanç declarant lo nom de les herbes en lur nom comu, e vulgar (Furs del Regne de Valencia).-----
El "Llibre dels Avehinaments" de los años 1387-1396, censo confeccionado también por el rey Jaime I, ha sido estudiado en profundidad por la Catedrática de Paleografía, Cabanes Pecourt estableciendo sin lugar a dudas que las concesiones de casas y tierras a los mercenarios de la "Marca Hispánica" ("catalanes") fueron prácticamente inexistentes en relación a las otorgadas a otras tropas, tales como aragoneses, navarros e incluso extranjeros. Posteriormente las lecturas que se han efectuado del Libro del Repartimiento no han modificado sustancialmente este porcentaje del 1,2% de catalanes que permanecieron en Valencia una vez conquistada a los moros.-
Para el profesor Peñarroja "una minoría repobladora no podía imponer, en tal situación, su dialecto catalán occidental. Y esta tendencia se confirma, de forma coincidente, en las comarcas y poblaciones más populosas del Reino, como era Játiva, donde se detecta casi un 60 % de repobladores de habla aragonesa y castellana frente a un insignificante 14 % de habla catalana occidental (provenzal). Y como que estas son los únicos datos históricos comprobables, la Filología científica no se puede desentender de ellos. Es decir: 
Hoy por hoy, la teoría que interpreta el valenciano como el producto de una repoblación catalana no es históricamente demostrable, no es más que  una opinión, no un conocimiento científico".-
La población del Reino de Valencia proveniente de los condados de la Marca Hispánica tras la conquista de Valencia no supuso más que una cifra porcentual de entre el 1,5 % del total de los habitantes, lo que hace del todo punto imposible que dichos soldados pudieran enseñar su supuesto "catalán" a todo un Reino 200 años más avanzado que los condados "catalanes" que tendrían que esperar dos o más siglos a  empezar a hablar y a denominar "catalán" a su lengua, 200 años a empezar a escribir su legislación "en catalán", 300 años para constituirse como provincia administrativa de España, y 400 a tener una "Renaixença" literaria cuando Valencia tuvo su "Siglo de Oro de la lengua valenciana" en el momento en "Cataluña" empezaba a balbucear su propia lengua.
Hay que estudiar historia de manera independiente si se quiere saber la verdad.

9º- Si Jaime I se encontró que en valencia se hablaba muy parecido a la lengua de Oc, siendo la primera vez que entraban las tropas Aragonesas y, si el ejercito de Carlo Magno, jamás llegó a Valencia… ¿Cómo se pueden defender las teorías catalanas?
Pues de ninguna manera, por eso, cómo decía al principio de este escrito y repito ahora:
 Los catalanistas defienden sus ideas basándose en la única idea de que muchas palabras del dialecto barceloní son iguales o similares al idioma valenciano, sin “querer” tener en cuenta  que también se parece y mucho más a La lengua de Oc, de la que es dialecto el catalán, y por cierto, también se parece al castellano idioma con el catalán comparte cientos de palabras idénticas y parecidas, cómo por ejemplo: boicot –– boicot / broma – broma /cabal – cabal / cantar – cantar / carnaval –carnaval / coincidir – coincidir / colador – colador etc.etc.

Y se olvidan de estudiar los hechos históricos, pues saben que son irrebatibles
En el fondo, los catalanes no tienen la culpa, dado que han sido adoctrinados desde niños, son víctimas de sus políticos y magnates, por lo cual no hay que sentir odio ni rencor alguno por ellos, pero sí, hay que luchar para que la verdad vuelva a su cauce.
Pero sí, hay que tener en cuenta que el verdadero enemigo del valenciano a parte del pancatalanismo, no es que sean, que lo son, los valencianos que cobran de la generalidad catalana, de los bancos catalanes para hablar y escribir en favor del dialecto catalán, como es sabido y está demostrado, y los valencianos a los que se ha convencido de la mentira catalana y se conforman con dicha mentira sin molestarse en lo mas mínimo en investigar los hechos históricos que demuestran todo lo contrario a lo que les han contado los que tienen intereses en ampliar el poder de Cataluña absorbiendo la cultura de los pueblos vecinos. 

El idioma catalán no existe, nunca existió,

En Cataluña se hablaba español y dialectos
del occitano

El catalán es la consecuencia de una necesidad de ser alguien, una necesidad de tener identidad propia que no se tiene cuando se habla un idioma extranjero y siempre se ha dependido de otros.
Todo esto llevó a  los Políticos y magnates catalanes  a tener un gran complejo de 

inferioridad,  y  tras su enriquecimiento económico se hizo más grande esa necesidad de hacer de su  pueblo el más importante, el mejor…

De ahí que se dediquen a apropiarse de la  cultura de los pueblos vecinos que andan sobrados de ella, y para conseguir esto, necesitan crear una historia que jamás tuvieron.

Una de las bases más importantes para sentirse nación, para ser un país que nunca ha sido es tener un idioma propio, por eso se encomendó a Pompeyo Fabra la creación de un estándar catalán en 1906 por encargo del Institut d´Estudis Catalans y el nacionalismo expansionista catalán de Prat de la Riba responde a los delirios colonialistas de construcción nacional de la Gran Catalunya: “una lengua, un país”.

La primera fase de edificación de esta entelequia, obviamente, es la normativización, normalización e imposición de una lengua nacional única y estandarizada para todos los territorios “normalizables”: esto es, aquellos territorios de habla no castellana cuyas lenguas guarden cierto grado de inteligibilidad, circunstancia que facilita enormemente la labor.

Pompeyo, para crear su catalán, se basó en la fonética del dialecto occitano hablado en Barcelona (dialecto barceloní), la ortografía del vascuence, la adopción de galicismos, la gramática valenciana de los autores del primer Siglo de oro literario peninsular, y en la introducción de neologismos sin base histórica inventados por él.


lengua valenciana


Las influencias entre catalán, castellano y valenciano son mutuas, por ejemplo camiseta es un valencianismo sobre el castellano, pues sin ese valencianismo se diría “camisita” en catalán se dice samarreta en un intento erróneo de distinguirse del castellano, ya que una samarra (zamarra) es otro tipo de prenda, sin mangas  de lana típica de pastores ;

zamarra, samarra

La influencia del valenciano sobre el catalán fue superior a la del catalán sobre el valenciano, hasta que el pancatalanismo ha dado vuelta a la tortilla a base de cheques al portador desde mediados del siglo XX por parte de Cataluña a políticos y colaboracionistas valencianos, así en muy poco espacio de tiempo los pancatalanes y sus colaboracionistas han conseguido que los valenciano dejen de decir “fraula, farda, palometa, en, facenda, folga, vore” etc para decir “maduixa, esquirol, papallona, amb, hisenda, vaga, veure” etc.

Pero la historia no miente y los catalanes reconocían la verdad: 

-(En el “Summari index” del doctor Andreu Bosc, natural de la Vila de Perpinya, editado por Lacavalleria en la misma ciudad en 1628, se manifiesta la preocupación por el deterioro de la lengua catalana. Esta degradación, a juicio de Bosc, se debía en gran parte a la penetración de idiomas de las naciones vecinas: Castilla, Francia y Valencia. Así, mientras que la Cerdeña y el Rosellón se influenciaban de la lengua “vehina francesa”, en la parte sur de Cataluña sucedía lo mismo con la lengua valenciana: “com se veu tambe en Tortora,  (Tortosa) que pren de la valenciana”.
La valencianización, aunque no tan intensa también afectaba a todo el territorio del condado de Cataluña.
En su razonamiento sobre “la lengua cathalana”, Bosc denuncia los préstamos léxicos del valenciano, aragonés y francés: “De manera que tanto con la mezcla de dichas lenguas (latina, árabe, etc.), como también con las de las naciones vecinas: Valencia, Aragón y Francia, han formado en algunas partes (de Cataluña) una lengua extraordinaria; dejando la materna (catalana) que ya muchos no tiene buena satisfacción, de hablar ni escribir con ella, y lo peor es que…” (Bosc, Summari, p. 23). de R. G. Moya)- 


En la actualidad el pancatalanismo está muy arraigado en Valencia, pues desde principios de los 80 del siglo XX el dialecto catalán está presente en las escuelas y universidades valencianas merced a la intervención del ultraderechista catalán Jordi Pujol con pactos primero con el psoe y más tarde con el PP a cambio de apoyos políticos desde Cataluña que permitieron la creación en Valencia del ente pancatalanista AVL (academia valenciana de la lengua catalana) y es la causa de que las personas de sesenta años hasta los jóvenes actuales estén “catalanizados” y totalmente convencidos de que las teorías pancatalanas son la única verdad, pese a no ser más que  una opinión,  sin ninguna base científica.      
                   
AVL, prescriptivismo lingüístico
                 

Jordi Pujol, AVL, Zaplana

Camps, Pujol

La importancia de Jordi Pujol en la pancatalanisación del Reino de Valencia es muy grande, pues su plan de catalanizar Valencia y Mallorca es un plan maquiavélicamente urdido incluso antes de su intervención directa en la política de los partidos PSOE y PP, pues dos décadas antes ya preparó el terreno al pancatalanismo comprando a editores cómo  Eliseu Climent  
La Generalitat de Cataluña suma desde 1984 más de 250 subvenciones al conjunto de entidades que encabeza Eliseu Climent 
Eliseu Climent y Pujol
Eliseu Climent y Pujol

Según un informe de la Guardia Civil, diversas fundaciones vinculadas a Climent recibieron más de 15 millones de euros de la Administración autonómica catalana entre 2002 y 2009 en concepto de subvenciones. Algunas de estas subvenciones podrían haber sido concedidas de forma irregular.  
y escritores valencianos corruptos que cambiaron de opinión al son del dinero en forma de publicaciones y premios suculentos por parte de entidades catalanas cómo Sanchis Guarner y el ex falangista Joan Fuster o cantautores mediocres como Ovidi Montllor, Raimon o El Botifarra (será butifarra catalana) que gracias al pancatalanismo y en concreto a la generalidad catalana han podido vivir de conciertos y premios de entidades catalanistas, y podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que por sus propios méritos cómo cantantes no podrían dedicarse a la canción sin pasar hambre o sin tener que trabajar en otras cosas como la recolección de la naranja, por ejemplo. 

colaboracionista Raimon al recibir el Premi d´Honor de les Lletres Catalanes
El colaboracionista Raimon al recibir el Premi d´Honor de les Lletres Catalanes 
¡Más dinerito y vivir que son dos días! 
Más dinerito y vivir que son dos días

EL SECTARISME INSTITUCIONAL CONTINUA
La Conselleria d'Educació ha llançat una convocatòria d'ajudes a la «promoció de la cultura popular valenciana».
Si gasteu el castellà, el català, l'esperanto o el grec, podreu rebre les ajudes. Pero si gasteu la llengua valenciana segons les normes de la RACV, quedareu fòra.
(Óscar Rueda)

Si no eres partidario del pancatalanismo no te subvencionan y no triunfas en la vida, de ahí que tantos escritores y cantautores sean colaboracionistas de  ese pancatalanismo disfrazado de “legalidad” que está sustituyendo el valenciano por el catalán a marchas forzadas desde hace años con el beneplácito del gobierno de España que se lava las manos como Pilatos.  

 ¿FIN?