Mostrando las entradas para la consulta ribagorza ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta ribagorza ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de septiembre de 2023

¿Es una lengua el ribagorzano?

¿Es una lengua el ribagorzano?

Gabriel Sanz Casasnovas y Javier Castel Pérez han publicado un artículo científico en el que plantean que tiene entidad propia, que no es dialecto del aragonés o del catalán.

La Universidad de Zaragoza desarrolla un sistema de IA para traducir las lenguas con menos hablantes.

CONTENIDO EXCLUSIVO

MARIANO GARCÍA

¿Es una lengua el ribagorzano?


Entre 4.000 y 5.000 personas hablan el ribagorzano actualmente. S.L.A./HERALDO

El artículo se publicó hace unos meses en el último número de ‘Hápax’, revista de Salamanca especializada en Lengua y Literatura, y ha suscitado interés y controversia en los círculos dedicados al estudio y difusión del patrimonio lingüístico de Aragón. ‘Enta una individualizacion del domínio lingüístico ribagorçano’ reivindica la independencia lingüística del ribagorzano, defendiendo que no es ni dialecto del aragonés ni del catalán, que se trata de una lengua propia. Lo firman Gabriel Sanz Casasnovas y Javier Castel Pérez, de la Sociedat de Lingüistica Aragonesa, ambos estudiosos del tema.

Gabriel Sanz (Fonz, 1992) es doctor en Historia y empezó a hablar ribagorzano de niño. Desde el año 2016 realiza encuestas a hablantes de avanzada edad, y en ellas ha encontrado razones sociolingüísticas para defender su tesis.

"Las lenguas son patrimonio de quienes las usan. Por eso las encuestas nos ofrecen valiosa información acerca de las percepciones que los usuarios poseen sobre su lengua materna –señala–. Y lo que hemos constatado entre los hablantes de ribagorzano de mayor edad es que tienen una percepción lingüística propia. Cuando les preguntas qué hablan, nadie dice “aragonés” o “catalán”. Ellos tienen sus etiquetas, te dicen que hablan patués, chapurreao... A veces también recurren a etiquetas localistas como foncense u otras. Y hay una minoría que dice, con rotundidad: “Hablo ribagorzano”. 

Sanz apunta que "esta última etiqueta no es nueva. Se puede rastrear hasta 1840, y es la utilizada por autores clásicos como Cleto Torrodellas. De ahí que en 1904 se demandara ya la confección de un diccionario ribagorzano. Por otro lado, nuestra hipótesis tampoco es en absoluto novedosa: ya ha habido quien, desde mediados del siglo XX, considera idioma al ribagorzano. Nos hemos sumado a la línea interpretativa defendida por filólogos como Viudas Camarasa o Saura Rami".

Cien rasgos distintivos.

El artículo, de 76 páginas, se centra sobre todo en los aspectos lingüísticos y en él se analizan en profundidad 20 rasgos estructurales del ribagorzano. Algunos de ellos son compartidos por las modalidades vecinas (aragonés y pallarés), mientras que otros son exclusivos del ribagorzano y todos deben verse como integrantes de él. Los autores destacan, además, que han considerado un listado preliminar cercano al centenar de rasgos lingüísticos, tanto fonéticos como morfosintácticos, rasgos que individualizan al ribagorzano frente al aragonés y el pallarés.

"El rasgo más emblemático es la palatalización de la l en cualquier posición –subraya Gabriel Sanz–. Es un rasgo que no existe en aragonés y que tampoco puede achacarse a la influencia del catalán, porque se documenta desde finales del siglo X, cuando no existía ni el reino de Aragón ni el principado de Cataluña, pero sí el condado de Ribagorza".

Hay, también, diferencias léxicas. El adverbio ‘entonces’ castellano y ‘llavors’ catalán es ‘alavegada’ en ribagorzano, y su uso está documentado ya en el siglo XIV.

Y es que los autores del artículo no solo han basado su hipótesis en los cientos de encuestas realizadas, sino que han analizado toda la documentación medieval disponible que se produjo en Ribagorza, incluyendo el llamado ‘Pleito del guiaje ganadero de Ribagorza’ (1316-1319), el manuscrito que recoge un litigio entre los canónigos y vecinos de Roda de Isábena y los representantes del rey de Aragón por un impuesto.

"Hay documentación medieval con rasgos ribagorzanos –destaca Gabriel Sanz–. Y también una humilde literatura, que va desde las pastoradas de fines del siglo XVIII hasta la actualidad, pasando por la obra del estadillano Bernabé Romeo".

Un territorio de frontera.

La Ribagorza ha sido territorio de frontera durante siete siglos, y ello ha hecho que muchos especialistas, al acercarse al habla, la hayan asociado al aragonés o al catalán, o la adscriban a las distintas ‘modalidades de transición’, etiqueta que los autores del artículo rechazan. "La noción de transición es ajena a los usuarios. El ribagorzano debe considerarse una lengua distinta. Con él ha ocurrido un poco lo que ha pasado con el catalán pallarés o con las modalidades del catalán de Urgell o Andorra. ¿Por qué se consideran dialectos? Porque en Barcelona ha existido una burguesía que ha operado con una perspectiva muy concreta de lo que debe ser el catalán".


autres dialèctes occitans, catalan comprés,

No existe un censo fiable del número de hablantes del ribagorzano. "Calculamos que pueden ser entre 4.000 y 5.000 personas, cifra similar a la de los que hablan hoy aranés, pero la distribución de esos hablantes no es uniforme. Se habla obviamente en la Ribagorza; en algunas poblaciones del Somontano, como Estada y Estadilla; en otras del Cinca Medio, como Fonz; en algunas de la Litera, como Azanuy, Calasanz, San Esteban de Litera, Peralta de la Sal y Gabasa –relata Gabriel Sanz–. La investigación de Xavier Tomás Arias revela que hace 150 años se hablaba en toda la Ribera del Cinca hasta Ballobar".

Sanz aclara que "se ha perdido mucho, incluso en su dominio actual. En Graus, por ejemplo, está prácticamente extinto, y en Campo ‘muy tocado’. En general, lo hablan mayoritariamente personas de más de 50 años y la trasmisión generacional se ha roto. En los últimos años se ha hecho un esfuerzo desde las instituciones para enseñarlo en las escuelas pero en muchos sitios sigue siendo asignatura extraescolar. Y, aún enseñándola en los colegios, el único modo de que una lengua minorizada perdure en el tiempo es que la comunidad que la usa esté decidida a seguir hablándola".

Condau

La XXIII edición del Condau de Ribagorza amplía la variedad dialectal de los originales a más localidades hablantes del ribagorzano.

El certamen que organizaban Estadilla, Fonz y Graus cuenta a partir ahora con Estada, Lascuarre y Peralta de Calasanz.

José Luis Pano. (Pano)

Representantes de los ayuntamientos de Estadilla, Estada, Fonz y Graus, junto al secretario de la Sociedad Lingüística Aragonesa (SLA), han presentado esta mañana en la sede de la Comarca de Somontano la XXIII edición Concurso literario en ribagorzano Condau de Ribagorza, en las modalidades de narrativa y poesía en categoría de adultos. La presentación ha tenido lugar coincidiendo con la celebración del Día de la Lengua Materna y es que en algunas de estas poblaciones el aragonés bajorribagorzano se mantiene muy vivo hoy en día.

222. LOS AMORES DE RODERICO DE MUR Y ZULIMA (SIGLO XI. GRAUS)

Hasta la presente edición, tres ayuntamientos - Estadilla, Fonz y Graus - organizaban de forma itinerante este certamen literario en el que los originales debían de presentarse en las variedades dialectales habladas en cada municipio. El año pasado, atendiendo las recomendaciones de la SLA se decidió modificar las bases para que los relatos y poemarios que se presenten pudieran estar escritos atendiendo al dialecto del bajorribagorzano que todavía pervive en las poblaciones que pertenecieron al antiguo Condado de la Ribagorza, desde Benasque hasta La Litera. Así en la presente edición se han sumado como ayuntamientos organizadores Estada, Lascuarre y Peralta de Calasanz.

“Este certamen literario es importante para nuestro territorio y además es ejemplo de cómo diferentes ayuntamientos y asociaciones consiguen unirse para promulgar nuestra lengua, cultura, forma de vivir y tradiciones y sacar adelante este concurso que es referente en nuestra zona”, ha afirmado la alcaldesa de Estadilla y vicepresidenta de la Comarca, Pilar Lleyda Zanuy.

La organización del certamen corre este año a cargo del Ayuntamiento de Estadilla, localidad donde se anunciará el fallo del jurado entorno al 23 de abril, con motivo de los actos del Día de Aragón y del Libro. El premio es de 600 euros en la modalidad de relato y de 300 euros en el de poemario. El jurado estará compuesto por expertos de acreditada profesionalidad designados por los ayuntamientos convocantes y por la SLA.

Los originales se deben presentar a la dirección de correo electrónico correu.sla @ gmail.com con la referencia Concurso Condau de Ribagorza antes de las 10.00 del 8 de abril. Se admitirá un máximo de dos trabajos por autor, se presenten o no a la misma modalidad literaria. Las obras quedarán en propiedad de los organizadores del certamen que publicarán una selección de los mejores textos. Los autores deberán incluir en otro documento sus datos personales y de contacto.

La temática del concurso es libre pero los trabajos deberán ser inéditos. Tanto los poemarios como los relatos deberán estar escritos en ribagorzano en cualquiera de las modalidades de las comarcas de Ribagorza, Somontano, Cinca Medio y Alta Litera, según las delimitaciones de este dominio lingüístico hechas por la Sociedad Lingüística Aragonesa.

Los relatos tendrán una extensión no inferior a tres páginas A4 ni superior a cinco. La letra será Arial 11 puntos, con espacio y justificaciones normales. Los originales se redactarán según la ortografía castellana o la grafía de la SLA. El jurado valorará positivamente el uso de esta última grafía que se puede consultar en sites.google.com/site/sociedat/grafia-dla

Despolitizar la lengua

Desde la Sociedad Lingüística Aragonesa, su secretario Gabriel Sanz, ha apuntado que el futuro del aragonés bajorribagorzano pasa por la “despolitización, las lenguas no se deben mezclar con la política, y la investigación que es a lo que nos dedicamos en nuestra organización desde su creación en 2004”. Gabriel Sanz ha reconocido el esfuerzo iniciado por los ayuntamientos de Graus, Estadilla y Fonz para “dignificar nuestra lengua y perpetuar una tradición literaria escrita que se remonta a las pastoradas del siglo XVIII”. “Es una literatura escrita chica que no se puede comparar con el castellano o el catalán pero ininterrumpida hasta la actualidad con autores en Estadilla, la Alta Litera, el Isábena o el Alta Ribagorza”, ha señalado Sanz que se ha expresado en la variedad dialectal de Peralta – Calasanz – Gabasa.

El concejal de Cultura de Estadilla, Carlos Valbuena, ha señalado que este concurso contribuye “a la conservación y divulgación del ribagorzano y en consecuencia en la protección del patrimonio inmaterial de parte de nuestro territorio”. Y se ha referido a la incorporación de nuevos ayuntamientos en la convocatoria “de un concurso vivo que cada año gana importancia”.

Por su parte, la alcaldesa de Fonz, María Clusa, ha expresado en foncense su optimismo por la incorporación de tres nuevos concejos “que quiere decir que estamos trabajando bien y que cada vez hay más gente que quiere defender nuestra lengua, costumbres y la forma en la que algunos vivimos”. También ha mostrado su malestar por la “situación difícil” que atraviesan las lenguas minoritarias como el bajorribagorzano. “Tenemos que sumar los concejos en positivo porque mientras perdemos el tiempo discutiendo sobre qué hablamos, la lengua se nos muere. Con el Condau de Ribagorza hemos demostrado que si trabajamos juntos mejoraremos y que nos convertimos en únicos e irreductibles”.

El concejal de Cultura de Graus, Didac Larregula ha reconocido el trabajo en estas más de dos décadas de los tres ayuntamientos y que cuyo fruto “se recoge con la incorporación de tres nuevos consistorios”, así como ha abierto la posibilidad a incluir nuevos municipios en próximas ediciones.

Como representante de los nuevos ayuntamientos que se suman al certamen, el alcalde de Estada, Valero Aguayos, ha agradecido el trabajo realizado por Estadilla, Fonz y Graus “en épocas en las que ha sido difícil hablar de lenguas en nuestro territorio porque siempre hay gente que intenta politizarla”. En ese sentido, ha apuntado que el concurso literario está convocado por ayuntamientos gobernados por distintos partidos políticos. “La lengua debe servir para entendernos y cuantas más entidades estemos respaldando estos premios, más podremos luchar contra la desaparición de nuestras lenguas maternas”, ha afirmado el alcalde de Estada.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Biblioteca valenciana. ESCRITORES DEL SIGLO XIV.

BIBLIOTECA VALENCIANA.

ESCRITORES DEL SIGLO XIV.

FRAY ARNALDO DE ROSIGNOL.

1314.

Religioso Mercenario, conventual del convento del Puig, cerca de Valencia, de quien habla Nicolás Antonio (1: Biblioteca Vet. tomo 2, lib. IX, cap. 2, núm. 69), manifestando, que según se decía, escribió cerca de los años 1314: 1 Commentarium ad cap. Nunquam de consecratione distinct. 5 in Decreto Gratiani contra otium Religiosorum.

Cuyo manuscrito, asegura el Ilmo. Arzobispo Hydruntino D. Gabriel Adarzo y Santander, existía en el mismo Monasterio del Puig, en carta que escribió a D. Nicolás Antonio, como lo dice este en el lugar citado.


PEDRO DE VILLARRAS.

1322.

Jurisconsulto valenciano, de familia muy ilustre; puede creerse estudió en Bolonia, según el número de los muchos españoles que acudían a cursar a su Universidad: se graduó de doctor en leyes, en que salió tan ilustrado, que su ciencia le proporcionó el cargo de Juez de Corte del Rey D. Jaime II de Aragón, y conociendo este Monarca su gran talento para manejar también los asuntos políticos, le envió dos veces, la última en 1322, por su Embajador a las Señorías de Florencia y Luca, y a otras ciudades para tratar sobre la conquista de Cerdeña y Córcega, según lo refiere Zurita, lib. V, cap. 24, núm. 8, y otros. Compuso: 1 Notae super Foris Regn. Valentiae.

Manuscrito, en la librería sel señor Borrull.

Se ciñó sólo a ilustrar los de Don Jaime I.


PEDRO CALBET.

1329.

Jurisconsulto valenciano, y como a tal, fue nombrado Jurado en 1329. De este autor se halla memoria en el tomo de los antiguos Privilegios de Valencia, fol. LXXXII, pág. 2, col. 1, en donde dice: Petrus Calbet Iurisperitus; y en las Cortes celebradas el mismo año en Valencia por el Rey D. Alfonso I, se lee al principio: En Pere Calbet.

En las glosas sobre los Fueros de Guillermo Jaffer, se dice escribió:

1. Comentarios sobre los Fueros de Valencia, manuscrito. Véase a Bayer en las notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 146.


GUIDO DE MONT-ROCHER.

1333.

Juan Alberto Fabricio (2: Mediae et infimae latinit. tomo 3, pág. 133), León Alacio (3: En su Apes urbanae) y Posevino (4: Biblioteca selecta), con el mismo Fabricio, Bibliot. graeca (5 : Tomo X, pág. 786, núm. LVIII. Dissert. de Georgiis), lo hacen de nación francés, siendo ciertamente catalán o valenciano; a juicio del Sr. Bayer, en sus notas a la Biblioteca Vetus, tomo 2, pág. 155, omnino Valentinus aut Catalanus. Pero es muy regular fuese de nuestro reino, cuando dedicó su obra al Obispo de esta Diócesis, cuyo pueblo no había cumplido un siglo después de su abrazamiento con la fe. Escribió: 1. Manipulus Curatorum. Libro que repetidas veces se imprimió en latín, y fue traducido al griego en el año 1333, por Jorge Coriliano, como lo asegura Alacio. Dedicó su autor esta obra a D. Raimundo Gastón, obispo de Valencia.

Además de las ediciones de París de 1473, de otra sin nombre de impresor ni lugar, hecha en 1484, en Venecia 1491, y Antuerpia (1570), alabadas por Fabricio; hay otra hecha en Zaragoza 1475, con este título: Incipit Manipulus curatorum compositus à Guidone de Monteroteri sacrae theologiae profesore; con muchísimas que se hicieron en el siglo XV, y que por no ser molesto no inserto.

La dedicatoria de la edición de Zaragoza, empieza: “Reverendo in Christo patri ac Dño. Dño. Raimundo divina providentia sancte valentinae sedis Episcopo suorum devotorum minimus Guido de Monteroteri cum devota et humili recomendatione se totum suis obsequiis mancipatum... Hec autem attenta vigili meditatione perpensans, sequens opusculum de instructione neophitorum curatorum composui. Quod quidem opusculum ad vos qui estis sacrosante ecclesiae luminare perclarum...” Más extensamente puede verse en la pág. 123 de la Tipografía Española del P. Méndez.

El Sr. Bayer, en las notas a la Vet. de D. Nicolás Antonio, nos da noticia de estas dos ediciones de Zaragoza de 75, y 84, (ambas existen en la biblioteca real; y a más dice: que en ella hay un códice en pergamino bastante antiguo, el que escribió, como se lee en el mismo, un cierto Alfonso Segoviense, por lo que falsamente se le atribuye: las palabras escritas en él son: “Alfonso Segoviensi in loco de Ajofrin Toletanae Diocesis anno MCCCCXLV exaratum” empieza: Reverendo in Christo &c. como hemos ya notado.

Él mismo manifiesta que dedicaba esta obra a Raimundo, Obispo de la Santa Iglesia de Valencia, lo cual conviene con el tiempo del gobierno de este Mosen Raimundo Gastón, que empezó a ser Obispo en el 1312, continuaba en el de 1333, en que se escribió dicha obra, y no murió hasta el 18 del mes de Junio de 1348.


D. FR. BERNARDO OLIVER.

1348.

Ximeno, tomo 1, pág. 10.

Fue hijo de la ciudad y convento de S. Agustín de Valencia. Añadimos a lo que de este autor habla la biblioteca referida, que la obra notada en el núm. 5.° Exercitatorium mentis ad Deum, existe en un códice manuscrito en la librería del Escorial, let. b, armario III, núm. 3 (tom. 1, pág. 211) con este título:

1. Exercitatorium mentis in Deum, ad Raimundum Gastonem Episcopum Valentinum: por ello se ve, no estar dedicada la obra a Don Rodrigo, obispo de Valencia, como dice Ximeno, citando a Nicolás Antonio: error que no creyó.

Se halla también en la misma biblioteca, let. b, armario III, núm. 19 (tomo 1, pág. 206) traducida esta obra por un anónimo, con el siguiente título: Espertamento o levantamento de la voluntad en Dios. Cuatro libros. Añádense a sus obras:

2. Tractatus contra Iudaeos. Existe en la biblioteca real de Francia, tomo III, pág. 365, cod. 4230. Véase al Ilmo. Sr. Bayer, en las notas a la bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 155.


ARNAU DE MORERA.

1348.

A este autor coloca D. Nicolás Antonio (1) entre los escritores de tiempo incierto, haciéndole catalán e ilustrador de las costumbres y usajes de aquel Principado; siendo así que fue valenciano, y de tan gran mérito, que el Rey D. Pedro II, o IV de Aragón, enterado de su gran ciencia, le dio el importante cargo de Baile General de este Reino, en el año 1336; le confió varios delicados encargos, y satisfecho de su gran desempeño, le promovió a Vice-Canciller suyo.

Fue muy celebrada su integridad; pues habiendo convocado el Rey, en el año 1347, a veinte y dos teólogos y jurisconsultos de los más acreditados en su Reino, para que juntándose en Valencia, declarasen a quien, en caso de morir, pertenecía la corona; no obstante de estar el Rey decidido a favor de su hija Doña Costanza, y conocer la terribilidad de su genio contra los que no seguían sus ideas, manifestó que no podía succeder la misma; y lo apoyó en gravísimos testimonios, de que se irritó tanto el Rey, que le quitó el empleo de Vice-Canciller; lo que le proporcionó crédito en todas partes. Escribió: 1. Notae super Foris Regni Valentiae, las que trabajó por los años de 1340.

Hacen memoria de nuestro autor, Zurita (1: Libro VIII de sus Anales, cap. V.), alabándole con grandes elogios; y Abarca (2: Tomo 2, folio 103 v. en D. Pedro II, cap. IV, núm. 2.) le elogia por su sinceridad en aconsejar al Rey.


JAIME CABALLER, GUILLEM ANDREU, JUAN ALEPÚS.

1350.

Jurisconsultos valencianos, de quienes apenas nos queda más memoria que la de haber sido licenciados en leyes, y de los que nos da noticia en las notas que puso el Ilmo. Sr. D. Francisco Pérez Bayer a la Biblioteca Vetus de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 147, col 1, allí nos dice: que fueron Anotadores a los Fueros de Valencia, y como casi coetáneos de D. Juan Ximénez de Salanova, del que se trata el año 1369: me ha parecido colocarlos a la mitad del siglo XIV.


JAIME CONESA.

Valenciano Protonotario real. Ximeno, tomo 1, fol. 12, hablando de este autor, dice que Morlá refiere estas palabras: (3: Morlá in Praefat. Empor. pág. 4.) Jacobus Conesa Protonotarius Regius, Graecorum, et trojanorum res gestas, Ilii eversionem toties ab antiquis Poetis decantatam, patrio sermone Valentino, non sive ingenti industria, et arte donavit. En prueba de ser cierto cuanto nos dice Morlá, añadimos: que en la preciosa biblioteca del Excmo. Sr. Marqués de Dos Aguas, hay un ejemplar manuscrito de la referida obra, con este título:

Guerres troyanes per en Jac. Conesa, protonotario del Rey d'Aragó.


GINER O JANER (GENARO) RABAÇA.

1358.

Que llamaremos el padre, para distinguirlo del hijo, de quien se hablará después.

Fue de una familia muy distinguida: se aplicó a la jurisprudencia, en que hizo grandes progresos, pero se contentó sólo con el grado de licenciado en leyes, de que constantemente usaba; y con el cual se distinguía del hijo, que se titulaba siempre Doctor en leyes: y los copiantes de los comentarios, para no confundir las obras de uno con las del otro, ponían al fin de las de aquel: Rabaça P., y al de las de este: Rabaça F.

Mereció especiales confianzas a esta ciudad, habiéndole empleado en su gobierno, nombrándole por su Jurado en los años 1325, 33 y 57.

Asistió también, en representación de la misma, a las Cortes celebradas por el Rey D. Pedro II en Valencia (no Pedro II de Aragón, padre de Jaime I), los años de 1342, y de 1349. Y conociendo que el Rey, que necesitaba tener cerca de sí un sujeto de su ciencia y recomendables circunstancias, le nombró consejero suyo; cuyo cargo ejercía en el año 1358, según demuestra el Privilegio 88 del Aureum Opus Privil. fol. 125. Escribió: 1. Comentarium in aliquas leges jur. civil. Al cual se refiere en el que trabajó sobre los Fueros.

2. Notae super Foris Regn. Valentiae.

3. Un largo comentario del Fuero único, Rúbr. 5 de las Cortes de 1358, sobre poder dejar cada uno los bienes a quien quiera, excepto a los generosos.

Parte de esta obra, existe manuscrita en la copiosa librería del Sr. Borrull.


ARNAU JOAN.

1363.

Abogado valenciano, graduado de doctor en leyes; lo que consta por la memoria que hace de este escritor al año 1351 el Aureum Opus, Privil. Civ. et Regni Valentiae, donde al folio CXX, pág. 1, col. 2, se firma: Arnaldo Iohanis legum Doctori per Nos (habla el Rey D. Pedro II) deputato; y folio 126, part. 1, col. 2: Micer Arnau Iohan doctor en leis; y en las Cortes celebradas a 20 de febrero 1348 en Valencia, se lee: N'Arnau Ioân doctor en leis tudor del noble En Ramonet de Ruisech. 

Hubo nuestro Arnau de estudiar también en Bolonia, como otros muchos españoles. Su grande ciencia e integridad atrajeron la voluntad del Rey, que le honró con diferentes comisiones, como fue: encargarle a fines del año 1348, la averiguación de los daños ocasionados por los de la unión, a los que defendían la parte del Rey (1): conferirle el empleo de asesor del tribunal del gobernador (consta por la obra que después citaremos al núm. 3); y elevarle al de consejero suyo, siéndolo ya en el año de 1358, según demuestra el Privil. 88, folio 126 del Aureum Opus. &c.

Se equivocó Ximeno, tomo 1, pág. 16, col. 2, en asegurar que este Comentador de los Fueros fue Jurado de Valencia en 1411; pues ni podía vivir en dicho año, ni siendo Consejero del Rey, servir el destino de Jurado, ni hubo jurado alguno del nombre de Arnau.

Como Ximeno no examinó las obras de este autor, cometió otro error, asegurando que las trabajó juntamente con Jaffer, cuando las mismas demuestran que lo hizo separadamente; y según varias razones que ha tenido presentes, y manifestando el erudito Sr. Borrull, deduciéndolas de sus mismas obras, las formó desde el año de 1358 hasta el de 1363.

Zurita (2: Lib. VII de los anales, capítulos 33 y 54), hacia el fin, hablando de este autor, dice que escribió:

1. Notae super Foris Reg. Val.

2. Quodque non competat Judici Ecclesiastico laicos corporaliter neque pecuniare punire aut multare ob crimen sacrilegii &c.

Es una juiciosísima y muy fundada disertación con el referido título.

3. Lo stil de la Gobernació. En lemosín, que existe al fin del libro de los antiguos Fueros de Valencia, impresos en 1482, donde se firma Arnaldus Johannes legum doctor.


FR. GUILLERMO ANGLÉS.

1368.

Ximeno, tomo 1, pág. 12.

Religioso Dominico, natural de Valencia.

Con el motivo de haber visto, y aún por una casualidad tenido en mi poder la obra qe refiere de este autor, y existe en la exquisita librería de la Catedral de Valencia, me ha parecido dar con más individualidad la noticia de tan precioso manuscrito. Empieza pues así: “In nomine Domini incipit Expositio de Ordine Missae sumpta à multus dictis Sanctorum doctorum, compilata à Reverendo Domino Fratre Guillermo Anglesii de Ordine fratrum Praedicatorum, Lectore Sedis Valentiae.” 

Llega dicha exposición hasta el fol. 107, donde dice: “finito libro sit laus gloria xpto. Amen. Manus scriptoris requiescat fessa laboris, que manus Guillermi de pomerada nots. complevit scribere psentem reportattes. reverendi religiosi fratris Guillelmi Anglesii, lectoris Sacre Sedis Valencie sup. tractatum misse in Civitate Valentina die mercurii decima januarii anno a nativitate domini millesimo quadrigentesimo vicesimo.”

Al dicho folio 107 vuelta, hay esta rúbrica: In nomine Sanctae Trinitatis, Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Comença la exposició breu gramaticalment, en romanç del Canon y del himno angélico del Sanctus.

Esta exposición en lengua valenciana, comprende 15 folios. Siguen las oraciones que dice el Sacerdote al revestirse, y después una exposición de las rúbricas. Faltan algunas hojas. De esta obra y de su autor, hace memoria el P. Fr. Francisco Guzmán, franciscano, en su libro de Recta sacrificii oblatione et caeremoniis ad Missam, que imprimió en León en 1542, folio 44, pág. 2.


JUAN EXIMENS (O XIMÉNEZ) DE SALANOVA.

1369.

Jurisconsulto valenciano, por ventura hijo del célebre Eximens Pedro Salanova, también Jurisconsulto, del cual habla el Ilmo. Pérez Bayer en las notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 146, col. 1, nota 1; así como también en la siguiente página trata de nuestro autor. Se graduó de licenciado en leyes; constando dársele este título en la sentencia publicada en Valencia en 15 de septiembre de 1369, que se contiene en el Aureum Opus. Privil. Civ. et Regni Valentiae. Escribió después de los años de 1360: 1. Notae super Foris Regni Valentiae.


GUILLEM JAFFER.

1372.

Generoso natural de Valencia, doctor en leyes; distinto del que habla Ximeno, tomo 1, pág. 16, al año 1411.

Ha habido tres de este nombre: el primero, Juez de Corte en 21 de mayo de 1298, según es de ver por el Privil. folio 140 v. del Aureum Opus Privil. Civit. et Regni Valentiae; y no puede ser este el comentador de los fueros, pues cita en ellos a Bartolo, y no podía ejecutarlo habiendo nacido 15 años después de aquel, en que se hallaba juez de corte.

El tercero es el que trae Ximeno en la página expresada, que fue jurado en esta ciudad en los años de 1380, 85, 89 y 95.

El segundo es del que hablamos en este artículo. Fue hijo o sobrino del primer Guillem Jaffer; estudió en la universidad de Bolonia, habiendo tenido por maestro a Jacobo de Bellvís (Bellovisu), a quien cita varias veces con tanto respeto, como es decirle: Dominus meus Jacobus de Bellovisu; y después de graduado de doctor en leyes (de cuyo dictado usaba frecuentemente), se restituyó a Valencia; y adquirió desde luego un gran concepto, habiéndose acreditado de excelente jurisconsulto en el patrocinio de varias causas. Fue nombrado jurado de la ciudad en los años 1330, 66, 67 y 72.

Asistió en estamento militar en las cortes celebradas por el Rey Don Pedro II en esta ciudad, año 1342; y se halla su firma en la impresión de las mismas del de 1482: escribió sus Comentarios a los Fueros, desde dicho año hasta el de 1349, como lo acredita no citar en ellos fuero ni privilegio posterior a los de 1348; y esto mismo descubre no poderse atribuir la obra a otro sujeto, ni más antiguo, ni más moderno; y así ni tampoco al otro de quien habló Ximeno, al año 1411.

Habiendo conocido el Rey su gran mérito, lo eligió consejero suyo, de cuyo título usa en la obra, núm. 3.

Su ciencia ha merecido en todos tiempos mucho aprecio, y en prueba de ello, le citan y se valen de sus escritos, Belluga, León, Matheu &c. Escribió:

1. Commentarium in Leges Juris Romani. Manuscrito.

2. Notae super Foris Regni Valentiae; a saber: a los de D. Jaime I, y de Alonso II. Manuscrito. Y en su lengua patria:

3. Declaracions dels duptes sobre los furs nous, fetes per Miser Guillem Jaffer. Manuscrito que existe en la biblioteca del Sr. Borrull. Trabajó esta obra a instancia de Don Pedro Thous, Maestre de la Orden militar de Montesa; declarando qué especie de jurisdicción se concedió en las Cortes de Valencia, celebradas en esta ciudad en 1329, a los que fundasen lugares de 15 casas en heredad suya, dentro del término de otra villa: cuya jurisdicción se llamó Alfonsina, con alusión al nombre del Rey que la sancionó; y cuya política idea facilitó la fundación de un gran número de lugares, y muchas ventajas a la población y a la agricultura en este Reino.


DOMINGO AIMERIC.

1373.

Jurisconsulto valenciano, y sujeto tan acreditado, que ya en el año 1342 tenía alguna representación y adquirido mucho concepto; y por ello Valencia le dio poderes para asistir en su nombre a las Cortes, que en dicho año habían de celebrarse en

esta Ciudad, como lo ejecutó, firmándose con la adición de jurisconsulto, en las ordenanzas que hay después de los Fueros, y antes de los actos de Corte; así se lee en la edición de las mismas, y de los Fueros, hecha en 1482. En 1344, fue nombrado jurado de la ciudad de Valencia. Ilustró con sus: 1. Comentarios a los fueros. Que hizo después de haberlos esplanado Morera y Jaffer por lo que arbitramos colocarle posterior a estos.


EN MARTÍ DE TORRES.

1376.


Valenciano jurisconsulto muy acreditado, de quien hizo Valencia las mayores confianzas; pues en 1357, titulándole Savi en dret (sabio en el derecho), le nombró Asesor del Justicia Civil; en 1359, por uno de sus Síndicos, para disponer lo que pareciese conveniente, con motivo de la guerra con el Rey de Castilla Don Pedro el  cruel; en 1362, por uno de los doce Síndicos que, en representación de esta Ciudad, debían asistir al Parlamento que dispuso el Rey D. Pedro se celebrase por D. Alfonso Conde de Ribagorza, en su nombre; y en 1376, fue jurado en esta Ciudad, en cuyo año el Rey Don Pedro IV de Aragón, por la fidelidad de la gente de Valencia; en la guerra que tuvo con Castilla, coronó las dos LL de las armas de la Ciudad: según consta en el 2.° libro de Bartolomé Villalva, notado a fojas 88. Escribió:

1. Anotaciones a los Fueros de Valencia. Manuscrito que se conserva en la librería del Sr. Borrell.


PEDRO JUAN MARTORELL. (Joanot Martorell)

1383.

Caballero valenciano, de quien Ximeno habla en el tomo 1, pág. 12, diciendo que el libro Tirant lo blanc se imprimió en Valencia año 1480; pero el P. Méndez en su Tipografía Española, manifiesta que fue impreso en 1490, citando el ejemplar que se guarda en la biblioteca de la Sapienzia de Roma, que poco ha vio (dice) el P. Mtro. Fr. Isidro Hurtado, Agustino, quien ha escrito una noticia individual de dicho libro, que se podrá ver en el del P. Méndez, pág. 72, el cual en la pág.115, dice que se imprimió también en Barcelona año 1497 en folio: edición que otros varios bibliógrafos mencionan, añadiendo ser en letra de tortis, y en lemosín; la que podemos contar por la segunda de la referida obra. 

Esta se tradujo al castellano con este título: Los cinco libros del esforzado e invencible caballero Tirante el Blanco de Rocasalada, Caballero de la Jarrotorra, el cual por su alta Caballería alcanzó a ser Príncipe y César del Imperio de Grecia.

Libro en folio, letra de tortis, a dos columnas, y 288 fojas: al fin se lee: A loor y gloria de nuestro Señor, y de la bendita Virgen María su Madre y Señora nuestra, fue impreso el presente libro del Caballero Tirante el Blanco, en la muy noble Villa de Valladolid, por Diego Gumiel, acabóse á XXVIII de Mayo del año MDXI.

El mismo Ximeno, en el apéndice a las adiciones, tomo 2, pág. 374, dice: que Juan Bautista Souchay tradujo y publicó en francés la referida obra; tal vez será distinta de la que con el siguiente título he visto, y es: Historie du vaillant Chevalier Tirant le Blanc, traduit de l'espagnol. A Amsterdam chez Westein et Smith, 12.° 3 tomos. Sin año ni nota de traductor.

También Lelio de Manfredi lo tradujo al italiano, y hay tres ediciones: en Venecia por M. Federico Torregiano 1538, en 4.°. La segunda también en Venecia, por Dominico Sarri, 1566, en 3 tomos en 12.° Y la tercera sin lugar ni nombre de impresor, en 1611, 8.°, 3 tomos.

La cuarta parte de esta historia, que dice Ximeno fingió haberla traducido a la misma lengua valenciana, Martín Juan de Galla, debe decir Gralla: equivocación que no enmienda en la fe de erratas.

http://www.cervantesvirtual.com/portales/joanot_martorell_i_el_tirant_lo_blanc/traduccions/

MOSEN ANTONIO VILARAGUT.

1388.

Caballero valenciano, del que dice Escolano, que el Rey D. Juan I de Aragón, le hizo su Mayordomo, y agració por sus servicios con la merced de la baronía de Dos Aguas, en Privilegio dado en Monzón a 11 (o 2 en números romanos) de diciembre de 1388.

Tradujo al lemosín, y dedicó a dicho Rey: 1. Las diez tragedias de Séneca, de las que sólo he visto y tenido la primera, que es: Ercules (Hércules) y Medea, manuscrito en folio, de letra del siglo XIV.

Este códice seguramente contenía las nueve restantes tragedias, porque además del argumento de dicha primera tragedia, que no tiene frontis, y parece no haberlo tenido nunca, empieza sin la primera letra inicial: a primera tragedia conté la gran furor de Ercules. Sigue el argumento de la segunda, que es: Thiestes é Atreu: la tercera de Thebaris: la cuarta, Ipolit: la quinta, Edipo: la sexta de Troas: la séptima, Medea, la octava, Agamenon: la novena, Ortonia; y la décima de Ercules Octhon, axi nomenat per la selva Othea, en la cual morí.


ANTONIO RIERA.

Presbítero valenciano, de quien habla D. Nicolás Antonio, diciendo (1: Nicol. Ant. Bibliot. Vet. tomo 2, pág. 124, col. 2): que un tal Eimerico fue acusado por Riera, de enemigo de la doctrina de Raimundo Lulio ante Benedicto XIII cuando estaba la Silla en Aviñón, y que mandando comparecer Eimerico, se declaró, después de un solemne examen, por católica la doctrina de Lulio, no encontrando en ella nada de cuanto se le imputaba. Esto sucedió en el año 1395; pero nada nos dice de que compusiese obra alguna nuestro Riera, y debemos a la perspicaz diligencia del erudito Sr. Don Francisco Pérez Bayer que nos diese esta noticia en las notas que puso a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, en el tomo y página insinuados, diciendo: que en la Biblioth. Regis Galiarum, tomo III, pág. 381, códice 3171, está notada entre los escritos de Nicolás Eimerico, la obra siguiente: 1. Incantatio studii Ilerdensis super XX. articulis per quondam Antonium Riera studentem Valentinum ut defertur, inibi disseminatis. 

También habla de este autor, Quietif y Echard, Ord. Proedic.


JAIME MARCH.

1396.

Poeta valenciano, de quien hablaremos copiando puntualmente lo que nos suministró nuestro erudito paisano D. Francisco Cerdá, en sus notas al canto del Turia, de Gil Polo, pág. 294, impresión de Madrid de 1778, dice pues: “Jaume March, del cual hasta ahora no teníamos la menor noticia, pero nos la ha suministrado nuevamente D. Tomás Sánchez, bibliotecario de S. M. en las eruditas notas a la citada Carta del Marqués de Santillana, impresa al principio del tomo 1 de la apreciable colección de poesías castellanas anteriores al siglo XV, pues en la pág. 77, dice: que el año de 1371 vivía Jacme March (que acaso sería abuelo o tío de Ausias) del cual se conserva en la biblioteca de la Santa Iglesia Metropolitana de Sevilla, let. AA, tab. 144, núm. 39, un códice manuscrito en folio de letra del siglo XIV, con este título: “Libre de concordançes, de rimes è concordans, appellat dictionari (diccionari de rims); e primerament tracte de les vocales, e apres de les mudes, seguent l'ordre del ABC. 

Sigue: “Presentació e prolech del libre de concordances apellat dictionari, ordenat per en Jacme March á instancia del molt alt e poderós Senyor En Pere per la gracia de Deu Rei d'Aragó e fonc fet en l'any MccccLxxi (1471).       

Este libro (como se ve, continúa Cerdá) es un diccionario de consonantes y asonantes para el uso de los poetas, y contiene veinte y seis folios.” Fue mandado hacer, según se ve, por el Rey D. Pedro de Aragón (IV), llamado el ceremonioso. Es asimismo un arte de trobar, adornado de coplas que sirven de ejemplar para las reglas, y además contiene un corto poema de cincuenta versos de a diez sílabas cada uno.

Muy conducente hubiera sido publicar dicha obra a beneficio de la poesía lemosina, por ser un códice tan antiguo, y por ello estimable, pudiendo acomodar aquí lo que dice el P. Sarmiento: (1: Núm. 789 pág. 357) Memorias para la historia de la poesía. “Yo quisiera noticias antiquísimas, y del tiempo anterior a la imprenta, o cuando más acá, que comprendan todo el siglo XV.” De cuya época es dicha obra; pudiendo quejarse nuestros literatos con más razón de lo que se lamenta el P. Sarmiento, en el citado libro (2: Núm. 865, pág. 395): porque no se hubiese vuelto a imprimir la obra de Mosen Fenollar, poeta valenciano, donde dice: “Este libro precioso por la antigüedad de la impresión, y por lo notable del asunto, debiera reimprimirse entre tantos como cada día se reimprimen; y con su publicación, recibiría nuevas luces la historia de los poetas de este siglo decimoquinto.”

Si así sentía este celoso escritor la escasez de una obra, de la que por haberse impreso, han visto la luz pública, ¿cuánto más sensible deberá ser, ver una obra de nuestro idioma y patria, en manos del todo ajenas, y con débiles o ningunas esperanzas de que se publique?

En la Capilla del claustro mayor del Convento de Predicadores de Valencia, que tenía por titular a S. Pedro, y está al lado del Capítulo, a la parte de la Epístola, hay un sepulcro, en el que se ven armas de March y de Esplugues, con la inscripción siguiente, que por la era en que se hizo, parece ser de nuestro autor. Es como sigue:

ACI JAU LA HONORABLE MADONA

GUILLEMONA DESPLUGUES MULLER QUE

FON DEL HONORABLE MOSEN JACME MARC

QUI MORI LANY DE NOSTRE SENYOR Mcccc.

Como la muerte de esta señora sucedió en 1400, arbitramos colocar a nuestro March en el de 1396.


FR. DOMINGO AGRAMUNT.

1400.

Religioso dominico, natural de Valencia, de linaje noble: ilustró su sangre con las letras y virtudes. Son pocas las memorias que se conservan de sus hechos; sabemos sólo que tomó el hábito en el convento de Santo Domingo de esta ciudad, que fue Doctor Parisiense y Catedrático de Teología en la universidad de Lérida, que después reunió a la de Cervera, año 1717, por Felipe V, la que se estableció por la extinción de aquella y la de Barcelona. Escribió: 1. Commentarii super libros tertium et quartum Mag. Sententiarum. Así lo aseguró Fr. Juan Micón, como lo notó el Maestro Antist, al último del tratado de Viris illustribus Prov. Aragoniae de Fr. Baltasar Sorio (1: Del que habla Ximeno, tomo 1, col. 2, pág. 133, núm. 11), como puede verse en el Convento de S. Onofre, Religiosos Dominicos. Añade allí mismo que floreció por los años de 1400.

El. P. Echard, Bibliot. Script. Ord. Praedic. (2: Tomo 1, pág. 708) le atribuye un Tratado sobre la Salve Regina; pero es incierto que sea de Agramunt, porque su verdadero autor es Fray Pedro de Canals, como lo dice Diago (3: En la Historia de la Provincia de Aragón, lib. 1, cap. 21); y lo mismo hace Echard, pág. 749, hablando de Canals. Quizá este bibliógrafo no comprendió la índole de la lengua española.

Ximeno, en el tomo 2, pág. 234 de sus escritores valencianos, artículo de Fr. José Agramunt, rehúsa contar entre ellos a Fr. Domingo, y reprende a Rodríguez, porque en la pág. 113 le puso como escritor; y el fundamento de que se valió Rodríguez, que es el mismo que yo tengo, es indubitable. “Lo he visto por mis ojos (me aseguró D. Jaime Villanueva, antes religioso del orden de Santo Domingo), y copiado auténticamente en la biblioteca del convento de S. Onofre.” Y en esto no cabe duda, y me admiro verdaderamente, que un escritor tan exacto como Ximeno, diga que en las bibliotecas de la Orden no se halla que hubiese escrito nada; porque Echard, en el lugar arriba citado, hace mención de él, aunque equivocadamente, como dije, le atribuye lo que no es suyo.

Siglo XV

domingo, 5 de diciembre de 2021

DVA, Borao, S

SABANILLA. c. Pañuelo.

SABIDO. n. Sustantivo con que se denota el sueldo fijo de que uno dispone: equivale en cierto modo a situado, pero es más concreto: se usa en las expresiones tiene un buen sabido, tiene un sabido de 5 rs, como indicando que sin contar otras utilidades eventuales.

SABOCA. a. Saboga, sábalo, pez. (saboc es aixó)

SABOCA. a. Saboga, sábalo, pez.


SACA. a. Derecho de saca, retracto o tanteo.

SACADERA. n. Cuévano pequeño que se emplea en las operaciones de la vendimia.

SACAFUEGOS. c. Eslabón.

SALCHUCHO. n. zancocho.

SALMORRADA. n. Salmuera, que en Aragón se pronuncia sulmuerra.

SALOBRE. u. Planta: se da también ese nombre a toda planta salsuginosa.

SALZ. n. Cierta especie de yerba.

SAMARUGO. n. Pez abdominal. - n. Persona arisca, imbécil o egoísta.

SANGARTESA. n. Lagartija.

SANGRIMÍS. n. Muchacho desmedrado, o de pocas carnes, o de corta estatura.

SANJUANADA. n. Velada de San Juan.

SAMPEDRADA. n. Velada, o mejor, aurora de San Pedro.

SANSA. d. Orujo de la oliva.

SANTORAL. n. Catálogo de santos, especialmente en el calendario: la Academia le da la significación de libro de coro o de sermones y vidas de santos: su verdadera significación es la última.

SAQUE. n. Se dice de uno que tiene buen saque para denotar que es comedor o bebedor.

SAQUERA. c. Aguja de coser sacos, como se dice también aguja espartera, y aguja de ensalmar.

SARDA. n. Ramaje bajo en el monte, como el de los tomillos, asnallos etc.

SARGANTANA. d. Lagartija.

SARNA. n. Buena fortuna en el juego, o suerte muy constante en cualquiera especulación: voz familiar.

SARNOSO. n. El ganancioso habitualmente, sobre todo en el juego.

SARRAMPIÓN. d. Sarampión. (Sarrampió)

SARRIA. n. Esportón. (Saria)

SARRIO. c. Cabra montés. - n. Gamuza.

SASO. d. Tierra ligera.

SAYONÍA. n. Alguacilazgo: el Diccionario de la Academia no usa esta voz, pero incluye como anticuada la primitiva de sayón.

SECANO. n. Se dice abogado de secano por el que no tiene pleitos o suficiencia.

SECARRAL. n. Secaral, sequeral, sequedal. (Lugar seco, desértico)

SECO. n. En la frase dejar a uno seco significa dejarle muerto en el acto, aunque esto, en verdad, no aseguraremos que sea exclusivamente aragonés.

SECÉN. n. Madero que pasa de 30 palmos.

SEGALLO. n. Cabrito desvezado hasta llegar a primal, como en el ganado lanar lo es el borrego o cordero desvezado. (segall, segalla)

SEMEJANTE. n. Extremado en magnitud, en número, en lujo, etc., por ejemplo: "ha hecho semejante fortuna! ha venido con semejante ostentación! ha traído semejante vestido!"

SENIORES. n. Los que tenían jurisdicción, y este nombre recibieron los ricos-hombres.

SENO. n. Pecho.

SENSE. n. Tonto: es de uso local. (sense señ, seny)

SENTIDO (costar un). n. Costar mucho.

SEÑALERO. n. Alférez, porta-estandarte, abanderado: en documentos antiguos senyalero. (que llevaba la senyal, señal real de Aragón, senyera)

SEÑAR. a. Hacer señas.
SEO. a. Iglesia catedral: dícese la Seo, aunque muchísimos autores escriben impropiamente Aseo, otros Seu y antiguamente See, acercándose más a la etimología latina sedes (sede).

SERRADIZO. n. Serrín.

SERRANÍA. n. Se usa en la frase forense sententia ad modum serraniae, la cual se pronunciaba brevísimamente y sin gastos, previa sumisión de las partes.

SERRETA. n. Cadenilla que se pone en la boca a los caballos u otros animales de monta para refrenarlos.

SERRONES. n. Planta chenopodium.

SIETE EN RAMA. n. Planta, tormentilla erecta.

SILLETAS. a. Jamugas.

SIMOSO. n. Terreno flojo y que fácilmente se desprende por las filtraciones u otras causas, dejando abiertas simas o concavidades.

SÍNDICO A TRIBUTAR. n. El que tiene a su cargo en la municipalidad el cuidado de la alineación y denuncia de los edificios.

SINGULAR. a. Particular, individuo, vecino.

SINJUSTICIA. n. Injusticia. - Hemos oído muchas veces esa voz (y a la gente rústica el barbarismo desinjusticia); y aunque no quiso usarla probablemente como tal sustantivo Hurtado de Mendoza, no deja de prestarse a esa lectura aquel trozo del Lazarillo que en una de sus ediciones hemos leído "Mas con tanta gracia y donaire contaba el ciego mis hazañas, que aunque yo estaba tan maltratado y llorando, me parecía que hacía sinjusticia en no se las reír," y si bien ahí puede entenderse me parecía que obraba sin justicia, pero no así en la edición de Aribau (Biblioteca de AA. españoles) en donde dice "me parecía que le hacía injusticia en no se las reír," y luego por nota, como variante, sin justicia, cuya variante con el le aproxima mucho esta frase a la significación que habemos dado.

SINODAL. n. Se dice del no muy competente testigo que es llamado a declarar sobre sucesos antiguos en que no se presenta como ocular o de ciencia cierta.

SIRGA. c. Maroma.

SIRRIA. n. Excremento del ganado etc. (eixérrit, fem)

SIRRIO. d. Sirria, sirle.

SISA. n. Sisón, ave.

SISALLO. n. Planta, salsola vermiculata.

SISARDO. n. Cuadrúpedo, capra rupicapra.

SITIADA. d. Junta de gobierno en los establecimientos de beneficencia.

SITIADO. a. Sito, situado.
SITIO. a. Aniversario.

SOBA. d. Cueva profunda en dirección horizontal.

SOBATER. d. Agitar líquidos.

SOBIRANO. n. Supremo: es de los vocablos que reúne en su Índice Blancas.

SOBRE-ACEMILERO. n. El oficial real que cuidaba de las acémilas (ase), así como de los carros, barcas y suministro de cebada cuando la corte se ponía en viaje.

SOBRE-BUENO. n. Excelente, exquisito.

SOBRE-CIELO. n. Toldo, techo formado de telas vistosas a manera de pabellón, como se lee y explica en las Coronaciones de Blancas: dosel como dice este en su índice de vocablos aragoneses: también es voz italiana pero se escribe sopracielo.

SOBRE-COCINERO. n. Cada uno de los dos escuderos destinados al servicio de la mesa del rey, los cuales habían de ser caballeros. (sobrecoch)

SOBRECULLIDOR. n. Recaudador de más categoría que los cullidores o cobradores.

SOBREJUNTERÍA. n. Era a manera de distrito o departamento, a lo menos en tiempo de las Uniones de Aragón, las cuales nombraban dos conservadores por cada sobrejuntería o sobrejuntaria.

SOBREJUNTEROS. n. Dependientes o porteros. - n. Cuando a Unión nombró al rey los oficiales de su casa le dio sobrejunteros de Alcañiz, Tarazona, Jaca, Sobrarbe y Ribagorza, Transduerta y reino de Valencia.

SOFOCACIÓN. SOFOCO. El acto de sofocarse o de disgustarse o apasionarse vivamente.

SOGUEADOR. n. Agrimensor.

SOCUEAR. a. Medir con soga. (soguear)

SOGUERÍA. a. Conjunto de sogas.

SOL DE CARACOLES. n. El de poca fuerza y color siniestro, que generalmente sale durante la lluvia o poco después de ella sin que haya escampado.

SOLANAR. a. Solana.

SOLAPE. n. Entre carpinteros la parte de una pieza que monta o apestaña sobre otra. (se solapa)

SOLDADERA. n. Ramera; en latín soldataria. Incluida esta palabra, por haberla leído en documentos aragoneses y no en el diccionario de la Academia, debemos, sin embargo, advertir que después la hemos visto usada en el Concilio toledano de 1324.

SOLIO. n. Reunión o sesión solemne de los cuatro brazos de las Cortes aragonesas, en que se sancionaba lo acordado en común o por medio de los comisionados reunidos de cada brazo.

SOMARRARSE. Adherirse un guisado a las paredes de la vasija. (Sucarrás, socarraet)

SOMARRO. n. Carne asada.

SOMONTANO. n. El terreno colocado a la falda de alguna cordillera, como el de Moncayo. (semontano; so, sos, sus, debajo del monte)

SONDORMIR. n. Dormir con sueño ligero. (sondormí)

SOPA. n. Se usa en la frase a sopas hechas para indicar que se ha llegado cuando todo estaba dispuesto o concluido.

SOPAPO. d. Revés.

SOPERO. n. Especie de babero o pañizuelo que se pone a los niños al pecho en equivalencia de la servilleta.

SOPORTALES. n. Portales, galería que forman las fachadas de una línea de calle o plaza.

SOSMESOS. n. Vasallos: léese en muchos documentos, y es de los vocablos aragoneses reunidos por Blancas. (someter, so: sos: sus + meter; sotsmes)

SOSTOBAR. SOTOBAR. d. Mullir. (sostobá : moure)

SOTA. a. Mujer deslenguada y sin vergüenza.

SOTA-CEMILERO. n. Empleado real dependiente del sobreacemilero. (sobre, super vs sota, so, sos, sus, sub, etc)

SUDADERO. n. Bache o cubierto en que se encierra al ganado, para pasar desde él las reses al esquiladero: la Academia lo incluye como provincial de Estremadura, pero indicando ser el mismo esquiladero.

SUDAR. n. En las expresiones sudar pez coca, sudar el quilo, significa sudar copiosamente.

SUELDO. a. Moneda imaginaria de ocho cuartos.

SUFRIENZA. n. Véase rupias.

SUMSIDO. n. Lo mermado y aun seco por la acción del calor o la del tiempo. (semat)
SUMSIRSE. n. Encogerse, reducirse en volumen: generalmente se dice de los comestibles. (semás; la carbassa se ha semat; no me miros tan que me semo)

SUPERLEVADOR. n. Caplevador: lo interpreta el Glosario del Memorial histórico español que publica la Academia de la Historia, en su tomo 2.°

SUPLICACIONES. c. Barquillos: se usa con preferencia en Aragón y se ve empleada en las Ordenaciones de Pedro IV.

SUSANA. n. Se usa en la frase subírsele a uno la susana a la cabeza para denotar que ha montado en cólera o que toma una resolución extrema: en Castilla susano es lo que está en la parte superior, en Navarra lo próximo o cercano.

SUSTITUCIÓN COMPENDIOSA. n. La que participa de la vulgar y fideicomisaria, que son las tres que en Aragón se conocen.

viernes, 3 de diciembre de 2021

DVA, Borao, C

C.


CABAL. d. Peculio, pegujar de los hijos segundos.

CABALERO. El hijo que no es heredero. (Obtiene el cabal)

CABALGADA. n. Contribución antigua en Aragón. (Cabalgada, cavalcada, era una incursión a caballo en una población para saquear)


CABALLERÍA. a. Las rentas que señalaban los ricos-hombres a los caballeros que acaudillaban: había caballerías de honor, de mesnada y otras.

CABALLEROS-PARDOS. n. Los que, sin ser de antemano hijodalgos o nobles, se armaban como francos por carta o por privilegio real, recibiendo en el hombro la pescozada. - En Castilla los que, sin ser nobles, no pechan y gozan preeminencias de hijodalgos por privilegio del rey.

CABALLÓN. d. Lomo de tierra que divide las eras de los huertos. (caballó, caballóns)

CABAÑERA. n. Cañada o espacio señalado para la marcha de los ganados trashumantes, que suele ser de 60 a 90 varas.

CABECEQUIA. a. Persona a cuyo cuidado están los riegos y acequias. -n. Guarda de viñas, custos vinearum. (zabacequia; sobresequié)

CABECERO. n. El que tomando el arriendo de toda una casa por un tanto alzado, recauda los alquileres de las habitaciones y se entiende con los inquilinos.

CABEZADA (dar la) n. Desfilar saludando por delante de las personas que hacen el duelo en algún entierro. -n. Hacer alguna visita muy corta.

CABEZANA. d. Cabestro.

CABEZUDO. n. Hombre de buena cabeza, esto es, de buena organización intelectual.

CABIDAR. d. Ahorrar, economizar. (cabdal : caudal, caudales)

CABLETA. n. Véase capleta y los siguientes vocablos, que todos se hallan indistintamente escritos con p y b.

CABO. a. Párrafo, división o capítulo. (capita : cabeza : capítulo; cap, caps)

CABREAR. n. Echar las cabras los jugadores, para ver a quien cabrá pagarlo todo como dice Rosal.

CABREO. a. Libro becerro o de privilegios.

CABREVACIÓN. a. Acto y efecto de cabrevar.

CABREVAR. a. Apear en los terrenos realengos las fincas sujetas al pago de los derechos del patrimonio real.

CABREVE. a. Apeo en las bailías de dichas fincas.

CACHA. d. Envite falso en ciertos juegos de naipes.

CACHILADA. c. Lechigada: la Academia escribe cachillada.

CACHIRULO. n. Fleco o adorno, generalmente ordinario. (Muy conocido es el pañuelo en la cabeza típico de Aragón, que lleva este nombre. En Valencia es una cometa)

CACHO. c. Gacho.

CADEJO. c. Madeja.

CADIELLO. c. Cadillo.

CADIERA, d. Escaño, banco de respaldo: la Academia escribe cadira, ant. silla

CADILLO. a. Cachorro. -c. Flor del olivo cuando sale el fruto. (Cadell, cadells)

CADO. a. Madriguera, huronera. (cau)

CADUFO. n. Arcaduz, voz dórica y lemosina: en catalán catúfol y cadúfol.

CAGAZAS. n. Cobarde, pusilánime, o, como dice la Academia, cagado.

CAGUERA. n. Cagalera. (Ting caguera, me estic cagán).

CAJETA. Cepo para recoger limosna.

CAL, CALEN. c. Importa, interesa: úsase siempre en tercera persona y se emplea universalmente entre las clases menos acomodadas de Aragón. = Entre los provenzales no sólo era usual esa palabra, sino la de calensa necesidad o cuidado, y la de calier cuidadoso, necesitado. (No te cal patí: no te hace falta sufrir).

CALAGE. a. Cajón o naveta. (Calaje)

CALAMONAR. d. Corromperse o fermentar la yerba u otro vejetal.

CALANDRIA REAL. n. Variedad de la calandria: sólo en Zaragoza se designa con aquel nombre según Asso.

CALCERO. n. Calzado. (calsé)

CALDERETA. n. Se dice de la mujer entremetida y que comúnmente disipa el día en la ociosidad y los pasatiempos.

CALENDATA. a. Fecha, voz forense antic. usada hoy en Aragón. (Kalendas)

CALIBO. a. Rescoldo. (Caliu, calius).

CALMAR. n. Escarmentar a alguno, dejarle mal parado.

CALMUDO. n. Calmoso.

CALOMANCO. a. Calamaco o tela de lana angosta con un torcidillo como jerga: ant.

CALONIA. n. Multa: la Academia admite en este sentido las palabras caloniar y caloña.

CALORINA. n. Calor fuerte y más bien seco: en Castilla calina, pero en significación del vaporcillo caliente que enturbia la atmósfera: en idioma provenzal calina calor.


CALOYO. d. Recental, cabritillo destinado al regalo del paladar.

CALLIZO. a. Callejuela, callejón.

CAMADA. n. Se usa en la frase hacer o tener camada para denotar que se madruga menos que ordinariamente. (Se está más tiempo en la cama)

CAMAJUSTE. n. Escalera para coger la oliva, que es un palo rajado hasta cierta altura y atravesado de otros, de suerte que ofrece base de apoyo y punta para apoyar en las ramas.

CAMAL. d. Rama. (Simal)

CAMARLENGO. a. Oficial de la casa real de Aragón, cuyas atribuciones y dependencia eran análogas a las del Camarero en Castilla. (Cámara, cambra)

CAMATÓN. n. Véase camero.

CAMBALACHE. n. Véase combalache, que, aunque menos castellano, es más usual.

CAMEÑA. n. Cama rústica o campestre dispuesta con paja o ramaje. (Pareguda a la márfega, feta en barallofa de panolles).

CAMERO. n. Especie de colchón de que se sirven los pastores, y consiste en dos pellejos unidos.

CAMINO (de). n. Al momento, en el instante: la Academia admite esta frase pero en sentido de al paso, al mismo tiempo.

CAMPAR. d. Solazarse. -c. Descollar, sobresalir. -d. Lucir el garbo, pasear con vanidad u ostentación.

CAMPICO. n. Diminutivo de campo, que incluimos aquí, no sólo por ser muy usual, sino aún más porque la Academia no le da cabida a pesar de admitir siempre como castellana y algunas veces como exclusiva aquella terminación: verdad es que admite campecico.

CAMPO. n. Se dice por excelencia del de Cariñena, famoso por su viñedo.

CANA. p. Medida de dos varas. Zurita dice “y rompieron más de cincuenta canas de muro.”

CANALERA, a. Canal en el tejado, y el agua que cae por ella cuando llueve.

CANCIÓN (poner en). n. Inducir a alguna cosa, hacer consentir en algo.

CANCHILAGUA. n. Planta.

CÁNDARA, a. Zaranda.

CANDILERA. n. Planta.

CANDONGA. n. Gollería, salida intempestiva: - en Castilla zalamería.

CANERO. d. Salvado grueso.

CANSAR. n. Usan de ese verbo transitivo los pescadores para expresar la acción de dar carrete o proteger los movimientos de un pescado prendido a quien es preciso fatigar para que, perdida la fuerza, se le pueda sacar a tierra.

CANSO. a. Cansado, voz ant. que se lee en la Crónica del príncipe de Viana y que según la Academia usan hoy los rústicos de Aragón y Castilla la Vieja. -d. Canso, canse o calso de aguja, ojo de aguja. (Se usa como pesado, insistente, cansino).

CANTAL. a. Canto grande. (piedra)

CANTALAZO. d. Canto grande. -n. Golpe dado en un cantal. (cantalada; cantaleo)

CÁNTARO. a. Medida de vino de unas 28 libras. (Un cante de vi)

CANTERO. a. Parte o pedazo de heredad.

CANTILAGUA. n. Planta, linum catharticum.

CANTO. n. Bizcocho o pan bendito.

CANUTILLO. n. Juego que consiste en colocar sobre un tubo de caña algunas monedas y tirar con otras procurando volcar con ellas el tubo y colocarlas cerca de las contrarias.

CAÑADA. a. Medida de vino en Aragón y parte de Asturias.

CAÑICERRADA. n. Res que padece enfermedad inflamatoria en la cabeza.

CAÑO. c. Cueva para enfriar y serenar el agua y para refrescar frutas, carne, vino o cualquiera vianda. -a. Vivar.

CAÑÓN. n. El esquilón que se pone a los machos cabríos cuando trashuman a la cabeza de los rebaños de ovejas y carneros: llévanlo a veces estantes en la estación del verano.

CAÑUTO. a. Alfiletero.

CAPACEAR. a. Dar de capazos o con la capa, ant.

CAPACIDAD. n. Poder, y así se dice "no hay capacidad de hacerle venir, no hay capacidad de reducirle."

CAPARRA. a. Alcaparra. -p. Garrapata.

CAPARRÓS. a. Caparrosa.

CAPAZA. a. Capacho, espuerta para los molinos de aceite.

CAPAZO. c. Esportilla. (Cabás; peña de Alcañiz).

CAPEL. d. Capullo del gusano de seda.

CAPELARDENTE. c. Tumba, capilla ardiente, catafalco.

CAPITULO. a. Cabildo.

CAPLETA. n. Fianza de bienes inventariados: tomar a capleta, tomar con fianza, entregar en cableta entregar bajo fianza.

CAPLEVADOR. n. El fianza de bienes inventariados.

CAPLEVADORA. n. Adjetivo que se aplica a la fianza que se prestaba en los juicios y sobre los bienes inventariados: llamábase también cablevadora y cableta. En Castilla cablieva es anticuado con la significación de fianza de saneamiento, y en Berceo se lee Tomaronlis cablievas et bonos fiadores.

CAPOLADO. a. Picadillo: es a la vez sustantivo y adjetivo.

CAPOLAR. a. Picar la carne.

CAPSUELDO. d. Ventaja del uno por diez que se da al que paga ciertas deudas antes de vencido el plazo; dícese, pues, ganar capsueldo o capsveldo al pagar anticipadamente.

CAPUCETE. n. El acto de meter la cabeza en el agua por un momento, y aun también todo el cuerpo. (cabussó)

CARACOLA. a. Variedad de caracol más pequeño que el común y con la concha blanca. (caragola; té un gust que a mí me enchise)

CARAMULLO. d. Colmo. (Cormull, ple a cormull)

CARASOL. n. Paraje abrigado y protegido por el sol.

CÁRCAVO. n. La capacidad interior de los puentes en los molinos.

CARCHESIA. n. Planta genista sagitattalis. (Tipo de hiniesta, ginesta, argilaga)

CARDELINA. d. Jilguero. (Carduelis; cagarnera, cadernera)

CARDÓN. c. Árbol. -d. Laurel silvestre.

CARGA. n. Peso de tres quintales. -n. Medida de 16 cántaros.

CARGADAL. n. Cargazón de tierra y otras sustancias al fondo de los ríos o acequias.

CARGADAS. n. Se usa en la expresión llevarse las cargadas que significa llevarse las culpas, cargar con la responsabilidad de alguna cosa.

CARGADOR. n. Palo para sujetar en él con facilidad ingeniosa las cuerdas que amarran una carga.

CARICA. a. Judía careta.

CARIÑAR. d. Echar de menos a una persona o sitio, sentir su ausencia: en Castilla encariñar y encariñarse. (añorar)

CARIÑARSE. d. Sentir tristeza por la ausencia de personas queridas o por la extrañeza de lugares no conocidos.


CARITATERO. a. Antigua dignidad en la iglesia metropolitana de la Seo de Zaragoza. (de caritas? almoyner, almoiner, limosnero; elemosina, almoyna, almoina)

CARLÁN. a. Custos castri, seu illius Gubernator infundatus, los cuales fuera del condado de Ribagorza se conocían en otros puntos con el nombre de castellanos.
(castlán, carlán, catalán) La Academia dice que es el que en algunas partes de la Corona de Aragón tiene cierta jurisdicción y derechos en algún territorio.

CARLANÍA. a. Dignidad, territorio y jurisdicción del Carlán.

CARMENAR. n. Escarmentar a uno, haberle dado un golpe fuerte, un pellizco, etc.: en Castilla repelar.

CARNE. n. En el juego del marro la presa que se hace en los contrarios. CARNERARIO. a. Osario.

CARNERERA. n. Esquila que llevan los carneros.

CARNERO. a. Piel de carnero curtida. -n. vaso carnero sepultura. (vas carni)

CARPETA. a. Cubierta de carta o pliego.

CARRACLA n. Carraca. -n. Achaquiento.

CARRADA, d. Carraza o ristra.

CARRAÑA, d. Ira, enojo. -d. Persona propensa a estas pasiones.
CARRAÑAR, d. Regañar.

CARRAÑÓN. d. Regañón.

CARRASQUILLA. n. Planta medicinal que se cría con abundancia en los montes, y comúnmente se emplea con mucho éxito para refrescar y disminuir la sangre.

CARRAZA. d. Ristra.

CARRAZO. d. Racimillo principalmente de uvas.

CARRETE (dar). n. Dar pie para que se hable mucho de una cosa con objeto de enterarse de ella o de comprometer con sus explicaciones al que habla.

CARRETILLAS. n. Las cuatro variedades de la estirpe medicago polymorpha.

CARTA DE GRACIA, a. Pacto de retrovendendo, en fuerza del cual el vendedor puede volver a adquirir la cosa vendida siempre que entregue el precio. -n.

CARTA DE RAFEZ: la Declaración del Privilegio general dice: "Item como las cartas de rafez se clamen falsas por razon de su poca pena que y es puesta en el fuero contra aquellos que redarguecen aquellas de falso etc."
CARTUARIO. ,n. Cartulario o libro becerro: úsala entre otros Latassa, y la cita Ducange apoyado en Moret.
CASA Y TINELO. a. Antepuesto el verbo tener, significa dar de comer a todo el que quiera ir, tener mesa franca.

CASADA. a. Casa solar de donde toma origen algún linaje, ant.

CASAL. p. Solar, edificio de casa arruinada.
CASAMUDA. n. El acto de cambiar (mudar) de domicilio o habitación: dícese generalmente estar de casamuda, ocupar mucho la casamuda.
CASCAMAJAR. a. Quebrantar una cosa machacándola. -n. Metafóricamente explicar con minuciosidad una cosa, insistir en ella más de lo necesario.

CASCAR. n. Dedicarse con preferencia a una cosa como se ve en las frases cascarle al pan, cascarle al derecho romano etc.

CASCUCIA. n. Tunda: de cascar, voz castellana.

CASERA. a. Ama o mujer de gobierno que sirve al hombre solo, principalmente si es sacerdote.

CASERO. n. El que ocupa alguna caseta en portazgo y pontazgo.
CASTELLÁN. a. Castellano o gobernador de un Castillo: se usa sólo en la orden de S. Juan en Aragón hablando del Castellán de Amposta. (carlán, castlán, castlá etc.)

CASUAL. a. Aplícase a las firmas o decretos judiciales expedidos al fin de impedir algún atentado.

CATAPLASMERO. n. El encargado en el Hospital de la confección y aplicación de las cataplasmas. -n. Zalamero, hazañero.

CATORCÉN. n. Se dice del madero que tiene 28 palmos de longitud: esa palabra suele usarse comparativamente diciendo de los niños robustos "pesa más que un catorcén”. (14+14: 28 palmos)

CAUSAR. a. Hacer causa o proceso.

CAZA. n. Lebrillo.

CAZADA. n. Golpe decisivo o mortal, y así se dice "de una cazada va abajo esa puerta" "¡qué lástima de cazada a ese perverso!" (Suposo que es un cop en lo cas, caz, la part de detrás de un arpioc)

CAZAMOSCAS. n. Papamoscas: pertenece entre los animales invertebrados a la clase de las aves, orden de los pájaros, familia de los dentirrostros, género de los papamoscas, en cuyas numerosas variedades se cuenta.

CAZUELA. d. Cacharro. (Cassola; En Francia, cassole)

CAZUELO. d. Cacharro.

CEBADA MARCIAL. n. La que se siembra en marzo y se cría por lo mismo en menos tiempo.

CEBOLLADA. n. Planta, descrita por Asso.

CEBOLLINO. a. Precedido de la palabra arráncate, significa el juego de arráncate, nabo.

CEDACILLO. n. Planta briza media.

CEGALLO. - n. Véase segallo.

CEGAMA. n. Cegato.

CELA-CEQUIAS. n. Véase zabacequias y cabacequia.

CENA DEL REY. a. Tributo para la mesa del rey, equivalente en Aragón y Navarra al de yantar conocido en Castilla: en Navarra se llamaba cena de salvedat y se daba también a los ricos-hombres cuando llegaban a sus gobiernos.

CENERO. d. Terreno no pacido.
CENTENAR. CENTENERO. d. Cuenda de madejas.

CENSAL. a. Censual. -a. Censo.

CENSALISTA. a. Censualista.

CEÑAR. d. Guiñar, hacer señas: se halla en documentos aragoneses que inserta el Memorial literario de la Academia de la Historia.

CEPRÉN. d. Palanca.

CEPRENAR. d. Mover o sostener algo con cualquiera palanca o cuña.
CEQUIARIO. n. El oficial encargado del cuidado de las cequias
(acequias).
CERAMICO. n. Escrupuloso, irresoluto, persona para poco.
CERCILLO. c. Zarcillo.
CEREMEÑA. n. Avugo, en algunas localidades.
CEREMEÑO. n. Avuguero.
CERCHEAR. n. Ceder las vigas que sustentan algún peso.
(cercha)
CERPA. d. Con aplicación a la lana, se dice de la que puede cogerse con los dedos.

CERRADO. n. Se aplica a la res que, pasando de los cinco años, ya ha dentado y no da a conocer la edad por el número de sus dientes.

CERRAR. n. Echar una res todos los dientes: la Academia limita esta significación a las caballerías.

CERRO. n. Remate, tejadillo o vertedero que corona las tapias o paredes expuestas a la intemperie.

CIA. d. Silo.

CIBIACA. d. Andas, parihuelas.

CICLÓN. n. Ciclan. -n. La res que tiene un testículo interno y otro externo o ambos internos: la Academia llama rencoso al cordero de primera clase.
CICURES. n. Mansos domesticados: úsase por los montañeses en sentido recto y figurado, como entre los latinos.

CIENTO EN UN PIE. n. Clavel menor que el ordinario, el cual brota en grupos y tiene el tallo más oscuro.

CIERRO. n. Copo, en la primera acepción de esta palabra. - n. Uno de los lances en el juego del dominó: véase encerrona.

CIJA. a. Prisión o calabozo angosto. (citja, sitja, sitjar; citges, Sitges)

CINTERO. a. Braguero.

CIRCUNDUCTO. n. Se dice de lo que queda desvanecido o sin efecto por transcurso de término, como el decreto de Aprehensión si no se ejecutaba en los treinta primeros días.

CIRIUELO. Libro de cerilla.

CISCO (mover). n. Armar pendencia o discordia, andar al estricote.
CISTERNO. n. Se dice del artículo de propiedad para los que ya litigaron (en el proceso de Aprehensión) en alguno de los artículos anteriores, a diferencia del externo que es para aquellos que o no litigaron o deducen después nuevo derecho.

CLAMOR. d. Barranco o valle que con las lluvias copiosas forma un grande arroyo.

CLARABOYA. n. Alabastro.

CLAREARSE. n. Tener mucho apetito.

CLARIZCA. n. Se dice de la pedrezuela lisa y brillante.

CLAUQUILLADOR. a. El que antiguamente sellaba los cajones en la Aduana:

CLAUQUILLAR, a. Sellar los cajones o bultos en la Aduana: los catalanes decían cauquillador, cauquillar y cauquilla.

CLAUSTRILLO. n. Salón destinado en la Universidad para toda clase de ejercicios en los grados, menos para la investidura que se da en el Teatro mayor.

CLAVELLINA. a. Yerba o planta de donde nacen los claveles.
CLAVIGERA, a. Abertura practicada en las tapias de los huertos para que entre el agua. (Claveguera : alcantarilla).

CLERIGUETE. n. Cierta ánade abundante en la estanca de Alcañiz.
CLOCARSE. n. Ponerse en cuclillas.

CLOQUETAS (en). n. En cuclillas.

COBAR. d. Cobijar.

COCA. n. Cualquiera golosina que se ofrece a los niños.

COCER (maldito de). n. Se dice del muchacho perverso, mal inclinado o demasiado impaciente.

COCINILLA. p. Alcobilla o chimenea.

COCIO. d. Cuenco.

COCÓN. n. Coco, en sentido de "fantasma que se figura para meter miedo a los niños."

COCONA. d. Se denomina de ese modo a la nuez vana. -n. salir la nuez cocona, frase con que se denota que algún negocio no ha correspondido al deseo, a la probabilidad o a la esperanza.

COCOTE. a. Cogote: esa palabra está ya como castellana en las últimas ediciones: Cervantes usa del verbo acocotar. (acogotar)

COCHA. n. El perol en que se elaboran algunos efectos de confitería. COCHAMANDRERO. n. Entremetido, oficioso, amigo de manejarlo todo.
CODA. a. Cola: es de uso general en el lenguaje de la música.

COGER. c. Caber. -n. coger el tiento o tomar el tiento, frase que equivale a la de tomar el corriente que se explica en su lugar.

COGULLADA. d. Cogujada. (Ave; cogullades; vore lo llibre de Réquiem de Sender)

COLADILLA. n. Pepitoria.

COLAMBRE. n. Rasuras o heces del vino. -n. estar de colambre o colambrijo, estar de colada.

COLODRO. a. Medida para los líquidos. -n. Taza ancha da poca altura y sin asas.

COLLETE. d. Alzacuello.

COLLIDA. n. "En aquella misma cort fue feyta declaracion en la collida del comun jus esta forma" dice el Códice de los Privilegios de la Unión. (recogida; cullita)
COLLILARGO. n. Variedad de las ánades: anas acuta. (cuello largo)

COMANDA. n. Obligación o escritura de préstamo que, sobre ser muy privilegiada, no tiene término contra el acreedor.

COMBALACHE. n. Confabulación o acuerdo, generalmente en mal sentido: tiene, como se ve, alguna conexión con el cambalache castellano.

COMISARIO FORAL. n. El encargado de administrar los bienes en el juicio de Aprehensión.

COMPAÑÍA DE ALPARGATA. a. Compañía de gente ruin que desampara a los demás cuando más necesaria es su asistencia. Por ampliación se dice familiarmente de cualquiera.

COMPÁS. n. Distancia. (Ordinaciones de Zaragoza).

COMPRERO. n. Comprador.

COMPROMÍS. n. Compromiso, en su acepción vulgar y en la forense; el plural es compromises.

CONCARAR. n. Confrontar, carear.

CONCELLO. n. Concejo.

CONCIETO. d. Apetito semejante al de las mujeres preñadas.
CONCOMERSE. n. Véase reconcomerse.

CONDENADO. n. Perverso, violento, con relación al genio, carácter, maña, voz etc.

CONDENAR. n. Irritar, disgustar, enfadar, y así dice un poeta anónimo que hemos visto ms. Diré yo que te condena
que se grite contra el vicio.
CONFITADO. n. Conserva de fruta en almíbar, confitura.

CONFITAR. n. Cocer las frutas en almíbar.

CONSERVACIÓN. n. Distrito y fuerzas de que disponía cada uno de los Conservadores de la Unión.

CONSERVADORES. n. Los jefes de la Unión, o digamos su junta presidencial o directiva.

CONSIENTE. n. Consenciente, el que consiente o se hace cómplice en alguna cosa.

CONSUETA. a. Añalejo que contiene el orden de rezar el oficio divino. -p. Apuntador en las compañías teatrales. (Consuetudines : costumbres)

CONTORNILLO. n. Se usa en la frase poner a uno en un contornillo, equivalente a la de ponerle en un aprieto, apuro o compromiso. (torno)
CONTRA. n. Cuanto, y así se dice "contra más pobre, más generoso; contra más frío hace, más se agrava."

CONTRA-CARTA. n. Escritura que limita los efectos de la comanda.

CONTRA-FIRMA. a Inhibición contraria a la de la Firma.

CONTRA-FIRMANTE. a. La parte que tiene esa inhibición.

CONTRAFIRMAR. a. Ganar inhibición contraria a la de Firma; suele decirse contrafirmar de derecho.

CONTRAYERBA. n. Pedimento contrario al apellido en el proceso de Aprehensión. CONVENIDO. n. Emplazado o citado de una manera obligatoria: en Castilla se usó la frase parecida convenir a alguno en juicio, ponerle demanda judicial.

CONVOLAR a segundo matrimonio. -d. Contraer segundo matrimonio.

COQUETA. a. Palmeta o golpe que dan los maestros con el plano de la férula o palmeta en la palma de la mano. - a. Panecillo de cierta hechura. -n. Asegurar la coqueta adquirir un buen pasar seguro: antes, meterse fraile.

CORAL. n. Se dice fino como un coral del que es muy testarudo o muy suyo: la Academia lo refiere a la persona astuta y sagaz: el poeta aragonés Pedro Torrella dice Car en mon sor
Vos port amor tan fina e tan corrall
(Cancionero inédito, pág. 201)

CORALINA. n. Pimiento rojo y picante, guindilla.

CORCA. n. Carcoma. (corcó; quera)

CORCARSE. d. Se dice de la madera cuando la roe el gusano. (corcás)
CORDEL. n. Se dice cordel valenciano y cordel de punta de azote con alusión a dos géneros de cuerda que por su buena elaboración tienen proporcionalmente más resistencia que diámetro. -n. Cañada o cabañera.
CORDERETAS (en). A horcajadas una persona sobre otra.
CORITATIS (en) n. En carnes, en cueros.
CORNETA. n. Guindilla, pimiento de Indias.
CORRALIZAR. n. Encerrar ganado en los corrales.
CORREDOR. a. Pregonero.
CORREGÜELA. n. Enredadera, planta. (correhuela)
CORRENCIAR. n. Filtrarse el agua de un campo en otro.
CORRENDERO. n. Se dice del que muestra diligencia cuando no es precisa. CORRENTÍA. a. Inundación artificial cuando, después de segar y antes de la primera labor, se llena de agua el campo para que, pudriéndose con el rastrojo y raíces, sirva de abono.
CORRENTIAR, a. Hacer correntías. Hay ríos que, como el Nilo, se desbordan produciendo correntías naturales.
CORRER-BURRO. n. Extraviarse, perderse una cosa, generalmente por malicia de alguien.
CORRIBLE. n. Corriente: se aplica a la moneda según lo hemos visto en documentos mss.

CORRIENTE. n. Arroyo o centro de la calle: es sustantivo masculino. -n. Se dice tomar el corriente o tener tomado el corriente, para denotar que se toma el tiento a alguna cosa, o que ya se comprende la marcha de los negocios en algún oficio.

CORRINCHE. d. Corrincho, círculo de gente. (corrillo, corro)

CORRO. c. Corrincho. -n. Trecho o trozo de tierra con destino al cultivo. CORROMPER. n. Aburrir, importunar, disgustar, p. ej. me corrompe para que le venda la casa, me corrompe haciéndome vestir. -n. corromperse, asustarse: es voz local.

CORTADA. n. Rebanada, corte de pan, melón, sandía etc. (tallada)

CORTE. n. Se llamaba Corte del Justicia a su Tribunal compuesto de sus Lugartenientes y Asesores.

CORVA. n. Una de las partes de que se compone el arado.
CORVATIELLA. n. Una de las variedades del cuervo.

CORVILLO. n. Espuerta de mimbres. (cartó, cartró)

COSCARANA. a. Torta muy delgada y seca que se quiebra y cruje al mascarse.

COSCÓN. n. Hombre entrado en días, viejo marrullero.

COSERO. d. Arroyo para regar los campos.

COSO. d. Calle que, por su anchura y extensión, suele ser la principal en algunas ciudades.

COSPILLO. a. Orujo de la aceituna después de molida y prensada. (Samsa, sansa, oliassa).
COSQUIJO. n. Cosquillo, en algunas localidades.

COSTUMBRE. n. En Aragón se usa frecuentísimamente como masculino: en italiano se usa costume como masculino y costuma y costumanza como femenino.

COTENAS (en). Véase en corderetas.

COTI. n. Mallo, juego.

COTILDEQUE (de). d. Clase ínfima en un mismo título de nombre, autoridad, dignidad etc.
COTO. n. Número de partidas estipulado en algunos juegos, como límite o como tipo para las pérdidas y ganancias: se dice coto de tres dos, de cinco tres, etc. (guiñot) COTORRERO, COTORRERA. n. Se dice del que asiste a toda diversión y quiere verlo y saberlo todo.
COTORRÓN, COTORRONA. n. La misma significación y la de hablador desordenado.

COZUELO. n. Género de tributo o pecha que hemos visto mencionado en una carta de franqueza otorgada a 16 de marzo de 1258.

CRABONERA. n. Esquila que llevan los machos cabríos (cabrón, cabrones) que van a la cabeza de los rebaños de primales y borregos. (craba : cabra)

CREBOL. a. Acebo, árbol. (grévol)

CREMALLOS. d. Llares o cadena de la cual pende la caldera puesta al fuego.

CRESARSE. d. Corcarse, querarse o pulverizarse la madera. (Querás la fusta.)

CRIAZÓN. n. Cría, según vemos en un documento de 1238 en donde dice "criazones de bestiar, zo es de potro, de polino etc."

CRÍO. n. Niño: también se dice cría sin diferencia de sexos.
CRUDO. p. En algunas partes la fruta sin sazón.

CRUJIDA. n. Se da este nombre a las enfermedades graves que han tenido un término feliz.
CUADERNA. a. La cuarta parte de alguna cosa, especialmente de pan y dinero. -d. Moneda de 8 maravedises. -d. El prest de los presos.

CUAIRE. n. Cuasi en algunas localidades.

CUAJA-LECHE. n. Planta muy común, galtum verum.

CUAJADA. n. Composición con leche y con el cuajo añejo del cordero mamón.

CUARTEAR. d. Cuartar, sacar la cuarta parte de la décima.
CUARTEADOR. d. El encargado de esa operación.

CUARTIZO. n. La esquila que tiene formas rectangulares.
CUARTOS. n. Se usa en la expresión caerse a cuartos, que equivale a la castellana de la Academia irse o caerse cada cuarto por su lado.
CUATERNADO. n. Lo que consta en cuadernos o registros.

CUATRIMUDADO. n. Se dice de la res que entra en los tres años y que ha mudado cuatro dientes: también toma el nombre de andosco, palabra que no incluimos por ser corrupción de la castellana adosco.

CUBA. n. Palabra que, en son de adverbio, se emplea como sinónimo de basta, no hay más, principalmente aludiendo a lo que se come.

CUBERIL. n. Se dice del clavo cuya marca es entre el tirado y el de pontón: tiene un decímetro de longitud y es sencillo o doble según su diámetro.
CUBICULARIO. n. Catedrático en lo antiguo.

CUBIERTA. n. Al parecer escritura o documento cerrado, pues en las Observancias se lee “quod fuerat pactum in fide vel pro cubierta."

CUBIERTOS. n. Soportales.

CUBILAR. n. Cubil.

CUCAR. n. Guiñar o cerrar un ojo. (clucá un ull)

CUCO. n. Cuclillo. -n. Familiarmente se usa esta vez para designar a un hombre taimado, experto, calculista y solapado.

CUCHARA DE PASTOR. n. Planta, centaurea conífera.

CUCHARERO. n. Zorrón o bolsa de piel en que los pastores llevan, no sólo las cucharas de palo que ellos mismos tallan, sino también otros útiles para comer. -n. Pequeño aparador portátil en que se colocan los cubiertos de palo, las especias y el almirez.

CUCHITRIL. n. Cuartucho: en Castilla pocilga de cerdos, de donde se ha tomado metafóricamente aquella significación.

CUDUJO. n. Voz cariñosa con que se designa o lisonjea a los niños de corta edad cuando ostentan su hermosura y sobre todo su precocidad o sus hechizos.

CUDUJÓN. n. El ojo o bolsa de la manta, (que en documentos oficiales hemos visto llamarse corujón), el de cada lado de la alforja y aun el esportón.

CUENCO, a. Cuezo para colar. -a. Canasta de colar.

CUENTA. n. Dícese en cuenta de por en vez de o en lugar de, como Zurita "mucho me duele que, teniéndoos en cuenta de padre, me digáis semejantes palabras."

CUENTO. n. El conjunto de treinta haces de leña floja principalmente romero. CUESCO. d. Cospillo; en Castilla la piedra redonda en que la viga aprieta los capachos.

CUEZO. d. Cocio o cuenco.

CUITAR. d. Reja para arar cuando la tierra está seca.

CUITRE. n. Buey: se usa en las Ordenanzas agrarias de Zaragoza y en documentos navarros.

CULAR (morcilla). n. Morcón. -n. Morcilla cular a muchos la ofrecen y a pocos la dan, proverbio.

CULECA. n. -Clueca. -n. Torta en cuya tapa se suelen poner huevos duros:

en Valencia y Murcia mona, según la Academia. (La mona de Pascua)

CULERA. n. La parte del pantalón correspondiente a las aposentaderas. (culo)

CULTURAR. a. Cultivar, labrar la tierra.

CUMPLIDO. n. La sala principal y gabinetes adyacentes en que se recibe a las visitas que no son de confianza. -n. Cumplimiento, y así se dice visitas de cumplido, relaciones de cumplido, persona de cumplido.

CUNAR, d. Mecer. (acunar)

CUQUERA. n. Gusanera. (cuc, cucs)

CURCULLO. n. Se dice del que está doblado, encogido o hecho un ovillo. CURCULLÓN. n. Cada punta, generalmente atada, del fondo del saco o talega.

CURTO. a. Rabón o corto.

CUSCURRO. n. Mendrugo o zoquete de pan: dícese también cuzcurro.

CUTIANO. n. Diario, frecuente, constante. (Cotidiano).

CUTIO. n. Constante, sin interrupción.