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miércoles, 22 de mayo de 2019

ABU ZEYT, REY DE VALENCIA, AL SERVICIO DE JAIME I


2.78. ABU ZEYT, REY DE VALENCIA, AL SERVICIO DE JAIME I
(SIGLO XIII. DAROCA)

ABU ZEYT, REY DE VALENCIA, AL SERVICIO DE JAIME I  (SIGLO XIII. DAROCA)


Era Abu Zeyt rey moro de Valencia, el sueño inalcanzable de los reyes cristianos. No obstante, el musulmán no era feliz. El propio don Hurtado, un renegado cristiano que alcanzó a ser valido de Abu Zeyt, sentía gran preocupación por el estado de abatimiento en el que había caído su señor.

Un día el rey valenciano confesó el origen de su tristeza a su valido: había conocido en casa del mozárabe Pedro Cardona a la mujer más hermosa que jamás había visto: era Alda, su hija. Enamorado de tal manera, daría incluso su reino por ella, pero la religión se interponía entre ambos, pues Alda sólo accedería al matrimonio si el rey se convertía a la fe de los cristianos.

Aconsejó Hurtado al rey que procurara la mediación de los franciscanos que frecuentaban la casa de Pedro Cardona, el rico mozárabe, y así lo hizo. Pero ni fray Pedro ni fray Juan se comprometieron a mediar si Abu Zeyt no abrazaba la fe de Cristo. El rey moro, preso de ira, despidió a los monjes de mala manera.
Mientras, en la ciudad de Valencia, el descontento contra Abu Zeyt aumentaba. Su antagonista, Giomail ben Zeyán, que anhelaba hacerse con el poder, instigó a los valencianos a rebelarse contra su rey, de quien decía se había convertido en secreto al cristianismo y, como prueba, aportaba la presencia de los dos franciscanos en su casa. La situación se agravó tanto que Abu Zeyt no tuvo más remedio que abandonar la ciudad y el reino.

Tras largas etapas, llegaron a Teruel, donde Jaime I preparaba una nueva campaña militar. Abu Zeyt se ofreció y se entregó a Jaime I como vasallo suyo, y le solicitó que liberara a Valencia de la tiranía de Giomail, dándole informes de cómo hacerlo. Se estudió entre ambos la estrategia y se acordó que, aunque Jaime I no podría devolverle el reino, pues Valencia tendría que ser cristiana, le prometió su propio palacio y parte de sus tierras, además de cederle Ricla y Magallón.

Con el paso del tiempo, Abu Zeyt se convirtió al cristianismo y se bautizó como Vicente Belbís, casándose con la ilustre dama aragonesa Dominga López, de quien tuvo una hija, a la que llamó Alda, en recuerdo de la mozárabe valenciana.

[Beltrán, José, Tradiciones..., págs. 70-75.]



Çeid Abu Çeid

https://es.wikipedia.org/wiki/Zayd_Abu_Zayd

Zayd Abu Zayd, llamado Abū Zayd Abd al-Rahmān ben Abū Abd Allāh Muhammad ben Abū Hafs Umar ben Abd al-Mu'min (Baeza, 1195-Argelita, 1268) fue el último gobernador almohade de Valencia.

Nacido circa 1195, príncipe almohade, bisnieto del califa Abd al-Mumin. Sucedió como gobernador de Valencia —antes de 1223-1229— a su tío Abū `Abd Allāh Muhammad —1219/1220-antes de 1223—. Y este último a su hermano, el padre de Abū Zayd, Abū `Abd Allāh Muhammad (1210/1211-antes de 1219/1220).

A la muerte del califa Yūsuf II en 1224 se produce una lucha dinástica que permite a Abū Zayd gozar de total autonomía respecto al imperio almohade, pero se encuentra rodeado de enemigos, y en 1225, decide hacerse vasallo del rey castellano Fernando III.​

En 1227 reconoce a Al-Mamún, anterior gobernador de Córdoba y Sevilla, como califa almohade y, por tanto, rompe el vasallaje con el rey castellano. En 1228 recupera los castillos de Villahermosa y Bejís, plazas del norte valenciano ocupadas anteriormente por los aragoneses. Pero, Muhammad ibn Hud conquista Murcia, se nombra rey y reconoce al califa abasí, rompiendo aún más la unidad almohade de Al-Ándalus. En esta situación caótica, agravada por el hambre, ese mismo año se produjo una revuelta en Valencia, que aprovechó Zayyan ibn Mardanish —descendiente de Muhámmad ibn Mardanís— el llamado Rey Lobo por los cristianos, para sublevarse en Onda. El 24 de enero de 1229 Zayyan entró en Valencia, proclamando también obediencia al califa abasí, y Abu Zayd tuvo que huir primero a Segorbe y después a Aragón.


En 1229, tras la expulsión de su cargo por Zayyan ibn Mardanish, ratifica un acuerdo de vasallaje con Jaime I por el cual el rey de Aragón le da permiso para conquistar y poblar cuantos lugares y castillos consiguiera dentro del territorio musulmán valenciano, a cambio de la cuarta parte de las rentas. En 1232 ratifican en Teruel el compromiso adquirido, reconociendo el primero los favores recibidos y la renuncia a todas las rentas que sobre Valencia y su término se habían reconocido en 1229; se le facilita al rey aragonés la toma de Valencia. Abū Zayd fue un apreciable aliado del Conquistador en su lucha por la reconquista de las tierras valencianas, en la que toma parte aportando sus mesnadas.

En 1232 Abu Zayd se convirtió al cristianismo bautizándose con el nombre de Vicente Bellvís, pero lo mantuvo en secreto hasta la conquista de Valencia. Aunque continuó utilizando el título de rey de Valencia hasta que Jaime I entró en la ciudad el 1238, a partir de entonces actuó siempre como un verdadero señor feudal cristiano favorecido por el rey, con el que firmó un pacto de vasallaje / Calatayud el 20 de abril. Al servicio del rey Jaime participó de la conquista del reino: primero desde tierras de Teruel, después durante la conquista de la capital, y más tarde, llevando su huestes al sur, donde conquistó Ibi en 1244, Castalla, Onil, Tibi, Orxeta y Torres Torres.

Bajo la protección del Jaime I ostentó el señorío de localidades moriscas del Alto Mijares que legó a su hijo Fernando. Obtuvo numerosas donaciones reales: En 1236 las villas de Ricla y Magallón, en 1238 alquerías de la Huerta de Valencia y casas en la ciudad, en 1239 la villa de Ganalur y la alquería de Aldaya.

El 27 de enero de 1243 Abu Zayd recibió el vasallaje de Eximén Pérez y de su hijo Blasco, y les concedió el castillo de Arenoso, Arenós, para comandar sus fuerzas militares y como dote por la boda de Blasco con su hija Alda Ferrández Aba-Omahet.

La muerte de Abu-Zayd se sitúa a finales del año 1269 en el palacio de Argelita. Sus hijos y parientes recibieron una herencia importante y al estar emparentados con la nobleza aragonesa se convirtieron también en señores cristianos.

Alrededor del 16 de junio de 1860 se levantó una lápida en Valencia, y dejó a la vista algunos restos humanos, cuyo estado denotaban su antigüedad. En el mismo sitio se encontró un pergamino que dice así:

Hic jacet D. Vicentius Belvis cum prole sua olim Zeit Abuceit rex Valentiae maurus adeo suae religionis celator VT duos innocentissimos viros beatos Joannem de Perusia et Petrum de Saxo-Ferrato seraphici patris francisci filios ac socios veram christi fidem praedicantes gladio jugulaverit sed inspirante patre luminum recipiens omne nefas diluit sacro baptismatis lavacro et aeternum reconciliationis signum hanc olim aulam suam in ecclesiam et cenobium destinavit.

Estos restos fueron trasladados a la iglesia del monasterio de religiosas de la Puridad y están colocados encima de la pila del agua bendita, entrando a mano izquierda. Todavía se lee allí, en la misma lápida antigua, bajo de una corona real, la inscripción que compuso el P. Fray Miguel Enrich, en los siguientes dísticos:

Hic jacet azotus maurus, dulcisque propago qui dominans urbis, par jugulare jubet Francisci comitum, nunc coeli sede beatus, sacro fonte tamen diluit omne nefas, dum pro inclementi fundit pia vota precesque, urbs urbs expugnatur, sacra fit aula dei.

El 22 de abril de 1236, convertido Abū Zayd al cristianismo y siendo bautizado con el nombre de Vicente Bellvís, hizo la conocida donación de "castros, villas y alquerías que yo al presente poseo y pueda poseer, que de derecho deben de pertenecer a la sede segobricense", al obispo de Segorbe Guillermo Eximeno o Gimeno.

Abū Zayd casa a su hija, Doña Alda Fernández, que aporta como dote el señorío de Arenós, con Blasco Pérez de Arenós hijo de Don Eximén Pérez de Tarazona, que estaba al frente de la mesnada aragonesa que constituía la fuerza militar de Abū Zayd, tras lo cual aquel mudó su apellido Tarazona en "Arenós".

Tuvo varios hijos. Con María Ferrandis: Alda Ferrandis, Fernando Pérez y Sancho Ferrandis; Otros: Elisenda (curó su enfermedad en el castillo de Castro); Mahomat Abiceit o Abahomat; Ceyt Abohiara o Aboyahya; Zeyt Edris o Idrîs; Aazón...

Puede que su mujer fuese Dominga López ya que los nietos de María Ferrandis no eran considerados, por el obispo Dull de Segorbe (1324), del matrimonio.


https://www.academia.edu/7365230/DOCUMENTOS_EN_LAT%C3%8DN_DE_LA_FAMILIA_AREN%C3%93S

https://www.scribd.com/doc/72748854/Diplomatario-Arenos-Latin

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Lo tratat de Corbeil, mito condes-reyes


El mito de los Condes-Reyes es una de las muchas falacias en las que se sustenta el independentismo catalanista fundamentando la soberanía de Catalunya en el Tratado de Corbeil de 1258


En este artículo nos fundamentamos en la traducción del texto del Tratado de Corbeil que gracias a la labor investigadora de Doña Sonia Valenzuela ha sido posible obtener en los Archives Nationales de Paris El Tratado de Corbeil y el Mito de los Condes-Reyes.

Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio, Marqués de Casa Real y Doctor en Historia.


El mito de los Condes-Reyes es una de las muchas falacias en las que se sustenta el independentismo catalanista fundamentando la soberanía de Catalunya en el Tratado de Corbeil de 1258.


http://www.academia.edu/21647170/El_Tratado_de_Corbeil_y_el_Mito_de_los_Condes-Reyes



El 11 de mayo de 1258, reunidos en el Palacio de Corbeil, en Essonnes (Francia), los representantes de los reyes Jaime I de Aragón y Luis IX de Francia llegaron a una concordia por la que pusieron fin a las desavenencias existentes entre ellos. El rey Jaime I, en aras de lograr una paz estable entre ambos reinos, tuvo que reconocer de iure las graves pérdidas territoriales habidas por su padre, allende los Pirineos, tras ser vencido y muerto en la batalla de Muret en 1213 por los cruzados antialbigenses de Simón de Monfort.



.mapa, Aragón, antiguo, Jaime I, Muret, Corbeil


En dicho acuerdo renunciaba a los derechos de soberanía que tenía sobre Tolosa, Quercy, Narbona, Albi, Carcasona, Rasés, Beziers, Termes y Menerbés, cediéndoselos al rey de Francia.

Allende los Pirineos quedaban para el rey de Aragón el vizcondado de Carlat y el señorío de Montpellier con la baronía de Omeladés


En contrapartida el rey Luis IX le cedía a los derechos de soberanía que desde los tiempos de Carlomagno tenía sobre los Condados de Barcelona, Besalú, Rosellón, Ampurias, Cerdaña, Urgel, Conflent, Gerona y Ausona, transfiriéndosela al rey de Aragón


Ludovicus, Dei gratia Francorum Rex…" "Jacobum eadem gratia illustrem Regem Aragone…" "...quod nos dicebamus comitatum Barchinone, Urgelli, Bisuldune, Rosilione, Empurdano, Ceritanie et Confluentis, Gironde et Eusone cum eorum pertinenciis de regno Francie et de feudis nostris esse" "Et idem Rex Aragone ex adverso dicebat se jus habere in Carcassona et Carcasses, in Rede et Redensi…" "pro ipso Rege Aragone et nomine et vice ipsius deffinimus, quittamus, cedimus et omnino remmittimus quicquid juris et posses ionis vel quasi habebamus siquid habebamus vel habere poteramus… in predictis comitatibus Barchinone et Urgelli Bisuldune, Rossillone, Empurdane, Ceritanie, Confluente, Gerundense et Ausone…." "…in Carcasona, ...in Rede, …in Laurago, …in Termense, …in Menerba, …in Fonolleto, …in Petra pertusa, …in comitatu Amilliavi et Guialdane, et in Naumaso …et in comitau Tholos e 


La importancia de este tratado ha sido silenciada por los historiadores catalanistas, que siete siglos más tarde desarrollarían el Mito de los Condes-Reyes con el que pretendían denominar a los monarcas aragoneses. Tanto es así que hay en día ha sido imposible conseguir en el Archivo de la Corona de Aragón, conservado en Barcelona, un copia de este tratado por lo que ha sido necesario dirigirse a los Archives Nationales de Paris para obtener una copia digitalizada del documento J589, que se conserva en el Trésor des Chartes.

No deja de sorprendernos la gran importancia que se le atribuye en Francia, según palabras del Conservador del Archivo, en contraste con la indiferencia y olvido que recibe en España.

Si analizamos las circunstancias en las que se firmó el Tratado, nos encontramos con que en aquellas fechas el rey Jaime I había alcanzado ya la plena madurez, tanto personal como institucional. Con la conquista de los reinos moros de Mallorca y Valencia veinte años atrás, había logrado finalizar con éxito la reconquista de las tierras hispanas en poder del islam cuya liberación correspondía a Aragón, de acuerdo con los Tratados de Tudillen (1151) y de Cazola (1179), reservándose en ellos para Castilla el resto de la España aún en poder musulmán


A fin de evitar roces y litigios entre Aragón y Castilla se había firmado el Tratado de Almizra en 1244 con Alfonso X, tan sabio como Pedro Saputo sería después, fijando la frontera entre ambos reinos. Quedaba aún pendiente el problema de las relaciones con su vecino francés, a los que separaba una frontera muy imprecisa aún por las reclamaciones territoriales existentes entre uno y otro. Las tierras ultrapireanicas, arrebatadas a su padre Pedro II por los cruzados franceses, podían darse por perdidas, ya que habían sido repobladas por los ocupantes, quienes además gozaban de la protección papal. La Provenza y Toulouse se había afrancesado y entrado bajo la influencia de la corona francesa al estar gobernadas por dos hermanos del rey de Francia, tras hacerse con ellas por matrimoniar con sus respectivas herederas. Más ahí no terminaban las apetencias francesas aquende los Pirineos sobre los condados de la Marca Hispánica que consideraban suyos. 


Tras la reconquista de los territorios pirenaicos por las tropas de Carlomagno, se constituyó una especie de protectorado franco ( de francés, no Franco el caudillo, que nacería un milenio y algún siglo después en El Ferrol ) que sería instituido en el año 791, en que el emperador franco reunió una asamblea de magnates y obispos a fin de organizar la administración del territorio fronterizo, entre el imperio carolingio y el mundo islámico, que pasó a denominarse Marca Hispánica


Ésta fue dividida en nueve condados, cuatro litorales: Barcelona, Gerona, Ampurias y Rosellón, y cinco interiores: Cerdaña, Urgel, Besalú, Pallars y Ausona (Ausonia la marca de compresas no). 


Al frente de cada de ellos el emperador nombró un conde, como su lugarteniente para su defensa militar, y a un obispo, para su organización eclesiástica. De todos ellos con el tiempo se fue destacando el conde de Barcelona, convirtiéndose así en el conde con mayor poder de la Marca Hispánica


En el año 985 la ciudad de Barcelona (Barchinona, Barcino) fue sitiada por el ejército de Almanzor, su conde Borrel II (familia lejana del ministro Josep Borrell) pidió ayuda a los francos que no recibió por lo que fue derrotado por los moros y la ciudad arrasada. 


Así cuando dos años más tarde, cuando el rey Hugo I Capeto le exigió renovar el juramento de fidelidad con la corona franca dio la callada por respuesta. Mutis i a la gàbia en el actual catalán.

Es en esta omisión en la que los historiadores catalanistas basan la independencia de facto de la dinastía condal de Barcelona, pero que no es más que la rabieta de un vasallo tras sentirse desasistido (ya eren ploramiques abáns del añ 1000) y que jurídicamente carece de relevancia alguna. 


Habría que esperar doscientos años hasta que por el Tratado de Corbeil los condados catalanes salen de la esfera de la soberanía franca. Pero atención, si leemos detenidamente el Tratado encontraremos que en él no se reconoce la independencia de Cataluña como entidad, sino todo lo contrario pues la soberanía sobre ellos pasa del rey de Francia al rey de Aragón. En consecuencia los reyes de Aragón, son a partir del mismo los señores de iure de los condados catalanes


Jaime I lo manifiesta claramente a través de su sello real, al abandonar la costumbre seguida por su abuelo Alfonso II y su padre Pedro II que se declaran en sus sellos: Rey de Aragón y Conde de Barcelona.


pedro-ii-huesca-osca-1196-aragones-occitano


Rey de Aragón y Conde de Barcelona
Sello de Pedro II























Así hace también Jaime I al comienzo de su reinado, pero tras firmar el Tratado de Corbeil se cambia el sello real y se declara:

Rey de Aragón, Rey de Mallorca y Rey de Valencia, al dorso aparece subsidiariamente como Conde de Barcelona, Conde Urgel y Señor de Montpellier


Al igual se declararán sus sucesores en sus respectivos sellos, reconociendo así la diferencia entre el reino de Aragón, entidad soberana, y el Condado de Barcelona, sometido a la soberanía de los reyes de Aragón.

Aunque ello sería ignorado por los historiadores catalanistas, así como el tan denostado por ellos Tratado de Corbeil, en la exaltación del mito de los Condes-Reyes, sin base histórica ni jurídica alguna.

Para el pensamiento jurídico medieval existía una gran diferencia entre un Reino y un Condado. Los primeros constituían una estructura política regida por un prínceps magnus, es de decir independiente de otro poder ajeno lo que les concedía una categoría superior a los condes, sometidos siempre a un vínculo de vasallaje.

Lo que resulta totalmente impropio el concepto Conde-Rey, en todo caso se podría hablar de un Rey que además de gobernar su reino, administraba también un condado situado fuera de él. Como fue el caso de Alfonso II, Pedro II y de Jaime I al comienzo de su reinado, los cuales bien podían titularse Reyes-Condes, hasta que Jaime I por el Tratado de Corbeil incorporó el condado de Barcelona al reino de Aragón.

La Europa medieval jurídicamente se consideraba como una diarquía, regida en lo político por el Emperador y en lo religioso por el Papa. Solo ellos tenían el derecho de reconocer la existencia de nuevos reinos. Así la reconquista de la Península Ibérica, según las tesis de Menéndez Pidal, mi tocayo, se llevó a cabo por cinco entidades territoriales a los que denominó reinos ( Asturias -León, Navarra, Castilla, Aragón y Portugal), cuyos dirigentes lograron con su propio esfuerzo ganar el territorio a los moros, adquiriendo el concepto de prínceps magnos, es de decir independiente de otro poder ajeno lo que les concedía una categoría superior a los otros condes o caudillos y les convertía en reyes al ser reconocidos como tales por el Emperador o el Papa. Hacer reinos era jurisdicción del emperador o del papa, así en el año 906 Alfonso III de Asturias , llamado “El Mag” recibe el título de Hispaniae Rex que más adelante se convertirá en imperator al asociar a sus hijos a su gobierno con el título de reyes:
a Ordoño (Galicia), García (León) y Fruela (Asturias).

Así Alfonso VI es reconocido como Imperator totius hispaniae (1079), por considerarse a las tierras de España como un territorio exento del imperio germánico.

El segundo gran rey es Sancho “ el Magno ” de Navarra (Najera, Aragón, Castilla, Alava, Sobrarbe y Ribagorza) al que se reconoce como Rex Ibericus en el año 1032, aunque llame Imperator al rey de León.

El tercero es Castilla con Fernando I, “El Grande”, coronado solemnemente como rex en 1039.

El cuarto es Sancho Ramírez de Aragón que en el año 1068 se hizo fedatario de San Pedro y el Papa Alejandro II le confirmó como "Rey de Aragón por la Gracia de Dios" .

Y el quinto es Portugal con Alfonso Henriquez, “El Grande”, reconocido como rey de Portugal por el Papa en 1141 al hacerse vasallo de Roma y caballero de San Pedro y reconfirmado por el emperador Alfonso VII de León por el tratado de Zamora de 1143.

Mientras que los condados catalanes fueron ganados por las armas carolingias y como tal serían fedatarios de los reyes francos, por lo que sus condes nunca recibieron el respaldo de los emperadores ni de los pontífices para convertirse en reyes.

Tampoco Jaime I de Aragón, al recibir de Luis IX de Francia la soberanía sobre los condados catalanes por el Tratado de Corbeil en 1258, haría uso de su condición regia para constituir con ellos una estructura política unitaria con la categoría de reino, como había hecho anteriormente con Mallorca y Valencia. Por el contrario se declararía en su sello regio como Rey de Aragón, Rey de Mallorca y Rey de Valencia, y después como estructuras secundarias se titularía Conde de Barcelona, Conde de Urgel y Señor de Montpellier.

Costumbre que sería seguida por sus sucesores, por lo que no existe ninguna base jurídica, ni histórica, para sustentar la teoría nacionalista de los Condes-Reyes. En realidad habría que esperar a la Constitución de 1978, tan denostada actualmente por los catalanistas, para encontrar el reconocimiento jurídico de una amplia autonomía de Cataluña de la que hasta entonces nunca había gozado.

El rey Pedro IV tras incorporar definitivamente el Reino de Mallorca a la Corona de Aragón en 1349, en su sello real flaón se proclamará como
Rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Córcega, Conde de Barcelona, Rosellón y Cerdaña.



Rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Córcega, Conde de Barcelona, Rosellón y Cerdaña.


reg-arag-comit-barch-montisplVemos así que el documento más importante de los Reyes de Aragón, que era el sello real con el que se identificaban y firmaban todos los documentos, no aparece para nada la denominación de Condes-Reyes.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Morella, 1251, enero, Jaime I

1251, gener 19. Morella

Jaume I regula la forma de neteja, conservació i reparació de les séquies i els assuts del terme de València.
Jaime I regula la forma de limpieza, conservación y reparación de las acequias y los azudes del término de Valencia.
Chapurriau: Jaime o Jaume primé regule la forma de llimpiesa, conservassió y reparassió de les séquies y los assuts del terme de Valénsia

Arxiu de la Corona d'Aragó. Barcelona. Cancelleria. Còdex 9 de la Casa Reial, ff. 12v-13r. Còpia simple de principis del segle XIV

V. Garcia Edo. Llibre de Privilegis de València. València 1988, doc. 28

Noverint universi, quod nos Iacobus, Dei gratia rex Aragonum, Maioricarum et Valencie, comes Barchinone et Urgelli et dominus Montispesulani, per nos et nostros concedimus et statuimus imperpetuum, quod cequiarum condiciones sive cequiarii civitatis Valencie et eius termini, semel in anno de solo ad solum ex toto et funditus purgent cequias, et ultra dictam purgacionem purgent eas de erbis semel quolibet anno, et non redeant ad aquam in cequiis quousque iurati vel eorum substituti viderint si sufficienter cequie fuerint mundate modo predicto, et semel in anno faciant brachallos mundari de solo ad solum, ab heredibus habentibus hereditates contiguas ipsi bracallis.
Et per quod partitores omnes aquarum faciant et rehedificent ipsi cequiarii secundum modum statutum et forman pristinam, et quod pontes, per quos non transierint aliqui, nisi habentes hereditatum, faciant rehedificari ab heredibus hereditatum ad quas hitur ad pontes ipsos, et quod rupturas cequiarum rehedificent cequiarum, secundum modum et formam et statutum pristinum.
Et si rupta fuerit resclosa reparent eam ipsi cequarii infra octo dies in estate, secundum formam, statutum ad modum pristinum, et non accipiant a fanechatas ortorum vel vinearum, nisi secundum quantitatem iovatarum in quibus panis seminatur, et in vendiote cequiarum que facta fuerit eis simper exprimatur quantum debeant accipere pro qualibet iovata terre ab illis, et que cequias vel cequiarum filiarías diruent vel aliqua dimitent ire indebite, et non redierunt aquam ad matrem tempore quo debuerint, sive non fuerint eis necessaria, exigant et extorquiant penas constitutas in consuetudine, et distringant hereditarios quod mundent braccallos semel in anno et nisi infra diem cequiariis eis assignata mundaverint, cequiarii mundent eosdem braçallos et habeant heredibus duplum mundacionis.
Et si hereditarius qui regabit vel non rigaverit vel alias proiceret aquam in viis, solvat V solidos et restituat dampna passo quadam fuerint transeuntibus vel quibuslibet aliis hereditari cum distringant et pignorent, ad cognicionem iuratorum et sine curia, cequiarium, si non miserit aquam sufficientem in cequiam, dum possit eam accipere et invenire in Godalaviar.
Et si non mundaverit cequiam de solo ad solum et de erbis pro ut supradicitur, et sic mundata, si non hostenderint, et eam iuratis antequam redeant aquam in marem.
Et si non fecerint mundari braçallos, sicut dictum est.
Et si non prohibuerit quod non effundatur aqua in viis publicis.
Et si non reffecerit franctionis et partitores aquarum modo predicto.
Cequiarii in super qui cequiam extrahent de encanto vel alias cequiarum detentores, iurent et obligent bona sua antequam recipient cequias, ut faciant et compleant et compleri faciant omnia supradicta.
Datum Morelle, XIIII kalendas febroarii anno Nativitatis Domini Mº. CCº. quinquagesimo.
Signum Iacobi Dei gratia regis Aragonum, Maioricarum et Valencie, comitis Barchinone et Urgelli, et domini Montispesulani.
Signum Guillelmi ça Rocha, qui mandato domini Regis pro Guillelmo Scribe notario suo, hec scribi fecit loco die et anno prefixis.

Jaime I regula la forma de limpieza, conservación y reparación de las acequias y los azudes del término de Valencia.


Universitat Jaume I. Castelló. Arxiu Virtual Jaume I -http://www.jaumeprimer.uji.es
Document nº 001865

sábado, 11 de mayo de 2019

LA RECONQUISTA DE DAROCA


2.57. LA RECONQUISTA DE DAROCA (SIGLO XII. DAROCA)

Habiendo llegado el gobernador de Daroca, Abén-Gama, al esplendor de su poder, se dio cuenta de que sólo le faltaba una cosa para alcanzar la dicha completa: casarse con la princesa más bella que existiera y construir para ella el más hermoso palacio conocido.

LA RECONQUISTA DE DAROCA (SIGLO XII. DAROCA)


Un golpe de suerte hizo que Zuleika, el mercader, trajera en uno de sus viajes a Melilah, la princesa más hermosa de toda Arabia. El gobernador quedó cautivado por su belleza e, inmediatamente, mandó construir un palacio y se casó con ella. Pero Melilah, que no amaba al gobernador, cayó en una infinita tristeza. También Abén-Gama se sintió desdichado y se volcó en la lucha contra Alfonso I el Batallador. Y fue en una de sus múltiples batallas donde hizo prisionero al caballero cristiano Jaime Díez de Aux y lo condujo a Daroca. Al entrar por la puerta, los ojos del joven cristiano se cruzaron con los de la hermosa Melilah y ambos se enamoraron, y desde aquel día la princesa fue a visitarlo todas las noches en secreto a la mazmorra.

Cuál sería el horror de la bella enamorada al enterarse un día de que el gobernador pensaba colgar a don Jaime como escarmiento, a la mañana siguiente. Rápidamente se encaminó a las mazmorras y propuso a don Jaime un plan de fuga, no sin antes obtener la promesa de que volvería para liberarla de Abén-Gama y se casaría con ella. Así es que, llegada la noche, y aprovechando la confusión que había provocado el cerco de la ciudadpor Alfonso el Batallador, Melilah liberó a don Jaime. Pero, cegada por el temor de que muriera su amado, la bella princesa mora no fue lo suficientemente discreta.

Quiso, pues, la casualidad que Murid Omed, un moro enamorado en secreto de Melilah, descubriera el plan y, sintiéndose despechado, informó de la traición al gobernador. Abén-Gama, enfurecido por los celos, mandó que arrojaran a la princesa al pozo.

Pocos días después entraba don Jaime en Daroca entre las tropas del rey Alfonso I y corrió a buscar a su amada. Su desesperación fue infinita cuando se enteró de la muerte trágica de Melilah.
Se dice que, desde el día de su muerte, Melilah sale todos las noches del pozo vestida de blanco, con una luz en la mano, y vaga por las murallas del castillo en busca de su amado, a quien todavía espera para que la libre de su encanto.
[Beltrán, José, Tradiciones..., págs. 55-62.]


Daroca es una ciudad y municipio, cabeza del Partido judicial de Daroca, capital de la comarca de Campo de Daroca, en la provincia de Zaragoza, comunidad autónoma de Aragón, España.


Según algunos historiadores, la aldea celtibérica primitiva en este lugar se llamaba Darek. Se ha señalado Daroca con la ciudad a la que los romanos llamaron Agiria, construyendo un fuerte castillo para defender la carretera de Laminium, que pasaba por el pueblo y conectaba Zaragoza con Valencia.

La primera mención documental de la ciudad data del año 837; aparece como ciudad de cierta importancia en el norte de al-Andalus, donde se había instalado la familia de los Banu al-Muhayir, que pertenecían a la tribu de los tuyibíes, o árabes del sur, procedentes del Yemen.​ Los árabes le pusieron el nombre de Calat-Darawca (862), y lo tuvieron durante 400 años, hasta que Alfonso I de Aragón la conquistó en 1120, y en 1141 emitió un código legal primitivo, que hoy se desconoce. En el siglo XII, Ramon Berenguer IV le otorgó las leyes y los privilegios que la convirtieron en la capital de la Comunidad de Daroca, que tuvo una gran influencia social y militar en la Edad Media. Tuvo un voto en los tribunales y fue sede de varias asambleas famosas con Pedro II (1196), Jaime I (1222-1243), Jaime II (1311) y Pedro IV (1338), en las que se concertó la paz con Castilla.

Acuarela de Daroca y sus murallas por Pier Maria Baldi en 1668
Acuarela, Daroca, murallas, Pier Maria Baldi, 1668

En 1248, las aldeas de Daroca se constituyeron en Comunidad por privilegio del rey Jaime I. Daroca quedó excluida de la Comunidad, aunque siguió manteniendo una importante relación con sus aldeas. El territorio de la Comunidad tiene como base el concedido a Daroca en el fuero de 1142, aunque ambos no coinciden miméticamente. La Comunidad estableció sus propios órganos de gobierno, con sus oficiales (escribano, procurador y sesmeros), que se reunían en plegas; e incluso consiguió representación en las Cortes del reino.​ En una guerra contra Pedro I de Castilla, Daroca resistió a un asedio, que llevó a la adjudicación del estado de la ciudad el 26 de abril de 1366.

Económicamente, la agricultura y la ganadería fueron las principales ocupaciones de los habitantes. Había tres grupos sociales, cristianos, judíos y musulmanes, que gozaban de las mismas leyes y privilegios, aunque estaban organizados por separado.

La ciudad sirvió como una parada frecuente para los viajes a lugares de la zona, y fue visitada por los Reyes Católicos, Carlos I, Felipe II y Felipe III, en su ruta de Madrid a Zaragoza y Cataluña. Felipe V también estuvo en Daroca y también Carlos II. Después de la muerte de Carlos II, Daroca abrazó la causa del pretendiente austriaco al trono, Carlos III, en lugar del candidato respaldado por Francia Felipe V, que llevó a la ocupación en la Guerra de sucesión. Esto acabó con casi seis siglos de autonomía municipal: la oficina de la justicia desapareció, y fue sustituida por un magistrado real; el consejo se reorganizó para remover a los jurados y agregar ocho regentes, un secretario y dos diputados conjuntos. Durante la Guerra de Independencia, las tropas de Napoleón ingresaron a Daroca en junio de 1808. Daroca fue liberada en agosto de 1813.

Durante las guerras carlistas del siglo XIX, fue ocupada por las fuerzas carlistas en 1834, 1837 y 1872, pero todas ellas fueron esporádicas porque Daroca permaneció leal a la monarquía de Isabel II. Las ocupaciones se debieron a la proximidad geográfica del reducto carlista de Maestrazgo.

Desde mediados del siglo XIX, la situación económica mejoró debido al éxito de la agricultura, lo que estimuló el desarrollo del comercio y la pequeña industria. A principios del siglo XX, se construyó el ferrocarril Teruel- Calatayud, que fortaleció la posición comercial de Daroca. En estos años, se construyeron terraplenes en el barranco de Jiloca y se reforestó para intentar evitar los desastres causados ​​por inundaciones periódicas. 

En la Guerra Civil triunfó en toda la comarca los sublevados. La represión que siguió dejó totalmente sometida a la comarca a los rebeldes. Posteriormente, la ciudad comenzó a declinar, aunque mantuvo su posición gracias a la industrialización y la mecanización del campo.

Darocenses ilustres:

Juana de Aragón y de Armagnac (Daroca, 1375 - 1407), hija de Juan I de Aragón y Marta de Armagnac. Era miembro de la Casa de Aragón y Condesa de Foix por su matrimonio con Mateo I de Foix.
Martín Díez de Aux (Daroca, s. XIV – Játiva, 1440), noble que sirvió como Baile General del reino, y como Justicia del reino.
Astruc ha-Levi (Alcañiz, siglo XIV - siglo XV), erudito y conocedor del Talmud.
Juan de la Huerta (Daroca, 1413 - Maçon, 1462), escultor.
Gil Morlanes el Viejo (Daroca, 1445 - Zaragoza, 1517), escultor.
Pedro Sánchez Ciruelo (Daroca, 1470 - Salamanca, 1548), matemático y teólogo.
Pablo Bruna (Daroca, 1611 - 1679), conocido como El Ciego de Daroca, compositor de música y organista.
Diego de Xáraba y Bruna (Daroca, 1652 - Madrid, 1716), organista y compositor.
Juan Cristóbal Diego Romea Tapia (Daroca, 1732 - Zaragoza, 1766), poeta, periodista y escritor.
Francisco del Plano y García de la Cueva (Daroca, 1658 - Zaragoza, 1739), pintor.
Mateo González Labrador (Daroca, 1755 - Zaragoza, 1807)​, grabador calcográfico.
Marcial Antonio López Quílez (Daroca, 1788 - Madrid, 1857), barón de Lajoyosa, abogado, historiador y político, miembro de la Real Academia de la Historia.
Toribio del Campillo y Casamor (Daroca, 1824 - Madrid, 1900), conocido como Agustín Casamor, archivero, historiador y escritor.
Fernando de Paula Oseñalde (Daroca, siglo XIX), político.
Ricardo Lozano Monzón (Daroca, 1872 - Zaragoza, 1934), médico, cirujano, catedrático y empresario, fundador del Banco de Aragón.
Francisco Gómez del Campillo (Daroca, 1873 - Barcelona, 1945), catedrático de Instituciones de Derecho Canónico y rector de la Universidad de Barcelona.
José Luis Corral Lafuente (Daroca, 1957), historiador y escritor.

lunes, 29 de abril de 2019

LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR


2.25. LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR (SIGLO XI. ALQUÉZAR)

Alquézar, durante la dominación musulmana, era cabecera administrativa de la comarca. Su gobernador residía en el castillo y su poder era omnímodo no sólo ante sus correligionarios sino, y sobre todo, ante la población cristiana mozárabe que se quedó tras la conquista.

LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR (SIGLO XI. ALQUÉZAR)


Era costumbre del gobernador, llamado Banu Jalafel, exigir a los cristianos un tributo consistente en la entrega de las más bellas doncellas de los poblados circundantes con destino a su harén. Todos los días se hacía llevar a palacio una muchacha distinta, con gran disgusto de los cristianos, que no veían la forma de terminar con aquel oprobio. Por fin idearon la manera.
Por aquel tiempo, la presión de los ejércitos cristianos frente a los dominadores musulmanes era ya ostensible, lo que daba ánimos a los sometidos mozárabes. En tales circunstancias, éstos creyeron llegado el momento de actuar ideando un plan que mantuvieron en secreto.
Una mañana, para cumplir con el tributo, tenía que ir al castillo una bella muchacha de Buera, llamada María, población que estaba cercana a Alquézar. Aparentemente, se resistió cuando pudo, pero acabó accediendo, aunque, eso sí, con un plan premeditado que cumplir.
Una vez en presencia del gobernador, cuando estaban a solas, la muchacha le clavó el cortaplumas que había introducido oculto entre sus trenzas, dándole muerte. Luego, con gran aplomo, empapó su propio pañuelo con la sangre del jefe moro, se asomó a la ventana de la estancia e hizo la señal convenida con los cabecillas cristianos. Todos, armados como pudieron, se dirigieron al castillo.
Cuando se corrió la noticia de la desaparición del gobernador entre la guarnición musulmana, atemorizados como estaban por la presión de los ejércitos cristianos en fortalezas contiguas a Alquézar, cundió el pánico y, antes que verse desamparados y sin guía para afrontar la lucha que se avecinaba, los soldados decidieron arrojarse al río desde las rocas altas del castillo y huir.
La fortaleza fue tomada en nombre del rey de Aragón, a quien enviaron emisarios con la buena nueva.
[Proporcionada por Adolfo Castán. Colegio «San Viator». Huesca, así como por Pilar Ballarín, Mª Carmen Cabrero, Eva Gilaberte, Elena Huguet y Silvia Lascorz.]


https://es.wikipedia.org/wiki/Alqu%C3%A9zar

Alquézar (Alquezra en aragonés) es un municipio de la comarca Somontano de Barbastro, en la Provincia de Huesca, comunidad autónoma de Aragón, España.

Está situado en la margen derecha del río Vero, en su último cañón, al pie de las sierras de Balcez y Olsón. Dista de Huesca 51 km.

Parte de su término municipal está ocupado por el Parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara.

Radiquero
San Pelegrín

Debe su nombre al castillo o al-qasr construido para defender el acceso a la Barbitanya.
Siglo IX. Jalaf ibn Rasid mandó construir el castillo y se convirtió en el principal punto de defensa de Barbastro frente a los reinos cristianos del Sobrarbe.
El 28 de agosto de 1067, el rey Sancho Ramírez de Aragón concedió la villa de Beranuy y Santa María de Sabiñánigo al abad de Fanlo "porque fabricasteis la torre en Alquézar" (CANELLAS, Cartulario de Fanlo, nº. 46).
El 27 de abril de 1069 Sancho Ramírez, concedió fueros a Alquézar (LACARRA, Documentos, nº. 2).
https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/03/52/11canellas.pdf

En 1075 Sancho Ramírez, concedió privilegios a Alquézar "cuando se levantó el sitio de los sarracenos" (MUÑOZ, Colección de fueros, p. 252).
En febrero de 1125 el rey Alfonso I el Batallador otorgó fueros a Alquézar (LACARRA, Documentos, nº. 115).
Fue de realengo desde su conquista hasta 1202 (MIRET, Itinerario de Pedro II, p. 266).
En 1218 el rey Jaime I de Aragón dio al obispo de Tortosa la iglesia de Alquézar (HUICI-CABANES, Documentos, nº. 12).
El 6 de febrero de 1233, estando en Sariñena, Jaime I de Aragón concedió a Artal de Foces el castillo y villa de Alquézar (HUICI-CABANES, Documentos de Jaime I, nº. 176).
El 25 de septiembre de 1245 Jaime I de Aragón confirmó a los hombres de Alquézar los fueros dados por el rey Sancho Ramírez, otorgando los privilegios de feria y mercado (HUICI-CABANES, Documentos, nº. 413).

Vista del valle del Vero desde la colegiata.
El 28 de enero de 1290 era de realengo (SINUÉS, Nº. 195).
En 1295 era de realengo (Codoín, 39, p. 299).
En 1327 se deslindaron los dominios entre los términos de Alquézar y Alberuela de la Liena (NAVARRO TOMÁS, Documentos lingüísticos, nº. 103).
El 5 de septiembre de 1357 el rey Pedro IV de Aragón vendió a Pedro Jordán de Urriés el castillo y villa de Alquézar (SINUÉS, nº. 196).
El 11 de junio de 1372 Pedro IV entregó el castillo y villa de Alquézar a Gonzalo González a cambio de Ricla (SINUÉS, nº. 198).
El 22 de marzo de 1380 Violante de Urrea vendió el castillo, villa y aldeas de Alquézar al rey Pedro IV (SINUÉS, nº. 203).
El 1 de junio de 1398 el rey Martín I de Aragón confirmó la compra de Colungo por los de Alquézar (SINUÉS, nº. 205).
En 1610 eran de Alquézar las poblaciones de Asque, Colungo, Buera, Radiquero y San Pelegrín (LABAÑA, p. 63).
1960 – 1970 se le unió Radiquero.
En 1966 la colegiata fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.
En 1982 el casco urbano fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Personas célebres nacidas en esta localidad:

Domingo Alquézar
Pedro Melero
Bartolomé de Lecina
Martín Garcés
Juan de Naya
José Azara Cáscaro
José Nicóstrato Belenguer
Francisco Tomás Vilellas Férriz
Blas Nasarre
Antonio Vicente Lamarta y Buil
José Cáscaro y Férriz
Rafael Fierro Trallero
Mariano Ordás López
Ramón Rosa
Elías López Sarrayo
Florentín Felipe Naya, Beato de la iglesia católica.
Mariano Sierra Almázor, Beato de la iglesia católica.
Antonio Buil Casquillo

UBIETO ARTETA, Antonio, "Historia de Aragón". Los pueblos y los despoblados I (Ed. Anubar. Zaragoza, 1984)
CONTE OLIVEROS, Jesús. “Personajes y Escritores de Huesca y Provincia”. Ed. Librería General (Zaragoza 1981)

jueves, 16 de agosto de 2018

Os dicen que cuando llegó Jaime I a Valencia ya no había cristianos

¿Os dicen que cuando llegó Jaime I a Valencia ya no había cristianos?
Mentira. Por ejemplo, una circunstancia que nos habla de los cristianos valencianos prejaiminos es la memoria transmitida. La memoria de los cristianos valencianos es la responsable de que el Repartiment cite el lugar de la prisión de san Vicente o “domos vacuas dicebatur sanctus Vincentus”, lugar histórico confirmado por la arqueología. 

O que se hable de un huerto de monjes cristianos en Sagunto “Ortum qui dicitur Virginum… in Murvedre”, que fue referido por el mercedario Arcas Jover como “hortus virginum christianarum”. 


Seguro que no es casualidad que “Aceyt Abuçeyt” escogiera para su bautizo el nombre de san Vicente mártir, que había sido el santo más representativo de los cristianos “dimmis” valencianos, por lo que en abril de 1238 se tituló com “Vincentius rex Valentie”. 

Los cristianos valencianos también debieron transmitir la memoria del martirio de san Bernardo, que la tradición sitúa en 1181, y que seguramente fue el motivo de que Jaime I quisiera construir en Carlet el monasterio “Gloria de Deu”. Y en el año 1262, un hijo de Abu Sayyid “Ferrandus Petri, filius Açeit Abozeyt”, se acordó de san Bernardo en su testamento “operi sancti Bernardi Algezire XX solidos regalium”.
Que no vos mentixquen. Que no to la fóteguen en les seues mentires.

Os dicen que cuando llegó Jaime I a Valencia ya no había cristianos

domingo, 14 de enero de 2018

Julián Segarra Esbrí, Chert

En el Maestrazgo hablamos un dialecto que siendo conocido con el nombre de valenciano realmente se aparta de la lingüística oficial y aunque con el tiempo se conseguirá su unificación, tiene unos rasgos característicos por los que a menos de cincuenta kilómetros nos delatan y entre el rico refranero hay uno que dice: "Lo qu'es dona car se ven, si no es bestia qui-hu pren" que para el lector de lengua castellana viene a significar que los regalos siempre se pagan caros y si elegí esta presentación, es porque el valor dado a las cosas siempre está basado en el precio, especialmente cuando valoramos lo que no necesitamos, tal vez porque recordemos al Arcipreste de Hita "quien no da dineros, no es de sí señor" o a Francisco de Quevedo y Villegas "poderoso caballero es don dinero", lo cierto es que la publicidad, el marketing y la competitividad, nos han confundido hasta el punto de no saber distinguir lo superfluo de lo necesario y en consecuencia, siempre valoramos las cosas por el precio, incluso los regalos.

Licores Segarra, valensiá, valenciano, valencià
Licores Segarra, Chert, Xert, Castelló, Castellón, Comunidad Valenciana

Para conocer el origen del Maestrazgo (al preu que siga) al precio que sea, solo deberemos acudir a los libros de historia y remontarnos allá por el año de 1095 cuando el Papa Urbano II promovía la formación de un ejército internacional que acudiría en ayuda de los cristianos de oriente y rescataría los Santos Lugares del dominio musulmán y aunque no realizaron guerras de conquistas sino empresas místicas y caballerescas, durante más de tres siglos propiciarán el establecimiento de lazos culturales y comerciales entre oriente y occidente porque su nacimiento, estuvo vinculado a las Cruzadas, un fenómeno de raíz religiosa y eclesiástica creado ante la amenaza que representaban para el Imperio Bizantino las incursiones de los turcos.
  
La Orden de San Juan del Hospital nace alrededor de 1048 cuando unos mercaderes de Amalfi fundaron en Jerusalén un hospital bajo la advocación de San Juan el Limosnero. Posteriormente, desde 1120 a 1160 tuvo que adoptar una organización militar para defender y proteger a los peregrinos con la finalidad de velar por la seguridad de quienes iban a los Santos Lugares y promovida por Godofredo de Saint-Omer y Hugo de Payens, nace en 1118 en Jerusalén la Orden del Templo como una agrupación de caballeros, aunque será suprimida en 1312 por el Papa Clemente V.
  
El conflicto permanente entre cristianos y musulmanes en la península Ibérica con la Reconquista y durante el transcurso del siglo XII, propicia la creación en los Reinos de Castilla y León de algunas órdenes militares encargadas de defender la frontera del Islam y su presencia en los reinos cristianos se debió a importantes donaciones, especialmente en la Corona de Aragón. De todas la órdenes militares creadas, sólo cuatro tuvieron importancia relevante en la península Ibérica, a saber: Calatrava, Alcántara, Santiago y Montesa.

La Orden Militar de Calatrava fue fundada en 1158 por el abad cisterciense Raimundo de Fitero para defender a la villa de Calatrava asediada por los almohades, destacando su participación el 16 de julio de 1212 en la batalla de las Navas de Tolosa y fue aprobada por el Papa Alejandro III en 1164. Adoptó la regla de San Benito y Constituciones del Císter, pero durante el reinado de los Reyes Católicos tuvieron que ceder el Maestrazgo a la Corona porque en 1487 muere el Gran Maestre de la Orden de Calatrava Frey don García López de Padilla y los Reyes Católicos interceden ante S.S. el Papa Inocencio VII para solicitar autorización como administradores de la Orden, concedida mediante Bula de 1488.
  
La Orden Militar de Santiago fue fundada en 1161 en el Reino de León con el beneplácito de una docena de caballeros leoneses que decidieron unirse para defender a los peregrinos de Santiago y guardar las fronteras de Extremadura. Su fundador fue Pedro Fernández de Fuentecalada y al existir desavenencias años más tarde entre don Alonso de Cárdenas y don Rodrigo Manrique por hacerse con el Maestrazgo de Santiago, este maestrazgo también fue incorporado a la Corona durante el reinado de los Reyes Católicos.

La Orden Militar de Alcántara fue fundada en 1156 por varios caballeros de Salamanca como Cofradía de Armas, a cuyo frente estaba don Suero Fernández Barrientos y fue confirmada por el Papa Alejandro III en calidad de orden de caballería. Adoptó la regla del Cister pero, en 1546 se autorizó el casamiento de los caballeros que sustituyeron el voto de castidad por el de defender el dogma de la Inmaculada Concepción. Participó activamente en la toma de Castilla de Almeida, la Ciudad de Trujillo, la de Valencia de Alcántara y las plazas de Magacele y Zalamea, así como en la toma de Granada y curiosamente, en la Orden de Alcántara, también hubieron luchas internas entre don Juan de Zúñiga y don Alonso de Monroy por el maestrazgo, propiciando su desaparición.

La Orden de San Jorge fue fundada en 1201 bajo la regla de San Agustín por el rey Pedro II de Aragón, Cataluña y Occitania, hermano de Alfonso de Provenza y padre de Jaime I, con el título de Orden de San Jorge en agradecimiento a su santo patrón porque le había dado protección en la guerra contra los sarracenos, a la que se añadiría "de Alfama" por el señorío que le dio en El Perelló al norte de la desembocadura del río Ebro cerca de la villa de Tortosa. Sus caballeros debían defender la costa desde Oropesa del Mar hasta el Coll de Balaguer contra los ataques berberíscos y ayudaron a la conquista a los musulmanes de Castielfabib y Ademuz, participaron en la Batalla de las Navas de Tolosa en 1212 contra el califa almohade Muhammad An-Nasir, al solicitar refuerzos el rey castellano Alfonso VIII y formaron parte en la conquista de las islas Baleares con Jaime I, pero, obligada tanto a combatir con el rey que la había creado que a su vez deseaba la amistad de los nobles de Languedoc y un Papa en contra de los cátaros, los occitanos se enfrentaron a los francos dirigidos por Simón de Montfort a las puertas de Muret el 12 de septiembre de 1212 y Pedro II resultó muerto, con lo que toda Occitania quedó en manos de los cruzados obligando a que la Orden de San Jorge prácticamente dejara de existir hasta que Martín I de Aragón "el Humano" pensó en unir la Orden de San Jorge de Alfama con la Orden de Montesa por el estado ruinoso de sus agotadas rentas que presentaba su Maestre don Francisco Ripollés en 1399 y que renunciaba a sus derechos en favor de Frey don Berenguer March Maestre de Montesa  El Papa Luna Benedicto XIII dio su aprobación y la nueva situación aportó en principio autonomía propia a los miembros procedentes de la Orden de San Jorge de Alfama, hasta que por fin, quedó absorbida de manera completa en la poderosa Orden de Montesa por Bula de 24 de enero del año 1400 dando origen al nacimiento de la Orden Militar de Santa María de Montesa, de ahí el color rojo de la cruz, ya que después de la desaparición de la Orden del Temple, el rey Jaime II de Aragón decidió tener una Orden Militar como tenían los reyes de Castilla, enviando al noble valenciano don Vidal de Vilanova a parlamentar con el Papa Clemente V con la pretensión de crear una nueva Orden con los bienes de los Templarios y de los Hospitalarios del Reino de Valencia pero no hubo acuerdo, aunque su sucesor papal Juan XXII, el 10 de junio de 1317 y ante la nueva embajada real aragonesa, accede promulgando la Bula "Pía Matris Eclesia cura, de fidelium salute solicita" para la Orden Militar de Santa María de Montesa. La orden papal faculta a Frey Pere Alegre, Abad del monasterio de Santes Creus para elegir el primer Gran Maestre de Santa María de Montesa que en la capilla de Santa Agueda del palacio real de Barcelona, ante el Rey Jaime II, el Obispo de la Ciudad, los Abades cistercienses de Santes Creus, Valdigna y Benifasá, caballeros de las Ordenes de la Merced, de San Juan del Hospital, San Jorge de Alfama y Frey don Gonzalo Gómez comendador de Alcañiz con plenos poderes del Maestre de Calatrava se imponía el 22 de julio de 1319 el hábito de la nueva Orden a don Galcerán de Bellerra, a don Erimau de Eroles y a don Guillem de Eril, que será nombrado el primer Gran Maestre de la Orden de Santa María de Montesa pero que fallece en Peñíscola el día 4 de octubre de 1319 y por ello, el 27 de febrero de 1320 Frey Arnau Soler será elegido sucesor como Gran Maestre.

Para comprender la situación histórica en las tierras del sur del delta del río Ebro hay que remontarse a los tiempos de la fallida conquista de Peñíscola en 1225 y de las Islas Baleares desde 1229 hasta 1231 recordando la decisiva colaboración y fidelidad del noble don Blasco de Alagón, a quien el Rey don Jaime I nombrará lugarteniente para empezar el sitio a la ciudad de Morella, plaza fortificada cabeza en territorio musulmán valenciano que se rinden el día 7 de enero de 1232, día de San Julián mártir, ante las tropas cristianas al mando de don Blasco de Alagón y como el Rey Jaime I envió sus efectivos militares aragoneses de Teruel a Ares, consiguió su conquista en día 8 de enero de 1232. Pero para proseguir la reconquista, precisa de más efectivos militares y el rey Jaime I se desplaza hacia el desierto de Alfama, a unas cinco leguas de Tortosa atravesando el Barranco de Givalcolla y llegando a Ca'n Roig para pernoctar en un lugar seco y árido junto a la Rambla Cervera con unas torres de vigilancia sin valor estratégico y que sus escasos vecinos no opusieron resistencia a su llegada continuando camino hacia el poblado de la Barcella al que concedió carta de población su abuelo Alfonso II en 1192. El número de monjes hospitalarios de La Barcella unidos a sus fieles efectivos militares era insuficiente como para afrontar de nuevo la conquista de Peñíscola y sabiendo que si lo intentaba otra vez sus moradores se replegarían en su fortaleza como ya lo hicieron en 1225 y se resistirían en su ciudad amurallada del mar, abandonó el lugar de La Barcella hacia Tortosa en los límites territoriales bajo el dominio sarraceno para despachar con el Gran Maestre Frey Guillem de Cardona de la Orden de San Jorge de Alfama recordemos fundada por su padre Pedro II de Aragón el 24 de septiembre de 1201, de cuya nobleza y valentía se había hecho hacedor en la conquista de Mallorca junto al rey Jaime I.

Con un cambio de estrategia militar, el día 16 de julio de 1233 el rey Jaime I y tras dos meses de asedio, tomará Burriana y aislando los castillos árabes del sur del delta del río Ebro al cortar el nexo de unión con Valencia, el enclave marítimo-rocoso de Peñíscola se entrega sin lucha por capitulación en octubre del mismo año, aunque bajo los pactos que respetan las leyes y costumbres sarracenas por la imposibilidad de inmediato repoblamiento cristiano, haciendo su entrada el 22 de septiembre de 1234. El 28 de enero de 1251 les otorgará Carta Puebla, pero desposeerá a los árabes peñiscolanos de todas sus propiedades y bienes entregándoselos a los nuevos pobladores cristianos. A partir de ahora, la organización territorial del sur del delta del río Ebro, está condicionada por los compromisos anteriores de los monarcas aragoneses con los nobles y las órdenes militares del Hospital y del Temple, los Hospitalarios, con el Castillo de Cervera y todos sus territorios de la Bailía de Cervera de la Frontera, el Temple con los castillos de Chivert (1234), Polpis (1286), Peñíscola, Coves y Ares (1294) y Culla (1303), don Blasco de Alagón en Morella de 1232 a 1250 y posterior dominio real y la Tinença de Benifassà que está bajo el dominio del monasterio cisterciense del mismo nombre.

La conquista del entonces territorio árabe al sur del delta del río Ebro conseguida por Jaime I de 1232 a 1245 fue la consecuencia natural de los esfuerzos políticos y guerreros de los reyes predecesores pero para llevar a cabo la conquista en la zona norte castellonense, precisó pactar con prelados, órdenes militares, ricos hombres y caballeros, quienes le ayudaron a cambio de un reparto de las tierras conquistadas a los moros. La colaboración hospitalaria vino de la mano de Hugo de Follalquer, castellán hospitalario de la Orden en Amposta y de este modo, el Hospital quedaría señor del castillo de Cervera tomado a los sarracenos pero como el maestre del Temple Ramón Patot también pretende ser merecedor de la donación y unos pocos días después se rendirán los castillos de Chivert y Pulpis, tanto el monarca, como los maestres o castellanes de las órdenes militares, aceptan con el acuerdo de reparto de las tierras del castillo de Cervera, con todas sus pertenencias para la Encomienda hospitalaria de Cervera de la Frontera, origen del histórico bailío y por anteriores privilegios, el dominio de los castillos de Chivert, Pulpis y Culla para los Templarios que, en tratado realizado por Jaime II con la Orden en 1294, se concedían además el castillo de Peñíscola, el de Ares y el de Cuevas de Vinromá, con todos sus términos y pertenencias.

El 17 de junio de 1237 se otorga carta puebla a San Mateo de Las Fuentes (Sant Mateu) según usos y costumbres de Lleida a favor de Guillem Forner, Pere Clarigues, Guillem Colom y otros hombres libres, pero el día 24 de septiembre de 1274, Frey Berenguer de Almenara otorga la segunda carta puebla a la población de San Mateo de Las Fuentes (Sant Mateu) ahora de acuerdo con los usos y costumbres de Valencia, lo que propiciará nazca como residencia del Gran Maestre de la Orden.

Como consecuencia de esta reconquista, las tierras del sur del delta del río Ebro en la actual provincia de Castellón quedó parcelado en un mosaico de castillos con las jurisdicciones heredadas de los árabes, su carácter geográfico, factores humanos y culturales.
El castillo de Ares con Ares del Maestre (Ares del Maestrat) que en 1294 pasará a la orden del Temple.
El castillo de Cuevas de Vinromá (Les Coves de Vinromá o Les Coves d'Avinromà) con Albocácer (Albocásser), Salsadella (Salzedella), Sarratella (Serratella), Tirig, Torre Endoménech (Torre d 'en Domenech o La Torre dels Domenges), Villanueva de Alcolea (Vilanova d' Alcolea). Aunque en 1235 pasó a posesión de don Blasco de Alagón y a su muerte en 1243 es donado a la orden de Calatrava, en 1275 sería de Artal de Alagón por cambio con la Orden, en 1293 pertenecería a la Corona y al año siguiente pasaría a los Templarios. Dentro de este castillo se incluía a Sierra Engarcerán (La Serra dEn Galceran), aunque este municipio nunca se incorporará a la Orden de Montesa.
El Castillo de Culla con Adzaneta (Atzeneta) Benafigos, Molinell (hoy desaparecido), Torre Embesora (Torre d'En Besora) , Villar de Canes (Vilar de Cans), Vistabella del Maestrazgo (Vistabella del Maestrat), Benasal (Benassal), fue donado a los Templarios por Pedro II en 1213. Reconquistado por Jaime I en 1234, pasará a don Blasco de Alagón en 1235, luego a su hija Constanza, casada con Guillén de Anglesola y después al hijo de éstos que lo conservaría hasta 1303 para después pasar a la Orden del Temple.
El Castillo de Cervera con San Mateo (Sant Mateu), Chert (Xert) (con las tierras del Molinar y Barçella), La Jana (Con Carrascal,  hoy desparecido), Traiguera (que incluía los actuales términos de San Jorge, Sant Jordi del Maestrat, antes Mas dels Estellers y San Rafael del Río, Sant Rafel del Maestrat o Sant Rafel del Riu), Canet (Canet lo Roig), Cálig (Cálig de La Torre) y Rosell. Se incorpora a los Hospitalarios tras un pleito con el convento de Benifasar siendo donado por Ramón Berenguer IV a la Orden. Esta entrega es confirmada por Alfonso, II en 1171, por Pedro II en 1208 y por Jaime I en 1233 al tomar posesión Hugo de Follalquer, maestre o castellán del Hospital.
El Castillo de Peñíscola (Paníscola, Peníscola, Penyiscola, Península), Benicarló, Vinaroz (Vinarós), Irta o Hirta (hoy desaparecido). Conquistado por Jaime I en 1233, pasó a Guillén II de Moncada, volviendo al poder real, en 1289 es señorío de Artal de Alagón, en 1293 Jaime II lo incorpora a la Corona para el año siguiente donarlo al Temple.
El Castillo de Pulpis con Santa Magdalena de Pulpis (Santa Magdalena de Polpís), concedido en 1189 por Alfonso II a los Templarios y tras la conquista de Peñíscola fue donado a la Orden de Calatrava en 1244, para después pasar a los Templarios en 1286.
El Castillo de Chivert con Alcalá de Chivert (Alcalá de Xivert) y Alcocebre (Alcossebre), donado por Alfonso II en 1169 a los Templarios, por Jaime I en 1225 a Rodrigo Ximénez de Luesia y en 1233 vuelve a la Orden del Temple.

Recordemos que la Orden Militar de Santa María de Montesa fue instituida durante el reinado de don Jaime II de Aragón y aprobada por el papa Juan XXII el 10 de junio en 1317 por bula "Ad Fructus Uberis" con el objetivo combatir a los musulmanes que invadían con frecuencia las costas valencianas, siendo nombrado su primer Maestre don Guillén de Eril descendiente de don Berenguer Roger de Eril uno de los "Nueve de la Fama" y aunque era un hombre de noble cuna y además con gran experiencia en las artes militares, por su avanzada edad falleció setenta días después de su nombramiento.
 
 Cuando los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel deciden recuperar para la Corona el Reino de Granada, los caballeros montesanos colaboraran enfrentándose peligrosamente y logrando conquistar Vera, no en vano la ciudad ostenta en su escudo la siguiente leyenda: "Quien aquí ve a esta ciudad, en este llano formada, fue ponerle freno al turco y una llave a toda España" y posteriormente también batallaron en Muxacar cerca de Cartagena, la antigua Cartago Nova fundada por el cartaginés Asdrúbal y en la ciudad de Baza en la que los caballeros montesanos libraron una gran y desigual batalla contra los moros con desastroso resultado al ser derrotados y su Gran Maestre don Felipe de Aragón y Navarra sobrino del rey Fernando "El Católico" muerto a los treinta y dos años de un arcabuzazo disparado a poca distancia.

Al extinguirse la Orden de los Templarios en 1311, se pidió sin éxito la cesión de todas las rentas que estos tenían en territorio peninsular y fue cuando se estableció como casa principal para este maestrazgo en la Villa de Montesa en manos de los templarios pero con el pretexto de fortalecer el Reino, los Reyes Católicos albergaron la posibilidad de eliminar el poder de las Ordenes Militares de su territorio y consiguieron incorporar a la Corona la Orden de Calatrava en 1488, la Orden de Santiago en 1494 y la de Alcántara en 1499. Con todo ello, solo continuaba vigente en la península Ibérica junto al Reino de España, la Orden de Santa María de Montesa pero, el 1492 llegaba a la sede papal don Rodrigo de Borja Llançol con el nombre de Alejandro VI, hijo de Jofré de Borja i Escrivà y de Isabel de Borja i Llançol, hermana de Alfonso de Borja, obispo de Valencia y anterior papa Calixto III y hasta su muerte en Roma el 18 de agosto 1503, el criterio del papa valenciano de Játiva, población junto a Enguera que tiene en su partido judicial al pueblo de Montesa, es discordante con el de doña Isabel y don Fernando en España, por ello "El Maestrazgo", no se incorporará a la Corona hasta 1587 durante el reinado de su biznieto Felipe II.

Son poderosas e inverosímiles razones las que intervienen inexplicablemente en el curso de la historia pero, entiendo la necesidad de hacer un inciso en la genética humana para comprender su evolución. Los genes juegan también un papel clave en lo que ocurre con el ácido úrico cuando alcanza las articulaciones ya que los cristales de urato, aunque por sí son casi inofensivos, lo que atormenta a quien padece gota es la batalla inmunológica que se libra en las articulaciones cuando las células del sistema inmune reconocen que entre un hueso y otro hay depositado ácido úrico. Cuando los valores son normales, ya que la inmensa mayoría de las personas con ácido úrico elevado, no tienen jamás gota, las personas que realizan mucha actividad física, su cuerpo reacciona produciendo sudoración y expelen rápidamente los residuos de la actividad celular por los poros de la piel, pero cuando la vida es más sedentaria, la eliminación debe hacerse por las vías naturales de la heces y la orina e incluso, quienes han padecido traumatismos importantes en la zona lumbar por razones de trabajo, pueden sufrir una menor capacidad de eliminación de purinas y en consecuencia, se elevan los niveles de ácido úrico por encima de lo soportable por su cuerpo.

Puede ocurrir y de hecho ocurre que algunas en personas, el ácido úrico lo tienen alto sin comer carne, ni marisco y muy poco pescado y tal vez sea una consecuencia por no comer estos alimentos siguiendo las pautas nutricionales recomendadas y cumplidas a rajatabla según el criterio médico al mantener los niveles del ácido úrico disparado con tensión arterial normal y sin comer apenas proteínas animales.

Cuando se tienen los aumentos del nivel de ácido úrico en sangre tras un ayuno por necesidad de hacer un análisis de sangre, posiblemente su origen sea consecuencia del consumo de fructosa que puede acentuarse significativamente en las personas con la edad o por el sobrepeso. Esto sucede porque la absorción y posterior metabolismo de la fructosa no está limitada por ninguna hormona que envíe una señal de saciedad al cerebro. Toda la fructosa que se consuma, va a ser transportada al hígado y se absorbe en presencia de la fosfofructoquinasa-C que también conduce a una mayor producción de ácido úrico a través de la vía de degradación de las purinas, lo que nos lleva indirectamente a contribuir a crear y acumular grasas en el hígado, generando al mismo tiempo oxidantes mitocondriales y aunque el ácido úrico es un potente antioxidante, los niveles elevados pueden estar asociados con un aumento del estrés oxidativo, aunque aún no se ha estudiado en profundidad su influencia en el contexto de las enfermedades metabólicas. La fructosa incrementa la grasa visceral y provoca una respuesta inflamatoria que altera la correcta señalización de la insulina en el hígado aumentando los niveles de lípidos hepáticos.

Si existe resistencia a la insulina en las células del hígado y se mantiene el consumo de fructosa, provocamos la creación de más grasas (triglicéridos y de tipo apoB) que necesitan ser transportadas, lo que aumenta el VLDL o lipoproteína de muy baja densidad hecha de colesterol y por ello, es habitual que ambos niveles a la vez estén altos. En la metabolización de la fructosa a fructosa-1-P, se convierte el vector ATP en adenosina monofosfato (AMP) y fosfato inorgánico. La degradación del AMP es un eficaz activador de la adenilato desaminasa, que contribuye a la formación de inosina convirtiéndose en hipoxantina y ácido úrico y a pesar que el aumento de ácido úrico puede provocar gota, no es ni de lejos la peor consecuencia, ya que el aumento inducido por la fructosa tiene más efectos indeseables como es el acumular grasa en el hígado, además de triglicéridos altos, estrés oxidativo, resistencia a la insulina, hígado graso, aumento de presión arterial, aumento de peso, aumento de grasa visceral de muy difícil solución por la complejidad del organismo humano y nuestra poca sapiencia.
 
Pero en el pueblo de Traiguera, dentro del Maestrazgo, hay un santuario dedicado a la advocación mariana de Nuestra Señora la Virgen de la Fuente de la Salud y este lugar tiene el calificativo de Real Santuario porque en él pasaba largas temporadas nuestro monarca el rey Felipe II cuya primera vez que sintió un agudo dolor en su mano derecha fue a mediados de abril de 1568 y durante varios días la mano se le hinchó y enrojeció de una forma evidente por mucho que fuera el hombre más poderoso de la tierra y aunque cuentan que sufrió esta dolencia hasta su fallecimiento a los 71 años en un estado lamentable víctima de una patología cruel que deberá soportar doloroso y atormentado durante 30 años, no es comprensible por el amante de las plantas medicinales.
 
Esta enfermedad milenaria que en los libros de texto recibió indebidamente el calificativo de enfermedad de reyes, era familiar en el caso del Rey de España puesto que también la padecía el emperador Maximiliano de Austria, primo del monarca español y fue frecuente entre los emperadores romanos, como también la sufrió el rey británico Enrique VIII o el mismo Benjamín Franklin entre otros personajes.
 
Como quiera que no deja de ser anecdótico que el rey más poderoso del mundo en cuyos dominios nunca se pone el Sol tenga que padecer su convalecencia en un territorio fuera de su jurisdicción, he sentido la necesidad de visitar los alrededores del Santuario de este vecino pueblo en búsqueda de la razón de la mano de la madre naturaleza y en colaboración con mi amigo Miguel, localizar y encontrar la planta que permite neutralizar los efectos de esta dolencia y motivo por la cual nuestro monarca pasó largas temporadas de su vida en esta tierra del Maestrazgo cuyo Gran Maestre era a la sazón Frey Pedro Luis Garcerán de Borja y Castro y Pinós, marqués de Navarrés y decimocuarto y último Gran Maestre de la Orden de Montesa, hijo del tercer Duque de Gandía Juan de Borja y Enríquez de Luna y de su segunda esposa Francisca de Castro y Pinós que, a su vez, era hija del vizconde de Evol, lo que le convertía en hermanastro de San Francisco de Borja.
 
Cuando fue elegido Gran Maestre en 1545 a los diecisiete años ya era comendador por especial licencia papal aunque bien es cierto que en su elección hubo mucha discordia porque una fracción de la Orden eligió a frey Onofre Gerau Bou para este cargo, lo que le propició un contencioso que duró un año, pero se resolvió en favor de Frey Pedro Luis Garcerán de Borja por el papa Pablo III que había accedido a la Santa Sede con una veloz carrera eclesiástica ya que comenzó sin ser sacerdote y aunque se ordenó en 1519, el 20 de septiembre de 1493 fue nombrado cardenal con el título de San Cosme y San Damián por el papa Alejandro VI Rodrigo de Borja que era amante de su hermana Julia Farnesio.

Frey Pedro Luis Garcerán de Borja contrajo matrimonio en 1558 con la noble portuguesa doña Leonor Manuel dama de la infanta de Portugal, aprovechándose de la dispensa que el Papa había concedido a la Orden de Calatrava en 1540 lo que le valió de mucha controversia y división sobre la validez de este matrimonio habida cuenta del voto de castidad que contraían los Caballeros de Montesa al ingresar en la Orden. Esta disputa causó divisiones y no llegó a resolverse hasta el capítulo general de 1583 pero en 1572, un tribunal de la Inquisición de Valencia condenó a Pedro Luis Garcerán de Borja por un escandaloso proceso por sodomía.

Antes de ser ejecutado en 1574 Martín de Castro, un rufián dedicado a la prostitución y el proxenetismo tanto de mujeres como de hombres y que fue sorprendido en la cama con el conde Juan II de Ribagorza, delató a Pedro Luis Garcerán de Borja acusándolo de haber sido su enamorado y explicando todo tipo de detalles, lo que unido a una la crisis interna de la Orden de Santa María de Montesa dividida en facciones por las enemistades creadas al promocionar a sus favoritos, fue aprovechado por Felipe II que al ser consultado por la Inquisición sobre la conveniencia del juicio, decidió emplear el proceso para dar una lección a la nobleza contrarrestando la alianza de los Borja con la familia real portuguesa, de tal suerte que Pedro Luis Garcerán de Borja fue condenado a 10 años de reclusión en el Convento de Montesa y a pagar una multa de 6000 ducados, a razón de 1000 por año.

Pedro Luis Garcerán de Borja en 1583, después de unas disputas internas por la sucesión del Gran Maestre en la Orden relacionadas en particular con su octavo hijo don Juan, que era comendador mayor a sus 23 años y a quien había prometido el Maestrazgo con gran oposición interna en la Orden al declarar esta intención en el capítulo de 1583, resolvió negociar la entrega del Maestrazgo de Santa María de Montesa al rey Felipe II de quien fue valiente y leal servidor, obteniendo del Papa Sixto V el permiso necesario para recibirla en una bula del 15 de marzo de 1587. Así quedó incorporada a la Corona del Reino de España la última Orden que se mantenía independiente en la península Ibérica pero a cambio de que Frey Pedro Luis Garcerán de Borja y Castro y Pinós obtuviese como recompensa la Encomienda Mayor de Calatrava y en 1591 el Virreinato de Cataluña hasta su defunción en Barcelona el 20 de marzo de 1592 y en consecuencia, las tierras del sur del delta de río Ebro en donde el monarca más poderoso de la tierra pasaba largas temporadas por su convalecencia, eran conocidas en la Corte como El Maestrazgo y por evidencia, sus vecinos fueron los últimos españoles en unirse al Reino de España un siglo más tarde, aunque los monarcas sucesores delegaron la administración directa de los bienes montesianos hasta 1784 en el Lugarteniente General o Gobernador afincado en San Mateo de Las Fuentes. El Lugarteniente General quedaba como superior jerárquico de las posesiones de la Orden y como Delegado Real. Se le consideraba como un Virrey en los pueblos de la Orden y era recibido bajo palio con volteo general de campanas. El cargo era de nombramiento real, siendo el último gobernador Garcés de Marcilla que falleció en 1784 y en su lugar se nombró un justicia Mayor hasta que desapareció en 1834 porque con la Constitución de Cádiz de 1812 los bienes de la Orden pasaron al erario público y al declararse extinguidos los señoríos territoriales por las leyes desamortizadoras de 1835-1836, la Orden Militar de Santa María de Montesa quedó reducida a una corporación nobiliaria de carácter honorífico al ser suprimida definitivamente al proclamarse la república en 1931.

Pero el Papa Sixto V, hombre curtido en los tribunales de la inquisición que había redactado en 1569 la bula de excomunión a Isabel I de Inglaterra, hermanastra de María I de quien era viudo Felipe II, porque había reinstaurado el régimen protestante y en respuesta a la ejecución de María Estuardo reina de Escocia de religión católica, quiso unir a las naciones católicas contra la reina inglesa con la pretensión de destronarla y solo obtuvo apoyo del monarca español por evidentes sobradas razones. Tras las oportunas negociaciones del agente papal italiano Roberto di Ridolfi presentado ante la Corte de España proponiéndole al rey Felipe II una conspiración para asesinar a la reina inglesa, se entera Isabel I del complot y ordena a Sir Francis Drake atacar la bahía de Cádiz donde se estaban construyendo barcos, en una refriega conocida como la Expedición de Drake de 1587, consiguiendo neutralizar por destrucción o captura hasta un centenar de buques españoles e interrumpiendo los preparativos, logra retrasar los trabajos en los astilleros cerca de un año. Al año siguiente ya se disponía de una flota compuesta de 127 barcos para cuya construcción se aprovechó también de una tala masiva de pinos y encinas de la sierra del monte Turmell en Chert (Maestrazgo) y con 7000 marineros, 19000 infantes, 1000 caballeros de fortuna y 180 clérigos, al mando del almirante de Castilla Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz que, muriendo de tifus el 9 de febrero de 1588 poco antes de la partida de la Grande y Felicísima Armada desde el puerto lisboeta el día 30 de mayo, debió ser sustituido a toda prisa por Alonso Pérez de Guzmán, VII duque de Medina-Sidonia, Grande de España solo relacionado con el mar por la concesión de la pesca del atún con almadraba en Sanlúcar de Barrameda y obligado por el Rey, a pesar de sus declaraciones acerca de su inexperiencia, falta de capacidad y sus mareos constantes en el mar que junto con la descoordinación de las fuerzas españolas que salieran simultáneamente desde Países Bajos con los Tercios de Flandes a las órdenes del duque de Parma Alejandro Farnesio, para desembarcar en el Condado de Kent y sitiar Londres con 30000 hombres, coincidieron con las inesperadas inclemencias meteorológicas y no consiguieron ni tan siquiera desembarcar en las islas inglesas, sin embargo, 87 barcos, menos de las tres cuartas partes de la flota, pudieron regresar a España, lo que representó un costo de cuarenta embarcaciones con sus respectivos tripulantes que sumados al centenar de bajas navales de la Expedición de Drake del año anterior, puede hacerse una idea el lector de la situación de las arcas de la corona para que desde el año 1588 a 1603 llegaran más tesoros de América a España que en ningún otro período de quince años de la historia española.

Aclarados sus orígenes, la confusión social sobre la ubicación del Maestrazgo en el siglo XXI es una consecuencia de la ley sálica, que debe su nombre a la tribu de los francos salios, siendo básica en la legislación de los antiguos reyes franceses hasta su extinción y la aparición de un moderno reino de Francia entre los siglos X y XI, por la cual, se  prohibía a una mujer heredar el trono francés, prohibición establecida en Francia en 1316, con la muerte del rey neonato Juan I de Francia y que su aprobación se debió a una manipulación del código de los salios, motivada por intereses políticos y dinásticos para que no accediera al trono la hermana del difunto niño sino su tío Felipe V de Francia.

Ascendido al trono de España el rey Borbón Felipe V tras la desaparición de la Casa de Austria con Carlos II y después de la Guerra de Sucesión Española, ideó establecer la Ley Sálica que gobernaba en Francia también en España y presentó este proyecto a las Cortes de Castilla en 1713 que discordaron con el rey y no se pudo asegurar su designio, pero congregadas las Cortes en Madrid desde el día 5 de noviembre de 1712, medio año más tarde, el 10 de mayo de 1713 se promulgó con ellas el Reglamento de Sucesión que es conocido como Ley de Sucesión Fundamental por ser ésta su función y su importancia. Según las condiciones de esta norma, las mujeres podrían heredar el trono aunque únicamente en los casos de no haber herederos varones en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos y sobrinos). Cuando fue coronado rey Carlos IV de España, hizo aprobar a las Cortes en 1789 una disposición para derogar la ley y volver a las normas de sucesión establecidas por el Código de las Partidas, sin embargo, la pragmática sanción real no llegó a ser publicada hasta que su hijo Fernando VII de España la promulgó en 1830, desencadenando el conflicto dinástico del Carlismo.

Con todas estas modificaciones sucesorias, allá lejos de la Corte, en el pueblo de Tortosa había nacido el 27 de diciembre de 1806 Ramón Cabrera y Griñó, I duque del Maestrazgo, I Conde de Morella y I Marqués del Ter, que será un militar y político español conocido por los liberales como "El Tigre del Maestrazgo" al ser además, un destacado líder carlista porque el obispo de Tortosa, Víctor Damián Sáez de férreas convicciones absolutistas y exministro de Fernando VII, no quiso ordenarle sacerdote ante su falta de vocación religiosa cuando disfrutaba en su formación de un beneficio eclesiástico, propiciando el abandonó del hábito para sumarse al levantamiento carlista de 1833 en favor del pretendiente don Carlos María Isidro de Borbón.

Don Ramón Cabrera fue ascendido a coronel en 1834 por el pretendiente don Carlos hermano del rey Fernando VII, bajo las órdenes del general Manuel Carnicer que nacido en Alcañiz, era el primer jefe de las tropas carlistas en Aragón y Valencia. En 1835, detenido y fusilado Manuel Carnicer el día 6 de abril en Miranda de Ebro, Ramón Cabrera tomó el mando al ser nombrado comandante general interino del Bajo Aragón y destacó en sus esfuerzos por organizar las fuerzas y la estrategia de la facción, consolidando su puesto de mando en Cantavieja, en donde publicó un Boletín del Ejército Real de Aragón y edificó una fortificación para articular una red de aprovisionamiento que pondrá en funcionamiento la fábrica de cañones y munición.

En enero de 1838, el general Cabrera tomó Morella convirtiéndola en la capital del territorio bajo su control y sede de la Comandancia General del Maestrazgo, en el verano de 1839 la defendió con éxito frente al general Marcelino Oráa conocido por sus soldados como "el Abuelo" y por los carlistas como "Lobo Cano", por ello y en recompensa a sus servicios, el pretendiente Carlos V le nombrará Conde de Morella, siendo finalmente el único general en la causa del pretendiente y al mando de 25000 hombres prolongó la lucha en el Maestrazgo hasta mayo de 1840 y por caer gravemente enfermo.

De la mano del presentador Daniel Vindel, fue estrenado en 1965 por TVE el programa "Cesta y Puntos" en emisión los sábados por la tarde, con Aurora López como lectora de las preguntas y César Gil y Juan Luis Méndez en calidad de jueces del programa, su coordinador y guionista era Enrique Dominguez Millán y Manuel Ripoll su realizador, estando dirigido a los alumnos que cursaban bachillerato. La mecánica del programa enfrentó a centenares de institutos y escuelas españolas durante los cinco años que duró en antena en un concurso basado en las reglas del baloncesto y cuyos ganadores, conseguían premios personales y también para los Centros donde estudiaban.

Un buen sábado el presentador preguntó: ¿La capital del Maestrazgo es...?: Delanteros, defensas y pivot no dieron respuesta, por lo que hubo rebote que el equipo contrario tampoco supo aprovechar. Entonces don Daniel dijo: "Morella" y quedose tan tranquilo mientras las gentes de Maestrazgo que estábamos contemplando el programa, quedamos impávidos.

Esta anécdota televisiva desató un río de tinta mayor que el río Ebro y desde Sant Mateu don Eduardo Ferreres Castell publicaba durante varios años consecutivos en el programa de las fiestas patronales textos de la obra de Montesa Ilustrada y las razones de la capitalidad histórica y en Forcall don Manuel Millán Mestre publicaba el libro "Morella y sus puertos" manifestando y aclarando que la Comarca de Morella nunca perteneció al Maestrazgo sino que dependía directamente de la corona aragonesa aunque la semilla de la ignorancia estaba sembrada y además por un medio de comunicación masivo cual era la televisión española.

Mientras tanto, en 1969 se creaba y emitía por TVE otro programa dirigido por Enrique Martí Maqueda y presentado por Joaquín Soler Serrano que permitía en 1970 aparecer ante las pantallas de todos los televisores de la geografía española a don Angel Giner Ribera de Vinaròs en el popular concurso “Los hombres saben, los pueblos marchan” que con una resonante victoria y triunfo mediático, esparció el nombre de Vinaròs por toda España y su alcalde don Francisco José Balada Castell supo aprovechar para hacer famosa en los años setenta a la población con un slogan que decía “VINAROZ TIENE ANGEL” y que, en forma de adhesivo, iba pegado en el cristal trasero casi todos los coches de la comarca. Como por esta época los pueblos del interior tenían una fuerte emigración de sus vecinos hacia las poblaciones costeras en la búsqueda de mejor bienestar económico y en sus visitas a sus familiares del pueblo durante las fiestas patronales, llevaban en sus vehículos la curiosa pegatina, se propició el despertar de los slóganes por las cabezas pensantes dicharacheras de todas las poblaciones y el reparto de adhesivos propios en todos los pueblos.

Con esta situación generalizada, a un personaje muy apreciado en los círculos burgueses y gubernamentales de la capital, a quien se le dedicó una calle, la pegatina de su pueblo le debió parecer insuficiente y observó la posibilidad de potenciar la tierra de su familia con el nombre del Maestrazgo favoreciendo el invento del nacimiento de una mancomunidad turística que daría a conocer las virtudes y curiosidades de las vecinas poblaciones turolenses durante los 40 años que la Diputación de Castellón subvencionó la publicidad, hasta que con la aprobación de la Ley 10/1993 de 4 de noviembre, de Comarcalización de Aragón, se iniciaba un largo camino en las comarcas aragonesas para que diez años después, a finales de mayo de 2003, Aragón contara con 32 comarcas nacidas mediante una Ley en Cortes lo que facilita conseguir la creación de la Comarca del Maestrazgo concretada en la Ley 8/2002, de 3 de mayo, de creación de la Comarca del Maestrazgo fuera del Maestrazgo, publicada en el Boletín Oficial de Aragón nº 53 de 8 de mayo y en el B.O.E. nº 134 de 5 de junio. La primera actuación fue la de nombrar los miembros electos de este Consejo Comarcal que de los resultados de las Elecciones Locales celebradas en el año 1999 se permitió la designación de los mismos y se constituye en la provincia de Teruel la Comarca del Maestrazgo el día 13 de junio de 2003, en consecuencia, la Mancomunidad Turística del Maestrazgo de creación anterior también fuera del Maestrazgo en 1972 y que aglutinaba a 57 municipios de las provincias de Teruel y de la comarca de los puertos de Morella en Castellón, era disuelta por acuerdo entre las Diputaciones de Castellón y Teruel el 22 de febrero de 2012 dejando de existir.

Gracias a la reivindicación lingüística actual por nuestras señas de identidad, hemos perdido el nombre de maestrazgo y casi también el de maestrat porque cuando en la vida desatendemos lo nuestro, sabremos lo que cuesta el intentar recuperarlo ya que observando al número de personas con habla castellana, que es la segunda lengua del mundo con 528 millones de hablantes después del chino mandarín, la tercera mayor población alfabetizada del planeta y la tercera lengua con 182 millones de usuarios en la red de Internet, descubriremos un idioma valenciano que ya alcanza los 2 millones de hablantes.