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domingo, 21 de noviembre de 2021

DVA, Gerónimo Borao, introducción, 2

II.


A este examen vamos a dedicar el resto de nuestra tarea, procurando señalar la procedencia de algunas palabras, legitimando en lo posible su uso, probando que a su invención ha precedido instintivamente el mejor juicio, y manifestando que no son barbarismos de gente inculta, sino a veces primores que el idioma castellano debiera prohijar (53)
o no haber abandonado. Entiéndase que para la formación de este discurso, así como para la del Diccionario que le sigue, hemos de servirnos, en cuanto nos sea dable, de escritores aragoneses, de anuncios e inscripciones oficiales, de avisos impresos, de la conversación de personas cultas, y sólo en donde todo esto no alcance, del habla común de los aragoneses. No abultaremos, pues, el vocabulario ni la crítica con palabras de las que frecuentemente se improvisan pero no se extienden ni se hacen permanentes: tampoco no lo haremos con las locuciones latinas usadas por nuestros foristas como ne pendente apellatione, artículo de toliforciam, sentencia de lite pendente, neutram y otras, pues aunque sabemos que la Academia incluye algunas locuciones latinas, de antiguo castellanizadas, no le hace, y esto con su habitual prudencia, sino cuando son del dominio general y no del tecnicismo de una ciencia; ni tenemos por verdaderamente aragonesas, aunque de uso particular de nuestros escritores, algunas libertades derivadas del idioma castellano, como tierra baja para denotar cierta comarca de la derecha del Ebro y alto Aragón para denotar la de la izquierda, turbante en sentido del que turba, comisante por el que comisa y adminiculado de adminicular, voces usadas por Larripa; adrezar que dice Blancas; catedrero que consignan los Gestis de la Universidad de Zaragoza; consimile por semejante; reforme por reforma y tisiquez por tisis, que hemos leído en otra parte; caminos circunstantes que también hemos visto usado; membranáceo que dice no mal, en lugar de membranoso, el racionero Latassa; comisarios (54), cercenadores, lugar tenientes y otros cargos que no puede especificar el Diccionario de la lengua y que sin embargo son corrientes en los tratados de legislación aragonesa.

Procedemos en este punto con tal cautela y tan desapasionadamente, que ni damos cabida a algunas palabras (55) por el solo hecho de hallarse en nuestros autores y no en el Diccionario de la Academia; ni incluimos otras que son explicadas como aragonesas por algunos escritores pero que en el Diccionario oficial figuran como castellanas, tales son universidades, gramalla, pedreñal y otras varias; ni acrecemos mucho nuestro Vocabulario con otras cuya definición académica no tiene el alcance de los textos aragoneses como en aquellas hermosas palabras de la Unión “porque non querrian, si Deus e el seynor rey quissies, tener ni seguir otra carrera que la suya;”
ni aun reputamos como aragonesa la palabra dosel usada en las coronaciones de Blancas y calificada como esencialmente aragonesa por él y su comentador el cronista Andrés, el cual para su mejor inteligencia se refiere, bien inoportunamente por cierto, al Tesoro de Covarrubias y al Comento del Polifemo, escrito por García Coronel, cuyos autores no le dejan muy airoso con sus declaraciones.

Lo mismo hemos practicado con algunas palabras puramente lemosinas o catalanas como mateix, res, tantost, apres, nueyt, muyto, destrenyer (acosar), los adverbios en ment o mientre, y con mucha más razón cercar por buscar que usa el Códice de los Privilegios de la Unión, y environar por cercar que dijo el rey D. Martín en la famosa oración con que abrió las cortes de 1398. Hemos también omitido algunos de los muchos tributos o pechas que en documentos latinos aparecen, pero que no creemos del todo aragoneses, como plantáticum que se pagaba por echar el ancla, plateaticum por pasar las plazas, porcagium por los cerdos, salinaticum por la sal, portulaticum y tavitáticum por las naves, etc.; y también algunos de los oficios de la casa real, como subbotellerius, subfornarius, sobrecoch (jefe de la cocina) (Koch, alemán “koj”: cocinero; inglés cook “kuk”) y otros varios, si bien con esta ocasión enumeraremos los que se hallan discernidos en las Ordinaciones de la Real casa de Aragón, compiladas por Pedro IV en idioma lemosín el año 1344, (están en historia-aragon.blogspot.com , son parte de la colección de los Bofarull) traducidas al castellano en 1562 por el protonotario (protonario en el original; prothonotari en un texto del Ceremonioso: https://historia-aragon.blogspot.com/2019/12/offici-sagelladors-scrivania.html )
D. Miguel Climente de orden del príncipe D. Carlos y dadas a la estampa en Zaragoza año de 1853 por D. Manuel Lasala, cuyos oficios (que decíamos) son, dejando a un lado los de uso y nombre más conocidos, los de botilleros mayores y comunes, aguador de la botilleria, panaderos mayores y comunes, escuderos trinchantes, argentarios o ayudantes de cocina, menucier o repartidor, escuderos que traen los manjares, comprador, cazadores o perreros, sobreacemilero y sotacemilero, tañedores, escuderos y ayudantes de cámara, guarda de las tiendas, costurera y su ayudante, especiero, barrendero y lavador de la plata, hombres del oficio del alguacil (jusmetidos a él para aprender criminosos), mensajeros de vara o vergueros, escalentador de la cera para los sellos pendientes, selladores de la escribanía, promovedores, enderezadores de la conciencia, sotaporteros; servidor de la limosna
(almoyna) y escribano de ración que era a manera de contador o tenedor de libros.

Con igual economía hemos obrado al examinar el Índice donde se declaran algunos vocablos aragoneses antiguos, el cual, aunque trabajado por el insigne Blancas; si bien contiene doscientas nueve voces, pero trae muy pocas rigurosamente aragonesas; y aun por eso no hemos incluido de entre ellas sino diez, habiendo despreciado las que nos han parecido castellanas antiguas, que son las más, y habiendo renunciado no sin pena a algunas otras que no dejan de tener semblante aragonés, como son aconsegüexca alcance, bellos ricos, boticayx bofetada, camisot alba, caxo mejilla, desconexenza ingratitud, esguart cuenta, guarda-corps sayo, las oras entonces, lunense apártense (luny, lluny, alunyar, allunyar; chap. llun), meyancera medianía, ont por esto, pertesca parta o tome, pertaña toma, rengas riendas, sines sin, vaxiellos vasos, umplie llenó, izca salga (ixca, ixir, eixir; exitus).

Esa misma parsimonia, pero mucho más fundada, nos ha guiado en cuanto a las palabras castellanas que Ducange define en su Glosario (56), apoyado en documentos aragoneses, cuales son, entre otras, acémila, albarda, alodial, arada, armador, azcona, bandosidad, cabezalero, cahiz, corredor, escombrar, espera, fincar, jurista, malatia, maleta, mayoral, mezclarse, parral, pérdida, perdidoso, quilate, quitación, rastro, realengo, renegado, saca, salva, sesmero, sobreseimiento, soldada, sollo, tapial, taza, timbre, tornadizo y trepado (57). Y si contra este nuestro sistema de conceder a Castilla cuanto la Academia le atribuye (sea cual fuere el verdadero origen de las voces), damos cabida a las ciento o algunas más académicas que Peralta incluye en su Ensayo de un Diccionario aragonés castellano, es, no tanto por ser ellas de más uso, si ya no de procedencia aragonesa, cuanto por respetar, como base de nuestro Vocabulario, el primer trabajo que se hizo en ese género; mas, así y todo, las señalamos, para descargo de nuestra responsabilidad literaria, con una letra particular que las distinga, y esto nos permite marcar asimismo las que como aragonesas o provinciales incluye la Academia y las que se deben exclusivamente a nuestra tal cual diligencia.

Pero no hacemos tanto, antes las excluimos por completo, con muchas de las voces que en sus respectivas obras de historia natural escribieron dos insignes botánicos, Bernardo Cienfuegos en los primeros años del siglo XVII y D. Ignacio de Asso (zaragozano) en los últimos del XVIII. Este, sobre todo, a quien se deben muy curiosos y eruditos tratados sobre las producciones, las ciencias, las leyes, la economía política y aun la literatura de Aragón, tuvo la advertencia de consignar, lo mismo en su Synopsis stirpium indigenarum Aragoniae (1779), que en su Introductio ad Oryctographiam et zoologiam Aragoniæ (1784), las voces puramente aragonesas con que se designaban y todavía se designan en el país (que recorrió herborizando y estudiando su suelo y los animales que le pueblan) los objetos sometidos a su descripción. En consecuencia de su plan, calificó unas veces con la palabra vernaculé o provincial de Aragón, otras con la más expresiva de nostratibus, las palabras que tenía por exclusivamente aragonesas, distinguiéndolas de todas las restantes con la anteposición de la palabra hispanis; y por si pudiera dudarse de que designaba con aquellos antepuestos los vocablos aragoneses, él mismo lo declara, ora en el prólogo diciendo Adjunxi etiam vernacula provintiæ nostræ nomina, ora en el índice que titula Nomina hispánica et vernacula Aragoniæ.
Y decimos todo esto, porque parece después muy extraño que persona tan competente en todo aquello que emprendía, calificara de aragonesas palabras que pasan por castellanas, como asnallo, balsamina, cadillo, camomila, cebadilla, ginesta (
plantagenet; parecida a la aliaga, argilaga), margarita, regaliz (regalíssia), sosa, tuca, anadón, andario, becada, calandria, chorlito, dogo, gavilán, lechuza (chuta, ólipa), pajarel, perdiguero, picaraza (garsa en Beceite), polla de agua (focha), pulgón (puó), saboga, tordo (tord o tort en Beceite; tordus), triguero, verderol y otras. Colocónos (nos colocó) esto en la difícil alternativa, o de aceptar por aragonesas bajo la fé de quien, puesto que filólogo, al cabo no se distinguió como etimologista, palabras que no sólo la Academia pero aun los hablistas castellanos han considerado de uso general entre los españoles (también chófer, y no es castellana, a ver si adivinas de dónde viene; o aspirina); o de desairar, sinó, el voto calificado de un literato dedicado con ardor a las ciencias naturales y conocedor por sí mismo de los nombres con que la ciencia y el vulgo designan cada cual los objetos de la naturaleza. Pero nuestra imparcial elección ha estado en favor del habla común española, no sólo por el mayor crédito que nos merecen las muchas y buenas autoridades que contradicen la absoluta de Asso, sino por otra consideración que, favorable como lo es a Aragón, no podemos excusarnos de aducirla.

De esas voces, hoy todas castellanas, supuesto el admitirlas como tales la Academia, las hay, como balsamina, cadillo, calandria, cebadilla, chorlito, dogo, gavilán, ginesta, perdiguero, pulgón, regaliz, saboga y sosa, que ya se hallaban incluidas en la edición príncipe del Diccionario publicada en 1726 por aquella corporación literaria, y no se concibe cómo pudo desentenderse de esta autoridad el naturalista de Asso: pero hay otras, y a la fé muy bellas, como andario, asnallo, camomila, margarita, pajel,

picaraza, polla de agua, tordo, tuca y verderol, que no tenían cabida en aquella edición (58), que en Aragón eran ya muy usuales, y que hoy han pasado al fondo común de la Academia, sin que de nuestra parte quepa contra esto reclamación alguna,
(
como pasan casi todas las palabras aragonesas, mallorquinas, valencianas al DCVB y las consideran catalanas. Sólo hace falta revisar un poco Lou tresor dóu Felibrige para ver su procedencia occitana) como quiera que todos los idiomas viven de esos cambios mutuos, principalmente cuando la lengua de una nación prevalece (como su política) sobre los dialectos (o lenguas documentadas) de las provincias que vienen a constituirla.

Pero hay que considerar como aragonesas algunas palabras que, si bien incluidas como castellanas en el Diccionario general de la lengua, no puede negarse que son de uso constante, popular, y, por decirlo así, privilegiado en Aragón, mientras lo tienen muy raro o ninguno fuera de él, pudiendo asegurarse desde ahora que, pasado algún tiempo, y cuando ya la Academia forme la convicción en que nosotros nos hallamos, habrá de conservarlas en su Diccionario con el carácter exclusivo de provinciales de Aragón (59). Aquí, en efecto, se dice suplicaciones por barquillos como en el Desden con el desden; no marra por no falla como en las farsas de Lucas Fernández; aturar, como en Berceo «Abrán con el diablo siempre a aturar, y como en Lorenzo de Segura «Anda cuemo ruda que no quiere aturar,» amanta, amprar, arguello, arramblar, caño, malmeter, masar, paridera, punchar, rematado, vencejo, y otras varias (60) que se usan frecuentemente entre nosotros, y de las cuales y otras ya notó Capmany que algunas, como aturar, cal, dita, malmeter, ostal y pudor, eran a un tiempo de Cataluña y de Castilla.

De entre las palabras verdaderamente aragonesas aunque de apariencia castellana, de entre las palabras que, a cambio de otras citadas y consentidas como castellanas, tenemos que revindicar como nuestras y sólo nuestras, citaremos más detenidamente, por ser de las más vulgares en nuestro pueblo llano y sólo en él, la famosa expresión impersonal no me cal (no te cal, no le cal) en significación de no me importa, no me conviene, no me es menester, no me cumple, no tengo que etc., cuya frase, que no traen ni Covarrubias, ni la Academia en su Diccionario grande, ni el jesuita Terreros, ni Rosal en su Diccionario manuscrito, se halla autorizada en nuestros días como castellana por la Academia de la lengua, pero usada como aragonesa por sólo nuestros labriegos. (Yo soy filólogo de literatura inglesa y la uso en mi pueblo, Beceite) - En el poema del Cid hablando este de los Infantes sus yernos dice Curiellos quiquier ca dellos poco min' cal, y más atrás Si el rey me lo quisiere tomar, a mi non minchal: en el Poema de Alejandro se lee non te cal ca se vencires non te menguarán vasallos, y en otra parte Mas quequier que él diga a mi poco me cala: en las poesías atribuidas (61) a D. Alonso el Sabio también encontramos

E si vos veis este fuego

non vos otras cosas calen;

en el Laberinto de Juan de Mena

Mas al presente hablar no me cale;

Verdad lo permite, temor lo devieda;

en las poesías de A. Alvárez Villasandino:

Ya non me cal

pensar en al; (chap. ya no me cal pensá en datra cosa)

en las farsas o cuasi-comedias de Lucas Fernández n' os cale desemular; y, lo que es mucho más notable, en las epístolas del obispo Guevara, predicador de Carlos I, «no le cale vivir en Italia el que no tiene privanza de rey para se defender.»


Pero aunque las autoridades que llevamos citadas han podido influir en la Academia para la admisión de esa voz, que sin embargo no vemos incluida en el gran Diccionario de autoridades de aquella corporación, ni tampoco en el de Terreros publicado en 1786, debemos advertir que quienes la han conservado sin interrupción son los aragoneses, desde que (a nuestro parecer) la tomaron de los provenzales, en cuya poesía se halla usada repetidas veces, así como la tienen el idioma italiano en calere, el francés antiguo en chaloir, el catalan en caldrér, y, aun forzando un poco la analogía, el latín en calescere, agitarse, moverse, pudiéndose decir no me mueve, no me agita, no me domina, no me da cuidado, no me importa. Del uso lemosín no puede dudarse al leer en una canción de Pedro III no m' calgra no me sería necesario, y en un poema anterior (62) perteneciente a los primeros años del siglo XIII y publicado y traducido recientemente por Fauriel

Per Dieu, n’ Ugs, ditz lo coms, nons clametx que nous cal.

Por Dios, D. Hugo, dijo el Conde, no os quejéis, que no os conviene.

y más adelante al verso 4844

A la meridiana quel soleilhs pren lombral

el baro de la vila estan á no men cal.

esto es “al mediodía, cuando el sol penetra en todo sombrío y los defensores de la ciudad están descuidados”, o “no están sobre las armas,” como viene a decir Fauriel, o “están en un no me importa,” si fuera posible traducir así aquella expresión que de todos modos indica el abandono.

Y finalmente, verso 4913

Mas non aia Belcaires temensa que nolh cal.
que Fauriel traduce “Mais que Beaucaire n'ait plus de crainte; il n'en doit pas avoir" y que en castellano se puede expresar diciendo “Pero no tema Beaucaire, pues no debe, pues no le corresponde, pues no tiene motivo, pues no tiene por qué.”

Haciendo punto en esta digresión, ya demasiado extensa pero no inútil a nuestro propósito, y anudando el pensamiento de donde ha partido, tócanos manifestar que, señaladas las palabras usadas por autores aragoneses mas no por eso aragonesas, e indicadas también las que a toda luz son de Aragón aunque todavía calificadas como castellanas; pudieran añadirse ciertas otras generalmente usadas en Aragón y que, a pesar de serlo en Castilla por escritores de nota, no tienen cabida como castellanas en el Diccionario de la lengua; tales son haldeta que usa Moratín en aquel verso de sus Navés de Cortés.

de azul y negro las haldetas de ante;

esmangamazos, que, sin el prepuesto privativo, leemos en aquellos versos del Cancionero de Baena

A ty mangamazo syo otra tonsura.

por mi serà dada muy gran penitencia;

(págs. 447 y 481.)
laminero, que tanto divierte a los castellanos cuando lo oyen a algún aragonés y que, sin embargo, no sólo es muy natural derivado de lamer, y muy parecido a lamistero y lamiscado, sino que se ve usado en el arcipreste de Hita,

La golosina tienes goloso laminero;
a placer, que vemos en aquel romance

en corte del rey Alfonso

Bernardo a placer vivía;

pintar, que usan nuestros pastores por tallar, aunque justo es decir que la Academia lo hace sinónimo de escribir, explicando bien ambas versiones aquellos versos encantadores de Gil Polo

mas serate cosa triste

ver tu nombre allí pintado (señalado en mil robles)

…..

no creo yo que te asombre

tanto el verte allí pintada etc.;

mueso, o bocado, (mos; mossegá) que derivado de morsus (de donde después almuerzo) (amorsá, almorsá) se halla como provincial de Aragón y, no obstante, lo encontramos en el Poema del Cid.

Nol' pueden facer comer un mueso de pan,

y en el de Alejandro aunque con varia lección, y en los poetas del Cancionero de Baena

E luego será del todo vengado

el mueso podrido que dió el escorpion
….

Mas freno sin mueso é chapa

vos daria aun emprestado;

peñora (pignorare) y caritatero que explican Berganza y Merino, dando a pennora el significado de multa y prenda, y a caritas el de refección de bebida tras la colación y lección espiritual; tastar, (taste inglés: probar) que si bien se halla en sentido de tocar, derivado de tactus, también tiene en Berceo el de probar o morder en aquel verso

Que de meior boccado non podriedes tastar;
macelo, cuyo derivado macelario no incluye la Academia pero sí en sus vocabularios los eruditos PP. Berganza y Merino; vencejo, de vinculum, (
vencill, bensill, etc; para atar una garba de paja, alfalfa) que, aunque admitido por la Academia en significación de ligadura, sobre todo para atar las haces (feix, feixos) de las mieses, lo declara
D. Tomás Antonio Sánchez privativo de Aragón al explicar el verso de Berceo

Alzáronlo de tierra con un duro venceio;

cútio, que en Aragón significa constante, diario, no interrumpido, conforme con su elimología quotidie, quotidianus, y que la Academia escribe y explica de otro modo, poniendo cutío, trabajo material, y omitiendo absolutamente en su Diccionario el adjetivo cutiano (quotidiano) (cotidiano) que leemos en el poema de Alejandro

Un pasarïello que echaba un grant grito

andaba cutiano redor de la tienda fito

y en Berceo

facie Dios por los omes miraclos cutiano

y en el célebre Villasandino

Pues memento mey cutiano disanto.

de, partícula expletiva que se usa en la frase me dijo de antes su parecer, y en otras parecidas, y que también usan nuestros clásicos como Cervantes, “tan bien barbado y tan sano como de antes,“ y el obispo Guevara “y sus pueblos quedaron como de antes perdidos.“

Añadiríamos a estas algunas otras palabras y frases que, siendo muy familiares en Aragón, y no teniendo nada de exóticas ni nuevas, están excluidas, no obstante, del Diccionario de la Academia, por donde oficialmente resultan no ser castellanas, mientras son positivamente, ya que no aragonesas, de uso aragonés; pero atribuyendo este silencio, no a decisión magistral sino a descuido inevitable de aquel sabio cuerpo literario, no adicionaremos el anterior catálogo ni aun con las dos que por ahora nos ocurren. Es la una llevar la corriente, frase que hemos oído a castellanos puros y que usa el Duque de Rivas (poeta cordobés) en el romance último de su Moro Expósito

“, le acaricia, le lleva la corriente”

La otra es la voz medicina que no se define por la Academia sino como “ciencia de precaver y curar las enfermedades del cuerpo humano,” y que en sentido de medicamento (63) es en Aragón vulgarísima, se usa mucho por los facultativos y se lee con frecuencia en las Ordinaciones del Hospital de Zaragoza 1656, siendo además común a la lengua italiana y al dialecto catalán, pero que no puede formar parte de nuestro Diccionario cuando la vemos usada en todos los más distinguidos escritores castellanos, desde Cervantes a Espronceda, desde Quevedo hasta el poeta popular Trueba, y lo mismo en fr. Luis de Granada que dice sin los tormentos de los médicos y las medicinas, en Mexía como el buen medico sus medicinas, en Guevara y lo poco que las medicinas le han aprovechado, en Rhúa que sana la herida con medicinas lenitivas.

Pasando ahora a uno de los más notables grupos en que pueden dividirse las palabras aragonesas, digamos en honor suyo que este pueblo ha conservado un gran número de las que constituyeron el habla antigua castellana, siendo ya consideradas como arcaísmos fuera de uso algunas y no pocas, que acá nos son del todo familiares, y que en parte componen el más usual vocabulario de la gente inculta, cuyos modismos excitan hasta cierto punto la compasión de quien los oye, ignorándose, aun por nosotros mismos, que así hablaron los padres del común idioma castellano.

Sería, en efecto, un trabajo muy curioso el de reunir las voces, incorrectísimas hoy, de las clases últimas del pueblo, y observar su perfecta identidad, no ya con las que se emplearon en los siglos primeros del habla, sino aun con muchas de los escritores que florecieron en el siglo XVI (64). Llegarían esas semejanzas hasta el punto de ser fácil componer todo un discurso, y aun todo un libro, con palabras tomadas del antiguo castellano, que sin embargo serían exactamente las que usa con predilección el pueblo aragonés; bien que muchas de ellas no dejan de ser comunes con el ya bárbaro dialecto que todavía conserva el estado llano en toda España. Sean ejemplo de esta observación, sin que por eso abultemos con ellas nuestro Diccionario, las palabras niervo; omecida, gomitar, buticario, reconvinió, *prolvengan, filicidad, tuviendo, entreviniendo, abellota, quisiendo, *previdencia, risistir, pidir, dicir, recebir, vieda (veda), siguidilla, ambrolla, crocodilo, (latino puro) virificar, ogepción, asasinar, etc. Séanlo también mesmo, trujo (65), agora, escuro, enantes, dende, que los poetas dicen con frecuencia. Séanlo igualmente estentinos, malmeter y rancar, que usa Juan Lorenzo de Segura; emparar que se lee en Berceo; bulra, estoria, estruir y mandurria que emplea el arcipreste de Hita ; churizo (66), (choricer en Alcañiz, jueves lardero y chorizo) previlegio y rétulo, que nos dice Covarrubias; rabaño y aspárrago que conforman más con la etimología hebrea y latina; pedricado, que dice el rabí D. Santob; cantacio, estentino y otras muchas que se ven en el Cancionero de Baena; empués, que dice Marcuello (pero también Berceo); agüelo y cudicia Aldrete; acontentar el autor del Diálogo de las lenguas; inconvinientes, encorporar y muchas otras Zurita; riguridad Tirso de Molina; mesmamente el P. Isla.

Pero estas palabras no son otra cosa, aunque saludadas con el nombre de barbarismos, sino ligeras desviaciones enfónicas de otras verdaderamente castellanas: las hay que siendo notadas en Castilla como arcaísmos, son en Aragón bastante corrientes, y de ellas citaremos (aunque no hagamos uso de todas en el Diccionario) abejera, aconsolar, afigir, afirmar, almuestas, aplegar, apoticario, árcaz, asin, asisia, asumir, azarolla, bahurrero, batifulla, batimiento, bogeta, buco, cadillo, calendata, cablieva, canso, capacear, casada, cocote, coda, espedo, fajo, fendilla, ferial, fosal, interese, marzapán, mayordombría, mida, mueso, nano, ostaleros, otri, pasturar, peñorar, pigre, tardano, tributación etc.; de cuyo catálogo, que pudiéramos no sin dificultad engrandecer, se deduce lo que ya hemos indicado, es a saber, la religiosidad con que el pueblo ha guardado la antigua manera de hablar, haciendo en él la ignorancia las veces del respeto.

No son menos recomendables, pues son igualmente puras y perfectamente conformes con la índole o genio del idioma, las palabras compuestas que ostenta el aragonés.
No hay para qué decir la belleza y el número que de los compuestos resulta; ni la facilidad con que la lengua española los admite, merced a sus terminaciones vocales y a la buena proporción en que entran estas letras; ni la condensación que producen, economizando circumloquios y partículas; ni el uso que de ellos hicieron las lenguas antiguas, principalmente la griega: todo es demasiado conocido para necesitar
esplanarlo, y mucho menos aquí en donde por otra parte no tiene su principal asiento. Pues bien: de estas composiciones que deben tomarse, sino es en las ciencias, del fondo que ofrece el propio idioma (según lo insinuó Mayans con acierto, tomando cabalmente por ejemplo una voz aragonesa) hay algunas, entre las muchas que a cada

paso inventa la conversación, como aguacibera, aguallevado, aguatiello, ajoarriero, ajolio, alicáncano, alicortado, antecoger, antípoca, apañacuencos, arquimesa, arrancasiega, babazorro, botinflado, cabecequia, carasol, casamuda, cazamoscas, contrayerba, entrecavar, escondecucas, gallipuente (gallipont, gallipons), habarroz, hurtadineros, malbusca, matacabra, matacan, miramar, paniquesa, rabiojo, sobrebueno, sobrecielo, tragacantos, zabacequias.


Y si de los compuestos pasamos a los derivados, que son una parte tan principal, y por ventura la más numerosa de los idiomas, ¿cuántos no encontraremos en Aragón, cuya mayor parte debieran adoptarse por la Academia? Permítasenos ofrecer de ellos una muestra, la cual, contribuyendo a esclarecer este punto, dejará también probado que en la conservación tenaz de sus modos de hablar, generalmente proceden los aragoneses con una lógica instintiva, muy ajena de la especie de extrañeza depresiva con que son saludados sus provincialismos. Véanse, sino, las palabras aceitero, adinerar, afascalar, agramar, aguachinar, agüera, ahojar, aladrada, alaica, anzoleto, añero, apabilado, apenar, aquebrazarse, arrancadero, arrobero, asolarse, azutero (azud, assut), bajero, boalage, bolsear, brazal, cabecero, cabezudo, cabreo, calorina, callizo, canalera, cantal, capolado, capucete, casera, comprero, collete, cresarse, crujida, cuaternado, culturar, cunar, chorrada, defenecer, dentera, desbravar, descodar, desgana, encerrona, engafetar, enzurizar, esbafar, escorchón, escorredero, estribera, frontinazo, galgueado, helera, huevatero, jetazo, juguesca, lavacio, manifacero, mañanada, maseta, matacía, mitadenco, molada, ocheno, oleaza, parejo, pastenco, peduco, picoleta, plantero, pulgarillas, racimar, repaso, saquera, simoso, sondormir, sudadero, tardada, ternasco, vendería, volandero.

Hay otras muchas palabras que difieren muy poco de las correspondientes castellanas, resultado necesario de la varia eufonía de las provincias, a veces de la mayor o menor fidelidad etimológica, y no pocas del simple decurso de los tiempos, que refinan o adulteran, pero no para todos, el idioma. Vocablos hay que varían la terminación, como abejero por abejaruco, ancheza por anchura, apuñadar por apuñear (puño, puñada; puñetazo), azanoriate por zanahoria, balsete por balsilla, blanquero por blanqueador, capaza (capazo) por capacho, cargadal por cargazón, corrinche por corrincho, chaparrazo por chaparrón, dalla por dalle (guadaña), exigidero por exigible, friolenco por friolento (friolero, friolera), perera por peral, pescatero por pescadero, picor por picazón, rocador por rocadero. Unos se han sincopado en Aragón, como abrío por averío, albada por alborada, (auba Mallorca, alba) cartuario por cartulario, censalista por censualista, cobar por cobijar, chapear por chapotear, mida por medida, zanguilón por zangarullón: otros, al contrario, se han alargado por epéntesis, como alirón por alón, bienza por binza, cadiera por cadira, carracla por carraca, empedrear por empedrar, hilarza por hilaza, jarapotear por jaropear, marrega por marga, panso por paso, valentor por valor. Unos suprimen por aféresis la sílaba inicial, como caparra por alcaparra (también garrapata), dula por adula, jada por azada, jambrar por enjambrar, pedrada por apedreada, zafrán por azafrán (safrá; saffron): otros la toman por prótesis, como amerar por merar, asesteadero por sesteadero, atrazar por trazar. Unos pierden la final por apócope, como alum, brócul, caparrós, espinai, por alumbre, bróculi, (brócoli) caparrosa y espinaca: otros la toman, como rondalla por ronda. Algunos duplican una letra, como acerolla, sarrampión, por acerola, sarampión: otros son anagramáticos, como amorgonar y arraclan, (arraclau, arreclau) por amugronar y alacrán: otros obedecen más al origen latino, como bufonería, calonia, concello, curto, gramen por buhonería, caloña, concejo, corto, grama (lo gram en Beceite): otros padecen la leve alteración que algunos gramáticos llaman antítesis, (metátesis) como sucede en achacarse, albellón, alcorzar, almadia, anganillas, aradro, bofo, boteja, cogullada, ensundia, furrufalla, garufo, gayata, jijallo, lezna, mandurria, panolla, (mazorca) restrojera, rujiada, tamborinazo y vendema, cuyas equivalencias castellanas no es necesario enumerar (para la gente poco versada es necesario). Otros, finalmente, se distinguen por su sílaba inicial es, que en Aragón suele preceder como privativa en lugar del antepuesto des, y aun aumentarse a la voz castellana, como se ve en esbafar, escañarse, escrismar, esgarrar, espatarrarse, estral, estrévedes (67) y esvarar, bien que la lengua castellana es también abundante en esas voces, la mayor parte anticuadas (y esto prueba nuevamente en favor de Aragón lo que a la página 71 llevamos dicho) como escañar, esfogar, esfriar, espabilar, espalmar, espavorido, espedirse, espejar, espeluzar, esperezarse, espolvorear, esposado y estajo.

También son de citar, y merecerían una interesante explicación individual, algunas palabras y modismos, que, sin separarse del idioma común, tienen valor nuevo en Aragón, por estar tomadas graciosamente en sentido figurado o translaticio, cuya manera de hablar es uno de los más altos primores de una lengua. Notaremos como ejemplo, acantalear, ajustarse, albarrano, andaderas, anieblado, armarse fandango, asnillo, bandearse, barbaridad, brazo de S. Valero (68), caballón, cárcavo, carmenar, crujida, chaparrudo, echar la barredera (69), echar la ley, encabezado, encanarse, dar carrete, florecer la almendrera, garras, gorrino, guitón, gusanera, herejía (heregia), indignarse la llaga, julepe, jusepico, lucero, lucidario, macerar, mazada, morir a loseta, mostacilla, nazareno, pinganetas, salida de pavana, tiorba y otras.
A este grupo corresponden igualmente la palabra tocino en que los aragoneses toman la parte por el todo; las palabras azulejo, elástico, y esponjado, que toman pie de la cualidad sobresaliente del objeto para darle nombre; también talegazo y titada, cuya analogía con costalada y monería no deja de ser curiosa; igualmente bigardo, que aplicándose primeramente a unos frailes de la orden de S. Francisco condenados por herejes en Alemania e Italia, se extendió después a los de mala vida, concluyendo por significar en Aragón el mancebo de grandes medros y de buena apariencia para el trabajo pero que hace vida inútil y ociosa; y finalmente las antonomásticas florín que así se llamó por ser usual en Florencia, según Merino; frederical, con motivo del manto que usaron algunos Fadriques de Sicilia, según la explicación de Blancas; con D. Antón te topes, a guisa de maldición, en recuerdo de D. Antonio de Luna que asesinó al arzobispo de Zaragoza en los disturbios promovidos por el conde de Urgel; más listo que Cardona, con alusión al vizconde de ese título que, aterrado por el miedo cuando su grande amigo el infante D. Fernando fue mandado matar en 1363 por el rey su hermano, huyó precipitadamente desde Castellón a Cardona pasando el Ebro, por Amposta; ya se murió el rey D. Juan, frase proverbial alusiva al pródigo D. Juan II y dirigida contra los ambiciosos de mercedes; que viene Vargas, expresión con que se asusta a los niños desde la jornada funesta en que aquel mandó prender y decapitar a Lanuza de orden de Felipe II; zaforas, voz moderna, suponemos que ocasionada por el longista Zaforas en cuya casa se dice que sirvió como criado el famoso Cabarrús; piculín, en recuerdo de un famoso volteador de aquel nombre que, procedente de Castellón de la Plana, trabajó en Zaragoza muy a gusto de todos desde 1803 a. 1815, según Casamayor (70), bien así como en Castilla ejecutó sus habilidades en el siglo XVI el italiano Buratin, de donde tomaron ese nombre los volatines en general, según lo hemos leído en algún trabajo etimológico y aun nos parece recordar que en alguna comedia de Lope, por más que en el Diccionario de la Academia no hayamos hallado esa palabra.

Viniendo ahora a las etimologías, por demás está que repitamos lo que ya hemos indicado en este punto, ocioso es que digamos de nuevo lo que por otra parte de todos es sabido: las lenguas se forman por aluvión y por derivación, de lo cual nace su división en familias, el parentesco estrecho que a muchas liga entre sí, la riqueza misma que ostentan, como se ve en la griega con la acumulación de sus dialectos, en la latina con su imitación griega, en las germánicas y neolatinas con la asimilación de sus afines y con el contacto de los pueblos conquistados y conquistadores, aliados y enemigos. Pero si es un gran mérito filial, como lo es a nuestros ojos, la conservación cariñosa de las raíces o voces matrices, supuesta la necesaria y aun oportuna reforma de la sintaxis, en Aragón hay por qué envanecerse en este punto, pues son muchas las voces provinciales que derivan inmediatamente del idioma del Lacio (71).

Unas han conservado toda su estructura latina, como lumen-domus, articulata, calendata, portata, testificata, exhibita, cancelata, extracta, intramarino, ultramarino, cisterno, forideclinatorio, paciscente, y bonavero que, aunque tiene por su terminación aire español, procede de la frase antigua Bona vero quæ demandantur sunt hæc, y expresa hoy como entonces la lista de los bienes a que se refiere la demanda.
Otras son idénticas, o no han variado sino la desinencia o la ortografía, como ápoca, apoticario, ordio, cicures, brisa, ligona, uva, lucidario, sansa, comanda, excrex, convenido, pigre y motilar. Otras, aunque un poco más desemejantes, conservan muy visible su procedencia, como cuaderna, adimplemento, la Seo, coda, falenciales, oleaza, túberas, fiemo (
fem; humus; estiércol), macelo, farinetas (farina : harina), batifulla, fabear, zaborra y fabolines. Otras, en fin, aunque no de tan incuestionable etimología, la tienen bastante lógica, y desde luego mucho menos violenta de lo que suelen buscarla muchos etimólogos, a quienes, por lo mismo de no poseer nosotros su caudal, no los imitaremos ciertamente en disiparlo: tales son geta, gitar y jetar, de getare (y no de jacere, como otros suponen) (gitar : acostar sí es de jacere; gitar : expulsar, echar; foragitar); besque de viscus (pasta de muérdago viscosa, pegajosa, para atrapar pájaros); fajo (y aun fascal) de fax, origen de haz, (fasces; feix) hacinar etc.; huebra derivado de opera, que debió pasar por opra, obra y uebra, acabando por recibir entre nosotros un sentido genérico o trópico; aturar que Rosal (72) deriva de obturare; emberar acaso de ver, primavera, por empezar a colorear entonces algunas frutas, como se dice agostar al marchitarse de las plantas (agosto); exárico de exaro; concieto, de conceptus deseo concebido; muñido de monere, avisar, citar, obligar a comparecer; vellutero, de vellus, lana (vellut : terciopelo); trincar, de trincare, silvar, beber, dar muestras de recocijo; encante de in cantu; amosta, de amba manu hausta, según Monlau; tastar de tactus; mueso, de morsus; vencejo de vinculus; rufo, tal vez de rufus, rubio (rubeo : rojo); teruelo acaso de textula, tejuela con que en lo antiguo se votaba; caritatero, probablemente de charitas, a juzgar por el objeto de aquel cargo que suponemos equivalente al de limosnero; baste, quizá de bastaga, transporte, o de basterna, litera; calamonar, no muy extraño a calamenthum yerba; bando, que puede provenir de pando, siendo tan conformes las dos letras labiales en que se diferencian ambas voces; luquete, a luce como dice Rosal, aunque esa palabra no la incluye la Academia como aragonesa sino como castellana.

Otra de las más copiosas fuentes de donde el idioma español ha tomado un gran número de palabras, es la lengua árabe que, correspondiendo a una civilización muy adelantada sobre todas las de Europa, hubo de forzarnos a admitir, con sus raros conocimientos en las ciencias y artes, las voces que servían a desarrollarlos. No se habló en Aragón aquel idioma como en otras provincias, y es que tampoco no fue tan larga la dominación árabe, reconquistada Zaragoza en 1188 y Valencia (por D. Jaime) en 1238; pero fuélo todavía lo bastante para imprimirnos su influencia; y sobre todo nos impusieron los árabes en adelante, aun después de sometidos, ese suave yugo que, por lo mismo de no ser impuesto a la violencia sino en el seno de la paz, es, no sólo más duradero, pero aun tan honroso a los conquistados como a los conquistadores. Todavía subsisten, sobre todo en Valencia, pero también en Aragón y aun en Navarra, y claro es que en muchos otros puntos de España aun sin contar la Andalucía, prácticas agrícolas, costumbres indelebles, restos, del traje calles y barrios, y principalmente muchos vocablos de la lengua árabe con que la nuestra ha venido a enriquecerse.

Sobre las voces que son generales a toda España, y que Marina enumera cuidadosamente hasta formar un catálogo de cerca de mil quinientas, si bien algunas de origen griego u oriental pero siempre transmitidas a nosotros por los árabes, tiene Aragón otras propias de las cuales citaremos ajada, ajadón, alamín, alberge, albarán, alcohol, alfarda, algorín, almenara, almud, almudí, amelgar, antibo (de anteba, hincharse), arcaz, arguello, arna, aturar (73), badal, bailío, barreño, bocal, boto, bucarán, eraje, gaya, gafete, jauto, jebe, jeto, jimenzar, lapo, márfega, márraga, mossen, rafalla, rafe, sirga y zafrán; a las cuales no dudamos en agregar las investigadas a ruego nuestro por un competente amigo nuestro (74), de entre los cuales son incuestionablemente árabes, según sus informes razonados, alguaza, alquinio, antosta, badina, bahurrero, cabidar, capleta, charada, fardacho, fizón, maigar, tabarda, tría, zaborra y zalear; muy verosímiles alfarrazar, alacet, arcén, buega, cija, libón, y liza, y algún tanto dudosas abollón, *aribol, batueco, bistreta, boira, caramullo, cibiaca, cocón, cospillo, cudujón, fejudo, fres, güellas, jasco, lillas, pardina y pocho.
(
En el glosario etimológico de las palabras españolas de origen oriental, de Leopoldo De Eguilaz y Yanguas he encontrado algo: Baden, badina. La zanja que dejan hecha las corrientes de las aguas. Charca. De * bátin, "rebajado, hundido (suelo terreno) en Kaz. "the low or depressed tract of land, of the plain, where water rests and stagnates" en Lane. Alix. (badina, badines, a Beseit, la badina negra al Parrissal). // ALACET. Voz aragonesa que significa fundamento de un edificio. Borao. Es la arábiga alist o alicet, que, entre otras acepciones, tiene la de fundamento en Kazimirski. Tráela R. Martín bajo la forma *ar alast o alacet, según la pronunciación vulgar, aunque con significado distinto. Acaso alacet no sea más que la contracción de *ar alisését, pl. de alisés, fundamentum en R. Martín, la base o cimiento de un edificio.)

En cuanto a la influencia provenzal, (ver Lou tresor dóu Felibrige, Mistral) con decir que se sintió más o menos aun en Castilla, no puede sorprender que en Aragón fuese extraordinaria, y lo admirable es, pero no menos cierto, que aquí no resultase un dialecto como el catalán o valenciano, y que alcanzara a conservarse el idioma español, nacido como en Castilla pero independientemente de Castilla, y perfeccionado lentamente no sin alguna intervención castellana, pero desde luego con más y mejores aunque no muy aprovechados elementos. Haciendo fondo común de las voces puramente lemosinas y de las catalanas, tenemos, principalmente de estas, un buen número, siéndonos perfectamente comunes amosta, baga, banova, barral, botiga, braga, bresca, corcar, embafar, empentar, escalfeta, escalibar esclafar, esgarrifarse, falca, fuina, gallofa, garba, garraspa, ginjol, gosar, greuge, madrilla, mas, máscara, porguesas, pudor, purna, quera, a ran, sirga, taca, tastar, tongada, trena, trucar, veguero, veta, y, según puede verse en Raynouard (75), adobar, aturar, borda, getar, rosigar, tetar y alguna otra; así como también son comunes al aragonés y al catalán, aunque aquel les ha dado desinencia o pronunciación castellanas, ajordar, calage, calibo, fitero, guito, manifacero, masobero, tinelo, trespontin etc. y lo son también, o por su raíz o por su semejanza, argadillo, cuquera, espenjador, fosqueta, garrampa, milocha y alguna otra.

Algunas de estas palabras pertenecen también a los otros idiomas neo-latinos, no siendo fácil decidir si fueron elaboradas a un mismo tiempo, ni en caso contrario de qué parte estuvo la precedencia; pero de todos modos es lo cierto que tastar, por ejemplo, es común a los idiomas aragonés, catalán, francés e italiano, (e inglés, taste) que botiga, y gingol (jíngol, gínjol), traspontín y aun falordia lo son a los tres primeros, que fuina, muir, taca y aun escalfeta lo son al aragonés, al catalán y al italiano. En cuanto a las semejanzas del aragonés con el francés o el italiano pueden citarse, respecto a este, gratar, chemecar, falaguera (de follegiare), y aun badal y picota; y respecto a aquel acoplar, aguaitar (de guetter), alberge, argent, (Ag, argentum, plata) becardon, chapelete, empachar, esparvel (de épervier) (esparver, esparvé), fuina, guipar (de gûepe abispa), manchar, mazonero, niquitoso (de nique mueca), planzón, pocha, pochada y algunas otras como gallón que la Academia escribe gasón tal vez por aproximarla al gazón francés, y mascarar que, desusado hoy por ellos más no por nosotros, usó sin embargo Rabelais en “Gargantúa) se mascaroyt le nez.”

Expuesto ya, si bien concisamente y sin extendernos a observaciones, panegíricas, lo más preciso de saber para la inteligencia del habla aragonesa en lo tocante a su historia, su etimología, su propiedad y aun sus ventajas, seguramente que completaría en gran parte nuestro trabajo la exposición de los modismos, frases o refranes peculiares de Aragón; pero nos ha retraído de esta idea, no sólo la dificultad de llevarla a cabo con algún acierto, sino la consideración de que aquellas maneras usuales de decir no alteran en nada el idioma castellano, ni difieren (sino es en los pueblos del Somontano (76)) de la sintaxis común, ni marcan ninguna genialidad aragonesa, ni son otra cosa que combinaciones de las sin número que permite un idioma, y que todos los días crea el gusto o la improvisación individual. Ni las construcciones poderse asumir a bolsa de caballero y llevar mujeres a ganancia, que usan nuestros fueros, tienen nada de repugnante con el idioma castellano; ni ofrecen originalidad de alguna monta las frases campar por sus respetos, no le hace por no importa, conducir por Ebro vez de vez de conducir por el Ebro, jugar a pelota (creo que en Navarra y País Vasco se usa también) por a la pelota, parar fuerte por mantenerse sano, vagar te puede por ancho te viene, hacer duelo por dar lástima, (sobre todo en la comida: me hace duelo dejármelo: me fa dol dixámeu; no te cale : no te cal : explicado más arriba) el Juan y la Isabel por Juan e Isabel (77), (el artículo delante del nombre propio se usa en toda España, pese a lo que diga la gramática; la Yoli, la Jeni, el Jonatan, etc) sin parar por al momento, tal cual por al punto y otras como estas; ni tampoco los decires familiares o proverbiales pan de mi alforja, hasta las pulgas toman tabaco, a sopas hechas, ir atrás como el soguero, peor que Geta, más malo que Piván, más feo que Tito, peor que Fierrabrás (Fier-à-bras) (Fierabrás), más célebre que Barceló por la mar (con alusión al famoso marino mallorquín del siglo pasado), sabe más que Briján (Bricán nigromante o hechicero, como Merlín, según Milá), tiene más que Zaporta (cuya esplendidez se conserva en Zaragoza en el palacio monumental de su nombre que después se llamó de la Infanta por haberlo habitado la esposa del infante D. Luis), con la faldeta remangada, priétate la frente, para cuestas arriba quiero mi mulo, como los perros en misa, el que a su enemigo plañe en sus manos muere, más vale sudar que estornudar, más caro que el salmón de Alagón, que se pasa el asado, serio como bragueta de ciego, viejo como las bragas de fr. Pedro, sabido como el chiste de Saputo (78), qué trenzadera o qué alpargata lleva (embriaguez o (borrachera), donde Cristo dio las tres voces (en paraje extraviado), irse por Val-de-Gurriana (desviarse del camino natural aunque sea en la conversación, en el juego etc.), costar un sentido, ya viene Martinico (para decir a los niños que les entra el sueño), más duro que el pie de Cristo, llamar a Cachano con dos tejas (querer un imposible, apelar a quien no puede socorrernos) y otros de ese carácter ; ni encontraríamos cosa alguna reparable sino en muy contadas locuciones que en cierto modo alteran el idioma y se presentan en él como verdaderos solecismos, según lo vemos en ir viaje o estar viaje por ir de viaje o estar de viaje, se lo dé V. por déselo V., es tu que no llueve usado por la gente vulgar en forma interrogativa en vez de ¿cuánto va que no llueve?, lo qué? por qué?, en puesto de y en igual de por en vez de (locus : lugar, puesto, lloch, lloc, loc, loch; en lloch de, en lloc de, en puesto de, en ves de), hasta de ahora por hasta ahora, con otras que pudieran añadirse y que nosotros omitimos rebuscar.

En lo que sí queremos detenernos algún tanto es en el gracioso diminutivo en ico, que consideramos más bien como un modismo que como una palabra, y que, si bien es manera de hablar muy castellana y aún no considerada como arcaísmo por el Diccionario de la lengua, pero es desusada y aun ridícula entre los castellanos, al paso que muy general en todas las clases sociales de Aragón y de Navarra (y Murcia).
Y decimos que muy general, porque hemos de confesar que un gran número de palabras de las que hemos citado como aragonesas, y por ventura las más interesantes, como cal, aturar, amprar y muchísimas otras, ya no se conservan sino entre las clases ínfimas del pueblo; que también
acá (acá se conserva más en Sudamérica, en España ven p'acá, p'aquí) ha cundido entre las personas cultas el desdén hacia nuestras bellezas provinciales; pero el diminutivo de que hablamos es universal, y ya no depende de la educación sino del nacimiento.

El idioma español, rico en los diminutivos cual ningún otro, y desde luego muchísimo más que el hebreo, el árabe, el griego y aun el latín y el italiano, como que reúne más de treinta diversas terminaciones (79), habiendo palabra que permite ella sola doce desinencias, claro es que no aplica todas esas variantes o aumentos de final a todas las palabras, antes se conforma con lo que cada una permite (80); mas en medio de ser esto cierto, las en ico, en illo y en ito son terminaciones generales que se aplican indistintamente a casi todos los nombres, habiendo entre ellas una verdadera sinonimia.


Pero el diminutivo en ico tiene dos ventajas incontestables, el uso preferente que de él hicieron los padres de la lengua, y su significación especial e intrínsecamente distinta de los de otras terminaciones. En los escritores de nuestros orígenes, sobre cuyos sencillos versos parece que vagaba, como una fresca brisa sobre las plantas silvestres, el ambiente de la naturalidad, era el diminutivo en ico el que dominaba en la expresión de los afectos o las apreciaciones, y por eso es tan general en la poesía popular y en la familiar de posteriores tiempos. ¡Qué bien dicho está en una farsa de Lucas Fernéndez

¡Oh, pastorcico serrano!

¿viste, hermano,

un caballero pasar?

y en un romance sobre el moro Calainos

Bien vengáis, el francesico

de Francia la natural?

¡Cuán propio es de la poesía de Castillejo, último trovador de los amores y la sátira, paladín de la poesía nacional contra los petrarquistas, contra los luteranos como él decía, cuán propios son de aquella poesía fácil y sentida aquellos versos, ya pertenecientes a una época muy adelantada, en que se pinta con gracia inimitable a un vizcaíno borracho metamorfoseado en mosquito
tuvo con esto a la par

una risica donosa,

las piernas se le mudaron

en unas zanquitas chicas,

los brazos en dos alicas,

dos cornecicos por cejas!

¡Qué bien sienta en Rodrigo de Cota o Juan de Mena, o quien quiera que escribiese la primitiva Celestina (que nosotros no hemos de desatar nuestras dudas como el editor de Barcelona que atribuyó a aquellos dos tan admirable obra); qué bien sienta aquella aglomeración graciosa de diminutivos «Nezuelo, loquito, angelico, perlica, simplecico, lobitos en tal gestico, llégate acá putico etc.»! ¡Qué encanto hay en aquellas deleitables fontecicas de filosofía, que nos dice Fernando de Rojas! (autor de la Celestina)
¡Qué espontaneidad tan amorosa en Fr. Luis de Granada el pollico que nace luego se pone debajo de las alas de la gallina... y lo mismo hace el corderico; en Mendoza las mañanicas del verano a refrescar y almorzar; en Santa Teresa al primer airecico de persecución se pierden estas florecicas; en Guevara lo demás que callandico me pedistes en la oreja etc.; en Ávila cuando aconseja conservar esta centellica del celestial fuego; en Lope para quien la constelación de S. Telmo era una estrellica como un diamante! (81) ¡Qué difíciles son de enmendar aquellas tajadicas subtiles de carne de membrillo con que se atendía a la voracidad plebeya de Sancho el Gobernador, aquellos zapaticos para sus hijos que echaba de menos su mujer, y, entre muchos pasajes de la GITANILLA DE MADRID, aquel «Preciosica, canta el romance que aquí va porque es muy bueno”! y ¡cuán superior es en la misma novela aquel cabo de romance (82) «Gitanica que de hermosa te pueden dar parabienes» sobre el que le sigue «Hermosita, hermosita, la de las manos de plata!» ¡Qué tono de familiaridad en aquella carta de Caballero de la Tenaza «Ahora es, y aun no acabo de santiguarme de la nota del billetico de esta mañana!" (83) Y viniendo todavía más a nuestros tiempos, cuando la lengua y la poesía tocaban el último grado de la perfección, el principio ya de su inminente decadencia, léanse nuestros grandes poetas dramáticos y líricos, y veremos que, cuando el asunto les consiente cierta familiaridad, prefieren el ico para denotarla más fielmente, como en los versos de Calderón

La ropilla ancha de espaldas,

derribadica de hombros,

y redondica de falda;

como en Moreto, en quien todavía resulta más terminantemente nuestro aserto cuando entre sus personajes de TRAMPA ADELANTE pone a Jusepico y Manuelico pajes,

a la manera de Quevedo que llama Pablicos al héroe de su novela el Buscón (84).

Tan admitido era entre los más serios escritores aquel diminutivo, que en el testamento (verdadero o falso) del Brocense, el cual inserta e impugna con su exquisito natural buen juicio el Sr. marqués de Morante en la excelente vida de aquel humanista publicada como apéndice al tomo V de su Catálogo, hay una cláusula que dice «Item, Mando a Antonita mi nieta el mi lignum crucis con su cristalico у las seis esmeraldas de que está cercado»; y, lo que es más reparable, Covarrubias, cuyo lenguaje didáctico parece que había de excluir todo diminutivo, dice al explicar (bien ridículamente por cierto) la etimología del gavilán «cuasi cavilan por la astucia y sutileza con que hace presa en las avecicas,» cuya frase le copia y prohija la Academia en la primera y más completa impresión de su Diccionario (85).

Y para que se vea con otro género de prueba la importancia que tuvo ese diminutivo, obsérvese que hay palabras de que no ha quedado, según la Academia, sino el diminutivo en ico, por ejemplo bolsico, calecico, doselico, farandulica, sonetico, fuellecico y zamarrico, a las cuales pueden añadirse las locuciones y refranes veranico de S. Martín, mañanicas de abril buenas son de dormir, Romero ahíto saca zatico etc.: hay algunas que no admiten otro que él, como Perico, borrico, gemidicos y lloramicos; (ploramiques, els pluramicas catalanistas) otras que han venido a determinar una nueva significación perdiendo absolutamente la diminutiva, como acerico, pellico, velico, villancico, farolico, (en sentido de yerba), frailecico (en el doble de ave y pieza del torno de la seda), besicos de monja (en el de planta), (teticas o tetillas de monja, el dulce o pasta, o algo delicioso; mamelleta de monja) palmadica (en el de baile), y tal vez espacico sinónimo de aciago en los antiguos escritores. (despacico conmigo, que tiro de chirla y te echo las tripas en un canasto. José Mota, de un lugar de La Mancha)

La segunda ventaja que abona el uso del diminutivo en ico es su particular significación, (decimos ahora significado) pues aunque parecen sinónimos los en ico, illo e ito, que la Academia agrupa concediendo la elección al buen gusto del escritor, es lo cierto que el diminutivo aragonés (permítasenos esta frase) tiene dos diferencias con aquellos otros, una que podemos llaman gramatical y otra moral, una que se resuelve como todas las cuestiones de sinónimos, otra que tiene relación con el carácter del país en que principalmente se conserva generalizado aquel diminutivo. La diferencia gramatical, a la verdad no muy marcada desde que la supresión del diminutivo en ico ha refundido en los otros su verdadero significado, consiste en que la terminación en illo tiende visiblemente al desprecio, al achicamiento voluntario de un objeto, por ejemplo, chiquillo, capitancillo; la en ito tiene algunas veces carácter depresivo y no pocas denota cierta repugnante hipocresía, como se observa por ejemplo en las frases ¡ tiene una risita! ¡la mosquita muerta!; la en ico demuestra cariño o predilección, siendo a lo menos un aditamento inofensivo, como nos lo declara prácticamente el ejemplo que llevamos citado de la CELESTINA, en el cual se ve que prepondera aquella expresiva terminación para la alabanza, angelico, perlica, simplecica, gestico, y se reservan otras para lo que puede indicar detracción, como nezuelo, loquito y lobitos. En cuanto a la diferencia moral, estriba en que el diminutivo en ico representa el lenguaje de la familiaridad, de la conversación, de la intimidad, y por decirlo así, de la buena fé, fuera del cual apunta en cierta manera el estudio, el disimulo, la desconfianza, la reserva, la falta de espontaneidad.

Hemos expuesto, sucintamente algunas veces, y otras con mayor difusión, los caracteres esenciales del idioma aragonés, mal apreciado en general, tan poco estudiado aún por los mismos aragoneses, pero tan digno de un examen todavía más lato que el que le hemos consagrado. Las fuentes de donde procede, que son las más puras; la respetuosa conservación de voces latinas, y sobre todo de españolas antiguas; la asimilación que se ha procurado parca y atinadamente con las arábigas y lemosinas; la suma de sus palabras técnicas, compuestas, derivadas y aun onomatópicas, en todo conformes con el carácter de la lengua española; la expresión genial, candorosa y fácil que distingue a muchos de sus vocablos y a no pocos de sus modismos; todo contribuye a darle un conjunto inexplicable de belleza que, si no se ha beneficiado todo lo posible, consiste en que la sumisión aragonesa y la tiranía castellana puede decirse que han concurrido a eliminar de la literatura los elementos más útiles del idioma aragonés, que viene a ser una variante cuando no un complemento del impropiamente llamado castellano.

De las ventajas que a este mismo lleva, algo es lo que ya tenemos indicado, pero todavía podemos añadir tal cual observación que se compadece muy bien con nuestro objeto. Hay palabras, como ababol, que, no desmereciendo en suavidad de sus respectivas castellanas, obedecen más a su etimología: hay otras, como abortín, que conforman mejor con el genio de la lengua, si bien ya sabemos que por uno de los muchos secretos de la española los diminutivos tienen a veces desinencia aumentativa (a la hebrea y griega) como sucede en anadón y liebratón, verdadera antítesis de otros, como tordella que es aumentativo: hay otras, como remoldar, que son más concretas, pues en ese mismo ejemplo vemos que Castilla hace sinónimos a remoldar y podar, mientras en Aragón lo uno se refiere a los árboles y lo otro a las vides (esporgá, expurgar, pera los abres; podá la viña, desullá, etc.): hay otras, como cortada y huevatera, muy superiores a sus análogas corte y huevera, que en castellano son ambiguas y confusas por sus diversas significaciones: otras que tienen más conformidad con la lengua madre, como uva, que responde en Cicerón y en Fedro, como entre los aragoneses, a la idea castellana de racimo, que en Columela todavía expresa el que forman de sus propios cuerpos las abejas, y que en Virgilio tiene la más general significación de cepa o vid, fert uva racemos: hay otras sutilísimas, como respetudo y gobernudo, que denotan, no ya la idea despectiva propia de esa terminación, sino una especie de falsa importancia, pues respetudo quiere decir el que inspira cierto infundado respeto, no por lo que es en sí, sino por su edad, su figura y su entonación oraculosa; y gobernudo, no el que es realmente metódico y ordenado, sino el que bulle mucho y parece estar en todo, aunque positivamente no tenga tanto gobierno como agilidad y movimiento: hay otras dotadas de gran propiedad y de muy buenas condiciones eufónicas, como agüera, alud, asnada, brisa, caloyo, eraje, jugadero, mejana, lloradera, redolino, ternasco (86) y vulturino: hay otras de excelente composición, como aguacibera, aguallevado, ajo-arriero, ajolio (ally oli, allioli; allium oleum), alicortado, botinflado, cabecequia, malbusca, matacabra y matacán, que no puede rehusar ningún gramático: hay otras perfectamente significativas y en igual grado concisas y aun irreemplazables, como los verbos alfarrazar, amprar, antecojer, atreudar, bolsear, ceprenar, chemecar, entrecavar, favear, malvar y otras que son de composición castellana con cierta libertad francesa.

A todas las cuales, que de suyo no tienen equivalencia en castellano, hay que añadir, porque tampoco no la tienen exacta, las palabras alfarda, almenara, amelgar, amosta, antípoca, antor, apercazar, apuradamente, atrazo, axobar, bimardo, borroso, boto, brazal, cabecero, capacear, capleta, *cenero, cerpa, convenido, correntía, crujida, cudujón, chorrada, emberar, empeltre, encabezado, fádiga, hablada, lorza, mantornar, mañanada, marraga, masobero, modoso, oleaza, panicero, picotear, racimo, rafe, ruello, saso, tardada, taste, teruelo, terrón, tinglado, vellutero, venora, zaborra y zancochar, todas o casi todas las cuales, y otras que aquí no citamos ni definimos para prueba, como quiera que lo están en nuestro Diccionario, debieran adoptarse como propias en el idioma español, e igualmente las que se citan en la ENCICLOPEDIA ESPAÑOLA (87), artículo de España lingüística, en cuya obra, que no debe parecer sospechosa de provincialismo, se defiende resueltamente al idioma aragonés y se inculpa gravemente a los castellanos por el exclusivismo con que proceden en materias de lenguaje, prefiriendo en muchos casos ostentar su pobreza más bien que adoptar de los dialectos españoles aquello en que estos les superan.

Hemos terminado con eso la tarea que nos habíamos impuesto, a la cual vamos a dar cima con una sola observación. Puesto que se ha perdido literariamente, aun en las márgenes del Ebro, el habla aragonesa; puesto que lejos de perfeccionarse ni aun conservarse estos dialectos, amenazan confundirse poco a poco en el idioma general; bueno fuera que la lengua conquistadora utilizara en beneficio común esos restos lingüísticos que de otro modo han de perderse, y entonces, ya que el vocabulario aragonés ni se conservara sino en libros como este u otros de mejor desempeño, ni sirviera sino como una curiosidad filológica; contribuiría por lo menos a enriquecer el acerbo común de la sin par lengua española, y, a cambio de tantas glorias abdicadas en favor de la unidad ibérica, conservaría el Aragón la de haber mejorado con su hermoso dialecto el habla rica de Cervantes.

sábado, 29 de septiembre de 2018

Català - Valencià, 1590 paraules

Català - Valencià (catlencià de la AVL)

http://www.valenciafreedom.com/foro/60-llengua-valenciana/14124-gran-llista-de-1590-paraules-entre-catala-i-catlencia-avl.html

abans-d'ahir - despús-ahir
abastador - abastidor
abastadora - abastidora
abastadores - abastidores
abastadors - abastidors
abastament - abastiment
abastaments - abastiments
abastar - abastir
abstreure - abstraure
acuitar - atabuixar
acurada - cuidadosa
acuradament - cuidadosament
acurades - cuidadoses
acurat - cuidadós
acurats - cuidadosos
àdhuc - inclús
advenir - advindre
afectar v1
afer - assumpte
afers - assumptes
agafador - agarrador
agafadora - agarradora
agafadores - agarradores
agafadors - agarradors 
agafar - agarrar
agatzonar - acatxapar
agilitar - agilitzar
aixafar - xafar
aixecar - dreçar
albergínia - albergina
albergínies - albergines
albirar - divisar
alçaprem - palanca
alçaprems - palanques
alfàbrega - alfàbega
alfàbregues - alfàbegues
algorisme - algoritme
algorismes - algoritmes
algorísmia - algorítmia
algorísmies - algorítmies
alosa - terrerola
aloses - terreroles
amanida - ensalada
amanides - ensalades
amarar - amerar
ambdós - estos - dos
ambdues - estes - dos
ametlla - ametla
ametllada - ametlada
ametllades - ametlades
ametllat - ametlat
ametllats - ametlats
ametller - ametler
ametllerar - ametlerar
ametllerars - ametlerars
ametllers - ametlers
ametlles - ametles
amoïnar - preocupar
amoltonada - aborregada
amoltonades - aborregades
amoltonament - aborrallonament
amoltonaments - aborrallonaments
amoltonar - aborrallonar
amoltonat - aborregat
amoltonats - aborregats
ampolla - botella
ampollada - botellada
ampollades - botellades
ampoller - boteller
ampollers - botellers
ampolles - botelles
ampolleta - botelleta
ampolletes - botelletes
anfós - mero
anfosos - meros
anihilació - aniquilació
anihilacions - aniquilacions
anihilador - aniquilador
anihiladora - aniquiladora
anihiladores - aniquiladores
anihiladors - aniquiladors
anihilament - aniquilament
anihilaments - aniquilaments
anihilar - aniquilar
anyell - corder
anyells - corders
apallissar - apalissar
apremiar - constrényer
apressar - afanyar
aqueix - eixe
aqueixa - eixa
aqueixes - eixes
aqueixos - eixos
aquest - este
aquesta - esta
aquestes - estes
aquests - estos
aquí - ací
aquissar - acanissar
argelaga - argilaga
argelagues - argilagues
arrencada - arrancada
arrencades - arrancades
arrencador - arrancador
arrencadora - arrancadora
arrencadores - arrancadores
arrencadors - arrancadors
arrencament - arrancament
arrencaments - arrancaments
arrencapins - arrancapins
arrencar - arrancar
arrodonir - arredonir
atapeir - atapir
atenir - atindre
atipar - afartar
atrafegar - aqueferar
atreure - atraure
atuell - atifell
atuells - atifells
atur - desocupació
aturada - desocupació
aturades - desocupacions
aturar - deturar
atzavara - pita
atzavares - pites
autoservei - autoservici
autoserveis - autoservicis
avenir - avindre
avenirs - esdevenidors
avi - iaio
àvia - iaia
àvies - iaies
avis - iaios
avui - hui
bacallà - abadejo
bacallans - abadejos
bagul - baül
baguls - baüls
baldufa - trompa
baldufes - trompes
baliga-balaga - tarambana
baliga-balagues - tarambanes
barco - vaixell
barcos - vaixells
barrejadisses - mescladisses
barrejador - mesclador
barrejadora - mescladora
barrejadores - mescladores
barrejadors - mescladors
barrejar - mesclar
barroer - sapastre
barroers - sapastres
batibull - desori
batibulls - desoris
batzacada - bacada
batzacades - bacades
becaina - becada
becaines - becades
beina - baina
beiner - bainer
beiners - bainers
beines - tavelles
bellugar - menejar
beneit - fava
beneita - faves
beneiteria - favada
beneiteries - favades
beneites - faves
beneits - faves
besavi - besiaio
besàvia - besiaia
besàvies - besiaies
besavis - besiaios
bestiesa - animalada
bestieses - animalades
bigoti - bigot
bigotis - bigots
biombo - paravent
biombos - paravents
bitla - birla
bitles - birles
bitlla - birla
bitlles - birles
bitó - abutor
bitons - abutors
bitxo - vitet
bitxos - vitets
blat - de - moro - dacsa
blat - de - moros - dacses
blatdemorar - dacsar
blatdemorars - dacsars
bleda-rave - remolatxa
bleda-raves - remolatxes
bombeta - pereta
bombetes - peretes
bombolla - bambolla
bombollejar - bambollejar
bombolles - bambolles
boscarla - xitxarra
boscarles - xitxarres
bru - moreno
bruna - morena
brunes - morenes
bruns - morenos
buf - bufit
bufó - bonic
bufona - bonica
bufones - boniques
bufons - bonics
bufs - bufits
butlla - butla
butlles - butles
butllofa - ampul·la
butllofes - ampul·les
cadascú - cada - u
cadascun - cada - un
cadascuna - cada - una
calamarsa - pedra
calamarsada - granissada
calamarsades - granissades
calamarsejar - granissar
calamarses - pedres
calçasses - sinagües
calés - quarts
calfred - eriçó
calfreds - eriçons
canellera - monyiquera
canelleres - monyiqueres
canera - gossera
caneres - gosseres
càntir - cànter
càntirs - cànters
canyella - canella
canyelles - canelles
canyiula - canyauli
canyiules - canyaulis
capgròs - cabut
capgrossos - cabuts
cargol - caragol
cargolar - caragolar
cargols - caragols
càstig - castic
càstigs - castics
catifa - estora
catifes - estores
ceguesa - ceguera
cegueses - cegueres
cementiri - cementeri
cementiris - cementeris
cerca-raons - busca-raons
cigar - cigarro
cigars - cigarros
cinema - cine
cinemes - cines
cinqué - quint
cinquena - quinta
cinquenes - quintes
cinquens - quints
clatell - bescoll
clatellada - bescollada
clatellades - bescollades
clatells - bescolls
claveguera - cloaca
clavegueres - cloaques
clavegueró - albelló
claveguerons - albellons
clivella - clavill
clivellament - clavillament
clivellaments - clavillaments
clivellar - clavillar
clivelles - clavills
còdol - cudol
còdols - cudols
coïssor - coentor
coïssors - coentors
colossal - garrafal
colossals - garrafals
comentar - rumorejar
conquerir - conquistar
conquesta - conquista
conquestes - conquistes
conrador - cultivable
conradora - cultivables
conreador - cultivador
conreadora - cultivadora
conreadores - cultivadores
conreadors - cultivadors
conrear - cultivar
conreu - cultiu
conreus - cultius
contenir - contindre
contraordre - contraorde
contraordres - contraordes
contravenir - contravindre
contreure - contraure
convenir - convindre
convulsar - convulsionar
cop - colp
cop - de - peu - puntelló
copejador - colpejador
copejadora - colpejadora
copejadores - colpejadores
copejadors - colpejadors
copejar - colpejar
cops - colps
cops - de - peu - puntellons
cops2 - colps2
corc - corcó
corcs - corcons
cordill - cordell
cordills - cordells
costella - xulla
costelles - xulles
cranc - carranc
crancs - carrancs
cucurull - cucurutxo
cucurulls - cucurutxos
cuir - cuiro
cuirs - cuiros
culler - cullerot
de - bleda-rave - remolatxera
de - bleda-raves - remolatxeres
de - la - rajola - del - taulellet
decepcionant - decebedor
decepcionants - decebedors
decepcionar - decebre
defensable - defendible
defensables - defendible
defensar - defendre
degotador - goter
degotadors - goters
degotament - goteig
degotaments - gotejos
degotar - gotejar
degoter - degotall
degoters - degotalls
dentifrici - dentífric
dentifrícia - dentífrica
dentifrícies - dentífriques
dentifricis - dentífrics
descaragolar - desenroscar
desembeinar - desembainar
desencongir - desencollir
desenganxar - desapegar
desenxufar - desconnectar
desglaç - desgel
desglaçar - desgelar
desglaços - desgels
desguàs - desaigüe
desguassar - desaiguar
desguassos - desaigües
desherbar - birbar
desinflament - desunflament
desinflaments - desunflaments
desinflar - desunflar
d'esma - d'esme
desmanyotada - desmanotada
desmanyotades - desmanotades
desmanyotat - desmanotat
desmanyotats - desmanotats
desnonament - desdonament
desnonaments - desdonaments
desnonar - desdonar
desordre - desorde
desordres - desórdens
despedida - acomiadada
despedides - acomiadades
despedir - acomiadar
despreci - despreci
despreci - despreci
desprecis - desprecis
desprecis - desprecis
desvestir - desvestir
desvetllable - desvetlable
desvetllables - desvetlables
desvetllar - desvelar
detenir - detindre
detreure - detraure
d'hora - enjorn
dihuit - díhuit
dihuits - díhuits
dinou - dènou
dinous - dènous
dipòsit - depòsit
dipositador - depositador
dipositadora - depositadora
dipositadores - depositadores
dipositadors - depositadors
dipositant - depositant
dipositants - depositants
dipositar - depositar
dipositari - depositari
dipositaria - depositaria
dipositària - depositària
dipositaries - depositaries
dipositàries - depositàries
dipositaris - depositaris
dipòsits - depòsits
disfrutar - fruir
disset - dèsset
dissets - dèssets
distreure - distraure
divuit - díhuit
divuits - díhuits
dolent - roín
dolenta - roïna
dolentes - roïnes
dolents - roïns
dos-cents - dos-cents
dropo - gandul
dropos - ganduls
dues - dos
dues-centes - dos-centes
d'un - sol - ús - d'usar - i - tirar
durada - duració
durades - duracions
eina - ferramenta
eines - ferramentes
eixelebrada - destarifada
eixelebrades - destarifades
eixelebrat - destarifat
eixelebrats - destarifats
els - qui - els - que
embastardir - rebordonir
embeinar - embainar
emblanquinar - lluir
emmotllable - emmotlable
emmotllables - emmotlables
emmotllament - emmotlament
emmotllaments - emmotlaments
emmotllar - emmotlar
empaitador - acaçador
empaitadora - acaçadora
empaitadores - acaçadores
empaitadors - acaçadors
empaitament - acaçament
empaitaments - acaçaments
empaitar - acaçar
empassar - tragar
empastifar - empalustrar
empatx - enfit
empatxar - enfitar
empatxos - enfits
empenta - espenta
empentes - espentes
empényer - espentar
empipador - llandós
empipadora - llandosa
empipadores - llandoses
empipadors - llandosos
empipament - cabreig
empipaments - cabrejos
empipar - cabrejar
emplastre - empastre
emplastres - empastres
emprendre - mamprendre
emprovador - provador
emprovadors - provadors
enciam - encisam
enciamera - encisamera
enciameres - encisameres
enciams - encisams
encís - enxís
encisar - enxisar
encisos - enxisos
encongiment - encolliment
encongiments - encolliments
encongir - encollir
endarrere - arrere
endavant - avant
enderrocament - derrocament
enderrocaments - derrocaments
enderrocar - derrocar
enfastijar - emprenyar
enfonsament - afonament
enfonsaments - afonaments
enfonsar - afonar
enformador - puntacorrent
enformadors - puntacorrents
enganxar - apegar enganxar
enganxós - apegalós
enganxosa - apegalosa
enganxoses - apegaloses
enganxosos - apegalosos
engronsadora - engrunsadora
engronsar - engrunsar
enllardar - engreixinar
enllaunar - enllandar
enrabiar - rabiar
enredaire - enredador
enredaires - enredadors
enregistrar - gravar
enrenou - rebombori
enrenous - rebomboris
enrojolament - enrogiment
enrojolaments - enrogiments
ensagnament - ensanguinament
ensagnaments - ensanguinaments
ensagnar - ensangonar
ensangonament - ensanguinament
ensangonaments - ensanguinaments
ensarriar - ensariar
ensopegar - entropessar
ensorrament - afonament
ensorraments - afonaments
ensorrar - afonar
ensulsiar - afonar
enterrament - soterrar
enterraments - soterrars
enterramorts - soterradors
enterrar - soterrar
enterros - soterrars
enterros - soterrars
entestament - encabotament
entestaments - encabotaments
entestar - encabotar
entremaliada - roïna
entremaliades - roïnes
entremaliadura - maldat
entremaliadures - maldats
entremaliat - roín
entremaliats - roïns
entretenir - entretindre
entreveure - entrevore
envà - barandat
envair - invadir
envans - barandats
envermelliment - enrogiment
envermelliments - enrogiments
envermellir - enrogir
envescar - enviscar
envoltar - rodejar
enxampurrar - xampurrar
enxufar - connectar
enxufe - endoll
enxufes - endolls
equivaler - equivaler
eriçó - calfred
eriçons - calfreds
esborronador - aborronador
esborronadora - aborronadora
esborronadores - aborronadores
esborronadors - aborronadors
esborronar - aborronar
escalfabraguetes - calfabraguetes
escalfador - calfador
escalfadors - calfadors
escalfament - calfament
escalfaments - calfaments
escalfar - calfar
escapçar - decapitar
escombra - granera
escombrar - agranar
escombres - graneres
escombreta - granereta
escombretes - graneretes
escombriaire - abocador
escombriaires - abocadors
escopinada - escopinyada
escopinades - escopinyades
escorça - corfa
escorces - corfes
escuma - espuma
escumadora - espumadora
escumadores - espumadores
escumar - espumar
escumes - espumes
escumós - espumós
escumosa - espumosa
escumoses - espumoses
escumosos - espumosos
escuradents - furgadents
escura-xemeneies - escura-ximeneres
escurçada - acurtada
escurçades - acurtades
escurçament - acurtament
escurçaments - acurtaments
escurçar - acurçar
esdentegar - desdentar
esdevenir - esdevindre
esfullar - desfullar
esgarrapada - arrapada
esgarrapades - arrapades
esgarrapar - arrapar
esgarriacries - desbaratafestes
esgarrifós - aborronador
esgarrifosa - aborronadora
esgarrifoses - aborronadores
esgarrifosos - aborronadors
esgavellar - desgavellar
esglaiar - espantar
esglaó - graó
esglaonament - escalonament
esglaonaments - escalonaments
esglaonar - escalonar
esglaons - graons
esmentar - mencionar
esparracada - espentolada
esparracades - espentolades
esparracat - espentolat
esparracats - espentolats
espatlla - esquena
espatlles - esquenes
espelma - ciri
espelmes - ciris
espifiada - pífia
espifiades - pífies
espifiar - pifiar
espurna - purna
espurneig - purneig
espurneigs - purneigs
espurnejant - purnejant
espurnejants - purnejants
espurnejar - purnejar
espurnejos - purnejos
espurnes - purnes
esquerda - clavill
esquerdament - clavillament
esquerdaments - clavillaments
esquerdar - clavillar
esquerdes - clavills
esquinç - esgarro
esquinçada - esgarrada
esquinçades - esgarrades
esquinçar - esgarrar
esquinçat - esgarrat
esquinçats - esgarrats
esquinços - esgarros
esquitxada - esguitada
esquitxades - esguitades
esquitxar - esquitar
ésser - ser
éssers - sers
establa - establia
establert - establit
establerta - establida
establertes - establides
establerts - establits
estables - establies
estel - catxerulo
estels - catxerulos
estengui - tenda
estenguis - tendes
estimbar - espenyar
estovalles - tovalles
estrella - estrela
estrellada - estrelada
estrellades - estrelades
estrellat - estrelat
estrellats - estrelats
estrelles - estreles
estrényer - estretir
estrenyiment - estretiment
estrenyiments - estretiments
estri - utensili
estris - utensilis
estroncar - estancar
esvalot - enrenou
esvalotar - escarotar
esvalots - enrenous
exhaurir - esgotar
extreure - extraure
façana - fatxada
façanes - fatxades
falcillot - falciot
falcillots - falciots
faldilla - faldeta
faldiller - doner
faldillera - faldera
faldilleres - falderes
faldillers - doners
faldilles - faldetes
falguera - falaguera
falgueres - falagueres
falua - faluga
falues - falugues
fantasiar - fantasiejar
farcell - bolic
farcells - blolics
fatxenderia - fantotxada
fatxenderies - fantotxades
febre - febra
feina - faena
feines - faenes
fibló - agulló
fiblons - agullons
figaflor - bacora
figaflors - bacores
filferro - fil - d'aram
filferros - fils - d'aram
fins - i - tot - inclús
fogó - foguer
fogons - foguers
folrar - forrar
folre - forro
folres - forros
fonoll - fenoll
fonolls - fenolls
forquilla - forqueta
forquilles - forquetes
fredeluga - judia merita
fredelugues - judies merites
fregir - fregir
freixe - fleix
freixes - fleixos
fúmer - emprenyar
gairebé - quasi
galeta - galleta
galetes - galletes
gall - dindi - titot
galls - dindis - titots
ganyot - gargamell
ganyots - gargamells
gargamella - gola
gargamellejar - aclarir-se - la - gola
gargamelles - goles
garguilot - gargot
garguilots - gargots
garrepa - agarrat
garrepes - agarrats
garrí - porquet
garrigar - carrascar
garrigars - carrascars
garrina - porqueta
garrines - porquetes
garrins - porquets
garsa - blanca
garses - blanques
gasiu - tacany
gasius - tacanys
gasiva - tacanya
gasiveria - tacanyeria
gasiveries - tacanyeries
gasives - tacanyes
gelós - zelós
gelosa - zelosa
geloses - zeloses
gelosia - zelosia
gelosies - zelosies
gelosos - zelosos
gemegar - gemecar
gentalla - gentola
gentalles - gentoles
gerro - pitxer
gerros - pitxers
gessamí - gesmiler
gessamins - gesmilers
gibrell - llibrell
gibrella - safa
gibrelles - safes
gibrells - llibrells
ginesta - retrama
ginestes - retrames
gla - bellota
glaç - gel
glaçar - gelar
glaços - gels
glans - bellotes
golafre - fartó
golafres - fartons
gormanderia - llepoleria
gormanderies - llepoleries
graal - grial
gratar - rascar
greal - grial
greals - grials
gronxar - engrunsar
grumoll - grum
grumollós - grumós
grumollosa - grumosa
grumolloses - grumoses
grumollosos - grumosos
grumolls - grums
guaitar - aguaitar
guardiola - vidriola
guardioles - vidrioles
guatlla - guatla
guatlles - guatles
guillada - grillada
guillades - grillades
guillat - grillat
guillats - grillats
guineu - rabosa
guineus - raboses
guitza - coça
guitzes - coces
guixeria - algepseria
guixeries - algepseries
habitatge - vivenda
habitatges - vivendes
heura - hedra
heures - hedres
homes - hòmens
horabaixa - vesprada
huité - octau
huitena - octava
huitenes - octaves
huitens - octaus
indefensable - indefendible
indefensables - indefendibles
indret - lloc
indrets - llocs
inflada - unflada
inflades - unflades
inflador - unflador
infladors - unfladors
inflament - unflament
inflaments - unflaments
inflar - unflar
inflat - unflat
inflats - unflats
intervenir - intervindre
invadir - envair
ivori - marfil
ivoris - marfils
jeure - gitar
joguinejar - joguetejar
joguiner - jogueter
joguinera - joguetera
joguineres - jogueteres
joguineria - jogueteria
joguineries - jogueteries
joguiners - jogueters
joli - suspens
jonc - junc
joncs - juncs
joves - jóvens
judici - juí
judicis - juís
jueva - jueua
jueves - jueues
julivert - jolivert
juliverts - joliverts
lampista - llanterner
lampisteria - llanterneria
lampisteries - llanterneries
lampistes - llanterners
llaminadura - llepolia
llaminadures - llepolies
llaminer - llépol
llaminera - llépola
llamineres - llépoles
llaminers - llépols
llampec - rellamp
llampecs - rellamps
llampegar - rellampegar
llampeguejar - rellampegar
llardó - xitxorrita
llardons - xitxorrites
llargandaix - fardatxo
llargandaixos - fardatxos
llargaruda - llargueruda
llargarudes - llarguerudes
llargarut - llarguerut
llargaruts - llargueruts
llauna - llanda
llauner - llander
llaunera - llandera
llauneres - llanderes
llauners - llanders
llaunes - llandes
llençar - llançar
llenguallarg - desllenguat
llenguallarga - desllenguada
llenguallargs - desllenguats
llenguallargues - desllenguades
llenguda - desllenguada
llengudes - desllenguades
llengut - desllenguat
llenguts - desllenguats
llentia - llentilla
llenties - llentilles
llenyataire - llenyater
llenyataires - llenyaters
llessamí - gesmiler
llessamins - gesmilers
lletgesa - lletjor
lletgeses - lletjors
llevadora - comare
llevadores - comares
llimona - llima
llimonerar - llimerar
llimonerars - llimerars
llimones - llimes
llobató - llobet
llobatons - llobets
llombrígol - melic
llombrígols - melics
lloparró - llobet
lloparrons - llobets
llumí - misto
llumins - mistos
malenconia - melancolia
malenconies - melancolies
malenconiós - melangiós
malenconiosa - melangiosa
malenconioses - melangioses
malenconiosos - melangiosos
malgrat - a - pesar - de
mancar - faltar
mandra - peresa
mandres - pereses
mandrós - peresós
mandrosa - peresosa
mandrosament - peresosament
mandroses - peresoses
mandrosos - peresosos
màniga - mànega
mànigues - mànegues
manovella - maneta
manovelles - manetes
mantenir - mantindre
manyopla - manopla
manyoples - manoples
maó - rajol
maons - rajols
marcir - mustiar
mastegot - carxot
mastegots - carxots
matalàs - matalaf
matalasser - matalafer
matalassera - matalafera
matalasseres - matalaferes
matalasseria - matalaferia
matalasseries - matalaferies
matalassers - matalafers
matalasset - matalafet
matalassets - matalafets
matalassos - matalafs
mató - brullo
matons - brullos
matusser - sapastre
matussers - sapastres
meitat - mitat
meitats - mitats
menovell - menut
menovells - menuts
mentre - mentres
mentres - mentre
menystenir - menystindre
meva - meua
meves - meues
milhomes - milhòmens
miol - maulit
miolador - maulador
mioladora - mauladora
mioladores - mauladores
mioladors - mauladors
miolar - maular
miols - maulits
mirall - espill
miralls - espills
mitjançant
mitjançar - mediar
mitjancer - mediador
mitjancera - mediadora
mitjanceres - mediadores
mitjancers - mediadors
mitjó - calcetí
mitjons - calcetins
moré - moreno
motlle - motle
motlles - motles
motllista - motlista
motllistes - motlistes
motllura - motlura
motllurar - emmotlurar
motllures - motlures
munt - muntó
munts - muntons
murtra - murta
murtres - murtes
mústic - semat
mústics - semats
mústiga - semada
mústigues - semades
nafra - llaga
nafres - llagues
nansa - ansa
nanses - anses
natura - naturalesa
natures - naturaleses
navalla - navaixa
navallada - navaixada
navallades - navaixades
navalles - navaixes
neda - nada
nedador - nadador
nedadora - nadadora
nedadores - nadadores
nedadors - nadadors
nedar - nadar
neguit - desfici
neguitejar - preocupar
neguits - desficis
néixer - nàixer
nen - xiquet
nena - xiqueta
nenes - xiquetes
nens - xiquets
niuar - niar
noguer - anouer
noguers - anouers
noi - xicot
noia - xicota
noies - xicotes
nois - xicots
nuar - nugar
nus - nuc
nusos - nucs
nuvi - nóvio
núvia - nóvia
núvies - nóvies
nuvis - nóvios
nyanyo - bony
nyanyos - bonys
nyap - empastre
nyaps - empastres
obreampolles - obribotelles
obrellaunes - obrillandes
obtenir - obtindre
ocell - pardal
ocells - pardals
omple - ompli
omplert - omplit
omplerts - omplits
omples - omplis
ordre - orde
ordres - ordes
oreneta - oronella
orenetes - oronelles
orfenesa - orfandat
orfeneses - orfandats
osca - mossa
osques - mosses
pagés - llaurador
pagesa - llauradora
pageses - llauradores
pagesos - llauradors
pallissa - palissa
pallisses - palisses
pallús - panoli
pallussos - panolis
panada - empanada
panades - empanades
panadís - rodadits
panadissos - rodadits
panotxa - panolla
panotxes - panolles
panteix - pantaix
panteixar - pantaixar
panteixos - pantaixos
papallona - palometa
papallones - palometes
papaorelles - tisoreta
parrac - péntol
parracs - péntols
pastanaga - safanòria
pastanagues - safanòries
patata - creïlla
patates - creïlles
pebret - judia
pebrets - judies
pebrot - pimentó
pebrots - pimentons
penelló - prunyó
penellons - prunyons
per - tal - de - per - a
per - tal - que - perquè
perdulari - bergant
perdularis - bergants
perit - pèrit
perita - pèrita
perites - pèrites
perits - pèrits
perjudici - perjuí
perjudicis - perjuís
pessigolles - cosquerelles
petit - xicotet
petita - xicoteta
petites - xicotetes
petitesa - menudesa
petiteses - menudeses
petits - xicotets
petjada - xafada
petjades - xafades
petjapapers - xafapapers
petó - bes
petons - besos
peülla - peüngla
peülles - peüngles
picant - coent
picants - coents
picapedrer - pedrapiquer
picapedrera - pedrapiquera
picapedreres - pedrapiqueres
picapedrers - pedrapiquers
picardiós - guilopo
picardiosa - guilopa
picardioses - guilopes
picardiosos - guilopos
pispa - lladregot
pispar - afanar
pispes - lladregots
ploriquejar - ploricar
pocatraça - sapastre
pocatraces - sapastres
politges - corrioles
politja - corriola
pollancre - xop
pollancres - xops
poncem - poncil
poncemer - ponciler
poncemerar - poncilerar
poncemerars - poncilerars
poncemers - poncilers
poncems - poncils
pop - polp
pops - polps
porpra - púrpura
porpres - púrpures
poruc - poregós
porucs - poregosos
poruga - poregosa
porugues - poregoses
pòsit - solatge
pòsits - solatges
pregadéu - tocacampanes
pregadéus - tocacampanes
prejudici - prejuí
prejudicis - prejuís
préssec - bresquilla
préssecs - bresquilles
presseguer - bresquiller
presseguerar - bresquillerar
presseguerars - bresquillerars
presseguers - bresquillers
prevaler - prevaldre
prevenir - previndre
preveure - prevore
primatxó - sequerut
primatxona - sequeruda
primatxones - sequerudes
primatxons - sequeruts
provenir - provindre
pruïges - coentors
pruïja - coentor
puput - palput
puputs - palputs
purga - porga
purgador - porgador
purgadors - porgadors
purgament - porgament
purgaments - porgaments
purgar - porgar
purgues - porgues
quadre - quadro
quadres - quadros
qualsevulla - qualsevol
R+D - I+D
rabassuda - xaparra
rabassudes - xaparres
rabassut - xaparro
rabassuts - xaparros
rabiola - rabinada
rabioles - rabinades
ràfec - ràfol
ràfecs - ràfols
rajar - xorrar
rampinador - rastellador
rampinadora - rastelladora
rampinadores - rastelladores
rampinadors - rastelladors
rasclar - rastellar
rascle - rastell
rascles - rastells
ratapinyada - rata - penada
ratapinyades - rates - penades
raure - radicar
rebesavi - rebesiaio
rebesàvia - rebesiaia
rebesàvies - rebesiaies
rebesavis - rebesiaios
recollir - arreplegar
rècula - rècua
rècules - rècues
reescalfament - recalfament
reescalfaments - recalfaments
reescalfar - recalfar
reflexionar - recapacitar
regalèssia - regalíssia
regalèssies - regalíssies
relliscada - esvarada
relliscades - esvarades
relliscar - esvarar
relliscós - esvarós
relliscosa - esvarosa
relliscoses - esvaroses
relliscosos - esvarosos
relluent - lluent
relluents - lluents
relluir - lluir
renéixer - renàixer
rentable - llavable
rentables - llavables
rentacares - llavacares
rentacotxes - llavacotxes
rentada - llavada
rentades - llavades
rentador - llavador
rentadora - llavadora
rentadores - llavadores
rentadors - llavadors
rentamans - llavamans
rentapeus - llavapeus
rentaplats - llavaplats
rentar - llavar
repalassa - llapassa
repalasses - llapasses
repelós - teclós
repelosa - teclosa
repeloses - tecloses
repelosos - teclosos
requadre - requadro
requadres - requadros
respatller - abone
retenir - retindre
retret - reprotxe
retrets - reprotxes
retreure - reprotxar
retrotreure - retrotraure
revolt - revolta
revolts - revoltes
riallada - carcallada
riallades - carcallades
riba - vora
ribes - vores
rodó - redó
rodolí - redolí
rodolins - redolins
rodona - redona
rodones - redones
rodonesa - redonesa
rodoneses - redoneses
rodons - redons
romaní - romer
romanins - romers
romeva - romeua
romeves - romeues
rondinar - remugar
ronyó - renyó
ronyonada - renyonada
ronyonades - renyonades
ronyonera - renyonera
ronyoneres - renyoneres
ronyons - renyons
rostoll - restoll
rostolls - restolls
rotlle - rotllo
rotlles - rotllos
sacseig - sacsó
sacsejada - sacsada
sacsejades - sacsades
sacsejar - sacsar
sacsejos - sacsons
sadollar - saciar
safareig - llavador
safarejos - llavadors
saïm - sagí
saïms - sagins
sanglot - xanglot
sanglotar - xanglotar
sanglots - xanglots
sargir - solsir
sàrria - sària
sàrries - sàries
secada - sequera
secades - sequeres
seitó - aladroc
seitons - aladrocs
sendera - senda
senderes - sendes
seny - trellat
senys - trellats
servei - servici
serveis - servicis
seté - sèptim
setena - sèptima
setenes - sèptimes
setens - sèptims
seva - seua
seves - seues
signant - firmant
signants - firmants
signar - firmar
signatura - firma
signatures - firmes
singlot - xanglot
singlots - xanglots
sínia - sénia
sínies - sénies
sípia - sépia
sípies - sépies
sisé - sext
sisena - sexta
sisenes - sextes
sisens - sextos
sobreescalfar - sobrecalfar
sobresortint - sobreixent
sobresortints - sobreixents
sobresortir - sobreeixir
sobrevaler - sobrevaldre
sobrevenir - sobrevindre
sofrages - garretes
sofraja - garreta
solter - fadrí
soltera - fadrina
solteres - fadrines
solters - fadrins
sordesa - sordera
sordeses - sorderes
sorra - arena
sorrenc - arenós
sorrenca - arenosa
sorrencs - arenosos
sorrenques - arenoses
sorres - arenes
sortida - eixida
sortides - eixides
sortint - ixent
sortints - saltadors
sortir - eixir
sostenir - sostindre
sostreure - sostraure
sota - davall
sotjar - aguaitar
sotsagent - subagent
sotsagents - subagents
sotsarrendament - subarrendament
sotsarrendaments - subarrendaments
sotsarrendar - subarrendar
sotsarrendatari - subarrendatari
sotsarrendatària - subarrendatària
sotsarrendatàries - subarrendatàries
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sotscap - subcap
sotscaps - subcaps
sotscomissari - subcomissari
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sotscontractistes - subcontractistes
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sotsdelegada - subdelegada
sotsdelegades - subdelegades
sotsdelegat - subdelegat
sotsdelegats - subdelegats
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sotsdireccions - subdireccions
sotsdirector - subdirector
sotsdirectora - subdirectora
sotsdirectores - subdirectores
sotsdirectors - subdirectors
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sotsgovernadors - subgovernadors
sotsinspector - subsinspector
sotsinspectora - subsinspectora
sotsinspectores - subsinspectores
sotsinspectors - subsinspectors
sotsintendent - subintendent
sotsintendents - subintendents
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sotssecretària - subsecretària
sotssecretaries - subsecretaries
sotssecretàries - subsecretàries
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subdesenvolupada - subdesenrotllada
subdesenvolupades - subdesenrotllades
subdesenvolupament - subdesenrotllament
subdesenvolupaments - subdesenrotllaments
subdesenvolupat - subdesenrotllat
subdesenvolupats - subdesenrotllats
subvenir - subvindre
tafanejar - dotorejar
tafaner - dotor
tafanera - dotora
tafaneres - dotores
tafaneria - dotoreria
tafaneries - dotoreries
tafaners - dotors
talós - terròs
talòs - terròs
talosos - terrossos
talp - talpó
talps - talpons
tanmateix - això - no - obstant
taral·lirot - trompellot
taral·lirots - trompellots
tarda - vesprada
tardes - vesprades
taulell - mostrador
taulells - mostradors
tàvec - tave
tàvecs - taves
tell - til·ler
tells - til·lers
tenir - tindre
tennis - tenis
tennista - tenista
tennistes - tenistes
teva - teua
teves - teues
tip - fart
tipa - farta
tipes - fartes
tips - farts
tirallonga - retafila
tirallongues - retafiles
titlla - titla
titllar - ratllar
titlles - titles
tocatardà - tardà
tocatardana - tardana
tocatardanes - tardanes
tocatardans - tardons
toix - mec
toixos - mecs
tomàquet - tomaca
tomàquets - tomaques
tombarella - volantí
tombarelles - volantins
toro - bou
toros - bous
torracollons - caracollons
torrada - de - Santa - Teresa - llesca - amb - ou
torrades - de - Santa - Teresa - llesques - amb - ou
tot - sol - a - soles
tota - sola - a - soles
totes - soles - a - soles
tots - sols - a - soles
tovallola - tovalla
tovalloles - tovalles
trago - glop
tragos - glops
traguinyol - glop
traguinyols - glops
tranuitador - vetlador
tranuitadora - vetladora
tranuitadores - vetladores
tranuitadors - vetladors
trasnuitar - vetlar
trepitjada - xafada
trepitjades - xafades
trepitjar - xafar
tret de - excepte
trets - tirs trets
treure - traure
trucada - crida
trucades - crides
trucar - telefonar
tubercle - tubèrcul
tubercles - tubèrculs
ufanós - ufà
ufanosa - ufana
ufanoses - ufanes
ufanosos - ufans
ullal - clau
ullals - claus
un - tret - un - tir
una - mica - una - miqueta
userda - alfals
userdes - alfalsos
vacança - vacació
vacances - vacacions
valer - valdre
vas - got
vasos - gots
venir - vindre
ventall - palmito
ventalls - palmitos
veritable - verdader
veritablement - verdaderament
veritables - verdaders
vermell - roig
vermella - roja
vermelles - roges
vermellor - rojor
vermellors - rojors
vermellós - rogenc
vermellosa - rogenca
vermelloses - rogenques
vermellosos - rogencs
vermells - rojos
verola - pigota
veroles - pigotes
vesc - visc
vescos - viscos
vescs - viscs
vetlla - vetla
vetllador - vetlador
vetlladora - vetladora
vetlladores - vetladores
vetlladors - vetladors
vetllar - velar
vetlles - vetles
veure - vore
vigília - vespra
vigílies - vespres
vímet - vimen
vímets - vímens
vint-i-vuit - vint-i-huit
vint-i-vuits - vint-i-huits
vori - marfil
voris - marfils
vuit - huit
vuitanta - huitanta
vuitantes - huitantes
vuitava - huitava
vuit-centes - huit-centes
vuitcentista - huitcentista
vuitcentistes - huitcentistes
vuit-cents - huit-cents
vuité - octau
vuitena - octava
vuitenes - octaves
vuitens - octaus
vuits - huits
xafogor - basca
xafogors - basques
xafogós - bascós
xafogosa - bascosa
xafogoses - bascoses
xafogosos - bascosos
xai - anyell / corder ?
xaia - anyella
xaies - anyelles
xais - anyells
xaró - ordinari
xarona - ordinària
xarones - ordinàries
xarons - ordinaris
xarxa - xàrcia
xarxes - xàrcies
xemeneia - ximenera
xemeneies - ximeneres
xerrada - xarrada
xerrades - xarrades
xerradissa - xarradissa
xerradisses - xarradisses
xerraire - xarlatà
xerraires - xarlatans
xerrameca - xarrameca
xerrameques - xarrameques
xerrar - xarrar
xicoira - xicòria
xicoires - xicòries
ximple - fava
ximplejar - badoquejar
ximpleria - estupidesa
ximpleries - estupideses
ximples - faves
ximplesa - favada
ximpleses - favades
xipolleig - xapoteig
xipolleigs - xapoteigs
xipollejar - xapotejar
xipollejos - xapotejos
xiprer - ciprer
xiprers - ciprers
xofer - xòfer
xofers - xòfers
xoriguer - soliguer
xoriguers - soliguers
xuclada - xuplada
xuclades - xuplades
xuclar - xuplar
xufla - xufa
xuflaire - xufera
xuflaires - xuferes
xufles - xufes
xumet - pipó
xumets - pipons



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