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viernes, 3 de diciembre de 2021

DVA, Borao, E

EBRO. d. Se usa la expresión estar para echar gatos al Ebro como equivalente a estar miserable, pasarlo con estrechez, no estar para derrochar. - n. comer más que Ebro, devorar. - n. ha de bajar mucha agua por el Ebro, ha de pasar mucho tiempo.

EDAD. a. Se dice estar en edad por el tiempo en que aún no han cerrado las bestias.

EJECUTOR. d. Albacea.

EJÉRCITO. n. Tributo que se conoció con este nombre en Aragón, según Blancas.

ELÁSTICO. n. Almilla.

EMBADINAR. d. Encharcar. (badina)

EMBAFAR, d. Empalagar.

EMBARRALAR. n. Meter el vino u otro líquido en barral y por extensión en cualquiera otra redoma.

EMBASTAR. c. Hilvanar.

EMBERAR, p. Empezar la sazón de las frutas; tomar color, sobre todo las uvas.

EMBERO. p. El color que indica sazón en las frutas; y la misma uva o grano. 

EMBROSQUILAR. a. Meter el ganado en el redil.

EMOLOGAR. n. Confirmar, ratificar o aprobar, según se lee en las Ordinaciones de Abejeros 1502.

EMPACHAR. n. Impedir: su participio pasivo se usa en las Ordinaciones de Zaragoza. (Empatxar, empatxament)

EMPACHO. n. Impedimento: se usa en sentido de excepción o amparo forense.

EMPANDULLO. EMPANTULLO d. Pastel ensuciada, mala salida de un negocio. - d. Embolismo, embrollo.

EMPARA. a. Emparamento o inventario.

EMPARAMENTO. a. Acción y efecto de emparar, esto es, de inventariar o secuestrar: hay proceso de emparamiento. - n. Guidático o protección, según declaración en cortes de Cataluña 1351.

EMPARANCIA. n. Emparamento.

EMPARAR. a. Embargar o secuestrar, y mejor inventariar.

EMPEDREAR, d. Empedrar.

EMPELTRE. a. Olivo injertado. (Empeltá: injertar; empelto, empeltes, empelte, empeltem o empeltam, empeltéu o empeltáu, empelten).

EMPENTA. p. Empujón, empellón. (Espenta)

EMPENTAR, a. Empujar. (Espentá. Espento, espentes, espente, espentem o espentam, espentéu o espentáu, espenten)

EMPENTÓN. a. Empujón.

EN. Precediendo al infinitivo, como en castellano al gerundio, significa luego que, después que, p. ej. "en refrescar departiremos," "en pasar las fiestas, lo veremos." - n. Partícula relativa usada, como en la lengua francesa, en las expresiones m' en voy por me voy de aquí, men canso por me canso de esto.

ENANTAR. n. Ducange interpreta pignorare, procedere: el Códice de las Uniones de Aragón trae los siguientes pasajes. "E las spoliaciones que notorias no fuesen que embiariades vuestro procurador por enantar en aquellas ante la Justicia de Aragon;"
"y si enantaria o querria enantar personas o bienes de algunos etc." "que si no viene el dia de Ramos por enantar en las cosas sobreditas etc."

ENATIZO. d. Desmedrado, imperfecto de nacimiento. - d. De ánimo apocado y ruin.

ENAVESAR. d. Trasponer.

ENCABEZADO. n. El vino que se mezcla con aguardiente u otro licor. - n. Cabezero.

ENCABEZAR. ENCABEZARSE. n. Verbos de donde nace el participio anterior y que también son usuales en Aragón.
ENCALZADOR. n. Perseguidor. (acassadó, que acasse)

ENCALZAR. n. Perseguir, ponerse en persecución: "encalcen e geten de la tierra al sobredito rey" se lee en el Códice de los Privilegios de la Unión.

ENCANARSE. b. Detenerse demasiado en la conversación, eternizarse hablando. - n. Pasmarse a la fuerza del lloro o de la risa: la Academia sólo admite el primer afecto que a la verdad es el más común y adecuado. (encanás; yo me encano, encanes, encane, encanem o encanam, encanéu o encanáu, encanen)
ENCANTAR. d. Vender en almoneda.

ENCANTE. ENCANTILLO d. Lugar en que se venden las cosas ya usadas, las viejas y las de desecho. (Plassa del Encant)

ENCAÑIZAR. n. Cubrir las bovedillas o cualquiera otra obra con cañizos. ENCARPETAR. n. Colocar papeles dentro de sobre o carpeta.
ENCARRAÑARSE. d. Irritarse, incomodarse.

ENCARTAR. n. Intentar acción criminal contra el obligado en instrumento en que se juraba pagar y no pleitear: véase a Larripa en sus Procesos forales.
ENCERCAR. n. Inquirir, investigar: es antic. y deducido de documentos latinos, y por consiguiente dudoso. (cercar : buscar, investigar; recerca)

ENCERRONA. n. En el juego del dominó es dejar por ambas puntas un mismo número o palo cuando todos están jugados, en cuyo caso ya no pueden jugar las fichas que se tienen en la mano: en general se da a este lance el nombre de cierro, y cuando los tantos que se cuentan son muchos, entonces se llama encerrona. En Zaragoza es más usual que en otras partes y por consiguiente se halla muy adelantado el juego a que aludimos, de cuyo tecnicismo incluiremos cuatro o cinco vocablos.

ENCETAR. d. Decentar. - d. Empezar: la Academia escribe encentar para la primera significación, y aunque omite la segunda, pone la de encentador el que encienta o empieza alguna cosa. (Ensetá; enseto, ensetes, ensete, ensetem o ensetam, ensetéu o ensetáu, enseten)

ENCORDADURA. n. Conjunto de cuerdas de una guitarra u otro instrumento de cuerda.

ENCORRER. d. Correr tras alguno para cogerle; es verbo activo. (Encorre; encórrego, encorres, encorre, encorrem, encorréu, encorren)
ENCORTIMIENTO. n. Vale tanto como entredicho a juzgar por el Códice de las Uniones en que se lee "que podamos soltar al dito seynor rey el encortimiento de los ditos castieyllos e que non los alienemos."

ENDURAR. a. Pasar hambre, sufrir. (Enduro, endurance: resistencia)

ENFILAR. n. Dirigir un asunto. - n. Ingerirse.

ENFURRUSCARSE. n. Enfurruñarse.

ENGAFETAR. n. Enlazar los gafetes macho y hembra, abrochar.
ENGALZAR. d. Encorrer.

ENGARABITARSE. n. Encorvarse y entumecerse los dedos a impulso del frío o alguna causa patológica,: en Castilla esa palabra significa ponerse en alto, y la definición que hemos dado conviene a la voz engarabatarse.
ENGARDAJINA. d. Lagartija. (sargantana)

ENGLUCIAR. d. Mirar con intención, hacer gestos para conseguir alguna golosina.

ENGULLIDOR. d. Sumidero. (Engullidó, de engullí; engullixco, engullixes, engullix, engullim, engulliu, engullixen).

ENJARETAR. n. Intercalar, incluir, y aun confeccionar o componer.
ENJAUE. n. Prórroga en el pago del arriendo de las
generalidades u otro tributo público; y como a veces se concedía sin causa justa y producía un lucro contra los caudales públicos o de corporación, de ahí las frases hacer enjaues, andar en enjaues, enriquecerse con enjaues etc., equivalentes a las más vulgares de andar en enjuagues etc. en cuyo sentido admite la Academia esa significación.

ENJUNCIAR. n. Cubrir de juncia las calles y plazas para algún regocijo.
ENMANTADO. n. Hombre cubierto o embozado en la manta, la cual forma parte del traje aragonés en la clase jornalera y parece ser un recuerdo del albornoz árabe.

ENRELIGARSE. n. Enredarse, entrelazarse, enmarañarse una cosa con otra. (Ligar : lligar : enrelligá, lligá)
ENRONA. a. Escombros, desperdicios de una obra. (enruna)

ENRONAR. a. Envolver con escombros. - n. Metafóricamente se dice de alguno "que es tan rico que nos puede enronar a onzas de oro." (Enruná).

ENRUENA. d. Enrona.

ENRUNA. p. Enrona.

ENRUNAR. p. Enronar.

ENSIMESMADO. ENSIMISMADO. n. El que está distraído, metido en sí mismo y absolutamente extraño a lo que pasa en torno suyo.

ENSOBINADO. n. Se dice de la res enfermiza.

ENSOBINARSE. d. Caer una caballería en postura supina con riesgo de perecer.

ENSUNDIA. n. Enjundia o gordura: úsase también metafóricamente para denotar cachaza y es todavía más familiar la palabra insundia.

ENTORNAR, d. Hacer dobladillo.

ENTORNO. n. Dobladillo.

ENTRATICO. d. Entrada de religioso en alguna comunidad: la Academia lo incluye como provincial de Navarra.

ENTRECAVAR. d. Limpiar de yerbas la hortaliza. (Entrecavá. Entrecavo, entrecaves, entrecave, entrecavem o entrecavam, entrecavéu o entrecaváu, entrecaven)

ENTREGA. n. Restitución in integrum.

ENTRIPARRADO. n. Entripado, en ambos sentidos recto y figurado.

ENTRIPARRAR. n. Ocupar demasiado el estómago algún manjar indigesto o comido en abundancia.

ENVASADOR. c. Embudo: la Academia añade que grande y propio para pellejos y toneles, esto es, para grandes capacidades.

ENZURIZAR. n. Enzarzar o poner guerra entre varias personas sembrando discordias: la Academia admite la voz primitiva zuriza. (Meter cizaña).

ERAGE. a. Miel virgen.

ERETA. n. Era o plantel de tierra para cultivo de verduras.

ERROR DE PROCESO. a. Con que se nota que alguno es tan hábil que, aun convencido, se liberta de la pena que le imponen.

ESBAFAR. d. Evaporar, (esbrafá, esbafá a Beseit; esbafat, grassiosa esbrafada, esbafada).

ESBARRAR. d. Asombrar, espantar la caza, caballerías etc.

ESBRINAR. n. Desbriznar o entresacar de la flor los estambres del azafrán. 

ESCACEAR. n. Desmenuzar la piedra, el yeso, cal etc. para molerlos después más fácilmente.

ESCACILAR. d. Cacarear.

ESCACHAR. d. Despachurrar, o mejor, aplastar, machucar. - d. Chasquear, dejar burlado. (Te escacharé la cabeza, ababol)

ESCACHUFLAR. n. Igual significación que la anterior, pero de uso del vulgo.

ESCALERA. c. Peldaño, escalón.

ESCALFETA. c. Braserillo. (prov. escoufa, escalfar cat. calentar; escofás; yo me escofo, escofes, escofe, esofem o escofam, escoféu o escofáu, escofen).

ESCALIAR. n. poner en cultivo tierra que había sido abandonada, y en este sentido lo usan las Observancias y el erudito Cuenca: Peralta no incluye esta voz, pero sí la de escahar, roturar, que nosotros no hemos incluido por suponerla error de imprenta que se corrige con la voz escaliar: úsase también en antiguos documentos de Navarra. (Traure la escara es escará la terra.)

ESCALIVAR. d. Sacar el rescoldo: en idioma provenzal calivar quemar, escalfar, calentar, recalivar volver a calentar. (Caliu, descaliuá, descalivá, escaliuá, escalivá siríe traure del caliu o be traure lo caliu apegat.)

ESCAMOCHEAR. a. Pavordear o javardear o hacer las abejas segunda cría después de la principal, separándose de la madre en corto número con su maestra. Escamochá, esmochá es tallali a un abre molta lleña per a que torno a creixe mes sano y fort.

ESCAMPAR. d. Tender el estiércol por la tierra. - d. Derramar granos o semillas. (Escampá lo fem - fiemo -, escampá la llaó pel cam, camp, campo).

ESCANDALLAR. n. Computar el valor de una partida de ganado, haciendo de él varios grupos con las reses más iguales, tirando desde otro corral o aposento una piedra a cada grupo, pesando las reses a quienes ha tocado cada piedra y calculando por el peso de cada una el de su grupo: a veces se hace esta operación con el grupo mejor y con el peor y a las demás reses se las hace desfilar una a una marcando como tipo las que hacen un número dado, el diez por ejemplo. En castellano tiene una significación análoga pues equivale a sondear y por ampliación probar, examinar: en italiano scandagliare está mejor definido pues responde en sentido figurado a inquirir, averiguar etc. como en Casti (Nov. IX). Da scandagliar gli altrui talenti a fondo

ESCANDALLO. n. Operación de escandallar. - n. La res que se saca como tipo. - n. A escandallo, modo adverbial, para expresar que se vende un ganado escandallándolo.

ESCAÑARSE. d. Desgañitarse, ahogarse de una tos muy fuerte. (Escañás; Tamé se diu cuan te aufegues perque s’ha enganchat algo al garganchó, a la gola, y no passe o be s’en va pel atre forat (tráquea).

ESCAÑO. d. Féretro. 

ESCARABAJO PELOTERO. n. Insecto de los coleópteros. (Lo escarbat que fa pilotes en lo fem.)

ESCARLATINA. n. Enfermedad que suele padecerse en la niñez.

ESCARRAMANCHONES. (A). a. A horcajadas.

ESCLAFAR. n. Machucar, chafar, quebrantar: también te dice esclafar los huevos por cascarlos, partirlos o abrirlos.

ESCOBAR. c. Barrer. (Escoba. Granera; agraná).

ESCOBIJAR. n. Descubrir, alzar el velo a alguna cosa.
ESCOLANO. n. Ayudante del sacristán mayor en el Hospital de Zaragoza. - n. Especie de coadjutor: lo había también llamado de la limosna según se ve en las Ordinaciones de Pedro IV. (Escolanet: monaguillo)

ESCOMBRA. n. Escombro: la Academia admite esta voz como el hecho de escombrar.

ESCONDECUCAS. a. Escondite, juego de muchachos.

ESCOPETADA. d. Escopetazo.

ESCORCAR. n. Véase esmollar.

ESCORCHA. d. Túrdiga, correa de cuero ancha y sin curtir.

ESCORCHAR. c. Levantar la corteza o piel a alguna cosa, desollar. (Escorxador : matadero)

ESCORCHÓN. n. Desolladura.

ESCORNARSE. n. Se usa en la frase escuérnate como puedas en significación de componte como puedas: también se dice me he descornado estudiando y otras locuciones como esta: en una colección de refranes leemos dejarlo descornar, frase de que se usa cuando no se quiere meter paz."

ESCORREDERO. n. Canal por donde se facilita la salida del agua sobrante de un riego o del término de una acequia. - n. El fondo de la vagina: es voz de la gente inculta. (Escorredora per a regá. Escorres lo verbo eyaculá.)

ESCORREDIZO. n. Escorredero.

ESCORREDOR. n. Escorredero; usa aquella voz el conde de Sástago en su lujosa obra sobre el Canal Imperial de Aragón.

ESCOTOLARSE. d. Frotarse el cuerpo con la camisa moviéndose.

ESCOZNETE. a. Instrumento con que se sacan los escueznos.

ESCRIBANO DE RACIÓN. n. Oficio de la Casa real de Aragón en el siglo XIV.

ESCRISMAR. n. Descrismar.

ESCUDILLAR. d. Echar el caldo en las sopas, el chocolate en los pocillos o jícaras etc.

(Escudilla; escudella)

ESCUEZNAR, a. Sacar los escueznos.

ESCUEZNO. a. Pulpa o carne de la nuez tierna: úsase en plural.

ESCUPINATA. n. Escupetina, escupitina, escupidura: Guevara dice escupecina.

ESFILADIZ. n. Filadiz, desfiladiz: usan aquella voz los ff.

ESFULLINADOR. n. Deshollinador. (Desfullinadó, desfullinadora)

ESFULLINAR. n. Deshollinar. (desfulliná; desfullino, desfullines, desfulline, desfullinem o desfullinam, desfullinéu o desfullináu, desfullinen)

ESGARRAR. n. Desgarrar. (Esgarrá; esgarro, esgarres, esgarre, esgarrem o esgarram, esgarréu o esgarráu, esgarre)

ESGARRIFAR. d. El efecto que nos causa la lima cuando da en falso. - d. Espeluzarse de horror.

ESGARRÓN. n. Desgarrón, rasgón.

ESLAMINARSE. n. Empezar a gustar de una cosa, ir tomando el gusto a algo, estrenarse en ciertas diversiones y placeres.

ESLAVA. n. Pendiente lisa por donde resbala el agua. (resbala : reslaba : eslava)

ESMANGAMAZOS. n. Se dice de cualquiera persona de poco valer, principalmente del estado llano: equivale muy aproximadamente al castellano echa cantos.

ESMEDIAR. n. Disminuir la cantidad de algún líquido, y se aplica comúnmente a los que están al fuego para cocer; úsase también como reflexivo, y hay quienes lo pronuncian y escriben desmediar.

ESMERADO. n. Líquido que ha disminuido su peso y volumen por ebullición.

ESMERAR. n. Conseguir la disminución de un líquido por medio de la ebullición: se usa también como reflexivo.

ESMO. n. Tino, tiento, y así se dice perder el esmo: úsase mucho en el Alto Aragón. (Hay perdut l’esma, esme).

ESMOLLAR. n. Quitar la cáscara verde a las nueces, avellanas y otras frutas. - n. Desmoronarse las obras de tierra o de otra construcción deleznable.

ESMORRILLADO. n. Desportillado.

ESMOSCARSE. n. Desaparecer sin ser visto, ausentarse maliciosamente.

ESMUIRSE. d. Deslizarse, escurrirse, zafarse.

ESPADILLA. n. Juego de naipes, acaso el tresillo: entre los papeles mss. de Lezaun hay una carta escrita en verso desde la Zaida, en que se lee
Mi mayor divertimiento
es el juego de espadilla,
en el cual gano tres reales
en cuatrocientas partidas.

ESPALMAR. n. Quitar el polvo a la ropa frotándola con las manos: así las leyes palatinas de Jaime II de Mallorca, en las cuales también se halla spalmator según Ducange. (La ropa se frota o golpea con las palmas de las manos)

ESPANADO. n. miserable, piojoso, perdido, hombre que no tiene sobre qué caerse muerto: es voz local.

ESPARTAR. n. Cubrir o aforrar con esparto las vasijas de vidrio: se usa también en el adjetivo o participio pasivo.

ESPARVEL. n. Gavilán. (Esparvé; esparver)

ESPATARRARSE. n. Despatarrarse: del mismo modo pierden en Aragón la d los demás derivados. - n.
"Si hay un Barranchán
que al mundo espatarra"
dice en sentido metafórico uno de los varios copleros que se desataron cruelmente contra la Sociedad económica Aragonesa en 1785. (Espatarrá, espatarrás, despatarrás, escamarrás.)

ESPEDERA. n. Espetera.

ESPEDO. a. Asador. (Espeto)

ESPENJADOR. n. Pértiga o vara que tiene dientes de hierro a la punta y sirve para colgar y descolgar cualquier objeto. (Penjadó y despenjadó)

ESPERREQUE. d. Niño u hombre mal sano o regañón. - d. Cosa despreciable.

ESPICHAR. d. Morir. (Espicharla)

ESPINAI. d. Espinaca. (Espinac, espinacs)

ESPINALBO. n. Cierto árbol infructífero. (San Miquel de Espinalbá a Valderrobres. Espino albar, majuelo, arto, Crataegus monogyna)

ESPONJADO. p. Azucarado, panal, azucarillo.

ESPORTILLARSE. n. Desportillarse.

ESPORTÓN. d. Serón.

ESPUENDA. p. Margen de río o campo: usase también en Navarra.

ESPUNTAR. n. Ponerse en movimiento los machos cabríos o guiones de un rebaño.

ESQUEJE. n. Se dice metafórica e irónicamente del niño mal educado. (En un árbol, una ramita para injertar o plantar. Esqueix; rechito).

ESQUILA. c. Cencerro. (Esquella, esquelles, esquellot).

ESQUILADA. a. Cencerrada. (Esquellada).

ESQUILO. d. Cencerro. - n. Esquileo.

ESQUIROL. a. Ardilla. (Squirrel en inglés. Eichhörnchen en alemán. Esquiruelo)

ESTABULADO. n. Se dice del ganado metido en el establo.

ESTABULAR. n. Meter el ganado en el establo.

ESTADAL. p. Librito de cerilla.

ESTAJADIZO. n. División que se hace en los grandes corrales para colocar las reses con la separación conveniente.

ESTALONAR. n. Quitar el talón a la media u otro calzado: se dice del zapato que va destalonado cuanto se le dobla el talón para llevarlo debajo del pie.

ESTALVIAR. n. Perdonar, voz aragonesa anticuada según al Índice de Blancas. (estalviar, estalviá, estauviá, aforrá. Caixa d’estalvis. Ahorrar).

ESTAMENTO. a. Cada estado o brazo de los cuatro que concurrían a las Cortes de Aragón.

ESTANCA. n. Gran porción de agua estancada: es muy famosa en Aragón la de Alcañiz, célebre por sus buenas anguilas.

ESTANCOS. n. Terrenos acotados y vedados, ya de particulares ya de propios: dehesas en que los ganados pueden entrar ciertos meses del año.

ESTATUECER n. Estatuir. Se ve que se usaba ese verbo, por las muchas veces en que se encuentra la tercera persona del indicativo, estatuece.

ESTATUTARIOS. n. Procesos.

ESTEMA. n. Pena de mutilación o perdimiento de miembro.

ESTEMAR. n: Imponer la anterior pena, que tal vez se extendería a marcar con hierro ardiente. (1)
(1) Estas dos palabras se hallan repetidas veces, con toda la posible claridad caligráfica. en el libro de los Privilegios de la Unión, que en la Introducción hemos extractado. La lectura indudable de ellas y aun la desinencia o construcción de la voz estema nos han convencido de que ni son las mismas palabras ni deben representar la misma idea que las de extenuación y extenuar que se definen más adelante y que por otra parte se hallan en varias Alegaciones del Reino y otros tratados jurídicos. En cuanto al significado. nos ha parecido que, nombrándose siempre esa pena después de la de muerte, y conformando tanto ambos vocablos con los latinos de stigma y stigmare que denotan la marca con hierro, no era fuera de camino atribuir a estema y estemar la equivalencia que les hemos señalado. - Escrita esta nota hemos visto con placer que Ducange en su GLOSSARIUM incluye estema y extema, añadiendo membri, ut videtur, abscissio, mutilatio. interpretación del todo conforme con la nuestra, y acerca de la cual viene hasta cierto punto en comprobación el artículo Membrum del REPERTORIO de Miguel del Molino impreso en Zaragoza 1585.

ESTEPILLA. n. Planta: llámase también estrepilla.

ESTERNO. n. Véase cisterno.

ESTERZA. n. Cada uno de los trozos o suertes en que se dividen para su arriendo o aprovechamiento algunos montes.

ESTORNIJA. a. Tala, juego de muchachos.

ESTRAL. n. Destral. (Hacha). - El diccionarista Rosal trae la palabra destraleja o achuela, (hachuela), que ya el vulgo (dice) llama estraleja.

ESTRAPALUCIO. n. Baraúnda, ruido, desorden. (Estrapalussi)

ESTRÉBEDES. d. Trébedes. (trípode, 3 pedem, tres potes, tres peus)

ESTRÉBEDES. d. Trébedes. (trípode, 3 pedem, tres potes, tres peus)


ESTREMEZO. a. Estremecimiento.

ESTRENAS. c. Augetas en sentido de gratificación.

ESTREÑIR. d. Entornar o medio cerrar una puerta. - Nunca hemos oído esta acepción.

ESTREUDES. d. Trévedes. (Trébedes)

ESTREYTO. n. Obligado, según Blancas. (Estret, strenyer)

ESTRIBERA. n. Se dice medias de estribera por las que van sujetas al pie con una trabilla o como estribo a manera de los botines: equivale a la palabra peal.

ESTRICALLAR. d. Hacer pedazos.

ESTRIPACUENTOS. n. El que suele interrumpir inoportunamente al que lleva la palabra.

ESTROPICIO. n. Desperfecto, desorden.

ESVARARSE. n. Resbalarse. La Academia admite desvarar usado en ese sentido: Peralta dice esbarar.

ESVARIZAR. n. Resbalar: se usa principalmente como recíproco. (esvarizarse)

ESVARIZÓN. n. Resbalón. (Rellissada)

ESVIRAR. d. Bruñir.

EXARlCO. n. Colono: se emplea esta voz en los cuerpos de derecho aragonés y se halla también en Blancas.

EXCIBIR. n. Eximir.

EXCREX. a. Aumento o firma de dote que consiste en la cesión que hace el marido de una parte de sus propios bienes para asegurar el dote de su mujer. Asso escribe excriex: el plural es excrez. (creix : aumente)

EXCUSADO. n. Retrete, secreta. (Escusado)

EXCUSÓN, n. tiene el mismo significado que forrón, y es también voz local que se usa principalmente por la gente rústica en algunos pueblos del alto Aragón, en donde el lenguaje aragonés difiere del castellano mucho más que el que comúnmente se habla en Aragón y se define en este diccionario.

EXHIBITA. a. Exhibición.

EXIGIDERO. a. Exigible.

EXPORGA. n. Expurgo.

EXPORGAR. n. Expurgar. - n. Soltar los árboles y las vides parte de su fruto naciente. (Esporgá es tallá rames, chupóns o pullissos; esporgo, esporgues, esporgue, esporguem o esporgam, esporguéu o esporgáu, esporguen)

EXTENUACIÓN. n. Pena de muerte por hambre, sed y frío, que los Sres. feudales de potestad absoluta podían imponer a sus vasallos de signo servicio.

EXTENUAR. n. Imponer la pena de muerte por hambre, sed y frío.

EXTRACTA. a. Traslado fiel de cualquiera escritura o instrumento público.

EXTRAER. a. Sacar traslado de alguna escritura.

jueves, 28 de enero de 2021

JORNADA DÉSSIMA. NOVELA CUARTA.

JORNADA DÉSSIMA. NOVELA CUARTA.

Micer Gentile dels Carisendi, arribán de Módena, trau de la sepultura a una dama volguda per nell, donada per morta y enterrada, la que, confortada, parix un fill mascle, y micer Gentile an ella y a son fill los restituix a Niccoluccio Caccianernici, lo seu home.

Maravillosa cosa los va pareixe a tots que algú fore generós hasta en la seua propia sang: y van afirmá que verdaderamen Natán habíe sobrepassat la generosidat del rey de España y la del abat de Cluny. Después, lo rey, mirán a Laureta, li va amostrá que volíe que narrare ella, aixina que Laureta va escomensá:
Joves siñores, magnífiques y majes han sigut les histories contades, y me pareix que no mos quede mol pera di a natros (tan ocupat está tot per la excelensia de les magnifissensies contades) si no se parle de assuntos de amor, que a tota classe de narrassió oferixen abundantíssima copia. Y per naixó tos contaré un gesto de magnifissensia fet per un enamorat, que, si be u consideráu, no tos pareixerá menos que los mostrats, si es verdat alló de que los tessoros se donen, les enemistats se olviden y se fique la propia vida, lo honor y la fama, que es mol mes, en mil perills per a pugué posseí la cosa amada.

Micer Gentile dels Carisendi, arribán de Módena, trau de la sepultura a una dama volguda per nell, donada per morta y enterrada, la que, confortada, parix un fill mascle, y micer Gentile an ella y a son fill los restituix a Niccoluccio Caccianernici, lo seu home.

Va ñabé a Bolonia, nobilíssima siudat de la Lombardía, un caballé mol digne de considerassió per la seua virtut y noblesa de sang, que se díe micer Gentile dels Carisendi. Este, de una noble Siñora de nom doña Catalina, dona de un tal Niccoluccio Caccianernici, se va enamorá; y com no ere correspongut per l´amor de la Siñora, desesperat y sen cridat per la siudat de Módena, allí que sen va aná. En este tems, no están Niccoluccio a Bolonia, y habénsen la seua dona anat a una possessió seua a unes tres milles de la siudat perque estabe embarassada o preñada o grávida, va passá que li va sobrevindre un patatús, de tanta forsa que va apagá en ella tota siñal de vida, y per naixó un meche la va doná per morta; y com los seus paréns mes arrimats díen que sabíen per nella que no fée prou tems que estabe preñada pera que la criatura puguere está formada, tal com estabe, a una sepultura de una iglesia veína, después de mols plos, la van enterrá.
Aixó, inmediatamen, per un amic seu li va sé fet sabé a micer Gentile, que se va doldre mol, diénse an ell mateix: «doña Catalina, ara que estás morta, com yo, mentres vas viure, may vach pugué obtindre de tú ni una mirada, com no podrás prohibímu, morta com estás, te arrencaré algún beset.» Y dit aixó, sén ya de nit, organisán les coses pera que la seua anada fore secreta, montán a caball en un criat seu, sense parás un momén, van arribá aon estabe sepultada la dama; y obrín la sepultura, an ella en cuidadet y cautela va entrá, y gitánse a la seua vora, la seua cara va arrimá a la de la Siñora y moltes vegades, derramán moltes llágrimes, la va besá. Pero aixina com veém que la ganeta dels homens no té may cap límit, sino que sempre vol mes, y espessialmén la dels amáns, habén este dessidit no quedás allí, se va di: «¡Bah!, ¿per qué no li toco, ya que estic aquí, una mica les mamelles? No podré tocála mes y may la hay tocat.»

Vensut, pos, per estes ganes, li va ficá la ma al pitral y tenínla allí durán un rato, li va pareixe notá que an alguna part li bategáe lo cor; y, después de desfés de la temó, buscán en mes atensió, va vore que no estabe morta, encara que lo pols fore mol débil; per lo que, lo mes cuidadosamen que van pugué, ell y lo seu criat la van traure del monumén, la van colocá al caball, y secretamen la van portá a Bolonia. Estabe allí sa mare de Gentile, valerosa y discreta Siñora, que después de escoltáu tot de boca de son fill, moguda per la compassió, amagatontes, en foguerades y en algúns bañs caléns, an aquella li va torná la desmayada vida.
Al torná en sí, va suspirá la Siñora y va di:

- ¡Ay!, ¿aón estic?

A lo que la valerosa Siñora va contestá:

- Tranquilísat, estás a bon puesto.

Ella, una mica recuperada, mirán al voltán, sense sabé aón estabe y veén dabán della a micer Gentile, mol extrañada li va preguntá a la mare de este de quína manera habíe ella arribat allí, y micer Gentile en orden lay va contá tot. De lo que dolénse ella, después de un rato li va doná les grassies y después li va demaná, per l´amor que li habíe tingut y per cortessía, que respetare lo seu honor y lo del seu home, y al arribá lo día, que la dixare torná a casa seua; a lo que micer Gentile va contestá:

- Siñora, consevol que lo meu dessich haigue sigut en tems passats, no vull al presén ni may daquí abán (ya que Deu me ha consedit esta grassia que de la mort a la vida tos ha tornat a mí, sén lo motiu l´amor que tos hay tingut) tratátos ni aquí ni a datra part mes que com a una "cara" germana. Pero lo benefissi que tos hay fet esta nit mereix algún galardó; y per naixó vull que no me neguéu una grassia que tos demanaré.

A lo que la Siñora benignamen va contestá que estabe disposada an alló si se podíe y ere honesto. Micer Gentile va di entonses:

- Siñora, tots los vostres paréns y hasta tots los boloñesos creuen y tenen per sert que estáu morta, per lo que no ña dingú que tos espero a casa; y per naixó vull demanátos com a grassia que vullgáu quedátos aquí de amagatóns en ma mare hasta que yo torna de Módena, que sirá pronte. Y la raó per la que tos u demano es perque vull, en presensia de los millós siudadáns de esta siudat, fé de vos un pressiós y solemne don al vostre home.

La dama, sabén que estabe obligada al caballé y que la petissió ere honesta, encara que volíe alegráls en la seua vida la dels seus paréns, se va disposá a fé alló que micer Gentile demanabe, y aixina lay va prometre y li va doná la seua paraula. Y apenes habíe acabat de parlá cuan va trencá aigües y va notá que lo tems de parí habíe arribat; per lo que, ajudada per sa mare de micer Gentile, al poc rato va parí un hermós mascle, lo que va redoblá la alegría de micer Gentile y la seua. Micer Gentile va maná que se prepararen les coses nessessaries y que ella fore atenguda com si fore la seua dona, y sen va entorná cap a Módena secretamen. Acabat allí lo tems del seu ofissi y tenín que torná a Bolonia, va fé que, lo matí que teníe que entrá a Bolonia, se preparare un gran convit a casa seua pera mols nobles de Bolonia, entre los que estabe Niccoluccio Caccianernici; y habén tornat y ficat lo peu an terra y trobánse en ells, habén tamé trobat a la Siñora mes hermosa y mes llustrosa que may y que lo seu fill estabe be, en alegría incomparable als seus convidats va assentá a la taula y los va fé serví magníficamen mols manjars. Y están ya casi acabán de minjá, habénli dit ell abáns a la Siñora lo que intentabe fé y habén arreglat en ella la manera en la que se faríe, va escomensá a parlá aixina:

- Mons siñós, men enrecordo de habé escoltat alguna vegada que a Persia ña una costum, honrada segóns lo meu juissi, que es que cuan algú vol honrá mol al seu amic lo invite a casa seua y allí li amostre la cosa mes pressiada que té, sigue la seua dona, la seua amiga, o la seua filla, ¡afirmán que, si puguere, tal com li mostre alló, en mol mes agrado li mostraríe lo seu cor!; esta costum vull seguí yo a Bolonia. Vatros, per vostra mersé, hau honrat lo meu convit acudín, y yo vull honrátos a la manera persa, amostrántos la cosa mes apressiada que ting al món y que sempre tindré. Pero abáns de féu, tos rogo que me digáu lo que opinéu de una duda que tos vach a plantejá. Ña una persona que té a casa a un bo y fiel criat que se fique mol dolén; este, sense esperá a vore lo final del criat dolén lo fa portá al mich del carré y no se preocupe mes dell; ve un extrañ y, mogut per la compassió, sel emporte a casa seua y en gran solissitut y en gastos lo torne a la seua salut; voldría yo sabé ara si, guardánlo per an ell y ficánlo al seu servissi, lo seu siñó podríe doldres o queixás del segón si, al demanálay, no vullguere tornálay.

Los gentilhomens, después de uns cuans raonaméns entre ells y concurrín tots en la mateixa opinió, li van encarregá la resposta a Niccoluccio Caccianernici, que ere un oradó mol bo y templat. Este, alabán la costum persa, va di que ell y los demés estaben de acord en esta opinió: que lo primé siñó ya no teníe cap dret sobre lo seu criat, ya que lo habíe abandonat y apartat dell, y que per los benefissis ressibits del segón de justissia pareixíe habé passat a sé lo seu criat; per lo que, guardánsel, cap mal, forsa o injuria li fée al primé. Los demés homens que estaben a la taula, que tots eren homens valerosos, van afirmá que sosteníen lo que habíe contestat Niccoluccio.
Lo caballé, contén en tal resposta y que Niccoluccio la haguere donat, va di que ell tamé ere de aquella opinió, y después va di:

- Ya es hora de que segóns la meua promesa tos honra.

Y cridán a dos dels seus criats, los va enviá a buscá a la Siñora, a la que habíe fet vestí y adorná egregiamen, y ella va acudí a alegrá als homens nobles en la seua presensia, portán als brassos al seu hermossíssim fillet, acompañada dels criats. Se va assentá a la vora de un dels gentilhomens, y ell va di: - Siñós, esta es la cosa mes pressiada que ting y que vull tindre mes que cap atra; veigáu si tos pareix que ting raó.

Los atres nobles, honránla, loánla, y sobre tot miránla mol, mols hagueren dit quí ere si no la tingueren per morta; sobre tot la mirabe Niccoluccio, que volíe sabé quí ere ella, y sense pugués aguantá li va preguntá an ella si ere boloñesa o forastera. La Siñora, sentín que lo seu home li preguntabe, en molta faena se va aguantá de contestáli, pero pera seguí la orden que li habíen donat, va callá. Algún atre li va preguntá si ere seu aquell chiquet, y algún atre si ere la dona de micer Gentile o parenta; tampoc va doná cap resposta. Tornán micer Gentile, li va di un dels seus invitats:

- Siñó, hermosa cosa es esta vostra, pero pareix muda; ¿u es?
- Siñós - va di micer Gentile -, lo no habé parlat ella es bona proba de la seua virtut.
- Diguéumos, pos, vos – va seguí lo mateix - quí es.

Va di lo caballé:

- U faré de bon grado si me prometéu que per res que diga dingú se mourá del seu puesto hasta que acaba la meua historia.

Habénu prometut tots, y habén ya desparat les taules, micer Gentile, assentánse a la vora de la Siñora, va di:

- Siñós, esta Siñora es aquell criat leal y fiel del que tos hay fet antes una pregunta; ella, poc estimada per los seus, com ya no ere útil la van aventá al mich del carré, y va sé arreplegada per mí y en la meua solissitut y obres va sé arrencada de les mans de la mort; y Deu, mirán lo meu pur afecte, la ha feta passá de cos espantable a hermosa com la veéu. Pero pera que entengáu be cóm me ha passat aixó, tos u aclariré.

Y escomensán desde lo seu enamoramén della, los va contá tot lo que habíe passat hasta allavonses, en gran maravella de los oyéns, y después va afegí:

- Per naixó, si no hau cambiat la opinió que teníeu fa un rato, y espessialmen Niccoluccio, esta dona mereixcudamen es meua, y dingú me la pot reclamá en títul just.
An aixó dingú va contestá, esperaben tots lo que diríe después. Niccoluccio y los demés que allí estaben, y la Siñora ploraben de compassió; pero micer Gentile, ficánse de peu y prenén als brassos al chiquet y a la Siñora de la ma y anán cap a Niccoluccio, li va di:
- Compare, no te torno a la teua dona, a la que los seus paréns y los teus van aviá al carré, sino que te dono an esta Siñora, la meua comare, en este fillet seu, que va sé engendrat per tú y al que vach aguantá al batech y li vach ficá de nom Gentile: te rogo que perque haigue estat a casa meua prop de tres mesos no te sigue menos volguda; te juro per lo Deu que potsé va fé enamorám della pera que lo meu amor fore, com ha sigut, la ocasió de la seua salvassió, que may ni en son pare ni en sa mare ni en tú mes honestamen ha viscut de lo que u ha fet están en ma mare a casa meua.
Y dit aixó, se va girá cap a la Siñora y li va di:

- Siñora, ara ya de totes les promeses que me hau fet tos libero y libre tos dixo en Niccoluccio. Y habénli tornat a la dona y al chiquet a Niccoluccio, va torná a assentás. Niccoluccio va ressibí a la seua dona y a son fill, mol mes dichós perque lluñ estabe de esperáls; y lo milló que va pugué y va sabé li va doná les grassies al caballé; y los demés, que tots ploraben de compassió, lo van alabá mol per naixó, y tamé lo van alabá tots los que u van sentí. La Siñora, en maravillosa festa va sé ressibida a casa seua y com a ressussitada va sé mol tems mirada en admirassió per los boloñesos; y micer Gentile sempre va sé amic de Niccoluccio y de tots los seus paréns.
¿Qué diréu, pos, benignes siñores? ¿Creéu que lo habé donat un rey lo seu cetro y la seua corona, y un abat sense que res li costare habé reconsiliat a un bandido en lo Papa, y un agüelo arrimá lo garganchó a la espasa del enemic, són dignes de igualá la acsió de micer Gentile?
Este radé, jove y fogós, pareixénli que teníe dret an alló que uns atres habíen aventat y ell per la seua bona fortuna habíe arreplegat, no sol va acorá honestamen lo seu foc, sino que liberalmen lo que solíe en tot lo seu pensamén tratá de robá, tenínu, u va restituí.
Per sert que cap de les abáns contades me pareix que se assemello an esta.

domingo, 17 de enero de 2021

JORNADA NOVENA. NOVELA SÉPTIMA.

JORNADA NOVENA. NOVELA SÉPTIMA.

Talano de Imola ensomie que un llop li esgarre tota la cara y la gola de la seua dona; li diu que paro cuenta; ella no u fa y li passe aixó.


Talano de Imola ensomie que un llop li esgarre tota la cara y la gola de la seua dona; li diu que paro cuenta; ella no u fa y li passe aixó.

Habén acabat la historia de Pánfilo y sén alabada per tots la invensió de la dona, la reina li va di a Pampínea que contare la seua, que escomensáe aixina:
Un atra vegada, amables siñores, sobre la verdat demostrada per los somnis, dels que mols sen enfoten, se ha parlat entre natros; y sin embargo, encara que ya se haigue dit, tos contaré una historieta mol curta de lo que li va passá a una veína meua, no fa encara mol tems, per no creure en un somni que habíe tingut lo seu home.

No sé si vatres vau coneixe a Talano de Imola, home mol honrat. Este, habén pres per dona a una jove de nom Margarita, mes hermosa que totes les demés, pero, sobre tot, mol caprichosa y dessustansiada, que no volíe fé res al gust de dingú, ni los demés podíen féu al seu gust. Aixó, que li resultabe mol pesat a Talano, sense pugué fé datra cosa, u patíe en silensio, com les morenes o almorranes. Va passá una nit, están Talano en esta Margarita seua al campo, a una de les seues possessións, que están ell dormín li va pareixe vore a la seua dona aná per un bosquet mol hermós que estabe no massa lluñ de la masada; y mentres la veíe caminá aixina, li va pareixe que de una part del bosc eixíe un gran y furo llop, que rápidamen li saltabe a la gola y la tirabe an terra, y ella, demanán ajuda, se esforsabe en tráuressel de damún; y cuan se va pugué escapá de les dens del llop, tota la cara y la gola li va pareixe que teníe destrossades.
Eixecánse en son demá, li va di a la seua dona: - Dona, encara que la teua manera de sé no me hague permitit may passá un día en pas en tú, sentiría mol que te passare algún mal; y per naixó, si confíes en lo meu juissi, no eixirás avui de casa. Y preguntánli ella lo perqué, li va contá lo seu somni. La dona, movén lo cap, va di: - Lo qui mal te vol mal te ensomie; mol te compadixes de mí, pero me ensomies com voldríes vórem; y per sert que me guardaré, avui y sempre, de donát lo gust en este o en datre mal.
Va di entonses Talano: - Ya sabía yo que me contestaríes assó, perque aixina li paguen al que críe corvs, créute lo que vullgues, yo tu dic pel teu be, y te torno a advertí que te quedos avui a casa, o per lo menos, que ten guardos de caminá pel bosquet.

La dona va di: - Está be.

Y después va escomensá a dís an ella mateixa:

«¿Has vist en quína malissia se creu este que me ha fet temó, que no vaiga avui al nostre bosquet, aon segú que té alguna sita en consevol desgrassiada, y no vol que lo enchampa allí? ¡Oh, qué bon romansé que es!, y ben tonta siría yo si mel creguera.
Pero no u conseguirá; ting que vore, encara que tinga que estám allí tot lo día, quína classe de comers es lo que vol fé avui.»
Y después de habé pensat aixó, eixín lo home per una porta de la casa, va eixí ella per un atra, y de amagatóns, sen va aná cap al bosque y allí, a la part aon mes brosquill ñabíe, se va amagá, están atenta y mirán, ara aquí, ara allá, per a vore si veíe vindre an algú.
Y mentres estabe de esta guisa, sense cap temó dels llops, de una matissa li ix un llop gran y terrible, y no va pugué ella, en cuan lo va vore, di mes que: «¡Siñó, ajúdam!», que lo llop ya se li habíe aviát a la gola y, mossegánla en forsa, va escomensá a emportássela de allí com si fore un corderet. Ella no podíe quirdá (tan apretat teníe lo garganchó), ni deféndres; per lo que, enduénsela lo llop, sense falta la haguere estrangulat o escañat si no se haguere topetat en uns pastós, que, cridán, lo van obligá a soltála; y ella, pobra desgrassiada, reconeguda per los pastós y portada a casa seua, después de mols llargs esforsos va sé curada per los meches, pero tota la gola y una bona part de la cara se li van quedá espentolades de tal manera que sén primé mol guapa, se va quedá después feíssima y deformada. Per lo que ella, avergoñínse de apareixe aon puguere sé vista, moltes vegades va plorá la seua suspicassia y lo no habéli fet cas al somni del seu home.

lunes, 28 de diciembre de 2020

Los sans inosséns, llibre segón

Llibre segón.

Paco, lo Baixet.

Si hagueren viscut sempre al cortijo potsé les coses hagueren passat de un atra manera, pero a Crespo, lo Guarda Majó, li agradáe adelantá a un a la Raya de lo de Abendújar per si les mosques y a Paco, lo Baixet, com qui diu, li va tocá la china y no es que li incomodare per nell, que an ell igual li donáe un puesto que un atre, pero sí per los sagals, a vore, per la escola, que en la Charito, la chiqueta Menuda, ne teníen prou y li díen la chiqueta Menuda a la Charito encara que, en verdat, fore la chiqueta mes gran, y los chiquets, mare, ¿per qué no parle la Charito?, ¿per qué no camine la Charito, mare?, ¿per qué la Charito se embrute les bragues?, preguntaben a cada pas, y ella, la Régula, o ell, o los dos a coro, pos perque es mol menudeta la Charito, a vore, per contestá algo, ¿quína atra cosa podíen díls?, pero Paco, lo Baixet, aspirabe a que los sagals se ilustraren, adeprengueren, que lo Hachemita assegurabe a Cordovilla, que los sagals podíen eixí de pobres en un polset de coneiximéns, y inclús la propia Siñora Marquesa, volén erradicá lo analfabetismo del cortijo, va fé vindre durán tres estius seguits a dos señoritos de la siudat pera que, al acabá les faenas cotidianes, los ajuntaren a tots al porche de la corralada, als pastós, als gorrinés, als esbatussadós, als muleros, als gañáns y als guardes, y allí, a la crúa llum del cresol, en les mosques cagadores y les polilles voltán la llum, los enseñaren les lletres y les seues mil misterioses combinassións, y los pastós, y los gorrinés, y los esbatussadós y los gañáns y los muleros, cuan los preguntaben, díen, la B en la A fa BA, y la C en la A fa ZA, y, entonses, los señoritos de la siudat, lo siñoret Gabriel y lo siñoret Lucas, los corregíen y los desvelaben les trampes, y los díen, pos no, la C en la A, fa KA, y la C en la I fa CI y la C en la E fa CE y la C en la O fa KO, y los gorrinés y los pastós, y los muleros, y los gañáns y los guardes se díen entre ells desconsertats, tamé tenen unes coses, pareix que als señoritos los agrado fótremos lo pel, pero no se atrevíen a eixecá la veu, hasta que una nit, Paco, lo Baixet, se va arreá dos copes al pap, se va encará en lo siñoret alt, lo de les entrades, lo del seu grupo, y, obrín los forats del seu nas chato (per aon, com díe lo siñoret Iván, los díes que estabe de bones, se li veíe lo servell), va preguntá, siñoret Lucas, y ¿a cuento de qué eixos caprichos? y lo siñoret Lucas va arrencá a riure en unes carcañades incontrolades, y, al final, cuan se va calmá un poc, se va limpiá los ulls en lo mocadó y va di, es la gramática, escolta, lo perqué pregúntalay als académics, y no va aclarí res mes, pero, ben mirat, aixó no ere mes que lo escomensamén, que una tarde va arribá la G y lo siñoret Lucas los va di, la G en la A fa GA, pero la G en I fa Ji, com la rissa, y Paco, lo Baixet, se va enfadá, que aixó ya estáe de mes, collóns, que ells eren ignoráns pero no tontos y a cuento de qué la E y la I habíen de portá sempre trate de favor y lo siñoret Lucas, venga a riure, que se destornillabe lo home de la rissa que li donáe, una rissa espasmódica y nerviosa, y, com de costum, que ell ere un mindundi y que eixes eren regles de la gramática y que ell res podíe fé contra les regles de la gramática, pero que, en radera instánsia, si se sentíen defraudats, escrigueren als académics, ya que ell se limitabe a exposáls les coses tal com eren, sense cap espíritu analític, pero a Paco, lo Baixet, estos despropósits li féen pedre l´oremus y la seua indignassió va arribá al cormull cuan, una nit, lo siñoret Lucas los va dibuixá en primor una H mayúscula a la pizarra, y después de pegá fortes palmotades pera captá la seua atensió y ficá silénsio, va advertí, mol cuidadet en esta lletra; esta lletra es un cas únic, no té pressedéns, amics; esta lletra es muda, y Paco, lo Baixet, va pensá pera nell, mira, com la Charito, que la Charito, la chiqueta Menuda, may díe esta boca es meua, que no parláe la Charito, que únicamen, de cuan en cuan, emitíe un gemec llastimós que sorolláe la casa hasta los seus solaméns, pero dabán de la manifestassió del siñoret Lucas, Facundo, lo Gorriné, va crusá les seues mans com a manoples damún del seu estómec abultat y va di, ¿qué vol dí aixó de que es muda?, te fiques a mirá y tampoc les atres parlen si natros no les prestam la veu, y lo siñoret Lucas, lo alt, lo de les entrades, que no sone, vaiga, que es com si no estiguere, no pinte res, y Facundo, lo Gorriné, sense alterá la seua postura de abat, ésta sí que es bona, y ¿pera qué se fique entonses?, y lo siñoret Lucas, cuestió de estética, va reconeixe, sol pera adorná les paraules, pera evitá que la vocal que la seguix se quedo desamparada, pero aixó sí, aquell que no asserte a colocála al seu puesto incurrirá en falta de lesa gramática, y Paco, lo Baixet, fet un lío, cada vegada mes confundit, pero, pel matí, ensilláe la yegua y a vigilá les fites, que ere lo seu, encara que desde que lo siñoret Lucas va escomensá en alló de les lletres se va transformá, que anáe com encantat lo home, sense assertá a pensá en datra cosa, y en cuan se alluñaé un galop del cortijo, descabalgabe, se assentáe a la sombra de un alborsé y a cavilá, y cuan les idees se li embolicáen al cap unes en atras com les sireres, recurríe a les pedretes, y los codolets blangs eren la E y la I, y los grisos eren la A, la O y la U, y, entonses, se liabe a fé combinassións pera vore cóm teníen que soná les unes y les atres, pero no se aclaríe y a la nit, confiabe les seues dudes a la Régula, a la márfega y, insensiblemen, de unes coses passabe a unes atres y la Régula, para quieto, Paco, lo Rogelio está desvelat, y si Paco, lo Baixet, insistíe, ella ae, estáte cotet, ya no estam pera joguets, y, de repén, sonabe lo desgarrat crit de la chiqueta Menuda y Paco se inutilisabe, pensán que algún mal amagat debíe de tindre ell als baixos pera habé engendrat una chiqueta inútil y muda com la hache, que menos mal que la Nieves ere espabilada, que a la Nieves, les coses, ell se habíe resistit a batejála en este nom tan blang, no li pegabe, vaiga, sén ell tan moreno y moruno, y haguere preferit ficáli Herminia, com la agüela o yaya, o consevol atre nom, pero lo estiu aquell fée un sol que badáe les roques, y don Pedro, lo Périt, insistíe que les temperatures ni de nit baixaben de 35 grados, y que vaya estiuet, mare, que no sen enrecordabe de atre igual, que se fregíen hasta los muixóns volán, y la Régula, de per sí fogosa, se queixáe, ¡ay Virgen, quína calina mes gran!, y que no corre ni una bufadeta de aire ni de día ni de nit, y después de abanicás un rato en un paipai, movén sol la falange del dit gros dret, aplanat com una espátula, afegíe, aixó es un cástic, Paco, y yo li demanaré a la Virgen de las Nieves que acabo este cástic, pero la canícula no sedíe y un domenge, sense dílay a dingú, se va arrimá al Almendral, aon lo Mago, y a la tornada, li va di a Paco, Paco, lo Mago me ha dit que si esta pancha es femella li fica Nieves, no sigue que, per contrariá lo meu dessich, me ixque la cría en un antojo, y Paco sen va enrecordá de la chiqueta Menuda y va está de acuerdo, pos bueno, que sigue Nieves, pero la Nieves, que desde mocosa llimpiabe la porquería de la impedida y li rentáe les bragues, no va arribá a aná a la escola del Patronato perque per aquell entonses anaben ya a la Raya de lo de Abendújar y Paco, lo Baixet, cada matí, antes de ensillá, li enseñabe a la mosseta cóm se ajuntáen la B en la A y la C en la A y la C en la I, y la sagala, que ere mol espabilada, aixina que va arribá la Z y li va di, la Z en la I fa CI, va contestá sense pensásu, eixa lletra sobre, pare, pera naixó está la C, y Paco, lo Baixet, sen enríe y procurabe unflá la rissa, solemnisála, imitán les carcañades del siñoret Lucas, aixó cóntalsu als académics, y, per les nits, unflat de satisfacsió, li díe a la Régula, esta sagala veu creixe la herba, y la Régula, que ya per entonses se habíe ficat tan pechugona com les pechúa de Beseit, comentabe, a vore, trau lo talento seu y lo de l´atra, y Paco, ¿quína atra?, y la Régula, sense pedre la seua flema habitual, ae, la chiqueta Menuda, ¿en qué estás pensán, Paco?, y Paco, lo teu talento trau, y escomensáe a magrejála, y ella, ae, cotet, Paco, los talentos no están ahí, y Paco, lo Baixet, tórnay, engolosinat, hasta que, de repén, lo bram de la chiqueta Menuda rasgabe lo silénsio de la nit y Paco se quedabe parat com un estaquirot, desarmat, y finalmen, díe, Deu te guardo, Régula, y que descansos, y, en los añs, se anáe acostumbrán a la Raya de lo de Abendújar, y a la barraca blanca en la parra de moscatell, y al cobertís, y al pou, y al tremendo roble fénli sombra, y als roquissals escampats dels primés ramals de la montaña, y al riuet de aigüas tibies en les tortugues a les vores, pero un matí de octubre, Paco, lo Baixet, va eixí a la porta, com tots los matíns, y només ixí, ve eixecá lo cap, va obrí be los nassos y va di, se arrime un caball, y la Régula, al seu costat, se va fé visera als ulls en la ma dreta y va mirá llun, ae, no se veu a dingú, Paco, pero Paco, lo Baixet, continuabe ensumán, com un sabuesso, lo Crespo es, si no me equivoco, va afegí, perque Paco, lo Baixet, segóns díe lo siñoret Iván, teníe lo nas mes fi que un pointer, que ventáe de llarg, y en efecte, no habíe passat ni un cuart de hora, cuan se va presentá a la Raya, Crespo, lo Guarda Majó, Paco, lía lo petate que ten entornes al cortijo, li va di sense mes preámbuls, y Paco, ¿y aixó?, que Crespo, don Pedro, lo Périt, u ha manat, a michdía baixará lo Lucio, tú ya has cumplit, y, en la fresca, Paco y la Régula van amontoná les seues coses al carromato y van empendre la tornada y a dal de tot, acomodats entre los madalaps de borra de llana, anáen los sagals y, a detrás, la Régula en la chiqueta Menuda, que no paráe de cridá y torsíe lo cap, ara cap a un costat, ara cap al atre, y les seues flaques cametes impedides assomaben daball de la bata, y Paco, lo Baixet, montat a la seua yegua, los donabe escolta, velán en orgull la retaguardia, y li díe a la Régula eixecán mol la veu pera dominá lo tantarantán de les rodes a les roderes, entre crits y brams de la chiqueta Menuda, ara la Nieves mos entrará al colegio y Deu sap aón pot arribá en lo espabilada que es, y la Régula, ae, ya vorem, y, desde la seua atalaya, afegíe Paco, lo Baixet, los sagals ya tenen edat de traballá, sirán una ajuda pera la casa, y la Régula, ae, ya vorem, y continuabe Paco, lo Baixet, exaltat en lo traqueteo y la novedat, igual la casa nova té una alcoba mes y podrem torná a sé jóvens, y la Régula suspirabe, acunabe a la chiqueta Menuda y li esbarráe los mosquits a manotades, mentres, per damún de los negres carrascals, se enseníen una a una les estrelles y la Régula mirabe cap amún, tornabe a suspirá y díe, ae, pera torná a sé jóvens tindríe que callá ésta, y en cuan van arribá al cortijo, Crespo, lo Guarda Majó, los aguardabe al peu de la vella casa, la mateixa que habíen abandonat sing añs atrás, en lo pedís jun a la porta tot lo llarg de la fachada, y les dixades eres de geranios y, al mich, l´oró de sombra calenta, y Paco u va mirá tot apenat y va moure lo cap com negán y después va baixá los ulls, ¡qué li ham de fé! va di resignadamen, y, poc mes allá, donán ordens, anabe don Pedro, lo Périt, y bona nit, don Pedro, aquí tornam a está pera lo que vosté mano, bona nit mos dono Deu, Paco, ¿sense novedat a la Raya? y Paco, sense novedat, don Pedro, y conforme descarregaben, don Pedro los anabe seguín del carro a la porta y de la porta al carro, dic, Régula, que tú haurás de atendre la tanca, com abáns, y apartála en cuan séntigues lo coche, que ya saps que ni la Siñora, ni lo siñoret Iván avisen y no los agrade esperá, y la Régula, ae, a maná, don Pedro, pera naixó estam, y don Pedro, de matinet soltarás los pavos y rascarás la gallinassa, que sinó no ña Deu que aguanto en esta pudina, cóm put, y ya saps que la Siñora es bona pero li agráen les coses al seu puesto, y la Régula, ae, a maná, don Pedro, pera naixó estem, y don Pedro, lo Périt, va continuá donánli instrucsións, y no parabe de donáli instrucsións y, al acabá, va torse lo cap, se va mossegá la galta esquerra y se va quedá com atascat, com si se dixare algo importán, y la Régula sumisamen, ¿alguna cosa mes, don Pedro? y don Pedro, lo Périt, se mossegáe nerviosamen la galta y giráe los ulls cap a la Nieves pero no díe res y al final, cuan pareixíe que anáe a marchá sense despegá los labios, se va girá cap a la Régula, aixó es cosa apart, Régula, en realidat éstes son coses pera tratá entre dones, pero... y la paussa se va fé mes llarga, hasta que la Régula, sumisamen, vosté dirá, don Pedro, y don Pedro, me referixco a la chiqueta, Régula, que la chiqueta be podríe pegáli un ma a casa a la meua siñora, que, ben mirat, ella se acobarde pera les coses del hogar, va sonriure ágramen, y la chiqueta ya está creixcuda, que ña que vore cóm s´ha ficat la chiqueta ésta en poc tems, y, segóns parlabe don Pedro, lo Périt, Paco, lo Baixet, se anáe desunflán com un globo, com la seua virilidat cuan cridabe per la nit la chiqueta Menuda, y va mirá cap a la Régula, y la Régula va mirá cap a Paco, lo Baixet, y al remat, Paco, lo Baixet, va obrí los nassos, va pujá los muscles, y va di, lo que vosté mano, don Pedro, pera naixó estam, y, de repén, sense vindre a cuento, a don Pedro, lo Périt, se li van dilatá les nines y va escomensá a desbarrá, com si vullguere amagás daball del alud de les seues propies paraules, que no parabe, que, ara tots volen sé señoritos, Paco, ya u saps, que ya no es com abáns, que avui dingú vol embrutás les mans, y uns a la capital y datres al extranjé, aon sigue, lo cas es no pará, la moda, ya veus tú, que se pensen que en aixó han resolt lo problema, imagínat que después resulte que, a lo milló, pasarán fam y se morirán de aburrimén, veus a sabé, que atra cosa, no, pero a la chiqueta a casa, no li ha de faltá res, no es perque yo u diga... la Régula y Paco, lo Baixet, assentíen en lo cap, y intercambiaben furtives mirades cómplices, pero don Pedro, lo Périt, no reparabe en alló, que estabe mol exitat don Pedro, lo Périt, y sén que estáu conformes, demá de matí esperam a la chiqueta a casa, y pera que no la trobéu a faltá y ella no se ómpligue, que ya sabem tots cóm se les gasten los sagals ara, per les nits pot dormí aquí, y después de moltes brassillades y aspavéns, don Pedro va colá y la Régula y Paco, lo Baixet, van escomensá a instalás en silénsio, y después van sopá y, al acabá la sena, se van assentá a la vora del foc, y, en eixe momén, va entrá Facundo, lo Gorriné, tamé tens corache, Paco, a la Casa de dal no te pare ni Deu, que ya coneixes a doña Purita, que pareix que la punchon en agulles de cap, lo histérica, que ni ell la aguante, va di, pero, com ni la Régula ni Paco, lo Baixet, van replicá, Facundo va afegí, no la coneixes, Paco, si no me creus pregúntali a la Pepa, que va está allí, pero la Régula y Paco continuaben muts com la h, y, en vista de assó, Facundo, lo Gorriné, va pegá mija volta y sen va aná, y de matí, la Nieves se va presentá puntualmen a la Casa de dal y al atre día lo mateix, hasta que aixó se va fé una costum y van escomensá a passá insensiblemen los díes, y, aixina que va arribá mach, se va presentá un día lo Carlos Alberto, lo fill mes gran del siñoret Iván, a fé la Comunió a la capelleta del cortijo y dos díes después, después de mols preparatius, la Siñora Marquesa en lo Obispo en la berlina gran, y la Régula, aixina que va obrí la tanca, se va quedá pasmada dabán de la púrpura, sense sabé qué fé, a vorem, que, en prinsipi, en ple desconsert, va pegá dos cabotades, va fé una genuflexió y se va santiguá, pero la Siñora Marquesa li va apuntá desde la seua altura inabordable, l´anell, Régula, l´anell, y entonses, la Régula se va minjá a besos lo anell pastoral, mentres lo Obispo sonreíe y apartabe la ma discretamen, y va atravesá les eretes plenes de flos y va entrá a la Casa Gran, entre les reverénsies dels gorrinés y los gañáns y, al día siguién, se va selebrá la festa per tot lo alt, y, después de la seremónia religiosa a la capelleta, lo personal se va ajuntá a la corralada, a minjá chocolate en migues y ¡viva lo siñoret Carlos Alberto! ¡viva la Siñora! cridáen, pero la Nieves no va pugué estáy perque estáe servín als invitats a la Casa Gran, y u fée en gran propiedat, que retirabe los plats bruts en la ma zurda y los renovabe en la dreta, y a la hora de oferí les fons se reclinabe o belcáe una miqueta per damún del muscle esquerro del comensal, lo antebrás dret a la esquena, sonrién, tot en tal garbo y discressió que la Siñora sen va fixá en ella y li va preguntá a don Pedro, lo Périt, de aón habíe tret aquella alhaja, y don Pedro, lo Périt, sorprés, la de Paco, lo Baixet, es, lo guarda, lo secretari de Iván, lo que va está hasta fa uns mesos a la Raya de lo de Abendújar la menuda, que se ha fet polla de repén, y la Siñora, ¿la de Régula? y don Pedro, lo Périt, exactamen, la de la Régula, Purita la va desburrá en cuatre semanes, la chiqueta es espabilada, y la Siñora no apartáe l´ull de la Nieves, observabe cada un dels seus moviméns, y, en una de éstes, li va di a la seua filla, Miriam, ¿ten has fixat en eixa mosseta? ¡quína planta, quíns modals!, pulínla un poc faría una bona primera donsella, y la siñoreta Miriam mirabe a la Nieves disimulán, verdaderamen, la chica no está mal, va di, si acás, pera lo meu gust, una mica mes de aquí, y se señalabe la pitralera, pero la Nieves, sofocada, consentrada en la faena, se sentíe transfigurada per la presénsia del chiquet, lo Carlos Alberto, tan rubio, tan majo, en lo seu traje blang de marinero, y lo seu rosari blang y lo seu misalet blang, de manera que, al servíli, li sonreíe extasiada, com si li sonriguere a un arcángel, y a la nit, en cuan va arribá a casa, encara que se trobabe tronsada y baldada per lo ajetreo del día, li va di a Paco, lo Baixet, pare, yo vull fé la Comunió, pero tan imperativamen, que Paco, lo Baixet, va fótre un bot, ¿qué dius? y ella, tossuda, que vull fé la Comunió, pare, y Paco, lo Baixet, se va portá les dos mans a la gorra com si pretenguere aguantás lo cap, ñaurá que parlá en don Pedro, chiqueta, y don Pedro, lo Périt, al sentí de boca de Paco, lo Baixet, la pretensió de la chica, va petá a riure, va ajuntá les palmes y lo va mirá fixamen als ulls, ¿en quína basse, Paco?, a vorem, parla, ¿quína basse té la chiqueta pera fé la Comunió?; la Comunió no es un capricho, Paco, es un assunto massa serio com pera péndreu a broma, y Paco, lo Baixet, se va belcá, si vosté u diu, pero la Nieves se mostrabe caborsuda, no se resignabe, y en vista de la actitut passiva de don Pedro, lo Périt, va apelá a doña Purita, siñoreta, hay cumplit catorse añs y séntigo per aquí dins com unes ansies, y, de primeres, doña Purita, la va observá en assombro, y, después, va obrí una boca mol roija, mol retallada, ¡quínes ocurrénsies, chiqueta! ¿no sirá un mosso lo que tú nessessites?, y va soltá una rissotada y va repetí, ¡quínes ocurrénsies! y, desde entonses, lo dessich de la Nieves se va pendre a la Casa de dal y la Casa Gran com un despropósit, y se fée aná com un recurs, y cada vegada que arribáen invitats del siñoret Iván y la conversa, per pitos o per flautes, se apagáe o se estiráe massa, doña Purita señalabe a la Nieves en lo seu dit índice, rosadet, llimpio com una patena, y exclamabe, pos ahí tenen a la chiqueta, ara li ha pegat per fé la Comunió, y, al voltán de la gran taula, una exclamassió de assombro y mirades divertides y un murmullo constán, com un revol, y al racó, una rissa sofocada, y, tan pronte com ixíe la chiqueta, lo siñoret Iván, la culpa de tot la té este dichós Concilio, y algún invitat paráe de minjá y lo mirabe fíxamen, com interrogánlo, y, entonses, lo siñoret Iván considerabe que teníe que explicá les idees de esta gen, se obstinen en que se les trato com a persones y aixó no pot sé, vatros u estáu veén, pero la culpa no la tenen ells, la culpa la té eixe dichós Concilio que los malmet, y en estos casos, y en atres pareguts, doña Purita ajuntáe los seus ulls negres de rímel, se giráe cap al siñoret Iván y li rosabe en la punta del seu nas respingón lo lóbulo de la orella, y lo siñoret Iván se inclinabe damún della y se assomabe descaradamen al hermós abismo del seu escote y afegíe per di algo, pera justificá de alguna manera la seua actitut, ¿qué opines tú, Pura, tú los coneixes? pero don Pedro, lo Périt, casi enfrente, los observabe sense clucá los ulls, se mossegáe la fina galta, se descomponíe y, una vegada que se retiraben los invitats, y doña Purita y ell se trobáen a soles a la Casa de dal, perdíe lo control, te fiques lo sostén que abulte y te obris l´escote sol cuan ve ell, pera provocál, ¿o es que creus que me chupo lo dit? renegáe, y, cada vegada que tornáen de la siudat, del sine o del teatro, la mateixa copla, antes de baixá del coche ya se sentíen les seues veus, ¡rabosa, mes que rabosa! pero doña Purita, canturrejabe sense féli cas, se apeabe del coche y se ficáe a fé momos y passos de ball a la escalinata, contonejánse, y díe mirán los seus peuets, si Deu me ha donat estes grássies, no soc yo dingú pera avergoñím de elles, y don Pedro, lo Périt, la perseguíe, les galtes colorades, blangs los pabellóns de les orelles, no se trate de lo que tens, sino de lo que enseñes, que eres tú mes espectácul que lo espectácul mateix, y venga, y fóli, y ella, doña Purita, may perdíe la compostura, entrabe al gran ressibidó, les mans a la sintura, balanseján exageradamen les caderes, sense pará de cantá y ell, entonses, tancáe de una portada, se arrimabe a la panoplia plena de armes y agarrabe la surriaca, ¡te vach a enseñá modals a tú! bramáe, y ella, se plantáe dabán dell, paráe de cantá y lo mirabe als ulls firme, desafián, yo sé que no te atrevirás, gallina, pero si algún día me tocares en eixa surriaga, ya pots aventám un galgo, díe, y tornabe a contonejás después de giráli la esquena y se encaminabe cap a les habitassións y ell, detrás, cridabe y tornabe a quirdá, fen brassillades, pero mes que crits eren los seus udols entretallats, y, en lo momén mes agut de la crissis, se li esbadocáe la veu, aviáe la surriaca damún de un moble, y arrencáe a plorá y, entre singlot y singlot, gañoláe, chales fénme patí, Purita, si fach lo que fach es per lo que te vull, pero doña Purita tornabe als seus momos y contoneos, ya tenim esseneta, díe, y, pera distráures, se encarabe en la gran lluna del armari y se contemplabe en diverses postures, movén lo cap, despelussánse lo pel y sonriénse cada vegada en mes generosidat hasta forsá les comisures dels labios, mentres don Pedro, lo Périt, se desplomabe de morros damún de la bánua del llit, amagabe la cara entre les mans y se arrencabe a pllorá com una criatura y la Nieves, que mes o menos habíe sigut testigo de la essena, arreplegáe les seues coses y tornáe a casa chino chano, y si per casualidat, trobáe despert a Paco, lo Baixet, li díe, bona la han armada esta nit, pare, la ha ficat de rabosa per amún, ¿don Pedro? apuntabe, incrédul, Paco, lo Baixet, don Pedro, díe la Nieves, y Paco, lo Baixet, se ficáe les dos mans al cap, com pera aguantássel, com si se ni haguere de aná volán, clucáe los ulls y díe templán la veu, chiqueta, a tú estos pleitos de la Casa de dal, ni te van ni te venen, tú allí, sentí, vore y callá, pero al día siguién de una de estes trifulques, se va selebrá al cortijo la batuda dels Sans, la mes sonada, y don Pedro, lo Périt, que ere un tiradó discret, no assertabe una perdiu ni a la punta del nas, y lo siñoret Iván, a la pantalla de la vora, que acababe de tombá cuatre muixóns de la mateixa barra, dos per debán y dos per detrás, comentabe sardónicamen en Paco, lo Baixet, si no u vech, no mu crec, ¿cuán acabará de adependre este marica? li están entrán y no talle ploma, ¿ten dones cuenta, Paco? y Paco, lo Baixet, cóm no men hay de doná cuenta, siñoret Iván, u veu hasta lo cèlio de Tortosa, y lo siñoret Iván, may va sé un gran matadó, pero erre massa pera sé normal, algo li passe an este soquet, y Paco, lo Baixet, aixó no, assó de la cassera es una lotería, avui be y demá mal, ya se sap, y lo siñoret Iván agarráe una y atra vegada los puns, en sorprendén velosidat de reflejos, y entre pim-pam y pam-pim, comentabe en la boca torta, pegada a la culata de la escopeta, una lotto hasta sert pun, Paco, no mos engañem, que los muixóns que li están entrán an eixe marica los baixe un en la gorra, y, per la tarde, al minjá de la Casa Gran, doña Purita va torná a presentás en lo sostén de abultá, y la generosa balconada y venga a féli arrumacos al siñoret Iván, sonrisseta va, cluquet va, mentres don Pedro, lo Périt, se enseníe al racó de la taula sense sabé qué fé, y se mossegáe les fines galtes per dins, y, tan tremoláe, que ni assertabe a manejá los cuberts y cuan ella, doña Purita, va recliná lo cap damún del muscle del siñoret Iván y li va fé una carantoña y los dos van escomensá a amartelás, don Pedro, lo Périt, lo home, se va mich incorporá, va eixecá lo bras, va apuntá en lo dit índice y va bramá tratán de captá la atensió de tots, ¡pos ahí tenen a la chiqueta que ara li ha donat per fé la Comunió! y a la Nieves, que retirabe lo servissi en eixe momén, se li va girá l´estómec y li va pujá lo sofoco, pero va sonriure com va pugué, encara que don Pedro, lo Périt, continuabe señalánla implacable en lo seu dit acusadó y cridán com un lloco, fora de sí, mentres los demés sen enríen, ¡que no te se pujo lo pavo, chiqueta, no vaigues a fé cacharros!, hasta que la siñoreta Miriam se va compadí de ella, y va tersiá y ¿quín mal faríe en assó? y don Pedro, lo Périt, mes aplacat, va baixá lo cap y va di en veu baixeta, movén apenes un costat del bigot, per favó, Miriam, esta pobre no sap res de res y en cuan al seu pare no té mes alcáns que un gorrino, ¿quína classe de Comunió pot fé? y la siñoreta Miriam va estirá lo coll, va alsá lo cap y va di com sorprenguda, y entre tanta gen, ¿es possible que no ñague dingú capás de preparála? y mirabe fíxamen a doña Purita, al atre costat de la taula, pero va sé don Pedro, lo Périt, lo que se va quedá tallat y, a la nit, ya a la Casa de dal, li va di, com de passada, a la Nieves, no te haurás enfadat en mí per lo de esta tarde, ¿verdat, chiqueta? no va sé mes que una broma, pero no pensabe en lo que díe, perque li parláe a la Nieves, pero sen anáe dret cap a doña Purita y, al arribá a la seua altura, se li van fé minuts los ulls, se li van estirá les galtes, li va ficá les mans tremoloses als frágils muscles despullats y li va di, ¿se pot sabé qué te proposes? pero doña Purita se li va separá en un movimén desdeñós, va pegá mija volta y va escomensá en los seus momos y les seues cansonetes y don Pedro, lo Périt, fora de sí, va agarrá una vegada mes la surriaca de la panoplia de les armes y la va acassá, ¡aixó sí que no te u perdono, tros de rabosot!, va cridá, y la seua furia ere tanta que se li van enganchá les paraules al garganchó, pero als pocs minuts de entrá a la alcoba, la Nieves, com de costum, lo va escoltá derrumbás al llit y gemegá sofocadamen contra lo cuixí.