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domingo, 19 de diciembre de 2021

BIBLIOTECA VALENCIANA. Justo Pastor Fuster.

BIBLIOTECA VALENCIANA.

TOMO PRIMERO.

CONTIENE A MÁS DE LOS AUTORES ÁRABES;

LOS QUE FLORECIERON HASTA EL AÑO 1700. 

(Libro original en Österreichische Nationalbibliothek 396.368-C.
Edición de Ramón Guimerá Lorente)

https://bivaldi.gva.es/es/consulta/registro.cmd?id=34

Hállase en la Librería del Autor, Calle de Campaneros.

BIBLIOTECA VALENCIANA.

BIBLIOTECA VALENCIANA

DE LOS ESCRITORES

QUE FLORECIERON HASTA NUESTROS DÍAS

CON ADICIONES

Y ENMIENDAS A LA DE D. VICENTE XIMENO.

POR D. JUSTO PASTOR FUSTÉR,

Socio de Mérito de la Real Sociedad Económica

de Valencia y su Reino.

TOMO PRIMERO.

CONTIENE LOS AUTORES HASTA EL AÑO 1700. 


VALENCIA: 

IMPRENTA Y LIBRERÍA DE JOSÉ XIMENO, 

FRENTE AL MIGUELETE. 1827.



A LA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA

DE VALENCIA Y SU REINO.


La protección que V. S. ha dispensado a la Biblioteca Valenciana, no sólo es un título de honor y distinción para su autor, sino in testimonio permanente del aprecio que le merecen los Escritores que contiene; y el benéfico nombre de V. S. al frente de esta obra, estimulará a los sucesores en la carrera; a sostener el crédito literario de nuestra Patria.

Así este respetuoso homenaje de mi gratitud, al mismo tiempo la ingenua expresión de mis votos por la prosperidad de este Reino, bajo tan favorables auspicios.

Ciertamente las obras de este género, de más utilidad que brillantez, no son del gusto del día, en que la indiferencia con la que son recibidas, desalienta a los que se dedican a largas y penosas investigaciones históricas y bibliográficas.

El amor a las letras y a los literatos, me inspiró el gusto a la lectura; mi profesión poniéndome en las manos los materiales me inclinó a construir este edificio Bibliográfico, y el celo por la gloria de mis compatriotas me sostuvo hasta terminarle, debiendo por fin la luz pública a la ilustración de V. S. y a sus auxilios.

Bien quisiera yo ofrecerle producciones originales de mayor estima, mas no siendo capaz de aspirar a ellas, me he contentado con dar a conocer las de mis paisanos; y conservar su memoria a una posteridad agradecida que sabrá apreciarlos, como también a la influencia ilustrada con que V. S. ha alentado mi poquedad. En lo uno y en lo otro cifro yo mi recompensa y mi esperanza.


Justo Pastor Fustér.


PRÓLOGO.


Conservar la memoria de los que contribuyen con sus escritos a la ilustración pública, es lo mismo que transmitir con gloria a los tiempos venideros unos nombres que acaso en los nuestros estuvieron injustamente sumidos en la desestimación y el olvido; es enriquecer el depósito de la literatura, y es por último dejar a la posteridad un ejemplo muy digno de imitarse. Esta es, pues, la noble empresa de los que se dedican a redactar las Bibliotecas de los escritores públicos.

Y en verdad el estudio de la bibliografía va unido íntimamente a la historia literaria, la cual tanto se ha promovido en este siglo, que como demuestra con su voto decisivo nuestro célebre D. Juan Andrés en su Historia de toda la literatura (1: Tomo 2.° de la edición castellana, pág. 412), se puede decir que le pertenece exclusivamente: “la infinita copia de libros, la multiplicidad de ediciones y la variedad de las impresiones, hace preciso este estudio, y justifica bastante las fatigas que algunos literatos emplean en la ilustración de las noticias bibliográficas. Y es cierto que los títulos de los libros, la diversidad y mérito de las ediciones, la noticia de los autores, editores e impresores, el tiempo y lugar de la estampa, la rareza de algunas de ellas, la pulidez y corrección, y por decirlo así, el lujo y riqueza de otras, las vicisitudes de las obras y ediciones, y en suma toda la historia bibliográfica, forma el objeto de los estudios de muchos, y ha producido en este siglo obras eruditas de críticos escritores. ¿Qué inmenso tesoro de erudición no se encuentra en las Bibliotecas de Fabricio, que por sí solas bastan a obscurecer los trabajos de todos los filólogos eruditos de los siglos precedentes, y ciertamente serán el pasmo de los siglos venideros? ¿De cuánto auxilio no pueden servir a los literatos el Catálogo de los libros de la Biblioteca Laurenciana del doctísimo Bandini, la Biblioteca arábiga del Escorial del inmortal Casiri, y otras semejantes obras bibliográficas? Ahora sabemos cuantos escritos raros y peregrinos poseen las Bibliotecas más ricas, y no hay en Europa ninguna de algún mérito de que no tengamos catálogo. No sólo salen a luz las de los Reyes y Príncipes, no las que están destinadas a la utilidad pública, sino también las que tienen en sus casas los

estudiosos particulares; y, así hay catálogos de la Biblioteca de Fabricio, de la de Mayans, de la de Crevena y de algunos otros. Es digna de particular memoria una obra apreciable, compuesta por Montfaucon después de principios de este siglo, de una Biblioteca de las bibliotecas; pero ahora se han aumentado tanto estas, que las referidas por Montfaucon no llenarían más que algunos pequeños estantes de la vasta biblioteca que las tuviese todas."

Tan conducente es el uso de las bibliotecas para la propagación de las letras en todos tiempos. Si lo eran por su escasez cuando los libros corrían manuscritos, no lo son menos por su multiplicación después de inventada la imprenta. “Que ora sean manuscritas o impresas las obras, dice Villanueva en su Viaje a las Iglesias de España (1: Tomo 8, pág. 102), la noticia de los literatos trae consigo la de la literatura en que brillaron los siglos pasados, sin cuyo conocimiento, ni la patria tiene el honor que le corresponde, ni nadie debe tenerse por sabio. Este fruto no se adquiere, si no se reúnen en un cuerpo y cronológicamente todos los escritores domésticos, que es como una escuela, y digamos espejo del progreso que hicieron los conocimientos humanos.” De aquí el ansia de formar bibliotecas de los escritores que han ilustrado su patria; pero en España ninguna Provincia, como Valencia, puede gloriarse de haber tenido tantos ilustres hijos que hayan conservado la memoria de los escritores nacidos en este venturoso suelo, ilustrando la república de las letras con sus obras, y sostenido nuestro honor literario con la variedad de sus producciones. Morlá, Escolano, Vimbodí, Martínez de la Vega, Mariner, Esquerdo, Gil Polo, Lorga, Ortiz, Rodríguez y Cerdá se esmeraron en su elogio, ya en prosa, ya en verso; empero distinguióse entre todos el laborioso D. Vicente Ximeno, que tuvo la constancia de emplear catorce años en reunir noticias para formar su Biblioteca, que afortunadamente poseemos.

El recto juicio, la fina crítica y la igual imparcialidad con que está escrita, le concilió grande aceptación entre los amantes de las letras. Los eruditísimos Mayans y el P. Burriel, le colmaron de elogios, como debidos a su mérito, y la fama llevando su nombre más allá de los Pirineos, recogió alabanzas de los mismos que se mostraron émulos de nuestra literatura. Los autores de las Memorias de Trevoux examinaron la obra, y les mereció tanto aprecio que en los meses de Abril y Mayo de 1750, publicaron varios extractos de sus artículos, realzando el mérito de aquel bibliógrafo con los honoríficos dictados de varón atento y escritor muy juicioso. Han transcurrido ya cerca de ochenta años desde que se imprimió la Biblioteca de Ximeno, y como en este largo periodo no han cesado de sostener la acreditada nombradía de su literatura muchos valencianos que dignamente han cultivado las letras, justo será también que se continúe su memoria y la de los escritos que en este intervalo han dado a la prensa.

Mi innata afición a la bibliografía y mi profesión, proporcionándome recoger noticias que se ocultaron a D. Nicolás Antonio, al P. Rodríguez, y últimamente a Ximeno, me hicieron concebir la idea de llenar este vacío arrostrando una empresa superior a mis alcances; pero que veía con sentimiento que ninguno hasta ahora había tomado a su cargo, y que acaso no le tomaría tan pronto, en mengua entre tanto del honor literario de mi patria. El celo (zelo en el original) de sostenerle me inspiró alguna confianza, y puse mano en una obra que hasta ahora siempre temí que no llegaría a su término. 

Fui encontrando en mis primeras investigaciones muchos escritos de los autores contenidos en aquella Biblioteca, que no había podido descubrir la diligencia de Ximeno; al paso que se ponían por delante otros escritores de la misma época, que era justo no quedasen sepultados en el silencio, cuando tanto nos honraba su memoria. Hube pues de entrar en un escrutinio minucioso de escritos y de escritores, y empeñándome más y más en mi trabajo, los documentos que se me iban ofreciendo a la vista, tuve que apelar a todos los recursos a que me llevaba mi infatigable curiosidad.

Dos Bibliotecas públicas poseíamos en esta Ciudad, la una en el Palacio Arzobispal, que el celosísimo Prelado D. Andrés Mayoral había establecido y que aumentaron sus sucesores; y la otra en la Universidad Literaria, dádiva del Ilmo. Sr. D. Francisco Pérez Bayér, con que dejó un digno monumento de generosidad, de desprendimiento y de amor a las letras y a su patria: tan copiosa la una como selecta la otra, ambas quedaron incendiadas por el bombardeo que sufrió esta Ciudad en la gloriosa guerra de la independencia, y con motivo de la irreparable pérdida de esta última, cantó un poeta: (1 : El Dr. D. José Chicoy y Gosalves, ahora Catedrático de Clínica en esta Universidad de Valencia.)

El tirano, y sus furias del abismo, 

De Marte siembran el furor sangriento; 

Vomita llamas el averno mismo; 

De Palas arde el sacro monumento, 

Sepultando entre escombros de heroísmo 

Siglos de ilustración en un momento. 


En el Convento de Padres Agustinos Calzados, existía también una librería abundante en libros impresos en el siglo XV, y que el P. M. Fr. Juan Facundo Sidro Villaroig había aumentado con la compra de parte de la Biblioteca Mayansiana, y la entera del Dr. D. José Molins, célebre literato que murió siendo Rector del Colegio llamado de la Ciudad, cuyo edificio ya no existe, porque todo desapareció en la entrada del ejército francés en Valencia. También teníamos las famosas librerías de Santo Domingo, la más rica en libros de todas, la del Carmen Calzado, del Sacro Convento de Montesa, del Monasterio de S. Miguel de los Reyes, preciosa por sus manuscritos que dejó el Duque de Calabria.

Frecuenté todas estas bibliotecas, y formando varios extractos y anotaciones, aumentaba considerablemente el caudal para la obra que meditaba. Pero este grande golpe de luz que recibía, al paso que me descubría nuevas vistas, me hacía sentir lo arduo de recorrerlas con la dignidad y firmeza con que debía sostenerme: viérase decaído mi ánimo muchas veces a no alentarme varios amantes de nuestra literatura. El Sr. D. Francisco Xavier Borrull, Oidor decano de esta Real Audiencia, cuya modestia no me permite espaciarme como deseara en elogio de sus luces y dirección que he recibido de su extensa erudición y sabia crítica, y los auxilios que me ha prestado con noble generosidad, comunicándome curiosos descubrimientos y franqueándome cuanto de su exquisita librería he necesitado. El Sr. D. Onofre Soler, Canónigo de esta Santa Iglesia, me ha permitido con la mayor generosidad disfrutase de su librería. Los Padres Fr. Bartolomé Ribelles y Fray Jaime Villanueva, ambos Religiosos Dominicos, me suministraron noticias apreciables, dirigiendo mis pasos para el acierto. D. Marcos Antonio de Orellana había bosquejado unas adiciones al Ximeno, las cuales y las copias que tenía el P. Teixidor, Dominico, me prestaron mucha claridad. Tampoco quiero defraudar la parte que tienen en mi trabajo los autores de que me he aprovechado siempre que se ha presentado la oportunidad. Así he copiado párrafos enteros de las notas que nuestro paisano D. Francisco Cerdá, puso al Canto del Túria en la Diana de Gil Polo, y de la Biblioteca del Reinado de D. Carlos III, compuesta por D. Juan Sempere y Guarinós. Mi profesión no menos me ha ofrecido ocasiones de adquirir noticias bibliográficas, justipreciando las famosas bibliotecas de D. Juan Bautista Herman, Canónigo de esta Metropolitana, sabio y erudito valenciano, la que en su muerte compró el Arzobispo de esta Diócesis y luego Cardenal D. Antonio Deispuig, y entera en el día existe en Mallorca; también justiprecié la Mayansiana y otras varias.

Con todos estos materiales he formado mi obra, y ya será tiempo manifieste el plan que he seguido; habiendo meditado mi empresa inferí que se reducía a dos puntos, el primero sobre lo que había hecho Ximeno, y el segundo sobre lo que yo debía hacer, esto es, debía atender a suplir lo que faltaba a mi predecesor en esta carrera, y partir desde donde él la había dejado, y este pensamiento me ofreció naturalmente la idea de las dos partes generales de todo mi diseño, que son según el título: Adiciones y continuación: bajo el primer aspecto he fijado la época de muchos escritores de que habla Ximeno; he descubierto nuevos escritos suyos, designando con mayor exactitud sus impresiones; he recogido varias obras y autores de nota que él dejó en olvido o que no llegaron a su noticia. También he rectificado algunos pasajes, ampliado otros artículos con noticias y hechos abundantes, y en suma lo he procurado poner al nivel de los conocimientos del día. 

Después del tiempo de nuestro bibliógrafo ha adquirido este Reino un nuevo lustre con los descubrimientos que hizo el célebre D. Miguel Casiri examinando los manuscritos árabes existentes en el Escorial, y que han quedado consignados en su preciosa Biblioteca Arábigo-Escurialense, impresa en 1760. En ella vemos que el estruendo de las armas no ahuyentó las musas de nuestro recinto, ni pudo impedir que floreciesen las letras bajo la dominación sarracena; fundado en documentos tan incontestables el 

Cl. P. Juan Andrés ha demostrado a la República literaria en su ya citada e inmortal obra del Origen, progresos &c. que la época de aquella dominación, no fue la del horror y barbarie, sino un tiempo feliz y glorioso para las letras, y que los estudios de los sarracenos influyeron más bien en la restauración de las ciencias en Europa. Sabido es el nombre que en aquella época lograron por su instrucción y producciones muchos valencianos. Y como el erudito P. Masdeu nombre sólo a dos de ellos en los catálogos que formó en el tomo 13 de su Historia Crítica de España en que numera los autores de aquellos siglos, me ha parecido muy conducente darlos a conocer mejor, copiando cuanto de ellos dice Casiri. Ciertamente causa admiración la multitud de Bibliotecas de hombres ilustres y escritores esclarecidos, que no obstante de ser obras de tanto trabajo, compusieron los sarracenos valencianos, cuando ha sido menester que pasaran después algunos siglos para que viera la luz pública la Biblioteca Hispana de D. Nicolás Antonio. Animaba a los sarracenos a emprender obras tan penosas el celo de sus Príncipes en ilustrar la Nación. Contábanse setenta Bibliotecas públicas en las ciudades de su dominio, que todos disfrutaban para su ilustración; lo cual sorprende con razón al considerar que aún no se había descubierto la imprenta. Así lo acredita Casiri en la página 71 del tomo 2.° En los tiempos posteriores miraron los Reyes Católicos con tanto descuido estos tesoros literarios, que hasta que vino a gobernar la España D. Felipe V no se conoció en la Capital una Biblioteca pública que correspondiese a la grandeza de esta Nación. 

Bajo el aspecto de continuación he descrito la serie de los Escritores de este Reino desde 1748 sin interrupción hasta el presente en que escribo. De ellos he hecho la división de los que han fallecido y de los que aún viven. En todos he seguido el mismo método que Ximeno para que la obra sea uniforme, repartiéndola en dos tomos en folio casi iguales a los suyos, del mismo tamaño y ejecución tipográfica. El primero comprelemosnderá a más (además) de los autores árabes, los que florecieron desde el siglo XIII hasta el XVII; y el segundo desde el XVIII hasta nuestros días, y no sólo los muertos, si bien los vivos, aunque guardada a estos la debida consideración hablaré de ellos sin crítica ni elogio. Sigo también el orden cronológico que presenta con más variedad el cuadro histórico literario, en el cual sin preferencia ni exclusión, aparecen los escritores valencianos, procurando amenizar la narración biográfica con las flores de la poesía, trasladando algunas muestras de nuestro gusto patrio en el cultivo de las musas, y al fin se extienden los índices alfabéticos de los apellidos y nombres de los autores, de las épocas en que florecieron, y otro general de las cosas más notables de la obra, la cual incluirá sobre mil escritores entre los adicionados, de los que trata Ximeno, o nuevos.

Habiendo observado que la lengua lemosina nos es poco familiar en el día, he insertado al fin del primer tomo un breve vocabulario de voces anticuadas, y otras muchas sin uso, para facilitar la inteligencia de las poesías y citaciones en prosa que se hallan en esta obra, dando allí razón, de lo que contiene, del autor y motivo de su formación. 

Por esta idea abreviada de la obra, se conocerá fácilmente que me hubiera sido de menos trabajo refundir la de Ximeno en otra nueva que hubiese podido llamar con mayor propiedad mía; pero he querido ceder la gloria de único autor de ella, a la satisfacción que me cabe de poderla dar a luz más pronto, en honor de mi patria.

Con este esmero y desprendimiento he creído desempeñar el plan que me había propuesto en la formación de mi obra; empero como los hombres no vemos los objetos bajo un mismo punto de vista, de aquí nace que aun cuando nuestros intereses no estén encontrados, nos suelen parecer tan diferentes, siendo digno de censura o desmérito para unos, lo mismo que de buena fe, y a las claras les parece muy loable y precioso a otros. Si hubiera pues querido contentar a todos, hubiese intentado un imposible, y si deseara no desagradar a nadie, mi pretensión merecía entonces justamente la risa de los sensatos que conocen el humor que reina en la república de las letras, cuyos moradores no siempre ven con buen ojo las fatigas de los otros, y mucho menos sus lauros, ya excitados como hombres del amor propio degenerado, ya también por el atrevimiento de los que escriben atraídos por la facilidad de la imprenta con que se han hecho ya trato y mercancía las letras estudiando los hombres para escribir y escribiendo para granjear. (Saavedra en la Introducción de la República literaria.)

En mi mano sólo ha estado dar la razón de mi trabajo, esto es, del fruto de largas tareas y de años de indagaciones, y para precaver si es posible a lo menos en mis lectores una prevención perjudicial, saldré al encuentro a las objeciones, reparos o llámense tiros disfrazados de la pasión dominante del que los asesta, ya según he leído en algunos escritos de este género, ya también como había llegado a mis oídos. El P. Fr. Jaime Villanueva en el tomo 8, pág 102 de su Viaje literario, echando menos una Biblioteca de Escritores Catalanes, anuncia esta mi obra, a la cual en varias ocasiones me había estimulado con eficacia, y aun reanimado cuando decaía mi ánimo a la vista de tamaña empresa, por cierto superior a mis alcances, mostrándome la perspectiva halagüeña que disfrutaría en su terminación. Pero después hablando de lo que debe tenerse presente en la formación de una Biblioteca, dice así: “Claro está que de estas bibliotecas, si no son más que una noticia seca de la vida de los autores y de los títulos e impresiones de sus libros, algún fruto sacará la bibliografía, pero muy escaso la literatura; y cierto parece justo que pudiendo ser, se procuren las dos cosas a un tiempo. La erudición de un bibliotecario debe ser mayor que la de un comerciante de libros. Lo importante es dar a conocer los libros, más que los autores de ellos. 

Por esto son justamente elogiados Nicolás Antonio en la biblioteca española antigua, y Qnietiff y Echard en la de mi Orden. Otra cosa entiendo yo que deberá tenerse presente en la formación de esta nueva biblioteca; y es que no se dé lugar en ella sino a los que hayan escrito alguna obrilla que merezca este nombre, o pueda hacer figura en la historia de las ciencias y artes. Difícil es fijar en esto una regla segura; pero no lo es señalar el extremo en que han caído algunos bibliógrafos, colocando entre los escritores a cualquiera que haya impreso no más que un sermón o un soneto, y aun al que dejó manuscritas estas piezas de oratoria y poesía. Cosa por cierto insufrible que sólo puede tener cabida en la pluma del que piense, que el mérito de las bibliotecas se mire por el número de los escritores, y no por la calidad de sus escritos. 

Muy pronto se había olvidado el P. Villanueva cuando sienta que la erudición de un bibliotecario debe ser mayor que la de un comerciante de libros, habiendo echado en cara a los catalanes en la página anterior, que carecían de una biblioteca cual la estaba redactando en Valencia un encuadernador de libros. Si es difícil fijar la regla segura para determinar los que han de entrar en esta biblioteca ¿cómo nos conduciremos para saber los que hemos de excluir con justicia? ¿Acaso un soneto bien hecho no es un poema, y un sermón según todas las reglas de la elocuencia, no es un escrito que puede dar mucha gloria a su autor? ¿No alaba a Echard autor de la biblioteca de sa Orden? pues esta incluye muchos autores que sólo publicaron un sermón, cosa que para que yo lo haga han de tener lo menos dos, y que sean impresos. No quiero detenerme en manifestar las contradicciones que contiene este pasaje de Villanueva, contentándome a responderle por la parte que se dirige a mi obra, que no me he propuesto hacer en ella una historia literaria del Reino de Valencia sino una Biblioteca de sus escritores, con cuyo modesto título queda justificada mi conducta en haber incluido algunos, no por el número e importancia de sus escritos, sino por la gloria que de ellos, bien por el tiempo, bien por otras circunstancias particulares, resultaba a nuestra amada patria.

Hállanse también algunos escritores cuyas producciones así en prosa como en verso corren sueltas, las cuales aunque bastantes en número, y aun si se quiere en mérito, por haberse dado al público en distintas épocas, no se han reunido en cuerpo todavía. Esta circunstancia, aunque poco favorable a su fama literaria, no debe perjudicarles del lugar a veces de preferencia que se han adquirido en esta Biblioteca con los frutos de su ingenio y meditación, de los que en justificación mía inserto algunas muestras. 

En todo me he arreglado a mi plan, sin salir de la esfera de mis conocimientos, y no perdiendo de vista el honor literario de mi patria, he seguido las huellas de mis dignos predecesores en la carrera bibliográfica, no considerando a mis paisanos por su parte física, moral ni política, sino únicamente por la intelectual y científica, con lo que quedan resueltas las dificultades sin excederme de los límites que me he prefijado.

No obstante, careciendo de crédito literario quise dar a mi obra un aspecto que preparase la aceptación pública. Con este objeto la presenté a la Real Sociedad de Amigos del País de este Reino, a la cual la comisión encargada de su informe manifestaba entre otras cosas que “este trabajo, fruto de largas tareas sostenidas por una constante indagación, merecía la gratitud y aprecio de todo buen valenciano, y que por él era digno su autor de que se le protegiese y auxiliase para que saliera a la luz pública; que el estilo narrativo de que usaba era claro, natural, sin bajeza, y acomodado a la índole de su obra.” En su consideración la Sociedad admitió la dedicatoria, auxiliando al autor y dispensándole su protección, al mismo tiempo que la recomendaba a sus individuos.

Con tan felices auspicios ofrezco al público el fruto de mis tareas de tantos años en obsequio del honor literario de mi patria. Mis descuidos y mis desaciertos dejan abierto no espacioso camino para que otros dotados de más sabiduría y fino gusto, de más extensa erudición y de una crítica más sagaz, logren completar la Biblioteca Valenciana, pasando a la posteridad sus nombres con tanta gloria como han adquirido los escritores, cuya memoria sabrán conservar para la gratitud pública, que por una serie de vicisitudes prósperas y adversas, de aciertos y descuidos llegan las obras humanas a su perfección. 

BIBLIOTECA

DE LOS ESCRITORES

ÁRABES-VALENCIANOS

QUE FLORECIERON

DURANTE LA DOMINACIÓN SARRACENA

EN ESTE REINO.


BIBLIOTECA

ARÁBIGO

VALENCIANA.


SIGLO IV DE LA Hégira (hégira : emigración de Mahoma de La Meca a Yathrib : Medina, septiembre del 622 A.D. El autor no calcula bien el año de Cristo, suma 612 e incluso otras cifras). 


ISA BEN MOHAMAD ALABDERITA.


Nació en Elche; poeta amenísimo: floreció en el siglo IV de la hégira. Casiri, tom. 2, pág. 138, col. 1 y 2.


AHMAD BEN MOHAMAD BEN ABDELBER.


Valenciano. Vivió en el siglo IV de la hégira. Escribió: Historia de los Varones que florecieron en España en la Jurisprudencia.

Está comprendido en el códice 1671, folio 133. Casiri, tomo 2, pág. 135, col. 2.


PHATEMA.

HIJA DE IOSEPH BEN IAHIA ALMOGAMI.

Nació en Valencia; se dedicó en Córdoba a la jurisprudencia, en donde se hizo célebre por sus escritos y piedad dignos de grande alabanza. Murió en el año de la hégira 319 (de Cristo 931). Casiri, tomo 2, pág. 149, col. 2.


SIGLO V DE LA HÈGIRA. 


ISAC BEN SALAMA ISACI, FILIUS ALCAINI.

Valenciano, escritor erudito del quinto siglo de la hégira: publicó: Annales Hispaniae. 

En los cuales habla de los Pretores, Cónsules, Jurisconsultos y Poetas célebres, como también de guerras y fortificaciones.

Está comprendido en el códice 1671. Casiri, tomo 2, página 136, col. 2.

 

SOLIMAN BEN GIOLGIOL.

Valenciano, médico que floreció en el siglo V de la hégira. Escribió: Historia Medicorum Hispanorum. Está inserta en el mismo códice, y lo nota Casiri, tomo 2, pág. 137, col. 1.

ALI BEN HALBAN.

Valenciano: se cree floreció en el siglo V de la hégira. Escribió: Codex Orthodoxorum Propositorum de traditionibus Divinis. Es el códice 1685. Casiri, tomo 2, pág. 153.


ALI BEN MOHAMAD ABU ALHASSAN.

Valenciano, orador y poeta célebre y autor de la erudita obra: De similitudinibus.

Que solían usar en sus versos los poetas españoles. Murió en el año de la hégira 439 (de Cristo 1047). Casiri, tomo 2, pág. 138, col. 2.


OTHMAN BEN SAID ABU AMRÚ.

Natural de Denia; fue gran jurisconsulto y filólogo; escribió: Más de cien tomos de varia literatura. 

Murió en el año de la hégira 444 (de Cristo 1052). Casiri, tomo 2, pág. 138, col. 2.


ABULMONDER HESCHAM BEN MOHAMAD ALKALBI.

Valenciano: escribió: 

Equorum genealogia et historia.

Obra histórico-genealógica de los caballos que han tenido entre los árabes más fama y nombradía. Lo escribió en el año de la hégira 450 (de Cristo 1058). Está copiado en el códice 1700. Casiri, tomo 2, pág. 157, alaba también a este autor en la prefacion del tomo 1, pág. XVI.

 

ABDELAZIZ BEN TABET BEN SUAR.

Natural de Belala, o Volalat, en español Vallada. Escritor de bastante crédito: vivió en el año de la hégira 453 (de Cristo 1061). Casiri, tomo 2, pág. 132, col. 2.


ABDELRAHMAN BEN ABDALLA ABU ZAID.

Valenciano, descolló en las matemáticas, y publicó un Tratado de aritmética y álgebra.

Que corría en manos de todos. Murió en el año de la hégira 456 (de Cristo 1063). Casiri, tomo 2, pág. 131, col. 1.


ABDALLA BEN MUSA BEN SAID ALANSARI.

Que se llamaba Alscharaci. Nació en Scharaca, a saber Xérica, varón distinguido, así por sus costumbres como por su literatura. Murió en el año de la hégira 456 (de Cristo 1063). Ibid. tomo 2, pág. 143, col. 2.


AHMAD BEN MOHAMAD BEN HEZBALLA ABULHASSEN.

Valenciano, Jurisconsulto y Pretor de Toledo.

Murió en el año de la hégira 453 (de Cristo 1061). Se menciona en la Biblioteca Arábico Hispana, intitulada: Munnus Chronologicum Hispanum de Abulcassem vulgo Ben Paskual de Còrdoba. Es el códice 1672, tomo 2 de Casiri, pág. 140 y 141. 


ABDALLA BEN HAIAN ALRUSCHI.

Valenciano, Jurisconsulto erudito, el que según Ebn Alcama (Ebn : ben: Ibn) en los Anales de España fue poseedor de una Biblioteca tan copiosa, que con sus libros llenaron los herederos 140 sacos. Murió en el año de la hégira 484 (de Cristo 1091). Casiri, tomo 2, pág. 138, col. 1


AHMAD BEN ABDELVALI ABU GUIAPHAR ALBATI.

Nació en Bata (al + bata: albatí, albati), lugar del Reino de Valencia; poeta elegante y erudito: murió quemado en el año de la hégira 488 (de Cristo 1095) de orden del Rey de los Cristianos llamado el Emperador (D. Alfonso de Castilla) (de León, imperator hispaniae). Ibidem, tomo 2, pág. 135, col. 1.


SIGLO VI DE LA HÈGIRA.


MAHOMAD BEN ABI BAKER BEN ALI ALSCHATEBI.

Nació en Xátiva (al + schatebi, schatebí), y floreció en el siglo VI de la hégira. Escribió:

Auxilium pro rei veritate, en 25 capítulos.

Trata del buen gobierno de la Monarquía, de las virtudes de los Reyes, y de los dotes de los Ministros. Casiri, tomo 1, pág. 230. Es el códice 771.


ABULCASSEM ABDALLA BEN MOHAMAD BEN NAKIA.

Doctor valenciano: floreció en el siglo VI de la hégira. Escribió: Liber Margaritarum.

Es un comentario del Alcorán, y está en el códice 1371. Casiri, tomo 1, pág. 502.


ABU MOHAMAD ALCASSEM BEN MOHAMAD ALDAIMURTI. (de Aldaya ?)

Filólogo (philólogo en el original) valenciano: floreció en el siglo VI de la hégira; fue un escritor muy conocido por la obra siguiente: De eloquentiae Arabicae regulis. 

Se halla inserta esta obra en el códice 1597, núm. 2. Casiri, tomo 1, pág. 538.      

MOHAMAD BEN MASSUD BEN KHALASAT ABA ABDALLA BEN ABILKHASSAL.

Natural de Xúcar, Alcira. Estuvo en Córdoba y en Granada: varón excelente en todo género de ciencias; fue gran poeta y retórico, filósofo, teólogo, jurisconsulto e historiador consumado. Menciona este autor Mohamad Ben Abdalla Ebn Alkastib, de Granada, en su Biblioteca Arábico-Hispana, intitulada: Granatensis Encyclica, en la cual trae algunos fragmentos, que publicó en el año de la hégira 763 (de Cristo 1361), y añade que no especificaba sus obras por estar en manos de todos. Nació en el año de la hégira 465 (de Cristo 1072); fue muerto por los almorávides (Almoravides) en Córdoba en el de 540 (de Cristo 1145). Casiri, tomo 2, pág: 75, col. 1, y folio 71, códice 1668.


THONA, LLAMADA HABIBA.

Valenciana muy perita en la gramática y jurisprudencia; escribió libros de ambas facultades. Murió en el año de la hégira 506 (de Cristo 1112). Casiri, tomo 2, pág. 150, col. 1.


EBN ABDELMALEK, VULGO ALMARAKSCHI.

Natural de Valencia; vivió en el siglo VI de la hégira. Escribió: Bibliotheca Arabico-Hispana, intitulada: Supplementum. Es el códice 1677. Ibidem, tomo 2, pág. 152.


MOHAMAD BEN KHALAPI BEN MARZUC.

Jurisconsulto, y tradicionista célebre: nació en Onda, año de la hégira 509 (de Cristo 1115), y murió en el año 599 (de Cristo 1202), feria 6, viernes 12 del mes de Schaban. Casiri, tomo 2, pág. 124, coluna 1. 


ABU ABDALLA MOHAMAD ABDELRAHMAN ALLAKHAMI. (de Alacant, Alicante?)

Valenciano: floreció en el año de la hégira 519 (de Cristo 1125): estudió en Murcia, y murió en Denia: fue poeta, y se hallan poesías suyas en el códice 354, en el cual se encuentra la historia de los poetas más insignes de España, intitulada: Munus hospitii de Abdalla Ben Abdelrehman Ebn Alabar Alcodhai, valenciano, y escritor de este mismo siglo. Tomo 1, pág. 95 de Casiri.


MOHAMAD BEN KHALAPH BEN SOLIMAN BEN PHATUM. 

Natural de Orihuela, célebre jurisconsulto: no quiso admitir la Prelatura de Denia para dedicarse a las letras. Escribió entre otras obras la De contractibus forensibus.

Y no quiso concluirla porque le manifestaron sus amigos, que daría mucho campo a pleitos, y fatigaría a los jueces. Murió en el año de la hégira 519 (de Cristo 1125). Se comprende en la biblioteca arábigo-hispana, intitulada: Viri cupidi res expedita de Ahmed Ben Iahia Ben Ahmad Ben Amira Aldhobide de Córdoba. Códice 1671. Casiri, tomo 2, pág. 133.


ABDELVAHAB BEN ISAC ABU MOHAMAD ALPHARI, VULGO EBN ALHAMRI.

Fue natural de Alhamra, lugar de la jurisdicción de Xátiva (como Alhambra; Alfambra y Perales de Alfambra, Aguilar de Alfambra en Teruel) cultivó con mucho crédito la poesía: murió en el año de la hégira 525 (de Cristo 1130). Casiri, tomo 2, página 133.


MOHAMAD BEN SOLIMAN BEN MARVAN, VULGO ALBONETI.

Valenciano: historiador y jurisconsulto. Murió en Almería año de la hégira 536 (de Cristo 1141) en las vísperas de la feria segunda del día 11 de Saphar. Ibidem, tomo 2, página 147, col. 2.


ABU ABDELMALEK MERVAN BEN ABDALLA BEN ABDELAZIZ.

Nació en Valencia en el año de la hégira 505 (de Cristo 1111). Fue muy célebre por la nobleza de su linaje, por su grande valor, y por su eminente doctrina. Todo lo cual contribuyó a que en el año de la hégira 538 (de Cristo 1143) fuese elegido Rey de Valencia, donde era Pretor. Casiri, tomo 2, pág. 53, habla con extensión de todos sus sucesos.  


MOHAMAD BEN ABDALLA BEN SOPHIAN ALTAGIBI.

Nació en Xátiva, fue varón de exquisita erudición; publicó: Epitomen Historicam de viris Hispanis qui scribendo claruere. 

Murió en el año de la hégira 558 (de Cristo 1162). Casiri, tomo 2, pág. 127.


MOHAMAD BEN ISMAIL BEN ALGIONHI.

Natural de Cocentaina; en la jurisdicción de Denia resplandeció en letras y nobleza; fue Juez de Valencia, donde murió en el año de la hégira 543 (de Cristo 1148). Sus obras se hallan en el Códice 1170. Casiri, tomo 2, pág. 121.


MOHAMAD BEN IAHIA BEN MOHAMAD BEN ALASI.

Nació en Liria, año de la hégira 470 (de Cristo 1077): estudió en Valencia, y tomada esta por los Cristianos en el año de la hégira 488 (de Cristo 1095), se fue a Jaén, de donde volvió a Valencia, que los moros habían recuperado de los cristianos, en el mes Ragheb del año de la hégira 495 (de Cristo 1101), y enseñó la Jurisprudencia (según Antonio Conde). Fue Almocrí o lector en la mezquita mayor; escribió sobre las variantes del Alcorán una obra muy crítica; después se retiró a su patria Liria, donde falleció a la hora del alba, Domingo día 6 del mes Shavhal, en el año de la hégira 547 (de Cristo 1152), y fue enterrado en la makbura de Benizcuun de aquella población. Conde, tomo 2, pág. 186, habla de este escritor variando algo el nombre, porque lo llama Muhamad ben Bakrben Aari Alanzari. Casiri, tomo 2 pág. 121, comprende a este escritor en la Biblioteca Arábigo Hispana del valenciano Abu Abdalla ben Ati Baker Alcodai, y dice que murió en Liria, feria 7, día 6 del mes de Schaval.

MOHAMAD BEN IAHIA BEN KHALIPHA, VULGO BEN JANEC.

Natural de Xátiva, varón elocuente y perito en la lengua árabe, filosofía, matemáticas y medicina. Escribió: Historia de los Reyes de España. 

Nació en el año de la hégira 482 (de Cristo 1089), y murió en el de 547 (de Cristo 1152). Casiri, tomo 2, pág. 122, col. 1.


ABDALLA BEN JOSEPH BEN AYUB ALCARSCHI ALPHARI.

Natural de Rogat, cerca de Xátiva; nació en el año de la hégira 469 (de Cristo 1078): enseñó la jurisprudencia en Denia, donde murió en el de 548 (de Cristo 1153), día 14 del mes Schaval. Ibidem, tomo 2, pág. 128 (o 228, no se ve bien), col. 1.


ABU GIAPHAR AHMAD BEN ABRAHIM BEN SALAM ALMO APHERI.

Natural de Xátiva: murió en el año de la hégira 550 (de Cristo 1155): tiene poesías en el códice 354 al núm. 20. Casiri, tomo 1, pág. 96.


ABU MOHAMAD ABDALLA BEN OVAID ALROHMAN BEN HIGIAPH ALMOAPHERI. 

Valenciano; poeta que murió en el año de la hégira 551 (de Cristo 1156). Hay poesías de este autor en el códice referido 354, núm. 21. Casiri, tomo I, pág. 96.


MOHAMAD BEN GIAPHAR ABU AMER, VULGO SCHARAVIA.

Varón rico y erudito; predicador y Chantre en la Mezquita mayor de Valencia, de donde era natural; murió en esta Ciudad en el año de la hégira 547 (de Cristo 1152, feria 1, día 6 del mes Dilcadat, fue enterrado fuera de la puerta Baitala (1) en el cementerio de los presidentes, derribado por los cristianos cuando se apoderaron segunda vez de la Ciudad el año de la hégira 636 (de Cristo 1238) día 17 del mes Saphar. Casiri, tomo 2, pág. 122, col. 1. (Conquista de Jaime I de Aragón)

(1) A esta puesta llama Beuter Veytealla, que corrompido el nombre la decían Botalla o Boatella; se llamó también puerta Sucronense por estar en el camino del río Xúcar. Estaba en la calle de S. Vicente, entre la de Cerrajeros y el horno, que casi enfrenta. 


MOHAMAD BEN MONKHOL BEN RAIAN.

Fue natural de la península de Xúcar, Alcira; resplandeció en la jurisprudencia, aritmética y geometría. Murió en su patria año de la hégira 551 (de Cristo 1156). Ibidem, tomo 2, pág. 122, col. 1.


MOHAMAD BEN MOHAMAD ABU AMER VULGO ALMONCARRAL.

Natural de Xátiva; fue escritor diligentísimo de las cosas de España, y el primero que instituyó en su patria una academia de historia. Murió allí mismo de 70 años de edad, en el de la hégira 541 (de Cristo 1146). Casiri, tomo 2, pág. 121.


ABU ABDALLA MOHAMAD BEN GALEB ALRAPHA ALRASIPHI EX RASIPH, VULGO ARRACIFE. Rusafa.

Valenciano, y vecino de Málaga. Murió en el año de la hégira 572 (de Cristo 1176). Hay poesías suyas en el códice 354, núm. 31. Casiri, tomo 1, pág. 97.


MOHAMAD BEN GALEB ARISIPHI ABA ABDALLA.

Valenciano: estudió y se domicilió en Granada: era tenido por el mejor poeta de su tiempo. Escribió entre otros: Tres poemas y dos epigramas. Se hallan en el códice 1668 que cita Casiri, tomo 2, pág. 71. En los cuales la elegancia de la dicción compite con la brillantez de las sentencias. Murió en Málaga día 19 del mes Ramdam año de la hégira 572 (de Cristo 1176). Su sepulcro era visitado por muchos. Casiri, ibidem, pág. 77, y pág. 122, col. 2.


AHMAD BEN MOHAMAD ALMAKHZUMI ABU BAKER.

Natural de la península de Xúcar, Alcira; fue un varón esclarecido en nobleza, piedad y doctrina. Hay muchos y elegantes versos en el códice 1649. Aconsejó la sujeción de Valencia a los Almohades; y siendo Pretor la defendió por tres meses del sitio que le puso el Capitán Abulhagiag Bensaden el año de la hégira 566 (de Cristo 1170). Casiri, tomo 2, pág. 58.


ABU HASSAN ALI BEN ABRAIM BEN SAAD ALKHAIR.

Poeta insigne, natural de Valencia. Murió en Sevilla, año de la hégira 571 (de Cristo 1175). Hay poesías suyas en el códice 354, al núm. 28. Casiri, tomo 1, pág. 97.


MOHAMAD BEN IOSEPH BEN ABI SCHAKER ALANSARI.

Natural de Scion o Xion, tal vez Xixona (Jijona, como el turrón), perteneciente a Valencia. Nació en el año de la hégira 510 (de Cristo 1116). Fue peritísimo en las antigüedades árabes, y en la cronología. Murió en Murviedro en el año de la hégira 574 (de Cristo 1178), feria 5, día 25 del mes Gemadi segundo. Casiri, tomo 2, pág. 122, col. 2.          


ABU MOHAMAD ABDALLA BEN IAHIA ALHADHRAMI.

Nació en Denia, y habitó en Xátiva. Murió en Valencia en el año de la hégira 578 (de Cristo 1182). Fue poeta, y tiene poesías en el códice 354, al núm. 37. Casiri, tomo 1, pág. 97.


ABDALLA BEN IAHIA ALHADHRAMI, VULGO BEN SAHEB ALSALAH.

Nació en Palma, señorío de Denia, de linaje noble, filólogo e historiador celebérrimo. Publicó: Biblioteca Arabico-Hispana. Fue en Valencia profesor de artes liberales en el real colegio. Murió en el año de la hégira 578 (de Cristo 1182), en las vísperas de la feria 7, día 1 del mes Rageb. Casiri, tomo 2, pág. 128, col. 2.


ABDALLA BEN ABDELRAHMAN EBN ALABAR ALCODAI.

Valenciano; escritor ilustre del siglo VI de la hégira. Publicó: Historia de los poetas insignes españoles, insertando en ella sus más selectas poesías, la intituló: Munnus Hospitii, y está comprendida en el códice 354 que menciona Casiri, tomo 1, pág. 93.

Habla también de este autor, Conde, Historia de los árabes, tomo 2, pág. 174, y tomo 3, pág. 35.


MOHAMAD BEN OMAR BEN VAGEB ALCAISI.

Valenciano; fue muy instruido en el derecho y en varia literatura; ejerció el cargo de Pretor en muchas ciudades del reino. Nació en el año de la hégira 517 (de Cristo 1123), feria 3, día 6 del mes Gemadi segundo, y murió en el de 583 (de Cristo 1187), feria 1, día 1 del mes Rabi primero. Casiri, tomo 2, pág. 123, col. 1.


MOHAMAD BEN ABI BAKER ALGAPHEKI, ALIAS BEN APHIUN.

Nació en Xátiva. Fue insigne filólogo y jurisconsulto: murió en el año de la hégira 584 (de Cristo 1188); publicó las obras siguientes:

1 De maris rebus admirandis.

2 Monachorum Vita.

3 Muchos versos.

Ibidem, tomo 2, pág. 123, col. 1.


MAHOMAD BEN GIAPHAR BEN KHALAPH BEN HAMID, VULGO ABU MOHAMAD ALCORTHOBI.

Nació en Valencia en el año de la hégira 513 (de Cristo 1119): varón muy sabio, insigne teólogo y célebre intérprete del Alcorán: tuvo muchos discípulos y muy aventajados. Sólo quedan de este autor: 

1 Dos Comentarios a la Gramática del Dr. vulgo Alpharesi.

2 Tratado de praepositionibus Alzagiagi.

Murió en Murcia en el año de la hégira 586 (de Cristo 1190) (586 + 622 : 1208), en las vísperas de la feria 7, día 17 del mes Gemadi primero. Ibidem, tomo 2, pág. 82, col. 2


MOHAMAD BEN GIAPHAR BEN HAMAID BEN MAIMON ALAMAVI.

Nació en un lugar llamado Basila, no muy lejos de Valencia, en el año de la hégira 513 (de Cristo 1119). Estudió en Sevilla, y adquirió tanta fama, que se le dio el cargo de presidente de la Curia Valentina. Murió en Murcia en el año de la hégira 586 (de Cristo 1190), en las vísperas de la feria 7, esto es, en la 6.a del día 17 del mes Gemadi primero. Casiri, tomo 2, pág. 123, col. 1.

Por la conformidad de la muerte de estos dos autores, parece ser uno solo, aunque notados en diferentes páginas por Casiri.   

                 

MAHOMAD BEN SAIED RAI ABDELUAHAB ABU BAKER.

Valenciano: esclarecido por su linaje, doctrina, valor y fortaleza que heredó de su padre, y siguió como él el partido de los almorávides contra los almohades, a quienes sitió de modo que fueron más los que murieron al rigor de la hambre, que al de la espada. Peleó dos veces con fortuna contra los cristianos, cerca del castillo Alphath, que les ganó año de la hégira 587 (de Cristo 1191), en el mes Gemadi primero, después de haberle poseído 32 años. Refiere esta batalla en una poesía, cuyo principio se halla en el códice 1640. Casiri, tomo 2, pág. 30. Y hay añadidos unos versos, en que le felicita por ella su mujer, hábil poetisa. Casiri, tomo 2, pág. 59.


ABULHAGIAC IOSEPH BEN ABDALLA BEN AIUB ALFAHARI. (Alfajarín, Zaragoza)

Natural de Denia, habitador de Valencia. Murió en el año de la hégira 592 (de Cristo 1195). Fue poeta, y se hallan poesías suyas en el códice 354, al núm. 45. Casiri, tomo 1, pág. 98.

   

MOHAMAD BEN AHMAD BEN HOZAIL ABDARITA.

Natural de Abescha o Abesa, en los confines de Valencia. Gramático insigne. Murió en Sevilla en el año de la hégira 593 (de Cristo 1196). Casiri, tomo 2, pág. 123, col. 2.


ABDALLA BEN MARVAN ALTAGIBI ABULAHASSEN.

Jurisconsulto valenciano, prefecto de Sobrob, Segorbe; varón prudente y justo; nació en el año de la hégira 539 (de Cristo 1144): murió en el de 593 (de Cristo 1196), feria 7, en las vísperas del día 15 del mes Schaval. Ibidem, tomo 2, pág. 129, col. 1.


MOHAMAD BEN SAID GEHUR ALCODHAI.

Natural de Bairan, en la jurisdicción de Denia, escritor diligentísimo de los 

Anales de Valencia. (No confundir con las prácticas anales de Chimo Puig)

Murió en el año de la hégira 597 (de Cristo 1200). Casiri, tomo 2, pág. 123, col. 2.


SIGLO VII DE LA HÉGIRA.


MOHAMAD BEN IOSEPH BEN ABDALLA, VULGO EBN AIAD.

Nació en Liria en el año de la hégira 544 (de Cristo 1149), feria 5, día 27 del mes  Schaval: murió en su patria en el de 603 (de Cristo 1206). Publicó:

Bibliotecam Valentinam.

Casiri, tomo 2, pág. 124.


MOHAMAD BEN MOHAMAD BEN KHALAPH ALANSARI, LLAMADO EBN MOCASIR.

Valenciano, jurisconsulto insigne; enseñó en Valencia la retórica y jurisprudencia. Murió en Xerez (Jerez), siendo prefecto, en el año de la hégira 603 (de Cristo 1206), feria 2, día 10 del mes Ramdan. Casiri, tomo 2, pág. 124, col. 2.


ABULHASSAN ALI BEN AHMAD BEN AVI COVAT ALZADI.

Natural de Denia: murió en el año de la hégira 608 (de Cristo 1211): tiene poesías en el códice 354, núm. 66. Casiri, tomo 1, pág. 99.


ABU ABDALLA MOHAMAD BEN MOHAMAD BEN SOLIMAN ALANSARI EBN ABI ALBACA.

Valenciano, originario de Zaragoza. Murió en el año de la hégira 610 (de Cristo 1213). Hay poesías suyas en el antes insinuado códice 354, al núm. 70. Casiri, tomo 1, pág. 100.


MOHAMAD BEN ABDELRAHMAN ALGIBI.

Ilicitanus o de Elche, varón muy distinguido por su piedad, doctrina, y escritos. Publicó:

1 Hispaniae Annales.

2 Una Historia de los literatos de España más difusa, y otra más compendiada.

Murió en la ciudad de Tremezen el año de la hégira 610 (de Cristo 1213). Casiri, tomo 2, pág. 125, col. 1.


ABDALLA BEN ABRAHIM, POR SOBRENOMBRE BEN MONTEL.

Natural de Murviedro, habitó en Valencia, donde se distinguió así en las ciencias como en la historia de la literatura. Murió en el año de la hégira 611 (de Cristo 1214), día 15 del mes Rageb. Casiri, tomo 2, pág. 129, col. 1.

ABDALLA BEN SOLIMAN ABU MOHAMAD ALANSARI, VULGO BEN HAUTH-ALLA.

Nació de clara estirpe en Onda, en el año de la hégira 549 (de Cristo 1154), feria 4, día 4 del mes Ragheb, aunque Casiri juzga que en el mes Schaval: es autor de

1 Biblioteca Hispana. Obra erudita: también es escritor célebre de los

2 Anales Valencianos.

Ejerció este autor el cargo de pretor o gobernador en Córdoba, Sevilla, Murcia y otras ciudades (y al mismo tiempo reinos). Murió en Granada (reino también) en el año de la hégira 612 (de Cristo 1215), feria 5, día 4 del mes Rabi primero. Casiri, tomo 2, pág. 129, col. 1, y el Dr. D. Juan Lozano, en su Batistania, disertación VII, tomo 1, pág. 244.


MOHAMAD BEN SOLIMAN BEN ABDELAZIZ ALSALAMI.

Natural de Xátiva: aritmético y geómetra distinguido, y prefecto de Elche, donde murió, día 23 del mes Ragheb, el año de la hégira 612 (de Cristo 1215). Casiri, tomo 2, pág. 125, col. 1.


MOHAMAD BEN ABDELAZIZ BEN SAADA ABU ABDALLA.

Nació en Xátiva: fue muy perito en ambos derechos, distinguiéndose por la integridad de sus costumbres. Murió en su patria, de cien años de edad, en el de la hégira 614 (de Cristo 1217), feria 2, día 9 del mes Schaval. Ibidem, tomo 2, pág. 125, col. 1.


ABULCASSEM MOHAMAD BEN MOHAMAD BEN NUH ALGAPHEKI.

Natural de Valencia, en donde fue juez, y murió en el año de la hégira 614 (de Cristo 1217). Hay poesías suyas en el códice 354, al núm. 74. Casiri, tomo 1, pág. 100.


MOHAMAD BEN BAKER ALPHAHRI ABU ABDALLA.

Valenciano: médico y cronógrafo insigne. Murió en Purchena en el año de la hégira 618 (de Cristo 1221), feria 4, día 15 del mes Muharram. Ibidem, tomo 2, pág. 125, col. 2.


ABDALLA BEN ABI BAKER ALCODHAI.

Padre de Abu Abdalla Ben Abi Baker Alcodhai Ebn Alabari, autor del códice 1670, que trae Casiri, pág. 121 del tom. 2.

Nació en Onda en el año de la hégira 571 (de Cristo 1175): desde niño vino a Valencia para hacer sus estudios, y se granjeó mucho crédito, tanto por su instrucción como por sus costumbres. Acaeció su muerte el año de la hégira 619 (de Cristo 1322) hacia el medio día de la feria 2 del día 5 del mes Rabi primero. Casiri, tomo 2, pág. 129, col. 2.


ABULHAGIAG JOSEPH BEN MOHAMAD BEN THALMUS.

Natural de la Isla de Xúcar, Alcira, que pertenece a Valencia, se encuentran sus poesías en el códice 354, núm. 79. Casiri, tomo 1, pág. 100. Murió en el año de la hégira 620 (de Cristo 1223). 


MOHAMAD BEN ALI BEN IAHIA ALGAPHEKI ABU ABDALLA.

Nació en Alsharat, Alsarat o Alxarat, esto es Alxara, Alcira; doctor excelente en ambos derechos, e historiador de bastante crédito escribió varias obras canónicas, muy estimadas en su tiempo. Murió en Septa, Ceuta, de 90 años, en el de la hégira (de Cristo 1226). Ibidem, tomo 2, pág. 126, col. 1.


ABRAHIM BEN EDRIS BEN ISAC BEN GIAME.

Poeta valenciano, prefecto de Septa, Ceuta (Ciudad de África), cuyo cargo ejerció en el año de la hégira 621 (de Cristo 1224). Murió en la batalla de Tarifa, en el año de la hégira 626 (de Cristo 1228), día 6 del mes Ramdan. Tiene poesías en el códice 1649. Citado por Casiri, tomo 2, pág. 59.


MOHAMAD BEN ALI BEN ALZOBAIER ALCODHAI.

Nació de padres ilustres en Onda, Reino de Valencia, en el año de la hégira 544 (de Cristo 1149), feria 2, en la tarde del día 15 del mes Gemadi primero. Floreció en ambos derechos; obtuvo dos veces la pretura de Onda. Murió en Valencia en el año de la hégira 627 (de Cristo 1229), feria 4, día 16 del mes Gemadi segundo. Casiri, tomo 2, pág. 127, col. 2.


MOHAMAD BEN ISMAIL BEN KHAMIS, VULGO ABU AMER ALGIOMAHI.

Nació en Costantania o Concentanea (Cocentaina): enseñó las letras humanas y canónicas en Xátiva y en Valencia, cuyas preturas obtuvo después. Murió en su patria de edad avanzada, día 16 del mes Saphar, año de la hégira 629 (de Cristo 1231). Casiri, tomo 2, pág. 127, col. 2.


ABU TAMAM GALEB BEN MOHAMAD BEN ISMAIL ALANSARITA.

Valenciano. Murió en el año de la hégira 629 (de Cristo 1231), tiene poesías en el códice 354, al núm. 84. Casiri, tomo 1, pág. 101.


ABU GIAPHAR AHMAD BEN MOHAMAD BEN THALHAT.

Escritor Ansareo, natural de la Isla Xúcar, Alcira. Fue muerto en Septa, Ceuta (ciudad de África), en el año de la hégira 632 (de Cristo 1234). Hay poesías suyas en el referido códice 354, núm. 93. Casiri, tomo 1, pág. 101.


MOHAMAD BEN EDRIS BEN ALI ABA ABDALLA, DE SOBRENOMBRE EBN FARAG ALKOHOL.

Natural de la península, vulgo Xúcar, Alcira. Fue el poeta más excelente de su tiempo, y se encuentran sus poesías en la biblioteca Arabico-Hispana, intitulada: Granatensis Encyclica de Mohamad Ben Abdalla Ben Allchatib de Granada, que es el códice 1668. Murió en su patria, feria 2, día 2 del mes Rabi primero, año de la hégira 634 (de Cristo 1236). Casiri, tomo 2, pág. 71 y 74.


ABU MOHAMAD ABDALLA BEN MOHAMAD BEN MATHRUH ALTEGIBITA.

Fue natural y juez de Valencia, donde murió en el año de la hégira 635 (de Cristo 1237), en el mes Dilcadat, cuando los cristianos la tenían sitiada. Hay poesías suyas en el códice 354, núm. 96. Casiri, tomo 1, pág. 102.


ABDALLA BEN MOHAMAD BEN MATHRUH ALTAGIBI.

Nació en Valencia, y era oriundo de Zaragoza. Fue jurisconsulto y orador muy elocuente. Obtuvo las preturas de Denia y Valencia, donde murió en el año de la hégira 635 (de Cristo 1237), feria 6, día 5 del mes Dilcadat, cuando la tenían sitiada los cristianos. Casiri, tomo 2, pág. 129.

Creo que este árabe es el mismo que el anterior. (Jodó, qué águila era Justo)   

 

HENDA, NATURAL DE VALENCIA.

Poetisa moral. De esta autora hay versos al núm. 100 del códice 354. Casiri, tomo I, pág. 102. Murió en el año de la hégira 637 (de Cristo 1239).


OBAIDALLA ALCASEM BEN IOSEPH BEN ALI ALTAGIBI.

Valenciano: es autor de la obra intitulada: Catalogus.

Contiene un itinerario literario de España y África, que publicó en el año de la hégira 626 (de Cristo 1228). Está en los códices 1751 y 1812. Casiri, tomo 2, pág. 169, col. 2, y 341, col. 1.


ABULHASSAN ALI BEN LEBI BEN SCHALBON ALMOAPHERI.

Valenciano, poeta: tiene poesías en el códice 354, al núm. 90. Murió en el año de la hégira 639 (de Cristo 1241). Casiri, tomo 1, pág. 101.


MOHAMAD BEN ABDALLA BEN KHALAPH BEN CASSEM ALANSARI.

Nació de una familia noble en Valencia, en el año de la hégira 554 (de Cristo 1159), feria 3, día 15 del mes Ramdan. Enseñó en dicha ciudad muchos años la retórica y poesía: escribió muchos libros de Vita Monastica.

Murió en Orihuela de 83 años, en el de la hégira 640 (de Cristo 1242), feria 4, día 10 del mes Schaval. Este día fue muy notable, porque en él llegó a Murcia con los cristianos el príncipe Ahmad Ben Mohamad Ben Hud, y entregó la ciudad a S. Fernando. Casiri, tomo 2, pág. 126, col. 2; y el canónigo Lozano, en su Batistania y Contestania del Reyno de Murcia, disertación VII, pág. 244.


IAIA BEN AHMAD BEN ISA ABULHASIN ALHKAZRAGITA.

Nació de nobles padres en Denia, donde se instruyó hasta los 20 años, progresando mucho en las ciencias, principalmente en la poética y retórica, como lo acreditan los versos del código 1649, mencionado por Casiri, tomo 2, pág. 30. Fue prefecto de Xátiva, y después de Denia, hasta que se entregó a los cristianos el año de la hégira 641 (de Cristo 1243) (641 + 622 : 1263), día 1 del mes Dilhaglat (Dilcadat).    

El mismo refiere, que los cristianos conducidos por el Conde de Barcelona, se apoderaron de Xátiva a fines del mes Saphar, y principios del año de la hégira 644 (de Cristo 1246) (644 + 622: 1268, 30 años después de entrar el rey de Aragón Jaime I el conquistador en Valencia), y que habiéndose hecho dueños antes de Valencia, a saber, en el año de la hégira 636 (de Cristo 1238) (el año 1238 es correcto, pero 636 + 622 son 1258), día 17 del mes Saphar, feria 3, y no pudiendo sufrir los árabes la dominación cristiana, abandonaron la ciudad en el año de la hégira 645 (de Cristo 1247) (645 + 622: 1267). Ibidem, tomo 2, pág. (páp. en el original) 60, coluna 1.


ABDALLA BEN AHMAD BEN HAPHS ALANSARI.

Natural de Denia, domiciliado en Xátiva; médico e historiador insigne. Murió en el Cairo en el año de la hégira 465 (de Cristo 1247) (465 + 622 = 1077), feria 7, día 29 del mes Schaval. Casiri, tomo 2, pág. 130, col. 1.


ABU BAKER ALCODHAI, VULGO BEN ALABAR.

Valenciano: compuso una obra, que intituló: Alphabetum.

Es una biblioteca Arábigo-Española que llega hasta el año de la hégira 650 (de Cristo 1252). Casiri, tomo 2, pág. 163. Creo que este autor es el mismo que el siguiente: 

Abu Baker Alcodai Ebn Alabar (qué tío, qué eminencia, Justo Pastor Fuster ha sabido quitar la h de Alcodhai y ver que ben : ebn), valenciano, que murió en el último día del año de la hégira 658 (de Cristo 1259), que escribió una obra intitulada: Vestis Serica. Propiamente es una historia de los árabes ilustres por su nobleza y por sus destinos, que se distinguieron en España en la poesía, de los cuales se insertan algunos versos en el códice 1649, que menciona Casiri, tomo 2, pág. 30, y extracta varios pasajes históricos, hasta la pág. 65, donde habla del mérito de la obra y de lo contenido en ella.


ABU ABDALLA BEN ABI BAKER ALCODHAI.

Natural de Valencia e hijo de Abdalla Ben Abi, de quien se ha hablado antes: murió en el año de la hégira 619 (de Cristo 1222). Este Abu Abdalla es autor de la biblioteca Arábigo-Hispana, que intituló: Supplementum.

Y se contiene en el códice 1170, extractado por Casiri, páginas de 121 a 133 del tomo 2, y allí dice que el dicho se llamaba vulgarmente Ben Alabar, y que murió en el año de la hégira 656 (de Cristo 1258). Conde, en el prólogo de la historia de la dominación de los árabes en España, pág. 21, manifiesta merecerle tal aprecio la Historia de Aben Alabar el Codai valenciano, y el suplemento a la misma obra de varones ilustres de España y África, que prefiriéndola a las demás de los escritores árabes, dice que se sirve de ella para referir los sucesos de la conquista, gobierno de los Walies y Amires, y medios tiempos de la dominación arábiga; añadiendo que era muy docto, y los autores de que se valió para componer dicha historia.

Poseía casa y huerto en esta ciudad cerca de la puerta de la Boatella (1: véase la nota que sobre el sitio de esta puerta está puesta a la página VIII), en que vivía como natural de la misma; y el Rey en 15 de las calendas de Octubre de 1238, casi pocos días antes de apoderarse de ella, las dio a Guillem Zelarn, según consta del Regestrum primum Regis Jacobi Primi, folio 49.


MOHAMAD BEN SOBAIE BEN IOSEPH ALGEZAM.

Valenciano, poeta no despreciable. Fue prefecto de Denia, siendo Rey de Valencia Giomaiel Zian su primo. Murió en Túnez en el año de la hégira 653 (de Cristo 1255), día 28 del mes Rabi segundo. Casiri, tomo 2, pág. 65.


ABULRABI BEN MUSA SALEM ALCALI.

Orador valenciano: murió en la batalla de Anissa (tal vez Bonisa, vulgo Enesa), que dista tres parasangas (2: una parasanga es el espacio de 30 estadios, y cada estadio consta de 125 pies.) de la ciudad de Valencia, en las vísperas del jueves día 20 del mes Dilhagiat, año de la hégira 634 (de Cristo 1236). Hay poesías de este autor en el códice 354, al núm. 87. Casiri, tomo 1, pág. 101.


ABU MOHAMAD ALABDERITA.

Valenciano: escribió: Iter Africanum.

Es una descripción de África escrita con elegancia, en que se habla de las ciudades, costumbres y usos de los africanos con una noticia de los varones literatos que vio el escritor en aquellas regiones. Es el códice 1753, que publicó el autor en el año de la hégira 688 (de Cristo 1289). Casiri, tomo 2, pág. 165, y en la prefacion del tomo 1, pág. XIV, donde lo celebra.


ABU BAKER MOHAMAD BEN MOHAMAD BEN MAHRAZ ALZAHARI.

Juez valenciano. Publicó: Poema de la expugnación de la ciudad de Santa María y del Castillo de Serala, tal vez Cervera, y esto después que los cristianos embistieron la parte de Valencia más poblada de habitadores. Y como esto fue en el siglo VII de la hégira, por eso colocamos en ella este escritor. Al núm. 88 de la Historia de los poetas, códice 354. Casiri, tomo 1, pág. 101.


ABULMOTHREPH AHMAD BEN ABDALLA BEN AMIRA ALMAKHZUMI.

Natural de la Isla Xúcar, Alcira: domiciliado en Valencia, publicó: Un poema en alabanza de esta ciudad, y otro lamentándose de haberse apoderado de ella los cristianos. Como también esto sucedió en el referido siglo VII (de la hégira); colocamos  en él a este autor, al núm. 89 del referido códice 354. Casiri, tomo 1, pág. 101.


SIGLO VIII DE LA HÉGIRA.


ABI ABDALLA MOHAMAD BEN ALABAR.

Valenciano. Escribió: Bibliotheca Hispana titulada: Supplementum.

De la cual, entre otras, se valió Abraham Ben Ali Ben Pharhum Aliamar para la formación de su Biblioteca universal o Doctorum Arabum classes, que concluyó en el año de la hégira 761 (de Cristo 1359). Casiri, tomo 2, pág. 70.


ABD ALVADAD.

Valenciano. Ejerció la medicina, viajó a la Persia, y tuvo mucha amistad con Mohamed Emperador de Chorasan, que disfrutó de salud mientras vivió este autor, según se colige de un epigrama de la Biblioteca intitulada: Granatensis Encyclica de Alkhathib, publicada en el año de la hégira 763 (de Cristo 1361): Clase 9. Casiri, tomo 2, pág. 71 y 101.


AUTORES DE EDAD INCIERTA.


ABU BAKER EBN ALABANA.

Natural de Denia, poeta del cual se habla en el códice 355 intitulado: Torques aurei de viris clarissimis, núm. 57. Y habiendo muerto el autor de esta obra en el año de la hégira 535, se ve que Abu Baker no pudo ser posterior a este año. Casiri, tomo 1, pág. 105.


ABULCASSEM, 

Y

ABRAHIM BEN SAHL.

Ambos poetas valencianos. Las odas de estos dos autores se encuentran en el códice 436, números 12 y 29. Casiri, tomo 1, pág. 128; el cual afirma, que muchas de ellas no desdicen en el artificio de las de Horacio. Sus autores florecieron antes del año de la hégira 571 (de Cristo 1175) en el cual murió el Doctor Mohamad Ben Arsakar Damasceno, autor de aquel códice.


ABULRABII BEN ABI MOHAMAD.

Valenciano, es autor de una colección de poesías que tienen por título: 

Margaritarum series ac apparatus vestis elegantis et laneae.

Contiene diversos géneros de poesías, laudatorios, amatorios y morales, que recogió Mohamad Ben Abdelhac Algasanita de Granada, y publicó en el año de la hégira 571 (de Cristo 1175), en obsequio de la Academia Granatense, a quien los dedica. Es el códice 462. Casiri, tomo 1, pág. 135. No se sabe en qué tiempo vivió este autor, aunque debió ser antes del mencionado año 571.

        

ABU BAKER BEN MAGAU.

Natural de Xátiva, y poeta. Sus obras se hallan en el códice 354 intitulado: Viatoris Commea*us, en el que se hallan reunidos muchos versos de poetas españoles que recogió Abu Bahr Sephvan, y que cita Casiri, tomo 1 pág. 93. (o 98)                                              

ABU ALI HASSAN ALNOSCHAR.

Natural de Valencia, tiene poesías en el mismo códice. Ibidem, pág. 94.


ABU ABDALLA BEN IARBU.

Poeta, natural de Xátiva, sus obras en el mismo. Ibidem, pág. 94.


ALHAGAEUS ABULHASSAIN BEN GIOBAIR.

Natural de Xátiva, se hallan sus poesías en el mismo. Casiri, tomo 1, pág. 94, col. 2.


ABU BAKER BEN ALGIONAN.

Natural de Xátiva, se insertan sus poesías en el mismo. Ibidem, pág. 94, col. 2.


ABU ABDALLA BEN AIAS.

Valenciano, tiene poesías insertas en el mismo tomo 1, pág. 94, col. 2.


ABU ABDALLA BEN IASIM.

Natural de Xátiva, sus obras están en el mismo. Ibid. pág. 94 col. 2.


ABULHOKM GIAPHAR BEN IAHIA.

De Denia, sus obras están incluidas en el munus hospitii, comprendido en el mismo códice núm. 9. Casiri, tomo 1, pág. 96.


ABULABBAS AHMAD BEN MOHAMAD BEN ALBORAR ALTAGIBI.

Valenciano, oriundo de la Isla verde; se hallan poesías suyas al núm. 2, de la Historia de los poetas insignes españoles, que está unida al mismo códice 354, del que hemos hablado en el siglo VI de la hégira en Abdalla Ben Abdelrahman Ebn Alabar Alcodai: citado por Casiri, tomo 1, pág. 93, en cuya Historia se hallan las de los autores que siguen:


ABU OMAR BEN KHALIL ALAPHADITA.

Valenciano, al núm. 5, pág. 95.


ABU MOHAMAD ABDALLA BEN ALKHALAPH BEN ALCAMA.

Valenciano, al núm. 10, pág. 95.


ABU ABDALLA MAHOMAD BEN ABRAHIM ALGIMINI, LLAMADO EBN ALSCHEVASCH.

Valenciano, al núm. 51, pág. 98.


ABULMAALI MAGED BEN MAHPHUDI BEN MARI.

Valenciano, varón ilustre, al núm. 56, pág. 99.


ABULRABI SOLIMAN BEN AHMAD BEN ALI BEN GALEB ALABDARI.

Natural de Denia, y juez en Málaga, al núm. 80, pág. 100.


ABU ABDALLA BEN ALPHAGIAR.

Valenciano: se refiere en el códice 355, que contiene una biblioteca de varones ilustres que florecieron en España con fama de buenos poetas, y tiene por título: Torques aurei de viris clarissimis. En el índice de esta obra, al núm. 15, se nombra este autor, pág. 103, del tomo 1 de Casiri.


ABU BAKER BEN ATHIA.

Valenciano, jurisconsulto: está nombrado en el código susodicho al núm. 49. Ibidem, pág. 105.


ABU MOHAMAD BEN SARA.

Valenciano, filólogo que celebró la llegada a Granada del capitán Abu Iahia Ben Abrahim, con una larga poesía, cuyos versos acaban en la sílaba Z (ja). Ibidem, núm. 59, pág. 105.


EBN VAPHEDI.

Médico valenciano, escribió: Manuductio ad artem medicam. 

Trata de la medicina teórica y práctica, y de la farmacéutica. Es el código 828. Casiri, tomo 1, pág. 272. Y también lo celebra en la prefacion del tomo 1, pág. XII, en donde le llama Ebn Haphedi.


ABU BAKRI ABDELAZIZ.

Natural de Arbela (tal vez Orihuela); escribió: Tractatus de alimentis.

En él habla de la leche, de las verduras, carnes, y de otros alimentos de esta especie. Está en el códice 888, núm. 5. Casiri, tomo 1, pág. 314 y 315.


ABULABBAS AHMAD BEN SAID BEN ALSCHAT.

Valenciano; escribió: Commentaria opera in canonica Doctoris Moslemi.

Cuyo tomo primero se encuentra en el códice 1192, que cita Casiri, tomo 1, pág. 476.


ABULCASSEM BEN ABILCASSEM ALRAINI.

Natural de Xátiva; escribió una paráfrasis o exposición del Alcorán, en versos que todos acaban en la sílaba y (la). Es el códice 1365. Casiri, tomo 1, pág. 501, y en el códice 1330, pág. 496.


ABULCASSEN.

De Xátiva; escribió: De castigata Alcorani lectione. Poema que consta de mil versos. Es el códice 1555, Casiri, tomo 1, pág. 531, núm. 6.

Este autor es tal vez el mismo que el anterior.


ABULCASSEM BEN PHIRA KHALAPH BEN AHMAD ALRAINI.

Natural de Xátiva; escribió un poema explicando el Alcorán, cuyo título es:

Securitatis foedus, et letitiarum exordium.

Consta de dos mil versos, que acaban todos en la sílaba y (la). Escribió también otro poema que intituló De variantibus Alcorani lectionibus. 

Cuyos versos acaban en la sílaba y (la). Es el códice 1401. Ibidem, tomo 1, pág. 507.

Este autor es tal vez el mismo que los dos anteriores.


ABULABBAS AHMAD.

Valenciano; escribió: Carmen de Lógica.

En el códice 1556. Casiri, tomo 1, pág. 531, al núm. 2.


BEN MONDER.

Valenciano; escribió: De animi in praellis constantia qua Hispani caeteras inter nationes praecellunt. 

Se cita en el códice 1647. Casiri, tomo 2, pág. 29.


__


En el códice 1672 citado por Casiri, tomo 2, pág. 140, y del que hemos hablado en Hamad Ben Mohamad, en el siglo V de la hégira, hay un índice de las diez y seis Bibliotecas Arabe Hispanas que se encuentran en él, y entre ellas con alabanza se citan de autores valencianos las siguientes:  


ABI AMRI.

De Xátiva: Biblioteca Grammaticorum, pág. 150.


ABU BAKER ALHASSEN, VULGO ALCABSCHI.

Valenciano: Biblioteca Philologorum. Ibidem.


ABU ABDALLA MOHAMAD BEN ATAB CON SU HIJO ABULCASSEM.

Biblioteca Valentina. Ibidem.


AHMAD BEN MOHAMAD, VULGO ALSCHOMNI.

Valenciano, ilustró con notas los hechos de Mahoma, y sus socios, e intituló la obra:

Historia genuina illustrata. Es el códice 1738. Casiri, tomo 2, pág. 166.


ABU ABDALLA MOHAMAD BEN KALPHUN AZADITA.

Valenciano; escribió: Biblioteca auctorum principum sectae Mahometanae secundum magnam collectionem Doctoris Iahia Allaithi Cordubensis notis illustrata.

La publicó con el siguiente título: Liber Declarationum.

Es el códice 1742. Casiri, tomo 2, pág. 167.


ABU ABDALLA MOHAMAD BEN HAIUN.

Natural de Xátiva; escribió una paráfrasis del Alcorán. De la cual habla Casiri, en el tomo 1, pág. 501, códice 1364.


ABU ABDALLA MOHAMAD ABDELALIZ.

Natural de Xátiva; escribió: Hispanie cronicon.

Citado por Casiri, tomo 2, pág. 42.


ABU FALIB ABOEL GEBAR.

Natural de Xúcar, Alcira, célebre poeta árabe. Lo cita Conde, Historia de los árabes, tomo 2, pág. 272.


NOTA.


Abdalla Ben Saíd Alvagedi Abu Mohamad, natural de Vageda, jurisdicción de Tremezen, fue jurisconsulto y dos veces pretor en Valencia; la primera en el año de la hégira 495 (de Cristo 1101) en el cual en el mes Ragiab fue dicha ciudad perdida por los cristianos. Murió en Valencia en el año de la hégira 510 (de Cristo 1116) dejando grandes monumentos, entre ellos el cónclave de la Mezquita mayor que edificó a sus expensas; y existió hasta que fue recuperada la ciudad por los cristianos en el día 17 del mes Saphari, año de la hégira 636 (de Cristo 1238). Casiri, tomo 2, pág. 130, col. 1.

Mohamad Ben Soliman Abu Abdalla Alcalabi, librero de Calatayud, con el motivo de sus estudios vino a Valencia, donde enseñó la gramática, y pensando en irse, los cristianos ocuparon la ciudad después de la célebre batalla de Cotanda (Cutanda) sucedida en el año de la hégira 514 (de Cristo 1120).    

escritores del siglo XIII (13)

domingo, 17 de octubre de 2021

NOTAS. RECTIFICACIONES.

NOTAS.

(1)
Lo conqueriment de Maylorcha.

Es la conquista de Mallorca por las armas de Don Jaime el Conquistador, entre los hechos de aquellos belicosos siglos, el que quizás más se presta a las bellas descripciones y elevados rasgos de la epopeya. Expedición marítima al par que militar, abunda en sucesos e incidentes tan variados y poéticos, en aventuras tan interesantes y caballerescas, que hasta al referirlos sencillamente los antiguos cronistas, trazaron sin quererlo más bien un poema que una crónica, tanto les brindaban los hechos mismos a los adornos de la oratoria, a la brillantez y viveza en el estilo, y a los bellos matices de la poesía. Aún el mismo rey Don Jaime, cuya vida constituye una serie de triunfos y conquistas, recordó siempre la de Mallorca con singular predilección y complacencia, porque con ella iban también los bellos recuerdos del ardor de su juventud. No es extraño pues que la imaginación ardiente de Lulio, excitada por el amor a su patria, se elevase en alas del entusiasmo al oír contar a su padre, que tomó parte en aquella grande y caballeresca empresa, las proezas de los conquistadores, y que fundado en la tradición y en las relaciones de los mismos testigos oculares, trazase el bello poema que sólo poseemos en fragmento, si es que no bebiese en el contexto de la crónica del mismo rey Don Jaime, que atribuyéndose a la pluma del gran conquistador, quizás llegaría a manos de Lulio, tratando como trataba tan de cerca a la familia real aragonesa.
¡Lástima grande es empero no poder leer en bellos versos más que una pequeña parte del conjunto de todos los hechos heroicos que tanto nos halaga en las sencillas descripciones de la crónica del mismo monarca, en las de Marsilio, Desclot y cuantos se ocuparon de esta gloriosa conquista!
(Desclot : de Es Clot, d‘es Clot)

(2)
Que mays feu tant en Pelós.
Bajo el adjetivo Pelós, que equivale al adjetivo castellano Velloso (peludo), quiso designar seguramente el autor al célebre conde de Barcelona llamado Wifredo el Velloso. Fue hijo y sucesor en el condado de Wifredo I, quien había perdido sus estados, muriendo a manos de Salomón conde de Cerdeña, (
CerdañaCerdanyaCeritania) que le asesinó alevosamente para usurpárselos. Como Wifredo II (el Velloso) era menor de edad cuando le fue restituido el condado por Carlos el Calvo, tuvo por regente a Balduido, primer conde de Flandes y yerno de aquel monarca. Contaba 22 años cuando para vengar la muerte de su padre, la dio a Salomón de Cerdeña. En 873 se halló en las guerras de Francia (los condes de Barcelona eran vasallos del rey de Francia) contra los Normandos, donde fue gravemente herido, lo que le valió, según afirman varios autores, adquirir el blasón de las cuatro barras encarnadas en campo de oro (leyenda desmentida por otros autores), que fueron después el distintivo de la casa aragonesa, con motivo del casamiento del conde D. Ramón Berenguer IV con D.a Petronila, heredera de aquel reino. Así que Wifredo II tuvo (874) el mando soberano de su condado, sin necesidad de regente (¿quién era el soberano? El rey de Francia), se dedicó exclusivamente a limpiarlo de moros, sosteniendo con ellos reñidas y sangrientas guerras, hasta ahuyentarlos enteramente de sus estados. Fue príncipe (el principal de los condes, como Ramón Berenguer IV, princeps) al par que valiente y guerrero, muy piadoso, pues en 888 (880 según wikitrolas) fundó el monasterio de Ripoll, según lo asegura el P. Villanueva, en el que hizo vestir el hábito a su hijo mayor Rodulfo, que fue su abad, y después de Urgel. Tuvo otros hijos: Wifredo III, que le sucedió: Suñer, conde de Urgel; y Miron, (MirónMir) que también fue conde de Barcelona. Murió Wifredo II en el año 906 o 912 según otros autores y fue sepultado en el monasterio de Ripoll.

Carlos II de Francia, Frankfurt, el calvo, emperador, francos

Este rey, Carlos II el calvorotas, me recuerda mucho a Freddie MercuryFarrokh Bulsara. Y personalmente, a mi amigo desde la infancia José Francisco Tejedor Pons, "Pepet", chimo por Beceite y polaco por Valderrobres, y especialmente a su padre, José Luis Tejedor, hijo de Santiago y Pura, Purita, "purito", de mi pueblo, BeceiteBeseit.  

Freddie Mercury, Farrokh Bulsara, Carlos II, el calvo, rey de Francia

Freddie Mercury, Farrokh Bulsara, Carlos II, el calvo, rey de Francia, purito, José Luis Tejedor, Beceite, Beseit



(3)


Sa maravela bassent,
Ignoramos la equivalencia castellana de la palabra bassent; y no comprendemos lo que con ella quiso significar el autor, si es que no sea error del copista. (Quizás plasent, plassent mal escrito; o del verbo ver, veser, vesent, veent) Por lo demás, el calificativo de maravilla que da Lulio a la isla, prueba que en aquellos tiempos no era Mallorca menos admirada y codiciada que en el día, en que tantos y tan ilustres viajeros han ensalzado sus bellezas naturales. Véase sino la hermosa descripción de la Balear mayor que el cronista Marsilio pone en boca de Pedro Martell, quien cuenta con entusiasmo al rey Don Jaime la hermosura del país que le induce a conquistar; y ella en verdad dice tanto como pueden decir los modernos viajes que de Mallorca han escrito elegantes plumas e inteligentes artistas. Dice el pasaje de la crónica a que nos referimos:
“Mes la major yla es aquela que Malorcha es apeylada, com es major en quantitat e major en senyoria; la qual la divina saviea de las pregontats de las ayguas feu levar per só que de totas ses parts fós als navegants en refugi e defeniment; e de aquen los homens d‘ aquela art aquela apeylan cap de Creus, com d‘ aquela a cascunas parts navegar pus cuvinentment es vist; e aquels qui tornan de lunyadanas parts, trencats d‘ aytals trabays, banyats de plujas, turmentats de tempestats d‘ aer, consumats d‘ estiu e de calor, e ‘ls trobats de poca jornada, a aquela sian sadolats e recreats, e de grat venen per só que en lurs trabays sian consolats. E provehí lo sobirá maestre de tots de pòrts en aquela en tutela e defensio dels perilants o navegants; de part oriental lo pòrt d‘ Alcudia, de part occidental lo pòrt de la Palomera e de Andraig, e de part d‘ aquiló lo pòrt de Soyler, o de part austral lo pòrt de Manachor e de Porto-Colom e de Porto-Petro. E de totas parts ha molts pòrts pochs, los quals los mariners apeylan esparagols, a salvar los lenys menors. E aquesta yla es revironada de montanyas molt altas d‘ aquela part que es opposada a Cathalunya, en tan neix son altas, que a aquels qui naufragan son en mòrt e als navegants en horror. Mes de part austral que es opposada a Affrica no ha montanyas axí altas, jatsia só que de rochas sia tota plena, e son aquelas montanyas pedregosas, no cuvinents a neguna semen, sechas, nuas, sens fruyt, sens utilitat, si donques no son dadas als habitadors a garda e defensio.”
“E com aquela yla haja moltas parts, ha XVI parts; las tres en montanyas e en lo peu de las montanyas lo qual apeylan Rayguer, en las quals ha pobles e vilas delectables; aquí ha oliveras fructuosas, aquí ha abundancia de vinyas e abundancia de diversas fruytas, vergers molt agradables, fonts de cascuna part corrents; e lá on hom se pensa que montanyas molt altas s‘ ajusten e que no sia sino soledad degastable, aquí se amagan vals molt delitables, de arbres fructuosas, bé assegudas e plenas d‘ ayguas de fonts, en tot delit e puritat d‘ aer donadas. Las altres XIII parts son pobladas, las quals son planas e son luny de montanyas, e son molt bonas per blats, molt han de forment e d‘ ordí (ordi), quays han fretura de fruytas, oliveras no han, nodrexen pocas vinyas, son ricas d' oveyas e d' altres bestiars; de pous beuen e moltas vegadas de ayguas reebudas en cisternas e en en fossas en temps de plujas, per só que dretament sian semblants a las parts d' Urgel en moltas de cosas.”

"Mes la ciutat es asseguda e sitiada prop la mar, havent planea de costa sí de XII milas, de val ample e pregon revironada, garnida e defesa de espessa de torres e de mur, de bel antemural coronada, no sabent barri, com tots los reeb dins sí ab tres portals ab portas de ferre, edificada e feta de casteyl molt beyl dins sí prop de la mar e en pla, enriquehida de lonquea, de beylea de carrers e de dreta agradable, de amplaria de plassas plahent, de font per mitj corrent delitable, de beylea d‘ orts axí dins com deforas acompanyada; ha mirador molt beyl de mar, lo qual s' esten XV milas, de duas bocas o caps grans de rochas es termenada, e es luny boca o cap de boca o cap quays per XX milas. Aquests dos caps contre si posats en fas de la ciutat, fan gran cala abundant e plena de pexos, e a naus e a tots altres vaxells navegants molt profitosa, com per tot morden las ánchoras: e encare tot lo temps de primavera e de estiu tots los lenys e naus se ferman e stan devant la ciutat a una mila; mes el temps de autumne acostant, se recuylen al pòrt, lo qual es luny de la ciutat duas milas e mitja, lo qual ha nom Portopí, quays pòrt de pí, com aquí havia un molt beyl pí dont lo pòrt hach e pres nom. E ha aquesta ciutat defora tres casteyls molt fòrts asseguts e sitiats en molt altas montanyas; lo un contra la part de Cathalunya lo qual es dit e nomenat de Polensa, l' altre contre la part de Affrica lo qual es apeylat de Santueri, altre dintre terra qui no es pòt combatre lo qual es apeylat Alaró.
L' aer hi es molt temprat, com d‘ ivern apenas o quays nuyl temps no gita neu; e si algunas vegadas s' esdevé, las gents ho han per joch: glas nuyl temps quays hi appar; e en temps de estiu de tercia e d' aquí avant del vent embat apeylat es temprada."


(4)

D' Abú-Soleyman vessada


En las cronologías de los emires o gobernadores mahometanos bajo el imperio de los califas, figura al tratarse del reino de las islas Baleares, el nombre de
Abu-Rabi-Suleyman, que en el año de la égira 508, fue sucesor de Mubash-sher
(Nasiru-d-Daulah) que fue al parecer el último de aquellos gobernadores.
Quizás aluda Lulio a este personaje en el verso que comentamos.


(5)

De n' Horace e B. De Bon


Sin duda se refiere Lulio en este pasaje a Bertrán de Born vizconde de Hautefort y castellano del castillo (catalán, castlà, châtelain) de Perigord que encerraba unos 1000 hombres de guarnición. Fue uno de los trovadores más célebres de su tiempo. Pudiendo por su posición (posision) elevada tomar parte activa en los negocios políticos de la época, se entretenía en suscitar discordias entre los reyes de Francia y de Inglaterra, a quienes tildaba de cobardes cuando se mantenían en paz, tributándoles los mayores elogios cuando empuñaban las armas. Declaróse enemigo de Ricardo corazón de león, y partidario de Enrique II su hermano, a quienes designaba con los nombres de
Sí (Oc) y No. Vencióle Ricardo y llegó a hacerle su prisionero y a posesionarse de su castillo de Hautefort; pero obrando aquel monarca, que aspiró también al renombre de trovador provenzal, con clemencia y generosidad con el poeta vencido, le perdonó la vida y le restituyó sus bienes. Aunque fue Bertrán, como todos los trovadores de su época, cantor de los amores y de la hermosura, se distinguió más especialmente por sus poesías heroicas o guerreras. He aquí una de sus más notables producciones:


Bé ‘m play lo douz temps de pascor

Que fay fuelhas e flors venir

E play mí quant aug la baudor

Dels auzels que fan retentir

Lo chan per lo boscatge;

E play me quant vey sus el pratz

Tendas e pavallos fermatz;

E play m' en mon coratge,

Quant vey per campanhas rengatz

Cavalliers ab cavals armatz.


E play mí quant li corredor

Fan las gens e 'ls avers fugir;

E play me quant vey aprop lor

Gran ren d' armatz ensems brugir;

Et ay gran alegratge,

Quant vey fortz castelhs assetjatz,

E murs fondre e derrocatz,

E vey l' ost pel ribatge

Qu‘ es tot entorn claus de fossatz

Ab lissas de fortz pals serratz.


Atressi m' play de bon senhor

Quant es primiers a l' envazir

Ab caval armat, ses temor;

C‘ aissi fay los sieus enardir

Ab valen vassallatge;

E quant él es el camp intratz,

Quascus deu esser assermatz,

E segr' el d' agradatge,

Quar nulhs hom non es ren prezatz

Trò qu' a manhs còlps pres e donatz.


Lansas e brans, elms de color,

Escutz trancar e desguarnir

Veyrem a l' intrar de l' estor,

E manhs vassalhs ensems ferir,

Don anaran a ratge

Cavalhs dels mòrtz e dels nafratz;

E ja pus l' estorn er mesclatz,

Negus hom d' aut paratge

Non pens mas d' asclar caps e bratz,

Que mays val mòrtz que vius sobratz.


Be us dic que tan no m' a sabor

Manjars ni beure ni dormir,

Cum a quant aug cridar: A lor! (Com)

D' ambas las partz; e aug aguir

Cavals voitz per l' ombratge

E aug cridar; Aidatz! aidatz!

E vey cazer per los fossatz

Paucs e grans per l' erbatge,

E vey los mòrtz que pels costatz

An los tronsons outre passatz.


Baros, metetz en gatge

Castels e vilas e ciutatz,

Enans q' usquecs no us guerreiatz.

Papiol, d' agradatge

Ad Oc e No t' en vay viatz,

Dic li que tròp están en patz.



Traducción. - Mucho me place la dulce estación de la primavera que hace brotar las hojas y las flores; me place oír el gorjeo de los pájaros cuando hacen resonar su canto por el bosque. Agrádame ver colocados a lo largo de las praderas tiendas y pabellones; y me deleita ver alineados en campaña caballeros armados cabalgando en sendos caballos.


Me place ver los exploradores cuando ahuyentan las gentes y los rebaños, y ver como en pos de ellos los hombres de armas se mueven con grande estrépito. Experimento mucha alegría cuando veo sitiar fuertes castillos, cuando se hunden los descuajados muros y la hueste cerca el recinto defendido por hondos fosos y cerrado por empalizadas guarnecidas con fuertes postes.


Gozo cuando veo al buen señor que se lanza el primero al combate con caballo armado, sin conocer el miedo, infundiendo con su ejemplo y su brío valor a sus vasallos. Y cuando entra en el campo, todos deben reunirse en torno suyo y seguirle con voluntad decidida, porque de ningún hombre se hace aprecio si no ha dado y recibido muchos y buenos mandobles.

Veremos las lanzas y las espadas romper y desguarnecer los yelmos y los escudos, desde luego de entrar en batalla, y herirse mutuamente los combatientes. Entonces veremos correr al acaso los caballos de los muertos y de los heridos, y cuando confundidos todos, en lo más recio de la pelea, no habrá hombre de alta prez que tenga otro pensamiento que el de cortar cabezas y brazos, pues vale más morir que vivir vencido.

Os lo aseguro: no me es tan grato el comer, beber y dormir, como oír exclamar por ambas partes: ¡A ellos! y escuchar el relincho de los caballos desmontados que corren por la selva, y el grito de ¡Socorro, socorro! mientras caen señores y vasallos por los fosos sobre la yerba, y se ven los muertos atravesados sus flancos por las astillas de las lanzas.


Barones, empeñad castillos, villas y ciudades antes de que otro alguno os haga la guerra.

Y tú, Papiol, corre pronto a ver a Sí y No y diles que hace ya demasiado tiempo que están en paz.


(6)


Els fayts eu xantats sovens.


Quizás haya en este verso equivocación del copista. Parece que se diera a la frase mejor sentido gramatical, sustituyendo el xantats participio pasado de xantar, con el xantant gerundio del mismo verbo.

(7)
Ab sos barons, donçeyls e lurs prelats.

Para dar una idea de los barones principales que tomaron parte en la conquista de Mallorca insertamos los siguientes párrafos que con el mismo objeto trascribe el conocido historiador D. José María Quadrado en uno de sus apéndices a la parte de las crónicas de Marsilio y Desclot referente a la expresada conquista, que publicó en el año 1850.

"Era D. Nuño Sánchez de real estirpe nieto del conde Ramon Berenguer que casó con la heredera de Aragón, y primo del padre de nuestro monarca. Su padre D. Sancho hijo tercero del conde de Barcelona heredó el condado de Cerdaña en sustitución de su hermano Pedro, y obtuvo en feudo el de Rosellón de su hermano mayor Alfonso II, a quien lo había legado el conde Gerardo a falta de sucesión; de suerte que su cuna y poderío le permitieron casi nivelarse con el trono. De su esposa Sancha hija del conde
D. Nuño de Lara hubo a D. Nuño, que tomó el nombre de su abuelo materno y que combatió al lado de su padre en las Navas de Tolosa donde fue armado caballero.
Su tardanza en acudir al socorro de Pedro II, o la impaciencia de este en no aguardarle, contribuyó al infeliz éxito de la batalla de Muret donde feneció el rey de Aragón; pero unido con los Moncadas y otros nobles, hostilizó a las tropas de Monfort, obligándole por fin a devolverles el hijo del difunto soberano a quien el vencedor retenía cautivo en su poder. Ignórase hasta qué punto secundó D. Nuño las ambiciosas miras de su padre, que aspiraba no sólo a la tutela del niño Jaime, sino a usurparle la corona; sólo es notorio que tuvo sobrada parte en las turbulencias de aquella agitada minoría. Disgustado con Guillermo de Moncada su íntimo amigo hasta entonces, a causa de un azor que este le negó, llegaron ambos a estrepitoso rompimiento; y aunque el rey en Monzón se declaró abiertamente a favor de D. Nuño, y sostuvo una larga y terrible guerra contra Moncada para vengar los agravios de su pariente, mostrósele este tan ingrato que se entendió con su competidor para apoderarse del joven soberano en Alagón y retenerle como prisionero dentro de Zaragoza, gobernando ambos en su nombre y repartiendo los feudos a su capricho. Hacia este tiempo por muerte de D. Sancho heredó D. Nuño los condados de Cerdaña y Rosellón con el señorío de Vallespir y Conflent, y dejando en paz la monarquía auxilió al rey de Francia Luis VIII en su guerra contra los albigenses, de quien recibió en recompensa algunas tierras. La expedición a Mallorca formó el período más brillante de la vida de D. Nuño, mostrándose tan intrépido en los combates como espléndido y bienhechor en la multitud de fundaciones que dejó en el suelo reconquistado. Después de contribuir a la toma de Iviza y de asistir con el rey al sitio de Valencia, falleció sin hijos en 1241, y fueron agregados a la corona sus vastos dominios y las propiedades que le cupieron en Mallorca e Iviza. En 1215 casó con Petronila hija del conde de Cominges, pero habiéndosela arrebatado el conde de Monfort para casarla con su hijo, D. Nuño en vez de pedirle cuenta de su inaudito agravio contrajo segundas nupcias con Teresa López. La especie de que murió canónigo de Elna no aparece bien probada, a menos que esta dignidad eclesiástica no anduviera aneja a sus títulos seglares, de lo que se hallan hartos ejemplos en la edad media."

"De nobilísima familia enlazada desde muy antiguo con la condal de Barcelona descendía Guillermo de Moncada vizconde de Bearne. A mediados del siglo XI un Raimundo de Moncada concurrió a la formación de los Usages de Cataluña (o son los usatges de Barcelona?) por Ramón Berenguer el viejo; otro Guillén Ramón, con el sobrenombre o empleo de Dápifer (Dapifer) vinculado en su estirpe, acompañó al conde de Barcelona y a los pisanos en su gloriosa expedición a Mallorca; y Guillén Ramón se llamaba también el senescal de Cataluña, que caído en desgracia de su príncipe y refugiado a la corte de Aragón, agenció el dichoso enlace de Ramón Berenguer con Petronila. Su hijo heredó el nombre, el título y la influencia, y apenas hay hecho ilustre o acto solemne en la última mitad del siglo XII a que no se le encuentre asociado; mancha empero su memoria la sacrílega muerte que dio en 1194 al arzobispo de Tarragona D. Berenguer de Vilademuls, sin que se sepan las causas ni las consecuencias del delito.”

"La semejanza de nombres y la multitud de ramas en que se dividió la familia de Moncada, no permiten deslindar los hechos que a cada individuo pertenecen, ni averiguar su recíproco parentesco, ni asegurarse siquiera de la identidad o diversidad de las personas: sábese únicamente que el más ilustre y poderoso de todos, que regó con su sangre nuestra isla, fue hijo de un Guillén Ramón y de Guillerma de Castelveyl.
Guillermo de Moncada no empieza a figurar sino en el reinado de Jaime I cuya coronación y libertad promovió eficazmente; pero desvanecido con el poder y opulencia que le añadió su casamiento con Garsendis heredera del vizcondado de Bearne e irritado contra el conde de Rosellón, desechó la mediación del monarca e invadió a sangre y fuego los estados de su enemigo. Mientras que todo lo arrollaba y se abría paso hasta Perpiñan, derrotando a sus habitantes y prendiendo al jefe de ellos Gisperto de Barberá, sus propias fortalezas en número de 130 cayeron en poder del joven rey que penetró en sus dominios con poderosa hueste; y el orgulloso barón hubo de acudir a su defensa, encerrándose con sus numerosos amigos y deudos en el inexpugnable castillo de Moncada. Al cabo de tres meses de sitio se vio precisado Jaime I a levantarlo por no contar bastante con la fidelidad de los demás nobles; Moncada se reconcilio con D. Nuño para oprimir de común acuerdo al soberano, y en vez de temer el castigo, le arrancó la indemnización de los daños que le había causado en la pasada guerra. No tardó el inquieto vizconde en confederarse de nuevo con el infante D. Fernando en contra de
D. Nuño y de los Folch de Cardona rivales eternos de los de Moncada, sublevando las ciudades aragonesas y exponiendo a duros trances el poder real; pero al fin buscó avenencia, y en una entrevista que tuvieron con el rey él y sus compañeros no lejos de Pertusa, reconoció humildemente su error y juró para lo sucesivo inviolable fidelidad. Trocado desde entonces en firme apoyo del trono que antes había conmovido, confióle el rey la empresa de poner a doña Aurembiax en posesión del condado de Urgel que injustamente ocupaba Gerardo de Cabrera; y en breve la llevó a cabo con su acostumbrado esfuerzo. Tan generoso en ofrecer como pronto en cumplir, sincero en la reconciliación, velando por su rey con paternal cariño, ardiente en su fé, tierno en su piedad, víctima de su brioso valor mal secundado, Guillermo de Moncada aparece en la poética expedición de Mallorca como el héroe más interesante después de Jaime I.
La infelicidad y revueltas de los tiempos explican bastante su pasado proceder, y su sangre mezclada con las lágrimas de su rey le absuelve y purifica. Dejó de tierna edad por sucesor de sus estados a su hijo Gastón, cuya primogénita Constanza casó en 1260 con el primogénito del rey D. Jaime, el malogrado infante D. Alfonso, fallecido entre los festejos de la boda.”

"Raimundo de Moncada, compañero de Guillermo en la campaña de Urgel y en el glorioso fin que les aguardaba sobre las playas de Mallorca, era sin duda su pariente muy cercano; pero ni en las crónicas ni en los documentos aparece indicio alguno que confirme la opinión vulgar de que ambos eran hermanos, concebida sin más fundamento que el de su común familia y recíproco afecto. Zurita, sí, nombra repetidas veces a Raimundo como hermano de Guillén Ramon senescal de Cataluña casado con Constanza hija natural de Pedro II, del cual no consta que viniese a Mallorca, aunque a veces por la semejanza del nombre se le confunde con los otros dos. Hijo de Guillén Ramón fue Pedro de Moncada que heredó la senescalía de Cataluña, y de Raimundo lo fue Guillermo que obtuvo en Mallorca los heredamientos que al difunto magnate correspondían; acompañó este al monarca en sus campañas por el interior de la isla, y luego en las de Valencia, y se le dio en 1255 el señorío de la villa de Fraga, trasmitiéndolo a su hijo llamado Raimundo como el abuelo. En el libro del repartimiento figura otro Berenguer de Moncada a quien concedió el rey algunas propiedades.”

A pesar de ser el conde de Ampurias uno de los príncipes iguales un tiempo en soberanía, ya que no en poder, a los condes de Barcelona, con quienes a menudo combatieron sus antecesores, en esta expedición le vemos eclipsado por su pariente el vizconde de Bearne, cediéndole en todo el primer puesto. Hugo descendía por línea recta de una serie de condes, que llevaron todos el mismo nombre alternando con el de Ponce Hugo, y que siguieron después de él durante algunas generaciones; su parentesco con los Moncadas debió de ser estrecho según su adhesión a aquella familia, en la cual refundía su causa y su persona. Es probable que fuera este el conde que asistió al glorioso combate de las Navas; de todas maneras le honra mucho el no hallarle ni una vez mentado en las turbulentas ligas y reyertas de los barones que afligieron la menor edad de Jaime I. Carbonell alaba al conde Hugo de muy noble caballero y de haber regido con gran prudencia su condado: su esposa llamábase María. Al tratarse de la conquista de Mallorca distinguióse sobre todos por su caballeresco ardor en secundar la empresa, como luego por su sombría perseverancia en el sitio de la ciudad: no esperaba hallar tan pronto en ella su sepulcro sorprendido por la peste en brazos de la victoria.
El necrologio de la catedral de Gerona, de la cual era canónigo como conde de Ampurias, pode su fallecimiento a 23 de febrero de 1230.”

"Guillermo de Clarmunt, Ramon Alamany y Gerardo de Cervellón, todos eran retoños del árbol nobilísimo de Moncada, planetas que giraban en torno del nuevo vizconde de Bearne e iluminados con el reflejo de su esplendor. Sus abuelos se hallan mencionados al principio de los usages de Cataluña entre los barones que formaban la corte de Ramon Berenguer el viejo; pero aunque fueran señores con casa y estados propios, en cualesquiera bandos y empresas siguieron la voz y la suerte de Guillermo de Moncada. Los nombres de Clarmunt y Alamany van siempre unidos como por un lazo indisoluble; sobrino del segundo era Gerardo de Cervellón hijo de Guillermo hermano de Alamany cuyo verdadero apellido debió ser asimismo Cervellón. La peste arrebató a los tres, apenas cumplido su juramento de vengar la muerte de los Moncadas con la toma de la ciudad."

"Por deudo o por amistad hallábase también unido a los anteriores el opulento Bernardo de Santa Eugenia, tanto que se encerró con el vizconde de Bearne en el castillo de Moncada para defenderlo contra el soberano. Era señor de Torrella de Muntgrí, de donde algunos le atribuyen el apellido de Torrella y le suponen arbitrariamente hermano de Raimundo primer obispo de Mallorca. Después de la partida del rey quedó por gobernador de la isla durante algún tiempo; y en 1235 junto con su hermano Ponce Guillén y con Guillermo de Muntgrí sacrista de Gerona solicitó del rey facultad para conquistar a Iviza. Poseía este barón una galera que junto con otra de Pedro Martel, de quien se habla al principio del texto, fue tomada a sueldo por el rey estando sobre Burriana para la expedición de Valencia.” - QUADRADO, Apéndice 1.° a las crónicas de Marsilio y Desclot.

Y por último en la escritura de concordia que se celebró entre el rey Don Jaime y los magnates sobre la expedición a la isla de Mallorca y en otros documentos, se continúan, entre los que quedan ya enumerados, los nombres de Raimundo Berenguer de Ager, Hugo Desfar, Assalito de Gudal, Hugo de Mataplana, Ferrer de San Martí, Gilaberto de Croyles (Cruyles, Cruilles), Galcerán de Pinos (Pinós) y otros muchos de elevada alcurnia, además del templario Fr. Bernardo de Champans comendador de Miravete que llevando la voz de su orden ofreció ayudar en la empresa con treinta caballeros.

En cuanto a los prelados que secundaron al rey Don Jaime en la expedición, aparecen en primer término Spárrago de Barca arzobispo de Tarragona y Berenguer de Palou obispo de Barcelona. Aquel era primo del rey Don Jaime, como afirma el cronista Marsilio; en 1212 era ya obispo de Pamplona y en 1215 fue electo arzobispo de Tarragona. Contribuyó a la restitución que hizo Simón de Monfort del niño Jaime (después el Conquistador) y teniéndole en sus brazos lo presentó en las Cortes de Lérida. Tomó gran parte en las deliberaciones sobre la conquista de Mallorca y contribuyó en favor de la empresa, según el cronista Desclot, en mil marcos de plata, gran cantidad de trigo, cien caballeros y mil peones pagados por él, con el correspondiente armamento. Murió en 3 de marzo de 1233.

El obispo de Barcelona fue el prelado que más se distinguió por sus hechos en la conquista que nos ocupa. Habiendo sido antes canónigo de la catedral de Barcelona, era ya pastor de aquella diócesis en el año 1212 en que prestó obediencia al arzobispo de Tarragona. Fue prelado ilustre en paz y guerra y, según expresión del P. Villanueva, así manejó la espada como el báculo, siendo su pontificado el más distinguido de aquella iglesia. Acompañó al rey D. Pedro II en la célebre expedición de Ubeda en 1212 (Úbeda, Navas de Tolosa), donde el rey le dio en premio de sus servicios la propiedad Solario: en 1214 fundó el monasterio de Junqueras (religiosas Benedictinas), y en 1219 el de Dominicos que hizo venir desde Bolonia. Celebró varios sínodos e hizo muchas constituciones, prestó servicios de gran importancia en la conquista de Mallorca, contribuyendo en favor de la empresa con cien caballos armados, y con mil peones mantenidos todos a sus expensas. Asistió también a la conquista de Valencia, y fue después arzobispo de Tarragona, elección que no aprobó el Papa por lo necesaria que era su presencia en Barcelona. Murió en 1.° de setiembre de 1241.

Otro de los prelados que asistieron también a la gloriosa expedición fue Guillermo Cabanellas, obispo de Gerona. Era ya canónigo de aquella iglesia en 1214, y siendo arcediano de la Selva fue elegido obispo por el año 1227 y prometió contribuir, como contribuyó en favor de la empresa, con treinta caballeros y trescientos peones mantenidos a sus expensas. Murió en 24 de noviembre de 1245.

Asistió así mismo a la conquista el abad de San Felio de Guixols, llamado Bernardo, que fue el primero a quien el rey presentó en 1232 para la silla episcopal de Mallorca, cuya elección recayó por el año 1235 en el pavorde de Tarragona Ferrario de San Martí, y después en 1239 en D. Raimundo de Torrella por no haber tenido resultado las dos primeras presentaciones. Contribuyó en favor de la empresa con cuatro caballeros y una galera armada. Murió en 1253.

Y por último asistieron igualmente a la expedición Guillermo de Montgrí sacrista de Gerona que contribuyó con diez caballeros y muchos infantes, y que después de haber hecho renuncia del arzobispado de Tarragona y fundado la cartuja de San Pol de Maresmes, murió en 1273: Bernardo de Villagrama arcediano de Barcelona que ofreció diez caballeros y doscientos peones: sacrista de la misma catedral Pedro Centelles que contribuyó con quince caballeros: y el paborde de Saxona, el de Tarragona y el sacrista de Urgel que también contribuyeron con caballeros y peones en favor de la conquista.






(8)

E cant fó exit lo stòl de mil galeas


Componíase la armada según Marsilio y los otros cronistas incluso el mismo rey Don Jaime de 155 buques grandes, además de las barcas de menor porte, esto es; 25 naves mayores, 18 taridas, 12 galeras y 100 embarcaciones grandes llamadas trabuces y galeotas.


(9)


Cell qui los cèls té e ‘l trò sens maleas,

Lança en lo mon e en nostras ribeas

D' ayre e de fòch e de maleas muytas.


Todas las crónicas que se ocupan de la conquista de Mallorca hablan detenidamente de la gran tempestad que sufrió la flota de Don Jaime durante la travesía: la de Marsilio se expresa en estos términos, al hacer mención de este suceso:

"Entre hora de nona e vespres cresqué lo vent, e fòrt horriblement la mar se inflá: muntan las ondas e complexen bé la tersa part de la galea, e la mar prova e assatja los ventres dels novels peregrins e encara dels antichs mariners; tots los peus los vecillan e ‘ls caps han torbats............

"Dels fets no remembrables de la tempestat passada, feta la mar suau, e navegants ab vent cuvinent envés Pollensa, apparech una nuu fòrt espaventable de part d' aguiló del vent de la Prohensa, la qual nuu enfosquehí de molt desplaer las caras dels mariners. Mes un mariner, en la sua art savi e discret e bé sabent e apareylat, per nom Berenguer Guayrán, que era cómit e regidor d' aquela galea, alla veu dix: "Nom plau aquela nuu que a nos se mostra de part del vent aguiló de la Prohensa: estats apareylats, estats tots, e acostense alcuns a las cordas qui son fermadas a la popa, e altres vajan a la proha, e 'ls altres sian de prop las cordas costeras, persó que si mester es pus tòst sia baxada la vela.” E donques la galea per totas cosas, en quant aquela art pòt garnir e apareylar, fó ordonada, soptosament vench vent fòrt, derrocá e gitá la vela a dors, e present peril de mòrt menassá. Veus donava en trò al cèl en Berenguer, sovent repetent: baxa la vela, baxa la vela, la qual cosa per gracia de Deu fó feta: mes los lenys e las naus e las galeas, per só com mes eran estadas soptadas, hagueren major afany a baxar las velas, e grans crits e veus confusas cridavan la present angustia e trabayl. La mar se inflá massa a la contrarietat dels vents, e la galea del rey e tots los lenys eran sens velas, e sofferian gran feriment de las onas, e los timons no usavan de lur offici; rodavan los lenys en gir, e indicis o presumpcions de mòrt significavan. Havia gran tristor en las galeas e caylament; jahian homens de subinas e cap cubert, de lur vida d' aquí avant poch confiants. Leva' s lo rey, e aquestas cosas temé molt fòrt per sí e per los seus.” - MARSILIO, lib. II, cap. XVI y XVII.


(10)

... com Nabuch e Faruensa;


El nombre de Faruensa, unido al del personaje bíblico Nabucodonosor, nos hace estar en la persuasión (persuacion) de que el poeta ha querido aludir a Faraon rey de Egipto, cuyo nombre alteró en su terminación por licencia poética obligado por la rima.


(11)

..... sens que no spectetz nuyll.


Así la crónica Real, como la de Marsilio, insertan la oración que dirigió el rey Don Jaime al cielo al ver combatida la flota por la tempestad. He aquí como transcribe la citada plegaria la primera de las mencionadas crónicas:

"Senyor Deus, bé conexem quens has feyt rey de la terra, e dels bens que nostre pare tenia per la tua gracia: e hach no comença gran feyt, ne perills trò aquesta saho, e jatsia que la ajuda vostra hajam sentida del nostre naximent en trò ara, e hajats nos honrrat dels nostres homens mals qui ab nos volien contrastar: ara Senyor e Creador meu, ajudats me si a vos vé de plaer en aquest tan gran perill, que tan bon feyt com yo he començat nol puixca perdre car nol perdria yo tant solament, ans lo perdrets majorment vos: car yo vaig en aquest viatge per exalçar la fe que vos nos havets donada, e per baixar e destruyr aquells qui no creuen en vos. E dons, ver Deus e poderos, vos me podets guardar d' aquest perill, e fer servir la mia volentat, que he per servir a vos. E deu vos membrar de nos que hanch nula re nous clamam merce que no le troba sens vos, e aquells majorment quius han en còr de servir, e traen mal per vos, e yo só d' aquells.
E, Senyor, membreus de tanta gent qui vá en mí per servirvos. E vos, mare de Deus, qui sou pònt e pas dels pecadors, prech vos per las set alegries, e per les set dolors que hagues del fill de Deus queus membre de mí en pregar a vostre fill que ell me storça d‘ esta pena, e d' aquest perill en que yo son, e aquells qui van ab mí.” -
CRÓNICA DEL REY DON JAIME, cap. LV.


(12)


. a Deus qui d' Aragó
Ubert tenia de los cèls la quarrera.


Las crónicas omiten los hechos continuados en esta estancia. Nada hablan de la alegría que tuvo el rey después de calmada la tempestad que puso en tan grave peligro a la flota; alegría que manifestó a todos los suyos enarbolando en su nave la enseña de
Jesu-Cristo, y a la que contestaron todas las naves izando en sus mástiles el pendón aragonés, que tanta gloria obtuvo en la conquista que el numeroso ejército de Jaime I había emprendido.


(13)

Dix en Bonet, que guia la gran nau,


La crónica real y la de Marsilio designan al entendido marino que tan ventajosamente figura en la conquista, con el nombre y apellido de Nicolás Bouet, y no Bonet como le han llamado algunos y le llama el poema que nos ocupa. Quizás la costumbre de leer Bonet en algunos historiadores hizo equivocar al Sr. Bover la u con la n al copiar el poema, puesto que en la copia que nos ha facilitado se lee Bonet. Según el citado cronista Marsilio, parece montaba este experimentado marino la nave que servía de guía a toda la flota y en la cual iba D. Guillén de Moncada.

Ans que donassen las velas (dice el cronista citado) ordoná lo rey de lur orde e volch que anás primera la nau den Nicholau Bouet en la qual era en G. De Monchada, e que portás lanterna encesa persó que guiás totas las altres seguents; mes que la nau den Carrós anás derrera havent lanterna per semblant manera, e tot l' aparalament de las naus en lo mitj, e las galeas a cascun costat e defora, persó que si galeas alcunas de enemichs de qualque part s‘ acostassen pus tost trobassen contrast." - CRÓNICA DE MARSILIO, parte 2.a, cap. XV.


"Enans que moguessem l' estòl ordenam en qual manera iria. E primerament que la nau den Nicolau Bouet en que anava en G. de Muncada, que guiás e que portás un faro de llanterna: e la den Carrós que tingués la reguarda, e que llevás altre faro de llanterna: e las galeas que anassen entorn del stòl, e que si nenguna galea vingués al stòl que s‘ encontrás ab las nostres galeas.” - CRÓNICA REAL, 2.a parte, cap. LIV.


(14)

En Nono víu, que vers de eyl venia,


Véase sobre D. Nuño Sanz lo que va trascrito en la nota número 7. Por lo demás el encuentro de la galera del rey con la de D. Nuño durante la travesía, y las palabras que este dirige a D. Jaime en estas circunstancias, están omitidos así en la crónica real como en la de Marsilio y la de Desclot.


(15)

Donchs de Maylorcha lo menaret vessaba.


No es fácil determinar el lugar donde se elevaría el minarete que veía D. Nuño sobre las montañas de la isla, cuya vista le alegrara en términos de inducirle a proponer se hiciese oración a la Virgen Santísima en acción de gracias. Las crónicas citadas dicen que serenado el mar y vencida la tormenta, apareció la isla a la vista de las naves y se divisaron distintamente la Palomera, Sóller y Almalutx. Quizás pertenecía a alguna de estas poblaciones el minarete que alcanzaba D. Nuño desde su nave.


(16)

Lavors lo rey e l' avesque......


Refiérese probablemente el autor al obispo de Barcelona D. Berenguer de Palou, que era el que comúnmente llevaba la voz entre los prelados en los asuntos arduos de la expedición, y el que de ellos arengaba e infundía aliento al ejército cristiano.
Véase lo que va trascrito sobre este personaje en la nota número 7.




(17)

...... e l' abat,


Quizás se alude en este pasaje al abad de San Felio de Guixols. Véase la misma nota número 7 en la parte que se refiere a este prelado.


(18)

Lavors l' avesque ab veu pus tremolosa

Dix d' Ave maris a la dona est xant;


Las crónicas mencionadas sólo hablan de la plegaria del rey Don Jaime después de la tempestad sufrida, pero no de la oración que a la Reina de los cielos dirigió todo el ejército cristiano en medio de las ondas del mar, entonando el poético himno de
Ave maris stella, y la letanía de la Virgen; pasaje lleno de la fé y fervorosa piedad de aquellos tiempos, oración la más propia en boca de marineros y soldados que acababan de correr el peligro de ser sepultados por aquel piélago del cual es rutilante estrella la madre del Salvador por cuya enseña iban a combatir y a hacer si era necesario el sacrificio de su vida.


(19)

Consira en Jacq cant fer huy se poria:

Dix a l' avesque, e dix a lo Guastó:


Alúdese aquí probablemente a D. Gastón de Moncada, vizconde de Bearne, hijo de D. Guillermo de Moncada, muerto en la encarnizada batalla de "la Porrassa" y de la vizcondesa doña Garsendis. El Sr. Quadrado al ver firmados como testigos del primer privilegio concedido por Don Jaime I a los pobladores de Mallorca, a los jóvenes conde de Ampurias y vizconde de Bearne, se expresa en estos términos:

"Seis días antes (de la fecha del privilegio) había fallecido el valiente conde de Ampurias, a cuya muerte asistió su hijo y sucesor Ponce Hugo, ya sea que le hubiese acompañado en la expedición, ya se le hubiese reunido después de tomada la ciudad. Lo mismo debe pensarse del joven Gastón, vizconde de Bearne que acudió en persona a recoger la pingüe porción que su padre le había adquirido con sus servicios y con su propia sangre."

El pasaje que comentamos en un poema que á mas de su valor literario no puede negársele el histórico por ser escrito poco después de la conquista, prueba que no sólo asistió D. Gastón de Bearne a la gloriosa expedición, sino que merecía en alto grado la predilección del rey.


(20)

Pendrer no 's pòt lòch nient per aquesta

Meytat de l' yla pus brossa e enquesta;

La parte de la isla a que se refiere el experimentado marino Nicolás Bouet, es efectivamente peñascosa y escarpada en su costa, y era difícil en ella el desembarco del ejército; por lo demás las crónicas difieren algún tanto del poema en el suceso a que la estancia se refiere, pues en los primeros no se menta en tal ocasión a Bouet, sino a otro inteligente marino llamado Berenguer Guayrán, ni se atribuye la variación del propósito de ir a desembarcar por la parte de Pollensa a las condiciones poco adecuadas para ello de aquella costa, sino a la contrariedad del viento que reinaba. He aquí como da cuenta Marsilio de las circunstancias que precedieron a la llegada de la flota a la Palomera:

"Aquestas cosas ditas, vench en pensa del rey per los nobles e per los mariners deliberat conseyl de applegar e anar envés Pollensa, e cridá: - "¿Ha aqui alcun entre vosaltres qui sia estat a Malorques e sapia la yla?" - E respòs en Berenguer Guayrán demunt dit:
- "Jo, senyor, son estat aquí." - E el rey dix: - "¿Ha hi pòrts ne quins ves la ciutat de la part de Cathalunya?" - E dix: - "Ha hi un puig qui ret yla luny de la ciutat per quatre leguas e per mar XXX milas, lo qual es apeylat la Dragonera, e ha pou d' aygua de la qual los meus mariners ne portaren una vegada a la mia nau; e aquel puig a la terra ret pòrt major, e al mitj de la mar ha un puig poch qui ret pòrt luny de la terra un jet de balesta, lo qual es apeylat Pantaleu.” - E el rey alegrat dix: - "¿Qué demanam ne perqué som torbats per Pollensa la qual no podem haver ab aquest vent? Nos anam a pòrt ont ha aygua, e ont porán recrear los cavals a mal grat de sarrahins, e al qual pòrt tot nostre navili sens difficultat porá anar, e d' aquen porem elegir part la qual a nos sia vista pus cuvinent a intrar a la terra." - El rey maná donar la vela, durant e guiant lo vent de aguiló a la Prohensa, e acostá 's a una galera companyona que manás a las naus donar las velas e seguir la galea del rey qui volia applegar al pòrt de la Palomera. E donaren tots las velas, e la primera feria VI, só es lo primer divenres de setembre vench lo rey a la Palomera, e per tot lo dissapte tots los altres foren venguts. Beneyta sia la gloria del nostre Senyor del seu lòch, com ab aquel vent no podian applegar ne acostar a Pollensa de la qual era estat determenat, e podian venir a la Palomera; e en tan gran peril no s‘ ha seguit dan a negú; e só que era vijarés que 's fahés en dampnatje de la host e en alongament, fó fet en gran prosperitat e ajuda." - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XVII.


(21)

De los barons ab seny lo stòl viraba,

E vench lo rey en vers la Palomera.


Está situado el lugar de la Palomera en la costa de Andraitx, frente a la isla Dragonera. Parece existía antiguamente en él una población con el mismo nombre, de la cual era señor en tiempo de los árabes Alí mayordomo del jeque o walí de Mallorca. Sin embargo ella se había arruinado o decaído mucho a últimos del siglo XIII, puesto que vemos que el rey Don Jaime II de Mallorca mandó se edificase en el mismo sitio una población de treinta casas cercada de muralla, mediante letra real dada en Perpiñan a 10 de las kalendas de abril de 1303.


(22)

E vench n' Alí del rey en la galea,

Alúdese aquí a Alí de la Palomera, a quien se refiere la nota anterior.


(23)

Ma mayre ho dix, ma mayre ho ha trobat." -


He aquí como cuenta el poético episodio que comentamos el cronista Desclot, que es el que más detalles nos da sobre el particular:

"Diu lo conte, que quant lo navili fó ajustat a la Palomera, e lo rey fó exit en la ylla de Pantaleu ab molts de richs barons e d' altres gents per deportar o per sejornar, persó car la mar los havia traballats, assó fó un dicmenja maytí, qu‘ els sarrahins de la terra se foren ajustats devant la ylla de Pantaleu, trò a XV milia sarrahins a cavall e a peu ab llurs armas. Del quals sarrahins sen partí un e gitá 's en mar, e nadá, e vench a la ylla hon lo rey d' Aragó era, e quant fó exit de la mar vench devant lo rey e agenollá ‘s a ell e saluda ‘l en son latí. El rey feu li donar vestiduras, e puis demaná ‘l del feyt de la terra e del rey sarrahí. E el sarrahí dix li: - "Senyor, sapias per cert que aquesta terra es tua e a ton manament, que ma mare prega que jo vingués a tú e que t‘ ho digués; que ella es molt savia fembra, e ha conegut en la sua art de astrenomia que aquesta terra deus tú conquerir." E dix lo rey: - “¿Cóm has tu nom?" - "Senyor, dix lo sarrahí, Alí m' apella hom; son majordom del rey de Mallorcas.) - "Diguesme ¿lo rey hon es ne que fá?" - "Senyor, dix lo sarrahí, lo rey es en la ciutat, e ha ajustat per scrit, que jo ‘ls he tots comptats XLII milia homens armats, del quals ni ha V milia a cavall, e los altres son bons servents e molt valents e ardits, e cuydan te vedar que no prenas terra en negun lòch de Mallorcas; perque ferás bé si 'l cuytas de pendra terra al pus tòst que puxas abans que ells sian exits de la ciutat." - "Amich, dix lo rey, bé sias tú vengut; sapias que jo 't feré gran bé a tú e a ta mare e a tos fills en tal manera que t‘ en tendrás per pagat." - BERNARDO DESCLOT, XXVII.


(24)

E ‘nsemps volgren anar a lo perils

En Nono Sanç e 'n R. De Monchada.


La crónica real trascribe el hecho de esta manera:

"Quant vench lo dissapte enviam per nostres nobles, ço es per don Nuno, e per lo compte d' Ampuries, e per en G. De Muncada e per los altres qui eran en la hòst: e haguem dels còmits de les naus de aquells qui eran de major autoritat. E fó consell aytal, que enviassem don Nuno en una galea qui era sua, e en Ramon de Muncada en la galea de Tortosa: e que anassen riba mar, com qui vá contra Mallorques. E allí hon élls stimarien que fós bò al stòl arribar, que allí arribassen.” - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVII.


(25)

En Nono dix: - "Senyor, no tembretz nient!

Dessá ví lóch hon l' exir fora fayt." -


"E anants (D. Nuño Sanz y D. Ramon de Moncada) en axí aquel dissapte tornaren el vespre e digueren: - "Nos havem trobat lòch de costa la mar lo qual ha nom Sancta Ponsa, e es lòch a nostre vijarés cuvinent a anar o a applegar; e aqui de costa ha un puig poch, en lo qual si havia D. homens dels nostres, nul temps no pendrian lo Iòch ans seria venguda tota la host.” - E plach a tots só que es dit per los demunt dits, e elegiren lo lòch ab consentiment; mes volgren el dicmenje reposar en aquel mont retent yla, só es lo Pantaleu.” - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XVIII.


(26)

.. e ‘n Ponç …....


Alúdese aquí a Hugo Ponce conde de Ampurias. Véase sobre este magnate lo que va trascrito en la nota número 7.


(27)

..e 'n Cerveyló


Refiérese Lulio a D. Gerardo de Cervellón (Cervelló). Véase lo que sobre este caudillo va continuado en la nota número 7.


(28)

Et en Guilem de tot son còr hi fó;


D. Guillén de Moncada vizconde de Bearne. Véase la misma nota número 7.


(29)
E lo Ramon son frare.....

D. Ramon de Moncada. Véase la expresada nota número 7. El poema confirma la opinión de varios historiadores y la tradición constante de que D. Guillén y D. Ramón de Moncada, a quienes cupo igual suerte en la reñida batalla de la Porrasa, eran hermanos, en contra del sentir que manifiesta el Sr. Quadrado en sus párrafos insertos en la citada nota número 7.


(30)

.. e lo Guastó,


D. Gastón (Gaston) de Moncada vizconde de Bearne. Véase la nota número 19.




(31)

E a negun la vida fon lexada.


La crónica real da cuenta de esta primera refriega en los términos que siguen:

"E vench en R. De Muncada e dix quels smaria, e anasen sols, e dix: - "No vaja alcú ab mí." - E quant fó prop d' élls demaná los nostres, e quant élls foren venguts, éll dix:
- "Firam en élls, qui no son re.” - E el primer qui hanc los aná a ferir fó éll: e quant foren tant prop los christians dels moros com serien quatre hastes de llança de llonch giraren los moros las testes e fugiren, e élls pensaven de donar en élls, e moriren dels sarrahins mes de M. D. si que ningú no volia retenir a presó, e tornarensen quant aço agren fet al ribatge de la mar." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.


(32)

Dels maures buckrs la sanch veser volem." -


Está bellísima estrofa está llena de energía y ardor guerrero. Ella supera a todo cuanto han dicho los cronistas al hacerse cargo del descontento que manifestó el joven y belicoso monarca por no haberse podido encontrar en la primera refriega habida en la isla entre cristianos y sarracenos. Para que pueda hacerse comparación véase como Marsilio el más elocuente de los cronistas de la expedición, da cuenta de las palabras del rey:

"E exí lo rey de la mar e atrobá lo seu cavayl de totas cosas apareylat, e los cavalers de Aragó qui de una tarida del rey eran exits; e atrobat so que s‘ era fet, hach goig lo rey de la victoria, mes sabé li greu e hach dolor com tant s' era trigat, e girant se als cavalers de Aragó dix: - "Mal sia a nos! la primera victoria es feta en Malorcha e la primera bataya, e ‘ls nostres han hauda victoria, e nos no hi som estats. ¿Serán vuy las nostres mans sens sanch? ¿Ha hi neguns cavalers entre vosaltres qui 'ns vuylan seguir?" - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XIX.


(33)

Vaéren tuyt li maur sus en la serra.

Los cronistas hacen también mención expresa del suceso a que se refiere este pasaje del poeta. Dice la crónica real:

"E aquells qui foren apparellats anaren ab nos e fom trò a XXV. E ixquem trotant e darlot contra alli hon era stada la batalla: e veem sus en una serra de CCC trò a quatrecents peons de sarrahins, e entant élls veeren nos e devallaren de aquella serra en que eran, e volien pujar en una altre serra que hi havia. E dix un cavaller d' aquels d' Abe (o Ahe) qui son naturals de Taust: - "Senyor, si ‘ls volets attenyer cuytemnos.” - E nos cuytamnos, e al venir que nos faem matam trò a V. E entant anaven hi e venien los nostres e mataven e derrocaven dels moros alli hon los trobaven." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.

"E axí (dice Marsilio) anaven el rey e alcuns pochs a major pas, e fórenne mòrts V (sarracenos); e els altres qui venian apres lo rey e qui havian los cavayls febles per la mar, espahatjavan dels sarrahins aytants com ne podian atrobar.”
- CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XIX.


(34)

E un cavayler, de mòrt lo colpejava.


La misma crónica real cuenta también detalladamente el episodio a que se refiere la estancia del poema:

"E nos (dice) ab tres cavallers qui anaven ab nos trobam nos ab un cavaller a peu, e tench son scut abraçat e sa llança en la má, e la spasa cinta, e son elm çaragoçá en son cap e son perpunt vestit: e dixem li qu' es rendés, e éll girás a nos ab la llança dreta, e hanch nons volch parlar; e nos dixem: - "Barons, los cavalls valen molt en esta terra, e cascú non ha sino hú, e val mes un cavall que vint sarrahins: e yo mostrar los he a matar, e metam nos tòts en torn d' éll, e quant a la hú adreçara la llança, l' altre vinga e firel per les spalles e derrocar l‘ em en terra, e axí no porá fer mal a algú.” - E tantost nos apparellam nos aço fer, è vench don P. Lobera e lexá ‘s correr al sarrahí, e el sarrahí que 'l veu venir dreçali la llança, e donali tal còlp per los pits del cavall que bé li mes mija braça, e éll donali dels pits del cavall, e derrocá ‘l: e éll volch se llevar, e mes mà a la spasa, e entant nos fom sobre éll, e hanch nos volch retre trò que morí; e com li deyem, rentte, éll deya: "le mulex", que vol dir no senyor: e morirenni d' altres bé trò a LXXX, e tornam nos a la host." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.






(35)

A Mem-Ladró ab els maures combatre,


En las crónicas vemos figurar a un noble aragonés llamado D. Ladron, (Ladrón) que según el Sr. Quadrado fue hijo de D. Pedro Ladrón oriundo de Navarra, y persona de nobilísimo linaje que acompañó fielmente al rey en todo tiempo. En la estancia XXXVIII vemos figurar otra vez a D. Ladrón, quien al descubrir desde su nave la hueste del jeque de Mallorca que se acampaba en los cerros de Portopí, envió mensajeros al rey Don Jaime que pusiesen el hecho en su noticia, lo cual está acorde con lo que cuentan los cronistas. Sin embargo no sabemos cómo conciliar esto con lo manifestado en la estrofa que comentamos, pues al parecer D. Ladrón no había desembarcado aún cuando ocurrían los hechos a que se refiere el pasaje que nos ocupa.


(36)

Dix an en Nono: - "Féu aguayt en la serra

Ab n‘ Alagó......


Alúdese en este pasaje a Gil de Alagón, noble del ejército de Don Jaime, a quien nombran las crónicas.


(37)

...e n' Arnau Finisterra,


Personaje desconocido, cuyo nombre no vemos figurar en ninguno de los cronistas de la expedición.


(38)

A mal baró cant vos l' ordonaretz

Maleficar, e bon donçeyl no irá.”


La redacción de este pasaje nos parece algo confusa. Sentimos no poder consultar el códice original para ver si nos era dado esclarecer algo su sentido. En la traducción hemos procurado adivinar lo que el autor quiso decir al insolentarse contra el rey el indócil y desleal soldado.

(39)

E lo rey dix: - "Anatz, pelós, anatz!" -


Sobre este interesante episodio pada dicen los cronistas. Gil de Alagón aparece en la crónica real y en la de Marsilio, por primera vez, durante el sitio de la capital, haciendo causa común con los sarracenos, apóstata de su fé, y sustituido su noble apellido con el de Mahomet, para negociar una capitulación no muy digna ni admisible para los cristianos; y después reaparece, conquistada ya la capital, como partícipe muy favorecido del botín que recogieron los conquistadores, lo que induce a creer que había vuelto a su religión y a la gracia de su soberano. He aquí los pasajes de la crónica de Marsilio que se refieren a este soldado aventurero:

"Apres alcun espay en P. Corneyl qui era estat en lo conseyl dir al rey:- "Senyor, en Gil
d‘ Alagó, qui fó crestia e cavaler e are es sarrahí e renegat de la fe e ha nom Mahomet, ha trameses a mí ja dos missatjes que volia ab mí parlar; donchs si vos me 'ns dats licencia parlaré ab eyl com per aventura vol me dir e revelar alcuna cosa profitosa."
- El rey consentí li, e ana hi, e l' endemá com fos vengut dix al rey que anassen defora deportant cavalcant, com eyl volia parlar ab eyl e dix li: - "Aquestas son las paraulas den Gil d' Alagó: jo tractaré ab lo rey de Malorques e ab los veyls de la ciutat e de la terra, que donarán al rey d' Aragó e pagarán totas las despesas las quals eyl e 'ls nobles seus han fetas en aquest fet, e que sals e segurs s‘ en vajan; e asso fermarian en tal manera que tots ne porian esser bé pagats." - A las quals paraulas lo rey en continent ple de felonía respòs:- "O en P. Corneyl, de vos nos maraveylam fòrt com aytal pati pacientament havets ohit d' aquel renegat o de tot altre; com nos prometem a Deu per la fe la qual nos ha donada e en la qual vivem e ‘ns esperam salvar, que si hom nos donava tan d‘ argent com poria caber del lóch de las tendas entro a las montanyas, nos no rehebriam ni pendriam alcuna covinensa o pati quant que quant sia plasent a nos, si aquesta vegada no prenem la ciutat e ‘l regne; ans vos deym una cosa, que nuyl temps en Cathalunya no tornarem, si donchs per mitj de la ciutat no fem passatje. E ades de present vos manam sots pena de la nostra gracia e amor, que d' aquí avant no ‘ns digats aytals cosas que a nos no plahen.”- CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XXVIII.

"E axí presa la ciutat e de tot en tot despuyada, dixeren los prelats e nobles que las personas e las cosas a pública venda fossen posadas e mesas; la qual cosa no plach al rey, ans dix: "Aquesta pública venda molts temps requerrá, mes partescam las cosas o robas, e puys anem contra els sarrahins qui en las montanyas s‘ amagan e pahor los ha esvahits, e ab menor dificultat ne serán trets.” - E dixeren los dits prelats e nobles:
- "¿E en qual manera las cosas se partirian?" - Respòs lo rey: - "Per sòrts; e si ades partim los sarrahins e las robas, las gents ne serán pagadas, e el temps será de VIII dias, e encontinent irem contra els sarrahins de fora, e obtendrem e estojarem la moneda per galeas. E aquest conseyl es solament sá; ¿e en qual manera las gents esperarán tant espaciosa e longa venda de las cosas?" - Mes en Nuno e en Bernat de Sancta Eugenia e 'l bisbe de Barchelona e el Sagrista volian aytal esposició de las cosas persó que enganassen los altres, car en eran pus aguts e pus enginyoses. E el rey dix: - "Assó no es venda, mes decepció o engan; e temem que 'ls sarrahins de fora no s' enfortescan entretant, e que aquesta triga no sia dampnosa.” - E aquels contrastant lassá 's lo rey de la sua importunitat, e fó feta la esposició de las cosas de la Dominica primera de caresma entro a Pascha. E els cavalers e homens de poble creyan haver part de las cosas axí dadas a vendre, e compravan ne aytant com los era vijarés que ‘n deguessen aconseguir per lur part, e feta la venda no volian pagar las cosas ja compradas. E ajustarense los cavalers ab lo poble, e torbadament anavan per la ciutat dients: - "Mal es fet assó, mal es fet." - E soptosament levá 's entre eyls una veu: - "Robem la casa den Gil d' Alagó.” -
E anaren hi e axí ho feren. E com lo rey corrent fos vengut, e ja haguessen de tot la casa despuyada, dix los: - "¿Quius ha dada licencia de devastar la casa de negun noble nos assí presents, no fet a nos alcun clam?" - E cridant dixeren: - "Nos devem haver part en totas les cosas presas axí com los altres e no ho havem, ans morim de fam e volem tornar en nostra terra, e per assó las gents han fet so que han fet.” - E el rey dix los:
- "Cové vos penedir e castigar d‘ aquestas cosas e abstenir de tot en tot d‘ aytals cosas, sino convendria nos de vos fer justicia, e hauriam desplaher de vostre greuje, e convendria vos dolre de la pena.” - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XXXV.

Los dos pasajes que de la crónica de Marsilio van trascritos motivaron la siguiente nota del Sr. Quadrado:

"He aquí uno de los más misteriosos personajes de esta épica historia. ¿Qué aventuras habían traído a la isla sarracena como cautivo o como refugiado a un noble de la esclarecida estirpe de Alagón? ¿Qué peligros, qué venganzas, qué crímenes o pasiones le precipitaron en vergonzosa apostasía, hollando su fé de cristiano y sus blasones de caballero? Sus tratos con Pedro Cornel indican que no había olvidado del todo los recuerdos de su cuna y las amistades primeras; pero lo mezquino e inadmisible de las condiciones por él ofrecidas, a las cuales dio el rey tan digna y enérgica respuesta, muestran hasta qué punto había identificado su causa con la de su nueva ley y de su nueva patria. Después de tomada la ciudad reaparece para colmo de extrañeza Gil de Alagón, reconciliado sin duda con el rey y con la iglesia, como uno de los barones más favorecidos en la distribución del botín; puesto que su casa fue saqueada ante todas por el pueblo y los caballeros quejosos de la desigualdad del reparto e indignados tal vez de que se prodigaran a un renegado semejantes recompensas."

Creemos que el pasaje que comentamos aclara bastante el misterio en que aparecía envuelto el nombre del caballero Gil de Alagón, cuya deslealtad promovió el enojo de su rey, al ver que acudía a la reprobada idea de faltar a sus juramentos como caballero y hasta a su fé como cristiano.

(40)

E vos perdut ¿ e qui viurá de nos?


Marsilio habla de este poético suceso en estos términos, dignos de la epopeya:
"Lo sòl era pòst; el rey tornava a sas tendas, tement que no hagués offeses o agraujats sos nobles en tan perilosa cavalcada e quays del tornament del vespre, e esperava fortment esser repres. E exiren a eyl a peu en G. e en R. De Monchada ab alcuns cavalers, e el rey vehent aquels devaylá e volch sen intrar a peu; mes com eyl hagués esguardat, en G. De fit en fit guardá lo rey, e fentament e lenta ris se, lo qual riure agradá molt al rey dient entre sí: - "No ‘ns dirá paraulas aspres en G. que ris s‘ ha.” - Mes no ho poch sofferir en Ramon de Monchada, e ab cara feylona dix: - "Senyor, qué havets fet? qué havets fet? Nos salvats per Deu e scapats en los perils de la mar e aportats assí salvament e segura a la terra la qual desitjats, are volets auciure vos matex e nos?
¿No sabets que 'l vostre peril no es de una persona sola, mes de tota la host? ¿E quin ardiment es aquex, no digne de neguna lahor, no companyó de nenguna prohea ab seny, que vos a tan gran judici o peril de certa sciencia vos metets? En poch vuy no sots perdut, e si tant negre dia los nostres lums hagués escurehits, ¿qual apres vos haguera volgut viure? qual volgra tornar als seus lòchs? en quant fora estat divulgat per infamis lo conseyl de vostres nobles! Cóm suspitosa guarda! E cert milor fora als morients que aquels qui de la yla ne portarian novas a nostres amichs: e certes aquest tant gran negoci per algun altre príncep no s' acabaría, com mes aportaria temor que amor." - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XX.

"E en Ramon de Muncada dix nos: - "Qué havets feyt? volets ociure nos e vos, que si per nostra mala ventura vos perderets e sots anat arresch de perdre la hòst, e tot l' als seria perdut e aquest tan bon feyt nos fará puys per nul hom del mon.” - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.

Estos pasajes, enteramente conformes con lo que expresa la estancia que comentamos, motivan estas oportunas reflexiones del Sr. Quadrado:

"Un rey mozo casi avergonzado de su victoria y espiando con inquietud las miradas de sus nobles temeroso de ser reprendido, unos campeones que se creen en el caso de reprimir su temerario valor y en cuyos severos cargos traspira un celo tan paternal a par de tan sumisa abnegación, son caracteres de belleza inimitable; y la impaciencia de Raimundo y la indulgente benignidad de Guillermo acaban de realzar el cuadro con su contraste."


(41)

Pus no ho façatz, en rey, pus no ho façatz!" -

Las quals cosas totas ohidas (continúa Marsilio), lo rey no respòs res, mes en G. pacificant lo rey e en partida punyent dix: - "O Ramon, lo rey ha feta gran folia; mes una cosa nos conforta, com vuy havem provat com havem senyor valent en armas, lo qual planyent com en la primera bataya no es estat, per sí e tot sol ha bataya procurada, jatsia que sia en peril de sí e dels seus. No 's sia fet d' aqui avant, senyor rey, no sia fet, com en vostra vida es la nostra, e en la vostra mòrt es la nostra. Ne a vos no cal axí cuytar las cosas que fer se deuen, mes ab fermetat pus madurament fer; com pus que en la yla sots, rey sots de Malorcha; e si per ordinació de Deu no per defaliment de vostre conseyl si esdevenia vos morir, la vostra fama no hauria dampnatge de la mòrt, com tot lo mon vos apeylaria lo melor hom d' aquest mon e 'us planyeria.” - E si constrenyement dels nervis vos tenia en el lit e a las armas vos fehen no poderós, encare aquesta terra assí es vostra sols que vos viscats." - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, Cap. XX.


(42)

Dementre' l xech ab tota l' hòst ixia


Reina mucha confusión acerca del nombre del que era jeque o walí de Mallorca en la época de la conquista. El rey Don Jaime en su crónica, y tras él otros historiadores, le llaman Retabohihe; Marsilio le apellida Abobehie, corrupción quizás de Abu-Yabie (Yahie), y los cronistas árabes dicen gobernaba la isla en aquella sazón Said ben Alhakem Aben Otman el Koraischi de Tabira de Algarbe. Sea como fuere pertenecía a la dinastía de los Almohades que en 1208 habían destronado en Mallorca a la de los Almorávides.


(43)

En sus de Portupi s' apareylá.


"E las nostras naus (dice la crónica real) ab bé CCC cavallers que havia dedins, e els cavalls aytambe al cap de la borrasca, veeren la host del rey de Mallorques al vespre que fó exida en la serra del pòrt de Portupí. E D. Ladró un rich hom d' Aragó qui era ab nos, hach acòrd ab los cavallers qui eran en la nau, qu' ens enviassen un missatje en una barca per mar, qu‘ ens feyen saber que ‘l rey de Mallorques ab sa hòst era en la serra de Portupí, e tendas que hi havian parades, e que estiguessen apercebuts. E aquest missatje vench a nos a mija nuyt, que era nuyt del dimecres que devia esser aevant.
E nos tantost enviam ho a dir an G. De Muncada, e a D. Nuno, e als richs homens de la hòst: e ab tot aço nons llevarem trò en l' alba. E quant vench en l' alba llavám nos tots e oym nostra missa en la tenda nostra." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, 1.a parte, cap. LVIII.


(44)

N ‘ haurá lo cèl lo qui de vos morrá." -


Aunque en el fondo esté conforme la arenga del obispo de Barcelona a la que trascriben los cronistas, creemos que por su concisión y energía supera la del poema a la que aquellos ponen en boca del venerable y valiente prelado. He aquí la que inserta la crónica real:

- "Barons, no es hora are de llònch sermó a fer car la materia no ‘ns ho dona, que aquest feyt en que el rey nostre senyor es, e nosaltres, es obra de Deus, que no es pas nostra: e devets fer aquest compte, que aquells qui en aquest feyt pendran mòrt, que la pendran per nostre Senyor, e que haurán paradis, hon haurán gloria durable tots temps: e aquells qui viurán haurán honor, e preu en lur vida, e bona fí a la mòrt. E barons, conortats vos per Deus, car lo rey nostre senyor, e pos e vosaltres volem destruir aquells qui reneguen la fé e el nom de Jesu-Christ. E tot hom se deu pensar, e pòt, que Deus e la sua mare nos partrá huy de nos, ans nos dará victoria, perque devets haver bon còr que tot ho vencerem: car la batalla deu ser huy, e conortats vos que ab senyor bò e natural anám:
e Deus qui es sobre éll, e sobre nos ajudar nos ha." - CRÓNICA DEL REY DON JAIME, parte 1.a, cap. LVIII.


(45)

Et en Guilem e 'n Ramon de Monchada

Ixen denant abduy ab li templer;


El poeta omite aquí algunos episodios muy notables al par que poéticos que no descuidaron los cronistas. Tales son el acto de recibir D. Guillén de Moncada la sagrada comunión antes de marchar al combate; la singularísima devoción con que recibió el cuerpo de Jesucristo y las lágrimas de piadosa ternura que derramó durante este solemne acto, presentimiento quizás de su próximo y desgraciado fin; las palabras que dirigió a D. Nuño, y la delicada generosidad de ambos caudillos en cederse recíprocamente los honores de dirigir la vanguardia, y otras circunstancias dignas de mentarse. Por lo demás el poema está acorde con las crónicas en cuanto a que
D. Guillén y D. Ramón de Moncada guiaron la vanguardia unidos con los templarios, a los cuales se agregó el conde de Ampurias.


(46)

E ab gran brugit faé de son poder.


Es sensible que el poeta no se extendiese como era regular en la descripción de la batalla que se empeñó en los campos de la Porrasa y en la cual arrollaron los cristianos al enemigo, obligándole a encerrarse en los muros de la capital, suceso que se prestaba grandemente a los rasgos elevados y animadas pinturas de la epopeya. Los cronistas en este particular se muestran menos parcos, siendo sobradamente interesantes los capítulos que a este objeto dedicaron y a los cuales remitimos el lector.


(47)

Al sarrahí noent, le deventera

Ben guerretjá lá sús per son Salvayre;
Véanse en los citados cronistas las vivas e interesantes descripciones de la batalla de la
"Porrassa".


(48)

E lá ‘n Guilem fení la lur quarrera,


El cronista Desclot da cuenta en estos términos de la muerte de D. Guillén de Moncada:

"Ab tant los crestians punyren ves los sarrahins e anaren ferir en élls, si que 'ls esvahiren e passaren oltra, mes tant era la gran pressa dels sarrahins que no sen pogueren tornar al puig a ‘n G. De Muncada. Els sarrahins muntaren al puig, e ‘n Guillem de Muncada qui 'ls veu venir volch los scapar, persó car no era que ab un cavaller e no poch devallar a cavall, que la muntanya era arrocada, e torná atras perque volch pendre altre carrera; mes los sarrahins lo soptaren tant fòrt de totas parts que nos poch defendre, e pres un còlp per la cama tal que 'l peu li cahech en terra; e puys occiurenli lo cavall, e cahech de tot en terra, e aquí morí. Lo cavaller qui ab éll era, mentre los cavallers se combatian ab en G. De Muncada, defensá 's al mils que posch e puys com viu que son senyor fó mòrt scapá als sarrahins malament nafrat en lo cap e en la cara, e torná sen ves los crestians." - CRÓNICA DE BERNARDO DESCLOT, XXXIII.


(49)

E lo Ramon deffenent lur senyera,


Con respecto a la muerte de D. Ramón de Moncada dice el mismo cronista Desclot:

"Ab tant en R. De Muncada seguí la senyera, e aná avant firent e donant de grans còlps; lo cavall ensepegá e cahech en la pressa que hi era molt gran, e aqui morí."
- CRÓNICA DE BERNARDO DESCLOT, XXXIII.


(50)
Et en Desfar....

Alúdese a Hugo Desfar, caballero del séquito de los Moncadas, que murió con ellos en la misma batalla de la Porrassa.


(51)

....e n' Huch lo bòn trovayre.

Refiérese sin duda el autor a Hugo de Mataplana, caballero también del séquito de los Moncadas, que pereció así mismo con ellos en batalla. Fue trovador muy célebre.
Sus trovas se leen en algunos códices que existen hoy día en la biblioteca vaticana.

(52)............

Aquí corresponde indudablemente el gran vacío que observamos en el poema y al que hemos hecho referencia en las líneas que preceden a la composición.


(53)

De n' Infantyl lo stòl pus abatut,


Alude este pasaje al caudillo moro Infantilla o Ifantilla, o mejor Fatilla, como le llama Desclot, que reuniendo un respetable ejército, compuesto de los sarracenos de las montañas de la isla, peleó encarnizadamente con los sitiadores. El cronista Marsilio, a propósito de este caudillo, dice:

"Levá 's un fil del diable per nom Ifantilla, e ajustá tots aquels qui estavan per las montanyas, e foren bé V milia a peu e C a cavayl; e vengueren a un puig assats fòrt qui es sobre la fònt qui entra en la ciutat; e aqui volent fer nom aparaylá bé XL tendas, e trencá lo lòch per ont l' aygua era amenada, e feu desviar l' aygua de la host, e per lo mitj d' un torrent se perdia. Mes persó com la fretura e minva d' aquesta aygua era no sostenedora als crestians, coneguda la occasió d' aquesta cosa, hach deliberació lo rey de trametre contra aquel un cap o dos ab CCC cavalers e que ab aquels se combatessen e l' aygua tan necessaria recobrassen. E fó manat an Nuno e fó fet cap e guiador dels trameses, e foren hi trameses sots eyl CCC cavalers, no empero tots seus, mes ajustats alcuns als seus. E partí 's d' aquí, e ʻls sarrahins volgren lo puig que havian pres deffendre, mes los crestians muntaren contra eyls ab maravelosa cavalcada, e venceren los en lo puig. E vench en las mans d' aquels lo dit Ifantilla qui era cap o guiador dels sarrahins, e sens misericordia fó matat, e foren ne privats de vida ab eyl bé D. Los altres fugients a las montanyas escaparen, e las tendas d' aquels foren dadas a robería e las robas a partió. Mes lo cap de Ifantilla portaren al rey en testimoni de la cosa feta, lo qual lo rey feu posar en la fona del giny e en la ciutat trametre e gitar a terror e pahor dels sarrahins. E fó retuda la aygua en aquesta guisa a la host, del recobrament de la qual tots agren gran goig, com gran fretura sofferian." - CRÓNICA DE MARSILIO, 2.a parte, cap. XXV.





(54)

E dix lo rey: - "Presem pus prest la terra!"


Después de la derrota de Ifantilla duraron todavía mucho tiempo las operaciones del sitio. No se trató de asaltar desde luego la capital como el poema quiere indicar. Suprímense desgraciadamente en este todas las grandiosas hazañas del cerco, sin que sepamos si esta falta es del autor o del antiguo copista, que al parecer omitió visiblemente muchos pasajes como se ve claramente por el gran vacío que hemos hecho observar en la nota número 52. Destruida la hueste de Ifantilla, acontecieron grandes sucesos según los cronistas. Tales son la alianza de los cristianos con el poderoso Benhabet, señor de Alfavia, por cuya mediación se sometieron al rey Don Jaime muchas de las comarcas de la isla; los notables hechos de armas con que el ejército se distinguió durante el asedio; las proposiciones del jeque para arreglar la paz; la energía de Raimundo Alamany y de los deudos de los Moncadas en los consejos, clamando se vengase la sangre cristiana vertida por los sarracenos, y la prudencia y madurez del joven monarca en esta ocasión; la famosa arenga del walí a su pueblo rotas ya las negociaciones; el juramento solemne de los sitiadores antes de dar el asalto general; la toma de la ciudad y la milagrosa aparición de san Jorge; la entrada triunfante de la cruz en el recinto de la Almudayna; la prisión del walí; el saqueo de la ciudad; el botín recogido por los cristianos, y tantos otros hechos gloriosos que eran los que más se prestaban al poeta, y que no es regular pasase en silencio en una obra que tenía por objeto exclusivo cantar las hazañas de los conquistadores.


(55)


E de Maylorcha rey fó prest cridat.


No consta en las crónicas esta manifiesta aclamación de Don Jaime por rey de Mallorca.


(56)

....porriu

L' esgard haver, …....

Véanse en la traducción castellana las palabras con que hemos traducido este pasaje, para nosotros oscuro e ininteligible.

(57) ….. e lexatz lo morriu.

No respondemos de haber atinado en la verdadera equivalencia de la palabra morriu en la traducción castellana del poema, puesto que nos es desconocido este vocablo.

(58)

Donchs plach a Deus, Malorqu‘ es conquerada." -


Conquistada la capital todavía le quedó mucho por hacer al ejército cristiano, pues hubo de reducir a los moros montañeses que en gran número, y acaudillados por Xuayp amenazaban arrebatar al rey Don Jaime el precioso fruto de su conquista.


(59)
Honrem a Maylorcha ab molts beneficis.

El rey Don Jaime en efecto atendió con un celo verdaderamente paternal al engrandecimiento y prosperidad de la isla, promoviendo en ella infinitas mejoras, fomentando su naciente comercio y concediendo ventajosos privilegios a sus pobladores.

(http://www.caib.es/pidip2front/jsp/es/ficha-convocatoria/strongemldquolibro-de-franquezas-y-privilegios-del-reino-de-mallorcardquoem-es-el-documento-del-mes-en-el-archivo-del-reino-de-mallorca-este-jueves-7-de-marzostrong#)
https://www.worldcat.org/title/privilegios-y-franquicias-de-mallorca-cedulas-capitulos-estatutos-ordenes-y-pragmaticas-otorgadas-por-los-reyes-de-mallorca-de-aragon-y-de-espana-desde-el-siglo-xiii-hasta-fin-del-xvii-con-un-apendice-de-bulas-y-otros-documentos/oclc/802789769


(60)

Huy los meus bordons, huy s' han acabat.


Raimundo Lulio termina bellamente el poema. La conclusión es digna del Tasso. Nada más natural que al dejar las armas los guerreros, dé fin el poeta a sus versos.


RECTIFICACIONES.

Del examen, que concluida esta impresión, hemos podido hacer de ciertas composiciones de Lulio, esparcidas en uno que otro códice, nos han resultado algunas variantes notables que hacen necesarias en el texto impreso las siguientes rectificaciones, puesto que aclaran muchos de los pasajes que aparecen en él oscuros e ininteligibles (inintelegibles):

Página del texto Impreso. Línea. Dice. Léese en los códices nuevamente consultados.

137 7 sanat ça nat
138 33 é 's mon fill sanujat es mon fill anujat

144 11 ça ella ça é llá

153 23 l‘ ha sus lá sus
153 27 Só Ço
154 18 dona ‘l dona ha ‘l
154 29 veng‘ on vengon
156 15 guayg e desconort guayg desconort
160 9 quius qui ‘s
168 19 Es dó a qui Deus Es dó qui Deus
180 14 se poch se pòt
180 28 es poch es pòt
180 33 no poch no pòt
288 11 no es peccar, no es en peccar,
318 31 fará féra
334 21 ver perqu‘ eu vet perqu‘ eu
340 21 a unir ausir
344 19 la qual ha en sí leix la qual ha ‘n sí matex
400 16 veus só veus çò
415 9 sorn es s‘ orna e ‘s
418 18 et ornen ton et orn ton
435 24 losanament lo sanament
536 2 dar donar
(se encuentra muchas veces dar en el texto original)
441 13 Perqu‘ eu Perqu‘ en
442 2 Perque mes Perque m‘ es
443 26 cessar que querir cessar de querir
454 5 E al naturalment E ha ‘l naturalment
454 35 ço te a mal, S‘ ho te a mal
461 3 Con que sia Qu‘ hon que sia
465 15 En quant el emferm, En quant ela ‘m ferm,
472 6 de Deu salvetat, de Deu sa bontat,
474 35 En peccat E ‘n peccat
491 18 Tant qu‘ am duy ço Tant qu‘ ambuy só
494 23 Qu‘ en só Qu‘ en ço
512 19 A nuyla causa Ha nuyla causa
516 37 E mòr hon E mòr hom
529 18 veen vé en
539 32 Entendrets En tendrets
544 24 E ‘n lo far En lo far
569 21 están d‘ ela están de lá



FIN DEL LIBRO obras rimadas de Ramon Lull