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domingo, 12 de mayo de 2019

Lenguas en la Corona de Aragón

Lenguas en la Corona de Aragón
Lenguas en la Corona de Aragón, occitan, los parlars lenguadocians

La imposición que la Generalidad de Cataluña quiere imponer en los demás territorios que formaron la Corona Aragonesa junto con sus socios y la complicidad del Gobierno Central, no es nada nuevo, y están consiguiendo que incluso en estos territorios exista dudas sobre los orígenes y el camino recorrido en la historia. Dada la insistencia de varios seguidores en el afán de convencernos que el catalán es el origen de las lenguas romances que se hablaban en la Corona, consideramos que seria interesante hacer un recorrido en la historia con el único propósito de aportar un poco de luz a este asunto, aunque estoy totalmente convencido que:

“Intercambiar argumentos con alguien que ha renunciado a la lógica, es como darle medicina a un muerto” (Thomas Paine).
En el siglo VIII, comenzando la reconquista cristiana dirigida por los reyes francos, durante ese periodo, fue imponiendo la modalidad de la lengua proveniente de la Occitania, como lengua, sobre el romans vulgar muy arabizado que se hablaba en estas tierras. Esto sucedió por dos causas:
La primera por haber estado los habitantes de la región conquistada por los musulmanes en el año 714, refugiados en la Septimania Norte entre 90 y 435 años (tierras occitanas de habla lemosina).
Segunda, por los guerreros y nobles que conquistaron las tierras de los condados de Aragón, Sobrarbe, Ribagorza, Barcelona, Ausona, Besalú, Girona, Pallars: Jussá y Subirá, Ampurias y Urgel - Urgell, tierras todas ellas repobladas con gente occitana de habla d'oc o lemosina (existen un sinfín de cartas otorgadas por los reyes francos y los de Aragón. Las ultimas están fechadas por Pedro IV de Aragón). Al frente de los condados los reyes colocaron todos ellos nobles occitanos de lengua d'oc o lemosina.
Los Condes de Barcelona, eran occitanos de nacimiento o descendientes de ellos, desde el primer Conde Bera, hasta el último Ramón Berenguer IV. Todos ellos eran de habla lemosina (en 1.162, el condado pasó a formar parte de los reyes de Aragón con Alfonso II, también de lenga romans)
El Conde Ramón Berenguer III, al casarse con la condesa Dulce de Provenza, dejo escrito que con dicha boda entraba la cultura en el condado, cultura de la que estaba huérfana la gente de Barcelona, Barchinona - Barchinone, diciendo que: "con la Condesa Dulce entraba la lengua culta lemosina en el condado de Barcelona", condado que al estar solo habitado por gente guerrera y ruda, solo hablaban un romans muy basto e inculto.
En los archivos de la Corona de Aragón, se guardan unos documentos del Condado de Barcelona (tal vez por esto no son reclamados), donde Ramón Berenguer III escribió con motivo de su boda con la condesa Dulce de Provenza: "Siendo los condados de Barcelona y de Provenza una tierras muy parecidas, tener gente parecida y con una lengua común, el LEMOSIN, bien podrían formar un reino".
Principios del siglo XVI, con la unión de los reinos de Castilla y Aragón, el castellano fue relegando al lemosín, como lengua de uso de la corona de Aragón. Nació un interés entre los intelectuales de la Corona de Aragón y por ello fueron creándose organismos para su conservación.
En el Condado de Barcelona, se creó: "LA ACADEMIA DELS DESCONFIATS" de 1.510 a 1.650, que se transformó en "LA REAL ACADEMIA DE LAS BONES LLETRES DE BARCELONA" desde 1.650 a 1.912. Después de esta fecha se convirtió en "l'INSTITUT DE ESTUDIS CATALANS.
Anteriormente, nace el Siglo de Oro de las Letras Valencianas, abarca prácticamente todo el siglo XV y fue la época de máximo esplendor de la Lengua Valenciana escrita. Durante este siglo, autores tan reconocidos como Jordi de Sant Jordi, Ausiàs March, Joanot Martorell, Joan Roiç de Corella, Jaume Roig o Sor Isabel de Villena.
La lengua mallorquina y balear, fue reconocida en 1840 por la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona. Por la Real Academia Española en 1928. Por segunda vez por la Real Academia Española, cuando en 1959 ratificó la categoria de lengua independiente con la misma categoría que la valenciana y la catalana (Boletín de la R.A.E número correspondiente a los meses de septiembre/diciembre de 1959).
En 1833 el poeta Buenaventura Aribau compone “ Oda a La Patria “ un poema convencional , escrito en Madrid, en homenaje a su jefe comercial, un tal Remisa con motivo de su fiesta onomástica. En esta poesía, el tal Aribau no habla aún de “lengua catalana”. Sólo nombra, nada menos que cinco veces, a la “llengua llemosina” como su lengua materna. Los nacionalistas lo exaltan como una exaltación de la lengua catalana, pero si lo leen, verán que su exaltación es para el lemosín. La quinta estrofa dice así:
En llemosi soná lo meu primer vagit,
quant del mugró matem la dolça llet bebia;
en llemosi al Senyor pregaba cada dia,
e cántichs llemosins somiaba cada nit.
Esta oda inicial de Aribau fue seguida por Rubió y Orts en su Lo Gayter del Llobregat, en el año 1841.
En 1842 el Padre de la Romanística Europea, el alemán Friedrich Diez, publica la primera edición de su “Gramática de las Lengua Románicas “ en la que expone su clasificación de seis lenguas fundamentales “por su importancia literaria”, nacidas del rompimiento del latín :
Dos al este: Italiano y Rumano
Dos al sur-oeste: Español y Portugués
Dos al nor-oeste: Provenzal y Francés
En esta clasificación no se deja ningún sitio especial al catalán , que es asignado al “dominio del Provenzal” y no es considerada lengua romance independiente, “además de existir en estado latente su fraccionamiento dialectal” (V. E. Vidos: ”Manual de Lingüística Románica”. Universidad de Nimega. 1963). Cataluña fue, hasta el 1906, un mosaico de dialectos.
Antonio de Bofarull y Mariano Flotats, (catedráticos de la universidad de Barcelona y archiveros de la corona de Aragón) en 1.848 tradujeron al castellano y editaron “La Historia de la vida del Monarca don Jaime I de Aragón, el Conquistador”. Como ellos hacen constar, partiendo de lo escrito por el mismo monarca en LEMOSIN. En el prólogo de dicha biografía Antonio Bofarull, repite más de 20 veces las excelencias del limosín, pero 26 años más tarde edito Antonio Bofarull una gramática, la segunda de llengo catalana, haciendo costar en el prólogo que la llengo catalana no venia del lemosín. ¿Cuándo mintió, en 1848 o en 1878?.
En 1850 Antonio de Bofarull, traduce la crónica del Rey Pedro IV El Ceremonioso ó Punyalet, en la portada podemos leer: Escrita en Lemosin por el mismo Monarca, y traducida al castellano y anotada por Antonio de Bofarull. Unos años después, (1854), editan una segunda edición donde cambian el lemosin, por catalán.

colección documentos inéditos archivo corona Aragón, Próspero de Bofarull
El 1 de Mayo de 1859 se celebran los primeros “Juegos Florales de Barcelona: Patria. Fides. Amor” bajo los auspicios del archivero Próspero de Bofarull y Mascaró. En la convocatoria de 1860 se nombra secretario “dels Jochs Florals” de Barcelona a Adolfo Blanch en la que cada concursante todavía usaba "su" particular ortografía, lo que revela la caótica situación de la ortografía catalana, que todavía era llamada "llemosí" por Aribau y otros. El panorama catalán era el de un mosaico de dialectos provenzales de camino hacia la “selección natural” por imposición del dialecto barceloní ( al ser el más hablado).
El 9 de febrero de 1861 se intenta en Barcelona una nueva reunión para "unificar" la ortografía que, hasta entonces, era caótica. La reunión para "normalizar" en la que participaron Milá y Fontanals, Víctor Balaguer, Blanch, Flotats y Bofarull fue un auténtico fracaso.
El Consistorio de los Juegos Florales trataba de conseguir la "normalización" de la ortografía, que seguía caótica, y se presentan dos proyectos: uno de Milá y Fontanals y otro el de l´Academia de les Bones Lletres de Balari. El Consistorio de Barcelona se vio ante dos proyectos enfrentados pero, para evitar una especie de guerra civil interna, se evitó tomar una decisión.
1862:
El escritor de Fórnoles Braulio Foz en la Revista de Cataluña, escribe;
No sé hablar el catalán pero lo entiendo perfectamente, porque en mi tierra (la que llamamos Bajo Aragón) hay pueblos donde se confunden todas las que se han hablado en España, dominando empero la lemosina con un dialecto casi de ella en cada pueblo, así que los naturales de ellos tienen mucha facilidad para entender a los valencianos y a los catalanes (pág. 401) …… tiene pues aun más dialectos la lengua catalana o lemosina en estas nuestras provincias, distinguiéndose entre otros el catalán propio, el mallorquín, el valenciano, el ampurdanés y el que llamaremos literano -por errata, el original dice literario- (pág.404).
/ Literano, de La Litera, La Llitera, comarca de Huesca /
Como entre los dialectos del catalán he nombrado el literano, y podrá ser que hasta el nombre sea nuevo para muchos, me ha parecido declarar cual es, sin que por eso insista en que se conserve el nombre. Es pues el que se habla en algunos pueblos entre el Cinca y el Segre, especialmente en Tamarite. Y también es muy parecido y casi el mismo que se habla en varios pueblos de nuestra Tierra Baja entre Cataluña y Valencia, habiendo sido sus pobladores después de la reconquista, aragoneses de los llanos y de las montañas, catalanes de las riberas del Segre y aún del centro de Cataluña, y algunos antiguos pobladores (págs. 406-407).
En 1871 Friedrich Díez publica la tercera edición de su "Gramática de las Lenguas Románicas" en la que mantiene su clasificación anterior en las seis lenguas fundamentales por su importancia literaria, nacidas del rompimiento del Latín, dos años mas tarde Mayans i Siscar también afirmaba que “el catalán es un dialecto del lemosín” (“Orígenes del español”. Madrid 1873). Fue Milá i Fontanals quien propago el bulo sobre la “clasificación rigurosamente científica del catalán“.
En 1890 el filólogo suizo W. Meyer-Lübke publica su obra : ”Gramática de las Lenguas Románicas” en la que continúa la misma clasificación de Díez y donde dice (pág 4):” En el este la transición se opera poco a poco con el catalán en el Rosellón: esta última habla (parler), que no es más que un dialecto provenzal”...
"Le catalán qui n'est qu'un dialecte provenzal transporté en Espagne au VIII siècle, pénétra de plus en plus vers le Sud pendant la lutte des rois d'Aragón contre les Arabes."
En la revista "L´Avenç" del 31 de Marzo de 1891 el joven ingeniero cubano Pompeyo Fabra i Poch, Jaume Massó i Torrents, Joaquim Casas i Carbó dicen que una misma ortografía para el catalán, el valenciano y el mallorquín es "impossible perquè és contra natura”. (Algo muy distinto será el tono amenazante del mismo Pompeyo Fabra a los valencianos, en 1930, cuando quiso imponer su normativa I.E.C. del dialecto barceloní: “El que aneu a fer es molt arriscat”...). Los hombres de L´Avenç, desentendiéndose de la antigua koiné, se lanzaron a la actualización y sistematización del dialecto barceloní con el fin de convertirlo en el moderno catalán literario. Y así, entre todo el mosaico de dialectos catalanes nacidos del provenzal, eligieron e impusieron como “standard” de referencia el “infame e infecto dialecto barceloní”, según definición del erudito Padre Batllori.
valencià, català, valenciano, catalán

Pompeyo Fabra publica su “Ensayo de gramática del catalán moderno” donde explica que el sistema gramatical que se va a adoptar será una normativa que tome como modelo el dialecto barceloní y no el del interior, más rural, porque el barceloní era “la parla más viva” de las que entonces se hablaban....
En 1904 el cura payés mallorquín mosén Antoni Alcover organiza el I Congreso Internacional de la Lengua Catalana y utiliza al profesor alemán Bernhard (BernardoSchadel para hacer viable una primera gramática catalana, expuso a sus asesores barceloneses el proyecto del profesor alemán, pero lo encontraron irrealizable porque no existía en toda Cataluña ni una docena de lingüistas especializados capaces de hacer el estudio de una manera científica ni con garantías de seriedad. El 13 de Octubre se inauguró el congreso en el Teatro Principal de Barcelona con un discurso patriotero y de tintes exaltados por Mosén Alcover, alentando a todos los catalanes a "crear" la primera gramática y diccionario de la lengua catalana.
Prat de la Riba, quien creó el Instituto de Estudios Catalanes en 1912, presidente de la Diputación de Barcelona, y presidente de la primera Mancomunidad de Cataluña, sistematizador y potenciador del independentismo catalán, dice:
 “En las costas del mar Sardo va a encontrarse la etnos ibérica, la nacionalidad ibera extendida desde Murcia al Ródano, o sea desde las gentes libio fenicias de Andalucía oriental hasta los ligures de la Provenza”.
En el Levante de la península Ibérica se dan por lo menos los siguientes dialectos con las características precedente de una evolución del latín vulgar sobre un sustrato de la lengua ibera: Apitxat - apichat, Meridional, Alicantí, Mallorquí (de Tarbena i la Vall Gallinera), Valencià, Murciá (desaparecido), Ribagorçà, Pallarès, Lleidatà, Tortosí, Matarraña - Matarranya, Maestrat, Castellonenç Salat de la Costa Brava (Sa Costa Brava), Barceloní, Tarragoní, Xipella, Menorquí, Eivissenç. A las que hay que añadir el chapurriau de la franja oriental de Aragón. O la franja del meu cul.

chapurriau
A estos dialectos, localizados en España hay que añadir todas las variantes de la lengua occitana, localizadas en el sur y centro de Francia, que tienen las mismas características de las españolas, entre ellas el limosín, el aranés ( que viene del auvernhat - gascón según fuentes), el gascón, el provenzal (la lengua de los trovadores), el vivaroaupenc.
Gerhard Rohlfs lingüista y Romanista Alemán, en 1926 Catedrático de Filología Románica en la Universidad de Tubinga, alumno de Friedrich Díez, defiende el mismo criterio científico que su profesor.
El Filólogo suizo-alemán Meyer Lübcke en su libro dice: “el catalán, que no es más que un dialecto del PROVENZAL” (Grammaire des Langues Romanes". Paris.1890. Pág. 13).

Otro filólogo José o Josep María Guinot (Castellón) afirma: "prenent com a base per a tota Catalunya la modalitat llingüística de Barcelona, dialecte barceloní, el més impur de tots” (“Qüestions de Llengua”. Real Academia Cultura Valenciana. Serie Filológica.1990). http://racv.es/
En 1946 Josep Romeu funda la Societat Catalana d'Estudis Històrics, brazo armado cultural de la burguesía feixista catalana para la reinterpretación" de la historia. A sus colaboradores, Miguel Dolç y Guillem Colom les obsesionaba una idea: extender el "normalitzat" al Reino de Valencia. Todavía no se habían fijado en Aragón.
En 1959 la Real Academia Española adoptó el importantísimo acuerdo, escamoteado, de sustituir el término dialecto por el de lengua, y ello especialmente por razones científicas. Poseemos el fidedigno testimonio de Julio Casares, Secretario Perpétuo a la sazón:
"También ha estado en cierto modo presente la política en las recientes deliberaciones de la Academia, SE HA DADO EL VISTO BUENO a totalitarismo, antimilitarismo, antisemita y antisemítico (...) Y no está exenta de alcance político la RECTIFICACIÓN QUE SE HA HECHO en las definiciones del catalán, valenciano, mallorquín y balear con el fin de AJUSTARLAS A LAS EXIGENCIAS DE LA LINGÜÍSTICA, dando de paso espontánea satisfacción a los naturales de las respectivas regiones. Del VALENCIANO, por ejemplo, se decía dialecto de los valencianos. AHORA SE LE RECONOCE LA CATEGORÍA DE LENGUA, y se añade que es la hablada en la mayor parte del antiguo reino de Valencia; y la nueva definición del catalán pondrá término a las consultas que recibo un día sí y otro no, para que diga si es lengua o dialecto. Hela aquí: Lengua romance vernácula que se habla en Cataluña y en otros dominios de la antigua corona de Aragón".
En 1972 D. Antonio Ubieto Arteta, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Valencia y archivero de la Corona de Aragón, lee en el Paraninfo su lección magistral “Los Orígenes del Reino de Valencia” en la inauguración de curso 1972-73. En esa investigación el profesor Ubieto desmonta todas las falsas teorías catalanas que se querían imponer en la Universitat de Valencia sobre la conquista del Reino de Valencia y demuestra que el porcentaje de catalanes venidos a Valencia fue escaso (algo que innumerables veces hemos denunciado en esta pagina), y no pudieron traer la lengua, porque “el romanç valencià” ya existía en el Reino moro de Valencia.
A partir de ese momento el profesor Ubieto y su equipo es acosado y amenazado de muerte por las nuevas huestes catalanizantes que se habían apoderado materialmente de la Universidad y tiene que trasladarse a la Universidad de Zaragoza, y así, poco a poco, el monolitismo histórico-lingüístico catalán acabó con el pluralismo libre pensante que durante tantos años había ilustrado las aulas literarias universitarias. Esa asfixiante situación es la que ha perdurado y perdura. Y la universidad de Zaragoza ya se ha contaminado. Un ejemplo: Javier Giralt Latorre, pero hay más.
Ver AVL = IEC = Ascuma en Calaceite.
En 2003 el Profesor Blanchet afirma que el catalán es un dialecto provenzal y advierte de las presiones lingüísticas desde Cataluña.
Francisco Rodríguez Adrados Filólogo y Académico experto en lenguas clásicas en febrero de 2008 recuerda que antes del siglo XX solo existían dialectos y fue Pompeyo Fabra quien estableció el catalán como una lengua. Miembro de la Real Academia Española y de la Real Academia de la Historia es autor de Historia de las lenguas de Europa.

José Angeles Castelló reconocido lingüista y profesor docente durante 18 años en Estados Unidos dirigiendo el departamento de Estudios Hispánicos en la Universidad del estado de Florida reconoce las diferencias lingüísticas de los territorios de la Corona de Aragón y citando a Kosh:
Las lenguas mueren por los niños, una persona mayor no puede renunciar a su lengua, pero el niño que de momento no tiene una lengua los maestros se la imponen (lo estamos viendo en la actualidad).
No es el catalán una lengua románica que siempre haya estado entre las lenguas en personalidad propia: todo lo contrario, era considerado como una variedad dialectal de la lengua provenzal, y sólo desde hace relativamente poco, ha merecido la categoría de lengua neolatina independiente (Gramática histórica catalana. Editorial Gredos).
A. Badia Margarit. Rector de la Universidad de Barcelona.
occitano, catalán

Resumiendo:
No fue hasta el I Congreso de la Lengua Catalana (1906) en la que el catalán abandonó su condición de dialecto para adquirir de forma oficial el estatus de lengua independiente por primera vez en su historia. Hasta entonces el catalán era considerado un dialecto de las lenguas de Oc.
Hoy, mayo 2016, los habitantes de Limoges (centro de Francia) que conozcan el limosín, no tienen dificultad para comprender los dialectos hablados en la región de Cataluña, o en la de Valencia, lo que confirma que existe una misma lengua fraccionada en dialectos, algunas de cuyas piezas son los dialectos usados en el pasado y en la actualidad en el territorio llamado Cataluña.
¿Porque si en Cataluña, como hemos probado no se crea una léxica común hasta 1906 quieren imponernos su léxica cuando los territorios en cuestión llevan siglos con su propia cultura y tradición?, ¿que interés sino es el meramente político mueve los hilos de esa imposición lingüística?
als presentz, als que son per venir, for durable que tots los omnes qui son e seran en Osca

Quiero invitar a las fuerzas políticas de Aragón, Baleares y Valencia a defender nuestra cultura que sin duda tiene mucho recorrido común con Cataluña, ante la imposición que desde la Generalidad catalana quieren imponernos. Durante siglos fuimos una Corona temida y respetada, que ese respeto se mantenga entre los territorios que en antaño formamos la gloriosa Corona de Aragón.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Húngaro spanyol editorial Pons

https://www.dolcacatalunya.com/2016/08/ud-hungaro-aprenda-espanol-esta-editorial-catalana/

Húngaro spanyol editorial Pons


Editorial Pons, de Barcelona, sabe que el español también es nuestra lengua.

Digan lo que digan el supremacista Edu Reyes, la llanuda Carme Junyent, el xenófobo grup Koiné o los catalibanes del Règim, el castellano es tan catalán como el catalán, porque según la Generalitat el 51% de los catalanes tenemos como lengua habitual el español, y el 36% el catalán. 


La-anc-se-descareta-bilinguismo-desaparecer-carme-junyent

I quan els fanàtics converteixen el català en la llengua del nacionalisme, els dolços responem que parlem castellà quan ens ve de gust y catalán cuando nos da la gana, y que ningún politiquín o ideólogo de bar nos va a obligar a renunciar a nuestras identidad.
Dolça i hongaresa Catalunya…
Si no existís la Universitat Catalana d’Estiu s’hauria d’inventar. És l’aplec separatista on els líders intel.lectuals del prusés se senten com a casa i parlen de lo que realment pensen.
Ayer se juntaron unos cuantos ultras para hablar de la lengua del noupaís, y se les escapó la xenofobia lingüística y la imposición del catalán:
Carme Junyent (profesora de lingüística de la UB y gurú de referencia de la ANC en asuntos lingüísticos): “El bilingüismo ha de ser una realidad que tiene que desaparecer (…) la política lingüística que defiende Súmate sería la sentencia de muerte del catalán”.
Josep Murgades (catedrático UB): “En este estatuto de la hipotética república catalana, yo haría este redactado: “Primer punto: la lengua de Cataluña es el catalán’. Punto. (…) [Hay un] colonialismo lingüístico espanyol. (…) Si tú quiere morirte, y quieres morirte en catalán, lo tienes muy difícil. Su tu quieres que tus hijos tengan su educación en catalán, lo tienes muy difícil”.
Gabriel Bibiloni (profesor UIB): “el catalán tiene que ser la única lengua oficial del nuevo Estado. (…) El catalán tiene que ser la lengua de todas las administraciones y de todos los servidores públicos (…) Es necesaria una desconexión de los medios de comunicación espanyols, y especialmente de las televisiones”.
Bernat Joan (exsecretario política lingüística de la Generalitat): “Algún reconocimiento oficial del inglés daría una pátina de pluralidad e universalidad y de democracia a la futura república catalana”.
En resumen: hablar castellano se tiene que acabar, el castellano -lengua habitual del 51% de catalanes- no es lengua de Cataluña (“y punto”), prohibición de medios en castellano y el inglés como ficción de universalidad. Com mola el noupaís democràtic i inclusiu.
Dicen que Rufián se fue del aplec algo tristón porque eso le quita votos. Però tranquils, que no se irá de ninguna poltrona. Por cierto, Eduardo Reyes fue invitado a comer gratis y después del carajillo dijo que España es “una mierda de democracia (…) En Espanya se manda por cojones y en Cataluña por razones”. Y eso el mismo día y en el mismo lugar donde se pronunciaron las intervenciones citadas.
Y así, asociando la lengua catalana a una antipática ideología, cada vez más catalanes deciden no hablar la lengua del nacionalismo.

martes, 26 de junio de 2018

Valenciano, mallorquín y lemosín: El mito de la Renaixença, Kilómetro 0 del Nazional-Separatismo Catalán

Copy Paste de https://lapaseata.net/2017/11/20/valenciano-mallorquin-y-lemosin/



Jaime I de Aragón recibiendo del obispo y jurista Vidal de Canellas los Fueros de Aragón
Jaime I de Aragón recibiendo del obispo y jurista Vidal de Canellas los Fueros de Aragón ante otros magnates eclesiásticos. Inicial miniada N del Vidal Mayor, primera compilación de los fueros aragoneses. El texto en aragonés comienza: Nos, don Iavmes, por la g[rat]ia de Dius Rey d’Aragon et de Maillorgas et de Valencia, conte de Barçalona et de Urgel et seynor de Montpesler […] ‘Nos, don Jaime, por la gracia de Dios Rey de Aragón y de Mallorca y de Valencia, Conde de Barcelona y de Urgel y Señor de Montpellier’.


Llevamos décadas durante las cuales mediante el adoctrinamiento se está triturando a los castellanoparlantes en Cataluña tratando de hacerles sentir extranjeros en su propia tierra por el mero hecho de hablar en español”

mallorquí VS catalá


Se nos plantean hoy día muchas preguntas que mal respondidas se emplean como arma política por los separatistas basándose en una ignorancia y deformación palmaria de la Historia.
Llevamos décadas durante las cuales mediante el adoctrinamiento se está triturando a los castellanoparlantes en Cataluña tratando de hacerles sentir extranjeros en su propia tierra por el mero hecho de hablar en español, por eso podemos preguntarnos para empezar… ¿desde cuándo se habla español en Cataluña?… ¿es tan propio el castellano o español de Cataluña como lo pueda ser el catalán? ¿Es el valenciano una lengua derivada del catalán?… ¿qué relación hay entre ambas?… ¿de quién derivan ambas?

“Mientras en la Edad Media se puede hablar de lengua valenciana y luego de un Siglo de Oro de la misma, que además coexiste con el mallorquín, en cambio de “catalán” no se habla hasta finales del siglo XIX”

En primer lugar debemos dejar meridianamente claro que mientras en la Edad Media se puede hablar de lengua valenciana y luego de un Siglo de Oro de la misma, que además coexiste con el mallorquín, en cambio de “catalán” no se habla hasta finales del siglo XIX cuando Pompeu Fabra hace una recreación del lemosín sobre el dialecto barceloní creando el catalán, lengua que actualmente intenta imponerse sin una base histórica ni lingüística sobre el valenciano y el mallorquín y sus dialectos, a través de organismos imperialistas separatistas como son Omnium Cultural (OC) y la Asamblea nacional Catalana (ANC) .
Torcuato Luca de Tena de la RAE (ABC, 22 de abril de 1978) nos decía que la mezcla de lemosín con el “romanz” valenciano produjo inmediatamente verdaderas legiones de gramáticos, filólogos, poetas, literatos, filósofos, etc. enteramente en la lengua valenciana, creando el Siglo de Oro de la misma, y es más, la potente Valencia introdujo su lengua en la Curia Romana en desleal competencia con el latín, incluso Dante quiso escribir su Divina Comedia en la “valenciana lengua”, que se introduce también en los territorios de la actual Cataluña, “desprovenzalizando” esta área y “valencianizándola”.

“El catalán nunca ha sido la lengua propia de Cataluña, al no haber una unidad política hasta el siglo XVI cuando Carlos I crea el virreinato de Cataluña”

El catalán nunca ha sido la lengua propia de Cataluña, al no haber una unidad política hasta el siglo XVI cuando Carlos I crea el virreinato de Cataluña, pues sus condados de un lado y otro del Pirineo no tenían unidad política y por tanto menos podían tener una unidad lingüística, por eso los documentos oficiales de esos condados estaban fundamentalmente escritos en latín o en provenzal. Lo que hoy conocemos como Cataluña fue por tanto un territorio plurilingüe.
Es una ensoñación la cantinela de que el castellano se impusiera por la fuerza, más bien al contrario el castellano se impuso por ser una lingua franca que situada en el centro de los reinos de la Reconquista en la península ibérica servía para que todos se comunicasen desde Galicia y León hasta Aragón y la Marca Hispánica, pues hablar de Cataluña en ese momento sería una falacia dado que no existía tal denominación.



Jaime I, rey de Aragón, Mallorca, Valencia, conde de Barcelona y señor de Montpellier
Jaime I, rey de Aragón, Mallorca, Valencia, conde de Barcelona y señor de Montpellier

En el territorio de la actual Valencia los mozárabes mantenían su lengua romance, al igual que se mantuvo en lo que luego fue la Marca Hispánica que recibió influencia del provenzal al ser reconquistado el territorio por los francos quedando bajo influencia carolingia algo que en Valencia no ocurrió hasta la reconquista de Jaime I (1213-1276, casado con Leonor hija de Alfonso VIII de Castilla y luego con Violante de Hungría, cuya hija Violante contrajo matrimonio con Alfonso X el Sabio , 1252-1284.
En esa zona de la Marca Hispánica se comenzarían a hablar dialectos del provenzal u occitano, lo que se daría en llamar el lemosín hasta finales del siglo XIX en que se crea el catalán como tal con su propia gramática tomando como base el dialecto barceloní que el separatismo quiere imponer desde la franja aragonesa donde nunca se ha hablado, sino el “chapurreau”, hasta las Baleares por el este con sus tres dialectos, mallorquín, menorquín e ibicenco, y por el sur hasta Alicante, o tierras del interior donde exclusivamente se habló siempre en castellano como la comarca valenciana de Requena.



Marca Hispánica.
Marca Hispánica.

Durante el siglo XII los condados de la Marca Hispánica son territorios plurilingües donde se habla el lemosín que no es más que un derivado provenzal dentro del espacio más amplio del occitano que era la lengua del sur del imperio franco y donde se escriben los documentos oficiales en latín. En la Marca Hispánica se habla el mozárabe, el italiano, el hebreo en las comunidades judías y es en ese momento que se empieza a emplear, en lo que pasados los siglos sería Cataluña, el castellano como lingua franca para que se entendiesen los habitantes de esos condados sin unidad política. Es decir el castellano no aparece impuesto por Felipe V ni por Franco, el castellano se hablaba en esos territorios antes de que existiera Cataluña misma. El castellano se abre paso en el siglo XII por su utilidad para que todos se entendieran.
Con Jaime I cobra fuerza el lemosín en la corte desplazando al occitano que tenía un gran peso en la poesía de la época pero remarquemos que son muy pocos los documentos en esta lengua, encontramos documentos como acabamos de decir en latín, en aragonés, en hebreo, en lemosín pero muchísimos más en castellano sin que hubiera imposición alguna siendo a partir del siglo XII el castellano la lingua franca del reino de Aragón. Esta es la historia que ahora tratan de cambiar pero que no pueden ocultar. Es interesante mencionar en este punto la Historia de la Lengua Española de Rafael Lapesa, editorial Gredos, https://filologiaunlp.files.wordpress.com/

El 2 de febrero de 2016 se cumplieron 750 años de la conquista de Murcia por Jaime I rey de Aragón. Reinaba en Castilla Alfonso X El Sabio cuando las ciudades musulmanas y vasallas de Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada y Murcia se levantan contra la corona. Era imposible que el rey Sabio controlase aquella sublevación y por tanto pide a su esposa, Doña Violante, que escriba una carta a su padre el rey Jaime pidiéndole ayuda. Jaime I el Conquistador intuyó que si las ciudades musulmanas vencían, el reino de Castilla podía caer y el siguiente objetivo de la insurrección musulmana sería Aragón. Las Cortes de Zaragoza no estaban muy por la labor de ayudar al vecino rey castellano ya que se encontraban cansadas de batallar, acababan de conquistar los territorios de Valencia y Baleares. Pero el rey Jaime venció estas reticencias y consiguió el permiso de los nobles aragoneses y tenía claro el objetivo, lo hacía por España, un hecho real indiscutible e indiscutido. Conquistó Murcia para Castilla a cambio de nada.

“Para reafirmar esa españolidad tenemos las palabras de este gran rey de Aragón, Jaime I: “Cuanto aquí os relato y mis conquistas los hago por España”. “Llibre dels Feyts” en su original valenciano”

Es curioso y no deja de sorprender cómo personajes insignes de la españolidad son tomados como bandera de un sentimiento pueblerino y excluyente, incluidos reyes como Jaime I. Para reafirmar esa españolidad tenemos las palabras de este gran rey de Aragón, Jaime I: “Cuanto aquí os relato y mis conquistas los hago por España”. “Llibre dels Feyts” en su original valenciano.



Alfonso VII de Castilla recibe vasallaje de Ramón Berenguer IV
Alfonso VII de Castilla recibe vasallaje de Ramón Berenguer IV

El castellano prospera como lingua franca, como koiné o lengua común, por ser la lengua más fácil para que todos los que hablaban distintas variedades romances en la península ibérica se entendiesen puesto que habían evolucionado de forma diferente a veces bajo el yugo musulmán.
Jaime II el Justo (1267-1327), como ejemplo de plurilingüismo, utiliza para escribir a sus hijos mayores Jaime y Alfonso el lemosín, a su hijo el infante Juan, arzobispo de Toledo y de Tarragona así como patriarca de Alejandría, le escribe en latín, y a sus hijas, María, Constanza, Blanca, Isabel y Violante, en castellano, con lo cual se nos derrumba el hecho diferencial y milenario de una lengua catalana exclusiva, propia y única de esos territorios.
César Vidal nos recordaba en una brillante intervención radiofónica que en 1594 en Gerona habría disturbios populares porque los fieles querían escuchar la liturgia en castellano y no en lemosín. https://www.youtube.com/watch?v=iqZR6vIOWFc

“En cuanto al valenciano hemos de decir que en el territorio aún dominado por los árabes de Valencia se siguió hablando el romance mozárabe que daría en el valenciano, lengua que en absoluto es un dialecto del catalán”

En cuanto al valenciano hemos de decir que en el territorio aún dominado por los árabes de Valencia se siguió hablando el romance mozárabe que daría en el valenciano, lengua que en absoluto es un dialecto del catalán. El valenciá deriva del romance hablado por los mozárabes valencianos que se habla durante la Reconquista.
Para conocer los primeros testimonios del romanç valenciá, romance arábigo valenciano es interesante leer el trabajo de Salvador Caurín. Con el gramático Ibu-Albathar encontramos los primeros testimonios del romance arábigo valenciano que derivaba del latín y que se venía hablando mucho antes de la llegada de Jaime I, una lengua tan consolidada que Jaime I ordena que las primeras leyes se redacten a los súbditos de esas tierras en su propia lengua. Encontramos multitud de documentos contractuales entre mozárabes o entre moros y cristianos, lengua que los árabes llamaban alrumía, la lengua romana, y los valencianos la llengua romanç prueba que claramente nos indica que deriva del latín. El bilingüismo creado tras las invasiones perduró a lo largo de los siglos y son testimonio de ello los innumerables códices de los siglos IX al XII , escritos en romance que contienen contratos, ventas, y pactos firmados entre musulmanes y cristianos valencianos. http://salvadorcaurin.blogspot.es/tags/valencia/
No obstante, existen diversas teorías sobre el origen y la evolución del valenciano, como la teoría de la repoblación o dialectal, la mozarabista y la occitanista. En todo caso lo que está claro es que el valenciano es una lengua derivada del latín, que proviene, en menor medida, de las diferentes lenguas romances que trajeron los repobladores cristianos en época de la Reconquista, y en su mayoría del mozárabe, lengua constituida por diferentes dialectos romances, derivados del latín vulgar y con influencia del árabe, que se hablaba en el antiguo reino de Valencia, tal y como afirmó Jaume I al conquistar la ciudad de Valencia en la redacción de los fueros ordenando que “para que los valencianos de todo el reino los entiendan y puedan cumplirlos” se tradujeran a la lengua que el pueblo hablaba: el romance valenciano, así como que los jueces deberían conocer las causas en esa llengua romanç, es decir nada de catalán que no existía, ni en lemosín, sino en la lengua propia del reino de Valencia. http://www.idiomavalenciano.com/origen-del-valenciano.html

lunes, 20 de mayo de 2019

Jaca, siglo XIII, romans

A la Jaca del siglo XIII parláen una variedat romans mol pareguda al chapurriau, valensiá, mallorquí, y dialecte catalá.
Cabanes Pecourt; Repoblación jaquesa en Valencia, 1980 http://www.anubar.com/coltv/pdf/TV_48.pdf (descarga pdf)

Este romance aragonés, de acuerdo con su manifestación escrita en el Fuero de Jaca, suena así (No recurrimos a su traducción porque no la creemos necesaria para los valencianos).

7 De hom mort dints los termes de Jaca.

Si algun omne mata altre dintz los termens de Jaqua e es pres, deu dar al rey mil ss (sueldos jaqueses) per calonia e garde se dels parentz e dels amicx del mort. E si per aventura no e pres, si algunas cosas aura, sien meses en poder del rey. Mas altres omnes de la ciutat non son tenutz de dar aquel homecidi, sino aquel qui l´a feyt.

En la Jaca del s.XIII parlaven una varietat romanç molt pareguda al valencià

Recordém lo bando de Pedro IIals presentz, Osca, 1196.

Recordemos el bando de Pedro II, als presentz, en Osca, 1196

Aragonésocsitá, que englobe actualmen al provensallemosín o llemosí, gascónvivaroaupenclanguedocienne : langue d´Oc, y atres subdialectes, entre los que está lo catalá, que en molta faena y perres se va convertí en llengua y vol fotres a datres com lo valensiá mallorquí).

TARAZONA EN LA REPOBLACIÓN VALENCIANA DE 1239

http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=5953


(Ling.) Conjunto de documentos que recogen el Derecho municipal de la ciudad de Jaca y posteriores compilaciones que se redactan a partir de éste y extienden por Aragón y Navarra su influencia. El primer documento es la carta de fundación dada por Sancho Ramírez con ocasión de la fundación de la ciudad (año 1063). Está redactada en latín y es muy breve (se hacen constar unos veinticuatro preceptos). Sobre la base común de este fuero latino de Sancho Ramírez se redactan luego las compilaciones romances, que son, en general, versiones muy ampliadas. Éstas parten de versiones intermedias, no conocidas pero cuya existencia se deduce de las redacciones romances conservadas (aunque no es posible deducir en qué lengua estaban redactadas). Gracias a los estudios e investigaciones de Mauricio Molho, hoy se conocen siete códices de las redacciones romances del Fuero de Jaca .

Los nombramos convencionalmente con una letra, según la clasificación de dicho investigador:
A1 = Madrid, Biblioteca Nacional, 17801.
A2 = París, Archives Nationales, J.J.O.O.
B = París, Archives Nationales, J.J.N.N.
C = Madrid, Biblioteca Nacional, 13271.
D = Barcelona, Biblioteca de Cataluña, 1015.
E1 = Madrid, Biblioteca de Palacio, 944.
E2 = Madrid, Biblioteca de Palacio, 943.
A éstos habría que añadir algunos fragmentos:
Az = pliego de pergamino, hoy perdido, en el que estaban copiados catorce capítulos del Fuero de Jaca. Se custodiaba en el Archivo de la Basílica del Pilar (Zaragoza) y fue publicado fragmentariamente en 1870 por Manuel Lasala Buscar voz....
Ap = cuatro capítulos de los Fueros Antiguos de Jaca, contenidos en el documento X 15 del Archivo Municipal de Pamplona (carta de los Jurados de Jaca a los de Pamplona).
O1 y O2 = colección de veintiún artículos de fueros, cuyo núcleo principal lo forman unas Ordenanzas de Pedro II Buscar voz... promulgadas en las Cortes de Huesca de 1208. Aparecen copiadas después del Fuero de Jaca en A1 (O1) y en A2 (O2). (En B, C, D, E1 y E2 las disposiciones contenidas en esta Compilación se integran al Fuero de Jaca.)
Todos estos códices transmiten, según M. Molho, cuatro redacciones distintas del Fuero de Jaca, que pueden dividirse en dos grupos, según su origen: 1) las que proceden de Aragón: A1, A2, Az, O1 y O2; y 2) las que proceden de Navarra: B, C, D, E1 y E2.
Aparte quedaría Ap, que es un vestigio de una redacción aragonesa más arcaica que las versiones extensas de los siglos XIII y XIV.
Las cuatro redacciones distintas, en función de la lengua, del origen y, especialmente, del análisis de contenido, disposición de éste, y la comparación de errores comunes, serían las siguientes:
1. Redacción A: Es la primera recopilación romanceada extensa del Fuero de Jaca. Tiene su centro en Jaca y es obra de jurisconsultos aragoneses. Viene reflejada en los manuscritos A1 (ms. conservado del s. XIV, pero redacción del s. XIII, hecha por juristas de Jaca), A2 (ms. conservado del s. XIV, pero redacción del XIII hecha por juristas de Huesca) y Az (redactada en el s. XIII en Aragón, pero ni en Jaca ni en Huesca; M. Molho piensa que en Zaragoza, por haberse conservado en el Archivo del Pilar). Hay que tener en cuenta que al extenderse el Fuero de Jaca por Aragón, a medida que progresaba la reconquista se modifica el carácter local de la compilación originaria. Así, los juristas de Huesca adaptan a la región oscense los preceptos forales jaqueses. Donde A1 dice al comienzo de todo, Aquest es lo for de Jaca, A2 no dice nada; donde A1 dice De hom mort dintz los termes de Jaca, A2 dice De omne mort dintz los termes de Osca; etc. Es decir, A2 representa el Fuero de Jaca observado en Huesca, mientras que A1 es el único manuscrito que representa estrictamente la tradición jaquesa (otros que presumiblemente hubiera, se debieron de perder en el incendio de 1395 del Archivo Municipal de Jaca).
2. Redacción B: Representada por un solo manuscrito, el B (copiado en Navarra por un amanuense originario de Pamplona; letra del s. XIV). Con esta redacción aparece la primera expresión del Derecho aragonés en Pamplona. Es una refundición todavía no sistemática.
3. Redacción C: Se lleva a cabo en Navarra y se trata de una refundición sistemática aunque la sistematización es en algunos lugares superficial, e incompleta en otros. Ofrece además, la legislación en una masa compacta sin división alguna. Ha sido trasmitida por el manuscrito C (con letra de fines del XV o comienzos del XVI, aunque es evidente que refleja una versión cronológicamente anterior, prácticamente idéntica al original que sirvió para redactar D) y por el manuscrito D (versión hecha h. 1340, posiblemente por García Martínez, notario de Villafranca de Navarra).
4. Redacción E: Trasmitida por los manuscritos E1 y E2. Se trata de una última refundición del Fuero de Jaca hecha en Navarra hacia la mitad del s. XIV, de forma sistemática. Está en general más sistematizada que C y además realiza una división en libros y títulos.
Nos encontramos, por tanto, con que, exceptuando Ap (vestigio de una redacción arcaica) y O1 y O2 (reflejos de una Compilación O independiente en su origen), los demás mss. no se pueden agrupar en una familia derivada de un arquetipo común, porque las compilaciones se redactan independientemente en Jaca y en Pamplona. Son, pues, redacciones sucesivas, separadas tanto en el tiempo como en el espacio, que se pueden agrupar ampliamente en dos grupos: 1) las redacciones que son expresión del Derecho jaqués, o de influencia jaquesa al sur de la sierra de Guara (=tradición aragonesa del Fuero de Jaca: A); 2) las redacciones que son expresión del Derecho pamplonés, aunque también de origen jaqués, refundido varias veces por los juristas de Pamplona (=tradición navarra del Fuero de Jaca: B, C, E). Todas las redacciones navarras parece que se hicieron a través de un original oscense.
Independientemente de su origen, los códices están redactados en una de estas lenguas romances: o en occitano (provenzal, según M. Molho, aunque parece más idóneo emplear el término occitano), que son la mayoría; o en aragonés (o, si se quiere, navarro-aragonés, cuando la redacción proviene de Navarra). En concreto: A1, A2, O1 y O2 están redactados en occitano cispirenaico aragonés (es decir, en el occitano usual en esta parte de los Pirineos, en Aragón, principalmente en Jaca, donde las colonias de gentes occitánicas parece que emplearon dicha lengua, importada de Francia, hasta finales del s. XIII o comienzos del XIV) B, C, E1, E2 están redactados en occitano cispirenaico navarro (es decir, en el occitano usual a este lado de los Pirineos, en Navarra; téngase en cuenta que en Pamplona y en Estella, principalmente, se conservó esta lengua en algunos núcleos occitánicos hasta entrado el s. XVI); Az está en aragonés Buscar voz..., con mezcla de frases en latín; D es una versión en navarro-aragonés de C; Ap presenta una curiosa mezcla de latín, occitano y aragonés, exactamente lo que es el chapurriau, reveladora de las presiones lingüísticas que desde un principio tendían a asimilar los núcleos extraños que se iban integrando en Aragón.
Con respecto a la lengua convendría destacar algunos aspectos. En cuanto a las versiones en occitano, durante bastante tiempo se ha discutido sobre el tipo de lengua en que estaban redactadas.
Se afirmó al principio que era catalán (T. Navarro, J. Corominas), luego se matizó más: «Un lenguaje ambiguo, catalán o una especie de gascón primitivo, pero no aragonés» (J. Corominas), y por último se vino a decir que «se trata de una especie de koiné occitano-catalana con algún aragonesismo» (J. Corominas).
Pero Mauricio Molho, el más concienzudo estudioso del tema, ha afirmado siempre que se trataba de un occitano específico, propio de los burgos del Camino de Santiago Buscar voz..., que llama occitano cispirenaico o traspirenaico. Incluso ha hablado de «lenguaje híbrido en donde al fondo galo-románico importado... se sobrepone el aragonés de los autóctonos». Habrá que convenir, por tanto, en que se trata de occitano, en el que no se excluyen algunos elementos puramente catalanes, pero fundamentalmente matizado por la influencia del aragonés.
Con respecto a las versiones en aragonés, la cuestión no es menos complicada. El texto más antiguo en aragonés, Ap, incluye algunas frases en occitano (lo omezidi, los amjcx del mort, los altres, no pot estar pres...) y algunas otras en latín. Y lo redactado en aragonés, si bien presenta rasgos lingüísticos aragoneses muy claros (recebiemos, muytos, huey, trauaillo, vynclo, ditos, faziemos, proueyto, cuytiello, feyto, yeramos, tiengo...) también presenta algunos rasgos lingüísticos castellanos (eran, dezían, auedes, dudáuades, pregastes, tornáuades... y los artículos el, la, los, las). Lo mismo ocurre en los fragmentos conservados de Az, donde pueden verse castellanismos como ermano, es, etc., aunque también, raramente, aparece algún imperfecto aragonés (exiva) o algún artículo (os), sin duda por descuido del copista, que evitaría muy cuidadosamente poner por escrito rasgos tan populares. De todas formas, la comparación de Az y A2 permite ver muy claramente el carácter lingüístico aragonés del primero frente al occitano del segundo:
Az: Muytos infanzons a(n) castiellos e villas en os quals terminos...
A2: Moltz infançons an castels et uilas et altres infançons...
Az: De mulier que avra marido e fara adulterio.
A2: De muller que a marit si fara adulteri con altre.
Por lo que respecta a D, es una traducción deficiente, descuidada e improvisada, en la que aparecen numerosos errores debidos a confusiones fonéticas (de mot a mot lo traduce por de muerto a muertodor aguo por d´Aragón, etc.), desconocimiento de la conjunción occitana, etc., por lo que da la impresión de que el amanuense hizo al mismo tiempo de intérprete, traduciendo, al vuelo, lo que le dictaban. Por lo demás, aunque bastantes rasgos fonéticos del aragonés se mantienen (je, dreito, nueit, feito, multas, tienga...), aparecen otros castellanos (es, era, fija, ujeio, tajado…).
• Bibliog.: Molho, M.: El Fuero de Jaca. Edición crítica; Zaragoza, 1964. Yagüe Ferrer, M.ª I.: Jaca: documentos municipales (971-1324). Introducción y concordancia lematizada; Public. Univ. Zaragoza, Zaragoza, 1995.

https://academica-e.unavarra.es/handle/2454/27537

https://www.persee.fr/doc/ccmed_0007-9731_1972_num_15_57_2025_t1_0088_0000_2


1080 Bibliografía El Fuero de Jaca. 2 vols. 1: Edición crítica, por M. Molho. 1964, facsímil; 2: Estudios, por M. L. ARNAL PURROY, A. M. BARRERO GARCÍA, V. BIELZA DE ORY, J. DELGADO ECHEVERRÍA, M. C. GARCÍA HERRERO, M. A. MARTÍN ZORRAQUINO, M. MOLHO, F. MONGE CASAO, A. SESMA MUÑOZ. Zaragoza: El Justicia de Aragón, 2003. La historia de la edición crítica del Fuero de Jaca, primer volumen de la colección Fuentes para la historia del Pirineo dirigido por José María Lacarra (Zaragoza: CSIC, Instituto de Estudios Pirenaicos, 1964), está íntimamente ligada a Pamplona. Escrita diez años atrás por Mauricio Molho, vio la luz gracias al director de esta colección y Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, quien encomendó la revisión del original y la supervisión de la maquetación a su discípulo Ángel J. Martín Duque, Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Navarra. Esta es la razón por la que posee Depósito Legal de Navarra, correspondiente al año 1963, y aparece impresa en los talleres de la Editorial Gómez. José María Lacarra inauguraba con esta publicación un ambicioso proyecto con el que pretendía publicar las fuentes históricas pirenaicas y que, en el apartado de los fueros locales, él mismo dio continuidad editando, junto con Ángel J. Martín Duque, los hijuelos jaqueses de Estella-San Sebastián (1969) y de Pamplona (1975), en estos casos a través de la Institución Príncipe de Viana de la Diputación Foral de Navarra. En esta ocasión, El Justicia de Aragón, Defensor del Pueblo de aquella Comunidad Autónoma, ha tenido el acierto de reeditar en facsímil El Fuero de Jaca de Mauricio Molho. Esta reedición se enmarca en una destacada política editorial que está contribuyendo de manera sobresaliente a la difusión de los estudios del derecho histórico aragonés. Criterios de edición (tamaño del libro) han obligado a realizar un facsímil peculiar. Las 663 páginas y cubiertas de la edición de 1964 del libro de Molho se reproducen en su tamaño original, en un libro de dimensiones mayores. El contorno del libro original aparece remarcado por finas líneas grises, a cuyos pies se consignan la nueva paginación y la indicación de tratarse de una edición facsímil. El resultado técnico es exquisito, pues se reproducen incluso las solapas de la edición original. Sin embargo, no deja de resultar extraña la inclusión de una nueva paginación, que aunque no anula la del original, puede sembrar equívoco. La nueva paginación parece justificarse únicamente para la numeración de las cubiertas, solapas y portada de la edición original, algo que en la práctica no reporta mayor utilidad. Incluso, aunque esta edición hubiera contado con una introducción –que no es el caso–, hubiera sido lógico paginarla con números romanos, solución que podría haberse dado en las reproducciones de cubierta, solapas y portada. Parece por lo tanto que nos hallamos ante una solución imaginativa que busca adecuar la caja del original a la de la colección editorial de El Justicia de Aragón. Esta reedición ha venido acompañada de un segundo volumen dedicado a diferentes estudios elaborados para la ocasión en torno al Fuero de Jaca. Ésta es, realmente, la novedad fundamental objeto de esta reseña. Abre el libro una semblanza de Mauricio Molho a cargo de Félix Monge Casao, Catedrático de Lingüística General de la Universidad de Zaragoza, ahora jubilado. Gran conocedor de la figura y obra del descendiente de sefardíes nacido en Constantinopla en 1922, nos adentra en la trayectoria académica e intelectual de su amigo filólogo e historiador. Se trata –que sepamos–, del trabajo más completo para conocer la figura de Molho, si bien se echa en falta una relación bibliográfica final de todos sus trabajos, mayores y menores –estos últimos brillan Bibliografía 1081 por su ausencia en la biografía–, que hubiera resultado de gran utilidad para el investigador. Sigue a este trabajo la reproducción facsímil de otro estudio clásico de Mauricio Molho, en este caso su extenso artículo dedicado a la «Difusión del Derecho Pirenaico (Fuero de Jaca) en el reino de Aragón», publicado en el Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona (núm. XXVIII, 1959-1960, pp. 265-352), y convertido en un auténtico clásico en la historiografía. El presente proyecto editorial de El Justicia de Aragón podía haberse circunscrito a los dos facsímiles de Molho y la semblanza introductoria de Monge Casao. Pero la voluntad del Ombudsman aragonés ha ido más allá, teniendo el acierto de incluir interesantes estudios de gran calado intelectual. Descuella por su importancia el primero de ellos, correspondiente a la única investigadora de no vinculada al mundo aragonés, Ana María Barrero García. Esta autora está, en los últimos años, derrumbando fechas de los fueros y los correspondientes mitos fundacionales de sus vidas aforadas. Podríamos aconsejar a los poderes públicos –y permítasenos esta licencia sarcástica– no invitar a la investigadora madrileña a aniversarios que, con sus tesis, vacía de contenido el evento y desautoriza, de facto, los discursos institucionales elaborados para la ocasión. No es este el caso, pero podría serlo, pues la presentación de El Justicia no refleja lo que, sin duda, es la aportación más importante de la obra. La iushistoriadora del CSIC –institución que, recordemos, fue la sede de la edición original de Molho y donde se gestó la tradición de la obra de Lacarra–, realiza una profunda revisión de las distintas redacciones del Fuero de Jaca sobre la base de la edición crítica de Molho, llegando en algunos aspectos a unas conclusiones diametralmente alejadas de aquél. Tambalea, por tanto, toda la historiografía que hasta el momento ha venido repitiendo las tesis de Molho y del tándem Lacarra Martín Duque. Con una metodología brillante que sirve de modelo para abordar cualquier fuero local, analiza la técnica seguida en las reelaboraciones del Fuero de Jaca. Evidencia la alteración de los posibles documentos originarios fruto de una actuación unitaria manifestada en diferentes instrumentos relacionados con el derecho de la villa jaquesa y estrechamente vinculados a la persona real. A través de la crítica documental, esta autora ha observado el procedimiento de reelaboración de los documentos forales a partir de la refundición de recensiones normativas de origen y naturaleza diversa, y su adecuación a una estructura formal adoptada de unos instrumentos básicos, en un proceso que pudo llevarse a efecto en la segunda década del siglo xiii. Hasta el trabajo de Ana Barrero se ha venido afirmando que el fuero estellés derivaba del de Jaca, concedido por el propio Sancho Ramírez como Rey de Aragón hacia 1077, según cronología apuntada por Ubieto. La crítica de los documentos forales de la familia jacetana ha llevado a esta investigadora a reconstruir el proceso de formación de estos fueros de la siguiente manera: Sancho Ramírez dio carta de naturaleza mediante su expreso reconocimiento a los nuevos asentamientos de población de sus dominios, a los que privilegió con la concesión de un estatuto favorable que favorecía su crecimiento. En el Camino de Santiago impulsó la creación y/o desarrollo de las villas de Sangüesa, Estella y Jaca. Sus fueros, aunque con pequeñas diferencias, contenían unas mismas normas dirigidas a establecer las condiciones del asentamiento. Mediante el análisis del contenido de estos fueros, Barrero ha observado que su concesión no se produjo de forma simultánea, sino sucesiva. Primero se habría concedido a Sangüesa, posteriormente a Estella, y finalmente a Jaca, ciudad donde se desarrolló la iniciativa regia con mayor intensidad, y donde la creación normativa se vio reflejada en una 1082 Bibliografía redacción del texto. En suma, un trabajo para leer despacio, tomar buena nota y reformular toda la historiografía tradicional. El trabajo que Jesús Delgado Echeverría, Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Zaragoza, realiza en torno a las tablas de concordancias de los Fueros de Jaca y Aragón es, como lo afirma el propio autor, algo que para el primer caso ya tenía preparado el propio Molho, aunque nunca llegó a publicarlo. Preceden a las tablas una serie de consideraciones sobre las diferentes redacciones de los fueros navarro-aragoneses, recogiendo las diferentes teorías sobre el particular que, en los últimos años, han venido elaborando autores como Juan Francisco Utrilla o Jesús Morales Arrizabalaga. Las tablas las elabora en columnas, que siguen los siguientes textos: Compilación de Huesca de 1247 (Martínez Díez, 1977), Fueros de Aragón (Tilander, 1937), Fuero de Jaca (Molho, 1964), Fueros de Aragón (Ramos Loscertales, 1925), Fueros de Borja y Zaragoza (Morales Gómez y Pedraza García, 1986), Compilación Privada de Derecho Aragonés y Recopilación de los Fueros de Aragón (Ramos Loscertales, 1924 y 1928), y el manuscrito de París que contiene enmiendas y adiciones al fuero jaqués (Molho, 1964). Las conclusiones, reducidas a cuatro breves párrafos, podrían alejarse del cripticismo sintético de unas concordancias determinadas para extraer, como de hecho se puede hacer, interesantes reflexiones. Las tablas, elaboradas con meticulosidad, resultan de una utilidad evidente para ulteriores investigaciones. El Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, José Ángel Sesma Muñoz, ofrece una visión actualizada en torno a «Aragón, los aragoneses y el Fuero de Jaca». Se trata de un estudio magnífico para conocer el nacimiento y consolidación de la vida urbana en el reino aragonés, entre el siglo xi y xiii, si bien, desde el punto de vista de la Historia del Derecho, algunas de sus afirmaciones entran en colisión con las mencionadas tesis de Ana Barrero, que no las tiene en cuenta, quizás por desconocimiento previo. María Carmen García Herrero, Profesora Titular de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, nos acerca al «Universo de las relaciones familiares en el Fuero de Jaca», un trabajo muy interesante para el conocimiento del derecho civil histórico aragonés y que contribuye a poner su granito de arena en el conocimiento de esta parcela de nuestra disciplina, por lo general relegada a un plano secundario por el Derecho público. Aunque el trabajo es sustancialmente correcto, se percibe la formación no jurídica de la autora, razón por la que, probablemente, no incluye trabajos de Derecho privado histórico fundamentales que, de haberlos conocido, hubieran alumbrado interesantes conclusiones y nuevas sugerencias a esta historiadora. La revisión iushistórica anteriormente citada de Ana Barrero es nuevamente ignorada por Vicente Bielza de Ory, Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Zaragoza, quien, por otra parte, realiza un delicioso análisis de las villas aforadas y su urbanismo ortogonal. Su trabajo aporta ideas novedosas para la comprensión del urbanismo medieval. Es, por otra parte, muy de alabar el manejo que, sin ser él medievalista, hace de la bibliografía básica y especializada sobre el tema; aunque también se echan en falta algunos títulos que en los últimos años han venido a clarificar muchas de las cuestiones planteadas en el texto. Cierra el libro una «Introducción al estudio lingüístico del Fuero de Jaca», obra de María Antonia Martín Zorraquina, Catedrática de Lengua Española, y María Luisa Arnal Purroy, Titular de Lengua Española, ambas de la Universidad de Zaragoza. Nos hallamos ante dos volúmenes básicos para los historiadores del Derecho. La trascendencia histórica del denominado Fuero de Jaca ha hecho que este texto foral haya sido tratado de manera más o menos profunda por la historiografía española. Como he indicado, el trabajo de Ana María Barrero obliga a revisar todas las afirmacio- Bibliografía 1083 nes basadas en lecturas directas o indirectas de la obra clásica de Molho. Ello no resta un ápice su importancia ni es merma de su calidad científica, por lo que no deja de ser pertinente la reproducción facsímil de la edición crítica y del artículo sobre la difusión del Fuero en Aragón. Molho se convierte así en justo merecedor de este homenaje intelectual. En suma, tradición y renovación, consagración de un clásico y ruptura de esquemas y apertura de puertas para una revisión historiográfica. Roldán Jimeno Aranguren AZCÁRATE, Gumersindo de: Minuta de un testamento (Ideario del krausimo liberal), Granada, 2004, 139 pp. Dentro de la colección titulada «Crítica del Derecho» dirigida por el catedrático de la Universidad de Granada, José Luis Monereo Pérez, presenta la prestigiosa editorial Comares este volumen que hace el número 55 y que aparece dedicado a uno de los trabajos de Gumersindo de Azcárate Menéndez (1840-1917), uno de los grandes juristas españoles a caballo entre las dos pasadas centurias, que ocupó la cátedra de Legislación comparada del doctorado de la Facultad de Derecho de la Universidad Central y a quien se debe un inteligente Estudio sobre la Historia del derecho de propiedad y su estado actual en Europa que se publicó en 1879. El libro cuenta con un «Estudio Preliminar» de Elías Díaz, profundo conocedor del krausismo español, que ya en 1967, había sido publicado por la catalana Ediciones de Cultura Popular y que ahora se ha reproducido en su integridad, no desconociendo el A. la existencia de novedades en las investigaciones acerca de la influencia del pensamiento krausista en diversos países, como no podía ser de otra forma después del transcurso de treinta y siete años, por lo que en la edición de 2004 remite a bibliografía posterior a la que tuvo en cuenta en 1967 sobre la materia, lo que le hace incluir diversos libros y algún que otro artículo suyos. En dicho análisis introductorio, Díaz trata de poner al lector en disposición espiritual e intelectual, de alcanzar el profundo significado que en su opinión encierra el trabajo de Azcárate que constituye el grueso del volumen, y estructurado en tres partes, destina la primera a la exposición sucinta de los elementos descriptores del krausismo español haciendo especial hincapié en su innegable vinculación con la mentalidad liberal de ciertos sectores de nuestra burguesía decimonónica frente a los grupos más tradicionalistas e inmovilistas, destacando como nombres más representativos de esta corriente de pensamiento a las figuras de Julián Sanz del Río (1814-1869), introductor de Krause en España y de Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), al tiempo que señala como discípulos del primero, entre otros, al mismo Giner, a Nicolás Salmerón, a Laureano Figuerola y al autor de Minuta de un testamento (Ideario del krausimo liberal), Gumersindo de Azcárate, personaje en el que Elías Díaz profundiza en la segunda parte de su «Estudio Preliminar» tratando de descubrir las claves de su pensamiento social y político, que culmina con una bibliografía tanto del krausismo en general como de Azcárate en particular a todas luces anticuada por los motivos ya expuestos con anterioridad. La importante influencia del krausismo en España es explicada por Elías Díaz desde el punto de vista de su intento de apertura hacia Europa, insistiendo más en la actitud de libertad intelectual que suponía que en su consideración como sistema filosófico riguroso lo que le lleva a caracterizarlo como «espíritu de armonía, defensa de la libertad, culto a la ciencia, afirmación de la razón, moralismo, pedagogía y religiosidad» (p. XV)...