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domingo, 5 de enero de 2020

La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

Por Ricart Garcia Moya

Este verano, en una tórrida tarde en la Universidad de Barcelona, comprobé lo interesante que era el manuscrito Ms. 1010. Terminado hacia 1637, con caligrafía semejante a batallones de inquietas hormigas, trataba sobre la "lengua catalana materna". Ahora, ya en el Reino, he consultado los comentarios sobre el citado manuscrito en la "Historia de la Lìteratura Catalana", de D. Martí de Riquer, y algo no concuerda; la única cita referente a nosotros es para recordar que en los años del manuscrito estudiaban en Lleida más de "300 valencianos que hablaban y entendían, como es lógico, el catalán"
(HLC, V, p. 430). Por supuesto que entendían el catalán y el latín, pero ¿hablaban catalán o valenciano?
El Ms. 1010 confirma que las lenguas habituales en Lleida fueron el catalán, el latín (círculo universitario) y el valenciano; conclusión que no sorprendería si la inmersión no censurara originales.

La Universidad de Lleida fue autorizada en 1300 por Jaime II
en un lugar a salvo de ataques costeros y de la peligrosa frontera castellana, aunque alejado de Valencia, Zaragoza y Barcelona.
EI monarca nacido en Valencia concedió a Lleida el monopolio de los estudios universitarios de todos sus estados; hecho que explica la nutrida presencia de valencianos en la diminuta ciudad.
La tradición persistió incluso en el XVII, cuando el Estudio General de Valencia superaba a Lleida en prestigio y alumnado.
La Universidad reconocía a los valencianos múltiples inmunidades y por privilegio de Alfonso III (año 1428), elegían al rector independientemente de
aragoneses y catalanes. Lérida vivía de su Universidad y, necesariamente un colectivo que oscilaba de 300 a 800 valencianos sobre una población que, por ejemplo en 1708 no superaba los 3.000 habitantes, tuvo que influir lingüísticamente a lo largo de los siglos, desde 1300 hasta 1705.
EI avispado gerundense Onofre Pou se percató del negocio que supondría un diccionario en las tres lenguas habituales y, tras estudiar en Valencia, editó en 1575 un vocabulario valenciano-catalán-latín. Convertido en bestseller, sirvió de texto en la universidad catalana hasta el siglo XVIII, según reconoce la propia Enciclopedia Catalana.
Precisamente los que discuten en el Ms. 1010 sobre las lenguas maternas son dos ilerdenses ilustres: el canónigo Alexandro Ros y el catedrático Diego Cisteller. El primero advierte que si los sermones sólo se imparten en catalán no gustará a los extranjeros, incluso a los valencianos. Y añade que "en el Reyno de Valencia los más son bilingües, sin que se hagan estorbo en la pronunciación las dos lenguas valenciana y castellana" (Ms. 1010). A estas consideraciones (censuradas por Riquer, claro), se opone Cisteller, que convivía con valencianos en Lleida y disponía del Thesaurus de Pou para despejar dudas en los tres idiomas. En él, por ejemplo, se aclaraban incluso nimiedades como que el latín pastanaca o el catalán pastanaga equivalían al valenciano safanoria (f. 31 v). La copiosa información sobre léxico y ortografía del idioma valenciano (carchofa, pechines, picher, chic, eixida, otonyo, charrador, etc.) explicaría el éxito del trilingüe vocabulario en las universidades condales.
EI constante trasiego valenciano por la ruta de Lleida se efectuaba lentamente, con frecuentes descansos y pernoctaciones en las mismas y poco pobladas aldeas desde el medieval año 1300. Estudiantes y familiares, cultos y acomodados en relación a los aldeanos, eran modelo a imitar por su refinamiento e idioma. No es ilógico, pues, que la cuña lingüística valenciana amenazara extenderse desde Lleida hacia la parte oriental de Cataluña, hecho denunciado en 1628 por el catalán Andreu Bosch ("Titols d'Honor', Perpinya, 1628).
La valencianización en la ruta
valenciana llegó a un punto en que los predicadores regnícolas usaban el valenciano en sus sermones, no el catalán. EI doctor Cisteller, desde Lleida, testificaba que "los
padres Lorenzo San Juan, y Blanch (...) y otros apostólicos varones de la Compañía de Jesús son valencianos, y predican en valenciano en Cataluña" (Ms.1010).
Quien esto dice, recordémoslo, era catedrático de la Universidad de Lleida, y lo afirma en su "Memorial en defensa de la lengua catalana" (Ms. 1010) dirigido a
la Generalidad de Cataluña en 1636. Con él contestaba al también ilerdense Alexandro Ros, que opinaba: "Es fuerza estén retirados en Cataluña sus predicadores, porque rompidos (sic) en la lengua catalana, no han de ir si fueran cuerdos a Valencia, donde falta en el estilo o vicio en la pronunciación ofende grandemente". En otro párrafo del Memorial dirigido a la Generalidad, el letrado Cisteller deja claro que el idioma de los valencianos era independiente de cualquier otro peninsular al recordar que las leyes de Castilla "están en castellano; en Valencia, en valenciano; y en Cataluña, en catalán". Esto también lo censuran, científicamente, los inmersores.
Es lógico que, tras graduarse en Lleida, los universitarios que regresaban a Mallorca y Cataluña añoraran la clásica lengua de los valencianos; de ahí que los catalanes Pere Posa y Pere Bru publicaran en Barcelona en 1481 la "Historia de Alexandre" "en la present lengua valencìana". O que a Gregori Genovart, canónigo de Mallorca, agradeciera la edición del Blanquerna, "traduyt, corregit y estampat en llengua valenciana"; traduccìón efectuada de los
manuscritos provenzales de Llull por el catalán Bonlabi en 1521.
La franja de influencia idiomática valenciana fue un tormento para Cataluña hasta 1862, cuando el astuto Milá i Fontanals inventó lo del dialecto catalán occidental.
Hoy, atrapada en el tarquín inmersor, la bisoña Universidad de Elche ya edita folletos en puro catalán.

Articulo publicado en
"Las Provincias" 11 de Septiembre de 1997


La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

martes, 1 de septiembre de 2020

La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

Este verano, en una tórrida tarde en la Universidad de Barcelona, comprobé lo interesante que era el manuscrito Ms. 1010. Terminado hacia 1637, con caligrafía semejante a batallones de inquietas hormigas, trataba sobre la "lengua catalana materna". Ahora, ya en el Reino, he consultado los comentarios sobre el citado manuscrito en la "Historia de la Lìteratura Catalana", de D. Martí de Riquer, y algo no concuerda; la única cita referente a nosotros es para recordar que en los años del manuscrito estudiaban en Lleida más de "300 valencianos que hablaban y entendían, como es lógico, el catalán" (HLC, V, p. 430). Por supuesto que entendían el catalán y el latín, pero ¿hablaban catalán o valenciano?
El Ms. 1010 confirma que las lenguas habituales en Lleida fueron el catalán, el latín (círculo universitario) y el valenciano; conclusión que no sorprendería si la
inmersión no censurara originales.
La Universidad de Lleida fue autorizada en 1300 por Jaime II en un lugar a salvo de ataques costeros y de la peligrosa frontera castellana, aunque alejado de Valencia, Zaragoza y Barcelona.
El monarca nacido en Valencia concedió a Lleida el monopolio de los estudios universitarios de todos sus estados; hecho que explica la nutrida presencia de valencianos en la diminuta ciudad.
La tradición persistió incluso en el XVII, cuando el Estudio General de Valencia superaba a Lleida en prestigio y alumnado.
La Universidad reconocía a los valencianos múltiples inmunidades y por privilegio de Alfonso III (año 1428), elegían al rector independientemente de aragoneses y catalanes. Lérida vivía de su Universidad y, necesariamente un colectivo que oscilaba de 300 a 800 valencianos sobre una población que, por ejemplo en
1708 no superaba los 3.000 habitantes, tuvo que influir lingüísticamente a lo largo de los siglos, desde 1300 hasta 1705.
El avispado gerundense Onofre Pou se percató del negocio que supondría un diccionario en las tres lenguas habituales y, tras estudiar en Valencia, editó en 1575 un vocabulario valenciano-catalán-latín. Convertido en bestseller, sirvió de texto en la universidad catalana hasta el siglo XVIII, según reconoce la propia Enciclopedia Catalana.
Precisamente los que discuten en el Ms. 1010 sobre las lenguas maternas son dos ilerdenses ilustres: el canónigo Alexandro Ros y el catedrático Diego Cisteller. El primero advierte que si los sermones sólo se imparten en catalán no gustará a los extranjeros, incluso a los valencianos. Y añade que "en el Reyno de Valencia los más son bilingües, sin que se hagan estorbo en la pronunciación las dos lenguas valenciana y castellana" (Ms. 1010). A estas consideraciones (censuradas por Riquer, claro), se opone Cisteller, que convivía con valencianos en Lleida y disponía del Thesaurus de Pou para despejar dudas en los tres idiomas. En él, por ejemplo, se aclaraban incluso nimiedades como que el latín pastanaca o el catalán pastanaga equivalían al valenciano safanoria (f. 31 v). La copiosa información sobre léxico y ortografía del idioma valenciano (carchofa, pechines, picher, chic, eixida, otonyo, charrador, etc.) explicaría el éxito del trilingüe vocabulario en las universidades condales.
El constante trasiego valenciano por la ruta de Lleida se efectuaba lentamente, con frecuentes descansos y pernoctaciones en las mismas y poco pobladas aldeas
desde el medieval año 1300. Estudiantes y familiares, cultos y acomodados en relación a los aldeanos, eran modelo a imitar por su refinamiento e idioma. No es
ilógico, pues, que la cuña lingüística valenciana amenazara extenderse desde Lleida hacia la parte oriental de Cataluña, hecho denunciado en 1628 por el catalán Andreu Bosch ("Títols d'Honor', Perpinya, 1628).
La valencianización en la ruta valenciana llegó a un punto en que los predicadores regnícolas usaban el valenciano en sus sermones, no el catalán. El doctor Cisteller, desde Lleida, testificaba que "los padres Lorenzo San Juan, y Blanch (...) y otros apostólicos varones de la Compañía de Jesús son valencianos, y predican en valenciano en Cataluña" (Ms.1010).
Quien esto dice, recordémoslo, era catedrático de la Universidad de Lleida, y lo afirma en su "Memorial en defensa de la lengua catalana" (Ms. 1010) dirigido a
la Generalidad de Cataluña en 1636. Con él contestaba al también ilerdense Alexandro Ros, que opinaba: "Es fuerza estén retirados en Cataluña sus predicadores, porque rompidos (sic) en la lengua catalana, no han de ir si fueran cuerdos a Valencia, donde falta en el estilo o vicio en la pronunciación ofende grandemente". En otro párrafo del Memorial dirigido a la Generalidad, el letrado Cisteller deja claro que el idioma de los valencianos era independiente de cualquier otro peninsular al recordar que las leyes de Castilla "están en castellano; en Valencia, en valenciano; y en Cataluña, en catalán". Esto también lo censuran, científicamente, los inmersores.
Es lógico que, tras graduarse en Lleida, los universitarios que regresaban a Mallorca y Cataluña añoraran la clásica lengua de los valencianos; de ahí que los catalanes Pere Posa y Pere Bru publicaran en Barcelona en 1481 la "Historia de Alexandre" "en la present lengua valencìana". O que a Gregori Genovart, canónigo de Mallorca, agradeciera la edición del Blanquerna, "traduyt, corregit y estampat en llengua valenciana"; traduccìón efectuada de los manuscritos provenzales de Llull por el catalán Bonlabi en 1521.
La franja de influencia idiomática valenciana fue un tormento para Cataluña hasta 1862, cuando el astuto Milá i Fontanals inventó lo del dialecto catalán occidental.
Hoy, atrapada en el tarquín inmersor, la bisoña Universidad de Elche ya edita folletos en puro catalán.
Articulo publicado en "Las Provincias" 11 de Septiembre de 1997.

sábado, 14 de octubre de 2017

Los valensians planten cara als independentistes catalans

http://www.valenciafreedom.com/es/noticias/0-politica/6453-los-valencianos-plantan-cara-a-los-independentistas-catalanes.html

//Mol ben fet, aneu a fer la mà, aneu a la merda catalanistes, una mica de lleña no tos anirá mal. Si no sabeu aon tos foteu, ya ne adependreu, imbésils//

LOS VALENCIANOS PLANTAN CARA A LOS INDEPENDENTISTAS CATALANES


Nos hacemos eco del articulo publicado en la web valencianista de "EL PALLETER" donde se expone el encontronazo que hubo en Valencia entre valencianistas y catalanistas el pasado 9 octubre

Articulo:

Como siempre ocurre en este tipo de noticias, la prensa ha empeza a manipular las imágenes y lo que verdaderamente fue una respuesta del pueblo valenciano frente al independentismo. Grupos de extrema izquierda perfectamente organizados y convocados por la CUP, Arran y el movimiento catalanista de Valencia, pretendía volver a insultar a los valencianos y nuestras señas de identidad, valencianas y españolas, como por desgracia vienen reproduciendo desde hace años.

En esta ocasión, el ambiente estaba muy caldeado, principalmente por el catalanismo y lo que está sucediendo en Cataluña. A partir de ahí, nadie se puede sorprender de la respuesta del pueblo valenciano, cuando los convocantes de la manifestación catalanista de la tarde pretendían llegar a nuestra tierra para manipular y defender los inexistentes e inconstitucionales países catalanes.

Con un cartel prvocador y que llamaba a la violencia, como era el difundido por las redes sociales por la CUP, era imposible que no se produjeran situaciones de violencia, todas ellas iniciadas por los insultos y amenazas del grupúsculo de catalanistas independentistas que se congregaron en la Plaza San Agustín.

A todos esos que querían llegar a Valencia para utilizarnos de altavoz del independentismo, y a pesar de tener unos medios de comunicación acomplejados, les ha quedado claro que en Valencia no los queremos, que somos valencianos y españoles, y sobre todo, que aquí no pueden venir a insultar nuestras instituciones democráticas y las señas de identidad del pueblo valenciano.

Desde El Palleter, gracias a todos los que con valentía estuvísteis ayer defendiendo nuestra tierra frente a los radicales.


jueves, 24 de septiembre de 2020

Antonio Ubieto Arteta, entrevista, Baltasar Bueno.

Antonio Ubieto Arteta, entrevista, Baltasar Bueno.


Ubieto: 

Me hicieron la vida imposible por defender la verdad sobre los orígenes del Reino de Valencia. En Valencia hay mucho fantoche que dice es investigador. Una entidad bancaria catalana ha invertido muchos millones de pesetas en Valencia para conseguir la creación de los “países catalanes”. Muchas veces no es historia, sino histeria catalana. A los valencianos no les ha interesado su historia documentada, pero volveré a escribir sobre Valencia.

Ha sido catedrático de Historia Medieval en Valencia. Tiene la valentía de un maño. Habla claro y con la tranquilidad del que ha sido honrado con la Ciencia. Incisivo, no da rodeos Antonio Ubieto Arteta cumplirá el próximo 31 de marzo 59 años. Es catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Zaragoza, antes lo fue de Valencia, de donde tuvo que salir “porque me hicieron la vida imposible”.

No hay una nota de dolor en su ánimo por lo que le pasó en Valencia, lo comprende, hay muchos intereses en juego. Su calvario comenzó a principios de la década de los 70 por una lección magistral que pronunció en el paraninfo de la Universidad Literaria enla apertura oficial del curso académico.

El tema que yo elegí – dice – fue “Los orígenes del Reino de Valencia”. Cómo estarían las cosas y sería el discurso que el entonces rector de la Universidad me llamó el día antes y me advertía, una institución bancaria catalana había invertido muchos miles de millones de pesetas en Valencia para difundir la tesis de que Jaime I había hecho que se hablase catalán en Valencia y que con el advenimiento de la autonomía había de conseguirse la creación de los “países catalanes”.

La tesis del profesor Ubieto era, en síntesis, que la inmigración catalana en Valencia no superó el 1’9 por ciento. “Si esto lo dices mañana – comentó el rector – te vas a poner frente a un movimiento político y económico muy fuerte. Haz lo que quieras, considero que no tienes por qué ser un héroe”.

Antonio Ubieto no hizo caso a la recomendación benevolente del rector magnífico de la Universidad y se ajustó a sus investigaciones científicas de la verdad histórica. Leyó el discurso íntegro, sin retocar nada.

Mucho fantoche.

¿Qué opina de la investigación en este campo en Valencia?

Hay mucho fantoche que dice que es investigador. Amparo Cabanes es la mujer más preparada para el estudio de la Edad Media en Valencia, por eso le han puesto tantas zancadillas como a mí. La van a perder, se irá. Es una lástima.

Ha dicho que se queda.

Me extraña que pierda una cátedra como la que ha ganado en Murcia. ¿De qué va a comer? Van a hacerle la vida imposible en Valencia, ya se encargarán de ello.

Usted fundó una editorial sobre temas valencianos.

La Anubar, que son las letras iniciales de mi nombre y apellidos, con la pretensión de difundir entre los valencianos su historia. Salieron 49 números, muy interesantes, pero hubo que terminar la colección y la experiencia cuando ya estaba en un déficit de dos millones de pesetas. A los valencianos, entonces, no les interesó su historia documentada. Hay bastantes ejemplares de lo editado aún por vender.

¿Dónde se pueden encontrar?

El domicilio social de la editorial ahora es Urbanización La Bombarde, 32, Zaragoza. Se pueden pedir aún.

¿Seguirá escribiendo de Valencia y su historia?

El profesor Ubieto sonríe y cesa unos segundos de hablar. Me lo prometí a mí mismo y a quienes me conocen. Sí. Pero ahora estoy escribiendo la historia de Aragón diseñada en seis tomos, he escrito tres, y a razón de uno por año creo que tardaré unos tres años en volver a escribir y publicar sobre la historia del Reino de Valencia en la época medieval.

Aragón con similar problema.

Volvamos al discurso de la Universidad.

A partir de ese momento, me hicieron la vida imposible en Valencia un grupo minoritario, me insultaban, amenazaban, molestaban, y lo único que había dicho es que los catalanes eran los menos importantes culturalmente, que un 1’9 por ciento no podían imponer un idioma.

¿En Aragón tienen un problema similar como en Valencia?

Sí. El Omnium Cultural de Barcelona intenta que las gentes de Fraga o de toda Ribagorza se consideren catalanes, están gastando muchos millones de pesetas en este sentido. Becan a gentes para que sencillamente digan que son catalanes, se patrocina esto con el dinero que las empresas catalanas detraen de los impuestos para la cosa cultural.

¿Qué opina usted del problema de Fraga?

En una conferencia que yo di allí, con documentos en la mano, demostré que en Barcelona están falsificando la documentación para intentar convencerles que son catalanes. Fraga sólo fue catalana durante diez o doce años en virtud de una disposición de Jaime I. El problema de Fraga es económico, produce electricidad, la que necesitan los catalanes.

También dicen los catalanes que les pertenecen los Pirineos aragoneses.

Eso es una idiotez, no es historia, sino histeria catalana. No hay ni un solo documento con que los catalanes puedan demostrar eso. Lo que si hay es una serie de indocumentados que están haciendo pasar la mentira por verdad.

Volvamos a Valencia, se marchó de aquí.

Quisieron pegarme.

Me hicieron la vida imposible, quisieron pegarme una paliza. Fui al rector diciéndole que si no se me garantizaba la seguridad personal no volvía hasta que hubiera paz. Estuve un mes sin ir a clase.

Me encontré en una ciudad donde casi todo el mundo me era hostil. Hubo un partido político que a principio de curso daba consignas para atacar a distintas personas durante el año, y me tocó a mí.

¿Qué partido era?

Para qué se lo voy a decir, me va a desmentir de inmediato, seguro.

¿Es algún partido en el poder, en la oposición, en minoría…?

No contesta, como tampoco respondió cuando intenté saber el nombre del rector de la Universidad en cuestión. “Me pone usted en un compromiso. Son aguas pasadas”.

¿Aceptaría algún cargo político?

En el parlamento aragonés puede haber muchas personas, pero la Edad Media de Aragón si no la estudio yo no lo hace nadie más.

A Antonio Ubieto le importa el estudio y la investigación. Pronto puede sorprender a la ciencia con el descubrimiento de unas leyes. Explica así el tema: “Creo haber descubierto la existencia de unas leyes históricas, de la misma manera que existen unas leyes físicas”.

Ubieto ha publicado hasta el momento 200 libros sobre la Edad Media española, la mayor parte dedicados a los reinos de Aragón y Valencia. Es un incansable trabajador, está casado y tiene cuatro hijos. Vive en Zaragoza.

Baltasar Bueno

Entrevista publicada en el periódico "Las Provincias", 20.2.1983.

viernes, 6 de julio de 2018

Creus que un clapé de cataláns van imposá la seua llengua als valensians ?

Creus que un clapé de cataláns van imposá la seua llengua als valensiáns ?


catalanes impusieron lengua valencianos ? Creus que un clapé de cataláns van imposá la seua llengua als valensians ?


Cabanes, que va estudiá los llibres dels avehinaments y del repartiment va calculá que a finals del siglo XIII la siudat de Valénsia arribae als 30.000 habitáns frente a 2.000 inmigráns arribats durán y después de la conquista. Si pensam que de estos 2.000 lo 60% eren aragonesos, lo 32% proveníen de la marca hispánica y lo 7% de atres territoris peninsulás, arribem a la sifra de que pobladós de les terres que avui coneixem com Cataluña eren 600. Pensá que 600 pobladós van conseguí imposá la seua llengua a 30.000 persones afincades a la capital del nou reino es sientíficamen imposible.


repartimiento de Valencia (latín) Archivo Corona Aragón



Crees que un montón de catalanes impusieron su lengua a los valencianos ?

Cabanes, que estudió los llibres dels avehinaments y del repartiment calculó que a final del siglo XIII la ciudad de Valencia  llegaba a los 30.000 habitantes frente a 2.000 inmigrantes llegados durante y después de la conquista. Si pensamos que de estos 2.000 el 60% eran aragoneses, el 32% provenían de la marca hispánica y el 7% de otros territorios peninsulares, llegamos a la cifra de que pobladores de las tierras que hoy conocemos como Cataluña eran 600. Pensar que 600 pobladores consiguieron imponer su lengua a 30.000 personas afincadas en la capital del nuevo reino es científicamente imposible.



repartiment, llibre, liber

http://jgsentandreu.blogspot.com/2012/03/prueba-n-19-els-llibres-del-repartiment.html



EL “LLIBRE DEL REPARTIMENT” Y “EL LLIBRE DELS AVEHINAMENTS“ DEMUESTRAN QUE EL TOTAL DE COLONOS PROVENIENTES DE LA “MARCA HISPÁNICA” NUNCA SUPERÓ LOS 4.000.

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?

“In nomine Domini.
Incipiunt donationes de Valentia et de termino, facte a domino Jacobo rege Aragonum sub Era millesima CCª LXXVª, anno M. CC. XXX. Séptimo”
                                                                         Llibre del Repartiment (1.237)

Ilustrábamos la prueba anterior con una foto del Llibre del Repartiment al tiempo que concluíamos que era materialmente imposible que un 2% de la población del Reino de Valencia de 1238 provenientes de la Marca Hispánica (hoy Cataluña) nos trajeran una lengua que aún no existía, el catalán, (en estos condados feudatarios del Rey de Francia se hablaba provenzal o lemosín) y nos la “enseñaran” con tanta rapidez y eficacia que cuando Jaime I nos conquistó ya nos promulgara Els Furs, supuestamente en “catalán”. Si esto hubiese sido cierto, el prodigio lingüístico sería merecedor de mayores estudios:

1.- ¿Quién puede creerse que una parte de las huestes aragonesas reclutadas en los condados “catalanes”, la mayoría iletrados, tuvieran conocimientos para ejercer una didáctica básica para enseñar su lengua?

2.- ¿Cómo van a enseñarnos a los valencianos el “catalán” si la lengua de los condados franceses de la Marca Hispánica era el provenzal y el lemosín? (Hoy en día englobados en el occitano)

3.- ¿Cómo van a importar una lengua “la catalana” que no existía todavía y que tendría que esperar dos siglos para que empezara a germinar con una mínima estructura y denominación propia?

4.- ¿Cómo 4.000 soldados de unas localidades fronterizas como eran los condados “catalanes” van a imponer a la población de 200.000 habitantes de todo un Reino que ya hablaba y escribía el “romanç valenciá desde el siglo IX?

5.- ¿Cómo van a enseñarnos el “catalán” los soldados de Jaime I y este, al momento, nos otorga las leyes en “romanç valenciá” para entendimiento de la población del Reino que acababa de conquistar? "Est fur arromança lo Senyor Rey" “Istum forum posuit in romantio Dominus Rex” (Furs del Regne de Valencia.

6.- ¿Cómo es posible que se exija a médicos y jueces que emitan las recetas y las sentencias en “romanç” si, a partir de ese momento –supuestamente- se nos iba a empezar a enseñar esa lengua? "Los jutges en romanç diguen les sentencies...", "Metges axi fisichs com cirurgians les receptes que ditaran hajen a dictar en romanç declarant lo nom de les herbes en lur nom comu, e vulgar (Furs del Regne de Valencia).


Como escribe el Catedrático de Historia, Leopoldo Penyaroja (http://es.wikipedia.org/wiki/Leopoldo_Pe%C3%B1arroja_Torrej%C3%B3n), en “el mozárabe en Valencia” (Editorial Gredos 1990) “la lengua romance de los mozárabes i de los musulmanes de Valencia, la que debió de oír el Rey Jaime I cuando puso pié en la Valencia de 1238. No era, por consiguiente, la que, partiendo de las bases insuficientes, imagina Sanchis Guarner (y que algún despistado discípulo reafirma contra toda evidencia). No era una lengua fósil, ni desligada del habla valenciana medieval, sino una lengua evolutiva i modernizante, de estructura fonética idéntica a la lengua valenciana posterior”.


El catedrático de historia, el medievalista Antonio Ubieto Arteta (http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Ubieto_Arteta), en su estudio de los “Orígenes del Reino de Valencia”, detalla minuciosamente cuales fueron las composiciones de las tropas que acompañaron al Jaime I en su conquista de las tierras valencianas. Confirma que sólo “un 2%” de las susodichas tropas procedían de la Marca Hispánica, lo que posteriormente se conoció como Cataluña y que para entonces aún no existía la unidad de lo que hoy es Cataluña”. 

Máster corona Aragón
De este 2%, el 0,8 eran gentes provenientes del clero de los condados, especialmente del de Barcelona, del que Jaime I era Señor (CONDE) y San Luis IX, Rey de Francia, su soberano hasta 20 años más tarde. El resto, hasta el 2 %, esto es, el 1,2 % eran soldados de los cuales muchos regresaron a sus tierras al impedirles Jaime I entrar “a botín y rapiña” en el Reino de Valencia. En su consecuencia, estos pobladores "no pudieron hacer valer su lenguaje ante los más de 65.000 cristianos, 2.000 judíos y 120.000 moros habitantes del reino moro valenciano". (Hussein Mones, catedrático de Estudios Hispánicos Al Andalus, de la Universidad de El Cairo, en su libro: Andalucía, Algarabía and Al Sharky.

https://www.levante-emv.com/opinion/2012/05/29/rigor-cientifico-frente-descalificacion-barbarie/908888.html

llibre del repartiment
A partir del  7 de Julio de 1237, los escribanos de Jaime I comenzaron a anotar en el Libro Primero “del Repartiment” el nombre de la persona que asistía al asedio de la ciudad de Valencia y el número de las “casas y yugadas (jovadas) de tierras” que también se ofrecían. Y así ocurrió hasta después de la ocupación. Los ofrecimientos se hacían para ocupar el reino moro con cristianos, lo cual exigía la permanencia definitiva del beneficiario en tierras valencianas. Una vez conquistada la ciudad comenzaron a hacerse realidad las donaciones, extendiendo los documentos correspondientes, de los que se conservan muchos. Y, tan pronto como este título de propiedad se extendía, los escribas del Rey cancelaban el ofrecimiento con unas “señales a modo de tachadura” que confirmaba que la promesa del reparto se había cumplido.

En el Llibre del Repartiment, perteneciente al Archivo de la Corona de Aragón y que, lamentablemente, se encuentra en Barcelona, “se registran meticulosamente las donaciones de casas o terrenos hechas por el rey Jaime I a aragonesescatalanesnavarrosingleseshúngarositalianos y
franceses, es decir a todos los que participaron en la cruzada que fue la conquista de Valencia. Se calcula que en el Reino de Valencia vivían unas 200.000 personas mientras que los repobladores solamente fueron unos pocos miles. El aumento de la población del reino de Valencia no llegó a un 5% con la inmigración aragonesa y catalana. Y esta inmigración iba aproximadamente por mitad y mitad.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Llibre_del_Repartiment_de_Valencia).

El libro consta de tres volúmenes datados entre 1237 y 1252. El primer y segundo volumen recogen las donaciones de propiedades rústicas y urbanas de la ciudad y término de Valencia y de todo el Reino, en total, unos 3.200 registros. En el tercer volumen se recogen los edificios de la ciudad de Valencia, con la indicación del antiguo propietario y del beneficiario de la donación.

"Consideramos -dice A. Ubieto- que la lengua romance hablada en el siglo XII en Valencia persistió durante el siglo XII y XIII, desembocando en el 'Valenciano medieval'. Sobre esta lengua actuarían en muy escasa incidencia las de los conquistadores, ya que, como he señalado en otra ocasión, el aumento de la población del reino de Valencia no llegó a un 5 % con la inmigración aragonesa y catalana. Y esta inmigración iba aproximadamente por mitad y mitad..... “

El “Llibre dels Avehinaments” de los años 1387-1396, censo confeccionado también por el rey Jaime I, ha sido estudiado en profundidad por la Catedrática de Paleografía, Cabanes Pecourt
(http://ca.wikipedia.org/wiki/Amparo_Cabanes_Pecourt), estableciendo sin lugar a dudas que las concesiones de casas y tierras a los mercenarios de la “Marca Hispánica“ (“catalanes”) fueron prácticamente inexistentes en relación a las otorgadas a otras tropas, tales como aragoneses, navarros e incluso extranjeros. Posteriormente las lecturas que se han efectuado del Libro del Repartimiento no han modificado sustancialmente este porcentaje del 1,2% de catalanes que permanecieron en Valencia una vez conquistada a los moros.
libro repartimiento Valencia
Para el profesor Peñaroja “la conclusión es clara: el 16,8 % de una minoría repobladora no podía imponer, en tal situación, su dialecto catalán occidental. Y esta tendencia se confirma, de forma coincidente, en las comarcas y po­blaciones más populosas del Reino­, como era Játiva, donde se detecta casi un 60 % de repobladores de habla aragonesa y castellana frente a un insignificante 14 % de habla ca­talana occidental (provenzal). y como que estas son los únicos datos históricos comprobables, la Filología científica no se puede desentender de ellos. Es decir: hoy por hoy, la teoría que interpreta el valenciano como el producto de una repoblación catala­na no es históricamente demostra­ble. Es una opinión, no un conocimiento científico”.

¿Cómo construye Cataluña la supuesta dominación “catalana” del Reino de Valencia?



El archivero del Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona, Próspero de Bofarull, hace -a mediados del siglo XIX- una traducción falseada del "Libre de Repartiment del Regne de Valencia" para inventarse los nombres de las familias catalanas que, según él, vinieron a enseñarlos “su lengua” y a quedarse en Valencia. Pero su edición resultó tan extraordinariamente manipuladora y la manipulación tan burda que carece de credibilidad alguna. Bofarull se dedicó a leer y a copiar única y exclusivamente los "asientos" de la ocupación de tierras que le interesaron y que no son otros que los catalanes, obviando la mayoría de las adjudicaciones a aragoneses navarrosingleseshúngarositalianos y franceses. Como digo, la versión del archivero Bofarull está totalmente desacreditada a todos los efectos académicos e historiográficos. 

Antonio Ubieto, historia de Valencia
El contexto social y político de la manipulación de Bofarull no es otro que el  inicio de la “Renaixença” catalana (mediados del siglo XIX) donde la construcción de su personalidad “nacional catalana” exigía esta serie de “licencias”. En esencia, la edición de Bofarull estaba absolutamente manipulada ya que no tuvo en cuenta la totalidad del texto, ni la técnica notarial del siglo XIII, ni mucho menos la actual. Tachó a capricho nombres aragoneses y navarros para demostrar la supremacía de catalanes frente al resto. Hoy, todas sus omisiones, tachaduras y hojas eliminadas se han podido recuperar y contrastar con el resto de documentación, el “Llibre dels Avehinaments” , de pergaminos y textos complementarios que arroja un resultado determinante: la población del Reino de Valencia proveniente de los condados de la Marca Hispánica tras la conquista de Valencia no supuso más que una cifra porcentual del 1,5 % del total de los habitantes, lo que hace del todo punto imposible que dichos soldados pudieran enseñar su supuesto “catalán” a todo un Reino 200 años más avanzado que los condados “catalanes” que tendrían que esperar dos o más siglos a empezar a hablar y a denominar “catalán” a su lengua, 200 años a empezar a escribir su legislación “en catalán”, 300 años para constituirse como provincia administrativa de España, y 400 a tener una “Renaixença” literaria cuando Valencia tuvo su “Siglo de Oro de la lengua valenciana” en el momento en que “Cataluña” empezaba a balbucear el catalán.

http://jgsentandreu.blogspot.com/2012/03/prueba-n-19-els-llibres-del-repartiment.html

http://roderic.uv.es/handle/10550/50781

https://www.levante-emv.com/opinion/2012/05/29/rigor-cientifico-frente-descalificacion-barbarie/908888.html

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1958047.pdf

repartimiento de Valencia (Bofarull)

Privilegio con que el rey don Jaime I confirmó a los pobladores de Valencia el libre goce de las heredades que estuviesen poseyendo con título o sin el, sin necesidad de nueva medición ni reconocimiento.
Para llevar a cabo la conquista de Valencia, como antes para Mallorca, prometió don Jaime distribuir las tierras que se conquistasen entre los que le acompañasen en la empresa. Los privilegios que otorgó con este motivo, o para confirmar las donaciones ya hechas después de la conquista, se hallarán publicados en el tomo II, pág. 1-18, del Tratado de los derechos y regalías que corresponden al Real Patrimonio en el reyno de Valencia, por Don Vicente Branchat. Por esto o los insertamos aquí. Creemos, sin embargo, que no carecerá de interés el que ahora damos a luz, porque es más general, y posterior en fecha a todos los publicados.

Noverint universi: quod Nos Jacobus Dei gratia Rex Aragonum Maioricarum et Valentie Comes Barchinone et Urgelli et Dominus Montispesulani per nos et nostros heredes et successores omnes ex certa scientia et consulte laudamus concedimus et confirmamus vobis universis et singulis nobilibus sive richis hominibus et militibus ac infancionibus habitantibus et hereditates seu possessiones habentibus in regno Valentie omnia castra vestra alquerias et turres vineas ac domos ortos campos atque reallos et quaslibet alias hereditates et possessiones vestras que quas et quos habuistis et tenuistis hactenus et hodie tenetis ac possidetis cum titulo vel sine titulo et quacumque ratione vel modo in civitate et quibuslibet aliis locis regni Valentie memorati. Concedentes per nos et nostros heredes et successores et indulgentes vobis et vestris ac imperpetuum statuentes quod nos vel nostri heredes seu successores non possimus dieta vestra castra alquerias turres vineas domos ortos campos atque reallos vel alias hereditates seu possessiones vestras que quos et quas hodie tenetis et possidetis soguegiare aut recognoscere vel facere soguegiari aut recognosci de cetero et quod vos vel vestri non teneamini de cetero nobis vel nostris successoribus ostendere aliquo tempore cartas aliquas vel albaranos donationis vel partitionis hereditatum seu possessionum
vestrarum predictarum quas in dicto regno ut dictum est possidetis hodie seu tenetis nostra scilicet vel partitorum nostrorum. Nos enim ipsa omnia que hodie in dicto regno tenetis de presenti noviter laudamus concedimus et firmamus et volumus ut presens carta vobis et vestris semper habeatur pro titulo predictorum. Et quod vos et vestri successores habeatis teneatis possideatis et expletetis tanquam rem vestram propriam predicta omnia et singula que in dicto regno tenetis hodie et possidetis cum titulo vel sine titulo vel alia qualibet ratione vel modo ut dictum est sicut ea hodie melius tenetis ac possidetis et absque omni nostra et nostrorum successorum inquietatione recognoscendi et soguegiandi ea et aliorum etiam quorumlibet propter que vos vel vestros in ipsis inquietare possemus usque modo et ad omnes etiam vestras et vestrorum voluntates inde cui et quibus volueritis penitus faciendas exceptis clericis et personis religiosis vobis tamen facientibus aliis queretantibus imde de vobis justitie complementum. Item absolvimus etiam per nos et nostros et remittimus ac diffinimus vobis et vestris imperpetuum omnem petitionem et demandam quam ratione quantitatis quam ultra vestras cartas invenimus in vestris hereditatibus et possessionibus modo quando ipsas recognosci fecimus et soguegiari vel quia aliquas hereditates emistis ab
hominibus nostri servicii vel aliter ab ipsis vel aliis personis adquisistis vel alia qualibet ratione occassione ipsius soguegiamenti et recognitionis habebamus in ipsis vestris hereditatibus et possessionibus vel movere contra vos aut facere poteramus. Item volumus et concedimus vobis et vestris quod possitis uti et *utamini embannis et portallis faciendi secundum quod hoc hominibus civitatis et villarum nostrarum regni Valentie concessimus cum carta nostra ut in ea continetur et quod pro embannis (embá, envá, tabique, paret, etc; pared) et portallis vestris jam per vos factis usque modo nullam vobis et vestris possimus nos vel nostri petitionem aut demandam facere
vel movere. Et sic vobis et vestris facimus super predictis omnibus et singulis bonum finem et pactum e non petendo sicut melius dici potest et * intelfigi * ad vestrum et vestrorum salvamentum ac bonum etia intellectum. Est tamen sciendum quod propter huiusmodi confirmationem concessionem et absolutionem non intelligimus concedere nec absolvere vobis n vestris fraudem vel injuriam nobis factam in furn* molendinis et operatoriis. que a vobis tenentur ad c*sum nec in nostris feudis vel censibus aut aliis reg*liis nostris in quibus aliquis injuriam nobis fecer*
Immo retinemus nobis et nostris quod ipsam injuria* et fraudem siqua in ipsis molendinis furnis, et operatoriis que a nobis tenentur ad censum vel in nost* aliis censibus feudis atque regaliis nobis factam es * invenerimus nos vel nostri petere valeamus. Et intel*gimus regalias nostras etiam ea que pro nobis tene*tur ad censum vel ad certam partem fructuum si * reddituum vel ad certum servicium sive ad violariu* vel ad feudum. Et ad maiorem horum firmitatem pr*dicta attendenda et servanda jurari fecimus ab Arna*do Scriba baiulo Valentie in animam nostram. Ad h*ego A Scriba predictus de mandato dicti domini regis et in eius presentia tactis a me sacrosantis IIII*
evangeliis et cru+ce Domini juro in animam ipsi* domini regis quod idem dominus rex et sui predic* omnia et singula firma habebunt et observabunt et n* contravenient ullo tempore ratione aliqua sive caus* Insuper etiam nos Jacobus Dei gratia rex predict* recognoscimus et confitemur nos habuisse et recepis* a vobis richis hominibus militaribus et infanzonibus predictis ratione predicta viginti milla solidos reg*lium Valentie de quibus vestri bene paccati sum* nostre voluntati. Mandamus itaque baiulis et cetera. Data Ylerde XIIII° kalendas madii anno Domini MCCLXX secundo. - Signum + Jacobi Dei gratia regis Aragonum Maioricarum et Valentie comitis Barchinone et Urgelli et domini Montispesulani. - Testes sunt: - R. de Monchada. - G. R. de Monchada. -
Berengarius de Angularia. - Bernardus de Molloleone. - S. Martin de Oblitis.

REGESTRUM DONATIONUM REGNI VALENTIE

h Nomine Domini incipiunt donationes de Valentia et de termino facte a domino Jacobo rege Aragonum sub era MCCLXXV anno MCCXXXVII ad podium de Cebola.

Pelegrinus Scutifer: II jovatas terre in Campanar. VII idus julii.

Una buena parte de los asientos continuados en estos registros aparecen testados por medio de una aspa, que en la impresión hemos marcado con un asterisco (*). Difícil es el saber a punto fijo lo que aquella señal significa; pero estamos muy distantes de creer que equivalga a una cancelación del
asiento, porque en muchos de estos se notan correcciones y añadiduras que indudablemente fueron puestas después de ella. Sin embargo, no hemos querido que dejase de constar esta circunstancia; como hubiéramos querido también, á haberlo permitido la imprenta, que se marcasen las muchas correcciones y añadiduras de que está cuajado el original; pues son estas en tanto número, y tantos los descuidos que al hacerlas se cometieron, que en muchísimos casos, más que descifrar, hemos debido interpretar el manuscrito. Lo mismo debemos decir de algunos signos convencionales que se hallan notados al márgen, y cuya significación es imposible averiguar ahora. Ténganse en cuenta las dificultades que esto nos ha ofrecido, y perdónesenos si alguna vez nos hemos visto obligados á transigir entre la escrupulosa fidelidad á las palabras sueltas de un texto dudoso, y el sentido que naturalmente debía darse á la totalidad de la frase.

jueves, 16 de agosto de 2018

Os dicen que cuando llegó Jaime I a Valencia ya no había cristianos

¿Os dicen que cuando llegó Jaime I a Valencia ya no había cristianos?
Mentira. Por ejemplo, una circunstancia que nos habla de los cristianos valencianos prejaiminos es la memoria transmitida. La memoria de los cristianos valencianos es la responsable de que el Repartiment cite el lugar de la prisión de san Vicente o “domos vacuas dicebatur sanctus Vincentus”, lugar histórico confirmado por la arqueología. 

O que se hable de un huerto de monjes cristianos en Sagunto “Ortum qui dicitur Virginum… in Murvedre”, que fue referido por el mercedario Arcas Jover como “hortus virginum christianarum”. 


Seguro que no es casualidad que “Aceyt Abuçeyt” escogiera para su bautizo el nombre de san Vicente mártir, que había sido el santo más representativo de los cristianos “dimmis” valencianos, por lo que en abril de 1238 se tituló com “Vincentius rex Valentie”. 

Los cristianos valencianos también debieron transmitir la memoria del martirio de san Bernardo, que la tradición sitúa en 1181, y que seguramente fue el motivo de que Jaime I quisiera construir en Carlet el monasterio “Gloria de Deu”. Y en el año 1262, un hijo de Abu Sayyid “Ferrandus Petri, filius Açeit Abozeyt”, se acordó de san Bernardo en su testamento “operi sancti Bernardi Algezire XX solidos regalium”.
Que no vos mentixquen. Que no to la fóteguen en les seues mentires.

Os dicen que cuando llegó Jaime I a Valencia ya no había cristianos

jueves, 29 de noviembre de 2018

La denominació de Llengua Valenciana ya es constata en l’any 1335

La denominació de Llengua Valenciana ya es constata en l’any 1335

La denominació de Llengua Valenciana ya es constata en l’any 1335

l´agüelo Quintaneta no tos u contará

La Academia Administrativa de la Lengua, “la AVL” se planteó hace unos años el tema de la denominación que correspondía asignarse a la lengua vernácula de los valencianos. Unos apostaban por la que ellos consideran la académica “lengua catalana”; otros, optaron por la formula híbrida “catalán-valenciano”; una minoría prefería nombrarla “valenciana”.
Hemos de tener presente que consumada la fragmentación lingüística de la Romanía, al diluirse los elementos lingüísticos que constreñían el latín culto, asistimos al nacimiento de lenguas propias y a la aparición de conciencias idiomáticas diferenciadas. En el ámbito de la Romanía observamos que el latín culto se contrapone a los romances o lenguas vulgares.
A partir del siglo XIII la documentación valenciana refleja la gradual substitución del uso del latín por el del romance vernáculo valenciano. Numerosos textos plasman la conciencia idiomática propia, en virtud de la fragmentación lingüística latina que se irá produciéndose en la Baja Edad Media.
El proceso histórico de la fidelidad lingüística se plasma en la identificación onomástica que a lo largo de la historia bajo-medieval se le otorgó a nuestra lengua genuina. Primeramente se le denominó, en un período de transición onomástica, “romanç valencià” y posteriormente, en el período de consolidación, se generalizó el nombre de “lengua valenciana”. Son numerosos los documentos que demuestran el testimonio de una incontrovertible conciencia idiomática valenciana a partir del siglo XIV. Los escritores valencianos se expresan, y así lo hacen constar, en múltiples ocasiones en “lengua valenciana” particularizada y singularizada.
Los primeros textos documentados, que conocíamos, que reflejaban específicamente el gentilicio “valenciana” para identificar a nuestra lengua autóctona eran: El testimonio de Antoni Canals “vulgada lenga materna valenciana” (1395). El Acta Notarial de 28 de junio de 1408, de un pleito entre la villa de Onda y la Orden de Montesa, “vulgar lengua valenciana”. El Acta de 6 de junio de 1412 de los diputados y notarios asistentes al Compromiso de Caspe“in ydiomate valentino”. Y entre los documentos pontificios, uno correspondiente al pontificado del Papa valenciano, Alejandro VI, datado en 1504, donde se lee lingua vulgari valentini expeditarum”.
Hasta no hace mucho tiempo el primer testimonio, donde aparecía la expresión “llengua valenciana” sin ningún calificativo, y que además une los conceptos de conciencia idiomática con el de conciencia nacional, es en el “Prólogo” de la obra “Libre de Tresor” de Guillem de Copons, correspondiente a 1418. Este sentimiento nacionalista valenciano le indujo, asimismo a Joanot Martorell, en el “Prólogo-dedicatoria” del “Tirant lo Blanch” (1490) a unir el binomio “lengua” y “nación valenciana”.
Estas fechas debemos retrotraerlas a raíz de la aparición de nuevos testimonios.
La investigación nos depara sorpresas. Un artículo publicado el 27 de noviembre de 2005 en un diario valenciano señalaba que la primera referencia al habla propia de los valencianos se había descubierto en un documento menorquín que recoge un proceso jurídico contra un tal Gil de Lozano, en el que se hace constar que la madre de éste -Sibila- hablaba en “valencianesch”, porque era de Orihuela, sin entrar en consideraciones lingüísticas. El documento está datado entre los años 1343 y 1346.
El desaparecido diario Valéncia Hui publicaba, el 10 de julio de 2007, un artículo de Agustín Galbis que recogía el comentario expositivo del “Liber amici et amati”, de Ramón Llull, redactado por un discípulo, en latín. El texto se encuentra en el folio 34vº del manuscrito “N-250, sup” de la Biblioteca Ambrosiana de Milán y afirma:
“Ista expositio excepta fuit ex magno volumine in lingua valentina composito per quemdam discipulum Raymundi. Inceptum Valentie mense decembris et finito mense Martii anni 1335. Laus Deo”.
Consecuentemente, la denominación de “Lengua Valenciana” ya se constata, en un texto latino, en el año 1335, es decir, 60 años antes del documento “Prólogo-Dedicatoria” del manuscrito de Valerio Máximo, donde Antoni Canals constata la especificidad del gentilicio “valenciana” en contraposición a “catalana” para designar nuestra lengua autóctona.
Y no será el último documento que demuestre la conciencia idiomática de los valencianos desde la Baja Edad Media.