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domingo, 12 de mayo de 2019

Lenguas en la Corona de Aragón

Lenguas en la Corona de Aragón
Lenguas en la Corona de Aragón, occitan, los parlars lenguadocians

La imposición que la Generalidad de Cataluña quiere imponer en los demás territorios que formaron la Corona Aragonesa junto con sus socios y la complicidad del Gobierno Central, no es nada nuevo, y están consiguiendo que incluso en estos territorios exista dudas sobre los orígenes y el camino recorrido en la historia. Dada la insistencia de varios seguidores en el afán de convencernos que el catalán es el origen de las lenguas romances que se hablaban en la Corona, consideramos que seria interesante hacer un recorrido en la historia con el único propósito de aportar un poco de luz a este asunto, aunque estoy totalmente convencido que:

“Intercambiar argumentos con alguien que ha renunciado a la lógica, es como darle medicina a un muerto” (Thomas Paine).
En el siglo VIII, comenzando la reconquista cristiana dirigida por los reyes francos, durante ese periodo, fue imponiendo la modalidad de la lengua proveniente de la Occitania, como lengua, sobre el romans vulgar muy arabizado que se hablaba en estas tierras. Esto sucedió por dos causas:
La primera por haber estado los habitantes de la región conquistada por los musulmanes en el año 714, refugiados en la Septimania Norte entre 90 y 435 años (tierras occitanas de habla lemosina).
Segunda, por los guerreros y nobles que conquistaron las tierras de los condados de Aragón, Sobrarbe, Ribagorza, Barcelona, Ausona, Besalú, Girona, Pallars: Jussá y Subirá, Ampurias y Urgel - Urgell, tierras todas ellas repobladas con gente occitana de habla d'oc o lemosina (existen un sinfín de cartas otorgadas por los reyes francos y los de Aragón. Las ultimas están fechadas por Pedro IV de Aragón). Al frente de los condados los reyes colocaron todos ellos nobles occitanos de lengua d'oc o lemosina.
Los Condes de Barcelona, eran occitanos de nacimiento o descendientes de ellos, desde el primer Conde Bera, hasta el último Ramón Berenguer IV. Todos ellos eran de habla lemosina (en 1.162, el condado pasó a formar parte de los reyes de Aragón con Alfonso II, también de lenga romans)
El Conde Ramón Berenguer III, al casarse con la condesa Dulce de Provenza, dejo escrito que con dicha boda entraba la cultura en el condado, cultura de la que estaba huérfana la gente de Barcelona, Barchinona - Barchinone, diciendo que: "con la Condesa Dulce entraba la lengua culta lemosina en el condado de Barcelona", condado que al estar solo habitado por gente guerrera y ruda, solo hablaban un romans muy basto e inculto.
En los archivos de la Corona de Aragón, se guardan unos documentos del Condado de Barcelona (tal vez por esto no son reclamados), donde Ramón Berenguer III escribió con motivo de su boda con la condesa Dulce de Provenza: "Siendo los condados de Barcelona y de Provenza una tierras muy parecidas, tener gente parecida y con una lengua común, el LEMOSIN, bien podrían formar un reino".
Principios del siglo XVI, con la unión de los reinos de Castilla y Aragón, el castellano fue relegando al lemosín, como lengua de uso de la corona de Aragón. Nació un interés entre los intelectuales de la Corona de Aragón y por ello fueron creándose organismos para su conservación.
En el Condado de Barcelona, se creó: "LA ACADEMIA DELS DESCONFIATS" de 1.510 a 1.650, que se transformó en "LA REAL ACADEMIA DE LAS BONES LLETRES DE BARCELONA" desde 1.650 a 1.912. Después de esta fecha se convirtió en "l'INSTITUT DE ESTUDIS CATALANS.
Anteriormente, nace el Siglo de Oro de las Letras Valencianas, abarca prácticamente todo el siglo XV y fue la época de máximo esplendor de la Lengua Valenciana escrita. Durante este siglo, autores tan reconocidos como Jordi de Sant Jordi, Ausiàs March, Joanot Martorell, Joan Roiç de Corella, Jaume Roig o Sor Isabel de Villena.
La lengua mallorquina y balear, fue reconocida en 1840 por la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona. Por la Real Academia Española en 1928. Por segunda vez por la Real Academia Española, cuando en 1959 ratificó la categoria de lengua independiente con la misma categoría que la valenciana y la catalana (Boletín de la R.A.E número correspondiente a los meses de septiembre/diciembre de 1959).
En 1833 el poeta Buenaventura Aribau compone “ Oda a La Patria “ un poema convencional , escrito en Madrid, en homenaje a su jefe comercial, un tal Remisa con motivo de su fiesta onomástica. En esta poesía, el tal Aribau no habla aún de “lengua catalana”. Sólo nombra, nada menos que cinco veces, a la “llengua llemosina” como su lengua materna. Los nacionalistas lo exaltan como una exaltación de la lengua catalana, pero si lo leen, verán que su exaltación es para el lemosín. La quinta estrofa dice así:
En llemosi soná lo meu primer vagit,
quant del mugró matem la dolça llet bebia;
en llemosi al Senyor pregaba cada dia,
e cántichs llemosins somiaba cada nit.
Esta oda inicial de Aribau fue seguida por Rubió y Orts en su Lo Gayter del Llobregat, en el año 1841.
En 1842 el Padre de la Romanística Europea, el alemán Friedrich Diez, publica la primera edición de su “Gramática de las Lengua Románicas “ en la que expone su clasificación de seis lenguas fundamentales “por su importancia literaria”, nacidas del rompimiento del latín :
Dos al este: Italiano y Rumano
Dos al sur-oeste: Español y Portugués
Dos al nor-oeste: Provenzal y Francés
En esta clasificación no se deja ningún sitio especial al catalán , que es asignado al “dominio del Provenzal” y no es considerada lengua romance independiente, “además de existir en estado latente su fraccionamiento dialectal” (V. E. Vidos: ”Manual de Lingüística Románica”. Universidad de Nimega. 1963). Cataluña fue, hasta el 1906, un mosaico de dialectos.
Antonio de Bofarull y Mariano Flotats, (catedráticos de la universidad de Barcelona y archiveros de la corona de Aragón) en 1.848 tradujeron al castellano y editaron “La Historia de la vida del Monarca don Jaime I de Aragón, el Conquistador”. Como ellos hacen constar, partiendo de lo escrito por el mismo monarca en LEMOSIN. En el prólogo de dicha biografía Antonio Bofarull, repite más de 20 veces las excelencias del limosín, pero 26 años más tarde edito Antonio Bofarull una gramática, la segunda de llengo catalana, haciendo costar en el prólogo que la llengo catalana no venia del lemosín. ¿Cuándo mintió, en 1848 o en 1878?.
En 1850 Antonio de Bofarull, traduce la crónica del Rey Pedro IV El Ceremonioso ó Punyalet, en la portada podemos leer: Escrita en Lemosin por el mismo Monarca, y traducida al castellano y anotada por Antonio de Bofarull. Unos años después, (1854), editan una segunda edición donde cambian el lemosin, por catalán.

colección documentos inéditos archivo corona Aragón, Próspero de Bofarull
El 1 de Mayo de 1859 se celebran los primeros “Juegos Florales de Barcelona: Patria. Fides. Amor” bajo los auspicios del archivero Próspero de Bofarull y Mascaró. En la convocatoria de 1860 se nombra secretario “dels Jochs Florals” de Barcelona a Adolfo Blanch en la que cada concursante todavía usaba "su" particular ortografía, lo que revela la caótica situación de la ortografía catalana, que todavía era llamada "llemosí" por Aribau y otros. El panorama catalán era el de un mosaico de dialectos provenzales de camino hacia la “selección natural” por imposición del dialecto barceloní ( al ser el más hablado).
El 9 de febrero de 1861 se intenta en Barcelona una nueva reunión para "unificar" la ortografía que, hasta entonces, era caótica. La reunión para "normalizar" en la que participaron Milá y Fontanals, Víctor Balaguer, Blanch, Flotats y Bofarull fue un auténtico fracaso.
El Consistorio de los Juegos Florales trataba de conseguir la "normalización" de la ortografía, que seguía caótica, y se presentan dos proyectos: uno de Milá y Fontanals y otro el de l´Academia de les Bones Lletres de Balari. El Consistorio de Barcelona se vio ante dos proyectos enfrentados pero, para evitar una especie de guerra civil interna, se evitó tomar una decisión.
1862:
El escritor de Fórnoles Braulio Foz en la Revista de Cataluña, escribe;
No sé hablar el catalán pero lo entiendo perfectamente, porque en mi tierra (la que llamamos Bajo Aragón) hay pueblos donde se confunden todas las que se han hablado en España, dominando empero la lemosina con un dialecto casi de ella en cada pueblo, así que los naturales de ellos tienen mucha facilidad para entender a los valencianos y a los catalanes (pág. 401) …… tiene pues aun más dialectos la lengua catalana o lemosina en estas nuestras provincias, distinguiéndose entre otros el catalán propio, el mallorquín, el valenciano, el ampurdanés y el que llamaremos literano -por errata, el original dice literario- (pág.404).
/ Literano, de La Litera, La Llitera, comarca de Huesca /
Como entre los dialectos del catalán he nombrado el literano, y podrá ser que hasta el nombre sea nuevo para muchos, me ha parecido declarar cual es, sin que por eso insista en que se conserve el nombre. Es pues el que se habla en algunos pueblos entre el Cinca y el Segre, especialmente en Tamarite. Y también es muy parecido y casi el mismo que se habla en varios pueblos de nuestra Tierra Baja entre Cataluña y Valencia, habiendo sido sus pobladores después de la reconquista, aragoneses de los llanos y de las montañas, catalanes de las riberas del Segre y aún del centro de Cataluña, y algunos antiguos pobladores (págs. 406-407).
En 1871 Friedrich Díez publica la tercera edición de su "Gramática de las Lenguas Románicas" en la que mantiene su clasificación anterior en las seis lenguas fundamentales por su importancia literaria, nacidas del rompimiento del Latín, dos años mas tarde Mayans i Siscar también afirmaba que “el catalán es un dialecto del lemosín” (“Orígenes del español”. Madrid 1873). Fue Milá i Fontanals quien propago el bulo sobre la “clasificación rigurosamente científica del catalán“.
En 1890 el filólogo suizo W. Meyer-Lübke publica su obra : ”Gramática de las Lenguas Románicas” en la que continúa la misma clasificación de Díez y donde dice (pág 4):” En el este la transición se opera poco a poco con el catalán en el Rosellón: esta última habla (parler), que no es más que un dialecto provenzal”...
"Le catalán qui n'est qu'un dialecte provenzal transporté en Espagne au VIII siècle, pénétra de plus en plus vers le Sud pendant la lutte des rois d'Aragón contre les Arabes."
En la revista "L´Avenç" del 31 de Marzo de 1891 el joven ingeniero cubano Pompeyo Fabra i Poch, Jaume Massó i Torrents, Joaquim Casas i Carbó dicen que una misma ortografía para el catalán, el valenciano y el mallorquín es "impossible perquè és contra natura”. (Algo muy distinto será el tono amenazante del mismo Pompeyo Fabra a los valencianos, en 1930, cuando quiso imponer su normativa I.E.C. del dialecto barceloní: “El que aneu a fer es molt arriscat”...). Los hombres de L´Avenç, desentendiéndose de la antigua koiné, se lanzaron a la actualización y sistematización del dialecto barceloní con el fin de convertirlo en el moderno catalán literario. Y así, entre todo el mosaico de dialectos catalanes nacidos del provenzal, eligieron e impusieron como “standard” de referencia el “infame e infecto dialecto barceloní”, según definición del erudito Padre Batllori.
valencià, català, valenciano, catalán

Pompeyo Fabra publica su “Ensayo de gramática del catalán moderno” donde explica que el sistema gramatical que se va a adoptar será una normativa que tome como modelo el dialecto barceloní y no el del interior, más rural, porque el barceloní era “la parla más viva” de las que entonces se hablaban....
En 1904 el cura payés mallorquín mosén Antoni Alcover organiza el I Congreso Internacional de la Lengua Catalana y utiliza al profesor alemán Bernhard (BernardoSchadel para hacer viable una primera gramática catalana, expuso a sus asesores barceloneses el proyecto del profesor alemán, pero lo encontraron irrealizable porque no existía en toda Cataluña ni una docena de lingüistas especializados capaces de hacer el estudio de una manera científica ni con garantías de seriedad. El 13 de Octubre se inauguró el congreso en el Teatro Principal de Barcelona con un discurso patriotero y de tintes exaltados por Mosén Alcover, alentando a todos los catalanes a "crear" la primera gramática y diccionario de la lengua catalana.
Prat de la Riba, quien creó el Instituto de Estudios Catalanes en 1912, presidente de la Diputación de Barcelona, y presidente de la primera Mancomunidad de Cataluña, sistematizador y potenciador del independentismo catalán, dice:
 “En las costas del mar Sardo va a encontrarse la etnos ibérica, la nacionalidad ibera extendida desde Murcia al Ródano, o sea desde las gentes libio fenicias de Andalucía oriental hasta los ligures de la Provenza”.
En el Levante de la península Ibérica se dan por lo menos los siguientes dialectos con las características precedente de una evolución del latín vulgar sobre un sustrato de la lengua ibera: Apitxat - apichat, Meridional, Alicantí, Mallorquí (de Tarbena i la Vall Gallinera), Valencià, Murciá (desaparecido), Ribagorçà, Pallarès, Lleidatà, Tortosí, Matarraña - Matarranya, Maestrat, Castellonenç Salat de la Costa Brava (Sa Costa Brava), Barceloní, Tarragoní, Xipella, Menorquí, Eivissenç. A las que hay que añadir el chapurriau de la franja oriental de Aragón. O la franja del meu cul.

chapurriau
A estos dialectos, localizados en España hay que añadir todas las variantes de la lengua occitana, localizadas en el sur y centro de Francia, que tienen las mismas características de las españolas, entre ellas el limosín, el aranés ( que viene del auvernhat - gascón según fuentes), el gascón, el provenzal (la lengua de los trovadores), el vivaroaupenc.
Gerhard Rohlfs lingüista y Romanista Alemán, en 1926 Catedrático de Filología Románica en la Universidad de Tubinga, alumno de Friedrich Díez, defiende el mismo criterio científico que su profesor.
El Filólogo suizo-alemán Meyer Lübcke en su libro dice: “el catalán, que no es más que un dialecto del PROVENZAL” (Grammaire des Langues Romanes". Paris.1890. Pág. 13).

Otro filólogo José o Josep María Guinot (Castellón) afirma: "prenent com a base per a tota Catalunya la modalitat llingüística de Barcelona, dialecte barceloní, el més impur de tots” (“Qüestions de Llengua”. Real Academia Cultura Valenciana. Serie Filológica.1990). http://racv.es/
En 1946 Josep Romeu funda la Societat Catalana d'Estudis Històrics, brazo armado cultural de la burguesía feixista catalana para la reinterpretación" de la historia. A sus colaboradores, Miguel Dolç y Guillem Colom les obsesionaba una idea: extender el "normalitzat" al Reino de Valencia. Todavía no se habían fijado en Aragón.
En 1959 la Real Academia Española adoptó el importantísimo acuerdo, escamoteado, de sustituir el término dialecto por el de lengua, y ello especialmente por razones científicas. Poseemos el fidedigno testimonio de Julio Casares, Secretario Perpétuo a la sazón:
"También ha estado en cierto modo presente la política en las recientes deliberaciones de la Academia, SE HA DADO EL VISTO BUENO a totalitarismo, antimilitarismo, antisemita y antisemítico (...) Y no está exenta de alcance político la RECTIFICACIÓN QUE SE HA HECHO en las definiciones del catalán, valenciano, mallorquín y balear con el fin de AJUSTARLAS A LAS EXIGENCIAS DE LA LINGÜÍSTICA, dando de paso espontánea satisfacción a los naturales de las respectivas regiones. Del VALENCIANO, por ejemplo, se decía dialecto de los valencianos. AHORA SE LE RECONOCE LA CATEGORÍA DE LENGUA, y se añade que es la hablada en la mayor parte del antiguo reino de Valencia; y la nueva definición del catalán pondrá término a las consultas que recibo un día sí y otro no, para que diga si es lengua o dialecto. Hela aquí: Lengua romance vernácula que se habla en Cataluña y en otros dominios de la antigua corona de Aragón".
En 1972 D. Antonio Ubieto Arteta, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Valencia y archivero de la Corona de Aragón, lee en el Paraninfo su lección magistral “Los Orígenes del Reino de Valencia” en la inauguración de curso 1972-73. En esa investigación el profesor Ubieto desmonta todas las falsas teorías catalanas que se querían imponer en la Universitat de Valencia sobre la conquista del Reino de Valencia y demuestra que el porcentaje de catalanes venidos a Valencia fue escaso (algo que innumerables veces hemos denunciado en esta pagina), y no pudieron traer la lengua, porque “el romanç valencià” ya existía en el Reino moro de Valencia.
A partir de ese momento el profesor Ubieto y su equipo es acosado y amenazado de muerte por las nuevas huestes catalanizantes que se habían apoderado materialmente de la Universidad y tiene que trasladarse a la Universidad de Zaragoza, y así, poco a poco, el monolitismo histórico-lingüístico catalán acabó con el pluralismo libre pensante que durante tantos años había ilustrado las aulas literarias universitarias. Esa asfixiante situación es la que ha perdurado y perdura. Y la universidad de Zaragoza ya se ha contaminado. Un ejemplo: Javier Giralt Latorre, pero hay más.
Ver AVL = IEC = Ascuma en Calaceite.
En 2003 el Profesor Blanchet afirma que el catalán es un dialecto provenzal y advierte de las presiones lingüísticas desde Cataluña.
Francisco Rodríguez Adrados Filólogo y Académico experto en lenguas clásicas en febrero de 2008 recuerda que antes del siglo XX solo existían dialectos y fue Pompeyo Fabra quien estableció el catalán como una lengua. Miembro de la Real Academia Española y de la Real Academia de la Historia es autor de Historia de las lenguas de Europa.

José Angeles Castelló reconocido lingüista y profesor docente durante 18 años en Estados Unidos dirigiendo el departamento de Estudios Hispánicos en la Universidad del estado de Florida reconoce las diferencias lingüísticas de los territorios de la Corona de Aragón y citando a Kosh:
Las lenguas mueren por los niños, una persona mayor no puede renunciar a su lengua, pero el niño que de momento no tiene una lengua los maestros se la imponen (lo estamos viendo en la actualidad).
No es el catalán una lengua románica que siempre haya estado entre las lenguas en personalidad propia: todo lo contrario, era considerado como una variedad dialectal de la lengua provenzal, y sólo desde hace relativamente poco, ha merecido la categoría de lengua neolatina independiente (Gramática histórica catalana. Editorial Gredos).
A. Badia Margarit. Rector de la Universidad de Barcelona.
occitano, catalán

Resumiendo:
No fue hasta el I Congreso de la Lengua Catalana (1906) en la que el catalán abandonó su condición de dialecto para adquirir de forma oficial el estatus de lengua independiente por primera vez en su historia. Hasta entonces el catalán era considerado un dialecto de las lenguas de Oc.
Hoy, mayo 2016, los habitantes de Limoges (centro de Francia) que conozcan el limosín, no tienen dificultad para comprender los dialectos hablados en la región de Cataluña, o en la de Valencia, lo que confirma que existe una misma lengua fraccionada en dialectos, algunas de cuyas piezas son los dialectos usados en el pasado y en la actualidad en el territorio llamado Cataluña.
¿Porque si en Cataluña, como hemos probado no se crea una léxica común hasta 1906 quieren imponernos su léxica cuando los territorios en cuestión llevan siglos con su propia cultura y tradición?, ¿que interés sino es el meramente político mueve los hilos de esa imposición lingüística?
als presentz, als que son per venir, for durable que tots los omnes qui son e seran en Osca

Quiero invitar a las fuerzas políticas de Aragón, Baleares y Valencia a defender nuestra cultura que sin duda tiene mucho recorrido común con Cataluña, ante la imposición que desde la Generalidad catalana quieren imponernos. Durante siglos fuimos una Corona temida y respetada, que ese respeto se mantenga entre los territorios que en antaño formamos la gloriosa Corona de Aragón.

sábado, 12 de enero de 2019

La lengua nunca puede ser una trinchera

   
Pedro Álvarez de Miranda: "La lengua nunca puede ser una trinchera"

https://www.elmundo.es/opinion/2019/01/12/5c390039fc6c8360118b465a.html

Autor de 'El género y la lengua' (Turner), uno de los manuales de referencia para entender el debate sobre el lenguaje inclusivo, el académico de la RAE aboga por desdramatizar ésta y otras polémicas. La elección del nuevo director de la Academia, Santiago Muñoz Machado, parece aportar tranquilidad para que él y sus compañeros sigan haciendo su trabajo. Pero también hace falta más apoyo económico, reclama.

Mientras se ultiman los detalles del informe sobre lenguaje inclusivo en la Constitución española, el breve (y divertidísimo) ensayo de Pedro Álvarez Miranda (Roma, 1953) se ha convertido en la mejor herramienta para entender la dimensión de esta polémica.
¿Qué le parece que las cuestiones relativas al idioma estén tan candentes en la actualidad?
Es curioso: la gente se toma las cuestiones de la lengua con bastante pasión y con bastante vehemencia. Y a mí me parece positivo. Y lógico, hasta cierto punto, puesto que es su herramienta cotidiana. Con la lengua hablamos y con la lengua pensamos. También es lógico demandar a los usuarios una cierta racionalidad y reflexión, informarse y no opinar apasionadamente. La lengua tiene sus propios mecanismos y los gramáticos, los lingüistas y los lexicólogos hemos dedicado mucho tiempo a pensar sobre ella. No es que tengamos más autoridad sobre la lengua, pero tenemos algunas pocas horas más de reflexión sobre ella.
¿Por ejemplo?
En general, en el terreno ortográfico hay una pulsión bastante clara en la gente, que es lo que podríamos llamar el misoneísmo, que quiere decir horror a lo nuevo. Los hablantes son muy conservadores: rechazan cualquier novedad en ortografía, precisamente porque les incomoda tener que cambiar el chip mental.
¿Y en el terreno del léxico?
«Es que esa palabra es muy fea». Bueno, mire usted: no hay palabras feas. Lo que pasa es que, como le suena nueva. De nuevo, el misoneísmo... O que esa otra palabra «no me gusta». Bueno, pues el verbo gustar no es de aplicación ahí, da igual que no le guste, es que no le tiene que gustar. Es una palabra nueva y depende de 500 millones de hablantes que sea aceptada o no. El que a usted le guste o le deje de gustar es irrelevante.
¿Qué responsabilidad tienen los académicos en este aspecto?
Los que le hemos dedicado muchas horas de estudio y reflexión tenemos que hacer un poco de pedagogía. Precisamente, estos articulitos pretenden hacer eso: no hacer una lingüística muy técnica y muy abstrusa y con terminología rara, sino tratar de explicar a la gente esa maravilla que es la lengua.
Respecto al tema de su libro, hay quien sostiene que el lenguaje inclusivo es un primer paso. Que cambiando el idioma se puede llegar a cambiar la realidad.
Es una ingenuidad. Nadie puede cambiar voluntariamente, conscientemente, el lenguaje. Éste surge de un consenso social que, en nuestro caso, como no nos cansamos de repetir con gran orgullo, comprende y afecta a 500 millones de hablantes. Es que cuando se piensa en eso, claro, uno es insignificante en medio de esa masa y de ese consenso. Así que, efectivamente, es ingenuo pretender cambiar la sociedad cambiando el lenguaje. Los que sabemos un poco de historia de la lengua sabemos que eso no ha ocurrido nunca. Es al revés: cambia la sociedad y, al cambiar la sociedad, cambia lenguaje. Muy poco a poco y con un núcleo duro prácticamente intocable. Es decir, si aparece una novedad social, ideológica, material, técnica, surge una palabra nueva. Puesto que el diccionario y el conjunto del léxico tienen miles y miles de palabras, asimilar un elemento léxico nuevo no cuesta nada. En cambio, alterar algo tan sustancial y básico como la estructura gramatical de la lengua no va a ocurrir de la noche a la mañana. Y si tenemos dos géneros, masculino y femenino, es porque eso es una herencia del latín y a su vez lo heredó del indoeuropeo y nos remontamos ya a la torre de Babel.
Pero antaño hubo un género neutro.
El latín tenía tres géneros: masculino, femenino y neutro y las lenguas románicas han perdido el neutro. Bueno, bien. Pero nadie puede decir que se va a sacar de la manga un tercer género. Es imposible, así no funcionan las lenguas: ni porque lo quiera la Academia ni porque lo quieran las feministas ni porque lo quieran los machistas o los argentinos o los mexicanos. Los fenómenos lingüísticos no surgen de arriba a abajo, sino de abajo arriba. De la masa. La lengua es una institución profundamente democrática. Pero no se vota. Es una institución de un asamblearismo tácito, difícil de definir.
¿En qué situación está el informe sobre lenguaje inclusivo en la Constitución?
En las próximas semanas se va a poner de actualidad el asunto, cuando la Academia responda a la vicepresidenta del Gobierno, que es quien ha solicitado el informe. Éste está hecho pero tiene que aprobarlo el pleno. Es un informe muy matizado, muy razonado, muy sensato y muy pensado. No se pueden esperar grandes novedades: lo que escribió Bosque en aquel documento, Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, lo que digo yo en estos artículos... Los lingüistas y las lingüistas lo tenemos muy claro. Porque la comisión ha sido paritaria. Y lo desdramatizamos: no lo convertimos en un casus belli.
¿Cree que este asunto se resolverá satisfactoriamente?
Evidentemente, convencer a quien no está muy dispuesto a dejarse convencer por argumentos siempre ha sido muy difícil en este campo y en muchos otros. Hay que tomarse la cosa desapasionadamente, hay que darse cuenta de que la lengua es una convención social y que cambiar esas convenciones sociales en asuntos que, repito, afectan al núcleo duro, como es el género gramatical pues es prácticamente imposible.
Otra cuestión que se debate últimamente es la capacidad de los políticos de manipularnos a través de la del lenguaje.

Si los lingüistas no tenemos poder sobre la lengua, ¿por qué lo van a tener los políticos? El intento de manipulación a través del lenguaje es, históricamente, un fenómeno observado. Por ejemplo, la palabra «soberanismo» es relativamente reciente, tal vez para atenuar la crudeza de «independentismo», pero ahora ya se está hablando abiertamente de independentismo. Si, prácticamente, son sinónimas, ¿por qué queríamos otra? Los intentos de enmascarar o de orientar la realidad en una determinada dirección a través de la selección de vocabulario son frecuentísimos y los hablantes deben tener la suficiente inteligencia como para no dejarse manipular por un determinado uso del lenguaje: No llamar a las cosas por su nombre. Está bien que surjan novedades, pero si los hablantes descubren que un político está tratando arteramente de modificar la realidad tan sólo cambiando algo tan epidérmico, en definitiva, como es el léxico, pues deben tomar nota.

¿Qué le parece la situación actual de nuestro idioma?

En conjunto, soy optimista y me parece que el vigor de la lengua española está fuera de dudas. Evidentemente, ponemos demasiado el acento en lo cuantitativo, que sacamos pecho con lo de los 500 millones, y debemos atender más a lo cualitativo: la presencia en internet, la difusión de la lengua, etcétera. La demografía no lo es todo. Pero en conjunto creo que tenemos, por lo pronto, una intercomunicabilidad entre los 500 millones altísima. Salvo pequeñas distorsiones de vocabulario, nos entendemos muy bien entre nosotros. Otra cosa importantísima: tenemos una ortografía común y es maravilloso. Por ejemplo, portugueses y brasileños no tienen una ortografía común y son sólo dos países. Además, en los 23 países hispánicos, la asociación de academias reconoce una cierta primacía a la academia española, histórica, pero en la globalidad funciona el consenso. / ola ke ase /

¿Y que en Cataluña el idioma se haya convertido en fuente de conflictos?
Lo lamento, porque envidio el bilingüismo y envidio a los que hablan con toda soltura catalán y castellano. Y me parece que menoscabar una de esas dos lenguas es una pérdida, una pobreza. Me gustaría ser totalmente bilingüe catalán-castellano si viviera en Cataluña y haría los esfuerzos por hablar los dos códigos que circulan en la calle en Barcelona, sin detrimento de ninguno de los dos. A ver si conseguimos algún día ver esto con naturalidad. Pero ahí los condicionamientos políticos son evidentísimos.
¿Qué aporta el plurilingüismo?
La existencia de cuantas más lenguas es una fuente de riqueza. Ahora, si hay una común de comunicación entre todos, estupendo. Si es que las lenguas son instrumentos de comunicación. Y si un vasco y un catalán se entienden en el castellano, pues qué bien que tienen un código común para entenderse. Y empleo «castellano» con toda conciencia, porque cuando estoy hablando de las lenguas de España, prefiero «castellano»; cuando estoy hablando de las del mundo, prefiero «español». No hay que pegarse tampoco por la elección de uno de los dos términos. Podemos jugar con las dos etiquetas. Qué bien que tenemos dos sinónimos, qué bien que tenemos cuatro (o cinco, dependiendo de la consideración del valenciano) lenguas en España. Qué bien que somos una nación plurilingüe
valenciano

¿Le preocupa la integración territorial de España?
Sin duda. A mí, personalmente, es lo que más le preocupa en estos momentos y el asunto sobre el que leo con mayor voracidad y ansiedad. ¿Quién nos iba a decir hace unos años que íbamos a estar más preocupados por Cataluña que por el País Vasco? Tal vez a los que vivimos en Madrid nos falta esa visión, pero siempre que voy a Cataluña me esfuerzo por entenderlo, tengo bastantes amigos allí y lamento que haya tantos independentistas y que esté tan fraccionada la sociedad catalana. Es un problema político de muchísima envergadura que parecía bien encarrilado en Cataluña y resulta que no lo estaba.
https://www.dolcacatalunya.com/2017/04/aplauda-la-profética-carta-tarradellas-al-director-la-vanguardia/ (1981)

Algunos independentistas denominan «colonos» a los que hablan castellano en Cataluña.
La lengua nunca debe ser una trinchera y llamar colonos a unas personas que han ido a buscar trabajo allí es una inversión histórica absolutamente absurda. Los colonos siempre han sido poderosos y compararlos con los andaluces, extremeños, murcianos que han ido a Barcelona en busca de un trabajo es una cosa sangrante que falta a la verdad de los hechos y al significado de las palabras. En general, todo el mundo es lo suficientemente sensato como para que el idioma nunca sea una barrera ni una trinchera, ni un parapeto para la incomunicación. Es que el lenguaje es comunicación. Y hay que desdramatizar el bilingüismo igual que el masculino gramatical. En materia lingüística, no hay que ser fundamentalista en nada.


¿Es la RAE palabra de Dios?
Si alguien cree en una cierta inflexibilidad e inmovilismo de la Academia considero que está equivocado. Repito: la gente le concede a la Academia más poder del que tiene. ¿Qué es el diccionario? Pues un inventario de voces. Cuando la gente pregunta si se puede decir tal palabra, yo les respondo: «Dila. ¿No la has dicho?». Pues claro que se puede. No hay multas, la Academia no es una la policía del idioma ni la lengua es el código de circulación. Esta mentalidad hay que quitársela de encima.
Después de la elección de su nuevo presidente, Santiago Muñoz Machado, ¿cómo ve el futuro de la RAE?

La Academia ha tenido unos recortes muy severos en la asignación del Estado y, por otro lado, ahora ofrece gratuitamente en internet un diccionario que antes se vendía muy bien en papel. Porque, claro, los diccionarios en papel han desaparecido. Y la Academia presta un servicio público a través de sus obras: el departamento de consultas, que funciona estupendamente bien y con gente muy valiosa, responde todos los días cientos de consultas gratuitamente y lo va a seguir haciendo así. Alguien se tiene que dar cuenta de que esto cuesta dinero y de que no podemos tener a la RAE dejada de la mano ni del Estado ni de la sociedad civil.
¿Es el patrocinio o el mecenazgo una solución?
Yo creo en un sistema mixto. La Academia no es Administración pero sí es Estado. No todos la vemos igual: unos ponen más el énfasis en lo privado y a mí me gusta subrayar la condición de Estado de la RAE, que es casi más antigua que el propio Estado. Una creación de la sociedad civil que enseguida fue amparada por la corona. Históricamente, siempre se le ha respetado una autonomía máxima. Así que el Estado debe velar por la dignidad económica de la academia, que además tiene 80 personas en nómina. De ser un club de notables, se ha convertido en un centro de investigación lingüística muy importante que tiene unos gastos importantes. Me parece muy bien el mecenazgo privado, la Fundación pro Real Academia Española, pero yo creo que debe haber un equilibrio entre el sostén del Estado y los apoyos privados.

martes, 17 de octubre de 2017

Desmemoriada mula vella, Desideri Lombarte, Pedro Bel Caldú

https://pedro2013dotcom.wordpress.com/2017/05/31/la-desmemoriada-mula-vella-de-desideri-lombarte/

Primé párrafo adaptat a la ortografía del chapurriau. A la entrada está en ortografía  standard catalana y paraules de Fórnols. Al final en castellá.

Desideri Lombarte va escriure un llibre de ficsió mol interesán, que va titulá: 


Memòries d’una desmemoriada mula vella

Cuan vach lligí l’exemplar que m’havie regalat la Rosalía, la seua viuda, me va cridá l’atensió que la mula no li haguere explicat a Desideri les sensasions que va tindre la primera volta que la van ferrá


Sense cap pretensió de sustituí la incomparable narrativa del escritó de Penarroja, y intentán feli un homenache, m’hai atrevit a contá eixa experiensia de la mula. Per a elaborá la contalla m’hai basat en la meua recordansa de com los ferrés faen eixa operasió cuan yo era minut.

Mes a la entrada original.



Desmemoriada mula vella, Desideri Lombarte, Pedro Bel Caldú

Mónica Naudín, ferrera de Fórnols :

Mónica Naudín, ferrera de Fórnols

Entrada http://chapurriau.blogspot.com/2017/10/desmemoriada-mula-vella-desideri-lombarte-ferre-ferra.html

lunes, 23 de noviembre de 2020

La ortógrafa Mónica Ros y el catalán «iaia», Ricart Garcia Moya,

http://ricartgarciamoya.com/2020/11/21/la-ortografa-monica-ros-y-el-catalan-iaia/

(Atres imaches a la web orichinal)

iaia, yaya, abuela, agüela, ahuela, agüelo, abuelo, ahuelo, güelo

Las bombas juguete fueron una de las armas más crueles empleadas para matar seres humanos, generalmente niños. Eran bombas de racimo con apariencia de pelotas de tenis, y sus efectos aún se observan en los que fueron menores y ahora son mutilados adultos en Yemen, Laos, Siria, Vietnam, Líbano, etc. El aspecto inofensivo de las bombas las convertía en eficaz artilugio mortal. Aquí, en el Reino, el agresivo expansionismo usa el idioma como arma destructiva y, especialmente, con alumnos de poca edad. En el diario catalán Levante tenemos un ejemplo de inocente bomba-sentimental camuflada de noticia:

«Una ‘iaia’ leyó el cartel que pintaron sus nietos y les respondió con el corazón» (Levante, 17/ 11/ 2020).

Tanta ternura y sensibilidad me provoca llanto, ¡snif, snif!; pero la carga explosiva esta oculta por el empalagoso cóctel lacrimógeno de abuela + nietos + corazón, ¡snif, snif!. La finalidad del maestro que lavó el cerebro a los niños y les enseñó a escribir el catalán «iaia», más la conocida habilidad enredadora del periódico catalán Levante, son los que lanzan al lector la bomba-juguete; pues, ¿quién dudaría de una noticia tan enternecedora? Además, la periodista ortógrafa Mónica Ros adereza el engaño al destacar la perfecta ortografía de estos niños-escudo de 9 y 7 años:

«Eligieron el tamaño, las letras, los colores y el mensaje, con perfecta ortografía: Iaia cúrate pronto’» (Mónica Ros, en Levante, 17/ 11/ 2020).

Huele mal el mensaje-petardo de la petarda Mónica, pues en idioma valenciano se escribe «yaya», aunque los que viven de la inmersión ordenen usar el catalán ‘iaia’. Hay incógnitas sin resolver respecto a la génesis de esta voz valenciana que se extendió hacia Aragón, Cataluña, Albacete y Murcia (como sucedió, p.ej., con ‘baladre’). Corominas propagó el dogma de fe de que «yaya» era un imperfecto vocablo infantil, pues los bebés pronunciaban el cat. «avia» como «iaia»; lástima que no tenga ninguna documentación en manuscritos o impresos de los numerosos observadores y usuarios de la lengua pretérita. En las abundantísimas comedias, sainetes, dramas, novelas y ensayos, siempre surge una situación en que el narrador intenta expresar los balbuceos idiomáticos de un niño, algo que confería realismo a la narración. No hallamos ese eslabón diacrónico perdido que sustentaría el origen catalán de «yaya», palabra relativamente moderna que se documenta abundantemente en valenciano antes que en castellano y catalán:

“pot ser yaya” (Casademunt: Un bateig en Burriana, 1871, p. 12)

“la yaya… vinga la neta” (Colom, J.: El sant del agüelo, 1882, p. 12)

“la veu de ma yaya” (Semanari El Cullerot, Alacant, 15 maig 1898)

“ta muller, vostra mare, vostra yaya” (Urios, Elvira: Día de Pascua, c. 1925)

“¿Vosté sap que ve ma yaya?” (Alberola, E.: L’amo y senyor, 1927)

esta nit soparás en ma casa; y ton yayo, y ta yaya” (Meliá: Els reys dels chiquets, 1927)

“escolta, yaya” (Esteve, Ch.: Els Magos del chiquet, 1928)

“he oit parlar alguna vegá a ma yaya” (Meliá: Al pas del Nasareno, 1928)

“¡Net meu! .-Es la yaya, dónali un bes” (Aznar Pellicer: L´hora tonta, 1929)

“la meua yaya” (Peris: La bolcheviquí del Carme, 1932)

“eixa que parla es la yaya” (Coloma Pellicer: El secret, Alacant, 1933)

El sustantivo no es una simple deformación hipocorística; aunque la voz sí los puede generar, incluso con variable de género:

“Bon dia mos done Deu… es la seua yayeta” (Gayano: Del Tersio…, 1921)

“sentat así, yayet” (Beltrán: Ratolins de casa rica, 1934)

Precaución, amiga conductora Mónica Ros. Ve despacio por el tobogán inmersor y no te pises tu raciocinio por la precipitación en aplaudir aberraciones ortográficas y, por vergüenza deontológica, no te degrades a espoleta de las bombas-juguete del expansionismo.

‘Yaya’, ¿voz guadiana del valenciano?

Parte del léxico de una lengua suele permanecer en la reserva de colectivos aislados, sea por su situación geográfica o social, sin que ello significara que fueran palabras tabúes. Lo cierto es que una voz guadiana emerge cada cierto tiempo. Son atractivas para los etimólogos y provocan castillos de naipes sobre su origen y parentesco; p.ej., el valenciano «torondo» emerge y vuelve a sumergirse periódicamente en la profundidad del tiempo lingüístico. Hacia el 1400 vemos «torondo» (Bib. Univ. Valencia, Ms. 505) en un manuscrito en valenciano caótico, que parece copia de otro del 1300. La palabra vuelve a esfumarse y no tenemos noticia de ella hasta que Covarrubias confirma que era usual en valenciano; y que él, dedicado hacia el año 1600 a recopilar material para su diccionario, lo escuchaba como equivalente al castellano chichón: «chichón… en valenciano torondo» (Tesoro de la lengua, a.1611). En 1887 aparece descrito por Escrig y Llombart: «torondo: bulto o chichón que se levanta en alguna parte del cuerpo, especialmente en la cabeza, de resultas de un golpe. Lo mismo que bony» (Dicc.1887). Según Alcover, «torondo… podría ser forma mozárabe valenciana con -o, procedente del latín tŭrŭndu» (DCVB). Fuera mozárabe o no, hoy nos queda el refrán valenciano: «Sobre bony, torondo«, es decir, la acumulación de un mal, Mónica Ros, encima de otro que padecemos, el diario Levante.

Periodista ortógrafa Mónica Ros: con tus salpimentados catalaneros en el Levante ayudas a indroducir bombas-juguete contra el lector despistado; pero, cuando el pueblo recobre la autoestima y borre de nómina a los profesionales del autoodio, quizá no seas tan vehemente en tu defensa del idioma invasor. Mira, portento de la lingüística, el filólogo y académico Fullana, pese a la tremenda presión ejercida por los colaboracionistas hacia el año 1920, todavía mantenía la morfología valenciana «yaya» (Vocabulari ortográfic valenciá, 1921); algo que también respeta en la actualidad nuestra academia pobre, pero honrada, en su dicc. de la RACV.

La 1ª documentación de «yaya» aparece en el Perú español

Respecto al enigma de «yaya» y su tardía aparición impresa en el 1800, me viene a la memoria algo chocante relativo a las lenguas americanas. Así, en relatos descriptivos del Perú español aparece la voz «yaya» como parental del quechua. El carmelita sevillano Vázquez de Espinosa, autor de un Compendio donde recogía hechos anecdóticos como la erupción del volcán Huaynaputina en el año 1600, también dejó interesantes anotaciones sobre idiomas peruanos:

«para dezir, hombre, runa, padre, yaya… lengua general del Pirù» (Vázquez de Espinosa, Antonio: Compendio y descripción de las Indias Occidentales, año 1629, p.31)

El inca-español Poma de Ayala nos dejó en «El primer coronica» (h.1595) la primera documentación del parental ‘yaya’. Curiosamente, mi cuñada peruana Sofía, que conoce el quechua, me dice que, para ella, sólo significa ‘herida».

Anterior a Vázquez tenemos al inca Felipe Huamán Poma de Ayala, cronista de la sociedad indígena del Imperio y ejemplo de integración en la hispánica. Su valiosa Crónica ofrece una perspectiva del mundo andino y permite conocer aspectos de los peruanos del siglo XVI, con textos en quechua y español. Enviado a España el manuscrito de 1180 páginas, como regalo a Felipe III, no pudo conocerlo el monarca al desaparecer en el viaje. Hoy se custodia en la Biblioteca Real de Dinamarca. El antropólogo Poma de Ayala comentaba que en su lengua, el quechua, la yaya también aludía a la comadre o madrina:

«Y avia bautismo de palabra y se bautizauan y le dauan sus nombres de sus padres a las mugeres, de sus madres a las crias, con ello hazian fiestas, con el que daua el nombre de palabra se hazían parientescos, y conpadre (sic) y comadre, a estos les llamauan yaya» (Poma de Ayala: El primer nueva coronica, c. 1595, p.67)

El parental ‘yaya‘ podía aludir en la antigua lengua quechua al padre, al compadre y la comadre, es decir, al padrino y la madrina que, en ocasiones, era la propia abuela. Los dos historiadores ofrecen acepciones distintas: «yaya» era el padre, según el cronista sevillano; y «compadre y comadre», según el recopilador hispano-inca. Curiosamente, la ambigüedad de género en «yaya», femenino y masculino, recuerda la que existía en el antiguo occitano «l’avi dona» y «l’avi home», del Rosellón. En el mismo folio del manuscrito del inca Poma de Ayala nos hace ver que la comadre o yaya era también la abuela de una unidad familiar que, en aquella sociedad en que a los 13 años se solía ser madre, a los 26 eran yaya, abuela o comadre, y los hijos podían ser de diferentes padres:

«no se consentian pecados que ubiesen adulterio ni con ermanas y tias y comadres y sobrinas y parientas sercanas» (Poma de Ayala: El primer nueva coronica, c 1595, p.67)

Al existir multitud de lenguas en el país andino (quechua, matsigenka, shipibo, ashaninka, aimara….), puede que la alusión a la ‘yaya‘, comadre o madrina, que frecuentemente era la propia abuela del bautizado, para los españoles poco avezados del laberinto idiomático andino la asociaran solamente a abuela. Además, los españoles peruanos que iban y venían embarcados en los grandes galeones de la ruta hispánica de Filipinas, Perú, España, llevarían en sus alforjas léxicas la voz, con ligeros cambios semánticos y sin dejar de ser parental. En las Filipinas españolas, en tagalo se amplió la polisemia de la palabra: «yaya: mujer encargada de cuidar niños»:

tagalo: Dapat magbayad ng yaya o iba pang mga gastusin sa tahanan.

español: Tiene que pagar a una niñera o por otros gastos domésticos.

Los cerca de 40 idiomas del Perú español del 1600 ofrecían matices morfosemánticos que los singularizaban. Así, el jesuita Holguin recogió la voz «paya: abuela». (Holguin: Voc. Lima, 1608)

Paya, abuela, Perú, quechua

Quien escucha o lee un texto tagalo constata la pervivencia de léxico de origen español: tinidor (tenedor), silya (silla), baraha (baraja), baca (vaca), etc. Respecto a ‘yaya’, hay concordancias que conforman campo semántico: abuela que cuida nietos, mujer que cuida niños, madrina que protege ahijados, etc. Hay que valorar que muchos vocablos que ahora son usuales en español, proceden de territorios americanos del Imperio: canoa, tiburón, cancha, puma, caucho, chocolate, etc. En las variables de la lengua quechua, el sust. ‘yaya‘ designaba a quien tenía hijos o descendientes, y no hay duda de que la ‘yaya o abuela los tenía. El jesuita González Holguin compuso otro diccionario quechua en 1608, con morfologías casi homógrafas a ‘yaya’, también con valor parental: el sust. «paya: abuela» y «payap: bisabuela» (Vocabulario de la lengua quichua (sic), año 1608). En fin, el tema no esta claro; y espero sentado que los defensores de la «iaia» catalana nos ofrezcan documentación de su uso en el 1700, para que reconozcamos su prevalencia: pero, por favor, que no aparezca sobre un manuscrito manipulado y falseado, como las ‘Regles ‘esquivar vocables» de 1930.

L’ahuelo vert de la dreta, el del nas jagant, en ulleres y boca mig auberta, soc yo. La sinyora es ma cunyá peruana Sofía, que encá sap paraules quechues de les que parlaven en sa familia. Respecte a «yaya» me diu que asoles es ferida cutánea; y «paya», sinyora en la vellea. Pot ser que’n atra llengua, de les milanta que tenen en Perú, tinguen l’arcaisme com a paraula viva y polisémica. Per sort, les ortógrafes en furor catalaner del periódic Levante no han aplegat dasta Lima.

martes, 8 de agosto de 2017

Víctor Longares Abaiz



Esta bonita conversación con Víctor, en el grupo Basta ya de manipular la historia, la corona catalano aragonesa nunca existió


https://m.facebook.com/groups/51687756846?view=permalink&id=10154863780941847






Estes dos imatges les té al seu perfil de Facebook




Chapurrear es hablar una lengua cometiendo errores.


Ese blog sin embargo, escribe en perfecto catalán. Se ve que lo lleva alguien con cultura.


Toni Babia , que no está en Babia, te explica el origen del chapurriau, y no pone nada de chapurrear, que es lo que todos los catalanistas decís, y recurrís a la RAE, que tanto os gusta. Chapurriau y chapurrear no es lo mismo, como no lo es medio metro de encaje negro, o que un negro te encaje medio metro.


No soy catalanista. No te inventes cosas. Ese Toni puede decir lo que quiera, pero ese blog está escrito en catalán.


He visto tus comentarios y eres catalanista , no me invento nada, además estás en un grupo o página que no te corresponde. El blog está escrito en chapurriau , como bien se puede ver en esta entrada http://chapurriau.blogspot.com/2017/06/swahili-catala-sua-gili.html


Pues no. No soy catalanista. Soy aragonés. Todos los pancastellanistas recurrís al mismo insulto.


La anterior entrada en perfecto catalán y esta con faltas de ortografía.... pero en catalán también. No por escribir mal se convierte en otra lengua.


No me vas a convencer, porque los catalanistas hacéis exactamente lo mismo, se nota que vuestro rey era aragonés.


El catalán solo es un chapurriau según el diccionario del occitano, y con cambiar palabras y hacer una gramática propia ya fue idioma, el chapurriau tiene su ortografía propia, gramática mixta y literatura, casi tan buena como la de Albert Plà. Si el valenciano y mallorquín son catalán, algunos lo defienden, y les interesa mucho, entonces todos los que hablan catalán realmente hablan francés, del lemosín, y entienden el francés escrito en un alto %, hablado menos, pero es cuestión de oído. Entender a uno de Olot no es tan fácil como a uno de Gandesa.


Son todos la misma lengua. Jesús Moncada era de Mequinenza y escribía en catalán porque sabía escribir bien. No escribía en ese engendro infecto que se inventó Roberto Bayod y usa la FACAO. Poco a poco, acabaremos con esa chapuza lingüística.


Y ahí te dejo solo con tus idioteces. Ya se extenderá el catalán y te tocará a ti o a tus hijos estudiarlo. Acuérdate. Ese día, seguirás echando bilis. Pero en catalán.


Jesús Moncada, Desideri Lombarte y muchos otros autores que conozco, y he leído, escribían catalán, normalizado, usaban palabras de la zona , muchas de ellas casi exrintas, pero recurrían a la norma para poder publicar. Yo también sé escribir catalán, autodidacta, y tengo el nivell mitjà de valencià.


Sí. De catalán. Muy bien.


El catalán se extenderá como una gangrena, a golpe de talonario, pero al mismo tiempo está perdiendo hablantes en Cataluña, no lo digo yo, lo dice gente estudiosa del catalán, y lo escriben en catalán. De ahí esta ansia.


Pues anda que el chapurriau...😂😂😂😂 La gente con cultura quiere hablar bien. No ese engendro inventado por el franquista Roberto Bayod.


Se nota que no sabes leer, Toni Babia (catalán) descubre el origen del chapurriau en el occitano, y en Aragón hay miles de personas que hablan chapurriau, son aragoneses, y el catalán no solo no lo aceptan, lo desprecian, como la gran mayoría de españoles.

Eso no pasa en ningún otro sitio, Catalunya és diferent. Ni el catalán ni el valenciano pueden expresar nuestra forma de hablar, al menos, normalizado.
http://aguelosebeta.blogspot.com/2017/08/les-olives-3-los-torts-2.html

 esto es chapurriau de Valjunquera , donde se usa el apitxat (tiarra, diau, piau), en Valencia se usa en pocos sitios ya.


Toni Babia veo que ni es filólogo ni nada. "Descubre" una palabra en un diccionario de occitano y se monta su propia película. Muy científico.


Roberto Bayod es el que se inventa el nombre de chapurriau para el catalán de Aragón. Tu abuelo pasaba de que le comiesen la cabeza con tonterías (supongo) y hablaba catalán sin problemas.


Me estás poniendo como autoridades a un jurista franquista, reaccionario y catalanófobo (Bayod) y a un iluminado que buscaba palabras en diccionarios de otras lenguas para ver qué se inventaba. Sin embargo, la labor normalizadora del profesor Pompeu Fabra no te sirve porque era químico.


Veo que actúas con todo el rigor del mundo.


Una cosa más. Toni Babia, aparte de "descubrir" una palabra en un diccionario occitano, ¿qué más ha hecho en su vida?


Uno de los especialistas , autoridad, riguroso, es Artur Quintana ,


https://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2016-10-23/cataluna-aragon-premian-filologo-catalan-tiene-2200-anos_1279002/ ,


creu de Sant Jordi, que dice que se hablaba aragonés y catalán hace 2200 años (antes de Francisco Franco, vamos).

A mí Pompeyo no me sirve para nada, sólo hizo una gramática siendo químico, pero todos los que escriben en catalán están usando esta gramática. De Bayod no he leído nada, no lo conozco, su pueblo sí. Entiendo que no te caiga bien, ni vayas a leer sus libros. Toni Babia te caerá mejor, tiene perlas en imágenes de google.

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