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domingo, 15 de mayo de 2022

CARTA 9. Imposición de la penitencia canónica. Bendición de los Ramos, etc.

CARTA 9. 

Imposición de la penitencia canónica. Bendición de los ramos. Origen de los monumentos. Otros ritos singulares del Jueves Viernes y Sábado santo. Reclusión de las mujeres públicas en la semana santa. Ceremonia actual en la vigilia de la Ascensión y otra ya abolida en el día de Pentecostés

Mi querido hermano: No sé si en lo venidero podré satisfacer el deseo que muestras de que mis cartas sean más frecuentes. Aun con la dilación de que te quejas me veo precisado a no extenderme en ellas, contando siempre con dejar algo para los correos siguientes. Harto es esto para quien pasa el día en el penoso escrutinio de códices viejos. Muchos de ellos, escritos en el siglo XV (1), conservan aún la imposición de la penitencia pública, en la feria IV Cinerum, con un rito harto parecido al del pontifical romano (par. III.); pero con esta diferencia, entre otras, que los penitentes no eran arrojados de la Iglesia hasta después de haber asistido a la misa en las gradas del altar mayor a la parte exterior de las rejas. No se halla mención de los grados de penitencia; pero la prolijidad en señalar las circunstancias locales de esta ceremonia, muestra que su uso no quedaba al arbitrio de los obispos, sino que se practicaba en aquellos tiempos, conforme a lo mandado en los cánones. Corresponde a esta ceremonia la reconciliación de los mismos penitentes en la feria V in coena Domini.

Están también conformes todos los códices en el rito del Domingo de Ramos, que verás en la semana santa que posees de esta Iglesia impresa en 1494, es a saber, que (2) en ninguna parroquia se bendigan los ramos antes que en la Iglesia catedral; y que en esta no se diga otra misa sino la mayor, a fin de que todos, así eclesiásticos como legos, concurran a esta solemnidad. De lo primero queda todavía algún vestigio, concurriendo los cleros de las parroquias a esta bendición de ramos. La cual, hasta muy pocos años ha, se hacía fuera de la Iglesia en la plaza dicha de la Seo, donde también se predicaba el sermón, que aún hoy llaman de la Palma. Igualmente se ha abolido la rúbrica que mandan aquellos códices, de que al llegar la procesión a la puerta de la Iglesia, (3) cuatro niños, puestos en el campanario o atrio de la iglesia, cantasen los vv. Gloria laus etc. Aunque de estas variantes y otras muy singulares en las ceremonias y preces de esta función se hablará en nuestra obra. En todas las ferias de Cuaresma hasta la Dom. in Passione no hay otro tracto que el Dne. non secundum peccata etc. repartidos sus tres versículos según el orden de las ferias. También es digna de atención la ceremonia establecida en algunos de estos misales para guardar el cuerpo del Señor desde el jueves santo hasta el día siguiente. Mandan que sea llevado in sacrarium, y alguno para quitar la duda dice, in sacristiam, por manos de un diácono o subdiácono, quedando el celebrante, aunque no sea el Obispo, en el altar. El misal de 1509 todavía supone que se guardaba in sacrario: mas como la semana santa citada, ya dice que sia reservat lo corpus Domini en lo sacrari, ó casa que aparellat hauran; podemos conjeturar que el uso de los altares adornados, que llaman monumentos, para depositar en ellos la sagrada Eucaristía, se hallaba ya introducido y autorizado en esta iglesia a fines del siglo XV.

Aún a mediados del mismo, a saber, en 1459, consta por el Diario tantas veces citado, que el Rey D. Juan II y su mujer Doña Juana visitaron cada uno de por sí las iglesias de esta ciudad en la noche del jueves santo. Y en el año 1469, hablando del jubileo concedido a la catedral para la fiesta de la Asunción de nuestra Señora, dice que el Papa concedió la misma gracia para el jueves santo desde la hora de poner el Señor en el monumento hasta el día de Pascua (a). Por donde se ve que el uso de los monumentos no es aquí tan reciente, como algunos creen. 

(a) Las palabras originales del Diario son las siguientes: "en lany 1459 lo Digous Sant en la nit lo Senyor Rey e Senyora Reyna cercaren les Eglesies cascu per sí; e encontrárense en Sent Joan del Mercat. E lo dit Senyor e Senyora estagueren parlant huna estona (un breve rato) ab molt gran amor.”... “Lany 1469 lo Papa a atorgat la dita perdonança a la Seu del Digous Sant, posat lo corpus en lo moniment fins lo dia de Pascua.” 

Por otra parte no ha faltado quien haya querido persuadirme que es anterior la época de este rito, asegurando que en un consejo de esta ciudad de 17 de Marzo de 1385, se permite que salgan a visitar los monumentos las malas mujeres encerradas toda la semana santa en la casa que llamaban de las Arrepentidas. Desconfiando yo de este hecho (4) busqué el documento original cuya copia incluyo, donde sólo se manda que las malas mujeres el martes santo sean recogidas y encerradas en la casa de la penitencia, donde permanezcan hasta la tarde del sábado próximo, señalándoles para su sustento diario veinte y cuatro maravedís. Ni en ese año ni en los siguientes hay memoria de la supuesta visita de monumentos; sólo constan las deliberaciones anuales para socorrerlas con dicha limosna.

En esta Metropolitana, en las parroquias de la ciudad y aun en algunos monasterios es ahora tan suntuoso el aparato de estos altares u oratorios, que no parece sino que el clero y el pueblo se han propuesto con santa emulación desagraviar al Señor de las injurias que recibió de los judíos y de los herejes de los últimos siglos. Mucho pudo influir en este buen espíritu el ejemplo del santo patriarca Juan de Ribera, devotísimo del augusto Sacramento del altar. El misal de 1509 manda que en las tres primeras ferias de la semana santa se diga la misa con ornamentos negros, y también en el jueves santo, cuando en ella no se consagra el crisma: circunstancia que hacía igualmente omitir Gloria, Credo e Ite missa est. Un códice de principios del siglo XV previene que en el viernes santo se use de ornamentos blancos, y que después de la adoración de la Cruz y de haber mostrado al pueblo la santa espina, se tomen negros. El citado misal de 1509, sin hacer mención de la espina, manda que se vistan entonces ornamentos blancos: calla igualmente la elevación de la hostia. En ambos días se decían las vísperas dentro de la misa: y en solo el jueves santo se bendecía el fuego.

Aún más entrado el siglo XVI proseguía esta que ahora nos parece extravagancia. El ordinario de 1527, y el misal de 1528 mandan que en el sábado santo todos los asistentes al altar vistan ornamentos negros hasta concluida la letanía y bendición de la fuente bautismal, y que antes de comenzar la misa induant vestes solemnes. Exceptúan de esta regla al diácono que canta la Angélica, el cual desde el principio va con dalmática blanca. En la bendición del cirio pascual se halla la comparación de María santísima con la abeja; cuando después de las palabras: apis mater eduxit, añaden: ò vere beata et mirabilis apis, cujus nec sexum masculi violant, foetus non cassant, nec filii destruunt castitatem! Sic sancta concepit virgo Maria, virgo peperit, et virgo permansit. Y esto es común en todos los códices, como creo que lo fue en toda España hasta la corrección de San Pío V. Los maitines de Resurrección se decían antes a las dos y media de la mañana, y comenzaban por el R. Christus resurgens etc. Fr. Guillermo Anglés en el tratado de Expositione missae, que se conserva MS. en el archivo de esta santa iglesia, dice que (5) a principios del siglo XIV había en algunas partes la costumbre de decirse la misa de este día a media noche, como la de Navidad. Desde Pascua hasta la Trinidad no tenían los maitines sino un solo nocturno. En la misa de la vigilia de la Ascensión del Señor conserva esta Iglesia una costumbre antigua, cuyo origen no he podido averiguar. Pónese un barreño con agua al lado derecho del crucero, y juntamente una espuerta llena de silbatos de caña para distribuir a los niños que acuden como a son de campana. El sonido de estos sencillos instrumentos llenos de agua remeda el canto de los pájaros, cuya alegría en día de tanto gozo para todo el mundo, parece que quisieron recordar los autores de este uso. Permanecen los niños tocando sus silbatos todo el tiempo que dura la misa, y no más. Tampoco he podido hallar el origen de otra ceremonia usada ya en esta iglesia los días de Pentecostés a mediados del siglo XIV. Para representar la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles (6), bajaban a la hora de misa y de vísperas una paloma en una máquina, al mismo tiempo que el pueblo arrojaba truenos con ballestas, que bien sería alguna cosa parecida a nuestros cohetes. El obispo D. Vidal de Blanes, que lo fue desde el año 1356 hasta el de 1368 (7), prohibió los dichos truenos por el daño que acarreaban al cimborio. Mas, o sea que no fuese obedecido en esta parte, o que con otros fuegos artificiales acompañasen esta ceremonia que se hacía en el presbiterio o cerca de él, lo cierto es que en el año 1469, pegándose algunas chispas al marco o adorno del altar mayor que era ya entonces de plata, se derritió todo con el voraz incendio, que no pudo atajarse (a). 

(a) Da cuenta de este suceso el Diario MS. del capellán de D. Alonso V, por estas palabras: "Diu menge a XXI de Maig dia de Pascua de cinquagesima (Pentecostés) any 1469 lo dit dia fonch feta palometa en la Seu de Valencia; e en la nit a XI hores se mes fosch (foch, foc; fuego) en laltar major de la dita Seu, hon se cremá tot lo retaule que era de argent.” 

Esto es: "el domingo 21 de Mayo día de Pascua de Pentecostés del año 1469 se hizo la ceremonia de la paloma en la Catedral de Valencia; y a las once de la noche se prendió fuego en el altar mayor de la dicha Catedral, de donde resultó quemarse todo el retablo que era de plata.” 

Acaso tan costosa experiencia hizo abandonar esta devota representación, de la cual extraño no haber hallado algún vestigio en los códices del siglo XV. Loables ingenios de la piedad para dejar más impresa en los ánimos la memoria de los sagrados misterios. Nada perdió de su reputación el ilustrado siglo XVI por haber conservado y recomendado la ceremonia de soltar el celebrante en esta misma fiesta dos palomas al entonar el coro el v. de la Alleluia; de lo cual veremos a su tiempo algunas muestras en la Iglesia de España. Tú conoces mejor que yo la sabia prudencia de la Esposa de Jesucristo en esto y en todo. A Dios. Valencia 13 de Diciembre de 1802. 

NOTAS Y OBSERVACIONES. 

(1) Conservan aún la imposición de la penitencia pública en la feria IV Cinerum. Es gran recomendación, así de esta Diócesis, como de otras de nuestra Península el fervor con que en el siglo XIV conservaban la práctica de la penitencia pública, amortiguada y casi de todo punto abolida en otras de Europa desde principios del siglo VIII. De la decadencia de la disciplina en este punto hablaba ya Roberto de Flamesburg, que murió siendo penitenciario de la de París y canónigo de S. Víctor el año 1224 (Poenitencial. p. V.); el cual después de haber dado exacta razón del método que guardaba él en la administración de la penitencia, y recomendado como sabio y piadoso las penas canónicas, doliéndose ya de la tibieza y frialdad de los penitentes, para aviso de los confesores prosigue diciendo: vix aliquem invenies qui suprascriptas, quia graves sunt et austerae, suscipiat poenitentias. Tu igitur paulatim, et paulatim eas mitigabis, ut aliquam habeat poenitens poenitentiam. Y luego añade: sanum igitur mihi videtur consilium, ut quantumcumque potes, poenitentem inducas, ut canonicam et autenticam suscipiat poenitentiam, et sic tibi, et ei bene erit. Quod si obtinere non poteris, dicas ei: frater, oportet te vel in hac vita puniri vel in purgatorio... Elige igitur tibi vel in hac vita sufficienter secundum poenitentias canonicas vel autenticas puniri, vel purgatorium acceptare. Quod si elegerit poenitens, ad petitionem ejus, et libitum et arbitrium tuum poteris canonicas mitigare poenitentias. Por el mismo tiempo, esto es, hacia los años 1215 escribió también su penitencial Pedro Pictaviense, por donde consta cuan decaído estaba ya el fervor de la penitencia respecto de los antiguos cánones, quedando su imposición al juicio de los confesores; porque dice (Poenit. fol. 3.): pro hujusmodi peccatis contra naturam... et pro adulteriis, et incestibus, et consimilibus solent injungi jejunia in pane et aqua, secundum tempus quo moratus est in peccato, et secundum alias circunstantias, vel compenset. Pro simplici fornicatione simplicia jejunia, nisi personae vel alia circunstantiae occurrant, et etiam cum ovis ei casseis. Y luego: cetera remedia, imò omnia pendent ex discretione confessorum, Y más adelante (fol. 9.): sicut moderni physici temperant antiquarum violentiam potionum; sic et nos plerumque antiquorum rigorem canonum poenitentialium; quia non possumus sustinere censuram illius temporis, quando et corpora et merita defecerunt. Tunc enim in amore Christi ferventiores erant fideles, quando recens erat corpus Christi. Ideoque et valebant et volebant, non patienter solum, sed et libenter pro Christo custodire vias duras.

Aún es más claro, si cabe, y más breve sobre este punto el testimonio de Guillermo el Obispo de París, que murió hacia la mitad del siglo XIII (lib. de Poenit. cap. penult.). Estas son sus palabras: facta autem confessione ad integrum poenitentiae arbitrariae erunt. Y en otra parte dice: cum in arbitrio confessoris et voluntate poenitentialem satisfactionem positam esse dicamus, dicimus consequenter quod in bona fide ipsius hoc positum est.

Llegó ya desde entonces a hacerse tan general esta persuasión de la arbitrariedad de las penitencias, que vino a ser axioma entre casi todos los confesores, como dice Alexandro de Hales (Summ. p, IV. q. 21. membr. 3. art. I.); quidam dicunt et ferè omnes confessores, quod omnes poenitentiae sunt arbitrariae, idest, in voluntate sacerdotis; et potest dare plus vel minus, pro voluntate suam, nec peccat: et hoc ex vi clavium. 

Esta opinión y el abuso que de ella se había hecho parece haber intentado moderar nuestro San Raymundo (Summ. lib. III, cap. de Poenit. et remiss.) coetáneo de Guillermo Parisiense, explicando la verdadera inteligencia que debe darse a la expresión in arbitrio confessoris. Nec debes, sacerdos, dice, à forma praedicta (poenitentialium canonum) recedere nisi propter causam. Et in hoc consistit ejus arbitrium, scilicet, pro qua vel pro quibus circumstantiis, et quantum et quando possit augeri vel minui poena canonica. (V. Morin. de Administ. Sacr. Poen. lib. X. c. 23. seq.) 

Estas palabras de S. Raymundo eran entonces como la voz común de la iglesia de España, cuyos sínodos y prelados en aquel siglo y en los siguientes, han clamado por la restauración de los cánones penitenciales, no en el sentido de la proposición de Pedro de Osma justamente condenada por Sixto IV: non peractam poenitentiam confitentes absolvi non debere; sino conforme al espíritu de la santa Iglesia, declarado en las palabras del concilio III de Toledo: secundum formam canonum antiquorum dentur poenitentiae, como lo demuestra el cardenal de Aguirre en su disertación sobre los cánones XI y XII del dicho concilio (excurs. II. n. 166. seq.), y que fue la práctica tan recomendada por S. Francisco Xavier (Turselin. vit. S. Franc. Xav. lib. VI. cap. 17.), y Santo Tomás de Villanueva (Serm. in fer. VI. post Dom. IV. Quadr.). De donde nació que en España se haya tenido por tan necesario al clero el estudio de estos cánones penitenciales, que llegó a decir uno de los obispos de Ciudad Rodrigo, anteriores al concilio de Trento (Andr. Hisp. Episc. Civit. mod. confit. edit. Argentinae 1508): qui canones poenitenciales ignorat, vix meretur dici sacerdos; siendo una de las glorias de nuestra Iglesia la parte que tuvo el celo de sus obispos en aquel solemne mandato de este santo concilio (Sess. XXV. decr. de ref.): sciant universi sacratissimos canones, exactè ab omnibus, et quoad ejus fieri poterit, indistinctè observandos. Merecen leerse también las reflexiones del cardenal de Aguirre sobre la deposición de Potamio, obispo de Braga, por el X concilio de Toledo, y sobre lo mandado por el XI en el capítulo IV (de disciplina antigua eccl. speciatim Hispaniae... circa lapsos in peccatum carnis, excurs. XII. seq.) 

(2) Que en ninguna parroquia se bendigan los ramos antes que en la Iglesia catedral. La rúbrica conforme está en la semana santa que poseo de 1494, intitulada Hores de la semana santa segons lo us del archibisbat de Valencia (Horas de la semana santa conforme a la práctica del arzobispado de Valencia), dice así, p. XXXI. b. en lo diumenge de rams en la sglesia cathedral nos diga altra missa sino tan solament la misa maior. E per les sglesies parrochials nos fasa la benedictio del rams fins atant que en la sglesia cathedral de aquells hajen fet la benedictio: a fi que axi ecclesiastichs com lechs sien a la proceso general, e al sermo del reverent Bisbe. Esto es: 

"el domingo de Ramos no se diga en la Iglesia catedral otra misa sino la mayor. Y en las iglesias parroquia les no se haga la bendición de los ramos hasta que se haya concluido en la catedral; para que así los eclesiásticos como los seglares asistan a la procesión general y al sermón del reverendo Obispo.” Los códices Valentinos de principio de este siglo XV previenen que la bendición de los ramos se haga sólo en la catedral, y por ningún caso en las parroquias; cuya práctica observaban otras diócesis de Occidente desde el siglo IX, en que Teodulfo, el obispo de Orleans, compuso el himno Gloria, laus et honor: pues en las estrofas de él, que hoy no se cantan, porque pertenecían sólo a la ciudad de Angers, donde se compuso, describe aquel prelado la magnífica procesión que hacían con los ramos benditos todas las parroquias y monasterios, y varias personas seculares yendo a la catedral, (V. Grancol. comm. sur le Brev. rom. part. II. c. 53.) 

Otra cosa muy señalada previene esta rúbrica acerca de la bendición de los ramos: sia feta la benedictio dels rams per lo Bisbe ò per lo sacerdot girada la cara al orient, è tenint tostems la ma stesa sobre lo poble (pág. XXXII. b. Esto es: "la bendición de los ramos hágala el obispo o el sacerdote vuelto el rostro hacia oriente, y teniendo entretanto la mano extendida sobre el pueblo.” 

(3). Cuatro niños puestos en el campanario o atrio de la Iglesia cantasen los vv. Gloria, laus &c. Este rito es tomado del misal mozárabe, donde se previene que al llegar la procesión de ramos ante januam veniae... pueri stent supra dictam portam, et cantent hunc versum &c. 

Aún después de introducido el rito romano se conservó en muchas diócesis de España, de donde pudieron haberle tomado otras de Europa, aunque con alguna variedad. El antiguo ritual de Turon dice: pueri de choro... 

ascendunt super muros portarum civitatis: et tunc clauduntur portae. Deinde incipit cantor: Gloria, laus. Respondent pueri: Israel es tu. 

El de Roven (Rouen): cum autem processio ad portam civitatis ornatam venerit, sex pueri turrim ascendant, et hos versus festive cantent Gloria, laus et honor &c.

Un misal MS. de la Iglesia de Saresbury (Salisbury), sufragánea de Cantorberi (Canterbury): septem pueri in loco eminentiori simul cantent v. Gloria, laus.

Basten estas muestras. Pudo haber dado origen a este rito la estrofa Coetus in excelsis te laudat &c.

(4) Busqué el documento original. En el volumen de deliberaciones del consejo general, entre varias del día 17 de Marzo de 1385, se lee lo siguiente: "è fò acordat è proveit concordantment en è per lo dit consell que en lo present any en la prop vinent sentmana sancta, ço es, lo dimarts per lo mati de aquella sentmana, les fembres pecadores publiques de la dita ciutat sien meses e encloses dins la casa de les dones de penitencia, e estien aqui tro al dissabte seguent en hora de vespres, et sien dats de la pecunia comuna de la dita ciutat per lo clavari d'aquella á cascuna de les dites fembres, et per cascun jorn que alli estaran, pera sa provisio XII diners.” Esto es: y fue unánimemente acordado y proveído en y por el dicho consejo que en el presente año en la próxima semana santa, a saber, el martes de ella por la mañana, las mujeres pecadoras públicas de la dicha ciudad sean puestas y encerradas en la casa de las mujeres de la penitencia, donde permanezcan hasta el sábado siguiente a la hora de vísperas: y que del tesoro común de la dicha ciudad se den por el mayordomo de ella a cada una de las dichas mujeres doce dineros para su manutención cada día de los que allí estuvieren. 

(5) A principios del siglo XIV había en algunas partes la costumbre de decirse la misa de este día (de Pascua) a media noche &c. Esta misa era probablemente la del sábado santo, que antes no se celebraba durante el día, como ni en Roma el viernes santo, para declarar la tristeza de la Iglesia (S. Braul. ep. XIV. Flor. t. XXX. p. 338): hoc biduo sacramenta non celebrantur, decía Inocenc. I (epist. ad Decent. Eugubin. Episc.) Desde fines del siglo XIV comenzó a anticiparse (consuetud. monast, Cassan. an. 1387.), por justas causas, que para ello ocurrieron. Del rito antiquísimo de celebrar esta misa del sábado por la noche queda aún vestigio en las expresiones que decimos en ella: hac potissimum nocte, hanc sacratissimam noctem. De su observancia en España, y de su origen hace memoria San Braulio (loc. laud.) diciendo: ipsam nocte eo usque celebrantur festa, quoadusque nox transeat media, qua hora et nos credimus resurrecturos, et Dominum vivos et mortuos judicatorum. De esto daremos a su tiempo varias pruebas tomadas de nuestros misales y rituales antiguos. 

(6) Bajaban... una paloma en una máquina &c. Por aquel mismo tiempo era rito común en varias Iglesias de occidente soltar palomas en la misa mayor al cantar la secuencia. Lucas cusentino añade también el rito de las lenguas de fuego, que eran pequeñas estopas encendidas: particulae subtilissimae stuppae succensae. De los truenos que acompañaban en Valencia a este rito, no he visto ejemplos en los editores de monumentos litúrgicos, mas no desconfío hallarlos en los códices de nuestras diócesis. 

(7) Prohibió los dichos truenos. La constitución del Obispo D. Vidal, en que manda que esta Ceremonia de la paloma sólo se haga en el primer día de Pentecostés con todas las circunstancias acostumbradas, a excepción de los truenos, se halla en la colección de Constituciones Valentinas, impresa en 1546 en folio. Dice así: 

Vitalis Episcopus, et capitulum.... ordinarunt quod amodo in festis Pentecostes non fiat repraesentatio emissionis Sancti Spiritus, nisi in primo festo bis, scilicet, horis missae, et vesperorum. Volentes quod horis eisdem quibus fiet repraesentatio supradicta, non fiant tonitrua cum ballistis; sed simpliciter fiat eadem repraesentatio cum universis circumstantiis suis, exceptis tonitruis, quae damnum non modicum inferunt çambario (cimborio) dictae Sedis. Alioquin si secus factum fuerit, Nos Episcopus supradictus, in laicos illos qui tonitrua facere attemptabunt, nunc pro tunc, et è contra in his scriptis excommunicationis sententiam promulgamus. Volentes nihilominus quod presbyteri seu clerici qui consenserint in praedictis, in poenam incidant, quavis vice, decem morabatinorum applicandorum operi dictae Sedis.

lunes, 8 de enero de 2018

Nit de reixos a La Ginebrosa, Chinebrosa

Nit de reixos a La Ginebrosa, Chinebrosa

Cade, s. m., cade, sorte de genevrier.
Prendetz la goma del genebre,
So es albre; e sembla pebre
Sa fruita, cant es ben madura;
A nom cade.
Deudes de Prades, Auz. cass.
Prenez la gomme du genevrier, c'est un arbre; et son fruit, quand il est mûr, ressemble au poivre; et, dans notre langage, il a nom cade.
CAT. Cade.

Nit de reixos a La Ginebrosa, Chinebrossa

La Ginebrosa es una localidad y municipio español del Bajo Aragónprovincia de TeruelAragón. Tiene un área de 80,10 km² con una población de 247 habitantes (INE 2008) y una densidad de 3,08 hab/km².

La ocupación del territorio de La Ginebrosa es antigua como lo muestran los restos de época ibérica encontrados en el Tozal de La Catma y el Castillo de Buñol. Precisamente en el castillo de Buñol la ocupación continúa en época islámica, ya que junto a los restos del castillo, están los restos de la aldea que se situaba a sus pies. 

Documentación fechada el 8 de febrero de 1272, menciona que La Ginebrosa pertenecía a Blasco de Alagón.
En 1291 Artal de Alagón dio carta puebla a los habitantes de La Ginebrosa.
En el año 1414 estaba bajo jurisdicción de la orden del Hospital de encomienda de Castellote


Su historia sigue la de la encomienda templaria y después sanjuanista de Castellote. 

En el siglo XVI hubo un intento de venta del municipio de La Ginebrosa al Conde de Aranda, pero por orden real se prohibió esta venta. Entonces pasó de la orden de San Juan de la encomienda de Castellote a la encomienda calatrava de Alcañiz

A principios del siglo XVII, en 1613, pierde parte de su término municipal al segregarse Aguaviva y Mas de las Matas, hasta entonces barrios de La Ginebrosa. En cuanto a administración, La Ginebrosa ha formado parte, de forma sucesiva, a la encomienda hospitalaria de Castellote, a la sobrecullida de Alcañiz (1446-1495), a la vereda de Alcañiz (1646) y al corregimiento de Alcañiz (1711-1833). Se constituye como Ayuntamiento en 1834 y forma parte del partido judicial de Alcañiz.

Bolero de Castellote en youtube:


Sobresale entre los monumentos la iglesia parroquial de San Bartolomé, de estilo gótico edificada en el siglo XIV. De la fábrica original se conservan el ábside y el primer tramo de naves. El resto del templo corresponde a la segunda etapa constructiva con profundas bóvedas de crucería, así como la portada a modo de templete y la torre lateral de planta cuadrada.
Dentro de la arquitectura etnológica cabe nombrar su antiguo horno de pan, las dos neveras pertenecientes a la "Ruta de las Bóvedas del Frío", los restos de la antigua presa ubicada en el cauce del río Guadalope o los Lavaderos, edificio construido en forma de "L", muy poco usual en los de la zona. Reconstruido casi en su totalidad y que mantiene el pilar central original que tiene fecha de 1816. Frente a él se alzan los restos de un antiguo molino aceitero de 1868, según reza en el escudo grabado en el arco de la puerta. 
Las fiestas más populares que se celebran en La Ginebrosa son:
  • San Antón (Fiesta de los Quintos): El fin de semana más próximo al 17 de enero se celebra San Antón en la que los Quintos son los protagonistas. Se enciende una hoguera en la que se asan longanizas y chorizos y en la Plaza Mayor se instala un mercadillo de oficios tradicionales y una muestra de productos y dulces de invierno. Cada dos años se representa la "San Antonada" , un acto teatral de la vida del santo en la que los actores son los vecinos del pueblo.
  • Semana Santa y Fiesta de la Rosca: El Jueves y viernes Santos se realizan procesiones con los tambores, bombos y trompetas de la Cofradía Santa María Magdalena. El sábado se celebra la fiesta de la Rosca, con baile y reparto de roscas, una torta de masa de pan rellena de carne en adobo y que tradicionalmente se come en el campo el Lunes de Pascua.
  • Fiesta de Las Cerezas: El último domingo de mayo o el primero de junio se celebra la fiesta de las Cerezas, una romería a la ermita de Santa María Magdalena en la huerta donde se oficia misa y los amigos y vecinos comen en los "Masos".
  • Fiestas patronales: La semana del 24 y 25 de agosto tienen lugar las fiestas mayores en honor de los patronos del pueblo, San Bartolomé y Santa María Magdalena. El programa festivo incluye actos religiosos, presentación de Reina y Damas, concursos, conciertos, actividades deportivas, cenas en las calles y verbenas en la plaza con música y baile.

lunes, 28 de diciembre de 2020

Los sans inossens, llibre quinto.

Llibre quinto.

Lo acsidén.


Al arribá lo pas dels coloms, lo siñoret Iván se instalabe al cortijo durán dos semanes, pera nestes feches, Paco, lo Baixet, ya teníe preparats los coloms y los arreos y habíe engrassat lo balansí, de modo que tan pronte com se personabe lo siñoret, corríen en lo Land Rover de un puesto a un atre, de carril en carril, reconeixén les carrasques y les bellotes, pero tal com passáen los añs a Paco, lo Baixet, se li anabe fén mes difíssil pujá a les carrasques y lo siñoret Iván, al vórel abrassat torpemen a les soques, sen enríe, la edat no perdone, Paco, lo cul escomense a pesát, es ley de vida, pero Paco, lo Baixet, per amor propi, per no doná lo seu bras a torse, pujáe al alcornoque o a la carrasca, ajudanse de una maroma, encara que se pelare les mans y lligáe lo reclam a la part mes vissible del abre, a sé possible a la copa, y desde dal, enfocabe altivamen cap al siñoret Iván los grans forats del seu nas chato, com si mirare en ells, encara valgo, siñoret, ¿no li pareix? cridabe eufóric, y, a caball de un simal, ben assentat, estiráe del cordell amarrat al balansí pera que lo colom, al fallali les cames y pedre lo equilibri, aletejare, mentres lo siñoret Iván, amagat al esperadó, escudriñabe atentamen lo sel, los desplassamens dels bandos y li advertíe, dos dotsenes de surites, templa, Paco, o be una junta de turcassos, quédat cotet, Paco, o be, les bravíes están en dansa, ojo, Paco, y Paco, lo Baixet, pos a templá, o a pará, o a ficá lo ull a les bravíes, pero lo siñoret Iván rara vegada se quedabe conforme, mes suavet, maricón, ¿no veus que en eixos estiróns me les espantes? y Paco, lo Baixet, pos mes suavet, en mes tiento, hasta que, de pronte, mija dotsena de coloms se separaben del bando y lo siñoret Iván preparáe la escopeta y dolsificáe la veu, ojo, ya doblen, y, en estos casos, los estironets de Paco, lo Baixet, se féen secs, ritmics, per a que lo colom se moguere sense desplegá del tot les ales y, conforme se aproximaben planeján los atres coloms, lo siñoret Iván se armabe, agarráe los puns y ¡pim-pam!, ¡dos, la parella! se alegráe Paco entre les rames, y lo siñoret Iván, calla la boca, tú, ¡pam-pim! ¡atres dos! chillabe Paco a dal sense pugué aguantás, y lo siñoret Iván, tanca lo pic, tú, y ¡pom-pum! ¡una que sen va a criá! se lamentabe Paco, y lo siñoret Iván, ¿no pots dixá quieta la llengua, tros de maricón? pero, entre pim-pam y pam-pim, a Paco, lo Baixet, se li adormíen les cames enganchades damún del simal y al baixá del abre, u habíe de fé a pols perque moltes vegades no sentíe los peus y, si los sentíe, notáe com formigues y cusigañes, com si foren de gaseosa, absolutamen irresponsables, pero lo siñoret Iván no reparabe en alló y lo apremiabe pera buscá una nova atalaya, pos li agradáe cambiá de puesto cuatre o sing vegades per día, de forma que, al acabá la jornada, a Paco, lo Baixet, li féen mal los muscles, y li coíen les mans pelades, y notáe agulles a les garres y teníe tot lo cos baldat, de les agujetes, a vore, que sentíe los membres com a descojuntats fora del puesto, pero, en son demá, tórnay, que lo siñoret Iván ere insassiable en los coloms, una cosa fora de serie, que li apetíe este tipo de cassera tan o mes que la de perdius en batuda, o la de
gangas a la espera, al aiguamoll, o la de turcassos a la Guita y lo cascabell, que no se fartáe lo home y, de matinet, entre dos llums, ya estabe en dansa, ¿estás cansat, Paco? sonreíe malissiosamen y afegíe, la edat no perdone, Paco, quí te u habíe de di a tú, en lo que tú has sigut, y a Paco, lo Baixet, li picabe lo orgull y pujabe als abres casi mes rápit que la vespra, encara en perill de desnucás, y amarrabe lo reclam a la copa de la carrasca o lo alcornoque, al pun mes alt, pero si los bandos se mostraben resselosos o desconfiats, pos aball, a un atra querensia, y de este modo, de abre en abre, Paco, lo Baixet, anabe agotán les seues energíes, pero dabán del siñoret Iván, que escomensabe a resselás de ell, ñabíe que fingí forsa y escaláe de pressa y cuan ya estabe casi a dal, lo siñoret Iván, ahí no, Paco, collóns, esta carrasca es mol menuda, ¿es que no u veus?, busca la atalaya com sempre has fet, no me sigues dropo, y Paco, lo Baixet, baixáe, buscabe la atalaya y un atra vegada cap a dal, hasta la copa, lo reclam a la ma, pero un matí, ara sí que la ham futut, siñoret Iván, me hay olvidat los capirots a casa, y lo siñoret Iván, que estáe aquell día llaminé, que lo sel negrejabe de coloms damún del carrascal de les Planes, va di imperiosamen, pos sega al reclam y no pergam mes tems, y Paco, lo Baixet, ¿lo sego, siñoret Iván, o li fach un capirot en lo mocadó? y lo siñoret Iván, ¿no me has sentit? y Paco, lo Baixet, sense fes de rogá, se va apretá al simal, va desplegá la navalla y en un dos per tres li va buidá los ulls al reclam y lo colom, veénse de repén sego, fée uns movimens torpes y destronats, pero eficasos, pos doblaben mes muixóns que de costum y lo siñoret Iván no se parabe en barres, Paco, has de segá a tots los coloms, ¿sens? en los dichosos capirots entre la llum y los animals no cumplixen, y aixina un día y un atre hasta que una tarde, después de semana y mija de eixí al monte, segóns baixáe Paco, lo Baixet, de una carrasca monumental, li va fallá la cama adormida y va caure, espatarrat, com un sac ple de coduls, dos metros dabán del siñoret Iván, y lo siñoret Iván, alarmat, va fotre un bot y va cridá, ¡sirás maricón, casi me aplanes! pero Paco, se retorsíe an terra, y lo siñoret Iván se va arrimá an ell y li va aguantá lo cap, ¿te has fet mal, Paco? pero Paco, lo Baixet, ni podíe contestá, que lo cop al pit lo habíe dixat sense esma, y sol se siñalabe la cama dreta en insistensia, ¡Ah, bueno, si no es mes que aixó...!, díe lo siñoret Iván, y tratabe de ajudá a Paco, lo Baixet, a ficás de peu, pero Paco, lo Baixet, cuan, al final va pugué articulá alguna paraula, va di, apoyat al trong de la carrasca, la cama esta no me aguante, siñoret Iván está com atontada, y lo siñoret Iván, ¿que no te aguante? ¡veus!, no me sigues ploramiques, Paco, si la dixes arrefredá sirá pijó, pero Paco, lo Baixet, va intentá fé una passa y va caure, no puc, siñoret, está trencada, yo mateix hay sentit cóm se tronsáe l´os, y lo siñoret Iván, tamé es mariconada, collóns y ¿quí me amarrará lo reclam ara en la junta de turcassos que ñan a les Planes? y Paco, lo Baixet, desde enterra, sentínse íntimamen culpable, va sugerí pera aplacál, igual lo Quirce, lo meu mosso, ell es habilidós, siñoret Iván, una mica tarugo pero pot servíli, y fée momos pel doló de la cama y lo siñoret Iván va doná unes passes en lo cap cacho, dudán, pero finalmen, se va arrimá una mica al cortijo, va fé bocina en les mans y va bramá una, dos, tres vegades, cada vegada mes fort, mes impassién, mes repodrit, y, com no acudíe dingú a les veus, se li va soltá la llengua y se va ficá a jurá y al remat, se va girá cap a Paco, lo Baixet, ¿segú que no te pots valdre, Paco? y Paco, lo Baixet, apoyat al trong de la carrasca, mal u vech, siñoret Iván, y, de repén, va assomá lo mosso gran de Facundo per la tanca de la corralada y lo siñoret Iván va traure de la burchaca un mocadó blang y lo va ventejá repetidamen y lo mosso de Facundo va contestá movén los brassos com aspes de molí y al cap de un cuart de hora, ya estabe bufán aon ells, que cuan lo siñoret Iván cridabe, ñabíe que donás pressa, ya se sabíe, sobre tot si anáe en la escopeta, y lo siñoret Iván li va ficá les mans als muscles y li va apretá pera que veiguere la importánsia de la seua misió y li va di, que ne vinguen dos, ¿sens?, los que siguen, pera ajudá a Paco que se ha fet mal, y lo Quirce pera acompañám a mí ¿u has entés? y segóns parlabe, lo mosso, de ulls vius y pell renegrida, assentíe y lo siñoret Iván va indicá en la barbilla a Paco, lo Baixet, y va di a modo de aclarassió, lo maricón dell se ha futut una costellada, ya veus qué oportú, y, al rato, ne van acudí dos del cortijo y se van emportá a Paco estés a una camilla y lo siñoret Iván se va embutí pel carrascal en lo Quirce, tratán de conectá en ell, pero lo Quirce, chitón, sí, no, pot sé, a lo milló, furo, reconsentrat, hermétic, que mes pareixíe mut pero, a cambi, lo tío teníe maña en lo reclam, que ere un virtuós, que sol calíe díli, fort, suavet, templa, sec, pera que acatare rigurosamen la orden, y los seus movimens eren tan pressisos, que les turcassos doblaben sense desconfiansa damún del reclam y lo siñoret Iván, ¡pim-pam!, ¡pam-pim!, disparáe sense pará, que no donabe abast, pero errabe una y un atra vegada y, a cada errada, soltáe sapos y serps per la boca, pero lo que mes li enrabiabe ere que, en justissia, no podíe fótreli les culpes a dingú y, ademés de aixó, li fastidiabe que lo Quirce fore testigo de les seues errades y li díe, lo cas de ton pare me ha ficat ñirviós, sagal, en tota la vida no hay fallat tan com avui y lo Quirce, camuflat entre les fulles, contestáe indiferén, pot sé, y lo siñoret Iván se desfée, no es que puga o dixa de pugué, collóns, es una verdat com un templo, lo que te estic dién va a missa, y ¡pim-pam! ¡pam-pim! ¡pom-pum!, ¡un atre maricón a criá! bramáe lo siñoret Iván, y lo Quirce, a dal, en silénsio, cotet y parat, com si no anare en ell y, en cuan van torná al cortijo, lo siñoret Iván va passá per casa de Paco, ¿cóm anem, Paco? ¿cóm te trobes? y Paco, lo Baixet, tirán, siñoret Iván, teníe la cama estesa damún de un taburet y lo turmell gros, unflat, com un bot, es una ferida roína, ¿no va sentí esbadocás l´os? pero lo siñoret Iván anáe a lo seu, en tota la vida no hay errat mes coloms que este matí, Paco, ¡quínes coses!, pareixía un prinsipián, ¿qué haurá pensat lo teu sagal? y Paco, lo Baixet, a vore, los ñirvis, natural, y lo siñoret Iván, natural, natural, no buscos excuses, ¿de verdat te pareix natural, Paco, en les hores de vol que yo ting, errá una surita atravessada, de aquí al geranio? ¿eh? dis, Paco, ¿es que me has vist errá alguna vegada un colom atravessat de aquí al geranio?, y lo Quirce detrás dell, encantat, aburrit, lo ram de coloms a una ma y la escopeta enfundada al atra, sompo, silensiós, y, en éstes, va apareixe a la porta de la casa, daball del emparrat, lo Azarías, descals, los peus bruts, los pantalóns caiguts, sonrién en les genives, remugán com un cachorro, y Paco, una mica alterat, lo va señalá en un dit formulariamen, aquí, lo meu cuñat, va di, y lo siñoret Iván va analisá atentamen al Azarías, sí que tens una familia apañada, va comentá, pero lo Azarías, com atragut per una forsa magnética, se anabe arrimán a la percha y mirabe golut cap als coloms morts y de pronte, los va tocá, y los examinabe un per un, los furgabe les potes y lo pic, pera comprobá si eren jóvens, o vells, mascles o femelles, y, al cap de un rato, va eixecá los seus ulls adormilats y los va encará en los del siñoret Iván, ¿vol que los hi desploma? va preguntá expectán, y lo siñoret Iván, ¿es que saps desplomá coloms? y va di Paco, lo Baixet, home, no ne ha de sabé, si en tota la vida no ha fet datra cosa, y, sense mes explicassións, lo siñoret Iván, va pendre la percha de mans del Quirce y lay va doná al Azarías, tin, va di, y, cuan los tingues, los hi portes a doña Purita, de la meua part, ¿ten enrecordarás?, en cuan a tú, Paco, dónat pressa, mon anem a Cordovilla, aon lo meche, no me agrade eixa cama y lo 22 tenim batuda, y entre lo siñoret Iván, lo Quirce y la Régula, van acomodá a Paco, lo Baixet, al Land Rover y, una vegada a Cordovilla, don Manuel, lo dotó, li va paupá lo turmell, va intentá móurel, li va fé dos radiografíes y, al acabá, va enarcá les selles, ni nessessito vóreles, lo peroné, va di, y lo siñoret Iván, ¿qué?, está tronsat, pero lo siñoret Iván, se resistíe a admití les paraules del meche, no me fótegues, Manolo, lo 22 tenim batuda a la finca, yo no puc pressindí de ell, y don Manuel, que teníe los ulls mol negres, mol juns y mol penetrans, com los de un inquisidó, y lo clatell recte, com si lay hagueren allisat en una plana, va alsá los muscles, yo te dic lo que ña, Iván, después tú fas lo que te dono la gana, tú eres lo amo de la burra y lo siñoret Iván va torse la boca, contrariat, no es aixó, Manolo, y lo dotó, de momén no puc fé datra cosa que ficáli una férula, aixó está mol inflamat y escayolán no adelantaríem res, dins de una semana lo tornes a portá aquí, y Paco, lo Baixet, callabe y mirabe ladinamen a un y al atre, estes fractures de maléolo no son graves, pero donen guerra, u séntigo, Vanet, pero tindrás que agensiát un atre secretari, y lo siñoret Iván, después de uns instans de encantamén, menuda mariconada, escolta, y lo cas es que encara estic de sort, va caure aixina de prop de mí, indicabe la vora de la alfombra, lo maricón no me ha desnucat de milagre, y, al cap de uns minuts de conversa, van torná al cortijo y, passada una semana, lo siñoret Iván va passá a replegá a Paco, lo Baixet, en lo Land Rover y van torná a Cordovilla, y antes de que lo dotó li traguere la férula, lo siñoret Iván li va di, ¿no podríes ingeniáteles, Manolo, pera que lo 22 puguere váldres?, pero lo dotó movíe enérgicamen lo seu clatell aplanat, negán, pero si lo 22 es después demá com qui diu, Iván, y este home té que está coranta sing díes en lo alchés, aixó sí, pots comprali un parell de gayates o muletes pera que dins de una semana escomenso a moures per dins de casa, y una vegada acabat lo engessá, Paco, lo Baixet, y lo siñoret Iván van empendre la tornada cap al cortijo y anaben en silensio, distansiats, com si algún llas fundamental acabare de trencás entre ells, y de cuan en cuan, Paco, lo Baixet, suspirabe, sentínse responsable de aquella quebra y intentabe diluí la tensió, créguem, que mes u séntigo yo, siñoret Iván, pero lo siñoret Iván, los ulls fixos mes allá del vidre del parabrises, conduíe en les selles caches, sense di paraula, y Paco, lo Baixet, sonreíe, y fée un esfors pera moure la cama, ya pese este chisme, ya, afegíe, pero lo siñoret Iván seguíe inmóvil, pensatiu, sorteján los grasons y baches, hasta que a la cuarta tentativa de Paco, lo Baixet, se va dispará, mira, Paco, los meches poden di missa, pero lo que tú tens que fé, es no dixát, esforsát, caminá, ma yaya, que gloria tingue, se va dixá, y tú u saps, coixa pera sempre, en estos casos, en gayates o sense gayates, ña que móures, eixí al campo, encara que faigue mal, si te dixes ya estás sentensiat, te u dic yo, y, al franquejá la tanca del cortijo, se van topá al pati en lo Azarías, la gralleta al muscle, y lo Azarías, al escoltá lo motor, se va girá cap an ells y se va arrimá a la ventanilla o finestreta de dabán del Land Rover y sen enríe mostrán les genives, babeján, no va volé anássen en les milanes, ¿verdat, Quirce? díe, acarissián a la gralleta, pero lo Quirce callabe, mirán al siñoret Iván en les seues nines fosques, redones, com les de una pitorra, y lo siñoret Iván se va apeá del coche fascinat per lo muixó negre posat damún del muscle del Azarías, ¿es que tamé saps amaestrá muixóns? va preguntá, y va estendre lo bras en lo propósit de agarrá la gralleta, pero la muixona va soltá un «quiá» de temó y va volá hasta lo alero de la capella y lo Azarías sen enríe, movén cap als costats les barres, se acobarde, va di, y lo siñoret Iván, normal, soc extrañ, no me coneix, y eixecabe los ulls cap al muixó, y ¿ya no baixe de ahí? va inquirí, y lo Azarías, que no baixe, atento, y la seua gola va modulá un «quiá» avellutat, untuós, y la gralla va pendulejá uns instans, inquieta, damún de les seues potes, va ataullá la corralada y, finalmen, se va llansá al buit, les ales ubertes, planeján, describín dos sirculs al voltán del automóvil, se va posá damún del muscle del Azarías, y se va ficá a escarbá al seu clatell, embutín lo pic entre lo seu pel canós, com si lo despollare, y lo siñoret Iván, assombrat, aixó es collonut, vole y no cole, y Paco, lo Baixet se va arrimá renqueján cap al grupo y va di, dirigínse al siñoret Iván, a vore, la ha criat ell y está enseñada, vosté vorá, y lo siñoret Iván, cada vegada mes interessat y ¿qué fa este bicho durán lo día? y Paco, lo Baixet, miro, lo que tots, trau suro dels alcornoques, busque vidres o cristals, se afile lo bec a la pedra del abeuradó, fa una michdiada al oró, lo animalet passe lo tems com pot, y, conforme parlabe Paco, lo siñoret Iván observabe al Azarías, y, al cap de un rato, va mirá a Paco, lo Baixet, y li va di a mija veu, dixán rellissá les paraules per lo muscle, com si parlare en ell mateix, dic, Paco, que en estes mañes que se gaste, ¿no siríe ton cuñat un bon secretari? pero Paco, lo Baixet, va negá en lo cap, va descansá lo cos damún del peu esquerro pera siñalás la pulsera en la ma dreta y va di en lo colom podríe sé, pera la perdiu es curtet, y, a partí de eixe día, lo siñoret Iván visitabe cada matí a Paco, lo Baixet y lo insitabe, Paco, moute, collóns, no te dixos, que mes pareixes un paralític, no olvidos lo que te vach di, pero Paco, lo Baixet, lo mirabe en los seus melancólics ulls de perdigué dolentet, qué fássil se diu, siñoret Iván, y lo siñoret Iván, mira que lo 22 está damún, y Paco, lo Baixet, y ¿qué li ham de fé?, mes u séntigo yo, siñoret Iván, y lo siñoret Iván, mes u séntigo yo, mes u séntigo yo, mentira podrida, lo home es voluntat, Paco, collóns, que no vols enténdreu y, aon no ña voluntat, no ña home, Paco, desengáñat, que has de esforsát encara que te faigue mal, si no no farás may vida de tú, te quedarás inútil pera sempre, ¿sens?, y lo instabe, lo apremiabe, lo urgíe lo siñoret Iván, hasta que Paco, lo Baixet, farfullabe entre plos, en cuan apoyo lo peu es com si mel serraren en un serrucho, no veigue quín doló, siñoret Iván, y lo siñoret Iván, aprensións, Paco, aprensións, ¿es que no pots ajudát en les muletes? y Paco, lo Baixet, ya veu, a pas lento y per lo pla, pero va vindre lo día 22 y lo siñoret Iván, erre que erre, se va presentá al alba a la porta de Paco, lo Baixet, en lo Land Rover marrón, venga, amún, Paco, ya caminarem en cuidado, tú no te preocupos, y Paco, lo Baixet, que se va arrimá an ell en serta retissénsia, en cuan va aulorá lo sebo de les botes y lo timó y lo espígol dels baixos dels pantalóns del siñoret, se va olvidá de la seua cama y va montá al coche mentres la Régula ploriquejabe, a vore si aixó mos donará que parlá, siñoret Iván, y lo siñoret Iván, tranquila, Régula, tel tornaré sansé, y a la Casa Gran, exultaben los siñorets de Madrid en los preparatius, y lo siñó Ministre, y lo siñó Conde o Comte, y la siñoreta Miriam, que tamé li agradabe lo tiro en batuda, y tots, fumaben y eixecaben la veu mentres amorsaben café en migues y, conforme va entrá Paco al minjadó va pujá la euforia, que Paco, lo Baixet, pareixíe polarisá lo interés de la batuda, y cada un per lo seu costat, ¡home, Paco! ¿cóm va sé pera caure, Paco, collóns? claro que pijó haguere sigut trencát los nassos, y lo Embaixadó tratabe de exposá a mija veu al siñó Ministre les virtuts cinegétiques de Paco, lo Baixet, y Paco procurabe atendre a uns y als atres y subrayabe adelantán les muletes, com ficanles per testigos, disculpon que no me descubrixca, y ells, faltaríe mes, Paco, y la siñoreta Miriam, sonrién en aquella sonrissa uberta y lluén, ¿tindrem bon día, Paco? y dabán de la inminensia del vatissini, se va obrí un silénsio entre los invitats y Paco, lo Baixet, va sentensiá, diriginse a tots, lo matí está ras si les coses no se torsen yo me penso que entrarán pesses, y, en éstes, lo siñoret Iván, va traure de un caixonet de la arqueta florentina lo estuche de cuero, ennegrit per lo manosseo y lo tems, en les laminetes de nácar, com si fore una pitillera o sigarrera y algú va di, ha sonat la hora de la verdat, y, un a un, seremoniosamen, com cumplín una vella seremonia van agarrá una lamineta en lo número amagat a la punta, rotarem de dos en dos, va advertí lo siñoret Iván, y lo siñó Conde va sé lo primé en comprobá la seua lamineta y va exclamá en veu forta, ¡lo nou! y, sense doná explicassións, tontamen, va escomensá a palmotejá, y en tan entusiasme se aplaudíe y tanta satisfacsió irradiabe la seua cara, que lo siñó Ministre se va arrimá an ell, ¿tan bo es lo 9, Conde? y lo siñó Conde, ¿bo?, tú me dirás, Ministre, un roquissal, a la caiguda de un collet, a la valleta, se despenjen com a tontes y cuan se volen vore ni tems los done de eixecás, 43 ne vach despenjá lo añ passat an eixe puestet, y, mentrestán, lo siñoret Iván, anabe anotán a una agenda los noms de les escopetes en los números corresponéns, y una vegada que va apuntá lo radé, va guardá la agenda a la burchaca alta del chaleco-canana, arreém, que se fa tart va apremiá, y cadaú va montá al seu Land Rover en los secretaris y lo joc de escopetes bessones y los morrals dels cartuchos, mentres Crespo, lo Guarda Majó, acomodabe als esbarradós, los cornetes, y los abanderats, als remolques dels tractós y, al final, tots se van ficá en marcha, y lo siñoret Iván mostrabe en Paco, lo Baixet, tota serie de miraméns, que no es un di, que lo arrimabe a la pantalla en lo jeep encara que no ñagueren roderes, a campo través, pel erm, inclús, si ere pressís, vadeján corréns de aigua, en tot cuidado, tú, Paco, espérat aquí, no te mogues, vach a amagá lo coche detrás de eixes carrasques, o sigue, que tot anabe be, lo únic lo cobrá, pos Paco se desenvolvíe torpemen en les muletes, se atrasabe, y los secretaris dels puestos veíns, aprofitánse de la seua lentitut, li trincaben los muixóns morts, siñoret Iván, lo Ceferino se emporte dos perdius que no son seues, se lamentabe, y lo siñoret Iván, cabrejat, Ceferino, vinguen eixes dos perdius, me cago en la mare que te va parí, a vore si lo peu de Paco ha de serví pera que ton burléu de un pobre inútil, cridabe, pero, datres vegades, ere Facundo y, datres, Ezequiel, lo Gorriné, y lo siñoret Iván no podíe contra tots, impossible luchá en eficassia a tots los frentes, y cada vegada mes fart, de pijó humor, ¿no pots mouret una mica mes depressa, Paco, collóns? pareixes una apissonadora, si te descuides te robarán hasta los cansonsillos, y Paco, lo Baixet, procurabe fé un esfors, pero los collets en rostolls dificultaben los seus moviméns, no li permitíen apoyá pla lo peu, y, en una de éstes, ¡crac!, Paco, lo Baixet, an terra, com un sapo, ¡ay siñoret Iván, que me se ha tornat a tronsá l´os, que lay sentit!, y lo siñoret Iván, que per primera vegada a la historia del cortijo, portabe a la tersera batuda sing muixóns menos que lo siñó Conde, se va arrimá an ell fora de sí, traén pestes per la boca, ¿qué te passe ara, Paco, collóns? ya es molta mariconería aixó, ¿no te pareix? pero Paco, lo Baixet, insistíe desde enterra, la cama, siñoret, se ha tornat a tronsá l´os, y los juraméns del siñoret Iván se sentíen hasta a Cordovilla, ¿es que no pots meneját? intenta, al menos, ficát de peu, home, pero Paco, lo Baixet, ni u intentabe, tombat a una bocha, se aguantabe la cama esbadocada en les dos mans, sense atendre als juraméns del siñoret Iván, per lo que, al final, lo siñoret Iván, va claudicá, de acuerdo, Paco, ara te arrime Crespo a casa, te gites y, a la tarde, cuan acabem, te portaré aon don Manuel, y, hores mes tard, don Manuel, lo meche, se va incomodá al vórel, podríe vosté ficá mes cuidado, y Paco, lo Baixet, va intentá justificás, yo... pero lo siñoret Iván teníe pressa, lo va interrompre o interrumpí, aviva Manolo, ting sol al Ministre, y lo dotó enfadat, ha tornat a fracturá, lógic, una soldadura de brot verd, inmovilidat absoluta, y lo siñoret Iván, ¿y demá? ¿qué faré demá, Manolo? no es un capricho, te u juro, y lo dotó, mentres se traíe la bata, fes lo que vullgues, Vanet, si vols desgrassiá an este home pera lo que li quede de vida, allá tú, y ya al Land Rover marrón, lo siñoret Iván, pensatiu y silensiós, enseníe sigarros y algún caliqueño tot lo tems, sense mirál, tal que si Paco, lo Baixet, u haguere fet a posta, tamé es mariconada, repetíe, entre dens, de cuan en cuan y Paco, lo Baixet, callabe, y notabe la humitat de la nova escayola a la pantorrilla, y, al crusá lo de les Tapes, van eixí aullán los mastins detrás del coche, y, en los clapits, lo siñoret Iván va pareixe eixí del seu encantamén, va sacsá lo cap com si vullguere expulsá un fantasma y li va preguntá a Paco, lo Baixet, de sopetón, ¿quín dels teus dos chics es mes espabilat? y Paco, los dos van a una, y lo siñoret Iván, lo que me va acompañá en lo reclam al colom, ¿cóm se diu?, lo Quirce, siñoret Iván, es mes de monte, y lo siñoret Iván, después de una paussa, tampoc se pot di que sigue mol parladó, y Paco, pos, no siñó, aixina les gaste, coses de la juventut, y lo siñoret Iván, mentres enseníe un atre sigarro, ¿pots dim, Paco, qué vol la juventut de ara que no está a gust a cap puesto? y, al matí siguién, lo siñoret Iván, a la pantalla, se sentíe incómodo dabán del tenso hermetisme del Quirce, de la seua olímpica indiferensia, ¿es que te aburrixes? li preguntabe, y lo Quirce, miro, ni me aburrixco ni me dixo de aburrí, y tornabe a guardá silensio, com si estare lluñ de la batuda, pero carregabe rápidamen y en seguridat les escopetes bessones y localisabe sabiamen, sense cap error, les perdius derribades, pero, a la hora de cobrales, se mostrabe fluixet, condessendén dabán de la avidés insassiable dels secretaris veíns, y lo siñoret Iván bramabe, Ceferino, maricón, no te aprofitos de que lo chic es nou ¡venga, dónali eixe muixó! y, cuberts per la pantalla, que ere una situassió casi doméstica que invitabe a la confidensia, lo siñoret Iván intentabe guañás al Quirce, insuflali una miqueta de entusiasme, pero lo mosso, sí, no, pot sé, a lo milló, miro, cada vegada mes lluñá y aspre, y lo siñoret Iván anabe carreganse com de electrissidat, y aixina que va acabá la cassera, al ample minjadó de la Casa Gran, se va desahogá o desaufegá, los jovens, dic, Ministre, no saben ni lo que volen, que en esta beneita pas que disfrutam los ha resultat tot massa fássil, una guerra los donaba yo, tú me dirás, que may han viscut com viuen avui, que a dingú li falte sing duros a la burchaca, que es lo que yo penso, que lo tindre los fa orgullosos, que ¿qué diréu que me ha fet lo sagal de Paco esta tarde?, y lo Ministre lo mirabe sense girá lo cap, en la coeta del ull, mentres devorabe en ganeta lo solomillo, sol lo milló del llom, y se passabe cuidadosamen la servilleta blanca per los labios, tú dirás, y lo siñoret Iván, mol sensill, al acabá la cassera, li allargo un billet de sen, vin durets, ¿no?, y ell, dixo, no se molesto, que yo, te prens unes copes, home, y ell, grássies, li hay dit que no, bueno, pos no va ñabé manera, ¿qué te pareix?, que yo recordo abáns, bueno, fa cuatre díes, son pare, Paco, dic, grássies, siñoret Iván, o per moltes vegades, siñoret Iván, un atre respete, que se diríe que avui als jovens los moleste asseptá una jerarquía, pero es lo que yo dic, Ministre, que a lo milló estic equivocat, pero algúns mes y datres menos tots tenim que acatá una jerarquía, uns deball y datres damún, es ley de vida, ¿no? y la concurrensia se va quedá uns minuts en suspens, mentres lo Ministre assentíe y mastegabe, sense pugué parlá, y, una vegada que va tragá lo bossí, se va torcá los labios delicadamen en la servilleta blanca y va sentensiá, la crissis de autoridat afecte avui a tots los nivells, y los minjadós van aprobá les paraules del Ministre en cabotades adulatories y frasses de assentimén, mentres la Nieves cambiabe los plats, retirabe lo brut en la ma esquerra y ficáe lo llimpio en la dreta, la mirada discreta, los labios inmóvils, y lo siñoret Iván seguíe les evolussions de la chica en atensió, y, al arribá aon ell, la va mirá de ple, descaradamen, y la mosseta se va ensendre tota y va di, entonses, lo siñoret Iván, ton germá, dic, chiqueta, lo Quirce, ¿pots dim per qué es tan furo? y la Nieves, cada vegada mes sofocada, va alsá los muscles y va sonriure, y, finalmen, li va ficá lo plat llimpio per lo costat dret en ma tremolosa, y va aná despistada tota la sena y, a la nit, a la hora de gitás, lo siñoret Iván va torná a cridala, chiqueta, estira de esta bota, ¿vols?, ara li ha donat per di que no y no ña forma de tráuremela, y la chiqueta va estirá de la bota, primé de la punta y, después, del taló, punta-taló, punta-taló, com a la jota, basculán, hasta que la bota va eixí y entonses, lo siñoret Iván va eixecá en perea la atra cama hasta la descalsadora, ara l´atra, mosseta, ya fes lo favor sansé, y cuan la Nieves va traure l´atra bota, lo siñoret Iván va descansá los peus damún de la alfombra, va sonriure imperseptiblemen y va di, mirán a la mosseta, ¿saps, chiqueta, que te has fet dona de repén y te se ha ficat una figura mol maja? y la Nieves, avergoñida, roija, en un fil de veu, si lo siñoret no nessessite datra cosa... pero lo siñoret Iván va arrencá a riure, en la seua rissa franca, cap dels fills eixiu a ton pare, a Paco dic, chiqueta, ¿es que tamé te moleste que te comboya y elogia la teua figura? y la Nieves, no es aixó, siñoret Iván, y, entonses, lo siñoret Iván va traure la sigarrera del bolsico, va pegá un cop aun sigarro contra nella y lo va ensendre,

Desideri Lombarte
¿cuáns añs tens, chiqueta? y la Nieves, vach pera quinse, siñoret Iván, y lo siñoret Iván va apoyá lo clatell al respaldo de la butaca y va traure lo fum en tenues volutes, de esplay, recreanse, verdaderamen no ne son mols, pots retirát, va admití, pero cuan la Nieves alcansáe la porta la va cridá, ¡ah! y disli a ton germá que pera la próxima no sigue tan aspre, chiqueta, y va eixí la Nieves, pero a la cuina, fregán los cacharros, no podíe pará cota, esguelláe algún plat, va fé trossets o añicos una fon, que la Leticia, la de Cordovilla, que pujáe al cortijo en ocasió de les batudes, li preguntabe ¿se pot sabé qué te passe esta nit, chiqueta? pero la Nieves callabe, que no ixíe del seu desconsert, y cuan va acabá, tocades ya les dotse, al atravesá lo jardí, camí de casa seua, va descubrí al siñoret Iván y a doña Purita casi minjanse a la llum de la lluna daball de la pérgola del sopadó.

lunes, 15 de enero de 2018

Puigdemont, langosta, champagne

Com escriu David Lozano a 'EsDiario', que es qui ha eixecat la liebre, no se veu massa preocupat al expresidén catalá a díes del pleno de investidura: "Viu a tot lujo fotenli al 'amarc' champagne y la 'freda' langosta del exili".
Carlos Puchdemón passe estos díes a la capital belga aparenmén al marge de los problemes judissials que lo acassen y desconectán de la complicada situassió política que viu Cataluña a 3 díes del primé pleno del Parlamén después de les elecsións del 21-D

Lo fugit se divertíe este cap de semana a un exclusiu restaurán de Bruselas, Carnivore Grill, que está al carré Quai aux Briques 18, a la vora de la séntrica plassa de Sainte-Catherine.
Tal y com se pot apressiá a la foto que publique en exclusiva ESdiario, lo ex mandatari catalá no s'ha estat de res an este restaurán car y lo seu menú ha sigut prinsipalmén, ademés de atres entráns, champagne (no importe que no sigue cava catalá) y una suculenta langosta.
Choque la imache gourmet de Puchdemón pensán en lo rancho carselari de cap de semana que haurán mastegat a la presó los seus compañs golpistes Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sánchez.
Puchi: "Lo primé que faré es enviá a España a la m..."


martes, 26 de marzo de 2019

Fes lo que yo diga pero no faigues lo que yo faiga

Los dirigéns cataláns que defenen la inmersió (menos per als seus fills)

https://gaceta.es/espana/dirigentes-catalanes-inmersion-linguistica-mas-junqueras-montilla-rahola-20180220-0650/



Fes lo que yo diga pero no faigues lo que yo faiga, Arturo Mas, Oriol Junqueras





Imposen lo modelo de ‘inmersió lingüística’, defenen la seua nessessidat per a presservá lo catalá, pero los seus fills y filles estudien a colegios privats o escoles privades.

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Estos días se debate la incorporación de una casilla en las matriculaciones para el próximo curso que dará opción a los padres a elegir que sus hijos estudien en castellano. Hasta el momento el catalán había sido impuesto como lengua vehicular, relegando el castellano a una materia residual.
A pesar de la ley y de las sentencias judiciales que fijan la obligatoriedad de cursar un 25% de materias en castellano, sólo hay 12 escuelas en toda la región que cumplen. Para acabar con esta situación –y como medida electoralista ahora que Ciudadanos sube en las encuestas- el Gobierno del PP ha puesto sobre la mesa la libertad de elección de los padres, un derecho constitucional que se ha obviado en Cataluña.
Los partidos separatistas y los socialistas -impulsores de este modelo lingüístico- han salido a criticar la iniciativa del PP. Todos coinciden en que enseñar en castellano dividirá a los niñosy que el partido del Gobierno -residual hoy en el Parlament- no tiene potestad para modificar el sistema educativo.

Así educan los nacionalistas a sus hijos

Pero, quienes defienden el modelo de inmersión lingüística, ¿lo aplican en su casa? El conocido blog Dolça Catalunya ha hecho un repaso de algunos primeros espadas del mundo ‘indepe’ y la educación que ofrecen a sus hijos.
El expresidente catalán Artur Mas tiene la suerte de dominar otros dos idiomas además del castellano y el catalán. Habla con fluidez inglés y francés gracias a su educación en el elitista Liceo Francés. Para sus hijos eligió la escuela Aula, cuyo precio es de alrededor de mil euros mensuales por alumno. Lo curioso del centro elegido por el expresidente regional para sus vástagos es que no emplea el catalán como lengua vehicular.
El propio centro explica en su web que ‘’el proyecto incluye el uso de las cuatro lenguas (castellano, catalán, inglés y francés) como vehiculares para cursar diferentes materias’’.
Oriol Junqueras publicaba un mensaje hace unos días en su cuenta de Twitter en el que decía lo siguiente: ‘’La escuela catalana es un patrimonio que hemos de construir entre todos. Y entre todos hemos de preservarla. Ayudemos a los docentes en su misión de educar a las futuras generaciones’’.
Missatge de Junqueras:
"L'Escola Catalana és un patrimoni que hem construït entre tots. I entre tots l'hem de preservar. Ajudem els docents en la seva tasca d'educar a les futures generacions."
Si no hi ha referéndum em declaro en vaga de fam
Si no hi ha referéndum em declaro en vaga de fam

El exvicepresidente, en prisión desde hace unos meses acusado de rebelión, defiende con empeño el modelo educativo catalán pero, como Artur Mas, también ha elegido educar a sus hijos en la privada. Junqueras cursó sus estudios en el Liceo Italiano, donde, recuerdan desde Dolça Catalunya, no hay inmersión lingüística.
Para justificar que sus hijos acudan al mismo centro que él, en una entrevista en La Vanguardia en 2012 Junqueras afirmó que se trata de una cuestión de ‘’tradición familiar’’.

Y los impulsores del modelo de inmersión lingüística

Montilla es el padre del modelo educativo catalán,Montilla es el padre del modelo educativo catalán, impulsado durante su etapa al frente del tripartito. Pero sus hijos estudiaron en el Colegio Alemán de Barcelona Santo Alberto Magno donde, sorpresa, solo se imparte una hora de catalán a la semanaAsí lo confesó la esposa del expresidente, Anna Hernández, en unas memorias: ‘’Dan poco catalán, ésta es la verdad, una hora a la semana es poquísimo. Pero bueno, ya lo supliré yo más adelante. Prefiero que sepan alemán’’.
‘’Sólo por saber alemán ya encontrarán trabajo. Es como tener una carrera’’, confesaba también la esposa de José Montilla. Hace unos años La Gaceta publicó también que muchos de los consejeros del tripartito que impuso la inmersión lingüística optaron por educar a sus hijos alejados de este modelo. Son los caso de la entonces vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre; el exsecretario de organización del PSC, José Zaragoza; el exconsejero de Política Territorial, Joaquim Nadal; o la exconsejera de Trabajo, Mar Serna.
Y ya por último está Pilar Rahola, una de las separatistas más activas en Twitter. En los últimos días ha defendido con uñas y dientes la Educación catalana y ha cargado contra quienes pretenden que sus hijos estudien es castellano. Hace unos años llamó ‘’cerda y ruin’’ a Celia Villalobos en un tertulia televisiva por desvelar que la periodista llevaba a su hija a un internado privado en Suiza.
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