Mostrando las entradas para la consulta Gerona obispo ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Gerona obispo ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Carlos V, Carlos I, a Juan de Margarit, obispo de Gerona.

Carlos V, Carlos I, a Juan de Margarit, obispo de Gerona

//


XIII.

Exemplum epistolae Caesaris Caroli quinti, Hispaniarum Regis ad Reverendissimum Dominum Johannem a Margarit, Episcopum Gerundensem. (Vid. pág. 83.)

Ex Act. capitular. Capit. eccles. Gerund.

(N. E. Caesaris: Kaiser o Káiser: César, emperador Carlos V, Carlos I de España, hijo de Juana “la loca” y Felipe "el hermoso" de Habsburgo.
El texto está en castellano, su lengua materna, por si alguien duda de que lo supiese hablar; escribir lo solían hacer sus escribas, secretarios, &c.
Se conserva la ortografía tal como Villanueva la copió)


EL REY.

Reverendo in Christo Padre Obispo amado consejero nuestro. Ya teneis entendida la instancia que continuamente havemos hecho por la celebracion del concilio general conforme á la grand necesidad que en la iglesia havia de semejante remedio, y como á nuestra supplicacion la Santidad del Papa Paulo defuncto le convocó en Trento, como lugar mas comodo y á proposito, y tratado y concertado assi para satisfazer á los stados de Germania, que siempre han pretendido que pues se congregava principalmente por las necessidades de su provincia, se habia de elegir lugar de la misma nation. Y approbando la convocacion en el dicho lugar se han sometido á la determinacion del concilio que en él se celebrasse, donde como sabeis se continuó por algund tiempo, hasta que por los respetos y causas que entonces se ofrecieron se anduvo tratando de la translacion que ha sido causa de tan larga suspension, sin que se pudiese en tiempo del dicho Papa Paulo III, aunque lo procuramos con la instancia y diligencia que nos fue possible, dar en ello ningun remedio. Y porque despues de tan grandes trabajos y gastos como havemos padecido y os son notorios para reducir á los desviados de la fe á la submission y determinacion del dicho concilio; y habiéndose obtenido que los de la Germania se hayan sometido al que es convocado en Trento, se ha instado siempre por nuestra parte por la prosecucion dél en el dicho lugar y la Santidad del Papa Julio III, movido por et zelo del servicio de Dios y bien de su universal Iglesia, cuya es la causa; y conociendo señaladamente quanto importa el remedio de la Germania, ha subvenido á la dicha necessidad haviendole dado en la dicha ciudad de Trento y expedidose ya la bulla de la reduction y prosecution dél, siendo necessario que para primero de mayo del año siguiente de quinientos cinquenta y uno, que como vereis por el traslado de la dicha bulla, es el dia en ella señalado para comenzar á proseguir el dicho concilio, todos los Prelados de la christiandat que son obligados comparecer de derecho ó costumbre, se hallen alli juntos y congregados, como quiera que holgaramos que vuestra persona por las letras y experiencia que en ella concurran no dexará de hallarse presente; haviendo respecto á que por vuestra edad terneis sufficiente excusa, nos ha parecido todavia avisaros del stado en que sta el negocio, para que siendo de la importancia que es, mireis de hazer luego election de una persona docta para embiarla á Trento, y que parta en tiempo que pueda ser allá á principio de abril ó mediado el mes, con poder tan bastante como se requiere para no solamente excusar vuestra venida por et impedimiento susodicho, mas aun para comparecer en vuestro nombre en caso que se acordasse de admetir en concilio los votos de los legitimamente impedidos, que demas de cumplir con lo que sois obligado, nos ternemos en ello por muy servido. Datum en Augusta á XXI de diziembre de MDL (1550). Y darnos eis aviso de como lo complireis assi. = Yo el Rey. = Al Reverendo in Christo Padre y amado consejero nuestro el Obispo de Gerona. = Vargas, secretario.

Responsio Reverendissimi Domini Episcopi ad supra scriptas litteras Caesaris.

S. C. C. R. M

Aunque por lo que ha respecto á mí bastaria que en el concilio de Trento se allegasse la justa excusa que tengo para no poder comparecer en él, tengo concertado con el Obispo Jubí que irá alla en mi nombre para acodir á lo que V. M. me tiene mandado con su carta de XXI de diziembre, la qual me ha sido embiada á los IIII deste por el Marques de Aguilar; pero no podrá ser su partida antes de la Pascha, porque queda obligado á predicar cadal dia en la iglesia Cathedral desta ciudad toda esta coresma, y tiene ya empezado del primer dia que se ha entrado en ella. Bien hallara yo algun otro doctor, theólogo ó jurista, el qual se pornia en camino á tiempo que pudiesse llegar allá para et término que me tiene mandado V. M.; pero que fuesse tanto approposito como este, no le hallado hasta aqui, ni tengo speranza de le poder hallar por adelante, porque es muy buen theólogo y bien docto en otras facultades y buen religioso de la órden de Sant Francisco. El poder levará tan bastante como manda V. M., y podrá ser que en él por ser Obispo aprovechara mas que en otro que no lo fuesse. Por todos estos respectos he pensado que aunque el dicho Obispo no llegue tan presto en el dicho concilio como llegaria un otro, pues la differencia no será de muchos dias, no se terná por deservido V. M., cuya Imperial persona N. S. guarde muchos años con acrecentamiento de muchos stados y señorios por el bien universal de la christiandat, como sus buenos vassallos disseamos.

De Barcelona á XVIIII de febrero MDLI (1551).


XIV.

Exemplum cuiusdam epistolae Serenissimi Philippi, Hispaniarum Principis filii et heredis Invictissimi Catolicique Caroli V. Hispaniarum RegisImperatoris semper Augusti scriptae ad Reverendissimum Dominum Joannem a Margarit, Episcopum Gerundensem dignissimum: ann. MDLIV. (1554) (Vid. pág. 84).

Ex Act. capitular Capit. eccl. Gerund.

(N. E. Se conserva la ortografía tal como Villanueva la copió de las actas capitulares del capítulo de la iglesia de Gerona, Sedissedeseu)


EL PRINCIPE.

Revdo. in Christo Padre Obispo amado consejero. Aviéndose tractado estos dias passados por mandado del Emperador mi Señor de mi casamiento con la Serenissima Reina de Inglaterra, ha sido Dios servido que se concluyesse con voluntad (pone vo-untad, salta linea) del Emperador mi Señor, y assi se hizo el desposorio con mi poder por palabras de presente y la Reina me ha embiado dos Embaxadores que ya han llegado à la Coruña. Es este casamiento de tan grande importancia, assi por las grandes qualidades, méritos y christiandad de la Reina, como por la grandesa de aquell reino y por lo que concierne à la seguridad, pacificacion y sosiego de los reynos de S. Magt. y para poner en razon à sus enemigos y nuestros, y reprimir sus insolencias y acometimientos que avemos dado muchas gracias à nuestro Señor, por averlo tambien encaminado, que cierto se muestra aver sido obra de su mano y guiado por su divina voluntad, segun eran grandes los estorvos y difficultades que en ello ha avido, las quales la Reina con el ayuda de Dios y con su gran zelo, christiandad y valor, ha sobrepujado y vencido. Y aunque sentimos mucho el ausentarnos destos reinos de Spaña por el particular amor que les tenemos, que es el que nos merece su gran fidelidad y natural afficion, todavia para dar conclusion en nuestro casamiento no se podiendo hazer de otra manera, avemos determinado de partirnos de aqui brevemente para embarcarnos en la Coruña, donde está presta el armada para nuestra navegacion quedando por Governadora general destos reinos nombrada por S. Magt. la Serenma. Doña Joanna, Princesa de Portugal, mi muy chara y muy amada hermana. La qual tendrá el mismo cuydado que yo del buen govierno dellos, y de la administracion de la justicia. Desto os avemos querido avisar tan en particular assy para que lo sepais como para encargaros que en lo que en vos fuere tengais cuenta con servir a la Princesa mi hermana en esta nuestra ausencia y el respecto que tendriades à Su Magd. si aqui estuviesse, que el è yo seremos dello muy servidos. Y demas desto os encargamos mucho que tengais particular cuydado de proveer que en essa vuestra diocesi se aga continua oracion en las Iglesias y Monasterios dél para que nuestro Señor sea servido de darnos prospero viaje y levar al desseado fin esto que sta ya en tan buenos terminos y darnos su favor para que redunde todo en su sancto servicio y en beneficio de toda la christiandad, que es lo que principalmente pretendemos, que en esto nos areis singular plazer y no os areis descuidar dello por lo que deveis à la voluntad que os tenemos. Datum en Valladolid à onze de mayo de M.D.LIIII. = Yo el Principe. = Perez, Secretario.

viernes, 13 de mayo de 2022

CARTA 3. Catálogo de los Prelados de Valencia desde su conquista.

CARTA 3. 

Catálogo de los Prelados de Valencia desde su conquista. 

Mi querido hermano: Para conocer cumplidamente los ritos y prácticas de cada una de las Diócesis, conviene tener a la vista un catálogo (pone catálago) exacto de los Obispos que las han gobernado. Con este objeto, mientras se van formando los extractos y copias de los códices litúrgicos de esta Iglesia, he ido recogiendo la noticia de sus Obispos desde la conquista de Valencia por D. Jayme I de Aragón. He comenzado desde esta época, porque de los anteriores a la invasión de los bárbaros dio larga noticia el M. Flórez (España Sagrada t. VIII). Digo de los ciertos; porque de los falsos y dudosos que a esta y a otras Iglesias regalaron los fingidos cronicones, no hay quien haga caso. Trata también el mismo Flórez en el t. XIV, hablando de Salamanca y Zamora (1), del Obispo de esta Iglesia D. Gerónimo, que eligió el Cid cuando conquistó esta ciudad a fines del siglo XI. Por tanto comenzaré del año 1238, sin proponerme referir todo lo que hicieron en su gobierno estos Obispos, sino sólo lo que tiene relación con la liturgia, indicando de paso la patria de cada uno.

Para formar esta serie cronológica he tenido presentes las Observaciones a las Antigüedades de Valencia, que dejó MSS. el P. Fr. Joseph Texidor, Dominico: el catálogo que publicó el Arcediano Ballester al fin de las Memorias del Santo Cristo de S. Salvador: el que dejó MS. en lemosín el Archivero de esta Iglesia Gregorio Ivanyes a fines del siglo XVI; y el que compuso en castellano Mosen Joseph Paloma (Senach) en 1763, también MS. Gobernaron pues dicha Iglesia en su estado moderno los Prelados siguientes. 

I. (2) Ferrer de Sant Martí, Catalán, Pabordre de Tarragona, elegido en 1239, y muerto a principios de 1243.

II. D. Arnaldo de Peralta, Aragonés, gobernó esta Iglesia hasta el año 1248, en que fue promovido a la de Zaragoza.

III. D. Fr. Andrés de Albalat, Dominico, desde 4 de Diciembre de 1248 hasta 1276. Celebró Sínodos en 1255, 58, 61, 62, 68, 69 Y 73, los cuales trae Aguirre tom. 3, aunque se engañó en atribuirlos al antecesor D. Arnaldo, como diré en la carta siguiente.

IV. D. Jasperto de Botonach, natural de Gerona, electo por el Papa Juan XXI en 1276: murió en 1288. En su testamento dejó, entre otras cosas, cuatrocientos sueldos anuales, para que en la Catedral ardiesen ante el altar mayor dos velas día y noche. El sepulcro de este Prelado se halla en la capilla, que hoy es de S. Vicente Ferrer. He copiado la inscripción sobre mármol (3) de versos leoninos, que dice así: 

Presul. Jaspertus. jacet. hic. ju- 

rista, disertus. 

Lector. sis. certus. vixit. sine. 

labe. repertus. 

Annis. millenis. octo. simul. oc-

tuagenis. 

Inde. ducentenis. temporibus. de.

ordine. plenis. 

Aprilis. nonas. terno. numerum.

sibi. ponas. 

Sancti. Felicis. Abbas. laudandus.

amicis 

Sic. eras. unde. fuit. in. de. Sacrista.

Gerunde.

Inde. Valentine. sedis. Pastor. medicine. 

Utrosa (a) virtutis. gregibus. dans. dona.

salutis. 

Pulxer. formosus. largus. letus. generosus. 

Querere. de. genere. sivis. descendit. aquo. 

De. Castro. genitrice. novo. patre. de. 

Botonaco. 

Presbyteros. que. duos. altare. quod.

edificavit. 

Magdalena. tuos. statuit. quam.

semper. amavit.

Candelam. statuit. divine. Matris.

honori. 

Totum. se. tribuit. Domini. subjec- 

tus. amori. 

Requiescat. in. pace. Amen. 

Dic. Pater. noster. pro. anima. sua. 

V. D. Fr. Raymundo Despont, natural de Fraga, electo por el Cabildo en 1.° de Mayo de 1288. Celebró Sínodo en 19 de Septiembre de 1296, al cual añadió un tratado de Sacramentis. Murió en 1312. 

(a) Quiso decir Utilosa, y así lo han copiado algunos eruditos: pero no dice sino Utrosa. 

VI. D. Raymundo Gastón, Catalán, natural de Millán del Vizcondado de Ager, electo por el Cabildo en 16 de Noviembre del mismo año. Celebró Sínodo en 1326. Instituyó la Cátedra de Teología en 1345. Murió en 1348. Este es el Obispo a quien el Papa Juan XXII dirigió la carta que publica Aguirre en el tom. 3. Concil. Hispan. pág. 554. 

VII. D. Hugo de Fenollet, Catalán, Obispo de Vique (Vich, Vic), electo por el Cabildo ese mismo año a 29 de Julio, y trasladado a esta Iglesia por Bula de Clemente VI de 29 de Octubre del mismo. Celebró Sínodo en 1350, y murió seis años después. 

VIII. D. Vidal de Blanes, natural de Gerona, electo por el Cabildo en 23 de Junio de 1356, y confirmado por Inocencio VI. Celebró Sínodo en 1368, y murió en el siguiente. 

IX. D. Jayme de Aragón, natural de Valencia, tercer nieto del Rey D. Jayme el Conquistador, Cardenal de Santa Sabina, fue elegido por el Papa Urbano V en 13 de Junio de 1369. Murió en 1396, habiendo pasado en Roma gran parte de su pontificado. 

X. D. Hugo de Lupia y Bagés, Catalán, después de dos años y medio de vacante, fue electo por Benedicto XIII (Luna) en 28 de Noviembre de 1398. Murió en Valencia en 1427. Formó con su Cabildo en el año 1408 varias constituciones sobre los oficios divinos. 

XI. D. Alonso de Borja, natural de la Torre de Canals, bautizado en la Iglesia Colegial de Xátiva, hoy S. Felipe, electo en 20 de Agosto de 1429 por el Legado de Martino V. Conservó el gobierno de esta Iglesia hasta el año en que murió, siendo ya Papa Calixto III. En 1457 concedió a esta Iglesia un jubileo en el día de la Asunción de nuestra Señora, imponiendo para la fábrica la contribución de diez sueldos. De otro jubileo concedido a la misma Iglesia, por Paulo II a 8 de Septiembre de 1469 hace mención el citado Diario, en el cual se impuso la contribución de diez reales, esto es, añade, diez sueldos para la fábrica, y cinco para la Cruzada contra el Turco. 

Arzobispos

XII. D. Rodrigo de Borja, natural de Xátiva, electo por su tío Calixto III en 30 de Junio de 1458. Fue su primer Arzobispo, elevada esta Iglesia a Metropolitana por Inocencio VIII, año 1492 día 9 de Julio. 

XIII. Electo Sumo Pontífice D. Rodrigo de Borja con el nombre de Alexandro VI, dio el Arzobispado de Valencia a D. César de Borja en 31 de Agosto de 1492. 

XIV. Por renuncia del anterior nombró Alexandro VI para este Arzobispado a Juan de Borja, natural de Valencia, en 9 de Agosto de 1499. 

XV. Muerto este en 1500 a 22 de Junio, fue electo Arzobispo por el dicho Papa Pedro Luis de Borja, natural de Valencia, en 29 de Julio del mismo año. Murió en 1511. 

XVI. D. Alonso de Aragón, hijo de Don Fernando el de Aragón llamado el Católico (Fernando II de Aragón) fue trasladado a esta Iglesia de la de Zaragoza por Julio II el mismo año. Murió en 1520. La tuvo sólo en administración. 

XVII. D. Erardo de la Marca, Alemán, fue nombrado Administrador de esta Iglesia por León X, el cual casó la elección que el Cabildo hizo en otro, por contarse la vacante desde el Cardenal D. Pedro Luis de Borja, que la tuvo en propiedad. Marca murió en Lieja en 1538. 

XVIII. D. Jorge de Austria, natural de Gante en Flandes, electo por Paulo III a petición de Carlos V a 27 de Mayo de 1538. Había ciento y once años que esta Iglesia no había visto la cara de su Pastor; a saber, desde 1.° de Abril de 1427, en que murió D. Hugo de Lupia, a excepción del poco tiempo que estuvo en Valencia D. Alonso de Borja. Entró en ella D. Jorge en 12 de Enero de 1539, y perseveró poco más de cuatro años, hasta que pasó a Flandes, y hecho Obispo de Lieja, renunció la mitra de Valencia en 1544. 

XIX. Santo Tomás de Villanueva, natural de Fuenllana, electo por Paulo III a petición de Carlos V en Octubre de 1544. Murió en 1555. 

XX. D. Francisco de Navarra, natural de Tafalla en Navarra, trasladado de la Iglesia de Badajoz por Paulo IV, y provisión de Felipe II en 1556. Murió en el lugar de Torrente a 14 de Abril de 1563. 

XXI. D. Acisclo de Moya y Contreras, natural de Pedrochas, territorio de Córdoba, confirmado por Pío IV en 26 de Febrero de 1564. Hallábase en el Concilio Tridentino como Obispo de Vique; y viniendo a esta su Iglesia, murió en Montserrat el día 3 de Mayo del mismo año 1564. 

XXII. D. Martín de Ayala, natural de Hieste, Diócesis de Cartagena, trasladado de Segovia el dicho año en 6 de Septiembre. Murió a 5 de Agosto de 1566 (a). Celebró Concilio Provincial, que se concluyó el día de San Matías de dicho año; y por el mes de Mayo del mismo celebró Sínodo diocesano.  

(a) La muerte de este Prelado acaeció en Valencia, no en Onteniente, (Ontinyent) como dijo Ponz en su viaje tom. IV. p. 35. De aquella villa salió ya enfermo a 28 de Julio de 1566, y en Xátiva predicó Dominica infraoctava de Santiago. De allí pasó al monasterio de la Murta, que está en desierto a una legua de Alcira, donde se recreó tres días con los monjes Gerónimos que habitan aquella santa casa. Mas no hallando alivio a su mal, vino a Valencia, y quedándose en la casa del Duque de Segorbe, en el arrabal de Murviedro, y habiendo dispuesto ante Esteban Corbi en 3 de Agosto un segundo codicilo al testamento y codicilo que había otorgado en Onteniente, murió sábado día 5 del mismo mes y año. 

XXIII. D. Fernando de Loazes, natural de Orihuela, Patriarca de Antioquía, confirmado por S. Pío V en 1567. Murió en 28 de Febrero de 1568. 

XXIV. B, Juan de Ribera, natural de Sevilla, Patriarca de Antioquía, trasladado de la Silla de Badajoz, y confirmado por S. Pío V en 3 de Noviembre de 1568. Murió a 6 de Enero de 1611. 

XXV. D. Pedro de Castro y Nero, natural de Ampudia, en Castilla la Vieja, muerto en Segovia, donde era Obispo, antes que le llegasen las Bulas de este Arzobispado en 28 de Octubre de 1611. 

XXVI. D. Fr. Isidoro de Aliaga, natural de Zaragoza, trasladado de la de Tortosa en 1612. Murió a 2 de Enero de 1648 (a). (a) No cuento entre los Obispos de esta Silla a Don Domingo Pimentel. Porque aunque fue promovido a ella como consta por una escritura de 6 de Junio de 1648, en que el Cabildo eligió al Canónigo D. Carlos Ginet para besar la mano a dicho Pimentel; mas no llegó a tener efecto esta provisión. 

XXVII. D. Pedro de Urbina, natural de Berantevilla, provincia de Álava, trasladado del Obispado de Coria en 1649, y Promovido luego a la Iglesia de Sevilla en 1658. En 9 de Abril de 1652 puso la primera piedra de la hermosa capilla de nuestra Señora de los Desamparados. 

XXVIII. D. Martín López de Hontiveros, natural de Salamanca, trasladado de la de Calahorra. Gobernó esta Iglesia desde 1658 hasta 1666, en que murió a 5 de Septiembre. 

XXIX. D. Ambrosio Ignacio Spínola de Guzmán, trasladado del Obispado de Oviedo, confirmado en 7 de Marzo de 1667, y promovido al de Santiago antes de venir a Valencia. 

XXX. D. Luis Alfonso de los Cameros, Arzobispo de Monreal, trasladado a esta Iglesia por Clemente X en 1668. La gobernó hasta el 1676, en que murió. 

XXXI. D. Fr. Juan Tomás de Rocaberti (o Rocabertí), natural de Peralada en Cataluña, confirmado por Inocencio XI en 1676. Murió en Madrid a 13 de Junio de 1699. En tiempo de este Prelado, es a saber, en 1697, concedió el Papa Inocencio XII a esta ciudad de Valencia (4) la indulgencia del Laus perennis o cuarenta horas. Es la primera ciudad de España donde se estableció este culto continuo al augusto Sacramento de la Eucaristía, a imitación del que ya se hallaba establecido en Roma desde 1592 por Clemente VIII. 

XXXII. D. Antonio Folch de Cardona, natural de Valencia, confirmado por Inocencio XII en 1699. Murió en Viena a 1.° de Julio de 1724. 

XXXIII. D. Andrés de Orbe y Larreategui, natural de Hermoa (Ermua) en Vizcaya, trasladado de Barcelona en 1725. Renunció esta dignidad en 1736. 

XXXIV. D. Andrés Mayoral, natural de Moracillos junto a Zamora, confirmado por Clemente XII en el año 1738. Murió en 6 de Octubre de 1769. Prelado liberalísimo, cuya memoria dispiertan (despiertan) continuamente los innumerables establecimientos píos que levantó desde los cimientos. Entre otras obras suyas merece particular mención la Biblioteca Arzobispal, tan rica de libros exquisitos, como vistosa por la claridad y hermosura del claustro alto del palacio, donde fue colocada. 

XXXV. D. Tomás Azpuru tomó posesión en 13 de Mayo de 1770. Murió en Roma dos años después día 7 de Julio sin haber podido ver a su Iglesia. 

XXXVI. D. Francisco Fabián y Fuero, natural de Terzaga, Diócesis de Sigüenza, trasladado de la Puebla de los Ángeles. Tomó posesión a 14 de Noviembre de 1773. Gobernó esta Iglesia hasta el 1794, en que renunció el Arzobispado. 

XXXVII. D. Antonio Despuig y Dameto, Mallorquín, trasladado a esta Silla de la de Orihuela en 1795. Tomó posesión en 30 de Julio, y poco después fue trasladado a la de Sevilla. 

XXXVIII. D. Juan Francisco Ximénez del Río, natural de Oncala, Diócesis de Calahorra, trasladado a esta Iglesia de la de Segovia. Tomó posesión en 28 de Febrero de 1796. Murió a 1.° de Abril de 1800. 

XXXIX. D. Fr. Joaquín Company, natural de Penáguila, reino de Valencia, actual Arzobispo de esta Iglesia (el libro se publicó en 1803), trasladado de la de Zaragoza. Tomó posesión a 6 de Noviembre de 1800. 

Esta es la noticia sucinta que me propuse dar de los Prelados de esta Iglesia. Algo más extensa será la que preparo para otro correo sobre los Sínodos que aquí se han celebrado: materia mucho más digna de nuestra atención, como que abraza, no hechos particulares de personas ilustres, sino la doctrina eclesiástica y las costumbres religiosas de nuestros mayores. No por esto ofrezco analizarlos todos; harto haré con proporcionarte copias de los que he podido haber a las manos, y llorar contigo la suerte de los que se conservan enterrados en el olvido. A Dios. Valencia 1.° de Noviembre de 1802. 


NOTAS Y OBSERVACIONES. 

(1) Del Obispo de esta Iglesia D. Gerónimo. Este D. Gerónimo gobernó la Iglesia de Valencia desde su conquista por Rodrigo Díaz el Campeador, hasta que volvieron a perderla los cristianos. Fue este Prelado uno de aquellos doctos y virtuosos varones que trajo de Francia a España por los años 1096 el Arzobispo de Toledo D. Bernardo a su vuelta de la Cruzada que había publicado Urbano II. Era D. Gerónimo de Petrocorio (Perigord), región de la Galia Aquitánica (de Aquitania).

Si es cierto que algunos monumentos llaman a este Prelado Hieronymo Vique, pudo ser equivocación nacida de la mala inteligencia que dio alguno a la crónica del Cid antes de D. Gil González Dávila, el cual alega así sus palabras: el Obispo D. Hieronymo Visquio de buena vida é honesta &c., cuyo engaño y el de los que le han seguido en este punto, demostró el M. Risco, 

aprovechándose de las observaciones de Berganza, y haciendo ver la genuina lección de la dicha crónica, que es esta: el Obispo D. Hieronymo visquio (vivió) buena vida e honesta.

Fue consagrado D. Gerónimo Obispo de Valencia por el Papa Urbano II hacia los años 1098. Tal vez hay exageración en lo que se escribe, así en la crónica general, como en la particular del Cid, que D. Gerónimo era uno de los Capitanes nombrados por él para las batallas, y que llevaba consigo una imagen de Cristo, que se venera hoy día en Salamanca con el título del Cristo de las batallas, y cuya historia publicó Gil González Dávila. (Risco, Historia del Cid, c. XVIII.) Permaneció en Valencia D. Gerónimo desde el año 

1098 hasta el de 1102, en que el Rey de Castilla Don Alonso VI, cediendo a sus ruegos, fue con su gente a socorrer a los fieles de aquella ciudad, de donde salieron ambos para Toledo en Mayo del mismo año, como consta, no sólo de los anales toledanos y del cronicón de Cardeña, sino también de las memorias del mahometano español Alkhatib, que extractó Casiri en su Biblioteca (Bibl. arab. hisp. t. II. pág. 94). Flórez (Esp. sagr. t. XIV. trat. LIV. c. III. n. 36. siguiente.), a quien siguen los ilustradores de Mariana (Not. al lib. X. cap. IV.), creyó que D. Gerónimo fue nombrado entonces Obispo de Zamora, y le distingue de otro del mismo nombre que lo era por entonces de Salamanca, fundado, entre otras conjeturas, en el testimonio del Arzobispo D. Rodrigo, que dice haberle elegido el Arzobispo D. Bernardo, para que ejerciese las funciones episcopales en Zamora. Pero el M. Risco convence que luego que llegó Don Gerónimo a Toledo, fue nombrado Obispo de Salamanca y de Zamora, cuyas Iglesias gobernó, no hasta el año 1126, en que fija Berganza su muerte, sino hasta 1120, constando por la historia compostelana, que en 1121 estaba ya Giraldo electo Obispo de Salamanca

Diéronle sepultura en la Catedral en un arco sobre el cual fue colocado el Santo Cristo de las batallas. Allí permaneció quinientos años hasta, el de 1607, en que tratándose de trasladar aquella santa imagen a otra capilla más suntuosa, se abrió el sepulcro de este venerable Prelado, dentro del cual en un cerco de oro se leía: Hieronymus Episcopus servus Christi fidelis: a todo lo cual se halló presente Gil González Dávila. Por esta relación de un testigo tan calificado debe corregirse la de Bleda (Milagros de la Cruz mil. 382) que dice haberse descubierto y hallado entero su cuerpo el año 1595; y la de Escolano, que supone haberse hallado sobre el mismo un letrero, en que se llamaba D. Hieronymo de Vique.

(2) Ferrer de Sant Martí. Antes de ser elegido Ferrer de Sant Martí, luego que el Rey D. Jayme hubo reedificado la Iglesia mayor, tratando de restablecer en esta Diócesis el culto divino, y ordenar todo lo perteneciente al gobierno eclesiástico, de voto y consejo de los Prelados que se hallaban en la ciudad fue propuesto para primer Obispo de ella el año 1238 Fr. Berenguer de Castel-Bisbal (Castellbisbal, bisbe : obispo), Frayle Dominico, compañero del V. Fr. Miguel de Fabra en la conquista de Mallorca. No tuvo efecto esta elección por la competencia que ocurrió entre los Arzobispos de Toledo y Tarragona, sobre cual de los dos había de ser Metropolitano de Valencia. Y como este punto no le decidió Gregorio IX hasta Octubre del año de 1239, como consta de la Bula áurea que se conserva en el archivo de Valencia, habiendo vacado en este intermedio la Silla de Gerona, eligió su Cabildo para Obispo al dicho Berenguer, por cuya causa no llegó a serlo de Valencia, ni a tener lugar en el catálogo de sus Prelados.

El haber sido este Fr. Berenguer Religioso Dominico y primer Obispo electo de Valencia, dio ocasión a que creyese Beuter que Ferrer de Sant Martí fue de la Orden de Predicadores, confundiéndole con Castel-Bisbal. (V. Zurita lib. III. cap. XXXIV y Mariana lib. XII cap. XIX.) 

(3) De versos leoninos. Este uso de los versos leoninos y otras composiciones rimadas en inscripciones, prosas, cánticos y otros monumentos de la antigüedad eclesiástica, juzgó Huet (Huetian. §. LXXVIII.) haberle introducido en España los africanos y los árabes. A mi parecer, no hay necesidad de recurrir a estos conductos cuando ya nuestro español Séneca descubrió afición a estas consonancias, mal imitadas de Nerón, su discípulo, en sus versos rimados que satirizó Persio, y usadas después cuando ya decaía el imperio por Sidonio Apolinar, Simaco, Casiodoro y otros autores eclesiásticos. Por estos medios pudo introducirse la rima en España, así como pasó a África, donde vino a hacerse casi general, tanto que se vio como estrechado a adoptarla S. Agustín en los cánticos que van al principio de sus tratados contra los donatistas, cuyos versos sin ceñirse a la cantidad de las sílabas, guardan cierta consonancia, aunque con poca exactitud. Los árabes aficionados ya a la rima, como lo demuestran en el Corán las finales de ciertos períodos, y otras composiciones métricas de ellos que se conservan en España; hallando al África dominada de este gusto, pudieron muy bien propagarle después en Europa, mayormente si es cierto lo que dice Huet, que en esta parte del globo no se hallan obras rimadas antes del año 712, en que vino Tarico (Tarik) a España. (Huet. origine des Romans. p. 19.) 

(¿Y si encontráramos textos rimados en griego o fenicio? El padre nuestro en arameo, según se reza hoy a me ha enseñado a pronunciarlo un colega del trabajo, empieza: Abun de baschmayo, nejtada sishmój, tithe maljuzój, nejua sebionój, con 3 ój)



La Iglesia, conformándose cuanto cabe con el gusto y el genio del pueblo, no se desdeñó de admitir desde luego este género de adorno en sus cantos y en otros  monumentos piadosos. Esta práctica dio ocasión a que el poeta León, Canónigo de S. Víctor, que floreció en tiempo de los Reyes de Francia Ludovico VII y Filipo Augusto (AEgid. Parísiens. Karolin. lib. V.) inventase los versos que de su nombre se llamaron leoninos; de los cuales publicó varías muestras Esteban Pascasio (Disquis. Francicar. lib. VII cap. II.), que desvanecen la equivocación con que procedió Escalígero en este punto (Scalig. Poet. lib., II cap. XXIX.) 

(4) La indulgencia del Laus perennis o cuarenta horas. En orden a la exposición del Santísimo Sacramento, fuera de la festividad del Corpus y su octava, ha habido entre los Doctores católicos gran variedad de pareceres, nacidos todos de sana intención y de buen espíritu. Unos creyeron que no convenía poner de manifiesto el Santísimo Sacramento; fundados lo 1.° en que la Iglesia en sus días floridos ocultaba la Eucaristía a los infieles y aun a los catecúmenos, como consta de S. Cirilo Hierosolimitano, de S. Agustín y otros Padres, y en que aun a los penitentes no se les dio algún tiempo licencia para mirar la sagrada hostia, como se ve en algunas liturgias, y por lo tocante a España se colige de las palabras de nuestro S. Isidoro: non enim omnes videns alta mysteriorum quae operiuntur à Levitis ne videant qui videre non debent. (Offic. lib. II, capítulo VIII.) 

Lo 2.° en que la Iglesia, a pesar de la franqueza con que en sus primeros días permitió a los fieles que tocasen la santa Eucaristía, y la llevasen a sus casas, y que con la sangre del Señor, luego que la recibían, se ungiesen la frente y los ojos, como lo atestigua S. Cirilo (Catech. mystag. V.), viendo el abuso que de esta práctica hacían con sus encantos y supersticiones los priscilianistas y otros herejes, la cortó enteramente hasta el extremo de no manifestar el Santísimo Sacramento durante el mismo sacrificio, con especialidad en el Occidente, donde dice S. Gregorio de Tours (lib. VII. capítulo XXII.), que acabada la consagración se ocultaba la hostia debajo del corporal; de cuya práctica observada en parte aún en el siglo XII hace memoria un célebre escritor de aquel tiempo, diciendo: statim post.... elevationem demitti sacramentum à Sacerdote solitum, et operiri sindone. (Guibert. de Pignor. Sanct. c. II.) 

Lo 3.° en que el Concilio de Colonia de 1452, presidido por el Cardenal de Cusa, Legado de Nicolao V, prohibió esta manifestación del Santísimo Sacramento en custodias fuera de la octava del Corpus, a no ser ex singulari indulto ordinarii, aut aliàs pro pace, aut alia necessitate imminente. Porque consta haber recaído este decreto sobre la costumbre de exponer la Eucaristía todos los jueves del año, y haberse tenido en consideración, como advierte Alberto Krantzio (Cronol. lib. IV.), que este divino Sacramento no le instituyó el Salvador para que estuviese a la vista del pueblo, sino para que le sirviese de manjar espiritual. Otros más prudentes, absteniéndose de establecer sobre esto regla general, no tienen por justo defraudar la devoción y el fervor del pueblo, que desea ver patente el Santísimo Sacramento para dispertar en su ánimo la verdadera y espiritual adoración que él desea (V. Grancol. l' ancien. Sacram. de l' Eglis. pág. 220.). Y de este bien ni aun a los pecadores excluye Alexandro de Hales (part. IV. q. 52. n. 6.), cuyas son aquellas graves palabras: ex ista inspectione Sacramenti accidit commodum inspicienti, etiam peccatori; tum ex ponderatione charitatis Salvatoris, tum ex subventione beneficii reparationis, tum ex recordatiom passionis Redemptoris. 

Con esta consideración ya en el siglo XVI comenzaron los Prelados de algunas Diócesis a conceder esta indulgencia de las cuarenta horas en ciertas capitales piadosas, donde no podía temerse abuso de esta solemnidad, y bajo ciertas reglas prudentes, cuya muestra puede verse en el cuarto Concilio de Milán, y con más extensión en la piadosa instrucción del Cardenal Marefoschi de 1730, publicada por mandato de Clemente XII.

Este culto del Santísimo Sacramento le instituyó primero en Milán el Padre Joseph de Milán, Religioso Capuchino, el año 1556, en memoria del tiempo que estuvo el cuerpo del Señor en el sepulcro, como lo dice Pedro de S. Romualdo en su Tesoro cronológico (tit. I.).

Cuatro años después con aprobación de Pío IV instituyó en Roma otras cuarenta horas mensuales la Cofradía llamada de la muerte, en memoria de los cuarenta días que ayunó el Salvador en el desierto, y para imitar en algún modo la continua oración de los Apóstoles y demás fieles de la primitiva Iglesia. A esto se siguió la Bula Graves, et diuturnae de Clemente VIII, expedida en 25 de Noviembre de 1592, en que con motivo de las revueltas de Francia y de los atentados de los herejes y de los turcos, estableció una exposición del Santísimo Sacramento día y noche, ad placandum Deum, dice, ut, avertatur ira ejus à populo suo, et ad ejus opem his difficillimis temporibus impetrandam. Esta gracia fue continuada por Paulo V en 1606. (Laert. Cherub. in laud. Bull. Clem. VIII.) 

En Septiembre de 1601 se celebraron en la Catedral de París por el feliz parto de la reina, preces quadraginta horarum incipientes ab hora quarta matutina dictae diei dominicae, et finientes crastina die, horam octavam vespertinam. Otras semejantes acordó aquel Cabildo en Octubre de 1621 por la conservación del Rey y otras necesidades del reino. Iguales ejemplos dio aquella Iglesia con motivo de varias necesidades públicas en los años siguientes, como consta de sus registros publicados por Thiers (de l' exp. du S. Sacr. l. III. c. IX.). Algunos creen que en estas cuarenta horas no se exponía aún el Santísimo Sacramento (Thiers ib. lib. IV. c. VI. p. 644. sig.). Pudo ser esto cierto en los principios, y aun puede creerse que se practicó así en las cuarenta horas celebradas en Milán por S. Carlos Borromeo el año de la peste delante de la insigne reliquia del clavo de Cristo que allí se venera (Muñoz Vida de San Carlos lib. IV. c. XII.). Más adelante, así en esta ciudad, como en otras de Occidente, se permitía que se pusiese patente la sagrada Eucaristía entre cristales, en ostensorios o custodias semejantes a las de ahora. Aun en Francia hizo ley de esta permisión el Concilio Provincial de Aviñón de 1594 (c. 45.), diciendo: quadraginta horarum oratio fiat in conspectu SS. Sacramenti, quod è tabernaculo expositum, in majori, aliove altari, si ita expedierit, palam collocetur. De esta práctica, como cosa común y recibida, se hace ya memoria en el decreto para las cuarenta horas de aquella Iglesia, que se celebraron en Julio de 1641, pro felici belli eventu, donde se lee: ut omnia cum solemnitate et devotione majori fiant, matutinae diurnae cum expositione augustissimi Sacramenti de more cantabuntur. Y en otras dos del año 1649: continuabuntur adhuc preces cum expositione augustissimi Sacramenti corporis Christi, ad diem dominicam proximam inclusivè finiendae. = Exponetur sacrosanctum corporis Christi Sacramentum, quod singulis diebus cum cantico seu hymno musico et precibus …. reponetur (ap. Thiers ib. lib. III. c. IX.). De esta práctica general ya en toda la Iglesia dan testimonio los varios decretos expedidos sobre esto por la sagrada Congregación de Ritos, algunos de los cuales publicó Merati en sus adiciones al Tesoro de los sagrados ritos (t. I, pág. mihi 310.) 

De propósito omitimos la controversia sobre el origen de las cuarenta horas de la Quinquagésima, establecidas en Francia a principios del siglo XVII, como quieren algunos, o tal vez en Italia por los Regulares de la Compañía de Jesús (Nicol. Orland. Annal. lib. XVI. pág. 540.), que es lo más verosímil; retroceder para esto con otros al siglo XIII, en que florecía Santa Gertrudis, carece de apoyo. De esto se ofrecerá ocasión de hablar en otra parte, con motivo de la indulgencia plenaria anexa a estas gracias, y de las justas causas que para su concesión ha tenido la Silla Apostólica. 

lunes, 23 de mayo de 2022

ÍNDICE DE LAS COSAS MAS NOTABLES. TOMO 1.

ÍNDICE DE LAS COSAS MAS NOTABLES. 

(Las páginas no coinciden con este formato. Son las del PDF escaneado.)


Abad Joaquín. Si tuvo espíritu profético, pág. 242. 

Observaciones sobre sus escritos, 241, 242. 

D. Acisclo de Moya, arzobispo de Valencia, 54. 

Adam de S. Víctor. Compuso muchas prosas para la liturgia, 103. 

Adultos. No deben ser admitidos al bautismo sin ser catequizados, 193. 

Agua bendita. Su antigüedad en la Iglesia católica, 12. Varios usos de ella, 12 y sig. Origen de su bendición, 13. Festividades en que no se rociaba con ella el pueblo, 138, 145. 

C. Aguirre. Enmendado, 40, 48, 70, 71, 76. 

Alleluia. Por qué tiempos la omitía en la misa la Iglesia de España, 99. Su canto dio origen a la secuencia o prosa, ibid. 

D. Alonso de Aragón, arzobispo de Valencia, 52. 

D. Alonso de Borja, obispo de Valencia, 51, Fue electo papa con el nombre de Calixto III, ibid. 

D. Ambrosio Ignacio de Spínola, arzobispo de Valencia, 56.

D. fr. Andrés Albalat, obispo de Valencia, 48. Celebró varios sínodos, ibid. y 70. 

D. Andrés Mayoral, arzobispo de Valencia, 57. Fundó la biblioteca arzobispal, ibid. 

D. Andrés de Orbe, arzobispo de Valencia, 57. Sus preces a Benedicto XIII sobre la fiesta del SS. Christo de S. Salvador, 246.

D. Antonio Despuix, (Despuig) arzobispo de Valencia, 58.

D. Antonio Folch de Cardona, arzobispo de Valencia, 57. 

Archivos, cuanto se promueven las buenas letras con la publicación de sus códices, 113.

D. Arnaldo de Peralta, obispo de Valencia, 47, 48, Celebró sínodo, 70. No son suyas las constituciones que le atribuye el Cardenal Aguirre, ibid.

Las santas Basilisa y Anastasia, Su culto en Sétabis, 9, 10. 

Fr. Berenguer de Castelbisbal (Castellbisbal : castillo episcopal), electo primer obispo de Valencia después de su conquista; por qué no llegó a serlo, 61.

Berito. Antigüedad de esta ciudad, su situación, sus alternativas y su actual estado, 120 y sig. Cuándo se erigió en metrópoli, 130. Suceso milagroso de su crucifijo, 130, 131. Cómo se propagó su fiesta, 131. Descripción de esta santa imagen, 120, 121. Dónde se conserva actualmente, 121, 122. 

Beuter, Enmendado, 61.

Biblioteca. La de la metropolitana de Valencia abunda en códices litúrgicos y otros monumentos, 88 y sig. La de la casa arzobispal erigida por el señor Mayoral, 107.

Bleda, Enmendado, 61.

Bulas. Con qué fecha se expiden las de canonización, 245. 


Cabildo. Qué obispos eligió el de Valencia, 49, 50.

Calixto III confiesa haber sido bautizado en la iglesia de Xátiva, 9, 18, 181. Hízole donación de varias reliquias, ibid. Concedió a sus canónigos los hábitos de la de Valencia, 8, 33, 181 y sig. V. don Alonso de Borja.

Campanas. Por qué se tocan a los difuntos, 188. 

Cánones penitenciales. Cuánto han recomendado su estudio los prelados de España, 158. 

Capa de coro. Su origen, 44.

Casulla. La talar redonda hasta qué siglo se usó en la Iglesia, 95. Descripción de la de Calixto III, que se guarda en Valencia, 104. 

Cementerios. Si los había en Valencia en los siglos XV y XVI, 106. Conjeturas sobre su antiguo sitio, 167, 168. Reliquias del de los cofrades de Santiago, ibid. Estado actual de ellos en Valencia, 170. 

Censuras. Moderación con que procedió en ellas santo Tomás de Villanueva, 193. 

D. César de Borja, arzobispo de Valencia, 52.

El Cid. Si dedicó a S. Pedro la iglesia mayor de Valencia, 30, 40 y sig. A quién eligió por su primer obispo, 47 

Clérigos. Deben dar buen ejemplo, 196. Con qué modestia deben vestir, ibid. De qué oficios deben eximirse, ibid. 

Cofradía de Santiago. Erigióse en Valencia en el siglo XIII, 169. Entierro de sus alumnos, 168. 

Colas. Usadas por el clero en la corona de Aragón, no son las prohibidas, 43, 44. Equivalen a la capa de coro, 32. Cuando se dejan sueltas, 34. Antigüedad de esta práctica. 45 y sig. 

Confirmación. Mandada administrar en la catedral de Valencia todos los domingos, 194. 

Consagración del obispo. Ceremonias que observaba en ella la Iglesia de España, 114, 115. 

Constituciones sinodales. Las de Tarragona mandadas observar en Valencia por santo Tomás de Villanueva, 193, 

Corazón de Jesús. Antigüedad de esta devoción en Valencia, 171, 172. Historia de lo ocurrido sobre la institución de esta fiesta, 175, 176. 

Corpus Christi. Colegio fundado en Valencia por el beato Juan de Ribera, 34. Decoro y magnificencia singular con que se celebran en su templo los divinos 

oficios, 35. 

Cristianos. Los antiguos donde se sepultaban, 15, Se aprovechaban de los sarcófagos de los gentiles, 15, 16.

Crucifijo. Si el que se venera en la parroquia de S. Salvador de Valencia es el de Berito, 120 y sig. Si llegó a aquella ciudad por el río Turia, 122 y sig.


Difuntos. Ritos en sus entierros, 183, y sig. 212 y sig. 

Distribuciones cotidianas. A quiénes deben darse a juicio de santo Tomás de Villanueva, 206 y sig. 

Santo Domingo de Guzmán. Origen de su familia, 229. Cuál fue el verdadero nombre de su padre, 112, 223, 229. Si se crió en casa de Gumiel de Izán, 230. Año de su canonización, 224, 244. Traslación de sus reliquias, 226. Conjeturas sobre la cruz que sirve de divisa a su orden, 236, 237. 

D. Domingo Pimentel. Si fue arzobispo de Valencia, 55. 


Era dionisiana. Desde cuándo debe contarse, 231 y sig. 

Era española. Cuántos años precede a Jesucristo 231. Si comenzó en las kalendas de Enero, 234. Hasta cuándo duró en León y Castilla, ibid. 

D. Erardo de la Marca, administrador de la iglesia de Valencia por León X, 53. 

Esclapés. Enmendado, 168, 169. 

Escolano, Enmendado, 61. 

España. Cuándo comenzó a usar el cómputo dionisiano, 232 y sig. Si contaba los años desde las kalendas de Enero, 234.

Españoles. A cuan poca costa pudiéramos perfeccionar los trabajos de los literatos extranjeros en la edición de los PP., 113.

Eulogias, Qué eran, 163, 164, 172 y sig. Vestigios de este rito, ibid.

Evangelio de S. Juan. El decirle en la misa estaba antiguamente al arbitrio del sacerdote, 166, 167.

Extranjeros. Cuan francos han sido en publicar los documentos de sus archivos, 113.

S. Félix M. el diácono de Gerona, patrono de la antigua Sétabis, 2, 12. Conservóse en ella su templo durante la dominación de los moros, ibid. Conjeturas sobre su antigüedad, 3.

D. Fernando de Loaces, arzobispo de Valencia, 55.

Ferrer de Sant Martí, obispo de Valencia, 47. No fue fraile dominico, 61, 62.

Fiesta del Corpus. De qué santos puede rezarse durante su octava, 189.

Fiestas. Las señaladas por santo Tomás de Villanueva en la diócesis de Valencia, 195.

M. Flórez. Enmendado, 60.

D. Francisco Fabián y Fuero, arzobispo de Valencia, 58.

D. Francisco de Navarra, arzobispo de Valencia, 53.


D. Gerónimo, obispo de Valencia, electo por el Cid, 47. Vino de Francia con el arzobispo de Toledo don Bernardo, 59. Historia de su Pontificado, y año y 

lugar de su muerte, 59 y sig. 

S. Gil abad. Su culto en el arzobispado de Valencia, 10. Bendición de hinojo en el día de su fiesta, ibid.

Gil González Dávila. Enmendado por el maestro Risco, 59.

Gloria marial. Qué era, 108. 


Huet. Su opinión sobre el origen de la rima en España, impugnada, 62.

D. Hugo de Fenollet, obispo de Valencia, 50. Reliquia del sínodo que celebró, 72.

D. Hugo de Lupia, obispo de Valencia, 51. Es autor de varias constituciones, ibid. y 73. Celebró sínodo, ibid. 


Imágenes. Qué debemos venerar en ellas, 127. Las controversias sobre su origen no se oponen a su veneración, 126.

Inocencio II, fue sepultado en el sepulcro de Adriano, 16. 

Inscripciones inéditas, halladas en Sétabis y sus cercanías, 6 y sig.

D. fr. Isidoro de Aliaga, arzobispo de Valencia, 55. Celebró sínodo, 82.


D. Jayme de Aragón, obispo de Valencia, 50.

D. Jasperto de Botonach, obispo de Valencia, 48. Celebró sínodo, 71. Hizo varias constituciones, ibid. Inscripción de su sepulcro, 48, 49.

D. Jayme I de Aragón, conquistó a Valencia, 27. Bienes que hizo a aquella ciudad, 28. Si dedicó su iglesia a la Asunción de nuestra Señora, 29, 30. Edición de sus privilegios y constituciones, 40.

D. fr. Joaquín Company, arzobispo de Valencia, 58.

D. Jorge de Austria, arzobispo de Valencia, 53.

D. Juan de Borja, arzobispo de Valencia, 52. 

D. Juan Francisco Ximénez del Río, arzobispo de Valencia, 58. 

Beato Juan de Ribera, arzobispo de Valencia, 55. Celebró siete sínodos 81, 82. 

D. fr. Juan Tomás de Rocaberti, arzobispo de Valencia 56. Celebró el último sínodo de esta iglesia, 83.


Laus perennis. V. Cuarenta horas.

León, poeta, si fue inventor de los versos leoninos, 63.

Lectura de teología, instituida en la catedral de Valencia, 31. La regentó S. Vicente Ferrer, ibid.

Liturgia. A qué se limitó su mudanza en el siglo XI, 94, 95. 

D. Luis Alfonso de los Cameros, arzobispo de Valencia, 56.


María SS. Especial memoria de su virginidad en la bendición del cirio pascual, 152.

Marqués de Mondéjar. Su correspondencia literaria con fr. Serafín Tomás Miguel, 111 y 223. Impugnación de algunas equivocaciones suyas, 223, 224, 231, 232, 234.

D. Martín de Ayala, arzobispo de Valencia, 54. Celebró concilio provincial y sínodo diocesano, 54, 55, 80, 81. Lugar cierto de su fallecimiento, 54.

D. Martín López de Hontiveros, arzobispo de Valencia, 56.

Mayans (D. Gregorio) impugnado, 232, 234.

Miedes (Bernardino Gómez) publicó un epítome de las constituciones capitulares, impresas por Miguel Pérez Miedes, 69.

Miedes (Miguel Pérez) ordenó y publicó las constituciones capitulares de la iglesia de Valencia, 69. De esta obra se imprimieron solos treinta ejemplares , ibid. 

Misa. En la noche de Navidad se decía dentro de laudes en algunas diócesis, 137, 145. La de Resurrección se decía a media noche, 152, 161. Origen de este rito en España, 161. 

Misa seca. Llamóse náutica, y por qué, 117. Dónde se decía y cuándo, 106, 115 y sig. Rito de ella en la iglesia de Valencia, ibid. y 117, 167. 

Monsant. Priorato de la orden del Císter en Sétabis, sujeto al abad del real monasterio de Valdigna, 10, 11. Historia de este monasterio, 11, 20 y sig. 

Monumentos. Antigüedad de los de semana santa en Valencia, 149, 150. 

Mozárabes. Su templo en la antigua Sétabis, 2. Si le tuvieron en Valencia, 26, 27. 

Mujeres públicas. Eran encerradas en Valencia parte de la semana santa, 150, 160. 

Muceta. Las actuales de nuestro clero a qué vestidura antigua corresponden, 32, 45.

Neuma. En el canto de la liturgia qué es, 99, 100. 

Notgero Bálbulo, fue autor de las prosas introducidas en la misa, 103.


O. Las antífonas de este nombre que se cantan antes de Navidad eran más que ahora, 134, 140.

Oración secreta. Varios nombres que le dieron antiguamente los latinos, 89. 

Ósculo de paz. Variedad de este rito en España, 165, 166.


Palencia. Incorporación de su universidad en la de Valladolid, 238. Si la fundó Urbano IV, 238, 239. 

Pan. Su bendición al tiempo del ofertorio 163, 164. Rito de su distribución durante la misa, 172, 173.

Párrocos. Estrecha obligación de su residencia, 195, 196. Su celo por la reforma de las costumbres, 197.

Parroquias. Su derecho en orden a las exequias de los difuntos, 183 y sig.

De Passione imaginis. Origen de esta fiesta, 118, 119. Fue invocación de una capilla de la catedral de Valencia, 128, 129.

D. Pedro de Castro, arzobispo de Valencia, 55.

D. Pedro Luis de Borja, arzobispo de Valencia, 52. 

D. Pedro de Urbina, arzobispo de Valencia, 55, 56. Dio principio a la capilla de nuestra Señora de los Desamparados, 56. Celebró sínodo, 83.

Penitencia canónica. Cuan pronto comenzó a decaer su imposición en algunas iglesias, 155 y sig. Hasta qué tiempo duró en España, 146, 147, 155. Cuánto han deseado su restauración los prelados españoles, 157. 

Pentecostés. Rito antiguo de la iglesia de Valencia en esta festividad, 153. Cuándo cesó, y por qué causa, 154, 162. Variedad de esta ceremonia en otras iglesias, 161. 

Pila de agua bendita. Descripción de la antiquísima que se conserva en S. Felipe en el templo de san Félix M., 3, 4. Conjeturas sobre su antigüedad, 12 

y sig. 

Planeta. Vestidura sagrada, si era igual a la casulla antigua, 95. 

Ponz (don Antonio). Enmendado, 36, 54. 

Porta paces. Cuándo se introdujeron en la misa, 166, 173. 

Prosa. En la liturgia qué es, 100, 104. Origen de su canto, ibid. Decíase también en maitines y vísperas, 133, 139. Por qué se omitió cuando no se decía alleluia, ibid. Quien fue el primero que hizo esta especie de obras, 103. Si llegó a haberlas en todas las misas, ibid.


Quarenta (cuarenta) horas. Su origen, 64, 65. Historia de su propagación en toda la Iglesia, 65 y sig. Valencia es la primera ciudad de España que adoptó este culto al SS. Sacramento, 56, 57. 


Ramos. Bendecíanse en la catedral de Valencia antes que en las parroquias, 147. 158. Circunstancias que acompañaban esta bendición, 147, 148, 159. 

D. Raymundo Despont, obispo de Valencia 49. Celebró sínodo, ibid. y 71. Compuso un tratado de sacramentis, 71. Hizo una constitución sobre las exequias de los difuntos, 183 y sig. Preciosos códices suyos que se han perdido, 71.

D. Raymundo Gastón, obispo de Valencia, 50. Celebró sínodo, ibid. y 72. Instituyó la cátedra de teología, ibid.

Retablo mayor. Suntuosidad del de la metropolitana de Valencia, 29, 36. Su descripción, 37, 38. Sus artífices, 36. Cuándo y con qué motivo se quemó, 154. Quién pintó las puertas que ahora tiene, 38, 39. Ejemplos de otros no menos suntuosos en la antigüedad eclesiástica, 37.

Rima. Uso de ella en los monumentos eclesiásticos, 62. Si la introdujeron en España los árabes, ibid.

Robos. Los de los archivos y bibliotecas cuánto daño causan a la buena literatura, 3.

D. Rodrigo de Borja, primer arzobispo de Valencia, 52. Promovido a la silla de S. Pedro se llamó Alexandro VI, ibid. 

Fr. Rodrigo Cerratense, autor de un santoral, 112.


Saetas. Se bendecían en la iglesia, y para qué, 96. 

Salamanca. Si se trasladó a esta ciudad la universidad de Palencia, 237, 238. 

Salmos graduales. Su distribución en el oficio antiguo, 134.

S. Salvador. Iglesia parroquial con este título en Valencia, 118. Si se llamó de S. Jorge en lo antiguo, 122. Si el crucifijo que en ella se venera es el de 

Berito, 118, 120 y sig. Origen de su fiesta, 128. 

SS. Sacramento. Variedad que en orden a su exposición se ha observado en la Iglesia, 63, 64. Causas por qué llegó a ocultarse en el mismo sacrificio, 

ibid. Consideraciones justas que tiene ahora la Iglesia para exponerle a la adoración pública, 64, 65. Dónde se depositaba antiguamente en el jueves 

santo, 148, 149. 

Santo sepulcro. Si hubo antiguamente en Valencia templo con esta advocación, 26, 27. 

Santos Padres. Cuánto pudieran ilustrarse sus obras con algunos códices de la catedral de Valencia, 113.

Sarcófago. Descripción y conjeturas sobre la antigüedad de uno de jaspe que se conserva en S. Felipe, 4 y sig.

Segorbe. Cuándo dejó de ser esta Iglesia sufragánea de la de Zaragoza, 81. 

Sepultura eclesiástica. A quiénes debe negarse, 185, 187, 188. 

Secuencia. Origen de esta parte de la liturgia, 99, 100. Rara vez se decía en la misa durante el Adviento, 89. Muestras de esta excepción, 98 y sig. 

Sétabis (hoy S. Felipe). Tuvo silla episcopal, 1, 2. Titular de su iglesia S. Félix Diácono, 2. Sitio de su antigua catedral, 2. Erección de su colegiata, 8. Hábitos de coro de sus prebendados, 8, 9. Reliquias dadas a esta Iglesia por Calixto III, 9.

Sibilas. Si fueron muchas, o una sola, 142. Si hablaron por divina inspiración, 141. Si son legítimos los oráculos que se les atribuyen, 142 y sig. Si se aprovechó de ellos S. Pablo, 143. Testimonio de la erítrea en el oficio de Navidad, 135, 141; y en otras festividades, 144. 

Sibilistas, herejes, qué enseñaban, 141. 

Sigilo sacramental. A qué pena quedaba sujeto el que le quebrantase, 168, 173, 174.

Sínodos. No deben confundirse con las constituciones peculiares de los cabildos, 69, 70. Cuántos bienes causa su publicación, 84, 85. Noticia de los celebrados en Valencia después de su conquista, 67 y sig. Hallazgo del de santo Tomás de Villanueva, 77 y sig. 

Sobrepelliz. Su origen, descripción y uso, 44, 45. 

Squilla, Conjeturas sobre la significación de esta voz bárbara, 9. 


Te Deum marial. Qué era, 108. Muestra de esta composición, ibid.

D. Tomás Azpuru, arzobispo de Valencia, 57. 

Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia, 53. Celebró un solo sínodo, 74 y sig. Hallazgo de un ejemplar de este documento, 77 y sig., 192 y sig. Hizo constituciones generales para el culto divino, 199; y otras para la iglesia de Xátiva, 77, 80. Su contestación a algunas peticiones de esta colegiata, 202 y sig. Su declaración sobre varios casos pertenecientes a las distribuciones cotidianas, 206 y sig. Su testamento, 80 y 209. 

Túnica o tunicela. De qué hechura era la antigua de los diáconos, 95. 

Valencia. Si conservaron en ella templo los cristianos bajo la dominación de los moros, 26, 27. Cuánto debió a don Jayme I de Aragón, 27 y sig., 35 y sig. Glorias de su iglesia en el estado moderno, 28 y sig. Cuánto trabajó en la reforma de su breviario, 93, 94. Decoro con que se celebran en ella los divinos oficios, 31 y sig. Hábitos corales de sus prebendados, 32 y sig., 177 y sig. Verdadero artífice de su retablo mayor, 36. Catálogo de sus prelados desde la conquista, 46 y sig. Es la primera ciudad de España donde se establecieron las cuarenta horas, 56, 57. 

Verbeta. Conjeturas sobre la significación de esta palabra, 91, 92.

Versos leoninos. Quién les dio este nombre, 63. Su antigüedad en España, 62.

S. Vicente Ferrer sentenció un pleito entre las parroquias de Valencia y los mendicantes, 85, 86, 199. Copia de esta sentencia, 212. 

D. Vidal de Blanes, obispo de Valencia, 50. Celebró sínodo, ibid. Hizo varias constituciones para aquella iglesia. 73. 

Vidas de los santos. Cuánto pudieran ilustrarse con un códice de la catedral de Valencia, 112, 113.

Vigilia de la Ascensión. Rito singular de este día en la metropolitana de Valencia, 152, 153.

Vigilias nocturnas. Abusos que ocasionaron su prohibición, 198.

Vino. Su bendición en el ofertorio de la misa, 164. Por qué causa cesó este rito, 173. 

Vísperas. En el jueves y viernes santo se decían dentro de la misa, 151. 

Westminster. Insigne abadía de benedictinos, al poniente de Londres, 97. Antigüedad de este monasterio, su reedificación, ruina y actual estado, 97, 98. Códices litúrgicos de él que se guardan en la metropolitana de Valencia, 88. 

domingo, 20 de noviembre de 2022

Cataloniam, Cataluña, 844, 806, Ludovico Pío

GODMARO o GONDEMARO

desde antes de 841 hasta después de 850.

La primera memoria que queda de este Obispo es del año 841, es a saber, IIII. nonas septembris anno II. post obitum Dmni. Ludovici Imperatoris, día en que uno llamado Domingo, a consecuencia de la sentencia judicial dada en presencia del Vizconde Wifredo, reconoció a Gondebe, agente y abogado de nuestro Obispo, que las tierras que poseía en Terradellas eran de la jurisdicción episcopal. A esta escritura copiada (a: Ap. núm. II.) del Cartoral del Vicariato, llamado de Carlo Magno, pág. 89, sigue otra del año 842, y es la sentencia que poco antes decía dada sobre los derechos de teloneo y pascuario, los cuales parece que le disputaba en los condados de Empurias y Peralada el Conde Adalarico por medio de su agente (mandatario) Ansulfo. Los testigos hicieron sus declaraciones juradas (que llamaban conditiones sacramentorum) en la iglesia de San Martín, dentro de la ciudad de Empurias, asegurando que el Obispo Wimer, antecesor de Godmaro, fue puesto en posesión de dichos derechos en los Condados de Gerona y Besalú por el Conde Bernardo, y en los de Empurias y Peralada por el Conde Suniario, y que hasta su muerte percibió aquellos frutos. Esto es lo que contiene la escritura que va adjunta (a: Ap. núm. III), copiada del Libro verde de esta Catedral, fol. 53, cuya fecha dice así: latae conditiones sub die duodecimo kal. septembris in anno tertio postquam obiit Lodovicus Imperator. El modo de contar en ambas escrituras por la muerte de Ludovico Pío nació de la discordia que siguió entre Carlos Calvo y su hermano el Emperador Lotario; porque hasta el 843 en que se terminó, hubo territorios en nuestra Marca en que no se reconoció por Rey a dicho Carlos. Habiendo pues muerto Ludovico a 20 de junio de 840, la fecha de nuestra escritura de 21 de agosto, año tercero después de su muerte, pertenece al 842. Hállase en la Marc. Hisp. (ap. núm. XVI) la sentencia de los jueces a favor de Gondemaro, conforme a la declaración que acabo de decir de los testigos, que es lo único que comprende la escritura que yo envío.

Y con ser así que ambas tienen la fecha de la misma manera, se halla reducida allí al año 843, en el cual dice Baluzio (Ib. lib. IV), que se verificó sin dar razón del por qué alteraba una cuenta tan clara.
Alguna diversidad se halla entre ambos instrumentos: tal es que en el mío Ansulfo suena agente del Conde Adalarico, y en el de Marca él mismo lo parece ser del Obispo Godmaro, su competidor.
Con todo eso el mío añade varias circunstancias de este hecho, que no declara el de Marca; propone los nombres de los testigos y el altar sobre el cual juraron, y el nombre de Bernardus Comes (de Gerona y Besalú), donde Marca leyó Benedictum quondam. Por lo demás en la sustancia son coherentes, y ambos ponen existente a Godmaro en 842. Otra memoria suya hay del año 844, en el que a 11 de junio el Rey Carlos el Calvo, estando en el monasterio de San Saturnino, en el sitio de Tolosa, expidió un diploma de confirmación de todos los bienes de esta iglesia a instancias de su Obispo Gondemaro. Publicó ya este documento Baluzio en el apéndice ad Capitul. Reg. Franc., n. LXIV. También existe en el libro quinto de este capítulo, fol. 179; mas no lo he copiado, ya por no añadir cosa interesante en los documentos de esta clase, ya por el error que en él hay de poner por antecesor de nuestro Gondemaro a otro Gondemaro, en lugar de Wimer. Todavía está por publicar, que yo sepa, la memoria más curiosa e importante de nuestro Obispo; y es la sentencia que junto con Enrique, Conde Pictaviense, Gacfero, Conde Burdegalense, Servo Dei, juez y Pedro, Arcediano de San Esteban de Tolosa, dio de 
orden del Rey Carlos el Calvo en el pleito del monasterio de San Quirico de Colera contra el Conde Alarico sobre la posesión del Castro Tolon (Peralada). Dará razón de este cuento la copia adjunta (a: Ap. núm. IV.), no quedando yo fiador de la autenticidad de la escritura, la cual merece sin embargo alguna consideración por hallarse copiada en un libro de feudos en la curia episcopal, escrito en el siglo XIII, en cuyo tiempo, como allí se nota, presentó el original el Abad de dicho monasterio Fr. Br.

Contiene esta escritura algunas cosas que notaré aquí:
1.° Que aquel monasterio fue edificado en tiempo y de orden de Carlo Magno.
2.° Que el nombre de Castro Tolon fue puesto por los paganos como significando tierra muerta, al cual sucedió el de Petralata (Petra : Pera + lata : lada).
3.° Que los monjes construyeron entre otras iglesias la de Santa Maria in Reccesvindo (Recesvindo, Recesvinto), nombre de un monte que pudo intitularse del Rey Godo, y que corrompido en Rechesindo, fue sin duda raíz del de Requesens que hoy tiene:
4.° Que el citado Conde Alarico era hijo del Conde que Ludovico Pío estableció cuando conquistó a Barcelona:

(https://www.cervantesvirtual.com/obra/la-conquista-de-barcelona-por-ludovico-pio-y-creacion-de-su-primer-conde-bara--en-tres-actos--por-haberse-representado-en-el-teatro-de-la-m-i-ciudad-de-barcelona-en-el-ano-1777/)

5.° Que el tal Conde primero fue instituido super totam 
Cataloniam:

6.° Que esta es la primera vez en que se cree nombrado Cataluña. Vuelvo a repetir que no salgo fiador de la autenticidad de esta escritura, mayormente viendo firmar a todos los testigos con apellidos de familia, cosa que es mucho más reciente que el diploma, cuya fecha es de 25 de mayo, año IV del Rey Carlos, y de Cristo 844, sin poderse equivocar con los reinados de otros Carlos, pues los testigos dicen que vieron y conocieron a Ludovico Píoconquistador de Barcelona.

Por lo que hace a la antigüedad de la palabra Catalonia, no quiero dejar de poner aquí, pues se ofreció la ocasión, una memoria anterior que vi en Perpiñan entre las copias que el sabio M. Fossa tenía preparadas para la historia completa del Rosellón. Entre ellas del Cartoral de la abadía de la Grassa, cerca de Carcasona, copió una donación de Carlo Magno a dicho monasterio data nona aprilis anno sexto Christo propitiante imperii nostri, et trigessimo nono regni in Francia, atque XXXII. in Italia, indictione XIII. actum apud Narbonam in Dei nomine, etc., que corresponde al año 806. Dice pues el Rey:
Damus Deo et in dicto monasterio et omnibus monachis ejusdem loci praesentibus et futuris de rebus nostris quae sunt in 
comitatu Cathaloniae (condado de CataluñaChastelongne) in pago Rossillionensi (Rosselló, Rosellón) S. Stephani de monasterio nuncupati, S. Felicis de Pedillano... S. Vincentii de Stagello cum terminis, etc. Basta haber advertido esto para los curiosos.

IV.

Judicatum pro monasterio S. Quirici de Colera sub Gondemaro Episcopo Gerundensi: anno DCCCXLIV. (Vid. pág. 17.)

Ex. libr. XXIV. feudorum curiae episcopalis Gerund. ubi additur eam cartam produxisse (en el original con una s) Fr. Br. Abbatem S. Quirici de Colera pro se et suo monasterio. Porro translatum est sec. XIII. exaratum.

Mota fuit quaestio in praesentia domini gloriossimi Caruli Regis in civitate prope Tolosam in monasterio Sancti Saturnini inter domino Alaricho Comite ex una parte et Giemundo monacho et suo monasterio Sancti Cirici et Sancti Andreae sito in territorio Tolonense ex altera parte et dati Judices a dicto Carolo Rege, scilicet Guondemaro Gerundensi Episcopo, Eienrico Comite Pictavensi et Gaefero Burdalensi Comite e, Servo Dei Judex, et Petri Archilevitae Sancti Stephani Tolosae ut audiamus, judicemus ac diffiniamus hanc causam. Venit in nostra praesentia ubi dictus Giemundus monachus, et petivit dicto Alarico Comite pro suo monasterio Sancti Cirici et Sanct Andreae dicens: quod libentius avunculus meus una cum genitore meo nomine Assinario per preceptum dompni gloriossisimi Caroli Imperatoris prendiderunt primi homines Castro Tolon et fines et adjacentias suas, et tota terra illa et montaneas et valles Leocarcari, el ibi plantaverunt et edifficaverunt monasterio Sancti Cirici et Sancti Andreae et in Castro Tolon domo Sancti Martini fecerunt, et ibi villam, mansos, mansatas, vilarunculos poblaverunt, et parrochiam constituerunt, et postea nomen Petralata ibi miserunt quae antea a Paganis Tolon sive terra mortua vocaverunt. Et in tota terra illa et montaneas et valles Leocarcari villas, vilarunculos, mansos, mansatas poblaverunt, et ecclesias fecerunt, et parrochias constituerunt, habuerunt et tenuerunt et judicaverunt totum hoc predictum secundum ipsorum voluntatem per XL. annos et amplius, et ad mortem illorum totum hoc predictum dimiserunt liberi ac solidi dicto monasterio, vel ad illi qui ibi vitam monasticam vivebant. Et dum erimus ibi domini possessores post mortem illorum per X annos et amplius sic venit dictus Alarius Comes (Alaricho, Alarico) et depotestavit nos injuste, et contra lege et multas malas exacciones extorsit ab hominibus qui erant populati in omnibus dictis locis. Nos supradicti Judices interrogavimus dicto Alarico Comite quid respondit ad ea quae sibi aponunt. Ille dictus Comes ita respondit: Iste Castro Tolon cum fines et adjacentias earum, et tota terra illa et montaneas et valles Leocarcari quod iste Giemundus monachus mihi requirit pro suo monasterio Sancti Cirici et Sancti Andreae infra meo comitatu est, et debeo habere et possidere et judicari quasi res proprias de meo comitatu, et non credo ullo modo quod a divae memoriae Carolo imperatore donacio fuisset facta jam dicto Libencio Abba vel ad suo fratre nomine Assenario monacho, sive a dicto monasterio et nunc potui credere quod omnia predicta essent aprisiones de illis dictis, nec illis essent populatores de omnibus predictis locis. Nos supradicti Judices interrogavimus dicto Giemundo monacho si haberet firmas scripturas et bene corroboratas, vel testes boni testimonii ut ea quae dicis in veritate mittere possis, et si facere nequivis de jure, vox tua extincta sit de hac re, et ea amplius non resolves. Qui statim dictus Giemundus monachus protulit nobis testes veraces IIII presbiteri, et IIII milites, et VI paienses. Nos Judices statuimus eos testes jurare super altare consecrato in honore Sanctae Mariae Virginis in ecclesia Sancti Saturnini, et super reliquias dicti Sancti Saturnini, et super quator Evangelia, et ita haec fecerunt. Et post sacramentos nos dicti Judices singuli ac discussi sicut lex docet, exquisivimus ab illis rei veritatem, et omnes dicti testes concorditer quasi una voce protestabant hunc testimonium ita: nos vidimus et audivimus et presentes fuimus quando domno gloriossisimo Carolo Imperatore dedit de fischo suo Libentio Abbate, et ad suo germano Assenario monacho Castro Tolon cum fines et adjacentias suas, et tota terra illa et montaneas et valles Leocarcari cum fines et adjacentias eorum tali pacto, ut in ipsas valles Leocarcari plantent et edifficent monasterium Sancti Cirici et Sancti Andreae. Item postea vidimus et audivimus et presentes fuimus quando Libentius Abba una cum Assenario monacho prendiderunt primi homines post mortem Galaffre et Biuxan filio eius et aliorum Sarracenorum dicto Castro Tolon cum fines et adjacentias et tota terra illa et montaneas et valles Leocarcari cum fines et adjacentias eorum, et ibi in dictas valles plantaverunt, et edifficaverunt monasterio Sancti Cirici et Sancti Andreae, et in Castro Tolon domo Sancti Martini fecerunt, et ibi villa, mansos, mansatas, vilarunculos poblaverunt, et parrochiam constituerunt, et postea nomen Petralata ibi miserunt, qui antea a Paganis Tolon, sive terra mortua voceaverunt (vocaverunt), et in tota terra illa et montaneas et valles Leocarcari mansos, mansatas, villas, vilarunculos poblaverunt et fecerunt ecclesias scilicet in Novis Sanctae Eulaliae et in Daltiano Sancti Romani, et in Moleto Sancti Cipriani, et in Maseracho Sancti Martini, et juxta rivo Agneti Sancti Clementi, et in Cantalupis (Cantallops) Sancti Stephani et in Rechisindo (Requesens) Sanctae Mariae, et in Baneigis Sancti Martinis, et juxta rivulo Urline Sancti Genesii, et in Rabedoso Sancti Juliani, et in Spodilia Sancti Jacobi, et in Turnebule Sanctae Mariae et parrochias constituerunt in dictas ecclesias et postea fecerunt cellulas sanctorum in dictas parrochias habuerunt ac judicaverunt omnia predicta secundum illorum voluntatem. Item postea vidimus et audivimus et presentes fuimus quando dompno gloriossisimi Ludovicho filio dompno Carolo Imperatore venit ad expugnandos omnes Sarracenos qui erant in Barchinona et cepit ea, et ibi dimisit genitori de isto dicto Alaricho Comite domino super totam Cataloniam. Et vidimus et audivimus et presentes eramus quando dictus Ludovichus mandavit atque precipiendo dixit dicto Comite quod non tangat neque capiat vel judicet nullam rem de rebus vel honoribus dicti monasterii Sancti Cirici et Sancti Andreae quia de fischo patri mei est hereditatus, sed manuteneas ac deffendas quasi res proprias de fischo genitori meo habuerunt et possederunt ac judicaverunt in bona pace totum hoc predictum heremum et condirectum pratis, pascuis silvis, garricis, aquis aquarumve molendinis et molinaris, piscatories, ruppes, petras, fontes, plano monte, vie ductibus, vel reductibus omnia et in omnibus quicquid visum est habere infra fines et terminis de omnibus predictis locis per XL annos et amplius, et postea totum hoc predictum liberi dimiserunt predicto monasterio, et ad illi qui ibi vitam monasticam vivebant. Et dum essent domini possesores post mortem illorum per X annos et amplius nos videntibus sic venit dictus Alaricus Comes et depotestavit illos injuste et contra lege, et multas exactiones judicando sive rapiendo injuste extorsit ab hominibus qui erant populati in omnibus predictis locis et hodie plus... tur omnibus predictas parrochias cum fines et adjacentias et terminis eorum a isto Giemundo monacho, et ad suo monasterio sive ad illis qui ibi vitam monasticam vivent ad expletandum et regendum ac judicandum quam a nullo alio homine viventi. Nos supradicti Judices interrogavimus dicto Alarico Comite si voluit nec potuit nulla bona ratione ponere contra istos testes, ut ea quae testantur invalidum sit. Et Comes Alaricus ita respondit: Nollo ponere ulla ratione contra illos testes. Et nos supradicti Judices pariter ac diligenter exquisivimus hanc causam rey veritatem. Auditis rationibus, allegationibus, renunciatione exinde facta, donavimus hanc diffinitivam sententiam; ita ut dictus Comes Alaricus pleniter reddat dicto monasterio Sancti Cirici et Sancti Andreae, et ad suorum monachorum tam presentium quam futurorum dicto Castro Tolon cum fines et terminis adjacentias suas et tota terra illa et predictas parrochias cum fines et terminis adjacentiis eorum habeant heremum et condirectum quantum visum est infra fines et terminis adjacentiis de omnibus predictis locis, et possideant, regant et judicent et per alodium teneant in perpetuum de fischo Imperatoris sive Regis totum hoc predictum sine omni retentu et servicio et judicio ac justitia quod ibi in omnibus praedictis locis dictus Comes, necne alii non habeant vel capiant pro ulla ratione. Item pleniter reddat in triplo omnia mobilia quae habuit receptas pro vi sive gratis, vel aliqua alia ratione in omnibus predictis locis sicut eas certas sive veras poterint hostendere in presentia dicto Gondemaro Episcopo quando fuerit presens in dicto monasterio. Data fuit haec sententia in civitate Tolosa in dicto monasterio Sancti Saturnini VIII. kalendas junii anno IV. regnante dompno Carolo Rege. = Gondemarii Gerundensis Episcopi. + = Sig+num Eyenrici Pictavensi Comiti. = Sig+num Gauferi Burdolensi Comiti. + Petri Archilevitae Sancti Stephani Tolosae. = Pe+tro Judex ordinarius in curia Regis. Nos Judices mandato Carolo Rege hanc sententiam donamus et corroboramus. = Sig+num Gaucperti de Castronovo. = Sig+num A. de Barbaveteri. = Sig+num Gaucerandi de Avalrino. = Sig+num Eymerici Castellanus de Castro Tolon quem modo vocant Peralada. = Sig+num Samarelli presbiteri. = Sig+num Ugo presbiteri. = Sig+num Falcuchii presbiteri. = Sig+num Salomoni presbiteri. Sig+num Rodulfi. = Sig+num Novelli. = Sig+num Eriberti.= Sig+num Sancii. = Sig+num Clementi. = Sig+num Roberti. Nos testes producti in hac causa confirmamus sententia data.= Sig+num Giberti Domino Terragonae. = Sig+num Eymerici domino Narbonae. = Sig+num Bocardi de Portaclusa. = Sig+num Esquivi de Caput stagni.= Sig+num Umberti de Accuta. = Sig+num Fulchi de Sancto Martino testes rei huius. = Iterius presbiter et publicus scriptor in civitate Tolosa in Burgo Sancti Saturnini rogatus a predictis Judicis scripsit die et anno prae+fixo. = Gondemarii Gerundensis Episcopi praescripta sententia sigillari + feci. Servo Dei Judex ordinarius Carolo Regi + similiter feci.

domingo, 21 de abril de 2024

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell, 1709 (Index)

(Nota del editor: Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.) 

Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. Vi**

Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX


Anales de Cataluña y epílogo breve de los progresos, y famosos hechos de la nación Catalana, de sus Santos, Reliquias, Conventos, y singulares Grandezas; y de los más señalados, y Eminentes Varones, que en Santidad, Armas, y Letras han florecido desde la primera Población de España Año del Mundo 1788, antes del Nacimiento de Christo 2174. y del Diluvio 143. hasta el presente de 1709.


Divididos en tres tomos.

Tomo primero.

Contiene los sucesos desde la primera población de España, hasta el Año de 1163.

Su autor

Don Narciso Feliu de la Peña y Farell, cavallero del Orden de San-Tiago.


Conságrale a la majestad suprema de Christo crucificado.

Con dos copiosos índices.

El primero de los libros, y capítulos: y el segundo de todo lo particular, y notable por el orden Alfabético.

Con licencia de los superiores.

Barcelona: Por Joseph Llopis impresor, Año 1709.

A costa de Iván Pablo Martí, Juan Piferrer, Jayme Batlle, Joseph Llopis, y Jayme Surià. Libreros.

Véndense en sus Casas en la Librería, Plaças del Ángel, y San-Tiago, y Calle de la Paja.

A la majestad suprema de Christo crucificado.

Divino Criador, Redemptor y Clementissimo Señor.

Dedico a vuestra Deidad Suprema, lo que es tan vuestro, como los soberanos favores que aveis (habéis) liberal, y misericordioso concedido à esta Provincia, llamándola la primera de la Gentilidad à la noticia de vuestra soberana Doctrina, eligiendo à vuestro Santo Apóstol, y Maestro nuestro, San-Tiago, para plantar en ella el salutífero Árbol de nuestra Redempcion, (1: Lib. 6. cap. 4. deste primero Tomo.) para producir tan opimos (óptimos) frutos, y tan célebres, y valientes Campeones, como los que pelearon constantes en defensa de la Fè, alistados en vuestro invencible Exercito, por el Patrocinio de vuestra Santissima Madre, que también lo es nuestra, y particular Protectora; deviendo à su cariñoso afecto la Doctrina de nuestro Santo Apóstol, las glorias, y constancia de la Fè, y los que siguieron vuestra Cruz, y vitorias, cuyos progressos se refieren en este primer Tomo: No dudo que sus méritos obligaràn a vuestras divinas misericordias, á admitir por ellos, los frutos de mi corta capacidad. Supíicoos Soberano Señor, que atendiendo á los méritos de vuestros Escogidos sea servida vuestra Divina Clemencia, acceptar, corregir, y enmendar quanto humilde os consagra mi rendido, y reconocido obsequio. Ruégoos Eterno Señor, que todo lo contenido en esta Obra sea á mayor gloria vuestra, y ejemplo para el acierto de todos los vuestros, aunque ingratos hijos. Servíos Señor inmenso de enmendar nuestros defectos con vuestra gracia, y que logremos imitar las eminentes virtudes de los que fieles siguieron las glorias de vuestro soberano Patíbulo, y fructífero Madero. Defendednos Señor, asistidnos, y favorecednos para que sigamos vuestro camino, y consigamos eternamente gozar de vuestros divinos favores, y á mí en particular favorecedme Señor con vuestra gracia para el acierto en la relación, que emprendo.


Soberano Señor:

De V. D. M. indigno hijo.

Rendido à Vuestros Pies.

Don Narciso Feliu de la Peña y Farell.     

Al letor (lector.)

Es la historia, vida de la memoria, maestra de la vida, mensajera de la antigüedad, testimonio de los tiempos, luz de la verdad, (1: Cicero lib. 2. de orat.) norte del acierto, y guía para no tropezar: (2: Virg. Foelix quem faciunt aliena pericula cautum.) Da forma a la vida política, edifica la espiritual, ilustra la doctrina, adorna la elocuencia, asiste a la prudencia, y favorece a todas las ciencias: (3: David de lect. Hist. Riseb. In comen. Hist. Pezel. In orat. Vitemb. De fruc. Hist. Grin. De fructu leg. Hist.) 

A la teología en las historias del nuevo, y viejo Testamento: A la jurisprudencia en la relación de los Decretos de los Concilios, y Pontífices, y en las Sentencias, y Doctrinas de los Santos Padres, en las consultas, y opiniones de los jurisconsultos distinguiendo los tiempos, y en los Decretos, y Leyes de los Emperadores: A la Medicina en los sucesos de los tiempos, en la noticia de enfermedades, y en la inteligencia experimentada de las propriedades de Plantas, simples, y Minerales: A la Physica (física) con la relación de las propriedades de los Animales: A la Moral con los (exemplos) ejemplos de virtud, y contrarios: A la Rethorica (retórica) para dilatarla con ejemplos: A la Poesía para imitación: Y a la Gramática para exposición de Lugares, y Nombres. Ella es fomento, y favor de todas las disciplinas, por ella comprehende (comprende) el hombre lo pasado, atiende a lo presente, y se previene para lo venidero. (4: Polib. Lib. I. S. Greg. Nazianz. ad Nico.)

Quae sint, quae fuerint, quae mox ventura trahantur.

Cuidó el Espíritu Santo que no faltase memoria de las acciones del Testamento Viejo hasta el divino Nacimiento; y de la vida, y muerte de Jesús, con los hechos de los Santos Apóstoles, en los Libros del Testamento nuevo. Vigilante la Iglesia, para que no quedasen sepultadas en el olvido las victorias de los Santos Mártires, eligió Prothonotarios (protonotarios), y Coronistas (cronistas) que refiriesen, y diesen Fé de sus (triumphos) triunfos. (5: Euseb. Lib. 4. cap. 14. Platin. In vitas Pont. Baronio in Martir.)

Conservó Noé la memoria del Diluvio, y sucesos antecedentes en la Ara, o Piedra en la cual los esculpió al salir del Arca: sus descendientes los hijos de Set, en columnas de mármol, y ladrillo: (6: Beroso lib. I. cap. 4. Beut. Par. I. cap. 2. Josepho de Antiq. Lib. I cap. 4.)

Los Persas, Medos, Egypcios (egipcios), Caldeos, y Asirios, en la Hierva (hierba) Papirus (papiro), en pergaminos, y en tablas de hierro, y bronce: los griegos, romanos, cartagineses, y otros, solícitos cuidaron eternizar la memoria de los hechos de sus paisanos con piedras, mármoles, y bronces, en pirámides, y obeliscos, dejando la relación de los sucesos en general, y particular en sus Anales: (7: Ester. 6. Aulo Gelio noc. Atic. Lib. 3. Tulio 2. Ret. Tácito Anales.)

Y hasta los Alarabes (árabes, alarbes) (siendo nación tan bárbara) tuvieron en Razis, y Anafange, sus analistas; pero lo que en estas naciones fue vanidad culpable por el fin, en los católicos fue obligación debida para el acierto, y para no apartarse de la senda de la verdad, y para que con la noticia de las cosas pasadas queden prevenidos los hombres en las venideras; por esto nuestro Señor por San Juan cap. 5. dijo a los Judíos que mirasen las Escrituras.

El cuidado de todas las naciones más políticas de Europa, como españoles, italianos, alemanes, franceses, y otros, “però jamàs” escribir, contenta con las Escrituras, y Privilegios que conserva en sus Archivos, y en las aprobaciones de los Soberanos Oráculos de los Serenísimos Reyes, que en ellos se guardan para crédito de sus Vitorias, y Proezas, (que es cierto lo es) pero no para el Universal Teatro del Orbe.

Advirtiendo ocultas las noticias de tales testigos, y que las acciones de la Nación Catalana, sólo se hallaban como en bosquejo en sus fragmentos, y en los extranjeros, por falta de noticias, o por el afecto minoradas, disimuladas, o equivocadas; y habiendo leído a unos, y a otros, y advertido cuanto se minoraba, y menoscababa el crédito de la Nación, anhelaba mi afecto dar a la luz, lo que advertía como en sombra, aunque me detenía la gravedad del empeño; pero movido de un mal formado Librillo de un Canónigo de París que tiznaba el crédito de la Nación en uno de sus mayores hechos, y de mayor crédito que fue la gloriosa defensa de Barcelona en el asedio por los franceses año 1697, diciendo que a instancias de los paisanos entregaron la Plaça los Generales, (siendo tan evidentemente falso, pues delante de las más políticas, y belicosas Naciones del Orbe manifestaron su valor, y constancia, declarando no convenir en la entrega, ni haber llegado el tiempo de ejecutarla, como constará de la auténtica relación en el tomo tercero en el año 1697.) con el favor divino, me pareció preciso, y muy de mi obligación, no sólo dar escarmiento al mal ideado volumen, si también manifestar al universal Teatro del Orbe las noticias, y progresos gloriosos de la Nación Catalana desde la primera Población de la Provincia hasta el presente año 1709, para que se advierta, y mire como en espejo el atento, recto, valeroso, y constante obrar de la Nación, y se infiera que no ha admitido escoria, ni liga tan fino metal, y que jamás la ha podido admitir. (8: Victor. Lib. 38. var. lecti. Res gesta ideò literarum monumentis consecrantur, ut ab oblivionis injuria, & ab invidorum morsibus vindicentur.)

Es tan dilatado el asunto, y copioso lo que debo referir que pedía muchos, y dilatados volúmenes; pero por no molestar, y para no omitir la relación de los sucesos, he elegido el estilo lacónico, y formar un Resumen breve de los sucesos de mayor nota, eclesiásticos, y seculares, con la relación de los hechos, y vidas de los eminentes, e ilustres varones, que en santidad, armas, y letras, esmaltaron con su glorioso obrar el oro de esta provincia, y de las reliquias, e invenciones prodigiosas de las imágenes de nuestra Señora, dividiéndolo en tres Tomos, que es a lo que se ha podido reducir (no sé si con acierto.)

(9: Séneca Epist. 39. Comentarios quos desideras diligenter ornatos, & in angustum coactos componam, sed vide ne plus profectura sit oratio ordinaria, quam haec quae nunc vulgo breviarium dicitur, olim cum latinè loqueremur sumarium vocabantur. Orat. Dum brevis esse cupio obscurus fio.)

Consagrando el primero a Jesús Dios, y Señor nuestro Crucificado: El segundo al Rey nuestro Señor: Y el tercero al Principado de Cataluña, para cumplir con la obligación de Dios, Rey, y Patria, que à (ha) sido el fin de mis tareas.

Siendo Catalán, y natural de Barcelona parece debía escribir esta obra en el Catalán Idioma; pero para que se dilaten las noticias, y por los papeles, y libros que en la Centuria de 1600 se han escrito en Idioma Castellano, desdorando algunas acciones de Cataluña; debiendo manifestar su equivocación, no puedo escusar (excusar) la respuesta en la Lengua Castellana, para que igualmente se entienda el cargo, y la defensa, la equivocación, y la verdad; que para asegurarla en dicha Centuria, y en las antecedentes, me he valido de las Escrituras auténticas, Privilegios, Actos de Cortes, Relaciones de los Serenísimos Señores Reyes, y de los Dietarios, y Libros del Real Archivo de Barcelona, del de la misma Ciudad, del de la Deputación (Diputación), que es el del Principado, de Lerida (Lérida), de Tortosa, de Perpiñan (Perpiñán, Perpignan), y de las demás Ciudades, y Villas del Principado; no omitiendo registrar por mí, o por sujetos de todo crédito los referidos, como también los de las Iglesias, y Conventos, y en falta de esto apadrinan la verdad que refiero autores extranjeros, y faltando estos me asisten los Catalanes en las relaciones de su tiempo: (10: Beyerlinc. Teat. Vitae Humanae. Tu nihil magnum finis interire nil mori clarum patens reserva posteris nostris monumentae scaecli condita libris sola fucatis variare dictis, paginas nescis sed aperta quidquid. Veritas prodit rè sine per avum simplice penna. Quintil. Lib. 10. inst. Cujus proprium est vera sine ostentatione scribere. Estrabon lib. I. Geor. Honestè factis veritas suficit.)

Omito autoridades cuando admiten todos lo que refiero: al margen por números, hallarás las escrituras auténticas que aseguran mi narrativa, y a la fin de los capítulos los sujetos, y familias que ha podido advertir mi desvelo, haber concurrido en las Conquistas, y hazañas, designados por el mismo Abecedario: no dudo faltarán muchos que con sus proezas ilustraron a su Patria: no haberlo advertido fue poca diligencia, y cuidado de los Antiguos, y no culpa mía, como tampoco lo es haber omitido algunos de nuestro tiempo, por no noticiármelo, por más que lo he solicitado.

Podrás advertir, que la relación que emprendo, como la escribo por Anales, si no puedes hallarla cumplida en el primer año, la podrás buscar en el año que se ejecutó la conclusión del hecho, por el índice alfabético, quedando enteramente satisfecho en lo que te importará entender, hallando consuelo en tus deseos.

Podrás también notar que en el primer tomo escribiendo de la segunda población de España después de la Seca de 26 años, y tres de la lluvia no aseguro año, y no se debe reparar en tres más, o menos que comenzase a poblarse, porque en tal variedad de autores, y en cosa tan antigua no es fácil hallar verdad constante. También en este mismo tomo hablando desde Tubal hasta Abidis primeros Reyes de España, fundo la relación en la tradición confirmada con todo el torrente de los autores españoles, y de otras naciones; omitiendo satisfacer al P. Mariana tom. I. lib. I. cap. 7, que duda de algunos; porque no hallo razón para la duda; ni para asegurar el crédito hallo más que la autoridad de los autores que cito en las relaciones de los hechos de los primeros Reyes, y las mismas palabras del P. Mariana al fin de dicho capítulo, que son las siguientes:

No me atrevo a reprobar lo que graves autores testificaron, y dijeron. Suplícote adviertas, y corrijas los defectos de método, locución, y los demás que no habré comprendido, y añadas noticias a lo que refiero si las hallas mejores, disimulando las faltas por los efectos de mi fina voluntad. VALE.

Protesta del autor.

Obedeciendo gustoso a los Decretos Apostólicos, y particularmente a los del Sumo Pontífice Urbano VIII, expedidos en la Sagrada Congregación de la Santa, y General Inquisición Romana en 13 de Março del año 1625, en 5 de Junio de 1631, y en 3 de Julio de 1634, acerca de los que escriben vidas, milagros, revelaciones, y otros beneficios divinos de personas que murieron con fama de Santidad, y no están Canonizadas, ni Beatificadas; en la relación, y noticias de los Varones Insignes en santidad, y hablando de sus virtudes, martirios, milagros, profecías, revelaciones, y otros divinos beneficios, y en los términos de gracia, y gloria, y otros semejantes que uso calificando, y aplaudiendo sus acciones, no quiero, ni es mi intento tampoco, se les dé más crédito, y autoridad, ni tengan otro sentido, que el que se debe a una sencilla fé humana, falible, y no aprobada, ni calificada por Santa Iglesia (Catholica) Católica Romana, menos escribiendo de los Santos Canonizados, y de lo aprobado por la Santa Iglesia; y assi mismo protesto que no es mi intención calificar de Santos, o Bienaventurados a las personas que no lo están por la Iglesia: y cuando uso del título de Santos, y Bienaventurados, no lo tomo en la propria, y rigurosa significación que induzga (induzca) culto, sino en la vulgar, con que a las Personas pías de más aprobada, y cuidadosa vida, aún viviendo las suelen llamar Santas.


Fee (Fé) de erratas.

Pag. 5, columna 1, lin. 19. Varueserias, lee Varvessorias.

Pag. 9, col. 1, lin. 17 & pag. 12, col. 1, lin. 13. Ametistes, lee Ametistos.

Pag. 12, col. 1, lin. 39. Puente, lee Puerta.

Pag. 33, col. 2, lin. 9. Jugo, lee yugo.

Pag. 79, col. 2, lin. 39. Govern, lee governó (gobernó).

Pag. 83, col. 2, al margen. Sertorio, lee Cayo Annio.

Pag. 86, col. 2, lin. 4. Mauscrito, lee manuscrito.

Pag. 94, col. 1, lin. 12. Dieron zelo, lee dieronsela (se la dieron).

Pag. 96, col. 2, lin. 37. Virgen, lee virtud.

Pag. 101, col. 1, lin. 14. Madre Dios, lee Madre de Dios.

Pag. 154, col. 1, lin. 6. Dol, del.

Pag. 249, col. 1, lin. 43. Arrastró, lee arrostró.

Pag. 266, col. 1, lin. 42. Quatra, lee quatro (cuatro).

Pag. 288, col. 2, lin. 13. Almarà, lee Almatà, 

y en el margen, y sumario, pag. 290, col. 2, lin. 16. Celiberia, lee Celtiberia

Pag. 290, col. 2, lin. 51. Año 114, lee 1014.

Pag. 154, col. 1, lin. 5. Barcolona, lee Barcelona.

Pag. 314, col. 2, lin. 18. Año 1160, lee 1190.

Pag. 318, col. 1, lin. 22. Alemany, lee Aleman (Alemán).

Pag. 325, col. 1, lin. 5. Dulce, lee Almodis.

Pag. 331, col. 1, lin. 39. De Torá, lee del Tura. 

Pag. 331, col. 2, lin. 31. De Lermens, lee Termens.

Pag. 352, col. 1, lin. 51. Postuma, lee Castuma.

Pag. 352, col. 1, lin. 52. Adea, lee Aldea.

En el prólogo pag. 3, lin. 35. Prozeas, lee Proezas.


Tabla de los capítulos contenidos en este primer tomo.

(Se omiten las páginas)

Libro 1.

Cap. 1. De la fundación, nombre, división, y límites de Cataluña, y de la división de España, y Francia.

Cap. 2De los montes de Cataluña.

Cap. 3. De los ríos, fuentes, y estanques particulares de Cataluña.

Cap. 4. De las minas de Cataluña, y de algunas cosas particulares.

Cap. 5. De algunos baños particulares, y de las continuas maravillas del cielo en Cataluña: de su abundancia, y fertilidad.

Cap. 6. De las imágenes de la Virgen, que ha manifestado milagrosamente el cielo en esta Provincia, de cuyas invenciones no se ha podido hallar el tiempo.

Cap. 7. Refiérense las reliquias de los cuerpos de los santos extranjeros, que se hallan venerados en esta Provincia, a más de los naturales, y forasteros, de cuyas vidas, y traslaciones se hallará noticia en los años que sucedieron, por el discurso de esta obra.

Cap. 8. De los hospitales en suma de esta Provincia, y de los Conventos, y Prioratos, de cuya fundación se ignora el tiempo, con la de los que en este tiempo están derruidos.

Cap. 9. De la militar orden de San Juan Bautista, su fundación, aumento, encomiendas, y prioratos en Cataluña.

Libro 2.

Cap. 1. De Tubal primero Rey.

Cap. 2. De Hibero segundo Rey, y de sus hechos. (Ibero, Ebro)

Cap. 3. De Jubala tercero Rey.

Cap. 4. De Brigo cuarto Rey, y de sus obras.

Cap. 5. De Tago quinto Rey.

Cap. 6. De Beto seto Rey.

Cap. 7. De Deabo africano, nombrado Gerión, séptimo Rey.

Cap. 8. De los Geriones, octavos Reyes.

Cap. 9. De Hispalo, noveno Rey.

Cap. 10. De Hispan décimo Rey. 

Cap. 11. De Hércules Líbico undécimo Rey.

Cap. 12. De Hespero duodécimo Rey.

Cap. 13. De Atlante décimo tercio Rey.

Cap. 14. De Sicoro décimo cuarto Rey.

Cap. 15. De Sicano décimo quinto Rey.

Cap. 16. De Siceleo décimo sexto Rey.

Cap. 17. De Luso décimo séptimo Rey.

Cap. 18. De Sículo décimo octavo Rey.

Cap. 19. De Testa décimo nono Rey.

Cap. 20. De Romo vigésimo Rey.

Cap. 21. De Palato, o Palatuo, vigésimo primero Rey.

Cap. 22. De Heritreo vigésimo segundo Rey.

Cap. 23. De Gorgoris vigésimo tercio Rey.

Cap. 24. De Abidis vigésimo cuarto Rey.


Libro 3.

Cap. 1. De la división de Cataluña en diferentes pueblos, o provincias.

Cap. 2. Como se despobló España por la sequedad.

Cap. 3. De la población segunda de España.

Cap. 4. De la venida, y poblaciones de los Rodios.

Cap. 5. Del incendio de los Pirineos.

Cap. 6. De la entrada de los Phrigios (Frigios), Phenisses (Fenicios), y del valor de Theron Catalan.

Cap. 7. De la venida de los Egipcios, y del valor de Theron.

Cap. 8. De la venida de diferentes naciones hasta la peste, y segunda Seca de España.

Cap. 9. De la hambre, peste, y segunda sequedad de España.

Libro 4.

Cap. 1. De la venida de los marselleses: fundación de Ampurias, y como dilató su dominio Cartago en España.

Cap. 2. Noticias en Cataluña de los romanos, a quien favorece: pasa a Cataluña Amiclar, y guerra contra Betulones, y otros: y embajada a Alejandro Magno.

Cap. 3. Fortifícase Barcelonaguerra de Betulones: pasa Aníbal a Ampuriasbatalla, y muerte de Amiclar.

Cap. 4. Pasa Aníbal a Cartago, y esta nombra general de España a Asdrúbal: paz de Roma, y Asdrúbaldivisión primera de Españagobierno de Aníbal, y oposición de Cataluña.

Cap. 5. Viene Gneo Scipion (Escipión) a Cataluña, amistades que logra, y lo que ejecuta: vence a los de Cartago con el favor de Cataluña.

Cap. 6. Victorias de Escipión, destrucción de Atanagria, y Ausa, y prodigios.

Cap. 7. Victorias de Escipión asistido de Cataluña, que se defiende del Cartaginés, y guerras de Indíbil, y Mandonio Catalan.

Cap. 8. Ocupadas, y demolidas Cartago vieja, y Rubricatavencido Asdrúbal, y otros muchos lances.

Cap. 9. Vencen los catalanes, y romanos a Asdrúbal Calvo: ilústrase Tarragona, y excelencias de Barcelona.

Cap. 10. Derrota, y muerte de los Escipiones, su sepulcro: venida de Nerón, y del hijo de Escipión: rendimiento de Cartagena.

Cap. 11. Valor, y cortesía de Escipión con las mujeres que se hallaron en Cartagena.

Cap. 12. Victorias de Escipión: ajústanse las Provincias de España a la Citerior, nómbranla Tarraconenseguerras de Cataluña.

Libro 5.

Cap. 1. Guerras en Cataluña contra romanos, hasta la venida del cónsul Catón.

Cap. 2. De la venida del cónsul Catón, y sus guerras en Cataluña.

Cap. 3. Guerras de Catón en Cataluña, con sus pueblos hasta que se concluyó la paz, y vuelta de Catón a Roma.

Cap. 4. Guerras en Cataluña de romanos: gobierno de ellos hasta el año 169 antes de Cristo: privilegios concedidos por los romanos: trátase de la fundación de Calaf.

Cap. 5. De los cónsules, pretores, procónsules, y legados que vinieron a Cataluña hasta el año 100 antes de Cristo, y de los sucesos, y victorias de Catalanes contra los Cimbrios.

Cap. 6. Guerras en Cataluña contra romanos, y Sertorio: Y a favor de Sertorio hasta su retirada a África: nota de Spurio Pompeyano, de la piedra de su sepulcro.

Cap. 7. Guerras de Cataluña en defensa de Sertorio, y de este contra Pompeyo, hasta la muerte de Sertorio: trofeos de Pompeyo por sus victorias: vuelve a Roma: favorece a Cataluña: estatua que le consagró Manresa: edificios de este tiempo de esta ciudad, y argollas de Atalavaca, y otras.

Cap. 8. Del gobierno de Cataluña hasta el año 52 antes de Cristo: de la fundación del templo de Esculapio en Barcelona: memorias de Aulo Mevio de Vique: y guerras en Ruisellon (Rosellón).

Cap. 9. Entran los capitanes de Pompeyo en Cataluña: Fabio capitán de César les vence, y hace retirar a Lérida: entrada de César, y hechos de Fabio.

Cap. 10. Viene César a Lérida, pone asedio a la ciudad: encuentros con los dos ejércitos, hasta que concordaron César, y Afranio, por causa de la falta de agua del ejército de Afranio, y muerte de Pompeyo.

Cap. 11. Entran los hijos de Pompeyo en España, les defiende Cataluña: vuelve César, y les vence: ocúltase Sexto Pompeyo en Cataluña: muerte de César, que hizo colonia a Tarragona, y a Ampurias.

Cap. 12. Pasa Sexto Pompeyo a Roma: guerra en Cataluña de los Ceretanos, y Salusios contra Octaviano: principio de la cuenta de la Era del César: y destrucción del templo de Bona.

Cap. 13. Reside en Tarragona Octaviano: confírmala colonia: conságranle templo: concluye la fábrica del castillo Octaviano: nombra colonia a Barcelona, y municipal a Lérida: firma, y decreta el edicto para registrarse el orbe, en Tarragona: vuélvese a Roma, y hace nuestro Señor milagro en Gerona.

Libro 6.

Cap. 1. Del santísimo nacimiento en la noche: participa España de la claridad, y en el día aparecen tres soles: refiérense los hechos de Augusto hasta su muerte: de la venida a esta provincia del cuerpo de San Forcián, y háblase de los Santos Inocentes.

Cap. 2. Sucesos de Tiberio hasta su muerte: van de Cataluña a visitar a nuestro Señor, y a su santísima madre, que recibe bajo su patrocinio a España: en Cataluña se adoraba (a) Dios, antes de la venida de los Santos Apóstoles, y de la muerte de Dios nuestro Señor para nuestra salud.

Cap. 3. Del primer gentil que recibió la fé en el santo bautismo, que fue Cayo Cornelio centurión, Catalan: y de las memorias de Tiberio.

Cap. 4. De la venida de nuestro santo Apóstol a Cataluña, y principio de nuestra Santa Fé: de San Ethereo obispo de Barcelona, y de San Agatodoro de Tarragona.

Cap. 5. Del imperio de Calígula, y Claudio: venida de San Pedro: de los santos obispos Teodosio, Víctor, y Aecio: de la venida de San Saturnino (Sadurní): obispado de Roda, y fundación de algunos lugares.

Cap. 6. De los emperadores Nerón, Galba, Otón, Vitelio, y Vespasiano: de San Rufo obispo de Tortosa: venida de San Pablo a Cataluña: templo de Santa Tecla en Tarragona: de San Lucio obispo de Barcelona: de San Hieromeo, y fundación de Gualba.

Cap. 7. De los emperadores Vespasiano, Tito, Domiciano, Nerva, y Trajano: de los Aletos: de los varones insignes de Tarragona, Barcelona, y Tortosa: de San Philoteo mártir de Barcelona, y de San Deodato segundo, su obispo: de los santos Lino, Cleto, y Clemente, pontífices.

Cap. 8. De los barceloneses Lucio Licino Sura, Lucio Licino segundo, y Publio Licino: guerras de Ampurias contra Roma, y muerte de Trajano.

Cap. 9. De Adriano emperador: las gracias que concedió a las ciudades de Cataluña: los hombres insignes que florecieron en esta Era: y de la muerte de Adriano, y martirio de los Pontífices Evaristo, y Alejandro primero.

Cap. 10. De las poblaciones antiguas de tiempo de los romanos que se hallaban aún en Cataluña, a más (además) de las referidas (en el) capítulo 9.

Cap. 11. De los emperadores Antonino Pío, Antonino Vero, y Marco Aurelio: de la villa de Terrassa (Terrasa), y sus hijos Serennio, y Quinto Grannio: de Cecilio Obtato, y Lucio Furio de Barcelona, y de sus obispos: de Cayo Julio Joscho de Tarragona, y de los santos Bonoso, y Maximiano de Blanes, y de Mequinensa: martirio en Manresa de San Lucio obispo: de los santos diáconos Absalon, y Largo, y de los santos Pontífices, Sixto primero, Telesphoro, Higinio, Pío primero, Aniceto, Soter, y Eleuterio.

Cap. 12. De los emperadores desde Commodo hasta Maximino: de los obispos de Barcelona hasta San Severo primero: de las fundaciones de Albià, Albi, y Albiol: de San Andeloto: de los santos Pontífices Víctor, Seferino, y Calixto.

Cap. 13. Martirio de San Magino: destrúyese el templo de Venus de Monserrate: de los emperadores desde Maximino hasta Decio: memorias de Philipo (Filipo, Felipe), y fundación de San Martín de Gerona: de San Ponciano, y de San Antero Papa.   

Cap. 14. De los emperadores desde Decio hasta Valeriano, y Galieno: de los santos mártires Luciano, Marciano, Fructuoso, Augurio, Eulogio, Verona, y Senon: cual fue Cervera: guerra en Cataluña contra alemanes: de San Fabiano Pontífice, y mártir: y de San Cornelio.

Cap. 15. De los emperadores, desde Aureliano, hasta Diocleciano: de San Licerio, de San Estefano (Esteve, Esteban, Stephanus) Papa, de San Sixto, de San Dionysio (Dionisio), de San Félix, y de los santos mártires Severo primero, cuatro clérigos, Emeterio, Celio, y Rústico: salen los alemanes de Cataluña: memorias de Caro, y Carino en Tarragona que la reedifican: y de Lucio Pontífice.

Cap. 16. De San Vicente de Colibre: de San Feliu Apóstol de Gerona: de San Narciso, y de San Feliu su diácono: de San Invento, y 360 mártires de Gerona: de San Román, San Invento, San Horoncio, Aquilina, Víctor, Germán, Paulino, Justo, y Suylo (Suilo): de San Emeterio, y San Celedonio, y de su traslación: de San Salidonio (Celedonio, Salidonio, Celoni), y de San Avito: de los discípulos de San Narciso, y de su traslación a Gerona: de San Flamidiano: de la invención (hallazgo) de algunos Santos Cuerpos: de San Eutichiano: y de las Santas Formas de Gerona.

Cap. 17. De nuestra invencible capitana, ilustre heroína, y protomártir Santa Eulalia.

Cap. 18. De San Feliu de Barcelona, de Santa Julia, de los santos Fileto, Leda, sus hijos, y cincuenta y cinco mártires de Barcelona, y de San Cucufate (Cugat).

Cap. 19. De las santas Juliana, y Simproniana de Barcelona: de San Sergio, y San Anastasio, y 73 mártires de Barcelona: de San Prudencio de Tarragona: de San Ponce, de San Sixto, y de San Eovaldo de Ampurdan: de San Marcelino, de S. Engracia, y S. Calamanda: fin del imperio de Dioclesiano: de Constantino.

Cap. 20. De Constantino Magno: primer Concilio de España, en Colibre: elección de (Arçobispados) arzobispados, y obispados: fundación de Constantí, y la Selva: reedificación de Elna: de San Marcos.

Cap. 21. De los santos Severo, Ponciano, y Senadino de Barcelona: de los santos obispos de Vique, tres Justos, Euterio, y Lázaro: de San Pretexato obispo de Barcelona: del Santo Pontífice Dámaso: de los emperadores, de Juliano hasta Teodosio: de Santa Marina: de San Valentino.

Cap. 22. De Himerio arzobispo de Tarragona, y su consulta al Papa: de San Paciano, Lucio Dextero, Ripario, Desiderio, y Sisino: de Santa Cerenilla, y San Marciano de Barcelona: del hereje Vigilancio francés, y de Valente, y Teodosio emperadores.

Cap. 23. De San Lampidio obispo de Barcelona, San Paulino, y Santa Terasia (Teresa): muere Teodosio, y suceden Arcadio, y Honorio: discípulos de San Agustín en Barcelona: fundaciones de conventos del Carmen, San Antonio, y San Agustín: de San Olimpo, de Barcelona: entrada de los vándalos: defienden los Catalanes al imperio: de Santa Cordula, y Santa Candia: de San Dalmacio, y de San Marco Máximo: de Siricio.

Cap. 24. Guerras de Máximo, y Geroncio, opónenseles los Catalanes: mátase Geroncio: destruyen los vándalos a Tarragona, crece Barcelona, y quedan los Alanos en Cataluña.

Libro 7.

Cap. 1. Origen de los Godos: sus expediciones hasta entrar en Cataluña: donde elige Corte a Barcelona Athaulpho (Ataúlfo : Adolf : Adolfo): fabrica el Real Palacio: y funda su Monarquía.

Cap. 2. De Ataúlfo: de su sepulcro: de Sigerico, y Vvalia (Walia) Reyes Godos: de Paulo Orosio, y de los dos santos sacerdotes Avitos de Tarragona: de San Bonifacio, y San Paulo de la misma ciudad: de San Sixto, Sosimo, y Bonifacio.

Cap. 3. De los Reyes Theodoredo (Teodoredo), Turisimundo, y Theodorico (Teodorico): vencen los Catalanes a Atila: de San Nundinario obispo de Barcelona: Cisma en Barcelona, y Cisma, y Concilio General en Tarragona: es reedificada: vida de San Vidal de Gerona: de San Honorato, San León, y San Sixto.

Cap. 4. De los reyes Teodorico, y Eurico: de San Severo segundo obispo de Barcelona, en cuyo tiempo se formaron las Leyes Góticas: de San Segismundo, fundación de su iglesia, y de San Marçal: de San Simplicio Papa natural de Barcelona, y de San Ascanio.

Cap. 5. De Alarico, y pérdida de su Reyno: vida de Gesaleico tirano, y de Amalerico: Juan arzobispo de Tarragona: Concilios de Tarragona, Gerona y Lérida: Letanías en Cataluña: bayles (bailes): de San Orencio arzobispo de Tarragona, de San Emiliano de Libia, y de San Paladio: de los Pontífices Félix III, Gelasio, y Anastasio.

Cap. 6. Del santo obispo de Barcelona Paternio: de los santos de Gerona Justo, Justiniano, Nebridio, y Elpidio: de San Justo de Vique: de los Concilios de Valencia, Zaragoça (Zaragoza), y Barcelona: martirios de la reina Clotilda: muerte de Amalarico: de San Gaudioso de Tarragona: Juan primero.

Cap. 7. De Theudio: victoria de los catalanes: vienen los monjes de San Benito a visitar a San Narciso: fundación del convento de Monistrol: milagros de las fuentes: de Agila, y Atangildo: de San Nasario, y Bonifacio.

Cap. 8. De los reyes Luyva, y Leovigildo: de los príncipes San Hermenegildo (Armengol), y Recaredo: raros prodigios, y persecución contra la iglesia: martirio de San Hermenegildo: de San Ascanio segundo, de San Juan, y del santo obispo Dominio: fundación de Ripoll: milagro de las fuentes: muerte de Leovigildo.

Cap. 9. De Recaredo católico rey, tuvo su Corte en Tarragona: vencen los Catalanes a los franceses: confírmase el primer Concilio de España en Colibre: Concilios de Toledo, Zaragoza, y Barcelona, que es Metrópoli de los Godos: residen en ella los ministros: principio de los Duques, y Condes, y del castigo de los Açotes (azotes). 

Cap. 10. De los reyes Luyva, y Vviterico (Witerico): fundación de San Pedro de Roda, y venida de las santas reliquias: de los reyes Gundemaro, Sisebuto, Recaredo, y Suyntila: Concilios de Toledo, Barcelona, Egara, y Tarragona: de San Nonito, de Pedro obispo de Lérida, de Liberato natural de Gerona, y de San Gregorio Magno.

Cap. 11. De los reyes Sisenando, Cintila, Tulga, y Chindasvinto: Concilios en Toledo, y sus decretos: de San Severo III. Antigüedad del título de católicos en los Reyes de España: fundación de Centellas: antigüedad de Tarragona: nota de si ha tenido obispo Manresa: de Isabel Joyense.

Cap. 12. Como Tarragona, y no Toledo, es Primada de las Españas: fúndase en razón, y se satisface a las dudas.      

Cap. 13. De los reyes Recesvinto, y Vvamba (Wamba): fundación de Requesens, y memorias en Cataluña de Recesvinto: de Quiricio obispo de Barcelona: eclipse del sol en España: guerras contra navarros, y contra Paulo: asegúrase el buen proceder de Cataluña: de los Papas Martino, Eugenio, Vitalino, Deodato, y Domno.

Cap. 14. De los reyes Ervigio, Égica, Witiza, y Rodrigo: de San Cypriano (Cipriano) de Tarragona, y de San Idalio de Barcelona: de Berenguer, y Guillermo, obispos de Barcelona: principio de la pérdida de España: de Agato, León, Benedicto, y Juan pontífices.

Cap. 15. De la pérdida de España: muerte de Rodrigo: conquistas de los Moros: de como se defendieron Tortosa, Lérida, Tarragona, Barcelona, Livia, y Puigcerdan: de los lugares de Cataluña, que no se sujetaron a los Moros: de los tributos que pagaban los lugares abiertos: pondérase el valor Catalan (catalán): escóndense las santas imágenes: milagro en las monjas benitas.

Libro 8.

Cap. 1. Prosiguen en los Moros sus conquistas: oposición de los catalanes, retirados en los lugares fuertes: embajada a Carlos Martel, su socorro, y guerras hasta la venida de Otger: de San (santa) Celeriana: de nuestra Señora de Salgar.

Cap. 2. Entrada de Otger, y nueve barones: principio de sus proezas, aseguradas con la tradición, escrituras antiguas, y autores extranjeros.

Cap. 3. Del origen del nombre de Cataluña: de llamarse Principado, y del idioma, crédito, y estimación en las historias extranjeras, y en la voz de sus Señores.

Cap. 4. Victorias de Otger Gotlant (Catalon según Bofarull), cerco de Ampurias, y de su muerte: sucede Dapifer, de sus victorias, y forma de gobierno: de las fundaciones de iglesias, y división de las tierras adquiridas.

Cap. 5. Estado de Cataluña: varias recuperaciones de Barcelona por los catalanes: entra Carlo Magno en Cataluña: sus victorias: epítome de su santa vida: pruébanse sus entradas: fundación de Arles, refiérense sus reliquias.

Cap. 6. Asisten los catalanes a Carlos para cobrar a Narbona: entra a Cataluña: sujeta hasta Gerona: milagros sucedidos: victorias de Carlos, y de Benito de Cabrera con los paisanos: recuperación de Barcelona: fundaciones de Carlos: convento de San Daniel, y Valle de María, y su manifestación: de nuestra Señora del Coll. (Collado, Puig, Pueyo, podium.)

Cap. 7. De Félix obispo de Urgel: pérdida de Barcelona, Gerona, y Vique: recuperación de Gerona, y Barcelona: victoria de Carlos, y sus fundaciones en las dos entradas: victorias, y trabajos de Barcelona, y reedificación de San Feliu.

Cap. 8. Invención de la santa imagen de la virgen de Vilalleons: de San Emerio, y santa Cándida: estado de Cataluña, que elige a Carlos: sujétasele Zatto: recuperan los catalanes a Barcelona: vuélvese a perder: entra Ludovico: llama a toda Cataluña, que le nombra Señor. 

Cap. 9. De la última restauración de Barcelona por los catalanes, presente Ludovico Pío; al cual admiten gustosos: del gobierno de Barcelona, y de algunos particulares servicios: fundaciones de Ludovico.

Cap. 10. Invención de la santa imagen de nuestra Señora de Mongrony: fundación de San Justo, y Pastor, y de San Pedro de Barcelona: victorias de Ludovico: confirma los obispados: elige condes, vizcondes, nobles, varvesores, barones, vegueres, bayles (bailes), y senescal: asegúranse, y señálanse los distritos de Cataluña.

Libro 9.

Cap. 1. Parte Ludovico a Aquisgrán (Aachen, Aix-la-Chapelle), elige gobernador de Barcelona a Bera: de sus victorias, y acusación: elección de Bernardo: victorias de Armengol conde de Ampurias: quejas de los catalanes: privilegios de Ludovico: reedifícanse los conventos de Gerri, y San Ginés de las Fuentes: fundación de San Quirse (Quirze).

Cap. 2. De los hechos de Ludovico Pío hasta su muerte: de los de Bernardo gobernador de Barcelona, y de su muerte: proezas de los catalanes en defensa de su Patria, y de Ludovico (Lluís, Lluïs, Luis, Ludwig).

Cap. 3. De San Wistremiro: de la invención de la imagen de nuestra Señora de Obach: de Guillermo hijo del conde Bernardo: entréganse los catalanes a Carlos Calvo: concédeles privilegio que lo declara: y nombra conde gobernador a Wifredo de Arria.

Cap. 4. Defiéndense los privilegios de Ludovico Pío, y Carlos Calvo, de la calumnia de la Idea de Cataluña: y todos los privilegios, del engaño de Cataluña desengañada.

Cap. 5. De Wifredo primero conde de Barcelona: su muerte por traición de Salomón, al cual mató Wifredo segundo: victorias de los catalanes, y muerte peleando del obispo Cruilles: valor de Bernardo conde de Ribagorça (Ripacurtia, Ribagorza): háblase de la victoria, y muerte del Dragón: y fundación de Ovarra (Obarra).

Cap. 6. Gobierno de Wifredo, sus victorias en Francia, y vuelta a Barcelona, con la concesión del condado en feudo honroso: dale las Armas el Emperador: y se defiende esta verdad, de la novedad.

Cap. 7. Victorias del conde Wifredo contra los Moros: sácales de sus tierras: favores de nuestra Señora: invención, y primera traslación del cuerpo de Santa Eulalia: reedificación de Manresa.

Cap. 8. Victorias, y muerte de Borrell, o Wifredo II, milagrosa invención de la Virgen de Ripoll: fundación de iglesias, y conventos de San Juan de las Abadesas, y de Monserrate: invención de la Santa Imagen: vide (vida) de fray Juan Guarín, y de San Julio: nuestra Señora de Foix.

Cap. 9. De Wifredo Borrell: de Miron, y Seniofredo (Suñer, Sunyer) condes de Barcelona: de Suñer conde de Urgel: reedifícanse San Pablo del Campo, y los castillos de (Olerdula) Olérdola, y Solsona: victorias de los catalanes: asegúrase haber defendido a España: varias fundaciones, de Santa Ana de Barcelona, de la O, de Campredon, y de Roda.

Cap. 10. Elección de Borrell, y exclusión de Cabreta, del condado de Barcelona: motivo del viaje de Borrell a Roma: consigue la unión del arzobispado de Tarragona al obispado de Vique: pérdida, y recuperación de Barcelona: victorias en Aragón, y Castilla: varias fundaciones.

Cap. 11. Victorias del conde Borrell: pérdida de Barcelona: déjanla los Moros: muerte de Borrell: sus hijos, y mujeres: de sor Matrall, de San Eudaldo, y San Pancracio: iglesias de San Saturnino en Urgel, de Olérdola, de Santa María de Linares (Llinars), y del Pino (Pi) de Barcelona.

Libro 10.

Cap. 1. Victorias de Raymundo Borrell conde de Barcelona, que sucedió a su padre, y de Armengol conde de Urgel: nuestra Señora de Almatà: victoria de Osma: guerras de Castilla: entran los Moros en Cataluña, son vencidos en Cerdaña, y Albesa: victorias en (Cordova) Córdoba: convento de Canigò: venida de San Galderique.

Cap. 2. Reedifica, y asiste Borrell a las iglesias: vida, y muerte del santo Abad Otón: martirio del abad Juan, y once monjes de San Cucufate: reedifícase la iglesia de Elna: martirio, y traslación de las santas Eulalia, y Julia de Mérida: reedifícase la iglesia de San Pedro: de las iglesias de Santa María de Egara, y de San Adrián de Besòs: reedifícase Besalú: erección de obispado: convento de San Juan de las Abadesas: alabanzas de Barcelona: muerte del conde Raymundo: soberanía del condado de Barcelona.

Cap. 3. De Berenguer Borrell conde de Barcelona, sus virtudes, y poco cuidado: fundación de San Cucufate de Barcelona: unión de Monserrate a Ripoll: concordia del conde con su madre: privilegio de Barcelona: vida de San Armengol, y su muerte: del obispo de Barcelona Deodato: iglesias de nuestra Señora del Puerto, y de San Sebastián de Aviñonet: corporales de Ivorra (Iborra): invención de las imágenes de nuestra Señora del buen reposo, y Nuria: adelántanse los Moros: victoria prodigiosa de los catalanes: muerte, e hijos del conde.

Cap. 4. Sucede Raymundo Berenguer I a su padre Berenguer: casa con Doña Isabel: saca los Moros del Llobregat, y Panadès (Penedés, Penitensis), después del Campo: quiere reedificar Tarragona, dala en feudo: reedifica el hospital, y catedral de Barcelona: guerras: ajuste con el de Cerdaña: victorias en Ribagorza: iglesia de Cardona: vida de San Eribaldo: venida de Santa Madrona, de su martirio: fundación de Santa María de Besalú: religión de San Juan.

Cap. 5. Muere Doña Isabel: casa el conde con Almodis: iglesia de San Miguel de Barcelona: asisten los catalanes en las victorias del Rey don Ramiro de Aragón: pleitos con Ermesenda, y concordia: victorias del conde contra los Moros de Aragón: asegura al Campo de Tarragona: fortifica Tárrega: se consagra la iglesia catedral de Barcelona: antigüedad de la iglesia de San Jayme (Jaime): convento de Cervià.

Cap. 6. Victorias de los condes de Urgel, y de Barcelona: de los catalanes en Aragón: conquista de Barbastro: muerte del de Urgel: invención de nuestra Señora de la Gleba: victorias de Arnaldo Miron de Tost: fundación del Archiprestado (arciprestazgo) de Ager: victorias, y conciertos del conde de Barcelona en Francia: población de Perpiñán: admisión del oficio romano: formación de los Usajes: consagración del templo de Solsona: nuestra Señora del Milagro de Balaguer.

Cap. 7. Sujétanse los de los Estados de Francia la (al) conde: sus victorias en Aragón, y en toda España: vence a los Reyes Moros, y se le sujetan: engaño de la historia del Cid: fundaciones de San Pedro de Riudebillas (Riudebitlles), y Santa María de Seròs: muerte, entierro, e hijos del conde: fundaciones de San Salvador de Breda, y San Pol.

Cap. 8. De los condes Ramón (Ramon, aún no se ponía tilde) Berenguer, y Berenguer Ramón: de la muerte de Ramón: de la tutela del niño Don Ramón: victorias de Berenguer, y su defensa: Concilio en Besalú: reforma del Estado eclesiástico: victorias del conde de Urgel: conquista de Toledo, Campo de Tarragona, y Balaguer: victorias en Aragón: reedifícanse Tarragona, y Bañolas: fúndase San Adrián (Adriàn en el original): vida de San Sabino, y muerte del de Urgel, y del de Barcelona.

Cap. 9. Expedición de los catalanes en la Tierra Santa, Suria, y Siria.

Cap. 10. Del conde don Ramón Berenguer III. Sus casamientos: victorias en Cataluña, y Francia: del conde Armengol de Mayeruca: sus victorias en Castilla, y Cataluña: victorias de los catalanes en Aragón, y conquista de Huesca: recupérase Balaguer: fúndanse muchos conventos, e iglesias: recae el condado de Besalú al de Barcelona: fúndanse los conventos de Villabertrán, y Terrassa: háblase de las iglesias del Estany, y Manresa.

Cap. 11. Conquista de Mallorca, y descripción de las Islas Baleares: victoria contra Moros en Llobregat: conquista de Zaragoza: espadas de San Martín, y Vilardell: trátase del Dragón: libra el conde a la emperatriz: San Olaguer obispo de Barcelona, arzobispo de Tarragona, y Legado à Latere: del santo Durán: va el conde a Génova, y Pisa: reedifícase San Pablo: nuestra Señora de Mongrony, de Torà, y Cervià: conquistas de Taraçona (Tarazona), Calatayud, y Daroca: población de Olot.

Cap. 12. Victorias contra los Moros de Lérida, y Tortosa, siendo Legado San Olaguer: ríndese el Rey Moro de Valencia: concordias de San Olaguer, y juramento de fidelidad del conde de Ampurias: vida de San Odón: guerra, y concordia con el de Tolosa: batalla de Corbins: pasa el de Aragón a Cataluña: guerras, y paz con los (Ginoveses) genoveses, y con el de Ampurias: reedifícase Tarragona: entra en la religión de los Templarios el conde, y muere santamente.

Cap. 13. De los Estados de los serenísimos condes de Barcelona, y sus sucesores, que posee la Francia, y como los tiene ocupados; y de los títulos, por los cuales pertenecen a los Católicos Reyes de España.

Cap. 14. De la sucesión del conde don Ramón Berenguer IV, de sus virtudes, y concordias: muerte del Rey de Aragón don Alonso (Alfonso I el Batallador): sucesión de don Ramiro: casamiento del conde con la princesa (más adelante escribe Reyna, de Aragón) doña Petronila: capítulos, y conciertos: venida de los Templarios: unión de los reyes por medio de San Olaguer: de la vida, y muerte del santo: guerras, y concordia en Aragón: invención de nuestra Señora de Misericordia: concordias con el rey de Castilla, y con los Templarios.

Cap. 15. Guerras, y victorias en la Proença (Provenza): muerte del conde Berenguer Ramón: encárgase de aquellos Estados el conde don Ramón, y de su sobrino: sus victorias en Francia, y contra el Rey de Navarra, y concordia: conquista de Almería, donde se halló el plato de esmeralda: milagros de San (Estevan) Esteban, y San Ginés en la libertad de Galcerán de (Pinòs) Pinós, y de Sanferní: reedifican los ángeles la iglesia de San Miguel de Barcelona.

Cap. 16. Conquista de Tortosa: asistencias de Barcelona: privilegios, y gracias concedidas: conquistas de Lérida, Fraga, Mequinenza, y otras: conságranse las iglesias de Lérida, y Gerri: defensa milagrosa de Tortosa por las mujeres: sus privilegios: noticias de varios conventos de canónigos reglares: consúmase el matrimonio del conde, y la reyna: guerras, y concordias en la Provenza: ajuste con Castilla: fundación, y dotación de iglesias en el obispado de Tortosa.

Cap. 17. Victorias en Valencia: ocupa el conde a Borja: nace en Barcelona el príncipe don Ramón (futuro Alfonso II): fundaciones de Santas Cruces, y Poblet: victorias de los catalanes con los Moros de las Montañas de Prades: conquista de Miravet: cesión de los genoveses de la parte de Tortosa: nombran los de Bearne señor al conde: invenciones de nuestra Señora de Parrellas, y de la Aldea: reedifícase Santa Eulalia de Mérida: fúndanse las pabordias (o pavordias) de Barcelona: victorias en la Provenza, Narbona, y Navarra: fundación de Calatrava, y de la religión de San Antonio, &c.

Cap. 18. Sujétase al conde el Rey Moro de Murcia: alianzas con (Ingalaterra) Inglaterra: victorias en Tolosa, y en la Provenza: alianzas con el emperador, que no consigue se quite la obediencia al verdadero Pontífice: vida del santo varón Miron: pasa a Turín el conde: su muerte, milagros, y Testamento: vida, y martirio de San Bernardo de Alzira: donación del feudo de la Provenza, &c. 

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell, 1709



Tomo primero de los Anales de Cataluña.

Libro 1.

Contiene su población, división, breve descripción de sus montes, ríos, fuentes, baños, minas, y otras maravillas, con la relación de invenciones de imágenes de N. Señora, de los cuerpos santos extranjeros, que la favorecen, y de los conventos cuyas fundaciones se ignoran.

https://liburutegibiltegi.bizkaia.eus/handle/20.500.11938/78007

https://www.cervantesvirtual.com/obra/anales-de-cataluna-y-epilogo-breve-de-los-progressos-y-famosos-hechos-de-la-nacion-tomo-segundo-contiene-los-sucessos-desde-el-ano-de-1163-hasta-los-de-1458--su-autor-narciso-feliu-de-la-pena-y-farell/

https://bibliotecafloridablanca.um.es/bibliotecafloridablanca/handle/11169/6100

https://books.google.com.gt/books?id=x-VAAQAAMAAJ

http://culturahistorica.org/wp-content/uploads/2020/02/sanchez-marcos-feliu_de_la_penya.pdf

http://bdh.bne.es/bnesearch/biblioteca/Anales%20de%20Catalu%C3%B1a%20y%20ep%C3%ADlogo%20breve%20de%20los%20progressos,%20y%20famosos%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20hechos%20de%20la%20nacion%20catalana%20...%20%20:%20%20divididos%20en%20tres%20tomos%20...%20;%20su%20autor%20Don%20Narciso%20Feliu%20de%20la%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20Pe%C3%B1a%20y%20Farell,%20...%20/qls/Feliu%20de%20la%20Pe%C3%B1a%20y%20Farrel,%20Narciso/qls/bdh0000163814;jsessionid=3E861A8EFC48F54934B3E0901ED7EF02

https://www.cervantesvirtual.com/obras/autor/feliu-de-la-pena-y-farell-narciso-39665

https://datos.bne.es/resource/XX886118

https://es.wikipedia.org/wiki/Narc%C3%ADs_Feliu_de_la_Penya

https://dbe.rah.es/biografias/57136/narciso-feliu-de-la-pena-y-farrell

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/287618.pdf

Más resultados en Google

Pòrtic.

En més d'una ocasió m'he referit a l'alt interès que té l'obra del barceloní Narcís Feliu de la Penya com a símbol de la voluntat de redreçament del país quan les coses han anat malament. A la darreria del segle XVII, i coincidint amb un període de creixents dificultats per mantenir vives i operatives les institucions nacionals de govern, Catalunya havia arribat a una situació econòmica molt preocupant. Un ben perceptible desànim col·lectiu planava damunt de la societat, que havia perdut una bona part de la vitalitat d'altres temps. Sense oblidar tampoc que, en les darreres dècades del segle XVII, Catalunya hagué de fer front a diverses guerres amb França, els exèrcits de la qual es plantaren a les portes de la capital catalana el 1697.

Enmig d'aquest clima difícil, va sorgir la veu i l'acció de Feliu de la Penya, el qual, fent-se ressò de petits nuclis preocupats per l'avenir de Catalunya, va saber promoure accions que permetessin reactivar l'economia del país. L'exemple més significatiu d'aquest desig obstinat de contribuir a millorar les coses va ser el seu llibre Fénix de Cataluña, obra que va ser publicada el 1683. Feliu de la Penya no es va limitar, però, a deixar per escrit les seves propostes de redreçament. Era també un home d'acció, com calia en aquella malaurada conjuntura. Va participar de manera activa en les institucions econòmiques de Catalunya, es va moure a l'exterior, va saber cercar, dins la més dinàmica Europa d'aquell final de segle (els Països Baixos, Anglaterra, França o Alemanya), nous models tecnològics susceptibles d'ésser aplicats a la indústria catalana. Feliu de la Penya va ser, doncs, en certa manera i quan això no era freqüent, un gran europeista.

Fa anys la Generalitat de Catalunya va promoure una nova edició facsímil del Fénix de Cataluña, conscient que, en fer-ho, posava a l'abast dels ciutadans una obra exemplar d'un estudiós i home d'empresa preocupat per les coses de Catalunya. En donar suport, des de la Comissió 1898 del Departament de la Presidència, a una agosarada aventura editorial privada per publicar els tres impressionants volums dels Anales de Cataluña, de Narcís Feliu de la Penya, estem segurs que contribuïm a fer possible que la personalitat d'aquest català exemplar sigui més ben coneguda per aquelles persones interessades a trobar en el passat actituds positives, susceptibles de projectar-se cap al futur.

Perquè Narcís Feliu de la Penya, en produir-se el plet successori que, a la fi, portaria la destrucció violenta de les institucions de govern de Catalunya i un dels més sistemàtics intents d'anorrear la nostra personalitat nacional, va restar fidel al país. Va donar suport, fins a la seva mort, a la causa defensada per la Generalitat i al seu candidat, l'arxiduc Carles d'Àustria, el nostre Carles III, enfront del sobirà imposat per la poderosa màquina bèl·lica de França i Espanya.

Feliu de la Penya, doncs, ens interessa avui. Interessa els historiadors, que trobaran en aquesta obra una informació de gran utilitat en la seva tasca apassionant de reconstruir el passat col·lectiu. Interessa els polítics, perquè va exemplaritzar actituds i capteniments de valor permanent. I interessa, en definitiva, i és el més important, el conjunt de la ciutadania, perquè li ensenya que la lleialtat al país s'expressa tant en la defensa dels seus símbols permanents com també en el treball i l'esforç quotidià que permet avançar i fer front a les dificultats quan aquestes es presenten. Com a president de la Generalitat em plau felicitar aquells que s'han decidit a promoure aquesta magnífica i bella reedició d'una de les obres més emblemàtiques publicades mai a Catalunya.


Jordi Pujol

President de la  Generalitat de Catalunya