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lunes, 4 de septiembre de 2017

Patués , Toni Babia, Jaume Marfany

Patue Kamina, anime, amazon
Patue Kamina



 Patués , Toni Babia, Jaume Marfany

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Lo idioma aragonés es un cajón de sastre, caixó de sastre, calaix, ya sen han encarregat de fel minudet, en mols dialectes, per a acabá en ell.

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Patués , Toni Babia, Jaume Marfany


https://es.m.wikipedia.org/wiki/Patués

El patués o aragonés benasqués o benasqués o altorribagorzano es un dialecto de transición entre el aragonés, el gascón y el catalán, perteneciente al subbloque del aragonés oriental. Por su su aislamiento representa una excepción dentro del aragonés por conservar los números y los días de la semana en aragonés, perdidos en aragonés general. Aunque su uso es superior al de otros dialectos del aragonés, consta de 1 000 o 2 000 hablantes, es una lengua en rápida recesión.

Joaquín Costa en marzo de 1879 publicó en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza una curiosa fórmula con que el pueblo caracteriza el dialecto de Benasque: "Morsiella de la bediella,— feta de ayére, cueta de hué — de man de mi mullé:— ;qué bona que ye! San Marsial mo ne dongue...". Ubicación El benasqués se habla en torno al valle de Benasque (en la Ribagorza, provincia de Huesca, Aragón, España). Las localidades incluidas son: Benasque, Cerler, Anciles, Eriste, Sahún, Chía, Castejón de Sos, El Run, Bisaurri, Renanué, Urmella, Villanova, Sesué, Eresué, Ramastué, Sos, Liri, Arasán, La Muria, San Feliu de Veri y San Martín de Veri. Benasque figura en el ALEANR con las siglas Hu 201. Relación con otras variedades Editar El benasqués es uno de los sistemas lingüísticos de transición de la familia de lenguas románicas, de manera que su clasificación lingüística es un tema de debate bastante enrevesado. Se trata de un conjunto bastante homogéneo de hablas altorribagorzanas que se hablan en el valle de benasque, con particularidades propias que lo diferencian del resto de variedades ribagorzanas (aragonesas o catalanas). Los elementos gascones que presenta son más importantes que en otros dialectos aragoneses pero mucho menores de lo que los no lingüistas han querido ver. Esa posición especial hace que algunos lingüistas se hayan inclinado por considerar que forma parte del catalán, aunque la opinión mayoritaria es considerarlo dentro del aragonés, eso sí, ocupando una posición de transición entre ambos.
Esta es la opinión de lingüistas como Ramón Menéndez Pidal, Francesc de Borja Moll, Manuel Alvar o Rafael Andolz.
Algunos otros filólogos como José Antonio Saura se inclinan por catalogarlo como una microlengua (por número de hablantes) particular. Una isoglosa clara para distinguir las variedades benasquesas es la de los plurales en -as/-es, que separa el norte (Benasque, Eriste, Anciles y Sahún) con plurales en -es, del sur con plurales en -as como en aragonés general. José Antonio Saura Rami distingue entre una zona A con plurales femeninos en -es, una zona B con plurales femeninos en -as y una zona C al sureste con plurales femeninos en -as y menor frecuencia de diptongación romance. Los lugares de la zona A son: Benasque, Cerler, Eriste, Anciles y Sahún. Los lugares de la zona B son: Sesué, Sos, Eresué, Ramastué, Arasán, Liri, Urmella, Bisaurri, Renanué, Gabás, Castejón de Sos, El Run, Chía y Villanova. Los lugares de la zona C son: San Martín de Veri, San Feliu de Veri, Veri, Dos, Buyelgas y La Muria. Dentro de las hablas de transición entre el aragonés y el catalán, la zona C representa un grado mayor de coincidencia con el catalán que las otras. La menor frecuencia de diptongaciones romances (la diptongación romance distingue al aragonés del catalán) se manifiesta en un sufijo -ello en lugar del sufijo -iello. Es más frecuente el apócope de la vocal final y unas formas en la conjugación que se parecen más al catalán (faigo, diuen, veu, cau, viuen, pot, volé...). También hay diferencias en cuanto al léxico. Fonología Editar Principales diferencias entre el sistema fonológico benasqués y el del resto del aragonés: El grado de abertura de las vocales e y o (sèt, còr), que a veces puede hacer distinción semántica (fòrt~fuerte, fórt~horno). En las hablas de la parte norte del valle,[5]​ las a de los plurales y de algunas formas verbales se vuelven e como en catalán, asturiano central y algunas hablas mozárabes (Las francesas se vuelven a París~Les franseses se'n tornen ta París). La falta de la interdental sorda, que la grafía aragonesa representa con una c-z o tz, y que en benasqués suena siempre como /s/ (cielo~sielo, cereño~serenyo) o como /ts/ en los plurales procedentes de -T'S (ciudades~siudats). Muchos rasgos del benasqués se pueden encontrar en otras variedades del aragonés, sobre todo en el aragonés oriental. Aunque el benasqués no diptonga ninguno de los vocablos que sí lo hacen en el resto de variedades aragonesas (fèl~fiel, fòc~fuego), puede decirse que la diptongación es mucho más general que la no-diptongación, hecho que define mejor la aragonesidad del benasqués cuando se considera ese rasgo como una isoglosa llave entre el aragonés y el catalán. En cuanto a evoluciones fonéticas históricas que cabe destacar: Hay algunos casos de pérdida de consonantes intervocálicas -C- delante de E, I y -TY- delante del acento coincidiendo con el catalán: RATIONE > ragón, con una etapa intermedia raón. ragoná Hay algunos casos de evoluciones hacia -u final de los grupos finales -TY-, -C delante de E, I y -D o "vocalizacionse en final absoluto", que tradicionalmente se ha considerado un carácter propio del catalán pero que puede ser propio del aragonés oriental y centro-oriental: PERDICE(M) > perdiu (perdiz) PRETIU(M) > preu PEDE(M) > peu (pie) PRODE > prou (bastante) Las formas verbales deu, creu, riu, chau y diu, correspondientes al aragonés general debe, creye, ríe, chace, dice (debe, cree, ríe, yace, dice). La -n final se conserva en la mayoría de los casos, pero desaparece en algunos topónimos (Castilló, Sa Martí, El Turbó, en el adverbio demá (mañana), y en palabras con sílaba final átona como chove (joven), freixe y came (cáñamo), coincidiendo con el catalán y el gascón aranés, y diferenciándose del aragonés chóven (joven), fráixin y canyimo (cáñamo). Igualmente en relación con lo anterior, la terminación -MEN de los sustantivos neutros de la tercera declinación latina, que en aragonés se queda igual, evoluciona a -me, o también a -m como en catalán: FAMEN > fame ('hambre') GRAMEN > grame ('paja'?) LEGUMEN > llegume ('legumbre') TERMEN > termi (en Renanué y Eresué). LUMEN > llum ('luz') NOMEN > nom ('nombre') Por eso el sufijo -men toma la forma -me: ixame (ixambre 'enjambre'), vacume (vacumen), crabame (crabamen). Hay metátesis típicas del aragonés que son comunes con el gascón: LINGUA(M) > lluenga (lengua) CAPRA(M) > craba (cabra) Es la habla aragonesa donde mejor se conserva la antigua evolución del grupo latino -ND- hacia -n-, común con el catalán pero actualmente minoritaria: espuena (espuenda), redono, fona, gran, mon, bllano, foner-se, manar, barana, estener, aprener, estona, unada, llendre y onda.

Grafía

La forma más empleada para escribir el patués es una adaptación propia de la ortografía de la lengua aragonesa, que usa un alfabeto latino. La acentuación sigue más o menos las mismas normas, aunque el acento puede tener función diacrítica en casos que el aragonés general no existe: mai-mái (nunca), mon-món (mundo). Morfología Editar Hay casos en que la -o final se mantiene en singular pero no en plural. Esto curioso hecho se debe a que fue bastante común en aragonés desde el valle de Tena hasta la Ribagorza. arco/arcs, banco/bancs, chermano/chermans, farsiello/farsiells, lelo/lels, meco/mecs, miollo/miolls, palo/pals, pito/pits, sepo/seps, sueco/suecs, terreno/terrens, tusuelo/tusuels, nugo/nucs, nyedo/nyets, sentido/sentits, canudo/canuts, forau/forats, candau/candats, llinau/llitats, prau/prats, taulau/taulats, uello/uells, casuelo/casuels. En estos casos es dudoso interpretar si es una -o final antigua o recompuesta. Hay que señalar que acompaña a unos diptongos -ie-, -ue- que se pierden en el proceso de castellanización general (uello, farsiello) y resulta una prueba de la mejor filiación de la lengua con el aragonés por lo menos en los últimos siglos. Las parejas sentido/sentits, forau/forats, prau/prats habrán de tenerse en cuenta a la hora de interpretar la evolución del participio en aragonés. Se conservan los numerales cardinales ueito (variante ueit) y setze (con la pronunciación seseante del benasqués). Por otro lado, existe la preposición dan que significa con. Los participios en patués acaban en -au, -eu, -iu (cantau, perdeu, dormiu). Javier Terrado Pablo considera que representan una evolución autóctona por vocalización desde -ad, -ed, -id (que se hallan en una estrecha franja de localidades de la Ribagorza catalanoparlante como -at, -et, -it), y que aparecerían por apocópe de la o final en -ado, -edo, -ido. Los verbos frecuentativos hacen infinitivos acabados en -iá(r) (babiá, rebitiá), pero en las formas personales de present acentuadas en la raíz aparecen los incrementos en -ey-, igual que en belsetano. Ballarín documentó en 1978 (mira-te com babeye ixe llimaco, coixeye porque ye despeau). Léxico Editar Hay palabras que lo diferencian del resto del aragonés, como el verbo ragonar (hablar, charrar en aragonés general), muscllo/moscllo (hombro, huembro en aragonés general). Los días de la semana tienen restos más conservativos que en aragonés general, pero también pueden tener influencia catalana: lluns, martz, mierques, chous, viernes, sapte y dimenche/dumenche/demenche.


Editar

  • Carmen Castán, escritora y defensora del patués, natural de Gabás (video sobre una clase de benasqués (6'10'') y documental sobre la defensa del benasqués por Carmeta)
  • Palmeras en la nieve, película en la que aparece el benasqués.


Editar

  1.  Costa, Joaquín (2010). Textos sobre las lenguas de Aragón. Zaragoza: Aladrada Ediciones. ISBN 978-84-937101-4-9.
  2.  Alvar, Manuel (1983). Departamento de Geografía Lingüística, Institución Fernando el Católico de la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, ed. Atlas lingüístico y etnográfico de Aragón, Navarra y Rioja I. pp. Lámina 3, mapa nº 3.
  3.  Gran Enciclopedia Aragonesa. «Frontera catalano-aragonesa». Consultado el 10 de julio de 2014.
  4.  Andolz Canela, Rafael (2004). Diccionario aragonés (5ª edición). Zaragoza: Mira Editores.
    ISBN 84-8465-160-6.
  5. Saura, 2003
  6.  Terrado Pablo, Javier. «Los participos ribagorzanos en -áu, -éu, -íu». Caplletra 32.

BibliografíaEditar

  • Ballarín, A (1978). Diccionario del benasqués (2ª edición). Zaragoza.
  • Saura Rami, José Antonio (2003). Elementos de fonética y morfosintaxis benasquesas. Zaragoza: Gara d'Edizions-Institución Fernando el Católico.

Enlaces externosEditar



1 EL BENASQUÉS, LENGUA AUTÓCTONA DEL VALLE DE BENASQUE 

La caída de Roma conlleva un aislamiento de las distintas regiones del Imperio y, en consecuencia, una ruralización de la lengua latina, que irá evolucionando en cada zona de manera relativamente autónoma. El benasqués - llamado popularmente patués- es el resultado de este proceso secular en el Valle de Benasque. Desde el punto de vista de la lingüística románica constituye una variedad enclavada entre los ámbitos dialectales aragonés (al oeste) y catalán (al este). Es, pues, en propiedad, lo que se conoce como sistema de transición, producto de su tradicional equidistancia económica, cultural y geográfica con respecto a los polos de atracción que generaron las variedades modernas de las lenguas históricas vecinas. En este sentido, podemos distinguir en su seno dos modalidades, la septentrional -en torno a Benasque- con plurales femeninos en /es/ (ixes cases bllanques) y la meridional -alrededor de Castejón de Sos- con esos mismos plurales en /as/ (ixas casas bllancas). El hecho de que el benasqués sea, una variedad de transición entre el aragonés y el catalán no menoscaba de ninguna manera su personalidad, sino que le confiere su propia especificidad dentro el conjunto románico y lo convierte en un habla única. Sus hablantes deben estar bien orgullosos de ello y tienen derecho a que su lengua sea protegida de modo integral, incluida su plena normalización en todos los ámbitos que le corresponden, públicos y privados. En este sentido, el Gobierno de Aragón, de acuerdo con lo estipulado en el Artículo 7 del Estatuto de Autonomía, posee la responsabilidad cívica y social de colaborar en la promoción de su uso como lengua normal en el territorio donde se habla. Por otro lado, el benasqués ha desarrollado en los últimos años una interesante literatura que abarca relatos: Cuentos compllets (Carmen Castán), Sinc escalas ta puyà tal sielo (María José Subirá); novela: Cuan l’odio esbatega pel aire, La descordada vida de Sinforosa Sastre (Carmen Castán); poesía: Ta las fuens me’n voi (José María Ferrer), Choneguiàn (José Sanmartín), Neoterica (José Antonio Saura); y teatro: La Roqueta (Rafael Solana), Pequeño teatro donde se habla y se siente en benasqués (Ángel Subirá). En el apartado de la lingüística las principales obras de referencia son el Diccionario del Benasqués, de Ángel Ballarín (1978) y los Elementos de fonética y morfosintaxis benasquesas, de José Antonio Saura (2003). 2 Ba sentí un mormor de chen ragonán. Al prensipe le ban paresé resos y no sabeba si ixas palabras que cayeban coma gotas lluen se l’eban despenchau del mon dels sueños u de berdat las diba alguno. Ba ubrí els güells y ba escultá. Per ensima de las boses, un crabero desgranaba una pinocha de cansóns. Se ba llebantá del camastro de palla. Posán la urella ya ben seguro estaba de que ragonaban al menos el mayoral y bell altra persona. Le ba paresé distinguí el timbre de bos de una dona y se ba preguntá quí sería a aquellas oras. Animals malos no’n eba quedau cap y que bella baca s’ase posau a parí u mala de carbunco no le cabeba a la cabesa. Antes de senta-se a sopá una olla de sopas apañadas dan tosino, ous al rescoldo y un buen tros de queso dan un parell de sanjóns de pan, el amo y ell s’eban apasiau per las plletas y tots els animals coma uno solo estaban endormisquiats. - Serán cosas del amo - ba pensá el chicorrón tancán els güells ta dormi-se un altra begada. Tots els mesos el mayoral s’escapaba dan donas y tornaba tan cansau que no teniba forsas ta pega-le u ta grita-le lo poco bals que yeba, tot caminán per endreseras u costeróns. Tal animal del amo mái feba las fayenas en trasa. Siempre le trobaba un pero u altro y tot sobén se sacaba la correya y le pintaba las camas de casi tots els colós del arco de San Chuán. El sueño se l’eba apretau al solero de la cabana y no yeba manera de trobalo. Ba probá a cheta-se de memoria, tripa t’abaixo, de canto y cuan encomensaba a atronca-se ba torná a sentí boses, una de dona y tan dolsa coma la de la suya mai muerta perque le ba paresé que, coma ella, acunaba las paraulas. Cada begada que pensaba en su mai, las sopas de llet se l’entrefeban un puyal de pedras al estomagó y ta podé cose-las teniba que pllorá días y nits, nits y días. Chetau tripa t’alto bedeba un pllatusal de lluna dan arros d’estrells. - Ya bale de cuentos - ba di - demá m’espera un día de duro treball. Tiengo que cambiá las bacas de tros, repllegá tots els bediellos y chuntá totas las güellas. 3 Si ara no duermo, demá me tentará el sueño y binrá el amo que no tiene cap de miramén y me pegará dan el tocho u la correya. Ba apretá tanto el güells coma cuan tancaba las baranas y ya mich adormilau ba sentí un ruido seco, coma un abre cayen-se. Abría churau sentí un llamento de dona y se le ba estobá la pell. Dispués d’una estoneta de silensio total, una puerta ubrin-se ba encomensá a gruñí coma un rayón feriu. A l’altra man se sentiba coma si arrastrasen bes-te a sabre qué per terra. El pastorón no’n podeba més de curiosidat. Se ba posá la camisa que le arribaba asta las rodillas, se ba calsá las abarcas coma ba podé y ba colá el naso a un forau de la puerta. Allí afora estaba el mayoral d’esquena arrastrán a una dona dan las piernas destapadas y un tros de faldeta llebantada asta la rodilla. La dona u s’eba desganau u estaba muerta perque la cabesa de risos coló pegunta le cayeba ta una man. El corasón le ba encomensá a trucá a ritmo de maso de farrero y tan fort que ba pensá qu’el amo el descubriría. No sabeba lo qu’estaba pasán pero no caleba tinre guaire caletro ta dona-se cuenta que si el mayoral se cheraba y el bedeba el mataría de seguro. Una bos mol fort l’u canturriaba per drinto. El capatás ba estirá a la dona coma si fuese un quebro asta la puerta de la cabana y la ba deixá chetada ensima d’una pedra molsosa ta podé tancá la puerta de fora. Cuan la puerta ba quedá tancada el ome ba torná a pillá a la moseta per dichós dels brasos y se l’en ba aná arrastrán costera t’abaixo. El chic ba salre ta fora y ba seguí al mayoral arrastran-se coma els culebróns, dan las camas encondolidas, espantán als grills. El pastorón sentiba umedat per terra, una umedat que a ell se le ba entrefé que sería sanc per lo apegalosa, pero no podeba bere més que la figura del amo que bufaba coma un bou perque el cuerpo de la dona pesaba. Una y mil begadas se ba preguntá agón la debeba de llebá perque l’único amagatón podeba sé una seclla, abaix al barranco, serca d’anque se llababan ells dos u una coba qu’estaba un poquet lluén. 4 Teniba que sabre t’agón anaba aquell animal d’ome. Encara que le costase lo que le costase. La lluna en mingua, impllacablle allumbraba un cuadro de pena llíquida . El moset teniba la boca tan seca que i poría abé enseneu una tieda adrinto. El amo abansaba, ara ya pllateramen camino del cobarchón. Ara al menos, el achudán sabeba el puesto y podeba abansá per detrás d’una serreta. Per una endresera ba encomensá a caminá ara ya de pllantóns perque se le trencaba la esquena y ba arribá a la coba chusto cuan el patrón apuntaba espantan-se las gotas de sudó que le cayeban a churro. La coba yeba prou gran ta tanca-ie dos dosenas de crabas . Els murisiegos las espantaban esbolastrián per la nit. El chic pocas begadas s’i asercaba per allí perque istes animalóns le rosaban la cara y le posaban la pell estobada de desconsuelo. Desde detrás de una pedra, sin qu’el podesen bere ba mirá tal solero terrós de la coba y las camas de la dona eban deixau un rastro de rayas paralelas. El achudán de pastó se preguntaba qué intensións debeba de tinre el amo dan aquella pobra moseta, aixit que se ba sentá a esperá qu’el mayoral sallise ta podé entrá ell a bere qué pasaba. Cuatre u sinc begadas se ba estirá, se ba chetá y se ba llebantá. Més de un sentená de badalls le ban achudá a no perdé la pasensia. Se ba gratá, se ba arrincá crostas de las rodillas, se ba llimpiá y llimá las unllas dan una pedreta. Asta se ba endormisquiá. Pero no ba podé bere al amo salre d’allí en tota la nit. Y ell no sabeba que yese un altra sallida de la coba. L’alba encomensaba a bambiá, impasiente, dan els sagués trosets de nit pero sólo ell, cap d’altro bicho bibiente, se bedeba per allí. Estaba tan cansau, que la fatiga le pesaba més arrobas que la curiosidat y el pastoret ba pensá que lo milló yeba torná ta la coba pensán qu’el suyo patrón estaría allí dormiu, ronfllán coma sempre. 5 Al arribá al cabanón u ba trobá tot coma u eba deixau oras antes: la pallereta desfeta, manchas de sanc al cuartet del amo y tanta soledat que la podeba pillá dan las mans. Coma no’n podeba més se ba chetá a la camichona y se ba quedá dormiu. El ban despertá els bels de las güellas , els esbelecs de las crabas y els esbramecs de las bacas y bediellos. Ya el sol apuntaba ben altero, marcán el suyo puesto al sielo. Al ubrí els güells se ba estirá pensán que al llebanta-se se trobaría al mayoral pero ni sombra d’aquell ome tan bestia. Ba salre de la coba y ba ubrí totas las baranas de las plletas y corralóns ta qu’els bichos sallisen a menchá y beure. Els peus del pastó pareseba que teniban forsa propia ta lleba-lo a la coba. Encara se bedeban els rastros per la endresera. Antes d’entrá al forau se ba pará a penre aire y trencá el aliento. Teniba tanta po d’entrá que se le ba colá la sanc a totas las pochetas. Poc a poc ba aná caminán entre que s’acostumbraba a la escurina. Dispués els güells ya ban aná reconeixén totas las formas que le yeban tan familiás. Esperaba trobá cadábers per terra pero no ba bere nada: ni rastro del amo y de la mosa. Ba palpá las parets y ba esgarrapá el solero dan els peus. Casi le ban entrá ganas de pllorá d’impotensia, de pena y de soledat: Altra begada solo, desasistiu, sin digú que le pegase y le donase bell mueso pan. Se ba preguntá qué faría en ta debán. Si baixaba tal llugá ,digú le faría caso aixit que ba desidí esperase uns días y s’en ba aná corrén t’an qu’els animals. Se le ba pasá el día puyán y baixán costeras, enrestín cordés y arrepllegán las güellas. Cuan se ba ponre el sol estaba tan cansau que sólo ba tinre forsas ta muyi-se un casolet de llet que se la ba beure calén y pllena d’espuma. Coma un fardo ba caire al jergón de palla y ba dormí unas cuantas oras de un sueño inquieto y plleno de pesadillas. A mitat del sueño el ban despertá un altra 6 begada els grits pero molto més forts que la nit d’antes. - Amo, amo - ba fé - ¿Está usté astí?. Se ba llebantá corrén tot siulán al mayoral pero ni ba bere a digú ni se sentiba bolá a una mosca. S’en ba torná ta la cama y se ba quedá dormiu un altra begada asta que un conmormori de chen se le ba colá per las urellas : la bos dura del amo, més suabes de las donas, totas mesclladas, una begada tristes, otras arrepentidas. -Yo las queriba - diba el amo - ellas mái me ban querí. -¡ Asesino, asesino - gritaban coma llocas totas - pagarás el mal que mos as feto!. -Yo las queriba - mormuraba el patrón - queriba que fuesen sólo ta yo y se quedasen dan yo per istas montañas. -¡Cobarde, asesino! - diban totas fen la plloramica. El chulet estaba muerto de po y ba torná a gritá al suyo amo sin que digú le responese. Tot se ba callá de repentinamen y una inquietut extraña se ba quedá penchada a la coba. Sentiba el moset el alma punchada per un sentená d’agullas. En la estona que ba pasá entre las excllamasións y el alba, el chicorrón ba prepará el pañolet fardero dan las dos camisas, un pantalón, un queso y una toña de pan. Sabeba que res més l’esperaba allí. Baixaría tal llugá y qu’els omes se repllegasen cada uno las bacas. ELL YA TROBARÍA UN ALTRO AMO QU’EL ASISTISE, LE PEGASE Y LE DONASE UN MUESO DE PAN.


sábado, 27 de octubre de 2018

Chapurriau a San Sebastián

Chapurriau a San Sebastián, Donosti, dono hósties a dos máns

Chapurriau a San Sebastián, Donosti, dono hósties a dos máns

https://es.wikipedia.org/wiki/Romance_navarro

El Romance navarro es la variedad del idioma navarroaragonés, hoy extinta, hablada durante los siglos X al XVII en el sur de Navarra. Filológicamente, se considera que no existía una diferenciación sustancial entre el navarro y las otras dos variedades del navarroaragonés; sino que las tres, el navarro, el aragonés y el riojano eran simples denominaciones de una misma lengua, explicándose esa triple nomenclatura por las diferentes historias lingüísticas que siguió el navarroaragonés en los diferentes territorios en los que era hablado.


Chapurriau a San Sebastián

El texto más antiguo conocido en romance navarro parece ser la concesión del Fuero de Chaca en 1171 a los habitantes del Pueyo de Castillón de Sangüesa​ por parte de Sancho el Sabio:
esta población fago a pró, é a salvamiento de mio regno, en el Puyo de Castillón sobre Sangüesa, é del Puyo é de los otros logares que lis ei dado por términos. E dó, a mios pobladores de Castillon, franqueza que qoal se quisiere mercadería, trayan en todo mi regno, non den peage ni en tierra ni en mar. E dolis franqueza que lures ganados pascan é vayan por todo mi regno, foras en los vedados de los caballos.
La demografía lingüística histórica considera que al margen de la utilización en las ciudades de la Navarra medieval de idiomas como el gascón, el castellano o el provenzal, durante la Baja Edad Media la mayoría de la población de la zona norte y media de Navarra era vascohablante, en tanto que en los extremos sur y este se hablaba romance navarro. Se ha calculado que, a principios del siglo XVI, la lengua vasca era hablada por cerca del 80 % de los navarros, monolingües o bilingües.​ No obstante, sería el romance navarro la lengua que, a partir del siglo XIII y especialmente del XIV sería predominante en la corte y en la cancillería real, y en la que estarían escritos una gran parte de la documentación de la realeza navarra. Incluso pasando a ser identificado ya desde 1329 como la lengua oficial del reino siendo designada en la documentación como lengoage de Navarra o idiomate terre Navarre. De manera singular, tanto el Fuero General de Navarra, obra cumbre del derecho privado navarro medieval, como sus amejoramientos están escritos en romance navarro.
A partir del siglo XV el contacto del romance navarro con el idioma castellano iría produciendo un fenómeno de convergencia entre las dos lenguas, fenómeno que desembocaría ya en el siglo XVI en su completa sustitución por el castellano.


Al igual que ocurre con el área antiguamente aragonesparlante que experimentó un proceso de castellanización, el léxico y las hablas castellanas del centro, sur y este de Navarra han mantenido hasta fecha reciente o conservan hoy en día rasgos identificativos del romance navarro como la aversión a las palabras esdrújulas.
Específicamente son achacables a la pervivencia de formas lingüísticas del navarro las siguientes:
  • En la redolada de Eslava los más viejos usaban de jóvenes la desinencia -i para la primera persona del presente del imperfecto igual que en ansotano actual.
  • El navarrismo más extendido es el antropónimo Xabier, adaptado a muchas lenguas occidentales, proveniente del euskera "Etxeberri", "casa nueva".
  • En derecho foral navarro todavía existe el término dominio concellar y las vecindades foranas.
  • Es posible que el gentilicio Salacenco de los habitantes del Valle de Salazar sea de origen navarro-aragonés, igual que la pervivencia de la denominación de Selva de Irati, que en castellano sería bosque porque perdió el uso de selva para esta clase de formación vegetal desde antiguo.

Ortografía

  • El diptongo -ua- se escribía -oa-coalcoatrojegoa.
  • Los fonemas palatales /ɲ/ (ñ) y /ʎ/ (ll) se representaban mediante i antepuesta (-in-, -ill-, -yll-): castieyllocastieillosieillo.

Fonética

  • Mayor tendencia a perder la -e final:
    • Etxe (o etxa- en compuestos) Berri ("Casa nueva" en euskera) > Exavierre (1091) > Xavier, (y otras variantes desde 1102)
    • Sin embargo, igual que en el Fuero de Teruel, no se producía en los adverbios terminaciones en -ment porque, en romance navarro tenían una r intermedia: -MENTE > -mentre
  • No se registran evoluciones de -LL- en -t- o -ch-, etcétera del tipo de la che vaqueira
  • Se conserva el grupo latino -MB-, que en aragonés y español evolucionan a -m-palombaambos.

Morfología

El demostrativo masculino singular es esti o aquesti en lugar de tener est(e) o aquest(e), coincidiendo con el aragonés hablado en Calatayud, Daroca, Teruel y Albarracín, de hecho estas formas están documentadas en la versión romance del Fuero y también en textos del siglo XV, lo que no es extraño porque los navarros intervinieron en la repoblación de esta zona. En esto también coincide con el riojano. En los documentos del Monasterio de Irache se documenta esti pero no aquesti.

  1.  La afirmación ideológica de la monarquía navarra y el empleo del romance en el entorno de 1200. MIRANDA GARCÍA, Fermín
  2. Volver arriba La carta bilingüe de Matxin de Zalba. El iceberg lingüístico navarro. MONTEANO, Peio J.
  3. Volver arriba Notas gráfico-fonéticas sobre la documentación medieval navarra. CIÉRVIDE, Ricardo
  4. Volver arribaHablar en Navarra. Las lenguas de un reino (1212-1512), MARTÍNEZ PASAMAR, Concepción y TABERNERO SALA, Cristina,


domingo, 16 de agosto de 2020

Guillermo Tomás Faci, aragonés, catalán, castellano

https://historiamedieval.unizar.es/personal/guillermo-tomas-faci

https://dialnet.unirioja.es/servlet/extaut?codigo=2037285

https://janovas.unizar.es/sideral/CV/guillermo-tomas-faci

https://unizar.academia.edu/GuillermoTom%C3%A1sFaci

https://www.researchgate.net/profile/Guillermo_Tomas_Faci

https://www.ehu.eus/eu/web/sociedad-poder-cultura/guillermo-tomas-faci

http://opac.regesta-imperii.de/lang_en/autoren.php?name=Tom%C3%A1s+Faci%2C+Guillermo

https://journals.openedition.org/mcv/9577?lang=es

https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/guillermo-tomas-faci-el-aragones-ayudo-construir-identidad-politica_1431878.html

Guillermo Tomás Faci, aragonés, catalán, castellano

- Termina mal desde el momento en que la lengua que se analiza entró en decadencia en la última etapa que se trata en el libro. En todo caso, la pérdida del aragonés no era algo intrínsecamente malo para la sociedad. Las lenguas aparecen y desaparecen constantemente en la historia. No pretendo presentar una visión derrotista de la historia de Aragón.

- ¿Una mirada documentada al pasado permite «dignificar» la situación actual de la lengua?

- Creo que sí. El aragonés es una lengua carente de referentes cultos que muchas veces se ha considerado una forma vulgar de hablar. Analizando la historia se demuestra constantemente que, muchas de esas formas que actualmente se consideran vulgares, en tiempos antiguos eran cultas y dignas de ser usadas por los reyes, los obispos o por quien fuese.

- Asegura que en ocasiones se han confundido los registros escritos calificando de castellano textos que se encuentran en aragonés...

- Es muy frecuente. Desde la filología hispánica es habitual que se trate al aragonés como un dialecto del castellano, y eso lleva a que mucha gente que se encuentra con documentos en aragonés medieval considere que están escritos en castellano antiguo. A veces se dan situaciones paradójicas, como lo es que, a la hora de clasificar los fondos de algunos archivos aragoneses, se describan documentos en castellano, documentos en catalán y documentos en romance sin más. Es decir, algunas personas no se atreven a dar nombre a esa tercera lengua porque desconocen sus características, o incluso ignoran su existencia.

- ¿Eran conscientes los reyes de Aragón de la necesidad de marcar una identidad nacional propia diferenciada con otros reinos a través de la lengua?

- No solo eran los reyes. Toda la estructura del Estado usaba la lengua como elemento de construcción de identidad. En nuestro caso, el aragonés sirvió para generar la adhesión de los súbditos en torno a un proyecto político determinado, como es la Corona de Aragón, pero también para lo contrario, pues las élites del reino usaron ocasionalmente el idioma como elemento para reafirmarse frente a la monarquía.

- ¿La existencia de tres lenguas diferenciadas en el periodo medieval -aragonés, castellano y catalán- complicaba las cosas?
(Aunque la imagen de abajo no te parezca aragonés, al menos, llámalo OCCITANO, el catalán solo es uno de los dialectos de esa lengua, que se llamaba normalmente provenzal, lemosín).

Guillermo Tomás Faci, aragonés, catalán, castellano, OCCITANO

dialèctes occitans, catalan comprés


- No podemos olvidar que son tres lenguas románicas muy próximas entre sí, así que no había problemas de comprensión. Las cosas se complicaban cuando las lenguas se asociaban a esas identidades políticas, y comenzaban a utilizarse para oponer los diferentes territorios. La lengua aragonesa se convirtió en un símbolo político del reino, y el uso de otro romance podía entenderse como un elemento de alteridad. De ahí que te encuentres que localidades como Fraga o Tamarite de Litera, donde siempre se escribía en catalán, cuando se dirigían a las Cortes de Aragón abandonaban su lengua propia y se pasaban al aragonés. Debían de creer que el hecho de hablar en catalán podía ser interpretado por el resto como un signo de exclusión.

- ¿La llegada de la dinastía de los Trastámara en el siglo XV marca el inicio de la decadencia?

- Ese hecho marca el inicio del cambio. Del mismo modo que la consolidación del aragonés estaba ligada a la construcción de la Corona de Aragón, desde que empezó a gestarse un nuevo proyecto político, como era una España que tenía su centro en Castilla, la lengua castellana se asentó como nuevo referente lingüístico. Por ejemplo, no es casual que los Reyes Católicos siempre usaran el castellano en sus actos públicos. Ese cambio condujo a las élites políticas de Aragón a adoptar la nueva lengua del poder para medrar, y tras ellas lo hizo progresivamente el resto de la sociedad.

- Señala que el aragonés no se consolidó nunca como lengua literaria.

- Puede que fuese uno de los handicaps de la lengua. En determinados registros formales, las élites del reino se decantaban por lenguas forasteras. A la luz de los manuscritos conservados, en el Aragón medieval se consumía más literatura en catalán u occitano que en aragonés. Eso no quiere decir que el romance propio se considerase vulgar, pues se usó masivamente en las crónicas, la prosa didáctica o los documentos oficiales, pero no cuajó a la hora de escribir poesía o ficción.

- Ha visitado multitud de archivos recabando evidencias de uso, ¿aún quedan aspectos sobre el uso político y social de aragonés por descubrir?

- Sorpresas, siempre puede haber. En este libro presento algunas que he tenido durante años de trabajo en los archivos. Pero grandes descubrimientos que alteren sustancialmente nuestros conocimientos, no lo creo. En cualquier caso, en una lengua que ha estado excluida de los registros formales durante siglos el margen de que aparezcan documentos inesperados es grande: las bibliotecas han transmitido pocos libros escritos en aragonés en la Edad Media, pero a veces te encuentras una hoja reaprovechada en una encuadernación o un poema inédito anotado en los márgenes de algún protocolo notarial que dan pistas de todo lo que se ha perdido.

-Es muy poco optimista sobre el futuro del idioma…

https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/guillermo-tomas-faci-el-aragones-ayudo-construir-identidad-politica_1431878.html

- No es por comenzar con un spoiler de la obra, pero podemos adelantar que su recorrido por la historia del aragonés medieval termina mal...

-No puedo ser optimista: la desaparición de la lengua es inminente. En todas las zonas donde ha seguido siendo la lengua corriente de la población hasta hoy, está siendo sistemáticamente abandonada y apenas se transmite a los hijos. A menos que las autoridades aragonesas apliquen una política lingüística decidida para revertir este proceso, la lengua se extinguirá en unas pocas décadas. Y ninguna política lingüística servirá de nada si no cuenta con el apoyo de los hablantes, y tampoco si ellos no tienen interés y voluntad de conservar la lengua de sus padres.

- ¿Qué le parecen los procesos de unificación que se intentan poner en marcha desde el Gobierno de Aragón? ¿Ve necesaria la creación de una academia oficial?

- Una lengua, para que se pueda usar en determinados registros a los que el aragonés debe acceder para sobrevivir en el siglo XXI, necesita una cierta dosis de codificación. Tanto a nivel ortográfico como a nivel de neología. Si eso no se consigue, no creo que haya un futuro viable para los dialectos que han pervivido hasta nuestros días. No me corresponde a mí juzgar cuál de las propuestas existentes es más adecuada. En cualquier caso, si no se alcanza un consenso entre las diferentes corrientes que existen actualmente no creo que sea posible avanzar hacia una posible salvación de la lengua.

https://www.europapress.es/aragon/noticia-grupo-cema-universidad-zaragoza-halla-pergamino-cortes-aragon-celebradas-almudevar-1227-20190314192257.html

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Martín I de Aragó parlán en OCcitan, langue d´Òc. 1410. 31 de mach. /

Extracto de Diego Monfar y sors, condes de Urgel:

Entonces pareció a la corte y a los concelleres de Barcelona, por quitar todos escrúpulos y dificultades, que en presencia de escribano y de los mismos testigos del día antes, le fuesen a visitar y preguntasen si quería que sus reinos fuesen de aquel a quien por justicia pertenecían, y si quería que de la respuesta que él daría se hiciese auto, y él dijo que sí (HOC); y luego Pedro de Comes, (Ramón, Raymundum de Cumbis) su protonotario, se lo volvió a decir, y el rey le respondió lo mismo; y de todo esto, que pasó el sábado siguiente, a las tres de la tarde, se hizo auto auténtico, cuyo traslado es el que se sigue:
Hoc est translatum fideliter sumptum a nota cujusdam instrumenti inferius inserti quod fuit per me Raymundum de Cumbis olim protonotarium et notarium subscriptum receptum die et anno in eo contentis scripta et continuata in protocollo sive capibrevio notularum mei dicti notarii et in fine cujus note major pars testium qui ad confectionem dicti instrumenti presentes fuerunt se eorum manibus subscripserunt cujus tenor talis est.
- Pateat universis quod die veneris que computabatur XXX madii anno a nativitate Domini MCCCCX circa undecimam horam noctis dicti diei existente coram serenissimo domino domino Martino Dei gratia rege Aragonum Sicilie Majoricarum Sardinie et Corsice comite Barchinone duce Athenarum et Neopatrie ac etiam comite Rossilionis et Ceritanie Ferrario de Gualbis conciliario hoc anno ac cive Barchinone ad subscripta ut dixit per curiam generalem quam dictus dominus rex de presenti catalanis celebrat in civitate predicta simul cum aliis de dicta curia ibidem cum eo presentibus electo in presentia mei Raymundi de Cumbis protonotarii dicti domini regis et notarii subscripti ac testium subscriptorum dixit coram dicto domino rege existente infirmo in suo tamen sensu cum loquela in quadam camera monasterii Vallis Domicelle vocata de la Abadesa hec verba vel similia in effectu: Senyor nosaltres elets per la cort de Catalunya som assi devant la vostra Magestat humilment suplicantvos queus placia fer dues coses les quals son e redunden en sobirana utilitat de la cosa publica de tots vostres regnes e terres: la primera quels vullats exortar de haver entre si amor pau e concordia per ço que Deus los vulla en tot be conservar: la segona queus placia de present manar en tots los dits regnes e terres vostres que per tots lus poders e forces fassen per tal forma e manera que la successio dels dits vostres regnes e terres apres obte vostre pervinga a aquell que per justicia deurá pervenir como asso sia molt plasent á Deu e sobiranament profitos á tota la cosa publica *e molt honorable e pertinent a vostra real dignitat. Et hiis dictis dictus Ferrarius de Gualbis repetens verba per eum jam prolata dixit hec verba vel similia in effectu: Senyor plauvos que la succesio dels dits vostres regnes e terres apres obte vostre pervinga á aquell que per justicia deura pervenir? et dictus dominus rex tunc respondens dixit: Hoc; de quibus omnibus petiit et requisivit dictus Ferrarius publicum fieri instrumentum per me protonotarium et notarium supradictum. Que fuerunt acta die hora loco et anno predictis presente me dicto protonotario et notario *ac pro testibus reverendo in Christo patre Ludovico episcopo Majoricensi nobilibus Geraldo Alemanni de Cervilione gubernatore Catalonie Rogerio de Monte Cateno gubernatore regni Majoricarum camarlengis Petro de Cervilione majordomo Raymundo de Santo Minato camarerio militibus Francisco de Aranda donato Porte-Coeli consiliariis dicti domini regis et Ludovico Aguilo domicello ac nobili Raymundo de Monte-Cateno coperio jam dicti domini regis. Postea die sabbati XXXI madii anno predicto circa horam tertie dicti diei Ferrarius de Gualbes predictus constitutus personaliter ante presentiam dicti domini regis in camera supradicta simul videlicet cum aliis de dicta curia cum eo electis reducens ad memoriam dicto domino regi verba per eum jam supra eidem domino regi prolata dixit presente me protonotario et notario ac testibus supradictis hec verba vel similia in effecti: Senyor: plauvos que la successio de vostres regnes e terres apres obte vostre pervinga a aquell que per justicia deura pervenir e quen sia feta una carta publica? et dictus dominus rex respondens, dixit: Hoc; et ego etiam dictus protonotarius et notarius interrogavi dictum dominum regem dicens ei hec verba: Plauvos donchs senyor que la successio de vostres regnes e terres apres obte vostre pervinga a aquell que per justicia deura pervenir e quen sia feta carta publica? qui quidem dominus rex respondens, dixit: Hoc; de quibus omnibus dictus Ferrarius presentibus aliis de curia supradicta cum eo electis petiit et requisivit publicum fieri instrumentum per me protonotarium et notarium supradictum. Que fuerunt acta die loco hora et anno predictis presente me dicto protonotario et notario ac testibus supradictis.
- Yo Guillem Ramon de Moncada qui fui present a les dites coses me sotscriu.
- Yo Guerau Alemany de Cervelló qui fui present a les dites coses me sotscriu.
- Yo Pere de Cervelló qui present hi fui sotscriu.
- Yo Luis Aguiló qui present hi fui me sotscriu.
- Francesch Daranda qui present hi fui me sotscriu.
Sig+num Bernardi Mathei auctoritate regis notarii publici Barchinone testis. (Continúa en historia aragón blogspot)

https://tempsdefranja.org/columnes/lo-cresol/un-llibre-que-cal-llegir/

lunes, 20 de mayo de 2019

Jaca, siglo XIII, romans

A la Jaca del siglo XIII parláen una variedat romans mol pareguda al chapurriau, valensiá, mallorquí, y dialecte catalá.
Cabanes Pecourt; Repoblación jaquesa en Valencia, 1980 http://www.anubar.com/coltv/pdf/TV_48.pdf (descarga pdf)

Este romance aragonés, de acuerdo con su manifestación escrita en el Fuero de Jaca, suena así (No recurrimos a su traducción porque no la creemos necesaria para los valencianos).

7 De hom mort dints los termes de Jaca.

Si algun omne mata altre dintz los termens de Jaqua e es pres, deu dar al rey mil ss (sueldos jaqueses) per calonia e garde se dels parentz e dels amicx del mort. E si per aventura no e pres, si algunas cosas aura, sien meses en poder del rey. Mas altres omnes de la ciutat non son tenutz de dar aquel homecidi, sino aquel qui l´a feyt.

En la Jaca del s.XIII parlaven una varietat romanç molt pareguda al valencià

Recordém lo bando de Pedro IIals presentz, Osca, 1196.

Recordemos el bando de Pedro II, als presentz, en Osca, 1196

Aragonésocsitá, que englobe actualmen al provensallemosín o llemosí, gascónvivaroaupenclanguedocienne : langue d´Oc, y atres subdialectes, entre los que está lo catalá, que en molta faena y perres se va convertí en llengua y vol fotres a datres com lo valensiá mallorquí).

TARAZONA EN LA REPOBLACIÓN VALENCIANA DE 1239

http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=5953


(Ling.) Conjunto de documentos que recogen el Derecho municipal de la ciudad de Jaca y posteriores compilaciones que se redactan a partir de éste y extienden por Aragón y Navarra su influencia. El primer documento es la carta de fundación dada por Sancho Ramírez con ocasión de la fundación de la ciudad (año 1063). Está redactada en latín y es muy breve (se hacen constar unos veinticuatro preceptos). Sobre la base común de este fuero latino de Sancho Ramírez se redactan luego las compilaciones romances, que son, en general, versiones muy ampliadas. Éstas parten de versiones intermedias, no conocidas pero cuya existencia se deduce de las redacciones romances conservadas (aunque no es posible deducir en qué lengua estaban redactadas). Gracias a los estudios e investigaciones de Mauricio Molho, hoy se conocen siete códices de las redacciones romances del Fuero de Jaca .

Los nombramos convencionalmente con una letra, según la clasificación de dicho investigador:
A1 = Madrid, Biblioteca Nacional, 17801.
A2 = París, Archives Nationales, J.J.O.O.
B = París, Archives Nationales, J.J.N.N.
C = Madrid, Biblioteca Nacional, 13271.
D = Barcelona, Biblioteca de Cataluña, 1015.
E1 = Madrid, Biblioteca de Palacio, 944.
E2 = Madrid, Biblioteca de Palacio, 943.
A éstos habría que añadir algunos fragmentos:
Az = pliego de pergamino, hoy perdido, en el que estaban copiados catorce capítulos del Fuero de Jaca. Se custodiaba en el Archivo de la Basílica del Pilar (Zaragoza) y fue publicado fragmentariamente en 1870 por Manuel Lasala Buscar voz....
Ap = cuatro capítulos de los Fueros Antiguos de Jaca, contenidos en el documento X 15 del Archivo Municipal de Pamplona (carta de los Jurados de Jaca a los de Pamplona).
O1 y O2 = colección de veintiún artículos de fueros, cuyo núcleo principal lo forman unas Ordenanzas de Pedro II Buscar voz... promulgadas en las Cortes de Huesca de 1208. Aparecen copiadas después del Fuero de Jaca en A1 (O1) y en A2 (O2). (En B, C, D, E1 y E2 las disposiciones contenidas en esta Compilación se integran al Fuero de Jaca.)
Todos estos códices transmiten, según M. Molho, cuatro redacciones distintas del Fuero de Jaca, que pueden dividirse en dos grupos, según su origen: 1) las que proceden de Aragón: A1, A2, Az, O1 y O2; y 2) las que proceden de Navarra: B, C, D, E1 y E2.
Aparte quedaría Ap, que es un vestigio de una redacción aragonesa más arcaica que las versiones extensas de los siglos XIII y XIV.
Las cuatro redacciones distintas, en función de la lengua, del origen y, especialmente, del análisis de contenido, disposición de éste, y la comparación de errores comunes, serían las siguientes:
1. Redacción A: Es la primera recopilación romanceada extensa del Fuero de Jaca. Tiene su centro en Jaca y es obra de jurisconsultos aragoneses. Viene reflejada en los manuscritos A1 (ms. conservado del s. XIV, pero redacción del s. XIII, hecha por juristas de Jaca), A2 (ms. conservado del s. XIV, pero redacción del XIII hecha por juristas de Huesca) y Az (redactada en el s. XIII en Aragón, pero ni en Jaca ni en Huesca; M. Molho piensa que en Zaragoza, por haberse conservado en el Archivo del Pilar). Hay que tener en cuenta que al extenderse el Fuero de Jaca por Aragón, a medida que progresaba la reconquista se modifica el carácter local de la compilación originaria. Así, los juristas de Huesca adaptan a la región oscense los preceptos forales jaqueses. Donde A1 dice al comienzo de todo, Aquest es lo for de Jaca, A2 no dice nada; donde A1 dice De hom mort dintz los termes de Jaca, A2 dice De omne mort dintz los termes de Osca; etc. Es decir, A2 representa el Fuero de Jaca observado en Huesca, mientras que A1 es el único manuscrito que representa estrictamente la tradición jaquesa (otros que presumiblemente hubiera, se debieron de perder en el incendio de 1395 del Archivo Municipal de Jaca).
2. Redacción B: Representada por un solo manuscrito, el B (copiado en Navarra por un amanuense originario de Pamplona; letra del s. XIV). Con esta redacción aparece la primera expresión del Derecho aragonés en Pamplona. Es una refundición todavía no sistemática.
3. Redacción C: Se lleva a cabo en Navarra y se trata de una refundición sistemática aunque la sistematización es en algunos lugares superficial, e incompleta en otros. Ofrece además, la legislación en una masa compacta sin división alguna. Ha sido trasmitida por el manuscrito C (con letra de fines del XV o comienzos del XVI, aunque es evidente que refleja una versión cronológicamente anterior, prácticamente idéntica al original que sirvió para redactar D) y por el manuscrito D (versión hecha h. 1340, posiblemente por García Martínez, notario de Villafranca de Navarra).
4. Redacción E: Trasmitida por los manuscritos E1 y E2. Se trata de una última refundición del Fuero de Jaca hecha en Navarra hacia la mitad del s. XIV, de forma sistemática. Está en general más sistematizada que C y además realiza una división en libros y títulos.
Nos encontramos, por tanto, con que, exceptuando Ap (vestigio de una redacción arcaica) y O1 y O2 (reflejos de una Compilación O independiente en su origen), los demás mss. no se pueden agrupar en una familia derivada de un arquetipo común, porque las compilaciones se redactan independientemente en Jaca y en Pamplona. Son, pues, redacciones sucesivas, separadas tanto en el tiempo como en el espacio, que se pueden agrupar ampliamente en dos grupos: 1) las redacciones que son expresión del Derecho jaqués, o de influencia jaquesa al sur de la sierra de Guara (=tradición aragonesa del Fuero de Jaca: A); 2) las redacciones que son expresión del Derecho pamplonés, aunque también de origen jaqués, refundido varias veces por los juristas de Pamplona (=tradición navarra del Fuero de Jaca: B, C, E). Todas las redacciones navarras parece que se hicieron a través de un original oscense.
Independientemente de su origen, los códices están redactados en una de estas lenguas romances: o en occitano (provenzal, según M. Molho, aunque parece más idóneo emplear el término occitano), que son la mayoría; o en aragonés (o, si se quiere, navarro-aragonés, cuando la redacción proviene de Navarra). En concreto: A1, A2, O1 y O2 están redactados en occitano cispirenaico aragonés (es decir, en el occitano usual en esta parte de los Pirineos, en Aragón, principalmente en Jaca, donde las colonias de gentes occitánicas parece que emplearon dicha lengua, importada de Francia, hasta finales del s. XIII o comienzos del XIV) B, C, E1, E2 están redactados en occitano cispirenaico navarro (es decir, en el occitano usual a este lado de los Pirineos, en Navarra; téngase en cuenta que en Pamplona y en Estella, principalmente, se conservó esta lengua en algunos núcleos occitánicos hasta entrado el s. XVI); Az está en aragonés Buscar voz..., con mezcla de frases en latín; D es una versión en navarro-aragonés de C; Ap presenta una curiosa mezcla de latín, occitano y aragonés, exactamente lo que es el chapurriau, reveladora de las presiones lingüísticas que desde un principio tendían a asimilar los núcleos extraños que se iban integrando en Aragón.
Con respecto a la lengua convendría destacar algunos aspectos. En cuanto a las versiones en occitano, durante bastante tiempo se ha discutido sobre el tipo de lengua en que estaban redactadas.
Se afirmó al principio que era catalán (T. Navarro, J. Corominas), luego se matizó más: «Un lenguaje ambiguo, catalán o una especie de gascón primitivo, pero no aragonés» (J. Corominas), y por último se vino a decir que «se trata de una especie de koiné occitano-catalana con algún aragonesismo» (J. Corominas).
Pero Mauricio Molho, el más concienzudo estudioso del tema, ha afirmado siempre que se trataba de un occitano específico, propio de los burgos del Camino de Santiago Buscar voz..., que llama occitano cispirenaico o traspirenaico. Incluso ha hablado de «lenguaje híbrido en donde al fondo galo-románico importado... se sobrepone el aragonés de los autóctonos». Habrá que convenir, por tanto, en que se trata de occitano, en el que no se excluyen algunos elementos puramente catalanes, pero fundamentalmente matizado por la influencia del aragonés.
Con respecto a las versiones en aragonés, la cuestión no es menos complicada. El texto más antiguo en aragonés, Ap, incluye algunas frases en occitano (lo omezidi, los amjcx del mort, los altres, no pot estar pres...) y algunas otras en latín. Y lo redactado en aragonés, si bien presenta rasgos lingüísticos aragoneses muy claros (recebiemos, muytos, huey, trauaillo, vynclo, ditos, faziemos, proueyto, cuytiello, feyto, yeramos, tiengo...) también presenta algunos rasgos lingüísticos castellanos (eran, dezían, auedes, dudáuades, pregastes, tornáuades... y los artículos el, la, los, las). Lo mismo ocurre en los fragmentos conservados de Az, donde pueden verse castellanismos como ermano, es, etc., aunque también, raramente, aparece algún imperfecto aragonés (exiva) o algún artículo (os), sin duda por descuido del copista, que evitaría muy cuidadosamente poner por escrito rasgos tan populares. De todas formas, la comparación de Az y A2 permite ver muy claramente el carácter lingüístico aragonés del primero frente al occitano del segundo:
Az: Muytos infanzons a(n) castiellos e villas en os quals terminos...
A2: Moltz infançons an castels et uilas et altres infançons...
Az: De mulier que avra marido e fara adulterio.
A2: De muller que a marit si fara adulteri con altre.
Por lo que respecta a D, es una traducción deficiente, descuidada e improvisada, en la que aparecen numerosos errores debidos a confusiones fonéticas (de mot a mot lo traduce por de muerto a muertodor aguo por d´Aragón, etc.), desconocimiento de la conjunción occitana, etc., por lo que da la impresión de que el amanuense hizo al mismo tiempo de intérprete, traduciendo, al vuelo, lo que le dictaban. Por lo demás, aunque bastantes rasgos fonéticos del aragonés se mantienen (je, dreito, nueit, feito, multas, tienga...), aparecen otros castellanos (es, era, fija, ujeio, tajado…).
• Bibliog.: Molho, M.: El Fuero de Jaca. Edición crítica; Zaragoza, 1964. Yagüe Ferrer, M.ª I.: Jaca: documentos municipales (971-1324). Introducción y concordancia lematizada; Public. Univ. Zaragoza, Zaragoza, 1995.

https://academica-e.unavarra.es/handle/2454/27537

https://www.persee.fr/doc/ccmed_0007-9731_1972_num_15_57_2025_t1_0088_0000_2


1080 Bibliografía El Fuero de Jaca. 2 vols. 1: Edición crítica, por M. Molho. 1964, facsímil; 2: Estudios, por M. L. ARNAL PURROY, A. M. BARRERO GARCÍA, V. BIELZA DE ORY, J. DELGADO ECHEVERRÍA, M. C. GARCÍA HERRERO, M. A. MARTÍN ZORRAQUINO, M. MOLHO, F. MONGE CASAO, A. SESMA MUÑOZ. Zaragoza: El Justicia de Aragón, 2003. La historia de la edición crítica del Fuero de Jaca, primer volumen de la colección Fuentes para la historia del Pirineo dirigido por José María Lacarra (Zaragoza: CSIC, Instituto de Estudios Pirenaicos, 1964), está íntimamente ligada a Pamplona. Escrita diez años atrás por Mauricio Molho, vio la luz gracias al director de esta colección y Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, quien encomendó la revisión del original y la supervisión de la maquetación a su discípulo Ángel J. Martín Duque, Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Navarra. Esta es la razón por la que posee Depósito Legal de Navarra, correspondiente al año 1963, y aparece impresa en los talleres de la Editorial Gómez. José María Lacarra inauguraba con esta publicación un ambicioso proyecto con el que pretendía publicar las fuentes históricas pirenaicas y que, en el apartado de los fueros locales, él mismo dio continuidad editando, junto con Ángel J. Martín Duque, los hijuelos jaqueses de Estella-San Sebastián (1969) y de Pamplona (1975), en estos casos a través de la Institución Príncipe de Viana de la Diputación Foral de Navarra. En esta ocasión, El Justicia de Aragón, Defensor del Pueblo de aquella Comunidad Autónoma, ha tenido el acierto de reeditar en facsímil El Fuero de Jaca de Mauricio Molho. Esta reedición se enmarca en una destacada política editorial que está contribuyendo de manera sobresaliente a la difusión de los estudios del derecho histórico aragonés. Criterios de edición (tamaño del libro) han obligado a realizar un facsímil peculiar. Las 663 páginas y cubiertas de la edición de 1964 del libro de Molho se reproducen en su tamaño original, en un libro de dimensiones mayores. El contorno del libro original aparece remarcado por finas líneas grises, a cuyos pies se consignan la nueva paginación y la indicación de tratarse de una edición facsímil. El resultado técnico es exquisito, pues se reproducen incluso las solapas de la edición original. Sin embargo, no deja de resultar extraña la inclusión de una nueva paginación, que aunque no anula la del original, puede sembrar equívoco. La nueva paginación parece justificarse únicamente para la numeración de las cubiertas, solapas y portada de la edición original, algo que en la práctica no reporta mayor utilidad. Incluso, aunque esta edición hubiera contado con una introducción –que no es el caso–, hubiera sido lógico paginarla con números romanos, solución que podría haberse dado en las reproducciones de cubierta, solapas y portada. Parece por lo tanto que nos hallamos ante una solución imaginativa que busca adecuar la caja del original a la de la colección editorial de El Justicia de Aragón. Esta reedición ha venido acompañada de un segundo volumen dedicado a diferentes estudios elaborados para la ocasión en torno al Fuero de Jaca. Ésta es, realmente, la novedad fundamental objeto de esta reseña. Abre el libro una semblanza de Mauricio Molho a cargo de Félix Monge Casao, Catedrático de Lingüística General de la Universidad de Zaragoza, ahora jubilado. Gran conocedor de la figura y obra del descendiente de sefardíes nacido en Constantinopla en 1922, nos adentra en la trayectoria académica e intelectual de su amigo filólogo e historiador. Se trata –que sepamos–, del trabajo más completo para conocer la figura de Molho, si bien se echa en falta una relación bibliográfica final de todos sus trabajos, mayores y menores –estos últimos brillan Bibliografía 1081 por su ausencia en la biografía–, que hubiera resultado de gran utilidad para el investigador. Sigue a este trabajo la reproducción facsímil de otro estudio clásico de Mauricio Molho, en este caso su extenso artículo dedicado a la «Difusión del Derecho Pirenaico (Fuero de Jaca) en el reino de Aragón», publicado en el Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona (núm. XXVIII, 1959-1960, pp. 265-352), y convertido en un auténtico clásico en la historiografía. El presente proyecto editorial de El Justicia de Aragón podía haberse circunscrito a los dos facsímiles de Molho y la semblanza introductoria de Monge Casao. Pero la voluntad del Ombudsman aragonés ha ido más allá, teniendo el acierto de incluir interesantes estudios de gran calado intelectual. Descuella por su importancia el primero de ellos, correspondiente a la única investigadora de no vinculada al mundo aragonés, Ana María Barrero García. Esta autora está, en los últimos años, derrumbando fechas de los fueros y los correspondientes mitos fundacionales de sus vidas aforadas. Podríamos aconsejar a los poderes públicos –y permítasenos esta licencia sarcástica– no invitar a la investigadora madrileña a aniversarios que, con sus tesis, vacía de contenido el evento y desautoriza, de facto, los discursos institucionales elaborados para la ocasión. No es este el caso, pero podría serlo, pues la presentación de El Justicia no refleja lo que, sin duda, es la aportación más importante de la obra. La iushistoriadora del CSIC –institución que, recordemos, fue la sede de la edición original de Molho y donde se gestó la tradición de la obra de Lacarra–, realiza una profunda revisión de las distintas redacciones del Fuero de Jaca sobre la base de la edición crítica de Molho, llegando en algunos aspectos a unas conclusiones diametralmente alejadas de aquél. Tambalea, por tanto, toda la historiografía que hasta el momento ha venido repitiendo las tesis de Molho y del tándem Lacarra Martín Duque. Con una metodología brillante que sirve de modelo para abordar cualquier fuero local, analiza la técnica seguida en las reelaboraciones del Fuero de Jaca. Evidencia la alteración de los posibles documentos originarios fruto de una actuación unitaria manifestada en diferentes instrumentos relacionados con el derecho de la villa jaquesa y estrechamente vinculados a la persona real. A través de la crítica documental, esta autora ha observado el procedimiento de reelaboración de los documentos forales a partir de la refundición de recensiones normativas de origen y naturaleza diversa, y su adecuación a una estructura formal adoptada de unos instrumentos básicos, en un proceso que pudo llevarse a efecto en la segunda década del siglo xiii. Hasta el trabajo de Ana Barrero se ha venido afirmando que el fuero estellés derivaba del de Jaca, concedido por el propio Sancho Ramírez como Rey de Aragón hacia 1077, según cronología apuntada por Ubieto. La crítica de los documentos forales de la familia jacetana ha llevado a esta investigadora a reconstruir el proceso de formación de estos fueros de la siguiente manera: Sancho Ramírez dio carta de naturaleza mediante su expreso reconocimiento a los nuevos asentamientos de población de sus dominios, a los que privilegió con la concesión de un estatuto favorable que favorecía su crecimiento. En el Camino de Santiago impulsó la creación y/o desarrollo de las villas de Sangüesa, Estella y Jaca. Sus fueros, aunque con pequeñas diferencias, contenían unas mismas normas dirigidas a establecer las condiciones del asentamiento. Mediante el análisis del contenido de estos fueros, Barrero ha observado que su concesión no se produjo de forma simultánea, sino sucesiva. Primero se habría concedido a Sangüesa, posteriormente a Estella, y finalmente a Jaca, ciudad donde se desarrolló la iniciativa regia con mayor intensidad, y donde la creación normativa se vio reflejada en una 1082 Bibliografía redacción del texto. En suma, un trabajo para leer despacio, tomar buena nota y reformular toda la historiografía tradicional. El trabajo que Jesús Delgado Echeverría, Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Zaragoza, realiza en torno a las tablas de concordancias de los Fueros de Jaca y Aragón es, como lo afirma el propio autor, algo que para el primer caso ya tenía preparado el propio Molho, aunque nunca llegó a publicarlo. Preceden a las tablas una serie de consideraciones sobre las diferentes redacciones de los fueros navarro-aragoneses, recogiendo las diferentes teorías sobre el particular que, en los últimos años, han venido elaborando autores como Juan Francisco Utrilla o Jesús Morales Arrizabalaga. Las tablas las elabora en columnas, que siguen los siguientes textos: Compilación de Huesca de 1247 (Martínez Díez, 1977), Fueros de Aragón (Tilander, 1937), Fuero de Jaca (Molho, 1964), Fueros de Aragón (Ramos Loscertales, 1925), Fueros de Borja y Zaragoza (Morales Gómez y Pedraza García, 1986), Compilación Privada de Derecho Aragonés y Recopilación de los Fueros de Aragón (Ramos Loscertales, 1924 y 1928), y el manuscrito de París que contiene enmiendas y adiciones al fuero jaqués (Molho, 1964). Las conclusiones, reducidas a cuatro breves párrafos, podrían alejarse del cripticismo sintético de unas concordancias determinadas para extraer, como de hecho se puede hacer, interesantes reflexiones. Las tablas, elaboradas con meticulosidad, resultan de una utilidad evidente para ulteriores investigaciones. El Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, José Ángel Sesma Muñoz, ofrece una visión actualizada en torno a «Aragón, los aragoneses y el Fuero de Jaca». Se trata de un estudio magnífico para conocer el nacimiento y consolidación de la vida urbana en el reino aragonés, entre el siglo xi y xiii, si bien, desde el punto de vista de la Historia del Derecho, algunas de sus afirmaciones entran en colisión con las mencionadas tesis de Ana Barrero, que no las tiene en cuenta, quizás por desconocimiento previo. María Carmen García Herrero, Profesora Titular de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, nos acerca al «Universo de las relaciones familiares en el Fuero de Jaca», un trabajo muy interesante para el conocimiento del derecho civil histórico aragonés y que contribuye a poner su granito de arena en el conocimiento de esta parcela de nuestra disciplina, por lo general relegada a un plano secundario por el Derecho público. Aunque el trabajo es sustancialmente correcto, se percibe la formación no jurídica de la autora, razón por la que, probablemente, no incluye trabajos de Derecho privado histórico fundamentales que, de haberlos conocido, hubieran alumbrado interesantes conclusiones y nuevas sugerencias a esta historiadora. La revisión iushistórica anteriormente citada de Ana Barrero es nuevamente ignorada por Vicente Bielza de Ory, Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Zaragoza, quien, por otra parte, realiza un delicioso análisis de las villas aforadas y su urbanismo ortogonal. Su trabajo aporta ideas novedosas para la comprensión del urbanismo medieval. Es, por otra parte, muy de alabar el manejo que, sin ser él medievalista, hace de la bibliografía básica y especializada sobre el tema; aunque también se echan en falta algunos títulos que en los últimos años han venido a clarificar muchas de las cuestiones planteadas en el texto. Cierra el libro una «Introducción al estudio lingüístico del Fuero de Jaca», obra de María Antonia Martín Zorraquina, Catedrática de Lengua Española, y María Luisa Arnal Purroy, Titular de Lengua Española, ambas de la Universidad de Zaragoza. Nos hallamos ante dos volúmenes básicos para los historiadores del Derecho. La trascendencia histórica del denominado Fuero de Jaca ha hecho que este texto foral haya sido tratado de manera más o menos profunda por la historiografía española. Como he indicado, el trabajo de Ana María Barrero obliga a revisar todas las afirmacio- Bibliografía 1083 nes basadas en lecturas directas o indirectas de la obra clásica de Molho. Ello no resta un ápice su importancia ni es merma de su calidad científica, por lo que no deja de ser pertinente la reproducción facsímil de la edición crítica y del artículo sobre la difusión del Fuero en Aragón. Molho se convierte así en justo merecedor de este homenaje intelectual. En suma, tradición y renovación, consagración de un clásico y ruptura de esquemas y apertura de puertas para una revisión historiográfica. Roldán Jimeno Aranguren AZCÁRATE, Gumersindo de: Minuta de un testamento (Ideario del krausimo liberal), Granada, 2004, 139 pp. Dentro de la colección titulada «Crítica del Derecho» dirigida por el catedrático de la Universidad de Granada, José Luis Monereo Pérez, presenta la prestigiosa editorial Comares este volumen que hace el número 55 y que aparece dedicado a uno de los trabajos de Gumersindo de Azcárate Menéndez (1840-1917), uno de los grandes juristas españoles a caballo entre las dos pasadas centurias, que ocupó la cátedra de Legislación comparada del doctorado de la Facultad de Derecho de la Universidad Central y a quien se debe un inteligente Estudio sobre la Historia del derecho de propiedad y su estado actual en Europa que se publicó en 1879. El libro cuenta con un «Estudio Preliminar» de Elías Díaz, profundo conocedor del krausismo español, que ya en 1967, había sido publicado por la catalana Ediciones de Cultura Popular y que ahora se ha reproducido en su integridad, no desconociendo el A. la existencia de novedades en las investigaciones acerca de la influencia del pensamiento krausista en diversos países, como no podía ser de otra forma después del transcurso de treinta y siete años, por lo que en la edición de 2004 remite a bibliografía posterior a la que tuvo en cuenta en 1967 sobre la materia, lo que le hace incluir diversos libros y algún que otro artículo suyos. En dicho análisis introductorio, Díaz trata de poner al lector en disposición espiritual e intelectual, de alcanzar el profundo significado que en su opinión encierra el trabajo de Azcárate que constituye el grueso del volumen, y estructurado en tres partes, destina la primera a la exposición sucinta de los elementos descriptores del krausismo español haciendo especial hincapié en su innegable vinculación con la mentalidad liberal de ciertos sectores de nuestra burguesía decimonónica frente a los grupos más tradicionalistas e inmovilistas, destacando como nombres más representativos de esta corriente de pensamiento a las figuras de Julián Sanz del Río (1814-1869), introductor de Krause en España y de Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), al tiempo que señala como discípulos del primero, entre otros, al mismo Giner, a Nicolás Salmerón, a Laureano Figuerola y al autor de Minuta de un testamento (Ideario del krausimo liberal), Gumersindo de Azcárate, personaje en el que Elías Díaz profundiza en la segunda parte de su «Estudio Preliminar» tratando de descubrir las claves de su pensamiento social y político, que culmina con una bibliografía tanto del krausismo en general como de Azcárate en particular a todas luces anticuada por los motivos ya expuestos con anterioridad. La importante influencia del krausismo en España es explicada por Elías Díaz desde el punto de vista de su intento de apertura hacia Europa, insistiendo más en la actitud de libertad intelectual que suponía que en su consideración como sistema filosófico riguroso lo que le lleva a caracterizarlo como «espíritu de armonía, defensa de la libertad, culto a la ciencia, afirmación de la razón, moralismo, pedagogía y religiosidad» (p. XV)...