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lunes, 29 de abril de 2019

LAS GESTAS DEL CONDE BERNARDO DE RIBAGORZA


2.21. LAS GESTAS DEL CONDE BERNARDO DE RIBAGORZA (SIGLOS IX-X. JACA)

En el valle del Noguera Ribagorzana, en una pequeña ermita, se dedicaba a Dios el fraile Vicmar. Una noche, en medio de una gran tormenta, llamaron a su puerta solitaria dos caballeros agotados, anciano uno, joven el otro. Los acogió al calor de su fuego, pero poco tardó el primero, exhausto y enfermo, en morir. Era Beltrán, fiel escudero del padre del más joven, Bernardo, hijo del conde Ramón. Ardía Bernardo en deseos de batirse con el moro, de modo que, tras enterrar a Beltrán, su guía, le preguntó al eremita dónde encaminarse para hacerlo. Éste le dirigió hacia las tierras de Jaca, donde gobernaba Galindo, hijo de Aznar.
Llegó justo en el momento en el que Acmet, un auténtico gigantón moro, atacaba con sus huestes a los cristianos, para tratar de recuperar Jaca. El conde Galindo y Acmet lucharon cuerpo a cuerpo, cayendo heridos ambos, aunque este último, demostrando su bravura, aún tuvo fuerzas para derribar y matar al vasco Zaldívar, que había acudido a socorrer al jacetano. Luego se retiró momentáneamente para reponerse y volver a atacar.
Bernardo creyó llegado el momento y no lo dudó: blandiendo su espada
«Preclara» —que había ganado en combate al emir árabe Oto de Poitiers y luego heredado su abuelo y su padre— entró en batalla y desafió a Acmet, que menospreció su valor al verle tan joven. Pero, manejando el acero como un guerrero avezado, derribó y dio muerte al gigante moro, siendo aclamado en las calles de Jaca y obsequiado en el palacio de Galindo.
Quiso el conde jaqués entregar a Bernardo tierras y honores si le daba su espada, pero éste se negó. No obstante, accedería a cambio de la mano de Toda (o Teuda), su hija, de quien se enamoró nada más verla. Explicó Bernardo que su padre era conde y que su madre fue hija de Carlomagno, aunque una intriga palaciega les obligó a huir, acabando él y su escudero Beltrán en la ermita de Vicmar, de donde acababa de llegar.
Hubo matrimonio. Galindo se ciñó la espada «Preclara» y el conde Bernardo, acompañado de Toda, su esposa, recorrió victorioso las tierras que riegan los dos ríos Noguera y el Isábena. Ribagorza comenzó a sacudirse el yugo musulmán, mientras los cristianos que luchaban con él, enardecidos por su valentía y caudillaje, cantaban y extendían por doquier las gestas de Bernardo, que fundó el monasterio de Santa María de Obarra.

LAS GESTAS DEL CONDE BERNARDO DE RIBAGORZA


[Iglesias Costa, Manuel, «Leyendas y tradiciones ribagorzanas. La canción del conde Bernardo», Cuadernos Altoaragoneses (13-III-1988), pág. VI.]












martes, 2 de agosto de 2022

Birolay de Madona Sancta María. Monserrate.

CARTA LIV. (Viaje literario a las iglesias de España, tomo 7)

Viaje a Monserrate

Mi querido hermano: El monte de Monserrate, sito en el confín de las diócesis de Vique y Barcelona y de la jurisdicción de la primera, es uno de los objetos que llama la atención de naturales y extranjeros, y admira aun a los acostumbrados a ver rarezas y maravillas de la naturaleza. No hay pincel ni pluma que pueda explicar las perspectivas que ofrece al que se interna en él. Grupos continuos de cilindros y conos de varios tamaños, unidos con más o menos estrechez, dejando en su unión las grietas suficientes para que la naturaleza los adorne, y digamos los borde con sus verdes producciones, que ofrecen una labor vistosísima. Es singular la magnitud de uno de estos conos que digo que se eleva solo en la cresta de la montaña, y llaman el Cavall Bernat, cuya descripción hace una historia MS. en hexámetros, por un monje llamado Fr. Antonio Brenach en estos versos:

Ad iactum apparet cautes miranda sagittae 

Cautibus ab reliquis scopulisque, per altum 

Aëra consurgens, ulnisque erecta trecentis.

Las ermitas están como enriscadas en lo alto del monte, y algunas encajadas entre cono y cono. Es muy extraño que no quede memoria de este lugar en los geógrafos antiguos, siendo como es tan oportuno para denominar si importaba una comarca. Algunos historiadores de poca cuenta dicen que se llamó Monte Estorcil. Los notarios y escritores del tiempo medio le llamaron Mons-serratus y Mons-obseratus. En alusión al primer nombre tomó el monasterio por armas un monte a quien corta una sierra.

La vista mejor del monasterio es desde la ermita que llaman de S. Miguel, que es antigua, y ya hay de ella memoria en el año 1042, en una donación que le hizo el obispo de Barcelona Guislaberto, de la cual se hablará en lo de aquella iglesia. En otras donaciones de los años 1059 y 1062 se supone habitaban en esta ermita los monjes Trasvar y Guarín. Puede darse por bien empleado todo el trabajo de subir dos horas por una cuesta muy agria desde el lugar llamado Collvató, por gozar de perspectiva tan graciosa. Éntrase en el monasterio por un claustrito viejo, obra del cardenal Juliano de la Rovere, después Julio II, que era abad comendatario de Monserrat. He visto los capítulos de la obra que en su nombre pactó el prior y monasterio con los arquitectos Mestre Jaime Alfonso y Mestre Pere Baset, ciudadanos de Barcelona. Fue esto en 1476. Consérvase bastante bien esta fábrica con las armas del cardenal, y en el día está llena de presentallas. Subsiste en uno de sus lienzos la portada de la iglesia antigua que se extendía muy poco de poniente a levante. Créese que un arco por donde se entra a la obra nueva sea el lugar donde estuvo la imagen de nuestra Señora. Así lo dice allí la siguiente inscripción: Philippo tertio Hispaniarum rege catholico praesente, Deiparae Virginis imago hinc in templum novum translata fuit V. Idus Iulii anno MDXCIX, cum hic septingentis undecim annis miraculis claruisset. 

Esta antigüedad supone la que comúnmente se le atribuye desde el siglo IX, y la que en globo consta del privilegio del conde Wifredo, dado el año 888 a favor de Ripoll, al cual entre otras cosas concede locum quem nominant Monte-serrato ecclesias, quae sunt in acumine ipsius montis vel ad inferiora eius. La misma posesión confirmó el año siguiente 919 (¿siguiente a 888? 889) el obispo de Vique Jorge en la escritura que he visto aquí original, fecha VIII. Cal. Aprilis anno XXVII quod Karolus rex regnandi sumpsit exordium. Más terminantes son otras dos confirmaciones a la misma casa, una del conde Suñer de Barcelona anno IV. post obitum Caroli regis, y otra del rey Lotario año 982, en las cuales se expresa que se da a Ripoll el Monte Serrato con las iglesias Sanctae Mariae, S. Aciscli, S. Petri, et S. Martini. Estas dos últimas estaban donde ahora es el lugar de Monistrol. La de San Acisclo está separada del monasterio como un tiro de fusil hacia levante: su fábrica es vieja, y hasta estos últimos siglos hubo en ella hospital para peregrinos enfermos. La de Santa María es la que decimos, aunque ni rastro queda del edificio primitivo. Los cimientos de la iglesia actual se pusieron en tiempo del rey D. Fernando el Católico, de quien he visto una carta original, fecha en Medina del Campo a 14 de Marzo de 1489, en que exhorta al abad y monasterio a la empresa de la obra, que cesó a los diez años por las urgencias del estado, y el rey en carta de 1499 cedió a favor del monasterio todos los enseres de aquella fábrica, destinada solamente para habitación de monjes. Mas andando el tiempo el abad Fr. Bartolomé Garriga se aprovechó de lo comenzado para la iglesia, y en 1561 con deliberación de la comunidad aplicó a la fábrica el producto del jubileo que Pío IV había concedido por diez años a los que visitasen este santuario en el día de la Natividad de nuestra Señora. La resolución capitular y las constituciones para el buen gobierno de la fábrica he visto en el archivo. Tardose en concluir hasta el 1592, en el que Domingo de sexagésima a 2 de Febrero la consagró el obispo de Vique Pedro Jaime, con asistencia de Jaime Cassador (cazador), obispo de Gerona, Andrés Capilla de Urgel, y Francisco Robuster y Sala de Elna, y Fr. Plácido de Salinas, abad de este monasterio. Hallose presente el virrey de Cataluña Pedro Galcerán, marqués de Navarrés. Existe en el archivo la escritura fecha en el mismo día. Éntrase a la iglesia por un patio cuadrado. En la portada no he hallado las estatuas que Pons indica en su viaje, aunque están labradas para colocarse. La nave de la iglesia es espaciosa y muy proporcionada; su latitud no incluyendo las capillas, es de 76 palmos catalanes, y su longitud total es de 286 palmos. Tiene seis capillas por lado, y sobre ellas otras tantas, descontadas las del coro, con altares y buena porción de pinturas que se trajeron de Roma en el tiempo del abad Fr. Manuel de Espinosa. En las bajas las hay también, y entre ellas es notable el S. Lorenzo que está en el altar dedicado a este santo. A Pons le pareció de Ribalta, y yo le tengo por tan suyo como el S. Vicente que hay en el salón de dominicos de Valencia. En la capilla de S. Ildefonso hay un cuadro grande del Descendimiento que aquí atribuyen a Rubens; este profesor pintó muchos descendimientos, como Cerezo concepciones y Orrente carneros, y no digo más. También tiene su mérito por la novedad la capilla de la comunión, cuyo altar está colocado dentro de otra capilla que forma un cuerpo dórico con columnas de madera y bases de piedra. La longitud de la iglesia queda cortada en la capilla quinta por una verja de hierro bien labrada hacia el año 1608, por precio de 14 mil ducados, cuya cornisa viene con la primera de las capillas; y como estas están también cerradas con verjas de madera, forman un todo proporcionado, presentándose esta primera pieza como un salón de 184 palmos de longitud. Tengo por averiguado que el origen de semejantes divisiones en los templos debe atribuirse a la costumbre de las vigilias de los fieles, las cuales pasaban en lo llano de ellos, quitado así todo peligro de robos y otros desacatos. Algunas memorias quedan de las vigilias de los peregrinos en este santuario, de lo cual hablaré después. En el recinto cuadrado entre la reja y el presbiterio hay 73 lámparas de plata puestas en alto y muy pegadas entre sí y a las paredes colaterales y a la misma reja: en esta última las sostiene un arco de hierro de tres o cuatro dedos de espesor, cuyo radio es lo ancho de la iglesia, y tan rebajado que apenas se eleva sobre su centro dos palmos. Hízolo un devoto aragonés, según me dijeron. En la sacristía y piezas contiguas está guardado el tesoro que llaman y con razón, por la multitud y preciosidad de alhajas y joyas de gran valor, que más son para vistas que para referidas. Es poca su antigüedad, que no excede a lo que creo a los reyes católicos. Hay siete bustitos de emperadores romanos en mármol y en marfil: seis camafeos de las sibilas Samia, Hellespóntica, Líbica, Eritrea, Frigia y Egipcia. Hay de cristal de roca todo el servicio de un altar, que dicen fue del papa Urbano VIII. Guárdanse allí varios pectorales de obispos, entre ellos el del Ven. Palafox. También vi y tuve en mi mano una espada, cuyo puño está sembrado de flores de lis; dicen que es la que dejó S. Ignacio de Loyola cuando comenzó aquí la carrera de su vocación. En el mismo lugar donde se ofreció en servicio de la Virgen queda la inscripción siguiente: B. Ignatius à Loyola hic multa prece fletuque Deo se Virginique devovit: hic tamquam armis spiritalibus sacco se muniens pernoctavit; hinc ad societatem Iesu fundandam prodiit anno M.DXXII. = Fr. Laurentius Nieto Abbas dicavit ann. 1603. = De aquí debió derivar la costumbre de venir acá los novicios jesuitas de la provincia Tarraconense, como para comenzar la carrera donde la comenzó su santo patriarca, y a esto alude la fórmula con que el abad de este monasterio los despachaba a sus casas, que era la siguiente: “Nos Fr. N. N. Dei gratia humilis abbas regii monasterii B. Mariae de Monteserrato ordinis D. P. N. Benedicti de observantia praesentis Cataloniae principatus, sacrista ac bibliotecarius maior suae regiae maiestatis in regnis et corona Aragonum &c. attestamur per praesentes, et fidem facimus dilectos in Christo Fratres N. N. supra, vel retro scriptos ad Nos dictumque nostrum regium monasterium peregrinationis causâ, ex iniuncto obedientiae praecepto de speciali instituto devenisse, retro scriptasque litteras presentasse, debitamque obedientiam praestasse, atque à nobis paternâ charitate, ut mos est, susceptos esse, et ad noviciatus nostri domum remisisse, ut ibi à reverendo patre magistro novitiorum salutarem admonitionem et disciplinam circa Dei praecepta observanda audirent; omnibusque impletis, ad sacrae poenitentiae, eucharistiaeque sacramenta recipienda accesisse, et ad Terraconensem suae religionis domum remeasse. In quorum fidem facio &c.” 

La sillería del coro es obra del escultor Cristóbal de Salamanca, el cual labró dos sillas por muestra, y en su vista se lucieron las capitulaciones con el monasterio y su abad Fr. Felipe de Santiago a 8 de Mayo de 1578. Estipulose en ellas el precio de cada silla a noventa y cinco ducados, corriendo de cuenta del maestro todo su coste, y aprontando el convento la madera de roble para su construcción. Trabajolas todas en el lugar de Monistrol, no sé si en los cinco años que había ofrecido. Adórnanlas muy buenos relieves de la pasión de Cristo y otros asuntos sagrados. Junto al coro está el aula capitular nueva con el altar y techo artesonado que sirvieron en la sala antigua llamada de la Colación, de la que quedan vestigios de buen gusto. 

La biblioteca es buena en lo material y formal. En un cuarto de ella reservado hallé las curiosidades siguientes: Un misal propio de la iglesia de Tortosa MS. en el siglo XIII, como se ve examinando su calendario; donde es notable que mentando a S. Rufo, sólo dice de él Ruphi martyris; y en el cuerpo del misal nada hay de este santo, siendo así que contiene todas las fiestas principales de la iglesia de Tortosa. Porque veas con cuanta razón dije en mi viaje a aquella iglesia, que en los primeros siglos de su restauración nunca se tuvo a S. Rufo por su primer obispo. En la Dom. II. post Pentecost. facimus, dice, festum sanctarum reliquiarum; y en la oración, sanctorum tuorum, quorum reliquiae in praesenti requiescunt ecclesia.

Otro MS. intitulado: Comensa lo libre de les nativitats compilat de la medulla dels actors de veritat per mans de Bertomeu Tresbens, al Rey en Pere Darago Terç (Pedro III de Aragón). Es decir, obra de fines del siglo XIII. Es un tratado de astrología.

Otro MS. del siglo XV tiene este título: “Comienza el tratado llamado Invincionario, dirigido al muy reverendo é magnífico Señor Don Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo, primado de las Españas, por un su devoto siervo Alfonso de Toledo, bachiller en decretos, vezino de la cibdat de Cuenca, patria de dicho Señor. E el tratado es así llamado, conviene a saber, Invincionario, porque en él se fallaran los primeros inventores de las cosas, así temporales, como espirituales &c." El códice llega hasta el último capítulo que es del Maestro de las sentencias; pero no está completo, y falta el final, en que acaso se notaría fijamente el año en que se escribió. A mí no me queda duda en lo que dice Bayer en la Bibl Vet. de Nicolás Antonio, tom. II, pág. 304, que es anterior a Polidoro Virgilio. 

De Pedro Juan Núñez hay varios fragmentos de exposiciones de Cicerón, y también versiones al lemosín de algunas de sus cartas, hechas en Barcelona, año 1585.

“Libro llamado camino de perfección, hecho por un devoto monje de nuestra Señora de Monserrat, del orden del bienaventurado San Benito." = El autor es Fr. Antonio Alfaig. Consta de 30 capítulos, de excelente lenguaje del siglo XVI. 

De otro monje de esta casa llamado Fr. Bernardo de Hontiveros hay una traducción del libro de amicitia de Cicerón. 

Historia del concilio de Trento en su tercera convocación por el papa Pío IV, escrita por D. Pedro González de Mendoza, obispo de Salamanca. Dícese en el códice que fue copiada por el licenciado Diego de Colmenares el año 1642 del mismo original de su autor, que se guarda en la Cartuja del Paular. En esta copia va al principio la vida del mismo obispo. Bien hubiera querido copiar todo este libro; mas ni lo sufrió la multitud de objetos a que tengo que atender con pocas manos, ni la escasez de auxilios de que puedo disponer en esta expedición para servirme de las ajenas.

Hay otro misal MS. hacia el año 1408, según consta de la tabla de cómputo. Al principio vi esta nota: Aquest missal es dels hermitans de Muntserrat. Mas principalment es dat et fet per la cella de sancta Creu per honor del Senyor quins ha salvat. Algo se ha tomado de él para nuestros ritos. Ahora sólo copiaré una Prosa pro defunctis, para que veas la libertad que cada iglesia y aun monasterio tenía en esto. 

Lux eterna beatorum 

Animabus defunctorum 

Luceat, ut in eternum 

Requiescant in pace. Amen.

Sancte Deus, tu sanctorum 

Miserere miserorum, 

Ut cum sanctis in eternum R. I. P. A.

Sancta virgo virginum, 

Ora semper Dominum, 

Ut defuncti in eternum R. I. P. A.

Sancti quoque spiritus, 

Exorate coelitus, 

Ut vobiscum in eternum R. I. P. A.

Patriarchae cum prophetis 

Oro Deo suplicetis 

Pro defunctis, ut in coelis R. I. P. A.

Apostoli Iesu Christi, 

Hiis solutis loco Christi 

Obtinete ut in coelis R. I. P. A.

Martyrum exercitus, 

Expugnate penitus 

Horum hostes, ut in coelis R. I. P. A. 

Confessores, precibus 

Et vestris virtutibus 

Subvenite, ut in coelis R. I. P. A.

Sanctae prorsus virgines, 

Transcendentes homines, 

Vestrâ prece in eternum R I. P. A.

Omnes sancti pariter 

Supplicate iugiter, 

Ut hii simul et in coelis R. I. P. A. 

Amen, amen dicimus, 

Vota sanctis fundimus: 

Christi passionibus R. I. P. A. 

En la pieza por donde se entra a la biblioteca está colocado un buen cuadro grande del juicio final, cuyo autor o copiante, porque copia parece en algunos lugares, podrá ser el indicado en las letras que se ven escritas en el costado de un sepulcro, y son P. ADL. enlazadas las tres últimas al modo de los monogramas: al otro lado del mismo sepulcro está pintado el año 1578. 

El camarín de nuestra Señora consta de tres piezas pequeñas llenas de cuadritos casi todos de gran mérito, entre los cuales sobresale un S. Pedro de Alcántara, un S. Francisco de Asís y algunos de la Virgen con el niño por el gusto de Rafael. La imagen es venerable por su antigüedad; el color moreno de rostro (moreneta) y manos téngolo por obra del que la encarnó; a lo menos es constante e indubitable que ni el humo de las lámparas que están apartadas más de 30 palmos, ni el incienso la pudieron ennegrecer, como dijo Pons; efecto que igualmente debían experimentar los vestidos y nicho y cuanto hay alrededor. La celebridad y fama de este santuario no es menester que la diga yo. Son innumerables las memorias de los reyes, cardenales y obispos que lo han visitado en todos tiempos, y de las procesiones de penitencia de los cleros vecinos, especialmente de Barcelona, que acudían a él en las calamidades públicas. En el siglo XIII mandó el rey D. Jaime I que los peregrinos se trajesen viandas para sustentarse mientras estuviesen acá, porque lo contrario sería carga insoportable para el monasterio. Del siglo XIV queda en el archivo un códice que contiene varios tratados curiosos, y entre ellos hay esta nota: Quia interdum peregrini, quando vigilant (velan, vigilia) in ecclesia B. Mariae de Monteserrato, volunt cantare et trepudiare, et etiam in platea de die, et ibi non debeant nisi honestas ac devotas cantilenas cantare; idcirco superius ac inferius aliquae sunt scriptae. Et de hoc uti debent honeste et parce, ne perturbent perseverantes in orationibus et devotis contemplationibus, in quibus omnes vigilantes insistere debent pariter, et devote vacare. Pónense igualmente y con canto las canciones latinas y lemosinas que debían cantar durante las vigilias. De las últimas pondré la muestra siguiente:

Birolay de Madona Sancta María.

Rosa plasent, soleyl de resplendor, 

Stela lusent, yohel de sanct amor, 

Topazis cast, diamant de vigor, 

Rubis millor, carboncle relusent.

Lir transcendent, sobran tot altre flor, 

Alba jausent, claredat senes fuscor, 

En tot contrast ausits li pecador; 

A gran maror est port de salvament:

Aygla capdal, volant pus altament, 

Cambre reyal del gran Omnipotent, 

Perfaytament auyats mont devot xant, 

Per tots pyant siatsnos defendent:

Sacrat portal del Temple permanent, 

Dot virginal, virtut sobreccellent, 

Quel occident quins va tots iorns gaytant, 

No puxe tant quens face vos absent. 


Traducción literal del Birolay sin guardar la rima. 


Rosa agradable, sol de resplandor, 

Estrella brillante, joyel de santo amor, 

Topacio casto, diamante de valor, 

Rubí mejor, carbunclo rutilante.

Lirio oloroso que excede a toda flor, 

Alba naciente, claridad sin obscuridad,

En cualquier contraste ayuda al pecador,

En gran tempestad eres puerto de salvamento.

Águila caudal, de vuelo muy remontado, 

Cámara real del gran Omnipotente, 

Perfectamente oye mi devoto canto, 

Por todos rogando sednos defensora.

Puerta sagrada del templo permanente, 

Dote virginal, virtud sobreexcelente, 

Que el occidente que cada día nos amaga, 

No pueda tanto que de vos nos ausente. 


A este tenor hay otras muchas coplas devotas y varias fórmulas de los sermones y exhortaciones que se hacían a los romeros. Hoy persevera el concurso, pero sin aquel orden y piedad. De modo que se hace notable la devoción con que el día 8 de Septiembre vienen los franceses comarcanos a cumplir en nombre de las villas los votos que hicieron los comunes; porque luego que descubren el monasterio se arrodillan y entonan el Ave maris stella, y así entran en procesión y asisten a la fiesta de nuestra Señora con devoción y compostura, sin mezclarse en ninguna de las disoluciones de otros concurrentes. El archivo de este monasterio está bien arreglado: lo registre a mi satisfacción, merced a la franqueza con que me trataron el P. prior y presidente (ya que se hallaba ausente el Sr. abad), y el P. Fr. Millán Hermosilla archivero, quien suplió con ventajas las que yo esperaba lograr con la pericia del P. M. Fr. Benito Ribas que también se hallaba ausente. Tomé algunas noticias acerca de la historia de la casa, y muchas más sin comparación de las tocantes a otras iglesias y monasterios. Este es el gran fruto de los viajes, y por cierto el más sabroso: hallar en un punto cosas que pertenecen a otros en que no se pensaba, y con que se ilustran sus antiguallas. Hay allí algunos martirologios, entre ellos uno Ripollense del siglo XI, donde lo más importante es el necrologio. Allí mismo vi los capítulos de concordia que hizo este monasterio con el impresor Juan Luxaver a 7 de Enero de 1499, obligándose él a imprimir varios breviarios y rituales y otros libros eclesiásticos, como efectivamente se imprimieron para repartir por toda la congregación. De esta oficina portátil salió el año siguiente el Exercitatorium vitae spiritualis del abad Fr. García de Cisneros, libro célebre y buscado por muchos motivos. Rarísimo es también el libro de las colaciones del abad Isaac, traducido al castellano por Fr. Bernardo Boil, monje y ermitaño de Monserrate. Hay de él aquí un ejemplar muy bien conservado, impreso apud S. Cucufatum vallis Aretanae XXIX. Novembris anno Domini M.CCCC.LXXXIX. en 4.° Habló de este libro el P. Méndez en su Tipografía española del siglo XV. Yo no puedo persuadirme que el lugar de esta edición sea el San Cucufat (Cugat) del Vallés; ya por no quedar en aquel monasterio memoria alguna de haber habido allí imprenta, con ser así que se conservan exactas apuntaciones de aquel tiempo, ya principalmente por no convenirle la palabra Vallis Aretanae, que cierto nunca se llamó así el Vallés en lengua alguna. ¿Y quién sabe si sería algún San Cucufat del Val de Aran? Dejemos conjeturas; lo cierto es que este traductor fue hombre de reputación en tiempo de los reyes católicos, quienes le destinaron a la América en calidad de nuncio apostólico, dándole facultad de escogerse doce compañeros sacerdotes, los cuales no consta quienes fuesen. 

Después se dice que volvió y fue abad de Cuxá, y le ocuparon en otros negocios graves. Muchos materiales tengo recogidos de acá y de acullá, hasta de la isla de Mallorca, para escribir la historia de este célebre personaje, de quien algunos escritores han hecho tres, y cuyos hechos han confundido de una manera increíble, atribuyendo a los sobrinos lo que es del tío, y al contrario: y haciendo catalanes a los que no son sino valencianos. En suma este punto biográfico merece una disertación separada.

Ya quedó dicho arriba que desde el siglo X se hizo donación al monasterio de Ripoll de la iglesia de nuestra Señora. Mas de haber habitado en ella monjes no hay memoria hasta el siglo siguiente, en que suena como una de las obediencias sujetas a aquella casa, cuyo abad nombraba aquí un prior para su gobierno. Así permaneció hasta el 1410, en que con autoridad de Benedicto XIII (Luna) salió de aquella dependencia y se erigió en abadía, la cual obtuvo el primero Fr. Marcos de Villalba. Uniose después a la congregación de Valladolid en 1493. Entonces y siempre estuvo sujeto el monasterio al obispo de Vique, de cuya jurisdicción era y es todo el monte; y esto habrás observado en varias cosas que se dijeron en el episcopologio de aquella iglesia, y lo verás todavía más claramente en lo que me queda que decir en el correo inmediato. Había resuelto poner aquí el catálogo de sus priores y abades, que me ha proporcionado el citado P. Hermosilla; pero está tan diferente del que publicó Flórez (tom. XXVIII), que sería menester detenerme a dar las pruebas de su discordancia. Así que quede esto para la historia completa del monasterio, que se está preparando con actividad, y me aseguran que muy en breve se publicará. A Dios. 

viernes, 24 de agosto de 2018

Pedro Saputo en chapurriau


Tos adelanto lo primé capítul del llibre de Braulio Foz, de Fórnols, Matarraña, Teruel, Aragó, España. Vida de Pedro Saputo natural de Almudévar. En chapurriau.

Aquí está tot lo texto per a traduí al valensiá, mallorquí, catalá de Pompeyo, o consevol atre idioma:

https://chapurriau.blogspot.com/2018/11/pedro-saputo-en-chapurriau.html


Vida de Pedro Saputo natural de Almudévar. En chapurriau.


VIDA DE PEDRO SAPUTO

En castellá aquí :
y milló aquí, en formato pdf, doc, epub, etc

Al original en castellá voreu lo estil narratiu, está escrit al 1844, per lo que pot resultá pesat. Si no hau lligit antes en chapurriau, escomenseu per estos atres llibres :

Llibre primé
Capítul I
Naiximén de Pedro Saputo.

Pedro Saputo, Almudévar, ermita, virgen de la Corona
Almudévar, ermita, virgen de la Corona

¡Beneít sigue Deu, que al final lo gran Pedro Saputo ha trobat qui aplegare los seus fets, los ordenare convenienmén, y separán lo fals de lo verdadé eixecare a la história
acrisolada y pura de la seua vida la digna estátua que debíem al seu talento y a les séues virtuts!

¿Qué me donará lo món per este servissi, per este deute comú que pago, tocánme a mí
en ves de a consevol atre veí? Pero ¡a cascala lo interés! No vull datra recompensa que sabé, com u sé desde ara, que este llibre se lligirá en gust per agüelos y joves, per sabuts y per ignoráns, a les siudats y a les aldees.
¡Oh, cuáns bons ratos a les velades de hivern passarán en ell escofanse al foc o al brasé! Pos no vull mes recompensa, com dic; aixó, y aixó sol es lo que me hay proposat. Y pos u dono per conseguit, res mes me se oferix advertí, ni previndre als meus lectós y lectores.

A la vila de Almudévar, a tres legües de la famosa siudat de Huesca, a la carretera de Saragossa, va náisse Pedro Saputo de una huérfana donsella que vivíe sola perque se habíe quedat als quinse añs sense pare ni mare, y ere pobra, no teníe mes bens que una caseta a la carrera del forn de fora, y manteninse en lo ofissi de rentadora y lo de cuinera de totes les bodes y de les grans festes del lloc; a la seua juventut cantae en molta grássia perque teníe una veu extremada y tocae lo pandero com una gitana. En estes habilidats may li faltae lo menesté, y algún regalo y bons passatems. Sempre anáe mol pincha y asseada; no envechae res, ni a pobres ni a rics; tots la volíen be, y ella no volíe mal a ningú.
Per a mes gran notíssia de la persona dirém que ere espabilada, redona de cara, no fea, pero tampoc guapa, primeta de cara tirán a grossa, desembossada de paraules; pit ple y ubert, discreta, honrada de casta, recatada, en bona fama al poble, y en tot mol afable. En estes virtuts entendre se pot que tindríe mols pretendéns, y los va tindre, en efecte, no menos en línea recta que en la línea torsuda, y de tots los gustos y apariénsies; pero no se donae per entesa de la mala intensió de algúns, y agarrán les paraules sempre a la dreta, a tots responíe lo mateix y los despedíe sense oféndrels dién que no volíe casás ni tindre amors. Y aissó que la van marejá mossos mol fanfarróns y valéns, y algúns en ajuar y pegujar, que la hagueren convertit en una hidalga. Cuan escomensae a sé mosseta li va di una gitana en lo romeret a la boca que si se casae ploraríe moltes llágrimes, fenli una professía en vers que diebe:
Si te cases tindrás home,
llágrimes, pena y doló;
conserta sola lo teu amor
y lo fruit sirá gloriós.
No enteníe lo sentit general de la professía y poesía, pero va entendre mol be y se li va enclavá ben fondo com puncha al alma lo de llágrimes y penes, y ere prou per a que tinguere po: conque se va tapá los oíts a tota proposta de matrimoni per mes que passán lo tems va arribá a cumplí los vin añs de edat, que an aquell siglo casi ere afrenta está soltera.
Antes de que sen acataren al poble, ya teníe una pancha de sis mesos, y encara que teníe gran opinió de honesta no su hagueren cregut si ella no u diu; pero u díe y u afirmae en tanta naturalidat que van tindre que créureu. Cuan va arribá lo tems va parí un chiquet mol fortot y majo, y preguntánli de quí ere, va di: Per ara meu y de Deu. Y de aquí no la van pugué traure. Una mica se van mosquejá lo justíssia y tamé lo siñó retó perque no díe quí ere lo pare del chiquet; pero ella se va mantindre en lo dit y van habé de frená la curiosidat y se va mantindre lo secreto.
Cuan van batechá al chiquet, may un cas com aquell se habíe vist al poble y pareixíe un milagre (que los tems diuen que eren atres diferéns de los que corren ara, encara que yo no u crec), dingú se oferíe a sé lo seu padrí; y lo justíssia y lo síndic van ajuntá consell general del poble y van di: «honrats veíns de Almudévar: per la veu que ha corregut debeu sabé que la honesta filla pupila de Antonio y Juana del forn de fora ha parit casualmén un chiquet, y no té qui lo porto a la pila. Fému a sorts si tos pareix, y de los tres noms que ixquen sen triará un per vots libres de tots.»

- ¡Be, be!, va cridá lo gentío. Y van eixí dos hómens y una dona; y passán a votassió, tots menos sis van votá que fore padrina la dona, y que los dos homes y lo síndic la acompañaren. Ere una donsella, y no va faltá qui remugare dién que les donselles no teníen que habés
presentát per séu la mare del chiquet y no estae be que la visitaren. Pero a qui aixó va di, que ere un ricacho en vanidat de hidalgo, lo van mirá mal de reúll y lo van aburrí tot aquell día. Va sé, pos, padrina la donsella, y lo va traure de pila mol contenta; y com ere de una casa acomodada va ñabé gran batech y alifara, que la van doná los acompañáns y son pare de la mateixa padrina.
Li van ficá de nom Pedro, y no se va parlá en mols díes de atra cosa al lloc. Cuan la mare va traure al chiquet al públic pareixíe una conda en la formalidat y satisfacsió que mostrae y als dijes y mantilla que li ficae; y la gen la volíe encara mes que abáns. La paráen tots per a mirá al chiquet, y sense sabé per qué se alegraen; y moltes dones, espessialmén les donselles, casi li teníen enveja.

sábado, 14 de octubre de 2017

Aguaviva, Teruel, Mezquín, Aragón

https://lavolteta.wordpress.com/2012/02/06/evolteto-fogg-recorre-la-cuenca-del-bergantes-aguaviva-zorita-ortells-y-palanques/  

Aguaviva, una pequeña incursión en Terruel

Un poco tristes por no poder entrar en la ermita de la Balma, continuamos nuestro camino hacia el norte, siguiendo el cauce del río Bergantes hasta llegar a la población turolense de Aguaviva. Es un trayecto muy interesante, especialmente en su primer tramo cuando la carretera se acerca más al río (bastante caudaloso en esta zona), y discurre por una garganta. Poco a poco el paisaje se hace más seco y menos arbolado al entrar en la provincia de Teruel.

Aguaviva es un curioso pueblo con su propia lengua, una mezcla de aragonés, castellano y valenciano: el chapurriau, lo llaman por estas tierras. //Refuerza el origen del chapurriau como mezcla de lenguas//

Lo más destacado de la población es su Iglesia Parroquial de San Lorenzo, una gigantesca mole en el centro de la población; construida en el siglo XVII es de estilo manierista-barroco con tres naves, cabecera poligonal y torre campanario. También es curioso el conjunto formado por el ayuntamiento y la plaza, junto a la Iglesia; y sus dos ermitas la de San Gregorio (barroco del siglo XVIII) y la de Santa Bárbara renacentista del Siglo XVII. Quedan algunas casas señoriales de estilo renacentista aragonés, como la Casa Mir en la calle Larga.

Iglesia Parroquial de San Lorenzo en Aguaviva
La Iglesia Parroquial, el edificio más notable de Aguaviva
De los alrededores caba citar el puente Cananillas del siglo XVII, el molino harinero y la nevera. El entorno natural, especialmente el cercano río Bergantes, es de gran belleza y, en verano, un lugar ideal para hacer excursiones y contemplar la flora y la fauna, pero en esta época del año es poco apetecible.


 Zorita del Maestrazgo

Por la misma carretera regresamos a la provincia de Castellón y visitamos la población de Zorita. El pueblo está en un pequeño cerro por lo que, tras abandonar la carretera, ascendemos por calles irregulares aparcando en las eras.  A lo lejos podemos ver la ermita de la Balma suspendida sobre la montaña.
La estructura del pueblo nos hace adivinar que la villa estaba amurallada, de hecho podemos ver enclavado en una casa (Casa Peralta-el Castell) los restos de un torreón defensivo del siglo XIV. Los edificios más destacados son la Iglesia de la Virgen de la Asunción (siglo XVIII) y el ayuntamiento.
Casa Peralta o el Castell en Zorita del Maestrazgo
El torreón (XIV) de la casa Peralta es un vestigio de la muralla
La Iglesia, como las del resto de las poblaciones de la comarca, es un edificio enorme desproporcionado y sobrio, una mole gigantesca que parece caída del cielo en medio del resto de las casas. La cúpula muestra los típicos azulejos azules brillantes. Su portada es renacentista herreriana sin adornos ni alardes, elegante, y frente a ella se abre una plazoleta, un lujo en este entramado de calles estrechas y empinadas, adornada por los restos de una campana.
Iglesia Parroquial de la Virgen de la Asunción Zorita del Maestrazgo
La Iglesia aparece como una gigantesca mole caída del cielo
Hay junto a la Iglesia un bar-restaurante-centro social donde aprovechamos para almorzar unos magníficos bocadillos de tortilla de jamón tamaño familiar. Tras reponer fuerzas paseamos por Zorita, un pueblo encantador, precioso, con casas de piedra muy bien arregladas, de las que sobresalen los balcones de madera y los trabajados aleros.
Zorita del Maestrazgo
Casas de piedra con balcones y aleros de madera
De todos los edificios merece especial mención el ayuntamiento, construcción de piedra con un pequeño porche al que se accede por un airoso arco de medio punto. En él podemos contemplar, a izquierda del arco, el escudo de la ciudad esculpido en piedra en el año 1889.
Ayuntamiento de Zorita del Maestrazgo
El ayuntamiento aparece como un coqueto palacete

Palanques

Abandonamos Zorita y regresamos a la CV-14, a pocos kilómetros un desvío a la derecha nos llevará al pueblo de Palanques tras atravesar un largo puente sobre el cauce del Bergantes. Palanques es un pequeño pueblecito que parece desparramado por la falda de una montaña. Subimos por sus estrechas calles y dejamos el coche en la plaza del ayuntamiento, un coqueto edificio del siglo XVIII con un porche y arcadas.
Vista de Palanques
El pueblo ascendiendo por la ladera de la montaña
En la parte alta de la población se encuentra la Iglesia Parroquial, destacan en ella el airoso campanario y la portada barroca. A la derecha de la fachada principal, tras atravesar un pequeño arco, se abre un bonito jardín que ocupa la parte trasera del templo. Además en la pared lateral podemos ver la antigua portada gótica (un sobrio arco de medio punto con grandes dovelas). Desde la Iglesia  podemos seguir un sendero donde se indica el camino para llegar a las pinturas rupestres. Siguiendo las indicaciones llegamos a un precioso mirador desde el que se contempla todo el valle del Bergantes y la población de Zorita.
Iglesia Parroquial de Palanques
La Iglesia queda en la parte alta de la población
Seguimos ascendiendo hasta el camposanto que corona la colina, el sendero hacia las pinturas pasa junto a su tapia, una vez coronada la montaña (donde de nuevo tenemos unas preciosas vistas del valle) descendemos por la vertiente contraria al pueblo. Entre pinos y un penetrante olor a romero y tomillo llegamos a unos abrigos rocosos donde contemplar los restos de la pinturas tras una reja. Como siempre que hemos intentado contemplar arte rupestre, la búsqueda y el entorno siempre han superado a las propias pinturas, de las que quedan escasos restos, son curiosas escenas de caza que podemos reconocer por los paneles explicativos que les acompañan.
Vista de Zorita desde Palanques
Contemplamos el valle del Bergantes con Zorita al fondo
Tras visitar la Balma quedamos con la reflexión sobre la gran importancia que los abrigos rocosos tienen en la cultura de toda la zona. En ellos pintaron los prehistóricos, no sabemos si con fines mágicos o como mera forma de expresión, pero también es en estos abrigos donde aparecieron milagrosamente figuras de vírgenes y donde lenvantamos templos que cuelgan sobre acantilados, como el de la Balma. El abrigo rocoso es un escondite que la naturaleza nos ofrece para defendernos de la naturaleza misma, pero un refugio frágil.
Pintura rupestre de Palanques
Se pueden contemplar curiosas escenas de caza

Ortells

Seguimos hacia el sur, dirección Morella y llegamos a la población de Ortells, una pedanía morellana. El pueblo está muy arreglado en la zona baja con casas de piedra usadas en vacaciones. La mayoría son de piedra y han tratado de conservar el aspecto general del pueblo. El centro de la población es la plaza mayor en la que se encuentra el imponente edificio del Palacio de los Brusa del siglo XV. Un enorme caserón con aspecto de invulnerable fortaleza, cuyas ventanas parecen puestas al azar y se protegen con fuertes rejas de hierro. Frente a él un edificio, centro social, con arcadas, cierra la plaza.
Palacio de los Brusa en Ortells
El palacio de los Brusa parece una invulnerable fortaleza
El otro gran edificio de la población es la Iglesia Parroquial de San Blas y Santa Magdalena, con muros de piedra lisos y una portada barroca añadida, el campanario cuadrado está rematado en punta y tiene reloj. Alrededor de la Iglesia hay una zona con casas casi abandonadas y balcones destartalados pero de encanto decadente, casi de pueblo abandonado.
Casa vieja en Ortells
Casas con encanto decadente, de pueblo abandonado
Tiene fama Ortells de una excelente gastronomía, de hecho es habitual que gentes de la provincia realicen excursiones los fines de semana para comer allí. Sus platos más conocidos son la coqueta de panoli y, para el duro invierno, la Olla de Ortells un chute de calorías contra el frío. Sin embargo nosotros decidimos comer en Forcall, nuestra siguiente parada.

martes, 30 de abril de 2019

LOS HERMANOS ISARRE, EN LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR


2.26. LOS HERMANOS ISARRE,
EN LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR (SIGLO XI. ALQUÉZAR)

LOS HERMANOS ISARRE,  EN LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR (SIGLO XI. ALQUÉZAR)
Ayuntamiento de Abiego


Eran los tiempos del rey aragonés Sancho Ramírez, a cuyas órdenes combatían dos hermanos de apellido Isarre, oriundos de Abiego. Su valor, su destreza con todo tipo de armas y su desprecio al peligro les hicieron famosos, tanto entre los cristianos como entre los musulmanes. Entre estos últimos, el más preocupado era el gobernador de Alquézar, quien temía que llegara el día en que se viera ante ellos y procuró evitarlo a toda costa.

Cuando el muslín se enteró que eran de Abiego, población tan cercana a Alquézar y bajo su jurisdicción, intentó que sus padres fueran a residir a la sombra de su castillo, pues era la forma de atraer a sus hijos, pero la estratagema fracasó. Procuró entonces el gobernador que el matrimonio Isarre convenciera a sus hijos para que abandonaran las armas a cambio del dinerosuficiente para que les atendieran sin tener que luchar permanentemente para ganarse la vida, pero los ancianos declinaron también cumplir el encargo.
Airado el jefe moro por el desacato sufrido, ordenó que fueran apresados y ahorcados en uno de los cerros cercanos al pueblo, en el «Tozal de las Forcas» como se le llamaría desde entonces. Pronto supieron los hermanos Isarre la desgracia de sus progenitores y juraron vengarse por ello, llevándoles a solicitar permiso a Sancho Ramírez para atacar la fortaleza de Alquézar.
Aunque el rey aragonés comprendió las razones de sus dos súbditos, les pidió que conservaran la calma de momento, pues no era todavía llegado el instante de acometer la reconquista de plaza tan bien defendida. Antes debían ser tomados otros lugares para evitar que pudieran llegar refuerzos a Alquézar, como así se hizo de manera calculada.
Pronto, no obstante, le tocó la hora a Alquézar y los hermanos Isarre tuvieron la oportunidad de entrar en sus calles el día de su liberación, aunque para entonces el walí yacía muerto. Don Sancho Ramírez, comprensivo, recompensó a los dos hermanos elevándolos a la categoría de infanzones, y, además de dotarles con tierras en su Abiego natal, les concedió el honor de poder usar escudo de armas, consistente en tres cabezas de moro en triángulo.

https://es.wikipedia.org/wiki/Abiego


Abiego es un municipio español de la comarca Somontano de Barbastro, provincia de Huesca, Aragón. Está situado parte en llano y parte en la pendiente de una colina, a la izquierda del río Alcanadre, dista de Huesca 35 km.


Parte de su término municipal está ocupado por el Parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara.


Su nombre, Al-Byego deriva del castillo musulmán que dominaba la comarca de la Barbitania.

Del rey con tenentes desde 1101 hasta abril de 1181 (UBIETO ARTETA, Los Tenentes, p. 123)
El 28 de junio de 1322 el rey Jaime II de Aragón entregó el castillo y villa de Abiego a Sibila de Antillón para que lo tuviese toda su vida y después de su muerte, hasta que se le saldase la deuda de 7.000 maravedís (SINUÉS, nº. 1)
1960 - 1970 se le incorpora Alberuela de la Liena.
En 1977 se inaugura la pavimentación de todas las calles, colocación de aceras en las carreteras, construcción en la plaza del Val de un complejo recreativo con pista de baile y local-bar
En 1979 se hicieron mejoras municipales y adaptación de las vías para el tráfico
En 1981 se inauguró la nueva Casa Consistorial.

Parroquia Colegiata dedicada a Santa María la Mayor (Siglo XVI. Gótico rural tardío aragonés)

nave única, con planta de cruz latina, con un bonito retablo del siglo XVI representando a San Miguel
La portada y el atrio son de estilo plateresco
Ermita de Santo Domingo de Silos
Ermita de San Sebastián
Convento de San Joaquín (siglo XVIII)
único de estilo colonial en Aragón

Monumento al Siglo XX, de Ulrich Rückriem

serie de piedras de granito montadas sin un orden determinado pero en equilibrio con el entorno
Fuente pública con el abrevadero y lavadero, construido en el Siglo XVIII con tres caños, cada uno en la boca de tres leones esculpidos.
La Torreta
torre de vigilancia árabe
Puente medieval (antiguamente llamado puente romano) sobre el río Alcanadre con un solo arco de medio punto. 
Unía Abiego con Junzano
Piscina natural que se forma alrededor del resto del muro perteneciente a la presa que movía el antiguo molino de agua
Puente de Las aguas
Casa Blecua, Aniés, Paul, Guarga, Isarre o Del Río
arquitectura popular de esta población, con los escudos de las familias infanzonas de la villa (Aniés, Blecua, Cabrero, Juste, Paúl, etc.)


Puente de la Famiñosa sobre el río Alcanadre
Puente de la Famiñosa sobre el río Alcanadre

El río Alcanadre en este tramo de Abiego posee un coto de pesca con abundante trucha común.
Población por la que circula el Gran Recorrido; GR 45 Senderos del Somontano.