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martes, 14 de agosto de 2018

La gran mentira del Estat catalá

La gran mentira del Estat catalá, lo fals país aplastat tres vegades per España desde 1873.

Luisico Companys. Miréu quin bigotet y quin ditet, tos recorde an algú?

Luisico Companys. Miréu quin bigotet y quin ditet mes tiesso, tos recorde an algú?

En varies ocasions se ha proclamat de forma ilegal desde lo siglo XIX la independensia de la regió catalana, y a totes ha sigut acallada por la legitimidat y lo apoyo sossial al gobern sentral.


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Ni reino catalá, ni país catalá, ni paísos catalans, ni país valensiá.
Estos términos, hoy manidos y generalizados por el independentismo, chocan drásticamente con la realidad y con la historia. Tan solo se ha materializado la proclamación ilegal del Estat catalá en tres ocasiones hasta la actualidad. Todas, a partir del siglo XIX y tras el nacimiento del fervor nacionalista. Sin embargo, en cada una de ellas el gobierno y la cordura actuaron para acabar de raíz con aquellos separatistas que -en 1873, 1931 y 1934- intentaron llevar a cabo una ilegalidad manifiesta.
Y es que, aunque duela a muchos, la historia no miente. Cataluña, en contra de lo que nos quieren hacer creer, ya formaba parte de la Hispania romana y de la visigoda. Y jamás tuvo consideración de Estado. De hecho, pasó a ser uno de los dominios de la Corona Aragón después de que el rey Ramiro II casara a su hija Petronila con Ramón Berenguer IV (conde de Barcelona) en 1151. Fue, en definitiva, una forma de adquirir, por vía matrimonial, aquellos territorios que tanto ansiaba.
En base a esa unión nació la Corona de Aragón. No la Corona de Cataluña. Y, por ello, términos actuales como «Países catalanes», «Confederación catalano-aragonesa» o «Corona catalano-aragonesa» (hoy más que populares gracias al independentismo) poco tienen de realidad.

Un intento de Estado

El término Estado catalán permaneció en el olvido hasta la llegada de la Primera República. Una forma de gobierno que arribó a las fronteras españolas como culminación del proceso revolucionario de 1868 y tras el suspiro que supuso el reinado de Amadeo I de Saboya (quien apenas sentó sus reales dos años en el trono).
«Nadie la trae; la traen todas las circunstancias», afirmó sobre el nuevo régimen Emilio Castelar, ministro de Estado desde la proclamación de la Primera República en 1873.
El experimento saldría caro a la postre. En los escasos 22 meses que se extendió en el tiempo pasaron por el poder nada menos cuatro presidentes. Por si fuera poco, a partir del 11 de junio de 1873 las Cortes promulgaron el establecimiento de un sistema federalista que (a pesar de no llegar a ponerse en práctica en principio) favoreció el enfrentamiento entre diferentes regiones.
Ya lo dijo el destacado jurista Juan Ferrando Badía en su obra «Primera República Española»: «El federalismo fue una gran utopía […] que conformó la mentalidad del […] regionalismo».
Ejemplo de ello fue el nacimiento -a partir de 1873- de hasta 26 movimientos cantonales que buscaban la independencia de pequeñas regiones como Camuñas Motril. La lucha por la autonomía llegó al absurdo en regiones como Jumilla (hoy, un municipio de unos 970 kilómetros cuadrados). No en vano, desde el mencionado territorio se envió el siguiente texto: «La nación jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si la nación murciana se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá».
En este contexto se produjo (entre 5 y el 7 de marzo de 1873) la proclamación del Estado catalán por parte del anarquista malagueño José García Viñas y el médico socialista francés Paul Brousse. «Los impulsores fueron representantes de las diputaciones catalanas y baleares reunidos en el palacio de la Generalitat», explica el historiador catalán Andreu Navarra Ordoño en su obra «La región sospechosa. La dialéctica hispanocatalana entre 1875 y 1939».
El experto añade que la dirección del movimiento recayó sobre Baldomer Lostau, de la «izquierda federalista catalana». Lo que implica que poco tenía aquello de acción independentista y que, por el contrario, lo que realmente buscaban los golpistas era presionar al gobierno de Estanislao Figueras para que aplicara, de una vez por todas, las promesas federales que prometía.
Así queda claro en el título que le dieron los golpistas a su nuevo experimento político: «Estado catalán federado con la república española».
«Nadie apoyó la proclamación, y en Madrid fueron reprobados por los catalanes»
A nivel práctico, todo ocurrió muy rápido. En palabras de «La Correspondencia de España» (uno de los diarios más destacados del siglo XIX) «unos 16.000 voluntarios» declararon repentinamente «el Estado catalán» en el Ayuntamiento de Barcelona el 5 de marzo. Con todo, y a pesar del éxito inicial, el periódico también señaló en su momento que «gran número de personas abandonó la ciudad» y que «todas las corporaciones y agrupaciones republicanas, la Diputación, el Ayuntamiento, los federalistas, el centro republicano federal, y las asociaciones de los distritos se pusieron en expectativa».
Para una buena parte de los autores, el movimiento fue minoritario a pesar de que lograra hacerse con el poder. Uno de los que secunda esta tesis es el hispanista francés Pierre Vilar en su obra «Breve historia de Cataluña»: «Nadie les apoyó, y en Madrid fueron reprobados por los catalanes que, por primera vez, eran responsables de la República». A pesar de ello, y durante dos jornadas, los secesionistas se plantearon objetivos tan descabellados como convocar elecciones obligar al ejército español ubicado en la región a disolverse.
La vida del Estado catalán se extendió escasamente dos días. Como ministro de Gobernación, las primeras medidas que tomó Francisco Pi y Margall fueron (en palabras de Pérez Roldán) «incomunicar la ciudad con el resto de España» y poner sobre aviso a «los gobernadores de las provincias adyacentes con el objetivo de aislar el movimiento».
Al final todo aquello quedó en nada cuando, según Navarra, el político contactó con los independentistas y «los disuadió de continuar con aquel camino prometiendoles que en las próximas elecciones constituyentes sería votada una constitución federal».
La doctora en historia, por su parte, cree determinante para el abandono de aquellas ideas secesionistas el que la crisis del Gobierno republicano en la capital acabase rápidamente.

Por sorpresa.

Hubo que esperar seis décadas tras el fallido experimento de 1873 para que los partidos republicanos forjados al calor de la «Dictablanda» de Primo de Rivera se unieran en San Sebastián y acordaran constituirse en un «Comité Revolucionario».
O «autoproclamarse», como llegó a expresar el anarquista Diego Abad de Santillán tras la reunión celebrada en 1930.
Ya entonces, y tal y como afirma José Gonzalo Sancho Flórez en su obra «La Segunda República española», «los catalanes formaron su propio comité, aunque comprometiéndose desde el principio a prestar su total apoyo al Nacional». En palabras del experto, a cambio solicitaron el apoyo de sus compañeros a la «causa catalanista» ofreciéndoles un Estatuto de Autonomía cuando llegaran al poder.
Aquel grupo fue el germen al que se fueron uniendo -en los meses siguientes- varios partidos ávidos de un cambio de rumbo político. Además de la base sobre la que se construyeron los comicios del 12 de abril de 1931. Los mismos que acabaron convirtiéndose en un plebiscito contra la monarquía. «En ellos, el pueblo de una forma indirecta y, si cabe, hasta sin proponérselo, entregó el poder a las fuerzas republicanas burguesas y a sus aliados socialistas», añade Sancho. La victoria de estos partidos en 41 capitales de provincia fue un auténtico puñetazo en la mesa y terminó de un plumazo con la monarquía.
Apenas dos jornadas después, el 14 de abril de 1931, el júbilo se hizo patente en Eibar, la primera ciudad en alzar la bandera republicana. A las tres y media de la tarde se hizo lo propio en el edificio de Correos de Madrid.
Sin embargo, una de las regiones españolas donde se vivió con más fervor la llegada del nuevo sistema político fue en Barcelona. En la Ciudad Condal el encargado de proclamar la llegada de la República desde el balcón del Ayuntamiento fue Lluís Companys, uno de los pesos pesados de la también victoriosa Esquerra Republicana(ERC). Aunque, como señala Montserrat Figueras en su obra «Apuntes iusfilosóficos en la Cataluña franquista (1939-1975)», fue a eso del mediodía y, por tanto, bastante antes que en la capital.
Apenas media hora después de que Companys se dirigiese a los ciudadanos de Barcelona y fuera recibido con gritos de «¡Viva la República!» se vivió el segundo intento secesionista catalán.
Y es que, posteriormente se dejó caer por el mismo Ayuntamiento Francesc Maciá (líder de ERC) para proclamar la independencia catalana. Así narró el ABC este suceso el 15 de abril: «El Sr. Maciá desde el balcón habló nuevamente, manifestando que en nombre del pueblo de Cataluña se hacía cargo del Gobierno catalán y que en aquella casa permanecería para defender las libertades de su patria». A su vez, señaló que permanecería en aquella casa «sin que pudiese sacársele de allí como no fuera muerto».
«En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana»
A su vez, dirigió un escrito a los alcaldes de la región en los siguientes términos: «En el momento de proclamar el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana os saludo con toda el alma y os pido que me prometáis la colaboración para sostenerla, comenzando por proclamarla en vuestras ciudades».
Con esta proclamación, el político se negó «de facto» a aceptar los resultados de las elecciones nacionales. De nada sirvieron los votos de miles y miles de españoles. Por suerte, el gobierno prefirió no recurrir a la fuerza y el día 17 de abril envió a los ministros Fernández de los Ríos, Marcelino Domingo y Lluís Nicolau d'Olwer a negociar con Maciá. Su labor fue determinante para el devenir de la región, pues lograron aplacar aquella locura ilegal.
«Después de las negociaciones [...] se acordó dejar a un lado la cuestión del “Estado” catalán, y substituir dicho planteamiento político por el de la restauración de un sistema de autogobierno limitado bajo el nombre histórico de Generalitat. Además se acordó la redacción de un Estatuto que el gobierno de la República presentaría como ponente en las Cortes. […] El gobierno provisional de la República dictó un decreto el 21 de abril de 1931 restaurando la Generalitat; en cuanto al proyecto de Estatut de Catalunya [...] fue elaborado y aprobado en los meses siguientes», explica Antoni Jordá en «Federalismo, regionalismo, nacionalismo: el restablecimiento de la Generalitat y el Estatuto catalán durante la Segunda República».

El último intento

La última intentona secesionista catalana se produjo en el marco de la Segunda República española allá por octubre de 1934. Justo después de que estallara la ira entre la izquierda por el acceso de tres ministros de la CEDA (una confederación de partidos católicos y de derechas) al gobierno estatal. Su llegada indignó a los más extremistas y provocó una huelga general que puso en jaque el régimen establecido.
Así explica la situación el sindicalista Antonio Liz Vázquez en su obra «Octubre de 1934: Insurrecciones y revolución»: «El día 5, por orden del Comité Revolucionario, ya estaba en marcha la huelga general y el paro era total en ciudades como Madrid, Barcelona, Oviedo y Bilbao».
La tensión aumentó drásticamente. En Madrid, por ejemplo, se decretó el despido de los trabajadores que se unieran a los parones establecidos (algo factible, pues estos habían sido declarados ilegales por el gobierno).
Y mientras en la capital se recurría a la fuerza para controlar a los huelguistas, en Cataluña sucedía otro tanto. De hecho, en Barcelona la discordia era máxima debido a la división entre las tres fuerzas predominantes: la Generalitat, la CNT y la Alianza Obrera. «La división entre ellas era total», añade Liz en su texto. De esta guisa, el día 5 el gobierno local envió guardias de asalto para tratar de sofocar las revueltas que pudieran sucederse en la urbe.
En esas andaba la situación el 6 de octubre de 1934 cuando Lluís Companys (presidente de la Generalitat y líder de Esquerra Republicana tras la muerte de Maciá) proclamó el Estado catalán. Lo hizo, en palabras de Liz, presionado por los obreros. Sus palabras (recogidas en la edición del 11 de octubre del diario ABC) llamaban al enfrentamiento: «¡Catalanes! Las fuerzas monárquicas fascistas que de un tiempo a esta parte pretenden traicionar a la República han logrado su objetivo y han asaltado el poder. [...] los núcleos políticos que predican constantemente el odio y la guerra a Cataluña constituyen hoy el soporte de las actuales instituciones. [...] Cataluña enarbola su bandera, llama a todos al cumplimiento del deber y a la obediencia absoluta al Gobierno de la Generalitat, que desde este momento rompe toda relación con las instituciones falseadas».
El diario ABC publicó, el día 11, la relación de los hechos. El texto fue escrito por el periodista Antonio Guardiola bajo el titular «El golpe de Estado de la Generalidad», quien describió lo tensa que estaba la situación antes de que Companys saliera al balcón de la Generalitat: «La plaza de la República fue llenándose de gentes, y en particular de jóvenes afiliados al Estat Catalá, somatenistas y partidarios de la Esquerra. Todos iban armados y algunos llevaban, además de una magnífica carabina Winchester, una soberbia pistola automática, a veces ametralladora, y en general, material modernísimo y excelente».
Acabado el discurso, inició una ronda de llamadas para ganar adeptos a su causa. El primer mandamás al que se dirigió fue al general Domingo Batet, jefe de la IV División Orgánica y «catalanista moderado» (tal y como afirma Pierre Broué en su obra «Ponencias presentadas al Coloquio Internacional sobre la IIa República Española»). A este militar le solicitó que se pusiese a sus órdenes para «servir a la República Federal que acabo de proclamar».
Contrariamente a lo que pensaba el presidente de la Generalitat, el oficial se mantuvo fiel a España. Companys tuvo más suerte con el comandante Enrique Pérez Farrás, el jefe de los Mossos d'Esquadra, quien sí se adhirió a la causa secesionista. 
Batet, por su parte, no se quedó mano sobre mano. Tras hablar con Companys telefoneó al presidente Alejandro Lerroux y, basándose en órdenes suyas, inició los preparativos para acabar con la rebelión. «Tras recibir refuerzos de Marruecos, el general declaró el estado de guerra», determina Luis E. Íñigo Fernández en su obra «Breve historia de la Segunda República española».
Broué añade que «todos los militares y la mayoría de las unidades policiales obedecieron las órdenes» del oficial fiel al gobierno. Frente a ellos se posicionaron un centenar de Mossos dispuestos a defender la Generalitat, así como milicianos pertenecientes -entre otros grupos- a Alianza Obrera.
Tras arribar a la zona, Batet atacó con fuego de fusilería y disparos de artillería. La lucha podría haber sido cruenta, pero el general se limitó a esperar pacientemente a que los defensores se rindieran. Todo ello, a pesar de que había recibido órdenes de acabar con la resistencia con contundencia. «Durante la noche, el ploramiques Companys y Batet negociaron la rendición, que tuvo lugar el 7 de octubre», añade Broué. Para entonces ya habían muerto en Barcelona entre 40 y 50 personas durante las escaramuzas.

Luisico Companys, un genocida
Posteriormente Batet y Companys fueron detenidos. Algo en lo que hace mucho hincapié el libro «Historia de Cataluña» (editado por el Museo de Historia de Cataluña): «El gobierno de la Generalitat fue hecho prisionero, juzgado y condenado a treinta años de prisión; el Estatuto de Autonomía quedó suspendido, y la mayoría de ayuntamientos y las nuevas autoridades pasaron a ser de carácter gubernativo». La obra, sin embargo, no explica que aquella proclamación fue una rebelión.

viernes, 26 de julio de 2024

2. 2. De lo que li va passá a Huesca.

Capítul II.

De lo que li va passá a Huesca.


Aufanós, alegre, altiu, confiat y tan ligero de peus y de cos camináe lo nostre homenet aventurero buscán nous confins y noves tiarres, homens, opinions y costums, que no estampabe cap marca de pas al pols del camí, com si anare per l'aire o volare en lo seu pensamén. Lo sol de les set del matí, a michans del mes de mars, puríssima la atmósfera, cla lo horizonte, cotet lo ven y mol bon orache, alegráe la humida terra que reviscolada ya pel seu caló amic y apuntán la primavera, li haguere oferit la naturalesa renován la seua vida a la estassió mes apassible del añ, si la campiña que atravessáe, despullada, aburrida y tristota, presentare a un costat y a l'atre a la vista algo mes que algunes verdes esplanades de cams de blat, y al frente la foscó de la serra de Gratal formán falda als lluñans y encara blangs Pirineos que pareix que aguanton la bóveda del sel pera dixala caure a l'atra part, que ya sabíe que ere lo regne de Fransa.

Arribat de un vol a les Canteres, va vore abaix escomensán desde la mateixa vall la negra y agorera selva de Pebredo extenense per un gran terme, en les seues carrasques del tems del diluvio y habitada encara de les primeres fieres que la van poblá. La va atravessá insensiblemen, va descubrí los famosos plans de Alcoraz, va arribá a San Jorge, y va di:
Ya estic a Huesca. Y no habíen tocat encara les nou del maití.

EL ESCARMIENTO DE LOS NOBLES EN HUESCA (SIGLO XII. HUESCA)

Mol abans se trobáe ya sa pobre mare a casa de la padrina, a la que li va aná a di en gran pena:

- ¡Ya sen ha anat! 

Van plorá les dos un rato llarg, acompañanles tamé la chiqueta Rosa per imitassió y algún sentimén que al seu modo alcansabe, pos ya teníe dotse añs, no ere boba y volíe mol a son germanet Pedro.

Ell, mentrestán, estáe ya a les avingudes de la siudat, aon va topetá en un flare motilón del Carmen calsat, y trabán conversa en ell, va entendre que al seu convén se tratabe de pintá la capella de la Virgen; pero que lo mestre Artigas ere mol judío, que los demanáe singsentes libres y ells n' hi donáen tressentes sincuanta y no volíe.

- Yo, pos, va contestá Pedro Saputo, voré ixa capella, y pot sé que busca an algú que la pinto per neixes perres.

- Si es de Saragossa, va di lo motilón, ni u probos, perque si los pintamones de Huesca demanen tan, ¿Cuán demanarán los famosos pintós de Saragossa? Y en aixó van arribá a la siudat y se van atansá juns cap al convén.

Va vore Pedro Saputo la capella, y va pujá a la habitassió del prior y li va di que si lo mestre Artigas no habíe de tindre queixa, ell buscaríe algún pintó que igual rebaixaríe algo la cantidat que aquell demanáe. Va contestá lo prior que lo mestre Artigas no podíe fé mes que ressignás, perque aixó de totes les maneres se faríe, y no tindríe raó pera queixás, perque ya después de ell habíen tratat en un atre pintó y tampoc se habíen entés.

Podíe di quí ere lo pintó que se proposáe: 

- Yo, - va contestá Pedro Saputo.

- ¿Vosté pot di quí es?

- No dic aixó, sino que soc YO lo pintó que ha de pintá la capella. 

-  ¿Vosté?

- Yo, sí, pare prior; yo mateix. 

- Feume lo favor -, va di entonses lo prior en desdén, - de aná a la Creu de San Martín a comprá un boliche y vaigue a jugá per neixos carrés, o arreplego cuatre pedres y codolets al vostre morralet y anéu a cantalejá gossos per los racons y plasses.

- Pos es verdat, pare reverendo, va contestá Pedro Saputo, que encara que se enfado li hay de di que les seues paraules desdiuen de la vostra seriedat. ¿A quin llibre hau vist, a quin autó hau lligit, a quin sabut sentit a la vostra vida, que no haygue ñabut may al món home de la meua edat que no puguere pintá una capella de flares?

Si haguere preguntat cóm me dic, si ya sapiguere quí soc, si s'haguere informat qué ting o no ting fet, entonses podríe parlá com li vinguere en gana, y tan menospreu no lo puc esperá de consevol atre home mes prudén. Així que, podeu encarregá y doná la vostra obra a qui vullgáu, que ya vech que no arribarem a cap acuerdo o acord. Quedautos en Deu y en la vostra capella, que a mí no me cal tratá en homens de tan mala raó y conveniensia. 

Y dit y fet, li va doná la esquena al prior y va agarrá lo pañ de la porta.

Pero lo prior, que a les seues paraules habíe vist molta discressió y prudensia, lo va cridá y va eixí a detíndrel, y entrán un atra vegada en ell li va di en veu mes atenta que no se extrañare que li haguere parlat de aquella manera, ya que los sagals de la seua edat se solíen dedicá mes an aquells entretenimens de brutos, que a obres de tanta empresa y capassidat. Pero que si teníe confiansa de eixissen be en elles, se serviguere di quí ere y trataríen. Perque lo flare ya sospecháe quí podíe sé, ya que teníe de ell notissia per la fama del seu nom. Entonses va contestá lo mosso: 

- Yo me dic Pedro Saputo; soc...

- Prou, prou, prou, fill meu, va di en gran exclamassió lo prior al sentí lo seu nom. Y eixecanse lo va abrassá en molta voluntat, y lo va fé sentás al seu costat, y li va di:

- Miréu, Pedro Saputo; ya que Deu ha dessidit portatos an esta santa casa, yo actuaré de modo que a vosté no li peno habé vingut. Per descontat tos acomodaré a una cámara ben arreglada y en tots los servissis; tos ficaré assiento al refectori en los pares mes importans; y tos pagaré les singsentes libres jaqueses que demanáe lo mestre Artigas. Yo sé que hau pintat la capelleta de la ermita de la Corona a la vostra vila, y raderamen dos sales; y persones inteligentes que tos han vist me han sertificat que hau derramat en elles mes arte que lo que ha pintat en tota la seua vida lo adotsenat del mestre Artigas. Y si no me importunaren al seu favor alguns flares y dos caballés de la siudat, ya tos volía escriure que vinguereu a fé la nostra obra. La faréu, y yo men alegro mol. A vosté, lo arte de la pintura, este arte divino que entenen pocs y alcansen mes pocs encara, tos u ha amostrat la mateixa naturalesa, y per aixó, fill meu, sou tan aventajat. Sol tos demano que no tos unfléu, perque contra mes humildes som, mes grans y mes exelens són les grassies que ressibim de Deu lo nostre Siñó, y les mersés que la seua gran misericordia y bondat infinita mos fa de pura grassia. No olvidéu que humille als soberbios y arrogans, y exalte als humildes. Una enfermedat pot anugolatos lo juissi, una caiguda estronchinatos y dixatos inútil per al vostre arte y pera tota obra de profit, y donantos llarga vida obligatos a mendigá de porta en porta una almoina, sén mol infelís y despressiat. La gloria y les riqueses que podeu esperá alcansá en la vostra gran habilidat y talento que yo del modo que puc beneíxco, y en lo cor ficat an aquell abisme de bondat y omnipotensia del Siñó, li rogo encamino a la seua mes gran honra y gloria, així com al profit teu y descans de les persones a qui tingues obligassió y correspondensia. Ara aniréu a descansá hasta la hora de diná, y después ya tos aniréu preparán pera la vostra obra.

Va entrá en aixó un lectó, un home de ixos que sense cridáls van a tot arreu y se arrimen a tots y apliquen la orella a tots los foradets, y u volen tot sabé y mangonejá, que se beuen l' aire, y encara del flat y de la seua mateixa movilidat, qui habén sentit algo del payo que estáe a la cámara del prior, se va embutí per farol y compare. 

Va preguntá entonses Pedro Saputo qué ere lo que s'habíe de pintá a la capella pera aná formanse la idea (va di), regirala y perfecsionala. Agarrán la paraula lo lectó va contestá y va di (cuan ixíe lo prior de la selda a doná orden de que prepararen la que destinabe a Pedro Saputo):

- Ya sé yo lo que vol lo pare prior. Miréu: hau de pintá lo primé l'  infern, y a la boca o entrada, a la part de fora, a Nostra Siñora del Carmen desvián de la boca uns cuans beatos que van a pará allí, aguardanlos mols diables, y la má de sa Majestat de María Santíssima los siñalará un atre camí, que sirá lo del purgatori, y ells lo empendrán mol contens. Después hau de pintá lo purgatori y a Nostra Siñora del Carmen traén de ell a tots los seus devotos en lo escapulari. Después hau de pintá lo sel, y a la mateixa Siñora mol gloriosa rodejada de una caterva de devotos seus; y lo mes amún de tots y mes prop del seu trono a N. P. S. Elías en mols flares a la seua sombra. Y después, per los racons o aon tos paregue pintéu una dotsena de milagres, los mes inaudits que puguéu imaginá. 

- Pero ixos milacres, va di Pedro Saputo, mels hauréu de referí, o amostrám lo llibre aon consten, perque yo no men sé cap. 

- Tampoc yo ne sé cap en particulá, va contestá lo lectó, no ña cap llibre de milacres que yo sápiga, encara que hay sentit que se está escribín. Per aixó hay dit que los hau de imaginá vosté mateix.

- ¿Y ne han de sé mols? Va contestá Saputo. 

- An eixa materia, va di lo lectó, hau de tindre entés que may podréu pecá per massa; contra mes ne siguen y mes estupendos, mes alabansa redundará al pintó y mes crédit a la orden carmelita. 

- Pos a fe, va di Pedro Saputo, que no quedaréu descontens la comunidat ni la orden, perque vach a pintatos allí tals milagres, que no entrará cap home en vista a la capella que no se esglayo.

- Pos aixó mos fa falta y no datra cosa, va acabá lo lectó, perque aixina se inflame la caridat dels parroquians y carregue lo poble al convén.

Una mica sospechosa li va pareixe a Pedro Saputo la religió, o mes be la filossofía del lectó; pero com res caíe sobre la seua consiensia, va fé la seua cuenta y va pensá en la má plena dién: l'alma a la palma. Y en son demá va escomensá a prepará les parets de la capella y a provís de broches, pinsells y colós.

Va pintá una semana, y lo prior y tots los flares no se fartáen de mirá la pintura, de alabá al pintó dissípul de la naturalesa, que aixina li díen. Tamé del poble anáen a vórel mols curiosos y bachillés sense bachillerat (pero may lo mestre Artigas).

Blas Flare, black friday


- ¿Quí u diríe? - un canonge y un pintaire, dels que, díe Pedro Saputo, que la un enteníe algo perque habíe vist mol, y l’atre si en ves de fé pintes se haguere dedicat de jove a un atra cosa, podríe sé lo seu compañ; y lo volíe mol, se van fé amics.

Va pintá dos semanes; y al tersé dilluns va tindre que dixá la obra y eixí de la siudat mes depressa del que habíe entrat.

Ñabíe al convén un flare dels que diuen de missa y olla, perque de ababol que ere no sabíe adependre datra cosa que di missa y acudí al papeo; tots los díes anáe a la capella a donali un mal rato y fótreli la tabarra a Pedro Saputo, fenli sempre les mateixes preguntes, que eren:

- ¿Cóm se diu lo pintó? ¿De quín poble es lo pintó? ¿Cóm se diuen los pares del pintó?

Lexique roman; Moleste – Molleta

Ya lo mosso se habíe queixat al pare prior y demanat que no dixare aná an aquell flare a la capella; y lo prior, home sense malissia, li va contestá que com ere un flare de poc entenimén no teníe que fé cas de les seues tontades. Pero a Pedro Saputo lo cabrejáe tan, que aquell día, així com lo va vore entrá, se li va ensendre la cara, y de rabia va malmetre lo cap de un ángel que estáe pintán.

Va escomensá lo flare a preguntali en soflama lo mateix de sempre, cóm se diu lo pintó de la nostra santa capella?

Y Pedro Saputo, ensés, li va contestá: 

- Avui lo pintó se diu Pedro Códul!

eixecacoduls, avui lo pintó se diu Pedro Códul!

Y dién aixó li va aventá en gran saña y tota la forsa que teníe, que ere molta, un códul de la mida del puñ que teníe a má, li va fotre al pit y lo va tombá an terra; va agarrá los pinsells y los cacharros dels colós en un sarpat, va saltá de la embastida, y per si lo flare tramontabe, que no se sorolláe ni queixabe mes que en un ressuello aufegat y ronco, sense despedís de ningú va ficá peus en polvorossa. Vull di, que va doná de colses al convén fugín en tal ligeresa, que en dos minuts ya dixáe atrás lo Puch de don Sancho (ara Puch dels martirs o fossá), y en no mols mes ya pujáe y passáe lo estret del Quinto y perdíe de vista la siudat y la seua Hoya.

Se diu costa o estret del Quinto la pujada del riu Flumen (flumen en latín es una de les maneres de di riu) als collets y matolls aon después escomense ya lo Somontano.

peña de Amán

sábado, 27 de julio de 2024

2. 14. Pedro Saputo va a vore a les seues amigues.

Capítul XIV.

Pedro Saputo va a vore a les seues amigues.


Triste y pensatiu camináe después de aquella dolorosa separassió, y no assertabe a caminá ni sabíe aón volíe aná. Pero lo seu cor lo portáe cap a la aldea de les seues novissies, a la que va entrá pera estáy dos díes, procurán arribá tart y fen vore que estáe coix, pera descansá be aquella nit. Se va embutí a la primera casa que va trobá uberta, va sená y se va gitá queixanse del baldamén y de la coixera.

Pel matí cuan se estáe traén los bigots postissos y rentán van entrá los pares de les dos sagales, y al vórel ocupat en lo asseo lo van saludá y sen van eissí cap a la cuina. Rentat, mudat y asseat va eixí mol alegre fen sempre lo coix, lo van agarrá y sel van emportá a casa de la Paulina aon se faríe la minjada; y com la coixera ere gran segons camináe, lo van dixá allí y sen van aná cada un a les seues obligassions. Va pugué parlá una mica a soles en la Paulina, y li va di:

- ¿Vau entendre lo meu papé?

- No, siñó, va contestá ella.

- Be, pos, día que ya me hau olvidat. ¡Mentiroses! ¡Desagraídes! 

Lo va mirá entonses ella, y com ya no portáe los bigots y la perilla que ere lo que mes lo fée pareixe un atre, lo va aná reconeixén, y se li va cambiá lo coló, y ya assertáe ya, cuan li va di ell: 

- Sí, soc yo; ¡lo mateix!, ¡no te engañes!; lo vostre compañ y amán del novissiat. Obri ella entonses mes los ulls, lo reconeix, y sense podés aguantá s'avíe cap an ell en los brassos uberts. 

- Ves, li va di, y dóna la notissia a la Juanita. Pero siguéu prudentes. Se desfée ella de amor, y neguitosa y anhelosa va aná a dílay a la Juanita. La va cridá apart y apretanli la má li va di: ¡Ay, amiga, que lo estudián del billet ere Geminita, y es ell qui está ara a casa meua y no lo vam coneixe! Juanita va creure que la seua amiga habíe perdut lo cap o delirabe; pero va aná cap allá y va habé de desengañás, y creure lo que van vore los seus ulls y va sentí lo seu cor al vórel y sentí aquella veu tan acostumbrada.

Cuatre díes va durá la coixera, y no va durá mes perque va tindre temó de que sospecharen o caure an algún descuido. Va minjá un día a cada casa de les dos y en los instrumens que ñabíe al puesto se divertíen alguns ratos, y uns atres los empleabe en los seus amors en aquelles amabilíssimes sagales.

Per al día que sen va aná li van brindá una mula, y va di que un estudián no pot aná a caball mes que del seu poble a la siudat aon té los seus estudis, y que ell encara no habíe arribat a Navarra. Perque habenlo cregut tots navarro va dixá corre eixa opinió, que mes be lo afavoríe que lo perjudicabe.

Va seguí lo seu camí, y va arribá al poble de Morfina, al que va entrá encara mes tart, pos eren ya les vuit, y a un tems que no passe de les siat la posta de sol; y sen va aná al messón, gitanse enseguida, y encarregán a la messonera que vinguere qui vinguere no lo cridare. Pel matí va sabé que habíen anat a vórel algunes persones, don Vicente entre elles; y se va vestí y asseá, pera lo que se había previngut fen rentá la roba a un atra aldea aon se va aturá un día. Va eixí de casa en direcsió a la de don Severo; y abans de arribá va topetá en don Vicente que veníe a buscál, y que lo va renegá mol de la seua part y de la dels siñós pares perque los habíe fet lo despressio y ofensa de anassen a la fonda pública. 

- A sopá y dormí esta nit a casa meua, va contestá don Vicente, y no sé yo si tamé demá, no passaréu de llarg, amic meu; perque esta nit, a porta tancada, y sol una persona de fora de casa, hau de tocá lo violín igual que vau tocá l’atre día, de lo que encara estem alusinats.

- No ting cap instrumén.

- No ten faltará. Man germana diu que mes voldríe sentí alló que vores reina de España; perque es afissionada a la música y la paladege o saborege mol si es bona.

Van arribá en aixó a la casa. ¡Quin ressibimén! ¡Quin afecte! ¡Quin amor li van mostrá tots! ¡En quina naturalidat y confiansa li parláe Morfina! A tiro de ballesta se coneixíe que la criada li habíe dit lo que va sentí a son pare y va contá a Pedro Saputo. Va minjá allí, van passejá per la tarde, y al tardet no habense avisat mes que a la persona que va di don Vicente, que ere la seua dama, va tocá Pedro Saputo lo mateix que l'atra vegada, y encara en mes primor y reflexió. Estáe ell mes felís encara en les noves dels seus amors.

Pero a la matinada li va doná don Severo un mal rato. Li va preguntá a seques si habíe sentit parlá de Pedro Saputo; va contestá ell que una mica, pero que no podíe doná notissies del fulano. 

Sense notíssies de Gurb, traducsió (repassat)

- Pos amic, va di don Severo, vach arribá ahí del Semontano y allí me van parlá de eixe portento. Es un sagal que diuen no té mes de dotse a catorse añs, criat a Almudévar, y a la seua edat es lo mes gran sabut que se coneix: com que aixó mateix vol di Saputo. Es tamé pintó, músic, pero famós, potsé tan com vosté, don Paquito; un filóssofo consumat, tan inteligén en les seues respostes, que tenen temó de ficás a tiro los homens de mes barbes de la terra. Ell sap tots los ofissis. En dotse díes va adependre a lligí y escriure ell mateix; en un rato a pintá, en un atre a tocá tots los instrumens; y es tan tratable y ben parlat que a tots encante. No té pare, perque es fill de una pupila que ere pobre y ell la ha feta ya rica guañán tots los dinés que vol. Diuen que desapareix de casa y torne carregat d'or que guañe per ahí en la seua habilidat, o lay done alguna persona que d' amagatontes lo afavorix per encárrec de son pare, no se sap si se trate de un gran siñó de la Cort que va passá per allí, o de un príncipe que anáe disfrassat. Aixina, don Paquito, que no se parle de atra cosa; vaigues aon vullgues, tots te parlen d'ell, tots te pregunten y lo selebren. Y lo mes grassiós es que ningú lo veu may, mes que a les temporades que está al seu poble, com si portare en ell l'anell de Giges o lo heliotropo, que lo fa invissible. Diuen que unes vegades se disfrasse, y se cambie la cara; atres creuen que sen va en los gitanos.

Al sentí aixó no va pugué aguantás Pedro Saputo, va arrencá a enríuressen y va di:

- Raro humor seríe lo de eixe sagal.

- Sí, siñó, mol raro, va di don Severo, ya se veu, un home tan extraordinari per forsa u ha de sé en tot. Hasta la mare diuen que sense sabé cóm se ha tornat una verdadera siñora, com si haguere naixcut a un alta cuna, sol per la nova educassió que li ha donat son fill. Pero no está pujadeta ni soberbia sino mol plana, y tots la volen y respeten mol. No sé, amic don Paquito, cóm de Almudévar ha pogut eixí un elemén com éste. Perque hau de sabé (y perdónom la crítica) que es un poblacho feo a la vista y mes feo encara al tacte; y la gen d'allí no són dels mes espabilats que se digue. Yo estic determinat a anáy cuan sápiga sert que hi está, perque pera anáy en vano me penaríe lo viache.

- Faréu be, va di Pedro Saputo; encara que yo crec que no tot es vero lo que sone al pandero y que la fama aumente mol o potsé u aporte tot. De un sagal de la meua terra me contaben tamé maravilles y ell cuan u va sabé, sen enríe y va di: pos si yo soc home gran, ¿qué sirán los demés? Y agarrán lo violín se va ficá a tocá y va distraure a don Severo de la seua manía.

Al amor ningú l'engañe; l'amor tot u sospeche, tot u pense, tot u adivine. Mentres don Severo se tornáe llengua selebrán a Pedro Saputo, per lo que de ell habíe sentit, estáe Morfina miranlo enamorada y cavilán y medín cuan habíe vist al seu amán y sentit de ell als estudians, y se díe per an ella:

O no ña tal Pedro Saputo o es éste; perque es tan guapo com diuen, y tan sabut, y tan gran músic, y tan amable y tan diferén dels atres homens. Y pensán aixó lo miráe y li saltabe lo cor, y se li enseníe la cara, y se moríe de dessich de vores a soles y dili, tú eres. 

Ell la observabe, y va sospechá lo que estáe imaginán, y lográn un momén de libertat li va di: 

- Sí, Morfina, u has ensertat, yo soc; pero calla; y si ara que saps quí soc no te pene habem conegut... Se va quedá ella parada com un estaquirot durán un rato, pero después va rompre y va di acalorada y mol aventada:

- Morí primé que voldre ni mirá a datre home. Ya no ña remey; está tirada la sort; teua, teua soc. La meua passió y la meua raó u volen. Te vach vore, te vach coneixe, y no puc menos que vóldret, y me costaríe la vida si no me vullgueres. Perque tú sol (después de mons pares) estás pera mí al món. No tenía homens pera mí hasta ara, no los tindré mes abán. Pero ¡ay!, no me engaños, perque me moriré; no me digues que me vols si no me vols tan com dius y tan com yo crec. Perdona, amán meu, este desahogo, esta franquesa y mes encara la libertat que dono al teu amor y se pren lo meu cariño. No haguere acabat la elocuén y apasionada Morfina, si la veu de son pare que pujáe no la tornare al puesto de aquell rapto amorós.

Ell li va assegurá tot lo que podíe dessichá; y después de minjá se va despedí y sen va aná acompañat de don Vicente, que lo va dixá después pera aná a una finca aon teníe alguns jornalés.

martes, 4 de mayo de 2021

Capitol XXXVIII. Com la prudentissima verge dix a les sues donzelles

Capitol XXXVIII. Com la prudentissima verge dix a les sues donzelles: en quin temps cascuna de elles faria matremoni ab lo seu diuinal fill: e de les grandissimes alegries e festes de aquelles.

Ara filles mies yous vull manifestar com ni en quin temps sereu ab lo meu fill collocades. Car vos caritat qui sou la primera e per mi tant amada vull que façau matremoni ab ell ara stant dins lo meu ventre: e aqui siau molt estreta ab la amor sua: ajudant li a portar (aportar) les dolors de la redempcio humana: car ja les sent agudament. Vos ma filla lo acompanyareu en aquelles fins a la fi de la vida sua: carament lous acoman nous partixcau de ell nit ni dia. Car vos poreu be dir. ¶ Ego primogenita (p en un ganchet damún + mogenita) ante omnem creaturam. Car vos sereu la primogenita sobre totes amada. ¶ E la sancta donzella caritat molt contenta del dit matremoni besa la ma a la senyora regraciant a sa senyoria com tan be la hauia collocada. E sa merce besa la en la boca acceptant la per filla e feu la seure molt prop de si. E dreçant son parlar a laltra donzella: que hauia nom sancta pobrea dix li. Veniu ma filla: que yo a vos nous tinch oblidada: ans vull façau matremoni ab lo meu fill lo dia de la natiuitat sua. En vostres mans lo posare exint del meu ventre. ¶ Quia non erat ei locus in diuersorio. Car en lo porchet hon lo parre noy haura llit ni strado per a la magestat sua: ans lo haure a posar en vn pesebre: e aqui sereu vos ab ell: el (e lo, y lo: el) afalagareu ab la vostra dolçor fent li passar alegrament aquella tanta penuria per amor vostra. ¶ E de aqui passejareu ab ell tota la vida sua: sens james partir lit ni taula: ab ell yreu (ireu; anireu; iréis) en totes les peregrinacions sues: En la mort sua li sereu tan acostada: que per mostrar quant vos ama: volra tot nuu penjar en la creu: e poran ben dir los miradors. ¶ Quomodo in vita sua dilexerunt se: ita et in morte non sunt separati. Volent dir. Mirau aquest senyor ab la sua sposa sancta pobrea: quant se son amats en la vida sua que en la mort no son separats: ans lo ha acompanyat fins al estrem: nius partireu de ell apres la mort: car en strany sepulcre lo fareu soterrar. Vos ma filla li poreu dir. ¶ Ego tecum (cum te) sum vbicumquem ambulasti. Volent dir. Yo senyor meu so ab vos hon se vulla que aneu. E pobretat molt alegra del que la senyora li hauia dit besa la ma a sa altesa donant li la fe de james desemparar lo seu fill ne a ella en la present vida: e sa senyoria la besa ab molta amor com a filla molt cara. ¶ E girant se sa merce a laltra donzella dix li. O paciencia amada mia: vos haureu lo meu fill per marit en edat molt tendra: car sols que haja complit huyt dies de la natiuitat sua tantost lo posare en poder vostre. Car aquell dia començara a sentir les cruels dolors: que per los homens te a passar prenint circuncisio: e escampara aquella impreciable sanch sua en tan tendra edat: O ma filla: y quant vos haura mester lo meu fill: car les dolors sues d´aquest dia auant tostemps creixeran e augmentaran. E en aquelles yo so certa no volra altra companyia sino la vostra: souint se rahonara ab vos en la plenitut de les angusties sues: eus dira. ¶ Tu es refugium meum in tribulatione mea. Volent dir. Que vos sou lo refugi e descans en les tribulacions sues. O paciencia filla mia y carament vos coman aquest vostre spos en tota la vida sua: e molt mes en la mort: car com sera en la creu clauat yo nol pore tocar: vos lo haureu a tenir en los vostres braços: e aquell mirare yo el contemplare ab molta dolor e dire a vos ab infinides lagremes. ¶ Redde michi hominem sanctum: iustum: mansuetum et pium. Volent dir. tornau a mi mare dolorosa lo fill meu: qui es home sanct e sens nenguna culpa: just mansuet e piados. ¶ E respos paciencia a la senyora sa mare e dix. O ma senyora yous offir que com vos lom (l+ o en virgulilla: lon, lom) demanareu: yol vos tornare mes no viu. Car mort sera posat en la vostra falda: aquil tendreu ab molta dolor: e poreu mirar e comptar les nafres de la sua persona: e yo senyora sere aqui ab vos: axi com sere stada ab lo vostre fill: eus fare portar aquelles dolors ab tant gran modo e prudencia: que los miradors molt marauellats diran. ¶ Quomodo amabat eam. Volent
dir. Mirau esta senyora quant ama la sua nora que per amor sua passa les dolors del seu fill ab sobirana temprança. ¶ E hoint la senyora les rahons de paciencia sa cara filla: e sabent que axis hauia a seguir (aseguir) com ella deya: no li pogue tornar paraula: ans besantla lança vn gran sospir e abraçantla molt estret dix. O ma filla que en les dolors del meu fill vos e yo tostemps serem vnides: carament lous acoman: e paciencia besant la ma a sa senyoria dix. Senyora deixau les ansies a mi: que james lo perdre de vista. ¶ E cridant la senyora laltra donzella molt amada dix li. Veniu ma filla humilitat: car nous tinch yo en oblit: ans vos vull collocar e sposar ab lo fill meu en lo temps que començaran les persecucions sues. Car vos lo fareu fugir de Herodes: e passar tantes dolors e necessitats en egipte: e tota la jouentut sua sera de vos acompanyada: e lo restant de la vida sua nos partira de vos: car singularment vos amara e per ligarse ab vos es deuallat del cel en la terra: car de vos es dit. ¶ Perfecta inuenta est videns eam rex exinaniuit. Volent dir. Que entre les altres donzelles mies vos sou perfectissima trobada: e mirant vos lo rey de gloria es se (se es) tant baixat per amor vostra: que se es fer home mortal e passible per hauer a vos per sposa: e nengun loch no li es plaent si a vos noy troba. E perço vull quel seguixcau en tota la vida sua: e molt mes en la mort: car aqui creixeran les persecucions e dolors sues e haura be mester la companyia vostra. ¶ E respos humilitat dient. O ma senyora que a mi es molta gracia que lo fill de deu e vostre sia tan content de la companyia mia: yo senyora queus do la fe de no partirme de sa senyoria en chiquea ni en granea e molt menys en la mort e ab vos senyora aturare tant com restareu en la present vida: E la senyora besant la ab molt plaer: accepta la sua bona offerta: e humilitat li besa la ma prenint la per mare e senyora. ¶ E apres sa senyoria dix a vna altra donzella. O penitencia sabeu vos quant fareu matremoni ab lo meu fill en lo trentren (trété; les dos e en virgulilla) any de la edat sua: e sereu per ell tant amada que de la companyia mia se apartara per seguir a vos: En lo desert lo tendreu quaranta dies e quaranta nits sols de vos acompanyat: en tota la vida sua james vos deixara: ans volra que tots los amichs seus façen gran festa de vos. E los peccadors que no li vinguen dauant sens vos: e a tots los queus hauran en sa companyia dara guiatge molt segur: car de vos ma filla es dit. ¶ Non inuenitur propitiatio sine illa: per illam peccata purgantur: et per illam fit vera remissio de peccatis. Volent dir. que sens vos lome pecador no trobara merce: car per vos son los peccats purgats: e per la intercessio vostra es feta vera remissio de peccats. ¶ Magnificentia tua predicatur in seculum. Car la magnificencia vostra sera preycada per tot lo vniuersal mon: Axi ma filla puix sou tan potent eus trobau amada muller del fill de deu: e per ell tant estimada: coman vos los peccadors quels siau aduocada: E penitencia besant la ma de la senyora dix a sa altesa. En hobeir vostra senyoria es tot mon desig: e so presta d´ajudar als peccadors si ells se volran amprar de mi: E la senyora contenta de sa resposta besant la com a cara filla feu la seure prop de si. ¶ E crida altra donzella pietat nomenada e dix li. Veniu ença ma filla car vull queus dispongau a esser muller del meu fill: en lo temps que sa clemencia se manifestara al mon: e començara a preycar: Vos ma filla lo moureu tostemps a compassio de natura humana en tant que per informar e instruir los homens en la ley euangelica li fareu passar infinits treballs e fatigues: anant e acaminant de nit e de dia per contentar a vos quius veura molt ansiosa dels miserables: Vos ma filla li fareu guarir los malalts: que a sa magestat se presentaran: ferlieu (fer+salte línia+lieu) resucitar los morts: e comportar ab molta dolçor los peccadors: e tirarlos a venia. ¶ Sit eloquium tuum dulce coram eo. Car lo vostre parlar sera tan dolç e tan plaent al fill meu: que res que vos demaneu nous sera negat. Les entramenes del meu fill seran axi atendrides per la amor vostra: que en les persecucions sues e congoixes a ell donades: tot simateix dara per amor de vos en deliuracio dels peccadors. E pietat hoint aço fon molt alegra e dix. O ma senyora y be sab vostra merce: que tostemps lo desig meu es ençes en ajudar als peccadors e miserables: perque reste molt obligada a vostra senyoria: com me vol collocar en temps que pore largament complir lo desig meu: e de aço senyora bese la ma a vostra altesa per mi e per tots los peccadors dels quals so aduocada. E la senyora besantla dix li. Axo es lo meu plaer ma filla: que penseu tostemps en ajudar e abraçar als miserables: e perço sereu singularment amada per lo meu fill e per mi. ¶ E sient se pietat ab ses jermanes la senyora crida la amada donzella misericordia dient a ella. ¶ O ma filla no siau descontenta com delibere collocar primer vostres germanes que a vos: car faç ho perque so certa teniu lanimo tan generos que en lo temps de la pobrea e de les persecucions del meu fill: vos starieu molt enyorada no podent manifestar la magnificencia vostra tan largament com volrieu. ¶ E perço vull detenir lo matremoni vostre ab lo fill meu fins en aquell dia que finara la penosa vida sua: e siura en aquella ricosa taula de cambi ço es la sancta creu en la qual estendra la sua moneda impreciable en tanta habundancia: que per terra ni haura gran copia: e sera calcigada per los seus enemichs: per mostrar ab quanta liberalitat e plaer la donara a sos amichs aquell magnanim senyor: qui axi la leixa calcigar a sos enemichs: Aquell dia fareu vos tan grans e tan asenyalades obres per la habundosa riquea del spos vostre a vos comunicada: que coneixeran les gents que a vos se endreça lo parlar de salamo que diu. ¶ Consumatus in breui expleuit tempora multa (ml9ta). Car en poch temps fareu fahena infinida: e per molt temps desijada: E perço es dit als homens viuint en aquest mon. ¶ Non enim curandum é qp diu viuatur: sed qp bene viuatur. Car nengu no deu estimar ni pensar quant durara la vida sua: mas solament com sera despesa. E perço ma filla haueu vos molta raho d´alegrar vos: car en aquell sols dia de les vostres noces desempachareu e acabareu totes les ardues fahenes de la redempcio humana: e fareu dir al vostre spos ab gran crit. ¶ Consumatum est. Volent dir. e manifestar als homens que tot lo que vos haueu demanat e volgut ha complit e acabat per amor vostra: fent vos destribuidora dels seus merits: ab los quals vos ma filla fareu aquell dia lo general pagament de la redempcio humana. Afranquireu los catius fills de Adam: darlos eu seguretat de hauer parays: si anarhi volran: alegrant se de aquells infinits merits dels quals vos sereu partidora: Car tota la riquea del spos vostre sera posada en vostres mans la qual es tanta que estimar nos pot. ¶ Quia hic est naturalis dei filius et a patre deo genitus ab eterno: hic est temporaliter factus homo: in quo omnes thesauri paterni sunt diuine scientie et sapientie abscondite copiose. Car aquest senyor es natural fill de deu eternalment engendrat per lo omnipotent pare seu: e aquest mateix temporalment ses fet home: en lo qual reposen tots los tresors dels seu pare: ço es diuinal sciencia: e sauiesa amagada e apartada de la coneixença dels homens en gran copia e infinida habundancia. ¶ O ma filla: que com mes despendreu dels tresors seus: pus richa restareu. Vos li fareu en aquell dia donar molt francament vn do lo major que demanar se pot: car dara paradis a vn ladre pobrellet que li demanara merçe. ¶ E per mostrar pus largament quant vos vol contentar donant se tot als peccadors: obrira lo seu costat mostrant als homens lo cor e les entramenes: trahent de aqui dos rius: lo hu d´aygua en lauament dels peccats: e laltre de sanch en remissio de les culpes. ¶ Gratiam infundit: perdita bona restituit etiam cum vsura. Car continuament la clemencia sua per amor vostra dara e infundira gracia (g+r en virgulilla+a) als homens: e los bens per ells perduts restituira ab continuat millorament. ¶ A tots los qui ab vos se affermaran haura merce: de la sola bona voluntat dels peccadors sera content: sino han temps de fer les obres bones que desijen: segons es scrit. ¶ Si desit facultas: non queritur nisi voluntas. Car si defall la facultat de be obrar: no vol sino la voluntat: aquestes gracies e moltes daltres hauran los peccadors per intercessio vostra: E finida la peregrinacio (p+egrinacio) del vostre spos ensemps ab ell pujareu al cel: car la terra no es loch dispost a la dolça qualitat vostra. ¶ Quia in terra non est requies: sed labor et dolor et afflictio spiritus. Car en la terra noy ha repos nengu: ans infinits treballs e dolors e molta afflictio de sperit: e perço lo aturat repos vostre sera en lo cel e no en la terra: e de aqui continuament trametreu dons e gracies als homens habitants en la terra: E misericordia molt alegra respos a la senyora e mare sua dient. O excellent reyna e senyora yo no he raho de esser descontenta: ans molt mes que contenta: car vostra senyoria spera la collocacio mia en temps a mi tan plaent: que la tarda es a mi augment de gloria: puix vendre en temps habundos e pore fartar e contentar a tots los que demanaran la ajuda mia. Yo ma senyora sere ab lo fill vostre e de vos nom partire en lo cel: o en la terra hon seuulla que siau los dos tostemps vos seguire: e dire a vos la mia senyora continuament. ¶ Magnifica nomen tuum multiplicatione gratiarum: et ne sinaa seruos tuos periculis subiacere. Volent dir. Senyora magnificau e exalçau lo vostre glorios nom donant multiplicacio de gracies per mans mies: Car yo senyora nunquam cansare de anar alla hon vostra merce me trametra: puix vaja ab les mans plenes: E perço supplique vostra senyoria: no vulla permetre los seruents vostres cayguen en los perills mundanals: mane vostra altesa sien prest socorreguts en les necessitats sues: nom planga vostra merce: car yo so molt prompta a tot treball que per ajudarlos haja de sostenir: E la senyora molt contenta de les paraules de sa cara filla besala ab molta amor e feula (feu la: feu + salte página + la) seure al seu costat. ¶ E cridant sa senyoria totes les altres donzelles que restauen dix los. Mes filles siau molt alegres de la collocacio de vostres majors jermanes que ensemps ab elles sereu acullides e amades en la cort del meu fill. ¶ Quia in domo eius mansiones multe sunt. Car en la real casa de sa altesa y ha tantes posades e officis que totes podeu esser molt ben aposentades e dignament collocades: e per sa magestat amades com a filles e germanes. ¶ E hoint aço totes les virtuoses donzelles ab gran goig besaren la ma a la senyora e leuarense a ballar festejant sa senyoria e lo seu prenyat. ¶ Tunc psallat fides: spes tripudiat: exl´tat caritas: deuotio plaudat: iubilat puritas: et sinceritas iocundetur. Car lauors la sancta fe trobant se molt feruent alça la sua veu e canta e loha lo senyor e la sua noua venguda. La sperança faltaua per sobres de gran goig. Alegras infinidament la sancta caritat. La deuocio inflamada comença a tocar palmes. La sancta puritat feya grandissimes festes. Hague goig singular la verdadera sinceritat. E axi totes ballant cantaren ab gran goig armonia dient. ¶ Cantate domine nostre canticum nouum laus eius in congregatione iustorum: Letentur celi de gloria eius insule maris et totus orbis. Volent dir. Cantau totes les coses creades a la senyora nostra cançons nouelles: resone la lahor de sa senyoria en la congregacio dels justs: e les illes (jlles) de la mar e tota la terra (orbis: orbe): car per lo fruyt del seu ventre tots som reparats. ¶ E acabat lo ballar vengueren les dites donzelles ab gran reuerencia dauant la senyora: e ficant lo genoll en terra adoraren lo seu glorios ventre: dient a sa senyoria. O excellent senyora que ara queus trobau mare de deu poden los miserables recorrer a vostra merce: dient ab gran confiança. ¶ O gloriosa spes nostra tuo filio nos comenda: tu nos sibi representa: quia in te dulcis Maria speramus vt nos deffendas in eternum. Volent dir. O gloriosa sperança nostra comanau nos senyora al vostre excellent fill: quens guart ens defena: presentau nos senyora a la clemencia sua: quens accepte a la seruitut sua: car en vos dolça senyora Maria speram: quens defendreu de tot perill eternalment.