Mostrando las entradas para la consulta dones mujeres ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta dones mujeres ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de octubre de 2018

Traéume de estes dudes

- ¿Per qué los refrescos tenen suc artifissial de llimó y los detergens suc natural de llimó?

Pedro Bel Caldú conteste:


Lo suc de llimó es agre pero l’aroma del llimó no está al suc si no a la pell. L’ácit del suc millore les qualidats llimpiadores del detergent pero l’aroma no. Se pot fabricar artificialment acid citric que ix mes barat que el suc de llimó natural. Tamé se fabrique, pels aromistes, aroma artificial de llimó, pero es mes complicat i car que fabricar acid cítric. No me puc estendre en més explicacións, pero estic segur que de la informació que dono se poden traure conclusións.



- ¿Per qué los Picapedra festejaben (selebraben) Nadal, si vivíen a una época antes de Cristo?


¿Per qué los Picapedra festejaben Nadal, si vivíen a una época antes de Cristo?

- ¿Si les dones diuen que los homes són tots iguals, per qué se preocupen tan en triá?

- ¿Cóm se escriu lo cero en números romanos?


No se escriu. 

- Cuan van inventá lo rellonge, ¿cóm sabíen quína hora ere, per a pugué ficál en hora?




- ¿Per qué ña gen que desperte als atres pera preguntá si estaben dormín?





- ¿Cóm puc sabé cuántes vides li queden al meu gat?

https://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20090627123321AAsaFkY

- ¿Per qué les coses sempre están al radé puesto aon un les busque? (Murphy)

- ¿Qué conten les ovelles per a pugué dormí com a liróns?


- ¿Qué conten les ovelles per a pugué dormí com a liróns?

- ¿Per qué los sementeris tenen les tápies tan altes, si los que están a dins no poden eixí y los que están afora no volen entrá?


- ¿Per qué los sementeris tenen les tápies tan altes, si los que están a dins no poden eixí y los que están afora no volen entrá?

- ¿Per qué “separat” se escriu tot jun y “tot jun” se escriu separat?

- ¿Per qué lo “día del traball”, ningú treballe?

- Si la llana se encongix cuan se bañe... ¿Per qué les ovelles no se fan mes menudes (se encongixen) cuan plou?


- Si la llana se encongíx cuan se bañe... ¿Per qué les ovelles no se fan mes minudes cuan plou?
- Un parto al carré ... ¿es alumbrat públic?

- Si cuan minjo ous me fan mal al feche, cuan minja feche... ¿me fará mal als ous? / A Aiguaiva se mingen lo feche crugo

- ¿Per qué no ña minjá pera gats en gust a rata, ratolí o furigaña?


¿Per qué no ña minjá per a gats en gust a rata, ratolí o furigaña?




- Lo món es redó y li diém planeta. Si fore pla... ¿li diríem redoneta?

- Si un abogat se torne lloco... ¿pert lo juissi?

- ¿Los infans disfruten la infansia tan com los adults lo adulteri?

- Si un fruit sec se bañe, ¿seguix sén un fruit sec?


Si un fruit sec se bañe, ¿seguix sén un fruit sec?

- ¿Per qué als peixos no los entre aigua als ulls?

https://es.quora.com/A-los-peces-les-entra-agua-en-los-ojos-1

- ¿Per qué se li diu meche al dotó y cura al mossen cuan es lo meche lo que cure?

- ¿Per qué se li diu llit al catre y cómoda a la cómoda cuan lo llit es mes cómodo?

- Si tots los drets són resservats, ¿qué passe entonses en los zurdos, son menos timits?

- ¿Per qué les llunes de atres planetes tenen nom y la nostra se diu lluna?


¿Per qué les llunes de atres planetes tenen nom y la nostra se diu lluna?
- Si lo món es un mocadó, natros ¿qué som?

Si lo món es un mocadó, natros ¿qué som?

domingo, 15 de mayo de 2022

CARTA 9. Imposición de la penitencia canónica. Bendición de los Ramos, etc.

CARTA 9. 

Imposición de la penitencia canónica. Bendición de los ramos. Origen de los monumentos. Otros ritos singulares del Jueves Viernes y Sábado santo. Reclusión de las mujeres públicas en la semana santa. Ceremonia actual en la vigilia de la Ascensión y otra ya abolida en el día de Pentecostés

Mi querido hermano: No sé si en lo venidero podré satisfacer el deseo que muestras de que mis cartas sean más frecuentes. Aun con la dilación de que te quejas me veo precisado a no extenderme en ellas, contando siempre con dejar algo para los correos siguientes. Harto es esto para quien pasa el día en el penoso escrutinio de códices viejos. Muchos de ellos, escritos en el siglo XV (1), conservan aún la imposición de la penitencia pública, en la feria IV Cinerum, con un rito harto parecido al del pontifical romano (par. III.); pero con esta diferencia, entre otras, que los penitentes no eran arrojados de la Iglesia hasta después de haber asistido a la misa en las gradas del altar mayor a la parte exterior de las rejas. No se halla mención de los grados de penitencia; pero la prolijidad en señalar las circunstancias locales de esta ceremonia, muestra que su uso no quedaba al arbitrio de los obispos, sino que se practicaba en aquellos tiempos, conforme a lo mandado en los cánones. Corresponde a esta ceremonia la reconciliación de los mismos penitentes en la feria V in coena Domini.

Están también conformes todos los códices en el rito del Domingo de Ramos, que verás en la semana santa que posees de esta Iglesia impresa en 1494, es a saber, que (2) en ninguna parroquia se bendigan los ramos antes que en la Iglesia catedral; y que en esta no se diga otra misa sino la mayor, a fin de que todos, así eclesiásticos como legos, concurran a esta solemnidad. De lo primero queda todavía algún vestigio, concurriendo los cleros de las parroquias a esta bendición de ramos. La cual, hasta muy pocos años ha, se hacía fuera de la Iglesia en la plaza dicha de la Seo, donde también se predicaba el sermón, que aún hoy llaman de la Palma. Igualmente se ha abolido la rúbrica que mandan aquellos códices, de que al llegar la procesión a la puerta de la Iglesia, (3) cuatro niños, puestos en el campanario o atrio de la iglesia, cantasen los vv. Gloria laus etc. Aunque de estas variantes y otras muy singulares en las ceremonias y preces de esta función se hablará en nuestra obra. En todas las ferias de Cuaresma hasta la Dom. in Passione no hay otro tracto que el Dne. non secundum peccata etc. repartidos sus tres versículos según el orden de las ferias. También es digna de atención la ceremonia establecida en algunos de estos misales para guardar el cuerpo del Señor desde el jueves santo hasta el día siguiente. Mandan que sea llevado in sacrarium, y alguno para quitar la duda dice, in sacristiam, por manos de un diácono o subdiácono, quedando el celebrante, aunque no sea el Obispo, en el altar. El misal de 1509 todavía supone que se guardaba in sacrario: mas como la semana santa citada, ya dice que sia reservat lo corpus Domini en lo sacrari, ó casa que aparellat hauran; podemos conjeturar que el uso de los altares adornados, que llaman monumentos, para depositar en ellos la sagrada Eucaristía, se hallaba ya introducido y autorizado en esta iglesia a fines del siglo XV.

Aún a mediados del mismo, a saber, en 1459, consta por el Diario tantas veces citado, que el Rey D. Juan II y su mujer Doña Juana visitaron cada uno de por sí las iglesias de esta ciudad en la noche del jueves santo. Y en el año 1469, hablando del jubileo concedido a la catedral para la fiesta de la Asunción de nuestra Señora, dice que el Papa concedió la misma gracia para el jueves santo desde la hora de poner el Señor en el monumento hasta el día de Pascua (a). Por donde se ve que el uso de los monumentos no es aquí tan reciente, como algunos creen. 

(a) Las palabras originales del Diario son las siguientes: "en lany 1459 lo Digous Sant en la nit lo Senyor Rey e Senyora Reyna cercaren les Eglesies cascu per sí; e encontrárense en Sent Joan del Mercat. E lo dit Senyor e Senyora estagueren parlant huna estona (un breve rato) ab molt gran amor.”... “Lany 1469 lo Papa a atorgat la dita perdonança a la Seu del Digous Sant, posat lo corpus en lo moniment fins lo dia de Pascua.” 

Por otra parte no ha faltado quien haya querido persuadirme que es anterior la época de este rito, asegurando que en un consejo de esta ciudad de 17 de Marzo de 1385, se permite que salgan a visitar los monumentos las malas mujeres encerradas toda la semana santa en la casa que llamaban de las Arrepentidas. Desconfiando yo de este hecho (4) busqué el documento original cuya copia incluyo, donde sólo se manda que las malas mujeres el martes santo sean recogidas y encerradas en la casa de la penitencia, donde permanezcan hasta la tarde del sábado próximo, señalándoles para su sustento diario veinte y cuatro maravedís. Ni en ese año ni en los siguientes hay memoria de la supuesta visita de monumentos; sólo constan las deliberaciones anuales para socorrerlas con dicha limosna.

En esta Metropolitana, en las parroquias de la ciudad y aun en algunos monasterios es ahora tan suntuoso el aparato de estos altares u oratorios, que no parece sino que el clero y el pueblo se han propuesto con santa emulación desagraviar al Señor de las injurias que recibió de los judíos y de los herejes de los últimos siglos. Mucho pudo influir en este buen espíritu el ejemplo del santo patriarca Juan de Ribera, devotísimo del augusto Sacramento del altar. El misal de 1509 manda que en las tres primeras ferias de la semana santa se diga la misa con ornamentos negros, y también en el jueves santo, cuando en ella no se consagra el crisma: circunstancia que hacía igualmente omitir Gloria, Credo e Ite missa est. Un códice de principios del siglo XV previene que en el viernes santo se use de ornamentos blancos, y que después de la adoración de la Cruz y de haber mostrado al pueblo la santa espina, se tomen negros. El citado misal de 1509, sin hacer mención de la espina, manda que se vistan entonces ornamentos blancos: calla igualmente la elevación de la hostia. En ambos días se decían las vísperas dentro de la misa: y en solo el jueves santo se bendecía el fuego.

Aún más entrado el siglo XVI proseguía esta que ahora nos parece extravagancia. El ordinario de 1527, y el misal de 1528 mandan que en el sábado santo todos los asistentes al altar vistan ornamentos negros hasta concluida la letanía y bendición de la fuente bautismal, y que antes de comenzar la misa induant vestes solemnes. Exceptúan de esta regla al diácono que canta la Angélica, el cual desde el principio va con dalmática blanca. En la bendición del cirio pascual se halla la comparación de María santísima con la abeja; cuando después de las palabras: apis mater eduxit, añaden: ò vere beata et mirabilis apis, cujus nec sexum masculi violant, foetus non cassant, nec filii destruunt castitatem! Sic sancta concepit virgo Maria, virgo peperit, et virgo permansit. Y esto es común en todos los códices, como creo que lo fue en toda España hasta la corrección de San Pío V. Los maitines de Resurrección se decían antes a las dos y media de la mañana, y comenzaban por el R. Christus resurgens etc. Fr. Guillermo Anglés en el tratado de Expositione missae, que se conserva MS. en el archivo de esta santa iglesia, dice que (5) a principios del siglo XIV había en algunas partes la costumbre de decirse la misa de este día a media noche, como la de Navidad. Desde Pascua hasta la Trinidad no tenían los maitines sino un solo nocturno. En la misa de la vigilia de la Ascensión del Señor conserva esta Iglesia una costumbre antigua, cuyo origen no he podido averiguar. Pónese un barreño con agua al lado derecho del crucero, y juntamente una espuerta llena de silbatos de caña para distribuir a los niños que acuden como a son de campana. El sonido de estos sencillos instrumentos llenos de agua remeda el canto de los pájaros, cuya alegría en día de tanto gozo para todo el mundo, parece que quisieron recordar los autores de este uso. Permanecen los niños tocando sus silbatos todo el tiempo que dura la misa, y no más. Tampoco he podido hallar el origen de otra ceremonia usada ya en esta iglesia los días de Pentecostés a mediados del siglo XIV. Para representar la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles (6), bajaban a la hora de misa y de vísperas una paloma en una máquina, al mismo tiempo que el pueblo arrojaba truenos con ballestas, que bien sería alguna cosa parecida a nuestros cohetes. El obispo D. Vidal de Blanes, que lo fue desde el año 1356 hasta el de 1368 (7), prohibió los dichos truenos por el daño que acarreaban al cimborio. Mas, o sea que no fuese obedecido en esta parte, o que con otros fuegos artificiales acompañasen esta ceremonia que se hacía en el presbiterio o cerca de él, lo cierto es que en el año 1469, pegándose algunas chispas al marco o adorno del altar mayor que era ya entonces de plata, se derritió todo con el voraz incendio, que no pudo atajarse (a). 

(a) Da cuenta de este suceso el Diario MS. del capellán de D. Alonso V, por estas palabras: "Diu menge a XXI de Maig dia de Pascua de cinquagesima (Pentecostés) any 1469 lo dit dia fonch feta palometa en la Seu de Valencia; e en la nit a XI hores se mes fosch (foch, foc; fuego) en laltar major de la dita Seu, hon se cremá tot lo retaule que era de argent.” 

Esto es: "el domingo 21 de Mayo día de Pascua de Pentecostés del año 1469 se hizo la ceremonia de la paloma en la Catedral de Valencia; y a las once de la noche se prendió fuego en el altar mayor de la dicha Catedral, de donde resultó quemarse todo el retablo que era de plata.” 

Acaso tan costosa experiencia hizo abandonar esta devota representación, de la cual extraño no haber hallado algún vestigio en los códices del siglo XV. Loables ingenios de la piedad para dejar más impresa en los ánimos la memoria de los sagrados misterios. Nada perdió de su reputación el ilustrado siglo XVI por haber conservado y recomendado la ceremonia de soltar el celebrante en esta misma fiesta dos palomas al entonar el coro el v. de la Alleluia; de lo cual veremos a su tiempo algunas muestras en la Iglesia de España. Tú conoces mejor que yo la sabia prudencia de la Esposa de Jesucristo en esto y en todo. A Dios. Valencia 13 de Diciembre de 1802. 

NOTAS Y OBSERVACIONES. 

(1) Conservan aún la imposición de la penitencia pública en la feria IV Cinerum. Es gran recomendación, así de esta Diócesis, como de otras de nuestra Península el fervor con que en el siglo XIV conservaban la práctica de la penitencia pública, amortiguada y casi de todo punto abolida en otras de Europa desde principios del siglo VIII. De la decadencia de la disciplina en este punto hablaba ya Roberto de Flamesburg, que murió siendo penitenciario de la de París y canónigo de S. Víctor el año 1224 (Poenitencial. p. V.); el cual después de haber dado exacta razón del método que guardaba él en la administración de la penitencia, y recomendado como sabio y piadoso las penas canónicas, doliéndose ya de la tibieza y frialdad de los penitentes, para aviso de los confesores prosigue diciendo: vix aliquem invenies qui suprascriptas, quia graves sunt et austerae, suscipiat poenitentias. Tu igitur paulatim, et paulatim eas mitigabis, ut aliquam habeat poenitens poenitentiam. Y luego añade: sanum igitur mihi videtur consilium, ut quantumcumque potes, poenitentem inducas, ut canonicam et autenticam suscipiat poenitentiam, et sic tibi, et ei bene erit. Quod si obtinere non poteris, dicas ei: frater, oportet te vel in hac vita puniri vel in purgatorio... Elige igitur tibi vel in hac vita sufficienter secundum poenitentias canonicas vel autenticas puniri, vel purgatorium acceptare. Quod si elegerit poenitens, ad petitionem ejus, et libitum et arbitrium tuum poteris canonicas mitigare poenitentias. Por el mismo tiempo, esto es, hacia los años 1215 escribió también su penitencial Pedro Pictaviense, por donde consta cuan decaído estaba ya el fervor de la penitencia respecto de los antiguos cánones, quedando su imposición al juicio de los confesores; porque dice (Poenit. fol. 3.): pro hujusmodi peccatis contra naturam... et pro adulteriis, et incestibus, et consimilibus solent injungi jejunia in pane et aqua, secundum tempus quo moratus est in peccato, et secundum alias circunstantias, vel compenset. Pro simplici fornicatione simplicia jejunia, nisi personae vel alia circunstantiae occurrant, et etiam cum ovis ei casseis. Y luego: cetera remedia, imò omnia pendent ex discretione confessorum, Y más adelante (fol. 9.): sicut moderni physici temperant antiquarum violentiam potionum; sic et nos plerumque antiquorum rigorem canonum poenitentialium; quia non possumus sustinere censuram illius temporis, quando et corpora et merita defecerunt. Tunc enim in amore Christi ferventiores erant fideles, quando recens erat corpus Christi. Ideoque et valebant et volebant, non patienter solum, sed et libenter pro Christo custodire vias duras.

Aún es más claro, si cabe, y más breve sobre este punto el testimonio de Guillermo el Obispo de París, que murió hacia la mitad del siglo XIII (lib. de Poenit. cap. penult.). Estas son sus palabras: facta autem confessione ad integrum poenitentiae arbitrariae erunt. Y en otra parte dice: cum in arbitrio confessoris et voluntate poenitentialem satisfactionem positam esse dicamus, dicimus consequenter quod in bona fide ipsius hoc positum est.

Llegó ya desde entonces a hacerse tan general esta persuasión de la arbitrariedad de las penitencias, que vino a ser axioma entre casi todos los confesores, como dice Alexandro de Hales (Summ. p, IV. q. 21. membr. 3. art. I.); quidam dicunt et ferè omnes confessores, quod omnes poenitentiae sunt arbitrariae, idest, in voluntate sacerdotis; et potest dare plus vel minus, pro voluntate suam, nec peccat: et hoc ex vi clavium. 

Esta opinión y el abuso que de ella se había hecho parece haber intentado moderar nuestro San Raymundo (Summ. lib. III, cap. de Poenit. et remiss.) coetáneo de Guillermo Parisiense, explicando la verdadera inteligencia que debe darse a la expresión in arbitrio confessoris. Nec debes, sacerdos, dice, à forma praedicta (poenitentialium canonum) recedere nisi propter causam. Et in hoc consistit ejus arbitrium, scilicet, pro qua vel pro quibus circumstantiis, et quantum et quando possit augeri vel minui poena canonica. (V. Morin. de Administ. Sacr. Poen. lib. X. c. 23. seq.) 

Estas palabras de S. Raymundo eran entonces como la voz común de la iglesia de España, cuyos sínodos y prelados en aquel siglo y en los siguientes, han clamado por la restauración de los cánones penitenciales, no en el sentido de la proposición de Pedro de Osma justamente condenada por Sixto IV: non peractam poenitentiam confitentes absolvi non debere; sino conforme al espíritu de la santa Iglesia, declarado en las palabras del concilio III de Toledo: secundum formam canonum antiquorum dentur poenitentiae, como lo demuestra el cardenal de Aguirre en su disertación sobre los cánones XI y XII del dicho concilio (excurs. II. n. 166. seq.), y que fue la práctica tan recomendada por S. Francisco Xavier (Turselin. vit. S. Franc. Xav. lib. VI. cap. 17.), y Santo Tomás de Villanueva (Serm. in fer. VI. post Dom. IV. Quadr.). De donde nació que en España se haya tenido por tan necesario al clero el estudio de estos cánones penitenciales, que llegó a decir uno de los obispos de Ciudad Rodrigo, anteriores al concilio de Trento (Andr. Hisp. Episc. Civit. mod. confit. edit. Argentinae 1508): qui canones poenitenciales ignorat, vix meretur dici sacerdos; siendo una de las glorias de nuestra Iglesia la parte que tuvo el celo de sus obispos en aquel solemne mandato de este santo concilio (Sess. XXV. decr. de ref.): sciant universi sacratissimos canones, exactè ab omnibus, et quoad ejus fieri poterit, indistinctè observandos. Merecen leerse también las reflexiones del cardenal de Aguirre sobre la deposición de Potamio, obispo de Braga, por el X concilio de Toledo, y sobre lo mandado por el XI en el capítulo IV (de disciplina antigua eccl. speciatim Hispaniae... circa lapsos in peccatum carnis, excurs. XII. seq.) 

(2) Que en ninguna parroquia se bendigan los ramos antes que en la Iglesia catedral. La rúbrica conforme está en la semana santa que poseo de 1494, intitulada Hores de la semana santa segons lo us del archibisbat de Valencia (Horas de la semana santa conforme a la práctica del arzobispado de Valencia), dice así, p. XXXI. b. en lo diumenge de rams en la sglesia cathedral nos diga altra missa sino tan solament la misa maior. E per les sglesies parrochials nos fasa la benedictio del rams fins atant que en la sglesia cathedral de aquells hajen fet la benedictio: a fi que axi ecclesiastichs com lechs sien a la proceso general, e al sermo del reverent Bisbe. Esto es: 

"el domingo de Ramos no se diga en la Iglesia catedral otra misa sino la mayor. Y en las iglesias parroquia les no se haga la bendición de los ramos hasta que se haya concluido en la catedral; para que así los eclesiásticos como los seglares asistan a la procesión general y al sermón del reverendo Obispo.” Los códices Valentinos de principio de este siglo XV previenen que la bendición de los ramos se haga sólo en la catedral, y por ningún caso en las parroquias; cuya práctica observaban otras diócesis de Occidente desde el siglo IX, en que Teodulfo, el obispo de Orleans, compuso el himno Gloria, laus et honor: pues en las estrofas de él, que hoy no se cantan, porque pertenecían sólo a la ciudad de Angers, donde se compuso, describe aquel prelado la magnífica procesión que hacían con los ramos benditos todas las parroquias y monasterios, y varias personas seculares yendo a la catedral, (V. Grancol. comm. sur le Brev. rom. part. II. c. 53.) 

Otra cosa muy señalada previene esta rúbrica acerca de la bendición de los ramos: sia feta la benedictio dels rams per lo Bisbe ò per lo sacerdot girada la cara al orient, è tenint tostems la ma stesa sobre lo poble (pág. XXXII. b. Esto es: "la bendición de los ramos hágala el obispo o el sacerdote vuelto el rostro hacia oriente, y teniendo entretanto la mano extendida sobre el pueblo.” 

(3). Cuatro niños puestos en el campanario o atrio de la Iglesia cantasen los vv. Gloria, laus &c. Este rito es tomado del misal mozárabe, donde se previene que al llegar la procesión de ramos ante januam veniae... pueri stent supra dictam portam, et cantent hunc versum &c. 

Aún después de introducido el rito romano se conservó en muchas diócesis de España, de donde pudieron haberle tomado otras de Europa, aunque con alguna variedad. El antiguo ritual de Turon dice: pueri de choro... 

ascendunt super muros portarum civitatis: et tunc clauduntur portae. Deinde incipit cantor: Gloria, laus. Respondent pueri: Israel es tu. 

El de Roven (Rouen): cum autem processio ad portam civitatis ornatam venerit, sex pueri turrim ascendant, et hos versus festive cantent Gloria, laus et honor &c.

Un misal MS. de la Iglesia de Saresbury (Salisbury), sufragánea de Cantorberi (Canterbury): septem pueri in loco eminentiori simul cantent v. Gloria, laus.

Basten estas muestras. Pudo haber dado origen a este rito la estrofa Coetus in excelsis te laudat &c.

(4) Busqué el documento original. En el volumen de deliberaciones del consejo general, entre varias del día 17 de Marzo de 1385, se lee lo siguiente: "è fò acordat è proveit concordantment en è per lo dit consell que en lo present any en la prop vinent sentmana sancta, ço es, lo dimarts per lo mati de aquella sentmana, les fembres pecadores publiques de la dita ciutat sien meses e encloses dins la casa de les dones de penitencia, e estien aqui tro al dissabte seguent en hora de vespres, et sien dats de la pecunia comuna de la dita ciutat per lo clavari d'aquella á cascuna de les dites fembres, et per cascun jorn que alli estaran, pera sa provisio XII diners.” Esto es: y fue unánimemente acordado y proveído en y por el dicho consejo que en el presente año en la próxima semana santa, a saber, el martes de ella por la mañana, las mujeres pecadoras públicas de la dicha ciudad sean puestas y encerradas en la casa de las mujeres de la penitencia, donde permanezcan hasta el sábado siguiente a la hora de vísperas: y que del tesoro común de la dicha ciudad se den por el mayordomo de ella a cada una de las dichas mujeres doce dineros para su manutención cada día de los que allí estuvieren. 

(5) A principios del siglo XIV había en algunas partes la costumbre de decirse la misa de este día (de Pascua) a media noche &c. Esta misa era probablemente la del sábado santo, que antes no se celebraba durante el día, como ni en Roma el viernes santo, para declarar la tristeza de la Iglesia (S. Braul. ep. XIV. Flor. t. XXX. p. 338): hoc biduo sacramenta non celebrantur, decía Inocenc. I (epist. ad Decent. Eugubin. Episc.) Desde fines del siglo XIV comenzó a anticiparse (consuetud. monast, Cassan. an. 1387.), por justas causas, que para ello ocurrieron. Del rito antiquísimo de celebrar esta misa del sábado por la noche queda aún vestigio en las expresiones que decimos en ella: hac potissimum nocte, hanc sacratissimam noctem. De su observancia en España, y de su origen hace memoria San Braulio (loc. laud.) diciendo: ipsam nocte eo usque celebrantur festa, quoadusque nox transeat media, qua hora et nos credimus resurrecturos, et Dominum vivos et mortuos judicatorum. De esto daremos a su tiempo varias pruebas tomadas de nuestros misales y rituales antiguos. 

(6) Bajaban... una paloma en una máquina &c. Por aquel mismo tiempo era rito común en varias Iglesias de occidente soltar palomas en la misa mayor al cantar la secuencia. Lucas cusentino añade también el rito de las lenguas de fuego, que eran pequeñas estopas encendidas: particulae subtilissimae stuppae succensae. De los truenos que acompañaban en Valencia a este rito, no he visto ejemplos en los editores de monumentos litúrgicos, mas no desconfío hallarlos en los códices de nuestras diócesis. 

(7) Prohibió los dichos truenos. La constitución del Obispo D. Vidal, en que manda que esta Ceremonia de la paloma sólo se haga en el primer día de Pentecostés con todas las circunstancias acostumbradas, a excepción de los truenos, se halla en la colección de Constituciones Valentinas, impresa en 1546 en folio. Dice así: 

Vitalis Episcopus, et capitulum.... ordinarunt quod amodo in festis Pentecostes non fiat repraesentatio emissionis Sancti Spiritus, nisi in primo festo bis, scilicet, horis missae, et vesperorum. Volentes quod horis eisdem quibus fiet repraesentatio supradicta, non fiant tonitrua cum ballistis; sed simpliciter fiat eadem repraesentatio cum universis circumstantiis suis, exceptis tonitruis, quae damnum non modicum inferunt çambario (cimborio) dictae Sedis. Alioquin si secus factum fuerit, Nos Episcopus supradictus, in laicos illos qui tonitrua facere attemptabunt, nunc pro tunc, et è contra in his scriptis excommunicationis sententiam promulgamus. Volentes nihilominus quod presbyteri seu clerici qui consenserint in praedictis, in poenam incidant, quavis vice, decem morabatinorum applicandorum operi dictae Sedis.

viernes, 26 de octubre de 2018

Joan Roís de Corella, llengua valensiana

Péndret per imbéssil es que te diguen que Joan Roís de Corella escribíe en dialecte catalá cuan ell mensione que ere en llengua valensiana.

Péndret per imbéssil es que te diguen que Joan Roís de Corella escribíe en dialecte catalá cuan ell mensione que ere en llengua valensiana.



Hasta la wikitroles diu: 

Joan Roís de Corella (Gandía o Valencia, 1435 - Valencia, 1497)​ fue un poeta, caballero y sacerdote valenciano del siglo XV, que escribió en valenciano. En su legado literario, tanto en prosa como en verso, se encuentran obras de temática religiosa, amatoria y de otros temas, y se dejan notar los indicios de la cultura y erudición del renacimiento.


https://es.wikipedia.org/wiki/Joan_Ro%C3%ADs_de_Corella


y la viquipèdia https://ca.wikipedia.org/wiki/Joan_Ro%C3%ADs_de_Corella diu :


Joan Roís de Corella (Gandia o València, 28 de setembre de 1435 - València, 6 d'octubre de 1497) fou un religiós conegut per la seva obra literària. Tant la seva vida com la seva obra estan condicionades per les transformacions socioculturals que es van produir al segle XV amb el pas de l'època medieval al Renaixement.


Fill major d'un noble cavaller (Ausiàs Roís de Corella), estava emparentat de lluny amb el comte de Cocentaina i tingué una íntima relació amb el poeta Ausiàs March, trenta anys més gran que no pas Joan Roís. Així, el 1443, fou un dels testimonis en el contracte matrimonial entre el poeta i la seva segona muller (Joana Escorna). 



Ausiàs March


De la mare, només en sabem que es deia Aldonça. El matrimoni tingué quatre fills: Joan, Manuel, que es féu frare, Lluís i Dalfina. Roís de Corella era el fill primogènit d'una família de la noblesa i havia de dedicar-se, per tant, a la carrera militar (cas d'Ausiàs March) o a la diplomàcia. No podia ser ni advocat ni metge, professions reservades a l'estament burgès. I encara menys indicat era entrar en la carrera eclesiàstica. Segons els estudiosos, sembla que Roís de Corella trencà tota aquesta rígida distribució, ja que no fou militar, i per contra, cap a la maduresa ingressà en l'estament eclesiàstic. Aquesta dada és interessant de tenir en compte per a després poder entendre alguns aspectes bàsics de la seva obra. Per una sèrie de documents notarials i testamentaris, datats entre 1468 i 1471, sabem que almenys als 35 anys, Joan Roís de Corella ja era mestre en teologia: el reverend e magnífic Mossèn Joan de Corella, cavaller e mestre en sancta Teologia. La qual cosa, tal com remarca Martí de Riquer no volia dir que ja fos sacerdot, car sembla que la intitulació de reverend i de mestre en teologia no suposaven haver estat ordenat in sacris. De molt jove, pels volts de la vintena d'anys, entre 1453 i 1456, s'inicià en l'exercici de l'escriptura. Una mostra interessant d'aquesta pràctica seria, entre d'altres, el debat epistolar amb el príncep Carles de Viana, qui elogiava la destresa del jove Roís en les arts amatòries i literàries. La seva vida sentimental fou molt intensa, ja que a partir de les nombroses aventures amoroses anònimes a què fa referència al llarg dels seus escrits, han pogut ser documentades diverses experiències. Així, les mantingudes amb Caldesa, dama no identificada però que degué ser un amor de joventut; les de Iolant Durleda, de qui s'han trobat cartes d'amor; les de Lionor de Flors, viuda de Vallterra i, finalment, les hagudes amb Isabel Martines de Vera. Amb aquesta última dama, de qui no sabem res referit al seu estat, les relacions hagueren d'iniciar-se almenys a partir de 1473, ja que l'any següent els nasqué un fill. En aquella data, Roís de Corella ja devia haver entrat en els ordes sacerdotals, únic motiu que possiblement l'impedí d'esposar la dama. Aquesta hipòtesi és ratificada pel procés seguit per tal d'atorgar testament. El 30 d'agost de 1478, mossèn Joan Roís de Corella féu testament a favor de la seva germana Dalfina. Entre els objectes que hi havia, hi era la biblioteca de l'escriptor. Un total de 780 volums foren donats a la seva mort als frares del convent de Sant Francesc de València. Tanmateix, un cop mort el poeta, els hereus reals foren els fills haguts amb Isabel Martines de Vera. Quatre dies després de la defunció, Dalfina féu donació voluntària de l'herència a Joan Roís de Corella, donzell, i Estefania Roís de Corella, donzella. La qual cosa ens ratifica que, pels voltants de 1473, devers els quaranta anys, l'escriptor ja havia estat ordenat sacerdot i no podia testar ni a favor de l'amistançada ni dels fills naturals. En morir Roís de Corella tenia una cambra a la seva disposició al convent de Sant Francesc, prova de la seva creixent religiositat a mesura que s'anà fent vell. Efecte tot plegat del penediment que degué sentir de la passada vida mundana. 

Aquesta vida tan agitada ens fa entendre que la dedicació religiosa no va ser producte de cap mena de vocació, sinó un refugi per tal d'evitar les activitats polítiques i militars. Mantingué relacions literàries amb els escriptors de l'aristocràcia valenciana de la segona meitat del segle XV, amb Bernat Fenollar i amb el príncep Carles de Viana. La seva obra –escrita en vers i en prosa, i de temàtica tant religiosa com profana– va ser molt divulgada per la València d'aleshores, coneguda en tertúlies literàries i imitada per altres autors. Els manlleus de Corella que hi ha per tot el Tirant lo Blanc ho demostren: Joanot Martorell sabia de memòria algunes de les seves obres. Roís de Corella és considerat el màxim representant de l'humanisme renaixentista als Països Catalans i fou l'últim escriptor important de renom fins a la Renaixença. L'amor es convertirà en el centre temàtic de tota la seva producció: escriu per alleugerir els sofriments que li provoquen unes agitades relacions amoroses. Per això, els elements autobiogràfics i sentimentals són les característiques més importants de la seva obra literària, juntament amb el desenvolupament d'unes noves formes d'expressió completament innovadores en la nostra literatura i, fins i tot, a nivell europeu. Va escriure tant en prosa com en vers i va aplicar tècniques d'un gènere a l'altre, d'aquesta manera trobem narracions curtes i poemes inserits en algunes narracions. En Corella és també el màxim exponent de la valenciana prosa: la prosa corelliana segueix el model aristocratitzant dels escriptors del segle XV, amb el predomini d'expressions ampul·loses i retòriques. Prosa artificiosa però harmònica i elegant que connecta amb l'esperit humanista de finals del segle XV. Una altra característica de la seva prosa, anomenada prosa d'art o prosa artitzada, és l'ús de metàfores i descripcions escenogràfiques, producte dels ambients renaixentistes en què vivia. En la poesia segueix utilitzant el tradicional decasíl·lab amb lleus variacions, però Corella aconsegueix en els versos un ritme més àgil i suau que els anteriors poetes medievals; d'aquesta manera, s'acosta a la poesia italiana. La seva obra en vers es caracteritza per parlar de l'amor des d'una perspectiva desenganyada i trista. També va escriure poesia religiosa. Roís de Corella fou un gran coneixedor de la literatura clàssica i enllaçà amb Bernat Metge amb la voluntat humanística de reconstruir damunt de la llengua catalana el prestigi literari del llatí clàssic. Aquestos objectius no es van aconseguir perquè en arribar el Renaixement, la literatura catalana culta inicia la seva davallada. L'autor clàssic que més s'ajustava a la seva personalitat enamoradissa fou Ovidi, i d'aquest prengué la temàtica argumental i el dramatisme sentimental de les seues narracions. Pel que fa als clàssics més contemporanis, cal destacar, sobretot, Boccaccio, de qui imitarà les tècniques de la narrativa sentimental.

L'obra de Roís de Corella no va aconseguir la fama i el prestigi d'altres autors valencians del segle XV perquè ell va escriure per a l'aristocràcia i aquesta va començar a donar l'esquena al català i es decantà pel prestigi de la literatura castellana, sobretot, a partir de la guerra de les Germanies (1520-1522), L'obra literària de Roís de Corella, per la diversitat dels temes i les tècniques emprades en escriure-la, exemplifica com cap altra els canvis profunds que es produïren en les nostres lletres de finals del segle XV. Joan Lluís Marfany (Barcelona, 1943), catanazi com ell a soles, ha qualificat la seva poesia com un camí sense demà, com les obres del doctor Artur Quintana, què ni tenen demà ni tenen avui. I així fou, fent-ho extensible també a la prosa. 

Autor de formació i temàtica fonamentalment medieval, fou el brillant epígon d'un llarg període de normalitat literària, que podia haver estat el punt d'arrencada de la modernitat del barroc valencià. Però les circumstàncies històrico-culturals no el permeteren. L'aristocràcia, classe a la qual pertanyia Corella i d'on procedien la major part d'escriptors de l'època, era la que havia d'haver potenciat la presència de l'obra corelliana en les lletres del XVI partint, sobretot, de la gran popularitat que assolí en vida i dels nous camins estilístics i tècnics que oferia. Tanmateix, després de la guerra de les Germanies (1520-1522), l'agombolament d'aristocràcies al voltant de Germana de Foix, inicià un procés d'intensíssima castellanització de les lletres valencianes a Valencià. És cert que l'obra de Corella influí significativament alguns autors valencians que s'expressaven en castellà (Gaspar Gil Polo), però la traducció genuïna s'havia trencat i Corella i la seva obra caigueren en l'oblit més absolut o en una mala valoració per part d'alguns erudits il·lustrats, fins pràcticament els nostres dies. I encara, recentment, Jordi Carbonell ha pogut afirmar: és el menys conegut i el menys estudiat dels clàssics de la literatura valenciana. S'ha designat Corella com el nostre últim gran escriptor medieval. Seguint l'ús d'aquests tòpics, també podríem dir que és en alguns aspectes el primer escriptor no medieval. Fou un dels màxims conreadors del que a finals del XV s'anomenava valenciana prosa. En definitiva, el terme no volia dir altra cosa que una manera d'escriure el català afectada, culta, ampul·losa i retoritzant, tendència aquesta que tot just iniciada podia haver-nos aconduït, en circumstàncies normals, envers una plenitud barroca amb les mínimes influències castellanes. En el pla estrictament temàtic, Corella féu ús com a matèria literària de nombrosos elements autobiogràfics, sentimentals i referits a l'entorn social. D'altra banda, trobem que aplica als seus personatges una incipient tècnica d'anàlisi psicològica, basada, sobretot, en l'expressió dels seus sentiments (amor, alegria, tristesa, solitud, angoixa...). I és també en aquest nivell on se serví dels elements de la naturalesa com a contrapunts dels diversos estats d'ànim. És remarcable, sobretot a la Tragèdia de Caldesa i l'Oració per citar només dos exemples, l'interès que sentí Corella per ambientar les seves obres d'acord amb els gustos teatralitzants del Renaixement. Les accions se situen en el marc d'unes acurades escenografies i són narrades amb una llengua feta d'imatges poètiques de gran plasticitat, les quals fan pensar més d'una vegada en un esbós de pintura. Malgrat el que podria fer pensar aquesta tendència al to grandiloqüent, aquest sempre és intimista, delicat, la qual cosa en aquells moments significava una important innovació literària. Corella també fou un innovador en el camp estricte de la poesia. Tot i seguir la tradició ausiasmarquiana del decasíl·lab, l'acostà, amb el canvi accentual de la quarta a la sisena o bé, a la quarta i vuitena síl·labes, vers la nova musicalitat de la lírica italiana. Conreà també el virolai i se serví de forma esparsa del vers d'arte mayor de tradició castellana. Malgrat aquests trets prou definidors, per Corella no existia una diferència absoluta de gèneres. Sovint, en les proses curtes hi aplicava determinades tècniques de la poesia lírica, bo i intercalant-hi, a més a més reeixits fragments en vers de la seva producció. En definitiva, l'actitud humana i l'obra de Corella, tal com remarca Carbonell, són l'encarnació de la crisi de l'esperit cavalleresc. Les lluites guerreres han estat substituïdes per les amoroses amb actituds molt més properes a l'humanisme. L'amor però, ja no respon als usuals i gastats tòpics de l'amor cortès trobadoresc. Els esquemes han estat capgirats i, amb ells, en gran part, els sistemes de valors. Així, Corella és lluny del misogínia medievalitzant. Les dones prenen un paper destacat en la ficció literària. Potser en part, aquesta innovació fou deguda al fet que el nucli més important de seguidors de la seva obra fos femení. Recordem els versos de Jaume Gassull:

Diga-us-ho ella,
que del senyor Mossèn Corella
lig lo més dies
totes les seues poesies. 


En la idealitat narrativa la dona és tractada amb mentalitat moderna. A part de ser les protagonistes de les històries, en narren els fets. Ara bé, quan Corella passa a descriure experiències personals en el camp de les relacions amoroses, sura la realitat misògina medieval, tot i que amb una variada gamma de trets innovadors i personals. Així, quan ha d'afrontar l'engany de l'amada, ho fa prenent una actitud d'una profunda sinceritat, quedant com a cornut i havent d'acceptar el triomf de la dama. Una actitud tan teòrica com es vulgui, però que prefigurava una modernitat literària definida pel mateix poeta al final de la Tragèdia de Caldesa, com quan exclama: Acceptant la ploma que sovint greus mals descansa. Així doncs, per Corella, la literatura a part de l'art, transmissora d'idees, eina moralitzadora...era, sobretot, una via de desfogament, tal com l'entengueren molts anys després -segons Joan Fuster- els romàntics. Tot el conjunt d'aportacions personals de Corella a la nostra literatura, vistes amb una suficient perspectiva històrica, les trobem ben allunyades de les modes en voga de l'època, bo i prefigurant un cas excepcionalment singular en la literatura europea de finals del segle XV. (3) Comprèn obres escrites tant en prosa com en vers, marcades quasi sempre per una temàtica amorosa. Cal destacar la Tragèdia de Caldesa. Es tracta d'una novel·la molt breu, escrita als voltants de 1458, que narra la infidelitat d'una donzella, amant de Corella, de nom Caldesa. L'acció s'esdevé a la cambra de la donzella on l'autor està esperant-la, i observa desesperadament des d'una finestra com Caldesa festeja amb un jove de més baixa condició social. Una vegada ella ha acabat, es presenta davant el poeta com si res no haguera passat. La resposta de Corella concorda amb el títol genèric de la tragèdia amb un discurs on expressa patèticament la sensació d'engany i decepció. En l'obra s'insereixen uns perfectes versos per completar hiperbòlicament els sentiments del poeta envers el desenllaç amb Caldesa. La reacció de Corella en aquesta història justifica l'honestedat i la sinceritat d'un autor modern completament allunyat de l'amor cortés medieval. El Parlament en casa de Berenguer Mercader és una obra original on descriu una vetllada literària entre personatges reals de la ciutat de València, els quals han de contar una història amorosa de la mitologia clàssica, la majoria tretes de la Metamorfosis de Ovidio. L'obra presenta moltes similituds quant a l'estructura amb el Decamerón de Boccaccio.

Les obres religioses foren escrites durant la seva maduresa; també hi alterna la poesia amb la prosa. La prosa religiosa, igual que la poesia, són escrites amb les mateixes tècniques que en la literatura profana. Aquestos poemes són també una prova de la falta de vocació religiosa de l'autor, ja que, igual que en altres poemes religiosos, s'observa un to desapassionat i distant. La vida gloriosa de santa Anna es tracta d'una amplificada i dilatada biografia de la mare de la Verge Maria. Apareix el tema del matrimoni que durant molts anys no té descendència. Quant a l'estil, cal assenyalar que aquesta obra no presenta el característic estil pompós i retòricament complicat propi de Corella, probablement perquè anava adreçat a una dona inculta que havia d'entendre el text. A Història de la gloriosa santa Magdalena narra la història de santa Magdalena, bevent de fonts bíbliques, i després acull les divulgades llegendes de penitència de l'antiga pecadora. Aquesta és una narració de tema i esperit completament medievals, però relatada amb un estil renaixentista i recaragolat sintàcticament i retòricament. La història de Josef, fill del gran patriarca Jacob degué ser creada quan Corella ja tenia el títol de mestre en Teologia. Es tracta d'una gran amplificació dels capítols del Gènesi, que narren els fets de Josep. El cartoixà, que es tracta d'una traducció de la Vita Christi, va ser escrit pel cartoixà Ludolf de Saxònia, datat entre 1348 i 1377. La traducció corelliana va aparèixer impresa en quatre lliuraments i reisqué fabulosament: despertà fins i tot l'interès del rei Ferran el Catòlic. El Psalteri es tracta d'una traducció de salms sobre el text de la Vulgata, amb cultismes procedents del llatí. Poesies marianes es tracta de l'única obra religiosa en vers creada per Corella. Dintre d'aquest grup cal esmentar la Vida de la sacratíssima verge Maria amb rimes. La Vesió és un escrit que té tres propòsits: raonar teològicament la puresa de la concepció de Maria, descriure un nou retaule de la capella de Nostra Senyora de Gràcia (que es venerava a l'església de Sant Agustí de València), i lloar mossèn Fernando Díeç.

És en les proses mitològiques on Corella es llueix com a escriptor i on la mostra literària està més marcada per l'estil. Pretén acostar-se als més típics termes de l'antiguitat clàssica per tal de reflectir estats passionals. La narració mitològica permet tota mena de filigranes retòriques i d'exhibicions de mestratge en l'elegant ordenació i cadència dels mots. En aquestes obres Ovidi exercí una gran influència sobre Corella. Lamentacions de Mirra e Narciso e Tisbe és una trilogia que recull tres dissortats amors que Corella compara amb el seu propi fracàs amorós. La primera part explica la història de l'amor incestuós de Mirra pel seu pare, Cínaras. Està narrada en primera persona i la trobem en forma de plany. La segona part és la lamentació de Narcís, causada pel seu propi enamorament en veure's reflectit a l'aigua clara. La tercera part se centra en el llarg parlament dels dos joves, Tisbe i Píram, per trobar-se fora de les seves cases respectives. En Història de Biblis, qui s'enamorà de Cauno, germà seu, Corella conserva la intenció d'aquells versos, encara que actualitzà diferents detalls a la realitat quotidiana del s.XV. El raonament de Telamó e de Ulixes en lo setge de Troia davant Agamenó aprés mort Aquil·les sobre les sues armes. Els raonaments són unes peces de tipus oratori, d'estil elevat i contundent, amb troballes en l'expressió i un cert dramatisme. A Plant dolorós de la reina Hècuba, raonant la mort de Príam e de Policena e d'Astianacres Corella col·loca en boca de la reina Hècuba la descripció de la fi de Troia. Tota l'obra d'Història de Jason e Medea és posada en llavis de Medea, que explica la ingratitud de Jason per donar exemple a les dones. La Història de Leànder i Hero és escrita en prosa amb la particularitat que intercala versos estramps.

Després de tot un corrent humanístic que arrenca de Bernat Metge, el principal interès del qual era la moralització i l'ensenyament amb importants dosis del pensament medievalitzant, sorgeix la figura de Roís de Corella, qui influït pels nous aires italianitzants volgué fer en certs aspectes de l'Humanisme una assimilació purament literària, estètica. En aquest sentit, l'Ovidi de l'Ars amandi, de les Heroides i de les Metamorfosis en foren la font clàssica més destacada. 

De la influència dels humanistes del quatre-cents italià, cal destacar-ne Boccaccio, traduít al chapurriau, de qui prengué l'exemple del període ciceronià i les tècniques de la narració sentimental, que en el cas corellià estigueren tan impregnades del to autobiogràfic. La prosa de Corella és original temàticament en comtats casos. Aspecte aquest que tenia ben poca significació a l'època. Solia elaborar les seves proses a partir de temes extrets dels clàssics, fent-ne, això si, unes recreacions a vegades personalíssimes. (4) En primer lloc cal referir-se a la Tragèdia de Caldesa de contingut autobiogràfic. És una peça més aviat curta però la més reeixida literàriament del conjunt. Per una referència històrica del text, sabem que fou escrita pels voltants de 1458. L'acció se situa a la ciutat de València i narra com una donzella de molt temps desitjada per l'autor, tanca aquesta en una cambra mentre ella festeja amb un altre home de condició vilana. L'autor ha de contemplar l'engany per una petita obertura amb la consegüent indignació i nerviosisme. Es descarrega emocionalment mitjançant un poema, que es pot considerar dels millors de la producció corelliana. La dama ha d'admetre la seva culpa amb una total submissió.(5) Corella escriví les mostres d'aquest gènere molt probablement entre 1456 i 1462. La primera i més extensa és el Debat epistolar amb el príncep de Viana, escrit entre 1456 i 1458/61, que conté elements temàtics que el relacionen amb la Tragèdia de Caldesa. El tema del debat és el d'haver de triar entre dues dames, una que estima i no és corresposta i, l'altra que és desitjada però que en canvi no estima. Lletres d'Aquiles e Policena (volum IV, pàgs. 31 i 32), Lletres a Iolant Durleda i Lletra consolatòria poden, pel seu estil, ser datades vers 1458. Iolant Durleda, dama no identificada, podria, segons Riquer, ser la mateixa Isabel Martines de Vera. Li adreça dues breus lletres. En la primera li demana resposta per tal de concertar una entrevista; en la segona constata la joia de l'amant d'haver vist secretament l'amada. Totes dues es clouen amb versos, i són els de segona: Jo desig ésser vostre, e la sort mia / no ho vol que ho sia que insinuen la possibilitat que Corella ja fos eclesiàstic. A la Lletra consolatòria diu Corella: E per ço germà e senyor, he pres la ploma per respondre a vostra ben raonada lletra, referència que podria fer pensar novament en el príncep de Viana. El tema tracta del consol per al germà e senyor que ha sofert un conflicte amorós. Corella bescanta les dones que cerquen l'home que poden dominar i s'allunyen del qui les vol submises. De La lletra que Honestat escriu a les dones, datable vers el 1462, només ens n'ha pervingut el fragment final, sobre la mort d'una dona virtuosa. El Triümfo de les dones és un llarg parlament de la Veritat, personatge al·legòric, en defensa del sexe femení. Obra a contracorrent de la misogínia de l'època, fou escrita com a conseqüència de la polèmica suscitada pel Maldezir de mujeres de Pere Torroella. El títol sembla manllevat a consciència del Triunfo de las mujeres del castellà Juan Rodríguez del Padrón. L'obra es clou amb 18 versos adreçats a la Verge. Cal mencionar dos epitafis breus. Un en prosa, datable el 1482, dedicat a la Sepultura de mossèn Francí d'Aguilar. L'altre, en vers, dedicat al cavaller Perot de Penarroja. Tots dos cavallers valencians morts en la guerra de Granada.