Mostrando las entradas para la consulta Nápoles ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Nápoles ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

sábado, 13 de julio de 2019

María Luisa de Parma, tele de sincuantasing pulgades

María Luisa de Parma robán dissimuladamén una tele de 55 (sincuantasing) pulgades


Patrossine esta entrada: Puyo Valderrobres.

Puyo área tecnológica, Valderrobres, la estirpe de Ramonet Puyo (que bon sel tingue)


María Luisa de Parma (Parma, 9 de diciembre de 1751-Roma, 2 de enero de 1819) fue reina consorte de España como esposa de Carlos IV, de quien era prima carnal por el lado paterno. Era nieta de Luis XV de Francia, hermana de Fernando I de Borbón-Parma y también prima carnal de los reyes franceses Luis XVI, Luis XVIII y Carlos X. Se la considera la última reina del Antiguo Régimen en España.

Era hija de Felipe I, hermano de Carlos III de España y duque de Parma y de la princesa Luisa Isabel de Francia, hija del rey Luis XV. Según muchos historiadores,[cita requerida] recibió una educación discutible, bajo influencia del controvertido abad Étienne Bonnot de Condillac, quien defendía ciertas libertades en cuanto a moralidad que en aquella época resultaban impropias de las damas nobles.

En 1765 contrajo matrimonio con el príncipe de Asturias, futuro Carlos IV; eran primos carnales por vía paterna y parientes cercanos por la vía materna de María Luisa. En 1788 se convirtió en reina consorte de España tras producirse la muerte de su suegro el rey Carlos III y ser reconocido como rey de España su esposo, Carlos IV. María Luisa de Parma ejerció una gran influencia sobre su marido. Sufrió un ostensible deterioro físico por los numerosos embarazos y partos. Un problema que tuvo María Luisa fue que varios de sus hijos tenían problemas de salud y de crecimiento: de niña la infanta Carlota Joaquina era demasiado pequeña para su edad; la infanta María Amalia también era demasiado pequeña y estaba constantemente enferma; el príncipe Fernando era muy enfermizo y físicamente inmaduro (llegó a rasurarse por primera vez a los 18 años); de niña la infanta María Isabel era demasiado pequeña para su edad. Esto provocó fuertes rumores en la corte que decían que una maldición pesaba sobre María Luisa y que por eso sus hijos eran enfermizos y físicamente inmaduros. La correspondencia diplomática de diversos embajadores acreditados en España revela los rumores que corrían en la corte madrileña sobre la mala salud de los hijos de María Luisa, particularmente en la década de 1780, que es cuando los rumores tomaron mayor fuerza tras la muerte de los infantes gemelos en 1784.

Tras el matrimonio en 1802 del príncipe Fernando con María Antonia de Nápoles, que mantuvo una mala relación personal con ella —la animadversión era mutua; María Luisa le escribió al favorito Manuel Godoy: «¿Qué haremos con esa diabólica sierpe de mi nuera y marrajo cobarde de mi hijo?»—, el llamado «partido napolitano» formado alrededor de los príncipes de Asturias lanzó todo tipo de insidias contra ella y contra Godoy, que la reina madre de Nápoles María Carolina, instigadora de las acciones de su hija, se ocupaba de difundir por toda Europa. Entre otras calumnias se llegó a decir que Godoy era el verdadero padre de la infanta María Isabel de Borbón y del infante Francisco de Paula de Borbón. La reacción de Godoy fue fulminante: en septiembre de 1805 ordenó la expulsión de la corte de varios nobles del entorno de los príncipes de Asturias y más tarde expulsó de España al embajador de Nápoles y su esposa, poco después de que a finales de diciembre de 1805 el reino de Nápoles fuera conquistado por Napoleón y la reina María Carolina destronada, con lo que desaparecía la que había sido el principal referente político del «partido napolitano».

Después del fallecimiento en mayo de 1806 de la princesa de Asturias, el ahora llamado «partido fernandino» mantuvo los ataques contra la reina y contra Godoy.​ Con el pleno consentimiento y participación del príncipe Fernando se continuó con una soez campaña de desprestigio contra ellos que consistió en la elaboración de dos series de treinta estampas a todo color cada una, acompañadas de textos que explican o complementan los dibujos, en las que, en palabras del historiador Emilio La Parra López, «en tono procaz y a base calumnias se ridiculizó hasta lo indecible a la reina y a Godoy». La primera serie estaba dedicada al encumbramiento de Godoy —apodado en las estampas como «Manolo Primero, de otro nombre Choricero» o como AJIPEDOBES (que debe leerse de derecha a izquierda)— gracias a los favores de la reina María Luisa que era presentada como una depravada sexual devorada por la lujuria.

Estuvo enfrentada con numerosos miembros de la Corte española del momento. Destacó la rivalidad que mantuvieron la reina y la duquesa de Alba, musa de Goya. También tuvo desavenencias con la duquesa de Osuna.

La firma del Tratado de Fontainebleau (1807) provocó la entrada del ejército francés en España. Coincidiendo con este hecho se organizó una conjura en la que tomó parte el príncipe de Asturias, Fernando, futuro Fernando VII. El 17 de marzo de 1808 tuvo lugar el Motín de Aranjuez que logró la caída de Manuel Godoy y la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo. Napoleón Bonaparte aprovechó la situación para intervenir en España al forzar a su vez la abdicación de Carlos IV en su favor y la renuncia del príncipe Fernando a sus derechos de sucesión. Napoleón les había obligado a acudir a Bayona. Este episodio es conocido como las abdicaciones de Bayona y tuvo lugar el 5 de mayo de 1808.

María Luisa acompañó a su marido al destierro, primero en Francia, confinados por Napoleón en Compiègne, y posteriormente en Roma, donde falleció, reinando ya su hijo Fernando en España, el cual ordenó el traslado de los restos de sus padres para ser enterrados en el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial.

María Luisa y Carlos IV tuvieron catorce hijos en trece embarazos (aparte de estos, la reina tuvo 10 embarazos más que acabaron todos en abortos espontáneos,​ lo cual suma un total de 23 embarazos). De ellos, siete llegaron a la edad adulta:

La familia de Carlos IV (1800), obra de Francisco de Goya, Museo del Prado.

La familia de Carlos IV (1800), obra de Francisco de Goya, Museo del Prado.
Carlos Clemente (19 de septiembre de 1771 - 7 de marzo de 1774)
Carlota Joaquina (25 de abril de 1775 - 7 de enero de 1830), reina de Portugal
Un aborto de una niña en el 4º mes de embarazo (19 de diciembre 1775)
Un aborto de una niña en el 6º mes de embarazo (16 de agosto de 1776)
María Luisa (11 de septiembre de 1777 - 2 de julio de 1782)
Un aborto en el 1.er mes de embarazo (22 de enero de 1778)
María Amalia (9 de enero de 1779 - 22 de julio de 1798)
Carlos Domingo (5 de marzo de 1780 - 11 de junio de 1783)
Un aborto de un niño en el 4º mes y medio de embarazo (17 de enero de 1781)
María Luisa (6 de julio de 1782 - 13 de marzo de 1824), reina de Etruria
Carlos Francisco (5 de septiembre de 1783 - 11 de noviembre de 1784)
Felipe Francisco (5 de septiembre de 1783 - 18 de octubre de 1784)
Fernando VII (14 de octubre de 1784 - 29 de septiembre de 1833), rey de España.
Carlos María (29 de marzo de 1788 - 10 de marzo de 1855), pretendiente carlista.
María Isabel (6 de julio de 1789 - 13 de septiembre de 1848), reina de las Dos Sicilias.
Un aborto en el 1.er mes de embarazo (4 de diciembre de 1789)
Un aborto en el 1.er mes de embarazo (30 de enero de 1790)
Un aborto en el 1.er mes de embarazo (30 de marzo de 1790)
María Teresa (16 de febrero de 1791 - 2 de noviembre de 1794)
Felipe María (28 de marzo de 1792 - 1 de marzo de 1794)
Un aborto de un niño en el 5º mes y medio de embarazo (11 de enero de 1793)
Francisco de Paula (10 de marzo de 1794 - 13 de agosto de 1865), duque de Cádiz.
Un aborto de un niño en el 4º mes y medio de embarazo (20 de marzo de 1796)
Un aborto en 1799.

Ha sido uno de los miembros más impopulares de la realeza española a lo largo de la historia. Hoy en día se tiende a matizar la leyenda negra que ensombreció su reputación en el siglo XIX. Su relación con Manuel Godoy, aunque muy estrecha, pudo carecer del componente sexual que se le suponía.
De joven, fue una princesa de aspecto agradable, al menos por los retratos que se conocen de Mengs y otros artistas. Pero ya casada, los sucesivos partos hicieron que perdiese casi toda la dentadura, como era común en la época, por lo que tuvo que recurrir a dientes postizos de marfil. Estas prótesis asombraban por su perfección.
En la corte circularon rumores que decían que una maldición pesaba sobre María Luisa pues varios de sus hijos habían muerto siendo muy pequeños.
Aún mayor, se sentía orgullosa de la turgencia de sus brazos, y encargaba sus vestidos con mangas apropiadas para lucirlos.
Su protegido, el primer ministro Godoy, le regaló un caballo (llamado Marcial) con el que fue retratada por Goya (Museo del Prado).
Se rumoreaba que ella y Godoy envenenaron a la primera esposa de Fernando, María Antonia de Nápoles.
La tarde del día 2 de enero de 1819, Fray Juan de Almaraz fue requerido por la reina para la que sería su última confesión. En ella le hacía partícipe de algo inaudito, algo que asombró al clérigo y que a la postre le iba a arruinar la vida: "Ninguno de sus hijos era de legítimo matrimonio". También le instó a que redactara un documento con esa declaración para que se hiciera público una vez que el confesor hubiera muerto. Instantes después, la reina fallecía. Fray Juan de Almaraz, pensó en la orden que le había dado la reina y a los pocos días, el 8 de enero de 1819, redactó un documento que guardó en sobre lacrado:
"Como confesor que he sido de la reina madre de España (q.e.p.d.) Doña María Luisa de Borbón. Juro imberbum sacerdotis como en su última confesión que hizo el 2 de enero de 1819 dijo que ninguno, ninguno de sus hijos e hijas, ninguno era del legítimo matrimonio; y así que la dinastía Borbón de España era concluida, lo que declaraba por cierto para descanso de su alma, y que el Señor la perdonase. Lo que manifiesto por tanto amor que tengo a mi rey el señor don Fernando VII. Por quién tanto he padecido con su difunta madre. Si muero sin confesión, se le entregará a mi confesor cerrado como está, para descanso de mi alma. Por todo lo dicho pongo de testigo a mi Redentor Jesús para que me perdone mi omisión".

Muy aficionada a las joyas, el principal creador de ellas durante su reinado fue Leonardo Chopinot, que llegó a ser Guardajoyas Real.

Películas en las que aparece el personaje de María Luisa de Parma.

Año Película Director Actriz que interpreta a la reina
2006 Los fantasmas de Goya Miloš Forman Blanca Portillo
1999 Volavérunt Bigas Luna Stefania Sandrelli
1995 Carlota Joaquina, Princesa do Brazil Carla Camurati Vera Holtz

La Parra López, Emilio (2018). Fernando VII. Un rey deseado y detestado. XXX Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias. Barcelona: Tusquets. ISBN 978-84-9066-512-1.
RUBIO, María José. Reinas de España. Siglos XVIII al XXI. De María Luisa Gabriela de Saboya a Letizia Ortiz. Madrid: La Esfera de los Libros, 2009.

viernes, 14 de diciembre de 2018

JORNADA TERSERA. NOVELA SEXTA

Ricciardo Minútolo vol a la dona de Filippello Sighinolfo, a la que advertín selosa y diénli que Filippello al día siguién se reunirá en la seua dona a uns bañs, la fa aná allí y, creén que ha estat en lo home se trobe en que ha estat en Ricciardo.

Res mes li quedabe per di a Elisa cuan, alabada la sagassidat de Assicalat, la Reina li va di a Fiameta que continuare en una história, y ella, tota sonrién, va contestá: 
- Siñora, de bona gana.
Y va escomensá:
Mos convé eixí de la nostra siudat, que tan com es abundán en atres coses tamé u es en ejemplos de tota classe, y com Elisa ha fet, tos contaré algo de les coses que pel món han passat, y per naixó, passán a Nápoles, tos contaré cóm una de estes beates que se mostren tan esquives al amor va sé pel ingenio del seu amán portada a sentí los fruits del amor abáns de que haguere conegut les flos o les yemes; lo que a un tems tos fará mes cauteloses en les coses que poden sobrevíndretos y tos deleitará en les ocurrides. 

Bandera , escudo, rey, Aragón, Señal Real, historia, reinos, Aragón, Mallorca, Valencia, Sicilia, Córcega y Cerdeña, Nápoles, ducados, Atenas, Neopatria, marquesados, Provenza, condados, Barcelona Barcino Barchinona, Rosellón, Urgell, señoríos, Montpellier, dominios, Gelves, Gozzo Gozo, Malta, tributos, Murcia, Tremegen, Túnez


A Nápoles, siudat antiquísima y potsé tan deleitable, o mes, que cap atra a Italia, ñabíe un jove noble de sang y espléndit per les seues riqueses, de nom ere Ricciardo Minútolo. Este, encara que per dona teníe a una hermossíssima y grassiosa jove, se va enamorá de una que, segóns la opinió de tots, en mol sobrepassabe en hermosura a totes los demés dames napolitanes. Se díe Catella, y ere la dona de un jove noble de nom Filippello Sighinolfo, al que ella, honestíssima, mes que a res amabe y teníe en apréssio. Amán, pos, Ricciardo Minútolo an esta Catella y ficán en obra totes aquelles coses per les que la grássia y l´amor de una dona tenen que podé conquistás, y en tot alló no podén arribá a res del que dessichabe, se desesperabe, y del amor no sabén o no podén deslligás, ni sabíe morís ni li aprofitabe viure. Y en tal disposissió están, va passá que per les dones que eren les seues parentes va sé un día bastán alentat per a que se desfaiguere de tal amor pel que en vano se cansabe. Com Catella no teníe datre be que Filippello, del que ere tan selosa que hasta temíe que los muixóns que pel aire volaben lay prenguéren. Ricciardo, sabén dels sels de Catella, de repén va maquiná una manera de satisfé los seus dessichos y va escomensá a mostrás desesperat pel amor de Catella y a habél ficat en un atra noble Siñora, y per amor seu va escomensá a mostrás justán a caball y luchán y fen totes aquelles coses que per Catella solíe fé. Y no u habíe fet mol tems cuan al ánimo de tots los napolitáns, y tamé de Catella, estabe que ya no volíe a Catella sino an esta segona Siñora, y tan en aixó va perseverá que tan per sert per tots ere tingut alló que hasta Catella va dixá de sé fura en ell per l´amor que tíndrela solíe, y com si fore de la família, com a veí, al aná y al vindre lo saludabe com fée als atres.
Va passá que, fen una caló que ataubáe, moltes compañíes de dames y caballés, segóns la costum dels napolitáns, van aná a recreás a la voreta del mar y a diná allí y a sopá allí; sabén Ricciardo que Catella en la seua compañía habíe anat, tamé ell en los seus amics s´hi va atansá, y en la compañía de les dames de Catella va sé ressibit, fénse primé de rogá, com si no li apetiguére quedás allí. Allí les Siñores, y Catella en elles, van escomensá a gastáli bromes sobre lo seu nou amor, y mostránse mol inflamat, mes materia los donabe per a parlá. Después, habénsen anat una de les Siñores cap allí y l’atra cap allá, com se fa an aquells puestets, habénse quedat Catella en unes poques allí aon Ricciardo estabe, va dixá caure Ricciardo miránla an ella una alusió a sert amor de Filippello lo seu home, pel que ella va sentí sels de repén y per dins va escomensá tota a enséndres en dessich de sabé lo que Ricciardo volíe di. Y después de contíndres una mica, no podén aguantá mes, li va rogá a Ricciardo que, per l'amor de la Siñora a qui ell mes amabe, li vinguere en gana aclaríli lo que habíe dit de Filippello
Ell va di:
- Me hau conjurat y no tos puc negá res de lo que me demanéu, y per naixó tos u diré, si me prometíu que ni una paraula diréu ni an ell ni a datre, mes que cuan veigáu per los fets que es verdat lo que vach a contátos, que si voléu tos enseñaré cóm podéu vórel. A la Siñora li va aná be lo que li demanabe, y va creure que ere verdat, y li va jurá no díu may. Retirats, pos, apartadets, per a no sé sentits per los demés, Ricciardo va escomensá a díli aixó: 
- Siñora, si yo tos vullguera com tos vach volé, no osaría dítos res que tos dolguére, pero com aquell amor ha passat me cuidaré menos de dítos la verdat de tot. 
No sé si Filippello alguna vegada va péndre a ultraje l´amor que yo tos tenía, o si ha tingut lo pensamén de que alguna vegada vach sé amat per vos, pero a mí may me va demostrá res. Pero potsé esperán lo momén adecuat, cuan yo menos u sospechara, amostre vóldre fém a mí lo que crec que pense que li hay fet yo, es di, vóldre tíndre a la meua dona per a plaé seu, y segóns me pareix la ha solissitat desde fa no mol tems hasta ara en moltes embajades, que totes hay sabut per nella, y ella li ha donat la resposta que yo li hay manat. Pero este matí, abáns de vindre aquí, hay trobat a la meua dona a casa en un atra dona en secret consiliábul, y enseguida me ha paregut de qué parláen. Hay cridat a la meua dona y li hay preguntat qué volíe aquella. Me ha dit: 
«Es eisse fisó y corcó de Filippello, al que donánli respostes y esperanses tú mel has futut damún, y diu que vol sabé lo que enteng fé, y que, si yo vullguera, faríe que yo puguera aná secretamen a una casa de bañs de esta siudat y en aixó me rogue y me canse, y si no fore perque me has fet tíndre estos trates, mel hauría tret de damún de tal manera que may hauríe ficat los ulls aon yo haguera estat». 
Ara me pareix que ha anat massa lluñ y que ya no sel pot soportá mes, y dítosu per a que conegáu quina recompensa ressibix la vostra fiel lealtat per la que yo vach está a pun de morí. Y per a que no cregáu que són cuentos y fábules, si teníu ganes de vóreu y tocáu, vach fé que la meua dona li donare an aquella que esperabe esta resposta: 
que aniríe en son demá cap a la michdiada, cuan la gen dorm, an eixa casa de bañs, en lo que la dona sen va aná contentísima. 
Ara, no creuréu que la enviaría allí, pero si yo estiguera al vostre puesto faría que ell me trobare allí en ves de aquella en qui pensabe trobás, y cuan haguera estat una mica en ell, li faría vore en quí habíe estat; y fen aixó crec que sel ficaríe en tanta vergoña que al mateix pun lo despréssio que a vos y a mí vol fé siríe vengat.
Catella, al sentí aixó, sense tíndre en considerassió quí ere qui lay díe ni los seus engañs, segóns la costum dels selosos, va doná fe an aquelles paraules, y sertes coses passades abáns va escomensá a lligá en este fet; y ensenénse en ira, va contestá que ella faríe alló, que no ere tanta faenada féu y que sertamen si ell anabe allí li faríen passá tal vergoña que sempre que veiguére an alguna dona después se li vindríe a la memória. Ricciardo, contén en aixó y pareixénli que lo seu invento habíe sigut bo y donabe resultat, en atres moltes paraules la va confirmá en alló y va aumentá la seua credulidat, rogánli que no diguere may que lay habíe dit ell; lo que ella li va prométre pel seu honor.
Al matí siguién, Ricciardo sen va aná a una bona dona que dirigíe aquells bañs que li habíe dit a Catella, y li va di lo que enteníe fé, y li va rogá que en alló li ajudare. 
La bona dona, que mol obligada li estabe, li va di que be u faríe, y en ell va consertá lo que habíe de fé o di. Teníe ésta, a la casa aon estaben los bañs, una alcobeta mol fosca, perque no ñabíe an ella cap finestra per la que entrare la llum. Aquella, segóns les indicassións de Ricciardo, va prepará la bona dona y va prepará a dins un llit tan be com va pugué, al que Ricciardo, com u habíe planejat, se va ficá y se va quedá esperán a Catella.
La Siñora, sentides les paraules de Ricciardo y habénles donat mes fe del que mereixíen, plena de indignassió, va torná per la nit a casa, aon per cassualidat Filippello despistat en uns atres pensaméns tamé va torná y no li va fé lo ressibimén que acostumbrabe a féli. Notánu ella, va tíndre mes sospeches de les que teníe, diénse an ella mateixa: 
«En verdat, éste té lo cap ficat a la dona en qui demá creu que se donará plaé y gust, pero aixó no passará.»
Y en tal pensamén, imaginán lo que li diríe cuan ya haguere estat en ell, va passá tota la nit. Arribada la hora de nona, Catella va péndre la seua compañía y sense cambiá de propósit sen va aná cap an aquells bañs que Ricciardo li habíe enseñat; y trobán allí a la bona dona li va preguntá si Filippello ya habíe vingut. A lo que la bona dona, adoctrinada per Ricciardo, va di: 
- ¿Sou la Siñora que té que vindre a parlá en ell?
Va contestá Catella:
- Sí, yo soc.
- Pos - va di la bona dona- , anéu en ell.
Catella, que anabe buscán lo que no hauríe volgut trobá, fénse portá a la alcoba aon estabe Ricciardo, en lo cap cubert va entrá an ella y va tancá per dins. Ricciardo, veénla vindre, alegre se va ficá de peu y ressibínla als seus brassos li va di en veu baixeta: 
- ¡Benvinguda sigue l´alma meua!
Catella, per a mostrá que ere un atra, lo va abrassá y lo va besá li va fé grans festes sense di ni una paraula, tenín temó de que si parlabe la reconeguére. La alcoba estabe fosca com la boca de un llop, per lo que cada una de les parts estabe contenta; y no per está allí mol tems guañaben los ulls mes vista. Ricciardo la va portá al llit y allí, sense parlá per a que no puguere reconéixe la veu, durán mol tems en gran plaé y gust, mes per una de les parts que de l’atra van está; pero después de que a Catella li va pareixe tems de dixá eixí la indignassió, ensesa per la ira, va escomensá a cridá aixina:
- ¡Ay!, ¡qué misserable es la fortuna de les dones y que mal se emplee l´amor de moltes en los seus homes! Yo, misserable de mí, fa vuit añs ya que te amo mes que a la meua vida, y tú, com u hay sentit y ara vist, vas tot calén y te consumíxes pel amor de una dona extraña, home culpable y mol roín. ¿Pos en quí te creus que has estat? Has estat en aquella que se ha gitat a la teua vora durán vuit añs; has estat en aquella a qui en falsos afalagaméns has engañat mostránli amor y están enamorat de un atra. Soc Catella, no soc la dona de Ricciardo, traidó desleal: escolta a vore si reconéixes la meua veu, que soc ella; faltarán mil añs hasta que a la llum estiguém per a avergoñít com u meréixes, gos asquerós y deshonrat. ¡Ay, misserable de mí!, ¿a quí li hay dedicat tan amor tans añs? An este chucho desleal que, creénse tíndre en brassos a una dona extraña, m'ha fet mes caríssies y tendreses en este poc tems que hay estat aquí en ell que en tot lo restán que hay sigut seua. ¡avui has sigut ben pito y potén, gos renegat, cuan a casa sols mostrát tan fluix, cansat y sense forsa! Pero alabat sigue Déu que lo teu hortet has llaurat y no lo de un atre, com te creíes. No me extrañe que esta nit no te arrimáres; esperabes descarregá la cárrega a un atra part y volíes arribá mol fresc caballé a la batalla: ¡pero grássies a Déu y a la meua artimaña, l´aigua per fin ha baixat per aon debíe! ¿Per qué no contestes, home culpable? ¡Per Déu que no sé per qué no te fico los dits als ulls y tels trac! Te vas creure que de amagatontes podíes fé esta traissió. ¡Per Déu, tan sap un com l´atre; no has pogut: millós sabuessos te hay tingut detrás del que creíes!
Ricciardo chaláe en estes paraules y, sense contestá res la abrassabe y la besabe y mes que may li fée grans caríssies. Pel que ella, que seguíe parlán, diebe: 
- Sí, te creus que ara me afalagues en les teues caríssies fingides, gos fastidiós, y me vols tranquilisá y consolá; estás equivocat: no me consolaré de aixó hasta que no te hayga presentat a la vergoña de tots los paréns, amics y veíns tením. ¿Pos no soc yo, mol roín, tan hermosa com u pugue sé la dona de Ricciardo Minútolo?, ¿no soc igual en noblesa an ella? ¿No dius res, gos sarnós? ¿Qué té ella mes que yo? Apártat, no me tocos, que per avui ya has combatit prou. Be sé que ya, ara que saps quí soc, lo que faigues u farás forsadamen: pero aixina Déu me dono la seua grássia que te faré passá carénsia, y no sé per qué no envío a per Ricciardo, que me ha amat mes que an ell mateix y may va pugué gloriás de que lo mirara ni una vegada; y no sé qué mal haguere ñabut en féu. Tú has cregut tíndre aquí a la seua dona y es com si la hagueres tingut, perque per tú no ha quedat; pos si yo lo tinguera an ell no me u podríes criticá, en tota la raó del món.
Aixina, les paraules van sé moltes y la amargura de la Siñora gran; pero al final Ricciardo, pensán que si la dixabe anássen en esta creénsia a mol mal podríe portá, va dessidí descubrís y tráurela del engañ en que estabe; y agarránla en brassos y apretánla be, de manera que no puguere anássen, va di: 
- Alma meua dolsa, no tos enfadéu; lo que sol amán no podía tíndre, Amor me ha enseñat a conseguíu en engañ, y soc lo vostre Ricciardo.
Sentín aixó Catella, y reconeixénlo per la veu, va vóldre aventás fora del llit, pero no va pugué; entonses va volé cridá, pero Ricciardo li va tapá la boca en una de les máns, y va di: 
- Siñora, ya no pot sé que lo que ha passat no haygue passat; encara que cridáreu durán tot lo tems de la vostra vida, y si quirdéu o de alguna manera féu que aixó se sápigue alguna vegada per algú, passarán dos coses. La una sirá (que no poc té que importátos) que lo vostre honor y la vostra fama se empañarán, perque encara que diguéu que yo tos hay fet vindre aquí en engañs yo diré que no es verdat, sino que tos hay fet vindre aquí en dinés y preséns que tos hay prometut y que com no tos u hay donat tan cumplidamen com esperábeu tos hau enfadat, y per aixó parléu y quirdéu, y sabéu que la gen está mes disposada a creure lo roín que lo bo y me creurá abáns a mí que a vos. Ademés de aixó, se seguirá entre lo vostre home y yo una mortal enemistat y podríen ficás les coses de modo que o yo lo matara an ell abáns o ell a mí, pel que may podríeu está después alegre ni contenta. Y per naixó, cor meu, no vullgáu infamátos y ficá en perill y buscá riñes entre lo vostre home y yo. No sou la primera ni siréu la radera que es engañada, y yo sol tos hay engañat pel exessiu amor que tos ting y estic disposat sempre a tíndretos, y a sé lo vostre humildíssim criat. Y si fa mol tems que yo y les meues coses y lo que puc y valgo han sigut les vostres y están al vostre servissi, enteng que u siguen mes que may de aquí en abán. Ara, vos sou prudén en les atres coses, y estic segú que tamé u siréu en ésta.
Catella, mentres Ricciardo diebe estes paraules, ploráe mol, y encara que mol cabrejada estiguere y mol se lamentare, no va dixá de escoltá la raó en les sinseres paraules de Ricciardo, y va vore que ere possible que passare lo que Ricciardo diebe; pel que va di: 
- Ricciardo, yo no sé cóm Déu me permitirá soportá la ofensa y lo engañ que me has fet. No vull cridá aquí, aon la meua simplesa y exessius sels me han portat, pero estáte segú de aixó, no estaré may contenta si de un modo o atre no me vech vengada del que me has fet; per naixó díxam, no me tocos mes; has tingut lo que has dessichat y me has humillat tan com has vullgut; es hora de que me díxos. Díxam, te u rogo.
Ricciardo, que sen donabe cuenta de que ella estabe encara massa enfadada, se habíe proposat no dixála anássen hasta conseguí que se calmare; pel que, escomensán en dolses paraules a ablaníla, tan va di, y tan va rogá y tan va jurá que ella, vensuda, va fé les paus en ell, y en lo mateix dessich per les dos parts se van quedá juns en grandíssim gust durán mol rato. Y veén entonses la Siñora que eren mes gustosets los besets del amán que los del home, transformada la seua duresa en dols amor per Ricciardo, desde aquell día cap abán lo va vóldre y, obrán en prudénsia, moltes vegades van gosá del seu amor. 
Que Déu mos faigue chalá del nostre.

séptima

miércoles, 26 de septiembre de 2018

SEGONA JORNADA. NOVELA SEXTA.

Madama Beritola, trobada en dos cabridets a una isla, habén perdut dos fills, sen va de allí cap a Lunigiana, aon un dels fills va a serví al seu siñó y en la filla de éste se gite, y lo fiquen a la presó; Sicilia rebelada contra lo rey Carlos, y reconegut lo fill per la mare, se case en la filla del seu siñó y trobe a són germá, y tornen a tindre una alta possisió.

Sen habíen enrit mol les Siñores y los joves de les aventures de Andreuccio, cuan Emilia, advertín la historia acabada, seguín lo orde de la Reina aixina va escomensá:

Coses series y doloroses són los movimens de la fortuna, sobre los que crec que no desagrade tindre que sentí tan als felisos com als desgrassiats, als primés fa precavits y als segóns console. Y per naixó, encara que grans coses hayan sigut dites abáns, enteng contátos una historia tamé verdadera y piadosa, que, encara que alegre final tingue, va sé tanta y tan llarga la seua amargura, que apenes puc creure que alguna vegada la dolsificare la alegría que la va seguí:

Mol volgudes Siñores, después de la mort de Federico II lo emperadó, va sé coronat rey de Sicilia Manfredo, al que acompañabe sempre un home noble de Nápoles de nom Arrighetto Capece, teníe per dona a una hermosa y noble dama igualmén napolitana de nom madama Beritola Caracciola.

Arrighetto, tenín lo gobern de la isla a les mans, sentín que lo rey Carlos primé habíe vensut a Benevento y matat a Manfredo, y que tot lo reino se veníe an ell, tenín poca confiansa en la escasa lealtat dels sicilianos no volén convertís en súbdito del enemic del seu siñó, se preparabe per a fugí. Pero sabut aixó per los sicilianos, ell y mols atres amics y criats del rey Manfredo van sé entregats com a prissioneros al rey Carlos, y lo domini de la isla después.

Madama Beritola, en tan gran mudansa de les coses, no sabén qué siríe de Arrighetto y sempre tenín temó de lo que habíe passat, per temó a sé humillada, dixades totes les seues coses, en un fill seu de uns vuit añs de nom Giuffredi, y preñada y pobre, montán a una barcota, va fugí a Lípari, y allí va parí un atre fill mascle al que va nombrá Lo Expulsat;
y en una criandera (nodrissa o assormadora) y tots los demés, a una barqueta va montá per a torná a Nápoles en los seus paréns. Pero va passá lo que no se esperaben: per la forsa del ven, lo barquet minudet, que a Nápoles teníe que arribá, va sé transportat a la isla de Ponza, aon van entrá a una caleta, y se van ficá a esperá la oportunidat per a continuá lo viache. Madama Beritola, desembarcán y fen terra a la isla com los demés, y trobat un puesto solitari y ben lluñ, allí se va retirá sola a queixás pel seu Arrighetto. Y fen lo mateix tots los díes, va passá que, están ella ocupada en la seua aflicsió, sense que dingú, ni marinero ni atre, sen donare cuenta, va arribá una galera de corsaris, que los van capturá a tots y sen van aná.

Madama Beritola, acabat lo seu diari lamén, tornán a la playa per a vore als seus fills, com acostumbrabe fé, a dingú va trobá allí, del que se va maravillá primé, y después, sospechán lo que habíe passat, los ulls cap al mar va atansá y va vore la galera, encara no mol alluñada, que remolcabe al barquet, pel que va está segura de que, igual que al home, habíe perdut als fills; y pobre y sola y abandonada, sense sabé si podríe trobá an algú, veénse allí, desmayada, cridán al home y als fills, va caure a la playa.

No ñabíe aquí dingú que en aigua freda o en un atre michá a les desmayades forses cridare, pel que al seu albedrío van pugué los espíritus aná bambán per aon van volé ; pero después li van torná les forses, jun en mes llágrimes, y mol tems va cridá als fills y per totes les cavernes y covaches los va aná buscán. Cuan va vore que se fatigabe inútilmen y caíe la nit, esperán y no sabén qué fé, se va preocupá una mica y, anánsen de la playa, an aquella caverna aon acostumbrabe a plorá y a queixás va torná. Y cuan la nit ya habíe passat, en molta temó y en incalculable doló, y lo nou día habíe vingut, y ya passada la hora de tersia, com la nit abáns no habíe sopat, obligada per la fam, se va ficá a pasturá herba; y pasturán com va pugué, plorán, anáe pensán sobre la seua futura vida allí. Y mentres cavilabe, va vore vindre una cabreta que va entrá allí prop a una coveta, y después de un ratet va eixí de ella y sen va aná pel bosque; pel que, eixecánse, allí va entrá, de aon habíe eixit la cabreta, y va vore dos cabridets potsé naixcuts lo mateix día, que li van pareixe la cosa mes dolsa del món y la mes grassiosa; y com encara no se li habíe retirat la lleit dels pits después del parto, los va agarrá téndramen y los va assormá en les seues mamelles y mugrons.
Estos no van repudiá lo servissi, igual mamaben de ella com u hagueren fet de la seua mare, y de entonses en abán entre la mare y ella cap distinsió van fé; pareixénli a la noble Siñora habé trobat an esta isla deserta compañía, pasturán herbes y bebén aigua y plorán pel home y los fills y enrecordánsen de la seua vida passada, allí a viure y a morí se habíe disposat. Y, vivín aixina, la noble Siñora en fiera convertida, va passá que, después de algúns mesos, per fortuna va arribá tamé un barquet de pissanos (de Pisa) allí aon ella habíe arribat abáns, y se van quedá uns cuans díes. Ñabíe an aquell barco un home noble de nom Currado dels marquesos de Malaspina en una dona seua valenta y santa; y veníen en peregrinassió de tots los sans llocs que ña al reino de Apulia (Puglia) y a casa seua tornaben. Per a entretindre lo aburrimén, en la seua dona y algúns criats y gossos, un día van volé baixá a la isla; y no mol lluñ del puesto aon estabe madama Beritola, van escomensá los gossos de Currado a seguí als dos cabridets, que, ya granets, estaben pasturán; los cabridets, acassats pels gossos, van escampá cap a la caverna aon estabe madama Beritola. Ella, veén aixó, ficánse de peu y agarrán un tocho, va fé tirá cap atrás als gossos; y allí Currado y la seua dona, que als seus gossos seguíen, van arribá, y veénla morena y prima y peluda com se habíe ficat, se van assustá y extrañá, y ella mol mes que ells. Pero después de que als seus rogs habíe Currado aguantat als seus gossos, después de moltes súpliques van conseguí que diguere quí ere y qué fée allí, y ella los va contá tota la seua historia y les seues desventures. Lo que, sentín Currado, que habíe conegut mol be a Arrighetto Capece, va plorá de compassió y en moltes paraules se les va ingeniá per a apartála de esta dessisió tan rigurosa, oferínli portála a casa seua o tíndrela en ells en lo mateix honor que a san germana, y que allí se quedare hasta que Déu mes alegre fortuna li deparare. An estes ofertes no se va plegá la Siñora, y Currado va dixá en ella a la seua dona y li va di que enviaríe minjá, y robes, perque estabe vestida en draps, per no di que estabe descorcholí, en pilotes, y que u probare tot per a emportássela en ells. Quedánse en ella la noble Siñora, habén plorat mol en madama Beritola los seus infortunios o les seues desgrássies, fets vindre vestits y viandes, en la faenada mes gran del món la va convense de minjá y vestís. Y después de mols mes rogs, dién ella que no volíe aná aon fore coneguda, va conseguí que anare en ells a Lunigiana, en los dos cabridets y la cabreta, que mentrestán habíe tornat aon estaben elles y li habíe fet grandíssimes festes a la noble Siñora. Y aixina, vingut lo bon tems, madama Beritola en Currado y en la seua dona al barco van montá, y en ells la cabra y los dos chotets.

Com no sabíen lo nom de la dona, la van cridá Quirrina; y, en bon ven, pronte van arribá hasta lo delta del Magra, aon van baixá del barco y als seus castells van pujá. Allí, a la vora de la dona de Currado, madama Beritola, en trajes de viuda, com una damissela seua, honesta y humilde y ben creguda va está, guardán lo amor per als seus cabridets y fénlos alimentá.

Los corsaris que habíen assaltat y enganchat lo barco a Ponza en lo que madama Beritola habíe vingut dixánla an ella perque no la habíen vist, en tota la demés gen sen van aná cap a Génova; y allí dividit lo botín entre los amos de la galera, li van tocá, entre atres coses, la niñera de madama Beritola y los dos chiquets a un tal micer Guasparrino de Oria, que los va enviá a casa seua per a tindrels com criats de les faenes de la casa.

La niñera, mol apocadeta per la perdua de la seua ame y per la misserable fortuna que los habíe caigut a damún als dos chiquets y an ella, va plorá amargamen; pero después de vore que les llágrimes no li servíen de res, com ere sabia y espabilada, va pensá que si los dos chiquets eren reconeguts, podríen ressibí molesties, y esperán que, cuan fore, cambiare la fortuna pugueren torná al perdut estat, va pensá no descubrí a dingú quí eren: y a tots diebe (los que li habíen preguntat per naixó) que eren los seus fills. Y al mes gran, no Giuffredi, sino Giannotto de Prócida lo cridabe; al minut no se va preocupá de cambiáli lo nom; y en máxima diligensia li va enseñá a Giuffredi per qué li habíe cambiat lo nom y en quin perill podíe está si fore reconegut, y aixó no una vegada sino moltes y ben assobín li recordabe: lo que lo sagal, que u enteníe be, fée lo que li enseñabe la sabia nodrissa.

Se van quedá, pos, mal vestits y pijó calsats, y féen totes les faenes mes roínes, jun en la niñera, y en passiensia van aná passán mols añs a casa de micer Guasparrino. Pero Giannotto, cuan ya teníe setse añs, tenín mes atrevimén del que sol tindre un criat, rechassán la baixesa de la condissió servil, puján a unes galeres que anaben a Alejandría, del servissi de micer Guasparrino sen va aná y va está per mols puestos, sense pugué millorá gens. Al final, después de uns tres o cuatre añs de habéssen anat de casa de micer Guasparrino, sén un bon mosso y habénse fet gran de estatura, y habén sentit que son pare, al que creíe mort, estabe encara viu encara que en cautividat tingut pel rey Carlos, casi desesperán de la fortuna, vagán com un vagabundo, va arribá a Lunigiana, y allí va entrá per casualidat com a criat de Currado Malaspina servínli en diligensia y a gust. Y com mol poques vegades va vore a sa mare, que en la Siñora de Currado estabe, no la va pugué coneixe, ni ella an ell: la edat los habíe cambiat mol tan al un com al atre, desde que se van vore per radera vegada. Están, pos, Giannotto al servissi de Currado, va passá que una filla de Currado de nom Spina, que habíe enviudat de Niccolo de Grignano, va torná a casa del pare; ella, sén mol bella y agradable y jove, en poc mes de setse añs, per ventura li va ficá los ulls a damún a Giannotto y ell an ella, y la un del atre se van enamorá. Este amor no va está mol tems sense efecte, y mols mesos van passá abáns de que algú sen acatare; pel que, ells, massa segús y confiats, van escomensá a actuá de manera menos discreta que la que se requeríe. Y anán un día per un bosque ple de abres, la jove y Giannotto, dixán a tota la demés compañía, sen van aná dabán, y pareixénlos que habíen dixat mol lluñ als demés, a un puestet idílic y bucólic ple de herbetes y floretes, y voltat de abres, van escomensá a fé lo amor. Y cuan ya habíen estat juns mol rato, que lo gran plaé los va fé trobá mol curtet, van sé alcansats per la mare de la jove primé, y después per Currado. Ell, apenat sobremanera al vore aixó, sense di res del perqué, los va fé agarrá als dos per tres dels seus criats y a un castell seu los van portá lligats; y de ira y de disgust gemegán anáe, disposat a féls morí.
La mare de la jove, encara que mol cabrejada estiguere y reputare digna a la seua filla, habén vist segóns les paraules de Currado quina ere la seua intensió respecte als culpables, no podén soportá alló, donánse pressa va alcansá al enfadat home y va escomensá a rogáli que li faiguere lo favor de no convertís en verdugo de la seua filla y que no se tacare les mans en la sang de un criat seu, y que trobare un atra manera de calmá la ira, com per ejemple ficáls a la presoneta y que penaren y ploraren lo pecat cometut. Y tantes paraules li va está dién la santa dona que va apartá del seu ánimo lo propósit de matáls; y va maná que a diferéns puestos foren engabiats, y allí ben guardats, en poc minjá y moltes incomodidats, hasta que dessidiguere fé un atra cosa en ells; y aixina se va fé.

Y vaya vida van passá tancats y plorán seguit y fen mes dijú que un flare. Portán, pos, Giannotto y Spina una vida tan dolorosa, y habén passat ya un añ sense que Currado sen enrecordare de ells, va passá que lo rey Pere de Aragó, per un acuerdo en micer Gian de Prócida, va sublevá a la isla de Sicilia y lay va pendre al rey Carlos; pel que Currado, com ere gibelino, va fé una gran festa.

Giannotto va sentí parlán an algún de aquells que lo custodiaben, va doná un gran suspiro y va di:

- ¡Ay, triste de mí!, ¡que fa avui ya catorse añs que vach arrastránme pel món, no esperán datra cosa que ésta, y ara que arribe, me ha trobat a la presó, de la que may mes espero eixí, mes que mort!

- ¿Y qué? - va di lo seladó -. ¿Qué te importe a tú lo que faiguen los altissims reys? ¿Qué tens tú que fé a Sicilia?

A lo que Giannotto va di:

- Pareix que me se trenque lo cor enrecordánmen del que mon pare va tindre que fé allí. Encara que yo era mol chiquet cuan vach fugí de allí, men enrecordo de que lo vach vore Siñó en vida del rey Manfredo. Va seguí lo seladó:
- ¿Y quí va sé ton pare?

- Mon pare - va di Giannotto - puc ya manifestáu perque me vech a cubert del perill que tenía descubrínu, se va di y se diu encara, si viu, Arrighetto Capece, y yo no Giannotto sino Giuffredi me dic; y no dudo, si de aquí ixquera, que tornán a Sicilia, no tinguera allí encara una altíssima possisió.

Lo bon home, sense di res mes, lay va contá tot a Currado. Sentín aixó Currado, encara que va mostrá no preocupás del prissionero o presoné, sen va aná a vore a madama Beritola y li va preguntá si habíe tingut algún fill de Arrighetto que se diguere Giuffredi. La Siñora, plorán, va contestá que, si lo mes gran dels dos fills seus que habíe tingut estiguere viu, aixina se diríe y tindríe vintidós añs. Sentín aixó, Currado va pensá que podíe fé una gran misericordia y borrá la seua vergoña y la de la seua filla donánlay an aquell per dona; y per naixó, fen vindre secretamen a Giannotto, lo va interrogá en pels y señals sobre tota la seua passada vida. Y trobán una abundansia de indissis de que de verdat ere Giuffredi, fill de Arrighetto, li va di:

- Giannotto, saps lo gran que ha sigut la ofensa que me has fet en la meua filla, habénte tratat be, com té que fes en los criats, teníes que buscá sempre lo meu honor y lo de les meues coses; y mols atres als que hagueres fet lo que a mí me vas fé, te hauríen matat, cosa que grássies a la meua piedat no vas patí. Ara, ya que me dius que eres fill de un home noble y de una noble Siñora, vull que se acabo la teua angustia y tráuret de la miseria y de la presó aon estás, y al mateix tems lo teu honor y lo meu reintegrá al seu debut puesto.

Com saps, Spina, a qui en amorosa amistat vas coneixe, es viuda, y la seua dote es gran y bona, y les costums de son pare y de sa mare los coneixes, per lo que, cuan vullgues, estic disposat a que, ya que deshonestamen va sé la teua amigueta se convertixque honestamen en la teua dona, y que vigues com un fill meu aquí en mí y en ella.
La presó habíe machacat y ablanit la carn de Giannotto, pero lo generós ánimo propi del seu origen no habíe menguat gens, ni tampoc lo verdadé amor que li teníe a la seua dona; y encara que dessichare lo que Currado li oferíe y u veiguere al seu alcanse, gens va atenuá lo que la grandesa del seu ánimo li demanáe di y fé, y va contestá:

- Currado, ni soc un afanós de Señorío ni ting dessich de dinés ni datra raó me va fé may obrá com un traidó contra la teua vida y les teues coses. Vach vóldre a ta filla y la estimo encara, y la voldré sempre, perque la reputo digna del meu amor; y si yo en ella me vach portá poc honestamen segóns la opinió dels vulgars, vach cometre aquell pecat que sempre porte parello la juventut, y que si se vullguere fé desapareixe se hauríe de extinguí la juventut, y éste, si los vells sen vullgueren enrecordá de cuan van sé joves y los defectes dels demés compararen en los seus, no siríe tingut per serio com u es ara per tú y per mols atres; y com amic, no com enemic, vach pecá, y no una vegada, sino moltes. Lo que me oferixes sempre u vach dessichá, y si haguera cregut que me podíe sé consedit, mol tems abáns u hauría demanat. Si no tens pensat fé lo que les teues paraules diuen, no me alimentos en vanes esperanses; fésme torná a la presó, y fésme allí afligí tan com vullgues, que mentres vullga a Spina te voldré a tú per l´amor seu, faigues lo que faigues, y te tindré reverénsia.

Currado, habénlo sentit, se va maravillá y lo va tindre com enamorat per un amor ruén, y mes lo va volé: per naixó, ficánse de peu, lo va abrassá y lo va besá, y sense tardá mes, va maná que portáren a Spina en secreto cap allí. Ella, a la presó, se habíe ficat arguellada, blanca y fluixeta, y un atra dona pareixíe, y Giannotto pareixíe tamé un atre home. Ells, en presénsia de Currado, en consentimén mutuo se van casá segóns la nostra costum. Y después de uns díes, sense que dingú sen enterare del que habíe passat, los van proví de tot alló que nessessitáben o los apetíe, y pareixénlos tems de fé alegrás a les dos mares, cridán a la seua dona y a la Quirrina aixina los va di:

- ¿Qué diríeu, Siñora, si yo tos tornara al vostre fill gran casat en una de les meues filles? A lo que la Quirrina va contestá:  

- No podría ditos res, y no podría estátos mes obligada del que tos estic, pero mol mes u estaría si vos una cosa que me es volguda mes que yo mateixa me tornáreu; y tornánmela de la manera que diéu, me tornaríeu a mí la meua perduda esperansa y la vida. Y plorán, va callá.
Entonses li va di Currado a la seua dona:

- ¿Y a tú qué te pareixeríe, dona, si tel donára per géndre? A lo que la Siñora va contestá:
- No un de ells, que són nobles, sino consevol misserable si a vos tos vinguere en gana, me estaríe be.

Entonses va di Currado:
- Espero fétos alegrá dins de pocs díes.
Y veén ya als dos joves que habíen recuperat lo seu anterió aspecte, vestínlos honradamen, li va preguntá a Giuffredi:

- ¿Qué te agradaríe mes, ademés de la alegría que tens, que vore aquí a ta mare?

A lo que Giuffredi va contestá:

- No me es possible creure que los seus desventurats acsidéns la haiguen dixat viva: pero si aixina fore, mol me agradaríe, y ademés, en lo seu consell, podría recuperá a Sicilia gran part dels meus bens.
Entonses Currado va fé vindre allí a les dos Siñores. Les dos van fé maravilloses festes a la ressién casada, maravillánse de que Currado haguere arribat a sé tan bondadós y fet lo seu parén a Giannotto, al que madama Beritola, per les paraules sentides a Currado, va escomensá a mirá be, y se va despertá an ella algún recuerdo de les infantils facsións de la cara del seu fill, y sense esperá datra demostrassió, en los brassos uberts se li va tirá al coll, ni lo desbordán amor y la alegría materna li van permétre o permití di cap paraula, la van privá de tots los sentits hasta tal pun que com si estiguere morta va caure als brassos del fill que la abrassabe. Ell, encara que mol se extrañare de habéla vist moltes vegades abáns an aquell mateix castell sense may reconéixela, va reconéixe l´auló de sa mare y reprochánse lo seu descuido, ressibínla als seus brassos plorán, la va besá. Madama Beritola va sé assistida per la dona de Currado y per Spina, en aigua freda y en atres artes seues li van torná les desmayades forses y va torná a abrassá al fill en moltes llágrimes y moltes dolses paraules; y plena de piedat materna mil vegades mes lo va besá, y ell an ella mol la va mirá y la va abrassá. Estes festes se van repetí tres o cuatre vegades, no sense contén y plaé dels concurréns, y se van contá les seues calamidats. Currado ya habíe comunicat als seus amics lo nou víncul familiá, y va organisá una hermosa y magnífica festa.

Giuffredi li va di:

- Currado, me hau contentát en moltes coses y mol tems hau honrat a ma mare: ara, per a que res quedo per fé, tos rogo que a ma mare, a los meus convidats y a mí alegréu en la presénsia de mon germá, que com a criat té a casa seua micer Guasparrino de Oria, qui, com ya tos hay dit, de ell y de mí se va apoderá pirateján y después, que enviéu an algú a Sicilia per a que se informo de les condissións y del estat del país, y que averíguo qué ha sigut de Arrighetto, mon pare, si está viu o mort, y si está viu, en quin estat; y una vegada informat de tot, tórno a natros.

Li va apetí a Currado la petissió de Giuffredi, y sense tardá va enviá a discretíssimes persones a Génova y a Sicilia. Lo que va aná a Génova, va trobá a micer Guasparrino, y de part de Currado li va rogá que al Expulsat y a la seua niñera li enviare, contánli lo que Currado habíe fet en Giuffredi y en sa mare.
Micer Guasparrino se va maravillá mol al sentíl, y li va di:

- Es verdat que faré per Currado consevol cosa que estigue a les meues máns y que ell vullgue. Hay tingut a casa, desde fa catorse añs, al mosso que me demane y a sa mare, y tels enviaré de bona gana; pero li dirás de part meua que se cuido de no creure massa les fábules de Giannotto, que dius que avui se fa cridá Giuffredi, perque es mol mes roín del que ell se pense.
Y dit aixó, fen honrá al valén home, va fé cridá a la niñera en secreto, y la va interrogá sobre aquell assunto. Ella, habén sentit la rebelió de Sicilia y sentín que Arrighetto estabe viu, traénse la temó de damún que hasta entonses habíe tingut, lay va contá tot y li va di les raóns per les que se habíe comportát de aquella manera.


Micer Guasparrino, veén que les coses dites per la nodriza cuadráben en les del embaixadó de Currado, va escomensá a doná fé a les paraules; y va fé mes averiguassións sobre este assunto, cada vegada trobáe mes coses que li féen creure en alló, y avergoñínse del vil trate que li habíe donat al mosso, per a enmendáu, com teníe una filla mol maja de ONSE añs de edat, sabén quí habíe sigut y ere Arrighetto, en una gran dote lay va doná per dona, y después, lo mosso, la filla, lo embajadó de Currado y la niñera, puján a una galera ben armada, van aná cap a Lérici (Lérida o Lleida no), aon se va fé una gran festa a un castell no mol lluñ de allí, propiedat de Currado.

Qué festes va fé la mare al torná a vore a son fill minut, cuántes les de los dos germáns, y los tres a la fiel niñera.

Déu, generossíssim cuan escomense a doná, pel que sabém que no es catalá, va fé arribá alegres noves de la vida y lo bon estat de Arrighetto Capece.

Mentres los convidats estáen a la taula, encara al primé plat, va arribá aquell que habíe sigut enviat a Sicilia, y entre atres coses va contá que Arrighetto, que estáe a Catania encarselát pel rey Carlos, cuan se va eixecá lo poble contra lo rey, van córre a la cárcel y, matán als guardies, lo habíen tret de allí, y com lo mes gran enemic del rey Carlos lo habíen fet capitán y lo habíen seguit a expulsá y matá als fransesos; per naixó, se habíe fet mol amic del rey Pedro, qui tots los seus bens y tot lo seu honor li habíe restituít, pel que tornabe a está en gran possisió; afegín que an ell lo habíe ressibit en máxim honor y li habíe fet moltes festes per les bones notíssies de la seua dona y del fill, dels que después de sé empresonat res habíe sabut, y enviabe a per nells una escuadra en algúns gentilhomes, que veníen detrás.

Currado y algúns dels seus amics van eixí a trobá als gentilhomes que veníen a per madama Beritola y Giuffredi, van sé ressibits alegremen y convidats al banquete, que encara no estabe ni a miges. Ells, de part de Arrighetto, van saludá y agraí a Currado y a la seua dona lo honor fet a la seua dona y a son fill, y tots, mol conténs, van minjá y beure al banquete de les ressién casades y los ressién casats. Y no sol aquell día se va fé festa, sino mols mes; y después de acabá lo jubiléu, pareixénli a madama Beritola y a Giuffredi y als demés que teníen que anássen, en moltes llágrimes de Currado y de la seua dona y de micer Guasparrino, puján al barco, emportánse a Spina, sen van aná.

Van tindre bon ven, y van arribá pronte a Sicilia, y van sé ressibits a Palermo per Arrighetto en tan gran festa (tots per igual, los fills y les dones) que no se podríe contá; y allí se creu que mol tems van viure tots felísos y van minjá perdius.

Séptima

lunes, 20 de diciembre de 2021

Biblioteca valenciana. Escritores del siglo XV.

ESCRITORES DEL SIGLO XV.

LUCAS BONASTRE.

1408.

Jurisconsulto valenciano, sujeto muy acreditado en esta ciudad, por lo que mereció se le nombrase jurado de ella en 1402; y que en 1408, fuese elegido para Justicia Criminal, según todo consta en los Fastos Consulares de esta ciudad. Escribió:

1. Notae super Foris Valentiae. Manuscrito.

Se conserva en la exquisita librería del Sr. Borrull, de cuyo autor, con referencia a este, nos da noticia (aunque equivocando el nombre) D. Francisco Pérez Bayer (1). (Sigue la imagen de Francisco Pérez Bayer en la universidad de Salamanca)

Francisco Pérez Bayer y Benicassim (Valencia, 11 de noviembre de 1711 – Valencia, 27 de enero de 1794), filólogo, numismático y jurista español.

Inscripción fenicia y griega de Malta interpretada por primera vez por Pérez Bayer (1722).


FR. JUAN MONZÓ.

1412.

Religioso Dominico, del que habla Ximeno, tomo 1, pág. 17, poniendo por fundamento de su patria, el haberlo visto notado en un antiguo diario manuscrito, que se conserva en el archivo del Real Convento de Predicadores de Valencia; pero en prueba y confirmación de ser valenciano nuestro autor, y no de Monzón, en Aragón, de donde, por la semejanza del apellido, lo pretende hacer hijo, y como a tal le coloca en su Biblioteca de autores Aragoneses D. Félix Latassa, oponiéndose y despreciando las razones de Ximeno; copiaremos aquí la partida de la limosna que el Consejo General, celebrado a 4 de abril de 1375, mandó dar a nuestro autor, que se halla en el manual del número 16, folio 260 del archivo de la ciudad de Valencia, y dice así:

“Item: Lo dit Consell, en remuneració dels treballs molts é diversos, sostenguts per lo religios frare Johan de Monço, del Orde de Prehicadors, Conventual de la dita Ciutat, majorment en lo present tems de mortaldat, en prehicacions, é per esguart de la sua suficiencia é encara per ço com es natural de la dita Ciutat, é per aprofitar, Deu volent, en sciencia, prehicacions i altres virtuts, otorga á aquell en ajuda de les despeses per aquell faedores en anar á estar á estudi en Paris, en aquest any, cent florins d'or, i de altra part en ajuda de les despeses per aquell faedores en haber Magisteri de Santa Theologia, sie quant obtindrá aquell é fará la festivitat d'aquell, dosents florins d'or; esperant lo dit Consell que sciencia é doctrina del dit frare Johan, serán fets per avant, Deu volent, altres majors servicis é bons a la cosa publica de la dita Ciutat, per lo dit frare Johan de Monço en prehicacions, confessions é altres bones obres.”

Claramente se ve por las palabras de com es natural de la dita Ciutat, ser efectivamente valenciano, y no de Monzón, a cuya villa le adjudica Latassa en su Biblioteca, contradiciendo a Ximeno, sin fundamento competente.

GINER RABAÇA 

1412.

Hijo de Giner Rabaça (de quien hemos hablado al año 1358), fue natural de la ciudad de Valencia, legista célebre, y mereció la confianza de la ciudad, eligiéndole jurado de ella en 1378.

Se distingue del padre, que siempre se firmó Licenciado en leyes, y el hijo se tituló Doctor, y usó constantemente de este dictado, como se ve en las Cortes celebradas en Valencia a 20 de febrero de 1358, donde se firma En giner rabaça, doctor en leis.

Fue uno de los que más ilustraron los Fueros de Valencia, pues pocos han escrito tantos Comentarios como él, y se han mirado siempre con el mayor aprecio por su juicio y ciencia, la cual le elevó a la clase de Consejero del Rey, como consta por el Privil. 2, Alphonsi III, fol. 174 del libro de Privilegios.

Por otra parte, es bien notorio que Zurita (1: Notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 147, col. 2), Blancas (2: Lib. XI de sus Anales, cap. 72) (las notas 1 y 2 están intercambiadas) y Morlá (falta llamada y nota 3: Comentaria, pág. 239) en el prólogo del Emporium juris, lo citan; ¿y quién de nuestros historiadores ignora que este Giner o Janer Rabaça, fue uno de los nueve varones que fueron nombrados, para que en el célebre Convento de Caspe deliberasen dar la Corona de Aragón, en cuya junta salió elegido D. Fernando I? Y aunque nuestro Rabaça no llegó a sentenciar a quién tocaba el cetro, porque en mayo de 1412, a instancia de su yerno, se declaró no estar para ello por habérsele turbado el juicio (cosa natural, atendida su avanzada edad), como lo refiere Zurita, y otros; sin embargo, no por ello se le puede privar del honor de haber sido elegido para este acto, y como esto sucedió en 1412, lo colocamos en dicho año. De este Rabaça desciende la casa de los Marqueses de Dos-Aguas. Escribió: 1. Notae super Foris Valentiae. 

Hablan de este autor Rodríguez (1: Bibliot. Valen. pág. 471) y el Sr. Bayer (2: En las notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 147).

MOSEN PEDRO MARCH.

1413.

Hijo según parece de Jaime March, del que hemos hablado, año 1396, y padre de Ausias (Ausiàs), como dice Ximeno (3: Tomo 1, pág. 41, col. 2). Fue poeta célebre, y como tal alabado de Gil Polo (4: En su Diana, lib. 9, pág. 153), por Mariner en sus obras, pág. 512, donde dice que la mujer de March se llamaba Leonor Ripoll. Habla también el Sr. Bayer, en las notas a la Bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio (5: Tomo 2, pág. 106, col. 4), y Cerdá sobre Polo (6: Notas a la Diana de Gil Polo, impresión de Madrid de 1802, pág. 393).

El Marqués de Santillana en su Carta al Condestable de Portugal, le escribe del origen de nuestra poesía, y dice: “Mosen Pedro March el viejo, valiente é noble caballero, fizo asaz gentiles cosas, é entre las otras escribió: 1. Proverbios de gran moralidat. 

Llamóle el viejo para distinguirle de otro posterior, o del hijo, o porque sería de edad muy avanzada, o tal vez habría ya fallecido.

Léase el artículo de Ausias al año 1467, y en él se verá deberse colocar este poeta en el año 1413.


V. P. D. BONIFACIO FERRER.

1417.

Jurisconsulto, y hermano de S. Vicente Ferrer, monje cartujo, natural de Valencia. Hablando Ximeno (7: tomo 1, pág. 23) de este autor, se inclina a creer que la traducción de la Biblia en lengua valenciana, es hecha por S. Vicente, o por un anónimo, y no de D. Bonifacio, citando a Calmet y a D. Nicolás Antonio; pero si estos hubieran visto y leído el fragmento de dicha Biblia, de que habla Rodríguez, y se halla insertado en la pág. 362, en el libro de los Varones ilustres de la Real Cartuja de Portaceli, quedarían convencidos, haber sido Don Bonifacio Ferrer el autor de dicha traducción: la referida hoja, que es la última del Apocalipsis, la traen impresa Castro (8: Biblioteca Española, tomo 1, pág. 446), y el Padre Jaime Villanueva en su Viaje literario a las iglesias de España, (Joaquín Lorenzo) tom. 4, pág. 56.

Los curiosos podrán ver a estos autores, cuyas pruebas no es del caso repetir en este artículo. Me contentaré con trasladar la última hoja de dicha traducción, como se halla en aquella edición antigua. Concluye pues así: “Gracies infinides sien fetes al omnipotent Deu, e senyor nostre Jesu Crist: e a la humil, e sacratissima Verge Maria mare sua. Acaba la biblia molt vera, e catolica: treta de una biblia del noble mossen Berenguer Vives de boil caballer: la cual fon trellada de aquella propria que fon arromansada en lo monestir de Portaceli de lengua latina en la nostra valenciana per lo molt reverend micer Bonifaci Ferrer, doctor en cascun dret, e en facultat de sacra theologia: e don de tota Cartoxa: germá del benaventurat sanct Vicent Ferrer del orde pricadors: en la cual translació foren e altres singulars homes de scientia. E ara darrerament aquesta es stada diligentment corregida vista e regoneguda per lo reverent mestre Jaume Borrell, mestre en sacra theologia del orde de pricadors, e inquisidor en regne de Valencia. Es stada empremptada en la ciutat de Valencia a despeses del magnifich en Philip Vizlant mercader de la vila de Jsne de alta Alemanya: per mestre Alfonso Fernandez de Córdoba del regne de Castella, e per mestre Lambert Palomar Alamany mestre en arts: comenzada en lo mes de Febrer del any mil quatre cents setanta set: e acabada en lo mes de Mars del any mil CCCCLXXVIII.” (1478)                              

Este Alonso Fernández de Córdoba imprimió también en Valencia la obra siguiente, que no trae el P. Méndez en la Tipografía Española, y es: Incipit summula confessionis vtilissima: in qua agitur quomodo se habere debeat confessor erga penitentem in confessionibus audiendis: quam edidit Reverendissimus vir: ac in cristo pater dominus frater Antonius archiepiscopus florentinus ordinis fratrum predicatorum. = Concluye: Millesimo quadrigentessimo septuagesimo septimo: regnante serenissimo domino Johane Aragonum Rege pacifico: optimo: et pleno dierum: impresum fuit hoc opus inceptum: Finitumque feliciter valentie: auxilium divina prestante misericordia. Fuit operis predicti magister: Alfonsus Fernandez de corduba de Regno hispanie. Tomo en folio.

También Lamberto Palmart, alemán, imprimió los Fueros de Valencia en 1482, de los que hablaremos en el artículo de Gabriel de Ruiceh.   

Me ha parecido dar noticia de estas ediciones, para corroborar que en nuestra Valencia imprimían ambos impresores en aquel tiempo.

Volvamos a nuestro D. Bonifacio: el M. Fr. Francisco Vidal en la vida de S. Vicente Ferrer (1: Edición de Valencia en folio, pág. 120, col. 2), hablando de lo que escribió dicho Venerable, concluye: “y una versión de la Biblia que se imprimió en 1478.” Federico Furió Ceriol, valenciano, en su Bononia, sive de libris sacris convertendis in vernaculam linguam, impreso en 1555, citado por Lelong, (2: Bibliot. Sacra, cap. 4, art. 3 pág. 362) dice: “Fuit centum et triginta ab hinc annis plus minus versa sacra scriptura (hoc est circa annum 1408) in Valentinam linguam: et quadraginta aut circiter ab hinc annis (hoc est circa annum 1516) iterum iisdem litteris elegantius multo impresa.”

Conrado Gesnero, citado por el mismo Lelong, dice que todos los ejemplares de esta Biblia fueron quemados.

No es difícil el creer que sea esta la que se conserva manuscrita en la biblioteca Real de Francia, en tres volúmenes de a folio (códice 9831, 9833), con el título: Biblia catalana. Otra Biblia catalana historiis illustrata, se conserva manuscrita en la Colbertina, en 4.° (códice 381). De entrambas hace mención Lelong en el citado capítulo 4.°

Fue también nuestro autor gran jurisconsulto estimado en la ciudad, quien lo eligió para jurado de ella el año 1388; y tan instruido en las leyes patrias, que comentó los Fueros del Reino: por ello se debe añadir a sus obras la siguiente:

1. Notae super Foris Regni Val.

2. Ordinatio facta per reverendissimum in Christo Patrem, dominum Bonifacium, priorem Cartusiae de novitio induendo et introducendo in Cellam. Manuscrito. Se halla en el archivo de la Cartuja de Portaceli.


S. VICENTE FERRER.

1419.

Ximeno, en el tomo 1, pág. 24, y siguientes.

Gloria de la ciudad de Valencia, del cual trata difusamente Ximeno: sin embargo, tenemos que añadir lo que sigue: La obra notada por este con el número 1, intitulada: De suppositionibus logicis sive Dialecticis, que dice Ximeno vio ha muchos años, y no pudo volver a encontrar, tampoco la he hallado por más diligencia que para ello he puesto; pero para mayor confirmación de que el Santo la compuso, referiré los que hacen mención de ella, y son: Mengho Blanchelli, Faventino o de Faenza, en el Comentario de las Sumulas de Paulo Veneto, impreso en Venecia, 1520, en folio, apud haered. Octaviano Scoti, página 37, col. 4, y en la 57, col. 2. = Fr. Juan Sánchez Sedeño, en su lógica, libro 2.° de Universalibus, quaest. 3, pág. 209, col. 2.a, edición de Salamanca, 1600, donde dice: Insignis verbi Dei Praedicator B. Vincentius Ferrer, O. N. in Opusculo de suppositionibus, quod servatur in Biblioteca insignis Conventus Regalis Abulensis, cujus copiam mihi fecit frater meus Fr. Petrus de Tapia huius nostri ordinis dicit esse::::

Número 2. De Unitate seu natura universalis: según Ximeno, lo trabajó el Santo en su juventud: hace memoria, y aun copia parte de este opúsculo Pedro Nigro (Religioso Dominico), en su obra intitulada: Clypeus tomistarum, quaest. 23, impresión de Venecia, 1481, y otra vez allí mismo en 1504, a cuyo testimonio se refiere Mas en su Dialéctica Aristotel. Scholia, en el cap. 5, de subjectis et atributis, pág. 1022, y también Antist en el tomito de los opúsculos del Santo.

Número 4. Tractatus de vita spirituali. A las ediciones que trae Ximeno, se han de añadir las siguientes. París por Juan Roigny 1549, en folio, entre los tratados que van al último de las obras de Kempis, desde el folio 70 hasta el 77. = León de Francia (Lyon), con las Meditaciones de S. Agustín, de S. Bernardo, y otros Santos Padres, por los herederos de Jaime Junta 1556, y por Antonio Grifo 1599, ambas en 16.° Brixia, por Angelo Británico de Palazzolo die VIII Octobris MCCCCXCVIII, en 8.°, también con los tratados antes insinuados. Venecia 1502, en 8.°

Traducido en español, se imprimió por mandado del Cardenal Ximénez, en Toledo, sin nombre de impresor, en 1510, en 4.°, juntamente con el libro de la bienaventurada Santa Ángela de Fulgino, y la primera regla de Santa Clara, letra de tortis, con las armas al principio y fin de dicho Cardenal.

Ximeno (1: Pág. 32, col. 1) dice, que vio un tomito de sermones de S. Vicente sobre el Antecristo, que se imprimió en Valencia, 1605, en 8.° debo decir, que ya antes se había impreso en Valencia por Juan Navarro, 1563 y 1567, en 8.° con el título siguiente: Sermones de Sant Vicente Ferrer. En los cuales avisa contra los engaños de los dos Antichristos, y amonesta a todos los fieles cristianos, que estén aparejados para el juicio final.

Sigue al cristiano lector un prólogo, y después comienza la historia de la vida del bienaventurado San Vicente Ferrer, el predicador. En breve se volvió a reimprimir por el mismo Navarro, en 1569, también en 8.°, y sin foliación, con este título: Estos son los sermones que predicó y escribió el Apostólico y bienaventurado padre Sant Vicente Ferrer, natural de Valencia, contra la venida del Antichristo, y apercibimiento del juicio final. Es obra de gran doctrina y consolación para las almas. Agora nuevamente impresos con licencia. Sigue como el de arriba, prólogo y vida. El mismo Navarro lo volvió a imprimir en 1573, en 8.°, con el mismo frontis y demás, todos en letra de tortis y sin foliar.

Las notas marginales a la suma de Santo Tomás, que menciona Ximeno (2: Columna 2, hacia el fin de la pág. 32), con el nombre de Apuntamientos o Escolios, las publicó el Maestro Madalena con el siguiente título: Crisis tomistica et novissima litteralis enmendatio Summae Theologiae Angelici Doctoris Sancti Thomae Aquinatis adiicienda et post plurium Theologorum operam clariorum exhibens Lectoribus sensum juxta antiqua volumina manuscripta qua D. Vicentius Ferrerius tradidit Conventui Alcagnisii Ord. Praedic. in cujus Archivo diu abscondita ad communem utilitatem contrectavit Fr. Thomae Madalena Sacr. Theol. Doct. et ejusdem Conv. semel et iterum Prior. 1719. Caesaraugustae apud hered. Emanuelis Roman.

En el prólogo al lector, expresa que la nota que está al principio de los cuatro volúmenes o tomos de la suma, dice así: Istum librum dedit Conventus Alcagnisii Venerabilis Pater Frater Vicentius Ferrerius Sacrae Theologiae Magister et Confesor Domini Papae Benedicti XIII. Hemos de estar, pues, a lo que dice Diago, mas que al Divi que cita el P. Nieremberg, porque siendo escrito de letra de aquel tiempo, equivocó este al Dñi por Divi, como lo aclara Diago.

Que dichas notas fueron puestas por mano del mismo S. Vicente, a más de la tradición constante de Alcañiz, lo confirma dicho Madalena con el testimonio de Pedro Portales, notario de aquella ciudad, en un instrumento público que autorizó, sobre el voto que allí se hizo de celebrar fiesta a S. Vicente, en el cual entre otros motivos se señala este: “Dejó también las partes de Sto. Tomás notadas de propia mano &c.” Consérvase dicho jurídico instrumento de 3 de noviembre de 1612, en el archivo del mismo Convento de Alcañiz.

Nota también el mismo autor, que en los tres últimos tomos o volúmenes, se llama el Angélico Doctor Frater Thomas, y en el primero Sanctus; por lo que infiere que aquellos fueron escritos antes de su canonización, y después el otro; lo cual confirma la forma de letra que parece más moderna.

A la obra del Maestro de las Sentencias, también puso el Santo glosas de su mano; pero como advierte el mismo Madalena, las transcribió de los Comentarios del Angélico Doctor.

En la librería de S. Miguel de los Reyes, hay una Biblia que el llamado Papa Luna, intitulado Benedicto XIII, regaló a S. Vicente, siendo su confesor, según así lo expresa allí mismo una inscripción antigua al principio de ella, cuya Biblia se halla marginada con varias notas manuscritas, algunas con letra se S. Vicente. Así dice: Ista Biblia glosata et postilata per D. Hugonem Cardinalem est fratris Vincentii Ferrarii Ord. Praedicat. in sacra pagina magistri, quam sibi dedit Sanctissimus in Christo Pater Dominus Benedictus Papae XIII, dum esset suus confesor.

Se han de añadir a las obras del Santo, lo siguiente: Coplas en lemosín para la procesión de los disciplinantes; parte de ellas trae el Maestro Serafín, en la vida del mismo Santo, y las vierte después en castellano, asegurándonos que están en el proceso de la Canonización, lib. 1, cap. 18.

El Maestro Vidal, en la vida del Santo (1: Lib. 1, cap. 18, párrafo 2, núm. 41) dice: Constante y segura tradición es, que S. Vicente es el autor de saludar con el Ave María a la Virgen Madre, antes del sermón, como se ve en todos los suyos, y asi propio, que es el autor de los gozos del rosario, que se cantan en valenciano.

FR. ANTONIO CANALS.

1419.

Ximeno, tomo 1, pág. 33.

Natural de Valencia. Consta que fue valenciano, de la carta que escribieron los Jurados de Valencia a Fr. Juan de Podionucis, General del Orden de Predicadores, en 27 de septiembre de 1402, en su recomendación.

En prueba de lo que dice Ximeno en el número 2, de que compuso nuestro Canals, Libre de la Confesió, añadiré la partida del espolio del P. Fr. Manuel Marco, vaciado en Agosto de 1450. “Item, de libro in quo erat Confessio Magistri Canals vendito Fr. Vincentio de la Torre...” 15 sueldos.

De la obra de Valerio Máximo que cita Ximeno al número 1, diciendo que hay un ejemplar en París, manuscrito en vitela, en la librería de Colbert, añadimos que hay otro en la del Excmo. Sr. Marqués de Dos-Aguas, en un tomo en folio, también en vitela: empieza por la tabla de los capítulos, después siguen las cartas del Cardenal al Consejo de Barcelona, y de este a aquel.

DOMINGO MASCÓ.

1427

Legista valenciano, abogado de la ciudad de Valencia, y jurado en los años de 1378 y 1386. Fue muy erudito, como lo manifiesta la embajada que hizo a D. Juan Rei de Aragón en 1387, estando en Barcelona, donde fue enviado por la ciudad de Valencia: allí hizo tanto aprecio de su persona el Rey, que le nombró su Vice Canciller, como dice Escolano (1: 1 Lib. 10 de la Historia de Valencia, cap. 19, núm. 1). Tenía una copiosa librería, estimable en aquel tiempo en que aún no se había descubierto el Noble Arte de la Imprenta: el inventario de dicha librería le recibió Bernardo Gomis, Escribano, en 1404.

Fue también Consejero del Rey D. Martín, y mereció que este Soberano le honrase con los distintivos de egregio doctor y famoso Asesor de su Bailía, como lo dice en la Carta Real de 23 de enero 1402, registrada en el Archivo de la Bailía de esta ciudad.

Asistió como Vice Canciller del Rey D. Martín en las Cortes tenidas en Monzón, por el Rey D. Juan, en 1 de diciembre de 1389 a los regnícolas valencianos: en ellas firma D. Mascho, y también en los Fueros del Rey D. Martín, hechos en Valencia a 26 y 28 de Setiembre de 1403, se lee en todos los decretos su firma en los modos siguientes: 

D. Maschò, Do mas, Doma, Do, y Dominicus maschó, y malamente tres veces: Do mascó, sin aspiración como algunas veces se ha observado. Murió nuestro Mascó en 31 de Octubre de 1427, según Guillermo Mir en sus Fastos Consulares.

Existen en el día de nuestro autor: 1. Commentaria super Foris Valentiae. Manuscrito. Véase al Sr. Bayer (2: Notas a la Bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 147).

Escribió también a principios de dicho siglo XV: 2. Tratado de la potestad y jurisdicción de la Bailía y Gobernación de esta Ciudad y Reino. Manuscrito que dice D. Mariano Ortiz en la Carta en que da noticia de la fundación del Convento del Carmen, pág. 3 en la nota, que vio y leyó.

3. Regles d'Amor i parlament d'un home i una fembra fetes per Miser Domingo Mascó á requesta de la Carrosa Dama del Rey D. Juan I. y carta amorosa de esta al Rei i sa resposta. Manuscrito en folio que original he tenido en mi poder; consta de 52 fojas, y son unos diálogos entre un hombre y mujer, letra del referido siglo.

4. L'Hom enamorat y la fembra satisfeta. Tragedia alusiva al amor que profesaba el Rey D. Juan I a Doña Carrosa, Dama de la Reina, que se representó en el Palacio del Real de Valencia en Abril de 1394, manuscrito, que dice el referido Ortiz en la obra del Descubrimiento de las Leyes Palatinas, folio 39, que original, con varias notas de aquel tiempo, tenía en su poder.

5. Alegacions fetes per Mosen Domingo Mascó, Asesor de la Bailía General, de que los fets ó crims ques fan ó cometen en la mar, encara que sien comés; pusques facen fora les milles son de la jurisdicció del Batle general.

Están en el archivo de la Bailía, en el libro intitulado: Libre negre de titols i privilegis &c. folio 120.


ARNALDO STANYOL.

1430.

Religioso Carmelita: no tenemos más noticia de él, que la que nos suministró nuestro paisano el Ilmo. Sr. D. Francisco Pérez Bayer, en las notas a la Bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 223.

Tradujo a la lengua valenciana:

1. Lo libre del Regiment dels Princeps, fet é compilat per frare Egidi Romá del Ordre des frares Ermitans de Sent Agosti, declarat é explanat per frare Arnau Stanyol del Ordre de Senta Maria del Munt del Carme, á instancia del molt alt é magnifich Princep lo Senyor Infant En jacme, Compte d'Urgel é Vezcomte d'Ager.

Se conserva este códice manuscrito cerca del año 1430, en la librería del Escorial, letra R, Armar. 1, número 8, (tomo II, pág. 613). Este autor no le trae la Biblioteca Carmelitana de un anónimo, impresa en 1752.

PEDRO CARBÓ.

1430.

Valenciano, vecino de Cullera, y padre del célebre Luis Carbó, que en compañía de D. Ramón Boil, estuvo en la jornada que hizo el Rey D. Alonso V, a la conquista de Nápoles; fue grande humanista y poeta, por lo que el Rey, y D. Ramón, siendo Virey del Abruzo, le honraron mucho.

Según un manuscrito de Onofre Esquerdo, en que habla de varias familias, escribió nuestro Carbó: 1. Tratado de Agricultura. Manuscrito en latín, tomando los pensamientos de la del Maestro Sanyol, físico que ordenó la de Aragón, de orden del Rey D. Pedro IV; y como D. Alonso V murió en 1458, y el autor era padre del que le acompañó a Nápoles, por eso arbitramos colocarle en el año 1430.

JUAN MERCADER.

1438.

Valenciano, progenitor de los Condes de Buñol, y de los Barones de Chest. Siguió la carrera de la jurisprudencia, y se graduó de doctor en leyes. Bien enterada la ciudad de Valencia de su talento e instrucción, lo deseó para su gobierno, y sirvió el empleo de jurado en 1402: satisfecha de sus grandes conocimientos, le nombró por su síndico para las Cortes que celebró el Rey D. Martín en la misma en 1403, y en dicha representación asistió a las mismas, según es de ver en la impresión que junto con los fueros se hizo de ellas en 1482.

Su crédito se extendió por todas partes; y así, luego que ocupó el trono de Aragón el Rey D. Fernando I, le honró con el honorífico cargo de Baile General de este Reino, declarándole después superior a los demás de esta, y de la otra parte de Xixona (Jijona); y mandando que le diesen cuentas de sus administraciones, según consta por el privilegio de dicho Rey, folio 171.

Continuaba en ejercer aún este cargo en tiempo de las Cortes de Valencia de 1438, en que Belluga manifiesta haber tenido una fuerte disputa con el mismo.

Escribió: 1. Notae super Foris Valentiae.

Bayer, en las Notas a la Vet. de D. Nicolás Antonio, habla de nuestro escritor, pág. 147, del tomo 2.


D. MANUEL DÍEZ.

1443.

Caballero valenciano. Aclarando más lo que dice Ximeno, tomo 1, pág. 35, de este autor, añadimos: que el Libre de Menescalia, se tradujo al catalán, y publicó la primera vez en esta lengua en 1515, vertido seguramente del que en castellano se publicó en Zaragoza en 1499, tal vez sin saber el traductor, ni tener noticia del que manuscrito vio en Roma D. Nicolás Antonio; y aunque el de Mayans, que cita Ximeno, carece de lugar y año de impresión, he visto un ejemplar que lo tiene, del que me parece dar noticia con alguna extensión; su título dice: Tractat fet per lo magnifich Mossen Manuel Dieç, é dirigit al excellent é Reverendissim Senyor D. Alonso de Aragó, Archebisbe de Saragoza... Lo qual tractat es profitós é molt necesari per qualsevol caballer ó gentil home, ho per qualsevol altra persona que te cavall ó mula, ó qualsevol altre animal de çella: ço es per coneixer totes les malalties é saber curar aquelles. E axi mateix, es molt necessari lo present tractat per qualsevol ferrer ho menescal. En lo Prohemi dice el autor: “He compost lo present libre compartit en tres baibons: lo primer tractará de les mules: lo segon dels cavalls: lo tercer de la nothomia de dits animals.... lo qual per rahó se poria anomenar Espill de Cavallers.”

El traductor dice en el prólogo, después de haber manifestado que el autor dividió la obra en diez capítulos principales: “E yo veent que los dits capitols parlaven molt escur y breu per les persones que entenen poch, per ço he compartit los demunt dits capitols per parlar mes clarament; empero no mudant en cosa ninguna la sentencia....” 

Al principio del libro se halla una nota o portada que dice: “A lahor e gloria de nostre Senyor Deu Jesu Christ fonch estampat lo present tractat molt necesari e prefitos per qualsevol Cavaller ó gentil home; ço es per saber coneixer qualsevol malaltia ho accident que pot venir al cavall: ó á la mula: ó saber curar aquelles: així com largament en lo present libre es contengut. E fonch estampat en la insigne Ciutat de Barcelona per mestre Johan Rosembach Alemany á propies despeses suas. E fonch acabat á 15 del mes de Febrer any 1515.” En 4.°

En la librería del convento de Predicadores de Valencia, existe un tomo manuscrito en folio, escrito en vitela y papel, cuya obra es sin duda alguna el mismo original del autor. La letra es del siglo XV, la lengua lemosino puro que no deja lugar a dudar sea original: fáltanle algunas hojas intermedias. Empieza: “Aquest Libre de Merchalia ha compilat e espirementat lo noble Mossen Manuel Dieç Senyor de la Villa de Andilla. En nom sia de la Sancta Trinitat que es Pare é Fill, é Sent Sprit tot un Deu.” Fáltale la dedicatoria al Arzobispo de Zaragoza; y el primer tratado de las mulas, que el impreso lleva al principio, este lo tiene al fin: y cotejado este manuscrito con el impreso catalán, se ve una grande variación en muchísimas voces, siendo en este el dialecto provincial, (Provintia : Provenza, Provence, Provença , Provenço) y aquel puro valenciano.

Véase el árbol de los Rebolledos que trae Cerdá en las notas al canto del Turia de la Diana de Gil Polo, y a más las páginas 337, 520 y 522.

FRAY RAIMUNDO FOLCH.

1444.            

Natural de la ciudad de Valencia, religioso dominico; fue el primero de su orden que tuvo una de las cinco capellanías que fundó el Rey D. Alonso en la Capilla de los Reyes, con renta de 10 libras anuales. Sirvió por dos veces el empleo de Prior del Convento de Santo Domingo de Valencia: la primera en el año 1421, y lo era aún en 6 de mayo 1429: la segunda, comenzó en 24 de octubre 1438, y lo terminó en julio de 1439. Murió en su convento de Valencia lunes 27 de abril, 1444, lo cual consta del gasto de diae Feria carnes pro 36 de recreatorio propter obitum venerabilis Patris jubilarii Fr. Raymundi Folch.

El P. Teixidor en su Necrologio asegura que es valenciano, y trae su espolio, del cual colige que escribió las obras que diremos, y que se encontraron manuscritas; y a más dice: que en tiempo de nuestro autor, aún se usaba llevar cosida con el escapulario la capilla negra. Sobre ello puede verse a Echard, tomo 1, pág. 75. Escribió:

1. Los termens naturals.

2. De principiis fororum, cuius initium es generatio est duplex.

3. De Misteriis Missarum.

4. Sermons de Defunctis in compendio.

5. Sermons Santorals per annum.

6. Sermons Dominicals per annum.

7. Dos Sermonaris.

8. Sin otros muchos cuadernos de Sermones sueltos.


FRAY PASCUAL BORRÁS.

1447.

Valenciano del orden de Santo Domingo, de quien tenemos muy pocas noticias, sólo se sabe que era religioso, y que murió en el convento de Predicadores de Valencia a 7 de marzo de 1447. En su muerte se encontraron muchos volúmenes de

1. Sermons, que comúnmente y con certeza en el espolio se tuvieron por obra suya.

En recibo de abril de dicho año 1447 se vació por espolio en cantidad de 1086 sueldos y 8, y se hallaron entre sus muebles tres tomos de sermones de San Vicente Ferrer, y se vendieron por el precio siguiente: Un volum de sermons de Mestre Vicent á frare Jaume Just 5 sous y 6, aliud iden 3 sous y 2, aliud Frat. Michaeli Bonora 1 sou y 6.  


FRAY MARTÍN TRILLES.

1454.

Hijo del convento de predicadores de Valencia, y natural de Villafranca en el Maestrado cerca (Maestrat, Maestrazgo) de Morella. Desde el año 1428, regentó la lección (licion) de la Catedral de Tortosa, instituida en 1365, siendo en ella el primer Lector el Maestro Fr. Bartolomé Gaçó, también hijo de hábito del referido convento de Valencia.

Dejó la lección de Tortosa para ejercer el cargo de Vicario general de la Provincia, que con amplísimos poderes le confirió el General Fr. Bartolomé Texeiro. Diago en la Historia de la Orden de Predicadores, folio 65, dice: que el capítulo de Barcelona de 1435, le eligió Provincial vigésimo tercero. A más de los capítulos que refiere el dicho Diago, celebró uno en Estella de Navarra en 1442, y otro en el siguiente año en la Seo de Urgel, cuyas actas no vio Diago. Fue también al Capítulo General que se celebró en Dijon, Ciudad del Ducado de Borgoña, a 31 de mayo 1444. En este mismo año, celebró Capítulo en Huesca a 8 setiembre, en cuyas actas se le dio el título de Inquisidor de Valencia, empleo que obtuvo por la muerte del Maestro Fr. Arnaldo Corts, sucedida en agosto de 1443. Después de absuelto de Provincial a petición suya, como dice el P. Teixidor en el Necrologio, fue prior en Valencia, cuyo empleo empezó a ejercer a 10 de febrero 1448. Siéndolo, fue al capítulo general tenido en Roma en 12 junio 1451, y no 52 como dice Diago, en que quedó electo General Fr. Guido Flamocheti. No obstante los crecidos gastos que le ocasionó el pleito del subsidio, compró muchos libros para la librería, y entre ellos el que se halla en gasto de 31 de agosto 1452: “Item emimus á D. Fr. Sebastiano Episcopo Gultilliensi quendam magnum librum et pulchrum vocatum librum fragmentorum, sive tabulam originalium Fr. Andreae de Cornelles Ord. Minorum pro ponendo in libraria, pretio 35 florinorum monetae regalium valentiae, quas solvimus sibi ultima istius mensis per manus Prioris Mag. Martini Trilles....385 sous.”

Murió en su convento de Valencia a 24 de octubre 1454. = Fontana hace mención de él en Monumenta...

En su espolio, que está vaciado en recibo de diciembre 1454 y 1455, se hallan muchos y curiosos libros con la expresión de sus autores; y uno cuyo autor se ignoraba, le expresaron así: “Item Fr. Pineda quasdam Epistolas nomen est ignotum 3 sueldos.” De aquí se infiere que todos los demás libros que están sin nombre de autor son obras suyas; de quien afirman fue doctísimo cuantos hacen memoria de él, como son Antist, Historia manuscrita de la Inquisición, tomo 3, lib. 5, cap. 11: también Diago en el lugar antes citado; Falcó en la Historia de las cosas más notables pertenecientes al Convento de Predicadores de Valencia, y Ortí (Orti) en sus Memorias de la Universidad (Unniversidad) de Valencia, cap. 2, pág. 17.

Los libros, pues, que escribió son los siguientes, según opina el erudito P. Teixidor.

1. Un sermonario Lavate capita.

2. Otro sermonario Tunc videbunt.

3. Un sermonario qui incipit: Nondum (o Nondam) autem.

4. Idem otro sermonario qui incipit: Hora est jam.

5. Idem: Recordare filii.

6. Otro qui incipit: Ascendens Jesus.

7. Otro idem: Christo confixus sum.

8. Otro idem: Christus est.

Son todos ocho tomos de sermones.

9. Liber Miraculorum.

10. Liber qui incipit: Regimen Animarum, in quo continentur diversi tractatus.

11. De directione et instructione confessorum.

12. Liber contra Judaeos et de officiis.

13. Tractatus contra Judaeos. 

Estos dos volúmenes los compró el Maestro Pineda, y de este mismo asunto había otro con el nombre de su autor, y dice así: “Fr. Bernardo Januarii Librum contra Judaeos, de Figuerola 10 sueldos y 8. ¿Y por qué, pues, de este autor se expresa el nombre, y no de los otros dos antecedentes? Teixidor no discurre otro motivo que el de ser obras de Trilles.


BARTOLOMÉ FACHS.

1457.

Habla de este autor Ximeno, tomo 1, pág. 39, haciéndole valenciano, con referencia a Viciana y otros; pero en obsequio de la verdad debo decir, que no han padecido error los que le creyeron genovés, antes bien se engañaron Viciana y los que le han querido hacer del Reino de Valencia. Jaime Curulo, genovés, y grande amigo de Facio, escribiendo a Arnaldo Fenolleda, caballero español, con motivo de enviarle la versión que hizo Facio de Arriano. Empieza la carta: “Bartholomeus Faccius conterraneus meus...” Esta carta va impresa juntamente con el Arriano de este. Él mismo confesaba ser de la Liguria, como lo refiere Lorenzo Vala en el lib. 1 de las invectivas contra Faccio: por lo cual empieza el libro con aquellos versos de Virgilio:

Vane Ligur, frustra animis elate superbis.

Necquicquam patrias tentasti libricus artes.

Nec fraus te incolumen fallaci perferet anno.”

Pero añade Vala: Ex vincula non ex urbe est. El linaje de Facio fue noble, como quiere Ximeno, y hubo jurados en Valencia como dice, porque lo fueron: Pere Falchs en 1408, 1426 y 1470: Jaume Falchs 1464, 71, 73 y 90: Juan Falchs en 1469: Frances o Francisco Falchs (Fachs) en 1515, 17 y 19: Juan Nofre Fachs en 1521: Jaime Juan Fachs en 1578, 81 y 88. Y aunque dice el referido Vala en el lugar citado: “Ad Scytas ortum ipsius referunt... nam pater Scythes esse fertur, nec non (ut graeco verbo utar) scyreus id est sutor piscatoribus, è quorum corpore ipse est, calceos faciens: à quo prae inopia vir puer hic, veluti mancipium fuerat, Spinolae familiae traditus est.”

Vala fue declarado enemigo de Facio, y así caute legendus est, en lo que dice del origen de su padre, y del mismo Bartolomé Facio.

Gesnero en su Biblioteca, pág. 103, col. 2, dice: “Bartholomeus Facius Genvensis.” Y trae varias obras y ediciones que no vio Ximeno, y de que por no tenerle por valenciano no doy noticia, como ni tampoco de otras que hay en la hermosa librería de S. Miguel de los Reyes de Valencia.


FR. JAIME JUST.

1459.

Valenciano, del orden de predicadores, del que sólo se hallan las noticias que siguen:

En 18 de febrero 1409 ya era religioso profeso. Fue confesor de D. Juan Rey de Navarra, que por muerte de su hermano el gran Rey D. Alfonso, sucedió en la corona de Aragón, lo cual consta de la partida que se halló en recibo del libro mayor en la Dominica 2.a post octavam paschae 1451, que dice así: Item accipimus á Fr. Jacobo Just baccalaureo, presentato, confesore Domini Regis Navarrae de predicatione quam tenuit Benicarló: 20 sueldos. No lo vio Diago, y por eso le omite entre los confesores de Reyes. Murió en el palacio de la Inquisición, que entonces estaba en la Parroquia de S. Esteban (Estévan), de donde lo trasladaron de noche a su convento con cruz, precediendo licencia y facultad de su hermano el Maestro Fr. Miguel Just, entonces Inquisidor. Parece tendría empleo en la Inquisición, ya por haber muerto en su palacio, como también porque era muy docto y versado en la jurisprudencia. Y aún por eso en el ruidoso pleito que tuvo su convento sobre el subsidio, ordenó nuestro Just el alegato en su defensa, que se remitió al Arzobispo de Tarragona, que era juez comisario; y el convento le dio 4 sueld. 6 din. en agradecimiento de su trabajo, según consta en gasto de agosto de 1451. “Item solvimus Fr. Jacobo Just Bacalaureo pro littera quam ordinavit et illam missimus dicto Archiepiscopo Tarraconensi, 4 sueld. 6 din.”

Viernes a 26 de octubre de 1459, se hizo en su convento el oficio de sepultura.

Dejó escritos: 1. Tres sermonarios. 2. Dos lecturas sobre tratados (cuya materia no se expresa.) 3. Tres libros de lógica; y unos cuadernos sueltos de lo mismo, y que se hallaron en su espolio.

Véase a Teixidor en el Necrologio, tomo 1.


MOSEN AUSIAS MARCH.

1462.

Ximeno, tomo 1, pág. 41.

Fue caballero valenciano, y aunque se ignora el año fijo de su nacimiento, se sabe que nació en Valencia, y que floreció en tiempo de D. Alonso V de Aragón: además de las pruebas que de ello nos da Ximeno en el lugar citado, lo demuestra plenamente nuestro fecundísimo poeta Vicente Mariner en la traducción latina de sus obras, y prólogo que precede. Escolano (1: Tomo 1, lib. 4, cap. último, col. 1132, núm. 10) le llama poeta laureado, que es decir coronado; pero ignoramos en qué lugar, ni por qué autoridad recibió la corona poética.   

Dicho Escolano (1: Tomo 2, lib. 10, cap. 29, co. 1698, núm 5.) dice entre otras cosas: Que los Marchs vinieron de Cataluña a la conquista de Valencia; que hubo dos familias de este apellido, siendo la una la de nuestro poeta, donde le da otra vez el título de laureado; que los catalanes lo hacen catalán por haber escrito sus conceptos en lemosín, y por traer su origen por allá: y añade, que Garcilaso de la Vega le imitó tomando de él estanças enteras.

Pero ya no cabe duda sobre la patria de March, desde que el Señor Borrull nos presentó una clara demostración de este punto en la Exposición a la Academia de S. Carlos de Valencia, en cuya obra, pág. 9, nota 5, se ve que dicho March asistió a las Cortes celebradas en Valencia en 1446.

Cerdá en las notas al Canto del Turia, pág. 291, dice: Que consta por los libros del Estamento o Estado de Nobles, que la familia de March de la ciudad de Valencia es noble, y trae su origen de la ciudad de Jaca en Aragón; que vino al tiempo de la conquista de esta Capital y Reino, en donde asentó su casa y solar, conocido en 1238 (2: Real registro repart. Valentiae), y no de Cataluña, como se supone en las Obras Poéticas de Ausias March, impresas en Valladolid en 1555 (que es donde lo hubo de sacar Escolano). De esta familia procedió Mosen Pedro March, Tesorero del Duque Real de Gandía: casó con Doña Leonor Ripoll, según lo convence el codicilo de D. Francisco Juan Ripoll, Señor de Genovés, fecho en Xátiva a 1 de junio 1395, en que hizo una manda a Doña Leonor su nieta, mujer de Mosen Pedro March. Este otorgó su testamento ante Francisco Dalmau, escribano de la misma, a 22 de diciembre 1413, en el que después de nombrar por hijo a Ausias, llama para la sucesión de sus bienes a sus nietas Violante y Aldonza, hijas de Juan su hijo y Doña Violante su mujer. 

Ausias March casó dos veces: la primera, con Doña Isabel Martorell, consta por la escritura que recibió Pedro Rubiols a 28 de enero 1440, que dice: Ausiasius March miles habitator ville Gandie, tamquam heres universalis bonorum, que ferunt domnae Isabelis uxoris meae: se compromete con Galcerán Martorell, su cuñado: la segunda, con Doña Juana Escorna, como lo declaró Don Bernardo Escorna en su testamento hecho ante Juan Caudel, escribano de Denia, a 30 de diciembre 1437. Refiere en él que casó con Doña Aldonza Castellá, de la que tuvo a Doña Juana, mujer de March, a Doña Aldonza, mujer de D. Luis Jofré, señor de Benifayó, y a D. Baltasar Escorna, a quien nombra por heredero.

Ausias fue Señor de Beniarjó, cerca de Gandía, otorgó su testamento en 4 de noviembre de 1458, ante Berenguer Cardona, notario público; fue su heredero D. Jofre de Blanes, dueño del lugar de Albalat, según escritura de 5 de junio de 1462, ante Pedro Rubiols y Bartolomé Batalla, notarios, y así podemos creer que murió Ausias en el intermedio de 1458 a 1462.

Su gran talento, instrucción y numen poético, fueron causa que Francisco Franco, en su libro de Enfermedades contagiosas, página 11, dijera: “que la obra es digna de ser esculpida en letras de oro”, citando algunos versos suyos en corroboración de ello; y no sólo fue la admiración de su siglo, sino que también en los venideros: por lo que merece que lo coloquemos entre los más célebres poetas lemosines; pues según dice el citado Sr. Borrull en la referida Exposición sobre las pinturas, página 10, se hizo acreedor a grandes elogios; como lo atestiguan hasta los más severos historiadores. Mariana (1: Historia de España, lib. 23, cap. 3) y Zurita (2: Anales de Aragón, tomo 4, lib. 17, cap. 24) ensalzan sobre manera su numen, y el clarísimo P. Juan Andrés, bibliotecario que fue del Rey de Nápoles (3: Dell origine, prog. é stat. d'ogni Leterat. tomo 2, lib. 1, cap. 1, párrafo 55), asegura que puede llamarse con razón, el Petrarca de los Provenzales, y que sus rimas han sido varias veces reimpresas, comentadas, traducidas, y celebradas no sólo por los españoles, sino por los italianos, y otras naciones. Le alaban también Argote de Molina (4: En el Conde Lucanor compuesto por D. Juan Manuel, al principio del libro, en el discurso sobre la poesía castellana), Faria (5: En el discurso que precede al tomo 1 de la Fuente de Aganipe, y en las advertencias contra la opinión moderna de lo que es poesía), y otros muchos sabios que fuera cosa prolija referir, tanto mejor cuanto es verdad, y no necesita más elogios que el de leer los Cantos de amor, obra de su ingenio y de su pluma. A la obra que Ximeno cita al folio 43, col. 1, intitulada: Obres en vers, dividides en Cantichs de amor morals, spirituals, e de mort. Se debe añadir, que la traducción de esta obra hecha al castellano por D. Baltasar de Romaní, se publicó en Valencia por Juan Navarro a 10 de marzo 1539, en folio, y la que hizo Jorge Montemayor se imprimió primero en Zaragoza en 1562, en 8.°

La cita que en comprobación de ser Ausias valenciano:

La velletat en Valencians mal prova,

é no se yo com faça obra nova. ()

Se encuentra en el cántico octavo de la muerte, folio 157, de la primera impresión hecha en Barcelona 1543, en 4.°, porque la que se hizo en 1545 también en Barcelona es en 8.°, y no en 4.°, como dice Ximeno. 

En la librería del Sr. Borrull hay un ejemplar de sus obras imprimidas (dice) en Barcelona en casa de Claudi Bornat 1560, en 8.°

En el dorso del frontis, al pie del soneto de Pedro Seraphi, se halla este dístico manuscrito:

Doctor Narcisus nomen, cognomen Aranus Rector Villalbe, est huius herus libri.

El cual fue el traductor de todas sus obras, y en las márgenes de este ejemplar, se entretuvo en notar de letra suya la explicación de varias palabras y conceptos. Habla de este traductor Ximeno.

El nombre lemosín de Ausias, que también se halla a veces escrito Auxias y Ossias (Ausiàs), equivale en castellano a Agustín. 

FRANCISCO DE PERTUSA.

1464.         

Caballero y canónigo de Valencia. Aclarando más a Ximeno (6: Tomo 1, pág. 35, artículo de este autor), diremos: que el códice original en lemosín, y se encuentra en la librería de la catedral de Valencia, es en 4.°: tiene este título: Lo Pertusa, ó Memorial de la Fé Catholica; su autor trata en él de los artículos principales de la Fé, de sus dudas y soluciones.

La copia que Ximeno dice, es en folio; está aumentada con diez y siete adiciones hechas por el mismo autor.

Otro ejemplar de esta obra, escrito en el año 1464, se conserva en la real biblioteca de Madrid, en cuyo prólogo dice: “Perço comtem que les rahons scampades per diversos libres que Deu per gratia sua è mijançant mon continuat gran treball m'ha donades à trobar sobre la declaracio ò probacio dels articles de la Santa Fee Catholica, no m'hisquen de memoria ò los lochs ò son posades. Per tal à laor è gloria de nostre Senyor Deu Jesu Christ è de la sua Mare Verge gloriosa Senyora è advocada nostra Madona Santa Maria, è à consolacio del meu sperit. Yo Francesch de Pertusa jatsia indigne servent de Iesu Christ, les hè replegades totes en lo present Memorial:::: En los quals tractats apparra assats clarament, les grans dificultats de moltes materies subtils: les quals coses serán al enteniment molt plasents, è à la conscientia dels Catholics molt consolables & profitoses &c.”

MISER PEDRO BELLUGA.

1468.

Del que habla Ximeno, tomo 1, pág. 37, col. 2, y tomo 2, pág. 374, colocándole en el año 1446.

Se ha de añadir que era hijo de Miser Juan Belluga y Dorcua, y Na Catalina de Thous; casó con Na Juana, viuda de Luis Anglés, como consta de las cartas ante Benito Salvador, en 14 de julio de 1465. Fue señor de Beneixida, dentro los términos generales de Xátiva, en la valle de Carcel; según se lee en la escritura de arriendo de frutos de dicho lugar que hizo a Sancho Torres, vecino de Alcántara, confinante con Beneixida, por tiempo de 4 años y precio de cada uno de 8400 sueldos, ante Benito Salvador en 17 de febrero 1444, y en otra escritura ante Pedro Rubiols en 20 de mayo 1457, sobre la continuación de una nueva acequia que estaba empezada a sacar del río de Sallent. En el consejo general celebrado en 28 septiembre 1429, se le nombró uno de los inquisidores o pesquisadores contra los oficiales; obtuvo dos veces el empleo de asesor del justicia criminal: la primera, de mosen Pedro Juan Cabanilles, electo justicia en 22 de diciembre 1429, del cual fue también lugarteniente; y la segunda, en 22 de diciembre, en que eligieron a En Luis Frígola. Ejerció igualmente el empleo de Maestre Racional de la Regia Corte en 1442.

El rey D. Alonso lo empleó en su servicio con el cargo de abogado patrimonial, según se lee en su despacho dado en Castel novo de Nápoles a 18 de julio 1451 (1: Registr. de Offic. Val. Reg. Alfons. III, folio 154); y el rey D. Juan atendidos méritos de Miser Pedro Belluga, le nombró abogado fiscal por su privilegio dado en Zaragoza a 7 de septiembre 1458, y lo declaró por noble, atendiendo a los servicios que había hecho a su antecesor y hermano el rey D. Alonso. El mismo rey D. Juan por otro privilegio fecho en Zaragoza a 16 de enero 1461, (2: Regist. in Offic. Val. Regis Joannis II, fol. 65) le dio el cargo de abogado patrimonial con la expresión honorífica de ejecutarlo por ser el más benemérito.

Rodríguez y Ximeno, yerran en decir que se llamaba Pedro Juan; sólo se llamaba Pedro, como consta de todos los instrumentos hasta aquí citados, y con sólo este nombre hace de él memoria D. Nicolás Antonio, y Morlá, que lo citan.          

En su obra Speculum Principum, dice él mismo la principió celebrando Cortes Generales a los valencianos, D. Juan Rey de Navarra, en 16 de enero de 1437, y concluyo martes a 17 de enero de 1441, a las 8 de la tarde, quinto mes de su destierro, que cumplía de orden del rey D. Alonso el Conquistador de Nápoles.

Como es bastante conocido el mérito de Belluga, y los autores han ocultado o equivocado la causa de su destierro, aclararemos el motivo: y fue, la disputa que en las Cortes de Valencia de 1438 y 39, tuvo con el Baile Juan Mercader, sobre deberse mandar hacer inquisición de todos los Oficiales Reales: después de haberla referido con cuanto alegaba, dice en la rúbrica 35, número 24: Et ego de iis bene debeo recordari quoniam maledicte fuerunt alegaciones pro me: quia pro ipsis ego sum in exilio, et multa damna passus sum...

Matheu (1: De Regimine Regni Valentiae, cap. 3, § 1 de la segunda impresión) duda que se celebrasen Cortes en dicho año, pero sin fundamento; pues lo dice expresamente Belluga loc. cit. Ximeno (2: Tomo 1, pág. 38) asegura que la disputa sucedió en 1446; mas se equivoca, pues en 1441 ya estaba desterrado en resulta de ello, y lo dice él mismo al fin de su obra: y así habiendo sucedido después de las Cortes de 1438, como lo declara en dicha rúbrica, número 18, y antes de las de 1446; no puede dudarse ni de la existencia de las Cortes de 1438 y 39, ni de que en ellas sucediese lo referido.

D. Francisco Pérez Bayer (3: Notas a la Bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 278) hablando de la muerte de Belluga, dice: Decessisse autem videtur anno 1471 sub cuius medium incius Michael Dalmau nuper defuncti munnus suffectus dicitur, in Regest, official Val. Ioannis II. lib. 2. Pero se engaña en creer fue dicho año su muerte, porque podía muy bien estar vacante el empleo de Belluga dos y más años.

Acaeció, pues, la muerte de este autor en Valencia a 18 de marzo de 1468, a las 10 de la noche, según consta de la publicación del testamento que había otorgado ante Miguel Puigmijá, notario de Valencia, a 15 de dicho marzo de 1468, Murió en parroquia de S. Nicolás, calle de Caballeros, en la casa solar de los Condes de Buñol.

En dicho testamento nombró por uno de sus albaceas a Berenguer Mercader, a quien llama su propincuo pariente. Legó a sus hermanos Miser Nicolás Belluga, canónigo de Segorbe, y a Lorenzo Belluga cien sueldos por una vez a cada uno; y mandó ser enterrado en el convento de S. Francisco de Valencia, en la sepultura que tenía junto al altar mayor, en la que ordenó se hiciese una reja de hierro, y que se diese un cirio blanco de a libra a cada religioso.

En confirmación del día de su muerte, copiaremos aquí la noticia que de ella trae el dietario del capellán del rey D. Alonso, testigo de vista, el que al folio 140 dice: “Divenres á XVIII de Març, any LXVIII, (esto es 1468) à x hores de la nit, Micer Pere Beluga doctor en cascun dret, mestre en Sacra Taulatgia, Advocat fisqual, Advocat de la Ciutat, del Senyor Bisbe, del Maestre de Muntesa, Excegudor per lo Senyor Rey del robo de la moreria, altres grans porogacions avia. E lo dit dia e hora donà la anima á Deu, é maná que no toquasen campana ni fos nengu vestit de dol, ni haguesen confraria ni confidasen nengu de la Ciutat, é que fos soterrat de nit, é fosen L capelans é cascu portas un ciri blanch en la ma é fos soterrat en lo Monestir de Sent frances.”


FRAY RAFAEL GARCÍA.

1469.

Religioso dominico, y natural de Valencia, de linaje noble. Tuvo una hermana casada con Mosen Jofré de Monpalau, que fue el primero de los seis caballeros que con seis ciudadanos eligió el Consejo general por Regentes del Justicia criminal, para entender en el crimen de la quema del retablo mayor de la Seo de Valencia, sucedida en 21 de mayo de 1469.

Obtuvo el grado de Maestro en su religión, de Inquisidor de Mallorca, y Penitenciario del Papa. Fontana (1: Theatr. Dominic. part. 3, tit. II, pág. 556) dice: Magister Raphael García fuit institutus Inquisitor Mayoricarum eum quo dispensavit Papa in defectu aetatis, sicut patet per breve Apostolicum sub dia 21 Februarii 1425.

Fue nombrado Prior de su Convento, que comenzó a gobernar en 1 de enero de 1455: después Inquisidor de este Reino; pero no en la forma que refiere Diago (2: Lib. 1, cap. 35, fol. 64 vuelt.), donde hablando de Just, dice: “Tuvo por compañero algún tiempo, al Maestro Fr. Rafael García, porque se halla que era Inquisidor este padre en el año 1461, después de haber sido Prior de Predicadores.” Esto es falso, porque García entró por muerte de Just sucedida en 11 de noviembre de 1461, y fue instituido Inquisidor por el General Fr. Marcial Auribelli, quien llegó al convento de Predicadores de esta ciudad día 1 de octubre de 1461, de donde acompañándole García en 8 de noviembre, pasó a Xátiva, y allí con motivo de la muerte de Just, el General le creó Inquisidor.

De la penitenciaría del Papa consta se le dio título en las actas del capítulo provincial, que en 8 de agosto celebró en Predicadores de Valencia el maestro Martín de Sant Ángel, provincial; en que fue también Difinidor García, como asegura Diago.

Murió en su convento de Predicadores de Valencia, viernes a 14 de abril de 1469. Su entierro fue suntuoso, asistiendo la nobleza y el obispo titular de Christópolis y auxiliar de Valencia D. Fr. Jaime Pérez. Hace memoria de este religioso Antist, en su Historia de la Inquisición, pág. 1153, donde dice murió el año 1467; pero no fue su muerte sino el día y año antes dicho, como se halla corregido ya en dicho original de Antist.

Escribió las obras siguientes:

1. Summa Thologice. (Theologiae)

2. Questiones Thologie.

3. Liber de Questionibus.

4. Questiones in 4 lib. Sententiar.

5. De Casibus Conscientiae.

6. Casus textus Decretalium.

7. Concionum, dos tomos.

Todos manuscritos, que se hallaban en la librería de Santo Domingo. En un dietario manuscrito que se conserva en Predicadores de Valencia, folio 143, hay más noticias de nuestro García.


NICOLÁS SAGUNTINO.

1469.

Del que habla Ximeno, tomo 1, pág. 49, manifestando los motivos que tenía para asegurar que fue natural de Sagunto o Murviedro, y aunque Lorenzo Pignorio en su Epístola XII le llama Segundinus, haciéndole italiano, no debemos darle crédito, ya por ser sólo él que lo dice, como por escribir en época posterior a dicho autor. Sin embargo, confesamos de buena fé que nos ha puesto en duda dicho aserto, pero hasta que se pruebe con más claridad, debemos atenernos a Escolano (3: Historia de Valencia, tomo 2, lib. 7, cap. 23, col. 525) y Nicolás Antonio (4: Bibliot. Vet. pág. 295, núm. 580) que lo hace de Sagunto.

Dice Ximeno que la traducción que hizo este autor del idioma griego al latín de la Obra de Re Militari de Onosandro, filósofo antiguo, se halla manuscrita según atestigua D. Nicolás Antonio, en la Biblioteca del Escorial; y no tuvieron noticia ni uno ni otro de que la mencionada obra se guarda también manuscrita en vitela en la librería del Monasterio de S. Miguel de los Reyes, la cual está dedicada al rey D. Alonso V de Aragón y I de Nápoles.

Es de advertir, que habiendo muerto dicho rey en 27 de junio 1458, no pudo hacerse la traducción en 1469 como dice D. Nicolás Antonio, a no ser que se hiciese la dedicatoria después de muerto el rey, lo que no es verosímil.


PEDRO JUAN FERRER.

1470.

Caballero valenciano, de quien no tenemos más noticias que las que nos suministró el Ilmo. Sr. Pérez Bayer (1: Notas a la Bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 204), diciendo que nuestro autor escribió por los años 1470 una obra en lemosín, que se halla en la Biblioteca del Escorial, let. L, armario I, núm. 25, (tomo 3, pág. 247) cuyo título es: 1. Sumari de batalla ha ultransa. Manuscrito. Su argumento son las leyes sobre duelos. Compuso también el mismo autor otra obra según parece a dicho anotador, que se halla también manuscrita en la referida librería del Escorial, letra h, armario 11, núm. 21, (tomo 2, pág. 80), donde dice Incerti Valentini, y tiene este título: 2. A todo trance, o Ritual de retos y desafíos.

Tal vez será de este Ferrer, la que está puesta por anónimo, y se halla en la citada librería, letra y, armario III, núm. 4, (tomo II, 376) con este título:

3. Furs de Batallers; que son las leyes establecidas por D. Jaime en el código valentino sobre desafíos, manuscritos en lemosín.


DON LUIS CORNELL.

1473.

Caballero valenciano. Por los años 1473 escribió una obra que manuscrita se conserva en la librería del Escorial, letra L, armario 1, núm. 2, (tomo III, pág. 247), y de la que nos da noticia el Ilmo. Sr. Bayer, en las ya referidas notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 313, y es: 1. Les sues letres de batalla á Mosen Galceran de Besora, (esto es carteles de desafío), entre las cuales hay varias de Galceran a Cornell, del mismo asunto: en ellas están las fórmulas y solemnidades de los singulares certámenes o duelos.


MOSEN JAIME ROIG.

De este escritor habla Ximeno, tomo 1, pág. 5, y le coloca en el año 1474. Pero habiendo adquirido noticias más extensas sobre dicho autor, debo adicionarlas, y son: que casó con Isabel Roig, y fue maestro en medicina, física y artes, según se lee en los codicilos que hizo la reina doña María de Castilla, mujer del sabio rey D. Alonso V de Aragón, en que fue testigo; cuyos codicilos se hallan registrados en el libro titulado de la reina doña María, archivado en el antes Real de Valencia, copil. diplomat. número 5, armar. 86.

Murió nuestro autor en sábado a 4 de abril de 1478, como consta en el dietario del capellán del Rey. D. Alonso, que manuscrito se conserva en la librería de Predicadores de Valencia, donde al folio 186, hablando del año 1478, dice: “Dimecres primer dia de Abril mestre Jaume Roig metge é Mosen Lois Mascó ab altres que tenien herats anaven á veure les açuts de les cequies, é pasat Benimamet lo mestre Jaume se aturà é volch descavalcar per horinar é al descavalcar yo crech que la poplexia regna, ell caigue de la mula é doná tan gran colp que nos poch levar. Mosen Lois Masquó (2: Era arcediano de Murviedro, y canónigo de esta Iglesia, e hijo de D. Domingo Mascó, doctor en leyes: tuvo por hermanos a D. Guillem, que testó ante Bartolomé Gomis en 19 octubre de 1528, y a Francisco Mascó, a quien dejó por heredero por no tener hijos) é tots los qui eren ali ab gran afany tornarenlo á Benimamet é de continent tengue la lengua groça que parlava ab gran afany. En la nit en una saria ab pala fonch aportat á Valencia en la sua casa. Lo disapte en la nit á IV del dit mes pagua lo deute de natura. Anima eius. requiescat in pace.”

Se corrobora todo lo dicho en los apuntamientos de Lorga, en que se lee (según Cerdá en las notas al canto del Turia de Polo), que en 27 de junio de 1477, Jaime Roig, maestro en artes y medicina, fue nombrado para intervenir en el examen de un boticario: que en 10 de agosto del mismo año, fue elegido por examinador de los médicos: y que en 6 de abril de 1478, eligió la ciudad en examinador de los médicos, al maestro Francisco Borrell, maestro en artes y medicina, por muerte del maestro Jaume Roig.

El maestro Sarmiento, en sus Memorias para la historia de la poesía y poetas españoles, trata de Roig desde el número 859 hasta 864, con grande elogio de sus poesías. Dice que de ellas se pueden sacar varias cosas para ilustrar su vida; pero yo sospecho (dice Cerdá) que Roig en muchas partes habla más como poeta que como historiador. Hacen mención también de nuestro autor Velázquez, Orígenes de la poesía, pág. 20. = Vitrian, traductor de las Memorias de Felipe Comines, pág. 3, del tomo 1. = Mayans, Vida de Vives, pág. 20.

El retrato de Roig se hallaba en el monasterio de la Murta, colocado allí como uno de los varones ilustres del Reino de Valencia.

Se debe añadir aún a Ximeno, que el libro Consells, citado al número 1, se reimprimió también en Barcelona por Jaime Cendrat, en 1561, en 8.°

El poema de que habla, tomo 1, pág. 51, col. 2, se halla en la obra de Fenollar (de quien más adelante trataremos), a la pág. 292, número 859 y siguientes.


MOSEN ANTONIO BOU.

1461.

Natural de Sueca, del que habla Ximeno, tomo 1, pág. 49 y 365. Añádese que tomó posesión del Canonicato de la Seo de Valencia en 12 de junio de 1430. En el año 1457 fue elegido por el cabildo y clero para besar el pie a Calixto III en su nombre; partió de Valencia en 27 de octubre de 1458 para embarcarse en Denia, llevando en regalo para su santidad un jarro y un par de vinajeras de cristal, guarnecido todo de oro, cuyo valor pasaba de mil florines, según se halla escrito en el dietario del capellán del rey D. Alonso, fol. 98. “En l'any (dice) 1457 per los honorables Canonges é capitol de la Seu, é per tot lo clero fonch elet lo Reverent Mestre Antoni Bou natural del loc de Sueca, Canonge de la dita Seu é Vicari de Sent Pere per Misatger al dit Sant Pere Calixte tercer... E lo dit capitol é clero transmeteren al Papa per Mestre Bou un pitxer é un parell de canadelles de viride guarnits dór cosa molt rica é bella que valia mes de mil florins.”

Otorgó su testamento ante Juan Esteve, notario y secretario del Ilmo. Cabildo, en 14 de mayo 1461. Habiendo muerto en 28 de noviembre de dicho año, fue llevado su cadáver, para darle sepultura, al monasterio de Valdecrist de Cartujos, como él lo había mandado; y en la Capilla del Santísimo Cristo del claustro nuevo, se colocó una lápida con esta inscrición:

CELEBRANTES IN HOC ALTARI TENENTUR ORARE PRO SPECTABILI, AC PRIDENTISSIMO VIRO MAGISTRO ANTONIO BOU, SACRAE THEOLOGIAE DIGNISSIMO PROFESSORE CANONICO VALENTINO, VICARIO ETIAM GENERALI, NEC NON PAENITENTIARIO DOMINI P. P. CALIXTI TERTII, ET PRO PARENTIBUS SUIS. QUI VENERABILIS VIR PRASENTEM DOTAVIT CAPELLAM, SEPULTUSQUE IN CIMITERIO CLAUSTRI OBDORMIVIT IN DOMINO XXV DIE NOVEMBRIS ANNO DOMINI MCCCLXI CUJUS ANIMA REQUIESCAT IN PACE.

En virtud de su disposición testamentaria, se hizo el altar y enrejado de hierro en la capilla de San Pedro de la catedral de Valencia, costeándolo los albaceas de los bienes de la herencia de dicho Prebendado; y se colocaron en 9 de agosto de 1470, según lo puntualiza el referido capellán del rey D. Alfonso a la pág. 167 diciendo: “Dijous 9 de Agost 1470 fonch mes lo rexat de ferre en la capella de S. Pere de la Seu é lo retaule pera la dita capella, lo qual retaule é rexat fonch pagat dels bens de Mestre Antoni Bou Canonge de la dita Seu é Vicari de S. Pere, era natural del loc de Sueca.”

Es visto que Ximeno debió colocar a este escritor en 1461 en que murió, y no en el de 1468 como lo hizo.


V. P. D. JUAN FORT.

1464.

Cartujo e hijo de Albocacer. De este autor habla Ximeno, tomo 1, pág. 47. Se añade que escribió un tratado de preparación para la Misa. Lo halló en Nápoles el P. Juan Andrés, jesuita, con este título: Tractatus B. Joannis Fort Hispani Cartusiensis Ordinis Monachi: Quomodo Sacerdos se debet preparare ad celebrandum sacrosanctum Missae sacrificium.


MATÍAS MERCADER.

1465.

Caballero y arcediano de la iglesia de Valencia, del cual nos da noticia el Ilmo. Sr. Bayer, (1: Notas a la Bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 294) diciendo que escribió en lengua italiana, y dedicó a nuestro valenciano Don Fernando I de Nápoles, la obra siguiente:

1. Tractatus de re accipitraria, seu de medendis accipitrum morbis: ad Ferdinandum utriusquae Siciliae Regem. Anno M.CD. LXV.                                  

Escribió también: 2. De binis accipitrum generibus italicae Astore et spraviero appellatis. (azor, esparver)    

Manuscritos que existen en la librería del Escorial, letra c, armario IV, núm. 6, tomo 1, pág. 315.


GABRIEL DE RIUCECH.

1482.

Jurisconsulto valenciano: no podemos dar más noticias de él, sino que movido del amor y celo del bien de su Patria, emprendió el ímprobo trabajo de sacar un traslado auténtico de los Fueros de la Ciudad y Reino de Valencia, que se custodiaban manuscritos en la Casa Consistorial de la misma; y después de compulsado solemnemente con aquel, se imprimió y publicó, cuidando de la impresión nuestro Riucech, por lo que merece lo coloquemos en estas adiciones, y nos da ocasión para apuntar aquí una cabal noticia de esta obra, no menos rara que apreciable; está sin foliar, sin frontis, y empieza por este título: “En aquest libre son contenguts los furs é ordinations fetes per los gloriosos reys de aragó als regnicols del regne de Valencia. É primerament los furs fets per lo glorios rey en Jacme de alta recordatio. Los quals son divisos é departits per nou libres: tenint l'orde del codi. Lo primer libre es departit per quince rubriques premet primerament lo proemi: lo qual comença. Començament de saviesa si es lo temor de deu en la primer columpna de la primera carta; laltre proemi comença. Com manaments sien de dret honestament viure: en la terça columpna de la primera carta.” Todo lo dicho vertido al castellano, quiere decir: En este libro se contienen los Fueros y Ordinaciones hechas por los gloriosos reyes de Aragón a los Regnícolas del Reino de Valencia. Y primeramente, los Fueros establecidos por el glorioso Rey Don Jaime, de feliz recordación, los cuales están divididos y repartidos en nueve libros, siguiendo el orden del Código. El primer libro está dividido en quince rúbricas, al que precede el Proemio en la primer coluna del primer folio, que empieza: El principio de la sabiduría es el temor de Dios. El otro Proemio comienza: Como sean preceptos de derecho vivir honestamente, en la tercera columna del primer folio.

Sigue después una tabla o índice de las rúbricas de los nueve libros, en que se dividieron los primitivos Fueros del Rey D. Jaime; e inmediatamente se encuentra este otro título: “En lany de nostre senyor mil doscents trenta huit, nou dies á la entrada de Octubre pres lo senyor en Jacme per gracia de deu Rey Daragó la Ciutat de Valencia.” Lo que traducido dice: En el año de nuestro Señor mil doscientos treinta y ocho, a nueve días de la entrada de Octubre, tomó la Ciudad de Valencia el Sr. D. Jaime, por la gracia de Dios, Rey de Aragón.

Luego siguen los Fueros en diez y nueve libros, llamándolos Rúbricas. A los del Rey D. Jaime I, puestos con bastante extensión, continúan los de Pedro I, D. Jaime II, D. Alonso II, D. Pedro II, D. Juan I, D. Martín y D. Alfonso III, que son los únicos reyes de Valencia que celebraron cortes desde su conquista hasta entonces: hay que advertir, que están los Fueros impresos sin guardar el orden de la sucesión de los reyes, ni años en que se concedieron. Concluye el volumen:

“A honor laor é gloria de nostre senyor deu. E humil servir de la sua sanctissima é infinida majestat. E á util de la cosa publica del insigne regne de Valencia é dels singulars de aquell los Furs ó leys, que mijançant la divina gracia, per los gloriosos reys de Aragó é de Valencia &c. de inmortal memoria son stats ordenats é fets per al regiment é be de la cosa publica del dit regne de Valencia: axi circa les universitats com circa los singulars del dit regne é declinants á aquell. Copiats de bons originals: ço es, del original de micer Grabiel de riucech: é per ell mateix comprobat ab lo primitiu original bullat del archiu de la sala de Valencia mijançant letra de molt eleta empremta: per lo humil Lambert palmart alamany: é ultra los dits furs hi ha alguns notables: é utils actes de cort, é provisions reyals: son acabats de copiar dijous sanct quart dia de abril del any de la felicissima nativitat de nostre senyor redemtor é salvador jesucrist. M. quatrecents huytanta dos; de que es stat imventor é acuratisim sollicitador lo honorat é discret en Grabiel luis de arinyo notari é ciutada essent justicia de la ciutat de Valencia en lo civil fins en suma de trescents sols.”

Traducido al castellano es lo que sigue: A honor, loor y gloria de Dios nuestro Señor, a humilde servicio de su Santidad e infinita Majestad, y a utilidad de la causa pública del insigne Reino de Valencia, y de sus singulares personas; los Fueros o leyes que mediante la divina gracia han sido ordenados y hechos por los gloriosos Reyes de Aragón y de Valencia &c. de inmortal memoria para el bien y régimen de la causa pública del referido Reino de Valencia, así por lo que hace a las universidades, como por lo que respecta a las personas singulares de dicho Reino, y demás a él pertenecientes; copiados (quiere decir se han impreso) de buenos originales, esto es, del de Micer Gabriel de Riuceh, comprobado por él mismo con el primitivo original sellado del Archivo de la Sala de Valencia, con letra de muy selecta imprenta por el humilde Lamberto Palmart Alemán. Y además de dichos Fueros hay algunos notables y útiles Actos de Corte y Provisiones Reales. Se han acabado de imprimir Jueves Santo, a cuatro días de abril del año de la felicísima Natividad de Nuestro Señor Redentor y Salvador Jesucristo, mil cuatrocientos ochenta y dos, de que ha sido inventor y diligentísimo solicitador, el honrado y discreto Grabiel Luis de Arinyo, Notario y Ciudadano, siendo Justicia de la ciudad de Valencia, en lo Civil, hasta en suma de trescientos sueldos. Al folio inmediato sigue: Stil de la governatio, y algunos privilegios, pragmáticas y declaraciones que pueden llamarse Estravagantes, que se imprimieron juntamente con los Fueros, aunque a lo que parece fue después de la nota de la impresión, porque los colocan en el índice como parte de la obra.

En algunos volúmenes se hallan unidas y colocadas las Cortes celebradas por el Rey D. Fernando en la ciudad de Orihuela en 1488, y en la villa de Monzón, en 1510; sin más conexión con la obra anterior, que la de haberse encuadernado juntamente.

Estando para imprimirse este artículo, se recibió del Sr. D. Francisco Xavier Borrull esta erudita ilustración.


MANUSCRITO DE LOS FUEROS.


Entre los libros del Monasterio de Benifazá (Benifassà), que por la extinción de las órdenes Monacales decretada por las Cortes de 1820, se condujeron a esta ciudad y convento de Montesa; encontré uno sumamente raro y apreciable, como es un antiquísimo manuscrito, en vitela, de los Fueros del Reino de Valencia, que he examinado muy despacio, por haberme permitido el Reverendo Abad y Procurador del Monasterio que lo tuviera en mi poder más de dos años. Empieza por el índice, de que falta la primera hoja, de las siguientes falta también un pedazo; y de otras casi no pueden leerse las letras, efecto al parecer de alguna gotera que caería sobre el códice. Las de los Fueros permanecen en mejor estado. Al principio de estos está como título en letras góticas mayúsculas: En lany de nostre Senyor M.CC.XXXVIII. nou dies á l'entrada D'octubre pres lo Senyor En Jaume Rey la Ciutat de Valencia: y después de los dos prólogos, este otro título: començen les costums &c. como en las impresiones de los Fueros; pero sin añadir como en estas que se hicieron en el año de 1250, que lo hubo de poner algún ignorante. Síguense divididos en sólo dos libros los Fueros que dispuso el Rey con sus respectivas rúbricas o títulos; mas no los que corrigió o añadió en 1270, de los cuales únicamente en los márgenes hay escritos algunos: todos están en lengua lemosina; y en el principio de los del cuerpo del código, la primera letra es o encarnada o azul, y al fin del mismo está puesto lo siguiente:

G. c. (et, &) vitalis illo2 B. q' sodalis

translataverunt hos Foros et redigerunt

in linguam planam legaliter atque romanam

Et nos Rey laudavit jurando q ratisficavit

M ducentes decies sex primo sub anno

Et sub Kalendis Aprilis pridie mensis

iste liber est scripto. Jacobus sit benedictus.

Y así se concluyó la copia en 31 de marzo de 1261, nueve años antes de la corrección de los Fueros, lo que le da una singularísima estimación. Se infiere de su tenor que los Fueros estaban escritos en latín, lo que hasta ahora no se sabía, como tampoco quién los hubiese traducido a la lengua lemosina, y ahora se descubre haber sido Guillermo y Vidal, religiosos según parece de dicho monasterio; y tal vez este Guillermo traductor, sería el Guillermo Sabartes, que según Viciana en la tercera parte de su crónica, folio 24, fue Abad del citado monasterio en 1262 o 263, y no puede dudarse que esta traducción que se dice haber alabado el Rey Don Jaime, fue aprobada por él mismo; pues habiendo cotejado algunos de estos fueros con los impresos en 1482 y 547, los he encontrado enteramente conformes en el lenguaje. Véanse, pues, dos escritores hasta ahora desconocidos, que fueron ciertamente habitadores en el presente reino, y aunque no se les quiera contar por valencianos, deben ocupar un lugar muy distinguido en esta Biblioteca, por haber trabajado una traducción de los fueros que ha hecho desaparecer el original latino de ellos; y ha servido por tantos siglos para el gobierno del reino. Devolví el citado código al monasterio de Benifazá, encargando el mayor cuidado en su conservación; y como tenía el último cuaderno suelto, y algunas hojas a punto de perderse, lo hice encuadernar para evitar esta desgracia, y acreditar el aprecio que me merecía.

JUAN ESTEVE.

1489.

Valenciano. Aunque Ximeno, hablando de este escritor, tomo 1, pág. 55, dice haber sido notario público; confiesa, que más cree fue médico. En esto parece se engañó: prueba de ello es, que en la obra titulada: Liber elegantiarum, consta claramente, pues dice: Explicit Liber elegantiarum Joannis Stephani viri eruditissimi civis valentini regie, (regia) auctoritate notarii publici: latiâ, et valentina lingua: exactissima diligentia emendatus: opera atque impensa Paganini de Paganinis Brugensis Venetiis impressus Iñño VIII, summo pontifice: Augustino Barbadico Venetiarum Principe, Anno á natali Christiano 1489. V. vero non. Octobris.                               

Por aquellas palabras: exactissima diligentia emmendatus, parece ser esta segunda impresión; y en la carta dedicatoria a Ferrer Torrella, además que por las siguientes palabras manifiesta ser notario y no médico, pues dice: Igitur cum aliquando ab hac nostrae forensi exercitatione diuturnisque labore explicitus... parece que también confirma mi anterior sospecha, de ser reimpresión la referida obra, porque concluye: Vale mei memor. Valentiae nonas Ianuarii Anno mil CCCC LXXII.

Dicho Jaime Esteve, es distinto de Pedro Jaime Esteve, del que hablaremos al año 1556.

La equivocación de Ximeno, pudo haber nacido de confundir a este Autor, con Jaime Esteve, médico, que floreció muy a los principios del siglo XVI; que vivió por este tiempo, consta por el testimonio de Andrés Schoto, el que en su Hispania Illustrata, hablando de la Academia Valentina, dice: Inter Medicos vero excelluit Jacobus Stephanus, Medicus et Mathematicus insignis, de quo alibi pluribus. Consta también vivía en aquella época, por una obra que compuso Bernardo Villanova, Navarrensis o natural de Navarra, cuyo título por ser muy raro, pondré a la letra:

Frontis: Notes ordenades per lo reverent mestre bernat Vilanova alias navarro. = A la vuelta del frontis, se ve una estampa de Nuestra Señora con el manto tendido cubriendo con él a varios personajes, y un ángel a cada lado. Sigue la dedicatoria a Jaime Esteve, que dice: Bernardus Villanova Iacobo Stephano ornatissimo: ac literatissimo viro s... Accipe igitur mi ornatissime Iacobe has lucubratiunculas meas viro dicatas... Al fin: Bernardi Villanova Navarrensis ad Iacobum Stephanum litteratissimum virum: rudimentorum gramatices ad honorem et gloriam optimi maximique dei: et suae genitricis intactae & intermeratae virginis Mariae finis. Est impressum hoc opus Valentiae optima arti ac diligentia per solertem virum Nicolaum Spindeler Alamanum Anno salutis christianae M. D. pridie nonas Februarii. En 4.°


JAIME PÉREZ DE VALENCIA.

1490.

A lo que dice Ximeno, tomo 1, pág. 56, debo añadir que la vida de este prelado la escribió también Fr. Tomás Soro, en la obra Declamationes ex corde peccatoris lapsi, pág. 13, y Felipe Elsio en el Encomiastico Agustiniano, pág. 313; el que pone su muerte el año 1491. Titelmano in Psalmos hace memoria de nuestro Pérez, pág. 33, de la edición de 1545, y Colomies, Hispania Orientalis, pág. 217.

Omiió Ximeno las reimpresiones que de las obras de este autor se hicieron, a saber: León de Francia, por Juan Cambray 1517, en cuarto mayor, y otra vez allí mismo por Jaime Mit. en 1518, en cuarto mayor, y todas sus obras se imprimieron con el siguiente título: Jacobi Perez de Valentia Opera omnia in duos tomos fol. Matriti ex Typografia Ordinis de Mercede. Anno 1749.

En el primero está la exposición de cien Salmos; en el segundo, la de los restantes cincuenta de los Cánticos de ambos Testamentos. Cantares de Salomón, cuestiones contra los judíos, comentarios sobre el Himno Angélico, Te Deum y Símbolo Atanasiano; obras que por la mayor parte se estamparon en esta ciudad a vista de su sabio y piadoso autor, con no pequeño crédito de la tipografía valenciana, cuidando de algunas de estas ediciones, el Maestro Fr. Juan Verdú, natural de Alcoy, gran teólogo y escriturario de su tiempo, quien por su conocida literatura mereció la confianza del obispo Pérez, mientras este prelado gobernaba la dilatada diócesis de Valencia en ausencia de su pastor D. Rodrigo de Borja, antes de que obtuviese la Tiara.

Es de advertir aquí, que Ximeno señaló el sepulcro de este prelado, añadiendo la circunstancia de que estaba al pie de las gradas del presbiterio del templo de S. Agustín de esta ciudad, circuido de una barandilla de hierro, puesta sin duda para que nadie pisase sus despojos, ni tropezase o desfigurase la efigie del venerable obispo, formada de relieve sobre su losa sepulcral, con inscripción que copia literalmente. Ximeno fue exacto y fiel copiando lo que vio; pero en el día en vano buscaríamos el sepulcro del obispo Pérez por el conjunto de estas señas. Porque siendo prior de S. Agustín el Ilmo. Sr. D. Fr. Rafael Lasala, acaso por ver repetidas veces venían gentes de Ayora en busca del obispo santo, nacido en dicha villa de este reino, y hacían oración sobre él, lo que aún sucede en el día; quitó la brandilla que cercaba su efigie, y en vez de esta sobrepuso una lápida de mármol blanco, donde entalló esta inscripción:

HIC JACET

V. S. DEI FR. JACOBUS PEREZ

EPISCOPUS CHRISTOPOLITANUS

VIRTUTUM OMNIUM

ATQUE SCIENTIARUM

ORNAMENTO CLARUS

PSALMORUM DAVID INTERPRES

ET IMMACULATE

DEIPARAE CONCEPTIONIS

EXIMIUS PROPUGNATOR

OBIIT VALENTIAE III. KAL. SEP.

ANNO DNI. CL(c mayúscula al revés). CCCCXC.


GUILLERMO MIR.

1492.

Su familia era muy distinguida; pues desde los tiempos antiguos lograron la confianza pública por su saber y prudencia; con cuyo motivo otro Guillem Mir en el año 1308 fue promovido al cargo de jurado, y en el de 1313, al de justicia; y en lo sucesivo continuaron sus descendientes en servir con mucha satisfacción de Valencia los empleos de su gobierno. Siendo, pues, muy semejante a los suyos este Guillem Mir, mereció que se le nombrase jurado en los años de 1477, 84 y 89.

Movido de su aplicación, y de conservar la memoria de los sujetos que habían obtenido los empleos de gobierno de esta ciudad, y la de los sucesos memorables de la misma y de su reino, se dedicó a registrar los libros del ayuntamiento, notando cuanto encontraba perteneciente a dichos objetos. Empezó, según él mismo, esta obra en el año 1484, y la concluyó en el de 1492; dándola por título: 1. Libre fet é ordenat perque se haja memoria axi dels jurats com dels Oficials de la ciutat de Valencia y actes senyelats que son estats fets axi en la ciutat de Valencia com fora de ella. Un tomo en folio manuscrito en lengua lemosina: sus noticias comprenden lo sucedido desde el año 1306 y concluyen en 1491. Se conserva de letra antigua en la biblioteca del Sr. Borrull. Continuó esta obra después Mosen Gaspar Mascó. Véase a dicho.


JAIME GAZULL.

1493.

De quien Ximeno habla, t. 1, pág. 59.

Fue hermano de Andrés, y ambos hijos de Andrés Gazull, y de doña Juana Almenar (de noble familia de Valencia) según consta del testamento de esta, otorgado en la misma ciudad ante Juan Croles en 21 de marzo de 1467; fue de agudísimo ingenio para la poesía, como lo manifiesta la obra que compuso y cita Ximeno, núm. 1, cuya primera impresión salió con este título: 1. La present obra ha fet Mossen Jaume Gazull, Cavaller, la cual es intitulada: Lo sompni de Joanjoan: y a lo último: ad laudem et honorem domini nostri Jesu Christi eiusque gloriose matris Virginis Mariae: fuit impressum in Civitate Valentiae. Per Lupum de la Roca Alemanum, die XXV. Octobris Anno domini M. CDXCVII. En 4.°

He tenido un ejemplar, que para en la selecta librería de D. Francisco Xavier Borrull, como también otra edición con igual título y fin; pero varía el año e impresor, pues dice así: Impressum in civitate Barchinone per Carolum Amorós. Anno domini millessimo quinquentessimo vigesimo III. Die XXIX. mensis Junii. En 4.°             

De la impresión de Barcelona de 1532 daremos noticia al año 1510 cuando hablemos de Mosen Fenollar, en cuyo artículo y el de Juan Moreno se darán otras noticias de Gazull, por la relación y enlace de estos tres autores.


MOSEN PONCE DE MENAGUERRA.

1493.

Caballero valenciano, y el que más campeaba en materia de destreza de armas, y señaladamente en la de justar, a quien todo el Estado militar miraba como a preceptor y maestro suyo: y como a tal acudió a él, pidiéndole dictase y escribiese leyes en dicha materia de justar, ofreciéndose a guardarlas con exactitud. En efecto, escribió un tratado dividido en treinta y un capítulos, y le llamó: 1. El caballero; y al fin de él puso la  2. Escuela del justador; donde enseñó de qué manera ha de salir al palenque el Caballero que pretende dar lección a los miradores en materia de justar. Imprimióse este tratado en Valencia a 16 de septiembre 1493.

Casi todas son palabras a la letra de Diago, tomo 1.° de sus apuntamientos, folio 217, que se conserva en la librería de Predicadores de Valencia.


D. FERNANDO I DE ESTE NOMBRE.

1494.

D. FERNANDO I DE ESTE NOMBRE.  1494.


Rey de Nápoles, nació en la ciudad de Valencia en 1424. Su padre fue el rey
D. Alonso V de Aragón y I de Nápoles, el cual no tuvo hijos de la reina doña María de Castilla su esposa, mas tuvo a este hijo habido de una señora noble y de sangre real; el cual se crió en Valencia en la calle llamada de la Bolsería, sin ser conocido, y después fue llevado a Nápoles donde estaba el rey su padre, acompañándole por orden de este D. Ximén Pérez Roiz de Corella, caballero valenciano, que fue el primer Conde de Concentaina.

En las cortes que el rey D. Alonso celebró a los napolitanos en el año 1442, tenidas en el capítulo del convento de frailes menores de la ciudad de Nápoles, ocupó el lado del monarca este su hijo D. Fernando de Aragón, y en ellas le hizo jurar por heredero de la corona de aquel reino, cuyas actas originales se guardan en el archivo de S. Miguel de los Reyes de Valencia.

Por el mes de mayo de 1444, casó la primera vez con doña Isabel de Claramonte, hija de Tristán de Claramonte, y de Catalina Ursina, hermana del Príncipe de Taranto; y de este matrimonio tuvieron seis hijos, a saber: D. Alonso, D. Federico, D. Francisco, D. Juan, Doña Leonor, y Doña Beatriz. Enviudado el rey, contrajo segundas nupcias en 1476 con Doña Juana, infanta de Aragón, hermana del rey D. Fernando el Católico; de cuyo matrimonio tuvieron una hija llamada doña Juana.

Por la muerte de D. Alonso, sucedida en Nápoles a 27 de junio de 1458, entró a poseer el reino su hijo D. Fernando, y a pesar de las muchas guerras, que sostuvo con valor contra algunos de sus súbditos rebeldes, y algunas desavenencias con el Papa Inocencio VIII, salió de todo victorioso; con lo que afirmándose en el trono, gobernó su reino con mucha firmeza y talento, protegiendo el comercio y las artes. En su reinado se establecieron en Nápoles las fábricas de seda, paños, y brocados; reformó los tribunales, y mejoró la instrucción pública.

Dio pruebas de cristiana magnanimidad, cuando descubierta la conspiración de su cuñado Morino Marzano que atentaba contra la vida del rey, en vez de castigarle, no sólo le perdonó, pero a más instituyó el orden del Armiño (animalejo extremadamente blanco) dándole esta divisa: malo mori quam foedari, con lo que manifestó cuán sensible le hubiese sido vestir a su propia hermana del luto de la viudez. Esta divisa y emblema fueron después adaptados (o aceptados) en Francia por los estados de Borgoña. 

No debe privarse a este Príncipe de la gloria literaria a que se hizo acreedor, por haber sido el primero que estableció en Nápoles, el entonces reciente Arte de la Imprenta, siendo su Artista Sixto Riessinger de Strasburgo, el que imprimió a Bartholi de Saxoferrato lectura in secundam part. cod. 1471, en folio: siendo esta la primera obra tipográfica que salió de aquella ciudad. Era sacerdote este impresor, pero de tan buena conducta, que cuando el Monarca agradecido a sus tareas le brindó con un Obispado y otras dignidades, para que se domiciliase en su reino, todo lo rehusó modestamente; pero continuando en imprimir en aquella ciudad, hasta el año 1479, en que se transfirió a Roma, sucediéndole en la imprenta de Nápoles, domiciliándose allí Arnaldo de Bruselas.

D. Fernando gobernó en paz sus estados hasta su muerte, que fue en 25 de enero de 1494, recayendo la corona en su hijo primogénito D. Alonso el II de este nombre.

Fue Fernando hombre bien dispuesto, como lo demuestra su retrato al natural, que se guarda en el dicho Monasterio de S. Miguel de los Reyes.

Por último, que el rey D. Fernando I de Nápoles, nació en Valencia, consta por su misma vida, que se guarda manuscrita en vitela, en la biblioteca del referido monasterio, en la cual se leen estas palabras: Natus inclitus Ferdinandus Civitate Valentia Alphonso Patre...

Esta vida se escribió aún viviendo este rey.

Lo dice también Vicente Roca, casi coetáneo, en su Origen y guerras de los Turcos, impreso en Valencia en el año 1556, en folio, lib. 1, cap. 30; y el Dr. Sales, en la Historia de el convento de la Trinidad, pág. 113 y 114, donde cita otros autores.

Lampillas, en el Ensayo Histórico de la Literatura Española (1: Parte 2, tomo 1, pág. 92 de la traducción castellana, impresión de Zaragoza) dice: “No satisfecho este Príncipe con ser protector de aquellos (los hombres sabios), fue al mismo tiempo elegantísimo orador, tanto que publicó un tomo de Epístolas y Oraciones.” Mas no dice dónde se imprimieron. Lo cierto es, que no apareció su publicación hasta el año 1586, como se deja entender por este título: 1. Regis Ferdinandi, et aliorum Epistolae, ac orationes utriusque militiae: quibus mores illius temporis, diabolicus animus, hominum passiones, ac Dei providentia, cognosci potest, nunc primum in lucem prodeunt. Vici Aequensi (2: Vici Aequensi, en italiano Vicus Acquensis es la ciudad de Sorrento, en el reino de Nápoles); Apud Josephum Cacchium 1586. En 8.°

2. Veinte y nueve cartas suyas originales, en italiano, como también las

3. Constituciones del Orden de S. Miguel, que él fundó, firmadas de su mano: todo lo que se conserva en el monasterio de S. Miguel de los Reyes de Valencia.


GUILLERMO (O GUILLEM) DE PUIG.

1495

Sacerdote, natural del reino de Valencia, beneficiado en la parroquia de los Santos Juanes, beneficio que entonces sólo podían obtener los regnícolas. En su obra latinizó el apellido llamándose de Podio, que equivale a Puig, como puede verse en Ribera, Milicia Mercenaria, centuria primera, parte primera, § XL, núm. 7, pág. 154, en la donación que en VII de las Kalendas de Agosto 1240, otorgó el Rey D. Jaime a la Orden de la Merced de la Iglesia de la Villa del Puig de Enesa, en la cual dice: Concedimus et offerimus... Ecclesiam illam de Podio de Anaso, sive de Cebola quae vocatur Sancta maria cum toto illo Podio..... in quo sita est.

De este autor trata el padre Méndez en la pág. 80 de su Tipografía Española, tomo 1, y también el erudito Raimundo Caballero en su libro de Prima Typographiae Hispanicae aetate, núm. CXLII, pág. 52, y en apoyo de lo dicho, dice: que en el año 1483, murió en Roma el Cardenal Auxias (Agustín) de Podio, valenciano, hijo de Xátiva, el cual se llamaba Puig de apellido. En nuestros días vemos también que algunos lo latinizan: cuya práctica en lo sucesivo podía ser ocasión de muchas dudas, sobre el verdadero nombre en su idioma original. Así se ha visto en el P. Benito, que por titularse Pererius, creyeron algunos que se llamaba Pereira, siendo en verdad Perera (peral): y el mismo Sr. Mayans, que también latinizaba su apellido, conoció las dificultades que sobre ello se ofrecían; mas para evitarlas de algún modo, en la impresión de la obra de bello rustico valentino, que escribió el P. Miñana, publicada en Haya año 1772, cuidó de añadir un índice, no sólo de los apellidos, sí que también de los pueblos que había latinizado, apuntando los propios de cada uno en su idioma. ¿Por qué motivo el Sr. Mayans no incluiría el suyo en este índice?

La obra de nuestro Puig tiene el título siguiente: 1. Guillelmi de Podio presbiteri commentatorium musices ad Reverendissimum illustrissimumque. Alfonsum de Aragonia Episcopum detursense. (dertusense : Dertusa : Tortosa)

Carecía de portada la que he tenido, y acaba: finit opus preclarum dictum ars musicorum: editum per Reverendum Guillermum de podio presbiterum, summa cum diligentia perlectum necnon correctum. Et impressum in inclita urbe Valentina. Impensis  magnifici domini Jacobi de Villa: p ingeniosos ac artis impressorie expertos Petrum hagembach. Anno incarnationis salvatoris domini nostri Jesuchristi MCCCCXCV, die vero undecima mensis aprilis. Es en folio.

Jaime de Villa, a cuya costa se imprimió la antecedente obra, era muy probablemente algún hacendado valenciano de buen gusto, y que tendría en su casa imprenta y en ella a los editores alemanes, Pedro Hagembach (Hagenbach) y Leonardo Huto (Leonhard Hutz). De estos, el Pedro estableció poco después su imprenta en Toledo, donde publicó en 1502, Las Epístolas de Séneca, en romance; y Leonardo continuó imprimiendo como se ve por varias obras que muestran expresamente su nombre.

http://www.bibliotecamusica.it/cmbm/scripts/gaspari/scheda.asp?id=2113

BERNARDO VALMANYA.

1493. (Bernat Valmanya)

Valenciano, secretario del Conde de Oliva, tradujo de la lengua castellana a la valenciana un libro titulado: 1. Cordial del anima.

“Comença lo libre de las quatre últimas, y mes darreres cosas que les creatures apres del viure esperen ço es la mort corporal, y la celestial, les penes infernals, lo juhi final, y la celestial gloria del paradis. Al cual libre molts lo nomenen Cordial del Anima: es molt profitos y necesari a qualsevol crestia majorment per als qui sermonen. Es molt fornit y ple de autoritats y de exemples de la scriptura sacra: y de versos de poetes.”

(Impresión de pantalla de https://bvpb.mcu.es/es/consulta/registro.do?id=401420 para que se puedan comprobar las ligeras diferencias que hay entre el original y el texto anterior entre comillas. Es la misma letra y estilo del Vita Christi de Isabel de Villena, Isabel de Billena, publicado un lustro después.) 

Comença lo libre de les quatre vltimes y mes darreres coses:  que les creatures apres del viure esperen, ço es la mort corporal, les penes infernals, lo juhi final: y la celestial gloria de paradis. Al qual libre molts lo nomenen Cordial de lanima: es molt profitos y necessari a qualseuol crestia maiorment per als qui sermonen. Es molt fornit y ple de auctoritats: y de exemples de la scriptura sacra: y de versos de poetes.

hAjes (h miniatura) recort de tenir en memoria: les vltimes y mes darreres coses que apres de la vida segueixen: si de peccar vols scusar te en lo capitol. vij. del Ecclesiastich. Lom diu sanct Agosti en lo libre de les meditacions sues. Mes deu lome esquiuar la sola sutzietat del peccat: que qualseuol crueldat de doloroses penes.  E per ço com la coneixença de les vltimes y mes darreres coses: y hauerles en continua memoria: retrahent nos de peccar: ab les virtuts nos ajuste: hins retinga: confermant nos a qualseuol bona obra Mijançant la gracia diuina dellibere hun poquet scriure daquestes vltimes coses damunt dites ço es quals son y quantes: declarant cascuna ab auctoritats: originals: y singulars exemples. E per ço es de notar: que quatre son les coses mes darreres del viure comunament per los sancts doctors comptades segons lo glorios sanct Bernad en hun sermo clarament demostra: dient. Haies en memoria en totes les tues obres: les vltimes coses que apres del viure segueixen, les quals son quatre. La mort. Lo iuhi Lo infern, y la gloria. Quina cosa mes que la mort pot

Finaliza: “Deo gratias. Fon traduit la present obra intitulada: Cordial del anima de vulgar lengua castellana en stil de valenciana prosa per Bernardi Valmanya secretari del spectable Compte de Oliva; é apres emprentada en la clarisima ciutat de Valencia en lo any de la deifica incarnació de nostre senyor Deu jesuchrist. M. CCCC. LXXXXV. a viij de Juny.” En 4.° letra de tortis.

Esta obra en castellano se había impreso el año anterior en Zaragoza, también en 4.°


FRANCISCO VICENT.

1495.

Natural de la ciudad de Segorbe, como él mismo lo dice en el frontispicio de su obra, que compuso y publicó con el siguiente título: 1. Libre dels jochs partits dels scachs en nombre de 100 ordenat é compost per mi Francesc Vicent nat en la ciutat de Segorb é criat é vehi de la insigne é valerosa ciutat de Valencia. = Acaba. = A loor é gloria de nostre Redentor Jesu-Christ fonc acabat lo dit libre que ha nom libre dels jochs partits dels scachs en la insigne ciutat de Valencia é estampat per mans de Lope de Roca Alemany é Pere trincher librere á XV dies de Mag. del any MCCCCLXXXXV. En 4.°

Edición y libro singularmente raro, y apenas conocido. Reparo que en la voz librere sobra la última e (librer : llibrer : librero); y en la ortografía valenciana no se escribe Mag., pues falta una i entre la a y g, debiendo decir Maig. Pueden ser muy bien erratas, o del impresor o del que dio la noticia al P. Méndez, de cuyo libro habla en la Tipografía española, tomo 1, pág. 83.

También trata de nuestro autor y obra, y con los dos mismos yerros de imprenta que hemos notado, el Abate D. Raimundo Diosdad en su obra de primae Typographiae Hispaniae aetate. Roma 1793, al núm. CXV, pág. 54.

El juego de que habla nuestro escritor, es el del ajedrez, enseñando el modo de jugar, con la explicación de cien partidas diferentes.


FR. JUAN VALERO.

1495.

De este autor escribió Ximeno, tomo 1, pág. 60, nombrándole sólo con el apellido, creyendo era nombre; pero se llamaba Fr. Juan Valero.

Siendo regente de estudios en Barcelona, le eligieron prior de predicadores de Valencia, como consta del gasto de 7 de diciembre de 1443: Solvimus pro portu rauparum rev. Prioris novi scilicet Mag. Joanis Valero, quas partim tulerunt per mare à Barchinona, quia erat tunc ibi Lector actu et partim à Conventu S. Mathaei... 20 solidos et 6. Item pro conductione cuiusdam animalis pro eodem Prioris veniendo de Barchinona... 22 solidos et 6.

Asistió en las cuentas que se tuvieron en Predicadores de Valencia en 11 (o 2, II) de diciembre de dicho año 1443. Así lo dice el P. Teixidor en los Anales del Convento de dicha Orden, tomo 2, pág. 269.

El mismo Mtro. Fr. Juan Valero fue elegido segunda vez prior del referido convento, por noviembre del año 1461. Consta en el gasto de dicho mes y año, que dice: Solvimus pro portu rauparum Reverendisimi Prioris á Sancto Matheo usque Valentiae...


D. FR. JUAN MARQUÉS.

1499.

Ximeno, tomo 1, pág. 61.

Debe añadirse que el Mtro. Diago, en el Autógrafo de la Historia de la Provincia de Predicadores, pone esta cláusula: “Algunos le hacían guerra diciendo que no era hijo de predicadores de Valencia, pero malamente, como lo declaró el Mtro. de la orden Fr. Marcial Aurébelli, en Aviñón a 9 de octubre 1465, y la declaración he visto en el archivo de Zaragoza”.

En el año 1447, ya era profeso; en el de 1452, era lector de lógica en Valencia: consta de los libros mayores del convento de predicadores.

La carta del rey Don Fernando que pone vertida en castellano Diago, folio 220 de la historia de la Provincia, y cita Ximeno dice así: “Lo rey = Maestre Marqués. Nos, scrivim al tresorer de Convent vos done recapte ab que vingau. Mananvos siau en tot cas açi dimecres sants é noy haja falta. Dat. en Tudela á V de Abril 1476. Rex Ferdinandus. (Fernando II de Aragón, el católico)       

Sobre la conversión de Juan Andrés (de que también habla Ximeno), véase lo que él mismo dice en el prólogo de su obra: Confusio sectae mahometanae, que se halla también en el padre Miguel de S. José, tomo 1, pág. 235.

Fue a más el Mtro. Marqués Inquisidor de Valencia, puesto por el Mtro. Miguel de Morillo, Provincial, en virtud de la facultad que para ello le dio Sixto IV, por su breve de 14 de agosto 1475, después de haber privado del mismo oficio a Fr. Jaime Borrell; aunque querellándose este de su deposición al Pontífice, se le volvió.


MOSEN JAN ROIÇ DE CORELLA.

1500.                             

Ximeno habla de este autor, tomo 1, pág. 62, padeciendo algunas equivocaciones que me han parecido deber enmendar.

En la referida página, columna 2, núm. 2, es el título de la obra que cita: Oració á la Sacratísima Verge Maria tenit son fill Deu Jesus en la falda, devallat de la creu. Ordenada per lo molt reverent Mestre Mossen Corella. Acaba: Jacobo de Vila.

A gloria gran, d'aquella sagrada

cruel passió, del rey eternal

Jacobo de Vila, ab pensaffectada

tenint dins Valencia, la sua posada

per dar als devots, past celestial

la obra present, per esser molt pia

ha fet emprentar, de bon çel mogut

y fon acabada, del tot loncén dia

del mes de giner, any mil que corria

quatrecents noranta é tres ab salut.

Es en 4.°, sin foliar, letra de tortis.

En la misma página y columna, núm. 3, habla del Quart del Cartoixa, diciendo se reimprimió en dos tomos; pero se engaña altamente, porque el tomo segundo que dice consta de 314 páginas, o 157 folios, es la segunda parte, o el libro segundo del cartujano, y no parte segunda del libro cuarto, como cualquiera podrá observarlo.

Para mayor claridad, diré que la obra consta de cuatro tomos, pero lo que primero se imprimió fue el Quart del Cartoixa, (o cuarta parte de la Vida de Cristo, compuesta por el cartujano) cuyo Quart se acabó de imprimir en 16 de febrero de 1465: en folio. Edición de que no tuvo noticia Ximeno, y que se reimprimió el mismo año, acabándose la segunda impresión en 6 de noviembre. He visto y cotejado ambas ediciones, y la diferencia de ellas prueba son distintas, porque la primera acaba: Ad laudem et honorem Dñi. nostris &c. fuit impresum in civitate urbis Valentiae die XVI Februarii Anno Dñi. MCCCCLXXXXV. En folio. Consta de 174 folios y uno el índice.

La segunda edición que es la que cita Ximeno, consta de 137 folios, y la nota de la impresión es toda en letra, y no en números romanos como la primera.

Las cuatro partes que tradujo Corella, y no vio Ximeno, se imprimieron del modo siguiente, y tienen este título: Lo primer (esto es libro) del Cartoixa. Al fin: Acaba la primera part del Cartoixa en la vida de Jesus deu y senyor nostre trellada de lati en valenciana lengua... Stampada en la insigne ciutat de Valencia à tretce de Abril Any de la salut nostra M CCCCLXXXXVI (1496). En folio, tiene 144 folios o fojas, contando el índice.

El tomo segundo empieza de esta suerte: Comença lo Segon (libro) del Cartoixa arromançat corregit, smenat y ben examinat per lo reverend è magnifich mestre joan roiç de Corella: cavaller mestre en sacra theologia.

Contiene cincuenta y tres capítulos que tratan de los hechos y dichos del Salvador durante su predicación. Concluye: Deo gracias: A honor laor y gloria de la Trinitat santisima acaba la segona part del Cartoixa traduida de latina lengua.... per lo Reverent è magnifich mestre en sacra theologia mosen Joan roiç de corella y per aquell diligentment ans de la mort sua corregida hi examinada: la qual fon apres ab gran vigilancia effigiada, y emprentada en la inclita metroplitana ciutat de Valencia en lany jubileu de nativitat de nostre senyor jesuchrist mil cinch cents.

Tomo en folio, empieza con la primera inicial muy grande: consta de 158 folios.

El tomo 3.°, título como el anterior, no tiene año ni nota de lugar de su impresión; bien que faltaban dos hojas en el ejemplar que he visto, y entre todas tiene el libro 183 folios.

El tomo 4.° como los anteriores, y al fin dice: A lahor y gloria.... fonch stampat per Gorge Costilla á 24 dies del mes de maig del any 1513. En folio; tiene 130 fojas, incluso el índice, todos letra de tortis.

Añádense a sus obras las siguientes, que omitió Ximeno: 1. Psalteri trellat de lati en romanç per lo reverent mestre Corella. Al fin dice: “Açi feneix lo psalteri aromançat per lo Reverent mestre johan roiç de Corella mestre en sacra theologia. Corregit é feelment smenat per Johan Ferrando de guivara prevere. Empremtat en Venecia per mestre Johan hertezog tudesch. A XXX dies de abril. Any de la nativitat de nostre senyor deu Jesucrist mil é CCCCLXXXXX.” En 8.° mayor, letra de tortis, sin foliar.

En la biblioteca de la catedral de Valencia, está el original de este Salterio escrito con hojas de papel y vitela, es en folio, consta de 42 hojas, y como es el original, varía del impreso en muchas cosas; entre ellas, que los 150 salmos están divididos en 170. Al fin tiene también en lemosín, vidas de varios Santos, en especial Apóstoles: constan de 17 hojas.

2. La historia de Joseph fill del gran Patriarca Jacob ordenada per lo reverend mestre johan roiç de Corella, Cavaller é mestre en Sacra Teologia.

Sigue: “Prólogo de la Istoria de Joseph fill del gran Patriarca Jacob = Porque manifestament se mostre com nostre senyor Deu endeçant aquells é exalça: que ab virtuosa vida en la sua Magestat l'ur esperança fermen. Descriure en vulgar de valenciana prosa la Istoria d'aquell de virtut exemple. Joseph fill del gran Patriarca Jacob. En la virtuosa vida del qual ab lum clara se contempla com la divina Providencia sens força à que siam atribulats com à benigne senyor è Pare per major be nostre comporta.” Está dividido en treinta y siete apartes, y cada uno con su título. Acaba: “Deo gratias.” Sin lugar ni año de impresión. En 4.°