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lunes, 14 de agosto de 2017

llit

llit , cama

gitás, gitar-se, acostarse

catre

Lo catre no es un llit. Son dos marcs crusats en forma de aspa, que fan la funció de llit. Units per la part d'amunt en cordes (normalment fetes en trena de peladures de vimec) que fan la funció de sunyer. La márfega es un coltxó de roba de borrassa, arrebotit de palla o de peladures de panolla. Los catres i les márfegues solíen estar als masets que no teníen pallissa.


Llit, sunyer, coltxó, llansols, mantes, cobrellit, coixí, sobrecoixí, catre, márfega, eixugamans,


Llit, sunyer, coltxó, llansols, mantes, cobrellit, coixí, sobrecoixí, catre, márfega, eixugamans,

Nusatros tamé el dím pareixido. Llit, somiè, colchó,llinzol ,,mantès ,
cobrellit,,coixí , aná al  catre , márfega.La palla qu'hie  posaban èba de segaltrigo.

Lo colcho se fae en la llana, lligat de cuan en cuan en vetes, se varechae cada añ.

A Tamarit cubrellit, y los colchonés los paraben al carré, vareaben la llana y fie un ruido espesial, después los cosien, normal o a la Inglesa...

Cubrellit,llansol,sumier

Sir, Llinsol, somié, colchó, màrfega, cubrellit...

Llit,sumie,colcho,
llansols,mantes, cobrellit,coixí
sobrecoixí,ana al catre,márfega,no se que es....eixugamans...toalla de mans

Natres diem ,llit,  somie,  manta  o mantes , banua  ( colcha) cuisi, llansol, catre,   isugamans se diu mes toalla. Y madalap al colchón.







lunes, 29 de mayo de 2017

márfega

márfega


madalap ple de fullarasca de panís


Al meu lloc, tame se diguebe marfega, a casa de maguela ne tenie una y cuan mos chitaem a de la mesdia, fie una ruidera que no se podie dormi

¡Ah!... un colchó plé de fullarasca de panís, no es un colchó, es una márfega. Luis no es una crítica, es una aportació.


márfega, màrfega, colchón, fullarasca, panís, palla, paja, jergón


dcvb

MÀRFEGA f. 

sábado, 4 de diciembre de 2021

DVA, Borao, M

MACELO d. Rastro: Ducange, aunque sin apoyarse en citas aragonesas, incluye esa voz y las de macelator, macellanus, macellare, macellarius &: en italiano se usan macellajo y macellaro como carnicero, macello como matanza y carnicería, macellare como degollar. (masacrar)

MACERAR. n. Sobar o apretar la masa de que se hace el pan.

MACERO. c. Pertiguero, oficio de las iglesias.

MACHO LLANO. n. Cabrío castrado.

MADERA. n. Se usa en la frase tener mala madera para indicar el estado accidental de debilidad orgánica o nerviosa, o de displicencia y flojedad en el ánimo.

MADERISTA. a. Maderero.

MADRAZA. d. Madrona.

MADRILLA. a. Boga, pez de río.

MADRILLERA. a. Instrumento para pescar madrillas.

MAESTRE RACIONAL. a. Ministro real que tenía la razón de la hacienda en cada reino.

MAESTRO RACIONAL. a. Maestre racional o contador mayor.

MAIGAR. d. Entrecavar.

MAINATILLO. n. Apodo con que la gente vulgar denuesta a los jóvenes de regular fortuna clase o apariencia: es derivación corrupta de magnate. (magnatillo)

MAJO. n. Lujoso, elegante, bien puesto de traje. En Castilla se refiere principalmente al desgarro o libertad de maneras. (maja, majo : bonico : bonito)

MAL. n. Cuidado, zozobra: suele decirse en algunas localidades no te dé mal por no te dé cuidado. - n. Se usa en la frase por mal que se cuide, por mal que se divierta y otras, como reduplicativa causal o en equivalencia de la palabra causa.

MALAGAÑA, a. Industria para sentar los enjambres que salen de las colmenas.

MALA-VOZ. Opinión judicial contra la propiedad, o posesión, libertad de los bienes, sobre lo cual puede leerse entre otros pasajes, el libro VII de los ff. título de praescriptionibus.

MALBUSCA. d. Mujer inquieta, sagaz y astuta.

MALFARÁS. n. Se dice del muchacho travieso o mal intencionado.

MALMETER. c. Malbaratar, gastar, echar a perder. (malmetre, malmetut)

MAL-TRABAJA. n. Haragán, perezoso para el trabajo.

MALVAR. n. Adulterar, amerar o empeorar las condiciones de algún objeto, especialmente comestible. - n. Malearse o empezar a contraer malos hábitos alguna persona. En sentido muy semejante, pero no igual, vemos que toma aquel vocablo la Academia.

MALLACÁN. n. Capa de terreno de las más superficiales, que se compone de grava y sales calizas.

MAMIA. n. Véase teticiega. (Cabra, ovella que no done lleit. Mamitis)

MANÁ. n. Grajea.

MANANTÍA. n. Manantial.

MANANTIAR. n. Brotar agua, ya de manantial, ya de alguna filtración.

MANCID. n. Prestación sobre el pescado, según Ducange.

MANCUSO. n. Moneda de oro que valía sex septem sueldos de Zaragoza, aunque Briz Martínez dice que 17 o 49.

MANCHA. d. Fuelle. (Pera unflá les rodes)

MANCHADOR. d. El que mueve los fuelles.

MANCHAR. d. Manejar o dar aire a los fuelles.

MANCHOSO. n. Se dice de lo que, por su color bajo o delicado o por cualquiera otra causa, recibe con facilidad, o por mejor decir no oculta la suciedad ni las manchas.

MANDADA. n. Mandadera, o recaudera como en lo antiguo y en el siglo de oro se decía.

MANDADO. n. En la frase bien mandado, que también hemos oído en Castilla, significa obediente.

MANDRIA. n. Haragán, hombre egoísta: en Castilla cobarde, y en el lenguaje de la Germanía tonto.

MANDURRIA. n. Bandurria.

MANEFICIOS. n. Útiles, aparejos etc.: dícese maneficios de cocina, bestias de labor con sus maneficios.

MANGARRA. n. Persona negligente, perezosa y poco activa.

MANIFACERO. p. Entremetido.

MANIFESTACIÓN. a. Uno de los cuatro procesos forales, que consiste en avocar al tribunal del Justicia, y modernamente a la Audiencia, la persona y proceso de quien se halla preso por el juez incompetente o eclesiástico, hasta que, examinado el punto, se ponía en libertad al preso o se le entregaba a quien tuviese derecho de juzgarle.

MANIFESTAR. a. Poner en libertad por despacho del Justicia a los que la pidieron para ser juzgados.

MANTA. n. La prenda que completa el traje del pueblo, cubriendo todo el cuerpo a manera de capa: viene a ser una tira ancha de grueso tejido, la cual tiene doblada por igual y cosida la tira de uno de los extremos formando una bolsa.

MANTELL. n. Ropa rozagante según el Índice de Blancas.

MANTORNAR. d. Binar o dar segunda labor ala tierra después del barbecho.

MANTUDO (pollo) n. Persona muy sensible al frío, o que busca con frecuencia el abrigo.

MANZANA DE DAMA. a. Acerola.

MANZANILLA DE PASTOR. n. Planta.

MAÑANADA. n. Principio de la mañana.

MAÑO. n. Hermano, expresión cariñosa y familiar aplicada algunas veces a los amigos íntimos. (ma maña : man germana : mi hermana)

MARAVEDÍ. a. El tributo que de siete en siete años pagaban al rey los aragoneses cuya hacienda valiese diez maravedís de oro o siete sueldos, que era su valor en tiempo de Jaime el Conquistador.

MARCELINA. n. Macerina o servicio de chocolate, comúnmente de plata, que consiste en una bandejita a la cual va adherido un pocillo destinado a contener la jícara que es de la misma especie, pero pieza aparte.

MARCIDA. n. Se dice de la oliva fermentada: es voz local. (Marsida, oliva maurada, se fa ficanla a la serena en pell de taronja o llimó).

MARCO. n. El armado de madera en que se acondiciona y prensa el turrón de almendra. - n. La cantidad de turrón que se elabora en cada marco.

MARDANO. d. Morueco que se deja para padre. (Mardá, borrego, mascle de ovella)

MÁRFEGA. a. Jergón de tela tosca.

MARGIN. n. Margen. (Marge, marche a Valjunquera, La Fresneda)

MARGUIN. n. Margen de ríos o heredades: es femenino, y se ve usado en las Ordinaciones de Zaragoza.

MARI. n. Palabra que se antepone a otras muchas para denotar frecuencia en alguna cosa: dícese de uno mari-prisas, mari-enredos, mari-apuros, como si se dijera el hombre de las prisas, el hombre de los enredos, el hombre de los apuros.

MARINO. n. Pescador, ant.

MARIQUILLA. n. Márfega, voz local.

MARÍTIMA. n. "...lo que non podemos sino en Cathalunya cerca la maritima” dijo Pedro IV licenciando a las Cortes en 24 de octubre de 1347.

MARMOTEAR. n. Murmurar para sí a media voz, refunfuñar.

MARRAGA. c. Tela basta de estopa y pelo de cabra. Blancas dice que, a la muerte de D. Juan hijo de Fernando el Católico, vistieron los caballeros por luto marraga negra, que antes en Castilla era de gerga blanca llamada marga.

MARRANO. n. Cerdo. - n. Hombre zafio, abrutado.
MARREGA. a. Marga, jergón. (márfega)

MARRILLO. p. Palo corto y algo grueso.

MARTÍN-PASEO. d. Fritada.

MARZEAR. n. Se usa en la frase proverbial "si marzo no marzea, abril acantalea", y se entiende por marcear reinar vientos fuertes y fríos.

MAS. d. Casa de campo en secano. (Masía). -n. Tan, como se ve en las muchas y muy vulgares locuciones parecidas a esta: ¡qué pan más blanco! - n. Ni más ni mangas, expresión de asentimiento, pero tomada generalmente en sentido contrario.

MASA. a. Casa de labranza con sus tierras y aperos. (Masá) n. plata en masa, plata en bruto o sin labrar, no licuada o derretida que es la acepción castellana.

MASADA. p. Masía: también se usa la palabra Masadero por el colono o vecino de la masada. - n. Lo que se amasa de una vez.

MASAR. c. Amasar.

MASCARA. d. Tizne.

MASCARAR. d. Tiznar.

MASCARÓN. n. Tizne o mancha, generalmente en la cara. - n. Dibujo informe o mal ejecutado. - n. Persona ridículamente ataviada. - n. mascarón de proa, persona de facciones exageradas.

MASERO. n. Lienzo en que se acomodan los panes para llevarlos a cocer.

MASETA. n. Engrudo o pasteta para pegar cuerpos de fácil adherencia.

MASÍA. a. Cortijo, masada o casa de labor: por su etimología griega significa tierra vallada o cercada.

MASOBERO. d. El que vive en cortijo. (masové, masovera, masovés, masoveres)

MASTIQUE. n. Plaste.

MASTO. a. El árbol donde se injiere otro.

MASTRANZO NEVADO. n. Menta silvestre, planta.

MASTUERZO. n. Majadero, persona inútil o muy negada.

MATA DE PELO. d. Crencha.

MATACABRA. d. Granizo menudo y frío que cae en el invierno.

MATACÁN. n. Cierta clase de liebres muy corredoras, las que se distinguen por su menor volumen y por una como estrella que llevan en la frente.

MATACÍA, a. Muerte o matanza de animales para el consumo.

MATA-GALLEGOS. n. Arsolla, planta.

MATA-POLLO. n. Planta.

MATAPUERCO. n. Mondongo del cerdo, esto es, los embuchados que de él se hacen, como longaniza, morcilla etc. - n. La operación o faena del mondongo.

MATERIAS. n. Papel pautado: la Academia incluye esa voz como anticuada en significación de muestra que se da a los niños para que imiten la forma de la letra.


MAYENCO. d. Deshielo de nieve en primavera.

MAYORDOMBRE. a. Prohombre, veedor o maestro que preside un gremio.

MAYORDOMBRÍA, a. Oficio de prohombre.

MAYORDOMO. n. En Zaragoza cada uno de los tres jueces que ejercían jurisdicción mercantil en el palacio de la diputación después del medio día (M. Molino).

MAZA. c. Pértiga.

MAZACOTE. n. Se dice de cualquiera objeto de arte no bien concluido y en que se ha procurado más la solidez que la elegancia y ligereza.

MAZADA. n. Pensamiento o solución sin réplica que comúnmente no brilla por su ingenuosidad sino por su exactitud, y que suele proceder de persona taciturna o no muy locuaz, y así se dice: fulano tiene unas mazadas.

MAZARRÓN. n. El que defraudaba al fisco dejando de pagar el peaje u otro derecho de pasaje: así se infiere de los actos de Cortes en que se definía y penaba ese delito "é tomábanle por mazarrones sino pagaban" "non sia avido por mazarron mas se sea tenido pagar el dicho peage."- n. La misma pena en que incurrían los defraudadores, que era la pérdida de lo que transportaban y aun todas las cosas en que se cometía el fraude como caballerías, barcas etc. “las ditas penas et mazarrones sian divididos et divididas segund se siguen" esto es, por cuartas partes entre el Sr. del territorio, el aprensor, el fisco y los funcionarios públicos.

MAZO. n. Badajo.

MAZONERO. n. Albañil.

MAZORRIL. n. Mazorral.

MEADINA. n. Meada.

MEA-PERROS. n. Planta.

MEDIA. n. Medida de granos equivalente a la fanega aragonesa: en Castilla equivale a media fanega.

MEDIANIL. n. Tabique que divide dos casas o habitaciones o departamentos: también se dice de las tapias divisorias de huertos y heredades.

MEDIAR. n. Dividir por mitad: léese en las leyes palatinas de Jaime II de Mallorca.

MEDIERO. a. El que va a medias en la administración de tierras o cría de ganados.

MEDITAR. n. Recrear el ánimo, principalmente en la caza según Ducange, el cual incluye también la voz meditación.

MEJANA. d. Isla de río.

MELÓN DE AGUA. p. Sandía.

MELSA. a. Bazo. - n. Flema, calma, poltronería.

MEMORIA. p. Se dice caer o dormir de memoria para denotar que en posición supina o boca arriba.

MENSA. n. Algunos escritores usan esta palabra como sinónima de prepositura, pero dando a esta diferente valor que la Academia.

MENSURÁTICO. n. Género de tributo que también se llamaba mensuraje.

MENUCELES. a. Los frutos de poca monta que se percibían del diezmo, para distinguirlos de los granos aceite y vino: llamábaseles también minucias.

MENUCIER. n. Repartidor de las viandas para la mesa del rey.

MENUDILLO. a. Moyuelo, salvado menudo.

MERA. n. Marca para el ganado.

MERENDOLA. n. Merendona.

MERMAR. c. Disminuirse alguna sustancia al calor.

MERZINA. n. Homicidio, según documento de Jaime I, citado por Ducange.

MESA. n. Se dice mesa de sastre por aquella en que falta accidentalmente el pan, como en Castilla se dice mesa gallega.

MESACHE, MESACHA. n. Muchacho, muchacha; mozo, moza.

MESEGUERÍA. n. Derecho que se pagaba por el paso de ganados trashumantes junto a los sembrados, según se inclinan a creerlo los ilustrados aa. de las Instituciones de Derecho aragonés, SS. Franco y Guillén. - n. Oficio del meseguero.

MESEGUERO. a. El que guarda las viñas. (Meseguer)

MESNADEROS. n. Nobles de segunda clase educados en el palacio real, según Zurita en Indices rerum ab Aragoniae Regibus gestarum (Zaragoza 1578) libro I pág. 52.

MESTURA. a. Trigo mezclado con centeno. (mixto, mezcla, mixtura)

MIAJAS. n. La cantidad con que contribuye cada hermano para los gastos de la cofradía.

MIAJERO. n. Puchero pequeño.

MICER. n. Título de alguna distinción que se dio un tiempo a los letrados.

MICERO. n. Entremetido, persona que se pone en lo que no le importa: algunos derivan de la anterior esta palabra.

MIDA. p. Medida.

MIELSA. d. Melsa.

MIL EN GRANA. n. Planta.

MILOCHA. p. Cometa. - n. Apodo contra la persona demasiado alta y delgada.

MIMO. n. Músico, según la interpretación de Ducange a las leyes palatinas de Jaime I de Mallorca.

MINCHAR. n. Comer. (Minchá, minjá).

MINGLANA. n. Granada: es voz local y corresponde a mingrana, castellano antiguo. (mangrana)

MINGLANERA. n. Granado. (mangrané, mangranera)

MIÑÓN. n. Individuo de una compañía que también se titulaba de fusileros de Aragón y tenía por objeto la persecución de malhechores y todo lo que hoy forma el instituto de la Guardia civil: fue creada en 1768 y disuelta en 1843, siendo diferente esta fuerza de la que con igual nombre y parecido objeto se menciona en el Diccionario de la lengua, así como no le conviene la etimología que da Monlau a la palabra miñón derivándola de minuo minus, idea de pequeñez. (Mignon francés ??)

MIOJA. n. Migaja, miga. (Miaja)

MIRALLO. n. Balcón, reja o celosía.

MIRAMAR. n. Mirador, solana, azotea, sobre todo en las casas de campo. (Mallorca)

MISA. n. Se usa en la frase proverbial como misa de réquiem con órgano (lo cual nunca sucede en Aragón) para denotar la impropiedad, improcedencia o falta de gusto en una cosa.

MITADENCO. d. Trigo mezclado con centeno: se ve usado también en documentos de Navarra. - n. Se dice del censo que se paga mitad en una clase de frutas mitad en otra.

MOCAR. n. Sonar (sonarse la nariz; mocás). La Academia admite los conderivados moquero y mocador. (Mocá, mocadó; yo me moco, te moques, se moque, mos moquem o mocam, tos moquéu o macáu, se moquen)

MOCETE, MOCETA. n. Muchacho de cuatro a ocho o diez años: dícese también moced para el masculino y es usual en Navarra. (mosset, mossets, mosso, mossos, mossa, mosses, mossetes)

MODOSO. n. Se aplica a la persona de moderación y templanza en sus acciones y palabras.

MOJIJO. n. Salsa. (Para mojar pan)

MOLADA. d. Cantidad de aceituna que se deshace de una vez. (Mola; Muela; moler)

MOLEDERA. n. Se dice de la persona pesada, importuna o gárrula.

MOLINADA. n. La cantidad de trigo que se muele de una vez para el consumo en tiempo dado, y así se dice en las Ordinaciones del Hospital de Zaragoza "las molinadas de trigo de cada semana"- n. El abasto de trigo que se hace para el consumo anual de una familia, o el contrato equivalente que se hace con el tahonero para que surta de pan durante el año.

MOLTURA. a. Maquila o grano dado en precio al molinero, o medida de maquilar.

MOLLA. d. Musgo moho. (La molla del pá: la miga; molles de carn : grasa, michelín)

MOLLAR. n. En sentido de hito o mojón lo hemos visto en una escritura de narración de límites entre Vera y Tarazona, año 1245, con estas palabras "e mando alli fincar mollar. (molló; fita)

MOMO. d. Fisgón.

MOMOS. n. Gestos o visajes con que se hace burla de alguno.

MOMERO. d. Fisgón.

MONA. n. Juego de naipes que consiste en repartir toda la baraja entre un número ilimitado de jugadores, descartarse estos de sus parejas, tomar cada uno sucesivamente del de su izquierda un naipe cubierto para ver si reúne pares al descarte, y cuando queda una sola carta (pareja de otra que sin ser vista de nadie se ha quitado de la baraja al empezar el juego), el que la tiene resulta mona y paga lo convenido - n. Maza, en sentido de colgajo que se prende a los vestidos en Carnestolendas: es curioso de notar que maza y mona se dice, según la Academia, por dos personas que suelen andar juntas. - n. mona de pascua, suele decirse corrido, y otras veces alegre, como la mona de pascua a semejanza, en el primer caso, de la frase hecho una mona que admite la Academia.

MONCAÍNO. n. Lo derivado de la cordillera del Moncayo, como el viento, etc.

MONDA. n. Mondadura, desperdicio o piel de cualquiera fruta, legumbres etc.

MONEDA JAQUESA. a. La que se labró en Jaca y juraron los reyes mantener, la cual tenía el busto del rey y una cruz patriarcal: en general se dice de toda moneda aragonesa que es imaginaria.

MONEDAJE. a. Servicio de 12 dineros por libra jaquesa (cerca de un 4 por ciento) impuesto sobre los bienes muebles y raíces por Pedro II.

MONFORTERA. n. Cada uno de los palos o cestillas que, descansando en los rillos, sirven para contener vertical y paralelamente las dos paredes de los tapiales.

MONIS. a. Masa de huevos y azúcar.

MONITORIO. n. Provisión que expiden los tribunales para hacer cumplir sus decretos contra la resistencia de los jueces o particulares eclesiásticos; en Castilla monitoria es despacho que se obtiene del juzgado eclesiástico para obligar a comparecer a alguno.


MONTAMIENTO. n. Valor, precio, estimación; y así se dice “no he percibido montamiento de un alfiler”: esa significación da la Academia a la palabra monta. (Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando)

MONTÓN (A). n. Mucho, en gran cantidad, por ejemplo llueve a montón, lo quiere a montón. La Academia incluye a montones por abundante, excesivamente.

MOÑACO, d. Muñeco. (nina, nines, ninot, ninots)

MORA DE ZARZA. n. El fruto apiñado que da la zarza silvestre. (Zarzamora, mora)

MORABATÍN. n. Moneda usada antiguamente en Aragón. Para prueba de la variadísima lección que tienen algunas voces en los documentos antiguos, y de la dificultad de fijar a veces la verdadera, citaremos las que trae Ducange de esta palabra en su Glossarium: son marabatinus, marabetinus, marabitinus, marabocinus, marabotinus, marabutinus, marabuntinus, marapetinus, maravedinus, marbatinus, marbotinus, marmotinus, maurabotinus, mirabutinus, morabatinus, morabedis, morabetinus, morbotinus y morobatinus. (maravedí, maravedís, maravedíes, etc.)

MORADURA. n. Lividez que queda en la epidermis a consecuencia de alguna contusión o golpe. (El cardenal Omella sufrió bastantes de niño jugando en Queretes)

MORAVETINO. n. La misma moneda antes definida y por otro nombre llamada maravedí alfonsino.

MORCACHO. d. Mestura: en Castilla morcajo.

MORCAL. n. Intestino de carnero, vaca o cerdo, en el cual se ponen los embuchados de morcilla, longaniza etc.

MORCAS. d. Heces del aceite.

MORGAÑO. n. Ratón campesino muy hocicudo que suele mamar de las ovejas causándoles la muerte: su carácter venenoso ha dado origen al proverbio si te pica el morgaño prevén el escaño. (ve preparando; escaño : féretro; furigañ ??)

MORGÓN. d. Mugrón de vid. (mugró, mugróns: pezón, pezones)

MORGONAR. d. Tender los sarmientos para que arraiguen.

MORO. n. El médico Francisco del Rosal dice “que el aragonés llama moros por denuesto a los que descienden de moros, así como en Castilla se llama judíos a los que descienden de ellos, y en Andalucía moriscos a los unos y conversos a los otros.” (Algunos reyes de Aragón, Jaime I, llamaban príncipe de los moros a reyes de Jaén, Córdoba, Berbería, etc.)

MORQUERA. d. Tomillo. (timó; vore farigola y farigolero al dicsionari lleidatà-català)

MORRERAS. n. Manchas o erupción alrededor de los labios. (morro, morros; morreres)

MORRO. n. Enfado, berrinche.

MORROCOTUDO. n. Grande, formidable, temible: se usa, y sólo vulgarmente, con algunos sustantivos, como en las frases, hay cuatro leguas morrocotudas, es un capital morrocotudo, es un juego morrocotudo etc.

MORRUDO. n. Aficionado a los manjares exquisitos, práctico en gustarlos, el que se apercibe pronto de su buen o mal condimento: es voz familiar. - n. Se aplica al que está enfadado, o, como se dice metafóricamente, con hocico. (morrut, morruda)

MORTAJAR. n. Amortajar. (mortaja; mortalla; mort; muerte)

MORTIJUELO. d. Párvulo muerto. (Casi com un albadet, albaet)

MORÚGULA. d. Criadilla de tierra. (seta morchella; morúgola)

MOSARRICO. n. Hipócrita, taimado: voz local.

MOSEN. a. Título o tratamiento equivalente a Don, que antes se daba a los nobles y hoy a los clérigos. Abreviación enfónica árabe de mi señor. (mon seigneur, messieur, monseñor; mio çid, cid, cide, said, zayt, sire, sir, Herr, signore, senyor, senior etc.)

MOSIGÓN. n. Se dice familiarmente del niño arisco y torpe, que no obedece por falta de actividad y comprensión.

MOSTACILLA. n. Abalorio menudo para bordar.

MOTACÉN. a. Almotacén o fiel de pesos y medidas.
(GLOS: Almotacén, almutaceb (en el Fuero de Madrid) cast., almotacé val., almotacel port., almutacen, almotaçaf, almotazaf, almutazaf cast. Fiel de pesos y medidas, sinónimo de alamín en P. de Alcalá. De almohtasib, "proefectus annonae", juez de policía, encargado especialmente de la represión de los delitos, etc. V. Almacarí, I, 134, y Quatremère, Hist. des sult. maml.. I, 114, n. (Almostaf, mostaçaf etc. En los doc. Corona de Aragón)
Almotalaf cast. y val., almotalafe, almotalefe, mostalaf, motalefe, mudalafe cast., almotalaj val., almostalaf b. lat. (ap. Ducange, Glos., y Flórez, Esp. Sagr., XLII, 294). Fiel de la seda. Según Dozy, de mostáhlaf y con el art. almostáhlaf, "jurado", part. pas. de la 10.a forma del verbo hálafa, "jurar". Almotazaf ant. V. almotacen.)

MOTILAR. c. Cortar el pelo.

MOZLEMES. n. Moros, según un documento latino en que Briz traduce mozlesmes.

MUDÉJARES. n. Moros que permanecieron en Zaragoza después de la reconquista, según Blancas pág. 130 de sus Comentarios. (Teruel, arte mudéjar)

MUELA-PICADA. n. Se usa en la frase tener la muela picada para indicar que se tiene buen apetito.

MUELLES. n. Por flojo de muelles se entiende, no sólo el que tiene suelto el vientre, sino el que es fácil de lengua.

MUERMO. n. Hombre pesado e importuno.

MUESO. a. (mos) Bocado, voz anticuada que usaron mucho en otro tiempo los escritores castellanos (como puede verse en nuestra Introducción), entre ellos el autor del libro de Patronio o conde Lucanor, en el capítulo IX en que se dice: "y enderezaron entrambos al leon, é paráronle tal á muesos y a coces, que por fuerza se huvo á encerrar en la casa donde salió."

MUGA. p. Mojón, término o límite, y no montón, cúmulo o acervo que interpreta Ducange, citando el libro VI de las Observancias de Aragón. (Vino Rioja muy bueno)

MUÑIR, a. Ordeñar. (Muñí. Yo muñgo, muñs, muñ, muñim, muñiu, muñen)

MUÑIDO. p. Emplazado, citado, obligado a comparecer en juicio: “si muñidos a concello no viniesen, paguen, etc.” que dice Cuenca.

MÚRGULA. d. Cierta criadilla de tierra de forma cónica. (Morúgola, morchella)

MUSEO. n. Jefe de la cocina y la despensa del rey, según se ve en las leyes palatinas de Jaime II de Mallorca.
(En las de Pedro IV también está. Del moseu.
Sobre totes coses a us nostre e ornament necessaries cura e diligent custodia a certes persones esser comesa havem ordonat: necessaria cosa esser esguardan e consonant a raho que sobre les coses per nostre menjar e vitayla comprades a algun fael la custodia daquelles cometre dejam. E axi ordonam e volem que algun hom bo e leyal que sia nomenat museu per nos elegidor sia deputat qui la clau del reservatori de la nostra museria tenga e port et encara cascun dia les carns qui comprades o portades a la cuyna per comprador e sotscomprador seran abans del trancameut (trancament) daquelles presents lo majordom e lo comprador o sotscomprador repesar faelmen no oblit: les quals axi repesades facen certes peces e tayll e trench diligentment aquelles e encara el peix trencar sia tengut et aquelles que per nostra persona seran comprades e trencades als cochs per menjar a la dita nostra persona appareyladores e les altres carns comprades e trencades a obs de nostres domestichs als cochs aquelles appareyladores deputats liure ordonadament. Les dites empero carns per a nos apart e no sino los davant nomenats presents repes e trench perque freytura de suspicio de mesclar coses nocives hi sia: e als dits cochs de les coses en lo dit reservatori estants segons que als dits menjars appareyladors necessari sera ministre sens triga. E con los dits menjars seran appareylats e nostres domestichs seran a taula anats al palau ensemps ab lo manucier qui les carns els peis portaran tro al dreçador entrar procur sens triga. Aquelles coses empero que en les cuynes cuytes apres lo nostre menjar e de nostres domestichs sobraran a la almoyna o als servidors daquella cur de liurar sens frau: decernents e volents que continuament en lo dit reservatori de les coses dejus escrites copia sia atrobada ço es de sucre de gingebre e daltres especies picades de mel doli de carn salada de fromatges de peis salats de vinagre de sagins e daltres coses semblants menjadores als dits menjars pertanyents qui sens dubte de cotidiana distribucio se poran e han acostumat de reservar. E si alcuna cosa daquestes defallir veura encontinent sollicit los damunt dits comprador e sotscomprador que allo compren e en la dita despensa o reservatori reposen ab acabament. E aquestes coses totes lo dit museu en sa diligent e feel custodia haja e tenga e a nos sagrament e homenatge axi con los cochs a nostres menjars appareyladors destinats fer sia estret. Los nostres sobrecochs apres los majordomens en les coses tocans son offici a ell davant esser regonega.)

MÚSICA. n. El conjunto de esquilas que se pone a los rebaños.

MUTAFA. d. Almotacén. (Ver ALMUTAFAT)

jueves, 20 de diciembre de 2018

embutí al dimoni al infern

A la vila de Beseit, al Matarraña, va ñabé fa tems un home riquíssim que, entre datres fills, teníe una filleta hermosa y donosa de nom Fátima; ella, no sén cristiana y sentín a mols cristianos que a la vila se alababe mol la fe cristiana y lo servissi de Déu, un día li va preguntá a un de ells de quina manera y en menos impediméns podríe servíli a Déu.

Este li va contestá que servíen milló a Déu aquells que mes fugíen de les coses mundanes, com féen los que a la soledat de los plans de Refalgarí se habíen retirat.

La jove, que ere mol simple y encara teníe només uns catorse añs, per un impuls de sagala o venada, sense díli res a dingú, al matí siguién cap a Refalgarí, de amagatóns, sola, se va encaminá; y en gran faenada, seguín los seus dessichos, después de algúns díes an aquelles soledats va arribá, va vore desde lluñ una caseta, sen va aná cap an ella, aon a un san varón va trobá a la porta, que, maravillanse de vórela allí, li va preguntá qué anabe buscán. Ella va contestá que, inspirada per Déu, estabe buscán ficás al seu servissi, y tamé quí la enseñare cóm se li debíe serví. Lo honrat varón, veénla jove y mol hermosa, tenín temó de que lo demoni, si la reteníe, lo tentare, que ya u estabe fen, li va alabá la seua bona dispossisió y, donanli de minjá algunes arraíls de herbes y fruites silvestres com les serbes y, y aigua, li va di:

- Filla meua, no mol lluñ de aquí ña un san varón que per a lo que vas buscán es mol milló mestre del que yo soc: anirás cap an ell.

Y li va amostrá lo camí; y ella, arribada an ell y sentides de éste les mateixes paraules, anán mes abán, va arribá a la celda de un ermitaño jove, mol devota persona y bo, de nom Rústic, y la mateixa petissió li va fé que als atres los habíe fet. Este, per a ficá la seua firmesa a una forta proba, no la va maná anassen, o seguí mes abán, sino que la va tindre a la seua celda; y arribada la nit, li va fé a un raconet una márfega de fulles y barallofa, y li va di que se gitare damún de ella.

Fet aixó, no van tardá gens les tentassións y la lucha contra les forses del dimoni, sense massa assaltos va girá la esquena y se va entregá com a vensut; y dixán a una vora los pensamens sans y les orassions y les disciplines, va escomensá a portás a la memoria la juventut y la hermosura de ésta, y ademés de aixó, a pensá de quina manera teníe que comportás en ella, per a que no sen donare cuenta de que ell, com home, volíe arribá an alló que dessichabe de ella. Y probán primé en sertes preguntes, va averiguá que no habíe conegut may a cap home y que tan saboqueta ere com pareixíe, pel que va pensá cóm, fen vore que serviríen a Déu, la portaríe cap a la seua voluntat. Y primé en moltes paraules li va enseñá lo enemics que eren lo dimoni de nostre Siñó, y después li va doná a entendre que lo servissi que mes li agradaríe a Déu ere embutí al demoni al infern, aon nostre Siñó lo habíe condenat. La joveneta li va preguntá cóm se fée alló y Rústic li va di:


embutí al dimoni al infern, chapurriau,Beseit


- Pronte u sabrás, y per an alló farás lo que a mí me veigues fé. Y va escomensá a despullás de la poca roba que portabe, y se va quedá en piloteta del tot, y lo mateix va fé la mosseta; y se va ficá a ginollóns com si resá vullguere y contra nell la va fé ficás an ella. Y están aixina, sentinse Rústic mes que may inflamat pel seu dessich al vórela tan hermosa, va vindre la ressurrecsió de la carn; y miranlo Fátima, y sorprenense, va di:

- Rústic, ¿qué es eixa cosa que te vech que te ix cap afora y yo no la ting?
- Oh, filla meua - va di Rústic- , es lo dimoni del que te hay parlat; ya veus, me causse una grandíssima molestia, tan que apenes la puc soportá.

Entonses va di la jove:
- Oh, alabat sigue Déu, que vech que estic milló que tú, que no ting yo eisse dimoni. Va di Rústic:
- Dius be, pero tens un atra cosa que yo no ting, y la tens en ves de aixó.
Va di Fátima:

- ¿Lo qué?

Rústic li va di:

- Tú tens lo infern, y te dic que crec que Déu te ha enviat aquí per a la salvassió de la meua alma, perque si eisse dimoni me done este tormén, si tú vols tindre de mí tanta piedat y patí que lo embutixga al infern, me donarás a mí un grandíssim consol y li donarás a Déu gran plaé y servissi, si per an aixó has vingut per estos andurrials, com dius.
La jove, de bona fe, va contestá:

- Oh, pare meu, ya que yo ting lo infern, sigue com voléu.

Va di entonses Rústic:

- Filla meua, beneita sigues, anem y embutimlo, y espero que después me dixo está tranquil. Y dit aixó, portada la jove damún de una de les márfegues, li va enseñá cóm teníe que ficás per a pugué encarselá an aquell dimoni maldit per Déu.

La jove, que may habíe ficat al infern a cap dimoni, la primera vegada va sentí una mica de doló, pel que li va di a Rústic:

- Per sert, pare meu, mol roín té que sé este dimoni, y verdaderamen enemic de Déu, que done mal hasta cuan se embutix al infern.
Va di Rústic:

- Filla, no passe sempre aixina.

Y per a fé que alló no passare, sis vegades abáns de que se mogueren de la márfega lo van embutí allí dins, y aquella vegada li van arrencá tan be la soberbia del cap que de bona gana se va quedá tranquilet.

Pero com tornáe después moltes vegades, y disposanse la jove sempre ben creguda a tráureli la soberbia, va passá que lo joc va escomensá a agradali, y va escomensá a díli a Rústic:

- Vech que la verdat díen aquells sabios homes de Beseit, que lo serví a Déu ere una cosa tan dolsa; y en verdat no recordo que may haiga fet cap cosa yo que tan gust y plaé me haigue donat com es lo embutí al dimoni al infern; y per naixó me pareix que consevol persona que se ocupe en atres coses en ves de en servíli a Déu es un animal.

Per naixó, moltes vegades li diebe a Rústic:

- Pare meu, yo hay vingut aquí per a serví a Déu, y no per a está bambán, anem a embutí lo dimoni al infern.

Y li diebe an ell alguna vegada:

- Rústic, no sé per qué lo dimoni se escape del infern; que si estiguere allí de tan bona gana com lo infern lo ressibix y lo reté, no eixiríe may.
Tan assubín va invitá la jove a Rústic y lo va consolá al servissi de Déu, que li habíen tret la barallofa a la márfega, y per naixó va escomensá a díli a la jove que al dimoni no sel teníe que castigá y embutíl al infern mes que cuan ell, per soberbia, eixecare lo cap.

Y aixina li va imposá una mica de tranquilidat a la jove, pero ella, después de vore que Rústic no li demanabe mes embutí lo dimoni al infern, li va di un día:

- Rústic, si lo teu dimoni está castigat y ya no te moleste, a mí lo meu infern no me dixe tranquila; pel que be farás si en lo teu dimoni me ajudes a calmá la rabia del meu infern, com yo en lo meu infern te hay ajudat a tráureli la soberbia al teu dimoni.

Rústic, que passáe de arraíls de herbes y aigua, mal podíe contestá als envites; y li va di que mols atres diables voldríen entrá an aquell infern ruén, pero que ell faríe lo que puguere; y aixina alguna vegada la satisfée, pero ere tan poca cosa com aviá una faba a la boca de un león; aixina que la jove, com no li pareixíe serví be a Déu, remugabe mol.

Mentres que entre lo dimoni de Rústic y lo infern de Fátima ñabíe, pel massa dessich y per la forsa justeta, esta cuestió, va passá que se va botá foc a Beseit, y en la propia casa se van cremá lo pare de Fátima en tots los fills y demés familia que teníe; per naixó, Fátima, de tots los seus bens va quedá hereua.

Un jove de nom Abu Said, habén gastat en magnifissensies tots los seus habers, escoltán que ésta estabe viva, se va ficá a buscála y la va trobán abáns de que lo fisco se apropiare dels bens que habíen sigut del pare, com se fee en los homes morts sense hereus, y en gran plaé de Rústic y contra la voluntat de ella, la va torná a portá a Beseit y la va pendre per dona, y en ella del seu gran patrimoni va sé hereu. Preguntanli les dones cóm servíe a Déu al desert, no habense encara Abu Said gitat en ella, va contestá que lo servíe embutín al dimoni al infern y que Abu Said habíe cometut un gran pecat arrencanla de tal servissi.

Les dones van preguntá:

- ¿Cóm se embutix al dimoni a dins del infern?

La jove, entre paraules y gestos, los u va enseñá; del que tan sen van enriure que encara sen enriuen ara, y van di:

- No estigues trista, filla, no, que aixó tamé se fa be aquí, Abu Said be servirá en tú a Déu nostre Siñó en aixó.

Después, contánsu una a l´atra per tota la siudat, van fé famós lo dit de que lo mes agradable servissi que a Déu puguere fes ere embutí al dimoni al infern; y esta dita va aná passán de boca en boca al raconet del foc, pero estabe casi perduda.
Y per naixó vatres, joves dones del Matarraña que nessessitéu la grássia de Déu, adeprenéu a embutí al dimoni al infern, perque alló es cosa mol grata a Déu y agradable per a les dos parts.


Versió de una noveleta de Lo Decameron en chapurriau

TERSERA JORNADA. NOVELA DÉSSIMA

Alibechse fa ermitaña, y lo flare Rústic la enseñe a fótre al dimoni al infern, después se convertíx en la dona de Neerbale.

Dioneo, que habíe escoltat en atensió la história de la Reina, veén que se habíe acabat y que sol an ell li faltabe novelá, sense esperá órdens, sonrién, va escomensá a di:

Grassioses Siñores, potsé may haigáu sentit contá cóm se embutíx al dimoni al infern, y per naixó, sense apartám casi de la seguida que vatres hau contat tot lo día, tos puc di: potsé tamé pugáu salvá les vostres almes después de habéu adeprés, y podréu tamé sabé que per mol que Amor habite mes als alegres palaus y los llits blanets que a les pobres barraques, no per naixó alguna vegada díxe de fé sentí les seues forses entre los espessos bosques y los fréstecs Alpes, pel que compéndre se pot que a la seua poténsia están sujetes totes les coses. Venín, pos, al assunto, dic que a la siudat de Cafsa, a la Berbería, va ñabé fa tems un home riquíssim que, entre atres fills, teníe una filleta hermosa y donosa de nom Alibech; ella, no sén cristiana y sentín a mols cristianos que a la siudat ñabíe alabá mol la fe cristiana y lo servissi de Déu, un día li va preguntá a un de ells de quina manera y en menos impediméns podríe servíli a Déu. Este li va contestá que servíen milló a Déuaquells que mes fugíen de les coses mundanes, com féen los que a la soledat del desert de la Tebaida se habíen retirat. La jove, que ere mol simple y encara teníe només uns catorse añs, per un impuls de sagala o venada, sense díli res a dingú, al matí siguién cap al desert de Tebaida, de amagatóns, sola, se va encaminá; y en gran faenada, seguín los seus dessichos, después de algúns díes an aquelles soledats va arribá, va vore desde lluñ una caseta, sen va aná cap an ella, aon a un san varón va trobá a la porta, que, maravillánse de vórela allí, li va preguntá qué anabe buscán. Ella va contestá que, inspirada per Déu, estabe buscán ficás al seu servissi, y tamé quí la enseñare cóm se li debíe serví. Lo honrat varón, veénla jove y mol hermosa, tenín temó de que lo demoni, si la reteníe, lo tentare, que ya u estabe fen, li va alabá la seua bona disposissió y, donánli de minjá algunes arraíls de herbes y fruites silvestres com figues chumbes y dátils, y aigua, li va di:
- Filla meua, no mol lluñ de aquí ña un san varón que per a lo que vas buscán es mol milló mestre del que yo soc: anirás cap an ell.

Y li va amostrá lo camí; y ella, arribada an ell y sentides de éste estes mateixes paraules, anán mes abán, va arribá a la celda de un ermitaño jove, mol devota persona y bo, de nom Rústic, y la mateixa petissió li va fé que als atres los habíe fet. Este, per a ficá la seua firmesa a una forta proba, no la va maná anássen, o seguí mes abán, sino que la va tíndre a la seua selda; y arribada la nit, li va fé a un raconet una márfega de fulles y ballarofa o barallofa de palmera, y li va di que se gitare damún de ella.

Fet aixó, no van tardá gens les tentassións y la lucha contra les forses del dimoni, sense massa assaltos va girá la esquena y se va entregá com a vensut; y dixán a una vora los pensaméns sans y les orassións y les disciplines, va escomensá a portás a la memória la juventut y la hermosura de ésta, y ademés de aixó, a pensá de quina manera teníe que comportás en ella, per a que no sen donare cuenta de que ell, com home, volíe arribá an alló que dessichabe de ella. Y probán primé en sertes preguntes, va averiguá que no habíe conegut may a cap home y que tan saboqueta ere com pareixíe, pel que va pensá cóm, fen vore que serviríen a Déu, la portaríe cap a la seua voluntat. Y primé en moltes paraules li va enseñá lo enemics que eren lo dimoni de nostre Siñó, y después li va doná a enténdre que lo servissi que mes li agradaríe a Déu ere embutí al demoni al infern, aon nostre Siñó lo habíe condenat. La joveneta li va preguntá cóm se fée alló y Rústic li va di:

- Pronte u sabrás, y per an alló farás lo que a mí me veigues fé. Y va escomensá a despullás de la poca roba que portabe, y se va quedá descorcholí del tot, y lo mateix va fé la mosseta; y se va ficá de ginolls com si resá vullguere y contra nell la va fé ficás an ella. Y están aixina, sentínse Rústic mes que may inflamat pel seu dessich al vórela tan hermosa, va víndre la ressurecsió de la carn; y miránlo Alibech, y sorpenénse, va di: 

- Rústic, ¿qué es eixa cosa que te vech que te ix cap afora y yo no la ting?
- Oh, filla meua - va di Rústic- , es lo dimoni del que te hay parlat; ya veus, me causse una grandíssima moléstia, tan que apenes la puc soportá.
Entonses va di la jove:

- Oh, alabat sígue Déu, que vech que estic milló que tú, que no ting yo eisse dimoni. Va di Rústic:

- Dius be, pero tens un atra cosa que yo no ting, y la tens en ves de aixó.
Va di Alibech:

- ¿Lo qué?

Rústic li va di:

- Tú tens lo infern, y te dic que crec que Déu te ha enviat aquí per a la salvassió de la meua alma, perque si eisse dimoni me done este tormén, si tú vols tíndre de mí tanta piedat y patí que lo embutíxga al infern, me donarás a mí un grandíssim consol y li donarás a Déu gran plaé y servissi, si per an aixó has vingut per estos andurrials, com dius.
La jove, de bona fe, va contestá:

- Oh, pare meu, ya que yo ting lo infern, sígue com voléu. 

Va di entonses Rústic:

- Filla meua, bendita sígues, aném y embutímlo, y espero que después me díxo está tranquil. Y dit aixó, portada la jove damún de una de les márfegues, li va enseñá cóm teníe que ficás per a pugué encarselá an aquell dimoni maldit per Déu.

La jove, que may habíe ficat al infern a cap dimoni, la primera vegada va sentí una mica de doló, pel que li va di a Rústic:

- Per sert, pare meu, mol roín té que sé este dimoni, y verdaderamen enemic de Déu, que done mal hasta cuan se embutíx al infern.
Va di Rústic:

- Filla, no passe sempre aixina.

Y per a fé que alló no passare, sis vegades abáns de que se mogueren de la márfega lo van embutí allí dins, y aquella vegada li van arrancá tan be la soberbia del cap que de bona gana se va quedá tranquilet.

Pero com tornáe después moltes vegades, y disponénse la jove sempre ben creguda a tráureli la soberbia, va passá que lo joc va escomensá a agradáli, y va escomensá a díli a Rústic: 

- Vech que la verdat díen aquells sabios homes de Cafsa, que lo serví a Déu ere una cosa tan dolsa; y en verdat no recordo que may haiga fet cap cosa yo que tan gust y plaé me haigue donat com es lo embutí al dimoni al infern; y per naixó me pareix que consevol persona que se ocupe en atres coses en ves de en servíli a Déu es un animal.

Per naixó, moltes vegades li diebe a Rústic:

- Pare meu, yo hay vingut aquí per a serví a Déu, y no per a está bambán, aném a embutí lo dimoni al infern.

Y li diebe an ell alguna vegada:

- Rústic, no sé per qué lo dimoni se escape del infern; que si estiguere allí de tan bona gana com lo infern lo ressibíx y lo reté, no eixiríe may.
Tan assubín va invitá la jove a Rústic y lo va consolá al servissi de Déu, que li habíen tret la barallofa a la márfega, y per naixó va escomensá a díli a la jove que al dimoni no sel teníe que castigá y embutíl al infern mes que cuan ell, per soberbia, eixecare lo cap.

Y aixina li va imposá una mica de tranquilidat a la jove, pero ella, después de vore que Rústic no li demanabe mes embutí lo dimoni al infern, li va di un día:

- Rústic, si lo teu dimoni está castigat y ya no te moleste, a mí lo meu infern no me díxe tranquila; pel que be farás si en lo teu dimoni me ajudes a calmá la rábia del meu infern, com yo en lo meu infern te hay ajudat a tráureli la soberbia al teu dimoni.

Rústic, que passáe de arraíls de herbes y aigua, mal podíe contestá als envites; y li va di que mols atres diables voldríen entrá an aquell infern ruén, pero que ell faríe lo que puguere; y aixina alguna vegada la satisfée, pero ere tan poca cosa com aviá una faba a la boca de un león; aixina que la jove, com no li pareixíe serví be a Déu, remugabe mol. 

Mentres que entre lo dimoni de Rústic y lo infern de Alibech ñabíe, pel massa dessich y per la forsa justeta, esta cuestió, va passá que se va botá foc a Cafsa, y en la própia casa se van cremá lo pare de Alibech en tots los fills y demés família que teníe; per naixó, Alibech, de tots los seus bens va quedá hereua.
Un jove de nom Neerbale, habén gastat en magnifissénsies tots los seus habers, escoltán que ésta estabe viva, se va ficá a buscála y la va trobán abáns de que lo fisco se apropiare dels bens que habíen sigut del pare, com se fee en los homes morts sense hereus, y en gran plaé de Rústic y contra la voluntat de ella, la va torná a portá a Cafsa y la va péndre per dona, y en ella del seu gran patrimoni va sé hereu. Preguntánli les dones cóm servíe a Déu al desert, no habénse encara Neerbale gitat en ella, va contestá que lo servíe embutín al dimoni al infern y que Neerbale habíe cometut un gran pecat arrencánla de tal servissi.

Les dones van preguntá:

- ¿Cóm se embutíx al dimoni a dins del infern?

La jove, entre paraules y gestos, los u va enseñá; del que tan sen van enriure que encara sen enriuen ara, y van di: 

- No estigues trista, filla, no, que aixó tamé se fa be aquí, Neerbale be servirá en tú a Déu nostre Siñó en aixó.

Después, contánsu una a l´atra per tota la siudat, van fé famós lo dit de que lo mes agradable servissi que a Déu puguere fes ere embutí al dimoni al infern; y esta dita ha passat an este costat del mar, encara se sen. Y per naixó vatres, joves dames, que nessessitéu la grássia de Déu, adeprenéu a embutí al dimoni al infern, perque alló es cosa mol grata a Déu y agradable per a les dos parts.
Mil vegades o mes habíe mogut a riure la história de Dioneo a les honestes dames, pel que, arribat ell a la conclusió de esta charrada, veén la Reina que acabáe lo seu Señorío, traénse lo lloré del cap, lo va ficá damún del cap de Filostrato, y va di:

- Pronte vorém si lo llop sap guiá milló a les ovelles que les ovelles guíen als llops. Filostrato, al sentí aixó, va di enriénsen:

- Si me hagueren fet cas, los llops hauríen enseñat a les ovelles a embutí al dimoni al infern com u va fé Rústic en Alibech; y per naixó no mos cridéu llops perque no hau sigut ovelles, pero segóns me ha sigut consedit, gobernaré lo Reino que me s´ha dixat. 

A lo que Neifile va contestá:

- Escolta, Filostrato, volénmos enseñá, haguéreu pogut adependre sensatés com va adependre Masetto de les monges y va recuperá la veu de tal manera que los óssos sense amo hauríen adeprés a chulá. Filostrato, veén que ñabíen allí tamé tantes falsetes com dardos teníe ell, dixán la broma, va escomensá a dedicás al gobern del Reino encomanat; y fen cridá al senescal, va volé sentí en quin pun estaben totes les coses, y ademés de aixó, segóns lo que va pensá que estaríe be y que debíe satisfé a la compañía, mentres durare lo seu Señorío, discretamen va disposá, y después, dirigínse a les Siñores, va di:

- Amoroses Siñores, per la meua desventura, pos mol doló hay conegut, sempre per la hermosura de alguna de vatres hay estat amarrat a Amor, y ni lo sé humilde ni lo sé ben cregut ni lo secundál com milló hay pogut en totes les seues costums, me ha valgut mes que per a sé abandonat per un atre y después aná de mal en pijó, y aixina crec que aniré hasta la mort, y per naixó vull que se parlo demá de aquells amors en final infelís, no per atra cosa lo nom que ting me va sé imposat. 

Y dit aixó, ficánse de peu, hasta la hora del sopá va doná a tots llisénsia.
Ere tan hermós lo jardí que no va ñabé cap que triare eixí de ell, y com lo sol ya estabe tibiet y no ofeníe, van acudí cabridets y cachapets y atres animalets que corríen per allí y se van ficá a acassán algún. Dioneo y Fiameta van escomensá a cantá sobre micer Guglielmo y la Dama del Vergel, Filomena y Pánfilo se van ficá a jugá al ajedrez, y aixina, uns fen aixó, atres fen alló, va passá lo rato y va arribá la hora de la sena o sopá. Parades les taules voltán la fon, allí en gust van sená per la nit. Filostrato, per a no eixíssen del camí seguit per les que reines abáns que ell habíen sigut, cuan se van eixecá los mantels, va maná que Laureta guiare una dansa y cantare una cansó, y ella va di:

- Siñó meu, cansóns dels demés no ne sé, ni de les meues ne ting al cap que siguen prou conveniéns a tan alegre compañía; si ne voléu de les que sé, to les cantaré de bona gana.
Lo rey nou li va di:

- Tot lo que ve de tú ha de sé majo y plassenté, y per naixó, lo que sápies, cántau. Laureta, en veu suave, contestánlos als demés, va escomensá aixina:

Dingú tan desolada
com yo ha de queixás,
que triste, en vano, gemego enamorada.
Aquell que mou lo sel y tota estrella
me va formá al seu gust,
maja, pita, grassiosa y guapa,
per a aquí baix al intelecto sé
una siñal de aquella
bellesa que may díxa de vore,
pero lo mortal poder,
coneixénme mal,
no me valore, soc menospressiada.
Ya va ñabé qui me va vóldre y, mol be,
sén jove me va obrí
los seus brassos, cor y me va cuidá,
y en la llum dels meus ulls se va inflamá,
y lo tems (que mol depressa
se escape) a festejám va dedicá,
y sén cortés yo
digna de ell vach sabé fém,
pero ara estic de aquell amor privada.
A mí va arribá después, presuntuós,
un mosset fiero
reputánse noble y valén,
la seua prissionera soc, y lo traidó
avui se ha tornat selós;
pel que, triste, casi desespero,
ya que verdadé
es que, venín al món
per be de mols, sol de un soc guardada.
Maldigo la meua ventura
que, per a cambiám en esta
vestimenta vach contestá que sí de aquella oscura
en que alegre me vach vore, mentres en ésta
porto una vida dura,
mol pijó que la passada honesta.
¡Oh dolorosa festa,
abáns morta me veiguera
que habé sigut tan desgrassiada!
Oh volgut amán, en qui vach sé primé
mes que dingú dichosa,
que ara al sel veus al verdadé
creadó, míram en la teua piadosa
bondat, ya que per un atre
no te puc olvidá, fes la amorosa
flama cremá per mí, ansiosa,
y roga que yo torna an eixa morada.

Aquí va acabá Laureta la cansó, que va sé entesa per tots; y ne van ñabé que van entendre a la milanesa que milló ere un bon gorrino que una bella mossa; atres van sé de mes sublime y milló y mes verdadé intelecto, sobre lo que al presén no es propi ressitá. 

Lo rey, después de ésta, damún de la herba y entre les flos habén fet enséndre moltes veles grosses, va fé cantá als atres hasta que totes les estrelles que pujaben van escomensá a caure; pel que, pareixénli tems de dormí, va maná que cadaú sen aniguére a la seua alcoba.

ACABE LA TERSERA JORNADA

cuarta jornada