jueves, 2 de diciembre de 2021

DVA, Borao, Apéndice + anexo vocabulario

APÉNDICE.

DVA, diccionario, voces, aragonesas, Gerónimo Borao, kindle


INTRODUCCIÓN.
(Las páginas se refieren al original, no coinciden en formato doc, html)
PÁGINA 6.

El autor del famoso diálogo de las lenguas, obra escrita en el siglo de oro, y publicada en el XVIII por Mayans, con sus Orígenes y otras piezas literarias, se supone ser el protestante Juan de Valdés.

IBIDEM.

Citando el erudito arabista Sr. Gayangos al morisco aragonés Mohamad Rabadán, natural de Rueda de Jalón y autor de un poema aljamiado en honor del anaví Muhamad, el cual se incluye por primera vez en los apéndices a la Historia de la literatura española del sabio anglo-americano Ticknor, dice de su cuenta que “en Aragón, sobre todo, donde por causas locales comenzó antes la amalgama y fusión de las dos lenguas (española y árabe) hubo pueblos en que se hablaba y escribía una jerga casi ininteligible para los no versados en la lengua arábiga.”

PÁGINA 27.

Solamente hablando con impropiedad, aunque impropiedad a veces inevitable, se puede considerar a la aragonesa como tal lengua o idioma por más que un autor moderno diga que “hasta la misma Andalucía y el Aragón no se han emancipado aún completamente de sus primitivos idiomas”, y por más que en la comedia Tesorina de Jaime Huete se diga “pero, si por ser su natural lengua aragonesa, no fuese por muy cendrados términos, cuanto a esto merece perdón”. Otra cosa es que en los autores aragoneses se note tal cual locución o modismo provincial, como los notó Zurita, aunque en él son rarísimos, el crítico Sepúlveda, o como se vislumbran en Avellaneda, en quien a posteriori han podido advertirse desde que Cervantes, que debió de conocerle, lo declaró aragonés en varios pasajes del Quijote.
Sobre el fingido Avellaneda, cuyo lenguaje se ha examinado muy poco, nos permitiremos una ligera digresión por lo que tiene de interesante a nuestro objeto.
Cervantes publicó en 1605, y después en 1608, las cuatro partes de D. Quijote, que después él quiso que se llamaran una sola y primera parte, a la cual dio cima con el encantamiento del héroe manchego, el cual, razonablemente maltratado por el cabrero y los disciplinantes, fue restituido con aquella industria a su aldea, en donde el autor le dejó tan finado, como que habló de lo poco que la tradición conservaba acerca de sus posteriores aventuras en Zaragoza y concluyó con los versos que a su muerte se escribieron, pero dejando, no obstante, al lector con esperanza de la tercera salida de D. Quijote. Al cabo de algunos años, y cuando ya Cervantes tenía adelantada su inmortal novela, hasta el capítulo LIX, que es en donde empieza a ocuparse de Avellaneda, publicó este en Tarragona el año 1614 una continuación que Lesage tradujo al cabo de un siglo, en 1704, y que después se ha reimpreso en 1732, en 1805 y por Rivadeneira en nuestros días, habiendo merecido a todos en general fuertes dicterios, pero habiendo sido calificada por Montiano como superior a la del mismo Cervantes Saavedra.
Bueno es que este contestara, en el suyo delicadísimo, al torpe prólogo de Avellaneda; bueno es que continuara su Quijote con la decencia y el donaire que tantas veces hubieron de faltar a su competidor; bueno es que pusiera la inimitable segunda parte suya muy por encima (que lo está mucho en efecto), de la del atrevido ingenio tordesillesco; bueno es que le hiciera las repetidas y chispeantes alusiones que se leen en varios lugares, que le motejara por haber abandonado como ingrata a Dulcinea del Toboso, que le deseara quemado y hecho polvos por impertinente, y aún que trajera hacia el fin de la historia a D. Alonso Tarfe, grandísimo amigo del otro D. Quijote, para que se sacara testimonio por ante un alcalde y un escribano sobre la autenticidad del verdadero hidalgo de la Mancha; pero no anduvo tan cuerdo el gran Cervantes en aquel juego de pelotear los diablos ante Altisidora con el libro de Avellaneda, ni en inquietarse porque este llamara a Sancho comilón, ni en privar a Zaragoza del honor que en recibir a D. Quijote le había dado ya la tradición (en el último capítulo de la primera parte); ni en tener por cosas dignas de reprensión (reprehension)... que el lenguaje es aragonés, porque tal vez escribe sin artículos... y que yerra y se desvía de la verdad en lo más principal de la historia, porque aquí dice que la mujer de S. Panza mi escudero se llama Mari-Gutiérrez, y no se llama tal sino Teresa Panza. (cap. 59). Dejando esto último como menos importante, si bien prueba una vez más la distracción con que Cervantes escribía, cuando no recordó aquellas sus palabras del cap. VII, aunque lloviese diez reinos sobre la tierra, ninguno asentaría bien sobre la cabeza de Mari-Gutiérrez; vengamos a lo del lenguaje aragonés. Que el autor tuviera esa patria no es para nosotros dudoso desde que Cervantes, que le habría muy bien conocido, nos lo aseguró varias veces, ya no con aire de sospecha, sino con toda la resolución de quien hablaba sobre seguro: que el tal aragonés fuera inquisidor está punto menos que resuelto, si, como creemos, se ha interpretado bien una frase de Cervantes: que fuera además religioso de la orden de Predicadores se tiene hoy por muy probable, aunque más lo dudaría Clemencín, fundado en los cuadros y expresiones lúbricas e indecentes del segundo D. Quijote, pero desconociendo la mayor procacidad con que, respecto a nuestros tiempos, en aquellos dorados se escribía: que fuera, en fin, el inquisidor general fr. Luis de Aliaga, o el dominico Joaquín Blanco de Paz con quien se enemistó Cervantes en Argel, o un autor de comedias criticadas en la primera parte del Quijote, como afirma resueltamente D. Vicente de los Ríos, es una cuestión literaria que permanece todavía sub judice, aunque en favor de la primera opinión ha aducido tan buenas conjeturas el laborioso y perspicaz escritor D. Cayetano Rosell, que casi hay que rendirse a su opinión, no porque el episodio de los Felices amantes revele un tan gran conocimiento de los conventos de religiosas que no lo pudiera tener quien no los hubiera menudamente visitado, sino por las analogías de estilo entre el Quijote de Avellaneda y la Venganza de la lengua española de Aliaga, y por la coincidencia de haber denostado a Aliaga el Conde de Villamediana en una décima satírica, con el nombre de Sancho Panza, mientras se designaba con el mismo a Avellaneda en un vejamen de Zaragoza; no siendo por otra parte muy descaminada, aunque desde luego gratuita, la sospecha que ha expuesto Rossell de que, conocido Aliaga en la corte con el nombre de Sancho Panza, tomara Cervantes ese apodo para popularizarlo en su simple escudero, de que resultara la venganza literaria del supuesto Avellaneda.
Para nosotros es todo ello indiferente sino la patria de este autor, y ese es por otra parte el único dato averiguado; pero lo difícil de concebir es cómo encontró Cervantes digno de reprensión el lenguaje aragonés, que sólo conoció porque tal vez escribe sin artículos. Lo ligero y tenue de esta indicación, que luego declararemos ser también poco justa, prueba á lo menos la ninguna diferencia que había entre el lenguaje aragonés y el castellano (a finales del s. XVI y principios del XVII); y aunque nuestro Diccionario, en que hemos llegado a reunir un número bastante considerable de voces, parece que está probando lo contrario, convéngase en que el lenguaje no es en sí desemejante y que el de los escritores es absolutamente común cuando no idéntico.
Hemos leído con algún cuidado la obra de Avellaneda (cuyo lenguaje han convenido, aun sus impugnadores, en que es muy de alabar), y deseando que nos suministrase alguna materia a nuestro Vocabulario, ya que no la hemos obtenido de otros escritores positivamente aragoneses pero siempre escritores en muy buen castellano; no ha podido logrársenos el deseo sino en un reducidísimo número de voces y locuciones. Las únicas palabras que hemos sorprendido son zorriar, repapo, malvasía, repostona, mala-gana y buen-recado, de cuyas cuatro primeras (quizá no todas aragonesas) ya hemos dado cuenta en nuestro Diccionario, habiendo de decir de las otras que la una se halla en el capítulo XXXI en aquel pasaje “a quien, por aguardar que convaleciese de una mala gana que le había sobrevenido en Zaragoza, no quiso dejar D. Carlos,” y la otra en el XXXV “Mal se puede cerrar, replicó D. Carlos, carta sin firma, y así decid de qué suerte soléis firmar. ¡Buen recado se tiene! respondió Sancho: sepa que no es Mari-Gutiérrez amiga de tantas retóricas.” - También leemos en los capítulos XXVI y XXIX “echemos pelillos a la mar y con esto tan amigos como de antes... dése pues por las entrañas de Dios por vencido, como mi amo le suplica, y tan amigo como de antes;” en el XXVII “la primera cosa que hizo en despertar”, locución que Rossell corrige con las de al despertar o en despertando; y en el XVII y otros muchos (porque esta es en él manera de decir muy de su gusto) “a la que llegó (cuando llegó) delante della, se hincó de rodillas.”
No anotamos zorrinloquios por circunloquios porque, en boca de Sancho Panza, no puede ser eso sino un barbarismo dispuesto graciosamente y de propósito; ni hendo cruel penitencia por haciendo, porque nos parece del mismo carácter, aunque hay pueblos en Aragón que dicen vinon por vinieron, tuvon por tuvieron, etc.; mas respecto de omisiones, todo lo que hemos hallado ha sido haberse callado por dos veces la preposición de, lo cual se verifica en aquellas locuciones de los cap. XVII y XIX “cerca (de) los muros de una ciudad de las buenas de España... pero llegando a pasar por delante (de) su monasterio,” las cuales son a uso latino y de uso catalán; y haberse suprimido otras tantas el artículo en el capítulo VII en donde dice “ello es verdad que no todas (las) veces nos salían las aventuras como nosotros queríamos... y con esto hacía toda (la) resistencia que podía para soltarse,” a cuyas frases no es lícito agregar aquella otra “a falta de colcha no es mala (la) manta.”
He ahí pues a qué proporciones queda reducido el reparo de Cervantes, aún más diminuto para el que recuerde aquel pasaje de P. de Mejía en su coloquio del porfiado, “por que en invierno no es menester fresco, y en verano no lo hay todas veces.”


PÁGINA 68.
Algunas palabras de las que se citan en la Introducción se han omitido en el Vocabulario; unas porque, si bien se encuentran en documentos aragoneses, se hallan también en otros castellanos de la edad media, escritos en el mal latín de aquellos tiempos; otras porque no tienen para nosotros un valor conocido. Sean ejemplo alyala o aliala, esto es “praestatio quoe pro investidura et laudemiis fundi alicujus recens comparatidatur, scilicet duo morabatini et septem denarii,” cuyo pago solía expresarse en las escrituras con la frase aliala paccata; apacon cuya voz hemos oído sin que conozcamos a punto fijo su significado; brunias que hemos trasladado a la pág. 7 en un documento citado por Briz Martínez; cazeno, que puede ser roble o encina, pero que no hemos visto en ningún Diccionario, aunque Briz en el citado documento lo escribe, como en latín, de esa manera y sin explicación alguna; macano, que se encuentra en el mismo caso y que, escrito con cedilla, pudiera ser manzano (maçano), leyéndose por lo demás en un documento lusitano citado por Ducange “unam copam deauratam in Maçanis et circa bibitorium et circa pedem;” marcización, que se nos ha comunicado como palabra alguna vez leída, pero que nosotros no hemos alcanzado a conocer en ningún documento ni podido por consiguiente interpretarla; mazarecchos, que hemos visto usado en escrituras aragonesas sin entenderlo, aunque de persona doctísima sabemos que significaba en la edad media una especie de copa traída de Egipto (como maçano: “unam copam deauratam in Maçanis”).

Página 73.
Entre los autores de nota que han dudado acerca de la autenticidad de los poemas atribuidos a D. Alfonso el Sabio, a lo menos en el estado en que han llegado hasta nosotros, se encuentra el no sospechoso crítico D. L. F. de Moratín.

IBIDEM.
A propósito del verbo caler, nos parece oportuno añadir a los escritores que decimos haberlo usado el muy insigne autor del Libro de Patronio, el cual dice en su cuento XVI “ruégovos que me consejedes lo que vieredes que me cale mas de facer.”

Página 96.
Que la Celestina no es de Juan de Mena, de quien en efecto no lo parece, lo prueba, entre otros, N. Antonio (Nicolás).

Página 99.
Entre los nombres cuyo diminutivo único es el en ico podemos citar a abanico, que procede de abano voz anticuada, y que es el único usual, como todos saben, por más que la Academia conserve abanillo y se lea en Lope y otros,
a cuyas flores servía
de abanillo el manso viento
(El premio del bien hablar, III. 2.)

VOCABULARIO.

ACUDIDERO. n. Es muy usual decirse que hay en una casa muchos acudideros, cuando hay muchas atenciones que cubrir.
AGUADA. n. Rocío de la mañana. (aigualera; ROSADA : escarcha)
AHORCADO. n. Se dice tener hueso de ahorcado de aquel que es muy venturoso en sus empresas. -n. Entre los jugadores de dominó se da aquel nombre a la ficha de palo doble que no puede colocarse por haber jugado todas las del suyo.
ALFAZ. n. Alfalfa. (aufals, alfals, alfalz)
ALHODERA. n. En un documento citado por Briz Martínez se lee: “non ponam tibi azaquia aut alhodera qua tibi terram tuam tollam.”
(GLOS: Alhoder, alhodera port. Lo mismo que alhodra. "In qua non ponam tibi azaquia, aut alhodera”. V. Ducange, Glos. in v. alfechna. Alhodra. Especie de tributo que los moros pagaban en España. De alfárda, "colecta" en R. Martín, o de alfárda, "impot foncier" en Kazimirski. De fárda, mudado el fatha de la 1.a radical en o, el f en h, y mediante la metátesis de las dos últimas articulaciones, se hizo hódra, y con anteposición del art. ar. al, alhódra.)
ANHELANTES (ACADEMIA DE LOS). n. Cuerpo literario fundado durante el siglo de oro en la ciudad de Zaragoza, y del cual nos queda como muestra de su espíritu y mérito poético el Mausoleo que dedicó en 1636 a Baltasar Andrés de Uztarroz, discípulo predilecto de Simón de Abril.
ARES Y MARES (TENER). n. Tener mucho, pero suele decirse irónica o dubitativamente: también se dice contar ares y mares, hablar de ares y mares etc.
ARNÉS (JUSTAS DEL). n. Torneos que parece que celebraba tres veces por año una cofradía que existía en Zaragoza bajo la advocación de S. Jorge.
AZEMBLA. n. Acémila, voz antic. que vemos empleada en el Códice tantas veces citado de los Privilegios de la Unión.
BESANTE. n. Moneda de plata que valía 3 sueldos y 4 dineros barceloneses.
(GLOS: Mitical cast. y port., matical, metical, methcaes, pl. port. Moneda de Castilla que en tiempo de D. Alonso X valía 18 pepiones. De mitscál "bisancius" en R. Martín, hebr. *, "ponderatio, pondus." Conde, Memoria sobre la moneda arábiga, en especial la acuñada en España por los príncipes Musulmanes. V. Memorias de la Acad. de la Hist., V, 225. )
CARRACUCA. n. Se usa de esta extraña palabra en la frase “más perdido que Carracuca” denotando que no hay esperanza o remedio para alguno.
CARRAZÓN. n. Balanza de grandes dimensiones.
(GLOS: Carrazón. Balanza de grandes dimenciones. Borao. De carastón, del gr. *, "la balanza de que se servía Arquímedes. V. Dozy, Supl., y cf. calasti.)
COSPILLO. n. Se usa en la frase más bruto que el cospillo para significar el mayor grado de rusticidad o descortesía.
CHULAPO. n. Pilluelo.
CHUMOSO. n. Zumoso, pegajoso, o todo aquello que despide o suda fácilmente algún barniz, sustancia, pringue o líquido espeso. (chumá : ixí aigua; ya chume la fon)
CHUPA-LÁMPARAS. n. Se dice por la persona sucia o desaseada.
EMPANELADO. n. Lo labrado a paneles o entrepaños.
EMPANELAR. n. Labrar una pieza de carpintería a paneles: la Academia, que explica entrepaño y entrepañado, no admite entrepañar.
EN. n. Don, tratamiento: era usual principalmente en Cataluña y en general en los documentos lemosines, pero alguna vez se ha usado en documentos puramente aragoneses.
(Lo llibre dels poetas:

GUERAU DE CABRERA.

Cabra juglar,

non puesch mudar

qu'eu non chan, pos a mi sab bon;

e volrai dir

senes mentir,

e contarai de ta faison:

mal sabs viular

e pietz chantar

del cap tro en la fenizon,

non sabs finir,

al mieu albir,

á tempradura de Breton.

Mal t' ensegnet

cel que 't mostret

los datz a menar ni l'arson.

Non saps balar

ni trasgitar

a guisa de juglar Guascon.

Ni sirventesc

ni balaresc

non t' auc dir e niulla fazon;

bons estribotz

non tiers pel potz,

retroencha ni contenson.

Ja vers novel

bon d'En Rudel

non cug que 't pas sotz lo guingnon,

de Markabrun

ni de negun

ni d'En Anfos ni d'En Eblon.

Jes gran saber

non potz aver,

si fors non ieis de ta rejon.

Pauc as apres

que non sabs jes

de la gran jesta de Carlon,

con en transportz

per son esfortz

intret en Spaingna abandon,

de Ronsasvals (Roncesvalles)

los colps mortals

que fero 'l dotze compaignon,

com foron mort

e pres a tort,

trait pel trachor Gonelon

al amirat

per gran pechat

et al bon rei Marselion.

Del Saine cuit

e' ajas perdut

et oblidat los motz e 'l son.

Ren non dizetz

ni non sabetz;

pero no i ha meillor chanson.

E de Rotlan (la Chanson de Roland; Rolando)

Sabs atretan

coma d'aisó que anc non fon.

Conte d'Arjús

non sabes plus

ni del reprojer de Marcon

ni sabs d'Ajolz

com anet solz

ni de Marchari lo felon;

ni d'Aufelis

ni d'Anseís

ni de Guillermes lo baron.

De Florisen

non sabs nien

ni de las ganas de Milon;

del Loerenc

non sabs co venc
….

Ni sabs d'Erec

com conquistec

l'esparvier for de sa rejon.

Ni sabs d'Amic

com si guaric

Ameli, lo sieu compaignon;

ni de Robert

ni de Gribert

ni del bon Alvernatz Ugon,

de Veziá

non sabs co-s va,

ni de Guondalbon lo Grizon,

del duc Augier

ni d'Olivier

ni d'estout ni de Salomon,

ni de Loer

ni de Rainier

ni de Girart de Rossillon,

ni de Daví,

ni de Raí,

ni de Berart, ni de Bovon.

De Constantí

non sabs que dí,

de Roma ni de Prat Neiron,

de Gualopin,

ni de Guarin,

ni de Sanguin,

ni d'Olitia, ni de Dovon;

de Guajeta

ni d'Aigleta

ni de Folcueis ni de Guion;

ni de Aimar,

ni de Guasmar,

ni de Faquele, ni d'Orson;

del orgoillós

non sabés vos

de Cambrais ni de Bernison;

ni de Darnais

non sabés mais

com n'Aimeric en fos lo don.

Mon-Melian

vas oblidan

on Carles fon mes en preizon.

Ja de Mauran

Om no 't deman

ni de Daurel ni de Beton.

Jes non saubés

si m'ajut fes,

del setge que a Troja fon.

d'Antiochá

non sab res ja

ni de Milida la faison.

Ni de Saurel

non sabs qu'el pel

ni de Valflor, ni de Merlon;

Ni de Terric

non sabs, so-t dic.

Ni de Rambaut ni d'En Aimon.

Ni d'Esimbart

ni de Sicart

ni de Albaric lo Borguognon;

ni de Bernart

ni de Girart

de Viviana ni de Bovon,

Ni de Jausbert

non sabés cert

ni de Folquier ni de Guion;

ni de Guormon

qui tot lo mon

cuidava conquerre per son;

ni d'Aguolan

ni de Captan,

ni del rey Braiman l'esclavon;

ni del beu rei

non sabs que 's fei,

d'Alixandre fil Filipon,

d'Apoloiné

non sabés re

qu'estors de man de Perizon;

de Daire ros

que tan fou pros

qu 's defendet de traizon.

Ni d'Olivier

non sabs chantier,

ni de Verdun ni de Vosprezon

Ni de Cardueill,

ni de Marcueill,

ni d'Aimol, ni de Guion:

ni sols d'Itís,

ni de Biblís

ni de Caumús nuilla faisson;

de Piramús

qui for los murs

Sofri, per Tibes possion;

ni de París,

ni de Florís

ni de Bell'Aia d'Avignon;

Del Formanés.

ni del Danés

ni d'Antelmen, ni de Frizon;

de Rainoal

ab lo tival

non sabs ren, ni del gran baston,

ni de Marcueill

con perdet l'oill

á la porta d'un aguillon,

ni de Bramar

non sabs chantar,

de l'auca ni d'En Auruzon;

ni del vilan

ni de Tristan

c' amaba Icent a lairon,

ni de Gualvaing

qui ses compaing

fazia tanta venaison,

ni d'Aldaer

ni de Rainer

ni d'Eranberg ab lo furguon;

ni de Rainier

ni de Folquier

ni del bon vassall Aubion;

de Lionás

ja non sabrás

ni de Tebas ni de Caton

de Nersisec

d'Arumalec

ni de Calcan lo rei felon,

de Fideús

ni de Formús

que sofrí tanta passion,

del cavalier

ni del liurer

que sus en la garda mort fon;

ni de Riqueut

ni de Mareut

ni d'Arselot la contençon.

No saps upar

mot guariar

en glieiza ni dedinz maizon.

Va, Cabra boc,

quar be 't conoc

qui te envia urtar al mouton. )


ESCOCIDO. n. Escarmentado. (escocer; si algo escuece, uno escarmienta)
ESCUDILLAR. n. Vaciar el puchero sobre la fuente o plato en que ha de servir a la mesa el contenido, y así se dice “escudillar las judías, las patatas, las puches, etc.: la Academia, limitando mucho la significación, dice que “es echar el caldo en las escudillas y distribuirlo y servirlo,” con cuya definición no se explica aquella frase de H. de Mendoza, tan frecuente por otra parte en Aragón, “me parecía más conveniente hora de mandar poner la mesa y escudillar la olla que de lo que me pedía (Lazarillo de Tormes).” -n. En sentido figurado, descubrir un secreto, hacer indiscretamente una confianza, y así se dice “yo le había revelado mi plan y él lo escudilló al punto en el teatro.” -n. Escudillar la sopa calarla o echar en ella el caldo de la olla: en un Diccionario castellano hemos visto, sin embargo, esa acepción.
FORLIER. n. En un Códice de oficios palatinos de Jaime II se ofrecen pintados varios de ellos, entre otros el forlerius, forlerio o aposentador, correspondiente al traversier francés y origen de nuestro furriel, sobre lo cual puede verse a Covarrubias y Latassa B. a. II. 33.
GAÑA. n. Cierta parte dentada o en forma de sierra que tienen en lo inferior de la cabeza algunos pescados.
MALVASÍA. n. La Academia presenta como castellana esta voz en sentido de uva dulce cuyos sarmientos importaron los catalanes en España desde la isla de Chio en tiempo de las Cruzadas: Avellaneda dice en el cap. X de su Quijote “que tengo en el cuerpo tres de malvasía que llaman en esta tierra (habla en Zaragoza), y a fé con razón, porque está mal la taza cuando está vacía della.”
PANEL. n. Entrepaño, voz de carpintería: en francés panneau. (panó)
POTE (COLOR DE). n. Color quebrado o muy bajo, principalmente en el rostro.

domingo, 21 de noviembre de 2021

DVA, Gerónimo Borao, Notas al pie.

NOTAS AL PIE

DVA, diccionario, voces, aragonesas, Gerónimo Borao, kindle

(1) Álvaro, amigo y biógrafo de S. Eulogio, se lamenta en su Indículo luminoso de que los latinos dejasen por el árabe su propia lengua. Ese irrebatible texto, aducido por Aldrete en el cap. 3. P. I. de su Origen y principio de la lengua castellana (Roma 1606) y apoyado después (P. II cap. 14) con muchos autores de gran nota, demuestra que ambos idiomas, el latín y el árabe, nos fueron del todo vulgares, principalmente el primero.

(2) Recordamos haber visto indicada esta idea, por lo demás muy obvia, en el famoso y muy apreciable Diálogo de las Lenguas.

(3) Había, en efecto, un lenguaje que llamaban los romanos militar y que ya prescindía algo de la declinación: Cornelio Tácito se conduele de las pérdidas que había sufrido la buena latinidad. S. Gerónimo alude alguna vez al decaimiento de la lengua latina, y S. Isidoro llama latín mixto al idioma corrupto originado por las conquistas: en cuanto a la universalidad de este latín en España, la demuestra Berganza de acuerdo (como ya lo hemos dicho) con Aldrete, aduciendo algunas razones y documentos atendibles, y probando que hasta las mujeres, y por consiguiente el pueblo, oían y entendían las escrituras latinas.

(4) Así como el lenguaje actual precede del latín españolizado, así también hubo lenguaje bárbaro que era español latinizado, como lo comprueba un documento de regular latín que Berganza vio traducido marginalmente a otra especie de latín macorrónico el que se decía bracaret por amplecteretur, mataret por occideret, ayat usuale lege por sit usus et lex.
(5) Terreros en su Paleografía, atribuida al P. Burriel, divide nuestra lengua en épocas o temporadas, y en la segunda, que corre del siglo V al VIII, supone su nacimiento, así como en la siguiente hasta el siglo XI su cultura: Aldrete asienta que de la corrupción latina nació el idioma vulgar hasta que los árabes vinieron a modificarlo, si bien más adelante establece al сар. V de la P. I que los godos estragaron la lengua romana aunque sin introducir la suya: el abate Andrés, ya que no concede al siglo VIII los compuestos en alabanza de unos caballeros gallegos que vencieron con ramas de higuera a los moros que cobraban el feudo de las cien doncellas, ni el poema en octavas a la pérdida de España que citó Faría en sus Comentarios a Camoens, supone del siglo XI los poemas del Cid y de Fernán González e igualmente los versos del capitán portugués Gonzalo Hermiguez dirigidos a su esposa Ouroana, como también la cultura de nuestra lengua.
(6) Los eruditos anotadores de Ticknor, SS. Gayangos y Vedia, apuntan dos piezas del año 950, pero lo hacen con mucha reserva, diciendo que son documentos curiosos, si no están romanceados en época más moderna, lo cual nos parece a nosotros incuestionable.
(7) Es la restitución a Dios de un monasterio benedictino ; pero aunque el autor de la Declamación contra los abusos introducidos en el castellano lo cita como el documento más antiguo que ha llegado a su noticia, ¿quién que conozca la formación de nuestro idioma podrá convenir ni un momento con esa opinión ni conceder a esa escritura mayor antigüedad que la del siglo XIV? Hable por nosotros el siguiente fragmento: “ofrecemos a Dios este monasterio, e la su piedad no desdeñe este donecillo ofrecido de las nuestras manos (magüer pequeñuelo) ansi como recibió los dineros de la viuda del Evangelio, e sobre esto hacemos promision que ge la damos con todas sus pertenencias.” Compárese este trozo con
cualquiera pasaje del Fuero Juzgo, obra bien conocida y cuya traducción se mandó hacer dos siglos después en 1241.

(8) Citado pero refutado por Ticknor.

(9) Citado por Marina pero con las vehementes sospechas de ser una traducción del siglo XIV.

(10) La confirmación de la carta-puebla de Avilés.

(11) Con estos mismos documentos y con otras tan poderosas razones muy dignas de su acreditada ilustración, impugnaron los SS. Durán y Hartzenbusch, en carta particular que hemos tenido el gusto de ver, la Introducción al Poema del Cid que acababa de publicar en París Mr. Damas Hinard, libro que hoy es ya más conocido por los trabajos periodísticos en que más tarde ha sido impugnado.
(12) Algo, como se vé, deja de traducir, sin duda por serle incógnito, y algo traduce literalmente que nosotros no entendemos.
(13) Estos documentos están tomados del abundantísimo
Apéndice a las Antigüedades de Berganza, en el cual se copian doscientas y una escrituras, diez Cronicones, y en diez y ocho capítulos multitud de formularios relativos al ritual y ceremonias de la Iglesia.
(14) La constitución aragonesa (dice el Sr. Escosura Hevia en su Ensayo sobre el feudalismo) fue mejor que la castellana, la reconquista más rápida y ordenada, la restauración de las poblaciones con más medios y bajo mejores auspicios, la civilización penetró antes y fue más precoz, y hasta los reyes aragoneses fueron en general superiores, y en las Cortes la nobleza se unía más al brazo popular que en las Cortes de Castilla.»
(15) Monlau, en su reciente Diccionario etimológico, dice acertadamente que Aragón contribuyó a pulir el romance castellano.
(16) Hay, no obstante, quien atribuye a Alonso V de Aragón y a Fernando el Católico la influencia castellana sobre Nápoles que llegó (dicen) hasta el punto de hacer allí vulgar la lengua castellana: más tarde ya sabemos que otro hombre ilustre de raza aragonesa, Antonio Pérez, hizo familiar el idioma español entre las personas cultas de la corte de Francia con provecho de aquella literatura.

(17) Este nos parece el lugar oportuno para citar un breve pero apreciable trabajo que no hemos leído sino después de preparado el nuestro para la impresión. Nos referimos al Discurso sobre el origen, uso y cultura de la lengua española en Aragón, impreso en el Memorial literario de febrero y marzo de 1788, en el cual se desarrollan en general las propias ideas que en esta Introducción, aduciéndose tal cual vez argumentos idénticos, como el que más adelante presentamos acerca de los vocablos aragoneses declarados por Blancas. Enuncia, comúnmente sin correctivo, las ideas de Masdeu que considera a los idiomas catalán y valenciano como padres del provenzal y castellano, de Bastero que tiene a la poesía vulgar por hija de la literatura provenzal, de Nasarre que supone la inmigración de esta en Castilla, y de Terreros que atribuye por el contrario a la influencia castellana de los tiempos de Fernando el Magno la entrada del idioma general en Aragón; pero supone que no existen documentos castellanos anteriores al siglo XIII contra lo que llevamos demostrado, explica la colección legislativa del obispo Canellas (Vidal Mayor) como prueba de que el catalán era una de tantas lenguas como en Aragón se usaban, y asegura, en fin, que de los instrumentos consta haber hablado siempre el español los reyes aragoneses, que es lo que en el texto a que se refiere esta nota no nos atrevemos a asegurar por nuestra parte.

(18) En 1848 se publicó, con otros documentos sobre la segunda expedición de Alonso V en 1432, un «Libre ordinari de dates, fetes per en Bernat Sirvent tesorer general desde maig de 1432 fins lo derrer die de decembre apres seguent.»

(19) Sirva de ejemplo el que se formó para justificar en 1363 la muerte del infante
D. Fernando hermano de Pedro el Ceremonioso.
(20) Pero ese latín era en muchos fueros tan impuro como lo fue generalmente en la edad media; y porque de él mismo se puede fácilmente deducir el que en Aragón había de usarse como vulgar, copiaremos un trozo correspondiente a 1247, que dice: «Villana debet habere per suas dotes unam domum coopertam in qua sint duodecim bigæ et unam arenzatam vinearum et unum campum in quo possit seminare unam arrobam tritici in voce linaris, et suas vestes
integré et suas joyas et unum lectum bené paratum de melioribus pannis qui sint in domo et duas meliores bestias de domo aptas ad laborandum cum omnibus suis apparamentis.»
(21) Ticknor cita un certamen celebrado en Valencia el año 1474, en que se presentaron cuatro poesías castellanas: Milá dice en sus curiosísimas Observaciones sobre la poesía popular que los romances castellanos se hicieron tradicionales ya en el siglo XV.
(22) Algunos ponen en duda la autenticidad de esa Crónica.

(23) En lo que realmente se llama Aragón que es el objeto principal de nuestra tarea, sobre todo desde este párrafo, pues por lo demás ya sabemos que la Corona aragonesa se ha designado muchas veces con el nombre común de Aragón, como se ve en aquellos versos de Bernardo de Auriac, trovador del siglo XIII, en que dice de los catalanes.

Et auziran dire por Aragó

Oil et neuil en luec d'oc e de no.
(
y oirán decir por Aragón oil y neuil en lugar de oc y de no. Oc, och, hoc : sí en Occitan, occitano, langue d'oc, lenga d'oc, lengua de oc. En 146x los deputats del general de Cathalunya aún escriben oc, och, hoc)
(24) D.
Mariano Nougués en su obra histórica sobre la Aljafería, en quien sospechamos que haya influido el recuerdo que hace el abate Andrés del Sr. de la Curne, colector diligente de poesías provenzales, a quien una poesía francesa antigua hizo deducir ante la Academia de Inscripciones y Bellas letras que los catalanes y aragoneses hablaron la lengua de oc.
[25] Cuyo idioma, según dice Latassa, estaba influido aquí “de muchos otros que entonces se usaban según la mezcla de las naciones que en las ordinarias guerras contra moros concurrian de gascones, bretones, navarros, narbonenses, proenzales y otras gentes.”
(26) Adocir por traer, agenollarse por arrodillarse, afeitado por aderezado, costado por lado, cojines por almohadones, en guisa por a manera de, en torno por alrededor, extraños por
extrangeros, fillos por hijos, home por hombre, non por no, prender por tomar, trovar por hallar, vegadas por veces y viello por viejo ¿no son castellanas o por lo menos no lo han sido?.
[27] «Muchos, dice, le nombran con vilipendio la vil plebe, el ignorante vulgo; pero bien le pueden tratar como quieran que al cabo
el vulgo ha de ser el que forme la lengua y el que arrastre a los doctos y los envuelva en su lenguaje... el vulgo los redujo a hablar bárbaramente y les hizo admitir a pesar suyo el romance.» (corrupción del latín)

[28] En la sección de mss. de la Biblioteca nacional existía, según el Índice que formaron los Iriartes, una Crónica de los reyes de Aragón en lengua aragonesa, y el reciente decreto de Archivos y Bibliotecas (17 de Julio de 1858) dispone que se reúnan en edificio cercano a la corte los archivos de las órdenes militares en sus dos lenguas de Castilla y Aragón, pero indudablemente que se refiere, sin bastante propiedad, a la lengua de la corona de Aragón. - Actualmente en la baronía de Arenoso, y en algunos pueblos del río Mijares, como Villahermosa, se habla el español que allí llaman el aragonés, según lo indica el diligente escritor D. Braulio Foz en el tomo V de su Historia de Aragón. Por lo demás en Aragón hay tal anarquía en el idioma, que existen pueblos muy próximos entre sí pero muy apartados de lenguaje, por ejemplo, Castelserás, Valdealgorfa y Codoñera, en la provincia de Teruel partido de Alcañiz: en los dos primeros se habla castellano, en el último cierta informe mezcla de modismos aragoneses, catalanes y valencianos. (chapurriau)
(29) Latassa enumera ocho diversos códices, sin los que existían fuera de España.
(30) Si el príncipe de Viana, por lo demás sujeto de muchas letras, fuese autoridad en la materia, citaríamos aquel pasaje de su revuelta Crónica en que, refiriendo la jornada de
Alcoraz (1096), cuenta que a la grupa de S. Jorje vino un caballero alemán a la batalla, "e por cuanto entendia gramática entendiéronle algunos e fablaronle en latin,” lo cual probaría, no precisamente que hubiese tal caballero alemán, que esto ya no lo creyó Zurita, sino que el príncipe de Viana suponía raro el latín y común el romance en aquella época.
(31) Briz Martínez ya hemos visto que traslada los fueros en su propio lenguaje antiguo; Larripa se refiere con Pellicer a manuscritos de grande antigüedad; Morlanes dice que el códice que poseía era copia de un libro muy antiguo; Quinto, resolviendo en cierto modo la cuestión aunque no la trataba de propósito, dice que las leyes de Sobrarbe compiladas por el concilio y cortes de Jaca en el siglo XI se hicieron en la lengua española de la época.

(32) Y conservando, por cierto, algunas palabras españolas, como amigas por mancebas, que tiene la traducción de Salanova. Añadamos aquí, por más que no sea el lugar muy oportuno, que de algunas palabras, al parecer aisladas, se infiere rectamente el uso del lenguaje español, como en efecto se desprende de muchos antiguos apellidos, por ejemplo, Maza de Lizana, Castellezuelo, Pedro Medalla, y los muchísimos más que sería impertinencia enumerar.
(33) Hállase perfectamente servido por el ilustrado paleógrafo y filólogo D. Manuel Goicoechea.
(34) Sepan todos los ommes que agora son e los que an de uenir que auian grand contienda entre los monges de
Berola (Veruela, Beruela) e los ommes de Transmonz (Trasmoz; trans monz, detrás del monte, Moncayo, como la tramuntana, tramontana) sobre el término de Beruela e de Trasmonz. Ond los monges de Berola sobre esta contienda e sobre grandes fuerzas que les fazien ommes de Trasmonz no lo podieron sofrir e ouieron se arrencurar al sennor Rey, e el sennor Rey quando ovo oido la rancura de los monges, mandó a D. Pedro Cornel so mayordomo o a D. Pedro Perez so justicia que uiniesen ambos a Veruela e que uidiesen sobre que eran estas rencuras que auian los monges de los ommes de Strasmoz, (como Strasburg) e oidas todas las razones de cada unos, que diessen a cada uno sos drettos. Et D. Pedro Cornel e la justicia D. Pedro Perez binieron por mandamiento del Rey en Beruela e ellos por amor que mas dretturerament podiessen est pleyto determinar, embiaron por el Bispe (bisbe; ovispo, vispe) e pos ommes buenos de Tarazona, scilicet por D. J. Perez justicia de Tarazona que tiene el castillo e la uilla de Trasmonz e por D. Xemen Perez de Tarazona e por D. Martin Perez so ermano e por D. Rodrigo ermano de la justicia e por otros ommes buenos. E fueron de los monges en aquel logar presentes, scilicet el prior de Beruela D. Ferrando de Tarazona el cellerer maior D. Guillem Dengaus e D. J. Maza e D. Sanz de Tudela monges de Berola o D. Fr. Sanz de Campan. E de los vecinos de Trasmonz fueron D. Martin de Trasmonz caualero e D. Lop el capellan, de los lauradores D. Mateu D. Eneco Nanairs e D. Blasco Morana. E de los moros Mahomat Lombacho e Zabéyt de la Puerta e muytos otros siquiere de los monges de Berola si quiere de los ommes de Trasmonz. E todos ensemble plegados, D. Pedro Cornel e D. Pedro Perez la justicia demandaron a los monges de Berola e a los omines de Trasmonz a la una e a la otra parte si auian cartas algunas o algunos instrumentos de desterminamiento de questos términos. En esto respondieron los monges e los ommes de Trasmoz e dixieron que non, e assi lo trobaron en pesquisa por uerdat que ni los ommes de Trasmonz ni los monges no tenian recapdo nenguno de desterminamiento. Ond D. Pedro Cornel e la justicia D. Pedro Perez odiendo esto e trobandolo en berdat que ni los monges ni los ommes de Trasmonz no tenian recapdo nenguno ouieron so consello con el Bispe D. Garcia Frontin e con los otros buenos ommes que de susso son escriptos; e andando los términos todos en semble e uidiendo daron por termino a Bera (Vera del Moncayo) del camino que va de Beruela a Tarazona enta juso todo. Et del camino que es dito enta suso daron por término a Trasmonz. Salvas las heredades que a y Beruela. El asi desterminados los términos de Bera e de Trasmonz daron sos dreytos a cada uno plaziendo al sennor Rey. Esto todo acabado, demandaron de cabo D. Pedro Cornel e D. Pedro Perez la justicia en presencia de todos los que de suso son nonmados demandaron e pesquisieron si auieu (la segunda u parece n invertida: auien) nengun desterminamiento nuncha feyto entre Beruela e Trasmonz e trobaron que si, e ellos demandaron en uerdat que qui lo sauie esto; e fue aduyto un omme de Trasmonz por nomne D. Eñego Nauarro que auia bien C annos en testimonio e dixo que él era estado en desterminamiento de Beruela e de Trasmonz, e mandaronle de parte del Rey e coniuraron lo sobre periglo de so alma que el que dixiere verdat. E respuso el e dixo:
jo digo a Dios uerdat e a los que aqui sodes por mandamiento del Rey mi sennor que io fu en determinamiento de Beruela e de Trasmonz. E pudiemosnos a desterminar suso en el cerro sobre la estancha de D. Matheu alli *ose parte el término de Trasmonz e de Leytago e uiniemos por el cerro a suso e alli quomo aguas vierten enta Trasmonz diemos a Transmonz por término. E alli quomo aquas vierten enta Berola diemos a Beruela por término e acha juso al fondon diemos todo el cabezo de Otunna a Berola. Et quando esto ovieron oido, D. Pedro Cornel e D. Pedro Perez la justicia mandaron por partes del Rey que assi quomo hauian trobado en pesquisa e en uerdat que assi fuese tenudo por siempre entre el desterminamiento de Beruela e de Trasmonz. Esto todo aposado quomo de suso es escripto a plazimiento de ambas las partidas, mandaron de mas D. Pedro Cornel e D. Pedro Perez la justicia con consello del Bispe e de todos los otros bonos ommes que en el logar eran que si bestiar o ganado de los monges entrase en el regadio del término de los de Trasmonz, que los omes de Trasmonz podiessen pendrar a los monges por so calonia assi quomo es fuero de tierra a los ommes de Trasmoz de este desterminamiento que fo feyto fueron pagados los unos y los otros ambas las partidas. E fueron de estos desterminamientos testimonias en cuya presentia fueron feytos D. Garcia Frontin bispe de Tarazona e D. Blascho Perez e D. Martin Perez e D. Garcia Ximenez fillo D. Xemen Perez canonicus e D. Guillen Abbat de Firto e D. Domingo Arzez prior del dito logar e D. Lop Cellarer de Fito. E de los caualleros e de los bonos ommes de Tarazona D. Juan Perez justicia de Tarazona e D. Xemen Perez e D. Martin Perez so ermano e D. Rodrigo ermano de D. Juan Perez justicia de Tarazona. Esto fo feyto en el mes de Septembre pridie Kalendas Octobris era MCCLXXIIII. Nos D. Jaime por la gracia de Deus Rey daragon e de mayorchas e de Valentia comte de Barzalona e de Urgel e sennor de Montpesler otorgamos la present carta e tenemosla por firme = Signum + Jacobi Dei gratia Regis Arag et mayoricar. et Valencie commes Barch. et Urgel et dux montisp. - Raymundus notarius publicus et juratus Tirason. (Tirasona, Tarazona, etc.) praecepto domini regis scripsit per alfabetum divisit.
(35) D. Luis Exea y Talayero en su muy erudito Discurso histórico-jurídico sobre la instauración de la Santa Iglesia cesaraugustana en el templo máximo de San Salvador, 1674, nota 442, en la cual incluye también textuales dos trozos del fuero antiguo de Sobrarbe.
(36) Tuvo Zaragoza la gloria de imprimirlo en 1550.
(37) Está en el lib. III cap. 11 (
o II) de sus Anales y dice así; «Conocida cosa sea ad todos los que son e son por venir, que yo D. Jaime por la gracia de Dios rey de Aragon desafillo ad todo home el afillo a vos D. Sancho rey de Navarra de todos mios regnos et de mias terras et de todos mios señorios que oue, ni he ni deuo auer, et de castiellos et de villas et de todos mios señorios. Et si por auentura deuiniesse de mi rey de Aragon antes que de vos rey de Nauarra, uos rey de Navarra que herededes todo lo mio assi como de suso es escrito, sines contradizimiento ni contraria de nul home del mundo.
Et por mayor firmeza de est feyto et de esta auinenza, quiero et mando que todos mios ricos homes et mios vassallos el mios pueblos juren a vos señoria rey de Navarra que vos atiendan lealmente como escrito es de suso. Et si non lo fiziessen que fincassen por traydores et que nos pudiessen saluar en ningun logar.» (Año 1231, aunque dice in era 1209, que debe leerse 1269.)

XVIII.

Perg. n. 445. Jaime I. 2 feb. 1231.

In Dei nomine. Conescuda cosa sea a todos los qui son et son por venir que io don Jacme per la gracia de Dios rey de Aragon desafillo ad todo omne et afillo a vos don Sancho rey de Navarra de todos mios regnos et de mias terras et de todos mios sennorios que ovi ni e ni debo aver et de castiellos et de villas et de todos mios sennorios: et si por aventura deviniesse de mi rey de Aragon antes que de vos rey de Navarra vos rey de Navarra que herededes todo lo mio asi como desuso es scripto sines contradizimiento ni contraria de nul omne del mundo. Et por mayor firmeza de est feito et de esta avinencia quiero et mando que todos mios ricos omes et mios vasallos et mios pueblos juren a vos sennoria rey de Navarra que vos atiendan lealment como scripto es desuso et si non lo fiziessen que fincassen por traidores et que nos pudiesen salvar en ningun logar. Et yo rey de Aragon vos prometo et vos convengo lealment que vos faga atender et vos atienda luego asi como dessuso es scripto et si non lo fiziesse que fosse traidor por ello. Et si per aventura enbargo yo ave ninguno de part de Roma o oviere io rey de Aragon so tenudo por conveniencia por defferlo ad todo mio poder: et si nul omne del sieglo vos quisiesse fer mal por est pleito ni por est paramiento que io et vos femos que io que vos aiude lealment contra todo omne del mundo. Adunde mas que nos aiudemos contra al rey de Castiella todavia por fe sines enganno. Et io don Sancho rey de Navarra por la gracia de Dios por estas palabras et por estas conveniencias desafillo a todo omne et afillo a vos don Jacme rey de Aragon de todo el regno de Navarra et de aquello qui al regno de Navarra pertanne et quiero et mando que todos mios ricos omes et mios conçellos que juren a vos sennoria que vos atiendan esto con Navarra et con los castiellos et con las villas si por aventura deviniesse antes de mi que de vos et si non lo fiziessen que fossen traidores asi como scripto es desuso. Et ambos ensemble femos paramiento et conveniencia que si por aventura io en mia terra camiasse ricos omens o alcaydes o otros quales quisier en mios castiellos aquellos a qui io los diere castiellos o castiello quiero et mando que aquel que los receba por mi que vienga a vos et vos faga homenage que vos atienda esto asi como sobre scripto es. Et vos rey de Aragon que lo fagades complir a mi de esta gisa misma et por estas palabras en vestra terra: et vos rey de Aragon atendiendome esto io don Sancho rey de Navarra por la gracia de Dios vos prometo a buena fe que vos atienda esto asi como scripto est en esta carta et si non lo fiziesse que fosse traidor por ello vos rey de Aragon atendiendome esto asi como sobre scripto es en esta carta. Et sepan todos aquellos qui esta carta veran que io don Jacme por la gracia de Dios rey de Aragon e io don Sancho por la gracia de Dios rey de Navarra amigamos entre nos por fe sines enganno et faziemos homenage el uno al otro de boca et de manos et juramos sobre quatro evangelios que asi lo atendamos. Et son testimonios de este feito et de est paramiento que fizieron el rey de Aragon et el rey de Navarra et del afillamiento asi como scripto es en estas cartas don Ato Fozes maiordomo del rey de Aragon et don Rodrigo Liçana et don Guillem de Moncada et don Blasquo Maça et don Pedro Sanç notario et repostero del rey de Aragon et fraire Andreu abbat de Oliva et Exemeno Oliver monge el Pedro Sancheç de Bariellas et Pedro Exemeneç de Valera et Açnar de Vilava et don Martin do Miraglo et don Guillem justiçia de Tudela et don Arnalt alcaide de Sanguessa et io Domingo scribano del rey de Navarra qui las cartas screvi. Facta carta domingo segundo dia de febrero en la fiesta de Sancta Maria Candelera in era MCCLXVIIII en el castiello de Tudela. - Et io Domingo scrivano por mandamiento del rey de Aragon et del rey de Navarra estas cartas screvi et est signo con mia mano i fiz +. (pone era 1269)

Pasar de ERA a ANNO: https://es.wikipedia.org/wiki/Era_hisp%C3%A1nica restar 38.

Versión de Bernardino Gómez Miedes

Capítulo III. Contiene el tratado formal del auto de concordia y adopción que los dos Reyes de Aragón y Navarra se hicieron el uno al otro.

Conocida cosa sea ad todos los que son, & son por venir, que yo don Iayme por la gracia de Dios Rey de Aragón, desaffillo ad todo ome, & affillo a vos don Sancho Rey de Navarra de todos mios regnos, & de mias tierras, & de todos mios señoríos que oue ni he ni deuo auer, & de castiellos & de villas & de todos mis señorías. Et si por auentura deuiniesse de mi Rey de Aragó, antes q d vos Rey de Navarra, vos Rey d Navarra que herededes todo lo mio, assi como de suso es escrito, sines contradezimiento (cótradezimiéto), ni contraria (cótraria) d nulhome del mundo. Et por mayor firmeza de est feyto, & de esta auinença, quiero & mando (mádo) que todos mios ricos homes, & mios vassallos, & mios pueblos juren a vos señoría Rey de Navarra, que vos atiendan lealmente (lealmét), como escrito es de suso. Et si no lo fiziessen, que fincassen por traydores, & que nos pudiessen saluar en ningún logar. Et yo el Rey de Aragon vos prometo, & vos conuiengo lealmét, que vos faga aentender, & vos atienda luego, assi como de suso es escrito: & si non (nó) lo fiziesse, que fosse traydor por ello. Et si por auétura embargo y aue nenguno de part de Roma, o houiere, yo Rey de Aragon so tenudo por conueniença por desferlo ad todo mio poder. Et si nul home dl sieglo vos quisiesse fer mal por est pleyto, ni por est paramiento que yo è vos femos, que yo vos ayude lealment contra todo home del mundo. Adonde mas que nos ayudemos cótra el Rey de Castiella toda via por fe sines engaño.

Et yo dó Sancho Rey de Navarra por la gracia de Dios, por estas palabras, & por estas conueniéças desafillo ad todo home, & afillo a vos don Iayme Rey de Aragon de todo el Regno d Navarra, & de aquello qui el reyno de Navarra pertañe: & quiero & mádo que todos mios ricos homes & mios Concellos juren a vos señoría, que vos atiendan esto con Navarra, & có los castiellos, & con las villas si por auentura deuéiesse antes de mi que de vos. Et si no lo fiziessen que fossen traydores, assi como escrito es de suso. Et ambos ensemble femos paramiéto & conueniençia, que si por auétura yo en mía tierra camiasse ricos homes, o Alcaydes, o otros qualesquiere en mios castiellos, aquellos aqui yo los diere castiellos, o castiello, quiero & mádo que a qll qui los reciba por mi que viéga a vos, & vos faga homenage. Que vos atiéda esto assi como sobre escrito es. Et vos Rey de Aragon, que lo fagades cúplir a mi desta misma guisa, & por estas palabras en vuestra tierra. Et vos Rey de Aragó atendiendo me esto, yo don Sancho de Navarra por la gracia de Dios, vos pmeto a buena fe que vos atienda esto assi como escrito es e esta carta. Et si no lo fiziesse que fosse traydor por ello, vos Rey de Aragó atédiédome esto assi como sobre escrito es en esta carta. Et sepá todos aqllos qui esta carta verá, que yo dó Iayme por la gracia de Dios Rey de Aragó: Et yo dó Sancho por la gracia de Dios Rey de Navarra, amigamos entre nos por fe sines engaño & fiziemos homenage el vno al otro d boca & de manos, & juramos sobre quatro Euangelios que assi lo atendamos, Et son testimonios de est feyto, & de est paramiento que fizieró el Rey de Aragon, & el Rey de Navarra, & del Affillamiento assi como escrito es en estas cartas, don Atho de Foces mayordomo dl Rey de Aragó, & don Rodrigo d Liçana, & don Guillen de Moncada, & don Blasco Maça, & don Pedro Sanz notario & repostero del Rey de Aragon. Et don Pedro Perez justicia de Aragon, & frayre Andreu Abad de Oliua, & Eximeno Oliuer móge, & Pedro Sáches d Variellas, & Pedro Exemenez de Valtierra, & Aznar d Vilana, & dó Martin de Miraglo, & don Guillé justicia de Tudela, & don Arnalt Alcalde de Ságuessa. Facta carta domingo segúdo día de Febrero en la fiesta de santa Maria Cádelera, in Era Millesima ducétissima sexagessima nona en el castillo de Tudela. Que fue año d la natiuidad del Señor M.CCXXXI.

puesto que en este instrumento de la adopción, ninguna mención se hace del infante don Alonso, como el Rey lo affirma, por ventura de consentimiento de ambas partes.
)

(38) ... Las quales dichas salinas hyo D. Remir Gonzalez vos vendo a vos, señor obispo, de dia et non de noch, assi fuero de Sancta Maria manda, con sus entradas et con sus essidas, et con sus pertinencias, et con aguas dulces, et con saladas, et con heras, et con casas, et con pozos, et con fueros aquellos que han las salinas por su derecho et deban aver.»
(39) Universi prædicti nobis humiliter intimarunt... et... petierunt cum humilitate instanter.
(40) Diario de Zaragoza, año 1849.
(41) La fuerza de esa palabra nos recuerda una anécdota relativa al célebre diccionarista francés Mr. Boiste. Era hombre inofensivo y laborioso, y, no obstante, fue conducido a una prisión en donde pasó algún tiempo sin que adivinase los motivos: cuando sus amigos se interesaron por él, pudo al fin averiguarse que había llamado expoliador a Napoleón: acudiose al cuerpo del delito, que era su gran Diccionario, en donde se vio que decía SPOLIATEUR, BONAPARTE. ¡Boiste no hacía sino declarar a Bonaparte el inventor de esa palabra!
(42) Algunas de ellas van firmadas por Sancho Perez de Biota que aquesto escriuie.
(43) Todavía contiene el códice, pero sobrepuestas y de otra letra y carácter, algunos otros documentos (hasta el folio 160 en que termina), siendo todos ellos referentes al reinado de Pedro IV, del cual hay una carta autógrafa de Cabrera, dirigida al Infante
D. Pedro conde de Ribagorza, y un bello documento fechado a 24 de octubre de 1347 en que licencia las Cortes para atender a muyt grandes e peligrosos afferes... et... sin toda tarda prouedir a los ditos periglos lo que non podemos sino en
Cathalunya cerca la marítima, pero comprometiéndose a tenerlas a los aragoneses para el primer día de mayo o lo más tarde para S. Miguel. - En la misma biblioteca de la Academia de la Historia hay un volumen (Est. 4. g. 3. D. n. 93) en el cual se hallan, por extracto y a veces por copia, recogidas las noticias del códice que hemos descrito, y entre otros documentos de los varios que incluye (todos reunidos en el siglo pasado) una carta del Duque de Alburquerque al Regente del supremo consejo (28 febrero 1594) diciéndole que “el negocio de la Unión se ha acallado en conformidad de lo que S. M. deseaba y que ha sido bien menester las diligencias y cuidado que he puesto para atraer tantas voluntades y tan desconformes como las que habia.”
(44) Ofrecemos de él esta muestra a nuestros lectores: «Porque assi como honeroso es a los notarios el officio sobredicto, les deua seyer proveytoso, lo que non seria si infinida de notarios fuessen la dita ciudat; attendientes en cara que fuero de Aragon ordena que en las ciudades e en las villas del dito regno sea stablido et feyto cierto numero de notarios por los Jurados et por aquellos que antigamente costumbraron de crear notarios; establimos et ordenamos perpetuo que en la dita ciudad sea numero de Quaranta notarios e no mas.»
(45) Están en castellano y árabe y tuvieron por objeto ocurrir a los peligros de la guerra que movió a Aragón D. Pedro el Cruel y que duró todo un decenio desde 1356 hasta 1366, tres años antes de la muerte de aquel monarca. Dicen entre otras cosas: “por razon e ocassion de la guerra la qual el rey de Castiella sin toda justa razon, no guardando ni catando paz ni tregua que fuesse entre nos e el feyta e firmada mientre a nos e al dito rey de Castiella fure la vida del cuerpo campanyona, nos havia e ha movido, por la cual razon el dicho rey de Castiella habia e ha feyto liganzas muytas e diuersas unidades et confederaciones contra nuestros regnos e subditos nuestros; e no solament con reyes e otras personas e comunas poderosas de cristianos, mas en cara con
reyes de moros e otras personas contrarias a la nuestra ley, como por otras muytas razones, queriendo salir a carrera al su maluado, inico e desordenado ppuesto etc.
(46) Hemos tenido el gusto de haberle a las manos y merece, como obra artística, los elogios que le tributa Latassa : está escrito en vitela y letra gótica y tiene muchísimas y muy bellas miniaturas, pero en su texto hay harto menos que admirar, y a veces se entremezclan en las devociones los intereses particulares del autor, por ejemplo el de mejorar de alcaydia.
(47) En la Prefacion de los fueros de Aragón, 1624, se dice que con los de Sobrarbe vivieron por mucho tiempo los navarros. (
Siendo Navarra, reino de Pamplona, Pampilona, anterior al condado de Aragón, qué leyes usaban los reyes de Navarra?)
(48) De Sobrarbe de Tudela, como dice siempre
Yangüas, a quien se debe en parte la primera copia que los navarros han tenido de él, pues les ha sido desconocido muchos siglos hasta que en 1833 se sacó un traslado para el archivo de Pamplona por el académico, hoy obispo en Palma, D. Miguel Salvá, y otra de esta por D. José Yangüas para el de Tudela.
(49) En la Memoria sobre el feudalismo que, premiada por la Academia de la Historia, ha sido publicada en 1856 por su autor D. Antonio de la Escosura y Hevia, se entiende por
Coronilla de Aragón la reunión de Navarra, Aragón, Cataluña y Valencia, y respecto de los dos primeros reinos se dice muy bien que fue uno mismo el origen y causa de ambas monarquías, simultáneo su desarrollo político, idéntica su legislación civil, y su progreso y marcha social de un mismo carácter con poco sensibles diferencias. (págs. 40 y 49.)
(50) En 1847 publicó D. Pablo de
Ilárregui (http://www.enciclopedianavarra.com/?page_id=11472) un poema lemosín sobre la Guerra civil de Pamplona (sig. XIII) compuesto por el francés Guillermo Aneliers: esto como se ve no es literatura navarra, pero se cita porque en el prólogo contiene algunas observaciones, conformes con las nuestras, relativas al uso, pero no uso vulgar, del idioma lemosín.

(51) Véase una muestra de lenguaje, que suponemos inédita, tomada de un documento que, con otros varios del siglo XIV, hemos visto en el archivo municipal de aquella ciudad. Es un Ordenamiento sobre distribución de aguas, su fecha 1254 : “Memoria sea para todo tiempo ad in perpetuum como auemos las aguas de Tarazona.... los de Tudela todos los doce meses del annyo en cada mes... e deuen ir el alamin cristiano e el alamin moro con lures cauacequias guardas, et deuen ir a Tarazona el XXI del mes, por la almoceda e deuen citar a los zabacequias del rio mayor de Magallon et a todos los otros zabacequias de los otros rios de Tarazona, e a otro dia de la manyana, que es XXII dias, que sean todos en la presa de Magallon al sol salido etc.»

(52) Tales son adula, atrebudar (atreudar), aturar, calonia, cena, comanda, cuitre, doncas (duncas), dula, encalzar (engalzar) emparanza, encara, escaliar, ganancia (hijos de), goaitar (aguaitar), greu (greuge), honor, jubero, lecxa (leja), lezda, mala-voz, meitadenco, parar, pareilla, rabal, vistraer, zabazequia y zalmedina.
(53) “Yo en caso de haber de formar algún vocablo nuevo, dice Mayans en sus Orígenes, antes le tomaría de las provincias de España que de las extrañas, antes de la lengua latina como más conocida que de otra muerta.”
(54) Aludimos a los comisarios forales, los de viedas, los de transeúntes, los de la sal, los de los bienes aprehensos y otros.

(55) Como laticlavo y angostoclavo que usa Cuenca, pero que proceden directamente del latín y se hallan adoptadas por los franceses y aun castellanizadas en algunos diccionarios de ambas lenguas.
(56) Glossarium mediæ et infimæ latinitatis, por
Carlos Dufresne Señor de Ducange, aumentado por los monjes de San Benito y por Carpentier religioso de la congregación de S. Mauro. - Nos hemos servido de la edición de Didot (1840 y siguientes), que es en seis volúmenes y contiene un Prefacio de Ducange, otro de los benedictinos para una nueva edición una epístola de Baluzio sobre la vida de Ducange (fue belga, nació en 1610 y murió, de 87 años después de haber honrado como abogado el foro de París), un prefacio de Carpentier, a quien se facilitó en 1738 para la continuación del Glosario el Tesoro de Cartas, y cerca de diez y seis mil columnas de lectura compacta en que se definen con abundantes autoridades las palabras que se hallan en los documentos de la baja latinidad.

(57) Tampoco no hemos querido traducir, para incorporarlas en nuestro Diccionario, algunas palabras no castellanas y tomadas de documentos aragoneses, como conteribusterius pechero, cubilaris predio rústico, èmbola caballería de carga, encanum subasta (encant), enfrachescere hacer franco o libre de pago (enfranquecer), flaqueria panadería, juvenis homo plebeyo y pasante de escribano, testinia armadura para la cabeza. (testa, tête)
(58) Terreros, cuyo diccionario se publicó en 1786, incluyó las palabras andarío, cama-mira, margarita, pajarel y tordo: la primera de estas voces fue incluida en varias ediciones de la Academia y en el Diccionario de Valbuena, pero dejó de serlo desde 1832.

(59) En la edición de 1822 la palabra buro no se halla, abadía está como provincial, cocote como aragonesa, apellido y arguellado como castellanas: en la de 1843 y 1852 buro y apellido están como aragonesas, abadía y cocote como castellanas, alguinio y arguellado (arguellat chap. argüello arag.) de ninguna manera. En la edición de 1726 hay palabras calificadas como aragonesas, que después han quedado fuera de las ediciones sucesivas; otras que allí no se hallan, como amanta y amprar y que después vemos como castellanas; otras, como becada, que allí se indican como aragonesas y después han sido naturalizadas en Castilla. En la edición última (1852) abejera está como castellana: aliron y azarollo (acerola, acerollo; serba, serva, serbera, servera, cervera) no se hallan sino en las últimas ediciones.
(60) Entre ellas casi todas las que D. Mariano Peralta incluye en su Ensayo de un Diccionario aragonés-castellano, suponiéndolas verdaderamente aragonesas, y que nosotros acogemos en el nuestro señalándolas con una indicación particular, mas sin habernos atrevido a igual licencia, como quiera que respetamos la autoridad legislativa de la Academia.
(61) Su lenguaje no tiene ciertamente todo el aire de antigüedad que corresponde a su época, y de otra parte son muchos los que han puesto en duda la autenticidad de algunas obras del rey sabio, entre los cuales recordamos a Berganza, D. Tomás Antonio Sánchez, y Quintana.
(62) Tiene por objeto la Cruzada contra los albigenses que empezó en 1204 y acabó en 1219, fue escrito en el mismo tiempo de los sucesos, se atribuye a Guillermo de Tudela, y so ha publicado oficialmente en París en 1837.
(63) En ese sentido la usa la misma Academia en la voz medicinar, pero repetimos que no define y por tanto no admite a medicina en sentido de medicamento: mejor lo hace Covarrubias que dice «Medicina la facultad que el médico profesa y los remedios que aplica al enfermo.”
(64) A fines de él, en 1593, se formaron e imprimieron los Estatutos y
Ordinaciones de los Montes y Güertas de Zaragoza que se imprimieron en 1672 “sin alterar ni mudar sustancia sino solo algunos vocablos antiguos que se han puesto al lenguaje de ahora;” y sin embargo en esa última edición se ven usadas las palabras, metad, tuviendo, hubiendo, imbiar, ciesped, estase, rabaño y otras parecidas, así como en las ordinaciones del Hospital de Zaragoza 1775 se habla de rudillas limpias, y en el Memorial de todo un catedrático de teología (D. Manuel Cavòs 1755) de que en la Universidad podía resultar alguna trageria.
(65) Es muy curiosa, sobre este vocablo la opinión del autor del Diálogo de las lenguas: dice que es más suave truxo que traxo, aunque en latín es traxit y que «por la misma razón que ellos (los cortesanos, caballeros y señores) escriben su traxo escribo yo mi truxo,» y añade que escribe saliré y no saldré porque viene de salir.

(66) Rosal pone en su Vocabulario churizo y no chorizo, e incluye algunas palabras de las primeras que llevamos citadas. (chap. churís)
(67) Estrébedes, ilarza y ahujeros son los nombres de sendas calles en Zaragoza, según sus azulejos que para nosotros son documentos oficiales, como dirigidos por el Ayuntamiento, y cabalmente colocados en 1770, cuando estaba en toda su plenitud la influencia castellana, y cuando ya se conocía la buena ortografía, de que cuidaron poco nuestros mayores. Verdad es que, si bien presidió en la nomenclatura de las calles un espíritu por decirlo así moderno, pues hay sobre treinta que recuerdan a otros tantos personajes de las épocas romana, árabe y cristiana, como Cineja, (
puerta Cinegia) Bonaire, conde de Alperche, D. Juan de Aragón, los Urreas y otros; en cuanto a ortografía, dejan mucho que desear, notándose a veces que para una sola calle hay dos azulejos, con b y con v, lo cual también se observa en ambos costados a la puerta de la Universidad literaria.

(68) San Valero es patrón de Zaragoza y su arzobispado, y entre los oradores del púlpito era llamado antonomásticamente el brazo fuerte: así lo hemos oído en más de una ocasión, además de haberlo leído en una lista manuscrita de antonomasias, escrita en el siglo pasado con varios otros papeles de materia predicable.
(69) Léese en el arcipreste de Hita:

Tenie buen abogado, ligero é sotil era;

galgo que de la raposa es es gran abarredera.
(70) D. Faustino Casamayor escribió y dejó manuscritos unos Años políticos e históricos de Zaragoza, que en 48 tomos comprenden todos los sucesos ocurridos en la capital de Aragón, desde 1782 a 1833: hoy posee esta obra, si bien con la falta de dos tomos, la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, cuyo
Rector, que era el autor de este trabajo, (Borao) encontró nueve de aquellos que no poseía ni tenía registrados la Biblioteca, y escribió además la biografía de Casamayor y el juicio crítico de sus Años políticos.
(71). Algunas son a la vez griegas, pero lo verosímil es que, pues eran ya caudal de la lengua latina, se tomasen de esta y no de aquella, tales son apoticario, boalar, falordia, taca, tajo, tata y algunas más; siendo puramente griegas muy pocas, como brasmar, cameña, masía, pantasma, y según un muy competente helenista, caloyo y aturar, si bien esta última es de origen árabe en opinión del sabio Marina, y del indurare latino según la primera pero no las últimas ediciones de la Academia.
(72) El Dr. Francisco del Rosal, médico, nació en Córdoba, estudió en Salamanca y escribió varias obras entre ellas Origen y etimología de la lengua castellana que dividió en cuatro alfabetos, el 1.° de vocablos castellanos, el 2.° de nombres propios de lugares y personas, el 3.° de refranes y fórmulas y el 4.° Razón y causa de algunas costumbres y opiniones recibidas. La licencia para imprimir esta obra se expidió por diez años en 26 de octubre de 1601, pero no habiéndose impreso la obra, el autor pudo añadirla con los datos de la de Aldrete 1606 y la de
Cobarrubias 1610. Fr. Miguel Zurita, cronista general de agustinos recoletos y Académico correspondiente de la de la Historia, emprendió, con destino a esta corporación sabia, la copia de los Alfabetos y la biografía de Rosal, en cuyo trabajo, que hoy guarda inédito la Academia, le alentaron Campomanes, Bayer, Masdeu, Abad y Lasierra, Rodríguez de Castro y D. Benito Gayoso.
(73) Así como axobar, que según el mismo Marina en su posterior y eruditísimo Ensayo histórico crítico sobre la legislación antigua, se escribe ajovar en los Usages de Barcelona y assuvar en el fuero de Alcalá que es quien conservó en su integridad la etimología árabe.

(74) D. Mariano Viscasillas, persona que en sus pocos años posee conocimientos no comunes en los idiomas sabios y orientales.
(75) En su Lexique roman, París 1836 a 1844, seis volúmenes, el primero de los cuales contiene, después de unas Investigaciones filosóficas, una Grammaire romaine y varias poesías provenzales, los siguientes un
Dictionnaire de la langue des troubadours comparée avec les autres langues de l'Europe latine, y el último un vocabulario alfabético de las mismas voces, para poder encontrar las del diccionario de autoridades que se encuentran calificadas por familias.
(76) La parte oriental de Huesca y la occidental y septentrional de Barbastro, que generalmente se llaman en el país
Semontano de Huesca y Semontano de Barbastro.
(77) En el Libro de los Cantares se lee
“Esta mañana
el Antonio
disparó una carretilla.»


(78) En Papeles varios mss. recogidos por Lezaún, hay una carta en que se dice

Las comedias que aquí nos representan

se hicieron en el año del diluvio:

más viejas que las bragas de fray Pedro,

más sabidas que el chiste de Saputo.


La idea tradicional de
Pedro Saputo, que se refiere al siglo XVII ha sido desenvuelta en una novela al gusto de las clásicas españolas por Don Braulio Foz (traducida por Ramón Guimerá Lorente al chapurriau; disponible online y en Amazon). (En aragonés moderno aquí en pdf - si falla la descarga, saputo.es)


(79) ¿Qué lengua puede, en efecto, presentar, sin sus diminutivos irregulares y subderivados, que no son pocos en la española, las variadísimas desinencias de palmadica, 

palmadica


vientecillo, 

vientecillo, cierzo, Zaragoza, valle del Ebro, airecico, airecillo, ventolera


bonito, palomino, cobertizo, escobajo, añalejo, ballenato, viborezno, meseta, florete, islote, pobreto, acertijo, partija, campanil, Maruja, panoja, frailuco, molécula, minúsculo, trastuelo, Manolo, langostín, limpión, hilacha, boliche, casucha, tenducho, libraco, particia, y tal vez alguna otra que sin dificultad habrá escapado a nuestra diligencia? ¿Qué idioma presenta sobre un solo nombre las variantes de librico, librillo, librete, libretillo, libretón, libraco, librín, libracho, librejo y librecillo, así como las doce que comúnmente se citan sobre el adjetivo chico, ya diminutivo?

(80) Hay palabras, por ejemplo demonio, que, porque han de duplicar enfadosamente la i, no sufren tan bien los diminutivos en ico, illo, ito como el agraciado en ejo: hay otras que tienen diminutivos de preferencia para evitar confusión con los homónimos de los otros, como hora que admite horita y horica poro no horilla ni horeja (¿Qué es una oreja? Sesenta minutejos) que, si no en la escritura, tienen otro significado en la pronunciación: hay, finalmente, provincias que tienen predilección a determinados diminutivos, como las de Aragón a los terminados en ico.
(81) En un ligero Estudio que el autor de esta Memoria consagró no ha mucho a los diminutivos y sobre todo al terminado en ico, citó, además de estas autoridades, a Luna, Timoneda, Jáuregui, Quevedo, Calderón, Moreto, Iglesias y Miñano, pudiendo ofrecerse otras muchas sin más dificultad que la de abrir nuestros clásicos.

(82) Romance se llama allí (y romance debe llamarse) aquella agradable composición de Cervantes, por más que se halle escrita en redondillas. En efecto, además de su ligereza y de su aire cantable y popular, que es lo que constituye su fondo, de donde toma nombre, no hay sino abrir el Romancero español en donde se verán, junto al monorrimo característico del romance, la redondilla, la quintilla, el pie quebrado y otras combinaciones métricas.

(83) En el P. Isla es muy frecuente ese diminutivo y pudieran citarse de él muchos pasajes sin salir de sus famosas Cartas de Juan de la Encina, como el “casico curioso de aquella dama púdica” que no consiente la última edición de la Academia.
(84) Algunos personajes han pasado a la historia con ese diminutivo de su nombre como Artalico de Alagón a quien dan a conocer de ese modo Zurita, Blancas, Carbonell y otros autores.
(85) Todavía en la última (1852) se ve usado, aunque escasamente, el diminutivo de que hablamos; nosotros lo hemos sorprendido en la definición de la palabra poro que es a “Agujerico o hueco que deja la naturaleza entre las partes de cualquier cuerpo etc.”, y en la de pierna que “en el arte de escribir se llama el palico que va hacia abajo y compone algunas letras como en la m y la n.”
(86) Esta voz fue la que dio origen al Ensayo de Peralta, único aunque incompleto diccionario aragonés que conocemos. Habíase provisto el autor, contra la irreflexiva intolerancia de la corte, con un catálogo de 150 voces vitandas que le facilitó un celoso amigo; pero escapósele, a pesar de esta prevención, la palabra ternasco, y la graciosa burla con que fue saludada le determinó a escribir aquella obrita, que en adelante utilizó Domínguez para su Diccionario, así como Mellado para su Enciclopedia.
(varias palabras con * no se leen bien en el pdf que tengo)

(87) Acapizarse, ador, aguacibera, agüera, alcobilla, amprar, *andalocio, baga, boira, buirador, canero, correntiar, coso, cosero, *cuaderna, escalibar, guajo, mayenco, miajero, pajuz, presa, presero, rebecar, *trenzadera, zaborra, y aun acantalear, adula, y riada, que son en realidad castellanas, aunque notadas como aragonesas por Peralta.

Apéndice