miércoles, 27 de enero de 2021

JORNADA DÉSSIMA. NOVELA PRIMERA.

DÉSSIMA JORNADA.

Escomense la déssima y radera jornada del decamerón, a la que daball del gobern de Pánfilo, se parle sobre los que liberalmen o en verdadera magnifissensia van fé algo, ya en assuntos de amor, ya en atres.

Encara estaben rochechán alguns nugolets del ponén, habén ya los del lleván, assemellats al or, arribat a sé esplendorosos per los rayos del sol que, arrimánse, mol los feríen, cuan Pánfilo, eixecánse, a les siñores y als seus compañs va fé cridá. Y vinguts tots, en ells habén deliberat aón podríen aná pera esparsís, a pas lento se va ficá dabán, acompañat per Filomena y Fiameta, y en tots los atres seguinlo; y parlán de moltes coses sobre la seua futura vida, y dién y contestán, un bon rato van aná passeján; y habén donat una volta bastán llarga, escomensán lo sol a calentá ya massa, sen van entorná cap a la villa. Y allí, al voltán de la clara fon, habén fet rentá les tasses, lo que va voldre va beure, y después entre les plassenteres sombres del chardí, hasta la hora de minjá se van aná divertín; y después de minjá y dormí, com solíen fé, cuan va voldre lo rey se van achuntá, y allí lo primé discurs lay va maná lo rey a Neifile, que alegremen va escomensá aixina:

JORNADA DÉSSIMA. NOVELA PRIMERA.

Un caballé servix al rey de España; li pareix que está mal recompensat, per lo que lo rey, en una proba evidentíssima, li amostre que no es culpa seua, sino de la seua mala fortuna, recompensánlo después generosamen.

Grandíssima grassia, honorables siñores, es que lo nostre rey me haigue encarregat sé la primera en parlá. Tos contaré, pos, una noveleta al meu pareixe mol donosa, y tos sirá útil recordála.

Hau de sabé, que entre los demés valerosos caballés que desde fa mol tems hasta ara han ñagut a la nostra siudat, ne va ñabé un, potsé lo milló, micer Ruggeri de los Figiovanni; sén ric y de gran ánimo, y veén que, considerada la cualidat del viure y de les costums de la Toscana, ell, quedánse allí, poc o gens podíe demostrá lo seu valor, aixina que va pensá en anássen un tems en Alfonso, rey de España, perque la fama de este rey sobrepassabe a la de consevol atre siñó de aquells tems; y mol honradamen equipat de armes y de caballs y de compañía sen va aná cap a España y grassiosamen va sé ressibit per lo rey. Allí, pos, vivín micer Ruggeri y vivín espléndidamen y en fets de armes fen coses maravilloses, mol pronte se va fé coneixe com a valén caballé.
Y habén estat allí ya algún tems observán mol les maneres del rey, li va pareixe que este, ara a un, ara a un atre donabe castells y siudats y baroníes mol poc discretamen, com donánles al que no ere digne; y com an ell no li habíe donat res, va pensá que mol disminuíe alló la seua fama; per lo que va deliberá anássen de allí y li va demaná llissensia al rey. Lo rey lay va consedí y li va doná una de les millós mules que may hagueren cabalgat, y la mes hermosa, y va sé mol estimada per micer Ruggeri, ya que teníe que fé un gran camí. Después de aixó, li va maná lo rey a un discret criat seu que, de la manera que milló li pareguere, cabalgare la primera jornada en micer Ruggeri de guisa que no pareguere que u habíe manat lo rey, y tot lo que diguere dell u conservare a la memoria pera dílay después, y al matí siguién sen entornaríe cap aon estabe lo rey.
Lo criat, están al loro, al eixí micer Ruggeri de la siudat, mol hábilmen sen va aná acompañánlo, diénli que anáe cap a Italia. Cabalgán, pos, micer Ruggeri en la mula que li habíe donat lo rey, y en aquell de una cosa y de un atra parlán, arrimánse la hora de tersia, va di: - Crec que estaríe be que portarem an estes besties al corral, y entrán al establo, totes menos la mula van cagá; per lo que, seguín cap abán, están sempre lo servidó atento a les paraules del caballé, van arribá a un riu, y abeurán allí a les besties, la mula va cagá al riu. Veénu micer Ruggeri, va di: - ¡Bah!, desgrassiat te faigue Deu, animal, que eres com lo siñó que te ha regalat. Lo criat sen va fixá en estes paraules, y com en atres moltes sen habíe fixat caminán tot lo día en ell, cap atra que no fore en molta alabansa del rey li va sentí di. Al matí siguién, montán a caball y cabalgán cap a la Toscana, micer Ruggeri sen va torná atrás. Y habén ya sabut lo rey lo que habíe dit de la mula, fénlo cridá li va preguntá per qué lo habíe comparat en la seua mula, o milló a la mula en ell.
Micer Ruggeri, en bon gesto li va di: - Siñó meu, tos assemelléu an ella perque, aixina com vos donéu coses als que no convé y als que convé no los donéu res, aixina ella aon conveníe no va fé fem y aon no conveníe, sí.
Entonses va di lo rey: - Micer Ruggeri, lo no habétos fet donassións com ne hay fet a mols que en comparassió de vos no són res, no ha passat perque yo no tos haiga tingut per valerosíssim caballé y digne de tot gran don, sino per la vostra fortuna, que no me u ha permitit, en lo que ella ha pecat y no yo. Y que dic la verdat tos u mostraré manifestamen.

A lo que Ruggeri va contestá: - Siñó meu, yo no me enfado per no habé ressibit dons de vos, perque no los dessichaba pera sé mes ric, sino perque vos no hau testimoniat gens la estima del meu valor, sin embargo, ting la vostra per bona excusa y per honrada, tos crec sense cap proba.

Lo va portá entonses lo rey a una gran sala, aon, com habíe manat abáns, ñabíen dos grans cofres tancats, y en presensia de mols li va di: - Micer Ruggeri, a un de estos cofres está la meua corona, lo cetro real y lo orbe y mol bones correches meues, broches, anells y atres joyes pressioses que ting; l´atre está ple de terra. Agarréune un, y lo que triéu sirá vostre y podréu vore quí ha sigut desagraít, si yo o la vostra sort.

Micer Ruggeri, com va vore que aixina u volíe lo rey, ne va triá un, lo rey va maná que lo obrigueren, y se va trobá que estabe ple de terra; en lo que lo rey, enriénsen, va di: - be podéu vore, micer Ruggeri, que es verdat lo que tos dic de la vostra fortuna; pero en verdat lo vostre valor mereix que me enfrenta a les seues forses. Yo sé que no teníu la intensió de fétos español, y per naixó no vull donátos aquí ni castell ni vila ni siudat, pero lo cofre que la fortuna tos ha tret, vull que sigue vostre, pera que a la vostra terra pugáu emportátol y del vostre valor en lo testimoni dels meues dons pugáu gloriátos en los vostres consiudadáns.

Micer Ruggeri, prenénlo, y donades al rey tantes grassies com a tan gran don corresponden, ben contén, sen va entorná cap a la Toscana.

viernes, 22 de enero de 2021

porró, porrón (tremola)

Tremola porró !!!

"Pera tocát, mossa maja,

ne venim aquí un muntó,

en guitarres y laúds,

bandurries y acordeóns.

Guitarrico, trompa y gaita,

los tocarem en ardó,

perol teu pandero, mossa,

lo tocaríem millló.

¡Qué gust quem fa, mosseta,

qué gust que me fa tocá

lo cascabell y les polques

les massurques yl tin-tan!

Pero cuan yo vach de ronda

me fa mes gust lo escoltá

la musiqueta que solten

los porróns al abocás.

Tremola, porró, tremola, porró,

tremola, tremola, porró.

Avui en los cos de jota

lo Sobrarbe ha despertat

y estopeng porte la ronda,  

mol resec lo garganchó.

Tremola, porró. Tremola, porró.

Tremola, tremola, porró.

Qué poca vida te quede

ves demanán confessó,

si los mossets no te acaben

ya u farán los rondadós.

Algunes al guitarrico

no li tenen compassió:

¡Quín trastet mes menudet

que té eixe gran mossetó!

Pero esbarrades les dixe

cuan aquell fique en acsió,

que un guitarrico valén

val mes que un fluix guitarró.

Atres diuen que es un traste

mol vell eixe acordeón

y que ñabén cremalleres

pa qué fé aná tan botó.

Pos perque a vegades lo agüelo

seguix sén de lo milló:

preferixco alsá deu faldes

que acachá dos pantalóns.

Tremola, porró...

Y si vols chuflá la trompa

mosseta, tin precaussió,

que alguna de tan fé forsa 

m´ha petat los pantalóns.

No mos faigues   

per una ventosidat,

si te sen escape alguna

¡ojo de desafiná!...

¡Ay, San Úrbez, vaiga vida

la que un gaité ha de portá!

que entre lo porró y la gaita

may pot pará de bufá.

A vegades, dins de casa

encara ha de treballá

si li veu la gaita unflada

la dona voldrá ballá. (mullé)


Tiembla porrón !!!
...siempre, pero más, cuando por ejemplo, y esperemos que a no tardar, liquidemos definitivamente al bicho...
Buen Nuei - Felices sueños, amigos !!

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Para tocarte, moceta,  venimos aquí un montón,  con guitarras y laudes,  bandurrias y acordeóns.  Guitarrico, trompa y gaita,  tocaremos con ardor,  aunque tu pandero, niña  tocaríamos mejor.



"Para tocarte, moceta,

venimos aquí un montón,

con guitarras y laudes,

bandurrias y acordeóns.

Guitarrico, trompa y gaita,

tocaremos con ardor,

aunque tu pandero, niña

tocaríamos mejor.

¡Qué gusto me da, moceta,

qué gusto me da tocar

o cascabillo y as polkas

as mazurcas y o tin-tan!

Pero cuando voy de ronda

me da más gusto escuchar

la musiqueta que hacen

los porrones al pichar.

Tiembla, porrón. Tiembla, porrón.

Tiembla, tiembla, porrón.

Hoy con o cuerpo de jota

o Sobrarbe despertó

y la ronda trae reseco

muy reseco el garganchón.

Tiembla, porrón. Tiembla, porrón.

Tiembla, tiembla, porrón.

Qué poca vida te queda

ve pidiendo confesión

si os mosicos no te acaban

ya lo harán os rondadors.

Algunas del guitarrico

se burlan sin compasión:

¡Qué trastico tan pequeño

que tiene ese mocetón!

Pero espantadas las deja

cuando lo pone en acción,

que un guitarrico valiente

vale más que un guitarrón.

Otras dicen que es un traste

muy viejo el acordeón

y que habiendo cremalleras

pa qué usar tanto botón.

Pues porque a veces lo viejo

sigue siendo lo mejor:

prefiero subir diez faldas

que bajar un pantalón.

Tiembla, porrón...

Si quieres chuflar la trompa

moceta, ten precaución,

que alguna tanto fer fuerzas

ha petau o pantalón.

No nos hagas carrañarte

por una ventosidad

y si se te escapa alguna

¡cudia con desafinar!...

¡Ay, San Úrbez, vaya vida

un gaitero ha de llevar!

que entre el porrón y la gaita

nunca para de bufar.

Y a veces, al ir ta casa

aún le toca traballar

si le ve la gaita hinchada

la muller querrá bailar.

Tiembla, porrón....
de La Ronda de Boltaña.
Letra y música Manuel Domínguez.

La canción en el primer comentario.

Y pocas cosas tan tradicionales de una buena mesa aragonesa como el porrón.

Siempre el porrón y siempre buen y abundante vino aragonés en el porrón.

El famoso escritor francés Alejandro Dumas ya dejó escrito en uno de sus libros de sus viajes por España en el siglo XIX, "De París a Cádiz" que en las tierras de Aragón se bebía "con una especie de botella de cristal y realizando un arco con el líquido que salía por el pitorro"...

Si, señor, eso es un porrón.

Y como siempre y también en estos tiempos aciagos que corren, pocas cosas tan higiénicas como el porrón que permite beber a varios comensales de forma que se evita el contacto con la boca.

Si, lo de las manos ya es otro cantar pero hoy n... o nos quitéis la ilusión.

El porrón es motivo de amistad, confianza, festividad, celebraciones, amigos, juerga, rondas... de todo lo bueno de la vida y que muchos ya hace tiempo que anhelamos.

Paciencia, todo llegará.

Y qué bueno le sabe a la moceta el vino del porrón en la foto !!!