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domingo, 5 de diciembre de 2021

DVA, Borao, P

PABOSTRE. Preboste. (paborde)

Del cat. prebost.

1. m. y f. Persona que es cabeza de una comunidad, y la preside o gobierna.

2. m. y f. Persona que en un determinado ámbito político, económico, profesional, etc., tiene una posición de gran poder e importancia.

3. m. Mil. capitán preboste.

PABOSTRÍA. n. Prebostazgo. (oficio de preboste)

PACENTAR, PAGENTAR. Apacentar. (Pasturá; pasturo, pastures, pasture, pasturem o pasturam, pasturéu o pasturáu, pasturen; pastura)

PACISCENTE. n. Pactante.

PADOLAMENTO. n. Género de peso, según Ducange apoyado en un documento de 1272.

PADRASTROS. n. Mastranzos.

PAJARILLA. a. Palomilla, insecto que destruye la cebada.

PAJAROTEAR. n. Hacer vida alegre, ociosa y disipada: nacen de ahí algunos derivados, como pajaroteo y pajarotero: en Castilla pajarear y pajarero.

PAJUZ. PAJUZO. a. Paja medio podrida, desechada de las eras y los pesebres. (pallús : se fa aná pera sostre, pera eixugá lo fem; pajar: pallissa)

PALA. n. Tira de tela en las camisas y otras prendas de vestir.

PALABRILLA. n. El bozo que se hace con un cabo del ramal para sujetar a las bestias o impedirles que coman o muerdan.

PALETA. n. El mancebo de albañil que maneja la llana y la paleta.

- a. media-paleta, el oficial de albañil que sale de aprendiz y aún no gana gajes de mancebo: es también muy usual la aplicación de esa frase a todo oficio o profesión.

PALLADA. n. Parvada.

PALLASO. n. Maceta o tiesto. - Úsase en el alto Aragón así como paellaso.

PAN. n. Rosal dice que tomó los nombres de sus precios, como en la corona de Aragón las vuitenas, quaernas (quaternas: 4) y otras suertes de panes.

PANDERETA. n. Panderete.

PANES. d. Trigo en yerba.

PANETE. n. Diminutivo de pan. Se conserva esa voz en la denominación vulgar de una de las iglesias memorables de Zaragoza, la cual fue primitivamente palacio real de los árabes con el nombre de azuda, (la Zuda) sirvió de hospedaje a Alfonso I cuando reconquistó la ciudad en 18 de Diciembre de 1118, llamóse después San Juan de Jerusalén, y hoy, y ya en tiempo de Blancas (pág. 119 de sus Comentarios), se da a conocer comúnmente con el título de San Juan de los Panetes.

PANICERO. El que tenía a su cuidado el servicio del pan en la casa real.

PANIQUESA. d. Comadreja. - n. Niño o niña de mucha viveza y movilidad. (mustela)

PANIQUESA. d. Comadreja. - n. Niño o niña de mucha viveza y movilidad. (mustela)


PANIZO. p. Maíz. (Panís)

PANOLLA. d. Mazorca, panoja. (Panolla de panís, panolles; panollo : atontat)

Manuel Riu Fillat insulte a amics del chapurriau, Ignacio Sorolla li riu les poques grássies

PANSO. n. Paso, seco, consumido: se aplica a las frutas así como la voz pansado.
En el Capbreu del peage que se pagaba en el puente de Luna (1436) se dice carga de pansas un sueldo: en el Glosario del Memorial histórico tomo V. se lee: pansa, cosa extendida o expuesta al sol, de pandere; uvas pansas, pasas. (pansa, panses; yo bec a vegades un vi de 14,5% de Italia, en “uva leggeramente appassita)

PANTASMA. n. Fantasma: es voz vulgar que se usa también metafóricamente.

PAPAHIGO. Aparato a manera de embudo para coger higos del árbol.

PAPELERO. n. Hazañero, finge-negocios.

PAQUETERO. El contrabandista que introduce en España paquetes de contrabando venciendo los Pirineos.

PARADERO, PARADERA. Compuerta o tajadera, formada de tablas portátiles.

PARAR. n. Se llaman gastos de parar la mesa los que ha ocasionado el proceso de Aprehensión desde el apellido hasta la reportación, y son de cuenta del que se opone al aprehendiente cuando obtiene sobre este la ventaja del juicio. - n. Disponer, preparar, y así se dice parar la mesa en sentido de cubrirla con los manteles, o, como dice la Academia, de ponerla. - n. Mullir, cuando se habla de colchones, cojines etc.

parar fuerte: mantenerse en buena salud: en Navarra se usó pararse mal sentirse mal.

PARAULA. n. Palabra: es voz anticuada de las incluidas por Blancas en su Índice. (incluso palaura, palaures; paraula, paraules)

PARCO. p. Parce o premio que dan algunos maestros, principalmente en la Escuela Pía, y que sirve para obtener perdón de ciertos castigos.

PARDINA. a. Despoblado, esto es, yermo o sitio que en otro tiempo tuvo población.
Se halla incluido por primera vez en la última edición de la Academia. - n. Prado. (Lapardina com apellit a Valderrobres, per ejemple)

PAREILLA. n. Matrimonio: voz usada en el fuero de Sobrarbe para designar los hijos legítimos, que allí se llaman hijos de pareilla. (Parella, parelles, parell : par: 2)

PAREJO. d. Poco limpio en aderezar la comida. - n. Dotado de cierta desaprensión y que todo lo lleva por igual. (Parello: al cavá, dixá lo tros cavat igual)

PARICIONERO. n. Pastor que se ajusta con algún ganadero para servirle durante la parición.

PARIHUELAS. n. Parihuela.

PARIZONAR. n. Parir el ganado.

PARRA. (subirse a la) n. Ofenderse, picarse de alguna alusión.

PARRANDA (de). n. De jolgorio, de gran diversión, ociosidad o pasatiempo. (No estaba muerto, que estaba de parranda)

PARRÓN. n. Vasija grande para ordeñar la leche en las cabrerías.

PARTE. n. Con la expresión ¿de qué parte? se indica que de ninguna manera, y así se dice ¿de qué parte he de temerle? ¿de qué parte ha de triunfar?

PARVADA. n. Gran cantidad.

PASADAS (a todas). n. Enajenación absoluta sin condiciones de retracto u otras: es frase que se usa en oposición con la de a carta de gracia.

PASAMÁN. d. Pasamano. (Passamans, en plural en chapurriau, pero no cuan se diu “passa la ma per la paret”)

PASAMANOS. n. Pasamano.

PASAMIENTO. n. Pase de cuentas. - n. Pasar, en el sentido de la última acepción que da a esta palabra la Academia.

PASIO. p. Pasión, por la parte del Evangelio. (La passió de Cristo)

PASIONERO. a. El sacerdote destinado en el Hospital de Zaragoza a la asistencia espiritual de los enfermos.

PASTENCO. n. La res que se echa al pasto: suele hacerse la división de las que aún maman en caloyos, ternascos y pastencos, y a estos se les llama también corderos lechales.

PASTRÓN. n. Bofetón o puñada, voz familiar.

PATERA. n. Enfermedad del ganado en las pezuñas. (pata; pota)

PATIO. n. Portal cubierto.

PAUL. d. Pradería común. (prat; prato; prado)

PAVANA. n. Salida de pavana es expresión que significa réplica intempestiva, insuficiente o grotesca, y también porte inesperado, desenlace poco delicado en algún asunto.

PAVISO. d. Pavia. - d. Tonto, lerdo.

PEAL. n. Se usa en la frase poner a uno como un peal equivalente a poner a uno como un trapo, pero es extensiva también a los malos tratamientos de obra.

PECINA. d. Riña, contienda, alboroto.

PECULLO. d. Peculio, voz anticuada.

PECHO ARRIBA. n. A repecho.

PEDER. n. Peer. (Fotres un pet, petá, petás; m’hay futut un pet; ting petera).

PEDRADA. d. Pedrea, apedreada.

PEDREGADA. n. Pedrea. (Granizo; granís; granissada)

PEDREÑA. d. Pedernal.

PEDUCO. n. Calzado tosco que se usa en las montañas.

PEIRÓN. n. Columna u obelisco que contiene alguna imagen y que se halla únicamente a la entrada de las aldeas: llámase también pairón.

PELADIZO. n. Piel que cubre la carne de las frutas: la gente vulgar dice pelarzo.

PELELE. c. Pobrete, falto de inteligencia y de fortuna: simple, inútil, dice la Academia.

PELINDUSCA. n. Ramera, mujer de mala vida. (pelandusca; puta, prostituta)

PELUCHÓN. n. Pelo crespo o descompuesto: se dice también del que lo lleva.

PELLA. c. El cogollo de la col. (Lo grumo de la col)

PELLEJERO. n. Entre ganaderos el que se dedica a comprar pieles de desecho o de reses mortecinas. (Pelleté; pelleter; tamé es lo que traballe la pell; peletero)

PELLEJANA. n. Persona de malas prendas o de mala vida: las rameras fueron llamadas pellejas (según Rosal) porque vestían pieles de cabra roja o zorra entre los pastores de Roma, y de ahí verosímilmente se ha derivado esa palabra, muy usada en Aragón. (Y zorra, vulpeja; vulpes)

PELLETA. p. Pelleja.

PELLÓN. a. Parte considerable de una cantidad: así se dice “ya ha pagado un buen pellón”, “le ha entrado un buen pellón con la dote de su esposa”.

PÉNAME. a. Pésame.

PENAR. d. Pesarle a uno, arrepentirse. (Me pene no habé fet alló cuan podía féu)

PENDIJO. n. Cualquiera adorno pendiente cuando se usa sólo por vanidad, como las borlas de un bastón, las cruces de honor y los dijes de las señoras en el cuello, las orejas o brazos.

PENDONEAR. n. Disipar el tiempo, callejear, concurrir a todo lo que sea distracción.

PENDONERO. n. Haragán, vago, amigo de diversiones y pasatiempos. (Pendón)

PENEQUE. c. Borracho.

PENEQUE. c. Borracho.

PENONES. n. Edictos o decretos del Rey, según Ducange. (Penó: pendón, estandarte)

PEÑORA. n. Prisión. - n. Multa o pena. (pignora, pignorare)

PEÑORAR. n. Prender. Dice Cuenca, “a los Señores de vasallos no se les peñora o prende.” - n. Multar, apenar.

PEONÍA. a. Peonada, jornal: lo que un peón trabaja en un día.

PERCAZAR. d. Apercazar o coger con dificultad.

PERDIGANA. a. Perdigón. (perdiu minuda, perdiganes, críes de perdiu).

PERDIGUERO. d. Perdigón.

PERERA. d. Peral. (Si vols que te diga quina fruita fa este abre, espérat)

PERINDOLA. n. Perinola.

PERJUDICIOSO. n. Perjudicial. (prejudicio, perjuicio; prejudici)

PERNADA. n. Predio rústico, según Ducange.

PERNERA. La parte del pantalón que cubre cada pierna. (Lo camal, de cama)

PERO. n. Esta conjunción adversativa tiene alguna vez oficios de partícula afirmativa, equivaliendo a sí, como es fácil, pero muy fácil.

PEROLA. n. Cazo. (olla; hortereta, hortera; perolas : tetas como cazos)

PEROLÓN. n. Perol grande, vasija de cobre u otro metal destinada a varios usos.

PERPAGAR. n. Pagar completamente, voz anticuada.

PERRERA. n. Berrinche.

PESCATERO. n. Pescadero, el que vende pescado. (peixcaté, peixcatera)

PETAFIO. n. Persona o cosa que sirve de estorbo: en Navarra se dice petacho.

PETENAR. d. Retozar.

PETRERÍA. n. Barreño, aguamanil: léese en leges palatinae Jac. II. Maj.

PEZ COCA. n. Jugo resinoso un poco más grueso que la pez ordinaria: sirve comúnmente para la formación de los barnices.

PEZOLAGA. d. Tronera, persona de poco asiento y mal de porte. (Pessolaga, pesolaga)

PICACHOVA. n. Instrumento o herramienta para demoler, de que generalmente usan los albañiles, y se distingue en que el hierro tiene pico en un extremo y boca en el otro.

PICAJOSO. n. El que se pica o resiente sin gran motivo y con bastante frecuencia.

PICA-PELÓN. n. Se usa en la frase estar de pica-pelón, en equivalencia de estar contrapuntado.

PICAPORTE. n. Llavín con que se abre la puerta exterior de las habitaciones.

PICAR. p. Machacar, desmenuzar. (Picá; pico, piques, pique, piquem o picam, piquéu o picáu, piquen)

PICOLETA. n. Pico de que usan los albañiles para demoler. - n. Taza con que se sirve el caldo u otros líquidos a los enfermos que no pueden incorporarse en la cama.

PICOR. p. Picazón, escozor. (picassó, del añ de la picassó; coissó, coentó)

PICOTA. d. Piquera. - n. No saber ni picota, no saber pizca, no conocer una jota, no tener noticia alguna de lo que se trata.

PICOTEAR. n. Picar o ir comiendo de poco en poco.

PICULÍN. n. Volatín, titerero como otros dicen, buratín como hay quien escribe a la italiana.

PICHÓN. c. Palomino o polluelo de paloma. (Pichó, pichons; críes de colom, coloms)

PIE. d. Medida para la aceituna. - n. hacer pies, empezar a sostenerse el niño sobre ellos: en Castilla se dice hacer piernas en otro sentido. (Un peu de olives)

PIEDRA. n. Díjose a piedra perdida en equivalencia de la expresión actual a fuego graneado, como puede verse en Zurita: hoy se dice en significación de apresuradamente.

PIERDE. n. Pérdida, y así se dice es calle que no tiene pierde. (carrera o carré que no té pérdua)

PIGRE. a. Tardo, negligente o desidioso: conforma, más que el castellano pigro, con la etimología latina. - n. Desaplicado o poco aprovechado en la escuela.

PIGÜELA. n. Echadiza, indirecta.

PIGÜESA. d. Viruelas. (Pigota)

PILLA. a. Pillaje.

PILMA. d. Vizma. - d. Trampa, deuda.

PILÓN. n. Guarda-cantón, poste. - n. Columna en que se exponían al público los miembros de los malhechores, cuando estaba en uso esa repugnante práctica: llamábase pilón de los cuartos. (descuartizados)

PILOTERO. n. Uno de los operarios en las fábricas antiguas de papel.

PIMENTÓN. p. Pimiento. (primentó, primentons; primentonera la planta)

PIMIENTA (hacer). n. Tomarse vacación.

PINCHAR. c. Punzar. (punchá; puncho, punches, punche, puncham o punchem, puncháu o punchéu, punchen)

PINCHE. c. Ayudante, marmitón de cocina.

PINCHÓN. d. Punzón. (punsó, punchó; puncha : espina - de rosa, zarza, etc.)

PINGANETAS. n. Se usa en la frase estar en pinganetas, que significa estar en cuclillas, estar mal sentado o acomodado, estar en peligro de caer: en Castilla estar en pinganitos es hallarse en puestos elevados o en buena fortuna.

PINGO. n. Sustantivo con que suele designarse al que es demasiado suelto, haragán y desaseado: generalmente se aplica a la mujer.

PINOCHA. d. Panoja. (panolla de panís; mazorca de maíz; panizo)

PINTA. n. Clarión. (clarió: argila blanca; arcilla blanca)

PINTAR. n. Tallar, esculpir: así llaman los pastores a los adornos que hacen en la madera con cualquiera instrumento cortante. - n. pintarla, figurar, garbear, darse importancia.

PINTURRUTEAR. n. Pintorrear, pintarrajar. (pintarrajear)

PIÑEROL. n. En Alcañiz el pájaro loxia curvirostra

Piñerol

PIÑORAR, c. Sacar prendas por algún adelanto que se ha hecho: dícese también peñorar y ambas son voces anticuadas. (pignorar, pignorare; peñora, piñora)

PIPIRIJAINA. n. Se dice compañía de pipirijaina a la tropa de malos comediantes, y reunión de pipirijaina a la de poco pelo o menor importancia de la que conviene.

PIQUERO. d. Albañil, alarife.

PIQUETE. n. Esquila de poco volumen que se pone en los rebaños a los borregos o corderos de desvezo.

PIRULO. n. Perinola pequeña y redonda sin las iniciales, ni por consiguiente las suertes, que tiene la perinola común.

PISADERA. n. Se dice de la reja colocada en el acera de una calle para dar ventilación y luz a algún sótano: puede aplicarse en general, como adjetivo, a todo lo que haya de ser pisado.

PISAZO. n. Pisada, pisotón: esta última palabra todavía no se halla admitida por la Academia. (patejada, potejada, palsigada, calsigada)

PITAÑAR. n. Casa de mala especie: vivienda extraviada, sospechosa y de pobre apariencia.

PITÓN. a. Piedrezuela con que juegan los muchachos a los cantillos.

PIZARRA. n. Encerado para verificar operaciones matemáticas o de otra ciencia a la vista de muchos.

PIZCO. c. Pellizco. (Pessic, pessics; pessigá)

PLACER (A). a. Despacio, poco a poco.

PLANTERO. n. Simiente. (planté de ensiam : simiente, plantero de lechuga)

PLANZÓN. d. Estaca de olivo u otro árbol. (plansó, pera plantá)

PLATADA. n. El comestible contenido en un plato colmado. (platerada de arrós)

PLEGADERA. n. Tablón que, colocado verticalmente o de canto y arrastrado por una o dos caballerías, va amontonando la mies en la era, dirigido por el labrador que lo sujeta con una esteva.

PLEGADOR. a. El que recoge limosna para alguna cofradía o comunidad.

PLEGAR. d. Hacer la llega (plega). - n. Concluir una cosa, quedar uno sin esperanza, y en este sentido se dice “ya hemos plegado.” (Ya ham plegat)

PLIEGA. n. Llega. (plega, dels quintos)

PLIEGUE. n. Se dice ¡buen pliegue va a tener!, en sentido de ¡buena vida, buen fin va a tener!

POCEAR. d. Sacar agua de un pozo con pozales o cubos. (poar, pouar, pová)

POCHA. n. Ave. - n. La bolsa que forma la camisa u otra prenda a la parte del pecho.

POCHADA. n. Lo que se contiene dentro de esa cavidad.

POCHO. c. Pálido, descolorido. - n. judías pochas, judías desgranaderas.

PODER. n. Úsase en la frase es cosa que me puede, como diciendo que me incomoda, que me saca de mí. (que puede con mis nervios)

POLPA d. Pulpa.

POLLO. a. Caballón o margen a trechos para que se detenga el agua. - n. Gargajo.

PONTAGERO. n. El empleado a cuyo cargo estaba el cobro del derecho de pontazgo.

PONTARRÓN. n. Aumentativo despectivo de puente.

PORCIÓN. n. Tablilla de chocolate de una onza o de tres cuartos.

PORCHE. c. Poste, soportal.

PORGADERO. a. Harnero, cedazo, zaranda o criba. (porgadó, porgadora, sedás, aré, criba, ventadó)

PORGAR. d. Aechar (cribar; porgá; porgo, porgues, porgue, porguem o porgam, porguéu o porgáu, porguen)

PORGUESAS. d. Aechaduras o desperdicios después de aechado o cribado el trigo. (Al carré pla venen blat, a Vilanova porgueres, y al carré de la muleta, la flo de les bachilleres)

PORRETÓN. n. Ave que no ha salido del nido y permanece todavía implume.

PORTADERA. n. Vasija de madera para transportar las uvas de la caja al lagar.

PORTATA. n. Acción de llevar, conducir, custodiar, instruir, tramitar &c, y así se dice “por la portata de procesos” en un tratado de los Oficios y Salarios de la Corona.

PORTEGADO. n. Pórtico de iglesia, voz local que por nuestra parte no hemos oído, pero nos ha sido comunicada por persona competente. (Portalada)

POSADOR. n. Posadero, mesonero.

POSO. c. Parte gruesa de los líquidos que queda en el fondo de la vasija.

POSTILLERÍA. n. Postigo: así se desprende de una declaración dada en 1522 por la corte del Justicia, condenando en 60 dineros a los que quiebren puerta o postillería.

POTREAR. n. Molestar, aburrir, cansar, apurar a uno.

POZAL. c. Cubo de pozo. (Poal, poval, galleta)

POZALEAR. d. Revolver el agua de un pozo subiendo y bajando sin objeto los pozales.

PRECIOS. d. Estimación del daño causado en los campos.

PREDICADERA. a. Púlpito.

PRENDADA. n. Apenamiento, o intimación de alguna pena.

PRENDAR. n. Apenar o intimar alguna pena.

PRESA. a. Puchero de enfermo.

PRESERO. n. Puchero de dos tazas de caldo.

PRESTAR. c. Dar de sí, extenderse las telas.

PRIETO. p. Mezquino, mísero, tacaño. (de puñ preto : de puño apretado; agarrat)

PRIVILEGIOS. n. Leyes o fueros políticos, código constitucional de los aragoneses. PROBAR. c. Catar.

PROBATINA. n. Prueba, ensayo, tentativa.

PROCESO DE CAMBRA. n. El que se hacía en lugar escondido: se llamaba también de cámara y estaba prohibido en Aragón.

PROCURA. p. Procuradoría.

PROCURADOR. a. Se dice procurador astricto del obligado a seguir ciertas causas, especialmente criminales, en las cuales nunca se procedía de oficio en Aragón.


PROFIERTA. n. Servicio extraordinario concedido por el reino al monarca con el carácter de empréstito, según puede verse en Asso, Economía Política.


PROMOVEDORES. n. Oficiales destinados a agitar los negocios civiles y aun criminales y a suplir al Canciller o vice-canciller en algunas funciones, siendo considerados como consejeros del Rey: eran en número de cuatro, dos caballeros y dos doctores, todo según las Ordinaciones de Pedro IV.

PRONUNCIA. a. Pronunciación o publicación, o acción y efecto de publicar alguna cosa.

PROPALO. n. Barra cilíndrica de hierro, que encaja por un extremo en el árbol y que termina por el otro en esquina para recibir el rodillo del molino harinero.

PROPIO (de). n. De intento, directamente, sin otro objeto, por ejemplo voy de propio a su casa para contárselo. (aposta)

PROPOSICIÓN. n. Demanda de posesión en el juicio de firma. - n. Discurso del trono al abrir las Cortes, Propositio Curiarum.

PROVISA. n. Decreto de secuestro, que es la primera diligencia en el juicio de Aprehensión.

PUDIR. d. Heder. (putí; aixó put com la poput, put put: abubilla)

PUDOR. d. Hedor, hedentina. (pudó, pudina, corrompina, mala auló)

putput, puput

PUERTA. n. En el juego de dominó la ficha que por un extremo presenta un número del cual van todos jugados menos uno: y del que conserva este en su poder se dice tener una puerta pues por allí nadie sino él puede jugar. - n. salir por la puerta de los carros, salir vergonzosamente de una casa, de un establecimiento, o de un negocio: en Castilla se dice salir por la puerta de los perros por salir huyendo.

PUGA. p. Púa.

PUGÉS. n. Moneda que valía la cuarta parte de un dinero en tiempo de Carlos V, según Juan Gutiérrez citado por el paleógrafo Merino.

PULGARILLAS. n. Castañuelas. (castañoles)

PULIENDA. n. Cospillo.

PULSERAS. n. La carga que se sobrepone a los costados de cualquiera carro o galera, atándosela con cuerdas fuera de la escalera del carruaje: también toma aquel nombre la misma red de cuerdas en que se contiene la carga. (pulsera, pulseres : pols : pulso, sien, sienes)

PUNCHAR. c. Punzar. (punchá)

PUNCHAZO. d. Punzada. (punchada, punchades)

PUNCHÓN. d. Punzón. (punchó; puncha)

PUNTERO. n. Tripulante en los barcos del Canal imperial, cuya maniobra consiste en evitar que la embarcación choque contra las márgenes, lo cual previene apoyando en ella unos largos remos. (remos largos como un puntal)

PUNTILLOSO. n. El que tiene mucho puntillo o una susceptibilidad exquisita. Aunque parece de etimología francesa, no debe de ser sino un derivado de puntillo: la Academia admite puntoso y puntuoso.

PUÑAZO. n. Puñada, puñetazo. (1)
(1) Tenemos a aquella por tan castellana como a estas dos palabras, pero no hallándola en el Diccionario de la lengua, a pesar de ser el derivado más próximo de la primitiva PUÑO, y siendo por otra parte muy frecuente en Aragón, nos hemos permitido incluirla como a algunas, aunque muy pocas, que se hallan en este caso. En lo demás, nosotros no hemos dado cabida a voces que la Academia califica de castellanas, por más aire aragonés que les hayamos encontrado, sino que hemos trasladado las que de entre ellas incluyó Peralta en su ensayo, y aun esas marcadas, para conocimiento del lector, con la letra c.

PURNA. d. Chispa. - n. tener malas purnas, tener malas chanzas, o mal genio, o mal carácter, o poco aguante. (malas pulgas)

purna, foc y destral an estos amics dels etarres y catanazis

PUYA. d. Poya.

PUYADA. n. Regreso, principalmente de los ganados trashumantes.

jueves, 25 de febrero de 2021

JORNADA DÉSSIMA. NOVELA SEXTA.

JORNADA DÉSSIMA. NOVELA SEXTA.

Lo rey Carlos, ya agüelo, victoriós, enamorat de una joveneta, avergoñínsen del seu loco amor, an esta y a una germana seua case honrosamen.

Después de que lo rey va dixá que discutigueren un rato sobre la historia anterió, mirán a Fiameta, li va maná que novelán los traguere de la seua discusió; ella, sense esperá gens, va escomensá:

Tos contaré una historia de un rey valén, contán lo que va fé sense faltá al seu honor.
Tots vatres podéu habé sentit nombrá moltes vegades al rey Carlos lo agüelo, o be lo primé, les seues magnífiques acsións, la gloriosa victoria sobre lo rey Manfredo, cóm van sé expulsats los gibelinosde Florencia y van torná allí los güelfos. Per la seua fama, un caballé de nom micer Neri dels Uberti, en tota la seua familia y en mols dinés va eixí de allí, y no va voldre humillás mes que daball de la protecsió de este rey Carlos.
Neri, pera está a un puesto solitari y acabá allí en descáns la seua vida, a Castellammare de Stabia sen va aná; y allí, a un tiro de ballesta de les demés habitassións de la siudat, entre oliveres u olivés, avellanés y castañés, que són abundáns an aquella comarca, va comprá una possessió; allí va fé obrá una gran casa hermosa y un deleitable vergé abundán de aigua corrén, y al mich se va fé una bassa y la va plená de peixos de colós.
Cada día cuidánse de fé mes majo lo seu jardí, va passá que lo rey Carlos, cuan apretabe la calina, va aná un tems a descansá a Castellammare, aon, escoltán la bellesa del jardí de micer Neri, va voldre vórel. Y sabén que ere del partit contrari al seu, volíe comportás mes familiarmen en ell; y li va maná a di que en cuatre acompañáns, en privat, la nit siguién volíe sopá en ell al seu jardí. Aixó li va agradá mol a micer Neri, y se van fé pará magníficamen les taules, y habén arreglat en los seus criats lo que se teníe que fé, lo mes alegremen que va pugué y sabé va ressibí al rey al seu hermós jardí. Lo rey, después de voltá tot lo jardí y vore la casa de micer Neri, u va alabá tot, y se van assentá a la vora de la bassa, se van rentá, y li va maná al conde Guido de Monforte, que ere un dels seus acompañáns, que se assentare a un costat seu, y a micer Neri al atre, y als atres tres que en ell habíen vingut los va maná que serviren la taula segóns lo orden establit per micer Neri. Van vindre allí les begudes delicades, los vins mes bons y pressiosos, y la manera de serví va sé mol bella y digna de alabansa, sense cap soroll ni error, y lo rey u va alabá mol. Y están minján an aquell puestet apartat, van entrá al jardí dos jovenetes de uns quinse añs, rubies o rosses com fils dor y en lo pel solt ben adornat, y damún, una fina guirnalda de vincapervinca; y anaben vestides en un vestidet de lino o lli sutilíssim y blang com la neu, que de sintura cap amún ere mol ajustat, y de sintura cap aball, ample, com si fore un pabelló y llarg hasta los peus. La que anabe dabán portabe als muscles uns argadellets en un parell de canastetes, y portabe una gayata llarga, y un feixet de lleña, y uns trébedes: tres peus per al foc, y un cante de oli y una tea ensesa. Al vóreles lo rey, se va maravillá y va esperá a vore en qué parabe alló. Les jovenetes, arribán dabán dell, honestamen y tímides li van fé una reverensia, y después, la que portabe la paella, dixánla an terra y les demés coses a la vora, va agarrá la gayata que l’atra portabe, y les dos van entrá a la bassa peixquera, arribánlos l´aigua hastal pit. Un dels criats de micer Neri, rápidamen va ensendre lo foc, va colocá la paella damún dels trébedes, va abocá an ella oli, y va a esperá a que les jovenetes li aviaren los peixos. De elles, una, rebuscán als caus aon sabíe que se amagaben los peixos, y l’atra parán les canastes, en poc rato van agarrá un mun de peixos, que li passaben al criat, y este los tirabe a la paella encara vius, y los mes majos los aviáen damún de la taula, dabán del rey, del conde Guido y son pare. Estos peixos se movíen per la taula, boqueján, y al rey li agaradabe mol pessigáls y aviáls a les jovenetes, y aixina un rato van está jugán, hasta que lo criat va acabá de frechí tots los que li habíen donat; aixó va sé un entremés. Les jovenetes van eixí de la peixquera en lo vestit blang apegat a la carn y casi sense amagá res dels seus delicats cossos; y habén cada una arreplegat les coses que habíen portat, passán vergoñoses dabán del rey, sen van entorná cap a casa. Lo rey, lo conde y los demés que servíen habíen remirat an estes jovenetes, y tots les habíen trobat mol majes y ben fetes, y ademés de aixó, amables y corteses; pero sobre tots los demés li habíen agradat al rey; este, tan atento estabe miránles cuan eixíen del aigua que si entonses l´hagueren punchat no u haguere notat.
Y sense tráuresseles del cap, sense sabé quí eren, va sentí al cor despertás un ardentíssim dessich de agradáles, per lo que mol be va vore que se enamoraríe si no teníe cuidadet; y no sabíe quina de les dos li agradabe mes, de tan que se assemellaben. Pero después de cavilá un rato, giránse cap a micer Neri li va preguntá quí eren les dos damisseles; a lo que micer Neri va contestá:

- Monsiñó, són les meues filles, naixcudes de una bessonada, una se diu Ginebra la guapa y l’atra Isotta la rubia.

Lo rey les va alabá mol, exhortánlo a casáles pronte. Y en aixó, no quedán mes que la fruita per a serví a la taula, van vindre les dos joves en dos corpiños de tafetán bellíssims, en dos grandíssimes bandejes de plata a la ma plenes de fruites variades del tems, y les van portá dabán del rey. Y fet aixó, apartánse un poc, van escomensá a cantá una tonada que escomensabe: aón hay arribat, Amor, contás no podríe llargamen, en tanta dolsó que al rey, que les mirabe y escoltáe, li pareixíe que totes les jerarquíes dels ángels habíen baixat allí a cantá; y acabada aquella tonadeta, aginollánse, reverenmen li van demaná llissensia al rey, que, encara que li dolguere que sen anigueren, les va llisensiá y despedí. Acabat lo sopá, y habén tornat lo rey a montá a caball en los seus compañs, separánse de micer Neri, parlán de varies coses, van torná al palau real. Allí, tenín lo rey la seua passió amagada y no podén olvidás de la hermosura de les donselles, tan se va dixá enchampá a la amorosa trampa que casi no podíe pensá en datra cosa; y fen vore atres motius, va entablá una estreta familiaridat en micer Neri y mol assobín visitabe lo seu hermós jardí pera vore a les mosses, sobre tot a Ginebra. Y no podén ya mes soportáu, y habénli vingut al pensamén no sol una, sino les dos jovenetes péndreli a son pare, li va manifestá la seua intensió y lo seu amor al conde Guido. Este, que ere un home valerós, li va di:

- Monsiñó, me maravelle mol lo que me diéu, perque desde la vostra infansia hay sabut milló que dingú les vostres costums; y com a la vostra juventut (cuan Amor mes fássilmen pot pessigá) no vau tindre estes passións, sentíntos ara, que ya estéu prop de la vellesa, me resulte tan raro y tan extrañ que vullgáu ara que casi me pareix un milagre. Y si a mí me corresponguere empéndretos, sé be lo que tos diría, considerán que estéu encara en armes en lo regne ressienmen conquistat, entre gens per coneixe y plenes de engañs y de traissió, y mol ocupat en grandíssims menesters de alt gobern, y encara no hau pogut assentátos cuan entre tantes coses li hau fet puesto al amor. Aixó no es propi de rey magnánim, sino de un mosso. Y ademés de aixó, lo que es mol pijó, diéu que hau pensat péndreli les dos filles al pobre caballé que a casa seua tos ha honrat mes de lo que podíe, y per a honrátos mes tos les ha amostrat casi despullades, testimonián en alló cuánta fe tos té, y que firmemen creu que vos sou un rey y no un llop rapás. ¿To sen ha anat tan pronte de la memoria que la violensia feta a les dones per Manfredo tos ha ubert les portes de este regne? ¿Quína traissió digna del etern suplissi siríe esta: que an aquell que tos honre li prengáu lo seu honor, lo seu be, la seua esperansa y lo seu consol? ¿Qué se diríe si u faiguéreu? potsé creéu que prou excusa siríe di: «U vach fé perque es gibelino». Pos ¿es aixó propi de la justissia de un rey, que als que als seus brassos se avíen de esta forma los trato, siguen qui siguen? Tos recordo, rey, que grandíssima gloria ha sigut vénse a Manfredi y derrotá a Curradino, pero mol mes gran es vénses a sí mateix; y per naixó, vos, que hau de corregí als atres, venséutos a vos mateix y refrenéu estes ganes, y no vullgáu en esta taca destruí lo que gloriosamen hau conquistat. Estes paraules van ferí amargamen lo ánim del rey, perque veíe que eren verdat; per lo que, después de suspirá, va di: - Comte, per mol gran que sigue lo meu dessich y nessessita forses inestimables, me han espolejat tan les vostres paraules que, de aquí pocs díes, voréu en obres que igual que sé vénse a datres, sabré vénsem a mí mateix.

Y no mols díes después de tindre estes paraules, va torná lo rey a Nápols, per a apartás de la ocasió de fé alguna cosa vil y pera premiá al caballé del honor ressibit per nell. Encara que li costare vore a datres tindre lo que ell mol dessichabe, se va disposá a casá a les dos jovenetes, com si foren les seues filles, y les va dotá magníficamen. A Ginebra la guapa la va casá en micer Maffeo de Palizzi, y a Isotta la rubia en micer Guiglielmo de la Magna, nobles caballés y grans baróns los dos; y en doló inestimable sen va aná a Apulia : Puglia, y en continues fatigues va aná perdén la seua gana, y trencades les amoroses cadenes, tot lo que li va quedá de vida va passá liberat de consevol passió. Ñaurá potsé qui digue que poca cosa es pera un rey habé casat a dos jovenetes, y en raó, pero que un rey enchochat u haigue fet, casán an aquelles que volíe sense pendre lo fruit o la flo, es mol diferén.
Aixina pos, va obrá lo magnífic rey recompensán al noble caballé, honrán a les seues filles y vensínse an ell mateix.

miércoles, 6 de enero de 2021

Lo Camí, V.

Lo Camí a Amazon (tapa blana)

V.

Es verdat que la Pesteta gran se habíe guañat lo seu mote per la seua careta redona y coloradeta y lo seu carácter picán y agre com lo aiguardén. Per afegit ere una bachillera. Y a les bachilleres no los ve mal tot lo que los caigue damún. No teníe cap dret de tratá de dominá al poble. Lo poble volíe sé libre, independén, y an ella ni li anabe ni li veníe, ni li fotíe res, a final de cuentes, si Pancho creíe o no creíe en Deu, si Paco, lo ferré, ere abstemio o bebíe vi, o si son pare de Daniel, lo Mussol, fée lo formache en les mans llimpies o en les ungles brutes. Si aixó li fée escrúpol, que no se minjare lo seu formache y assunto acabat. Daniel, lo Mussol, no creíe que lo que la Pesteta gran fée sigueren actes de una bona dona. Los bons eren los demés que li aguantaben les seues impertinensies y hasta la van nombrá pressidenta de varies assossiassións piadoses.
La Pesteta gran ere un esperpento y un escursó. Antonio, lo Buche, teníe tota la raó al di aixó, encara que lo Buche pensabe mes, al fallá aixina, en la competensia comersial que li fée la Pesteta, que en los seus defectes físics y morals. La Pesteta gran, no obstán lo coló roch de la seua pell, ere alta y seca com una cucaña, encara que no tinguere, com esta, sing duros a la punta. Total, que la Pesteta no teníe res, apart de uns nassos mol dessarrollats, un afán inmoderat o sense cap moderassió de fótres a la vida dels demés y un variat y sempre renovat repertori de escrúpols de consiensia.
A don José, lo mossen, que ere un gran san, lo portabe de vólit.

- Miro vosté, don José - li díe, consevol día, un minut abáns de escomensá la missa -,  anit no vach pugué dormí pensán que si Cristo al Monte dels Olivés se va quedá sol y los apóstols se van adormí, ¿quí va vore que lo Redentó suáe sang?

Don José ajuntabe los ullets, penetráns com agulles de cap:

- Tranquilisa la teua consiensia, filla; eixes coses les coneixem per revelassió.

La Pesteta gran ploriquejabe y fen cuatre pucheros, díe:

- ¿Creu vosté, don José, que podré combregá tranquila habén pensat eixes coses?

Don José, lo mossen, teníe que traure tota la passiensia de Job pera soportála:

- Si no tens datres faltes pots féu.

Y aixina un día y un atre.

- Don José, anit no vach pegá l´ull donánli voltes al assunto de Pancho.
¿Cóm pot ressibí este home lo sacramén del matrimoni si no creu en Deu?

Y unes hores después:

- Don José, no sé si me podrá absoldre vosté. Ahir domenge vach lligí un llibre pecaminós que parlabe de les religións de Inglaterra. Los protestáns están allí en franca majoría. ¿Creu vosté, don José, que si yo haguera naixcut a Inglaterra, haguera sigut protestán?

Don José, lo mossen, tragabe saliva:

- No siríe difíssil, filla.

- Entonses me acuso, pare, de que podría sé protestán de habé naixcut a Inglaterra.

Doña Lola, la Pesteta gran, teníe trenta nou añs cuan Daniel, lo Mussol, va naixe.
Tres añs después, lo siñó la va castigá en lo que mes podíe dóldreli. Pero no es menos sert que la Pesteta gran se va imposá al seu doló en la rigidés y destemplansa en que solíe imposás als seus conveíns. Lo fet de que a doña Lola se la coneguere per la Pesteta gran ya fa pensá que ñagueren datres Pestetes mes menudes. Y aixina ere; les Pestetes ne habíen sigut tres, encara que ara sol ne quedaren dos: la gran y la menuda; les dos Pestetes. Eren filles de un guardia sivil, durán mols añs jefe al poble. Al morí lo guardia, que, segóns les males llengües, que may ne falten, se va morí de pena per no tindre un fill mascle, va dixá uns ahorrets en los que les seues filles van obrí una tenda.
Lo sargento va morí a un tems al que un subofissial de la Guardia Sivil podíe, en lo seu jornal, viure discretamen y encara aforrá una mica. Desde la mort del guardia - la seua dona ya se habíe mort fée añs - Lola, la Pesteta gran, se va fé cárrec de les riendes de la casa. Se va imposá a san germanes per edat y per estatura.

Daniel, lo Mussol, sol va coneixe a dos Pestetes, pero segóns habíe sentit di al poble, la tersera va sé un mun de ossos com elles y, a la seua época, va resultá un problema difíssil diferensiáles sense efectuá, previamen, un minussiós análisis. Res de assó desmentix que les dos Pestetes menudes li faigueren passá, en vida, a san germana gran un verdadé purgatori. La del mich ere dixada y dropa y lo seu carácter y manera de sé trassendíe al poble que, per los crits y estridéns rebomboris que a tota hora eixíen de la trastenda y de la casa de les Pestetes, seguíe la roína, y tirán a pijó, situassió de les relassións fraternals. Assó sí, díen al poble y debíe sé verdat perque u díen tots, que mentres les tres Pestetes van viure juntes may se les va vore faltá un día a la missa de vuit que don José, lo mossen, que ere un gran san, díe a la parroquia, dabán del altá de San Roc. Cap allí caminaben, tiesses y pites, les tres, faiguere fred, ploguere a cabassades o tronare. Ademés marchaben acompassades, marcán lo pas, perque son pare, apart dels ahorrets, les va dixá a les filles en herensia un mol despert y pressís sentit del ritmo militá y atres virtuts castrenses.

Un-dos, un-dos, un-dos; cap a missa marchaben les tres Pestetes, en los seus pits secs, les seues caderes esmirriades y la seua soberbia estatura o alsada, camí de la iglesia, en los vels lligats en un nugo deball de la barbilla y lo breviari deball de un bras.
Un ivern, la del mich, Elena, se va morí. Se va apagá un matí fosc y plovinós de desembre. Cuan la gen va acudí a donáls lo péssame a les dos germanes superviviéns, la Pesteta gran se santiguabe y repetíe:

- Deu u sap tot y es just en les seues dessisións; se ha emportat lo mes inútil de la familia. Donémli grassies. Ya al sementeriet tocán a la iglesia, cuan tapaben en dos tarrossos de terra lo cos descarnat de la Elena - la Pesteta del mich -, unes plañideres o ploradores van escomensá a gañolá.
La Pesteta gran se va encará en elles, aspra y digna y destemplada:

- No la ploréu - va di -; s´ha mort de dessidia.

Y, desde entonses, lo trío se va convertí en dúo y a la missa de vuit que don José, lo mossen, que ere un gran san, resabe dabán del altá de San Roc, se trobabe a faltá lo afilat y justet volumen de la Pesteta difunta. Pero va sé encara pijó lo que li va passá a la Pesteta menuda. A fin de cuentes lo de la del mich va sé dessignio de Deu, mentres que lo de l´atra va sé una fluixesa de la carn y per tan degut al seu libre y despreocupat albedrío. Allabonses se va establí al poble la sucursaleta del bang que ara rematabe un dels costats de la plassa. En lo directó va arribá tamé un ofissialet ben plantat y ben vestit al que sol per vóreli la cara de prop, a través de la finestreta, li portaben los ahorros les veínes del carré. Va sé un bon cuquet lo que va fé aná lo bang pera pessigá esta clientela a la ratera. Un prossedimén que consevol finansié de talla no haguere asseptat, pero que al poble va rendí uns ressultats formidables. Tan va sé que Ramón, lo fill del apotecari, que escomensabe entonses los seus estudis jurídics, se va lamentá no está en condissións encara de elaborá la seua tessis doctoral, que haguere fet mol a gust sobre lo original tema "La influensia de un personal escrupulosamen triat a les economíes de un poble". En lo de "economíes" se referíe a "ahorros" y en lo de "poble", concretamen, a la seua "aldeeta". Lo que passabe es que sonabe mol be alló de "economía de un poble" y li donabe al seu hipotétic treball, y encara que ell u díe en broma, mes altura y un alcáns mol mes ample. En la arribada de Dimas, lo ofissialet del bang, los pares y los mossos vells del poble se van ficá en guardia.
Don José, lo mossen, que ere un gran san, va parlá moltes vegades en don Dimas, apuntánli les grans consecuénsies que lo seu bigot podríe portáli al poble, pera be o pera mal. La assiduidat o frecuensia en la que lo mossen y don Dimas se entrevistaben va menguá bastán lo ressel dels pares y mossos vells y hasta la Pesteta menuda va considerá que no ere imprudén ni irreligiós dixás acompañá, de cuan en cuan, per don Dimas, encara que san germana gran, extremán la prudensia, la censurare a crits en "lo teu libertinaje y descoco són notoris". Lo sert es que a la Pesteta menuda, que hasta entonses li pareixíe aquella vall una presó vuida y sense llum, se li va obrí de repén lo horizonte, la línia que ajunte la terra y lo sel, y sen va acatá, per primera vegada a la seua vida, de la bellesa de les montañes abruptes, tallades a destral, y de la poessía de la verda campiña y de lo sugestiu que ressultabe escoltá esgarrás la nit de la valleta per lo estridén chulit de un tren. Bobades, pero bobades que porten una afilada trassendensia cuan se té lo cor unflat.
Una tarde, la Pesteta menuda va torná del seu acostumat passeo abalotada:

- Maña - va di -. No sé de aón te ve eixa inquina contra Dimas. Es lo milló home que hay conegut may. Avui li hay parlat dels nostres dinés y ell me ha donat en seguida cuatre idees pera colocáls be. Li hay dit que los teníem a un bang de la siudat y que parlaríem tú y yo abáns de dessidí res.

Va aullá, escaldada, la Pesteta gran: - ¿Y ya li has dit que sol són mil duros?

Va sonriure la Pesteta menuda pel menospreu que san germana li fée del seu flat:
- No, naturalmen. De la sifra no li hay dit res - va di.

Lola, la Pesteta gran, va alsá los seus muscles ossuts en ademán de impotensia. Después va cridá, dixán rellissá les paraules, com per un tobogán, pel seu llarg y esmolat nas: - ¿Saps lo que te dic? Que eixe home es un truhán que sen está enfotén de tú.
¿No veus que tot lo poble u comente y sen enriu de la teua tontería? Sirás tú la única que no sen acato, germana. - Va cambiá de repén lo to de la seua veu, suavisánlo -:
tens trenta sis añs, Irene; casi podríes sé la mare de eixe mosso. Pénsatu be.
Irene, la Pesteta menuda, va adoptá una actitut de llevantada, de mar abalotada.

- Me dolen los teus ressels, Lola, pera que u sápigues - va di -. Me fastidien les teues insinuassións. No té res de particulá, crec yo, que se entenguen un home y una dona.
Y no signifique res que se porton uns añs. Lo que passe es que totes les del poble, escomensán per tú, me teníu enveja. ¡Aixó es tot!
Les dos Pestetes se van separá en los nassos pujats. A la tarde siguién, Cuco, lo factó, va anunsiá al poble que doña Irene, la Pesteta menuda, y don Dimas, lo del bang, habíen agarrat lo mixto cap a la siudat. A la Pesteta gran, al enterássen, li va pujá la sang a la cara y li va enterbolí la raó. Se va desmayá. Va tardá mes de sing minuts en recuperá lo sentit. Cuan u va fé, va traure de un apolillat baúl lo traje negre que encara conservabe desde la mort de son pare, se va embuchá en ell, y va marchá a pas ligero cap a la rectoría.

- Don José, Deu meu, quína desgrassia mes gran - va di al entrá.

- Assosségat, serénat, filla.

Se va assentá la Pesteta a una cadira de vime, jun a la taula del retó.
Va interrogá a don José en la mirada.

- Sí, ya u sé; lo Cuco me u ha contat tot - va contestá lo mossen.

Ella va respirá fort y les seues costelles van ressoná com si entrechocaren. Seguidamen se va llimpiá una llágrima, redona y apretada com una gota de aigua que cau de un abre.

- Escóltom en atensió, don José - va di -, ting una horrible duda. Una duda que me rossegue les entrañes. Irene, man germana, es ya una puta, ¿no es aixó?

Lo mossen se va ficá una mica colorat: - Calla, filla. No digues animalades.

Va tancá lo mossen lo breviari que estabe lligín y se va aclarí la gola, pero la seua veu va eixí, no obstán, empañada per una sorda gangossidat.

- Escolta - va di -, no es una prostituta la dona que se entregue a un home per amor.
La ramera es la que fa de lo seu cos y de les grassies que Deu li ha donat un comers ilíssit; la que se entregue a tots los homens per dinés. ¿Compréns la diferensia?

La Pesteta va eixecá lo pit, inexorable: - Pare, de totes maneres lo que ha fet la Irene es un gravíssim pecat, un asquerós pecat, ¿no es sert?
- U es, filla - va contestá lo mossen -, pero no irreparable. Crec que conec a don Dimas y no me pareix mal mosso. Se casarán.

La Pesteta gran se va tapá los ulls en los dits descarnats y va reprimí a miges un gemec:

- Pare, pare, pero encara ña un atra cosa - va di -. A man germana la ha fet caure lo ardó de la sang. Es la seua sang la que ha pecat. Y la meua sang es la mateixa que la della. Yo podría habé fet lo mateix. Pare, pare, me acuso de aixó. De tot cor, horriblemen apenada, me arrepentixgo de aixó.

Se va eixecá don José, lo mossen, que ere un gran san, y li va tocá lo cap en los dits:

- Ves, filla. Vésten cap a casa y tranquilísat. Tú no tens la culpa de res. Lo de la Irene, ya u arreglarem.
Lola, la Pesteta gran, va abandoná la rectoría. En serta manera estabe mes consolada. Per lo camí se va repetí mil vegades que estabe obligada a expresá lo seu doló y vergoña de manera ostensible, ya que pedre la honra sempre es una desgrassia mes gran que pedre la vida. Influída per esta idea, al arribá a casa, va retallá un cartonet de una caixa de sabates, va agarrá un pinsell y en lletres nervioses va escriure: "Tancat per deshonra". Va baixá al carré y lo va enclavá a la porta de la tenda. La botiga, segóns li van contá a Daniel, lo Mussol, va está tancada deu díes en les seues deu nits consecutives.