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viernes, 3 de diciembre de 2021

DVA, Borao, E

EBRO. d. Se usa la expresión estar para echar gatos al Ebro como equivalente a estar miserable, pasarlo con estrechez, no estar para derrochar. - n. comer más que Ebro, devorar. - n. ha de bajar mucha agua por el Ebro, ha de pasar mucho tiempo.

EDAD. a. Se dice estar en edad por el tiempo en que aún no han cerrado las bestias.

EJECUTOR. d. Albacea.

EJÉRCITO. n. Tributo que se conoció con este nombre en Aragón, según Blancas.

ELÁSTICO. n. Almilla.

EMBADINAR. d. Encharcar. (badina)

EMBAFAR, d. Empalagar.

EMBARRALAR. n. Meter el vino u otro líquido en barral y por extensión en cualquiera otra redoma.

EMBASTAR. c. Hilvanar.

EMBERAR, p. Empezar la sazón de las frutas; tomar color, sobre todo las uvas.

EMBERO. p. El color que indica sazón en las frutas; y la misma uva o grano. 

EMBROSQUILAR. a. Meter el ganado en el redil.

EMOLOGAR. n. Confirmar, ratificar o aprobar, según se lee en las Ordinaciones de Abejeros 1502.

EMPACHAR. n. Impedir: su participio pasivo se usa en las Ordinaciones de Zaragoza. (Empatxar, empatxament)

EMPACHO. n. Impedimento: se usa en sentido de excepción o amparo forense.

EMPANDULLO. EMPANTULLO d. Pastel ensuciada, mala salida de un negocio. - d. Embolismo, embrollo.

EMPARA. a. Emparamento o inventario.

EMPARAMENTO. a. Acción y efecto de emparar, esto es, de inventariar o secuestrar: hay proceso de emparamiento. - n. Guidático o protección, según declaración en cortes de Cataluña 1351.

EMPARANCIA. n. Emparamento.

EMPARAR. a. Embargar o secuestrar, y mejor inventariar.

EMPEDREAR, d. Empedrar.

EMPELTRE. a. Olivo injertado. (Empeltá: injertar; empelto, empeltes, empelte, empeltem o empeltam, empeltéu o empeltáu, empelten).

EMPENTA. p. Empujón, empellón. (Espenta)

EMPENTAR, a. Empujar. (Espentá. Espento, espentes, espente, espentem o espentam, espentéu o espentáu, espenten)

EMPENTÓN. a. Empujón.

EN. Precediendo al infinitivo, como en castellano al gerundio, significa luego que, después que, p. ej. "en refrescar departiremos," "en pasar las fiestas, lo veremos." - n. Partícula relativa usada, como en la lengua francesa, en las expresiones m' en voy por me voy de aquí, men canso por me canso de esto.

ENANTAR. n. Ducange interpreta pignorare, procedere: el Códice de las Uniones de Aragón trae los siguientes pasajes. "E las spoliaciones que notorias no fuesen que embiariades vuestro procurador por enantar en aquellas ante la Justicia de Aragon;"
"y si enantaria o querria enantar personas o bienes de algunos etc." "que si no viene el dia de Ramos por enantar en las cosas sobreditas etc."

ENATIZO. d. Desmedrado, imperfecto de nacimiento. - d. De ánimo apocado y ruin.

ENAVESAR. d. Trasponer.

ENCABEZADO. n. El vino que se mezcla con aguardiente u otro licor. - n. Cabezero.

ENCABEZAR. ENCABEZARSE. n. Verbos de donde nace el participio anterior y que también son usuales en Aragón.
ENCALZADOR. n. Perseguidor. (acassadó, que acasse)

ENCALZAR. n. Perseguir, ponerse en persecución: "encalcen e geten de la tierra al sobredito rey" se lee en el Códice de los Privilegios de la Unión.

ENCANARSE. b. Detenerse demasiado en la conversación, eternizarse hablando. - n. Pasmarse a la fuerza del lloro o de la risa: la Academia sólo admite el primer afecto que a la verdad es el más común y adecuado. (encanás; yo me encano, encanes, encane, encanem o encanam, encanéu o encanáu, encanen)
ENCANTAR. d. Vender en almoneda.

ENCANTE. ENCANTILLO d. Lugar en que se venden las cosas ya usadas, las viejas y las de desecho. (Plassa del Encant)

ENCAÑIZAR. n. Cubrir las bovedillas o cualquiera otra obra con cañizos. ENCARPETAR. n. Colocar papeles dentro de sobre o carpeta.
ENCARRAÑARSE. d. Irritarse, incomodarse.

ENCARTAR. n. Intentar acción criminal contra el obligado en instrumento en que se juraba pagar y no pleitear: véase a Larripa en sus Procesos forales.
ENCERCAR. n. Inquirir, investigar: es antic. y deducido de documentos latinos, y por consiguiente dudoso. (cercar : buscar, investigar; recerca)

ENCERRONA. n. En el juego del dominó es dejar por ambas puntas un mismo número o palo cuando todos están jugados, en cuyo caso ya no pueden jugar las fichas que se tienen en la mano: en general se da a este lance el nombre de cierro, y cuando los tantos que se cuentan son muchos, entonces se llama encerrona. En Zaragoza es más usual que en otras partes y por consiguiente se halla muy adelantado el juego a que aludimos, de cuyo tecnicismo incluiremos cuatro o cinco vocablos.

ENCETAR. d. Decentar. - d. Empezar: la Academia escribe encentar para la primera significación, y aunque omite la segunda, pone la de encentador el que encienta o empieza alguna cosa. (Ensetá; enseto, ensetes, ensete, ensetem o ensetam, ensetéu o ensetáu, enseten)

ENCORDADURA. n. Conjunto de cuerdas de una guitarra u otro instrumento de cuerda.

ENCORRER. d. Correr tras alguno para cogerle; es verbo activo. (Encorre; encórrego, encorres, encorre, encorrem, encorréu, encorren)
ENCORTIMIENTO. n. Vale tanto como entredicho a juzgar por el Códice de las Uniones en que se lee "que podamos soltar al dito seynor rey el encortimiento de los ditos castieyllos e que non los alienemos."

ENDURAR. a. Pasar hambre, sufrir. (Enduro, endurance: resistencia)

ENFILAR. n. Dirigir un asunto. - n. Ingerirse.

ENFURRUSCARSE. n. Enfurruñarse.

ENGAFETAR. n. Enlazar los gafetes macho y hembra, abrochar.
ENGALZAR. d. Encorrer.

ENGARABITARSE. n. Encorvarse y entumecerse los dedos a impulso del frío o alguna causa patológica,: en Castilla esa palabra significa ponerse en alto, y la definición que hemos dado conviene a la voz engarabatarse.
ENGARDAJINA. d. Lagartija. (sargantana)

ENGLUCIAR. d. Mirar con intención, hacer gestos para conseguir alguna golosina.

ENGULLIDOR. d. Sumidero. (Engullidó, de engullí; engullixco, engullixes, engullix, engullim, engulliu, engullixen).

ENJARETAR. n. Intercalar, incluir, y aun confeccionar o componer.
ENJAUE. n. Prórroga en el pago del arriendo de las
generalidades u otro tributo público; y como a veces se concedía sin causa justa y producía un lucro contra los caudales públicos o de corporación, de ahí las frases hacer enjaues, andar en enjaues, enriquecerse con enjaues etc., equivalentes a las más vulgares de andar en enjuagues etc. en cuyo sentido admite la Academia esa significación.

ENJUNCIAR. n. Cubrir de juncia las calles y plazas para algún regocijo.
ENMANTADO. n. Hombre cubierto o embozado en la manta, la cual forma parte del traje aragonés en la clase jornalera y parece ser un recuerdo del albornoz árabe.

ENRELIGARSE. n. Enredarse, entrelazarse, enmarañarse una cosa con otra. (Ligar : lligar : enrelligá, lligá)
ENRONA. a. Escombros, desperdicios de una obra. (enruna)

ENRONAR. a. Envolver con escombros. - n. Metafóricamente se dice de alguno "que es tan rico que nos puede enronar a onzas de oro." (Enruná).

ENRUENA. d. Enrona.

ENRUNA. p. Enrona.

ENRUNAR. p. Enronar.

ENSIMESMADO. ENSIMISMADO. n. El que está distraído, metido en sí mismo y absolutamente extraño a lo que pasa en torno suyo.

ENSOBINADO. n. Se dice de la res enfermiza.

ENSOBINARSE. d. Caer una caballería en postura supina con riesgo de perecer.

ENSUNDIA. n. Enjundia o gordura: úsase también metafóricamente para denotar cachaza y es todavía más familiar la palabra insundia.

ENTORNAR, d. Hacer dobladillo.

ENTORNO. n. Dobladillo.

ENTRATICO. d. Entrada de religioso en alguna comunidad: la Academia lo incluye como provincial de Navarra.

ENTRECAVAR. d. Limpiar de yerbas la hortaliza. (Entrecavá. Entrecavo, entrecaves, entrecave, entrecavem o entrecavam, entrecavéu o entrecaváu, entrecaven)

ENTREGA. n. Restitución in integrum.

ENTRIPARRADO. n. Entripado, en ambos sentidos recto y figurado.

ENTRIPARRAR. n. Ocupar demasiado el estómago algún manjar indigesto o comido en abundancia.

ENVASADOR. c. Embudo: la Academia añade que grande y propio para pellejos y toneles, esto es, para grandes capacidades.

ENZURIZAR. n. Enzarzar o poner guerra entre varias personas sembrando discordias: la Academia admite la voz primitiva zuriza. (Meter cizaña).

ERAGE. a. Miel virgen.

ERETA. n. Era o plantel de tierra para cultivo de verduras.

ERROR DE PROCESO. a. Con que se nota que alguno es tan hábil que, aun convencido, se liberta de la pena que le imponen.

ESBAFAR. d. Evaporar, (esbrafá, esbafá a Beseit; esbafat, grassiosa esbrafada, esbafada).

ESBARRAR. d. Asombrar, espantar la caza, caballerías etc.

ESBRINAR. n. Desbriznar o entresacar de la flor los estambres del azafrán. 

ESCACEAR. n. Desmenuzar la piedra, el yeso, cal etc. para molerlos después más fácilmente.

ESCACILAR. d. Cacarear.

ESCACHAR. d. Despachurrar, o mejor, aplastar, machucar. - d. Chasquear, dejar burlado. (Te escacharé la cabeza, ababol)

ESCACHUFLAR. n. Igual significación que la anterior, pero de uso del vulgo.

ESCALERA. c. Peldaño, escalón.

ESCALFETA. c. Braserillo. (prov. escoufa, escalfar cat. calentar; escofás; yo me escofo, escofes, escofe, esofem o escofam, escoféu o escofáu, escofen).

ESCALIAR. n. poner en cultivo tierra que había sido abandonada, y en este sentido lo usan las Observancias y el erudito Cuenca: Peralta no incluye esta voz, pero sí la de escahar, roturar, que nosotros no hemos incluido por suponerla error de imprenta que se corrige con la voz escaliar: úsase también en antiguos documentos de Navarra. (Traure la escara es escará la terra.)

ESCALIVAR. d. Sacar el rescoldo: en idioma provenzal calivar quemar, escalfar, calentar, recalivar volver a calentar. (Caliu, descaliuá, descalivá, escaliuá, escalivá siríe traure del caliu o be traure lo caliu apegat.)

ESCAMOCHEAR. a. Pavordear o javardear o hacer las abejas segunda cría después de la principal, separándose de la madre en corto número con su maestra. Escamochá, esmochá es tallali a un abre molta lleña per a que torno a creixe mes sano y fort.

ESCAMPAR. d. Tender el estiércol por la tierra. - d. Derramar granos o semillas. (Escampá lo fem - fiemo -, escampá la llaó pel cam, camp, campo).

ESCANDALLAR. n. Computar el valor de una partida de ganado, haciendo de él varios grupos con las reses más iguales, tirando desde otro corral o aposento una piedra a cada grupo, pesando las reses a quienes ha tocado cada piedra y calculando por el peso de cada una el de su grupo: a veces se hace esta operación con el grupo mejor y con el peor y a las demás reses se las hace desfilar una a una marcando como tipo las que hacen un número dado, el diez por ejemplo. En castellano tiene una significación análoga pues equivale a sondear y por ampliación probar, examinar: en italiano scandagliare está mejor definido pues responde en sentido figurado a inquirir, averiguar etc. como en Casti (Nov. IX). Da scandagliar gli altrui talenti a fondo

ESCANDALLO. n. Operación de escandallar. - n. La res que se saca como tipo. - n. A escandallo, modo adverbial, para expresar que se vende un ganado escandallándolo.

ESCAÑARSE. d. Desgañitarse, ahogarse de una tos muy fuerte. (Escañás; Tamé se diu cuan te aufegues perque s’ha enganchat algo al garganchó, a la gola, y no passe o be s’en va pel atre forat (tráquea).

ESCAÑO. d. Féretro. 

ESCARABAJO PELOTERO. n. Insecto de los coleópteros. (Lo escarbat que fa pilotes en lo fem.)

ESCARLATINA. n. Enfermedad que suele padecerse en la niñez.

ESCARRAMANCHONES. (A). a. A horcajadas.

ESCLAFAR. n. Machucar, chafar, quebrantar: también te dice esclafar los huevos por cascarlos, partirlos o abrirlos.

ESCOBAR. c. Barrer. (Escoba. Granera; agraná).

ESCOBIJAR. n. Descubrir, alzar el velo a alguna cosa.
ESCOLANO. n. Ayudante del sacristán mayor en el Hospital de Zaragoza. - n. Especie de coadjutor: lo había también llamado de la limosna según se ve en las Ordinaciones de Pedro IV. (Escolanet: monaguillo)

ESCOMBRA. n. Escombro: la Academia admite esta voz como el hecho de escombrar.

ESCONDECUCAS. a. Escondite, juego de muchachos.

ESCOPETADA. d. Escopetazo.

ESCORCAR. n. Véase esmollar.

ESCORCHA. d. Túrdiga, correa de cuero ancha y sin curtir.

ESCORCHAR. c. Levantar la corteza o piel a alguna cosa, desollar. (Escorxador : matadero)

ESCORCHÓN. n. Desolladura.

ESCORNARSE. n. Se usa en la frase escuérnate como puedas en significación de componte como puedas: también se dice me he descornado estudiando y otras locuciones como esta: en una colección de refranes leemos dejarlo descornar, frase de que se usa cuando no se quiere meter paz."

ESCORREDERO. n. Canal por donde se facilita la salida del agua sobrante de un riego o del término de una acequia. - n. El fondo de la vagina: es voz de la gente inculta. (Escorredora per a regá. Escorres lo verbo eyaculá.)

ESCORREDIZO. n. Escorredero.

ESCORREDOR. n. Escorredero; usa aquella voz el conde de Sástago en su lujosa obra sobre el Canal Imperial de Aragón.

ESCOTOLARSE. d. Frotarse el cuerpo con la camisa moviéndose.

ESCOZNETE. a. Instrumento con que se sacan los escueznos.

ESCRIBANO DE RACIÓN. n. Oficio de la Casa real de Aragón en el siglo XIV.

ESCRISMAR. n. Descrismar.

ESCUDILLAR. d. Echar el caldo en las sopas, el chocolate en los pocillos o jícaras etc.

(Escudilla; escudella)

ESCUEZNAR, a. Sacar los escueznos.

ESCUEZNO. a. Pulpa o carne de la nuez tierna: úsase en plural.

ESCUPINATA. n. Escupetina, escupitina, escupidura: Guevara dice escupecina.

ESFILADIZ. n. Filadiz, desfiladiz: usan aquella voz los ff.

ESFULLINADOR. n. Deshollinador. (Desfullinadó, desfullinadora)

ESFULLINAR. n. Deshollinar. (desfulliná; desfullino, desfullines, desfulline, desfullinem o desfullinam, desfullinéu o desfullináu, desfullinen)

ESGARRAR. n. Desgarrar. (Esgarrá; esgarro, esgarres, esgarre, esgarrem o esgarram, esgarréu o esgarráu, esgarre)

ESGARRIFAR. d. El efecto que nos causa la lima cuando da en falso. - d. Espeluzarse de horror.

ESGARRÓN. n. Desgarrón, rasgón.

ESLAMINARSE. n. Empezar a gustar de una cosa, ir tomando el gusto a algo, estrenarse en ciertas diversiones y placeres.

ESLAVA. n. Pendiente lisa por donde resbala el agua. (resbala : reslaba : eslava)

ESMANGAMAZOS. n. Se dice de cualquiera persona de poco valer, principalmente del estado llano: equivale muy aproximadamente al castellano echa cantos.

ESMEDIAR. n. Disminuir la cantidad de algún líquido, y se aplica comúnmente a los que están al fuego para cocer; úsase también como reflexivo, y hay quienes lo pronuncian y escriben desmediar.

ESMERADO. n. Líquido que ha disminuido su peso y volumen por ebullición.

ESMERAR. n. Conseguir la disminución de un líquido por medio de la ebullición: se usa también como reflexivo.

ESMO. n. Tino, tiento, y así se dice perder el esmo: úsase mucho en el Alto Aragón. (Hay perdut l’esma, esme).

ESMOLLAR. n. Quitar la cáscara verde a las nueces, avellanas y otras frutas. - n. Desmoronarse las obras de tierra o de otra construcción deleznable.

ESMORRILLADO. n. Desportillado.

ESMOSCARSE. n. Desaparecer sin ser visto, ausentarse maliciosamente.

ESMUIRSE. d. Deslizarse, escurrirse, zafarse.

ESPADILLA. n. Juego de naipes, acaso el tresillo: entre los papeles mss. de Lezaun hay una carta escrita en verso desde la Zaida, en que se lee
Mi mayor divertimiento
es el juego de espadilla,
en el cual gano tres reales
en cuatrocientas partidas.

ESPALMAR. n. Quitar el polvo a la ropa frotándola con las manos: así las leyes palatinas de Jaime II de Mallorca, en las cuales también se halla spalmator según Ducange. (La ropa se frota o golpea con las palmas de las manos)

ESPANADO. n. miserable, piojoso, perdido, hombre que no tiene sobre qué caerse muerto: es voz local.

ESPARTAR. n. Cubrir o aforrar con esparto las vasijas de vidrio: se usa también en el adjetivo o participio pasivo.

ESPARVEL. n. Gavilán. (Esparvé; esparver)

ESPATARRARSE. n. Despatarrarse: del mismo modo pierden en Aragón la d los demás derivados. - n.
"Si hay un Barranchán
que al mundo espatarra"
dice en sentido metafórico uno de los varios copleros que se desataron cruelmente contra la Sociedad económica Aragonesa en 1785. (Espatarrá, espatarrás, despatarrás, escamarrás.)

ESPEDERA. n. Espetera.

ESPEDO. a. Asador. (Espeto)

ESPENJADOR. n. Pértiga o vara que tiene dientes de hierro a la punta y sirve para colgar y descolgar cualquier objeto. (Penjadó y despenjadó)

ESPERREQUE. d. Niño u hombre mal sano o regañón. - d. Cosa despreciable.

ESPICHAR. d. Morir. (Espicharla)

ESPINAI. d. Espinaca. (Espinac, espinacs)

ESPINALBO. n. Cierto árbol infructífero. (San Miquel de Espinalbá a Valderrobres. Espino albar, majuelo, arto, Crataegus monogyna)

ESPONJADO. p. Azucarado, panal, azucarillo.

ESPORTILLARSE. n. Desportillarse.

ESPORTÓN. d. Serón.

ESPUENDA. p. Margen de río o campo: usase también en Navarra.

ESPUNTAR. n. Ponerse en movimiento los machos cabríos o guiones de un rebaño.

ESQUEJE. n. Se dice metafórica e irónicamente del niño mal educado. (En un árbol, una ramita para injertar o plantar. Esqueix; rechito).

ESQUILA. c. Cencerro. (Esquella, esquelles, esquellot).

ESQUILADA. a. Cencerrada. (Esquellada).

ESQUILO. d. Cencerro. - n. Esquileo.

ESQUIROL. a. Ardilla. (Squirrel en inglés. Eichhörnchen en alemán. Esquiruelo)

ESTABULADO. n. Se dice del ganado metido en el establo.

ESTABULAR. n. Meter el ganado en el establo.

ESTADAL. p. Librito de cerilla.

ESTAJADIZO. n. División que se hace en los grandes corrales para colocar las reses con la separación conveniente.

ESTALONAR. n. Quitar el talón a la media u otro calzado: se dice del zapato que va destalonado cuanto se le dobla el talón para llevarlo debajo del pie.

ESTALVIAR. n. Perdonar, voz aragonesa anticuada según al Índice de Blancas. (estalviar, estalviá, estauviá, aforrá. Caixa d’estalvis. Ahorrar).

ESTAMENTO. a. Cada estado o brazo de los cuatro que concurrían a las Cortes de Aragón.

ESTANCA. n. Gran porción de agua estancada: es muy famosa en Aragón la de Alcañiz, célebre por sus buenas anguilas.

ESTANCOS. n. Terrenos acotados y vedados, ya de particulares ya de propios: dehesas en que los ganados pueden entrar ciertos meses del año.

ESTATUECER n. Estatuir. Se ve que se usaba ese verbo, por las muchas veces en que se encuentra la tercera persona del indicativo, estatuece.

ESTATUTARIOS. n. Procesos.

ESTEMA. n. Pena de mutilación o perdimiento de miembro.

ESTEMAR. n: Imponer la anterior pena, que tal vez se extendería a marcar con hierro ardiente. (1)
(1) Estas dos palabras se hallan repetidas veces, con toda la posible claridad caligráfica. en el libro de los Privilegios de la Unión, que en la Introducción hemos extractado. La lectura indudable de ellas y aun la desinencia o construcción de la voz estema nos han convencido de que ni son las mismas palabras ni deben representar la misma idea que las de extenuación y extenuar que se definen más adelante y que por otra parte se hallan en varias Alegaciones del Reino y otros tratados jurídicos. En cuanto al significado. nos ha parecido que, nombrándose siempre esa pena después de la de muerte, y conformando tanto ambos vocablos con los latinos de stigma y stigmare que denotan la marca con hierro, no era fuera de camino atribuir a estema y estemar la equivalencia que les hemos señalado. - Escrita esta nota hemos visto con placer que Ducange en su GLOSSARIUM incluye estema y extema, añadiendo membri, ut videtur, abscissio, mutilatio. interpretación del todo conforme con la nuestra, y acerca de la cual viene hasta cierto punto en comprobación el artículo Membrum del REPERTORIO de Miguel del Molino impreso en Zaragoza 1585.

ESTEPILLA. n. Planta: llámase también estrepilla.

ESTERNO. n. Véase cisterno.

ESTERZA. n. Cada uno de los trozos o suertes en que se dividen para su arriendo o aprovechamiento algunos montes.

ESTORNIJA. a. Tala, juego de muchachos.

ESTRAL. n. Destral. (Hacha). - El diccionarista Rosal trae la palabra destraleja o achuela, (hachuela), que ya el vulgo (dice) llama estraleja.

ESTRAPALUCIO. n. Baraúnda, ruido, desorden. (Estrapalussi)

ESTRÉBEDES. d. Trébedes. (trípode, 3 pedem, tres potes, tres peus)

ESTRÉBEDES. d. Trébedes. (trípode, 3 pedem, tres potes, tres peus)


ESTREMEZO. a. Estremecimiento.

ESTRENAS. c. Augetas en sentido de gratificación.

ESTREÑIR. d. Entornar o medio cerrar una puerta. - Nunca hemos oído esta acepción.

ESTREUDES. d. Trévedes. (Trébedes)

ESTREYTO. n. Obligado, según Blancas. (Estret, strenyer)

ESTRIBERA. n. Se dice medias de estribera por las que van sujetas al pie con una trabilla o como estribo a manera de los botines: equivale a la palabra peal.

ESTRICALLAR. d. Hacer pedazos.

ESTRIPACUENTOS. n. El que suele interrumpir inoportunamente al que lleva la palabra.

ESTROPICIO. n. Desperfecto, desorden.

ESVARARSE. n. Resbalarse. La Academia admite desvarar usado en ese sentido: Peralta dice esbarar.

ESVARIZAR. n. Resbalar: se usa principalmente como recíproco. (esvarizarse)

ESVARIZÓN. n. Resbalón. (Rellissada)

ESVIRAR. d. Bruñir.

EXARlCO. n. Colono: se emplea esta voz en los cuerpos de derecho aragonés y se halla también en Blancas.

EXCIBIR. n. Eximir.

EXCREX. a. Aumento o firma de dote que consiste en la cesión que hace el marido de una parte de sus propios bienes para asegurar el dote de su mujer. Asso escribe excriex: el plural es excrez. (creix : aumente)

EXCUSADO. n. Retrete, secreta. (Escusado)

EXCUSÓN, n. tiene el mismo significado que forrón, y es también voz local que se usa principalmente por la gente rústica en algunos pueblos del alto Aragón, en donde el lenguaje aragonés difiere del castellano mucho más que el que comúnmente se habla en Aragón y se define en este diccionario.

EXHIBITA. a. Exhibición.

EXIGIDERO. a. Exigible.

EXPORGA. n. Expurgo.

EXPORGAR. n. Expurgar. - n. Soltar los árboles y las vides parte de su fruto naciente. (Esporgá es tallá rames, chupóns o pullissos; esporgo, esporgues, esporgue, esporguem o esporgam, esporguéu o esporgáu, esporguen)

EXTENUACIÓN. n. Pena de muerte por hambre, sed y frío, que los Sres. feudales de potestad absoluta podían imponer a sus vasallos de signo servicio.

EXTENUAR. n. Imponer la pena de muerte por hambre, sed y frío.

EXTRACTA. a. Traslado fiel de cualquiera escritura o instrumento público.

EXTRAER. a. Sacar traslado de alguna escritura.

miércoles, 6 de enero de 2021

Lo Camí, VIII.

VIII.

Segóns Roc, lo Moñigo, la Pesteta menuda ere una de les dones del poble que teníe lo ventre sec. Aixó, encara que de difíssil comprobassió, no suposabe res de particulá perque les Pestetes, mes o menos, u teníen tot sec.

La Pesteta menuda va torná al poble en lo tranvía interprovinsial als tres mesos y cuatre díes, exactamen, de la seua fuga. La tornada, com antes la fugida, va constituí un acontessimén a tota la vall, encara que, tamé, com tots los acontessiméns, va passá y se va olvidá y va sé sustituit per un atre acontessimén al que tamé li va passá lo mateix, y se va olvidá. De esta manera anabe elaboránse, poc a poc, la elemental historia de la vall. La Pesteta menuda va torná sola, y a don Dimas, lo del bang, no se li va torná a vore lo pel, a pesá de que don José, lo mossen, prejusgabe que no ere mal mosso. Bo o roín, don Dimas se va esfumá al aire, com se disolvíe, sense dixá rastre, lo eco de les montañes. Va sé Cuco, lo factó, lo que primé va portá la notíssia al poble. Después de la "radio" de don Ramón, lo apotecari, Cuco, lo factó, ere la compañía mes codissiada del puesto. Les seues notíssies eren sempre fresques y curioses, encara que no sempre edificáns. Cuco, lo factó, teníe una personalidat de bon añ, en espenta, expansiva y físicamen optimista. Daniel, lo Mussol, lo admirabe; admirabe lo seu carácter, los seus coneiximéns y la simplissidat en la que manejabe y controlabe la eixida, entrada y sirculassió dels trens per la vall. Tot aixó implicabe una capassidat; la ductilidat y lo talento de organissasió de un factó no se improvisen.
Irene, la Pesteta menuda, al apeás del tren, portáe llágrimes als ulls y pareixíe mes magra y consumida que cuan va marchá, tres mesos abáns. Pareixié que caminare portán una cárrega invissible damún que la obligabe a belcás per la sintura. Eren, sense duda, los remordiméns. Vestíe com solen vestí les dones viudes, mol viudes, tota de dol y en una mantelleta negra y atapida que li escamotejabe la cara. Habíe plogut durán lo día y la Pesteta, al pujá la costa, camí del poble, no se preocupabe de bordejá los charcos, li pareixíe trobá un raro consol a la inmersió repetida de los seus pevets als clots y al fang de la carretera. Lola, la Pesteta gran, se va quedá parada al vore a san germana, indessisa, a la porta de la tenda. Se va passá la ma repetidamen per los ulls com volén esbarrá una aparissió roína.

- Sí, soc yo, Lola - va murmurá la menuda -. No te extraños. Encara que pecadora y tot, hay tornat. ¿Me perdones?

- ¡Per los siglos dels siglos! Vine aquí. Passa - va di la Pesteta gran.

Van desapareixe les dos germanes a la trastenda. Allí se van mirá la una al atra en silensio. La Pesteta menuda se manteníe arrupida, en lo cap cacho, humillada.
La gran aparentabe habés engordit de repén en la tornada y lo arrepentimén del atra.

- ¿Saps lo que has fet, Irene? - va sé lo primé que li va di.

- Calla, per favor - va ploriquejá la germana, y se va desplomá damún de la taula, plorán a moc estés. La Pesteta gran va respetá los plos de san germana. Los plos son nessessaris pera rentá la consiensia. Cuan la Irene se va alsá, les dos germanes se van torná a mirá als ulls. Apenes pressisaben de paraules pera enténdres. La comprensió ixíe del inexpresat:

- Irene, ¿has...?

- Hay...

- ¡Deu meu!

- Me va engañá.

- ¿Te va engañá o te vas engañá?

- Com vullgues, germana.

- ¿Ere lo teu home cuan...?

- No... Ni u es ara.

- ¡Deu meu! ¿Esperes...?

- No. Ell me va di... ell me va di...

Se li va trencá la veu en un gemec. Se va fé un atra vegada silensio. Al remat, la Pesteta gran va preguntá:

- ¿Qué te va di?

- Que era machorra.

- ¡Canalla!

- Ya u veus; no puc tindre fills.

La Pesteta gran va pedre de repén los bons modals y, en estos, los estribos.

- Ya saps lo que has fet, ¿verdat? Has tirat la honra. La teua, la meua y la de la beneída memoria dels nostres pares...

- No. Assó no, Lola, per l'amor de Deu.

- ¿Quín atra cosa, entonses?

- Les dones fees no tenim honra, desengáñat, germana.

Díe aixó en gesto ressignat, aplanida per un inexorable convensimén. Después va afegí:

- Ell u va di aixina.

- La reputassió de una dona es mes pressiosa que la vida, ¿no u sabíes?

- U sé, Lola.

- ¿Entonses?

- Faré lo que tú digues, germana.

- ¿Estás disposada?

La Pesteta menuda va acachá lo cap.

- U estic - va di.

- Vestirás de dol lo que te quede de vida y tardarás sing añs en assomát al carré.
Éixes són les meues condissións, ¿les asseptes?

- Les assepto.

- Pucha a casa, entonses.

La Pesteta gran va tancá en clau la porta de la tenda y va pujá detrás della. Ya a la seua habitassió, la Pesteta menuda se va assentá al canto del llit; la gran li va portá una grela en aigua tibia y li va rentá los peus. Durán esta operassió van está callades.
Al acabá, la Pesteta menuda va suspirá y va di:

- Ha sigut roín, ¿saps?

La Pesteta gran no va contestá. Li faie un sec respecte lo ademán de dessolasió de san germana. Esta va continuá:

- Volíe los meus dinés. Lo mol pocavergoña se creíe que teníem mols dinés; un mun de dinés.

- ¿Per qué no li vas di a tems que entre les dos sol sumáem mil duros?

- Haguere sigut la meua perdissió, germana. Me haguere abandonat y yo estaba enamorada dell.

- Callá es lo que te ha perdut, loca.

- Sels va gastá tots, ¿saps?

- ¿Qué?

- Va viure en mí mentres van durá los dinés. Se van acabá los dinés, se va acabá Dimas. Después me va dixá tirada com a una perduda. Dimas es un mal home, Lola. Es un home roín y cruel.
Les magres galtes de la Pesteta gran se van ensendre encara mes de lo que habitualmen rochecháen.

- Es un lladre. Assó es lo que es. Igualet, lo mateix quel atre Dimas - va di.

Se va quedá silensiosa al apagás lo seu arrebato. De repén los escrúpols van escomensá a socaváli la consiensia. ¿Qué es lo que habíe dit de Dimas, lo bon lladre?
¿No li agradaben al siñó esta classe de arrepentits? La Pesteta gran va sentí un viu remordimén. "De tot cor te demano perdó, Deu meu", se va di. Y se va proposá que en son demá, només eixecás, aniríe a reconsiliás en don José; ell sabríe perdonála y consolála. Aixó ere lo que nessessitabe: una mica de consol. Se va torná a passá la ma per los ulls, tratán de desfé lo malsón. Después se va soná en soroll lo llarg nas y va di:

- Está be, germana; múdat de roba. Yo torno a la tenda. Cuan acabos pots regá los geranios de la galería com fées sempre abáns de la desgrassia. Demá vorás a don José. Has de rentá lo abáns possible la teua alma en pecat.

La Pesteta menuda la va interrumpí:

- ¡Lola!

- ¿Qué?

- Me fa molta vergoña.

- ¿Es que encara ten quede?

- ¿De qué?

- De vergoña.

Irene va fé momos de dessesperasió.

- No u puc remediá, germana.

- Vergoña teníes que habén tingut antes de escapát en un home desconegut.
¡Per Deu beneít que entonses no vas fé estos remilgos!

- Es que don José, don José... es un san, Lola, comprénu. No entendríe la meua flaquesa.

- Don José comprén totes les flaqueses humanes, Irene. Deu está en ell. Ademés, una bona confessió forme tamé part de les meues condissións, ¿enténs?

Se va sentí lo tintineo de una moneda contra los vidres de la tenda.
La Pesteta gran se va impassientá:

- Venga, dessidixte, maña; criden a baix.

Irene, la Pesteta menuda, va acsedí, al remat:

- Está be, Lola; demá me confessaré. Estic dessidida.

La Pesteta gran va baixá a la tenda. Va doná mija volta a la clau y va entrá Catalina, la Lepórida o Llebre. esta, com les atres germanes, teníe lo labio de dal plegat com los conills y lo seu nasset se movíe sense pará com si ensumare, com algúns cachaps de Valchunquera. Los van ficá lo mote de Llebres. Tamé les apodaben les Caques, perque se díen Catalina, Carmen, Camila, Caridat y Cassilda y son pare habíe sigut farfallós o tartamut. (Menos mal que lo del registre no ere un fill de puta.)

Catalina se va arrimá al mostradó.

- Una pesseta de sal - va di.

Mentres la Pesteta gran la despachabe, ella va alsá la careta de cachap cap al techo y durán uns segóns van vibrá nerviosamen les aletes del seu nas.

- Lola, ¿es que tens forastés?

La Pesteta se va tancá, hermética. Les Llebres eren les telefonistes del poble y sabíen les notíssies casi tan pronte com Cuco, lo factó. Va contestá:

- No, ¿per qué?

- Pareix que se sen soroll a dal.

- Sirá lo gat.

- No, no; son potades.

- Tamé lo gat poteje.

- Enténme, son patejades de persones. No sirán lladres, ¿verdat?

La Pesteta gran va tallá:

- Ti, la sal.

La Llebre va torná a mirá cap al techo, va ensumá lo ambién en insistensia y, ya a la porta, se va girá:

- Lola, seguixco sentín potades a dal.

- Está be. Vésten en Deu.

Poques vegades la tenda de les Pestetes va está tan concurrida com aquella tarde y poques vegades tamé, de tan creixcut número de clientes, va eixí una caixa tan mesquina.

Rita, la Tonta, la dona del sabaté, va sé la segona en arribá.

- Dos reals de sal - va demaná.

- ¿No ne vas pendre ahir?

- Ne nessessito mes.

Al cap de una paussa, Rita, la Tonta, va acachá la veu:

- Tens llum a dal. Estará voltán lo contadó.

- ¿Me u has de pagá tú?

- Ni mu penso.

- Entonses díxal que volto.

Van arribá después la Basi, la criada del boticari; Uca, la del Chano; María, la Chata, que tamé teníe lo ventre sec; Sara, la Moñiga; les atres cuatre Llebres; Juana, l´ama de don Antonino, lo marqués; Rufina, la de Pancho, que desde que se va casá tampoc creíe en Deu ni en los sans, y datres vin dones mes.
Menos les cuatre Llebres, totes anaben a comprá sal y totes sentíen potades a dal o se enarbolaben, al vore llum per les finestres, per la carrera del contadó (casi com al Tour o la volta a España).

A les deu, cuan ya lo poble se rendíe al silensio, se va sentí la veu potenta, una mica engorgossada y arrastrada de Paco, lo ferré. Anabe este fen esses per lo carré y dabán dels balcóns de les Pestetes se va aturá. Portabe una botella a la ma dreta y en la zurda se rascabe sense pará lo clatell. Les frasses que cridáe hagueren resultat incoheréns si tot lo poble no haguere estat al cap del carré.

- ¡Viva la germana pródiga! ¡Viva la dona de les cuixes esmirriades y lo pit de taula!...-
va fé un cómic gesto de sorpresa, se va rascá un atra vegada lo clatell, va rotá, va torná a mirá als balcóns y va rematá: - ¿Quí te va robá lo cor? ¡Dimas, lo bon lladre!

Y sen enríe ell sol, embutín les poderoses barres de baix al gigán pitral. Les Pestetes van apagá la llum y van observá al escandalós per una regata de la finestra.
"Este perdut teníe que sé", va rossegá la Lola, la Pesteta gran, al descubrí la brillantó que lo farolet del racó arrancabe del pel roch y risat del ferré. Cuan este va pronunsiá lo nom de Dimas, li va entrá com un ataque de ñirvis a la Pesteta menuda.
"Per favor, trau an eixe home de ahí; que sen vaigue eixe home, maña.
La seua veu me torne loca", va di. La Pesteta gran va agarrá lo cubo o la galleta o lo poval aon desaiguabe la pica, va entreobrí la finestra y va aventá lo seu contingut cap a la cara de Paco, lo ferré, que en eixe momén escomensabe un nou vítor: - ¡Viva les...!
La remullada li va tallá la frasse. Lo borracho va mirá cap al sel en cara de idiota, va estendre les seues mans ficánse en creu y va rossegá pera nell, mentres avansabe fotén toms carretera abán: - Hala, Paco, cap a casa. Ya está diluvián un atra vegada.

martes, 29 de diciembre de 2020

JORNADA OCTAVA. NOVELA NOVENA.

JORNADA OCTAVA. NOVELA NOVENA.

Bruno y Buffalmacco fan aná al mestre Simón, meche, de nit a sert puesto (per a entrá a una compañía de corsaris); Buffalmacco lo avíe a una sanja de gorrinada y lo abandone allí.

Después de que los siñores un rato hagueret parlat de la comunidat de dones establecida per los dos sienesos, la reina, que faltabe per novelá (si no volíe tráureli lo don a Dioneo), va escomensá:
Mol mereixcudamen, amoroses siñores, se va guañá Spinefloccio la burla que li va sé feta per Zeppa; per lo que no crec que agramen tingue que sé emprés. Spinefloccio se u va mereixe, y yo vull parlátos de un que u va aná buscán, creén que los que lay van fotre no van sé dignes de reproche sino de alabanses. Y aquell al que lay van fotre va sé un meche que de Bolonia va torná a Florencia tot tapat de pells de armiño, de la familia de les musteles.

Tal com tots los díes veém, los nostres consiudadáns tornen aquí de Bolonia sén juche, meche, notari, en les robes llargues y amples y en les escarlates y los armiños y en atres moltes apariénsies de grandesa. Entre estos, un tal mestre Simón de la Villa, mes ric en bens paterns que en siénsia, no fa mol tems, vestit de escarlata y en una gran beca, doctó en medissina com ell mateix se titulabe, aquí va torná, y se va apossentá al carré que natros diem avui Vía del Cocomero. Este mestre Simón, ressienmen arribat, com se ha dit, entre les seues costums notables teníe la costum de preguntáli a consevol que en ell estiguere quí ere algú que haguere vist passá pel carré; y com si de los actes de los hómens se haguere de escriure la medissina que teníe que doná als seues passiéns, en tots sen fixabe y sen enrecordabe de tot. Se va interessá per dos pintós dels que ya se ha parlat avui dos vegades, Bruno y Buffalmacco, que sempre anaben juns y eren los seus veíns. Y pareixénli que estos dos menos preocupassións que dingú al món teníen y vivíen mol alegremen, cóm vivíen y quína ere la seua condissió va preguntá a moltes persones; y sentínlos a tots que aquells eren dos hómens pobres y pintós, se li va fotre al cap que no podíe sé que tan despreocupats vigueren en la seua pobresa, y va pensá (perque habíe sentit que eren dos hómens espabilats) que de algún atre puesto no conegut per los demés obteníen grandíssims benefissis, y per naixó va voldre tindre amistat en los dos, o per lo menos en un, y va fé amistat en Bruno. Y Bruno, sabén per les poques vegades que en ell habíe estat que este dotó ere un animal, va escomensá a divertís en ell contánli histories; y al meche li va aná agradán tot alló. Y habénlo una vegada invitat a minjá en ell y per naixó creén que podíe parlá en ell en confiansa, li va di que se maravillabe dell y de Buffalmacco, que, sén hómens pobres, tan alegremen vivíen, y li va rogá que li enseñare cóm su féen. Bruno, sentín al meche y pareixénli una de les seues tontes preguntes, va escomensá a riure y va pensá en contestáli segóns corresponíe a la seua borregués, y va di:

- Mestre, no lay diría a moltes persones lo que fem, pero no men guardaré de dílay a vosté, perque sou amic y perque sé que no lay charraréu a dingú. Es verdat que lo meu compañ y yo vivim tan alegremen y tan be com tos pareix, y mol mes; y no es per lo nostre ofissi ni de cap atre fruit que pugam traure de les nostres possessións, de aon no podríem pagá ni l´aigua que nessessitam. No vull que penséu que robem, fem de corsaris, y de aixó tot lo que nessessitem y mos agrade, sense féli mal a un tersé, u traem tot; y de aixó ve lo alegre viure que mos veéu.
Lo meche, al sentí aixó, y sense sabé qué ere, creénsu, se va extrañá mol, y en seguida va tindre moltes ganes de sabé qué ere fé de corsaris, afirmánli que per sert may lay diríe a cap persona.

- ¡Ay! - va di Bruno -, mestre, ¿qué me demanéu? Es un secreto massa gran lo que voléu sabé, y es algo que me destruiríe y me aventaríe del món, y tamé que me ficaríe a la boca del Lucifer de San Gallo si un atra persona u sapiguere: pero es tan gran l'amor que séntigo per la vostra cualitativa melonés de Legnaia y la fe que en vos ting, que no puc negátos res del que vulgáu; y per naixó tos u diré, en la condissió de que me juréu per la creu de Montessori que may, com u habréu prometut, u diréu.

Lo mestre va afirmá que no u faríe.

- Debéu, pos, sabé - va di Bruno -, dols mestre meu, que no fa mol que van ñabé an esta siudat un gran mestre de nigromansia de nom Michele Scotto, perque ere de Escocia y que de mols gentilhomens de los que pocs están avui vius, va ressibí grandíssim honor; y volén anássen de aquí, a instansia dels seus rogs va dixá a dos dels seus millós discípuls, als que los va maná que a tots los gustos de estos gentilhomens quel habíen honrat estigueren sempre dispostos. Éstos, pos, servíen als dits gentilhomens en serts amors seus y en atres coses libremen; después, agradánlos la siudat y les costums de los hómens, se van disposá a está sempre units en gran y estreta amistat en algúns, sense mirá que foren mes o menos nobles, ni mes rics o mes pobres, sol que foren hómens conforme al seu gust. Y per a complaure an estos tals amics seus, van organisá una compañía de uns vintissing hómens, que al menos dos vegades al mes tingueren que reunís an algún puesto consertat entre ells; y están allí, cada un los diu an estos lo seu dessich y rápidamen ells lo satisfán aquella nit. Tenín Buffalmacco y yo singular amistat y confiansa en dos dells, per nells a la tal compañía vam sé incluits, y encara u som.
Y tos dic que sempre que mos ham de ajuntá, es cosa maravillosa de vore los tapissos que penjen al voltán de la sala aon minjám y les taules parades com al palau real y la cantidat de nobles y pinchos criats, tan hómens com dones, al servissi de tots los que están a la compañía, y les palanganes, les greles o griales, les copes y la demés vajilla de or y de plata aon minjám y bebem; y ademés de aixó los abundáns y variats manjars, segóns lo que cada un vol, que porten dabán de cadaú al seu tems. No podré may pintátos cuáns y quíns són los dolsos sons de los instruméns infinits y los cántics plens de armonía que se escolten allí, ni tos podré di cuánta sera se creme an estos sopás ni cuáns dolsos se consumixen y qué apressiats són los vins que allí se beuen. Y no voldría, sabrosa carbassa meua, que creguéreu que estam natros allí en este traje o en estes robes que veéu; no ña allí cap desgrassiat que no paregue un emperadó, pos aixina estem en rics vestits y hermoses coses adornats. Pero sobre tots los demés plaés que ñan allí están les dones guapes, que si un ne vol, li són portades desde consevol part del món. Podríeu vore allí a la Siñora de los barbárics, la reina de los vascos, la dona del Sultán, la emperatrís de Osbech, la charlánfora de Norrueca, la seminstante de Berlinzonia y la astuciertra de Narsia. ¿Y per qué enumeráles? Están allí totes les reines del món, hasta la chinchimurria del Preste Juan: ¡Aixina que miréu!
Y después de que han begut y han minjat dolsaines, ballat una dansa o dos, cada una en aquell que la ha fet vindre sen va cap a la alcoba; ¡y sabéu que aquelles alcobes pareixen un paraísso a la vista, de majes que són! Y fan tan bon auló com los potets de espéssies de la vostra tenda cuan manéu machacá lo comino; y tenen llits casi mes hermosos que los del dogo de Venecia, y an ells van a descansá y a lo que sigue.
¡Pos lo tejemaneje a les estriberes y les viaderes que se porten les teixidores per a fé lo drap tancat, tos dixaré que u imaginéu! Pero entre los que milló están, segóns lo meu pareixe, som Buffalmacco y yo, perque Buffalmacco la majoría de vegades fa víndre per an ell a la reina de Fransa y yo a la de Inglaterra, que són dos de les mes hermoses reines del món; y tan ham sabut fé que no miren mes que per los nostres ulls; per lo que per vos mateix debéu jusgá si es que podem y debém viure y aná mol mes conténs que los demés hómens pensán que tením l´amor de tals dos reines; sense contá que, cuan volém que mos donon mil o dos mil floríns, no los conseguim. Y aixó es lo que vulgarmen diem «aná de corsaris» perque com los corsaris los prenen les coses a tots, aixina fem natros; pero som diferéns dells perque ells may les tornen, mentres que natros les tornem en cuan les fem aná. Ara hau entés, mestre, lo que día per «aná de corsari», pero lo secreto que aixó té que quedá, podéu vóreu vos mateix, y per naixó mes no tos dic ni tos rogo.

Lo mestre, que teníe prou siénsia potsé per a medicá les pupes dels chiquets, se va creure totes les paraules de Bruno, y se va inflamá en dessich de que lo ressibigueren an esta compañía. Li va contestá a Bruno que no ere de extrañá que estigueren tan conténs y en prou faena se va aguantá de demanáli que lo faiguere entrá allí. Va escomensá a frecuentál mol y a tindrel matí y tarde minján a casa y a mostráli mol amor; y ere tan gran y tan continua esta intimidat seua que pareixíe que sense Bruno lo mestre no podíe ni sabíe viure. Bruno, pareixénli que alló li anabe be, per a no pareixe ingrato an este honor que li fée lo meche, li va pintá al minjadó seu la Cuaresma, y un Agnus Dei a la entrada de la alcoba y damún de la porta de la entrada del carré un bassí, per a que los que tingueren nessessidat del seu consell pugueren distinguíla de les atres; y a un balconet li va pintá la batalla dels ratolíns y´ls gats, que mol hermosa li pareixíe al meche; y ademés de aixó, li díe algunes vegades al mestre, cuan no habíe sopat en ell:

- Anit vach está en la compañía, y habénme cansat una mica de la reina de Inglaterra, me vach fé portá la gudmedra del Gran Khan de Altarisi.

Díe lo mestre:

- ¿Qué vol di gudmedra? No conec eixa paraula.

- Oh, mestre meu - díe Bruno -, no me extraño de aixó, que be hay sentit di que ni Hipograto ni Vanacena diuen res de aixó.

Va di lo mestre:

- Vols di Hipócrates y Avicena.

Va di Bruno:

- Per ma mare que no u sé, de los vostres nombrachos enteng tan poc com vos de los meus; pero «gudmedra» en la llengua del Gran Khan vol di «emperatrís» a la nostra.
¡Ah, qué bona femella tos pareixeríe! Podría dítos que tos faríe olvidá les medissines y les lavatives y tots los emplastes.

Y aixina diénli alguna vegada pera mes assussál, va passá que, pareixénli al siñó mestre (una nit que estabe de conversa en Bruno mentres li aguantabe la llum per a que li pintare la batalla de los ratolíns y de los gats) que be lo habíe conquistat en los seus honors, se va disposá a obríli lo seu ánim; y están sols, va di:

- Bruno, sap Deu que no ña dingú pel que faría lo que faría per tú: y si me digueres que anara caminán de aquí a Perétola, crec que hi aniría; y per naixó no vull que te maravillos de lo que familiarmen y humilmen y en confiansa te vull demaná. Com be saps, no fa mol que me vas parlá de la vostra alegre compañía, a la que me ha entrat tan gran dessich de perteneixe, que cap atra cosa hay volgut tan. Y no está fora de raó, com vorás, que hi perteneixca, perque desde ara vull que ten burlos de mí si no fach que acudixque allí la mes hermosa criatura que has vist en mol tems, que yo la vach vore lo añ passat a Cacavincigli, a la que li vull tot lo be del món; y per lo cos de Cristo que voldría donáli deu boloñesos grossos si me asseptare, y no u consén. Y per naixó tan com puc te rogo que me enseños lo que ting que fé per a pugué entrá a la compañía o germandat, y que ademés faigues y obros de manera que entra; y en verdat tindrás en mí un bon y fiel compañ. Tú aquí mateix pots vore qué pincho soc y que ting les cames ben plantades, y que ting una cara que pareix una rosa; y ademés de aixó soc dotó en medissina, que no crec que ne tingáu cap, y sé moltes bones coses y cansonetes majes, - vac a cantáten una - y de repén se va ficá a cantá. Bruno teníe moltes ganes de enríuressen, pero se va aguantá. Y acabada la cansó va di lo mestre:

- ¿Qué te pareix?

Va di Bruno:

- Per sert que en vos perdríen les cítares de saína, tan ortogóticamen recancanilléu.

Va di lo mestre:

- No tu hagueres cregut may si no me hagueres sentit.
- Es verdat. - va di Bruno.

Va di lo mestre:

- Moltes atres ne sé; pero dixem ara aixó. Aixina com me veus, mon pare va sé un home noble, encara que vixquere al campo, y tamé per part de mare hay naixcut de los de Vallecchio; y com has pogut vore, ting millós llibres y millós robes que cap meche a Florencia. A fe que ting roba que va costá, totes les cuentes damún de la taula, prop de sen lires de bagatíns, ya fa mes de deu añs. Per lo que te rogo que faigues que entra; y a fe que si u conseguixes, si te fiques dolén alguna vegada, may per la meua faena te cobraré un diné.

Bruno, sentínlo, y pareixénli, tal com atres vegades ya li habíe paregut, un babieca, va di: - Mestre, arriméu un poc mes la llum cap aquí, y no tos canséu hasta que los haiga pintat la coa an estos ratolíns, y después tos respondré.

Acabades les coes, Bruno, fen vore que mol li pesabe la petissió, va di:
- Mestre meu, grans coses són les que faríeu per mí, y yo u sé; pero esta que me demanéu, encara que per a la grandesa del vostre servell sigue minuda, per a mí es grandíssima, y no ña dingú mes al món per lo que u faría, perque tos vull com y perque les vostres paraules, que están condimentades en tan bon juissi que trauríen les sandalies als peniténs, no ya a mí lo meu propósit; y cuan mes tos trato mes sabut me pareixéu. Y tos dic ara que, si datra cosa no me faiguere vóldretos, tos voldría perque vech que estéu enamorat de una dona tan bella com me hau dit. Pero sol vull dítos: en estes coses yo no ting lo poder que penséu, y per naixó no puc fé per vos lo que se hauríe de fé; pero si me prometéu per la vostra gran y cauterisada fe guardám lo secreto, tos diré cóm hau de obrá y me pareix está segú, tenín vos tan bons llibres y les demés coses que antes me hau dit, que u conseguiréu. A lo que lo mestre va di:

- Dísme en confiansa. Vech que no me coneixes be y no saps encara cóm sé guardá un secreto. Ñabíen poques coses que micer Guasparruolo de Saliceto faiguere, cuan ere juez del podestá de Forimpópoli, que no me les comunicare, tan bon secretari me trobabe. ¿Y vols sabé si dic la verdat? Yo vach sé lo primé home a qui li va di que anabe a casás en Bergamina: ¡mira tú!
- Pos está mol be - va di Bruno - si tan sen fiabe, be puc fiám yo. Lo que teníu que fé sirá aixó: a la nostra compañía tením sempre un capitá en dos consellés, que cada sis mesos cambien, y sense falta Buffalmacco sirá capitá a les calendes, y aixina está establit; y qui es capitá mol poder té per a fé entrá o fé que entro qui ell vullgue; y per naixó me pareix a mí que vos, lo antes que pugáu, tos faigáu amic de Buffalmacco y lo honréu.
Ell es home que veéntos tan sabut se enamorará de vos incontinenti; y cuan lo haugáu ablanit, en lo vostre juissi y en estes coses bones que teníu, lay podréu demaná:
ell no podrá di que no. Yo li hay parlat ya de vos y tos voldríe mol; y cuan haigáu fet aixó, dixéume a mí en ell.
Entonses va di lo mestre: - Mol me agrade lo que dius; y si ell es home que busque la compañía de los hómens sabios, y parle en mí un poc, faré de manera que me estará sempre buscán, perque tan señ ting que podría donán a una siudat sansera y seguí sén sapientíssim.
Arreglat aixó, Bruno lay va contá, pel seu orden, tot a Buffalmacco; en lo que a Buffalmacco li pareixíen mil añs lo que faltabe per a pugué fé lo que este mestre estabe buscánse. Lo meche, que mol dessichabe fé de corsari, no va pará hasta que se va fé amic de Buffalmacco, lo que li va sé fássil, y va escomensá a oferíli los millós sopás y los millós dinás del món, y a Bruno lo mateix, y se garrapiñaben com a Siñós, catán boníssims vins y gorts capóns y atres moltes coses bones, no se li separaben; y sense esperá a que los invitare, dién sempre que en cap atre u faríen, se quedaben en ell.
Pero cuan li va pareixe oportú al mestre, com habíe fet en Bruno va requerí a Buffalmacco; en lo que éste se va mostrá mol enfadat y li va montá a Bruno un gran abalot, dién:
- Voto al alt Deu de Pasignano que me ting en poc si no ten fótego una al cap que te afona lo nas hasta los calcañás, traidó, que dingú mes que tú ha pogut manifestá estes coses al mestre. Pero lo mestre lo excusabe mol, dién y jurán que u habíe sabut per un atre costat; y después de moltes de les seues sabies paraules, lo va passificá. Buffalmacco, giránse cap al mestre, va di:
- Mestre meu, be se veu que hau estat a Bolonia y que an eixa siudat hau portat la boca tancada; y encara tos dic mes: que no hau adeprés lo abecé en una poma, com volen fé mols nessios, sino que en un meló lo vau adependre be, aixó que es tan llarg; y si no me engañ, vau sé batejat en domenge. Y encara que Bruno me habíe dit que habíeu estudiat allí medissina, me pareix a mí que lo que vau adependre va sé a domesticá als hómens, lo que milló que cap home que yo haiga vist sabéu fé en lo vostre señ y les vostres paraules.

Lo meche, tallánli la paraula a la boca, li va di a Bruno: - ¡Qué majo es parlá y tratá en los sabuts! ¿Quí hauríe tan pronte entés totes les particularidats del meu sentimén com u ha fet este home? Tú no ten vas enterá tan pronte de lo que yo valíe com u ha fet ell; pero al menos dis lo que te vach di yo cuan me vas di que Buffalmacco buscabe als hómens sabuts: ¿Te pareix que u hay conseguit?
Va di Bruno: - ¡Encara milló!

Entonses lo mestre li va di a Buffalmacco:

- Un atra cosa hagueres dit si me hagueres vist a Bolonia, aon no ñabíe ningú, ni gran ni menut, ni doctó ni escolá, que no me vulguere, tan podíen adependre en lo meu raoná y en la meua sabiduría. Y te dic mes, que may vach di cap paraula que no faiguere riure a tots, tan los agradabe; y cuan men vach aná de allí tots van plorá mol, y tots volíen que me quedara, y a tan va arribá la cosa per a que me quedara que van volé dixám a mí sol per a que llixquera, a tots los estudiáns que allí ñabíe, la medissina, pero no vach vullgué perque estaba disposat a vindre aquí a ressibí la grandíssima herénsia que aquí tenía que ha sigut sempre de los de la meua familia; y aixina u vach fé.
Li va di entonses Bruno a Buffalmacco: - ¿Qué te pareix? No tu creíes cuan te u día.
¡Per lo Evangelio, no ña an esta siudat dotó que entengue de pixera de burro com éste, y sértamen no ne trobaríes datre de aquí a París! ¡Vésten y cuídat desde avui de no fé lo que diu!

Va di lo meche:

- Bruno diu la verdat, pero aquí no soc estimat. Vatros sou mes be gen ruda, pero voldría que me veiguéreu entre los doctós com solgo está.

Entonses va di Buffalmacco:

- Verdaderamen, mestre, sabéu mol mes de lo que yo haguera cregut, y parlántos com té que parlás a sabios com u sou Vos, faramalladamen tos dic que conseguiré sense falta que sigáu de la nostra germandat.

Los honors fets per lo meche an éstos después de esta promesa se van multiplicá; per lo que ells, divertínse, li féen combregá en les tontades mes grans del món, y van prometre donáli per dona a la condesa Civillari, que ere la dona mes maja que podíe trobás de entre totes les culeres de la generassió humana. Va preguntá lo meche quí ere esta condesa; a lo que va di Buffalmacco:
- Gran cogombro meu, es una gran Siñora y pocs casos ñan al món en los que ella no tingue una gran jurisdicsió; y no dic atres, sino hasta los flares menors en redoble de tabals li rendixen tribut. Y sol dís que cuan camine pel carré be se fa sentí per mol tancada que vaigue; y no fa mol que tos va passá per dabán de la porta una nit que anabe al Arno a rentás los peus y per a pendre una mica lo aire; pero la seua mes continua habitassió es Laterina. Mols dels seus sargentos van per ahí de guardia, y tots, per a mostrá lo seu señorío, porten la vara y la bola. Per totes parts se veuen als seus baróns, com Tamañin de la Porta, don Boñiga, Manec de la Granera, Fluixdeventre y atres, los que crec que són coneguts vostres, pero ara no ton enrecordáu.
A tan gran Siñora, pos (dixán a una vora a la de Cacavincigli), si lo pensamén no mos engañe, ficarem als vostres dolsos brassos. Lo meche, que habíe naixcut y creixcut a Bolonia, no enteníe les paraules de éstos, per lo que en alló de la dona se va tindre per contén; y no mol después de estes histories li van di los pintós que habíe sigut admitit.
Y cuan a la nit siguién se teníen que reuní, lo mestre los va invitá als dos a amorsá, y cuan van acabá, los va preguntá la inissiassió que teníe que fé pera entrá an aquella compañía. A lo que Buffalmacco va di:

- Miréu, mestre, a vos tos convé trobá la manera de estátos esta nit a la hora del primé son damún de un dels sepulcres alts que fa poc tems han ficat fora de Santa María la Nova, en un dels vostres millós trajes ficat per a que comparegáu per primera vegada honorablemen dabán de la compañía; y tamé perque, per lo que se ha dit (que natros no ham estat allí) com sou noble, la condesa vol fétos caballé a la seua costa, y allí esperéu hasta que vingue a buscátos lo legat. Y per a que estigáu informat de tot vindrá a per vos una bestia negra y cornuda no mol gran, y anirá fen per la plassa, dabán de vos, grans bufits y bots per a espantátos; pero después, cuan veigue que no tos espantéu, to se arrimará desplay; y cuan estigue a la vostra vora, entonses, sense cap temó baixéu del sepulcro, y sense enrecodáton de Deu ni de los sans, pujéuli damún, y en cuan estiguéu a caball, fiquéutos les mans crusades al pit sense tocá mes a la bestia. Ella entonses se mourá y tos portará a natros; pero desde ara tos dic que si ton enrecordéu de Deu o dels sans, o si teníu temó, podrá aviátos o fótretos cops an algún puesto que be u sentiríeu;
y per naixó, si tos emprén lo cor de anay no hi aniguéu, que tos faréu mal sense fémos a natres cap favor.
Entonses va di lo meche: - No me coneixéu encara: miréu potsé que porto ficats guáns y robes llargues. Si sapiguéreu lo que hay fet yo de nit a Bolonia, cuan a vegades anaba de dones en los meus compañs tos maravillaríeu. A fe que va ñabé una nit, no volén una víndre en natros (y ere una desgrassiadeta, lo que es pijó, que no eixecabe un pam de enterra) y li vach fotre primé moltes puñades, después, eixecánla al vol crec que me la haguera emportat aixina com un tiro de ballesta y al final, vach fé que vinguere en natros. Y un atra vegada men enrecordo de que, están en mí sol un criat, un poc después del avemaría vach passá jun al sementeri de los flares menors: y aquell mateix día habíen enterrat allí a una dona y no vach tindre cap temó; aixina que no desconfiéu de mí, que soc mol valén. Y tos dic que, per a está ben honorable, me ficaré la toga escarlata en la que me vach doctorá, y voréu si la compañía sen alegre cuan me veigue y si me fan enseguida capitá. Ya voréu cóm va lo negossi cuan haiga estat yo allí si sense habém vist eixa condesa vol ya fém caballé, tan se ha enamorat de mí, ¿y es que la caballería me sentará mal?, ¿y la sabré portá tan mal, o be? Dixéume fé a mí.
Buffalmacco va di: - Mol be diéu; pero cuidéutos de no burlamos y no acudí, o que no tos trobon al puesto cuan enviem a per vos; y tos dic aixó perque fa fret y vatros los siñós dotós ton guardáu mol dell.

- ¡No vullgue Deu! - va di lo meche -. Yo no soc de eixos geleres, no me preocupe la rasca; a vegades me eixeco de nit per a fé de cos, com ña que fé a vegades, y me fico només una pellissa damún del jubón; y per naixó, en seguridat estaré allí.
Anánsen, pos, éstos, cuan se anabe fen de nit, lo mestre se va tapá en la bella toga, cuan li va pareixe oportú, sen va aná cap als dits sepulcros y va pujá damún; y ajupit damún de aquells mármols, caén la serena, va escomensá a esperá a la bestia.
Buffalmacco, que ere gran y robust de persona, habíe encarregat una de eixes máscares que solíen fés aná an algúns jocs que avui ya no se fan, y se va ficá damún una pellissa negra del revés, y se la va ficá de tal manera que pareixíe un onso, pero la máscara teníe la cara del diable y cuernos. Y aixina preparat, venín Bruno detrás per a vore cóm anabe lo assunto, sen va aná a la plassa nova de Santa María la Nova; y cuan sen va doná cuenta de que lo siñó dotó estabe allí, va escomensá a brincá y a fotre bots grandíssims per la plassa y a bufá y a quirdá y a chillá de guisa que pareixíe endemoniat. En cuan lo mestre lo va sentí y vore, tots los pels se li van ficá de punta, y va escomensá a tremolá tot ell perque ere temorica com una chiqueta, y va ñabé un momén en que haguere vullgut mes está a casa seua que allí; pero, sin embargo, ya que habíe anat allí, se va esforsá en tíndre valor, pos tan podíe lo dessich de arribá a vore les maravilles contades per aquells. Pero después de que Buffalmacco va diablejá bastán, com se ha dit, pareixén que se tranquilisabe se va arrimá al sepulcro y se va quedá quieto. Lo mestre, com encara tremolabe de po, no sabíe qué fé, si montá damún o quedás. Al final, temén que li faiguere mal si no pujabe, en la segona temó va vénse a la primera, y, baixán del sepulcro dién en veu baixa: «¡Deu me ajudo!», va muntá damún, y se va colocá prou be; y sempre tremolán va crusá los brassos en forma cortés com li habíen dit.
Entonses Buffalmacco va escomensá a adressás desplayet cap a Santa María de la Scala, y anán a cuatre potes lo va portá hasta los siñós de Rípoli. Estaben entonses per aquell barri les sanjes aon los llauradós de aquells cams féen soltá a la condesa de Civillari per a aboná los seus cams. Buffalmacco se va arrimá a la boca de una sanja y buscán lo momén oportú, ficán una ma daball de un dels peus del meche y en ella alsánlo, de una espenta lo va tirá de cap allí dins y va escomensá a gruñí mol y a saltá y a fé lo endemoniat, y per Santa María de la Scala sen va aná cap al prat de Ognisanti, aon se va trobá en Bruno que, per no pugué aguantás la rissa, se habíe escapat; y fénse festes la un al atre, se van ficá a mirá desde lluñ lo que fée lo meche rebossat.
Lo siñó meche, al sentís an aquell puesto tan abominable, se va esforsá en eixecás y va intentá eixí, y ara aquí, ara allá tornáe a caure, tot rebossat de peus a cap, dolorit y desgrassiat, habén tragat algúns grams, va pugué eixí fora, y va dixá allí la capucha; y desempastánse en les mans com milló podíe, no sabén qué fé, sen va entorná a casa y tan va cridá que lo van obrí. Y sol acabá de entrá putín a merda se va tancá la porta. Bruno y Buffalmacco estaben allí baix per a sentí cóm lo ressibíe la seua dona; y van sentí que li díe los mes grans insults que may se li han dit a un desgrassiat:
- ¡Ah, qué be te está! Ten has anat en consevol atra y volíes apareixe mol honorable en la toga escarlata. ¿Pos no ne tens prou en mí? Yo li valdría a un barri sansé, no ya a tú.
¡Ah, si com te van tirá allí aon eres digne de que te tiron, te hagueres aufegat!
¡Aquí está lo dotó honrat, té dona y va per la nit detrás de les dones de atres!

Y en estes y en atres moltes paraules, fénse lo meche rentá de dal a baix, hasta la mijanit no va callá la seua dona insultánlo. Después, al matí siguién, Bruno y Buffalmacco, habénse pintat a la pell moradures, van acudí a casa del meche y lo van trobá ya eixecat; y, entrán a vórel, van notá que encara putíe, encara no se habíe pogut airejá tota aquella corrompina. Y sentínlos víndre lo meche, va eixí a trobáls diénlos que Deu los donare bon día; a lo que Bruno y Buffalmacco, com habíen acordat, van contestá en cara enfadada:

- Aixó no tos u diem natros, sino que rogam a Deu que tos dono tan mala ventura que sigáu mort a espasa, com lo mes desleal y lo mes traidó viu, perque per culpa vostra (volén natros honrátos y donátos gust) casi mos maten com a gossos. Y per la vostra deslealtat mos han futut tans cops esta nit que en menos caminaríe un burro hasta Roma; sense contá en que ham estat en perill de sé expulsats de la compañía a la que habíem arreglat que tos ressibiguere. Y si no mos creéu, miréu les nostres carns cóm están.

Y a una llum massilenta que allí ñabíe, eixecánse les robes, li van amostrá la pell pintada y se van tapá enseguida. Lo meche volíe excusás y parlá de la seua desgrassia y de cóm y aón lo habíen aviát; a lo que Buffalmacco va di:

- Yo voldría que tos hagueren tirat al Arno desdel pon; ¿per qué vau invocá a Deu o als sans?, ¿no tos u habíem advertit?

Va di lo meche que no sen enrecordabe.

- ¡Cóm! - va di Buffalmacco -, ¿no ton enrecordéu? Be que los vau invocá, que mos va di lo nostre legat que tremolábeu com un flan y que no sabíeu aón estábeu. Pos vos be mo la hau jugat, pero may mo la jugará dingú mes; y a vos tos darem lo vostre mereixcut.

Lo meche va escomensá a demanáls per Deu que no lo difamaren, y en les millós paraules que va pugué va intentá calmáls; y per temó de que la seua vergoña descubrigueren, si hasta entonses los habíe honrat, mol mes los va honrá y regalá en convits y atres coses desde entonses. Aixina pos, com u hau sentit, se enseñe al que tan no va adependre a Bolonia.