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domingo, 12 de mayo de 2019

CRETAS, RECONQUISTADA EL DÍA DE SANTA PELAGIA

2.68. CRETAS, RECONQUISTADA EL DÍA DE SANTA PELAGIA (SIGLO XII. CRETAS)
 
Cuando Alfonso I el Batallador se decidió a sitiar el importante enclave de Fraga, en 1133, el rey estaba en condiciones de encomendar a varios de sus tenentes o seniores los castillos y villas de Nonaspe, Algás, Batea, Fayón, Horta de San Juan y tal vez Lledó, es decir, los tramos finales de los ríos Matarraña y Algás en el Bajo Aragón.

No es de extrañar, por lo tanto, que los no muy numerosos mozárabes que sobrevivían aún bajo dominio musulmán en poblaciones tan cercanas a aquéllas
—como Valderrobres, Beceite o Cretas— esperaran ansiosos su propia liberación.

Así las cosas, los pocos mozárabes que aún vivían en Cretas, Queretes, que estaban al corriente de la situación, con el cuidado que la ocasión requería para no soliviantar a los musulmanes, hacían cálculos y planes para un futuro que presumían inmediato, se quedaran o no los moros que de momento regían el
pueblo en condiciones muy precarias. Sin duda alguna, el rey les asignaría un tenente de su confianza para que garantizara la seguridad y la administración del territorio —tal vez una de las órdenes militares de Calatrava o san Juan—, pero había otras muchas cosas que dependían de sí mismos.

Sus sueños, no obstante, tuvieron que prolongarse para verse hechos realidad más de treinta años todavía, pues la inesperada derrota de Alfonso I el Batallador en Fraga, que significó un lamentable retroceso para la reconquista, fue también un duro golpe para los mozárabes de Cretas. De entre esos sueños pospuestos, uno muy importante para ellos y que les originó prolijas discusiones era la decisión acerca de la advocación a la que dedicarían el pueblo tras la reconquista. Como no llegaron a un acuerdo unánime, pues cada uno proponía un santo distinto, convinieron nombrar al santo o santa que la Iglesia celebrara el día en que tuviera lugar la esperada liberación.
 
Cuando, por fin, al mediodía de un ocho de octubre las llaves de Cretas eran entregadas al representante del rey Alfonso II de Aragón por el alcaide moro, Pelagia, la santa de Antioquía, que había muerto tal día como aquel del año 290, se convertía en su valedora ante el cielo.

[Recogida oralmente.]
 
 
CRETAS, RECONQUISTADA EL DÍA DE SANTA PELAGIA  (SIGLO XII. CRETAS)
plaza mayor, con el pelleric en el centro
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cretas (en chapurriau local Queretes​) es un municipio de la provincia de Teruel, comunidad de Aragón, España, en la comarca de Matarraña. Tiene una población de 632 habitantes (INE 2008) y tiene una extensión de 52,66 km². Se encuentra situada entre los pueblos de Valderrobres y Calaceite, cerca de los puertos de Beceite.
 
La prueba más valiosa de la presencia humana en Cretas corresponde a las pinturas rupestres descubiertas en su término municipal. En 1903, el brillante arqueólogo calaceitano Juan Cabré, descubre en el barranco del Calapatá las figuras de unos ciervos pintados, un toro, un caballo y una cabra, sobre la llamada Roca de los Moros. Dada la juventud de Cabré en aquel momento y, sobre todo, la novedad que suponía la aparición de motivos figurativos al aire libre, el hallazgo no se hizo público hasta 1907, por Santiago Vidiella a través de un breve artículo. Este descubrimiento y, muy especialmente, la publicación del calco de la otra Roca de los Moros del Cogul (Lérida) en el periódico La Veu de Catalunya atrae a Henri Breuil, uno de los más eminentes arqueólogos europeos del momento, que en colaboración con Cabré estudia las pinturas y descubre nuevas figuras más complejas y variadas en el barranco de los Gascons, el Abrigo dels Gascons, no demasiado lejos del Calapatá.
 
Estos hallazgos significarían el principio del estudio del hoy llamado Arte rupestre levantino (10.000-6.500 años antes del presente); expresión creencial de los grupos cazadores-recolectores y el más singular de los artes prehistóricos europeos. Transcurrieron varias décadas para que los investigadores se ocuparan de nuevo de estas pinturas; en las revisiones de principios de los noventa se identifica en ese friso la presencia de figuras humanas, concretamente dos arqueros característicos del Arte Levantino, que no se habían interpretado como tales en los trabajos precedentes.
 
El valor de estas expresiones creenciales-artísticas de Teruel -verdaderamente el que debe considerarse como el 1.er arte turolense- y de todo el sector de implantación del Arte Levantino, ha conseguido que desde 1998 sean declaradas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad; máxima consideración que puede concederse a una obra humana. (Fuentes: Associació Catalana d'Art Prehistòric)
 
Algo más recientes en el tiempo, existen evidencias que permiten afirmar que el pueblo de Cretas se levanta sobre un antiguo asentamiento ibero. Cerca de aquí, en el barranco del Calapatar y en sus alrededores se concentran la mayor parte de los asentamientos ibéricos del Matarraña y más concretamente entre el triángulo Cretas-Calaceite-Mazaleón: los poblados de Los Castellans en Cretas, el poblado de San Antonio de Calaceite y el poblado de San Cristóbal en Mazaleón serían los más representativos del territorio. Entre los siglos V y II a.d.c. se concentró una población tan numerosa como la que actualmente puebla estas poblaciones, la mejora de las condiciones de vida y el comercio con los griegos y fenicios favoreció el nacimiento de una cultura “los íberos” y en nuestro caso la tribu de los Ausetanos del Ebro. Los eminentes arqueólogos como Juan Cabré Aguiló y Pere Bosch i Gimpera realizaron las primeras campañas de excavaciones en estos poblados y en el territorio.
 
 
Juan Cabré Aguiló, Calaceite, arte, museo
 
  • BREUIL, Henri; CABRÉ AGUILÓ, Juan (1909). "Les peintures rupestres du bassin inferieur de l´Ebre", L´Anthropologie, XX, Paris, pp. 313-326.
  • CABRÉ AGUILÓ, Juan (1915). El Arte Rupestre en España. Madrid.
  • UTRILLA, P.; MONTES, L.; MAZO, C.; RODANES, J.M. (1988). "Algunas figuras inéditas en abrigos rupestres del Bajo Aragón", Bajo Aragón Prehistoria, VII_VIII, Caspe, pp. 211-221.
  • ALONSO TEJADA, Anna; GRIMAL, Alexandre (1994). "El Arte levantino o el trasiego cronológico de un arte prehistórico". Pyrenae, 25, Revista de la Universidad de Barcelona, pp. 51-70. ISBN 84-475-0971-0.
  • GRIMAL, Alexandre (2002). “Cuestiones en torno a la investigación del arte rupestre postpaleolítico”. Bolskan, 16, pp. 177-192. ISSN 0214-4999.
  • ALONSO TEJADA, Anna; GRIMAL NAVARRO, Alexandre (2007). L'art rupestre del Cogul. Primeres imatges humanes a Catalunya. Lérida: Pagès Editors. ISBN 978-84-9779-593-7.

 

LA RESISTENCIA DE LOS MOZÁRABES DE CALANDA


2.61. LA RESISTENCIA DE LOS MOZÁRABES DE CALANDA (SIGLO XII. CALANDA)

La rica tradición calandina recuerda con evidente orgullo el portentoso suceso llamado del Humilladero, favor que hizo Dios a los hijos cristianos de la villa, sin duda por la intercesión de su amada virgen del Pilar, para librarlos de las crueldades moras, según reza la leyenda.

La pequeña pero cohesionada comunidad de cristianos que permaneció en Calanda durante la larga dominación de los moros procuró mantener y alentar una constante resistencia activa frente a las autoridades musulmanas, de modo que no puede extrañar la actitud contraria de estos mozárabes a satisfacer el tributo personal impuesto por los gobernantes de la villa puesto que ellos se consideraban descendientes directos de los fundadores del poblado.

Llegó un momento en el que la situación había alcanzado límites alarmantes, de manera que, para acabar con aquella insistente resistencia de los cristianos calandinos, un numeroso grupo de jinetes moros se dirigió a las cercanías de la puerta llamada de Valencia, una de las entradas del barrio mozárabe, para tratar de ejecutar la condena de exterminio total de los cristianos que acababa de dictar y firmar el rey musulmán de Sarakusta, de quien dependía en última instancia la población.

Se organizó la partida de hombres moros que tenía que ejecutar la sentencia y se encaminó hacia el portal de Valencia, en cuyos muros, dentro de una pequeña hornacina, podía verse una imagen de la virgen del Pilar, a la que invocaban todos los vecinos cristianos pidiéndole amparo y protección frente a sus enemigos de religión.

Al llegar frente a la puerta, los jinetes moros —constituidos en verdugos para la ocasión— caían uno tras otro de forma estrepitosa y hasta grotesca al suelo, pues, de manera repentina e inesperada, los caballos humillaban sus patas delanteras ante la sagrada imagen, originando la forzosa descabalgadura.

Ante tan inexplicable y portentoso hecho para el cual no encontraban explicación lógica, las autoridades moras decidieron posponer la aplicación de una sentencia que nunca se llevó a efecto, pues la población sería liberada poco después. Lo cierto es que desde entonces la imagen de la puerta de Valencia fue aclamada y cantada con generales himnos y llamada, en adelante, Nuestra Señora del Humilladero.

Nuestra Señora del Humilladero, Calanda

[Vidiella, Santiago, «Calanda y Foz Calanda...», BHGBA, I-II (1-XI-1909), 24.]


Calanda es un municipio de la comarca del Bajo Aragón, provincia de Teruel, en la comunidad autónoma de Aragón, España.

En esta localidad han nacido prominentes figuras de la cultura española, como el cineasta Luis Buñuel (1900), el compositor barroco Gaspar Sanz (1640), el filósofo Manuel Mindán (1902), el cardenal y escritor Antonio María Cascajares (1834) o el ensayista y filósofo del derecho Miguel Sancho Izquierdo (1890).

Foto de José Antonio Bielsa
Foto de José Antonio Bielsa

Su nombre actual se deriva del poblado celtíbero que se asentó sobre la población con el nombre de "Kolenda".

Importante huella han dejado los distintos pueblos que habitaron las tierras de Calanda: además de los celtíberos, por aquí pasaron romanos, visigodos y árabes; el origen de la afición a tocar tambores y bombos viene de la época de las luchas con los árabes (siglo XII), ya que sirvieron para avisar de los ataques de éstos; posteriormente se utilizó como instrumento de celebraciones.

Con la invasión árabe se formó un núcleo de población alrededor de un castillo hoy desaparecido, separando la población cristiana de la mora.

La reconquista de Calanda tendría lugar en 1119 por Alfonso I El Batallador; pero la reconquista definitiva no se producirá hasta el bienio 1169-1170, bajo el reinado de Alfonso II.

Sin embargo, y pese a sus remotos orígenes, la fundación de la Calanda que llegaría a ser la actual tuvo lugar en 1360 con la concesión a la villa de su Carta de Puebla, quedando bajo el emblema de la Orden de Calatrava.

Los últimos moriscos de Calanda abandonaron ésta hacia 1610, dada la difícil convivencia entre cristianos y árabes.

El milagro de Calanda:

El 29 de marzo de 1640, cuenta la leyenda que tuvo lugar en Calanda uno de los acontecimientos más singulares en la historia de la villa: el milagro obrado por la Virgen del Pilar, entre las diez y las once de la noche, en la persona de Miguel Pellicer, quien recuperó por intervención de la Virgen la pierna que le había sido amputada dos años y cinco meses antes.

El milagro de Calanda

El 2 de abril, cinco días después del milagro, Miguel Andreu, notario de Mazaleón, levantó acta notarial de "tan impresionante hecho". 

El acta original, con todo el protocolo de 1640, se conserva en el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza.

El 25 de abril, Miguel Juan y sus padres llegaron a Zaragoza para dar gracias a la Virgen del Pilar. El Cabildo de Zaragoza remitió al Conde-Duque de Olivares la información del hecho para que, a su vez, la pusiera en conocimiento del rey Felipe IV.


Declararon en dicho proceso facultativos y sanitarios (5 personas), entre ellos el cirujano que le amputó la pierna, familiares y vecinos (5 personas), autoridades locales (4 personas), autoridades eclesiásticas (4 personas) y personajes diversos (6 personas, destacando a dos mesoneros de Samper de Calanda y de Zaragoza). La archidiócesis aragonesa reconoció el hecho como milagro el 27 de abril de 1641.

Vittorio Messori dedica el libro Il Miracolo (2008, Mondadori) al milagro de Calanda y a rebatir las criticas a su veracidad.

Títulos:

Antiquísima: Concedido desde tiempos remotos.
Muy Leal: Concedido por el rey Jaime I en el año 1239.
Fiel: Concedido por el rey Pedro IV el Ceremonioso.
Fidelísima: Concedido por el rey Felipe V en el año 1717, concediéndole también para su escudo un león y una flor de lis.

Nombres de Calanda a través de los tiempos:

Año Durante la dominación... Desde... Nombre
c. 332-409 ...romana Constantino Colenda
c. 428-572 ...visigoda hasta el reinado de Leovigildo Colenda
c. 572-711 ...visigoda (hasta la invasión de los árabes) Leovigildo Calenda

c. 967-1119 ...árabe-cristiana hasta la toma de la villa a los moros por Alfonso I Calanda


El melocotón de Calanda:


El melocotón tardío con Denominación de Origen llamado «Melocotón de Calanda» se cultiva de forma tradicional, caracterizándose por el proceso de embolsado previo a su maduración; es reconocible por su tamaño, un color amarillo uniforme y sin estrías, su exquisito aroma y un sabor dulce propio.



El aceite de oliva virgen extra de Calanda goza de la Denominación de Origen llamada "Aceite del Bajo Aragón". Este aceite de categoría superior, obtenido directamente de las aceitunas y mediante procedimientos mecánicos, es de color amarillo dorado, sabor suave y agradable y con una acidez perfecta.

Muestra gastronómica típica:

Melocotón de Calanda.
Melocotón tardío de Calanda.
Aceite de oliva virgen extra.
Aceitunas verdes y negras.
Paté de aceitunas negras.
Platos típicos: pastel de pimiento y tomate, pastel de bacalao, perola "de huerta"...
Dulces típicos: melocotón en almíbar con vino, tortas de alma, roscones de anís, mostachones, brazo de gitano, mantecados...

domingo, 14 de enero de 2018

romance en el Reino de Valencia

La pervivencia del romance en el Reino de Valencia no es, por tanto, ninguna excepción. También allí los invasores respetaron -por necesidad- la evolución del romance (al-romía) al que sin embargo infiltraron intensamente -como en el resto de la España dominada- hasta un tercio de palabras. En Valencia floreció la cultura árabe -caso del famoso poeta Al-Russafi- que, sin embargo, está influida por el romance valenciano. Las investigaciones del arqueólogo Gironés muestran la pervivencia del romance en la región que estudiamos. Se han detectado numerosas huellas del romance en la literatura árabe del Reino de Valencia.

el-valenciano-no-puede-derivar-del-catalán

En 1106, el aragonés Ibn Buklarix escribió un diccionario de plantas medicinales con doscientos nombres mozárabes, entre los que distingue los vocablos provenientes de la aljamía valenciana.

En 1180 san Bernardo de Alcira (un Almanzor) hablaba en romance valenciano al conde de Barcelona (Barcino, Barcinona, Barchinona) Ramón Berenguer IV (difícilmente, ya que Ramoncico murió en 1162, quizás con su hijo Alfonso II de Aragón). Los propios árabes diferenciaban el romance valenciano del interior (lengua valenciana churra que evolucionó luego al contacto con el castellano y se fundió con él) y el romance valenciano de la costa, del que proviene el valenciano actual."

Ricardo de la Cierva: Misterios de la historia, 1992

Ricardo de la Cierva: Misterios de la historia, 1992

Per mantas guizas m' es datz
Joys e deport e solatz;
Que per vergiers e per pratz,
E per fuelhas e per flors,
E pel temps qu' es refrescatz,
Vei alegrar chantadors:
Mas al meu chan neus ni glatz
No m' ajuda, ni estatz,
Ni res, mas dieus et amors.


E pero ges no m desplatz
Lo belh temps, ni la clardatz,
Ni 'l dous chans qu' aug pels playssatz
Dels auzelhs, ni la verdors;
Qu' aissi m suy ab joy lassatz
Ab una de las melhors,
Qu' en lieys es sens e beutatz;
Per qu' ieu li don tot quan fatz,
E joys e pretz et honors.


En trop ricas voluntatz
S' es mos cors ab joy mesclatz;
Mas no sai si s' es foudatz,
O ardimens, o paors,
O grans sens amezuratz,
O si s' es astres d' amors;
Qu' anc, de l' hora qu' ieu fuy natz,
Mais no m destreys amistatz,
Ni m senti mals ni dolors.


Tan mi destrenh sa bontatz,
Sa proeza e sa beutatz,
Qu' ieu n' am mais sofrir en patz
Penas e dans e dolors,
Que d' autra jauzens amatz:
Grans bes faitz e grans secors;
Sos homs plevitz e juratz
Serai ades, s' a lieys platz,
Denan totz autres senhors.


Quan mi membra dels comjatz
Que pres de lieys totz forsatz,
Alegres suy et iratz;
Qu' ab sospirs mesclatz de plors
Me dis: “Belhs amics, tornatz,
Per merce, vas me de cors.”
Per qu' ieu tornaray viatz
Vas lieys, quar autre baysatz
No m' es delietz ni sabors.