1591.
Ximeno, tomo 1, p. 188, y t. 2, p. 378.
Debe añadirse que en diciembre de 1587, era rector de la universidad de Valencia, según consta por la aprobación de la obra de Victigalibus de Juan Blas Navarro.
El título de la que cita Ximeno, núm. 1, es el siguiente: 1. De Aristotelis doctrina orationes philosophicae tres, trium insignium Valentinorum Petri Joannis Nunnesii, Bartholomei Jo. Paschali, Jo. Bapt. Monllorii. Francofurti (Frankfurt) apud Jo. Wecchelium et Petrum Fischerum consortes 1591. En 8.°
Los asuntos de estas oraciones son: I. De causis obscuritatis Aristoteleae eorumque remediis, pág. I.
II. De optimo genere explanandi Aristotelem, et de vi, atque usu artis dialecticae, pág. 58.
III. De utilitate analyseos seu ratiocinationis Aristotelae et philosopho veritatem potius amplectendam esse, quam personarum delectum habendum, pág. 88.
IV. Item de Entelechia apud Aristotelem disputatio accurata, p. 98. La oración de Pascual está también impresa entre: Clariorum Valentinorum Orationes selectas. Lausannae apud Franciscum Grasset 1767. En 8.°
D. PEDRO LUIS GALCERÁN DE BORJA.
1592.
Primer marqués de Navarrete; XIV y último Maestre de la orden de Montesa: fue hijo de D. Juan de Borja y Enríquez, tercer duque de Gandía (padre del Santo Francisco) y de su segunda mujer doña Francisca de Castro y Espinosa. Nació por los años de 1538: a los 17 de edad fue creado Maestre de Montesa; a los 30 casó (en virtud de una bula de Paulo III, en la que concedía el permiso a la de Calatrava, madre de la de Montesa) con doña Eleonor Manuel de Portugal, marquesa de Navarrés, y de la Real Casa de Portugal. Felipe II le nombró Virrey y Capitán General de los Reinos de Tremecén y Túnez, Orán y Mazarquivir. Vuelto a España, autorizado por bula de Sixto V, renunció el Maestrado (maestrazgo; maestrat) para que se incorporara con la Real Corona de Aragón, sin embargo quedó con esta dignidad hasta su muerte. Fue nombrado en 14 de octubre de 1590 para la encomienda de la orden de Calatrava, y poco después virrey capitán general del Principado de Cataluña, y condados de Rosellón y Cerdaña, en cuyo empleo murió a 20 marzo de 1592.
Fue varón muy afable, prudente, amante de los hombres doctos, y como a tal el mecenas de Don Jaime Falcó, como lo manifiesta este en sus poesías latinas, y lo dice Ximeno, pág. 194, hablando de Falcó. Samper (1: Samper, Montesa ilustrada, pág. III, núm. 909, pág. 553) asegura que en noticia de buenas letras, comprensión de negocios, e inteligencia en todas sus materias, nadie le llevó ventaja: fue uno de los más afamados poetas de su tiempo que celebró su siglo, y aunque no hemos podido descubrir cuales hayan sido sus escritos, sabemos mereció que Vicente Mariner le celebrase en la elegía in priscos et celebres Valentini regni Poetas, página 533, con los versos siguientes:
Primus at exsurgit divino pectore magnus
Petrus Borgiades versibus egregius.
Hic Montessiadum primam tulit undique sedem
Atque Equitum Princeps ille Magister erat
Facundo accinuit spendentia carmina gerta
Et citharam versu movit agente levem:::
Ingenio divinus erat, divinus et ore
Nil non divinum pectore saepe tulit.
Atque Eques et Miles, Princeps fuis, ipseque Vates
Dux, Martisque manus, vox que canora Chori.
Y para que no se tenga por sospechoso el testimonio de un patricio de nuestro Galcerán de Borja, copiaremos el de Miguel Cervantes Saavedra, que en su Galatea, libro sexto en el canto de Calíope, celebra los mejores poetas de España, y dice del nuestro:
Aquel, en cuyo pecho abunda y llueve
siempre una fuente, que es por él divina,
y a quien el coro de sus lumbres mueve
como a Señor con gran razón se inclina,
a quien único nombre se le debe
de la Ethiope, hasta la gente Austrina,
D. Luis Garceran es sin segundo
Maestre de Montesa, y Dion del mundo.
D. Francisco Garrido de Villena dedicó los tres libros de Mateo María Boyardo, conde de Scandiano, llamados Orlando enamorado, traducidos en castellano, al Illmo. Sr. D. Pedro Luis Galcerán de Borja, Maestre de Montesa, impresos en Alcalá en casa de Hernán Ramírez el año 1577, en 4.°
FR. LUIS MARTÍ.
1592.
Ximeno, tomo 1, pág. 190.
La obra que cita de este autor en la referida página al núm. 1, tiene este título: 1. Primera parte de la Historia del bienaventurado Padre S. Luis Bertrán, compuesta en octava rima. Valencia en casa de Martín Esparza año 1583, en 8.° Al fin de el sexto Canto, de siete que tiene, promete la segunda parte, que creo salió a luz, aunque no la he visto. Al fin del libro hay de nuestro autor siete octavas rimas, donde nombra por su serie todos los Generales que hasta su tiempo habían florecido en la orden de predicadores. Núm. 2. Del rezo propio del glorioso Padre S. Onofre hermitaño con himnos y Misa, manuscritos que cita Ximeno en el expresado núm.; hace memoria Fr. Onofre Salt en el prólogo al lector de la vida de S. Onofre, en donde dice que en su convento rezaban. Lo he visto manuscrito en 8.°
Se han de añadir: 1. Gozos y loores al glorioso S. Onofre, en los cuales se le atribuyen las siete virtudes, tres teologales, y cuatro cardinales, con algunas figuras de la Escritura Sagrada. Hállanse al fin de la vida del mismo santo, escrita por el maestro Fr. Gerónimo Taix, dominico, que estaba manuscrito en el convento de S. Onofre: y expresa el autor por estas iniciales: Fr. L. M. O. P Frater Ludovicus Mártinus o Marti (Luis Martí) ordinis Praedicatorum.
FEDERICO FURIÓ CERIOL.
1592.
Ximeno, tomo 1, pág. 189.
Natural de la ciudad de Valencia, cuyo retrato entre otros de célebres valencianos colocó D. Diego Vich en el monasterio de la Murta, y ahora, con los demás, para en la colección de pinturas de la real academia de S. Carlos.
El capitán Andrés Rey de Artieda, poeta valenciano de superior mérito, llama Cavallero doctissimo a Ceriol en un discurso de las Armas y timbres, que está entre los escritos, de los que componían en Valencia la academia de los nocturnos, cuya obra manuscrita que estaba en la biblioteca Mayansiana, juntamente con la mayor parte de dicha librería paró en S. Agustín de Valencia, la que por la invasión francesa se ha perdido casi toda.
Pablo Colomies, Italia et Hispan. Orientalis, pág. 102, trae unos versos de Ceriol en alabanza de la versión de Sebastián Castalion, los cuales se hallan en el libro del mismo Ceriol, intitulado Bononia.
Cosme de Aldana, valenciano, en sus Poesías, folio 82, le llama gentil-hombre de la casa de S. M.
De la obra del núm. 1 que nota Ximeno, Bononia, habla Freitag en su Analecta libror, rariorum, pág. 357, y dice: Frid. Furii Ceriolani Bononia, sive de libris sacris in vernaculam linguam convertendis libri II ad Franciscum Bovadillam Mendozam Cardinalem Burgensem. Basileae ex officina Jo. Oporini, 1556, en 8.° He puesto el título completo, y lugar de la impresión, por haberlo omitido Ximeno.
Continúa Freitag: “Joannis á Bononia Siculus, theologiae doctor et professor Lovaniensis, seaculo XVI à C. N. clarus, eos crimine haereseos insimulabat, qui Scripturam Sacr. in linguam vulgarem convertere audebant. Frid. igitur Furius Ceriolanus è Regno Valentiae Hispanus, Philippi II Hisp. Regis familiaris, qui diem obiit 1592 contra illum Jo. à Bononia calamum stringendum existimavit, et libro dialogi forma conscripto eam ob causam titulum praefixit.”
Baile Dictionar. tomo I, pág. 601, tomo 2, pág. 1230, y Jacob. Lelong Biblioth. Sacra, tomo 2, pág. 735, ponen el referido título de Bononiae, con la diferencia que este último autor toma el segundo apellido de Ceriol por la patria, pues dice natus Ceriola in Regno Valentiae. En lo que dice Ximeno, que después de la muerte de Ceriol mandó Felipe II hacer información sobre si había incurrido en la herejía de Lutero, véase a Moreno, vida de Factor, en 4.°, páginas 207 y 290.
Onofre Esquerdo en los Ingenios valencianos y catálogo de sus obras que se conserva manuscrito en la Mayansiana, dice así: “Federico Furió Ceriol, Gentil-hombre de la Cámara del Rey Felipe II, gran retórico, y humanista, imprimió en su primera edad un Arte rhetorica muy breve y útil para los poco versados en la lengua latina. Ocupóle el Rey Felipe II en negocios de importancia. Llegó a la Corte de Polonia, donde conocido su talento, le hizo el Rey de su Chancillería, y privado. Los falsos dogmas de Lutero pudieron perturbar su ingenio; hace dudar la malicia si se retractó del sentir. El Rey Felipe II mandó hacer un informe después de su muerte, y se halló sin mancha ninguna, sí que vivió y murió como fiel católico, y dice el proceso que murió clérigo de San Martín.”
La obra del núm. 3: El Consejo &c. Freitag, Analecta, arriba citado en el referido lugar dice: “Scripsit idem Furius alium librum, qui ab eruditis magni aestimatus fuit tit. del Consejo &c. Amberes año 1589, en 8.° (edición que omite Ximeno) quem Simon Schardius in sermonem transtulit latinum et Basileae apud Oper. in 8 edidit. Habemus allios versiones, de quibus vid. Baile lit. C. pág. 1230, not. E.”
Tomás Hide, en el catálogo de la Biblioth. Bodleyana trae algunas ediciones de este libro que no vio Ximeno.
Esta obra aunque breve manifiesta la gran doctrina y experiencia de su autor, adquirida en las Cortes extranjeras, y en el estudio de la antigüedad. El Dr. Bartolomé Felipe, en el tratado que publicó del Consejo y de los Consejeros de los Príncipes, en Coimbra año 1584, en 4.°; copia casi a la letra la mayor parte del nuestro. La lástima es que Ceriol no le hubiese concluido, pues sólo imprimió el libro I de los VIII en que había de estar dividida la materia del Consejo y Consejeros del Príncipe; y aún terminado, no hubiera sido más que el quinto y último tratado de la grande obra de la Institución del Príncipe. Así lo expresa el autor en la dedicatoria a Felipe II.
D. Gregorio Mayans, en la vida de Virgilio, impresa en Valencia el año 1778, núm. III, pág. 107, observa y convence que Fadrique, principal interlocutor y maestro en la filosofía antigua de Alonso López Pinciano, obra docta y útil, es Fadrique Furió Ceriol, a quien tantos elogios dan las demás personas del diálogo Ugo y el Pinciano.
La traducción que de esta obra hizo Simon Schardio, fue publicada con el siguiente título: De Consiliariis, eorumque qualitatibus, virtute ac electione; liber unus longe utilissimus, Friderico Furio Ceriolano auctore: ex italico in latinum conversus interprete S. S. S., esto es, Simone Schardio Saxone, Basileae per Jo. Operium anno salutis humanae MD.LXIII mense decembri, en 8.°
Tomás Tanner, en su Biblioteca Britanico Hibernica, impresa en Londres el año 1748, en folio, artículo Blundeville (Th.) dice: transtulit ex hispanico in anglicum of Counsels and counsellers, Writ. by Freder. Furió.
No sólo tradujo esta obra al italiano Alonso de Ulloa (como dice Ximeno, pág. 190) sino también Luis Dolce, la que publicó con este título: Il Consilio ó vero consiglio et y consigliari del Principe. Tradotta di lingua spagnuola nella volgare italiana per Lodovico Dolce. Venecia por Gabriel Giolito de Ferrara 1560, en 8.°
Esta obra la reimprimió en castellano Cerdá, en Madrid por Antonio de Sotos, año 1779, en 8.°
Entre los escritos de Furió puede contarse el Proyecto de paz que propuso a las provincias levantadas, del cual hace mención Jacobo Augusto de Thou en sus Anales al año 1575, diciendo que eran racionales las proposiciones, aunque el Príncipe de Orange no quiso admitirlas.
Hablan de nuestro autor D. Nicolás Antonio, en Juan Cristóbal Calvete de Estrella, Thuano Historia sui temporis, tom. 3, lib. LX, pág. 392; Mayans, Specimen, pág. 102; Palmireno, en el Estudioso cortesano, folio 123; Cerdá sobre Vosio, pág. XIX, y otros.
JAIME FERRUZ.
1594.
Habla de este autor Ximeno, tomo 1, pág. 196.
Fue catedrático de Súmulas, y el primero que las leyó por el texto de Aristóteles, nombrado el día 18 de agosto de 1541. Obtuvo después la cátedra de lengua Santa, por provisión de 27 de mayo de 1547, que regentó hasta que en 31 de mayo de 1553, lo eligieron para catedrático de Sagrada Escritura, con la asignatura del Viejo Testamento. Fue nuestro Ferruz el que en el púlpito de la catedral de Valencia publicó las actas de los Sínodos que celebró el Beato Juan de Ribera en los años 1578 y 1584, como se lee en la pág. 57 de dichos Sínodos.
Es digno de notarse lo que de este autor escribe su coetáneo Lorenzo Palmireno, en su retórica, impresa en Valencia año 1567, parte 1, pág. 58, y pág. 40 de la edición de 1564. “Annus agebatur 1541 quando Jacobus Ferruzius, relicta Lutetia Parisiorum, in Templo Maximo Valentino splendida disputatione Theologicas scholas, seu ut vulgus vocat, conclusiones defendebat. Conabantur sophistae acres et arguti hominem evertere; sed illius responsionibus elingues fiebant. Quod animadvertens Ferdinandus Calabriae Dux, qui tum aderat, oravit Ferruzium, ut relicta tantisper Theologia, Dialecticam Aristotelis interpretaretur: Cum id libenter pollicitus esset, sophistae odio Vatiniano prosequi eum coeperunt. Nobiles tamen cum omni populo ipsum studiosissime complexi sunt... Piget, pudetque referre, quanta tum omnium bonarum artium ignoratio Academiam Valent. obsessam teneret; quantis tenebris misera circumfussa acpenè dicam, sepulta esset. Huius tamen adventu, tanquam aureo sole, illustrata conspicitur, nihil ad encyclopaediae cognitionem desiderat...
Dialectica vero, si unquam alias, expurgata nitet, et ab eruditissimis in summo splendore conservatur.”
Fr. Diego Mas, en su Notae miscellaneae, que es la obra que Ximeno anota al núm. 13 de este autor, y que manuscrita se conserva en predicadores de Valencia, pág. 91, dice: “E Lutetia Valentiam rediens humaniores litteras Aristotelicam Philosophiam et Sacras Litteras tanta ingenii ubertate et felicitate plusquam per quinquaginta annos ita docuit, ut merito harum litterarum et bonarum artium reparator ab omnibus judicari debeat.”
Murió según el mismo Mas, en el lugar citado, día 20 de diciembre de 1594; esto es, en la noche del 19 al 20, según Zapata en la oración latina que dijo en sus exequias en el teatro de la universidad de Valencia en 5 de enero de 1595.
La obra que cita Ximeno, núm. 1: Oratio Assumptae Virginis, se imprimió antes que en la colección de Labbé, en Venecia con este título: Iacobi Ferrusii Valentini Doctoris theologi Oratio in festo Assumptionis Sacrae Dei genitricis Mariae, ad Patres habita in Concilio Tridentino. Venetiis ex officina Crassusiana 1551, en 4.° Se reimprimió en la obra titulada: Hispanorum orationes in Concilio Tridentino habitae. Matriti typis Franc. Xaverii García an. 1768. Sumptibus Bibliothecae Regiae en el tomo I, página 66, en 4.°
Núm. 3. Los himnos de S. Vicente Ferrer son los que compuso el reverendísimo Fr. Marcial Auribelli, como se puede ver si se cotejan, y solamente muda tal cual voz.
Tampoco fue autor de los de la Sangre, como ya lo dije hablando del V. Micó. Y aunque a lo último del núm. 3 cita Ximeno al canónigo Ortí, Memorias históricas, pág. 232, este no afirma que los versos de S. Vicente mártir sean de Ferruz, pues no son suyos, sino de Prudencio, como consta de sus obras, página 59, y del Martirologio Romano día 22 de enero, y en la biblioteca de los antiguos Padres, tomo 5, pág. 1018, col. 2: de todo lo cual ya se desdice Ximeno al tomo 2, página 359.
Nota del censor.
Téngase presente lo que ya advirtió Ximeno en el artículo de este célebre valenciano, que asistió al Santo Concilio de Trento, no en calidad de teólogo del obispo Segoviense, según lo escribió el cardenal Palavicino en su historia de aquel Concilio, libro XII, cap. X, núm. 24; sino del obispo de Segorbe. Advertencia que se hace aquí nuevamente, por ver que en las ediciones que se han hecho de la referida historia posteriores a Ximeno, no se ha enmendado este disimulable descuido de tan sabio cardenal, como se observa en la que tengo a mano, impresa en Ausburg (Augsburg) en 1775.
FRANCISCO AGUILAR.
1594.
Médico valenciano: ignoro su patria: tal vez sería pariente del célebre Gaspar Aguilar, del que habla Ximeno, tomo 1, pág. 255, col. 1. Escribió: 1. Pro Valentina Medicorum Schola adversus Bernardum Caxanes Barcinonensem Medicum. De febrium putridarum curatione Liber. Auctore Francisco Aguilar Medico Valentino. Valentiae Aedetanorum apud Philippum Mey an. 1594, en 8.°
JUAN BLAS NAVARRO.
1594.
Ximeno, tomo 1, pág. 197.
Nació en la ciudad de Valencia el año 1526, y habiéndose graduado en esta universidad, fue provisto en 31 de mayo de 1551, en la cátedra del maestro de las sentencias, que regentó hasta el año 1560; y después con provisión de 18 mayo de 1564, se le dio la de Durando, que obtuvo lo restante de su vida.
Murió este escritor a 25 de junio de 1595, como escribe el maestro Mas en sus notas misceláneas, pág. 22, a los 69 años de su edad.
En la librería del Temple o de Montesa, se conservaba un manuscrito en 4.° Dictata in 3 lib. Sententiarum: que alguno de sus discípulos intituló así: Resolutissimi, ac proinde doctissime Valentinensis Doctoris Blassii Navarro Valentini dictata absolutissima, omnium quae hactenus scripta sunt facile clarissima in tertium Lib. Sententiar. quae in Capitulo Sedis Valentiae inchoata sunt 13. Cal. Nov. 1561. Al fin se lee: Ultimam manum imposuit huic libro egregius Dr. Blasius Navarro anno 1562, die autem 16 mensis maii in vespere Pentecostes, Valentiae ad Dei laudem.
Baltasar Zapata, en la oración in Funere Jacobi Ferrusii, elogiando a los pavordres de Valencia, lo hace de Juan Blas Navarro con estas palabras: “Blasius tandem Navarro qui et ingenii acumine, et docendi perscuitate omnes, quos ulla unquam tulit aetas, longe superavit intervallo.”
FRANCISCO LEUGIM.
1596.
Valenciano al servicio del Rey, en que siendo sargento publicó: 1. Breve recopilación de los tratados de D. Sancho de Londoño, y de otros autores graves, acerca de lo que se usa agora en el arte militar. Dirigido al capitán D. Jaime Lloris de Liori. Valencia por Pedro Patricio año 1596, en 8.°; consta de 132 páginas.
Nicolás Antonio habla de las obras de Londoño, mas no de su recopilador, como ni tampoco Ximeno.
V. FR. JUAN OLIVER.
1597.
Religioso Francisco observante, natural de Valencia, en cuya provincia profesó: fue varón apostólico, de quien trata largamente la historia de Filipinas, a donde pasó en el año 1581. Tuvo varios empleos en esta provincia, siendo su principal ocupación la conversión de las almas, reduciendo innumerables al conocimiento del verdadero Dios. Su paciencia fue singular, sufriendo malísimos tratamientos por reprender los vicios; penitente en sumo grado, extremado en la caridad corporal y espiritual con los prójimos. Estando en la ciudad de Manila, su empleo fue (después de cumplir con las obligaciones del coro y demás actos de comunidad a que nunca faltaba) consolar a los afligidos y moribundos. Conservó toda su vida la flor de su virginidad, su mortificación se extendió no sólo a usar de continuo áspero cilicio, si que a más, a andar siempre a pie, y descalzo por montes y sierras en caminos largos y fragosos, pasando malos días y peores noches: su ordinaria comida eran yerbas y frutas silvestres: edificó muchas iglesias, y formó varios pueblos, ocupándose en catequizar, y en este continuo ejercicio le sobrevino la muerte en Camarines el año 1597. En los ratos que le permitían sus tareas, escribió varios libros que son los siguientes: 1. Arte y vocabulario en el idioma de aquella provincia (tagalo), y perfeccionó los tratados que había compuesto el V. Fr. Juan de Plasencia.
2. Escribió en el idioma Fagalog, y en el de Camarines que llaman Bicol, doce tratados muy útiles, no sólo para los indios, sí que también para los ministros, y son:
1. De los beneficios divinos.
2. De las miserias de la vida humana.
3. Sobre las ocho bienaventuranzas.
4. De las postrimerías.
5. Sobre los siete pecados mortales.
6. Sobre la limosna.
7. De la penitencia.
8. Del santísimo sacramento, y sobre la disposición para recibirle.
9. De la fe.
10. De la caridad.
11. De la consideración y meditación.
12. Del rosario y misterios de nuestra señora.
3. También compuso cuatro catecismos, a saber:
1. Declaración de la doctrina cristiana.
2. Para catequizar a los infieles.
3. De las buenas costumbres del cristiano.
4. Para saber confesar.
Sobre la frecuencia de este Santo Sacramento compuso también un confesonario admirable, en que resuelve varios y difíciles casos usuales en los indios.
Tradujo varios tratados de asuntos de devoción, que permanecen con aceptación y provecho de todos.
JUAN TIMONEDA.
1597.
Ximeno, tomo 1, pág. 72.
No tiene razón este bibliógrafo para dudar que Timoneda fuese librero; pues él mismo lo dice en el frontis de su obra el Deleitoso, donde se lee: Véndese en casa de Juan Timoneda, también en el prólogo de las comedias de Alonso de Vega, y confirmándolo la obra que añadimos a las que omitió Ximeno, y es la del núm. 6, en cuyo frontispicio se lee: Véndese en casa de Juan Timoneda librero á los manyanes, donde además de su profesión, señala la calle en que vivía, lo que hubiera quitado toda duda a Ximeno.
En el núm. 1 cita este la obra intitulada: Silva de varias canciones, impresa en Sevilla por Alonso de la Barrera año 1511. Parece que, o está errada la fecha de la impresión, o no puede ser del Timoneda valenciano, ni que el año 1597 imprimiera aún el Quaderno espiritual, citado al núm. 13 por Ximeno, por haber transcurrido 86 años desde aquella época a esta; y así creemos sería distinto Timoneda.
Hubo un Juan Bautista Timoneda que al parecer sería hijo de Juan, el que era impresor y librero en los principios del siglo XVII, que vivía junto a la Merced año 1599. Y en 1612 imprimió el Anónimo, de que hace memoria Ximeno en dicho año, tomo 2, página 353, col. 1. Las obras que cita Ximeno números 2 y 3, esto es: Tres comedias en prosa, la del Coloquio pastoril, debiendo decir Coloquios pastoriles, no son de Timoneda, sino del célebre representante Lope de Rueda.
Núm. 4. El buen aviso y porta cuentos, &c. Se reimprimió en Valencia por Juan Navarro a 5 de mayo año 1569, en 8.°
Núm. 5. El sobre mesa y alivio de caminantes, &c. Habla de esta obra Patón, Elocuencia Española, folio 126.
Núm. 8. Memoria poética, &c. Equivoca Ximeno el año de la impresión, porque pone 1669, debiendo ser 1569, en 8.°
Núm. 9. El Deleitoso. Habla de este libro Huarte, Examen de Ingenios, cap. 7, folio 34; Cervantes, Viaje del Parnaso, cap. 7, pág. 73.
Núm 11. El patrañero. Se reimprimió con este título: El discreto tertuliante, primera parte de las patrañas. Madrid por Manuel Marín año 1759, en 8.° La edición de Alcalá fue hecha por Sebastián Martínez año 1576, en 8.°
Añádanse a sus obras: Núm. 1. Obra llamada María. Valencia por Juan Navarro año 1568, en 8.°
Núm. 2. Historia del enamorado moro Abindarraes, compuesta por Juan Timoneda. Impresa en Valladolid en la imprenta de Alonso del Riego, impresor de la inquisición, en 4.°, sin año. En seguida van otros romances, el uno del Rei Chico de Granada, y el otro de Fileno.
Déjase por supuesto que es en verso, y se estimó a Timoneda por excelente poeta, según la corona de laurel que ciñe sus sienes en su retrato que está cuadriplicado en su libro el Sobre Mesa, impreso en 1569, y alrededor tiene la inscripción Ioanes Timoneda Valentinus; y también en la obra Sarao de amor, de que hablaremos.
Núm. 3. Canción dedicada a los moros de Sierra nevada, hecha por Juan Timoneda.
La hizo imprimir Pere Borbón y Miquel Martínez, libreros de su Excelencia. Valencia año 1569, en 4.° Juntamente va una carta enviada de Granada al Excmo. Sr. D. Alonso Pimentel y de Herrera, conde de Benavente, capitán general de Valencia, en la cual le avisan de la victoria que ha habido el marqués de los Vélez contra los moros de Granada.
Núm. 4. Sarao de amor de Juan de Timoneda (carece de portada el que vendí a D. Juan Antonio Mayans), al fin se lee: “Fue impresa esta primera parte llamada Sarao de amor, en la insigne ciudad de Valencia en casa Juan Navarro año 1561, en 8.° Son todo poesías; en él se encuentra un romance metafórico, que es digno que copiemos aquí por hacer en él mención de muchos poetas valencianos.
ROMANCE.
Ya cavalga Dios cupido,
a Venus besar la mano,
acompañándole siguen
Héctor y Paris troyano,
esse Ovidio y Juvenal
y Virgilio Mantuano,
Julio César y Pompeyo
y Marco Aurelio Romano
Juan de Mena Cordovés
el Encina cortesano
el Bartolomé de Torres
Garci Sánchez el galano;
y Boscán, y Garcilaso,
Montemaior Lusitano,
y Burguillos, Castillejo,
y Sandoval el Murciano.
Todos cavalgan en mula
Cupido en cavallo ufano:
todos van de amor heridos,
Cupido desnudo y sano:
todos de lauro coronas
Cupido de oro greciano
todos espadas ceñidas
Cupido el arco en la mano:
con una aljaba y saetas
aceradas de Vulcano.
Allá guía su camino
a ese Reyno Valenciano
porque allí reside amor
allí vive más tirano,
allí Venus tiene cortes
en hivierno y en verano.
A recibirle han salido
en un fresco y verde llano
D. Gaspar de Romaní,
D. Manuel Ferrando humano:
D. Alonso Rebolledo,
mancebo en saber muy cano:
esse D. Luis Milán
a la música cercano,
Marco Antonio y Pellicer,
Samper discreto y anciano,
Gil Polo, Espinosa, Pérez
con Arcaina ciudadano
Almodevar, Timoneda
de poesía comarcano.
En ver a Cupido aquellos
que le tuvieron por vano,
sirviéronle de bonete
y de verso castellano
y cantando esta canción,
al caminar dieron mano.
DESHECHA.
Amor sin Amor, Amor,
quien te sirve te avergüence,
y sepa el no sabidor,
quel que más huye te vence.
Núm. 5. Tercera parte en la qual se contienen las obras que leyó y compuso Juan Timoneda en loor del santísimo sacramento en el año de mil quinientos y setenta y uno y setenta y tres, por mandado del Ilustrissimo y Reverendissimo don Joan de Ribera, Patriarcha de Antiochia y Arzobispo de Valencia. Impresa con licencia. Año M.D.LXXIII. en 8.° Véndese en casa Joan Timoneda. Las hojas todas llevan el título: Tercera parte del reclamo espiritual. Está arreglado como el de D. Alonso Girón, por los días de la octava del Corpus, y el Viernes empieza: Hambrientos hijos de Adán &c. A lo último se halla: “El Jueves en loor del Sanctissimo Sacramento, Joan Timoneda con la cual ganó la joya de seis varas de tafetán carmesín.” Empieza: Pan celeste que destierra &c.
Núm. 6. Breve exposición sobre la salutación angélica que el seráfico arcángel sant Gabriel hizo a nuestra señora virgen y madre de Dios, copilada de diversos autores, por un devoto, dedicada a la muy noble y virtuosa senyora donya Anna Costa, muger del muy noble y magnífico senyor don Gaspar Ribot. Impreso en casa de Antón Sanahuja, a la puerta de los apóstoles, y véndese en casa de Juan Timoneda librero a los manyanes año 1555, en 8.° Por estar este librito encuadernado juntamente con otras obritas de nuestro Timoneda, creemos ser él su editor, a lo que induce también venderse en su casa.
Núm. 8. Espirituales y famosissimas glosas, sobre la oración dominical del Pater noster, y Ave María. Año M.D.LXXIIII. en 8.° Al dorso se halla: Epístola de Joan Timoneda al autor no conocido.
“Quien quiera que seas tú el autor de las presentes obras, suplícote que me perdones por amor de Dios de mi sobrado atrevimiento, por dos causas: la primera porque sin tu licencia las quise poner en el molde de la Emprenta: la segunda por no salir a luz como saliera de tu sapientísima y poética mano. Pero la causa principal sin las prosupuestas, que más me movió a ponellas, en efecto, fue de ver cuan estragadas iban unas tan supremas Glosas como estas: por culpa de malos versistas, y falsos escriptores. Aunque en la erudición y melifluo verso se ha tuvido pareceres, que tan excelentes obras eran del ilustre poeta Silvestre de Granada; y en gracia suya: y para que más fuesen estimadas las dichas obras, trabajé fuessen vistas y reconocidas por personas doctas de esta Ciudad: y quitadas dellas algunas sentencias mal sonantes, y puestas en su debida perfección: para que por ninguna sean reprochadas &c.”
Hasta aquí la carta.
La oración del Ave María concluye: Sancta Maria Mater Dei ora pro nobis miseris peccatoribus. Amen. Parece que esto prueba no estaba aún en uso, a lo menos universalmente, añadir: nunc et in hora mortis. Ya que en algún modo aparece no ser Timoneda el autor de esta obrita, es por lo menos el corrector y el que la dio a luz. Es en verso.
Núm. 7. Carta satisfactoria, en la cual responde la senyora recién casada, muy quejosa contra el autor, por lo que dijo del manto. Es carta do se toca por gentil estilo, y dichos notables, la poca autoridad y prudencia de los maridos indiscretos. Con licencia impresa. Autor Joan Timoneda: véndese en su casa. Sin año de impresión, en 8.°
La carta empieza: Descuidado y atrevido señor. Letra de tortis.
En el índice expurgatorio del año 1790, al folio 266, col. 1, se halla de nuestro Timoneda una obra prohibida con el siguiente título: Núm. 9. Su libro 4. Obras muy santas. La primera: Un diálogo de la Magdalena. La segunda: La Pavana de Nuestra Señora. La tercera: El Chiste de la Monja. La cuarta: Un chiste a la Assumpcion de Nuestra Señora.
Núm. 10. Cartilla de la muerte. Arte para aiudar a bien morir: en el cual se contiene lo que se le puede decir a un buen cristiano en el artículo de la muerte. Recopilada por Juan Timoneda. Valencia por Juan Navarro año 1568, en 8.°; letra de tortis sin foliación. Como que le debe mucho la poesía castellana, le menciona Velázquez, orígenes de la poesía, página 62; y en la 101 (ambas de la impresión de 1754) declara las piezas cómicas de dicho Rueda, que después de la muerte de este, publicó nuestro Timoneda, y dice así: “Sus comedias son cuatro, la Eufemia, la Armelina, la de los Engañados, y la Medora: a que se añaden diferentes coloquios pastoriles y otras piezas, que llaman pasos; y según se advierte en el título de ellos en la imprenta de Valencia año 1567, eran para poner en principios y entremedios de coloquios y comedias: de donde se conoce la antigüedad de las que ahora llaman loas, entremeses y sainetes. Habla también de Timoneda, Milán, en el Cortesano, folios 20, 29 y 192.
ILMO. SR. D. JUAN BAUTISTA PÉREZ.
1597.
Ximeno, tomo 1, pág. 200.
Para dar una noticia más extensa de este prelado, copiaremos lo que dice el P. Jaime Villanueva en el tomo tercero de su Viaje literario a las iglesias de España; porque nunca podremos hacerlo con tanta exactitud como este literato, que tuvo la ocasión de registrar en el archivo de la catedral de Segorbe las memorias y épocas de su vida, y dádonos una puntual relación de los manuscritos que dejó; el que en la página 149 dice que lo hace teniendo a la vista documentos parte buscados y parte hallados por casualidad. Tal es una nota que encontré en el archivo de esta iglesia, y es el borrador que hizo el señor Pérez para presentar al cabildo de Toledo la noticia de su patria, padres y abuelos; la cual, aunque es de mano de su amanuense Andrés de la Parra, está corregida por el mismo Pérez, cuyo es también el título que dice así:
Mis padres y aguelos que presenté en Cabildo á.... de Hebrero 1581.
“Yo el maestro Juan Bautista Pérez nací en la ciudad de Valencia, dó casaron mis padres y vivieron muchos años en la parroquia de santa Catalina mártir, saliendo de la calle de Embou, y entrando en la calle de la Lonja vieja, y en la dicha iglesia de santa Catalina fui yo bautizado, y allí están enterrados mis padres. Mi padre fue Antonio Pérez, nació en el lugar de Allepuz, que es seis leguas de la ciudad de Teruel en el reyno de Aragon: murió el año 1557.
Mis aguelos paternos se llamaron Martín Pérez y Antonia Colás, naturales del mesmo lugar de Allepuz; aunque también he oído decir que mi aguela paterna fue del lugar de Gúdar, que es una legua de Allepuz. Habien sesenta años que murieron.
Mi madre fue Catalina Rubert y de Fernós; nació en el lugar de Cabra, que es cuatro leguas de la ciudad de Tarragona en el Principado de Cataluña: fue traída a Valencia y prohijada de un tío suyo que se llamaba Jayme Fernós, por no tener hijos: murió mi madre el año 1577, y vive hoy en Valencia un hermano de mi madre que se llama Antonio Fernós, y vive al lado de la lonjeta del Amutaçaf.
Mis aguelos maternos fueron Juan Rubert y Eulalia Fernós, naturales del dicho lugar de Cabra; aunque también he oído decir que mi aguela materna nació en Sarreal (Sa Real) que es una o dos leguas de Cabra. Murieron mis aguelos maternos el año 1530.
Tuve yo en Valencia un hermano mío de padre y madre familiar del santo Oficio, que se llamó Andrés Pérez, y murió dos años ha.”
Por aquí se ve que su patria fue Valencia, y la parroquia donde se bautizó la de santa Catarina mártir, en cuyo archivo no se ha podido encontrar el mote de su bautismo por el desconcierto de los libros de aquel tiempo: y así se ignora el año de su nacimiento. Es verdad que hubo de ser antes de 1534, porque desde esta época empiezan los libros de bautismos en la referida parroquia; de que se sigue que no nació en 1537 como dice Ximeno, lo que siendo así: se hallaría por ser posterior al año referido, así como se encuentra el de una su hermana llamada Pretonilla (Petronila).
Acerca de su niñez, juventud, y los estudios en que la empleó, no he podido hallar cosa cierta. Sábese que estudió teología y derecho canónico; mas no el tiempo en que a pesar de su pobreza alcanzó el grado de doctor; porque entre los libros antiguos de esta clase, que están en el archivo de la ciudad de Valencia, faltan los que pertenecen a los años desde 1557 hasta 1560, que creo debió de ser el tiempo en que obtuvo el grado. Dígolo porque me consta que por entonces andaba ocupado en sus estudios, como parece por unos rudimentos de lengua hebrea, que conservó en un libro suyo que tengo presente, dictata, dice, á Petro Lodoico Ruviale, valentino 1555; y más adelante después de unas notas sobre los Salmos, dice de su letra: Anno 1556 has annotationes ego excipiebam cùm magister nobis praelegeret psalmos hebraicè.
Tres años después fue provisto en la dicha cátedra, como consta de los rudimentos hebreos que se hallan en el mismo libro con este epígrafe: Dictata à Johanne Baptista Perez Valentiae, die 6 Octobris 1559; y más claramente del manual de deliberaciones de esta ciudad de dicho año, núm. 83, donde entre varias provisiones de cátedras se halla el siguiente artículo: Item, en la cátedra de Ebraich á mestre Joan Baptiste Perez ab salari de 26 liures.
De su pericia en la lengua griega dio también hartas muestras en lo que dejó trabajado sobre los concilios griegos. Del estudio que hizo de la arábiga, cosa que no he visto le atribuya nadie, es buen testigo el Diccionario que se conserva escrito de su mano, de que hablaremos después.
Este conocimiento en las lenguas orientales, tan necesario a quien como él se dedique al estudio de los concilios y disciplina eclesiástica, y la pericia, que mostraba en este ramo de erudición aún antes de salir de su patria, debieron mover a algunas personas a que le costeasen los grados mayores, y al docto arzobispo D. Martín Pérez de Ayala a que le admitiese en su casa y familia. Mucho pudiera esperar de aquel prelado; mas su muerte le obligó a pasar a Madrid por si hallaría otro Ayala que le protegiese. Debió de ser esto hacia el año 1567.
Puede conjeturarse que a poco tiempo fue buscado por el obispo de Cuenca D. Gaspar de Quiroga para que le ayudase en la colección de concilios que el Papa le tenía encargada. En el parecer que dio contra las láminas de Granada, dice de sí mismo que ya vivía en Madrid el año 1572; y aunque no expresa su destino, es verosímil que se hallase en la familia de aquel prelado, y trabajando en la primera remesa de los concilios que se envió a Roma en 1575. Calculado el tiempo necesario para este trabajo, debió emprenderle dos o tres años antes, que es la época que podemos señalar para su entrada en casa del señor Quiroga. Desde entonces le nombró este prelado, mientras lo fue de Cuenca, examinador de la clerecía, o de ordenandos, y secretario de cartas latinas, y entonces (dice) me dio de salario en cada año cien ducados o mil reales castellanos. Los mismos oficios sirvió desde que hicieron arzobispo de Toledo al Sr. Quiroga en 1577, hasta que fue nombrado obispo de Segorbe, que fueron catorce años.
Con la protección del Sr. Quiroga logró también ciertos beneficios, de que él mismo da exacta noticia en una nota que aquí he visto de su letra, y dice así: “Naturaleza me dio el Rey D. Filipo nuestro Señor, para que no obstante que yo nací en Valencia pueda tener seiscientos ducados de beneficios o pensiones. Su data es en S. Lorenzo a 30 de mayo de 1575 por ante Juan Vázquez de Salazar, secretario de la Cámara de su Magestad.
Y en virtud della tenía yo un beneficio simple en la iglesia de S. Pedro de Huete, Conchen. dioc. valor de ochenta ducados, y otro simple en Portalrubio, Conchens. dioc., de doscientos y treinta ducados, y otro simple en Alcañiz (está medio borrada esta palabra; pero al parecer dice así) dioc. Hispalensis de ciento y cincuenta ducados. Son por todo cuatrocientos y sesenta ducados, poco más o menos.”
Ayudado de ellos y más del justo aprecio que merecía a los hombres doctos de la Corte, empleó estos años en ordenar las tres remesas de Concilios que envió el Sr. Quiroga al Papa Gregorio XIII, de las cuales hablaré. La última es de 26 de octubre de 1580. Poco tardó este prelado en premiar los trabajos que a él le habían proporcionado el Capelo. Porque luego hizo con su protección que se diese a tan buen servidor un canonicato en la iglesia de Toledo, de la cual era ya arzobispo, habiendo sucedido a D. Fr. Bartolomé de Carranza en 1577, como el mismo Pérez lo dice en su testamento, donde asegura que esto fue en el año 1577, en el mes de Setiembre; y en efecto, en la carta que decíamos de 1580 ya se llama dicho cardenal arzobispo de Toledo. Siendo pues esto así, y constando que el canonicato se le dio en 1581, se debe corregir lo que dicen Ximeno y Nicolás Antonio, que a Pérez se le dio el canonicato siendo aún Quiroga obispo de Cuenca. Pons siguió a estos dos escritores (tomo IV, carta VII) a pesar de haber dicho lo contrario en el tomo I, not. pág. 32.
La época de este ascenso de Pérez consta por la nota de sus padres y abuelos, que él presentó en el cabildo de dicha iglesia a... de Hebrero de 1581, como ya se vio arriba, y también por la otra sobre la facultad que para esto le dio el rey, y por los poderes que otorgó para renunciar los beneficios; donde continúa así: “Después me amplió su Magestad la naturaleza para que pudiese yo retener los dichos beneficios, y más pudiese ser proveido de un canonicato de Toledo. Su data es en Elvas de Portugal a 2 de enero, año de 1581. Y en virtud de esta naturaleza concedida fue proveído del canonicato, y el cabildo la vio y aprobó. El aviso de esta naturaleza concedida de palabra de su Magestad, me le envió el secretario Gabriel de Zayas, de Badajoz a 12 de octubre 1580, que él es el que lo trató con su Magestad.”
“Di yo poderes para renunciar mis dos beneficios simples de Portalrubio y Huete en manos del señor obispo de Cuenca a Francisco de Briones, beneficiado de S. Nicolás de Cuenca, y a Juan de Titos, secretario del dicho obispo. Pasó en Madrid el poder a 2 de Hebrero 1581 ante Gerónimo Paulo, secretario del cardenal mi señor.
Otorgué otros poderes para renunciar los dichos dos beneficios en manos del señor obispo de Cuenca al Dr. Arganda, inquisidor de Cuenca, y a Bartolomé Muñoz, canónigo de Cuenca, con revocación de los primeros de arriba. La data en Toledo a … de mayo 1581 ante Hernando de Aguilar, clérigo notario, familiar del cardenal mi señor. Otorgué otros poderes en latín para Roma a Juan Pérez Muñoz, escritor apostólico, y a Diego López de Montoya, canónigo de Ávila, para resignar los dichos beneficios de Portalrubio y Huete en manos de su Santidad, pure et simpliciter: ante Gerónimo Paulo, secretario del cardenal mi señor; el de Portalrubio a … de junio 1581, el de Huete a … de junio 1581.” Hasta aquí el señor Pérez. De donde se infiere que la provisión real del canonicato de Toledo fue en 2 de enero de 1581.
Tomó posesión de esta prebenda a 22 de abril del mismo año, como consta de los libros originales de posesiones de las prebendas de aquella santa iglesia: en ella obtuvo el cargo que sólo le duró seis meses de secretario del concilio provincial celebrado por el cardenal Quiroga, comenzándole a 8 de septiembre de 1582. Este docto varón y Benito Arias Montano fueron el alma y el ingenio de aquel Concilio, último de los toledanos, el cual publicó Aguirre, tomo 4, pág. 202, junto con las notas que trabajó Pérez en defensa del epígrafe del Concilio, con este título: Notae Joannis Bapt. Perez, Canonici Toletani et postea Episcopi Segobricensis, in quibus tuetur epigraphen hujus synodi, et adversus scrupulosos quosdam ostendit concilium provinciale appellari posse sanctum. De las cuales no hay duda que se serviría el Dr. Dionisio Pablo Llopis, cuando en 1594 defendió de la misma nota al Concilio provincial valentino de D. Martín Pérez de Ayala. Y aún Ximeno añade que Pérez se las mandó para su instrucción. No es inverosímil que sea también obra suya, como que era secretario de cartas latinas, la que escribió a Roma el cardenal Quiroga, defendiendo la memoria que se hizo en su Concilio del Embajador del Rey (Aguirre, ibid. pág. 225).
En estas y otras ocupaciones le halló la elección que de él se hizo para obispo de Segorbe. Recibió las bulas del Papa Inocencio IX a 20 de noviembre del año 1.° de su pontificado, que fue el de 1591, las cuales llegaron a sus manos a 5 de febrero del siguiente, y fue consagrado por el cardenal Quiroga en Madrid a 9 de marzo (no 21 como dijo Villagrasa); fueron asistentes los obispos de Coria y de Ávila. Constan estas fechas de la carta que he visto original dirigida al cabildo, enviándole las bulas y los poderes, fecha en Toledo a 6 de febrero de 1592, y de la que escribió al Papa Clemente VIII día 22 de marzo del mismo año, prestando la obediencia a la silla apostólica, y dándole cuenta de su consagración y juramento. Estaba ya entonces en Segorbe. Si fueron tan insignes las muestras que dio el nuevo obispo de celo y prudencia pastoral, no fueron menos esclarecidas las que continuó dando de su literatura. Mientras su sínodo, visitas y papeles sobre la masa común acreditan su ilustración en el derecho canónico; el trabajo que puso en formar el episcopologio de su iglesia, y en averiguar los beneficios de la catedral y diócesis, muestran que no se apagó su ardor en la investigación de las antigüedades eclesiásticas, continuando al mismo tiempo sus peticiones a los literatos para certificarse en puntos dudosos y oscuros. Presentósele otra ocasión en que mostró bien su pericia en la cronología, geografía e historia antigua, y cuanto importan estos y otros conocimientos auxiliares para la ciencia sublime de la religión. Los que aman sólo su corteza y pompa exterior quedan expuestos a vilipendiar sus verdaderos intereses, por el que resulta a una persona, a una familia y a toda una nación. Tal fue el empeño de cierto impostor, que en 1594 comenzó a publicar la noticia de unos fragmentos (que después llamó cronicones) como traídos de Alemania: cosa sabida de todos los eruditos. Mas no todos conocen que acaso fue el Sr. Pérez quien primero le convenció, escribiéndole sobre los dos primeros cronicones adjudicados a Dextro y Máximo. Consta esto de la carta escrita a 28 de enero 1595 al bibliotecario de la iglesia de Toledo Cristóbal de Palomares, que publicó D. Nicolás Antonio (censura &c. lib. XII, c. VII, n. 9) En ella dice así: nuestro obispo: Estos días escribí al P. Higuera, diciéndole que es fingido el crónico de Fulda: en nombre de Dextro y Máximo, cuya copia aquí tengo; y puedo probar ser fingido con cien argumentos, pero no tengo lugar para escribillos. Parece pues que por el mismo mes de enero escribió al P. Higuera el desengaño que aquí insinúa. También tengo por cierto que llegó a extender todo su parecer, como se colige de las muestras que dio de él Gaspar Escolano (lib. II, cap. 2.), burlándose incautamente de la censura de este gran hombre, lo cual no hiciera si fuera vivo. Aún se atrevió a más Diago (Annal. de Val. lib. IV, cap. VII.) buscando salida a los argumentos de Pérez. Por estos escritores, ya que no he visto el parecer que digo, constan a lo menos algunos de los argumentos a que se reducía. La copia que el señor Pérez tenía, dice Ximeno (tom. I, pág. 203), que pasó a poder de Escolano; y como esta es la que publicó D. Nicolás Antonio al fin de la Bibl. vetus, es muy verosímil que sean de nuestro obispo muchas de las notas marginales que allí se hallan. Me confirmo en esto por no haber hallado entre sus manuscritos cosa que pertenezca a esta materia. Ya desde el año 1588 se habían ido descubriendo en Granada varias reliquias, libros y planchas de plomo halladas por el mismo que las enterró. Las noticias gloriosas que contenían, llamaron la atención de los españoles. Pero fueron muy pocos los que olieron la impostura, y conocieron la analogía que tenían en los supuestos libros de Fulda. Verdad es que a veces no vale para este discernimiento la pericia y la doctrina por grande que sea, si no va acompañada de cierto tacto fino y severidad en juzgar. Así se vio en este negocio: los más eruditos creyeron, defendieron y canonizaron por divino el hallazgo, hasta que la Sede Apostólica dijo lo contrario en 1682. Nuestro obispo, aunque ausente, a la primera relación que le enviaron de las alhajas descubiertas, ya vio la impericia del impostor, que no supo disfrazarse cuanto era necesario para vender sus fraudes impunemente. Y así como había sido el primero en impugnar los falsos cronicones de Dextro y Máximo, lo fue también en oponerse a estotras imposturas. Nicolás Antonio le atribuye esta gloria (1: Véase a Nicolás Ant. Bibl. Nova, y Censura de historias fabulosas, lib. XII, cap. VII); aunque esta precedencia no puede medirse por un cálculo matemático. Lo que yo sé es que treinta y cinco días después que Arias Montano envió desde Sevilla su breve parecer al arzobispo de Granada, sin atreverse a dejar su retiro, contestó nuestro Pérez a un amigo suyo, que le había dado la primera noticia del descubrimiento. De esta contestación se conserva copia entre los manuscritos del Sr. Bayer, y dice así: “Recibí la carta de usted con la relación de las planchas, que se han hallado en Granada, y me pide usted que diga mi parecer para enviarle al Sr. Arzobispo de Granada. Yo comencé a escribirle, y lo tengo todo por ficción por muchos argumentos que puedo hacer contra ello. Pero no me parece que han pedido pareceres, como era razón, en cosa tan grave antes de determinarse; porque me escriben que ya van en procesiones todos al monte, como cosa cierta. Y ansí no hay para que enviar mi parecer al Arzobispo; porque no volverá atrás si lo ha puesto tan adelante. Usted lo encomiende a Dios, que es bien menester. Mi parecer ya no servirá ahora sino de rifas; y mucho me espanto que vm. siendo tan plático en libros viejos, no conozca que aquellos caracteres es cifra nueva. Demás que es todo repugnante a las historias que tenemos de aquellos santos. No deje vm. de escribirme si hubiere más relación de estas cosas de Granada. Nuestro Señor guarde a vm. De Segorve 8 de junio de 1595.”
Por esta carta se sabe que comenzó a escribir su parecer, aunque resuelto a no enviarle al Arzobispo de Granada; resolución que no sabemos si llevó adelante. Como quiera, por el epígrafe de este papel del Señor Pérez consta que le concluyó en el mismo año 1595, aunque no se imprimió. De varias copias de él hace mención Ximeno, pág. 202.
A pesar de la ojeriza con que miró el señor Pérez estas y otras fábulas, trató sin embargo con envidiable distinción al padre de algunas de ellas, regalándole un libro preciosísimo, cuyo paradero no he podido averiguar. Copiaré aquí las palabras de su testamento: “Item, un otro libro que hay de tres dedos de gordo de la vida de los Arzobispos de Toledo en borrador; este ruega su Señoría que se envíe a Toledo, y se dé al P. Hierónimo de la Higuera, de la Compañía de Jesús, porque escribe de esta materia, y le aprovechará mucho.” Aquí se ve que sólo el amor de la verdad y del bien público hacía hablar y obrar a este docto varón. El escrito del P. Higuera, a que se refiere aquí el señor Pérez, sería su Historia eclesiástica de Toledo manuscrito, o su Diptycon Toletanum. Del año 1596 queda la colección que trabajó sobre los beneficios de su catedral y diócesis. En el siguiente enfermó, y para su alivio pasó a Valencia, y se hospedó en la alquería o casa propia de Antonio Pau Font, ciudadano, sita en la partida llamada de Arrancapinos. Mas agravándose la enfermedad, ordenó allí mismo su testamento ante Juan Hierónimo de la Cambra, día 6 de diciembre de 1597, cuya copia existe original en el archivo de la iglesia de Segorbe, con el extracto de las memorias, mandas y legados que firmó este mismo día y el siguiente.
Estos documentos atestiguan algunas épocas de su vida, y mucho más su celo, piedad e ilustración. Su muerte ponen Mayans y Ximeno a 8 de noviembre; Nicolás Antonio y Ortí a 8 de mayo; equivocáronse todos, debiendo decir 8 de diciembre de 1597, como consta de la publicación de su testamento hecha en Segorbe el día 10 de diciembre, donde se dice que había muerto dos días antes. En la edad andan todavía más discordes los escritores de sus memorias. Villagrasa, Ximeno, Pons y otros, comúnmente dicen que su muerte fue a los sesenta años. Mayans, en la vida de Ant. Agustín, le da sesenta y cuatro; Rodríguez, en la Bibl. valentina, y Ortí, alargan su vida hasta los setenta. Nada puede saberse con certeza, pues se ignora el año de su nacimiento; sin embargo tengo por más probable cualquiera de estas dos últimas opiniones, pues, como ya dije, conjeturo que nació antes del 1534.
Llevóse su cadáver a Segorbe, y fue enterrado en la sepultura de los obispos; lo cual tenía él mandado en su testamento, si ya (dice) al tiempo de mi muerte yo no hubiere hecho y fundado un retablo de Sancta Leocadia, de quien soy muy devoto, y al pie de dicho retablo una honesta sepultura para mi cuerpo en la capilla de Sancta Eulalia en el claustro de dicha iglesia en la paret de las espaldas de la sacristía de la capilla de Sanct Salvador. Referidas ya y fijadas las principales épocas de la vida de nuestro obispo Pérez, pasemos a tratar de su mérito literario, cuya noticia es de mucho interés. Hay ciertos sabios que sin dejar de ser útiles a la sociedad, encierran por modestia sus trabajos, creyéndolos indignos de la luz pública: dignos por lo mismo de que la posteridad recoja las reliquias que se salvaron de la injuria del tiempo, y de la avaricia, o de la envidia. Esto intentó hacer con los libros que dejó a su iglesia aquel docto obispo, honrándola con la posesión de lo que tanto amó en esta vida. Tal era su escogida y copiosa biblioteca, de la cual dice en su testamento: “Item, dejo y lego al Cabildo e Iglesia Catedral de Segorbe todos mis libros de varias y diversas facultades, ansí teologales, historiales, griegos, latinos, como de otras cualquier lenguas, y de cualquier género que sean, contenidos y especificados en el dicho inventario por mí hecho de mis bienes patrimoniales y hacienda que tenía antes de ser Obispo de Segorbe, como en el precedente Item tengo declarado; como de los demás libros que yo he comprado después de ser Obispo de Segorbe en el día de hoy haya hecho donación irrevocable, dicha entre vivos, al dicho Cabildo e Iglesia de Segorbe, con auto recebido por el notario infrascripto recebidor del presente mi testamento; la cual donación a mayor abundancia con el presente legado la ratifico y apruebo. Y ruego y encargo a los capitulares de dicha Iglesia den algunos libros de menos importancia a mis sobrinos que los pidan para estudiar, conforme al arbitrio del dicho Cabildo.”
Supo este sabio cuerpo apreciar un don de tanto precio, y destinó una de las piezas interiores de la iglesia para colocarle donde hoy se conserva, aunque mezclado con otros libros; muchos de los de Pérez están anotados de su mano.
Sin embargo, no eran todavía estos los libros de que hablaba el canónigo de Valencia D. Juan Bautista Cardona, obispo después de Elna, Vique y Tortosa, cuando aconsejaba al rey Felipe II que debían llevarse al Escorial los libros del obispo Pérez. Hablaba de sus trabajos secretos, copias de códices y documentos antiguos, ilustrados con muchas notas. Mas no verificándose esto, y quedando en libertad para disponer de ellos el Sr. Pérez, les dio otros destinos. En su testamento refiere los volúmenes que tenía manuscritos y el destino que les dio. Hablaré sólo de los que aquí he registrado, porque no todos se conservan, aunque son muchos más que los que cita Ximeno, que sólo cuenta tres tomos en folio existentes en su tiempo en este archivo. Hay pues las obras siguientes: 1. Primeramente un tomito en 8.°, como de unas doscientas fojas, que contiene varias apuntaciones sobre la lengua hebrea, es a saber: Dictata à Petro Lodoico Ruviale, valentino; al principio dice: die 25 Octobris 1555. Es un tratadito de rudimentos de gramática hebrea, escrito de mano del señor Pérez, cuando aprendía esta lengua. Al fin dice: 28 Februarii 1556. Sigue: Ante psalterium hebraicum prolegomena; son siete hojas: obra también del mismo maestro, pues al fin se lee: Finis dictatorum Petri Lodoici Ruvialis. Después de algunas apuntaciones sueltas, sigue otro tratado con este título: Rudimenta linguae hebreae dictata à Johanne Baptista Perez Valentiae die 6 Octobris 1559. No sé si bastará este manuscrito de letra de Pérez, para que se dé por cierto haber enseñado la lengua hebrea en la universidad de Valencia. En seguida hay otro opúsculo intitulado: Varietas vulgatae versionis ab hebraicâ veritate in psalmos. Por estas muestras consta que se dedicó en Valencia al estudio de la lengua hebrea, y más claramente por una nota que hay hacia el fin del libro al principio de una versión incompleta de los salmos, que llega hasta el 25. Dice pues: anno 1556: has annotationes ego excipiebam, cum magister nobis praelegeret psalmos hebraicè. Nada más resulta de este tomito, que contiene los ensayos de aquel grande hombre en el estudio de las lenguas orientales.
2. Un volumen en folio, que contiene un Dictionarium arabicum. Al pie de este título dice: Omnis lingua confiteatur, quia Dominus J. C. &c. Consta de cuatrocientas fojas poco más o menos, donde están escritos de su mano varios artículos por el orden alfabético con la correspondencia latina y espacios suficientes para añadir otros. Al fin se halla también de su mano: Finis lexici arabici: Jesu Christo gratias. Siguen luego veinte y tres hojas, en las cuales escribió las dicciones arábigas correspondientes a los artículos que están en lo alto de las planas; y son los siguientes: Grammaticae vocabula: Rhetoricae vocabula: Dialecticae, Physicae, Mathematicarum, Astrologiae, Theologiae, Medicinae, Jus civile; monetae; pondera; mensurae &c. En la mayor parte de estos artículos hay correspondencias del árabe al hebreo y griego.
3. Otro volumen en folio, que contiene la historia del moro Rasis, la qual, dice, tiene Ambrosio de Morales en un original harto antiguo, escrito en pergamino. = Agora tiene este original Gonzalo Argote de Molina, vecino de Sevilla. Otro original hay en Santa Catalina de Toledo, donde dice que fue traducido de arábigo en portugués por Gil Pérez, clérigo de D. Peynos (o Peytros) Porcel, por mandado de Dionis, Rey de Portugal, leyéndole Mahomad en arábigo. Del libro que contiene la historia del moro Rasis hizo mención Ximeno, núm. 19; mas creyendo que no contenía otros escritos este volumen, calló los siguientes opúsculos.
Un extracto de los libros de Eterio y Beato contra Elipando, con varias apuntaciones sobre la cronología y la historia eclesiástica y civil. Sigue en el mismo volumen Chronologia bibliorum, y entre varias cedulitas sueltas un certificado original, en que reconoce haber recibido por mano de D. Juan López de Velasco un códice gótico de concilios de la librería de S. Lorenzo el Real, el qual, dice, es uno de los dos que envió de Soria D. Jorge de Veteta, y que esto fue a petición del Inquisidor general, mi señor, que tiene del necesidad para sacar ciertas diligencias, que se han de enviar a su Santidad. La fecha es de 3 de junio de 1577. Este códice de D. Jorge Veteta es el llamado soriense, como veremos hablando de los cronicones de España, del cual se sirvieron nuestro Pérez y el P. Mariana, y cuya existencia es tan dudosa en el día.
Después de otras innumerables notas misceláneas, que es imposible describir, siguen dos hojas y media de su letra, y son ilustraciones al libro de S. Isidoro de viris illustribus. Comienza así: Brevem Isidori libellum de viris illustribus brevissimis illustrabo scholiis, minores observationes in album exterius relaturus. Es papel de difícil lectura; pero no imposible al que tenga más ocio que yo, mayormente que de estas notas dice Ximeno, núm. 4, que se dieron a la estampa en la impresión real de las obras de S. Isidoro, y que no repararon en ello D. Nicolás Antonio ni Rodríguez. Por no tener aquí esta edición no me es posible hacer el cotejo que descaria; pero bien se puede asegurar que siendo este el borrador de que se sirvió privadamente, se hallarán algunas notas más que las impresas. Lo restante de este volumen son apuntaciones sueltas y de varia erudición, en que se ve que su principal estudio era la cronología.
3. Otro tomo en folio, que contiene lo siguiente: Comentario de cosas memorables que en la Europa han acaecido en tiempo del Rey Católico y del Emperador Carlos V y del Rey D. Felipe II, nuestro Señor, Reyes de España. Traducido de latín en romance por Miguel Bou de Villanova, escribano de registro de su Magestad, y en algo añadido.
Comienza del año 1452 y acaba en 1581. Siguen luego hasta el fin copias de actas, himnos, y otros documentos pertenecientes a los santos de España, entre los cuales son muy de apreciar algunas cartas inéditas, así de Pérez, como de otros a quienes consultaba sobre algunos santos en particular.
5. Otro volumen en folio, que contiene igualmente actas y documentos de los santos de España. En el testamento parece dar a entender que tenía más volúmenes de actas de SS.; aquí sólo se hallan estos dos.
6. Un volumen en folio, que contiene la colección de concilios, en que entendió de orden del cardenal D. Gaspar de Quiroga para enviar a Roma. Es el borrador original de todo su trabajo sobre esta materia. De él dice en el testamento: Item, otro libro de concilios góticos manda su Señoría quede para la librería de la Seo de Segorve; en el cual libro hay correcciones de concilios. El cardenal Aguirre publicó una prefacion de este docto varón, y sus cronologías conciliorum et gothorum, junto con la carta del cardenal Quiroga a Gregorio XIII; pero es de saber que todo esto pertenece a la segunda remesa que este prelado envió a Roma, la cual se halla aquí distinguida de la primera y tercera; a estas también acompañaban otras prefaciones de Pérez y cartas de Quiroga, piezas inéditas. Digamos de cada cosa en particular.
I. El Sr. Pérez puso en la primera remesa esta nota: “Este título fue en el primer libro a Roma: Concilia Hispaniensia impressa collata cum vetustis codicibus MSS; et praeterea haec addita, nondum impressa, ex eisdem codicibus. = Liber qui inscribitur: Excerpta canonum, incerto auctore. = Emeritense concilium. = Toletana concilia quinque posteriora, nempe XIII, XIV, XV, XVI, XVII. = Leonis II Papae Rom. epistolae IV ad Hispanos. = Fragmenta inserta quibusdam concilius.” Sigue luego la carta del cardenal Quiroga a Gregorio XIII, que empieza: Cùm multa quotidie beneficia &c., y la prefacion de Pérez: Reverendissimus Dominus meus Gaspar Quiroga &c., piezas inéditas.
II. En la segunda remesa dice: “Este título fue en el segundo libro que se envió a Roma: XX concilia Hispaniensia ex vetustis codicibus descripta, nondum typis mandata. = Toletan. sub Gundemaro Rege 610. = Caesaraugust. III 691. = Caesaraugust. II 592. = Toletan. anno XII, Reccaredi 597. = Barcinon. I, circa 540. Barcinon. II 599. = Oscense 598. = Egarense 614. = Narbonense 589.
Haec quidem sub gotthis habita; sequentia vero posceptam liberari ex sarracenorum jugo Hispaniam. = Legionense 1012. = Coiancense 1050. = Compostellana decreta 1114. = Palentinum 1129. = Vallesoletanum 1322. = Pennifidelense 1302. = Complutense apud Alcalam 1325. = Complutense 1326. = Toletan. 1326.
Et praeterea concilia Cartaginiensia Africana cum vetusto codice collata. = Et chronologia gothorum Hispaniae Regum, et veterum conciliorum, quae sunt in Hispaniâ habita, usque ad sarracenorum ingressum.” Estas cronologías están publicadas por Aguirre: obra utilísima, como se deja bien entender, por la exactitud con que se ejecutó. Sigue la carta de Quiroga: Grata S. V. fuisse ea concilia &c., y la prefacion de Pérez: Quod superiore anno feci in iis conciliis &c. ambas publicadas por Aguirre.
III. En la remesa tercera dice: “Este título se puso al tercer libro de los concilios para su Santidad: Concilia graeca, affricana, et gallicana collata cum quatuor coddicibus gotthicis MSS; quorum hic est cathalogus.” Numerados estos dice: in fine hujus libri chronologia horum conciliorum, graecorum, affricanorum, et gallicanorum, no publicada que yo sepa. Sigue tras esto la carta de Quiroga: Cùm ad Gratiani editionem, quam V. S. emendatissimam &c., y la prefacion de Pérez: Cùm jussu illustrissimi Cardinalis Toletani patroni mei &c., también inéditas (1: Estas dos cartas y prefaciones se hallarán en el referido tomo de Villanueva, pág. 297 y 298).
Si son apreciables los breves apuntamientos de Pérez, deben serlo mucho más estos documentos. Gran bien sería para el público que se le diese una edición de este volumen tal cual se halla, con las innumerables notas marginales que hay de mano de este sabio español, a quien podemos llamar el restaurador de los concilios de España.
7. Un volumen en folio de más de trescientas fojas, que contiene copias de documentos pertenecientes a la iglesia de Toledo y otras de España. Como sería muy prolijo referirlos todos, apuntaré ligeramente los principales.
Alphonsi VI privilegium de immunitate monasterii S. Facundi: Hic narratur (dice Pérez) electio Bernardi in Abbatem, et susceptio officii romani in Hispania, octavo idus Maji, era 1118 (ann. 1080). Por este privilegio se ve que el oficio mozárabe se había quitado en Castilla antes que fuese ganada Toledo, era 1123; pues en la 1118 dice que estaba quitado. Conviene esto con lo que dice Pelagio Ovetense que lo quitó Ricardo cardenal, legado de Gregorio VII, en un concilio de Burgos, era 1119.
Sacó Pérez esta copia del mismo monasterio con el favor de Fr. Juan Benito Guardiola, archivero.
S. Hugonis Abb. Cluniacensis ad Bernardum electum Archiep. Toletanum, tunc Abbatem S. Facundi, epistola, qua permittit ut acceptet archiepiscopatum.
Varias cartas de Reyes, tocantes a la dotación, primacía y otros privilegios de la iglesia de Toledo, con la constitución de D. Cenebruno de numero quadragenario canonicorum. Erectio Ecclesiae Conchensis. Privilegio de D. Alonso VIII al monasterio de S. Martín de Madrid, era 1159. Bulas de Papas desde el año 1088 hasta 1251, sacadas de dos libros de la Santa Iglesia de Toledo, donde estásn juntas muchas bulas de la Primacía. Tras este título dice Pérez de su mano: “Quatro libros hay en la Santa Iglesia de Toledo, donde están trasladadas las bulas de la Primacía. El uno está en la librería , y le hizo escrevir el Arzobispo D. Rodrigo Ximenez: llega hasta Honorio III el año 1217. El otro libro está en un cajón del Sagrario: es trasladado del otro, y tiene añadidas unas bulas de Honorio III del tiempo del Arzobispo D. Rodrigo, y una de Inocencio IV en tiempo de D. Sancho, electo año 1251; y parece se debió escribir en su tiempo. De allí hice yo trasladar estas, que allí no había más, y las puse por el orden de Papas, que allí estaban sin orden ni antigüedad; y las comprobé yo mesmo con el original. Otro tercero de la Primacía hay en el Sagrario escrito en tiempo del Arzobispo electo D. Sancho, Infante de Castilla, año 1253. Este librillo tiene las firmas de Cardenales, y algunas bulas de Gregorio IX, que no tienen los otros dos. Otro quarto librillo de la Primacía hay en el archivo, arqueta 19, en cuero colorado; parece se escribió en tiempo del Arzobispo D. Sancho; porque al cabo tiene el gasto de su camino de Roma. Parece que deste se sacó el segundo que escribimos arriba. Las bulas de la Primacía están todas en el archivo, arqueta 19, y algunas arqueta 4.”
Después de estas bulas sigue: Bullau Pont. Romanorum, quae sunt in historia compostellanâ. Relación de la vida de D. Rodrigo Ximenez, Arzobispo de Toledo, que está enterrado en el monasterio de Huerta, escrita por Fr. Luis de Estrada, Abad del mismo. Mas es descripción de su sepulcro, que vida de este prelado: está incompleta.
Bellum Navarum de Tolosa con este epígrafe: “Dominus Garsias cognomento Lasso de la Vega, (Garcilaso, Garsias : Garci Lasso) tempore quo officio legationis in romanam curiam fungebatur pro Rege et Regina Dominis nostris, adduxit sequentia Regi Alphonso praesentanda de bello Navarum de Tolosa, excerpta ex originalibus Innocentii Papae III. Et primo ponitur forma processionis, quae facta fuit ab ipso Innocentio, ut Deus praestaret Regi Alphonso victoriam in proximo conflictu cum sarracenis.” Sigue copia de la carta del Rey a dicho Papa, contando el suceso de la batalla.
Varias bulas sobre diezmos, tercias &c. de la iglesia de Toledo. = Item, sobre la destruicion de los Templarios. Todo esto con muchas notas suyas y extractos.
Constituciones del Arzobispo de Toledo D. Gonzalo, era 1333.
Erección de la Iglesia de Zaragoza en Metropolitana.
Bula de Juan XXII sobre el traer cruz por Aragón el Arzobispo de Toledo D. Juan de Aragón, dada en 1323.
8. Otro volumen en folio igual al antecedente, que es también colección de documentos, entre los cuales haré mención de los siguientes:
Relación de la fundación que hizo D. Gil de Albornoz del monasterio de S. Blas de Villaviciosa de canónigos reglares, año 1348, y hoy es de frailes gerónimos. Está escrita por algún monje de aquella casa a petición del señor Pérez, siendo todavía canónigo de Toledo, año de 1588. Se reduce a que por las quejas que dieron contra los canónigos, el fundador dio comisión al obispo de Sigüenza D. Juan Serrano para que pasase al monasterio de visitador: el cual viendo los males que allí había, tuvo por conveniente quitar los canónigos, y dar el monasterio al de S. Gerónimo de Lupiana; lo cual se verificó en 22 de marzo del año 1396.
Bula de Inocencio VI en que hace Legado al mismo D. Gil, Cardenal.
Testamento del mismo (impreso en su vida escrita por Ginés de Sepúlveda).
Carta de Clemente VII al Rey D. Juan I de Castilla, consolándole en la derrota que padeció.
Carta del mismo al Consejo de Castilla, consolándole por la muerte de dicho Rey, y animándole a la buena dirección de los negocios en la menor edad del Rey Henrique III. Carta del mismo al dicho Henrique, consolándole en la muerte de su padre.
Carta del mismo a Pedro Lope de Ayala, preceptor del niño Henrique III, exhortándole a la buena educación de él, y a mantenerle en paz con la casa de Francia, y en la devoción a la Silla Apostólica.
Carta de S. Luis, Rey de Francia, a la Iglesia de Toledo, enviándoles algunas preciosas reliquias, espina, leche de la Virgen, de la túnica purpúrea, de la toalla del lavatorio, de la sábana del sepulcro. Asegura que estas y otras recibió del tesoro del Imperio constantinopolitano.
Instrumento hecho por un Juan Gonzalo Reles de Sevilla, notario real, de la absolución dada por el Legado de Clemente VII, Domingo Obispo de Albi, al Rey D. Henrique III de las penas en que incurrió por la prisión de don Pedro Tenorio, Arzobispo de Toledo, de Pedro Obispo de Osma, y de Juan Abad de Fusellis de la Iglesia de Palencia.
Hízose esta ceremonia en la capilla de Santa Catarina en la claustra de la catedral de Burgos a 4 de julio del año 1393.
Acto capitular del Arzobispo de Toledo D. Pedro Tenorio, cuando dio sus libros a la Iglesia, hechos a 15 de Octubre de 1380. Es de notar en él que para comprar el Nicolás Lira, el Henrico Boyol, y un Diccionario dio mil florines de oro. Cuenta allí gran parte de su vida, como estuvo desterrado de España siendo arcediano de Toro &c.
Letras de D. Sancho, electo de Toledo, en que exime a los canónigos, porcioneros y capellanes hebdomadarios de su iglesia, de la obligación de pagar la luctuosa; y dice entre otras cosas: in morte ipsorum non teneantur mulas, seu equitaturas, nec cyphos argenteos nobis, nec successoribus nostris dare. Dadas en Brihuega a 23 de julio, era 1296 (año 1258). Igual gracia dice Pérez que hicieron a los beneficiados de aquella iglesia los Arzobispos D. Gil, D. Juan de Lerezuela, D. Gutierre, D. Pedro de Luna, y D. Alonso Carrillo.
Litterae Regis Angliae Ricardi II ab Bonifacium IX contra reservationes Ecclesiarum cathedralium.
Constitutio magna plura continens in favorem fidei nostrae, et in contumeliam et opprobium judaicae caecitatis. Ed de Benedicto XIII (Luna), expedido en Tortosa a II de mayo, Pontif. anno XXI (1415). En ella hace mención de las disputas que a presencia suya se tuvieron en dicha ciudad entre los doctores católicos y judíos, de los cuales dice que se convirtieron tres mil. El señor Pérez asegura aquí que S. Vicente contribuyó a esta conversión: fueron las disputas en 1413.
Algunas bulas de la Primacía de Toledo, distintas de las contenidas en el volumen antecedente.
Testamento de don Juan de Contreras, Arzobispo de Toledo, fecho en Alcalá a 16 de Setiembre de 1434.
Vida del Arzobispo de la misma Iglesia D. Pero González de Mendoza, que murió en 1495, compuesta por Francisco de Medina y Mendoza, vecino de Guadalaxara (Guadalajara). En la Biblioteca de Nicolás Antonio se hace mención de este escritor, mas no de tal obra.
Vida de D. Juan Tavera, cardenal, hasta el año 1541.
Varias bulas de Clemente VII, Paulo III, Julio III y Paulo IV sobre los estatutos de limpieza de sangre en la iglesia de Toledo, y las órdenes de Santo Domingo y S. Francisco.
Copia de los cincuenta y tres cargos que hizo el cabildo de Toledo a su Arzobispo y Cardenal Siliceo; con la respuesta de este Prelado, y otros documentos sobre esa materia.
Bulas de Paulo IV y Pío V sobre las personas que pueden entrar en el coro de aquella iglesia; y contra los que tienen sillas, estrados o almohadas.
D. Gasparis Quiroga, cononici Toletani, discessus Romam, ut esset Rotae auditor, ann. 1555, auctore Álvaro Gomezio; son 126 hexámetros. Creo que Pisa, en la historia de Toledo no le supone canónigo al tiempo de esta partida. = Paso en silencio otros muchos documentos por estar y publicados, o por no ser de tanta consideración.
9. Un volumen en folio, que es Catalogus beneficiorum omnium Ecclesiarum fundatorum in Ecclesiam Segobricensi, et ceteris Ecclesiis totius dioeces. cum eorum capellis, numero, invocationibus, fundatoribus, et fundationibus, notariis, et annis, patronis, beneficiatis, possessoribus, valoreoneribus. Collectus anno 1596 ex variis scripturis fundationum, et collationum, et libris collectorum.” Divide toda esta materia en diez clases distribuidas por las dos planas así: “Capellae, numerus, invocatio, fundator, notarius, patronus, beneficiatus, valor, onera, subsidium.” Pone la noticia correspondiente en cada clase, menos en la de subsidium por la razón que dio después del título: “Subsidii, et excusati decimarum quantitas non additur in singulis, quia angetur, et minuitur pro ratione necessitatum, et concordiae initae cum Rege; servato tamen fundamento taxae cujusque beneficii. Sed taxa ad subsidium ponitur.”
Sigue la misma obra sobre los beneficios de la Diócesi; y de la breve distribución de clases pasa a referir por menor el origen, las sucesiones y circunstancias de algunas de las capellanías. Incluye la noticia de varias genealogías, y toca por incidencia muchos hechos, que acaso no serán conocidos por otro camino.
Creo que estos son los dos libros de que dijo en su testamento: “Item, otros dos libros que hay de mucha substancia; en el uno está la relación de todos los beneficios de la Seo con las rentas dellos, y los patronatos y sucesión de beneficiados de la Seo de Segorve; y otro libro de los beneficios de la diócesi; manda su Señoría que dichos libros queden en el archivo episcopal de Segorve, aunque si Dios diere vida a su Señoría tiene intención de acaballos, y dar copia al cabildo de dicha Seo.” De otros dos sobre la misma materia habla también allí; y ruega que se cosan los cuadernos porque no se pierdan. Si esto no sucedió, yo por lo menos no he visto más que los dos ya dichos, ni Villagrasa menciona otros.
10. Consérvase también el episcopologio de esta iglesia, escrito de mano de su secretario Andrés de la Parra, y con muchas adiciones y notas de la suya. Es libro precioso, del cual me he valido para rectificar algunas equivocaciones aun del mismo Villagrasa, que casi le copio (copió).
11. Libros de las visitas que hizo en su catedral en los años 1592 y 1596.
Por último, en su biblioteca debe de haber otras obritas y apuntaciones; mas el estado de aquella pieza no permite tan exacta y detenida averiguación. Acaso alguno más afortunado que yo hallará allí, o en otra parte dos libros de declaraciones de Cardenales, los cuales como se dice en su testamento, manda su Señoría que queden para la librería de la Seo de Segorve. Lo mismo digo de los muchos borradorcillos en materias beneficiales y canónicas, cuyo escrutinio se encargó al Dr. Melchior Ocanya, arcediano de Alpuente.
En su testamento lega a su Santa Iglesia de Segorbe un tomo en 4.° grueso, en cuya portada se lee lo siguiente: Hoc volumine continetur hi auctores antiqui nondum impressi, qui ad gotthicam Hispaniae hstoriam pertinent. Transcripti, et emendati ex codicibus manuscriptis.
Como parte de estos documentos están ya publicados en la España sagrada del P. Flórez, y allí he visto el sumo aprecio que hace este escritor de algunas notas del Sr. Pérez, me ha parecido examinar detenidamente estos documentos, y hacer algunas reflexiones, sin omitir las notas que puso él mismo sobre su autenticidad.
I. Victoris Tunnensis in Africa Episcopi chronicon ecclesiasticum per Imperatores et Consules continuans chronicon Prosperi Aquitanici ab anno Christi 444 ad 567 cum annotationibus marginalibus, ut puto, Joannis Biclarensis. Sobre el original de este documento dice el Sr. Pérez: “El Victor Tunnensis trasladé de un exemplar de letra moderna, que escribió de su mano el Dr. Juan Páez, cronista del rey Filipo II de España: tiénele Zurita; creo que se trasladó por el de Osma. Después le comprobé y corregí por otro moderno que tiene Ambrosio de Morales, y fue de Florián Docampo. Después le enmendé por un gótico antiquísimo, que está juntamente con el cronicon de Eusebio en S. Lorenzo el Real, que fue de D. Jorge de Veteta, caballero de Soria. = Additae sunt hic in margine Victoris Tunniensis annotationes marginales ex codice alcobaciensi incerti auctoris, quas passim celebrat in cronico Joan. Vasaeus.” Comprende este cronicón diez y seis hojas casi todas de letra de Pérez; y no hay nada más que decir sobre él.
2. Joannis Abbatis Biclarensis, et postea Episcopi Gerundensis chronici continuatio post Victorem Tunnensem ab anno Christi 566 usque ad 590. El M. Flórez (tomo VI, pág. 365) ignora cuál pudo ser el códice antiquísimo, de donde nuestro obipo Pérez sacó la copia que dejó en Toledo, y aún parece sospechar que se valió de algún códice de aquella iglesia. De esta duda nos sacó él mismo con una noticia que dejó en este volumen, y dice así: El Joannes Biclarensis corregí por los tres libros mesmos que el Victor, que son los referidos en el número antecedente. Por donde se ve que el códice antiquísimo gótico de que se valió no fue de Toledo, sino el del caballero de Soria que existía en S. Lorenzo el Real junto con el cronicón de Eusebio; y este creo que sea el mismo que llamó Soriense el P. Mariana, como también le llama el Sr. Pérez a cada paso (véase Flórez ibid. pág. 420.) Consta de ocho hojas: el texto está conforme con el de Flórez en el apéndice IX de dicho tomo, inclusas las variantes que puso al pie señaladas con la letra T, que son las tomadas del manuscrito que dejó en Toledo el mismo Pérez. Otra prueba de que este usó del códice de Soria como Mariana, es que acaba el texto donde le deja Flórez página 388, y pone esta nota: Aquí había en el otro ejemplar ocho o diez renglones más; mas no en el gótico de Soria.
3. Sancti Isidori Archiepiscopi Hispalensis liber de gotthis, suevis, et wandalis usque ad annum 625, scilicet quintum Suinthilae. Nota del Sr. Pérez: Isidoro de gotthis &c. trasladé del mismo libro del doctor Juan Páez, y corregí por el de Ambrosio Morales, que fue de Florián Docampo, y del son las variantes cuando digo alias. Después le corregí por el gótico de D. Jorge Veteta, y del son cuando dice: V. C. idest, vetusto codice. Después le corregí por Lucas Tudensis moderno, qui ipsa verba Isidori usurpat; y así pongo L. T.” El P. Flórez (tomo 6, pág. 470) habla de la edición Matritense de las obras de este Santo de 1597, entre las cuales se publicó la presente ilustrada por el obispo Pérez. El aprecio que hacía este erudito de dicha edición le obligó a preferirla a las de Grocio y Labe. Así es que casi siempre sigue su texto, el cual he hallado conforme con esta copia. Esta se acaba de conocer en las notas sobre las eras y años imperiales, que pone al fin de este documento el padre Flórez, pues cotejándolas con este manuscrito se ve que las ilustraciones que puso Pérez al texto, son las notas marginales que de su mano dejó escritas en este códice.
Después de esta crónica siguie: Praefatio in librum D. Isidori de gotthis, wandalis, et suaevis, quae erat in alio exemplari novo cum hoc titulo (posita autem erat ante historicam wandalorum:) Isidori Hispalensis Episcopi de gotthis, wandalis, suaevis, et halanis in Hispania ad Sisenandum Regem gotthorum gloriosissimum brevis enarratio, et primo de wandalis. Praefatio. Domino et filio charissimo Sisenando Regi gotthorum &c.” No copio más, porque ya lo publicó Lucas Tudense, y aún cree el Sr. Pérez que él la forjó: así lo dice en esta nota al margen: etiam est in Luca Tudensi sub nomine Isidori; puto esse Tudensis, quia non est etiam in C. V. Soriensi gotthico. Más abajo dice: Deest etiam in codice Ovetensi Pelagii Episcopi; y luego: quam puto falso tribui Isidoro.
4. Idacii Lamicensis in Galletia Episcopi chronicon ab anno Christi 403 usque ad 568.
“El Idacio (dice Pérez) le saqué sólo por el libro del doctor Juan Páez, porque no estaba en el gótico. Ambrosio de Morales me dicen que le tiene también. Y Vaseo dice que está en el códice de Alcobaça. Est in codice oxomensi simul cum Isidori chronico, et cum illo contuli hac nota Oxom.” El P. Flórez en su tomo IV ilustró completamente los cronicones de Idacio: allí se puede ver la razón con que el señor Pérez hace a Idacio obispo de Lamego. A mí me toca advertir que este manuscrito es el cronicón breve, que publicó el citado escritor en la pág. 422, que su texto es el que ofrece allí el códice complutense, cuya nota preliminar Hucusque Severus &c. (ibid pág. 419) se halla también en el códice que vio el señor Pérez, y llama oxomense. Hay que notar además de este manuscrito, que tiene al margen los años de Cristo puestos por el mismo Pérez ; el cual lo dice al principio de su letra por estas palabras: annos marginales ego addidi. El cronicón acaba como en Flórez; pero puso Pérez de su mano las siguientes notas: “Hucusque etiam in cod. oxomensi. Sed puto addita principio Anastasii Imp. anno 491 (a saber, desde donde se dice Romanorum LI Anastasius); tum quia nuda nomina Imperatorem deinde ponuntur; tum quia Idacius, cùm dicat se conversum circiter ann. 416, non potuit vivere ad 568, idest, finem Justiniani. = Sigebertus in chronico ait Idacium Lemicae Hispaniarum urbis Episcopum produxisse chronicon suum usque ad annum Christi 490. = Puto ergo usque ad finem Zenonis, et quia forte Idacius annos Zenonis non adscripsit, dici hic non inveniri annos Zenonis; cùm tamen Evagrius, et alii scribant regnasse Zenonem annos 17. = Item quia Isidorus de viris illustribus ait Idacium Galleciae Episcopum mortuum sub Leone Imperatore, et perduxisse suum chronicon usque ad annum octavum Leonis.” Hasta aquí Pérez, cuyo acierto en estas conjeturas conocerá el que haya leído a Nicolás Antonio y al P. Flórez; así que Idacio, muerto hacia los años 469, no pudo escribir lo que refiere del Emperador Anastasio, y aún se pudiera decir lo mismo de Zenón. Las palabras impertinentes Alipius Fagastensis &c. que Flórez, pág. 429, nota en el cod. complut. no se hallan en este manuscrito.
5. De regibus wandalorum fragmentum incerti auctoris ad finem chronici D. Isidori in cod. oxomensi. De esta adición a la obra de S. Isidoro, de que hablé, núm. 3, no hace mención el P. Flórez que yo sepa, ni aquí hallo dónde certificarme de si se ha publicado. Por ello he querido copiarla siendo como es tan breve (1: véase el apéndice núm. XXII, pág. 306 del referido tomo 3.).
6. S. Isidori Archiepiscopi Hispalens. de viris illustribus ab anno 250 ad 610 additis tredecim viris, qui in aliis deerant, cum additione S. Braulionis Episcopi Caesaraug. de vita S. Isidori.
S. Ildephonsi Archiep. Toletani de viris illustribus; cum additionibus S. Juliani, et Felicis, Archiepiscoporum Toletanorum de vita S. Ildephonsi et S. Juliani. Los originales de estas copias se saben por las notas siguientes: “El Isidoro de viris illustribus cum Ildephonso &c. del libro del doctor Juan Páez, y le corregí por el de Ambrosio Morales alias; y algunos lugares V. C. por el libro gótico de concilios de S. Millán de la Cogolla, do no está entero. = Está también gótico en la librería de Alcalá el Ildefonso de viris illustribus, y le corregí por él con esta señal C: fáltale el principio. = Et contuli cum oxomensi libro membraneo, sed ibi secundo loco post Osium est Sixtus Episcopus Rom., qui deest in caeteris codicibus. = En otro ejemplar de 4.° en el Escorial, y fue de D. Pedro Ponce de León comienza por Sixtus, y hay diez y seis varones ilustres, que faltan al principio en todos los ejemplares. Haud dubie sunt Isidori; descripsi et contuli cum illo hac nota P. P.”
No da aquí noticia del códice manuscrito de Montsanto de Galisteo, del cual dijo Nicolás Antonio (Bibliotec. vet. l. V, cap. 4, n. 112) que es a quien debe S. Isidoro el poderse llamar autor de la adición de los trece varones ilustres, como notó Pérez en las notas a esta obra. Por las de este manuscrito se ve el esmero que puso en la copia que poseía de tan apreciable documento. La abundancia y preciosidad de ellas, diferentes de las que se publicaron en la edición de Madrid, de que habla Flórez (tomo V, página 436), y la diversidad en el texto del que publicó allí mismo este escritor, me obligarían a copiarlo todo, si no fuera obra tan prolija, que precisamente debía ocuparme algunas semanas. Basta haber dado esta noticia para que los eruditos se aprovechen de ella, cuando lo pidiese la ocasión.
7. S. Isidori Hispalens. obitus scriptus á Redempto. Flórez publicó este opúsculo, tomo IX, pág. 366. El manuscrito de Pérez está conforme con las variantes que allí se citan de la edición real de Madrid.
8. Vita septem primorum Hispaniae Episcoporum Torquati &c. qui ab Apostolis sunt missi, ex vetustissimo complutensis bibliothecae codice litteris gotthicis scripto. Según indica el P. Flórez (tomo III, pág. 25) ya no existe este códice complutense. Del mismo publicó una copia Tamayo (Martirolog. tomo III, die 15 Maii), la cual asegura que sacó de su mano el señor Loaysa. Así que, existía sin duda ese original; y la copia de Pérez me parece más correcta que la de Tamayo, y en algunos lugares preferible a la que publica Flórez del Leccionario complutense; (ibid.) aunque en otros está muy equivocada. Por lo menos el manuscrito que tengo a la vista copiado de mano de Pérez, presenta la lectura del códice complutense en toda su pureza, y los defectos que hay son del que lo escribió, algunos de los cuales enmendó Pérez al margen, como van puestos en el puntualísimo traslado que copia en la página 308 de dicho tomo.
9. De Osio Cordubensi, et Gregorio Eliberritano, Episcopis historia incerto auctore, ut puto, Marcellino paesbytero; ex codice biblioth. complut. gotthico cum hoc titulo: incipit acta Sancti Gregorii Eliberritanae civitatis Episcopi, quae apud Cordoba gesta sunt die VIII kalend. Majas = Princ.: In diebus illis Potamius odissipone civitatis &c., como en Flórez desde la línea seis de este documento (tomo X, pág. 480), y acaba en el núm. 4 en aquellas palabras moritur qui propter concupiscentiam fundi fiscalis fidem... Añade luego el señor Pérez: hic pauca prope finem desuntin cod. complut. discerpto uno folio.
10. S. Aemiliani Abb. vita scripta à S. Braulione Caesaraug. Episcopo missa ad Fronimianum praesbyterum, cum hymno Eugenii tertii Toletani Archiepiscopi in laudem S. Aemiliani. = Ex codice soriensi. Hace mención de este escrito de S. Braulio el P. Risco (tomo XXX, página 170) después de Nicolás Antonio y otros. Mas como no he visto las ediciones que se han hecho de él, no puedo hacer el cotejo que quisiera con este manuscrito. Me contentaré con decir que la vida de S. Millán consta de once hojas de letra muy metida; que la prefacion comienza así: “Dei viro, Dominoque meo et germano fratri Frimimiano praesbytero, Braulius immeritus Episcopus salutem. Tempore piae recordationis Domini mei, et germani majoris natu &c. Acaba: incolumen beatitudinem vestram, et mei memorem Christi gratia custodire dignetur, mi Domine. Amen.” La vida, que según el códice soriense consta de treinta y un capítulos, comienza así: “Insignia miraculorum apostolici, purgatissimique viri Aemiliani &c., y acaba: quique tribuit nobis ad solatium paesentium miseriarum contemplationem vitae sanctorum virorum, qui vivit cum Deo Patre &c.”
Sobre S. Millán, en cuyo elogio trabajó S. Braulio, disputan los castellanos y aragoneses, queriendo los unos que sea natural de tierra de Rioja, y los otros de Verdejo, junto a Calatayud. En favor de esta segunda opinión hallé escrito un papel entre los del Sr. Pérez de mano de su amanuense Andrés de la Parra; mas no por esto diré que sea obra suya. Incluyo sin embargo copia, porque sabe Dios cuándo se ofrecerá hablar de este Santo (1: se encuentra en el referido tomo, pág. 313).
11. Pauli Diaconi emeritensis liber de vitam, et miraculis patrum emeritensium. El P. Flórez le publicó (tomo XIII, pág. 335); sobre cuyas advertencias preliminares pueden hacerse las siguientes observaciones. Primera: sobre los códices antiguos de este documento y de su copia se explica así Pérez: “Descriptus est libro veteri monasterii de Carrazedo cisterciensis, prope Ovetum, una cum aliis vitiis Sanctorum. Sequitur post opuscula Valerii sine ullo nomine auctoris. Est et in Ecclesiam Ovetensi, et in monasterio de Valparayso (Valparaíso). Fuit et in Ecclesia Segontinam, et Toletanam; sed nunc deest.” Aquí nombra Pérez cinco códices antiguos, que no parecen ser los que, como dice Flórez, sirvieron a la edición de Tamayo. Segunda: supone Flórez que la división de este libro en capítulos no se halla en ninguno de los códices antiguos, y que es obra e algún moderno amante de la claridad. Mas yo hallo esta división en la copia de Pérez, que lo es de códices antiguos con las mismas palabras: Nos enim partiti sumus in capita distinctionis causam. Y aún hay que considerar la nota que añade Pérez: In cod. Carrazedi desunt capita 2, 3, 4 de Fructuosi libris, miraculis, et versibus, quae in cod. segontino interponuntur, tamquam ejusdem Pauli inter capita de Augusto puero et Nancto (así le llama, no Nuncto) abbate. Supone pues el señor Pérez que en los códices de Carracedo y Sigüenza se hallaba dicha división de capítulos. Tercera: el número de capítulos y el texto está en este manuscrito, como en Flórez, con algunas variantes de corta consideración. Al fin añade Pérez: Textus descriptus est ex cod. segontino; emendationes verò ex cod. Carrazedi.
12. S. Ildefonsi Archiepiscopi Toletani vita scripta à Cixila Archiepiscopo Toletano. Idéntica con la publicada por Flórez (tomo V, pág. 504).
13. De visione habita Taioni Episcopo in Romanam ecclesiam, et de libro morali in Spaniam ducto. Este era el título que tenía este documento en el códice emilianense, de donde dice Pérez que le copió. Extat, añade, in cod. gotthico toletano in principio Moralium Gregorii. Sobre esta obra habló largamente el P. Risco (España sagrada tomo XXX. pág. 182 y sig.)
14. Incerti auctoris additio ad chronicon Joannis Biclarensis ab anno 601 ad 742. El P. Flórez (tomo VI, pág. 422) supone que en la copia que sacó Pérez de un códice de Toledo, falta la especialidad de algunos reynados de los godos, y así que es más completa la copia que sacó Mariana de un códice de Soria con la añadidura de esos reinados. La verdad es que Pérez sacó su copia ex codice vetusto gotthico soriensi, y más abajo dice: del libro gótico de Soria que está en S. Lorenzo con Eusebio y Víctor: también le tiene Ambrosio de Morales, y en un cuaderno gótico de la librería de Alcalá. No hay rastro aquí de códice de Toledo. Item, los reynados de los godos no estaban en el soriense; púsolos Pérez al margen de este manuscrito y de su letra: y son puntualmente las mismas notas que el P. Flórez publica con esta señal (**), como ingeridas por Mariana en la copia que sacó del códice de Soria. Siendo pues uno mismo el original de que se valieron Mariana y Pérez, y hallándose aquí de mano del segundo las notas que se atribuyen al primero, cualquiera podrá juzgar quién las copió de quién. Yo no dudo que este con otros escritos de Pérez fueron los que obligaron a Mariana a contarle en la tabla de los nombres de los autores, de los cuales recogió su obra, que se halla al fin del tomo 2, edición de Toledo de 1601.
15. Adefonsi regis tertii Legionensis cognomento Magni, chronicon ad Sebastianum, de Regibus gotthorum à Wamba, et ovetensium usque ab Ordonium primum; scilicet ab anno 672 usque ad 866. Este es el famoso cronicón conocido con el nombre de Sebastián, obispo de Salamanca. Sobre su verdadero autor véase el P. Flórez (tomo XIII, página 464); el cual dice abiertamente que Pérez le atribuyó al Rey D. Alfonso III. Aunque en esto mostró su saber, afirmando ya entonces lo que muchos años después demostró Nicolás Antonio en su Biblioteca; sin embargo por el amor de la verdad pondré aquí sus notas, en que más parece que se dejó llevar de la opinión recibida en su tiempo: “Adefonsi tertii (dice Pérez de su letra) Regis Ovetensis chronicon, sive Sebastiani Episcopi Salamant. del libro gótico de Soria. = Tiénele también Ambrosio de Morales de sumptum ex veteri ovetensi. = Cum illo contuli. = M. idest, emendationes ex codice. V. fratris Michaelis Medinae.” Sobre la dedicatoria de este cronicón: Adefonsus Rex Sebastiano nostro salutem, dice al margen lo siguiente: ex prologo Pelagii Ovetensis apparet potius Sebastianum esse auctorem. Itaque hic inversio casuum. Al fin se hallan también de su mano estas palabras: “In quodam exemplari Ambrosii Moralis ad finem addebantur haec verba: Minus de chronica ab hoc Ordonio usque ad tempus Garsiae Regis filii Adefonsi. Nempe quod desint hi duo Reges promissi in titulo. Sed deerant ista verba in codice ovetensi.” Por lo tocante al texto, ya dijo el P. Flórez que se valió de la copia de Pérez que existe en la Biblioteca Real.
16. Sancti Isidori Hispalensis chronicon hebraeorum, et romanorum ab ortu mundi usque ad ann. Christi 627, scilicet 4 Sisebuti. Flórez (tomo IV, pág. 433) publicó el texto de este documento por la edición Real de Madrid de 1597, en cuya ilustración acaso entendería el señor Pérez, como hizo con otras obras del mismo santo. A lo menos la presente copia está llena de notas marginales de su mano, de las cuales se aprovecharía con utilidad el que emprendiese una nueva edición. Las notas que autorizan esta copia son las siguientes: Isidori chronicon del libro gótico de Soria: corregido por L. T., id est; del libro Lucae Tudensis: et cum codice exomensi pergameneo, non tamen valde veteri: et cum P. P. id est, Petri Pontii Leonis (Ponce de León), Episcopi Placentini novo, sed optimo in 4.
17. Sancti Juliani Arch. Tolet. historia de conjuratione Pauli Ducis Galliae Narbonensis adversus Wambam Regem gotthorum. Flórez (tomo cit. pág. 529) publicó este documento teniendo presente la copia de Pérez que se conserva en la Biblioteca Real. Acaso falta en ella la carta del tirano Paulo al Rey Wamba, puesto que Flórez se resuelve a copiarla del Duchesne. Mas como en este autor no está conforme con lo que aquí pone Pérez, la he copiado con las notas marginales de su mano (1: véase el tomo 3 de Villanueva, pág. 318, al núm. XXV).
18. Chronicon Regum wisigotthorum Hispaniae breve, sed diligentissimum per annos et menses, quod puto esse S. Juliani Tolet. Arch., licet aliqui tribuant cuidam Vulsae Episcopo. Esto último juzgó Pérez en el prólogo a la colección de concilios, creyendo con Morales y otros eruditos de su tiempo que hubo un Wulsa obispo, autor de este cronicón (2: véase Nic. Ant. Bibl. Vet. script. incerti temp.). Mas en las notas que puso a la copia que tengo presente, parece haber retractado su primer juicio, no siendo poca gloria suya haber hallado por donde apartarse de la opinión común de su siglo. Dicen así de su letra. “In codice vetusto Ovetensi est cum hoc titulo: Iterum incipit chronica Regum Wulsae gotthorum; ego potius lego wisegotthorum ut in codice soriensi.” = “Sequens summa Regum wisegotthorum erat in codice, gotthico soriensi ad finem Juliani De conjuratione Pauli. Quare ejusdem Juliani Arch. Tolet. esse puto; et quia sua tempora videtur exactè attigisse, nam vixit sub Recesvindo, Bamba, et Egica (illud antem de Witiza ab alio videtur additum); et quia idem Julianus in eodem libro ordinem annorum collegit. Sed tamen sub nomine Wulsae Episcopi se reperisse in duobus vetustis codicibus retulit mihi Ambrosius Morales. Extat in bibliotheca Oveti scriptum ante 500 annos. Creditur vixisse ultimis gotthorum temporibus. Puto falli.” Hasta aquí el señor Pérez. Y pues Flórez hace el debido aprecio de las apuntaciones, aún las más ligeras, de este grande hombre, he querido copiar el texto de esta crónica junto con las notas que puso de su mano; las cuales no vio Flórez, como tampoco el original de Soria, de donde es la copia que trae en el apéndice pág. 319 de dicho tomo.
19. Isidori Pacensis Episcopi epitome Imperatorum, et arabum, una cum Hispaniae chronico ab anno Christi 611 usque ad 754. Es copia del códice de Osma y del Complutense que menciona Flórez (tomo VIII, pág. 269). Añadiré algunas de las notas de Pérez sobre este opúsculo: “Ephemerides arabum (dice) quas ex testimonio Vacaei puto esse J. Pacen., descripsi ex libro pergameneo, sed recentiori Eccles. oxomen, et castigavi majorem partem ex fragmen. sex foliorum in membran. gotthico scriptorum collegii Complutensis, quae A. Morales restituenda acceperat; reliqua erant furto sublata. Erant scripta ternis columnis. Itaque creduntur fuisse ad finem libri gotthici etymologiarum. Inde descripserat Lic. Joann. Vazquez del Marmol qui mecum contulit.”
Después de las tablas cronológicas que resultan del cronicón del Pacense, dice: “Itaque hic auctor scribit usque ad 10 annum Constantini Imperatoris, nempe era 792, Christi vero 754, mundi 5955... Itaque auctor 42 ann. scripsit post ingressum arabum in Hispaniam sub Adephonso Catholico 3 Rege Oveten., et potuit videre ingressum arabum. = Hic auctor annos sarracenorum facit aequales ann. christianorum; cùm tamen sarracenici sint lunares 354 dierum, christiani vero solares 365 dierum, et ita retrocedendo ab anno arabum 136 posuit principium egirae arabum anno 618, et forte ponere debuit anno 622. = Hic auctor nihil meminit de Pelagio, et Favilla, Adephonso, Regibus primis; fortasse non credidit illos uti titulo Regum. = Hic auctor, ut puto, creditur à Floriano Ocampo Julianus, diaconus graecus, fortè quia vidit hoc opus junctum cum chronico Juliani Toletani de Wamba; et graecum credidit quia scribit de Imperatoribus, non de Regibus Hispaniae. Sed hic auctor in fine opusculi citat Julianum Arch. Toletan.” A poca costa pudiera ilustrar los puntos que aquí se tocan. Mas para los doctos basta eso, que a los que no lo son, no les bastaría un libro entero.
(Por ejemplo a los que reniegan de España, o los que dicen que hasta los reyes católicos no existió España, ni reyes de España)
20. Saampyri Asturicensis Episcopi chronicon Regum Legionensium, continuatum post chronicon Adefonsi Regis ad Adefonso III ad Ranimirum III, id est, ab anno 866 usque ad 982. Esta copia sacó el señor Pérez ex cod. ovetensi, y la corrigió ex chronico gotthico alveldensi (albaildensi). No me es fácil averiguar si concuerda con la otra del mismo que disfrutó Flórez cuando publicó este documento (tomo XIV, pág. 438).
21. Otro tanto debo decir del cronicón del obispo Pelayo, que imprimió Flórez (ibid. pág. 466), y el Sr. Pérez copió aquí sin añadir cosa notable, a excepción de algunas ligeras correcciones.
22. Chronicon albaildense editum ab incerto auctore anno Christi 883 auctum à Vigila monacho albaildensi anno Christi 976. Así propone el título de este documento en el índice que formó al principio del volumen; pero cuando llega a él, le pone como está en Flórez (T. XIII, pág. 424). También he hallado aquí las mismas notas que allí publicó este escritor. Añadiré las que no llegaron a su noticia. “Hoc chronicon (dice) ponit praelium Ruderici, et principium regni arabum in Hispania era 754 (id est Christi 714), tertio idus Novembris: ubi colligit summam regum sarracenorum.” Al fin puso estas palabras: “Hactenus in cod. albaildensi. In fine ejus libri quibusdam versibus dicitur finitus liber kalendis Maji era MXIIII, regnante Rege Sancio, fratre Ranimiri, et Regina Urraca anno 6 post mortem Garseani Regis en griego (1) (biothanati) id est, vi occisi, nomen contumeliae, aut violenti occisoris. Ea vox legitur apud Lampridium in Heliogabalo, et D. Ambrosium in martyrio Gervasii et Protasii, et in historiis martyrologii, in Andrea, Seraphia, et Crescente.” Quedan además muchas notas marginales, singularmente correcciones del texto, que vendrían muy bien en cualquiera edición que se emprendiese de nuevo.
23. Ruderici Ximenez Arch. Tolet. de historia arabum Hispaniae Regum á tempore Machomet pseudo prophetae ab anno Christi 618 usque ad ann. 1140, nempe annum arabum 539. De este documento dice: descriptus est ex codice pergameneo bibl. tolet. additis etiam aliquot versibus, qui diversis locis deerant, ex cod. complut.
24. S. Ildephonsi historia de Regibus gotthorum sui temporis. Est apud Lucam Tudensem. Nicolás Antonio (Bibl. vet. lib. V, c. 6); Flórez (tomo V, pág. 284), y otros críticos españoles tratan sobre el autor de esta obra; los cuales no parece llegaron a tener noticia de la censura que escribió Pérez de su mano, y dejó en este volumen manuscrito, y es lo último que contiene.
Lo dicho basta para que los literatos que traten en adelante de estas materias, conozcan el depósito de erudición que con tanto honor suyo conserva la Santa Iglesia de Segorbe.
FRANCISCO MARCH.
1598.
Nació en Valencia, y fue bautizado en la iglesia parroquial de S. Esteban a 9 de octubre del año 1556: casó con Rafaela Malet, de quien tuvo al maestro Fr. Acasio March de Velasco, obispo de Orihuela, y a D. Jacinto March de Velasco, a este estableció el convento de Santo Domingo la sepultura en el claustro mayor al lienzo de poniente, en que puso el cuadro de S. Luis Bertrán que hizo pintar a Gerónimo Espinosa por 25 libras, y sobre el arco de dicha capilla se colocó un escudo de madera de sus armas, que de mi tiempo existía allí. Francisco March fue varias veces jurado y diputado de la Generalidad (casa del General), obteniendo otros muchos empleos en el gobierno de la ciudad. Es el autor de la obra que numera entre los anónimos el Dr. Ximeno en el tomo 2, pág. 350, al año 1308, con este título: 1. Libre de memories de diversos sucesos è fets memorables de coses senyalades de la Ciutat y Reine de Valencia è de Jurats, è altres officials de aquella, seguint lo orde dels Libres de Consells (Consellls en el original) de la dita Ciutat, començant del segon libre de Berthomeu de Benajam Notari Escriva de la Sala de els magnifichs Jurats del any de la Nativitat de Nostre Senyor Deu Jesu Christ. M.CCC.VIII. (1308; si el libro se hubiese publicado en 1308 no podrían llegar las memorias hasta el año 1644, a no ser que los valencianos hubiesen inventado la máquina del tiempo. Tampoco puede ser de 1608, pero sí de M.DCC.VIII : 1708 si hay un error en la primera C de arriba)
Llegan estas memorias hasta el año 1644; pero no son todas de Francisco March, porque después de su muerte las continuó Juan Lucas Ivars.
Que Francisco March fue el autor de dichas memorias, consta, lo primero, porque en el año 1499 (hay un desbarajuste de años en este artículo) la hace de la traslación de los estudiantes a la universidad con las mismas voces que copió de sus manuscritos mosen Vicente Izquierdo, y pueden leerse en Rodríguez, Biblioteca, página 425, col. 2. Consta también de lo que escribió en el año 1589 en que fue electo jurado, refiriendo la muerte del jurado mosen Gaspar Pellicer: “Sen anà (dice) lo dit Pellicer dia de cap d'any, y es posà en lo llit malalt, è al cap de quince dies lo soterraren. Llavors lo Jurat Francisco March posà una escriptura davant la Real Audiencia dient: que per quan estava donada aquella sentencia en favor de la segona cadira (escaño; cátedra) la qual cadira ell ocupava per mort del dit Pellicer que aixi li fos donada la posesió de dit ofici de Diputat, y la sentencia real fos executada è aixi fonc fet y declarat, y yo Francisco March prengui la posesió del dit ofici á 17 de Abril 1590.”
En el año 1598, refiriendo las exequias que se hicieron en Valencia a Felipe II, dice: “Dilluns apres dinar, que fon dit dia 5 de Octubre 1598 anaren tots los oficials de la Diputació... sols faltaren en aquest acompañament dos oficials que foren un diputat y un clavari, que foren Mosen Turruvia, y yo Francisco March, que per ser Jurats no poguerem anar, no obstant que Turruvia era Diputat, y yo Clavari.” Seguidamente refiere la embajada de la ciudad a Madrid a dar el pésame al Rey, y que los enviados fueron Dimes Pardo, y yo Francisco March Jurats.
FR. DAMIÁN GINER.
1598.
Ximeno, tomo 1, pág. 72, coloca este autor en el año 1508, haciéndolo natural de Valencia; pero ciertamente padeció engaño en uno y en otro: fue natural de la villa de Xabea, Reino y Arzobispado de Valencia, según se hallaba en el archivo del convento de Jesús de esta ciudad. Se ha de colocar en el año 1598, que es cuando imprimió la obra de Commentarii Schoti &c. viviendo aún el autor, como dice bien don Nicolás Antonio, a quien impugna indebidamente Ximeno. La dedicatoria que hizo Giner, fue a D. García de Loaiza, maestro de Felipe II. Consta también por las aprobaciones de la obra, que las dieron Pedro Monzó, doctor teólogo, a 10 de junio de 1593. = Pedro Juan Assensio, doctor teólogo, 19 Kalend. Februar. 1593. = Fr. Miguel Salón en 24 febrero 1593.
FR. VICENTE JUSTINIANO ANTIST.
1599.
Natural de Valencia, religioso dominico. Ximeno, tomo 1, pág. 209, col. 2, dice que la obra del núm. 1 intitulada: Dubia quinquaginta ad ea quae Martinus Azpilcueta Navarrus docet in Manuali. La alabó y agradeció mucho el mismo Dr. Navarro. (ver google books)
Nuestro Antist envió estas dudas al mismo Azpilcueta, y habiendo este reimpreso en latín el Manual Castellano, se hace cargo de ellas en el cap. 1 de contritione, folio 46 vuelto, núm. 43, let. A, impresión de León 1575; pero no las refiere con legalidad, y calla las dificultades, poniendo sólo las más fáciles, de lo que se quejó el mismo Antist en carta fecha en Valencia a 16 de julio de 1575, escrita de su mano a Fr. Gerónimo Bautista de Lanuza, estudiante de teología en S. Esteban de Salamanca, diciéndole: “Legi jam opera Azpilcuetae latina, et quamvis multis in locis me valde honoret, non admodum fideliter argumenta nostra proponit: et graviora quaedam dubia omnino relinquit, cum minutiora quaedam proponat.” Se halla esta carta original en el tomo 10 de papales varios de la librería de predicadores de Valencia.
Ximeno, núm. 5, folio 210, columna 2. Pro Divae Catharinae Senensis imaginibus dilucida, brevisque disputatio. De esta obra dice el mismo Antist en la dedicatoria al cardenal Fr. Miguel Bonelo Alexandrino, hablando de su primera impresión en español: “Eius enim lectionem eruditis omnibus placuisse, scripserunt ex nostris Ludovicus ille Granatensis Sacrorum huius memoriae Oratorum Demosthenes, Didacus à Chaves, qui catholico Regi nostro Philippo II à sacris confessionibus fuit, Johannes Cuevas nunc Episcopus Abulensis, Johannes Gutierrez eiusdem Regis Ecclesiastes et Timotheus Botoniers haereticorum apud Genuenses Inquisitor. Ex aliis vero Franciscus Pegna imprimis gravis et doctus Sacrae Rotae auditor, et haeretico mastix, Joh. Bapt. Cardona Episc. Detursensis (Dertusensis, Dertusa, Tortosa), Didacus Perez, qui ob eximiam qua indicendo pollebat vim, Apostolicus praedicator nuncupabatur, Alphonsus à Villegas homo omni doctrinarum genere excultus, aliique permulti.”
Núm. 6 de Ximeno: Testimonios de la santidad del P. Fr. Luis Bertrán. Es carta escrita a Fr. Luis de Granada, y hace memoria de ella el mismo Antist, en las adiciones a la vida de S. Luis, folio 19: “Algunos años há (dice) que imprimimos una obrecilla pequeña con el título siguiente: Testimonio de la santidad &c. Y porque podría ser que aquella obra andando por sí se perdiese (aunque ya el P. Fr. Christoval Moreno, provincial que fue de la orden de S. Francisco, puso buena parte della en los capítulos 36, 38 y 39 de la vida del bienaventurado Fr. Nicolás) engeriremos en este capítulo y el siguiente, casi todo lo que allí dijimos a este propósito.” Nótese que el P. Fr. José Eximeno, franciscano, imprimió en Barcelona el año 1618 la vida de Factor por Moreno, pero muy alterada y con diverso orden, y en ella omite enteramente lo que dice Antist que puso Moreno.
A esta carta de Antist, respondió el venerable Granada, desde Lisboa, fecha 19 de septiembre de 1584.
Núm. 13 de Ximeno. Historia de la inquisición. En el §. 2 de la introducción a esta historia, dice: Para hacer esta obra he revuelto más de 300 autores, y en la primera hoja se halla escrito: “Yo Fr. Vicente Justiniano Antist, suplico al P. prior en cuyo tiempo muriere (lo cual plegue a la Divina Magestad sea en estado de gracia) que este libro, y otros semejantes, escritos con grande trabajo y gastos, no los dé a persona que los rasgue o emplee mal, sino a quien se sepa y pueda aprovechar de ellos mejor que yo; y a los religiosos a quien se dieren, ruego que perdonen las faltas que hay en lo escrito assi de mano ajena como de la mía; porque mis trabajos, ocupaciones y enfermedades no me han dado lugar para enmendar los yerros causados con la prisa o inadvertencia y descuido. En predicadores de Valencia a II de noviembre de 1598.”
Núm. 14 Defensio antiquitatis et loci quatuor ordinum mendicantium contra PP. SS. Trinitatis. Escribióla por mandamiento de San Luis Bertrán. Véase a Antist en las adiciones a la vida de S. Luis, folio 73. El original o borrador está en el tomo VI, en folio, de Papeles varios, y al pie de su primera hoja (entiéndase de la copia) se lee: “Este cuaderno vino a mis manos que entre unas basuras lo habían echado, y le hizo encuadernar para poner en el archivo. Fr. Lamberto Novella.” Por eso encargaba bien al prior que no diese sus escritos a persona que los rasgase o emplease mal. La copia del archivo tiene 60 páginas en folio, y consta de tres pedimentos y alegatos.
Núm. 15 Virorum illustrium, Provinciae Aragoniae Ord. Praedicator. Catalogus, en 4.°, manuscrito. Se halla en el convento de Santo Domingo, incluida en un tomo que en el lomo tiene escrito por título: M. S. Fr. Vincentii Sancho de Geographia &c.
Núm. 17 Selectiora ex Cicerone, et aliis auctoribus, manuscrito en 4.° Le he visto, y en la primera hoja dejó escrito de su mano: “Este libro de frases y modos de hablar, sacados de Cicerý otros buenos autores, para traducir en latín mi Historia del Santo Oficio; escribí en Huesca el año 1595, pero como estaba divertido en otros estudios, no podía atender a corregir la ortografía y otros defectos. Si acaso nuestro Señor permitiere que yo muera antes de emplear estos trabajos, suplico al Prelado que juntamente con los tres tomos de la historia sobredicha, lo envíe a Roma a los Iltres. Sres. Cardenales de la Sta. Inquisición, o al Supremo Consejo de la mesma a Castilla. = Fr. Vicente Justiniano Antist.”
Núm. 18 Quaestionis de Cambiis; dícese que están en la librería del convento de Lombay, y en un tomo en 4.° de papeles varios, manuscritos, de predicadores de Valencia.
Núm. 19 Doctrina sive resolutio de aplicatione missarum. La escribió en castellano, la concluyó a 28, y no a 8 de noviembre de 1596: está entre los papeles varios de predicadores de Valencia.
Núm. 20 No consta tradujese la vida de Savanarola (Savonarola) que dice Ximeno; sólo se sabe que en italiano, escrita por Botonio, este se la regaló a Antist cuando fue a Italia el año 1580.
Núm. 21 Adiciones a la vida de S. Vicente Ferrer. Cita Ximeno malamente a Sala, porque en la Historia manuscrita del convento de predicadores (Predicares en el original), cap. 12, folio 24, no hace mención de tal obra, sino de otra, cuyo título es: Acaecimientos o sucesos de los religiosos deste convento assi antiguos como modernos, o del tiempo de Antist. Si Echard hablara de esta obra, cuando dice: Vitae Virorum &c., tendría razón.
Que Antist tuviese escritas estas adiciones, consta de lo que él mismo escribió de la venida de Felipe II con el príncipê y la infanta el año 1586, diciendo: “Tenía entonces el príncipe siete años y meses, y aprendió de leer en el libro de S. Vicente de la primera impresión.” Solamente estaba resuelto a hacer segunda impresión como dice después: “Mandó su Magestad al Prior (éralo Antist) que quando hiciese la segunda impresión de los libros de S. Vicente enviase uno a la infanta.” Esta vida añadida es la que manuscrita dio el convento al Ilmo. Dávila, y pereció en el mar. También se llevó otras obras, que según Teixidor son las siguientes: Annales Ord. Praedicatorum. Vida de S. Pedro Mártir, con una breve Crónica de Santos Inquisidores. Vida de Santa Margarita de Hungría (Ungria) con la historia de las mujeres santas de la orden.
Núm. 22 De Beato Raymundo de Peñafort in sanctorum numero referenda.
Francisco Peña, auditor de Rota, íntimo amigo de Antist, trata largamente del santo en el libro IV de la historia de la inquisición, donde nada dice del escrito que le atribuye Morlá.
Núm. 23 Vida de D. Bonifacio Ferrer. En la vida de S. Vicente, parte 2.a, cap. 2, escribió Antist brevemente su vida. No consta de otra.
Núm. 24 De Sanctis Martitibus. Esta obra es parte de la historia de la inquisición.
Escribió también, que omite Ximeno: Núm. 25 Estatutos del patriarcal colegio de nuestra señora del Socorro y S. Josef de la ciudad de Orihuela, orden de predicadores.
Aunque el general Fr. Vicente Justiniano con autoridad apostólica, en virtud de la bula de S. Pío V nombró para la formación de dichos Estatutos a nueve PP. que fueron los maestros Fr. Juan Loazes, provincial, Fr. Luis Nadal, retor del mismo colegio, Fr. Juan Vidal, prior de Valencia, Fr. Lupercio de Huete, Fr. Vicente Justiniano Antist, Fr. Luis Istela, Fr. Andrés Pérez, Fr. Sebastián Casanoves, y el P. Fr. Jaime Escuder, que firmaron dichos Estatutos en el convento de Valencia a 28 de abril de 1590; con todo se cree (y es de este parecer el P. Teixidor) que el autor fue Antist, para lo que hizo venir copia de los Estatutos de Valladolid, que aún se conservan, tomo once de papeles varios, folio 405, con cláusulas borradas y explicadas al margen, y otras añadidas por el mismo en el armario de tres llaves del Colegio.
D. GINÉS DE ROCAMORA Y TORRANO.
1599.
Aunque D. Nicolás Antonio, Bibl. Nov. pág. 410 dice: Murcianus ut existimo: era natural de la ciudad de Orihuela como lo dice el Dr. Martínez Paterna en su Orihuela ilustrada, pág. 1009; y habiéndose avecindado en Murcia, fue en ella Regidor y Procurador por la misma y su Reino en las Cortes. Y en confirmación de ser los Rocamoras de Orihuela, puede verse el libro que compuso el Dr. Francisco Martínez en las exequias celebradas en Orihuela al V. mosen Francisco Gerónimo Simó, impresas en aquella ciudad en 1612, en 8.°; donde hay dos jeroglíficos y otras poesías que hizo en las exequias D: Pedro Rocamora, poniéndose en el epígrafe de ellas natural de Orihuela, por lo que es visto ser de aquella ciudad su familia.
Es nuestro autor alabado por Lope de Vega en su Arcadia, lib. V, fol. 265, edición de Madrid 1603, en 8.°, llamándole universal en ciencias. Escribió: 1. Esfera del universo. Madrid por Juan de Herrera 1599, en 4.° Divídese en cinco tratados, y a lo último se halla la esfera de Sacrobosco traducida al castellano por nuestro Rocamora.
1599.
Presbítero: natural de Orihuela. Escribió: 1. Sacrae Litaniae variae per septem hebdomade dies distributae ad implorandam Philippo III Catholico Regi nostrom divina opem, misericordiam et gratiam, Valentiae Johan. Chrisostomi Garriz 1519, en 8.°
FR. GASPAR DE VALDEPEDROSA.
1599.
Del orden cisterciense; de quien habla Ximeno, tomo 1, pág. 208: fue religioso jesuita, natural de la ciudad de Valencia doctor teólogo y jurisconsulto: después tomó el hábito en el monasterio de Poblet en el año 1590, con letras apostólicas que para ello obtuvo del Papa Sixto V, su data el 15 de marzo de dicho año. Fue uno de los sujetos más hábiles de su tiempo, como lo acreditan sus obras ocultadas a la investigación de D. Nicolás Antonio, y D. Vicente Ximeno que manuscritos se conservan en el monasterio de Poblet.
1. De Perfectionibus Christi. En 4.°
2. De praeceptis Decalogui. En 4.°
3. De Trinitate. En 4.°
Las demás las anota Ximeno.
VICENTE CIURANA. (Çiurana, Siurana, como la población de Tarragona)
1600.
Valenciano, distinto seguramente del que llamándole Vicente Gasco de Siurana, habla Ximeno en el tomo 1, pág. 236.
Floreció en fines del siglo XVI. Escribió: 1. Oratio Vincentii Çiuranae in laudem Historiae. Lo cita D. Jaime Villanueva en el tomo 8.° del Viaje a las Iglesias de España, folio 54, número 16, diciendo que en un libro de varias apuntaciones del siglo XVI, se hallan algunas curiosidades de oratoria y gramática, y entre ellas merecen memoria &c.
GERÓNIMO DE HEREDIA.
1600.
Valenciano: poeta de buen numen y gran facilidad en hacer versos. Son muchos los que presentó en el certamen de las fiestas celebradas en Valencia al recibir la reliquia de San Vicente, historiadas por el canónigo Tárrega. Estas piezas, aunque cortas, podían formar un buen cuaderno si llegasen a reunirse de los folios 58, 67, 96 y 257; hay sonetos suyos también en el 141; tiene una elegía y redondillas en las páginas 218 y 277; unas estanzas pág. 284; y una canción premiada pág. 292. Y en el folio 314 se dice de nuestro poeta:
Son de Heredia las canciones
las mejores, y su estilo:
los guantes de ámbar merece
y un par, pues par no ha tenido.
Como las referidas fiestas se imprimieron en 1600, época que aún vivía nuestro poeta, arbitramos colocarlo en él.
JUAN OLIVER.
1600.
Para ilustrar el artículo de este autor que trae Ximeno, tomo 1, pág. 163, diremos que Palmireno, en el fragmento de una comedia intitulada Lobenia, nombra a cierto Oliver, jurisconsulto. Un epigrama latino puesto a la vuelta de la portada de la obra de los Commentarios de Sale, del Arcediano Miedes (Bernardino Gómez Miedes), segunda impresión hecha en Valencia por Pedro Huete en 1579; indica también ser Juan Oliver jurisconsulto, pues dice: In celebre Auctoris cognomentum Miedes ejusque absolutam salis commentationem Jo. Oliverii Valentini J. C. Epigrama.
Cerdá en las notas al canto del Turia, dice: “Hubo un Juan Oliver (que creo ser de sobre nombre Pinero) natural de la Alcudia de Carlet, estudiante en artes, que las profesó en esta universidad de Valencia, y se graduó de licenciado en ellas, en 10 de diciembre de 1553. Catedrático de poesía en 1559, hasta 1570 inclusive.”
Este Juan Oliver Pinero tiene poesías en la relación de las fiestas que se hicieron en Valencia a la traslación de S. Vicente Ferrer, impresa en Valencia por Pedro Patricio Mey en 1600, a páginas 37, 212 y 289.
Añadimos a Ximeno, que en el prólogo de la Prosodiae Institutio, de la edición de 1572, dice que antes había hecho ya otra.
La gramática del núm. 4 que no señala la impresión, fue hecha en Valencia por Pedro de Huete, año 1577, en 8.°
1600.
Ximeno, tomo 1, pág. 213.
Natural de la villa de Onteniente: hombre insigne, a quien llamaban comúnmente Maestre Grau. Fue catedrático de retórica en la universidad de Valencia; en 23 de diciembre de 1577, precediendo riguroso examen, se graduó de bachiller en artes, y en 23 octubre de 1578, de maestro en artes y doctor de teología, habiendo tenido el día anterior conclusiones de filosofía con mucho aplauso y aprobación después del debido examen: siendo examinadores Rafael Morlá y otros, Jaime Ferrer Vice-canciller, y Bartolomé José Pascual Vice-rector. En 31 de agosto de 1577 los catedráticos, rector y jurados, reunidos para beneficio de la ciudad, proveyeron que se hiciesen contraclases en su estudio de cinco contra cinco: y por cuanto el hijo de Palmireno, Guerau y Blay (es Vicente Blas García) eran personas de habilidad y necesarias para dichas contraclases, y aquellos estaban inhabilitados por haber contravenido a las constituciones de dicho estudio, a causa de haber leído fuera del estudio general; los habilitaron a ellos y a los estudiantes que les habían oído, y por la misma razón estaban inhabilitados para que pudiesen leer, y los referidos estudiantes asistir a dicho estudio, no obstante las constituciones, y dejándolas en su fuerza. A consecuencia de la erección de estas cinco contraclases, fue nombrado Guerau para la primera, que era de oratoria. En dos de junio de 1579, se nombró a Guerau para la cátedra primera de oratoria, con pacto de que hubiese de leer una lección pública de práctica, y teórica en la clase. En 20 de mayo de 1580 se le confirmó en la misma cátedra. En dos de mayo de 1581, se dice que por los informes de la visita de universidad resultaba, que Gaspar Guerau era hombre caviloso, y de mal ejemplo en el estudio general, muy insolente y desacatado, y que para la quietud no convenía que leyera; por lo que le privaron de la cátedra nemine discrepante, siendo rector el Dr. Joaquín Michavila, y canciller Ferruz.
En 30 de julio de 1586 se juntó claustro mayor, siendo rector del estudio general el Dr. Bartolomé José Pascual, y síndico Pedro Dassió, y todos unánimes y conformes, menos el síndico, proveyeron a súplica del maestro Gaspar Guerau (atendiendo a que les constaba de si habilidad y suficiencia, para que pudiese ser de beneficio y provecho a los estudiantes, quietud y reposo de la universidad y de los que concurrían a ella, y que no daría ocasión de disturbios, y por otros buenos y justos respetos) que Guerau, no obstante cualquier constitución de la universidad, a que hubiese contravenido, fuese habilitado, como con efecto le habilitaban, y le dispensaban por lo tocante a dicha universidad, quedando en su fuerza y vigor las constituciones; y esto a mera y libre voluntad de los que componían el claustro, de suerte que dicho Guerau pudiese ser expelido de la universidad siempre y cuando los sobredichos quisieren, sin que por ello pudiese alegar perjuicio o agravio. En dos de agosto del mismo año compareció en el claustro Guerau, y expuso que no se conformaba con lo proveído en él, y lo contradijo en cuanto era contra sí, sin perjuicio de todos sus derechos, y señaladamente de una Real provisión de aquella Audiencia, hecha en 4 de febrero de 1584, con la que requirió al claustro, y se tomó testimonio de ello. En vista del recurso que había hecho Guerau a la Real Audiencia, le mandó esta restituir a su cátedra: y así en 3 de junio de 1589, fue nombrado para la primera clase, que era la de oratoria. Sin duda dio nuevo motivo de queja este ingenio revoltoso y de lengua mordaz; pues en 12 de septiembre de 1590, la ciudad atendiendo a que el maestro D. Miguel Vich, canónigo y Sacrista de la Seo, y rector de la universidad, había mandado al maestro Gaspar Guerau, catedrático de ella, que no entrase en dicha universidad, por lo que no se leía su cý los estudiantes iban divagando por la ciudad con notable perjuicio suyo, por esto, y alias pro nunc, donec aliter sit praescriptum, dieron la clase que leía Guerau, al maestro Francisco Juan Bardaxí. Entonces sería cuando Guerau pasaría a Alcalá, en donde enseñó retórica y acabó sus días.
La sátira del maestro Guerau, tantas veces mencionada, fue tal vez el origen de sus desgracias. Su título es: 1. Breu descripciò dels Mestres de Valencia, que anaren á besar les mans á la Magestat del Rey D. Phelip segon de aquest nom, en lo primer de febrer del any mil cinchcents huitanta sis, feta per lo venerable Mestre Gaspar Guerau de Mont-major. Manuscrito. Esta obrita es la descripción de la embajada que hizo la universidad de Valencia en 1 de febrero de 1586, siguiendo el metro de Roig, cuyo manuscrito para en la librería Mayansiana en donde hay firma de Guerau.
1600.
Poeta valenciano, el que por la abundancia de sus poesías, y tener bastante mérito, merece le hagamos lugar en esta Biblioteca: daremos noticia de las que sabemos tiene impresas en algunos libros de fiestas que se han celebrado en esta ciudad con distintos motivos, a saber: en las que se hicieron por el recibimiento de la reliquia de un pedazo de costilla de S. Vicente Ferrer, recopiladas por el canónigo Tárrega e impresas en 1600 se hallan: Redondillas muy graciosas en la pág. 40, y otras en las 207 y 265, unas quintillas en la 94; y en la pág. 223 un soneto en valenciano y castellano con ecos, de que copiaremos por el mérito y gracia que encierra.
Soneto con ecos.
Dale tú al pueblo Valentino tino,
Vicente, hijo del llamado amado
para loar de su sagrado grado,
que acierte bien con su contino tino.
Pues de Bretaña el bien divino vino,
tendrá con Dios por tu traslado lado,
y estará su cuidado dado,
y para el bien le harás de indino dino. (indigno, digno)
Fa en ta costella Deu perfetes fetes,
puix salut a la gran Cardona dona,
de son mal foren dos contretes tretes.
Quel mut parle, ja es maravella vella,
la fama gran de ta persona sona,
y admira a qualsevol orella ella,
y en ta capella apella
ton nom, puix per ell nos descobres obres
de milacres que en richs y pobres obres.
1600.
Médico, natural de Valencia: fue muy aficionado a la poesía, componiendo varias piezas, como lo manifiestan además de las que cita Ximeno hablando en el tomo 1, pág. 214, de nuestro autor, las que hay insertas en las fiestas de S. Vicente por el canónigo Tárrega en las páginas 32, 75, 259 y 199; también en la de 382 del libro del maestro Gómez, en las que se hicieron por la canonización de S. Raimundo de Peñafort, tiene un romance, y otras poesías en las páginas 405 y 406; y aunque el P. Gómez y Felipe de Gaona, en el libro y lugar que después diré, le llaman sólo el Dr. Virués sin expresar el nombre, se colige por las poesías del dicho D. Gerónimo, y no de su padre (que también fue médico y valenciano) por persuadirlo, y aún comprobarlo la época siendo distinta la de las obras del padre. En el libro: Conceptos espirituales de Alfonso de Ledesma, impreso en Barcelona 1605, en 8.°, hay al principio un soneto de Virués y Arias.
En la obra que inédita he visto y reconocido de la que habla Ximeno, tomo 2, pág. 378, intitulada: Fiestas celebradas en Valencia por el casamiento de Felipe III, año 1599, compuesta por el expresado Gaona, al folio 193 vuelto, se halla un soneto de nuestro Virués a la entrada del Rey en Valencia, y es el siguiente:
Levanta ó Turia tu serena frente
de Ovas, flores y rosas coronado
verás tu Rey en el más alto estado
que estuvo Rey pasado ni presente
ofrécele tu campo floreciente
honrra a tu gran Phelipe deseado
él viene de más gracias adornado
que de preciosas perlas el oriente.
Acuérdate de quien es nieto y hijo
y que es de España el único tesoro
y que a los Scitas su renombre espanta.
Salgan tus Ninfas, muevan regocijo,
canten coros, pues el siglo de oro
con su Real presencia se levanta.
La obra citada por Ximeno, página 214, col. 1, colocada al núm. 1 de las de nuestro autor, intitulada: Diálogo en el qual se trata de las heridas de cabeza &c. se reimprimió en Zaragoza por Juan de Ibar 1651, en 8.°
D. GASPAR PUNTER.
1600.
Obispo de Tortosa, natural de Morella: de quien habla Ximeno, tom. 1, pág. 215. Se añade que la obra del núm. 2. De la esplicacion de los misterios y doctrinas de nuestra santa fee, de la cual no cita la impresión, fue impresa en Barcelona por Jaime Cendrat 1595, en 8.°, en lengua lemosina.
GERÓNIMO NAVARRO.
1600.
Escribano de Valencia y natural de ella; escribió a suplicación de la ciudad, pobres vergonzantes y villas del reino: 1. Memorial y resolutoria sobre los daños que causan a la República y bien común, y señaladamente a los pobres, los arrendadores de los frutos, salvando los buenos. Valencia, en casa de Patricio Mey, año 1600, en folio.
(El rey de esa república era Felipe III; res publica: rei publice : cosa pública : bien común)
FR. FRANCISCO RUBIO.
1600.
Valenciano: religioso francisco y morador en el convento de la villa de Onda, en el que tuvo proporción de tratar íntimamente, y aún de ser confesor del V. mosen Juan Beltrán, cura de Alcora, y por ello escribió su vida con este título: 1. Sumaria relación de la vida y obras maravillosas del santo varón mosen Juan Beltrán, retor de la villa de Alcora del obispado de Tortosa. Dirigióla su autor al P. Fr. Pedro de Alarcón, de la orden de Santo Domingo, en el convento de Luchente, y la concluyó en el convento de S. Francisco de Murviedro a 3 de junio... No se expresa el año en el ejemplar que se hallaba en el convento de S. Onofre de religiosos dominicos, escrito de mano del Dr. Sebastián Jordán (de quien haré memoria al año 1640). Hállase juntamente con las del venerable Onofre Jordán y mosen Miguel Grez, en un tomo en 4.°, manuscrito.
Le colocamos sin embargo en este año, porque hace mención del ansia con que buscó sus reliquias el patriarca beato D. Juan de Ribera, como de cosa reciente.
FR. TOMÁS SILVESTRE.
1600.
Religioso franciscano. D. Nicolás Antonio, Biblioteca nova, tomo 2, pág. 252, col. 2 de la 1.a impresión, cree que es valenciano, y con referencia a Wadingo dice que escribió: 1. Vita Petri Nicolai Factoris. Ignoramos si en lengua vulgar, o en latín, y si se imprimió o quedó manuscrito.
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