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miércoles, 14 de marzo de 2018

Amics de Fraga

amics de Fraga associació cultural

amics de Fraga associació cultural


Aragón ha vivido de siempre rodeada de otras culturas, con las que se ha relacionado vivamente: desde el reino de Navarra pasando por el de Castilla, el de Valencia y los condados catalanes. Y esas relaciones y la historia compartida nos ha marcado la evolución de nuestra cultura: nacimos de reyes navarros, casamos a una hija de un rey aragonés con un conde de Barcelona, conquistamos Valencia, y unimos Castilla y la Corona de Aragón con la boda de sus reyes, conformando así España.
En cuanto a la forma de hablar, la lengua aragonesa, al igual que la de los vecinos mencionados, derivó del latín impuesto por los romanos, (los rumanos no) pero aragonés, catalán y valenciano (me falta el balear) evolucionaron en paralelo con la fuerte influencia de las lenguas occitanas del sur de Francia, y al amparo de la relación que implicaba el ser tierras de la Corona de Aragón, eran todas muy parecidas entre sí. Posteriormente, al fundirse la Corona de Aragón con Castilla, la lengua castellana se fue imponiendo en Aragón, empujando a la lengua aragonesa hacia su periferia, quedando viva en las lenguas pirenaicas (la que nosotros denominamos “altoaragonés”) y en las tierras frontera con la actual Cataluña (la que denominamos “aragonés oriental”, que aglutina a las modalidades: literano, fragatí, maellano, fabarol, bajo aragonés,… y todas las denominaciones propias que sus hablantes les apliquen, incluyendo la extendida denominación de “chapurriau” de todos aquellos cuyo gentilicio no favorece la denominación de su habla.
Vols dependre chapurriau? amostrem, penya pork

Y una constante de todos los aragoneses de estas tierras periféricas de Aragón es su fuerte sentimiento e identidad aragonesista y el cariño por su forma de hablar, que hemos hecho perdurar desde hace 900 años. Los aragoneses de la zona oriental de Aragón defendemos con orgullo nuestra lengua frente a los ataques modernos que insinúan que lo que hablamos es idioma catalán, falsedad que no se sostiene ni por historia ni por filología, fruto de las ansias de expansión y poder de los dirigentes nacionalistas catalanes, que andan comprando voluntades para hacer cuajar su proyecto de “paisos catalans”, entelequia moderna con que se quieren adueñar de los territorios de la antigua Corona de Aragón para ser mayor potencia en Europa, pues duplicarían habitantes y territorio. Y para ello no dudan en falsear historia y demás ciencias, intentando borrar el nombre de Corona de Aragón para denominarla “confederación catalano-aragonesa”, ellos delante, por supuesto.
Así las cosas, al politizarlo desde Cataluña, el asunto de las hablas de Aragón ha dejado de ser un tema cultural y científico para ser parte de los intereses políticos de los partidos aragoneses. Los de izquierda, PSOE, CHA e IU, muy influenciados y apadrinados por partidos catalanes, apuestan por defender los intereses del nacionalismo catalanista y pregonan que en Aragón se habla catalán, hasta el punto que unidos consiguieron aprobar una ley de lenguas que imponía el idioma catalán como lengua de Aragón, ilegalizando todas las modalidades aragonesas de la zona oriental, despreciando a sus hablantes aragoneses. El cambio de gobierno con la entrada de PP y PAR, ambos favorables a la defensa y supervivencia de las hablas aragonesas, dio la oportunidad de romper esa locura de obligaciones que solo al catalanismo beneficiaban, y promulgaron una nueva “Ley de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón”, que apuesta por defender todas y cada una de las hablas aragonesas, como parte del patrimonio cultural e histórico aragonés. En consecuencia, esta ley 3/2013, del 9 de Mayo protege los intereses de los aragoneses, y hemos de unir nuestras fuerzas de forma activa para acompañar al Gobierno del PP+PAR en le desarrollo de la ley y reforzar su entramado para que sea un bastión firme de la lengua aragonesa y sus modalidades lingüísticas, entre ellas, el “fragatí”.
Otra prioridad, y en paralelo, es exigir que se desmonte de forma definitiva la catalanización de Aragón que el PSOE patrocinó, que solo beneficiaba al catalanismo y era una ofensa y una amenaza para Aragón, pues desde el nacionalismo catalanista siguen defendiendo que “quien habla catalán es catalán”, y promocionan sus falsos “paisos catalans” que convertirían a 60.000 aragoneses en catalanes. Y si encima sumamos su proyecto de independizarse de España, nos estaríamos jugando el dejar de ser españoles.
Yo amo aragonés oriental

domingo, 22 de octubre de 2023

¿Què vol Hitler? ¿Qué quiere Hitler?

¿Què vol Hitler? ¿Qué quiere Hitler?


Karl Cerff, Catalunya, Nazi, catanazis

El estrecho vínculo entre el nazismo y el nacionalismo catalán es bien sabido, gracias entre otros a los estudios publicados por Francisco Caja o Jesús Laínz, que el nacionalismo catalán, así como sus múltiples facetas –desde el federalismo hasta el independentismo, pasando por el odio a España o la imposición lingüística–, hunde sus raíces en la concepción racial que sus ideólogos – Almirall, Gener, Guimerà, Prat de la Riba, Cambó, etc. – exportaron de Alemania a través de Francia.

No es menos desconocido que, junto a la idea de que los españoles se diferencian de los catalanes por su impura sangre judía, árabe o africana, el nacionalismo catalán también hizo uso de uno de los baluartes del imperialismo nacionalista alemán: la Großdeutschland o Gran Alemania.

Pau, ordre, treball i disciplina. Aixó és el nacionalsocialisme. Partit Nacionalsocialista catalá.

Pau, ordre, treball i disciplina. Aixó és el nacionalsocialisme. Partit Nacionalsocialista catalá.

Ya en 1899 el historiador barcelonés Joan Pijoan publicaba su famoso “Pancatalanisme” (La Renaixensa, XXIX/7896, 16/8/1899, pp. 5133-5136), en donde se reclamaba una “Greater Catalonia” (la expresión es de Riba) que ocupase todos los territorios racial y lingüísticamente catalanes. También por esas fechas Joaquim Casas i Carbó publicaba en Catalònia (I/5, 25/4/1898, pp. 77-79) un breve ensayo en el que hablaba de Barcelona como la futura reina del Mediterráneo, irradiando todo el planeta con su cultura y su civilización, mientras Angel Guimerà, el poeta canario convertido en adalid del catalanismo, afirmaba que Cataluña se extendía hasta “donde se habla la lengua alemana” (“En lloansa d’en Joan Fastenrath per son llibre “Catalanische Troubadoure””, 18/5/1890). El mismo Prat de la Riba llegó a decir, refiriéndose también a España, que “[l]os pueblos bárbaros, o los que van en sentido contrario a la civilización, deben ser sometidos por las buenas o por la fuerza en la dirección y el poder de las naciones civilizadas. Las potencias cultas tienen el deber de expansionarse sobre las poblaciones atrasadas” (La nacionalitat catalana, 1906, pp. 117 ss.). Este afán expansionista catalán provocará dislates casi dantescos, como el de Enric Usall, estudiante de derecho y compadre de Joan Sales, quien además de defender como aquél la catalanidad de Murcia, afirmaba que había que imponer el catalána golpes de sable”, para que “[u]na vez catalanizado este planeta nos lanzaremos a la conquista de otros; llegará el día en que ninguno de ellos podrá ir por el espacio si no lleva en su espalda las barras de Aragón” (Joan Sales, Cartes a Màrius Torres, 1976, pp. 65-66). La seducción del nacionalsocialismo alemán encontró su punto de máxima efervescencia con la creación del Círculo Español De Amigos De Europa o CEDADE, un grupo neonazi fundado en Barcelona en 1966 que, en un principio, nada tenía que ver con el catalanismo [1]. No obstante, las fecundas condiciones alimenticias que Cataluña y Galicia ofrecían al pensamiento fascista permitieron a CEDADE la creación de dos partidos nacionalistas no independentistas –el separatismo era considerado por ellos parte de una conspiración judía mundial–: el Partit Nacional Socialista Català (PNSC) y el Partido Nacional Socialista Gallego (PNSG). Fueron ellos quienes, la noche del 30 de enero de 1978, como conmemoración del 45º aniversario de la ascensión de Hitler al poder, pintaron cruces gamadas sobre las seis caras del monumento de la Victoria, el distinguido obelisco situado en el cruce de Avenida Diagonal y Paseo de Gracia. Se trata del acto fundacional del Partido, al que seguirá, la noche del 30 de abril, la coronación de una bandera nazi de 7 metros de ancho por 5 de alto en el Arco del Triunfo de la ciudad condal, como conmemoración del 34º aniversario de la muerte de Hitler. Todo ello acompañado, en los años siguientes, por hojas volantes y adhesivos alabando el régimen hitleriano bajo el lema de “Catalunya desperta” (imitando con ella el lema nacionalsocialista de “Deutschland erwache”). Las simpatías raciales no acabaron con CEDADE, como bien demuestra el segundo y último número de Quaderns del separatisme, un pequeño folleto editado por Nosaltres sols! en 1981 bajo el título “Fonaments cientifics dels racisme.” (8 págs.), o las más recientes declaraciones de Artur Mas sobre el ADN germánico presente en el pueblo catalán.

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De izquierda a derecha: Adhesivo conmemorativo con la fotografía que apareció en la portada de CEDADE (XII/81, junio de 1978). Póster y adhesivo del PNSC con propaganda nazi. El artículo que hoy presentamos corresponde a una entrevista publicada originalmente en La nació catalana el 26 de septiembre de 1932. Ésta había sido recogida anteriormente por el periódico digital La Voz Libre (21 de junio de 2009), así como por varias publicaciones críticas con el nacionalismo catalán, pero debido a un error en la datación (17 de octubre de 1933) no había podido ser localizada. Gracias a la erudita investigación de Jesús Laínz en su libro España contra Cataluña. Historia de un fraude (Madrid, 2014), el texto ha podido ser finalmente identificado.

¿Què vol Hitler?  ¿Qué quiere Hitler?

Hemos podido celebrar una entrevista con el Dr. Karl Cerff, de Karlsruhe, delegado del Partido Nacional Socialista Alemán, que ha tenido la amabilidad de contestarnos a algunas preguntas que le hemos hecho sobre el programa de Hitler y su Partido. El conocimiento de dicho programa ofrece puntos muy interesantes, para los estadistas de todos los países del mundo, porque los problemas que hoy preocupan a la humanidad son, más o menos, iguales en todas partes. -¿Cuáles son los motivos de su viaje? -He venido a España por viaje de estudios y al mismo tiempo para hacer propaganda de nuestro Partido Nacional Socialista entre los elementos compatriotas que se han unido bajo las normas de las ideas de Hitler.
-¿Qué aspecto ofrece Alemania en estos momentos?
-Al que ha visto mi país antes de la guerra y al que lo ve ahora le sobreviene una gran tristeza por la miseria que se observa en todas partes. Los siete millones sin trabajo son la causa del malestar de mi país. Muchas industrias y una infinidad de pueblecitos [sic!] cierran sus puertas por no poder pagar la exagerada contribución; lugares florecientes donde antes se observaba una gran intensidad de trabajo, hoy hay la paz silenciosa de un Cementerio; hasta tal punto es así que popularmente existen las palabras “Cementerio de la industria y Cementerio de los puertos”. La posibilidad de compra del pueblo alemán, hoy, es tan mínima que el que gasta en las grandes ciudades es únicamente el turista y el banquero, en general, todos de raza judía, que explotan al pueblo alemán de una manera bárbara, dejando capital a un interés ilegal. El hogar familiar, antes ideal, está abandonado a causa de la necesidad de trabajar de la madre y de la mujer en lugares públicos para ayudar al mantenimiento de la vida, triste y cara. Comprenderá que no es éste el ideal que nosotros deseamos para la vida de nuestro pueblo.
-¿Qué consecuencias tendrán las últimas elecciones, al no haber llegado el partido N.S. a la mayoría absoluta?
-Así es, no tenemos mayoría absoluta; pero desde ahora no será posible un Gobierno sin los Hitlerianos. Nosotros reclamamos ya los siguientes puestos: Reichskanzler (Presidente del Consejo de Ministros), Ministerio del Interior y Ministerio del Trabajo. Una coalición con los otros partidos será imposible, si estos no reconocen los derechos políticos fundamentales del Partido Hitleriano. Por el momento, es esto lo que mueve la vida interna alemana.
-Si Hitler llega al Gobierno, ¿pondrá en práctica todo su programa?
-Nuestro pensamiento político fundamental es de sobras conocido y, por tanto, no será posible desarrollarlo en un día, puesto que nuestro programa contiene transcendencias tan grandes sobre la vida política interna y externa de mi Patria, que su aplicación necesitará bastante tiempo, al igual que se han necesitado diez años de dura lucha y sacrificios para la formación de nuestro gran Partido N.S. Con dos palabras señalaré el camino a seguir: Nacionalizar nuestro pueblo y Socializar la vida pública. Nuestro Nacionalismo no se entiende como el querer ser los amos del mundo; nuestro Nacionalismo quiere representar la unión de nuestra raza y la libertad integral de un pueblo trabajador, sano y de unas miras de elevado idealismo. Nuestro Socialismo no quiere representar el Socialismo Marxista, ya que este Socialismo sería la negación del Nacionalismo; Marx y Engels no son sangre de nuestra sangre: son judíos internacionales que no pueden favorecer Nación alguna, y no pueden liberar a ningún pueblo digno de sí mismo; únicamente expresan su pensamiento judío-internacional, como hombres sin Patria ni ideales. Diversas cosas que hacen mucho daño al pueblo trabajador las quitaremos; nosotros las sanearemos, para que no pesen sobre el presupuesto del Estado unas sumas exageradas; por ejemplo, simplificaremos en gran medida el aparato de la administración del Estado y de las Municipalidades; rebajaremos los sueldos de los ministros, les quitaremos las pensiones. Obligación de servir civilmente al Estado, cada uno dentro de su ramo, durante un año. Haremos un programa de trabajos públicos para los parados, ya que es indigno dar limosna a un hombre; nosotros les daremos trabajo y con este trabajo se crearán objetos útiles para la vida de la Nación. Hay muchos proyectados, tales como la construcción de bermas, trabajar las tierras yermas, construcción de pueblos y muchas otras.
-Si Hitler en algunos puntos esenciales de su programa se viese obligado a renuncias, ¿qué haría el pueblo que lo sigue?
-El pueblo tiene completa confianza en su caudillo Hitler, hombre inatacable, hombre de una moral máxima, ya que ha podido convencer al pueblo en las regiones donde ha germinado el sentido de su programa N.S., que es realizable y ha llevado a cabo unas mejoras exuberantes para todo el pueblo afligido y martirizado. Regiones como: Coburg, Braunschweig, Oldenburg y Mecklenburg pueden dar a sus ciudadanos trabajo y una vida mejor a la que han tenido hasta ahora. No creo que Hitler se vea en la necesidad de reformar su programa, puesto que los hombres de gran moral que le rodean lo han confeccionado, no para engañar al pueblo, sino para mejorar su situación; éstos no son hombres políticos por la ambición de llegar al poder, sino que son verdaderos patriotas que saben sacrificarse por el bien de su Patria.
-¿Es Hitler partidario del Káiser?
-La forma de Estado, para nosotros, Nacional-Socialistas, es completamente secundaria. Hitler ha dicho: [“]¡prefiero una buena República a una monarquía absurda!”, y lo mismo al revés. Eso sí, la monarquía hereditaria no la queremos y la combatiremos siempre. Nosotros somos enemigos de las elecciones actuales, nosotros queremos un Parlamento de representantes de Gremios y Sindicatos; no será la masa la que irá al Parlamento, sino los representantes de estos Gremios y Sindicatos. Es absurdo hoy que un abogado o un médico representen a los agricultores, o que un maestro de estudios represente a los obreros, y que un obrero del puerto represente a los comerciantes.
-¿Es Hitler partidario de una nueva guerra?
-Nuestros amigos nos echan cada día en cara que preparamos una nueva guerra. Por el solo hecho de ser Nacional-Socialistas quieren hacer creer que sólo sentimos “revanche” contra Francia. Al contrario; nosotros, Nacional-Socialistas, como idealistas y humanitarios, queremos la Paz; por eso, nosotros queremos la Paz verdadera y ésta consiste en una libertad integral de todos los pueblos y no la libertad que otras Naciones nos impongan por su fuerza material o colonizadora. El derecho a la vida de cada individuo y la libertad colectiva serán las fuerzas que sacarán la “revanche” de los espíritus oprimidos. Lo que hoy domina a Alemania es el tratado de Versalles, donde unas manos traidoras Alemanas firmaron la culpabilidad, acusación forzada y arrancada bajo las bayonetas del ejército de la Entente. Mientras no se borre esta mentira de aquel tratado humillante, sí que hay posibilidades de una “revanche”, pues una Nación digna, dice: “antes muerta que esclava”. El renacimiento de mi Patria no lo queremos realizar armando al pueblo, sino reforzando la voluntad única y Nacional del Pueblo Alemán a base de una moralidad máxima.
-¿Qué piensa Hitler del problema de las minorías nacionales?
-Uno de los puntos esenciales del pensamiento político de Hitler es: La creación de un Estado Nacional Alemán único que comprenda todos los pueblos de raza Alemana. Esto tiene como consecuencia que el Nacional Socialismo reconozca lo que quiere para él, o sea, la vindicación integral de las diversas Nacionalidades oprimidas existentes. El P.N.S. querría que todas las Naciones que rodean Alemania viviesen dentro de un Nacionalismo puro en paz y comprensión para el mejoramiento de la vida de los pueblos.
-Usted, que durante los días de vuestra estancia entre nosotros ha podido estudiar el pleito catalán, ¿qué puede decirme al respecto?
-El pleito Catalán lo encuentro muy interesante [;] nosotros sabemos que los catalanes son una raza muy diferente de la Española, por razones sobradamente conocidas y hoy universalmente admitidas.
El catalán es trabajador, ama la libertad individual, es idealista e incluso me atrevo a decir aventurero. Los materialistas, en Cataluña, deben ser los judíos, y éstos con toda seguridad serán los antinacionalistas, los que estarán afiliados dentro de la masonería y es en las manos de estos hombres que está en peligro la libertad de todos los pueblos. Nosotros, N.S., comprendemos a los pueblos esclavos que sientan el nacionalismo y quieran liberarse de sus cadenas, etc.

Guillem de Montrodó

[1] Para la historia de CEDADE véase el comedido libro de Xavier Casals, Neonazis en España. De las audiciones wagnerianas a los skinheads (1966-1995), Grijalbo, Barcelona, 1995.

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La Cataluña de Macià dién piropos a Hitler y fen entrevistes. Un home inatacable fique al texto. Intachable com Pig Demon y lo Torrat. Cuántes vides s'hagueren salvat en sol una bala entre les selles de Adolf Hitler ...

Hem pogut celebrar una entrevista amb el Dr. Karl Cerff, de Karlsruhe, delegat del Partit Nacional Socialista Alemany, el qual ha tingut l'amabilitat de contestarnos algunes preguntes que li hem fet sobre el programa de Adolf Hitler i el seu partit. El coneixement del dit programa ofereix punts molt interessants, per als estadistes de tots els països del món, perquè els problemes que avui...

Troba ses diferències, Catanazis, Nazis alemans

- El poble té completa confiança amb el seu cabdill Hitler, home inatacable, home d'una moral màxima, ja ha pogut convèncer el poble en les regions on ha germinat el sentit del seu programa N. S. que és realitzable i hi ha portat unes millores exuberants per a tot el poble sofert i martiritzat.


/ Com veéu, ya eren tan ploramiques entonses com ara los catalanistes, un poble sofert i martiritzat, y eren tan rassistes y "feixistes" com los nazis alemans. /

jueves, 20 de septiembre de 2018

Le Monde sostiene que el idioma valenciano se habla en Lleida, Andorra y parte de Aragón.

https://laverdadofende.blog/2013/08/21/le-monde-sostiene-que-el-idioma-valenciano-se-habla-en-lleida-andorra-y-parte-de-aragon/

Le Monde sostiene que el idioma valenciano se habla en Ilerda - Lérida - Lleida, Andorra y parte de Aragón.

“Le Monde” sostiene que el valenciano se habla en Lérida, Andorra y parte de Aragón. Un estudio sobre los nacionalismos en España rebate las tesis tradicionales del catalanismo.

VALENCIA.- El diario francés “Le Monde” se ha acercado al fenómeno del nacionalismo en España con un insospechado análisis que rebate las tesis tradicionales del catalanismo, y que desmonta algunos de los preceptos habitualmente empleados en la defensa de la preeminencia de la denominación del catalán sobre el valenciano, rompiendo así con la corriente de pensamiento único que rodeaba a esta cuestión. En un artículo de Cécile Chambraud, corresponsal en Madrid del diario francés, la periodista se preguntaba si el valenciano “¿es una variante del catalán o bien una lengua de por sí?”. Una pregunta a la que responde en el propio artículo al darle carta de naturaleza como lengua cooficial en España en un mapa identificativo El reportaje, titulado ¿Cuántas naciones tiene España?, pretende ser una aproximación al “aumento del nacionalismo y “la discusión de los Estatutos catalán y vasco”. Pero con todo, el aspecto más sorprendente del artículo es el referido a la presencia del valenciano como idioma propio y diferenciado en el contexto estatal. Rompiendo con el tradicional tratamiento que se ha dado en los medios extranjeros a la lengua de Ausiàs March y Joanot Martorell, la periodista de “Le Monde” y el diario optan por llamar valenciano a lo que en las clases de Filología de la universidad de valencia se denominaría “catalán occidental”. De este modo, “Le Monde” dice que el valenciano se extiende desde Andorra hasta el norte de Murcia, e incluye parte de Aragón y de las provincias catalanas de Lérida y Tarragona. / Vore valensiá de Tortosa / En virtud de esta nomenclatura, en el mapa de las lenguas cooficiales de España, además del gallego, euskera y catalán, se reconoce al valenciano como lengua propia y se defiende su campo de extensión por toda la franja occidental de la zona bilingüe de la antigua Corona de Aragón. Así, el rotativo galo circunscribe lo que denomina catalán sólo a la parte oriental de Cataluña y Baleares.


Le Monde sostiene que el idioma valenciano se habla en Lleida, Andorra y parte de Aragón.

Fuente: Article publié par Cécile Chambraudle, le 08 Mars 2006. Le Monde.
“El Mundo” edición valencia 2-4-2006.
Todo esto ya fue adelantado por nueva corriente en su artículo “¿Valenciano o catalán?” del mes de noviembre, el cual trascribimos de nuevo. Un análisis en profundidad y objetivo sobre las diferencias y similitudes del catalán y valenciano.
¿Es el valenciano una lengua o un dialecto? Esta es la pregunta que ha ocasionado y ocasiona el llamado conflicto lingüístico que existe en Valencia. La polémica comenzó en el siglo XIX y se recrudeció con la transición democrática de finales del siglo XX. Hoy el conflicto perdura, aunque no con la intensidad que lo hacia en la década de los 80.
El caso valenciano-catalán no es el único que plantea problemas. Existe en Europa casos similares como el flamenco. Sin ir tan lejos, en España tenemos el ejemplo de la lengua gallega y portuguesa que nos puede ayudar en nuestro caso. ¿Es el gallego una lengua o un dialecto del portugués?
Para intentar desvelar el problema es necesario hacer una referencia a la terminología. Qué se entiende por dialecto, por lengua, por normalización, por lingüística…

El hecho de que un pueblo se exprese en un determinada forma de hablar indica que existe una lengua. Pero ¿la lengua es igual o idéntica a la lingüística o esta es simplemente un factor o pilar que fundamenta la existencia de una lengua?. ¿Para la configuración de una lengua hay que tener en cuenta otros factores como el histórico, el social o el literario o basta únicamente con el factor lingüístico?
Desde un punto de vista de los defensores de la “unitat de la llengua” solo hay que acudir a parámetros estrictamente lingüísticos uniendo el concepto de lengua con el concepto de lingüística. Esta se encarga de la gramática que conforma una lengua. No se tiene en cuenta en absoluto otros parámetros. Sin embargo esta postura es rebatida por otros lingüistas europeos.

Pryde J.B afirma “son numerosos los criterios para demarcar los límites entre lenguas o entre dialectos”. Es decir “las diferencias entre las lenguas y los dialectos estrechamente relacionados, son en su mayor parte, políticas, culturales, más que lingüísticas” como dice Lyons, John. Esta parece ser la corriente mayoritaria entre los lingüistas.
Analicemos pues los otros factores que configuran la existencia de una lengua. En primer lugar el histórico. En la península Ibérica durante la dominación árabe se consolidaron los dialectos de la lengua latina. En el lado occidental el gallego, en el central el castellano, y en el oriental el valenciano. / Falta el aragonés para nuestra zona / La tesis catalanista de que el catalán fue llevado a Valencia y Mallorca con el rey Jaime I ha demostrado ser errónea.
La tesis catalanista de que el catalán fue llevado a Valencia y Mallorca con el rey Jaime I ha demostrado ser errónea.

El árabe Ibn Sida que murió en Denia en 1066 se disculpaba de los errores cometidos en su obra ya que estaba rodeado “de personas que hablaban romance”. Antes de la llegada del Conquistador ya se hablaba una lengua romance que posteriormente se llamara valenciano. Por otro lado y de acuerdo con las fuentes históricas la repoblación cristiana apenas supero el 3% siendo imposible que esa pequeña población de repobladores impusiera una lengua y más cuando se encontraban divididos en aragoneses, catalanes y franceses.
Valencia nunca ha estado unida políticamente a Cataluña. El Reino de Valencia se regía por sus propios fueros diferentes de los otros territorios de la Corona de Aragón. Por tanto desde un punto de vista político e institucional Valencia y Cataluña desde hace 700 años han constituido dos realidades distintas. Este es un factor clave en la diferenciación entre el gallego y portugués. El hecho de que Galicia y Portugal pertenezcan a realidades políticas diferentes ha sido crucial para que ambas lenguas se consideren distintas. Aquí no ha mediado un factor lingüístico sino un factor político.
Un elemento sólido e identitario del valenciano es sin duda la literatura que ha aportado. El siglo de oro valenciano fue desarrollado casi en exclusiva por autores valencianos. Y hay unanimidad entre los autores de la época en afirmar que escribían en lengua valenciana. El clásico valenciano autor de Tirant lo Blanch, Joanot Martorell dice “no solament de la lengua anglesa en portuguesa. Mes encara de portuguesa en vulgar valenciana”. Un poco más tarde el autor universal del Quijote también mencionó el valenciano como lengua “la valenciana, graciosa lengua”. Por contra el catalán hasta 1900 se le consideró un dialecto del provençal / uno de los dialectos del idioma occitano / y fue en 1959 cuando la Real Academia Española rectificó su definición de catalán.
La transformación que experimentó el catalán de dialecto a lengua supone la exteriorización de una nueva realidad: el nacionalismo. Fueron los catalanohablantes los que reivindicaron que su habla tuviera la calidad de lengua. Aquí entra a escena el factor social y cultural. La lengua la crean los usuarios de la misma. Los usuarios catalanes decidieron que el catalán ya no era dialecto. En el caso valenciano la mayoría de los valencianohablantes –un 64%- considera su lengua distinta a la catalana, de acuerdo con la encuesta del CIS de 2004. Respetemos, también, la voluntad de los valencianos.
El argumento estrella de los defensores de la unidad de la lengua es que catalán y valenciano son una misma lengua pero el valenciano es una variable, un dialecto. Por tanto habría unidad lingüística. Pero desde esta perspectiva y con los datos históricos y literarios que poseemos…no sería más correcto preguntarse ¿es el catalán un dialecto del valenciano? En todo caso las tesis unionistas no se sostienen porque valenciano y catalán mantienen muchas diferencias estructurales, fonéticas, morfológicas etc.
No existe por tanto unidad lingüística aunque es evidente que el catalán y valenciano son lenguas hermanas pertenecientes a un mismo sistema lingüístico pero no idéntico. Como pertenecen a un mismo sistema el gallego y el portugués pero ambas se las considera lenguas distintas.
La solución es hablar el valenciano de nuestros padres, mantener viva las formas valencianas aunque sean consideradas incultas en ciertos despachos e instancias bien remuneradas. Rechazar otras palabras “cultas” distintas a las valencianas. La lengua culta la construye el pueblo y no las academias.

LE MONDE | 07.03.06 | 14h01 • Mis à jour le 07.03.06 | 14h01
Le drapeau espagnol doit-il continuer de flotter sur la forteresse de Montjuich, qui surplombe Barcelone ? Les Catalans forment-ils une nation ou une nationalité ? Les Basques ont-ils un droit à l’autodétermination ? Le valencien est-il une variante du catalan ou bien une langue à part entière ? Les régions espagnoles auront-elles, toutes, la maîtrise de la moitié de l’impôt sur le revenu et de la TVA récoltés sur leur territoire ? La connaissance du catalan est-elle un devoir pour les citoyens vivant en Catalogne ?
Ces questions et mille autres, parfois byzantines, parfois sonnantes et trébuchantes, occupent, depuis plusieurs mois, presque entièrement le débat politique espagnol. Et parfois aussi la rue : le 18 février, une centaine de milliers de personnes ont ainsi défilé dans les rues de Barcelone en scandant : “Nous sommes une nation, nous avons le droit de décider.” Car, sous la pression, notamment, des nationalismes catalan et basque, qui ont connu une nouvelle impulsion ces dernières années, l’Espagne a entrepris, depuis un an, une révision complète de l’articulation de ses territoires et des règles qui régissent leurs relations avec l’Etat.
Le président du gouvernement, le socialiste José Luis Rodriguez Zapatero, a encouragé le mouvement vers ce qu’il appelle l’“Espagne plurielle”. L’éventualité de la fin du terrorisme au Pays basque et d’un débat sur l’avenir juridico-politique de cette région contribue à accentuer le caractère conflictuel de la question territoriale.
Pour un oeil français, accoutumé à la symétrie et à l’ordonnancement raisonné, l’Espagne plurielle, c’est déjà maintenant : l’“Espagne des autonomies”, telle que l’a inventée la Constitution de 1978, est l’assemblage de dix-sept régions et de deux villes autonomes (Ceuta et Melilla, enclavées au Maroc) – dirigées par des gouvernements et des Parlements régionaux – aux prérogatives différentes, aux degrés d’autonomie variés, aux quatre langues co-officielles, en plus du castillan. Ces collectivités se sont constituées volontairement dans la seconde moitié des années 1970, lors de la transition démocratique, après la mort de Franco. Chacune est régie par un statut, élaboré par ses élus puis ratifié par le Parlement espagnol. Ce sont ces statuts qu’il est aujourd’hui question de modifier, à l’initiative des régions concernées.
Une douzaine de régions, pour l’instant, sont demandeuses. L’une des premières à entreprendre la révision de son statut a été la Catalogne. Sa volonté était sur la table depuis que, en 2003, le parti nationaliste de centre droit Convergence et union (CiU), dont le chef de file, Jordi Pujol, dirigeait la région depuis 1980, a été supplanté par une coalition de gauche dirigée par le socialiste Pasqual Maragall. Le nationalisme de celui-ci ne le cède en rien à celui de CiU. Son alliance avec les indépendantistes d’Esquerra republicana de Catalunya (ERC) s’est fondée, justement, sur l’objectif de réformer l’Estatut de 1979, pour augmenter les compétences et les ressources propres de la Catalogne et pour renforcer son identité politique, à l’intérieur de l’Espagne comme à l’extérieur, notamment au sein de l’Union européenne.
Alors dans l’opposition, et prenant le contre-pied de l’orientation “espagnoliste” et centralisatrice du second mandat de José Maria Aznar, M. Zapatero, par une formule demeurée fameuse par sa témérité, s’était publiquement engagé, s’il emportait les élections, à “appuyer le projet que le Parlement catalan adopterait”. Le président du gouvernement est convaincu qu’une “nouvelle étape” décentralisatrice, allant dans le sens d’une Espagne plus fédérale, est la condition indispensable non seulement de sa stabilité et de sa gouvernabilité, mais aussi, tout simplement, de sa cohésion.
Après son arrivée au pouvoir, des mois de négociations entre les socialistes de Madrid et les élus catalans ont été nécessaires pour éliminer du projet adopté par le “Parlament” de Barcelone, en septembre 2005, les dispositions qui excédaient le plus manifestement les limites, volontairement floues, de la Constitution. Outre les finances (la Catalogne aura la maîtrise de 50 % de l’impôt sur le revenu et de la TVA perçus sur son territoire et de 58 % des taxes sur les alcools, les tabacs et les hydrocarbures), le point le plus litigieux, et le plus politiquement chargé, a consisté à savoir si la Catalogne pouvait, constitutionnellement, se définir comme une “nation”, sachant que la Constitution réserve ce terme à l’Espagne, même si elle mentionne l’existence, en son sein, de “nationalités”. Le Parlement espagnol ne s’est pas encore prononcé, mais l’accord trouvé entre le gouvernement et la majorité des partis catalans s’est fait contre l’opposition conservatrice du Parti populaire (PP), qui voit dans l’extension des pouvoirs catalans et la mention du mot “nation”, même assorti de restrictions, le début d’un “détricotage” de l’Espagne. A l’opposé du spectre politique, les indépendantistes d’ERC se demandent également si, pour des raisons inverses, ils ne se prononceront pas contre le compromis. Un référendum doit sanctionner le processus.
Quelques mois après sa victoire aux élections, M. Zapatero avait, en revanche, fait rejeter par sa majorité un projet de nouveau statut adopté par une courte majorité du Parlement basque. Ce texte, d’orientation souverainiste, illustrait le virage opéré ces dernières années par le Parti nationaliste basque (PNV), au pouvoir à Vitoria depuis 1980. Mais, si ce projet est enterré, le désir de réformer le statut de l’Euskadi demeure. Et le débat qui devrait s’instaurer dans le cas où l’ETA renoncerait à la violence devrait être encore plus porteur de tension avec l’opposition de droite.
La refonte du statut de la Galice pourrait être plus consensuelle. Les socialistes, qui ont, pour la première fois, conquis la présidence de cette région en 2005, souhaitent le faire en accord avec le Parti populaire. Mais le Bloc nationaliste galicien, allié minoritaire des socialistes, revendique lui aussi l’appellation de “nation”. Le PP n’est pas opposé par principe à l’élargissement des compétences des autonomies : il soutient les réformes engagées à Valence et en Andalousie, par exemple, et ses présidents de région regardent d’un oeil intéressé les nouveaux pouvoirs qui s’offrent à eux.
Cécile Chambraud, à Madrid
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martes, 25 de mayo de 2021

Ricart García Moya, la muerte de Pompeu Fava


Me he enterado de la muerte de un valenciano que, altruistamente, batallaba en Twitter con el seudónimo «Pompeu Fava». No sé su nombre auténtico, pero reconozco por sus escritos que fue valioso miembro de la Resistencia ante el fascismo expansionista, y que utilizó ingeniosamente la ironía en nuestra desigual liza contra el catalanazismo. Supone gran pérdida para la dispersa y acorralada guerrilla de los que nunca serán siervos de la superior raza aria catalana. Carecemos de un neoplatónico florentino que, en epitafio, exprese poéticamente la nostalgia y tristeza hacia el digno ser que nos ha dejado; aunque, según Marsilio Ficino: «El hombre asciende a las regiones superiores sin descartar el mundo inferior, y puede descender al mundo inferior sin desechar el superior». Esto lo decía en latín, que queda mejor, pero…

Lo que sigue se interpretará mal, muy mal, aunque tengo la ventaja de que, al estar en el estrato más inferior del submundo valencianista (y no aludo a colaboracionistas de la AVL y demás cancerberos), tampoco sorprenderá a mis 10 o 15 lectores. Así que iniciamos transición, valga el símil, del Requiem de Berlioz a las estridencias del mundano Offenbach; o de un admirado ser humano, Pompeu Fava, a la modesta preposición «sinse».

Las convicciones valencianistas del honesto ‘Pompeu Fava’ se regían, supongo, por las Normas del Puig, las de la RACV y la disciplina de Lo Rat Penat, de ahí su paródico seudónimo «Fava», morfología arcaica compartida con el catalán. Y aquí surge el conflicto con el valenciano moderno; pues, si pretendemos mantener la secular singularidad, no podemos desperdiciar o condenar una sola morfología, vocablo o construcción sintáctica surgida en la lengua viva y plasmada negro sobre blanco. Por cierto, si he tardado unos 20 años en recopilar morfología y léxico en el DHIVAM 2020, no es mucho pedir que, quien quiera fundamentar la independencia del valenciano moderno, invierta 20 minutos en consultar documentación sobre el sust. «faba» o cualquier otra voz prohibida por los colaboracionistas:

A) ¿fava o faba? -del latín faba, ¿por qué rechazar la grafía valenciana moderna ‘faba’, si es culta, etimológica y distinta al cat. «fava»?

B) ¿sense o sinse? -del latín sĭne surgieron corrupciones neolatinas peninsulares: sin, sins, sen, senes, sens, sensesinse…. ¿Cuál nos singulariza más ante la lengua invasiva?

Pocos se atreven a usar la prep. valenciana moderna «sinse». El terror al qué dirán coagula la sangre de horchata. El pavor a que se les considere incultos es eficaz espada de Damocles; así, uno de los mantras repetidos en la inmersión es que huyamos de cualquier voz sospechosa de castellanismo, salvo que sea catalanismo como tarda, vegada, etc. Los timoratos, cohibidos ante el matonismo filológico, buscan amparo en las tímidas Normas del Puig que, inútilmente, limosnearon tolerancia y consenso de los colaboracionistas. Uno de los firmantes, mi amigo Pepe Boronat Gisbert, a pocos días de la firma nos comentaba su arrepentimiento y decepción por el catalanismo subyacente en las mismas. Ese lamento lo escuchamos repetidas veces los contertulios (Duardet Monllor, Vicente Ramos, Antolí, Redó…) en nuestras reuniones semanales en la Casa de Alcoy de Alicante.

Así nos asustaba Corominas

En valenciano podemos construir el ablativo: «Patim tristea sinse’l companyer Pompeu Fava», pero nos llamarían churros. La cosa viene de lejos y arriba. No hace falta rascar mucho bajo la erudición del lexicógrafo barcelonés Corominas —luz de etimólogos— para descubrir su mentalidad racista, además del virtuosismo en la manipulación documental. Así, respecto a la voz que usamos de paradigma, lanzaba esta brutal descalificación:

«Una variant sinse cal dir rotundament que no ha estat mai de la nostra llengua, encara que la donin com a variant valenciana… ha estat allà tan rara, que no hem de dubtar a qualificar-la de barbarisme ocasional de xurros» (Corominas: DECLLC, VII, p.798)

Nos topamos, ya lo ves, con la alambrada racial inherente a estos lingüistas. Para no caer en su red de engaños colaterales, la misma grafía «xurro» no existe. En valenciano se escribe con ch-, «churro«1, voz infamante que señala al étnicamente distinto e inferior y, lo más grave, que habla la lengua de las bestias, el español, y masculla valenciano. Frutos del racismo son las voces empleadas para discriminar por aspecto, cultura, raza o idioma: maqueto, judío, sudaca, churro, charnego, etc. Volviendo al tema, Corominas descalificaba la prep. «sinse» con argumentos que traducimos del catalán:

«una variante sinse conviene decir rotundamente que no ha pertenecido jamás a nuestra lengua, aunque la den como variante valenciana… ha sido allí tan rara, que no hemos de dudar a calificarla de barbarismo ocasional de churros» (Corominas: DECLLC, VII, p.798)

Corominas insiste con frases intimidatorias contra algún escritor «patoisant» que, osadamente, usara tal barbarismo. En realidad, la prop. «sinse» ha sido vapuleada desde tiempos de Prat de Riba, Jaume Massó y Pompeu Fabra, de ahí que el terror a emplearla y ser degradado a «patoisant» afecte incluso a la Resistencia. La bola de nieve ha engullido hasta a mis conocidos del GAV, que consideran vulgaridad a «sinse» y siguen con el «sense» de marras; en parte por la aportación de filólogos bien intencionados como López Verdejo que, taxativamente, insistía en lo asimilado en la Universitat del autoodio:

«Recordem que la preposicio sense es pronuncia ‘sinse en alguns llocs, pero es tracta d’un fet propi de la llengua vulgar que no s’ha d’escriure i que hem d’intentar corregir» (Voro López: Parlem com cal, cap. III)

Ese «com cal» es construcción sintáctica catalana arrastrada por Voro desde su juventud universitaria: «en val. modern el defectiu ‘cáldrer’ asoles te sentit negatiu, raere del adv. no: “entre amics no cal tovalles” (Ros: Adages, 1736, p. 55); “No cal, arremate pronte” (Serrano, M.: Voreta de l´Albufera, 1928, p.45), etc.

La prep. «sinse» no es «churra» ni vulgar

La preposición valenciana conserva una –i– que no ha caído del cielo extremeño o salmantino. Procede del latino sĭne, que generó derivados como «sins«, presente en clásicos:

«hores stigué sins algún recort» (Martorell, J.: Tirant, c.1460)

El supuesto ‘barbarismo de churros’ era lo contrario. El pueblo conservó el lexema latino, aunque no fuera consciente de emplear un cultismo; y hay indicios del uso ininterrumpido con la morfología más etimológica «sins«, o la actual «sinse«. El ciudadano Jeroni Llopis, autor de un lacónico dietario, confirmaba la presencia de la preposición culta «sins» en el valenciano del renacentista Reino de Valencia. El manuscrito de Llopis no tenía pretensiones literarias o divulgativas, por lo que empleaba la lengua usada por sus conciudadanos, de ahí que hallemos la morfología verbal «vixqué», (Vita Christi: "Ans ha vixcut en la terra d´les besties tribulat continuament per ell e sos fills nuncha se son millorats de res:") e indicios de la moderna simplificación y unificación de oclusivas sordas, «cuart»; aparte de la secular copulativa «y» valenciana; ("hy perque enla fonda y plorosa vall de lagrimes de aquest mon miserable") conjunción que, como tú sabes, engendra terror a los miembros del Rat Penat, GAV y RACV, salvo contadas excepciones:

«…li tallava les venes. Y vixqué un cuart (sic) y sins confesió» (Ms. Dietari de Jeroni Llopis, 5 d’abril, any 1575)

En escritos notariales, eclesiales o cancillerescos también hallamos la preposición usada por el pueblo:

«…sins llanterna… més de una espasa sola» (Decret de Vespasiá Gonzaga, Virrey de Valencia, 6 d’octubre 1576)

¿Recuerdas, Pompeu Fava, lo qué adoctrinaba el barcelonés? ¡Ah, sí, que esta preposición «era barbarismo ocasional de churros»!. En el Auschwitz idiomático creado por Corominas para ‘churros’ encontraríamos a Joanot Martorell, escribanos cancillerescos, dietaristas del Renacimiento o al prolífico Pere Jacint Morlá, un beneficiado de la iglesia de San Martín en el centro de Valencia que, en su abundante obra, intentaba plasmar lo escuchado a la monja tornera, el albañil, los contertulios Arguix, Sisternes, Maluenda, etc. Actualmente, sus escritos son botín de la «llengua catalana»; pero, en el Barroco, el poeta lo dejó claro; p.ej., en la composición para el certamen de Gandía: «He volgut, noble auditori, / escriure com acostume: / en ma llengua, en valenciá«. Un siglo después, el ilustrado Ximeno recordaba: «Pedro Jacinto Morlá (+ 1656). Fue uno de los poetas más celebrados de España por su ingenio, agudeza y facilidad para componer en todo género de metro, ya fuese en idioma valenciano o castellano» (Ximeno: Escritores del Reyno, 1747). El poeta escucharía la preposición «sinse» en conversaciones, y dejó constancia: “sinse deixar una olla” (B.. Univ. de Valencia, Pere Jacint Morlá, ms. 6781, c.1650); «la camisa sinse randa» (ib.);»sinse honra, sinse …2,/ sinse bolsa3 y sinse dinés» (ib.), etc.

Corominas afirmaba «rotundamente que no ha pertenecido jamás a nuestra lengua», y tenía razón: no perteneció a la catalana y sí a la valenciana. El lexicógrafo, enardecido, nos ofendía: «sinse era barbarisme ocasional de xurros», por lo que seguimos ofreciendo churros como el cáustico Francesc Mulet: “sinse fer rumor4” (BNM, Mulet: Ms. Infanta Tellina, c. 1660); igual que su coetáneo Ayerdi: “quedá sinse castic” (BUV. Ms. 59, Joachim Ayerdi: Noticies de Valencia, maig 1662); o el carmelita Armengol: “era pelat est home, sinse monyet” (Armengol: Nov. a S. Juan de Mata, 1669), etc.

orti-mayor
En este sencillo grabado valenciano del Barroco, una apática y dubitativa Muerte refleja la inutilidad de nuestras luchas mundanas; pero, ¡ay!, seguiremos con ellas. El cultísimo cronista Ortí Mayor usaba la prop. «sinse» , por lo que Corominas y demás racistas filólogos lo degradarían a ser inferior o «churro» (Grabado en la obra de Ortí Mayor, J. V.: Recomendación del alma, Valencia, c.1740)

No esperen que algún millonario de la AVL se ponga gallito y emita quiquiriquís de protesta ante las manipulaciones corominescas, y las hay de todo tipo (generadas por su aversión al valenciano y español). Hemos comprobado que el barcelonés negaba rotundamente la existencia de «sinse» en los susodichos siglos XVII y XVIII; y, además, que fue barbarismo de churros. Uno de ellos sería el cronista Ortí Mayor:

“la deixá sinse paraula” (Ortí Mayor: Coloqui pera lo Convent de Senta Ursula, 1730)

O los «churros» de la Torre d’en Basora:

sinse ser avisats” (Archiu Mun. Torre d’en Besora, Stabliments T. B., 31 d’agost de 1738)

Y el «churro» Carlos Ros:

“no vol treballar, / sinse pensar en…” (Ros: Segona part de les penes, 1745)

En fin, en el 1700, el Reino estaba plagado de seres inferiores o churros», desde el anónimo de Elche a los de Valencia o la Torre d’en Basora:

“home sinse fills” (A. Mun. Elig, Romans del pleit, 1776)

“en l’aire sinse poder…” (Poesías que se arrojaron desde los carros triunfales, 1755)

“les llágrimes… sinse parar” (BUV, Ms. 744, Relació que fa a Thomás, 1769)

sinse pensar” (En obsequi dels Voluntaris Honrats del Reyne de Valencia, 1794)

sinse bucles” (Sento y Tito… per lo feliz Part de Luisa de Parma, 1794)

sinse tindre por a un poble” (BNM, Zarzuela D. Jorge Palacios, en valenciá, 1801)

Leo y releo, estupefacto, el texto de Corominas en que afirma que «sinseen los siglos XIX y XX ha sido allí (Reino de Valencia) tan rara que no hemos de dudar a calificarla de barbarismo ocasional…» (DECLLC, VII, p.798). Tan rara que no voy a reproducir las innumerables fuentes que desmienten al racista filólogo; valga, por ejemplo, la traducción al valenciano de los aforismos de Fages (Aforismes catalans, Figueras, 1849), donde sí figura nuestra preposición, inexistente en el texto catalán:

sinse doctrina, y farás be la ruina” (Aforismes catalans traduits al valenciá, 1853, p. 9)

Un ejemplo en Castellón, ahora catalanizado y núcleo del autoodio a Valencia:

“el carro sinse rodes” (Baidal Llosá, F.: Amor torna, Castelló, 1917, p. 20)

Y hasta del catalanista Carles Salvador, antes de serlo:

“lo millor sería tindre dinés y estic sinse un clau” (Salvador, Carles: Un negosi com un atre, 1921, p.7)

Y los de Torrent:

sinse ducte foraster” (Catalá G.: La carchofa, Torrent, 1926, p. 13)

Y Gandía:

sinse un apretó” (Ferrer, L.: A la vora del riu Serpis, Gandía, 1932, p. 12)

Y los de Alicante:

sinse ducte” (El Liberal, Alacant, 23 d’agost 1897)

Los de Novelda:

“s´han quedat sinse finques” (El Tío Gabia, Novelda, 7 -1- 1884)

Los churros del «Mongó» (ahora catalanizado en Montgó»)

sinse el seu consentiment” (Barreda, M.: La cara de Mongó, 1873)

La producción churrera se exportaba, siguiendo la tradición medieval, a los vecinos del Norte:

sinse lley” (Merelo: Tot ho apanyen els dinés, choguet valenciá, Lérida, 1866, p. 33)

Quien se tome la molestia de consultar el DHIVAM 2020 (no los anteriores) comprobará la indigna manipulación de los expansionistas, y la suicida actitud de los valencianistas que se avergüenzan de esta preposición elegida de paradigma ¿Por qué ese autoodio a la huella etimológica de la «i», que hallamos incluso en el viejo provenzal: «sin jamans eran e sí s’ amaven» (Questa del sant grasal, c. 1300)?

Al ya conocerte, amigo Ricart Alós , me pongo confidencial

Hoy me dicen que te llamabas Ricart Alós, y que buscabas salvar del naufragio a tus compatriotas. Recurro a la ficción comunicativa para decirte que lo tenemos difícil ante el poder omnímodo del fascismo expansionista. Padecemos, leal Ricart Alós, un Régimen que esclaviza con la obligatoriedad de catalanizarnos, y han conseguido que el mismo pueblo participe, sin ser consciente, del oprobio. Así sucede en el instante en que un valenciano escribe «telèfon» en lugar del val. «teléfono«5; o que vamos a ‘Consum’ y nos ofrecen «maduixa», en lugar de «fresa» o «fraula«. Hay valencianistas que usan el cat. «salutacions» (raro arcaísmo revitalizado por los catalanes del 1860), al creer que si escriben «saluts» mutarán en churros. ¡Ay, Ricart Alós, cómo nos han lavado el cerebro!. Nuestro mozárabe Pedro Pascual ya incorporaba esta fórmula de cortesía en el mismo siglo en que vivía Jaume I: «Foren al encontre, e les primeres saluts foren de Sanct Johan dient: Gloria e honor sia a Deu lo Pare…» (Pasqual, Pere: Obres, c.1280). Femenino en aquellos años de vaivenes morfológicos, en val. moderno es masculino: ‘¡Che, Huiso, donali un salut de ma part a ton tío!’. Hasta el colaboracionista Guarner recordaba la divergencia semántica de esta voz homógrafa del mismo étimo: “El salut, acció de saludar; la salut, sanitat” (Sanchis Guarner : Gram. Valenciana, 1950, p. 206). También hay valencianistas que prefieren escribir «reba» en lugar del moderno valenciano ‘recibixca’, ‘resibixca’6.

Ahora sabes, noble Ricart Alós, qué fácil es caer engañado por los estafadores piramidales. Si los catalanes Corominas y del IEC ordenan que hay que escribir «canvi» y «canviar», todas las terminales colaboracionistas en el Reino nos machacarán con este dogma de fe ¿Consecuencias? Nadie de Lo Rat PenatRACVGAV o la Oronella quiere ser «churro», por lo que escribirán «canvi»,»canviar»; y les da igual que les demuestres mil veces que es cultismo valenciano clásico y moderno. La cobardía o el qué dirán paraliza a estas personas que, escupiendo al aire, seguirán usando catalanismos. Fíjate, Ricart Alós, que en el DHIVAM les ofrecí una cantidad considerable de autores y obras donde se demostraba que «cambiar» es la morfología valenciana, ¡les da lo mismo! Ellos, los de las entidades citadas, seguirán usando el catalán «canviar» ante el regocijo expansionista. Mira, amigo Ricart Alós, aquí tienes unos ejemplos del DHIVAM 2020 (despreciados por nuestros compañeros de fatigas):

catalanazis
El ejército de la Muerte, amigo Ricart Alós, es invencible; pero el proyecto catalanazi de ampliar la Gran Cataluña hasta la Vereda del Reyno, en Beniel, sí encontrará tarde o temprano réplica airada (Bolaños, J.: La vida de la Muerte, 1792, p.216)

cambiar –cultisme valenciá, del lletí cambiāre. En billabial era comú al valenciá, castellá y catalá. A finals del sigle XIX vullgueren els catalans alluntarse d´eixa homografía, «adoptant canviar, AMAlcover, amb aplaudiment de Fabra (DOrt.) es convertí en defensor decidit de la v» (DECLLC, II, p.493). Els colaboracionistes, unflant este acort catalá com a cult y progresiste, olvidaren el rigor etimológic tantes vegaes glorificat davant del tremolós poble: “cambiar” (Canals, fr. Antoni: Providencia, NCL., 102, c. 1395)

“dret pera… vendre, cambiar, baratar e…” (APH. Sta. María d´Elig, Sig.168, 17 abril 1418, f. 42v)

que tan be sabetz de cambiar” (Jordi de St. Jordi: Lo Cambiador, c.1423)

“vendre, alienar, empenyar, permutar, concambiar” (BNM, ms.11677, Procés de la Condomina d’Alacant, a. 1674)

La muerte no tiene antídoto en este delicioso Reino, amigo Ricart, ¿y el catalanazismo?

No emborrono más folios. Es muy tedioso este artículo, incluso para ti , Ricart Alós, que tienes alma y tiempo libre. Estoy melancólico y no veo más futuro que un Reino devorado por la Gran Cataluña o… como en el pasado, una indeseada solución armada. Cuando en los siglos XV y XVII tuvimos que rechazar la invasión comenzada por el Maestrazgo de Montesa, el ejército valenciano venció al catalán y, en 1650, persiguió hasta Barcelona a los ambiciosos. En 2020, los colaboracionistas no forman una ONG benéfica, sino que pretenden devorar hasta la Vereda del Reino; y, en un futuro cercano, cuando consigan crear la policía y el ejército de las Bases de Manresa… ¿cómo se desharán de nosotros? De momento nadie se opone a la destrucción de España y del indefenso Reino de Valencia. Colaboracionistas y catalanazis gozan de todo el poder y medios de comunicación.


1 De raíz posiblemente prerromana, en el s. XVIII muestra morfemas derivativos: “sarahuellets de churrets” (En obsequi dels Voluntaris Honrats, 1794, p. 5)

2La palabra ofrece dudas al ser casi ilegible en el manuscrito.

3 Los que se escandalizan al leer «bolsa» en Morlá, desconocen que es secular vocablo valenciano.

4 La grafía valenciana «rumor» es culta, del lletí rumor, -ōris: “no fer rumor” (Ferrer, St. Vicent: Sermons,1408)

5 –teléfono: cultisme valenciá, del compost grec-lletí tele, ‘llunt’, phoneo > fono, ‘sonit’. El sust. val. es homógraf del it. telefono y gallec teléfono; cat. telèfon; 1ª doc.: “teléfono” (Escrig: Dicc. 1887); “Vorás. Figurant el teléfono…” (Semanari Garrotá de sego, 12 d´agost de 1888, Alacant, p.1); “teléfono… ¿quí diu que crida? (“La nova traca, Valencia, 19 juliol 1894); “parlar per teléfono en u” (Vidal Corella, V.: ¡Quína lluna de mel!, 1934, p.6)

6“resibixca, pues, públic testimoni de nostre agraiment” (Ignasi y Concheta Ruiz: Anima valensiana, 1927, p.2)