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jueves, 14 de octubre de 2021

A LA VIRGEN MARÍA. A LA VERGE SANCTA MARIA.

A LA VIRGEN MARÍA.

En el capítulo LXXXIII del libro titulado Blanquerna, que escribió Raimundo Lulio en la ciudad de Montpeller hacia los años 1282 y 1283, se lee una trova dirigida a la virgen María, que puso el autor en boca de uno de los personajes que en la obra figuran. Es una composición corta, de bellas formas e ingeniosos y elevados conceptos, que nos da una idea del atractivo que debieron tener los lais o tensiones del enamorado trovador.
- "A vos, Señora, santa virgen María, dice, a vos doy todo mi albedrío, y con tanto ardor quiere de vos enamorarse, que sin vos en nada anhela fijar sus deseos ni su amor: porque el amor que a vos se dirige, que sois madre del amor, es el más fino y elevado de todos los amores; y quien sin vos amar intenta, malogra infelizmente el amor de su corazón. Y pues ya que queréis, excelente reina, toda mi voluntad, os quiero también hacer presente de mi memoria y de mi inteligencia, porque sin voluntad ¿qué haría de ellas, Señora? Mas ay, si os place, madre mía, recordad y haced entender a toda la clerecía cuanto se os honrara si emprendiesen unos el camino de la Tierra-Santa para predicar la divina palabra a los infieles y convertirles a la fé cristiana, y sembrasen otros la paz entre las ovejas de Jesús: que muchos son los que se jactan de que arrostrarían la muerte por vuestro hijo, si ocasión se ofreciera; mas pocos los que emprendan el apostolado, pues el temor de morir les hace andar remisos y negligentes." -

En la versión que en 1521 se publicó en Valencia del Blanquerna, aparece también traducida la trova que nos ocupa, aunque en diferente metro; y si bien en la traducción observamos el lenguaje más culto del siglo XVI, en nuestro concepto no iguala al original. A continuación de este insertamos aquella para que el lector juzgue por sí mismo.

Blanquerna en castellano (descargar pdf)

Blanquerna, castellano, Raymundo Lulio, 1521, valenciano, lemosin, lemosina, lengua castellana, 1749


https://bivaldi.gva.es/es/consulta/registro.cmd?id=8246


A LA VERGE SANCTA MARIA.


A vos, dona verge sancta María,

Dó mon voler, qui 's vòl enamorar

De vos tant fort, quí sens vos no volria

En nulla rè desirar ni amar.

Car tot voler ha melloria

Sobre tot altre que no sia

Volent en vos, qui est mayre d' amar;

Qui vos no vòl no 's pòt enamorar.


Pus mon voler vòl vostre senyoria,

Lo meu membrar e 'l saber vos vuyll dar;

Car sens voler, dona, ¿eu qu ' els faria?

E, vos dona, si us play façats membrar

E entendre, mayre, a clereçia,

Per ço que vagen en Suría

Als infaels convertir e preycar,

E ' els christians fassen pacificar.


Mant hom se vana que murria

Per vostre fill si loch venia;

Mays pauchs son çells qui 'l vagen preycar

Als infaels, car mort los fá duptar.


(Versión de 1521.)

A vos, mare verge, excelsa María,
Lo meu voler done qu' es vòl enamorar
De vos a qui 'm postre, sens quí no volria
Alguna altra cosa desirar ni amar.
Qu' en vos quant s' endreça té, cert, milloria
Sobre 'l que no era ni esser poria;
Puix sou en nosaltres d' amor vera mare:
Y a vos qui nous ama no 'l vòl l' Etern pare.

Puix mon voler prompte voleu, reyna pia,
La mia memoria e 'l saber vos vull dar:
Car sens voler, dea ¿yo qué d' ells faria?
Mas qu' es recordassen d' entendre y amar,
Excelsa princessa, a vos si plahía,
Tots vostres bons clergues d' amar en Suria
A tots los heretges infaels predicar;
Y 'ls crestians fessen prest pacificar.

Mas l' hom perdra 'l viure per vos se gloría
Y 'l vostre fill sacre si 'l cas se seguia;
Y pochs son qui vagen la fe predicar
Als infaels heretges per mort reçelar.

martes, 1 de septiembre de 2020

La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

Este verano, en una tórrida tarde en la Universidad de Barcelona, comprobé lo interesante que era el manuscrito Ms. 1010. Terminado hacia 1637, con caligrafía semejante a batallones de inquietas hormigas, trataba sobre la "lengua catalana materna". Ahora, ya en el Reino, he consultado los comentarios sobre el citado manuscrito en la "Historia de la Lìteratura Catalana", de D. Martí de Riquer, y algo no concuerda; la única cita referente a nosotros es para recordar que en los años del manuscrito estudiaban en Lleida más de "300 valencianos que hablaban y entendían, como es lógico, el catalán" (HLC, V, p. 430). Por supuesto que entendían el catalán y el latín, pero ¿hablaban catalán o valenciano?
El Ms. 1010 confirma que las lenguas habituales en Lleida fueron el catalán, el latín (círculo universitario) y el valenciano; conclusión que no sorprendería si la
inmersión no censurara originales.
La Universidad de Lleida fue autorizada en 1300 por Jaime II en un lugar a salvo de ataques costeros y de la peligrosa frontera castellana, aunque alejado de Valencia, Zaragoza y Barcelona.
El monarca nacido en Valencia concedió a Lleida el monopolio de los estudios universitarios de todos sus estados; hecho que explica la nutrida presencia de valencianos en la diminuta ciudad.
La tradición persistió incluso en el XVII, cuando el Estudio General de Valencia superaba a Lleida en prestigio y alumnado.
La Universidad reconocía a los valencianos múltiples inmunidades y por privilegio de Alfonso III (año 1428), elegían al rector independientemente de aragoneses y catalanes. Lérida vivía de su Universidad y, necesariamente un colectivo que oscilaba de 300 a 800 valencianos sobre una población que, por ejemplo en
1708 no superaba los 3.000 habitantes, tuvo que influir lingüísticamente a lo largo de los siglos, desde 1300 hasta 1705.
El avispado gerundense Onofre Pou se percató del negocio que supondría un diccionario en las tres lenguas habituales y, tras estudiar en Valencia, editó en 1575 un vocabulario valenciano-catalán-latín. Convertido en bestseller, sirvió de texto en la universidad catalana hasta el siglo XVIII, según reconoce la propia Enciclopedia Catalana.
Precisamente los que discuten en el Ms. 1010 sobre las lenguas maternas son dos ilerdenses ilustres: el canónigo Alexandro Ros y el catedrático Diego Cisteller. El primero advierte que si los sermones sólo se imparten en catalán no gustará a los extranjeros, incluso a los valencianos. Y añade que "en el Reyno de Valencia los más son bilingües, sin que se hagan estorbo en la pronunciación las dos lenguas valenciana y castellana" (Ms. 1010). A estas consideraciones (censuradas por Riquer, claro), se opone Cisteller, que convivía con valencianos en Lleida y disponía del Thesaurus de Pou para despejar dudas en los tres idiomas. En él, por ejemplo, se aclaraban incluso nimiedades como que el latín pastanaca o el catalán pastanaga equivalían al valenciano safanoria (f. 31 v). La copiosa información sobre léxico y ortografía del idioma valenciano (carchofa, pechines, picher, chic, eixida, otonyo, charrador, etc.) explicaría el éxito del trilingüe vocabulario en las universidades condales.
El constante trasiego valenciano por la ruta de Lleida se efectuaba lentamente, con frecuentes descansos y pernoctaciones en las mismas y poco pobladas aldeas
desde el medieval año 1300. Estudiantes y familiares, cultos y acomodados en relación a los aldeanos, eran modelo a imitar por su refinamiento e idioma. No es
ilógico, pues, que la cuña lingüística valenciana amenazara extenderse desde Lleida hacia la parte oriental de Cataluña, hecho denunciado en 1628 por el catalán Andreu Bosch ("Títols d'Honor', Perpinya, 1628).
La valencianización en la ruta valenciana llegó a un punto en que los predicadores regnícolas usaban el valenciano en sus sermones, no el catalán. El doctor Cisteller, desde Lleida, testificaba que "los padres Lorenzo San Juan, y Blanch (...) y otros apostólicos varones de la Compañía de Jesús son valencianos, y predican en valenciano en Cataluña" (Ms.1010).
Quien esto dice, recordémoslo, era catedrático de la Universidad de Lleida, y lo afirma en su "Memorial en defensa de la lengua catalana" (Ms. 1010) dirigido a
la Generalidad de Cataluña en 1636. Con él contestaba al también ilerdense Alexandro Ros, que opinaba: "Es fuerza estén retirados en Cataluña sus predicadores, porque rompidos (sic) en la lengua catalana, no han de ir si fueran cuerdos a Valencia, donde falta en el estilo o vicio en la pronunciación ofende grandemente". En otro párrafo del Memorial dirigido a la Generalidad, el letrado Cisteller deja claro que el idioma de los valencianos era independiente de cualquier otro peninsular al recordar que las leyes de Castilla "están en castellano; en Valencia, en valenciano; y en Cataluña, en catalán". Esto también lo censuran, científicamente, los inmersores.
Es lógico que, tras graduarse en Lleida, los universitarios que regresaban a Mallorca y Cataluña añoraran la clásica lengua de los valencianos; de ahí que los catalanes Pere Posa y Pere Bru publicaran en Barcelona en 1481 la "Historia de Alexandre" "en la present lengua valencìana". O que a Gregori Genovart, canónigo de Mallorca, agradeciera la edición del Blanquerna, "traduyt, corregit y estampat en llengua valenciana"; traduccìón efectuada de los manuscritos provenzales de Llull por el catalán Bonlabi en 1521.
La franja de influencia idiomática valenciana fue un tormento para Cataluña hasta 1862, cuando el astuto Milá i Fontanals inventó lo del dialecto catalán occidental.
Hoy, atrapada en el tarquín inmersor, la bisoña Universidad de Elche ya edita folletos en puro catalán.
Articulo publicado en "Las Provincias" 11 de Septiembre de 1997.

domingo, 5 de enero de 2020

La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

Por Ricart Garcia Moya

Este verano, en una tórrida tarde en la Universidad de Barcelona, comprobé lo interesante que era el manuscrito Ms. 1010. Terminado hacia 1637, con caligrafía semejante a batallones de inquietas hormigas, trataba sobre la "lengua catalana materna". Ahora, ya en el Reino, he consultado los comentarios sobre el citado manuscrito en la "Historia de la Lìteratura Catalana", de D. Martí de Riquer, y algo no concuerda; la única cita referente a nosotros es para recordar que en los años del manuscrito estudiaban en Lleida más de "300 valencianos que hablaban y entendían, como es lógico, el catalán"
(HLC, V, p. 430). Por supuesto que entendían el catalán y el latín, pero ¿hablaban catalán o valenciano?
El Ms. 1010 confirma que las lenguas habituales en Lleida fueron el catalán, el latín (círculo universitario) y el valenciano; conclusión que no sorprendería si la inmersión no censurara originales.

La Universidad de Lleida fue autorizada en 1300 por Jaime II
en un lugar a salvo de ataques costeros y de la peligrosa frontera castellana, aunque alejado de Valencia, Zaragoza y Barcelona.
EI monarca nacido en Valencia concedió a Lleida el monopolio de los estudios universitarios de todos sus estados; hecho que explica la nutrida presencia de valencianos en la diminuta ciudad.
La tradición persistió incluso en el XVII, cuando el Estudio General de Valencia superaba a Lleida en prestigio y alumnado.
La Universidad reconocía a los valencianos múltiples inmunidades y por privilegio de Alfonso III (año 1428), elegían al rector independientemente de
aragoneses y catalanes. Lérida vivía de su Universidad y, necesariamente un colectivo que oscilaba de 300 a 800 valencianos sobre una población que, por ejemplo en 1708 no superaba los 3.000 habitantes, tuvo que influir lingüísticamente a lo largo de los siglos, desde 1300 hasta 1705.
EI avispado gerundense Onofre Pou se percató del negocio que supondría un diccionario en las tres lenguas habituales y, tras estudiar en Valencia, editó en 1575 un vocabulario valenciano-catalán-latín. Convertido en bestseller, sirvió de texto en la universidad catalana hasta el siglo XVIII, según reconoce la propia Enciclopedia Catalana.
Precisamente los que discuten en el Ms. 1010 sobre las lenguas maternas son dos ilerdenses ilustres: el canónigo Alexandro Ros y el catedrático Diego Cisteller. El primero advierte que si los sermones sólo se imparten en catalán no gustará a los extranjeros, incluso a los valencianos. Y añade que "en el Reyno de Valencia los más son bilingües, sin que se hagan estorbo en la pronunciación las dos lenguas valenciana y castellana" (Ms. 1010). A estas consideraciones (censuradas por Riquer, claro), se opone Cisteller, que convivía con valencianos en Lleida y disponía del Thesaurus de Pou para despejar dudas en los tres idiomas. En él, por ejemplo, se aclaraban incluso nimiedades como que el latín pastanaca o el catalán pastanaga equivalían al valenciano safanoria (f. 31 v). La copiosa información sobre léxico y ortografía del idioma valenciano (carchofa, pechines, picher, chic, eixida, otonyo, charrador, etc.) explicaría el éxito del trilingüe vocabulario en las universidades condales.
EI constante trasiego valenciano por la ruta de Lleida se efectuaba lentamente, con frecuentes descansos y pernoctaciones en las mismas y poco pobladas aldeas desde el medieval año 1300. Estudiantes y familiares, cultos y acomodados en relación a los aldeanos, eran modelo a imitar por su refinamiento e idioma. No es ilógico, pues, que la cuña lingüística valenciana amenazara extenderse desde Lleida hacia la parte oriental de Cataluña, hecho denunciado en 1628 por el catalán Andreu Bosch ("Titols d'Honor', Perpinya, 1628).
La valencianización en la ruta
valenciana llegó a un punto en que los predicadores regnícolas usaban el valenciano en sus sermones, no el catalán. EI doctor Cisteller, desde Lleida, testificaba que "los
padres Lorenzo San Juan, y Blanch (...) y otros apostólicos varones de la Compañía de Jesús son valencianos, y predican en valenciano en Cataluña" (Ms.1010).
Quien esto dice, recordémoslo, era catedrático de la Universidad de Lleida, y lo afirma en su "Memorial en defensa de la lengua catalana" (Ms. 1010) dirigido a
la Generalidad de Cataluña en 1636. Con él contestaba al también ilerdense Alexandro Ros, que opinaba: "Es fuerza estén retirados en Cataluña sus predicadores, porque rompidos (sic) en la lengua catalana, no han de ir si fueran cuerdos a Valencia, donde falta en el estilo o vicio en la pronunciación ofende grandemente". En otro párrafo del Memorial dirigido a la Generalidad, el letrado Cisteller deja claro que el idioma de los valencianos era independiente de cualquier otro peninsular al recordar que las leyes de Castilla "están en castellano; en Valencia, en valenciano; y en Cataluña, en catalán". Esto también lo censuran, científicamente, los inmersores.
Es lógico que, tras graduarse en Lleida, los universitarios que regresaban a Mallorca y Cataluña añoraran la clásica lengua de los valencianos; de ahí que los catalanes Pere Posa y Pere Bru publicaran en Barcelona en 1481 la "Historia de Alexandre" "en la present lengua valencìana". O que a Gregori Genovart, canónigo de Mallorca, agradeciera la edición del Blanquerna, "traduyt, corregit y estampat en llengua valenciana"; traduccìón efectuada de los
manuscritos provenzales de Llull por el catalán Bonlabi en 1521.
La franja de influencia idiomática valenciana fue un tormento para Cataluña hasta 1862, cuando el astuto Milá i Fontanals inventó lo del dialecto catalán occidental.
Hoy, atrapada en el tarquín inmersor, la bisoña Universidad de Elche ya edita folletos en puro catalán.

Articulo publicado en
"Las Provincias" 11 de Septiembre de 1997


La expansión de la lengua valenciana en Cataluña.

jueves, 6 de junio de 2019

Blanquerna, Ramón Lull, valencià, 1521

Valencià que tinga dignitat i cultura jamai li diria catalana a sa llengua valenciana.

Blanquerna de Ramón Lull, trad. al valencià. 1521.


Valencià que tinga dignitat i cultura jamai li diria catalana a sa llengua valenciana. Blanquerna de Ramón Llull, trad. al valencià. 1521

* feu a son fill. y aquest Blanquerna comu a tots los * ses traduit: corregit: y stampat en lengua valenciana a carrech conexent me affectat ala (a la) scia (sciencia, ciencia) de aqll: on que noy *

https://www.blanquerna.edu/es

https://www.url.edu/es

https://bivaldi.gva.es/es/consulta/registro.cmd?id=8246

http://www.cervantesvirtual.com/obra/blanquerna-texto-impreso--qui-tracta-de-sinch-estaments-de-persones/

https://valenciana.tv/bonlabi-tradui-el-blanquerna-de-ramon-llull-a-la-llengua-valenciana

Bonlabi traduí el Blanquerna de Ramon Lull a la Llengua Valenciana.


Josep Alminyana Vallés fon religiós, escritor i acadèmic de número de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana. Estudià Filosofia i Teologia i ha impartit classes com a professor de Teologia de la Llitúrgia en l’Institut “Sedes Sapientiae” agregat al Pontifici Institut “Regina Mundi” de Roma.
Transcrit del seu llibre 
El Crit de la llengua

BLANQUERNA.

Com ya es comprén, d’entres les edicions de les obres de Ramon Lull dutes a terme en els tallers tipogràfics valencians s’ha de destacar necessàriament la de Blanquerna. El volum de l’edició valenciana conté el 
Blanquerna i el Libre de oracions y contemplacions en les seues respectives portades i diferents dates d’acabament de l’obra: 30 de maig i 12 de juliol de 1521, les dos dutes a terme en els tallers tipogràfics de “Joan Joffre, prop lo moli de la Rovella”, a dos tintes, lletra gòtica i en uns bellíssims gravats. Si se vol fer un resum del contingut de Blanquerna és prou transcriure la portada:

“Tractat de cinc estaments de persones: de Matrimoni; de Religio; de Prelatura; de apostolical senyoria (la qual es en lo Pare Sanct y en los Cardenals) i del estat de Vida Hermitana contemplativam de bax de los quals tots con contiguts. Hordenat per lo Ylluminat doctor y martyr Mestre Ramon Lull”. En el dors de la portada hi ha un gravat al que seguix l’epístola-proemi en valencià dedicada al canonge Genovart; una atra carta en llatí dedicada al canonge Lluís Despont; la taula; un atre gravat; i el cos del seu text. Interpolat en el llibre V, entre els folis 106 al 119, es trova el 
Libre de Amich e Amat, al qual seguix la materia del susdit llibre quint que s’acaba en el foli 140, en el colofó. En el recte del full que correspon al foli 141 comença el text de l’atra obreta en esta portada: “Libre de oracions y contemplacions del enteniment en Deu, compost per lo Ylluminat doctor y mártir Mestre Ramon Lull”. Ad este frontis li seguix un atre gravat bellíssim, el text corresponent i el seu respectiu colofó.

DENOMINACIÓ DE LA LLENGUA.

D’esta obra famosa de Ramon Lull no se donen ara ya més detalls perque la finalitat proposta ací en est escrit no és una atra que la de fer resaltar este fet: que la seua traducció es va fer en Llengua Valenciana. Per lo manco en tres llocs del llibre ho diu clarament en la portada: “Traduit y corregit novament dels primers originals y estampat en Llengua Valenciana”; en l’epístola o proemi: “lo qual ara novament es fet, traduit, corregit y stampat en Llengua Valenciana”; i, finalment, en la portada del 
Libre de oracions y contemplacions, a on es llig: “y corregit novament dels primers originals en Llengua Valenciana”. Queda ben clar per tant, segons el mateix Bonlabi, que escrigué en Llengua Valenciana la traducció del Blanquerna lullià. Pero no ho és açó tot; també nos crida l’atenció poderosament un detall: que un home, català d’orige per ser tarraconí, diga que escriu o traduïx el llibre en Llengua Valenciana.
És més, hi ha una frase molt important en la “Epístola” o proemi que diu: “segons me pregua me prengues
yo lo carrech, coneixent-me affectat a la sciencia de aquell en que noy sia docte, ni menys llimat en dita lengua, com sia a mi pegri (peregrina) y strangera”. 
En conseqüència, un català diu que escriu en Llengua Valenciana y demana disculpes de no conéixer prou be el valencià per ser-li una llengua estranya i estrangera - L’idea en este context és lluminosa: Bonlabi català, que coneixia perfectament la seua Llengua Catalana, asegura que la Llengua Valenciana li és estrangera. Aquell mestre en Arts sabia prou be que una cosa és la Llengua Catalana i una atra la Valenciana, ya que personalment havia comprovat les seues diferències fonètiques, morfològiques i sintàctiques dels dos idiomes.

I estes diferències són les que hem de conservar i remarcar els valencians de hui com al més ric tesor conseguit a força d’anys pel desplegament natural i espontàneu.